Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Origen y Formación de Los Suelos
Origen y Formación de Los Suelos
Estos elementos pueden ser clasificados dentro de dos grupos de agentes generadores de
suelos, según su acción se considere de tipo físico o químico.
La desintegración física de las rocas, es el proceso por el cual estas se separan en fragmentos
cada vez más pequeños, como resultado de la acción de fuerzas físicas.
Dichas fuerzas pueden ser de origen interno, como lo son las desarrolladas por dilatación y
contracción desigual de las distintas partes de la roca producida por los cambios de
temperatura, o las originadas por las expansiones debidas a la transformación química de
minerales o a la reducción de las presiones de confinamiento.
O pueden ser, fuerzas de origen externo ocasionadas por movimientos del agua, del hielo, de
fragmentos de rocas que chocan entre sí, etc.
b) El crecimiento de las raíces de las plantas. Físicamente actúa cuando las raíces de
las plantas ingresan a la masa de la roca por las grietas; el crecimiento de ellas dentro
de la masa producirá una especie de fuerza de cuña, que propicia el agrietamiento del
material.
Son las producidas por el movimiento del agua, del hielo, del viento y de los fragmentos de las
mismas rocas.
Sus principales efectos son:
a) La erosión producida por el agua corriente, cuyo efecto abrasivo por el golpeteo
constante contra las rocas produce formas de desintegración.
b) La abrasión debida al hielo deslizante de los glaciares, que arrastra pedazos de roca
consigo.
e) La abrasión producida por las arenas arrastradas por el viento, en las regiones
desérticas.
En mucha menor escala se tienen la acción del hombre y la de algunos animales, los cuales
propician en gran medida la modificación del relieve, el paisaje y en general de la topografía,
a través de mecanismos de erosión.
CLASES DE DESCOMPOSICIÓN QUÍMICA
1) Oxidación. Las rocas cuyos minerales están constituidos por hierro, aluminio, silicio y en
general por minerales ferro magnesiano, son atacados por el oxígeno presente en el
agua, formando óxidos y nuevos minerales. De ellos resultan óxidos de hierro comunes
como la hematita y la limonita, que dan a los suelos colores rojizo, café o amarillo
característicos.
2) Carbonatación. Consiste en la acción del agua lluvia conjuntamente con la del anhídrido
carbónico, con la cual se forma ácido carbónico, que ataca minerales de hierro, calcio,
magnesio, sodio y potasio; como resultado de esta unión se producen carbonatos
(solubles) y bicarbonatos (menos solubles) de estos elementos. El ácido carbónico es
un ácido débil, pero como agente de meteorización es muy importante, pues llega en
grandes cantidades con el agua de lluvia; su acción, en consecuencia, se muestra con
mayor intensidad en regiones de alta precipitación.
Es por ello por lo que en los trópicos se presenta más intensamente el intemperismo químico
que en las otras partes del planeta. En los desiertos la escasez de agua da por efecto
abundancia de roca y arenas, resultantes estas últimas de desintegración física con poca o
ninguna descomposición química. En las regiones de altas montañas igualmente, la
meteorización química es poco intensa, debido a las bajas temperaturas; esto da
muchas rocas al descubierto. En los trópicos por el contrario, se encuentran de ordinario capas
muy espesas de suelo, en especial fino granular, sin alcanzarse la roca sana en profundidades
de muchos metros.
4) Efectos químicos de la vegetación. Donde hay vegetación descompuesta, los ácidos
orgánicos que se desarrollan por ello tienden a aumentar la capacidad de disolución de
las aguas naturales. Algunos tipos de plantas, como los líquenes, tienden a extraer
determinados elementos químicos de las rocas. La acción de raíces de plantas vivas
puede descomponer la ortoclasa, para formarse de ahí un mineral arcilloso.
De acuerdo con lo anterior, se puede afirmar que los factores que influyen en la formación de
los suelos son los siguientes:
1) El clima: Es un factor de gran incidencia pues puede determinar el tipo de suelo que se
forme. Se considera importante en especial la cantidad de lluvia, la humedad y la
temperatura.
4) La vida de las plantas: importante por la acción física de sus raíces y la acción química
de los ácidos húmicos.
ROCAS IGNEAS
Se forman gracias a la solidificación del magma, una masa mineral fundida que incluye
volátiles y gases disueltos. El proceso es lento, cuando ocurre en las profundidades de la
corteza, o más rápido, si aparece en la superficie. El resultado en el primer caso son rocas
plutónicas o intrusivas, formadas por cristales gruesos y reconocibles, o rocas volcánicas o
extrusivas, cuando el magma llega a la superficie, convertido en lava por desgasificación.
Las rocas ígneas intrusivas son las más abundantes, forman la totalidad del manto y las
partes profundas de la corteza. Son las rocas primarias, el punto de partida para la
existencia en la corteza de otras rocas.
Dependiendo de la composición del magma de partida, más o menos rico en sílice (SiO 2),
se clasifican en ultramáficas (ultra básicas), máficas (básicas), intermedias y félsicas
(ácidas), siendo estas últimas las más ricas en sílice. En general son más ácidas las más
superficiales.
Las estructuras originales de las rocas ígneas son los plutones, formas masivas originadas
a gran profundidad, los diques, constituidos en el subsuelo como rellenos de grietas,
y coladas volcánicas, mantos de lava enfriada en la superficie. Un caso especial es el de
los depósitos piro clásticos, formados por la caída de bombas volcánicas, cenizas y otros
materiales arrojados al aire por erupciones más o menos explosivas. Los conos
volcánicos se forman con estos materiales, a veces alternando con coladas de lava
solidificada (conos estratificados).
ROCAS SEDIMENTARIAS
Los procesos geológicos que operan en la superficie terrestre originan cambios en el relieve
topográfico que son imperceptibles cuando se estudian a escala humana, pero que alcanzan
magnitudes considerables cuando se consideran períodos de decenas de miles o millones de
años. Así, por ejemplo, el relieve de una montaña desaparecerá inevitablemente como
consecuencia de la meteorización y la erosión de las rocas que afloran en superficie.
En realidad, la historia de una roca sedimentaria comienza con la alteración y la destrucción
de rocas preexistentes, dando lugar a los productos de la meteorización, que pueden
depositarse in situ, es decir, en el mismo lugar donde se originan, formando los depósitos
residuales, aunque el caso más frecuente es que estos materiales sean transportados por el
agua de los ríos, el hielo, el viento o en corrientes oceánicas hacia zonas más o menos
alejadas del área de origen. Estos materiales, finalmente, se acumulan en las cuencas
sedimentarias formando los sedimentos que, una vez consolidados, originan las rocas
sedimentarias.
Se constituyen por diagénesis (compactación y cementación) de los sedimentos, materiales
procedentes de la alteración en superficie de otras rocas, que posteriormente son
transportados y depositados por el agua, el hielo y el viento, con ayuda de la gravedad o
por precipitación de disoluciones. También se clasifican como sedimentarios los depósitos de
materiales organógenos, formados por seres vivos, como los arrecifes de coral, los estratos
de carbón o los depósitos de petróleo. Las rocas sedimentarias son las que típicamente
presentan fósiles, restos de seres vivos, aunque éstos pueden observarse también en algunas
rocas metamórficas de origen sedimentario.
Las rocas sedimentarias se forman en las cuencas de sedimentación, las concavidades del
terreno a donde los materiales arrastrados por la erosión son conducidos con ayuda de la
gravedad. Las estructuras originales de las rocas sedimentarias se llaman estratos, capas
formadas por depósito, que constituyen formaciones a veces de gran potencia (espesor).
ROCAS METAMORFICAS