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ISSN 0210-6558

Boletín de
la Sociedad Española de

Mineralogía
Una revista europea de Mineralogía, Petrología,
Geoquímica y Yacimientos Minerales
Boletín de la
Sociedad Española de Mineralogía

Publicado por la Sociedad Española de Mineralogía


(integrada en la "European Mincralogical Union")

Directora

P. Fenoll Hach-Alí Universidad de Granada


pfenoll@ugr.es

Comité Editorial (2003)

E. Cardellach López Univ. Autónoma Barcelona


C. Casquet Martín Univ. Complutense Madrid
E. Galán Huertos Univ. Sevilla
J.M. González López Univ. Zaragoza
J. M. Herrero Rubio Univ. Pais Vasco
A. López Galindo Univ. Granada

Suscripciones

Esta revista se envía directamente a todos los miembros de la Sociedad Española de


Mineralogía que mantienen actualizada su cuota. Sin embargo, los miembros no asociados y
entidades que deseen obtenerla pueden solicitar su recepción mediante el pago de un abono
de 7000 ptas por ejemplar, más gastos de envio, en concepto de gastos de edición,
dirigiendose a la Secretaría de la Sociedad Española dc Mineralogía, e/ Alenza, 1, 28003
MADRID.
Para inscribirse como socio los candidatos deberán solicitar el Boletín de Inscripción
obligandosc a pagar la cuota anual. Ello les dará derecho a asistir a las reuniones de la
Sociedad y recibir la documentación que periodicamente se distribuye entre los socios.
incluido el Boletín de la Socíedad Española de Mineralogía.
Todo cambio de dirección deberá ser notificado al secretario de la Sociedad para cvitar la
devolución de correspondencia.

Para otra infonnación dirigirse a: Sociedad Española de Mineralogía, e/ AJenza, 1,


28003 Madrid, www.chu.es/som
Boletín de la
Sociedad Española de Mineralogía

Vol. 26 ISSN 0210-6558

Volumen 26, 2003


(Enero-Diciembre)

Publicado por la Sociedad Española de Mineralogía


(inlegrada en la "European Mineralogical UnIon")

Sociedad Española de Mineralogia


www.ehu.es/sem
Alenz8, 1 . 28003 Madrid
Boletín de la Sociedad Española de Mineralogía, 2003; 26 ( ENE-DIC) 

Índice
 Aportacionnesde la mineralogía a la evaluación y tratamientos de suelos y 1-28
sedimentos contaminados por elementos traza / Galán Huertos, Emilio

 Las mineralizaciones de pirita de la cuenca de Cameros en su contexto 29-44


geológico / Alonso-Azcárate, Jacinto

 Caracterizacióntextural y mineralógica del gossan de Filón Sur (Tharsis, 45-58


Huelva) / Capitán, Angeles / Nieto, José M. / Sáez, Reinaldo / Almodóvar, R.

 Caracterizaciónmineralógica y técnica de materiales zeolíticos naturales de 59-67


uso comercial / Flores Macías, Antonio / Bosch Giral, Pedro / Lara Corona,
Victor / Ordaz Chaparro, Victor / Cortés Flores, José I.

 Síntesis
y caracterización de monocristales de materiales zeolíticos / Mateo 68-78
González, Ester / Vilaseca Llosada, Montserrat / Paniagua Condado, Andrés /
Coronas Ceresuela, Joaquín / Santamaría Ramiro, Jesús

Inclusiones fluidas en venas auríferas del yacimiento Paua-Pique, suroeste del 79-92
Cantón Amazónico, Brasil / Pulz, Gênova M. / Barboza, Elzio S. / Pinho,
Francisco E. / Ronchi, Luis H. / Jelinek, Andréa R. / Duarte, Lauren da C.

Melt inclusions in quartz from subvolcanic sills of the Iberian Pyrite Belt: 93-105
Implications for magma evolution and hydrothermal alteration / Tornos,
Fernando / Simonov, Vladimir / Kovyazin, Sergei

Sulfosales de Ag-Bi-Pb de Bustarviejo (Sierra de Guadarrama, Madrid) / Martín 107-112


Crespo, Tomás / Vindel, Elena / López García, José A.

Policromías de la Iglesia del Monasterio de San Jerónimo de Granada: 113-121


composición, alteración y técnicas de ejecución / Cardell-Fernández, Carolina /
Rodríguez-Gordillo, José

Características metamórficas del Triásico Maláguide en las unidades 123-136


intermedias del sector de Diezma (Sierra Arana, Cordillera Bética) / Lázaro,
Concepción / Ruiz Cruz, María Dolores / Sanz de Galdeano, Carlos

Alteración de la cristalinidad del grafito por cizalla simple: comparación entre 137-153
procesos experimentales y naturales / Crespo Feo, Elena / Luque del Villar,
Francisco Javier / Rodas González, Magdalena
Efectos de la molienda en la caracterización mineralógica de materiales 155-165
sepiolíticos y esmectíticos / Ruiz de León, David / Cuevas, Jaime / Fernández,
Raúl / Sánchez, Laura / Leguey, Santiago

Caracterización mediante microscopía electrónica de barrido de partículas 167-177


atmosféricas del área industrial de Huelva (SW de España) / Bernabé, José M.
/ Carretero, M. Isabel

New minerals approved in 2002. Nomenclature modifications approved 1998- 179-186


2002 by the commission on new minerals and mineral names international
mineralogical association./ Grice, Joel D. / Ferraris, Giovanni

 
Un poco de historia

Desde la fundación de la Sociedad Española de Mineralogía. hasta que nos dejó en 1981,
fue José Marra Melgar y Escrivfi de Romaní el director de nueSlro Boletín, momenlO en el cual
asumf dicha responsabilidad hasta 2003.

Durante estos años la edición del BoleHn ha pasado por diversas vicisitudes, barajándose
incluso la posibilidad de su desaparición. debido principalmente a dos razones fundamentales:
el factor económico y la falta de aportaciones periódicas por parle de nuestra comunidad
científica, lo que hada imposible que se mantuviera la regularidad de la publicación. tal y
como se tenía previsto.

Este momento crítico se superó. sin embargo. gracias al patrocinio económico del entonces
Institulo Geológico y Minero de Espai'ia, por una parle, y a la positiva respuesta de los
investigadores mediante su participación regular y asidua a las Reuniones y/o Congresos
organizados anualmente por la Sociedad Española de Mineralogía, que sirvió de fuente de
abastecimiento de trabajos posteriormente publicados en el Boletín de la SEM, bien como
resúmenes o como trabajos completos. A éstos se unían airas aportaciones que, de forma
esporádica, eran enviadas directamente para su publicación

Con la integración de nuestra Sociedad en el entonces llamado Grupo Europeo de


Mineralogía (actual European Mineralogical Un ion) se homologó el formato de nuestro Bole­
tín y se creó un comité de redacción, asesorado a su vez por revisores externos.

Con el esfuerzo de todos, la calidad de los artículos científicos publicados en el Boletín de


la SEM fue en aumento, alcanzando un cierto prestigio en nuestro campo de investigación. Sin
embargo, la imposición en la década de los 90 de criterios basados casi en exclusividad en los
índices de impacto de las revistas a nivel internacional hizo disminuir drásticamente el interés
por publicar en nuestro Boletín.

Con objeto de adecuar nuestra publicación a esta nueva situación, se iniciaron una serie de
gestiones para integrar el Boletín de la SEM en el European 10urnal of Mineralogy, y no ha
sido hasta 2003 cuando se ha conseguido finalmente dicha integración, lo cual implica la
desaparición de nuestro boletín como revista independiente a partir de 2004.

Por ello, con este volumen correspondiente al 2003 damos por terminado un ciclo. en la
esperanza y certeza de que en la nueva etapa que se nos avecina nuestra Sociedad se verá bien
reflejada tanto en el ámbito internacional como a nivel nacional.

Finalmente deseo expresar mi agradecimiento a nuestros socios, de quienes espero hayan


sabido disculpar todos mis errores. y mostrar la satisfacción de haber aprendido mucho gracias
a la ayuda y colaboración de todos.

Purificación Fellofl Hach·Alí


Sociedad Espafiola de Mineralogía

Junta Directiva de la SEM 2003-2004


(elegida en Asambla General de Socios celebrada en Lograña 16 de septiembre de 2002)

Presidente: Emilio Galán Huertos Universidad de Sevilla


egalan@cica.es
Vicepresidente: Guillenno Corretgé CastañoR Universidad de Oviedo
corretge@geol.uniovi.es
Tesorero: Rafael Arana Castillo Universidad de Murcia
rafarana@fcu.um.es
Secretario: Carlos Sánchez Jiménez Universidad de Castilla -La Mancha
csancheZ@qifi-cr.uclm.es
Vicesecretaria: Carnen Galindo Francisco Universidad Complutense, Madrid
cgalindo@geo.ucm.es

Vocales

Benjamín Calvo Pérez Universidad Politécnica de Madrid


subdirJc@minas.upm.cs
Angels Canals Sabaté Universidad de Barcelona
angelS@geo.ub.es
Constanza Femandez-Nieto Femandez Universidad de Zaragoza
constanza@posta.unizar.es
José López Ruiz CSIC, Madrid
Jopezruiz@mncn.csic.es
Fernando Nieto Garcia Universidad de Granada
fnieto@ugr.es
Manuel Prieto Rubio Universidad de Oviedo
mprieto@geol.uniovi.es
Magdalena Rodas GonlAlez Universidada Complutense. Madrid
rodas@geo.ucm.es
Fernando Rull Perez Universidad de Valladolid
rull@fmc.uva.es
Gabriel Ruiz de Almodovar Sel Universidad de Huelva
almodovar@uhu.es
Francisco Velasco Roldan Universidad del Pais Vasco. Leioa
nppverof@lg eh u es
. .

••••••••••••
Boletfn de la Sociedad Espmiola de Milluafog(a. 26 (2ooJ). ¡·28

Aportaciones de la mineralogía a la evaluación y trata­


mientos de suelos y sedimentos contaminados por elemen­
tos traza. *

Emilio GALÁN HUERTOS.


Deparlamenlo de Crislalografía, Mineralogía y Química Agrícola.
Facullad de Química. Universidad de Sevilla

Preámbulo. fenómenos que inleresan al medio ambiente,


a los grandes ciclos geoqufmicos. Conocemos
La Mineralogía Ambienlal es un campo las técnicas .que nos permilen caracterizar e
nuevo en el que anualmenle crece la lileralura identificar las fases minerales y sus producloli
cienlífica de forma exponencial. Ya exislen de alteración.
libros, monografías y una gran canlidad de Podemos simular en el laboratorio expe·
arlículos dispersos en reviSlas de distinlOs li· rimentos que nos aproximen a los sistemas
pos, que tratan sobre aspectos mineralógicos reales. y modelizar mediante la informática lo
del medio ambienle. Inclusive las revistas que puede ser el problema actual y su futura
American Minernlogist y Mineralogical Ma· evolución.
gazine editan un "número verde" sobre
Mineralogía Ambiental que se publica de for­
ma adicional. Int...oducciÓn.
En eSlos momentos en que algunas de 13s
ramas tradicionales de la Mineralogra están en Degradar un suelo es modificar su equili·
franca decadencia. los mineralogistas tenemos brio natural con efectos negativos; consecuen­
una oporlunidad de hacer valer nuestros cono· cia directa de la utilización (agrícola. fores­
cimientos en una ciencia tan imporlante y tal, ganadera. industrial. etc.) o de procesos
mullidisciplinar como es el Medio Ambiente. nalurales (desenización. aclividad volcánica,
El mineralogista posee la visión y el co· lixiviados de mineralizaciones. etc.). Un tipo
nocimienlO de la evolución de los minerales especial de degradación es la producida por la
en la superficie lerrestre. Sus interacciones presencia de sustancias químicas. que en cier­
con la biosfera. la hidrosfera y la atmósfera. tas concentraciones tienen efectos nocivos.
Podemos pasar de la escala atómica y Un cOlllum;IIUllte es un elemento o com­
molecular, de la superficie de los minerales, puesto químico presente en un suelo en con·
en donde se producen la mayor parte de los centraciones mayores de las habituales. y que
en general tienen un efecto adverso sobre al­
gunos organismos cuando está disponible
·Conferene ia Inaugural de la XXII Reunión (biodisponible). Por su origen puede ser
de la Socied:ld Esp:ll\ol:l de Miner:llogfa celebrnd:l geogénico o antropogénico. Los primeros pue·
en LogToña (14·17 Septiembre. 2002) den proceder de la roca madre. de la actividad
2 GALÁN HUERTOS. E.

volcánica o del lixiviado de mineralizaciones, elemelllo COII efecto nocivo, sobre la preci­
mientras los antropogénicos son consecuen­ sión del término empleado (elemento traza,
cia de actividades mineras, industriales. agrí­ metal pesado, traza inorgánica, etc.)
colas o urbanas. La posibilidad de que un El suelo actúa como una barrera protecto­
elemento o compuesto quede libre y pase al ra de otros medios más sensibles (hidrológicos
suelo se llama disponibilidad, y si puede ser y biológicos), filtrando, descomponiendo, neu­
asimilado por un organismo se denomina tralizando o almacenando contaminantes y
biodispoIIibilidad. evitando en gran parte su biodisponibilidad.
Respecto a los contaminantes denomina­ La cantidad máxima admisible de un conta­
dos metales pesados, la labIa periódica inclu­ minante. a partir de la cual el suelo se con­
ye unos 70 elementos metálicos. y de ellos 59 vierte en contaminado, se llama carga crÍlica
pueden ser considerados "metales pesados", y marca el umbral de toxicidad.
que son aquellos con peso atómico mayor que Desde el punto de vista del ciclo de los
el del hierro (55.85). Pero otros más ligeros elementos en el suelo. la capacidad de carga
pueden también ser metales contaminantes. de lUZ SI/e/O agrícola para los metales pesa­
como V (50.95), Mn (54,44) o Cr (52.01). dos (LCASHM. Load Capadty of Agricultural
Además OIrOS que no son metales como As, F Soil for Heavy Metals), se puede definir como
y P, también pueden llegar a ser elementos la cantidad máxima admitida de metales pesa­
contaminantes, por lo que en general resulta dos en un suelo agrícola para que se conserve
mejor hablar de "elememo traza" y no de el ciclo de los elementos en el suelo y se
"metales pesados", si bien hay que reconocer limiten los efectos adversos en la biosfera.
que la mayorra de los contaminantes hidrosfera, atmósfera y litosfera (Chen et al.,
inorgánicos son "metales pesados". 2001). Esta capacidad de carga depende de
Por otra parte el término "elemento traza" una combinación de factores tales como las
lleva siempre una connotación sobre su baja características del suelo. los organismos
concentración en el medio, y a veces la conta­ indicadores de la toxicidad, la forma e histo­
minación puede ser por un metal pesado o no ria de los contaminantes. y otros parámetros
(Fe, Al) que puede ser elemento mayoritario ambientales. El valor para cada elemento no
del suelo. Además no hay que olvidar que es por tanto fijo y en general se suele dar un
muchos elementos traza que llegan a ser tóxi­ rango. Por ejemplo para China (Chen et aL,
cos en exceso, son al mismo tiempo 2001) dan los siguientes valores:
micronutrientes y una deficiencia en la dieta Cd, 23-37 g/hala
puedecausar enfermedades (Tabla 1). Por todo Pb: 6750-10.125 g/h:tla
ello, debe prevalecer la idea de que un COllta­ eu: 687-2812 g/ha/a
miname supone la presencia en exceso de /111 As: 450-675 g/ha/a

Tabla L- Micronutrientes y macronutrientes para el óptimo funcionamiento de los organis­


mos vivos (Recopilado de distintas fuentes por Siegel, 2002)

Micronutrientes esenciales (mg Ó )J.gldía) As, Ca, Cr, Cu, Fe, Mn, Mo, Se, V , Zn, F, J, Si
Macronutrientes (100 mg o más por dla) Ca, CI, Mg, P, K, Na, S
Metales pesados no esenciales· Be, Cd, Hg, (NO, Pb, Sb, (Sn), Ti

• Los metales entre paréntesis pueden ser esenciales.


Aportaciones de la mineralogía a la evaluación y tratamientos . . . 3

De todos los elementos traza encontrados Fondos gcoquímicos de los suelos


en suelos, 1 7 se consideran como muy tóxicos
y a la vez fácilmente disponibles en muchos La contaminación originada por el creci·
suelos en concentraciones que sobrepasan los miento de la población y su desarrollo
niveles de toxicidad. Estos elementos son: socioeconómico es una gran amenaza para el
Ag, As. Bi, Cd, Ca, Cu, Hg. Ni, Pb, Pd, Pt, equilibrio ecológico y para el desarrollo sos­
Sb. Se. Sn. Te, TI y Zn. De ellos 1 0 son tenible de los recursos naturales. La dimen­
fácilmente movilizados por la actividad hu· sión y velocidad de los impactos de la activi­
mana: Ag, As, Cd, CUt Hg, Ni, Pb. Sb, Sn y TI dad humana es tan grande que existe peligro
(Novotny. 1995). La EPA (U.S. Environmental de que en pocos años se produzca un desastre
Protection Agency) induye en la lista de con­ ecológico global. Conscientes de esta situa­
taminantes prioritarios a los siguientes trece ción se están realizando numerosas investiga­
elementos: antimonio, arsénico. berilio, ciones a diferentes niveles sobre el cambio
cadmio, cromo, cobre. mercurio. níquel, pla­ climático, la biodiversidad o la calidad del
ta, plomo. selenio. talio y zinc. agua, pero todavía hay relativamente pocos
Los elementos traza más abundantes en trabajos sobre los problemas de contamina­
los suelos son (Bowen, 1 979): ción de los suelos y las consecuencias tóxicas
Cr. Ni, Pb y Zn (1·7500 mg/kg) que se pueden derivar para los distintos
As, Ca, Cu (0.1-250 rr.gJkg) ecosistemas.
Cd y Hg (0.01·2 mg/kg) En lo relativo a los elementos traza, y
No obstante. se deben considerar rangos especialmente sobre los metales pesados, se
más estrictos para las concentraciones nor­ está avanzando bastante en los últimos años
males de los elementos traza, puesto que las en definir los fondos geoquímicos naturales
anomalías aunque puedan llegar hasta niveles de los distintos suelos y contextos geológicos,
muy altos no son habituales (Tabla 2). como base para documentar cualquier cambio

Tabla 2.- Concentración de elementos traza en suelos en niveles normales y como anoma­
lías geoquímicas (Bowie & Thornton, 1985).

