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Es en ese sentido que la constitución de esta nueva forma de economía ha sido “invisibilizada”,
debido a que inició sus actividades al margen de la visión de los intelectuales y de los gobiernos de
turno durante el Siglo XX.
Actualmente la Economía Popular es la más importante del Estado Boliviano, no solamente por la
cantidad monetaria de sus transacciones, si no porque se ha expandido hacia otros países, lo que
también ha permitido que se recupere cierta territorialidad aymara, perdida desde la imposición de
fronteras durante la formación de los países actuales en América del Sur.
El Centro de Investigaciones Sociales intenta dar luces a esta historia invisible y al mismo tiempo
evidente de la economía nacional, en la cual dentro de los mismos procesos económicos y
comerciales se centra un elemento importante dentro del rompecabezas de las identidades
culturales bolivianas.
Por un lado, se busca saber más sobre la consolidación y expansión de la Economía Popular,
conociendo cómo se ha ido conquistando nuevos mercados y nuevas áreas, donde el Estado no podía
llegar.
En segundo lugar se estudia la transnacionalización de la Economía Popular, en un proceso de
expansión hacia otros países. En este proceso se llega a formar relaciones directas de mercado con
otros países, como la República China, con quien ya no se tiene ningún tipo de intermediario, y más
bien se conforma una relación de país a país. También se analizan los procesos migratorios laborales,
que tienen como destino Argentina y Brasil, donde sectores populares de bolivianos desarrollan
actividades económicas, productivas y comerciales, que van adquiriendo relevancia en esos
territorios.
El tercer punto es la articulación comercial y productiva de importadores y talleres populares; este es
un tema visible en El Alto y Santa Cruz.
Dentro de la investigación que encara el Centro de Investigaciones Sociales de la Vicepresidencia se
incluye también el estudio sobre las relaciones comerciales, económicas y sociales en las cooperativas
mineras bolivianas.
En La Paz, las calles Eloy Salmón y Uyustus son los principales centros comerciales donde la
Economía Popular boliviana ha florecido y se ha expandido hacia otros horizontes.
Los comunarios de Taraco que se apropiaron de este espacio marginal de la urbe paceña también
se dedicaron a la venta de máquinas de coser traídas en botes desde el Perú a través del lago
Titicaca. Actualmente, a la Fraternidad de la Eloy Salmón se la conoce con el denominativo de “Los
Maquineros” debido a este significativo hecho histórico.
Siendo uno de los centros comerciales más importantes del país, la Eloy Salmón es uno de los
puntos donde la Economía Popular se manifiesta en su más pura esencia, con matices
integradores y transnacionales que inclusive llegan hasta la República Popular de China.
La calle Uyustus
Similar historia es la de la calle Uyustus de la zona norte del municipio de La Paz, donde el
comercio es principalmente manejado por comunarios provenientes de la provincia Pacajes,
quienes aprovechando el Ferrocarril hacia Arica, lograron establecer un vínculo comercial con el
norte de Chile.
Nico Tassi explica: “Los comerciantes de la Uyustus se apropiaron de una zona contaminada y
marginal de La Paz, una zona por donde pasaba el río Apumalla y que no tenía ningún tipo de
infraestructura para ser habitable. Sin embargo, son estos comerciantes los que construyeron
piedra a piedra lo que hoy es considerado como uno de los centros de mayor importancia para la
Economía Popular boliviana”.
Los comerciantes han logrado construir espacios sin ayuda de la alcaldía; han construido escuelas,
han adoquinado calles, y no solo por su capacidad económica, sino por su capacidad organizativa
que se mueve alrededor del gremio, de las federaciones, de las fraternidades y de las juntas
vecinales.
Es en ese escenario que se cultiva la Economía Popular boliviana, es en ese contexto que la
investigación del CIS tiene lugar, para conocer más sobre la realidad boliviana contemporánea.