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I. INTRODUCCIÓN 3
II. DESARROLLO 3
2.1 Símbolos 3
IV. REFERENCIAS 15
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I. INTRODUCCIÓN
Su latido nos hace latir y ese latir redirecciona la energía y transforma la libido de un nivel
a otro mostrándonos el camino en el proceso de individuación.
II. DESARROLLO
2.1 Símbolos
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Los símbolos son como entes vivos que laten y se mueven, llenos de significados siendo los
grandes organizadores de la libido (energía psíquica) siendo capaces de actuar
transformando y redireccionando la energía instintiva. Captan la energía psíquica para el
mismo y le da forma a la manera en que se analiza y se transforma. Esta transformación y
redirección se genera a través de él, “la máquina psicológica que transforma la energía”,
(Jung, 1934, p. 47) el símbolo.
Los símbolos son producidos por el inconsciente, el cual puede proyectar lo que ocurre en
nuestro cuerpo por medio de la revelación o intuición, poseen carácter de expresión e
impresión ya que expresan lo ocurrido en la psique y luego dan sentido e impresionan este
accidente intrapsíquico haciendo mover la energía. Un símbolo proviene del inconsciente y
debe entrar a la consciencia. Es por eso, que cuando un símbolo emerge conecta consciente
con inconsciente expresando algo desconocido que no se puede expresar ni decir de mejor
forma que mediante un símbolo. El que este sea o no un símbolo dependerá en primer lugar
de la actitud de la consciencia del observador que lo contempla.
“Una concepción que explique la expresión simbólica como la mejor formulación posible,
y por tanto, como la formulación más clara y característica que por el momento puede
hacerse de una cosa relativamente desconocida es una concepción simbólica.” (Jung, 2008,
p.554)
Un símbolo se mantiene vivo mientras sea la mejor expresión posible de lo que aún no se
sabe, de lo que aún no se puede expresar, pero que se siente y se presiente. Éste tiene un
efecto que mueve, favorece y genera vida. El símbolo, por lo tanto, mueve, significa y
transforma. “Tal suposición es posible sin más en todos los sitios donde haya una
consciencia cuya actitud se oriente hacia ulteriores posibilidades de significado de las
cosas.” (Jung, 2008, p. 555-556)
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Es así como el símbolo nos transforma permitiendo el paso de un estado a otro, uniendo así
consciente e inconsciente y pudiendo así avanzar en el camino de individuación.
Una vez que el símbolo ha cumplido su objetivo realizando su función de expresar algo que
no se puede decir mejor que con él y se entiende, pierde su fuerza y ya no late; y por lo
tanto muere.
Jung (2001) ve el sueño lo ve como una vivificación del inconsciente, me imagino que lo
mismo sucede con la imagen creada, la obra plástica.
Las imágenes que vienen del inconsciente representan material primitivo y no desarrollado
aún. La imagen simbólica no es ni solo arquetípica ni solo personal, sino que proviene de
los puentes de los diferentes niveles de la psique. Estas imágenes expresadas en obras
plásticas son, por lo tanto, mensajes directos del inconsciente transportando una enorme
información psíquica que determina donde uno se encuentra en el momento en que las
realiza.
Dado que nuestra materia psíquica es imágenes, hacer imágenes es una via regia, un
camino real para hacer alma. La creación de materia anímica exige soñar, fantasear,
imaginar. Vivir psicológicamente equivale a imaginar cosas; estar en contacto con
el alma, significa vivir en contacto sensual con la fantasía de todas las realidades y
la realidad básica de la fantasía. (Hillman, 1999, p. 93)
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La obra tiene vida propia, siendo a la vez una extensión del ser humano que la crea. Nos
permite experimentarla, es concreta por lo tanto es visible, se puede tocar, si queremos se
puede oler, se puede probar, se puede compartir y se puede sentir. Esta obra también nos
habla, pero desde el lenguaje del alma.