Elemento Niveles normales (mg/kg) Anomalías geoquímicas (mg/kg)


As <5-40 hasta 2500
Cd <1-2 hasta 30
Cu 2-60 hasta 2000
Mo <1-5 10-100
Ni 2-100 hasta 8000
Pb 10-150 10000 ó más
Se <1-2 hasta 500
Zn 25-200 10000 Ó más
4 GALÁ N HUERTOS. E.

¡¡clual o futuro, que conduzca a considerar un medida de las variaciones geoquímicas super­
suelo como contaminado. ficiales, y están lógicamente influenciados por
La geoquímica puede identificar no sólo la litología del subsuelo.
la cantidad total de un elemento en el suelo Los lIiveles de fOlldo regionales, se pue­
sino también la cantidad biodisponible, lo que den describir como el rango de concentracio­
es más importante que la cantidad total pero nes naturales (fondo geoquímico natural), pro­
menos fácil de establecer. En general la pios de los niveles inferiores de los suelos.
biodisponibilidad de un elemen:o depende de más las concentraciones antropogénicas difu­
su forma O especiación química. sas del nivel superior. Un nivel de fondo re­
Actualmente, la mayoría de los datos que gional debe ser determinado separadamente
se tienen de un país o de una región están para cada elemento en cada diferente contex­
incompletos, porque las muestras no se han to geológico (Salminen & Tarvainen, 1997).
tomado con la finalidad de establecer los fon­ El nivel de fondo para un elemento se
dos regionales. sino más bien para prospec­ suele representar por un sól0 valor correspon­
ciones de distinlos tipos de yacimientos, por diente a la media de los valores encontrados
eso es necesario seguir una metodología co­ para ese elemento en niveles superiores de los
mún general para que los datos obtenidos pue­ suelos de una región. Esto es válido sólo para
dan ser comparables en los distintos países y poblaciones con distribución normal, pero
puedan ser integrados. dado que frecuentemente no se da este tipo de
Los principales problemas a tener en cuen­ distribución, parece más adecuado utilizar la
ta derivan de: mediana (Rack, 1988; Sal minen y Tarvainen,
a) La escala del muestreo que debe ser 1997). o el margen de variación. La mediana
acorde con el área de investigación. es más representativa que la media al eSt3r
b) La elección de los puntos de muestreo menos afectada por los valores extremos.
que deberían estar exentos de contaminación Los valores de niveles de fondo para gran­
antropogénica. des áreas (países. por ejemplo), son muy poco
c) La armonización de la metodología: representativos. Suele ser más interesante los
forma y profundidad de la muestra, protocolo fondos regionales referidos a áreas geológicas.
analítico y técnicas a usar, etc. donde las anomalías geoquímicas no sean sub­
En general el "folldo geoqllímico /la/If­ estimadas. infravaloradas o enmascaradas en­
ral" representa la concentración de un ele­ tre un número elevado de datos de un área
mento en suelos no contaminados (equivale heterogénea desde el punto de vista geológico.
al concepto de "geochemical background"). También es muy importante definir los
La determinación de este fondo es práctica­ "niveles gllía ". Se trata de valores fijados por
mente imposible, porque incluso en las zonas las administraciones para controlar la posible
aparentemente vírgenes de parques naciona­ contaminación admisible en un suelo. En ge­
les existe una cierta contaminación de origen neral, existe siempre un "lIivel genérico ,le
eólico. Sin embargo, es más práctico hablar referencia" que corresponde a la concentra­
de "lIiveles de fOlldos geoqllimicos" ción a partir de la cual se puede perder presta­
(geochemical baselines), que representan las ciones del suelo. y constituye un nivel de
variaciones de las concentraciones de los dis­ seguridad. Define la máxima concenlraci6n
tintos elementos químicos en los suelos que puede admitir un suelo sin que se produz­
(Sal minen y Gregorauskiené, 2000), tal y can efectos nocivos. Este "nivel de referen­
como se encuentran en el momento de reali­ cia" se corresponde en algunos paises con el
zar la toma de muestra. Estos "lIiveles de nivel de fondo, o sea con [a mediana de la
fOlldos" para un territorio representan una población estudiada. pero puede ser calcula-
Aportaciones de la mineralog!a a la evaluación y tratamientos ... 5

do para cada elemento mediante formulaciones la roca madre. Por el contrario. los contenidos
adecuadas en cada escenario. en metales pesados derivados de acciones
Eltisten otros valores críticos: antropogénicas son más abundantes en los pri­
• El nivel de invesligació/l (threshold meros centlmelros del suelo o sedimento.
value). que delimita la concentración máltima Todos los elementos están implicados en
admisible. a partir de la cual probablemente se ciclos geoqufmicos y biogeoquímicos carac­
pueden producir efectos nocivos. pero a un terísticos de la dinámica terrestre. De acuerdo
nivel tolerable. Se suele obtener a partir del con estos ciclos los metales se pueden con­
percentil 95 (o 90). Entre el nivel de referencia centrar o dispersar en la litosfera y moverse
y el de investigación se recomienda una inves­ en la hidrosfera, atmósfera y biosfera o en la
tigación para conocer los factores de riesgo. interfase entre ellas. que son los suelos. En
• El nivel de imervención supone que el estos ciclos geoqufmicos ha intervenido tam­
suelo presenta un riesgo confirm ado y han de bién el hombre en los últimos 300 anos, mo­
tomarse medidas para su recuperación. Entre dificando sustancialmente con su actividad el
este nivel y el de investigación. es obligatoria ciclo de alguno de los elemenlOS. Por ejemplo.
una investigación detallada. que puede con­ más del 80% del cadmio liberado a la atmósfe­
ducir a que incluso se califique el suelo como ra proviene de la actividad humana (fusión de
contaminado. o se rebaje la valoración de la metales. combuslión del petróleo) y sólo un
peligrosidad. 20% deriva de las emisiones volcánicas.
Todos estos niveles están establecidos a El origen geoginico de todos los elemen­
partir de valores de concentraciones totales de tos en el suelo está. en una primera aproxima­
los elementos traza en el suelo. cuando es co­ ción. en su liberación y movilización tras la
nocido que lo que realmente puede producir un destrucción de los minerales que los contie­
peligro para el ecosistema es la movilidad del nen. En este proceso el agua juega un papel
metal y su biodisponibilidad. Por lo estos en­ muy importante, como medio y como reaclivo.
sayos.junlo con los de especiación. deben rea­ para que se produzcan reacciones de disolu­
lizarse para un diagnóstico definitivo. ción. hidrólisis y precipilación. El agua es
Finalmente. insistir en la necesidad de además esencial para el crecimienlo de los
dar en las legislaciones diferente valores guías organismos y por ello se favorecerá tambitn
de acuerdo con las distintas situaciones la meleorización biológica. Las principales
geológicas del país (región. provincia. etc.). reacciones físico-químicas que lienen lugar
Definir los niveles con un solo valor puede durante la meleorización de los minerales por
conducir a que ciertas áreas den anomalías la acción del agua y COJ son [a disolución e
geog6nicas naturales superiores a los valores hidrólisis. junto con los procesos de oxida­
oficiales. provocando alarmas injustificadas. ción-reducción y de acomplejamienlo cuando
está presente la materia orgánica.
En general la a1!eración de los mineraJes
Origen natural (geogénico) y antropogénico pelTogtnicos es inversa a la secuencia de cris·
de los elementos Cra:r.a en los suelos. lalización sugerida por las series de reacción
de Bowen. La explicación de esta aherabilidad
El origen natural de los elementos en los de los minerales eSlá en su eslruclura y en la
suelos es muy poco significativo en relación estabilidad lermodinámica de los enlaces que
con las aportaciones antropogénicas. y en gene­ existen en el mineral. Los silicatos con es­
ral se encuentran en formas estables y por tanto Iructuras más polimerizadas son más estables,
poco disponibles. disminuyendo hacia los nive­ El orden de eSlabilidad de los enlaces en las
les superiores las concentraciones derivadas de estructuras es Si-O>AI·O>X-O (X= K'. Na+,
6 GALÁ N HUERTOS, E,

Calo, CIC.) Así, el CUilrzo con s610 enlaces Si­ trialmente. Son conocidas las actividades
O es el más estable. mientras aquellos con bacterianas en la bioxidación de piritas, en la
s610 tetraedros SiO/" aislados son menos es­ biolixivación industrial de metales o en la
tables (Tabla 3). bioregeneración. Por otra parte, la
En la meteorización y liberación de los biodegradación de la piedra usada en el patri­
elementos de los minerales innuyen las si­ monio cultural se debe a la acción biológica,
guientes condiciones y parámetros: a) drenaje especialmente de microorganismos.
(sistema cerrado/abierto), b) clima e) topo­ Este campo de investigación de la
grafía, d) tiempo, e) actividad biológica. interacción de los microorganismos y los mi­
En relación con este último aspecto, qui­ nerales puede considerarse como una nueva
zás el menos conocido. es cada vez más valo­ línea de investigación en Mineralogfa Am­
rado el papel que juegan [os microorganismos biental de gran porvenir.
en la Imnsformaci6n y degradación de los
minerales (Figura 1). Las interacciones mi­
crobio-mineral se dan a escala micrométrica.
Se conoce desde antiguo que los minerales
pClrogénclicos son la primera fuente de
nutrientes (K, Ca. Mg, Fe. p. Cu, Zn) desde
hace más de 3.000 m.a. Asf las bacterias. y
posteriormente hongos y líquenes. por exuda­
ción de ácidos orgánicos atacan la superficie
de las rocas, solubilizan minr:rales y quelalan
iones (biodegradación), que son absorbidos
por las plantas y así pasan a la cadena Irófica.
Los microorganismos están en el ciclo
biogeoqufmico de los principales nutrientes, Figura l.- Vermiculitización de una nogopil:t por
incluidos los elementos traza. Incluso este pa­ acción de los microbios asociados:t un pino (Gadd.
pel de los microorganismos se utiliza indus- 2000)

Tabla 3.- Vida media de un cristal de 1 mm de varios minerales en solución acuosa a 2jOC
y pH 5 (Lasaga y Berner, 1998)

Mineral Vida media en aftos Mineral Vida media en aftos

Cuano 34000000 Sanidina 291000

Caolinita 6000000 Enstatita 10100

Moscovita 2600000 Diopsido 6800

Epidota 923000 Forstenta 2300

Microclina 921000 Wollastonita 79

Albita 575000 Calcita 0,43


Aportaciones de la mineralogía a la evaluación y tratamientos ... 7

En cuanto a los metales pesados. las prin­ atómica (AFM). que directamente permiten
cipa[es fuentes son desde luego los varios observar los fenómenos con resolución atómi­
tipos de menas (sulfuros y óxidos) y de otros ca (Figura 3). Hasta estos momentos se han
minerales acompañantes en los yacimientos estudiado la superficie de alteración de Fep).
metálicos. Una vez destruidos los minerales Fe,ol' FeTiO). Ti0l' FeS!. PbS. CuS y CuFeS.
durante la meteorización. los metales pueden Otras técnicas espectroscópicas tales como la
incorporarse a los suelos y sedimentos y a las espectrometría de absorción de rayos-X
aguas superficiales y subterráneas. En el caso (EXAFS y XANES) o el XPS (epectrometría
de la meteorización de sulfuros se produce de fotoelectrones de rayos-X) se han usado
además la acidificación de las aguas. Los me­ para a partir de sus espectros poder modelizar
tales se pueden transportar en solución como los fenómenos de degradación y de adsorción
complejos. o en forma coloidal. o por el vien­ en las superficies de los minerales (pirita.
to (Figura 2). Durante esta movilización pue­ pirrotina. galena. calcopirita). tales como la
den ser adsorbidos por otros minerales y relajación de átomos en superficie. el papel de
coloides (minerales de la arcilla. hidróxidos los defectos y huecos. [a adsorción de cationes.
de hierro) o precipitar formando otros com­ la migración de elementos en la superficie. etc.
puestos más estables. De esta forma se incor­ (ver Wogelius y Vaughan. 2000; Keilh y
poran a suelos y sedimentos. ríos. lagos. cos­ Vaughan. 2000; V:.ughan �t al. 2002. p:.r:. re­
tas y glaci.:lres. En diferentes etapas los meta­ ferencias y detalles)
les pueden estar más o menos disponibles Un ejemplo de este tipo de estudio es de la
para ser captados por las plantas u otros orga­ oxidación de la calcopirita en una solución
nismos superiores. alcalina a pH 9.2. típica de un proceso de flota­
La verdadera comprensión de [os fenóme­ ción. utilizando una combinación de dalas
nos de meteorización se tiene cuando se estu­ electroquímicos obtenidos con un voltograma
dia la superficie de los minerales a nivel ató­ cfclico y datos de XPS y XAS (Yin el al .•

mico y molecular. lo que ha comenzado hace 1995. 2000; Vaughan el al.. 1995). Se han
sólo unos pocos años. gracias a ciertas técnicas supuesto una serie de reacciones para explicar
como la microscopía de barrido con efecto las transformaciones observadas en superficie.
túnel (STM). la microscopía de barrido con que conducen a la formación de oxihidróxidos
microsonda (SPM) y el microscopio de fuerza de hierro y CuS (fase mctaestable). Con una
z

I ." """"""""¡o. lo< mJ�'" � L--'-'-"-T'=---'


� Olsperslón s
Imnrpontdón directa
a sutloslsedlmentDs
,.. aérea
de partícula

Transporte de 105 metales en soIudónes Il'ICOfpOI'adOn a glaciares,


(ácidM), como Qtfones. complejos o coloides Iios, legos, mares, suelos

I""""""'" •
ríos. lagos, costas, acuíferos I� I suelos V sedImentos

Proce5O$ de AcIsordón Precipitación


(Minerales de la Ardlla, hidro_idos de Fe, Mn)

Figurll. 2.- Movilidad de los metales pesados y evolución en los suelos


8 GAL Á N HUERTOS. E .

c iones elevadas de Cu, N i , As, Se, Cd, Fe,


etc., dependiendo lógicamente del t i po de
m i neralización explotada y beneficiada.
c) Generac ión de energía eléctrica: la
combustión de carbón es una de las principa­
0.0""
les fuentes de deposición de metalcs en el
-OA 111\ suelo. Las centrales térmicas que usan petró­
leo pueden ser fuentes de Pb, N i Y V.
d) Actividades ind ustriales: las pri ncipa­
les industrias contam inantes son las f;.íbricas
de hierro y acero, que em iten metales asocia­
Figura 3.- Cara (100) de pirita expuesta un minuto dos a las menas de Fe y Ni. La fabricación de
a O!c n condiciones de alto vacío. I m agen obtenida baterías produce cantidades considerables de
por el microscopio túnel de barrido (Beder el al. Pb, y otras industrias que también pueden
2001). Las protub eranci as en l a i n wgcn represen­ cOlllaminar en mayor o menor grado, son las
tan los {\tomos de Fe indi viduales en la superficie
industrias cením icas y químicas, las refine­
de la pi !"i!". Las úrc�ls de oxidación aparecen como
rías de petróleo, las industrias de pigmentos y
m;l1lchas oscuras. La cstruClllra electrónica d e los
pi nturas, etc. E n las <Íreas altamente
álomos de Fe que bordean las {¡reas de oxidílción
cst{¡ mod i ficada (indicada por las protuberanci as industrializadas se encuentran As, Cd, er, Hg,
deprimidas que aparecen alrededor dc las manchas Fe, N i , Pb Y Zn.
oscuras) h aciendo que estas posiciones de Fe en la e) Residuos domésticos: aproxi madamcn­
superfi c i e sean m{¡s susceptibles al ataque te el 10% de la basura CSl<í compuesta por
clcctrofílico por O�. Como resultado, en un proce­ metales. S u enterramiento puede contaminar
so oxidativo estas depresiones van aumentando d e las aguas subterráneas, mientras que l a inci­
tam año en vez d e crearse OLras lluevas. neración puede conta m i n ar l a atmósfera al
l i berar metales voláti les y como consecuen­
oxidación superior se produce Fe2-+ y Fe3-+ en la cia contaminar los suelos. Por otra parte, las
superficie. La d i fusión de h iclTo se da en esta­ basuras no controladas obviamente son una
do sólido (Figura 4). gran fuente de contami nación del suelo y las
S i n embargo, los mayores apones de me­ aguas superficiales.
tales pesados en los suelos tienen origen
lIlllropogénico derivado de las sigu ientes ac­
O.H,O
tividades: surface
<1) Actividades agrícolas: riego, ferti lizan­
tes i norgánicos, biocidas, estiércol, enmiendas
calizas, y sobre todo lodos residuales de
depuradoras. Son frecuentes los excesos de As,
Cd, Hg, Se, Mo, Ca, eu y Zn por estos medios.
b) Acti vidades m i neras y beneficio de
metales: todo el proceso m i n�ro de explota­
ción, concentrado, aculll u lación y evacuación
de residuos, etc., así como las industrias
extractoras, pueden producir contaminación Figura 4.· Oxidaci6n d e l a calcopirita en solución
de metales que repercute en el aire, agua y alcal i n a a pl-l 9.2 (típica de u n a flotaci6n), deduci­
suelo de la zona. En estas áreas las capas da mediante XPS. XAS y voltometría (Yin el al.,
superiores de los suelos presentan concentra- t995, 2000: Vaughan el al . 1997)
Aportaciones de la mineralogía a la evaluación y tratamientos. . 9

