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Los manglares del golfo de Fonseca forman una ecorregión que pertenece

al bioma de los manglares, según la definición del Fondo Mundial para la


Naturaleza.[1] Se extiende en el golfo de Fonseca, compartido por El
Salvador, Honduras, y Nicaragua, y cubre una área de 1554 km2.[1] Entre las especies
de plantas comunes se incluye Rhizophora mangle, Rhizophora
racemosa, Avicenniabicolor, y Avicennia germinans.[1] Los manglares forman un refugio
importante para las aves acuáticas en la zona. La ecorregión está amenazada por la
extracción de madera y la explotación comercial de moluscos y crustáceos.[1]

El manglar es un ecosistema único, complejo y frágil, fuente de


vida, de protección y de sustento para los pueblos y
comunidades costeras. Ubicado en el golfo de Fonseca, es capaz
de sustentar una diversidad biológica extraordinaria en un
equilibrio dinámico y armonioso, con complejas relaciones entre
cada componente del ecosistema. Un equilibrio ecológico y
social en peligro por el preocupante desarrollo industrial.

El manglar es un ecosistema único, complejo y frágil, fuente de vida, de protección y de


sustento para los pueblos y comunidades costeras. Ubicado en el golfo de Fonseca, es
capaz de sustentar una diversidad biológica extraordinaria en un equilibrio dinámico y
armonioso, con complejas relaciones entre cada componente del ecosistema.

Gaviotas y pelícanos aprovechan los


últimos rayos de sol de la tarde después de haberse alimentado en las aguas del golfo. Al
fondo, mangle con sus raíces visibles en marea baja. Imagen: ESF Galicia.
Es un ecosistema complejo pero frágil, por lo que una alteración de los cambios
ambientales puede perjudicar fácilmente las múltiples interrelaciones en las cadenas tróficas
y los ciclos de vida de las especies. Por eso, al dañar alguna parte del sistema, aunque se
afecte un área relativamente pequeña, las consecuencias se sienten en todo el ecosistema.
En el Golfo de Fonseca la amenaza de la cría industrial del camarón y su vertiginoso
crecimiento están haciendo peligrar su futuro. Futuro frágil el del Golfo porque la legislación
vigente en cuanto a su protección no está siendo respetada. Frágil porque la industria del
camarón, apoyada y fomentada, está sobreexplotando este ecosistema de manera
irrecuperable. Y las implicaciones ambientales y sociales de la destrucción de estas
áreas de carácter único e irreemplazable, son devastadoras.
El bosque de mangle del Golfo de Fonseca en el sector de Honduras está formado por una
franja costera, en los departamentos de Valle y Choluteca, de 0 a 40 km de ancho y 163 km
de largo, que parte de la frontera con la República de El Salvador a la frontera con la
República de Nicaragua. Grandes familias de aves y reptiles están únicamente adaptadas a
entornos de este tipo. En el mangle hondureño coexisten 204 especies de aves, 33 de
mamíferos y 52 de reptiles y anfibios. En este ecosistema se pueden encontrar seis especies
de mangle pertenecientes a tres familias: el mangle rojo (Rizophora mangle y R.
racemosa), el curumo negro (Aviccennia germinans), el curumo blanco (Aviccennia
bicolor), el mangle blanco (Laguncularia racemosa), y el botoncillo (Conocarpus erectus).
Por esta razón, la protección y la conservación son prioritarias para garantizar la continuidad
de los recursos forestales, biológicos e hidro-biológicos generados por ellos.

Característica por especie

Una parte esencial de todos los sistemas


de ganado es un manejo eficaz, seguro y humanitario de los
animales.

Estas notas de asesoramiento se centran en el manejo de los


animales en los mercados, durante la carga y descarga para su
transporte y en el momento del sacrificio. Sin embargo, los mismos
principios son aplicables también a los movimientos en la granja.
Durante el transporte, en los mercados y en el matadero, realizan el
manejo de los animales personas desconocidas en entornos
desconocidos. En estas circunstancias, incluso los animales que son
normalmente tranquilos pueden estresarse y mostrarse agitados, lo
que puede dificultar las tareas de manejo más de lo normal. Esta guía
se centra principalmente en el ganado bovino, el ganado ovino y el
porcino pero es también aplicable a otros animales comunes en las
granjas,

Esta guía explica los métodos disponibles para trasladar a las


diferentes especies, cómo se deberían organizar y mantener las
instalaciones y pone de relieve las implicaciones asociadas a la
seguridad para el operario y el bienestar para el animal. Además de
leer esta notas, se recomienda buscar instrucción y formación de
operarios de ganado experimentados y cualificados. También se
recomienda que los operarios recientemente formados trabajen bajo la
supervisión de personal experimentado.

