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MEMORIA E IMAGINACIÓN
La imaginación y la memoria son dos aspectos de la misma realidad: las imágenes recordadas. Lo peculiar
de cada una de ellas está en que mientras la imaginación se ocupa principalmente de la combinación de las
imágenes y la creación de nuevas imágenes, en la memoria lo fundamental es la capacidad de almacenaje y
evocación de esas imágenes y su eliminación.
1. MEMORIA
Se ha llamado a la memoria “hermana pobre” de las capacidades humanas. Sin embargo sin ella no es
posible ningún tipo de operación mental ni aprendizaje y la percepción pierde sentido. La capacidad de
reproducir imágenes del pasado pasa por diversas fases.
1.1.1. FIJACIÓN: Tiene mucho que ver con el APRENDIZAJE. Se necesita la adquisición de información del
medio ambiente para producir una determinada conducta o nueva pauta de comportamiento. La
percepción deja una huella, señal o engrama. ¿Cómo? En principio, la intensidad de los estímulos,
la repetición, la novedad, la atención o el interés, influyen en la fijación de las imágenes.
1.1.2. CONSERVACIÓN: Hay dos teorías básicas.
A) Según el Psicoanálisis la memoria se almacena en el subconsciente.
B) Según la Biología: el sustrato material de la memoria se produce por un proceso de
codificación; la discrepancia surge cuando se busca dónde y cómo se produce esa
codificación: si es de tipo físico o de tipo biológico.
ARN
CODIFICACIÓN MOLECULAR
PROTEÍNAS
La teoría de los circuitos eléctricos neuronales se asocia a la memoria a corto plazo (MCP) y a la memoria a
medio plazo (MMP); de las otras teorías, la más prometedora es la que se fija en las proteínas como base
material de la memoria a largo plazo (MLP).
neuronas (sinapsis). Además, estas sustancias, pertenecientes al grupo de los gangliósidos, eran
depositadas en ciertas zonas de las neuronas y en agrupaciones muy determinadas (en el espacio
sináptico). La producción de esas sustancias acababa cuando el proceso de aprendizaje lo hacía, lo que
hizo pensar que el hecho de aprender algo nuevo lleva consigo una transformación bioquímica en el
cerebro, que puede volver a repetirse (recordarse) gracias al almacenamiento de los gangliósidos.
1.1.3. EVOCACIÓN, RECONOCIMIENTO Y LOCALIZACIÓN: Son éstas las tres fases que se ocupan de la
reproducción de la imagen o recuerdo.
Hay muchas maneras de clasificar la memoria, dependiendo del criterio señalado. Así, si se refiere
uno al tiempo se habla de MCP (Memoria a Corto Plazo o memoria inmediata <unos segundos o minutos>,
esa que usamos para recordar un teléfono que acaban de darnos), MMP (Memoria a Medio Plazo <unas
horas o días>) y MLP (Memoria a Largo Plazo <días, meses, años>). Esta es la clasificación más utilizada y
nos hemos referido a ella arriba o en hoja aparte.
Si depende de la fuente perceptiva o tipo de sensaciones se habla entonces de memoria visual,
memoria auditiva, memoria olfativa, memoria táctil, etc. Cuando se refiere a operaciones o acciones,
hablamos de memoria mecánica, si se trata de repetir frase a frase una lección, por ejemplo; y memoria
significativa, si somos capaces de repetir el sentido de lo almacenado, su significado, aunque nos falle “el
pié de la letra”. A veces se habla de memoria primaria, memoria episódica y memoria semántica, teniendo
en cuenta que todas estas clasificaciones se entremezclan.
1.3. EL OLVIDO.
La imposibilidad de reproducir percepciones retenidas con anterioridad a pesar del esfuerzo hecho
para evocarlo, eso es el olvido. Es un fenómeno normal en el psiquismo humano, incluso necesario para
dejar espacio libre a lo interesante o útil en la vida ordinaria o en la ocupación laboral. Claro, que no olvida
quien no ha retenido; por lo tanto, problemas de fijación no deben considerarse en el olvido: quien no
aprende, no olvida.