El drenaje ácido de rocas (ARD) como hierro hidratados "ocres". Los fluidos tienen
fuente de contaminación. bajos pH (2.1-6.5), alto Eh. alta conductividad
de 800-6500 �S/cm (100 veces mayores que
Uno de los casos más interesantes de con­ los de las aguas subterráneas). elevadas con­
taminación es el derivado de la lixiviación de centraciones de partículas finas, e iones (H.
mineralizaciones aflorantes de sulfuros, O lo Fe, Al, Mn, Pb. Hg, Cd).
que es más habitual de residuos de diversas Existen varias condiciones necesarias para
clases que se acumulan en una explotación de que las reacciones que generan el ARO ten­
sulfuros complejos. Este fenómeno es cono­ gan lugar, y están principalmente asociadas a
cido internacionalmente como acid mil/e la fuente de materiales y a la geoquímica
draillage (AMD) o de forma más general como medioambiental. Estas condiciones se pueden
acid rock draillage (ARD). Las aguas genera­ resumir de la siguiente forma:
das son de carácter ácido y contienen normal­ • La fuente de material debe contener
mente elevadas concentraciones de metales bastante sulfuros como para reaccionar y for­
tóxicos (As, Cd, Cu, Hg, Sb. Se. Pb. Zn). mar fluidos ácidos en un rango que exceda la
Desgraciadamente este fenómeno de drenaje capacidad de neutralización de cualquier com­
ácido es bastante abundante porque puesto alcalino (como los carbonatos) conte­
globalmeOle se producen anualmente miles nido en el sistema (Belzile et al 1997).
.•

de Tm de estériles que contienen sulfuros, • Los materiales deben ser tales que per­
especialmente pirita. Así, por ejemplo, en la mitan la incorporación del agua y aire necesa:
explotación de yacimientos tipo "porphyry rios para soportar las reacciones químicas,
copper", con 1% de Cu, se producen"" 980
= incluidas aquellas promovidas por la activi­
kg de estériles por tonelada de todo-uno, ri­ dad bacteriana. Así los materiales de grano'
cos en sulfuros diversos. fino. cuando se compactan. limitan la canti­
Los drenajes ácidos de rocas son origina­ dad de odgeno entrante, mientras que los
dos por reacciones qufmicas y procesos de materiales de grano grueso promueven la di­
oxidación bateriana. En la composición de la fusión de oxígeno (Salomons, 1995). Los ma­
roca es esencial la existencia de sulfuros. La teriales de pequeño tamaño también ofrecen
pirita es el más común de los sulfuros impli­ una mayor superficie de reacción.
cados en la generación de ARO (Gray, 1996), • El clima debe ser tal que exista sufi­
aunque exiSlen otros sulfuros que también ciente lluvia e infiltraciones dentro de los
pueden estar implicados. El agua y el oxígeno materiales del sistema ARO. Es decir asegu­
son también esenciales, proque proporcionan rar un buen aporte de agua. oxígeno y
las condiciones de oxidación necesarias para nutrientes capaz de acidificar el agua para
la reactividad de los sulfuros, asf como meca­ moverla a través del medio (Belzile et al.
nismos de transporte de los micronutrientes 1997).
los cuales suministran las bacterias que pue­ • Aunque existen varios cientos de
den catalizar las reacciones de oxidación. Las sulfuros metálicos, sólo cinco de estos mine­
concentraciones de oxígeno taOlo en el agua rales son lo suficientemente abundantes como
como en el aire son críticas, porque sin oxíge­ para ser clasificados "minerales formadores
no, ninguna de las reacciones del ARO tiene de rocas" (Deer et al., 1992). Estos son pirita,
lugar y las bacterias mueren debido a la falta pirrotita. galena. calcopirita y esfalerita. y de
de oxígeno (Salomons, 1995). ellos dos (pirita y pirrotina) son responsables
El drenaje ácido de rocas (ARD) se carac­ de la mayoría de los drenajes ácidos del mun­
teriza por la presencia tanto de fluidos como do (Jambor y Blowes. 1998).
de partículas sólidas, en particular óxidos de La reactividad de los sulfuros es com-
10 GALÁ N HUERTOS. E.

pleja y variable. En la tabla 4 se ilustra la Pirita


reaclividad relativa de los sulfuros más co­ La pirita presenta una estructura cristali­
munes obtenidas en distintos laboratorios na bien conocida aunque la superficie atómi­
(Jambar. 1994). Estas diferencias renejan par­ ca de la estructura ha sido objeto de estudios
cialmente diferentes condiciones de oxidación limitados debido a problemas para obtener
y están claramente relacionadas con el tama­ una superficie lisa. Sin embargo. estudios re­
ño de grano y las asociaciones minerales. A cientes por LEED (low-er.ergy electron
pesar de estas complejidades, bajo las condi­ diffraction) y STM (scanning tunnelling
ciones dominantes en un sistema ARO. pare­ microscopy) sobre una superficie {lOO) lim­
ce que la pirita es generalmente más estable. pia, generada por limpieza en vacío, han mar­
y la pirrotina es altamente reactiva seguida de cado un gran avance (Russo et al., 1999). Este
galena y esfaJeTÍta. De tal manera que Jambor hecho unido a la aplicación de técnicas de
(1994) indicó que la secuencia de reactividad modelización en mecánica cuántica ha lleva­
(de mayor a menor) en balsas de residuos es do a sugerir que en la superficie (lOO) se da
normalmente: un pequeño "relajamiento" y que puede pare­
Pirrotina > galena - esfalerita > pirita­ cerse a una simple terminación de la estructu­
arsenopirila > calcopirita ra global a lo largo del plano de exfoliación
La marcasita es una fase metaestable que Fe-S. Aunque la estructura atómica en la su­
también es altamente reactiva. pero debido a perficie parece diferenciarse ligeramente de
que la pirita es el sulfuro más abundante y uno la estructura interior. esta pérdida de coordi­
de los más reactivos. a continuación se van a nación en la superficie necesariamente pro­
analizar con cierto detalle las úHimas investi­ duce cambios en el enlace (o estructura elec­
gaciones realizadas sobre este mineral en rela­ trónica). Esto conduce a que las posiciones
ción con la producción de drenajes ácidos. ocupadas en la superficie por el Fe sean

Tabla 4.- Reactividad relativa de los sulfuros (Jambor, 1994)

1 ,,,1.
esfalerita> galena> calcopirita> pirita
calculada (1991)

2 marcasita> pirrotina> calcopirita> pirita = arsenopiri la Residuos de Kwong & Ferguson


rocas (1990)

3 pirrot ina> calcopirita> pirita fina> esfalerita> galena Gossan Andrew(1984)


> pirita gruesa
4 pirrolina> arsenopirita> pirita> calcopirita> esfalerita Laboratorio, Kakovsky & Kosikov
> galena pH 2-6 (1975)
S pirrotina > pirrotina-pirita > pirrotina-aneno > Flann &
anenopirita> pirita> calcopirita> esfalerita > galena> Lucaszenwski (1970)
calcosina
6 pirrotina > calcosina > tetrahedrita > galena> Brock et al. (1984)
arsenopirita > esfalerita > pirita > marcasita >
calcopirita
7 esfalerita > grupo de la letraedrita > calcopirita> Bi-Sb G ossan Boyle (1994)
sulfosales> galena> arsenopirita> pirita
8 pirita> calcopirita> galena> esfalerita Atmósfera Brion (1980)
Aportaciones de la mineralogía a la evaluación y tratamientos . . . 11

energéticamente más reactivas que aquellas S. En conjunto Biegler & Swift ( 1979) sugie­
ocupadas por el Sz y por lo tanto intervendrán ren que en agua pura, la pirita se oxida me­
en reacciones redox que llevarán a la apari­ diante una combinación de las siguientes re­
ción de nuevas especies en la superficie. Es­ acciones:
tudios recientes indican que la complejidad FeS1 + 8Hp � FeJo + 2S0� l· + 16H' + 15 e­
de los problemas asociados a la reactividad FeS) � Fe)� + 2S + 3e-
superficial de la pirita son tales, que se pue­ Donde el Eh y pH determinan el camino
den identificar diferentes lugares activos e predominante, y asr la ruta del sulfato domina
introducir la posibilidad de distintos meca­ en condiciones ambientes. A pH bajo la pirita
nismos que pueden tener lugar de forma si­ puede oxidarse con 0, y con Fe)� (McKibben
muhánea a lo largo de la superficie. Por ejem­ y Barnes, 1986) siendo las reacciones:
l
plo se han identificado posiciones reactivas FeSz + 7/2 02 + H20 � Fe t + 2S0t +2H+
de S por la rotura de enlaces S-S (Nesbitt et FeS, + 14 Fe)' + 8H,° � 1 5 Fe2+ + 2S0.l·
aL, 1998). +16H'
Aunque son numerosos los estudios reali­ Estas reacciones pueden ser cata!izadas
zados sobre la oxidación de la pirita, aún exis­ por la actividad de microorganismos, por
ten sin resolver aspectos claves de la misma. ejemplo el Thiobacillus ferrooxidans acelern
Esto se debe en primer lugar al gran número la alteración de la pirita por catálisis de la
de variables que están asociadas a este proce­ oxidación de Feh a Fel' usando oxígeno libre
so de oxidación (medio de oxidación, pH, Eh, como aceptar de electrones. La interacción
temperatura, existencia de ciertas bacterias), dinámica entre el oxígeno libre, el hierro y la
que pueden afectar significativamente la ve­ pirita disuelta se esquematiza en la figura 5.
locidad e intensidad de la oxidación. Por ejem­ donde se indica que la pirita es oxidada a
plo, la presencia de bacterias puede acelerar sulfato por la reacción A. Alternativamente la
la reacción en varios órdenes de magnitud. reacción B muestra la superficie de la pirita
Por otra parte la oxidación de la pirita a sulfato oxidada por oxígeno libre. En el paso e el Ión
requiere que se transfieran 8 electrones por ferroso es oxidado y puede precipitar como
átomo de S y esto debería darse a través de hidróxido de hierro insoluble (paso E), y al·
varias reacciones (aún sin resolver) que im­ ternativamente el Fe3+ puede disolver la piri­
plicarán estados intermedios de oxidación para ta (paso D).

Figura 5.- Posibles reacciones para la oxidación dc la pirita (Banks el al., 1997)
12 GALÁ N HUERTOS. E.

Evaluación de la contaminación por bies, depende del mineral del que está for­
elementos traza mando parte como complejo de cambio. Así
no será igual si se encuentra en una esmectita
El análisis químico de elementos totales o en una vermiculita. Cuando el metal está
del un suelo es una medida poco representati­ precipitado no se comportará igual si lo hace
va de la peligrosidad de los posibles contami­ como carbonato, sulfato o fosfato. Tampoco
nantes. Indica en tocio caso la peligrosidad será lo mismo que el metal se encuentre for­
potencial o futura, pero no la actual, de los mando parte de un sulfuro (relativamente
elementos determinados, con referencia a cier­ oxidable y solubilizable) que de un silicato
tos valores acordados previamente, los cuales (prácticamente resistente en todos los medios).
no deben ser superados (niveles guías). Ade­ Independientemente de su especiación la
más de este análisis químico se debe disponer movilidad de los metales pesados es en gene­
de datos sobre las fracciones asimilables de ral muy baja, quedando acumulados en los
los elementos, que es una medida directa de primeros centímetros del suelo, siendo
la peligrosidad real. lixiviados a los horizontes inferiores en muy
La fracción asimilable por las plantas de pequeñas cantidades. Por eso la presencia de
un determinado elemento de un suelo depen­ altas concentraciones en el horizonte superior
de de su especiaci6t1 qll[mica, o sea de su cae drásticamente en profundidad. cuando la
distribución entre sus formas químicas o es­ contaminanción es antrópica.
pecies. La toxicidad de un elemento es muy Esto sucede porque la disponibilidad de
distinta dependiendo de su presentación, lo un elemenJo depende también de las caracte­
que va a regular no sólo su disponibilidad rísticas del suelo en donde se encuentra. Los
sino también su grado de toxicidad. Según se parámetros geoedáficos llegan a ser esenciales
encuentre el metal retenido en el suelo, así para valorar la sensibilidad de los suelos a la
será su disponibilidad relativa por las plantas agresión de los contaminantes. En concreto:
y por tanto la incorporación a los organismos • pH. La mayoría de los metales tienden
(Tabla 5). a estar más disponibles a pH ácido porque son
Pero la disponibilidad de un metal no de­ menos fuertememe adsorbidos, excepto As,
pende sólo de su especiación química, sino de Mo, Se y Cr que son mas móviles a pH
su especiación milleralógica. No todos los alcalinos.
caliones de cambio están igualmente disponi- • Textura. Los suelos arcillosos retienen

Tabla 5.- Disponibilidad relativa de los metales retenidos en el suelo por las plantas.

Forma del metal en el suelo Movilidad-Disponibilidad relativa


Iones simples o complejos en solución Fácil
Cationes de cambio Media
Metales quelatados por compuestos Menos disponibles
orgánicos
Metales adsorbidos sobre partículas del
suelo Menos disponibles
Compuestos metálicos precipitados sobre Disponibles cuando se disuelve el
partlculas del suelo compuesto
Metales asociados o incorporados a una Disponibles cuando se descompone
matriz biológica
Metal asociado o formando parte de la Disponible cuando se meteoriza/destruye
estructura de un mineral el mineral
Aportaciones de la mineralogía a la evaluación y tratamientos . . . 13

más metales por adsorción o en el complejo Tabla 7.- Punto cero de carga (PZC) su­
de cambio de los minerales de la arci1Ja. Por perficial (Sposito, 1989)
el contrario, los arenosos carecen de capaci­
dad de fijación y puede contaminarse el nivel Mineral pH
freático.
• Mineralogía de arcillas. Cada mineral Cuarzo/sílice 2-3
de la arcilla tiene unos determinados valores Caolinita 4,0-4,5
de superficie específica y de descompensación
eléctrica. Cuanto mayor es la superficie acti­ Goethita 7,0-8,0
vade un filosilicato mayores son sus posibili­ Hematites 8,0-8,5
dades de adsorber metales (Tabla 6). Este po­
der de adsorción será máximo en el punto de Gibbsita 9,0-9,5
carga cero superficial, cuando su competen­ Humus 4,0-4,5
cia con los H' es mínima, lo que se consigue a
diferentes pH, según el mineral (Sposito. 1989)
(Tabla 7). Sin embargo la importancia de los El poder de intercambio catiónico depende
minerales de la arcilla como adsorbentes es del tipo de minerales de la arcilla, de la mate­
secundaria cuando en un suelo existe abun­ ria orgánica y de la valencia y del radio iónico
dante materia orgánica y/o oxi-hidroxidos de hidratado del metal. A m ayor tamaño y menor
hierro, componentes más competitivos (Oa. valencia de los cationes, menos frecuente­
hin. 2000). mente q1ledan retenidos. Respecto a los mine­
• Materia orgánica. Reacciona con los rales de la arcilla, la retención es mínima para
metales formando complejos de cambio o los minerales del grupo del caoHn, baja para
quel:lIos. La adsorción puede ser tan fuerte las illitas, alta para las esmectitas y máxima
que queden estabilizados, como el caso del para las vermiculitas.
Cu o formen quelatos también muy estables • Condiciones redox. El potencial de oxi­
como puede pasar con el Pb y Zn. En muchos dación-reducción es responsable de que el
casos se forman complejos organo-metálicos metal se encuentre en estado oxidado o redu­
lo que facilita la solubilidad del metal, la cido. Los diagramas Eh-pH (Fig. 6) se utili­
disponibilidad y dispersión porque puede de· zan para mostrar la estabilidad de los com­
gradarse por los organismos del suelo. Esto puestos metálicos y proporcionan un método
conduce a una persistencia de la toxicidad. fácil para predecir el comportamiento de los
• Capacidad de cambio. Es función del metales pesados frente a un cambio de las
contenido de arci1Ja y de la materia orgánica. condiciones ambientales.
• Carbonatos. La presencia de carbonatos
garantiza el mantenimiento de los altos pHs, y
Tabla 6.- Area superficial típica de mine­ en estas condiciones tiende.. a precipitar los
rales del suelo (Bourg, 1995). metales pesados. El Cd y otros metales tienden
a quedar adsorbidos por los carbonatos.
Minerales del sudo An:a superficial (ml/g) • Óxidos e hidróxidos de Fe y Mn. Jue­
Caolinita 7-30 gan un importante papel en la retención de
lIIita 65·100 metales pesados y en su inmovilización. Se
Montmorillonita 700-800 encuentran finamente diseminados en la masa
6l\idos de manganeso 30-300 de suelo por lo que son muy activos. Por su
Ooethita 40-80 baja cristalinidad y pequeño tamaño de partí­
Carbonatos/arenas 0,5-5 cula, tienen una alta capacidad sorcitiva para
14 GALÁN HUERTOS. E.

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Figura 6.- Solubilidad de metales pesados en función del pH '1 del Eh (en ausencia de maleri3. orgánica
disuelta o sólida)(a) 10$ principales minerales controlan la solubilidad de los metnles pesados: (b)
tendencia de incremento de la solubilid:r.d (FOstner. 1987)

adsorber metales divalenles, especialmente Cu extracciones secuenciales. de los que puede


y Pb, Y en menor extensión Zn. Co, er, Mo, derivarse una especiaci611 qllímica (Figura 7).
Ni Y también As. Con esta metodología se mide la concen­
• Salinidad. El aumento de la salinidad tración total de los elementos y distribución
puede incrementar la movilización de metales selectiva según diferentes fracciones con dis­
y su retención por dos mecanismos. Primera­ tinto comportamiento. La selectividad de es­
mente los cationes Na y K pueden reemplazar tos mttodos depende de la rapidez de las re­
a metales pesados en lugares de intercambio acciones en la formación o disociación de las
catiÓnico. En una segunda fase los aniones especies que se miden. Se necesitan criterios
cloruros y sulfatos pueden formar compues­ para distinguir entre las fases lábiles y
tos más estables con metales tales como Pb, cinéticamente inertes, en cada paso sucesivo
Zn. Cu, Cd y Hg. Por otra parte las sales de la extracción (Tessier et al. 1979, Tessier
normalmente dan pH alcalino. et al. 1985, Campbell & Tessier 1987). En
Teniendo en cuenta las caracterfsticas de esencia el procedimiento consiste en obtener
los distintos metales y la influencia de todos varias fracciones utilizando extractantes dife­
estos parámetros geoedáficos, se puede prede­ rentes, de forma sucesiva. Un esquema sim­
cir el comportamiento de un elemento en el plificado puede ser el siguiente (Tabla 8): la
suelo. Son elementos traza móviles Zn y Cd, fracción I es la tratada con acetato amónico,
que están ligados a la materia orgánica o como la fracción 2 obtenida en un medio reductor
cationes de cambio y son sólo relativamente con clorhidrato de hidroxilamina y ácido act­
móviles Pb. Ni Y Cr que en su mayor parte tico, la fracción 3 obtenida con ácido nftrico y
están en forma de sulfuros o silicatos. En la agua oxigenada y la cuarta es la fracción in­
práctica, para conocer esta afinidad de los me­ soluble
tales por los distintos componentes del suelo y F1 corresponde a los metales del comple­
conocer su movilidad. se siguen mttodos de jo de cambio y a los que están formando (o
Aportaciones de la mineralogía a la evaluación y tnltamientos... 15

adsorbidos en carbonatos. Este paso se puede bies (óxidos de Mn y oxi-hidróxidos de Fe


subdividir en dos, un tratamiento con MgCI1 amorfos o pobremente cristalinos). F3 es la
1M, Ih. para extraer los cationes de cambio. y fase oxidable y en ella estarán los cationes
un segundo tratamiento con CHlCOONa. pH ligados a la materia orgánica y a los sulfuros
5 con ácido acético. 5h., para hacer el atuque (parcialmente) y F4 es la fracción residual,
de los carbonatos. En F2 se concentT3n los donde los metales están en las estructuras cris­
metales asociados a los compuestos reduci- talinas de los minerales resistentes.

