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Patria de Martí Artículos y Ensayos

Este 20 de mayo conmemoramos 115 años del día en que Cuba logró su
independencia. Una independencia condicionada, pero finalmente independencia.
Por eso he escrito este artículo, basándome en otro que escribí hace un año en el
Blog del Movimiento Político Somos+.
Nos costó mucho trabajo lograr nuestra independencia. En primer lugar, porque
siendo Cuba una isla le permitía a España mantener una fuerte presencia de
buques de su armada, y en segundo lugar porque a medida que los países de
América lograban su independencia, las tropas españolas eran trasladadas a
Cuba. La densidad de militares españoles en Cuba era totalmente
desproporcionada con relación al tamaño y a la población de la Isla.
El primer intento para lograr la independencia, fue el de Narciso López en 1849,
pero no logró contar con el apoyo necesario y fue capturado y ejecutado.
El 10 de octubre de 1868, Carlos Manuel de Céspedes con un grupo de patriotas,
se alzó en armas contra el imperio colonial español en el Ingenio “La Demajagua”
para lograr la libertad de Cuba. El “Grito de Yara” ubicada hoy en la provincia
Granma, marcó el inicio de la llamada “Guerra de los 10 años”. Céspedes abolió la
esclavitud, liberó sus esclavos y los invitó a integrarse a la lucha y señaló que la
lucha armada era la única vía para lograr la Independencia.
En 1869, los mambises fueron derrotados en los vados del Cauto, y los españoles
se dirigieron a retomar la ciudad de Bayamo. Pero los mambises cubanos no lo
permitieron y prefirieron quemar la ciudad, mandando así un mensaje de que
estaban dispuestos a llevar su lucha hasta el fin.

Ruinas del Ingenio "La Demajagua"

En 1878, tras diez años sin vencedor ni vencido, se aceptó un armisticio propuesto por el
general español Arsenio Martínez-Campos, y se firmó la llamada “Paz del Zanjón” que
otorgaba a los cubanos algunas concesiones tales como la formación de partidos políticos
no separatistas y cierta libertad de prensa y de reunión.
El “Titán de Bronce”, Antonio Maceo rechazó el Pacto y el 15 de marzo de 1878 se
entrevistó con Martínez-Campos en Baraguá rehusando toda negociación que no
resultase en la Independencia de Cuba. Esto se conoce como la “Protesta de Baraguá” y
es una de las páginas más dignas de nuestra Historia.
Maceo se unió a Calixto García, quien redactó un manifiesto de bases y organización, y
se inició la llamada “Guerra Chiquita”, que duró desde agosto de 1878 hasta septiembre
de 1880 terminando en una derrota para los cubanos.
Entonces el apóstol José Martí se dedicó a organizar a los cubanos, viajando
incansablemente y estableciendo con Maceo y Máximo Gómez las bases para el
levantamiento que se realizó el 24 de febrero de 1895 en Baire y otras ciudades orientales
y que dio origen a la guerra de independencia. Antiguamente se le conocía como “Grito de
Baire”, pero posteriormente fue rebautizado como “Grito de Oriente” para tomar en cuenta
que la rebelión se había producido en diversas ciudades de la provincia de Oriente.

José Martí. Máximo Gómez y Antonio Maceo, reunidos en un bohío cubano.

Maceo llevó la lucha a las provincias occidentales, logrando atravesar la isla desde
Oriente hasta Occidente en lo que se conoce como la “invasión”. Maceo lo logró a pesar
de que los españoles habían establecido dos trochas para evitarlo. La primera cubría de
Júcaro a Morón y la segunda del Mariel a Majana. Maceo atravesó las trochas y con las
provincias occidentales también incorporadas a la lucha, ya toda Cuba estaba en armas.
El 15 de febrero de 1898, el acorazado norteamericano Maine, que estaba de visita en el
puerto de La Habana, explotó y se hundió muriendo 274 marinos norteamericanos.
Estados Unidos culpó a España por el hundimiento del Maine y le declaró la guerra. Así
comienza la llamada “Guerra Hispanoamericana”. Los españoles fueron derrotados en las
Filipinas y en Puerto Rico. En Cuba, con la ayuda de los mambises derrotaron
rápidamente a las fuerzas españolas y forzaron a salir de la bahía de Santiago a la
armada española, donde fue exterminada completamente. Todos los buques españoles
fueron hundidos.
Real y triste fue que el gobierno americano se negó a reconocer la ayuda de los
mambises y le prohibió al General Calixto García entrar en Santiago de Cuba.
El 10 de diciembre de 1898, con la firma del llamado “Tratado de París” y la cesión de
Cuba, Puerto Rico y Filipinas a Estados Unidos, Cuba dejó de ser colonia española y
pasó a colonia de Estados Unidos.
Pero el Congreso de Estados Unidos emitió la llamada “Resolución Conjunta“ (Joint
Resolution) en la que juntos, Congreso y Senado, declararon, y cito: “Cuba es, y de
derecho, debe ser libre e independiente”.
La administración norteamericana organizó una Asamblea Constituyente y se aprobó la
Constitución de 1901, reconociendo los derechos proclamados por la Revolución
Francesa y la separación de poderes. El 31 de diciembre de 1901, Cuba votó y eligió al
presidente de la nueva república: Don Tomás Estrada Palma.