Según Furth (2005) hay 3 señales que debemos aceptar para comprender el lenguaje de la
obra plástica: 1.- El inconsciente existe y las obras plásticas vienen de ahí. De acuerdo con
esto se deben tener presentes los actos “fallidos” que se deben a ansiedades y temores
reprimidos. 2.- Se debe aceptar el dibujo como un método válido (que quiere decir, que
representa lo que quiere mostrar), de comunicación con el inconsciente, que transmite sus
significados en términos fiables. 3.- Hay un vínculo inherente entre la mente y el cuerpo, la
psique y el soma a través el cual se comunican y colaboran entre sí.
Vemos entonces, cómo una obra plástica espontánea, así como las propuestas, reflejan
contenidos que provienen de inconsciente. La obra plástica creada incorpora pensamientos
y sentimientos, media entre consciente e inconsciente siendo un puente entre el mundo
interior y el mundo exterior incluyendo en ella aspectos del pasado, presente y futuro de la
persona que la crea. Ésta expresa lo inexpresable con palabras y no puede esconder lo que
muchas veces las palabras ocultan con la expresión verbal.
Toda obra plástica invierte la energía física en su creación y al invertir energía física, la
energía psíquica se manifiesta más fácilmente. La obra plástica “tiene un efecto catártico y
la catarsis permite que el símbolo ponga en movimiento la energía psíquica interna e inicie
el proceso curativo.” (Furth, 2005, p.42)
“El análisis sistemático de dibujos, que es muy similar al análisis de sueños, puede
ayudarnos a comprender mejor esos mensajes del inconsciente y a estar más conscientes de
ellos”. (Furth, 2005, p.45) Uno debe preguntarse qué significan ciertos símbolos, tanto los
que están y como los que faltan.
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El símbolo proviene desde el inconsciente. Según Edwads (2001) la manifestación del
inconsciente se da progresivamente (1) desde la emoción, (2) para luego expresar una
emoción específica, (3) representada en imagen y (4) finalmente en palabras que explican la
imagen, necesarias para que la consciencia entienda el mensaje.
Como dicho anteriormente, un símbolo es aquello que no puede explicarse con palabras.
Esta tensión entre saber y no saber, entre consciente e inconsciente, cargado de energía
psíquica. El símbolo compensatorio quiere señalar algo del inconsciente para que así se
produzca un cambio en lo consciente ejerciendo una influencia curativa, esforzándose para
alcanzar equilibrio y plenitud.
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sobrevaloración, el principio creativo de lo estético y el principio de comprensión del
análisis.
Es necesario un diálogo entre las dos, entre el principio de creación en donde encontramos
el sentido y el principio de comprensión donde encontramos el significado. Es así como
estas dos se equilibran.
Para Harding (1961) “Al parecer se deben cumplir cuatro condiciones para que un
símbolo reconciliador o redentor sea realmente eficaz. Ante todo, el individuo tiene
que considerar que su necesidad es muy importante; en segundo lugar tiene que
haber tratado por todos los medios de que dispone de solucionar conscientemente su
dilema; en tercer lugar, el mismo símbolo tiene que expresar el proceso vital del
inconsciente, que es propio del individuo en particular; y , por último, debe
comprender el significado del símbolo que se le presenta, no sólo racionalmente
sino también con su corazón, y debe actuar de acuerdo con sus enseñanzas. (Furth,
2005 p.41)
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Sólo rescataré lo que me parece nos atañe al desarrollo de este trabajo, sin querer
desmerecer en absoluto lo que ha quedado fuera.
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con el paso del tiempo, dadas las circunstancias adecuadas, saldrán a la luz de la
consciencia.” (Jung, 1934, p.72)
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inconsciente por salir a la luz y, simultáneamente, la aspiración de la conciencia a la
substancia. (Jung, 1934, p.86)
Algunos de los métodos que usamos para acercarnos al inconsciente según nuestra
personalidad. Los que son más visuales concentran sus expectativas en una imagen interna
que debe ser examinada y fijada por escrito. Los acústicos- lingüísticos suelen oír palabras
en su interior lo que deben ser examinadas y fijadas por escrito. Hay otras personas que con
las manos pueden expresar contenidos inconscientes a través de materiales plásticos. Están
también los que se manifiestan a través del movimiento. También los que se expresan
mediante escritura automática. Los materiales acumulados por los diferentes métodos
siguen dos tendencias (revisadas anteriormente), una orientada a la creación y otra a la
comprensión.