Mo
Zn
Cd
Cu
Pb
Ni
Cr

(.__;w. .. _.

0"00'''''''- mi " ...;w. __

� F..«OIn ..... . ..-.. ...0...... • f...._ ,••_._

• ,....loI<I ••oc.... . _.�h)

Figura 7.- Ejemplo de especiaci6n de elementos tTaz:! en suelos (Kabata-Pendias. 1992)

Tabla 8.- Esquema de extracción secuencial para la evaluación de la distribución de


metales en sedimentos (0.5 g de muestra) (Galán et al. 2000)

Fracción Procedimiento

NH4Ac 1 M (35 mi), pH 5, lh, 20°C, agitación continua


Ácida(FI)
(volteador 40 rpm)

NH10H.HCI O,4M en ácido acético al 25% (20 mi), 6h, 96°C,


Reductora (F2)
agitación manual cada 30 mino

HNO, 0,2M (3 mi) + H,O, 30% (S mi), pH 2 con HNO" 2h,


85°C, agitación manual cada 30 min.; Madir H102 30% (3ml).
Oxidante (F3) pH 2 con HNO" 3h, 8S·C, NH,OAc 3,2 M (Sml) v/v en HNO,
diluida en 20 mi con H10l, 30 min .• 200<:, agitación contInua
(volteador 40 rpm)

Residuo (F4) HFIHNO,lHCI I0/3/2,S (20 mi), 2h a sequedad


16 GAL Á N HUERTOS. E.

L a especiación d e algunos elementos pue­ tej ido ele una planta frente a la concentración
de ser bastante d i ferente inclusive para ele­ de este metal en el sucIo. Este índice es máxi­
mentos geoquímic<lmcnte parecidos en run­ mo para Cd, TI, Zn, Se y Cl!; medio para Ni y
ción de la m i neralogía. Así en el caso que mínimo para Ca, Cr, Hg, Pb, As, Se y S n .
i l ustra l a figura 8 (Gal¡í n et al. 2003) la mayor E n general cuanto m á s tiempo persisten
parte del As y Pb, Y parte del Ni, Cr, se en el suelo unos mcwles contaminantes más
:lsocian a los oxi-h idróxidos de hierro que son estables se hacen y por ello dism i n u yen sus
muy abundantes, mientras que el Zn y Ce! lo concentraciones en la parte biodisponiblc y
hace con los m i nerales de la arc i l l a y el Cu es su toxicidad.
bastante heterogéneo. La movi l idad. biodisponibi li dad y
Esta especi ..¡ción depende en parte del gra­ cspeciación de l a mayor parle de los elemen­
do de disponi b i l i dad de los metales, pero l a tos de la superficie de la tierra están especial­
asimilación d e u n determinado elemento por mente controladas por reacciones que tienen
una planta es específica. Hay elementos que lugar en la interfase agua-partíc u l a . Por I<InIO,
se absorben más f;k i l mcntc que otros y ade­ en oposición a una antigua teoría, no es la
m:ís ciertas plantas son absorbentes selecti­ sol ubilidad del sólido la que controla las
vos. Kloke et al. ( 1 994) definieron el denomi­ trayectorias de estos clementos, s i no nHís bien
nado "coeficiente de transfe:-e ncia" C0l110 la el equilibrio adsorción-desorción en los que
concentración de un determinado metal en el eSlií impl icado. Adem,ís, dado que los ele-

Fracción Aparición de metales Di sponibi I idad/movi I idad


geoquímiea
O Soluble en Ligad o a minerales de la arci lla y Fúeil
tic i do carbonatos
O Reductora Ligado a oxi-hidróxidos de h i erro Tras disolución
a Oxidable Ligado a sulfuros y m ate ri a orgánica Tras disolución
• Resi d ua l En la estructura de minerales Tras altcración

Figura 8.- Modelo de fraccionamiento de metalcs pesados en los sedimentos dc los ríos Tinto y Odicl
(Gal:'1Il el al 2003. modificada).
Aportaciones de l a m i neralogía a l a evaluación y tratamientos. 17

mentas o iones adsorbidos sobre u n sólido pue­ debe investigar la fracci ó n a s i m i l able. Para
den oxidarse o reducirse, las reacciones de ello, se puede recurrir a extracciones selecti­
superficie pueden también cambiar su vas y a l a especiación química. Las extraccio­
solubilidad y toxicidad. Entre las partículas nes mtts comunes son: a) con agua, b) con
naturales, los oxi-hiclróxidos de hierro y man­ agua <lcida y c) con EDTA (fracción
ganeso se han reconocido como los que juegan biodisponible para plantas). La especiación
un papel m<ls importante en controlar los química nos indicar<l l a distribución según
nutrientes y elementos traza en los suelos, aguas distintas matrices, que van desde las m uy
superficiales y subterdneas y sedimentos. Este I{¡biles (f<Íci l mente l i beran los metales asocia­
papel se debe esencialmente a su alto desorden dos) a las muy estables. con lo que obtendre­
estructural, abundancia y habil idad para mos un panorama de cómo los distintos com­
catalizar reacciones redox (Wherli et a l . , 1 989). ponentes del suelo o sedimento i n fl uyen en la
A modo de resumen y como conclusión, retención de los metales y en su probable
la evaluación d e l a contaminación por ele­ estabilidad. F i nalmente una determinación de
mentos traza cn sucios y sedimentos se debe los principales panímetros y una combinación
hacer en varias fases. En una primera fase se de protocolos químicos y m i neralógicos. po­
debe comparar el contenido total de cada ele­ dd asegurar razonablemente el riesgo de con­
mento con el fondo geoq uímico y con n iveles taminación a corto y medio plazo en u n suelo/
guías, lo que podd indicar si existe una po­ sedimenw. Un esquema para u n protocolo de
tencial contaminación. En caso positivo se espec iación químico-minernlógica se descri­
debe pasar a una segunda fase en la que se be en la figura 9.

M UEfstra

Granulometría

Separación e fracciones
f
< 2�m

.------- --1 f�
Separa ón con
-------
· 2mm
<


brom 9 ormo* AQ elem tr tata les
Estudio DRX, I R
�. ,
SEM, AQ elem tr !
Espe laclon
� ¡ l
Ligera Pesada --o
Extracción ox. Fe
DRX
� Probeta �
DRX, IR, SEM M icroscopia
SEM, Mapas elem tr

AnáliSis EMPA, ( �aman) de M . P .

*Alternativamente a la separación de MP con bromoformo se puede hace una separación magnética

Figura 9 . Esquema d e trabajo para l a espcciacióll químico " mineralógica


"
18 GALÁN HUERTOS. E.

Contaminación de sedimentos recientes. pase al agua, depende de su especiación. El


sedimento no puede considerarse como conta­
Los sedimentos recientes comprenden una minado si no contamina a las aguas que están
mezcla de minerales detríticos y meteorizados íntimamente en contacto, y esto no es fácil de
amorfos o pobremente cristalinos. material evaluar. Los efectos de los elementos traza en
biogénico. materia orgánica y agua intersticial. la biola (Tabla 9) se manifiestan generalmente
Esta mezcla es inestable y progresivamente por una reducción de la diversidad, productivi­
va alcanzando el equilibrio a través de una dad y densidad de organismos (fitoplacton,
serie de reacciones diagenéticas. plantas, invertebrados y peces).
El origen de estos materiales está básica­ La mayor parte de los elementos traza
mente relacionado con las áreas continenta­ que se incorporan a lagos, estuarios y plata­
les, su naturaleza, el tipo de meteorización y forma continental son rápidamente captados
los procesos hidrológicos. Las partículas son por el sedimento (carbonatos, oxi-hidróxidos
transportadas a Jos lagos. costas, estuarios. de Fe y Mn, arcillas, rr.ateria orgánica,
etc. por los ríos y olras aguas de escorrentía, y fosfatos). Al igual que para un suelo, el análi­
por el viento. La composición química es un sis químico total es una expresión pobre de lo
reflejo de esta composición mineralógica y que puede estar biodisponible. De nuevo una
también de los materiales contaminados que extracción secuencial puede predecir mejor el
drenan los ríos, o las aguas de lixiviación que potencial tóxico del sedimento.
a ellos llegan y los efluentes industriales y Los elementos biodisponibles están esen­
mineros. Los contaminantes más comunes son: cialmenle relacionados con su solubilidad en
elementos traza, nutrientes, productos deriva­ agua, que depende del pH y Eh. Por ejemplo,
dos del petróleo, residuos de distintos oríge­ la biodisponibilidad del Cd es baja cuando las
nes (industrial, urbano), peslicidas, lluvia áci­ condiciones son anaerobicas, probablemente
da y radionucJeidos. porque se produce CdS insoluble en ambiente
Muchos de los metales que se encuentran reductor; el Se puede aparecer como seleniuro
en sedimentos, rfos, lagos y costas proceden Sel., Seo, selinito Se/' con Se4+, y seleniato
de la minerfa y de la industria extractiva. Los SeO/' con Se6', este último es mucho más
sedimentos que han recibido estos aportes se biodisponible que las formas más reducidas.
convierten en potencialmente contaminados de Otro caso interesante es el del arsénico.
una forma más estable que las láminas de agua. La movilidad y biodisponibilidad de este ele­
El que un elemento traza tóxico se estabilice mento en el sistema sedimento-agua, y por
en el sedimento o se movilice fácilmente y tanto su toxicidad, depende de su eSlado de

Tabla 9.- Organismos más frecuentemente afectados por la toxicidad de algunos elementos
traza (Page, 1992).

Especies adversamente afectadas


Elemento Humanos Animales Organismos acuáticos Pájaros Plantas
e. x x x x X
As, Pb, Hg, Cr, Se X X X X
Cu, Ni, Zo X X
Mo. F,Co X
B X
Aportaciones de la mineralogfa a la evaluación y tratamientos. 19

oxidación y especiación química. En los sedi­ Químico de Huelva (Figura 10). Los sedi­
mentos (y suelos) se encuentra Asl. (arsenito) mentos se caracterizan por una distribución
y As)· (arseniato), siendo la forma más redu­ granulométrica polimodal, predominando los
cida mucho más tóxica (Ferguson y Davis, limos y arcillas en el estuario y aumentando
1972), porque es más soluble y móvil. Pero progresivamente e[ tamaño de grano hacia la
los óxidos de Fe y Mn promueven la oxida­ plataforma adyacente donde los sedimentos
ción de Asl• a Ass., y además minerales de son arenosos.
Mn captan fácilmente ambos tipos de As, por La composición mineralógica global con­
[o que este elemento en presencia de estos siste en cuarzo, feldespatos, carbonatos,
óxidos, reducen la concentración de As filosilicatos y ocasionalmenle yeso y oxi­
(Deschamp et al., 2003). hidróxidos de hierro de baja cristalinidad. As!
A[ igual que ocurría en los suelos, el pH mismo, existe una amplia variedad de mine­
tiene una gran imponancia en la rales accesorios, entre los que destacan
biodisponibilidad de metales. En general au­ ilmenita, hematites, magnetita, pirita, rutilo y
menta cuando disminuye el pH, pero el efecto zircón. Los filosilicatos son los componentes
sobre oxi-aniones es muy variable. Así As, esenciales de los sedimentos estuarinos y la
Mo, Se y algunas formas de Cr pueden estar iIIita es el mineral más abundante (70-80%)
más disponibles cuando aumenta el pH. La con caolinita entre 1 5 y 36% Y clorita como
existencia de protones o de hidroxilos pueden accesorio (<5%). En general, la relación de
competir con los elementos traza en procesos abundancia entre ilita y caolínita aumenta gra­
de adsorción y de acomplajamiento, y pueden dualmente hacia el mar exterior. A diferencia
alterar la distribución de elementos traza entre de otros sistemas costeros del suroeste de Es­
el agua y el sedimento. La biodisponibilidad paña, como la desembocadura del Guadalqui­
de Cd, Cu y Ni, por ejemplo disminuye con el vir o la Bahía de Cádiz, conviene señalar la
aumento del pH. ausencia de esmectilas en los sedimentos del
Otros dos factores de gran importancia en estuario de Huelva, debido a la disolución
el control de la movilidad de elementos traza que experimentan al entrar en contacto con
en un sedimento son los minerales de la arci­ las aguas ácidas de los ríos Tinto y Odiel
lla y la materia orgánica. Los minerales de la (Galán et al., 1 999).
arcilla pueden actuar como adsorbentes e La distribución de metales pesados en el
inlercambiadores de iones con el medio. con­ estuario lambién está condicionada por la
trolando la movilidad de los metales, y la granulometr!a de los sedimentos. Las mayores
materia orgánica puede formar complejos concentraciones de elementos potencialmente
organo-metálicos, que sólo si son destruidos tóxicos se detectan en la confluencia de los
por oxidación liberan el metal. Estos compo­ ríos Tinto y Odiel, donde los sedimentos arci­
nentes del sedimento controlan esencialmen­ llosos contienen hasta 1830 ppm de Cu, 926
te Cd, Zn, Cu, Ca y Ni. ppm de Pb. 2300 ppm de Zn y 850 ppm de As
Un caso estudiado por nosotros ha sido la (Figura 1 1). Estas concentraciones se corres­
caracterización y delimitación de la contami­ ponden con índices de geoacumulación carac·
nación en los sedimienlOS recientes de la ría terísticos de sedimentos extremadamente con­
de Huelva (Fernández Caliani et al., 1997). laminados.
El estuario de Huelva es uno de los siste­ Los melales pesados disminuyen consi·
mas acuáticos más contaminados de Europa, ·derablemente hacia el medio marino, hasta
debido a los efectos de drenaje ácido de las llegar a valores normales en los sedimentos
minas de la Faja Pirílica Ibérica y a los de la plataforma. Los metals pesados mues­
efluentes de procesos industriales del Polo Iran una gran afinidad por los sedimentos más
20 GAL Á N HUERTOS. E.

� Moguer

Piedras River

,o Padre Santo Channel

S
'---20
-
,-_'_'_
'_ -<:.
"o o 06
® Mazag6n
N
,--- LEGEND ----

D Ncogcne-Quaternary scdimcnts '11

EJ Sall marshes ,12

• Industrial arcas
ATLANTlC
OCEAN
5 Km
Industrial proccssing waS1Cs

.... \0- Isohaths (in melrcs)

O Sampling statiol1s

Figura 10.- Mapa del estuario de ¡-llIclva y platafoma adyacente (Fcrn(lIldcz Caliani el al.. [997).