Las causas del olvido pueden ser estas, entresacadas de diversas teorías:
1) La afasia, que significa falta de voz, de palabra, se define como un trastorno del lenguaje en el que se
van perdiendo en primer lugar las adquisiciones más cercanas o recientes; curiosamente se sigue el
proceso evolutivo de adquisición del lenguaje, pero, a la inversa: desaparecen de la memoria
primero los nombres propios, luego los comunes, los adjetivos y los verbos quedando el lenguaje
fragmentado como en los niños que están aprendiendo a hablar. Se puede hablar de afasia verbal o
incapacidad de comprender el lenguaje, y afasia motora, o incapacidad para escribir o hablar.
2) La agnosia; significa “no-conocimiento”. Se llama también amnesia sensorial. Se caracteriza por la
imposibilidad de reconocer objetos, ruidos, etc. La percepción se reduce únicamente a lo que la
sensación le aporta. El sujeto que padece agnosia, por ejemplo, toca un cenicero y puede describir
sus características (redondo, duro, cristal, etc.) pero no su nombre, no reconoce el objeto. En cambio
con la otra mano lo reconoce inmediatamente. Se habla de agnosia visual o ceguera psíquica en la
que se ve pero no se reconoce lo que se ve (por ejemplo, la alexia, en la que se ven las palabras
escritas pero no se recuerda cómo se leen) y de agnosia auditiva o sordera psíquica (un caso
particular es la sordera verbal por la que se oyen palabras, pero no se entiende su significado).
3) La apraxia, que significa “inercia”, se conoce como amnesia motora, y podemos definirla como una
pérdida de la memoria para realizar movimientos encaminados a un fin determinado, por ejemplo,
andar en bici o tocar el piano. Algunos la llaman “el olvido de los gestos”. Destacan la anartria o
apraxia verbal (o imposibilidad de articular palabras por olvido del gesto) y la agrafía (por la que se
olvidan las imágenes motoras de la escritura, es decir, no se sabe escribir).
nos parece simultaneo. El falso reconocimiento puede darse al revés, es decir, no se reconoce lo que
deberíamos reconocer. Pero esto es poco corriente.
No se puede vivir sin memoria. En la vida de cada día necesitamos hacer uso de una buena memoria. Está
demostrado que la memoria es una habilidad que puede crecer si se ejercita: cuanto más memorizamos,
más memoria o facilidad para recordar y aprender tenemos. Los estudios de Ebbinghaus descubrieron que
intentar retener sílabas sin sentido es más difícil y menos duradero que hacerlo con material significativo.
Existen diversos métodos o reglas para mejorar nuestra capacidad de retención y recuerdo. Básicamente
conviene:
1.- Transferir rápidamente a la memoria a largo plazo (MLP) la información reunida y retenida de forma
fugaz en la MCP, codificándola a tal efecto, para lo cual debe uno atender los pasos siguientes. En algunos
casos, con una simple repetición basta, sobre todo si es escrita.
2.- Organizar el material que hemos de retener, por medio de esquemas, etc. Por ejemplo, para memorizar
una lista:
1º) Ordenar alfabéticamente las palabras, 2º)Agruparlas de tres en tres, 3º) Memorizarlas por grupos y
enlazarlas.
3.- Memorizar en varias veces a lo largo del tiempo de que disponemos lo que hemos de retener,
secuenciarlo, en vez de hacerlo de una sola vez. Por ejemplo, para memorizar un tema:
Hacer una lectura rápida.
Subrayar las ideas más importantes.
Elaborar un resumen, esquema o mapa conceptual.
Repetir todo mentalmente con el esquema delante.
4.- Mediar imaginativamente en la retención, asociando los nombres que se quieren retener a cosas o a la
inversa, imaginando escenas o historias más o menos complejas, agruparlo todo ello en torno a un
interés o afición, etc.: p.e., “Eurípides, no me sofocles que te trasquilo”, para recordar los trágicos griegos.
