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Conceptos de AT
Conceptos de AT
EL ANÁLISIS TRANSACCIONAL
“una serie de sentimientos, actitudes y pautas de conducta que se asemejan a los de una figura
parental” (Berne, 1964, 1987).
“una serie de sentimientos, actitudes y pautas de conducta que son reliquias de la propia
infancia del individuo” (Berne, 1961, 1976).
La Arqueopsique se manifiesta como estados del yo Niño, pero siempre está bajo la influencia
de la Extereopsique. De modo que la influencia Parental es la que determina si el Niño
Adaptado o el Niño Natural están en activo en un momento dado.
Los tres órganos psíquicos se influyen mutuamente (Figura nº 2). A veces tenemos conciencia
de ello (conciencia Adulta) y percibimos esa influencia como un auténtico diálogo interno entre
diferentes partes de uno mismo. Otras veces el diálogo es inconsciente (sin conciencia Adulta),
especialmente cuando es entre niño (Padre), pero el resultado o el efecto de ese diálogo puede
evidenciarse en forma de pensamientos, sentimientos, estados de ánimo o conductas a veces
poco conscientes o incontroladas, hasta que el diálogo interno es aclarado y el Adulto puede
ganar control sobre él.
En determinados momentos y situaciones, entre los estados del yo puede haber armonía,
cooperación y, como consecuencia, coherencia y notable fuerza. En otras ocasiones, por el
contrario, puede haber conflicto, oposición y desarmonía, en cuyo caso habrá diferentes grados
de consistencia y de coherencia interna o exterior.
Una transacción es cruzada cuando la respuesta no vuelve del estado del yo que recibió el
estímulo al que lo emitió.
2.4.1. La creencia básica de partida: ‘Yo soy OK (guay) – Tú eres OK (guay)’ (+/+)
En el proceso de desarrollo, el niño tiene necesidades y deseos o siente emociones de una
manera natural y así las expresa activamente. Si estas necesidades y deseos se ven satisfechos,
o la expresión de sus emociones y sentimientos reciben la atención, el apoyo o la aceptación del
entorno social, el niño decide adoptar una creencia básica sobre sí mismo y sobre los demás que
de manera general podemos enunciar como ‘Yo soy OK (guay) – Tú eres OK (guay)’.
Esta es una actitud básica de tipo comparativo sobre la valía y la dignidad personal y de los
otros, es decir, de las personas. No es una valoración sobre su estado de ánimo en ese
momento; es más bien una creencia apoyada en una decisión personal profunda, que se
convierte así en una actitud de relación, en una forma básica de encarar las relaciones, de
percibirse a sí mismo y al otro en cada una de las situaciones relacionales y, por tanto, en cada
transacción. ‘Yo soy OK (guay) – Tú eres OK (guay)’, es una actitud que supone que yo soy
valioso, digno como persona, y tú también lo eres. Esto es así independientemente del estado de
ánimo mío o tuyo, de tu manera de pensar y de la mía, de lo que hagas y de lo que haga.
Esta actitud, que Berne llamó saludable o transparente para la relación interpersonal, tiene pues
sus raíces en decisiones tempranas tomadas en la infancia en nuestras primeras relaciones.
Después, a lo largo de la vida, en cada encuentro, en cada ocasión relacional, podemos reforzar
o no esta decisión.
Cuando en una situación relacional consigo satisfacer mis necesidades y deseos y mantengo el
contacto relacional que me permite comprobar que el otro o los otros también satisfacen las
suyas, el final de esta situación tiene el valor de un refuerzo de la posición básica ‘Yo soy OK
(guay) – Tú eres OK (guay)’.
Por otra parte, puedo pensar nuevas estrategias de cómo conducir una situación relacional para
conseguir que al final se refuerce en mí esa posición u otra cualquiera. Aunque aparentemente
esto parezca poco espontáneo, a la larga es un buen procedimiento Adulto de mejorar tanto el
estado satisfactorio de uno mismo como la relación con el otro.