N
5 Km

�.
Umbría

[ill G8Y �

Figura 11.- Distribución cspaciai de las concentraciones de mcwlcs traza asociados a sul furos (Fcrnándcz
Caliani e' al.. 1997).
Aporlaciones de la mineralogía a la evaluaci6n y tratamienlos ... 21

finos del eSluario (Figura 12). Sin embargo La superficie mineral represenla una inlerrup­
debido a la reducida superficie especffica y la ción de la configuraci6n tridimensional de la
escasa capacidad de cambio iónico de los mi­ red cristalina por 10 que se producen cambios
nerales arcillosos presenles (illila y caolinila). en la química de coordinación alrededor de
parece razonable asumir que la mayor propor­ los iones expuestos en la superficie. Cuando
ci6n de metales se encuenlra adsorbidos la superficie ionizada entra en contacto con el
específicamenle sobre los oxi-hidr6xidos de agua la consecuencia directa es un cambio de
hierro. como se ha demostrado mediante ex­ la carga electrostática superficial. Este cam­
Iracciones secuenciales (Galán el al.. 2003). bio. unido a la heleregenoidad topográfica.
ESle es un caso típico de dislribución de produce superficies reactivas. La reactividad
minerales y metales pesados en un eSlUario y está además innuenciada por el pH de la fase
en la plataforma conlinenlal adyacente donde acuosa. la lemperatura. composici6n de la so­
se refleja la interacción de complicados pro­ luci6n. tamaño de partícula y cristalinidad
cesos hidrodinámicos e hidroquímicos en un (Sung & Margan, 1996; Slipp el al.. 1999).
medio litoral severamente eSlresado por recu­ Ciertos grupos de minerales son dignos
rrenles impactos ambienlales de origen de mención debido a su importante significa­
anlr6pico. do medioambiental y a su relevancia en el
inlercambio de los contaminantes en ambien­
les contaminados. Esta imporlancia se debe a
Los minerales en el control y tratamiento una de las siguientes propiedades: 1) alla
de sucios contaminados. solubilidad del mineral que contiene al ele-

Los minerales pueden desempeñar diSlin­


tos papeles en el conlJol de contaminantes
cuando: 1 ) pueden controlar los conlaminan­
les mediante ¡nleracciones de superficie ya
sea por una atracci6n superficial reversible
(adsorci6n) o por un proceso de precipilación
helerogénea (por ejemplo. inducido por la su­
perficie mineral) de mayor duraci6n; 2) pue­
den producir una precipitación homogénea
(por ejemplo. di reciamente desde una solu­
ci6n) para formar una fase eSlable. caplUran­ Frldsptm """"";;'''.,1
do conlaminantes denlro de la eSlructura mi­
-05
neral neoformada; o 3) pueden relener o libe­
rar a los conlaminanles desde su estruclUra
por inlercambio i6nico con una soluci6n.
Todas estas reacciones están controladas
mayorilariamente por la superficie mineral.
que es la ¡nlerfase con el aire. agua. molécu­ F.ador 1
las orgánicas/inorgánicas y (micro-) organis­
Figura 12.- Representaeión de factores principales
mos. Pero lo más imporlante es que las pro­
obtenidos de datos analltieos de muestras del es­
piedades de la superficie mineral son
tuario de Huelva y pl ataforma continental
subslancialmente diferentes de aquellas de la (Fern:'indez Caliani et al.. 1997).
masa mineral global. por lo que debe conside­ GR. MS. CS. VCS: grava y arena gruesa: FS y
rarse la superficie como una entidad aparle. VFS: arena fina.
22 GALÁN HUERTOS. E.

mento contaminante (por ejemplo. carbona­ Cuando los minerales se usan para pre­
tos). 10 que conducirá a la liberación del con­ parar barreras, deben colaborar a que éstas
taminante; 2) baja solubilidad del mineral que cumplan los requisitos fundamentales: ence­
contiene el contaminante huésped. lo que re­ rrar y retener contaminantes; retener, reco­
ducirá la disponibilidad del contaminante (por ger, controlar y eliminar las aguas superfi­
ejemplo. fosfatos); 3) área superficial grande, ciales y lixiviados; garantizar la estabilidad
propiedad de gran importancia puesto que la del depósito, y controlar el emplazamiento
liberación está bastante controlada por la su­ de los residuos y la evolución con el tiempo.
perficie (los minerales claves aquí son los axi­ Como se sabe una barrera técnica es una
hidr6xidos de hierro. que a menudo son fases medida preventiva para proteger a bio y
pobremenle cristalizadas. formadas por muy geoesferas de las sustancias peligrosas que
pequei'ios cristalitos y que como consecuencia emanen del depósito (Hermanns Stengele &
poseen área superficial muy alta; 4) estructu­ PI�tze. 2000). De nuevo los minerales más
ras cristalinas laminares. propiedad que junio idóneos para el control de la contaminación
al área superficial caracteriza a los minerales son los minerales de la arcilla y especial­
de la arcilla (esta estructura laminar hace que menle las bentonitas.
los minerales de la arcilla tengan una capaci­
dad única para intercalar contaminantes entre
láminas); 5) estructura� abienas, una propie­ Neutralización de la contaminación
dad característica de las zeolitas, las cuales
pueden actuar como tamices moleculares y atra­ Una de las cosas más interesantes de la
par contaminantes (Valsani-Jones, 2000). utilidad de los minerales en el control de la
Los minerales o grupos que presentan al­ contaminación es el que tiene lugar cuando de
guno o varios de los requisitos necesarios forma natural o provocada. se mitiga o neu­
para neutralizar/disminuir/controlar la conta­ traliza la producción de drenajes ácidos de
minación son los siguientes: minerales de la rocas y estériles de minas.
arcilla, oxi-hidróxidos de hierro, manganeso En los residuos minerales. especialmen­
y aluminio, zeolitas, fosfatos, carbonatos, te los derivados de la explotación de sulfuros,
glauconita, jarosita e hidrotalcitas. Además
las rocas volcánicas pueden también ser bas­
tante eficaces. En la figura 1 3 se puede obser­ Óxidos de f� y Mn

"
var el efecto de la adsorción de Ca por
montmorillonila y óxidos de Fe y Mn. Estos
ÁcidCI h"mito
últimos son mucho más eficaces porque el
área superficial es bastante mayor que el de la
montmorillonita.
De forma industrial un material usado en
Mu..lmorillonila
la gestión de residuos debe presentar la ma­
yor parte de las siguientes propiedades: a)
capacidad de neutralización, b) retención de
agua, c) resistencia a la difusión, d) plastici­
, ,
. ,. ,
dad y resistencia mecánica, e) capacidad de
Co,," $OluciólI en eouilibrio (1'lI km))
adsorción, f) capacidad de intercambio
catiónico. y g) estabilidad (resistencia a la Figura 13.- Curvas de adsorción de Ca por óxidos
alteración). Varias de estas características son de Fe y Mn. ácido húmico y montmoril1onita
interactivas. (McLaren el al . . 1986).
Aporraciones de la mineralogía a la evaluación y tratamientos ... 23

se producen lixiviados ácidos por oxidación PA",(XlIOO) x 1000 kg x (peso molecular


de pirita y otras sulfuros, de acuerdo con la CaCO/peso atómico S)
reacción: PA", %S x 3 1 .25 kg CaCO/fm
FeS} + 15/4 02 + 7n HlO Fe(OH)J + _ Los minerales que existen (o pueden ser
2S0/ + 4W ( 1 ) añadidos) en los residuos controlan potencial­
que puede se atenuada o neutralizada por la mente la acidez de acuerdo con su velocidad
-
existencia en la masa de estériles de otros de alteración. Sverdrup ( 1 990) agrupó los mi­
minerales. Se tendrá entonces un cierto po­ nerales en seis categorías para los que Know
tencial de ácidez. (PA) que podrá ser neutrali­ ( 1993) dio valores numéricos (Tabla 10). Es­
zado según el potellcial de IIel/tralización (PN) tos datos. con cierta prudencia, pueden ser usa­
que tenga el residuo. Si PA>PN se producirá dos para recalcular el PN de residuos mineros
el drenaje ácido. en los que se están generando aguas ácidas.
El potencial de neutralización de una roca La interpretación de los valores de PN se
o estériles se expresa en Kg de CaCOJ por Tm facilita con los datos de meterorización de mi­
de material. La relación PN/PA debe ser 2 ó 3 nerales en suelos y rocas, a partir del Programa
para estar seguro de prevenir la acidez PROFILE (Sverdrop y Warfinge, 1993, 1995;
(Lawrence & Wang 1996; Jambor & Blowes, Hodson et al. 1997), que establece además un
¡ 998). orden relativo para la modelización en la velo­
Teniendo en cuenta la reacción (1) y que: cidad de meteorización de los minerales.
CaCO) + 2 H· _ Cal. + COl + H20 Algunos de estos minerales pueden aña­
Como por cada átomo de S se producen 2 dirse a suelos como enmiendas, pero hay que
W, 1 mol de S es equivalente a 1 mol de tener en cuenta que su descomposición pueden
CaCO]' generar ciertos metales en exceso (K, Al. Fe).

Tabla 10.- Agrupación de minerales según la capacidad de neutralización (Knowg. 1993;


Sverdrup, 1990).
Reactividad
Minerales Típicos
Relativa

1.- Disolución Calcita, aragonito, dolomita, magnesita, brucita 1.0

Anortita, nefelina, olivino, granate, jadeita,


2.- Meteorización rápida 0,6
leucita, espodumena, diopsido, wol lastonita

Epidota, zoisita, enstatia, hiperstena, augita,


hedenbergita, homblenda, glaucofana, tremol ita,
3.- Meteorización intennedia 04
,

actinolita, antofillita, serpentina, crisotilo, talco,


clorita, biotita

Albita, oligoclasa, labradorita, vermiculita,


4.- Meteorización lenta 0,02
montmorillonita, gibsita, caolinita

5.- Meteorización muy lenta Feldespato K, moscovita 0,0 1


6.- Inerte Cuarzo, rutilo, circón 0,004

Reaetividad Relativa sobre la base de suelos monomincrálicos con el tOO% de mineral individual.
24 GALÁN HUERTOS. E.

Es"¡ es uno de las investigaciones aplica­ Grupo de Investigación RNM 135


das más atractivas y con ruturo para un "Mineralogía Aplicada", a quienes deseo de­
mineralogista ambiental. dicar y agradecer esta conferencia. Así mis­
mo, agradecer a los organizadores de la XXII
Reunión de la Sociedad Española de
Conclusiones. Mineralogía la oportunidad que me han dado
de hacer públicas estas reflexiones, invitán­
La aportación de los mineralogistas a la dome a dar la Conferencia Inaugural del Con­
geoquímica ambiental, especialmente en los greso celebrado en Logroño.
temas relativos a la contaminación de los sue­
los y sedimentos en lagos. ríos y plataforma
continental. está colaborando decisivamente Bibliografía.
a la evaluación de los riesgos reales a corto y
medio plazo de la presencia de concentracio­ Andrew R.L ( 1984) Supergene alteration and
nes anómalas de ciertos elementos traza y al gossan textures of base-metal ores in
sourthern Afdca. Mil/erais Sci. ElIg.,
control y tratamiento.
Las posibilidades de estudio en
12,193-215.
Banks O. Younger P.L., Arnesen R-T., Iversen
Mineralogía Ambiental cubren aspectos que
E.R., Banks S.B ( 1 997) Mine-water
van desde la invesligación de los fenómenos a
chemistry: the good, (he bad and the ugly.
escala atómica en la superficie de los cristales
Envirol/. Geof. 32: 157-173.
(procesos de disolución. adsorción.
Becker P.C., Rasso K.M., Hochella M.F.
interacciones microbianas, etc.), a la determi­
(200 1 ) The proximity effect on
nación de "fondos geoquímicos", de "niveles
semiconducting mineral surfaces: A new
de referencia" y de "niveles guías" para eva­
aspect of mineral surface reactivity and
luar el origen y potencial contaminación por surface complexation therory? Geochim.
elementos traza en primera aproximación, y Cos/llocl¡jm. Acta, 65: 2641-2649.
la investigación detallada de los riesgos a corto Belzile N., Maki S Chen Y·W, Goldsack O.
.•

y medio plazo mediante la especiación quími­ ( 1 997) Inhibition of pyrite oxidation by


co-mineralógica. surface trealmen!. Sci. Tot. Environ., 196:
En un futuro grandes superficies mineras 177-186.
abandonadas deberán ser objeto de investiga­ Biegler T., Swift O.A. (1979) Anoxic
ción y control para evitar desastres ecológicos, behaviour of pyrite oxidalion in acid
y para, si es posible, recuperar el suelo para solutions. Electrochim. Acta, 24: 4 15-420.
un uso agrícola, ganadero o forestal, y el pa­ Bourg A.C.M. ( 1 995) Speciation of heavy
pel del mineralogista en esta tarea puede ser metal s i n soils and groundwater and
fundamental. implications for their natural and provoked
Por OlTa parte, en el ámbito docente, estas mobility. In .. Heavy Metals". W.
perspectivas deben impartirse a nivel de "mas­ Salomons, U. Forstner & P. Mader (Eds.).
ter", lo que proporcionará al licenciado una Springer-Verlag. Berlin. Pp: 19-3 1 .
nueva especialización profesional. Bowen H.J.M. ( 1979) Enviromental chemistry
ofthe elements. Academic Press. London:
333 pp.
Agradecimientos. Bowie S.H.U., Thornton (Eds). ( 1985)
Environmental Geochemistry and Health.
Muchas de las ideas aquí expuestas han Kluwer Academic Pub!.. Hingham, MA.
surgido de la discusión con los integrantes del Boyle O.R. ( 1 994) Oxidation of massive
Aportaciones de la mineralogía a la evaluación y trlllamienlos . . . 25

sulfide deposils in the BarthurSI Mining Minewastes O.L. Jambor and D.W.
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Las mineralizaciones de pirita de la cuenca de Cameros en


su contexto geológico

Jacinto ALONSQ-AZCÁRATE
Facultad de Ciencias del Medio Ambiente, Fábrica de Armas. U n i versidad de Castilla - La
Mancha. 4507 1 Toledo, España. (e-mail: jacinto.alonso@uclm.es)
- -

Abslract: The low-grade metasediments of (he Cameros basin, NE Spain. host a numbcr of deposits
of speetacular quality pyrite mineralization. The deposits wer� formed at, or close 10, the peak of
metamorphism and are always related to sandstone units in the mainly lutitic sequence. Iron remained
immobile and conservalive, pyrite-iron being derived by sulphidation of chlorite in (he host metapelites.
Reduced sulphur however, was supplied from twoexlernal sources: Ihermochemical reduction ofsulphate
and release of sulphur during metamorphism of sedimentary sulphides. These sources provided isolopieally
heavy and lighl sulphur. respectively, with variation in pyrile isotopic compasilion bctween different
deposits resulting from differences in their relative importance at each site. During melamorphism the
sandstone units acted as aquifers, carrying the sulphidic pare-watcrs 10 locations where permeability
provided by syndcpositional fractures allowcd ilS imeraction with the mClapelites. Morphological varialion
on pyrite cryslals is related 10 changes in sedimentary sulphur availability and melamorphic fluids
chemistry. High supersaluration morphologies are rclated 10 fluvio-deltaic sedimentary facies with high
concenlrations of sedimentary pyrite and sulphales. Moreover, reactions involving sulphate during
melamorphism may have modified fluid chemistry. whieh would also aet to produce higher degrees of
pyrite saturation i n fluids. Low supersaluration morphologies appean i n meandriform sedimentary facies
where the availability of sulphur is low.
Key words: pyrite, hydrothermal melamorphism. sulphur isotopes, fluid flow, crystal morphology,
Cameros Basin: Spain.

Resumen: La cuenca de Cameros presenta una serie de mineralizaciones de pirita conocidas


mundialmente debido a la calidad de sus cristales. Las mineralizaciones se formaron durante el pico de
metamorfismo que afecto a los materiales del sector oriental de la cuenca y están localizadas en niveles
lutllicos siempre en relación con potentes niveles de arenisca. Las lutitas que forman la matriz constitu­
yen la fuente del hierro, el cual se libera medi:lnle un proceso de sulfurización de las cloritas del propio
sedimento. El azufre reducido tiene un origen externo y deriva de dos fuentes diferentes: la reducción
termoquímica de sulfatos sedimentarios y la rotura térmica de la pirita de los sedimentos de la cuenca.
Estas dos fuentes suministraron azufre isotópicamente pesado y ligero respectivamente, estando las
composiciones isotópicas de cada depósito determinadas par la importancia relativa de cada fuente.
Durante el metamorfismo, los niveles de arenisca actuaron como un acuífero de alta permeabilidad,
transportando nuidos ricos en azufre hasta que alcanzaron los niveles lutCtieos. Las lutitas presentaban
una gran permeabilidad generada por la presencia de fracturas, de esta forma, los nuidos ricos en azufre
interaccionaron con las lutitas generando las mineralizaciones, Las variaciones morfológicas que se
observan en los cristales de pirita de las diferentes mineralizaciones están relacionadas con cambios en la
disponibilidad de azufre y la química de los fluidos metamórficos. Las morfologCas de alta sobresaturación
aparecen en materiales fluvio-deltaicos con altas concentraciones de pirita sedimentaria y sulfalOS.
Además, las reacciones metamórficas en las que participaron los sulfatos: debieron tener un profundo
lO ALONSO.AZCÁRATE. J

efecto en la qufmica de los nuidos metamórficos, haciendo aumentar el grado de saturación en pi ri ta. Las
morfologras de baja sobresaturación nparcccn en f3cic$ sedimentarias de tipo meandriforme. donde la
disponibilidad de azufre es menor.
Palabras clave: pirita, metamorfismo hidrotcrmal, isótopos de azufre. nujo de nuidos, morfologra
cristalina, cuenca de Cameros; Espili"ia.

Introducción Características geológicas de la cuenca de


Cameros
Un aspecto de gran interés en relación con
la cuenca de Cameros. son las mineralizaciones La cuenca de Cameros está situada en el
de pirita que aparecen en el sector oriental de extremo noroccidental de la Cordillera Ibérica
[a cuenca. Estas mineralizaciones son mun­ (Fig. 1), encontrándose al NW de tsta el maci­
dialmente conocidas por la calidad de sus zo paleozoico de la sierra de la Demanda. Está
ejemplares de pirita. los cuaJes pueden encon­ limitada por las cuencas terciarias del Ebro al
trarse en los mejores museos de mineralogía N y del Duero y Almazán al Sur. La cuenca
del mundo. A pesar de la notoriedad de estos puede dividirse en dos subcuo!ncas de morfolo­
yacimientos hasta hace poco tiempo no existía gía romboidal: Cameros W y Cameros E, sien­
ningún estudio sistemático sobre su formación do en esta última donde se localizan las
que los relacionase con la gtnesis y evolución mineralizaciones de pirita (Fig. 2).
de la Cuenca de Cameros.

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F igura 1.- Locali1.3ción de la cuenca de Cameros.


