Está en la página 1de 3

Lucha por lo que

quieres…
“Nunca temas del día que no has visto” -Proverbio Inglés.

Un momento, detente ahí donde estas, quédate ahí y escúchame muy bien porque
lo que hoy te voy a decir puede que defina tu mundo, tu camino y tus pasos. A lo
mejor sientes que vas por el mundo sin un rumbo fijo, que estás viviendo sin vivir,
que abres y cierras libros y nada, absolutamente nada logra quedarse en ti, los
números en tu boleta van en decadencia y cada mañana es un martirio al despertar
en lugar de impulsarte a levantar, sé que hay una idea que invade tus pensamientos
y que no te deja descansar, sé que estás a punto de dejarlo todo, de tirar todo a la
basura y de renunciar; pero espera, ¿porque vas a renunciar a todo?, ¿Por qué vas
a renunciar a tus sueños?, ¿Por qué no tienes apoyo, porque no puedes más,
porque estás cansado?, vamos hazlo si quieres, renuncia, no lo pienses más pero
si lo haces te aseguro que algún día te arrepentirás.
¿Por qué vas a dejar todos tus sueños y tus metas a la deriva, al alcance de alguien
más?, ¿qué es lo que se te dificulta más: las matemáticas, la teoría, la práctica? No
tengas miedo a equivocarte, no dejes que tus fantasmas te destruyan y se adueñe
de ti en cada examen, no temas, no es que no seas bueno en eso o en algo más,
es sólo cuestión de dedicarle más tiempo, más espacio, más ganas de querer
aprenderlo, así que toma cada cuaderno y libro y devóralo con hambre, con ganas
de querer triunfar. Apaga por un momento tu celular, es hora de encender tu
cerebro, tu mente, tus ideas y tu creatividad; retoma tus sueños, dibújalos y
escríbelos si es posible, pégalos en tu cabecera, llévalos contigo a donde quiera
que vayas en tus bolsillos para que nunca los olvides, para que sepas porque te
estás esforzando. Trabaja doble si es posible, horas extra si puedes más, y claro
que puedes claro que lo harás, quéjate menos y agradece más, voltea cada
hamburguesa, levanta cada plato, siéntete orgulloso de ello, del lugar donde estás
donde muchos otros ni siquiera se atreven a pisar, vuelve a casa, recargado,
sabiendo de la gran ventaja que tienes sobre los demás.
Tú puedes con todo, no me cuentes cuantos exámenes tienes por día ni cuantas
hojas tiene cada tema, tampoco me hables del desorden que hay en tu mesa, ni de
los marcadores que llevas ya gastados, creme que no me importa, ni si quiera me
importa lo que has hecho para llegar a tiempo, no me lo cuentes, me da igual, no
pierdas tu tiempo en eso, cuéntame mejor que quieres cumplir ese sueño, y
explícame que no te vas a rendir ni un solo segundo de tu vida porque las batallas
más duras están hechas para los valientes, valientes como tú y valientes como yo.
De nada sirve rendirse, mira hacia adelante porque lo mejor, lo mejor aún está por
venir, ¿te lo vas a perder?, claro que no, por eso dime que te levantas cada mañana
con los ojos pegados, pero que la fuerza de voluntad siempre le gana a la pereza,
y que los días se hacen más largos que tus propios apuntes, pero que más larga
será la fiesta que harás cuando hayas llegado a la meta, a tú meta, porque llegarás,
yo sé que llegarás, lo sé y los sabes.
No memorices que es mejor aprender, comprende y explícaselos a los demás como
si fueses el maestro, tu propio maestro, porque nadie nace sabiendo, nadie se
convirtió en un gran experto al paso de una estrella fugaz; estás en crecimiento, en
formación, eres un gigante a punto de despertar, no veas cada día como una excusa
más, comienza a verlo como un paso más pero ¿A dónde?, a tus sueños, a tus
deseos, a tu visión. Hazte un favor, deja todo lo que estés haciendo en éste
momento e imagínate como te verás el día de tu graduación, agradeciendo, mirando
a tus padres a lo lejos y haciéndoles saber que todo, absolutamente todo el esfuerzo
que hiciste y que hicieron ellos, valió la pena, ¿y sabes porque te lo digo?, porque
yo también estuve ahí, a punto y al borde de renunciar a todo, y cuando estuve a
