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TU ENFOQUE
Pelea contra el verdadero enemigo
Ilustración
Un día un muchacho amarro un tablero de madera a su camioneta, hizo cinco a seis hoyos
medianos y los cubrió con una cortina. A través de los hoyos salía feliz y serpenteante una familia
de títeres. Los niños estaban en fila para subirse al cajón de la camioneta y poder pegarle a los
títeres con un mazo suave antes que los títeres desaparecieran de la vista a través del hoyo en el
tablero.
Un niño pequeño, de no más de cinco años, aburrido de estar en la fila se salió de ella, camino
despació hacia el lado de la camioneta para tener una mejor vista, y entonces – por alguna razón
curiosa – empuñó la cortina y de un tirón dejó descubierta la superficie de donde salian los títeres.
De pronto, en vez de verse 6 títeres, lo que se vio fueron tres adultos con ambos brazos que salían
a través de los hoyos, y de esa manera sus identidades fueron reveladas.
Aquella noche, incluso los niños mas pequeños entendieron el mensaje: “hay algo que no
podemos ver que está operando debajo de la mesa, que controla y manipula aquello que sí podemos
ver”. (Efesios 6:12)
Con el ir y venir del ritmo agobiante de la vida, con facilidad podemos desconectarnos de un
pasaje como Efesios 6. Incluso, aunque sepamos la verdad, podemos perder de vista dónde
proceden estos ataques… desde ahí atrás de la cortina. Muchas veces subestimamos el poder de
Satanás; lo vemos como una caricatura en vez de verlo como una amenaza personalizada y
determinada a engañar y conspirar.
¿Cuándo estamos desenfocados ocurren dos cosas?
1. Desperdiciar nuestros preciosos tiempo y energía, que deberían ser reservados y
reenfocados hacia el enemigo real,
2. Tratar de pelear con feroces fuerzas espirituales con armas que no le causan ningún
daño, armas que no fueron diseñadas para ese fin. De modo que los ataquen continúan.
No quiere decir que cada cosa mala o incómoda que viene a nuestra vida sale automaticamente
del hoyo de los infiernos. Algunas veces de manera evidente la naturaleza del mundo en el cual
vivimos puede trar tribulación de la nada (Juan 16:33), y algunas veces cosechamos las
consecuencias de lo que sembramos, el resutado de nuestras acciones pueden ponernos en
situaciones desafiantes, posiciones dificiles. (Gálatas 6:7)
El apostol Pablo en Efesios 6:10-11, describe las armas que se necesitan y la protección para
vencer con poder al verdadero enemigo (v.14-17): ahora miremos el poder real de cada pieza de
equipo para la batalla:
1. La verdad es el estándar de Dios: inmutable, referencia objetiva de la Biblia, por el cual
gobernamos y dirigimos nuestras vidas.
2. La justicia: significa vivir justamente el proceso por el cual aplicamos esta verdad a
nuestras vidas, y por Su Espíritu, produce una conducta que honra y agrada a Dios.
3. La paz: es la estabilidad profunda, interior y eterna que posee el creyente gracias a su
relación con Jesús, un sentido de balance que no está sujeto a las circunstancias externas.
Tambien es la cualidad que nos capacita para vivir en armonía con otros.
4. La fe: es la aplicación de lo que uno cree, el proceso de “ponerles pies” a nuestras
creencias y vivir a la luz de ellas.
5. La salvación: es nuestra seguridad eterna con Cristo, así como la herencia total que nos
ha sido dada gracias a nuestra relación con Él. incluye nuestras bendiciones, estatus e
identidad, todo lo que hemos recibido que nos capacita para vivir en victoria para Él.
6. La palabra de Dios: es Su Palabra presente, relevante y personal para nosotros hoy. La
Biblia puede ser un libro antiguo, pero el Espíritu de Dios la hace fresca, nueva y viva para
nosotros.
Quien activa y llena nuestra armadura con el poder de Dios mismo es la oracion (Efesios 6:18). La
palabra original que se traduce “en todo tiempo” en este verso es “kairos”, la cual se refiere a
tiempos específicos, ocasiones precisas y eventos particulares.
En la guerra espiritual, al detectar la actividad del enemigo y utilizar varias piezas de la armadura,
nuestras oraciones deben ser fervientes y específicas, estratégicas y personales, asociadas alas
necesidades particulares que surgen de aquella ocasión concreta. Esa es la clase de oración que
energiza la armadura de Dios para su máxima eficacia, velad “con toda perseverancia y súplica
por todos los santos”.
EL LLAMADO A LA ORACION
El que en un tiempo era un enemigo que no se veía, ahora esta expuesto, y tienes una visión clara
de él; entonces puedes, quitar tu mirada de la gente, de lugares, de acontecimientos que siempre
parecieron serlos mayores culpables de nuestros dramas humanos, y puedes dejar de gastar tu
energía en métodos que son ineficaces y honestamente muy agotadores. Satanás no tiene una
posibilidad real de dañarte a ti. No, después de lo que Jesús hizo.