Las mineralizaciones de pirita de la cuenca de Cameros. . . 31

La cuenca de Cameros presenta una serie mente posteriores al relleno de la cuenca. Las
de peculiaridades que la distinguen claramente temperaturas máximas alcanz.adas por estos
del resto de cuencas mesozoicas de la Cadena. materiales fueron de aproximadamente 360°C
Presenta una alta velocidad de subsidencia y (Alonso-Azcárale. 1997) y las presiones de
lasa de sedimentación. acumulándose 5000 m aproximadamente 1 Kb (Casquet et al 1992). .•

de espesor vertical de sedimentos. que repre­ Desde el punto de vista estratigráfico. la


sentan hasta 9000 m de registro estratigráfico megasecuencia de relleno de la cuenca de
en el sentido de desplazamiento de los Cameros ha sido subdividida en seis secuen­
depocentros de las sucesivas secuencias de de­ cias deposicionales (SO 1 a SD6: Mas et al..
pósito. comprendidas entre el Titónico y el 1993). constituidas fundamentalmente por se­
Albiense inferior (Mas et al.. 1993). dimentos continentales en facies nuviales y
Por otro lado. la cuenca de Cameros es la lacustres con esporádicas incursiones marinas.
única de la cadena ibérica en la que parte de Estructuralmente. la cuenca de Cameros
sus materiales están afectados por es interpretada como una cuenca sinclinal. for­
metamorfismo de grado bajo. el cual ha sido mada sobre una rampa de buzamiento sur que
caracterizado como de tipo hidrotermal conecta dos rellanos de una falla extensiva,
(Casque! et al 1992; Barrenechea et al 1995:
.• .• situada a varios kilómetros de profundidad den­
Alonso-Azcárate et al.. 1995). A partir de tro del zócalo (Mas el al.. 1993). Todas estas
dataciones en 1Iitas autigénicas. se obtienen características se ajustarían al modelo de una
edades que oscilan entre los 108 a 86 Ma para cuenca de rampa extensional (Guimerá et al.,
el metamorfismo, siendo estas edades clara- 1995). Durante la compresión terciaria

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Figuril 2.- M:lp:l geológico dct:lll:ldo de la cucnc:l de C:lmcros con l:l loc:lliz:¡ción dc los yacimientos de
piril:l. A: Munilla; 8: Valdcnegrillos; C: Navajún: D: Valoria; E: Valdeperillos; F: Ambasaguas-A. Canadillas.
32 ALONSO-AZCÁRATE. J

(pale6geno-Mioceno inferior), se produjo la primera etapa se extraen los monosulfuros de


inversi6n de la cuenca, mediante un cabalga­ Fe (pirrotita) mediante una reacción con HCI
miento neoformado en su margen norte sobre denominada AVS (acid volotile sufpllide). A
la Cuenca del Ebro, con un desplazamiento de continuación, utilizando dicloruro de cromo
hasta 30 Km y un sistema de cabalgamientos (CrCl1), se realiza la extracción de la pirita.
en su borde sur sobre las cuencas del Duero y Lns determinaciones de las relaciones
Almazán (Mas el al.. 1993). l
isotópicas de S (�Sp S) se realizaron sobre
Los materiales que contienen las SOl gas. preparado por oxidación del sulruro
mineralizaciones fueron depositados en dos am­ con óxido cuproso (Robinson y Kusakabe.
bientes sedimentarios diferentes. Los sedimen­ 1975). El S0l rue analizado en u n
tos de las mineralizaciones de Ambasaguas y espectrómetro d e masas VG Isogas SIRA 10.
Arroyo Canadillas (Fig.2) fueron depositados Las muestras y los estándars internos (British
en llanuras deltaicas con frecuentes episodios Geological Survey Chalcopyrite Cp-I) se ana­
lacustres, los cuales se caracterizan por la pre­ liznron con un gas de rererencia interno. Los
sencia de contenidos relativamente altos de ma­ valores de &]..IS ;e calcularon usando procedi­
teria orgánica y minerales de hierro reactivos. mientos de corrección estándar (Craig. 1957;
En estos sedimentos lacustres la presencia de Coleman. 1980) y se expresan en %o relativos
pirita sedimentaria es rrecuenle así como la de al estándar de troilita (FeS) del Cañón del
sulratos sedimentarios. Por otro lado, las Diablo (CDT). Los análisis de SuS para la
mineralizaciones de Navajlln. Valdeperillos. pirita mediante microsonda láser se realiza­
Valdenegrillos, Valoria y Munilla (Fig. 2) enca­ ron usando la técnica descrita por Kelly y
jan en sedimentos depositados en sistemas flu­ Fallick ( 1990). Los análisis de &]..15 de las
viales de tipo meandrirorme. caracterizados por inclusiones de anhidrita mediante microsonda
prcsenlar contenidos bajos en pirita sedimentaria láser se realizaron con un láser de COl como
y sulratos. se describe en Alonso-Azcárale et ni. ( 1 999b).
Las muestras lutíticas rueron analizadas
mediante técnicas de dirracción de rayos X.
Materiales y métodos Se utilizó un difractómetro Philips PW 1 730/
90. usando radiación Cu-K". monocromador
Se estudiaron un número representativo de grafito. rendijas de 1°_0.2 mm_1°. intensi­
de cristales de pirita de cada yacimiento (Fig. dad de 1 x lOl a 1 x 104 c.p.s. con una cons­
2). asf como sus materiales encajantes. Tam­ tante de tiempo de l . 40Kv, 30 mA y una
bién se analizaron sedimentos lulfticos y velocidad de barrido de 2°6.29min.
margosos del borde del sector occidental de La concentración en elementos menores y
la cuenca y sedimentos cercanos a los yaci­ trazas en lutitas y piritas rue determinada
mientos de pirita del sector oriental de la cuen­ mediante espectroscopfa de plasma inducido
ca. La composición mineralógica global de (lCP-AES) disolviendo las muestras a pre­
las muestras lutíticas es: cuarzo + feldespatos sión en una disolución de HFIHC10iHNO).
+ filosilicatos ± calcita ± dolomita. Los
filosilicatos presentes en la rracción fina son:
ilila ± clorita ± interestratiricados (principal­ Resultados
mente ilitaJclorita e ilita lesmectita).
Los sulfuros sedimentarios se extrajeron Las mineralizaciones de pirita aparecen
químicamente mediante el método propuesto exclusivamente en el sector oriental de la cuen­
por Candfield et al. ( 1986), modificado por ca (Fig. 2). dentro de lutitas afectadas por
Newton et al. ( 1995). Con este método, en una metamorfismo hidrotermal de bajo grado.
Las mineralizaciones de pirita de la cuenca de Cameros. . . 33

Aunque todas las secuencias deposicionales general en todos los depósitos vamos a en­
presentan pequeñas mineralizaciones de piri­ contrar inclusiones de diversos minerales
ta, los depósitos mayores están localizados en (iIlita. clorita, cuarzo, calcopirita. blenda) en­
las secuencias deposicionale¡; 4 y 5. tre los que cabe destacar la presencia de
Las mineralizaciones se localizan en ni­ anhidrita debido a su importancia para la rca­
veles lutfticos los cuales presentan siempre a lización de cálculos geotermométricos.
techo potentes niveles de arenisca. Los nive­ También se realizó un estudio de los
les de arenisca raramente contienen cristales sulfuros diseminados en los sedimentos. los
de pirita. Ocasionalmente es posible encon­ cuales van a jugar un papel imponante en la
trar pequeñas mineralizaciones asociadas a génesis de las mineralizaciones. Se estudia­
margas o calizas pero de nuevo siempre aso­ ron muestras tanto de la zona oriental como
ciadas con niveles de arenisca. de la occidental de la cuenca. Los sedimentos
Los niveles lutiticos mineralizados pre­ presentan un contenido medio de sulfuros bajo.
sentan una serie de fracturas hidroplásticas, aunque es bastante variable (0.02- 2.3 % $).
probablemente de origen edárico, que se for­ En algunas muestras junto a [a pirita encon­
man muy tempranamente durante la tramos también pequeñas cantidades de
compactación. Las superficies de fractura son pirrotina siempre en menor proporción que
alabeadas de aspecto satinado y son muy fre­ ésta. La pirita aparece en [os sedimentos en
cuentes en toda la cuenca (Guiraud. 1983). forma de frambóides. cristales euhedra[es o
Estas fracturas van a controlar el estilo de la sustituyendo la concha de fósiles (Alonso­
mineralización cambiando la densidad de ésta Azcárate et al.. 1999c).
e incluso el hábito de los cristales entre frac­ En la Tabla ¡ se presenta el contenido
turas contiguas. medio en Fe para la matriz lutítica de las
Otra característica importante común a diferentes mineralizaciones, también aparece
todos los yacimientos. son las fuertes una muestra lulftica no mineralizada repre­
decoloraciones que presentan las lulilas sentativa de las lutilas que aparecen en la
mineralizadas que tienen colores blanqueci­ cuenca, asr como el contenido medio en rocas
nos con respecto a [as tonalidades verdosas
que presentan generalmente los sedimentos
lutilicos en la cuenca. Estas decoloraciones Tabla 1.- Contenido en Fe de las lutilas
van a estar relacionadas con la ausencia de de las diferentes mineralizaciono&. un sedi­
clorita en estos sedimentos. mento no mineralizado y una ¡utita estándar
Los cristales de pirita aparecen general­ (Carmichael. 1989).
mente rodeados de una envuella isópaca for­
mada fundamentalmente por cuarzo y cookeita
Yacimiento
y en menor proporción por calcita y caolinita.
En los yacimientos cuya roca encajante apa­ Valdeperillos 0.66
rece deformada, estas envueltas aparecen for­ Navajúo 0.87
mando sombras de presión alrededor de los VaJdenegrillos 0.65
cristales de pirita. Valoria 0.74
A pesar de las superficies limpias de los
Munilla 2.37
cristales. éstos presentan una gran cantidad
de inclusiones en su interior. Las
Ambasaguas 0.76
mineralizaciones en las que sus sedimentos A. Canadillas 0.68
alcanzaron condiciones de epizona presentan Lutita no mineralizada 3.84
como inclusiones cristales de cJoritoide y en Lutita estandar 2.80
34 ALONSO·AZCÁRATE. J

pelíticas. En general los contenidos en Fe de Dalas de isótopos de azufre


la matriz son menores que los valores medios En la Tabla 2 se presentan los resultados
en rocas pelfticas y que en la ¡utila no de los análisis isotópicos en las piritas y
mineralizada. pirrotinns de los sedimentos. Existe una gran
Otro aspecto importante de estos yaci­ diferencia entre los valores de la zona occi­
mientos es la variación en la morfologí:1 de dental de la cuenca. con valores muy negati­
los cristales de pirita entre los diferentes ya­ vos, mientras que los de la zona oriental son
cimientos de la cuenca. Por un lado. tenemos positivos con un rango de variación amplio.
los yacimientos de Ambasaguas y Arroyo En las muestTlls con pirita y pirrotina juntas.
Canildillas (grupo 1). en los cuales los crista­ la pirrotina presenta composiciones isotópicas
les presentan morfologías de piritoedro y cubo­ siempre más pesadas que la pirita acompa­
piriloedro. con las caras fuertemente estriadas. ñante.
así como cristales con morfologí:lS de creci­ En la Figura 3 aparecen los valores de
miento cuarteado y agregados de cristales de B14S para los cristales de pirita de los yaci­
pirita de grano fino. Por Olro ludo. tenemos mientos. Se puede observar que existe una
los yacimientos de N,lVujún, Valdeperillos, gran dispersión de valores entre los diferentes
Valdenegrillos. Valoría y Munilla (grupo 2) yacimientos pero que dentro de cada depósito
en los cUlIles encontrllmos cristllles cúbicos el rango de variación es muy pequeño.
de caras lislls y más TlIramente cristales con También se realizaron análisis seriados
morfologfas aplanadas y alargadas y cubo­ en varios cubos de pirita para intentar obser­
octaédricos. var las posibles zonaciones isotópicas de és-

DEPÓSITOS

A. C�nlluillllll - - - _ . _ _ . _ - - - - - - - _ . . . . - - - - - _ . _ - - � � �
- - - - _ . _ - _ .

- - - - - - - - - - - . - - - - - - - - - - - � - -
ar - - - · - - - · - - - - - - - ·

- - - - - - - - - - - - - - - II - � - - - - - - - - - - - - - - _ · _ - - - - - _ ·

VllldcnC'gril1o} - - - - - - · - - - · ·
EEII - -
II - - - - - - - - - - - - - - · - - - - - - - - - - - ·

VlIlorill - - - - - - - - _ . � - - - - - - _ . _ - - - _ . . _ _ . _ - - - _ . . _ - _ . _ . _ .

Munilb. - - - - - - - - - - - - II � · · - · - - - - _ · _ - - - - - - - - - - - - - - - - _ ·

Valdc¡lerillos _ _ _ _ . _ _ _ _ _ - ------------- a BI-- - - - - - - - .- - -- --- .

Y.n�:u
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Figura 3.- Composición isotópica de las piritas de los diferentes depósitos.
Las mineralizaciones de pirita de la cuenca de Cameros. . . 35

tos (Fig. 4), no observándose ninguna tenden­ Tabla 2.- Composición isotópica de las
cia general definida. piritas y pirrotinas de los sedimentos.
En el interior de algunos cristales de piri­
ta se realizaron análisis isotópicos medianle
microsonda láser de inclusiones de anhidrita,
GRA-S- 13.0 47.4
asf como de la pirita alrededor de estas inclu­
GRA-6- 9.2
siones (Tabla 3). ZONA ORA- l I - 16.9 21.4
En la Tabla 4 encontramos las composi­ ORIENTAL ORA-19- 16.8 26.9
ciones isotópicas y el contenido en arsénico ORA-21 - 19.7 26.8
en relación con las morfologías de los dife­ GRA-27- 23.9 39.8
ORA-38- 2\.9
rentes tipos de cristales en los dos grupos de
AMB-4- 2.• 18.1
mineralizaciones. AMB- I I - 1 2.4
Por ultimo, se analizaron los sulfatos de ZONA AZUD-2- -17.9
la matriz de las mineral izaciones y de los OCCIDENTAL AZUD-J- -1 8.6 39.1
sedimentos, obteniéndose resultados simila­ GOLMAYO -17.6

res con un valor medio de + 12.0 %0.

Al BI

·u ·u

·u ••
5.1
-u u'
..

el DI

..
"

,.,11
., .
u
> ,

,. .O,l,.7
o.,

Figura 4.- Valores de d:H$ a lo largo de dos secciones perpendiculares en cristales de pirita. ( o centro del
cubo. A: Navajún. B: Valoria. C: Valdeperillos. D: Ambasaguas)
36 ALONSO-AZCÁRATE. J

Tabla 3.- D:lIas isotópicos de los pares mineralizaciones con una únicn fuente de azu­
pirita-anhidrita utilizados para la realización fre (Ohomoto y Rye, 1979). El rango de com­
de cálculos geotermométricos. posiciones isotópicas encontrado parece indi­
car In mezcla de varins fuentes de nzufre con
Jl JlS .1 611S
Muestn Py6 S Anh 6 T'C diferente composición isotópica. Debido a que
Navajún- I_ -0.7 16.1 16.8 '" los yacimientos de pirita no están asociados
NavljÚJI·2_ -8.S 7.' 16.1 l7I
Navajún-). -7.8 '.2 16.0 J74
con ningún accidente tectónico importante que
ValdeperiJlos-l. -2.1 14.4 16.5 364 pudiera introducir azufre del exterior del sis­
tema. las fuentes de nzufre deben de encon­
trarse en los sedimentos de la cuenca. Las
Discusión
dos fuentes más probables son los sulfatos y
sulfuros presentes en los sedimentos norma­
Origell del azufre
les de la cuenca.
Si re:llizamos un simple balance de masas
La primera fuente seria la reducción
del contenido de S de los depósitos y lo com­
termoquímica de sulfatos (RTS). Los sulfatos
paramos con el contenido de S en los sedi­
que presentan las diferentes formaciones de
mentos, vemos que la matriz de las
la cuenca (GÓmez-Fernández. 1992) tienen
mineralizaciones solo podría suministrar una
su origen primario en los sulfatos Triásicos.
muy pequeña parle del S necesario para for­
los cuales durante la sedimentación de los
mar 10$ depósitos. De esta forma el azufre
materiales de la cuenca de Cameros ya
tuvo que ser movilizado e introducido en las
anOTaban, proporcionando materiales a los
lutilas que forman la matriz de las
sistemas de depósito (Mas el al.. 1993).
mineralizaciones durante el proceso de for­
El proceso de lermoreducción en am­
mación de los depósitos.
bientes metamórficos de este tipo es un pro­
El amplio r�lngo de composiciones
ceso muy rápido, en el que independiente­
isotópicas que muesman las diferentes
mente del fraccionamiento cin6tico del pro­
mineralizaciones (Fig. 3) parece indicar que
ceso. que puede ser variable. al reducirse
deben existir diferentes fuentes de azufre con
todo el sulfato de un reservorio determinado
distinta signatura isotópica. Las condiciones
la composición isot6picn del sulfato inicial
metamórficas alcanzadas por los sedimentos
y del sulfuro final va a ser id6ntica (Krouse.
encajantes de estas mineralizaciones fueron
1977; Machel et al., 1995). Asf. teniendo en
muy similares (Alonso-Azcárate et al., 1999a),
cuenla el valor medio de los sulfatos
así las diferencias en temperatura y qufmica
Triásicos de la zona (+13.4±1 .6%o, Utrilla et
de los nuidos sólo podrfan producir pequenas
al.. 1992) y los valores obtenidos en este
variaciones en la composición isotópica entre

Tabla 4.- Contenido en As. composición isotópica y grupo de depósito para una serie de
cristales seleccionados de cada tipo morfológico.