punto de hacerlo me armé de valor y di lo mejor de mí, un esfuerzo extra que ni yo
mismo creía que podría dar, y ese día, ese grandioso día, me di cuenta que vale la
pena luchar por tus objetivos y metas a pesar de que éstos parezcan muy
imposibles, así que no te asusten mis palabras, asústate a quedarte quieto, estático
y no hacer nada por miedo a perder, a no ganar, o a fracasar, porque te digo algo,
vas a ganar a pesar de los obstáculos, vas a triunfar y lo vas a lograr.
No importa el camino ni los baches, ni lo que venga. Tampoco importa las horas sin
dormir, ni las discusiones con tantos profesores, creme, no importa, todo eso da
igual, lo que realmente vale la pena es seguir adelante a pesar de cada adversidad,
a pesar de cada caída que des en tu vida, lo más importante de todo es ser positivo,
siempre positivo incluso cuando nada ni nadie está a tu favor, y ¿sabes porque?,
porque tarde o temprano lo estará, así que anímate y sonríe, porque cuando pienses
en rendirte aquí estaré yo, recordándote por lo que estás luchando; no te rindas
porque rendirte no es una opción, sólo es un escape perfecto para el fracaso, para
el miedo o incluso para la cobardía, así que anda, esfuérzate y lucha, lucha sin huir
y sin dejar la batalla a la deriva.
Que cuando mencionen tu nombre a tu mente traerás todas esas pruebas duras
que pasaste y que hoy te han llevado hasta donde estás, y que sepas que no
pudieron contigo, y que nunca, absolutamente nunca lo harán, así que anda, vamos,
regresa a ese libro, cuaderno, a esa tarea, a ese proyecto, a esa clase y acábalo,
ponle tu firma, tu huella y tu esencia y mañana cuando suene el despertador, te
levantarás de inmediato, llegarás a tu escuela, a tu salón y justo al entrar por esa
puerta con tu actitud les dirás que ha llegado a quien jamás olvidarán.
Es hora de despertar, es hora de enfrentar la vida. Es momento de enfrentar aquello
que tanto temes, aquello que ha sido el culpable de todas tus pesadillas, es
momento de tomar al toro por los cuernos, de salir a la calle aun sabiendo que
podrías regresar en mil pedazos. Pero ya no te quedarás estático un día más, ya
no, eso se acabó. Es momento de ir por lo que vales, por lo que deseas, por lo que
quieres y especialmente por lo que tú mereces, a lo mejor te preguntas porque, y la
respuesta es simple, porque ya no importa lo que te hayan dicho anteriormente: que
no vales, que no puedes y que vas a fracasar en todo, que los números hoy estén
en tu contra, que las estadísticas busquen aplastarte pero… ¿sabes por qué lo
hacen?, porque te tienen miedo, porque te hiciste en el fuego, porque resististe cada
golpe que te dio la vida, porque resurgiste entre las cenizas, tocaste fondo y ahí te
impulsaste hasta ganar de nuevo, porque las adversidades te hicieron más fuerte,
que cuando creerías que perderías venciste, que cuando creerían que no llegarías,
llegaste, que cuando creían que no lo harías, lo hiciste. Porque te hiciste duro como
las piedras, fuerte como un roble y alto como las montañas, porque estuviste en las
llamas, esas en las que muchos temen estar, y tú lo hiciste, ardiste, creciste y
volviste, así que sal de todo y demuestra de aquello que estás hecho y de lo que
eres capaz de hacer.
Que nunca te olviden, que pises tan fuerte para que tu huella no la puedan borrar,
que te recuerden, que trasciendas, que vivas para siempre y que logres la eternidad,
que inspires, que muevas, que te conviertas en la máxima pesadilla de tus
enemigos, que te sigan, que te caigas y te vuelvas a levantar. Es hora de despertar.
Y que cuando llegue el momento de partir, lo hagas como los grandes, esos que se
van pero que no se van, que se quedan para seguir viviendo. Es hora de despertar,
despierta que el mundo espera tu historia, tu legado, tu nombre, así que dime ¿te
quedarás ahí sentado, o harás que recuerden por siempre tu nombre?...
Mi nombre es José Alejandro Ruiz Espinoza y espero te hayan servido de algo mis
palabras, gracias.

También podría gustarte