Don Tomás Estrada Palma, primer presidente de la república de Cuba.

Pero faltaba la ratificación por parte del Congreso y el Senado norteamericanos. Al


someterse a votación la ratificación, el 28 de febrero de 1901, varios senadores liderados
por el senador Orville H. Platt condicionaron su voto a incluir varias enmiendas y lograron
el apoyo del Congreso y del presidente Roosevelt.
Así nació la llamada “Enmienda Platt” que negaba a Cuba el derecho de soberanía sobre
la Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud. También obligaba el arrendamiento de tierras
para establecer bases norteamericanas y así nace la base de Guantánamo. La enmienda
limitaba también la capacidad del gobierno cubano para emitir deuda pública y autorizaba
al gobierno norteamericano para intervenir en Cuba si había necesidad.
Los cubanos recibieron las imposiciones con desagrado, pero no había alternativa. O se
aceptaban o no había independencia. Los cubanos tuvieron que ceder y la “Enmienda
Platt” se incluyó como un apéndice a la Constitución de 1901.
Vencido este último obstáculo, Cuba nace el 20 de mayo de 1902 como nación
independiente y Don Tomás Estrada Palma toma posesión como primer presidente. A las
doce del día, se arrió la bandera norteamericana que ondeaba en el Morro y por primera
vez la bandera cubana, la de la estrella solitaria, ondeó señalando que Cuba era un país
independiente.
Deberíamos celebrar con júbilo nuestro día de la independencia, pero en la Cuba castrista
la fecha pasará desapercibida pues no es reconocida como día de la independencia.
Finalmente, en 1925, durante el gobierno de Alfredo Zayas, se firma el “Tratado Hay
Quesada”, y Cuba recuperó la soberanía sobre la Isla de Pinos, y el 29 de mayo de 1934,
durante el gobierno de Carlos Mendieta, culminaron las gestiones iniciadas por el
presidente Ramón Grau San Martín, lográndose la eliminación de la Enmienda Platt.
Así, la independencia iniciada el 20 de mayo de 1902 quedó plenamente consumada con
la única excepción de la Base Naval de Guantánamo que continúa en poder de Estados
Unidos.