Habito As (ppm) ó"s Depósito


C. cuarteados 125.3 7.7,8.6, 9.6, 7.8, 8.1
Piritoedro 124.6 1 . 1 , 6.5, 7.4, 7 . 1 , 0.8 Grupo 11
Cubo-piritoedro 128.9 0.2, 5.8, 6 . 1 , 6.2, 5.6, 5.9, 6.
Cubo-octaedro 1 16.1 -0.5, -LO, -0.7, -0.9
Cubo 124.9. 138.2, 1 3 1 .0, 132,2 -4.4, -4.3, -4.9, -5.9, -7.3 Grupo 1
Cristales aplanados 1 32,5, 1 14.4 3 . 1 , 1 .9, -7.0, -10.5
Cristales alargados 127.0, 127.4 -7.6, 3.0, -5.8, -6.3, -2.6
Las mineralizaciones de pirita de la cuenca de Cameros . . . 37

estudio. este proceso de termoreducción ge­ en parle el resultado de la progresiva volatiliza­


neraría un S isotópicamente pesado con una ción del lIS durante el metamorfismo de bajo
composición media de 12- I 3 %c. La T míni­ grado y la subsiguiente retrogradación de la
ma a la que se produce este proceso es de pirrotina resultante (enriquecida en �S) a pirita
100-140 oC (Heydari y Moore. 1988; Worden (Alonso-Azcárate el al.. 1999c).
et al.. 1995). aunque a tasas geológicamente La composición isotópica en cada
significativas a temperaturas superiores a mineralización es bastante homogénea pero
2500 C (Kiyosu. 1980). las cuales fueron al­ entre los diferentes depósitos el rango de va­
canzadas por este sector de la cuenca donde riación es muy grande (Fig. 3). Esto implica la
se localizan las mineralizaciones de pirita existencia de fuentes locales de azufre para
(Alonso-Azcárate et al.. 1999a). cada mineralización. La composición isotópica
La fuente de S isotópicamente ligero debe concreta en cada mineralización estará deter­
encontrarse en las piritas sedimentarias que minada por la proporción de azufre procedente
aparecen en los sedimentos normales de la de cada fuente. La existencia de una variación
cuenca. La rotura térmica de la pirita sin ninguna lendencia definida en las composi­
sedimentaria para formar pirrotina en presen­ ciones isotópicas dentro de un cristal de pirita
cia de carbono orgánico. produce un fluido (Fig. 4) también parece indicar la presencia de
rico en H¡S mediante reacciones del tipO fuentes locales de azufre y su variación duran­
(Ferry. 1 98 1 ; Oliver et al.. 1992): te el proceso de mineralización.
La proporción de azufre en cada depósito
derivada de la reducción termoquímica de
sulfatos y de la rotura térmica de la pirita
sedimentaria puede ser estimada si conoce­
La generación de fluidos ricos en azufre es
mos la composición isotópica de azufre de
más probable que se produzca mediante reac­
cada fuente. El azufre derivado de la RTS
ciones similares a ( 1 ) que mediante la simple
tiene un valor medio de 1 2 %O. como se indicó
disolución de los sulfuros sedimentarios ya que
anteriormente. La composición isotópica del
la solubilidad de los sulfuros en fluidos meta­
azufre procedente de la rotura térmica de la
mórfico-hidrotermales es baja (Barnes. 1979;
pirita es más difícil de estimar y podría ser
Holland y Malinin. 1979). Muchas de las lutitas
diferente para cada mineralización debido a
analizadas en la cuenca presentan pirita y
variaciones locales en la composición
pirrotina (Tabla 2) lo cual puede !Ornarse como
isotópica de la pirita sedimentaria original.
evidencia de que la reacción ( 1 ) ha tenido lugar.
Se ha estimado como valor la composición
ya que la pirrotina aparece muy raramente como isotópica más ligera de las piritas de todos los
sulfuro diagenético. yacimientos (-10.3 %e). ya que en este depó­
Durante el proceso de rotura térmica de la sito la composición isotópica del azufre pro­
pirita existe un efecto isotópico cinético que cedente de las piritas sedimentarias debió de
produce un enriquecimiento en }.lS en la pirrotina ser este valor o algo más ligero. En la Tabla 5
resultante y por lo tanto. para que se conserve el se presentan las proporciones de azufre deri­
balance isotópico. se genera azufre reducido vadas de cada fuente para las diferentes
isotópicamente ligero (Kajiwara et al.. 1981; mineralizaciones estudiadas en función de la
Yamamoto. 1984). El mayor contenido en �S composición isotópica media de cada depósi­
de la pirrotina con respecto a la pirita en las to. Hay que señalar que los depósitos que
muestras de la Tabla 2 corrobora esta hipótesis. presentan elevadas proporciones de azufre
La mayor proporción de )�S en las piritas derivado de RTS se encuentran en secuencias
sedimentarias del sector oriental de la cuenca deposicionales en las cuates los sulfatos
con respecto al sector occiendental (Tabla 2), es sedimentarios son abundantes.
38 ALONSO-AZCÁRATE. J

Tabla 5.- Composición isotópica de azu­ decoloraciones, no presentando clorita y su


fre media para cada mineralización y la pro­ contenido en Fe es muy inferior al de las
porción de azufre derivada de la reducción lutitas normales de la cuenca (Tabla 1). Esto
lermoqufmica de sulfatos (RTS) y de la rotura es debido a que durante el proceso de
t�rmica de la pirita (Py -, Po). mineralización los fluidos metamórficos
desestabilizaron las cloritas. que son las fases
Yacimiento 6US medio % TRS % I')'-Po que contiene más Fe en los sedimentos, estan­
A. C&nadillas 7.5 85 15 do así disponible para la formación de los
Ambasaguas l.' 67 J3 cristales de pirita.
Navajún -2.4 54 46
De esta forma, mediante la acción de los
Vlldenegrillos -5.1 45 "
Valoria ·6.8 3' 61 fluidos hidrotermales se produce un proceso
Munilla -5. \ 45 " de sulfurización de las cloritas de los sedi­
Valde�riJlos -2.7 53 47 mentos y se genera pirita. La sulfurización de
silicatos ferromagnesianos ha sido demostra­
da tanto experimentalmente (Tso et al.. 1979)
Origen de/ hierro como en medios naturales ( MaUio y Gheith.
Es posible realizar un simple balance de 1972). La sulfurización metamórfica de las
masas para comprobar si el Fe disponible en cloritas ha sido descrita por Phillips y Graves
las cloritas de los sedimentos sin alterar es ( 1984) mediante las siguientes reacciones:
suficiente par3 formar la cantidad de pirita
que encontramos en las mineralizaciones. La 3 Fe�M g l S i ,0 I O( O H ) .+ 1 2 H l S + 30 2 -
densidad media de mineralización en Nnvajún 6FeS1+2Fe)Mg)Si .Olo(OH),+4S i01+ 16Hp (2)
es de lOO Kglml (MINAS VICTORIA SL.),
presentando este depósito la mayor concen­ Fe�SiP!o(OH).+ 12H1S+30J - 6FeS1 + 45i01
tración de pirita de todos los estudiados. Por + 16HlO (3)
lo tanto. este valor puede ser considerado como
la densidad de mineralización media máxima. En estas reacciones metamórficas se ge­
La densidad media de la piritól y de una lutita nera. además de pirita. cuarzo (3) o clorita
estándar es de 5.01 y 2.67 gr/cm) respectiva­ magnésica y cuarzo (2). En los depósitos es­
mente (Carmichael. 1989). Así. si considera­ tudiados los cristales de pirita están rodeados
mos la cantidad de Fe presente en el sedimen­ por unas envueltas formadas fundamentalmen­
to no mineralizado, tendremos 0.038 Kg de te por cuarzo y cookeita. Esta cookeita es una
Fe en 1 Kg de sedimento. Por lo tanto en 1 ml clorita diOClólédrica lítico-alumínica sin hie­
de sedimento (2670 Kg) tendremos 102.5 Kg rra y con un contenido en magnesio muy bajo
de Fe. Esta cantidad de Fe si se piritiza total­ (Alonso-Azcárate. 1997). Estas envueltas se
mente formada 220.4 Kg de pirita en un ml interpretan como los subproductos de las re­
de sedimento. Esta cantidad de pirita que se acciones de sulfurización de las cloritas de
puede formar sobrepasa en 120 Kg el conteni­ los sedimentos mediante las reacciones (2)
do medio de pirita en el depósito con la ma­ (envueltas de cookeita + cuarzo) y (3) (en­
yor concentración en este mineral. Por lo tan­ vueltas de cuarzo).
to. la movilización del Fe contenido en el
sedimento es suficiente para generar el volu­ LocalizaciólI de las ",i/!uafit,aciolles de
men de mineralización que encontramos en pirita
los diferentes depósitos. El punto concreto donde se forman las
Como indicábamos anteriormente las mineralizaciones de pirita debe presentar alta
lutitas mineralizadas presentan unas fuertes permeabilidad y unas características quími-
Las mineralizaciones de pirita de la cuenca de Cameros. . . 39

cas que favorezcan las reacciones entre el rugosidad de la superficie del cristal. En el
fluido y la roca encajante (Hobb, 1987). En caso de la pirita. la presencia de As parece
este caso los sedimentos que albergan las promover la presencia de caras al J l l }
mineralizaciones presentan una alta permeabi­ (Hayashida y Muta. 1952; Sunagawa y
lidad generada mecánicamente debido a la Takahashi, 1955), aunque estos autores seña­
presencia de las fracturas hidroplásticas ge­ lan que la influencia de otros factores puede
neradas muy tempranamente. Estas fracturas limitar este efecto. En nuestro caso, sólo en­
son la vía de entrada de los fluidos a los contramos cristales de pirita con caras { l l l J
lutitas, las cuales sin ellas presentarfan bajos en el yacimiemo de Navajún. presentando es­
valores de permeabilidad. De hecho, estas frac­ tos cristales los contenidos en As más bajos
turas controlan la geometría de las de todas las diferentes morfologías (Tabla 4).
mineralizaciones, cambiando la densidad e in­ Por lo tanto. en este caso la presencia de As
cluso el hábito y tamaño de los cristales entre no parece estar implicada en el desarrollo de
fracturas contiguas. Las lutitas que contienen caras { 1 1 1 J .
las mineralizaciones. en origen, debieron tener En la Figura 5 se muestran los diferentes
tipos de morfologías de cristales de pirita en
altos contenidos en clorita capaz de suminis­
función de la sobresaturaciÓn. Cuando las
trar el hierro necesario para fijar el sulfuro de
sobresaturaciones son muy altas. la interfase
los fluidos metamórficos como pirita.
de crecimiento es rugosa y las unidades de
cristalización que llegan son incorporadas
Variaciones ell fa morfología de fas cris­
rápidamente al cristal, generándose los crista­
tales de pirila
les con morfología de crecimiento cuarteado
Las morfologías que presentan los crista­
(Prieto, 1994). Cuando la sobresaturaci6n es
les de pirita van a eSlar relacionadas con el
algo menor, tenemos un mecanismo de creci­
tipo de mecanismo de crecimiento que las ha miento capa a capa por nuc!eación
generado. La temperatura y la sobresaturación bidimensional (Kossel. 1930) donde se gene­
son los factores principales que determinan el ran los cristales con morfologf3s de piritoedro.
tipo de crecimiento (Murowchick y Sarnes, En condiciones de sobresaturación algo mas
1987). En el caso de la pirita. las variaciones bajas el crecimiento se produce por la apari­
de temperatura necesarias para que se produz­ ción de dislocaciones helicoidales en las ca­
can los cambios morfológicos observados son ras (Burton et al.. 1951). De este modo, los
muy grandes (Murowchick y Sarnes, 1987). cristales con formas alargadas se producen
Estas variaciones no se dieron entre estos yaci­ por la sola presencia de un par de dislocaciones
mientos, ya que las condiciol'es metamórficas helicoidales activas en sus caras más peque­
alcanzadas por todos los depósitos fueron si­ ñas (Sunagawa. 1987).
milares (Alonso-Azcárate et al.. 1999a). Es Si consideramos el tipo de facies en el
más. los yacimientos de Ambasaguas y A. que encajan estas mineralizaciones se puede
Canadillas, Jos cuales presentan las morfologías eltplicar las variaciones en la sobresaturaciÓn
de más alta temperatura, alcanzaron condicio· de las soluciones que generan los depósitos.
nes de anquizona, las más bajas dentro de to­ Los yacimientos de Ambasaguas y
dos los yacimientos estudiados (Alonso­ A.Canadillas se encuentran en medios de de­
Azcárate et al.. 1999a). Asr, las variaciones en pósito de llanura deltaica, los cuales van a ser
la sobresaturación de los fluidos van a ser la ricos en materia orgánica. presentando abun­
causa de estos cambios morfológicos. dante pirita sedimentaria y sulfatos. Asf. va­
Otro factor que puede afectar la morfolo­ mos a disponer de un importante reservaría
gía cristalina es la presencia de impurezas en de S para formar las mineralizaciones. Ade­
el medio de crecimiento. ya que afectan a la
más, la presencia de abundantes sulfatos ten-
40 ALONSO-AZCÁRATE. J

Crecimiento controlado por la superficie

Crecimiento controlado por difusión


,

BAJA MEDIA ALTA

SOBRESATURACIÓN
Figura 5.- Rel3ción entre el h.1bilo de las piritas, el grado de sobrcsaluración y el mcc:¡nismo de
crecimiento cristalino.

drá un profundo efecto en la química de los a los fluidos metamórficos mediante la reduc­
fluidos durante el metamorfismo al producir. ción termoquímica de sulfatos sedimentarios.
se reacciones de termoreducción de sulfatos siendo este azufre isotópicamente pesado. como
del tipo (Alonso-Azcarate el al 2001):
.• se indicó anteriormente. De esta forma. si las
reacciones anteriores han controlado la quími­
SO,l· + W + 4H" � 4H O + HS- (4) ca de los fluidos metamórficos. los cristales de
SO/" + 2W + 4Hz � 4H10 + H1S (5) piritu de los yacimientos de Ambasaguus y
Arroyo Canadillas (grupa l ) deberían estar en­
que influenci.uán tanto el potencial redox (fHz) riquecidos en }.IS respecto a los otros. En la
y el pH como la generación de S reducido. De tabla 4 se puede comprobar como los yaci­
esta forma, los fluidos generados en litologías mientos del grupo 1 presentan composiciones
ricas en sulfatos tendrán una menor mI y una isotópicas significativamente más pesudas que
baja nH+ cuyo efecto en las reacciones de las del grupo 2. Así. podemos concluir que la
precipitación de pirita será el incremento del mayor disponibilidad de azufre asl como los
grado de saturaci6n en pirita: cambios en las condiciones redox y pH de los
fluidos como resultado de las reacciones (4) y
Fe!· + 2HS· � FeS1 + Hl (6). (5) fueron los factores dominantes en el con­
Fe:' + 2H1S � FeS: + 2H* + Hz (1). trol de la sobresaturaci6n en pirita de los nui­
dos metamórficos.
Sin embargo. el resto de los yacimientos
se sitúan en materiales depositados en siste­ Cálculos geotermomélricos
mas meandriformes en los que la formación de Mediante los análisis puntuales con la
piritas sedimentarias seria menor y no presen­ microsonda láser de las inclusiones de
tan concentraciones de sulfatos importantes. anhidrita y la pirita que la rodeaba (Tabla 3)
Esta hipótesis puede ser corroborada me­ se realizaron dlculos geolermomélricos con
diante las composiciones isotópicas de las el par sulfato-sulfuro. usando la ecuación de
piritas en ambos grupos de depósitos. Las re­ fraccionamiento isotópico en el equilibrio de
acciones (4) y (5) suministran azufre reducido Ohornoto y Lasaga ( 1 982). obteniéndose unas
Las mineralizaciones de pirita de la cuenca de Cameros . . . 41

temperaturas de equilibrio de 367±6DC. Esto no se movilizan los metales, como general­


sugiere que se alcanzó el equilibrio isotópico mente ocurre en este tipo de yacimientos. sino
entre las inclusiones de anhidrita y la pirita que lo que se moviliza es el S.
que las contiene y que no fue afectado por Así, durante el metamorfismo hidrotermal
reacciones de reequilibrio (Alonso-Azcárate que afecto a estos materiales del sector oriental
et al., 1999b). Estas T coinciden con las máxi­ de la cuenca, se genero un fluido rico en S
mas T estimadas para el metamorfismo de la procedente de la rotura térmica de piritas
cuenca durante las cuales se produjo la for­ sedimentarias y la reducci6n termoquímica de
mación del cloritoide en los sedimentos. De sulfatos Triásicos reciclados (Figrua 6). Estos
esta forma, la presencia de inclusiones de fluidos circulaban a través de las areniscas
cloritoide en las piritas así como las T de permeables, confinadas entre materiales de baja
formación calculadas, indican que la forma­ permeabilidad como son las lutitas, hasta en­
ción de eSltlS mineralizaciones debió de ser contrar un punto con alta porosidad y permeabi­
coetánea con el pico de metamorfismo. lidad, que en este caso serían 100S lutitas que
constituyen la matriz. en las cuales su permeabi­
lidad ha sido aumentada mecánicamente por la
Conclusiones presencia de las fracturas hidroplásticas, De esta
forma, estas fracturas son la vía de entrada de
Estos yacimientos pueden ser clasifica­ los fluidos a estos niveles, los cuales presenta­
dos como yacimientos melamorfogtnicos ban minerales de Fe reactivos como la clorita,
(Pohl, 1992) formados como resultado de un que mediante reacciones de sulfurizaci6n for­
proceso de movilización. Aunque en este caso marían los cristales de pirita,

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Figura 6.- Di agrama csquem:itico del proceso de formación de las mineralizaciones de pirita,
42 ALONSO-AZCÁRATE. J

Las importantes variaciones en las com­ de pirita en la Cuenca de Cameros: su


posiciones isotópicas entre depósitos muy cer­ relacion con las facies sedimentarias y el
canos, indican la presencia de fuentes locales metamorfismo. Cretacico Inferior. La
de azufre y su variación durante el proceso de Rioja-Soria. Tesis Doctoral, Universidad
mineralización. La presencia de inclusiones Complutense, Madrid.
de cloriloide en las piritas así como las tem­ A!onso-Azcárate, J., Barrenechea, J.F., Rodas,
peratura de formación calculadas indican que M., Mas, R. ( 1995): Comparati ve study
la formación de estas mineralizaciones debió of the transition between very low grade
de ser coetánea con el pico de metamorfismo. and low grade metamorphism in
Las variaciones morfológicas en los cristales siliciclastic and carbonate sediments,
de pirita entre las diferentes mineralizaciones Early Crelaceous, Cameros Basin (North
están comroladas por el grado de sobresaturación Spain). C/ay Mil/erais, 30, 409-422.
en azufre de Jos fluidos metamórficos. Éste a su Alonso-Azcárale J., Rodas M., Bottrell S.H.,
vez está controlado por el tipo de facies Raiswell R., Velasco F., Mas J.R.
sedimentarias en el cual encajan los diferentes ( 1 999a): Pathways and dislances offluid flow
depósitos. Por un lado, las morfologías de alta during !ow-grade metamorphism:
sobresaluración aparecen en las mineralizaciones evidence from pyrile deposits of the
cuyos sedimentos presentaban una mayor dispo­ Cameros Basin, Spain JOllmal o[
nibilidad de azufre sedimentario en forma de Melamorphic Ge% gy 17. 339-348.
pirita y sulfatos (facies de llanura deltaica lacus­ A!onso-Azcárate J., Boyce AJ., Bottrell S.H.,
tre). Además, las reacciones mf',tamórficas en las MacAulay C., Rodas M., Fallick A.E.,
cuales participan sulfatos producen fluidos más Mas, J.R. ( l 999b): Devc!opment and use
oxidados , con mayor pH y con mas altos conte­ of ill sitll laser sulfur isotope analyses for
nidos en azufre reducido, lo que genera una ma­ pyrite anhydrite geothermometry: an
yor saturación en pirita. Por otro lado, las examp!e from Ihe pyrite deposits of the
morfologías de baja sobresaturación aparecen en Cameros Basin, NE Spain. Geochimica el
depósitos que se encuentran en facies Cosmoclzimica Acta 63, 509-5 13.
sedimentarias de tipo meanclriforme donde la dis­ Alonso-Azcárate, J., Rodas, M., Boltrell, S.H.,
ponibilidad de azufre sedimentario es más baja. Mas, J.R., Raiswell. R. ( 1999c): Estudio
textural e isotópico de [os sulfuros
Agradecimientos diseminados en los sedimentos de la
cuenca de Cameros (La Rioja, España).
Este trabajo ha sido financiado por los Re\!. Soco Geol. Espmia, 12, 241 -249.
proyectos PR 179/91-3469 de [a Universidad Alonso-Azcárate. J Rodas. M., Fernández­
.•

