Implications of vegetational change through the geological record on models for coal-

forming environments (Collison, 1987)

Biología reproductiva

Los Licopsidos arborescentes se reproducen utilizando heteroesporas. Esto requiere

disponibilidad de agua para completar el ciclo de vida y depende de una generación de
gametofitos independientes vulnerables. Poseen cierta protección y reserva de alimentos
para ayudar al desarrollo de los esporofitos, especialmente Lepidocarpon, uno de los fósiles
del Carbonífero más comunes y más uniformemente distribuidos en los pantanos de carbón
de esta época. EL requerimiento de agua para la fertilización pudo haber eliminado las
formas heterosporas no apomícticas de los ambientes no acuosos, debido al tiempo de de la
liberación de las esporas. Incluso en Lepidocarpon, el embrión no está totalmente protegido
en cuanto a lo relacionado con la dispersión de la semilla.

La propagación vegetativa podría resolver el problema crítico de los heterosporos (la

dispersión de la semilla). Sin embargo, no hay evidencia de que los Licópsidos
arborescentes pudieran propagarse de esta manera. Las plantas homosporas, como los
helechos, los Sphenopsidos y los Licópidos herbáceos tienen una forma reproductiva aún
más vulnerable con poca o ninguna reserva de alimentos o protección para ayudar al
desarrollo de los esporofitos. Algunos de estos pueden haber sido rizomatosos, como los
esfenopsidos. Sin embargo, ninguno de estos grupos fue componente significativo de la
vegetación de turba carbonífera

Se han registrado brotes ocasionales de Cordaites (género de gimnoesperma), aunque su

papel en la propagación de este grupo no está claro. Es posible que la apomixis haya estado
involucrada para permitir que algunos licópsidos arborescentes heterosporos, como
Sigillaria, se diseminaran en áreas más secas.

La capacidad de las plantas con esporas de mantenerse dominantes en ambientes más secos
se limita a aquellas con órganos perennes eficaces (por ejemplo, rizomas). La corta
longevidad de las esporas y la ausencia de protección embrionaria hacen que la
supervivencia como propágulos a través de un período desfavorable sea improbable. La
recolonización, después de la pérdida del hábitat de pantanos que forman turba, sería
restringida.

Las fluctuaciones ambientales a pequeña escala podrían, por lo tanto, resultar en un cambio
vegetativo. En contraste, la persistencia como semillas latentes mejoraría la resistencia de
las comunidades dominadas por las semillas a tales fluctuaciones.
Algunos asociados de los licópsidos arborescentes heterosporos fueron las plantas con
semillas (cordaites y pteridospermas) con las ventajas de esta forma de reproducción. Sin
embargo, nunca se acercaron a la abundancia o diversidad de las plantas con semillas en los
ambientes formadores de turba dominados por Coníferas Taxodiaceosas. Las Coníferas
Taxodiaceosas son en sí mismas portadoras de semillas y muchos de sus asociados en los
ambientes de formación de turba también se reproducen utilizando semillas. Los helechos
homosporos generalmente eran subdominantes como elementos del sotobosque y fueron
expulsados en gran parte de este papel por las plantas con flores a mediados del Cretáceo.