“Los primeros pasos de las dos vías obedecen al mismo principio: la consciencia
presta sus medios de expresión al contenido inconsciente; más no debe dar la
consciencia, para que los contenidos inconscientes no se desvíen en la dirección de
la consciencia”. (Jung, 1934, p.89)
Los contenidos inconscientes suelen presentarse como muy débiles para traspasar el umbral
de la consciencia o incompatibles y quedan excluidos. Sólo una pequeña parte tiene un
valor colectivo o valor individual. Muchas veces tiene uno de los dos, por lo tanto el otro
queda fuera. Esto se manifiesta a través de la acentuación afectiva (valor afectivo).
El arteterapia permite la expresión directa de sueños y fantasías, siendo la obra plástica una
proyección del material inconsciente. Se basa en el conocimiento de que el ser humano,
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tenga o no una formación artística, conserva una capacidad latente para proyectar sus
conflictos interiores de una forma visual, reconociendo que los sentimientos y
pensamientos más esenciales, derivados del inconsciente, alcanzan expresión a través de
imágenes y no de palabras.
Considerada una terapia dinámica, la cual requiere que uno mismo participe en su propio
tratamiento a través de la creación artística, el arteterapia te pide explorar tus vivencias
internas, tus sentimientos, pensamientos, percepciones e imaginaciones. El énfasis principal
está puesto en desarrollar y expresar en imágenes, lo que viene desde dentro de la persona,
más que lo que ve en el mundo externo; una diálogo entre consciente e inconsciente.
La visión de Jung del ser humano es bidemensional, en donde se observa al ser humano y a
su arquetipo. Su modelo antropológico es evolutivo- vitalista, la energía psíquica es vital y
evoluciona. Energético- finalista, que mueve al ser humano, la persona forma un sistema
energético de carácter autorregulador y de carácter finalista. Ésta energía es capaz de
ilimitadas transformaciones simbólicas. Dual- inmanentista, centrada en la figura materna,
donde el proceso de individuación se lleva dentro del propio sujeto, dentro de sí mismo.
El mismo Jung trabajaba con materiales de artes, muchas de sus vivencias son relatadas en
su autobiografía “Recuerdos, sueños y pensamientos”, en ella nos relata cómo el proceso de
crear le permitía sentir tranquilidad, de lo contrario hubiese sido destruido por los
contenidos de sus emociones. Animaba a sus pacientes a trabajar con el pincel, el lápiz o la
pluma. “La configuración material de la imagen obliga a observarla con detenimiento en
todas su partes, gracias a lo cual la imagen puede desplegar por completo su efecto.” (Jung,
2002, p. 53)
Según Edwards (2001), Jung anticipa sus ideas sobre el uso de imágenes que la mayoría de
los arteterapeutas suscribirá con el correr de los años. Según Naumburg (Hammer, 2011, p.
313), la terapia artística de orientación analítica pretende liberar el inconsciente mediante
imágenes espontáneas proyectadas en expresiones gráficas y plásticas.
Siento que vivimos en un mundo rodeado e inmerso de símbolos. Como sociedad podemos
encontrar varios que nos acompañan y nos hablan de manera colectiva, con esto quiero
decir que nos hablan como grupos de personas. Otros lo hacen de manera individual, como
ser humano de manera diferenciada. Con este manifestarse me refiero a que nos hablan, se
hacen notar, nos llaman y nos mueven. Con esta energía, emergen llenos de significados,
nos transforman produciendo un cambio en nosotros y haciéndose notar, llamándonos y
moviéndonos. Puedo decir que esta es su función, la transformación. Es ahí donde actúan,
haciéndose notar. Si es que pasaran desapercibidos no serían ellos, esa es su esencia, hacer
presentes y transformar la energía psíquica. Como digo, si no se hicieran notar, no serían
ellos o simplemente quiere decir que han muertos, pasando quizás a ser un simple recuerdo.
Pero, así como han pasado ellos, seguramente emergerán otros, junto con nuestro camino
de la vida, acompañándonos en el proceso de individuación de cada ser humano.
Podemos encontrar diferentes tipos de símbolos, encontramos algunos en los sueños, otros
en las fantasías, en las obras de artes, en las imágenes, etc. Aquí hemos tratado el símbolo
que emerge a través y en la creación plástica.