Los números largos pueden “vestirse” para ser recordados, con fechas significativas, medidas
propias, etc. (Tfno: 92 365 800; “92”= año en que nació Alicia, “365” días que tiene un año y “800 balas”,
una película de Álex de la Iglesia). Una lista de cosas (la lista de la compra, por ejemplo) puede colocarse
mentalmente una detrás de otra en un lugar muy conocido, como mi habitación, para recorrerla
mentalmente “visualizando” los objetos que he “dejado” colocados en ella. Si hay que hacer una serie de
cosas, puedo usar la fórmula de “empaquetar” formando una palabra con la primera sílaba de cada acción
que tenga que realizar: “pe-ta-ca” (pesar, tallar, cambiar).
5.- Repetir de vez en cuando lo aprendido (dar un repaso): Como en la historia de aquel individuo al que el
confesor le impuso olvidar ciertas escenas escabrosas y pecaminosas y, para ver si lo había olvidado, todas
las noches hacía un recuento de las mismas, comprobando que aún estaban ahí.
Sabemos que, para recordarlas, hay cosas que no nos hace falta “aprender”; se almacenan
automáticamente en la memoria, sin que nosotros hagamos nada al respecto. Es la magia del interés, o de
la situación o del impacto que nos causan, o del azar. Lo importante, para nosotros, lo necesario, lo que nos
hace únicos, es lo que conservamos: por eso, a veces, recordamos cosas tan peregrinas...
2.1. Como definición es la capacidad de reproducir, combinar y/o recrear las imágenes almacenadas en
la memoria ya sea voluntaria, espontánea o inconscientemente, lo que ha sido percibido en el pasado
o en el presente inmediato y, entre otras cosas, ser capaz de anticiparse (hipotéticamente) al futuro.
2.2. Distinción entre imagen y percepción:
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La imagen es la reproducción del contenido de una percepción en ausencia del objeto que la provocó
en un momento anterior inmediato o lejano. Se distingue normalmente de un modo evidente entre imagen
y percepción siguiendo estos criterios.
a) La INTENSIDAD: La imagen es más débil que la percepción (en casos de Psicastenia es a la inversa).
b) Abundancia de DETALLES: La percepción directa es más completa.
c) Carencia de integración con el ENTORNO real: Si se pide que se imagine algo, la imagen parece
estar como en el aire... desprovista de contornos.
Además del grado de fidelidad, control consciente, y carga afectiva que las imágenes poseen, también
tienen el poder de generar nuevas sensaciones: recordar un chiste hace sonreír, tararear una melodía hace
seguir el ritmo con los pies...
El filósofo empirista David HUME y luego el psicólogo asociacionista americano W. JAMES, enumeraron
las leyes por las que las imágenes, al ser reproducidas, llevan unidas otras imágenes que se evocan
conjuntamente con aquellas; así se habla de imagen inductora e imagen inducida.2
1) Ley de Semejanza: las imágenes semejantes tienden a reproducirse conjuntamente; la imagen de un
coche o una catedral se asocian al otro coche u otra catedral, por ejemplo.
2) Ley de Contraste o de Relación (Causa): las imágenes de objetos opuestos tienden a reproducirse
conjuntamente (el verano me evoca el invierno, el profesor exigente me lleva al profesor benévolo);
o bien, las imágenes asociadas a una causa me llevan a la imagen de su efecto (el verano me
recuerda las vacaciones, el humo me sugiere el fuego).
3) Ley de Contigüidad o proximidad: las imágenes de objetos percibidos contiguos, espacial o
temporalmente, unos al lado de otros, tienden a reproducirse unidas (Gijón se asocia con el
Molinón, la Escalerona con la playa de San Lorenzo, al no estudiar se teme suspender...). Esta ley es
la de más amplia aplicación.
La explicación de la ley de contigüidad radica en que nosotros no percibimos un objeto aislado, sino una
pluralidad de objetos, ya simultánea ya sucesivamente, que constituyen una estructura; al representarnos la
imagen de uno de los elementos que conforman dicha estructura, el resto de los elementos de la estructura
de nos representan simultanea o sucesivamente (en un momento dado tuvimos la percepción de la playa y
la iglesia de San Lorenzo, la Escalerona, el Piles desembocando en el mar, la muyerona...; la evocación de
uno de esos elementos nos lleva a recordar otros asociados en la misma experiencia). Se conoce como ley
de integración de Hamilton.