Author: Jorge Ros


Jorge Ros, nació en La Habana, Cuba y a los 14 años de edad, emigró a
México con su familia donde estudió Ingeniería Mecánica y Eléctrica. Su
vida profesional se desarrolló en México pero en 1988 decidió emigrar a
Estados Unidos y vive en Miami. Siempre le gustó escribir, y en el 2011
comencó el Blog de Jorge Ros. Ha escrito en Cubanet hace regularmente
en la sección de “Opinión” del Yusnaby Post y en HispanoPost. Y cuando
el tiempo lo permite, también escribe para el Blog de Somos+ ,
organización a la que orgullosamente pertenece..
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Cuando los comunistas tomaron el poder en Cuba, perdimos muchas cosas y las
perdimos sin darnos cuenta de lo que venía. Fidel Castro y su camarilla fueron
muy hábiles. Castro fue un genio del mal, y nadie sabe lo que tiene hasta que lo
pierde. Nosotros los cubanos lo perdimos prácticamente todo.
Muchos perdieron su vida o fueron encarcelados. Para afianzarse en el poder, los
Castro no vacilaron en fusilar a miles de cubanos, y una vida perdida nunca se
recupera. Muchas organizaciones han intentado llevar una estadística que es muy
difícil. Archivo Cuba reporta que 5,775 personas fueron fusiladas, 1,234 fueron
asesinadas “extrajudicialmente”, 984 fueron asesinadas dentro de las cárceles
castristas y unas 200 personas están desaparecidas.
A las personas que fusilaban en la Cabaña, antes de llevarlas al paredón les
sacaban la sangre en un negocio diabólico que solo una mente del mal podría
concebir. Según reportes del Wall Street Journal, el gobierno de Cuba vendía esa
sangre a Vietnam del Norte a un precio de $50.00 dólares la pinta.
Decenas de miles de personas fueron encarceladas y muchas fueron condenadas
a penas de 25 a 30 años. Esas personas perdieron su juventud en las mazmorras
castristas. Entraban jóvenes de 25 a 30 años, y salían con 55 o 60 años. Los más
afortunados, recibían condenas de entre 10 y 15 años, pero para los comunistas,
la vida humana no tiene ningún valor.
En abril de 1961, en vísperas de la invasión de Playa Girón, sólo en la Habana
fueron detenidas más de 300,000 personas. Se llenaron las cárceles, los cines, los
teatros, los colegios, y hasta el estadio de Baseball fue usado como cárcel. En una
semana más o menos fueron liberados, aunque muchos fueron juzgados y
encarcelados.
Millones de cubanos huyeron del infierno castrista, muchos de ellos en
improvisadas y frágiles balsas. Se estima de que uno de cada tres o cuatro
personas que escapaban de Cuba en balsas, no lograban llegar y perecían en el
intento. Eso pone la cifra estimada de los muertos en las aguas del Estrecho de la
Florida, entre 20,000 y 40,000 hombres, mujeres y niños.
Para un país que en 1961 tenía poco más de 6 millones de habitantes, las
proporciones son espeluznantes. Los comunistas aniquilaron a toda la oposición
cubana, y con una fuerza represiva cruel e inclemente, se hicieron del control
totalitario del país.
Ayer, un locutor en un programa de radio, hablaba de que miles de venezolanos
habían tomado las calles, y preguntaba irónicamente: ¿Por qué los cubanos no
hacemos lo mismo? Eso implica un desconocimiento total de lo sucedido en Cuba
durante 60 años de revolución. Durante los años 1960 y 1961, en Cuba se
intentaron muchas cosas, pero la fuerza del gobierno, con el apoyo soviético, la
incapacidad de los norteamericanos y los métodos sofisticados de la STACI
alemana, lo impidió todo.
En Cuba no se llevaba a cabo una lucha entre dos facciones: Los Comunistas y
los Anticomunistas. En Cuba se estaba librando una batalla de la guerra fría entre
los rusos y los norteamericanos, y la habilidad de los rusos comandados por Nikita
Jruschov, superó por mucho a la habilidad de los norteamericanos presididos por
Eisenhower y Kennedy. En 1962 quedó sellada la suerte de Cuba.
Y todos los que para entonces no habían podido salir, se encontraron
imposibilitados para hacerlo y por eso hubo que recurrir a métodos desesperados
para poder salir.
Se busca hacer un paralelismo entre Cuba y Venezuela, y yo les digo que Maduro
está siguiendo el modelo cubano, con ligeras variantes porque 2017 no es 1960.
Cada día hay más totalitarismo, cada día hay más control de la prensa y de la
información. Si Cuba fue expulsada de la OEA el 31 de enero de 1962, y se burló
de la expulsión cantando “Con OEA y sin OEA ganaremos la pelea”, hoy
Venezuela no espera que la expulsen, y decide salirse de la OEA por voluntad
propia.
Desearía equivocarme, pero mi propia experiencia me hace prever que la
represión aumentará, las manifestaciones serán aplastadas y en poco tiempo
terminarán, y habrá dolor y correrá la sangre. Los venezolanos ya han aprendido
los métodos de la STACI y están capitalizando las experiencias castristas.
Como la OEA carece de recursos para forzar el respeto a la Democracia y a los
Derechos Humanos, a los chavistas les importa poco, como en su momento a los
castristas también les importó poco. No existe en la OEA ningún mecanismo que
le permita actuar en esas condiciones. Por eso se siente la impotencia de Luis
Almagro que, a pesar de querer ayudar, no tiene como.
La ONU podría actuar, pero si difícil es poner de acuerdo a los países miembros
de la OEA, en la ONU todavía es más difícil ya que basta el veto de uno sólo de
los cinco países que integran el Consejo de Seguridad de manera permanente
(China, Francia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos) para que ninguna
resolución pueda ser implementada. Por eso, salvo un poco probable milagro, la
ONU y la Carabina de Ambrosio son análogos.
En estos casi sesenta años, aparte de lo ya expresado, los cubanos sufrimos la
destrucción de la familia, y pongo como ejemplo mi caso, la familia se dispersó y
quedó regada en México, Miami, New York, Brasil y España. Y en aquella época
no existía Facebook.
¿Qué viene para Venezuela?
Pues si lo que pasó en Cuba sirve de algo y salvo que por algún milagro Nicolás
Maduro sea derrocado, viene mucha represión, viene muerte, vienen
encarcelamientos, viene la destrucción o el exilio de los líderes de la oposición,
viene la desaparición de las instituciones, viene un éxodo mayor de la población,
viene la separación y la destrucción de la familia y comenzará un esfuerzo para
que los que se queden en Venezuela se adapten a vivir en condiciones muy
diferentes a las que han estado acostumbrados, mientras los que salgan tendrán
que echar raíces en tierra ajena.
Los cubanos llevamos décadas así, y no somos los causantes del problema de
Venezuela. Son los castristas y los chavistas quienes han causado los problemas
en nuestros respectivos países, así que no ganan nada con quemar nuestra
bandera.
Sólo un verdadero apoyo internacional podrá ayudar a cubanos y a venezolanos a
recuperar la libertad perdida, pero, ¿Se logrará?

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