Todas las personas implicadas en el manejo de ganado tienen la


responsabilidad de procurar el bienestar de los animales a su cargo.
Todos los operarios de ganado deberían estar familiarizados con la
legislación y los códigos de la práctica aplicable en los mercados,
durante el transporte y en el matadero.

Los manglares
Puntos importantes sobre esta guía
Los manglares se encuentran siempre a lo largo de las costas, en zonas tropicales y
subtropicales del planeta. Allí las plantas deben ser capaces de vivir en agua salada, esto se
conoce como halófila, que significa amante de la sal. Los manglares generalmente suelen
alinearse junto a los estuarios, donde los ríos de agua dulce desembocan al océano, el agua es
salobre, o sea, una mezcla de agua dulce y salada. A medida que el agua sube y baja todos los
días con las mareas, la salinidad también cambia y por ello los manglares tienen que adaptarse
a la salinidad cambiante. Sus hojas se han adaptado especialmente con glándulas que
segregan la sal absorbida, además de una cubierta cerosa (cutícula) que evita la pérdida de su
propia agua. Esto permite que las plantas de mangle vivan en un ambiente salado sin secarse.
Los manglares están amenazados por la destrucción del hábitat, ya que el hombre los ha
talado para el desarrollo de las playas. Su pérdida desencadena un aumento de la erosión, la
pérdida de especies animales, así como el aumento de los daños causados por tormentas. En
muchos lugares es ilegal cortar un árbol de mangle.

Animales que se encuentran en este hábitat


Los manglares son ricos hábitats repletos de animales como la garza blanca, el ibis blanco, el
pelícano marrón, las fragatas, los cormoranes, los cucos de manglares, las
garzas, manatíes, monos, tortugas, lagartos, halcones de cola roja, las águilas, tortugas marinas
y cocodrilos. Las raíces del mangle albergan a animales más pequeños como el cangrejo del
árbol de mangle, el cangrejo manchado de manglar, caracoles, lapas, ostras, mejillones,
anémonas y esponjas. Debido a que tienen una espesa vegetación y que son ricos en materia
orgánica (hojas caídas, brotes, semillas, cortezas), proporciona alimentos para todos. Muchas
especies de peces también se alimentan allí incluyendo al macabijo, sábalo, sargo,
corcobados, pargos, gar, salmonetes y lunares. Además se encuentran otros invertebrados
como gusanos, protozoos, bacterias. Las bacterias son muy importantes en los manglares, ya
que actúan como descomponedores de la materia orgánica.

Mangles como un recurso Forestal


Los manglares son ecosistemas forestales resistentes a la sal que suelen encontrarse a lo largo de costas
abrigadas, en deltas y a lo largo de las orillas de ríos en tierras tropicales y subtropicales. Sus árboles y
arbustos presentan adaptaciones morfológicas a las mareas, como raíces aéreas, glándulas de excreción de sal
y, en algunas especies, semillas vivíparas.
Una gran proporción de las poblaciones costeras en las regiones tropicales depende de los manglares para su
subsistencia , sea directamente mediante la extracción de madera y productos forestales no madereros como
leña, carbón vegetal, alimentos y medicinas, o indirectamente por las muchas especies acuáticas y terrestres a
las que estos ecosistemas proporcionan nutrientes y hábitat. Los manglares sirven como lugares de desove y
vivero para una serie de peces y mariscos, desempeñando un papel importante en el sistema alimentario
marino. Cuando se destruyen los manglares, desciende la pesca local. Estos ecosistemas desempeñan también
un papel importante en la prevención y reducción de la erosión costera, protegiendo a las aldeas cercanas
contra los efectos del viento, las olas y las acometidas del agua. Así se comprobó durante el tsunami de 2004
en Asia: en los lugares donde había grandes extensiones de manglares, las aldeas costeras sufrieron menos
daños. Además, estos bosques costeros ofrecen otros servicios importantes: conservación de la diversidad
biológica y –al retener los sedimentos procedentes de la erosión en tierras más altas– protección de los
arrecifes de coral, los prados marinos y los canales de navegación contra los sedimentos de aluvión.