4. ‘Yo soy OK – Tú serás OK si… complaces, eres perfecto, te das prisa, eres fuerte o te
esfuerzas’. (+/+ si…)
5. ‘Tú eres OK – Yo seré OK si… complazco, soy perfecto, me doy prisa, soy fuerte o
me esfuerzo’. (+ si…/+)
Todas estas posiciones distintas de la posición existencial saludable tienen una influencia
grande en el desarrollo de relaciones que, más que de autentica comunicación, son relaciones
simbióticas manipulativas y favorecen posiciones desde las que se establecen los conflictos de
relación y los juegos psicológicos.
la identidad potencial (el Príncipe o la Princesa) es la primitiva identidad con la que todos
nacemos.
Berne decía que “todos nacemos Príncipes y Princesas” para hacer referencia a esta identidad
potencial inicial. Como decíamos antes, en el mejor de los casos, si las necesidades básicas de
aceptación, amor, estimulación y reconocimiento se satisfacen adecuadamente, esta identidad
básica está llamada a desarrollarse en la identidad realista positiva característica del individuo
autónomo. Se manifiesta en todas aquellas áreas de la vida en las que el individuo ha
conseguido interiorizar de su entorno, es decir de los padres y demás figuras parentales,
mensajes con el Permiso o los Permisos apropiados para su autorrealización positiva y realista.
Esto incluye integrar tanto sus potencialidades como sus límites. El resultado es un conjunto de
decisiones autopotenciadoras de su identidad realista positiva que incluye una posición
existencial de ‘Yo soy OK – Tú eres OK’.
En las áreas de la vida en las que la persona no ha recibido o no ha interiorizado los Permisos
apropiados, el individuo interioriza una serie de mensajes apremiantes y/o limitadores que
contribuirán a elaborar su guión de vida; son los contramandatos y los mandatos (Steiner,
1966).
Las decisiones tempranas adoptadas en relación con el guión de vida son autolimitadoras de la
autonomía de la persona, y limitan el campo de las opciones para resolver los problemas de
adaptación realista positiva e incluyen algunas de las otras posiciones existenciales.
la identidad psicológica negativa o de guión (el Sapo o la Rana que decía Berne)
que fue real para el niño en algún momento en aquellas áreas de la vida en las que recibió o
percibió un mensaje limitador, es decir, un Mandato.
Los contramandatos son muy variados; son mensajes verbales o modelados por los padres y
toman la forma de normas y prescripciones a cerca de cómo hay que comportarse en la vida
para ser aceptado socialmente en el entorno familiar y social.
Los mandatos son mensajes más emocionales y no verbales que verbales. Se envían y se
reciben en momentos de estrés y afectan a áreas específicas de la identidad y el
comportamiento natural de la persona. Los Robert y Mary Goulding (1976), a partir de la
experiencia clínica, identificaron al menos doce mandatos específicos:
1. - “No seas” o “No existas”.
2. - “No seas tú”, que puede tomar la forma de “No seas del sexo que eres”.
3. - “No seas un niño”, y asociado “No disfrutes”.
4. - “No crezcas”, que puede ser también “No seas sexual” o “No me abandones”.
5. - “No pienses”, a veces referido a algo concreto y otras veces “No pienses como tú
piensas, piensa esto otro o piensa como yo”.
6. - “No lo hagas”, que toma a veces la forma de “No triunfes”.
7. - “No”, que es vivido a veces como “No decidas”.
8. - “No seas importante”, en general o en áreas específicas.
9. - “No pertenezcas”.
10. - “No te acerques”, que puede ser “No confíes” o “No ames”.
11. - “No sientas”, que puede referirse a algo concreto o tomar la forma de “No sientas lo
que sientes, siente lo que yo siento”.
12. - “No estés bien” o “No seas sano”.
Todos hemos recibido una cierta variedad de ellos e incluso hemos imaginado recibirlos, y
respecto de cada uno de ellos nosotros tomamos decisiones de forma arqueopsíquica más que
neopsíquica. Son estas decisiones tempranas, dependientes, contradependientes o
independientes frente a esos mensajes lo que determina el tipo de autolimitación de vida
concreta que adoptamos dentro de la identidad de guión.
En este nivel de identidad, las posiciones asociadas son: la posición introyectiva (-/+) en los
aspectos en los que se sigue el mandato de manera dependiente; la posición proyectiva (+/-) en
los aspectos contradependientes frente al mandato; y la posición nihilista (-/-) en los aspectos
de independencia frente al mandato, pero bajo su influencia.