Me parece que el mayor análisis ha sido hecho en cuanto a lo onírico, en cómo estos
símbolos se manifiestan a través del inconsciente mediante los sueños.
Creo que aún queda mucho estudio e investigaciones que realizar al símbolo que emerge de
la creación de una obra plástica. Siento que aún se tiene mucho que decir y que investigar
del mismo símbolo plástico y también del proceso en la realización de éste.
El símbolo se manifiesta a través de inconsciente, pero pasa por el consciente, no tan sólo
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una vez manifestado sino que en el camino de este emerger. Cuando emerge y cuando se
crea involucra a toda la psique, es por eso que el consciente está presente. Creo que se
necesita al consciente y al inconsciente para la emergencia de este. Pienso que ambos
trabajan para que este emerja siendo necesarios ambos, sin el uno o sin el otro (consciente o
inconsciente) este no podría manifestarse ni emerger.
Dentro del proceso creativo utilizamos nuestras manos, o nuestros pies o parte de nuestro
cuerpo conscientemente al movernos para que pueda nacer el símbolo de la obra plástica
desde el inconsciente. Es ahí donde se produce un diálogo entre ellos, una “conversación
profunda e íntima” (que pienso que es más que eso, quizás tampoco exista la palabra que
exprese esto) entre ambos, el mundo externo y el mundo interno. Nace entonces la obra
plástica a través del consciente, a través de nuestro cuerpo por medio de los materiales que
utilizamos. Esta es expresada al exterior, esta obra en la cual las palabras no alcanzan para
expresarla, en donde el lenguaje es otro.
Ha aparecido entonces ya que el inconsciente quiere manifestarse, es una de las causas del
emerger de un símbolo. Otras de sus causas es como el tercero y resultado de la función
trascendente. Me pregunto ¿por qué no siempre será un tercero cómo resultado de la
función trascendente?
Me parece que podría ser siempre una manifestación del inconsciente y a la vez el tercero
que nace de la función trascendente en donde consciente e inconsciente se aproximan y
confrontan. ¿Por qué pienso esto? o ¿por qué me atrevo a realizar esta hipótesis? La función
trascendente se manifiesta como un atributo de los opuestos que se han aproximado entre
sí, esta tensión de opuestos entre consciente e inconsciente. ¿No hay acaso una cierta
tensión entre consciente e inconsciente cuando éstos entran en diálogo?
Por otra parte, cuando emerge un símbolo a través de la creación plástica están presentes e
involucradas las cuatros funciones: pensamiento, sentimiento, intuición y sensación. ¿No
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son estas funciones en sus pares opuestas entre sí? ¿Lo opuesto acaso no produce tensión2?
Éstas son solo preguntas, dudas o pensamientos que me han surgido al realizar este trabajo,
siento que aún hay mucho que investigar.
Siguiendo con la obra plástica como símbolo que ha emergido de este diálogo y de esta
creación, sigue el proceso. Vimos brevemente como se trabaja en arteterapia desde el
enfoque junguiano. Como mencionaba anteriormente creo que también aún hay mucho que
investigar y trabajar en este campo.
Una vez que el símbolo ya ha hecho lo que viene a hacer, entonces deja de moverse, deja de
latir. Es ahí cuando muere, cuando pasa y ya deja de existir, pasando a dejar de ser símbolo
y quizás solo un recuerdo.
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Estado de un cuerpo sometido a la acción de fuerzas que lo estiran
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IV. REFERENCIAS
Furth, G. (2005) El secreto mundo de los dibujos: sanar a través del arte. Barcelona: Ed.
Luciérnaga. (Cap 1 y 2)
Jung, C.G. (2008). Definiciones. En Tipos psicológicos de C.G. Jung. Barcelona: Edhasa
Recuero, M. A. (2007). Los modelos terapéuticos de Carl Jung y de Carl Rogers. Una
comparación en la perspectiva de la integración. Santiago: Ediciones Universidad
Católica de Chile.
Rubin, J. (2001). Junguian Analytical Art Therapy (Edwards, M.). En Approaches to art
therapy. Theory and technique. Londres: Brunner- Routledge.
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