En general, hay tantas como sensaciones (visuales, sonoras, olfativas...), pero si nos fijamos en la relación
entre el objeto y la percepción:
a) Icónicas: o aquellas que dependen del contacto directo de la percepción
b) Eidéticas: o las inmediatamente posteriores a la percepción
c) Hipnagógicas: o las que preceden al sueño o estado de duermevela o semi-incosciencia o en la
hipnosis
d) Oníricas: o las producidas en el sueño
e) Alucinatorias: o las que no tiene base real.
Según el psicólogo inglés SARGENT las funciones o propósitos de la imaginación son estas: la imitación, la
creación, el pragmatismo, la estética y el idealismo. Es decir:
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Este fenómeno ya había sido observado por ARISTÓTELES en el siglo IV A.C..
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En la fantasía las imágenes no son reflejo directo, al menos no necesariamente, de una percepción anterior,
sino producidas por el sujeto a partir de imágenes perceptivas o alucinatorias. Los mecanismos por los que
se producen las imágenes nuevas pueden ser éstos:
1) Combinación de imágenes: esfinge (= mujer + león), sirena, centauro, dragón.
2) Aumento: gigante (= hombre descomunal).
3) Disminución: enanitos de Blancanieves, gnomos.
4) Adición o suma: angelitos (= niño + alitas), unicornio (= caballo + cuerno).
5) Supresión: cíclope (= un ojo solo).
6) Pequeñas variaciones y alteraciones: marcianos, monstruos, Drácula, Frankenstein (=Boris).
Las clases de fantasía corresponden a las funciones de la imaginación, es decir, la fantasía onírica (los
sueños), la fantasía alucinatoria (o las imágenes inducidas por sustancias psicotrópicas, por experiencias
traumáticas, por estados metales especiales o enfermedades), la fantasía humorística (chiste, ironía), la
fantasía lúdica (o los juegos de todo tipo) y la fantasía creadora o artística (pintura, escultura, literatura,
música, danza, cine, fotografía...).
LA FANTASÍA ONÍRICA. La forman el conjunto de imágenes oníricas con cierto grado de coherencia, pero
confusas. El proceso comienza con el retiro, la relajación corporal, el cerrar los ojos y la aparición de
imágenes hipnagógicas que nos inducen, por fin, las imágenes oníricas. Señalamos dos estados de sueño: el
fisiológico (sueño, en singular) y el psicológico (sueños, en plural).
El primero, dejando de lado la necesidad e importancia de dormir bien3, tiene varias fases:
En cuanto al aspecto psicológico, el soñar está motivado por la ausencia de censura. Podemos señalar dos
teorías:
a) Delage, defiende que los sueños se producen por excitaciones periféricas cutáneo-cenestésicas que
inducen imágenes hipnagógicas y oníricas de modo libre y sin sentido.
b) Freud (Psicoanálisis), afirma que los sueños son el producto de condicionamientos psicológicos que,
por lo tanto, pueden interpretarse (deseos, insatisfacciones, frustraciones, necesidades, temores,
complejos, proyecciones).
LA FANTASÍA LUDICA. En el juego los objetos tienden a perder su identidad real, aunque hay muchos grados,
dependiendo del tipo de juego y de la etapa de desarrollo en que esté el individuo (niñez, adolescencia,
juventud, madurez, vejez). En el niño, aunque desde los primeros meses de vida de forma automática hay
actividad lúdica, de una manera consciente esta actividad aparece en torno a los tres años. Hay diversas
teorías sobre el juego que definen a su vez las diversas funciones que cumple:
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Se han hecho muchos estudios sobre la incidencia de la falta de sueño en las personas, observando que a partir del
segundo día de no dormir se cambia sustancialmente el humor (irritabilidad), cansancio, falta de atención, etc. Las
llamadas unidades del sueño en los hospitales estudian los síntomas y efectos del mal dormir. Recuérdese la película
Danzad, danzad, malditos!
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