Pese a sus muchos e importantes usos y beneficios, la fuerte presión demográfica en las zonas costeras ha
hecho que a menudo las zonas de manglares se dediquen a otros usos, tales como piscicultura o cría de
camarones, agricultura, producción de sal, arrozales y desarrollo urbano. También se han fragmentado y
degradado los manglares por la sobrexplotación y la contaminación. Muchos estudios de casos describen las
pérdidas progresivas de manglares, pero escasea la información general a nivel mundial. A pesar de algunos
intentos de estimar el área total de los manglares, hay poca información reciente fiable sobre la situación y las
tendencias en el mundo.
El estudio temático de FRA 2005 sobre los manglares ha sido coordinado por la FAO y cofinanciado por la
OIMT. Presenta un panorama general de la extensión actual de los manglares, su composición por especies,
sus usos y los peligros que corren, y los cambios experimentados en su extensión en los 124 países o áreas en
que existen. El estudio aspira a facilitar el acceso a una información completa y comparable que pueda servir
como instrumento para programadores, autoridades responsables y administradores de manglares en todo el
mundo. La iniciativa se apoya en FRA 1980 y en la información facilitada para FRA 2000 y 2005, para lo cual se
pidió a los países que facilitaran información sobre área actual de bosques según los tipos, utilizando sus
propios sistemas de clasificación. Como los manglares son un tipo de bosque característico y relativamente fácil
de definir, casi todos los países con manglares dieron información específica sobre su extensión. Una amplia
búsqueda bibliográfica y las aportaciones de expertos nacionales proporcionaron información adicional. Cuando
faltaba información nacional reciente, ésta se actualizaba interpretando los datos de la teledetección
(contribución en especie del CMVC, dependiente del PNUMA). Las autoridades locales y los expertos
nacionales contribuyeron decisivamente a recoger y examinar la extensa información sobre cada país.

IMPOTENCIA DE LOS MANGLES

Los manglares son ecosistemas forestales resistentes a la sal que suelen encontrarse a lo largo de costas
abrigadas, en deltas y a lo largo de las orillas de ríos en tierras tropicales y subtropicales. Sus árboles y
arbustos presentan adaptaciones morfológicas a las mareas, como raíces aéreas, glándulas de excreción de sal
y, en algunas especies, semillas vivíparas.
Una gran proporción de las poblaciones costeras en las regiones tropicales depende de los manglares para su
subsistencia , sea directamente mediante la extracción de madera y productos forestales no madereros como
leña, carbón vegetal, alimentos y medicinas, o indirectamente por las muchas especies acuáticas y terrestres a
las que estos ecosistemas proporcionan nutrientes y hábitat. Los manglares sirven como lugares de desove y
vivero para una serie de peces y mariscos, desempeñando un papel importante en el sistema alimentario
marino. Cuando se destruyen los manglares, desciende la pesca local. Estos ecosistemas desempeñan también
un papel importante en la prevención y reducción de la erosión costera, protegiendo a las aldeas cercanas
contra los efectos del viento, las olas y las acometidas del agua. Así se comprobó durante el tsunami de 2004
en Asia: en los lugares donde había grandes extensiones de manglares, las aldeas costeras sufrieron menos
daños. Además, estos bosques costeros ofrecen otros servicios importantes: conservación de la diversidad
biológica y –al retener los sedimentos procedentes de la erosión en tierras más altas– protección de los
arrecifes de coral, los prados marinos y los canales de navegación contra los sedimentos de aluvión.

Pese a sus muchos e importantes usos y beneficios, la fuerte presión demográfica en las zonas costeras ha
hecho que a menudo las zonas de manglares se dediquen a otros usos, tales como piscicultura o cría de
camarones, agricultura, producción de sal, arrozales y desarrollo urbano. También se han fragmentado y
degradado los manglares por la sobrexplotación y la contaminación. Muchos estudios de casos describen las
pérdidas progresivas de manglares, pero escasea la información general a nivel mundial. A pesar de algunos
intentos de estimar el área total de los manglares, hay poca información reciente fiable sobre la situación y las
tendencias en el mundo.

El estudio temático de FRA 2005 sobre los manglares ha sido coordinado por la FAO y cofinanciado por la
OIMT. Presenta un panorama general de la extensión actual de los manglares, su composición por especies,
sus usos y los peligros que corren, y los cambios experimentados en su extensión en los 124 países o áreas en
que existen. El estudio aspira a facilitar el acceso a una información completa y comparable que pueda servir
como instrumento para programadores, autoridades responsables y administradores de manglares en todo el
mundo. La iniciativa se apoya en FRA 1980 y en la información facilitada para FRA 2000 y 2005, para lo cual se
pidió a los países que facilitaran información sobre área actual de bosques según los tipos, utilizando sus
propios sistemas de clasificación. Como los manglares son un tipo de bosque característico y relativamente fácil
de definir, casi todos los países con manglares dieron información específica sobre su extensión. Una amplia
búsqueda bibliográfica y las aportaciones de expertos nacionales proporcionaron información adicional. Cuando
faltaba información nacional reciente, ésta se actualizaba interpretando los datos de la teledetección
(contribución en especie del CMVC, dependiente del PNUMA). Las autoridades locales y los expertos
nacionales contribuyeron decisivamente a recoger y examinar la extensa información sobre cada país.

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