Complutense de Madrid, PB94-0054 de la Díaz. L., Boure!l. S . H Mas, J.R. y López­


.•

DGICYT, PB97-0298 de la D.G.E.S. y Andrés. (2001): Causes of variation in


BTE200 1-026. Se agradece la inestimable co­ crystal morphology in metamorphogenic
laboración de todos mis compañeros de la pyrite deposits of the Cameros Basin (N
Universidad Complutense y la Universidad Spain). Geofogical Joumaf, 36. 159-170.
de Leeds en la realización de este trabajo. Barnes, H. L. ( 1 979): So!ubilities of ore
minerals. In: (H. L. Bornes ed.)
Geocllelllistry o[ IIydrotllermol ore
Bibliografía deposits. Wifey, New York, N. Y, 2nd ed.,
404-460.
Alonso-Azcárate, J. ( 1997): Evolucion de los Barrenechea. J.F., Rodas. M., Mas, J.R.
filosilicatos y genesis de [os yacimientos ( 1995): Clay mineral variation associated
Las mineralizaciones de pirita de la cuenca de Cameros . . . 43

to diagenesis and low grade Blle/IO/lall P. G. ed.) Basiu 1l/versioll,


metamorphism of early Creataceous Geological Society Special Pl/bUcalioll.
sediments in the Cameros basin, Spain. 88. 433-453.
Clay Minera/s, 30, 89- J03. Guiraud. M. ( 1983): Evolution tectono­
Burton, W. K., Cabrera, N., Frank, F.C. sédimenlaire du basin Wealdien (Crétacé
(1951): The growth of cryslals and inféTieur) en reIais de décrochements de
equilibrium slruclures of their surfaces. Logroño-Soria (NW Espagne). Tesis
Pllilosofieal Trallsactiolls 243, 299-358. doctota!. MOlllpellier, Ullil'ersité des Seiellces
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Caracterización textural y mineralógica del gossan de Fi­


lón Sur (Tharsis, Huelva)

Ángeles CAPITÁN, José M. NIETO, Rein::.ldo SÁEZ y G::.briel R. ALMODÓVAR


Dep::.rlamenlo de Geologf::., Facull::.d de Ciencias Experimentales, Universidad de Huelva,
21071 Huelva

Ahslruct: The Filón Sur dcposil is loc�tcd in the Thnrsis mining districl. in Ihc centra! pan of the
Iberian Pyrile Beh, about 50 Km to thc north of the city 01' Huelva, A genelic hypothesis for the gossan
evolution has becn estabished from Iheir textural and mineralogieal charaeterization. Two main stages have
been rccognised in Ihe gossan formation process. Thc I1rst one is associatcd 10 the oxidation of thc primary
sulfhidc mineralization above the water table, giving rise to the formalion of goclhile, bcudantite·corkile,
and aceesory iodargirite. chlorargirite, silver, gold. barite and eerussite. The second stage is related 10 the
evolution of the gossan aOer Ihe complete oxidation of Ihe sulphide mineralization took place. In Ihis stage
gocthite and hematite are formed from destabilization ofbcudantile and dehydration of gocthite.
Key words: gossan mineralogy, gold, Filón Sur, Tharsis, lberian Pyrite Bell

Resumen: El yacimiento de Filón Sur se localiza en el distrito minero de Tharsis. en la parte central
de la Faja Pirltica lbtrica. a unos 50 Km al norte de la ciudad de Huelva. Se ha establecido una hipótesis
ge.nética para la evolución del gossan a partir de su caracterizaeión textural y mineralógica. Se han
reconocido dos etapas en el proceso de formación del gossan. La primera de el1as asociada a la oxidación
de la mincralización primaria de sulfuros por encima del nivel freático. dando lugar a la formación de
goelhila, beudantita·corkita. iodargirila. clorargirita. plata, oro, barita y cerusita. La segunda etapa está
relaciollada con la evolución del gossan, tras la oxidación completa de la mineralización primaria de
sulfuros. En esta etapa se formaron goethita y hematites por desestabilización de la beudantita y por
deshidr:llac:ión de la gocthita.
Palabras clave: mineralogfa de gossan, oro. Filón Sur. Tharsis, Faja Pirftica Ibérica

Introducción sas labores mineras que desde épOcas prehis­


tóricas se han desarrollado en toda la región
La Faja Pirítica Ibérica se caracteriza por (Pinedo Vara, 1963).
la existencia de un elevado número de yaci­ En la Faja Pirítica Ibérica los datos bi­
mientos de sulfuros masivos polimetálicos bliográficos existentes sobre gossans están
(Almodóvar y Sáez, 1992; Leistel et al., 1998; vinculados básicamente con la minerí::. y me­
Sáez et al. , 1999). La meteorización de estas talurgia de estos depósitos. En COnsecuencia,
mineralizaciones ha dado lugar a potentes los estudios mineralógicos y geoqurmicos rea­
monteras de hierro enriquecidas en ciertos lizados hast::. el momento se han centrado fun­
elementos, entre ellos metales preciosos como damentalmente en la recuperación de metales
Au y Ag. Hoy en día estas monteraS, conoci­ (Roca el al., 1999), y en la estimación de
das con el nombre de gossans, están desman­ reservas de Au y Ag (Garda Palomero et al.,
teladas casi en su totalidad debido a las ¡nten- 1986), sobre todo a partir de los años ochenta
46 CAPITÁN, A. et a l .

como consecuencia d e la caída del precio del su complejidad (Schennerhorn, 1 97 1 ). S i n


Cu (Arribas, 1998). Las características considerar l o s terrenos d e l a Zona d e Ossa­
m i neralógicas, texturales y l itológicas en este Morena y del Grupo Pulo do Lobo, ni los
tipo de formaciones se conocen con menos sedimentarios recientes del V a l l e del Guadal­
detalle. Por tanto, el objetivo de este trabajo q uivir, son tres la s unidades principales d i fe­
es la caracterización m i neralógica y renciadas en la Faja Pirítica Ibérica: Grupo
petrogrMica de los disti ntos tipos l i tológicos Pi zarroso-Cuarcítico, Complej o Vol cano­
de gossan d i ferenciados en Filón Sur (Tharsis), Sedimentario y Grupo C u l m .
así como el estudio de la distribución de las El Grupo Pizarroso-Cuarcítico e s d e edad
fases mi nerales a lo largo de un perfil COIll� Devónico medio-superior. Está constituido por
piCIO. con l a I'inal idad de establecer las rela­ secuencias de pizarras y cuarcitas con poten­
ciones existentes entre m i neralogía, l i tología cias de hasta 3000 m (Strauss, 1 970), predo­
y procesos de evolución en el gossan. m i nando las cuarcitas sobre las pi zarras a te­
cho de dichas secuencias (Moreno y S¡íez,
1 990). Estos maleriales son los más anti guos
Contexto geológico regional que se han identi ficado en la FPI.
La edad del Complej o Volcano­
La FPI ocupa una franja de aproximada­ Sed i mentario es Devónico superior
mente 230 Km de longitud y 40 Km ele anchu­ Carbonífero inferior. Se caracteriza por ser
ra media, desde Sev i l l a hasta la costa at[(¡nli - . una unidad muy heterogénea cuya potencia
ca portuguesa. Es!¡í constituida por materia­ varía entre 50 y 750 J1l (Schermerhorn, 1 97 1 ) ,
les sedimentarios y volci.l n icos de edad habiéndose descrito i m portantes acuñamientos
Paleozoico superior (Figura 1 ) Y su laterales. Está compuesto por varios episo­
estrati grafía está bien establecida a pesar de dios magmálicos félsicos y máficos i n tercala-

A Madrid
.

o 20 40 Km.

D GRUPOCULI.1 D COBERTERA POSTHERCINICA


FPI

I O COMPLEJO VOLCANO-SEOIMENTARlO
GRUPOPQ

* • . SULFUROS MASIVOS
l.J:2I ROCAS PLUTÓNICAS
:OOi
� GRUPO PULO 00 LOBO

Figura 1.- Mapa geológico regional de l a Faja Pirítica Ibérica en el que están localizados los pri ncipal e s
yacimientos de sulfuros masivos. Modificado de Sáez et al. ( 1 996).
Caracterización textural y mineralógica del gossan de Filón Sur. . . 47

dos en una secuencia sedimentaria constitui­ El yacimiento de Filón Sur, constituido


da por rocas detríticas (en sentido estricto) y por pequeñas masas lenticulares de sulfuros
vulcanodetrfticas, así como depósitos de ori­ masivos con longitudes entre 100 y 150 m y
gen químico. Entre estos últimos, se incluyen potencias de 20 a 30 m, está encajado en
niveles si1fceos de chert y jaspes pizarras negras (Figura 2). Existen también
manganesíferos y los sulfuros masivos. que mineralizaciones de tipo stockwork y
muestran relaciones estratigráficas diversas diseminaciones de sulfuros en pizarras, osci­
con las rocas encajantes (Sáez et al., 1996). lando el grado de mineralización desde muy
El Grupo Culm, de edad Carbonífero me­ intenso a débil. Este conjunto de materiales,
dio-superior. se compone de pizarras, areniscas sería equivalente a la Unidad Inferior diferen­
y conglomerados que muestran caracterrsticas ciada en Filón Norte por Tornos et al. ( 1 998).
de facies nysh y representan el relleno de una Los procesos de oxidación ;11 silu de los
cuenca subsidente por sedimentación turbidrtica, yacimientos de sulfuros masivos originaron
cuyas áreas fuente habrían sido tanto la propia los gossans masivos existentes en esta zona.
FPI como las unidades del norte. incluida la En ellos se centró la actividad minera desde
zona de Ossa-Morena (Moreno, 1993). épocas prehistóricas e históricas para la ob­
tención de Cu. Au y Ag. Los gossans de la
FPI. principalmente en Rro Tinto y Tharsis,
Distrito minero de Tharsis han sido una importante fuente de Au para
Europa a partir de 1970. En estos yacimientos
El distrito minero de Tharsis lo compo­ secundarios el factor medio de enriquecimien­
nen 16 mineralizaciones conocidas de sulfuros to en Au es aproximadamente 6, con leyes
masivos asociadas al volcanismo ácido ini­ medias que oscilan entre 1 y 3 gil.
cial del Complejo Volcano-Sedimentario. Es­
tas mineralizaciones se localizan en el
Anticlinal de Tharsis. que constituye el cierre Metodología
oriental del Anticlinorio de Puebla de Guzmán
(Strauss y Madel, 1974). Se ha seleccionado un perfil completo de
En todo el distrito las mineralizaciones gossan itl SiIU, localizado sobre sulfuros ma­
de sulfuros importantes económicamente son sivos, en el que se han recogido un número
cuerpos de morfología estraliforme encajados representati va de muestras en cada uno de los
en pizarras negras. Filón Norte es el mayor de niveles diferenciados en dicho perfil.
los yacimientos de este distrito y además uno El estudio mineralógico y textural se ha
de los depósitos de sulfuros masivos más gran­ realizado combinando los resultados obteni­
des del mundo. Estructuralmente, consiste en dos mediante microscopfa óptica de luz refle­
un sistema imbricado de cabalgamientos de jada, microscopfa electrónica de barrido,
bajo ángulo que buzan al norte, en el que tres difracción de Rayos X y microsonda electró­
zonas de falla muy potentes separan las tres nica. Las muestras se han analizado mediante
unidades principales diferenciadas por sus ras­ difracción de Rayos X para la identificación
gos lilológicos.e hidrotermales (Tornos et aL. de las fases mayoritarias, utilizando para ello
1998). La edad de la mineralización primaria un difractómetro Siemens modelo 0-501 , con
ha sido determinada por métodos isotópicos radiación CuKa filtrada por Ni y
(Mathur et al 1999) y mediante palinomorfos
.• monocromador de grafito. Las condiciones de
(González et al., 2002). En ambos casos. los análisis han sido 40 Kv Y 20 mA. con un
resultados indican una edad próxima al límite barrido 29 entre 2° y 70°. Para [a identifica­
Devónico-Carbonífero. ción de las fases, se han empleado ficheros
48 CAPIT Á N , A. el a l.

JCPDF ( J oi n l C o m m illee F o r Po\Vder Descripción del pe/Jil del gossw/ y dife­


D i ffraclion F i l e) . Mediante m icroscopía elec� renciación de facies
trónica de barrido (MEB) se ha realizado un La secuencia de l i tofacies de l a zona de
estudio microtextural de deta lle y ha sido po­ alteración del yaci m iento de F i l ó n Sur se h a
sible la caracterización q u ímica preliminar de establecido tras e l estudio y caracterización
la m i neralogía mayoritaria y m i noritaria, de un perfil completo del gossan masivo, en
obteniéndose a n ú lis is c u a l i tativos y el que no existen materiales suprayacentes al
semicuantita:ivos por espectrometría de dis­ n ivel superior del m i sm o y el muro se en­
persión de energía (EDS) en condiciones de cuentra en contacto directo con los s u l furos
20 Kv de voltaje de aceleración. Los hidróxi­ masi vos precursores (Figura 3 ) . Se han d i fe­
sul fatos de Fe se han caracterizado renciado, de techo a muro, tres l i tofacies a las
cualitativamente mediante MEB-EDS, siendo que se ha denominado: Gossan Hematítico,
necesario introducir correcciones en los aná­ Gossan Goethítico y Gossan Jarosítico. La
l isis obtenidos a panir de los resultados de terminología ha sido establecida en función
m icrosonda electrónica. El estudio químico del m i neral primario que predom ine entre las
cunntitativo de las fases m in erales se ha reali­ fases mayoritarias de cada I i tofacies. La he­
zado con una mi c rosonda CAMECA SX50 matites, la goethita y los m i nerales del grupo
equipada con cuatro espectrómetros de dis­ de [a jarosita son las fases m ¡'is abundantes
persión de longitud de onda. Se han seguido respectivamente en cada una de las l i tofacies,
dos rutinas de análisis, una para óxi-hidróxidos las cuales se disponen siempre en el m is mo
de Fe y otra para hidróxi-sulfalos de Fe. En orden secuencial con i mportantes variaciones
ambas rutinas se ha trabajado con un voltaje laterales de espesor. E l gossan goethílico pre­
de aceleración de 20 Kv y una corriente de senta las mayores potencias de todo el perfi l .
sonda de 30 nA. Los contactos no son netos y ex isten cambios

om 20

Figura 2.- Mapa geológico del entorno de la corta de Filón Sur. a) Cuarcitas del PQ. b) Pizarras del PQ.
e) Roeas volcánicas. d) Pizarras negras. e) Sulfuros masivos. f) Pizarras gossanizadas. g) Gossan masivo.
h) Niveles de sulfatos. i) Gossan transportado. j) Pizarras meleorizadas. Modi ficado del mapa realizado
por la Compañía de Azufre y Cobre de Tharsis para el proyecto Filón Sur (anterior a l a e xpl o t ación) . La
Iínc.t discontinúa representa la situación actual de la corta.
Caracterización textural y mineralógica del gossan de Filón Sur. . . 49

graduales en la abundancia relativa de los matiles y en el gossan goethítico, por goethita.


minerales mayoritarios que permiten la dife­ La brecha es anterior al proceso de formación
renciación de las litofacies. del gossan, de modo que en la parte superior
En el Gossan Hematítico son la goethita y de la misma los procesos de oxidación están
la hematites los minerales más abundantes. más evolucionados que en su parte inferior,
Además se han identificado cuarzo y mostrando la matriz la misma variación
beudantita, esta última formando agregados mineralógica que las litofacies en las que está
mili métricos de cristales de color amarillo intercalada, de hematflica a goethítica.
intenso. Dentro del gossan hematítico se dife­ La facies brechoide correspondiente al
rencian a su vez dos variedades textura les, gossan goethftico se restringe sólo a la zona
facies brechoides y facies coloformes, que superior del mismo, donde se intercala con la
también se distinguen en el gossan goethítico. facies coloforme. Esta última se compone por
Las variedades coloformes son las caracterís­ una matriz limonftica que está cementada por
ticas propiamente de este tipo de yacimientos costras goethfticas con textura coloforme. Las
de alteración, en las que los óxi-hidróxidos de costras goethíticas coloformes son muy abun­
hierro presentan textura coloforme y tienen dantes y caracterrsticas de la parte superior de
un aspecto tornasol irisado. Las variedades esta lilOfacies, pero desaparecen de forma pro­
brechoides corresponden a facies con textu­ gresiva hacia la parte inferior de la misma.
ras heredadas. Los fragmentos de la brecha donde la matriz presenta un aspecto menos
son de cuarzo, que es el mineral más abun­ masivo. La matriz terrosa de la parle superior
dante en estas facies, con morfologra desde presenta un tamaño de grano más fino « I 1-1-)
angular a subredondeada y tamaño entre y homogéneo que la de la parte inferior. Tam­
centimétrico y micrométrico. Dichos fragmen­ bién hacia la parte más alta, por debajo del
tos están cementados por óxi-hidróxidos de gossan hematftico, existen niveles de goethita
hierro también con textura coloforme, en el iridiscente que marcan el tránsito entre el
gossan hematítico mayoritariamente por he- gossan hematftico y el goethftico, en los que

� Facies Brechoide

� Facies Hematltica Colo/arme

E:�j Facies Goethltlca CoIoforme

t-_-:J Facies GoalhrUca Masiva

� AIoocIIIos de sulfatos

� Facies Jarosillca

.. Sunuro masivo

Figura 3.- Columna sintética del perfil del gossan de Filón Sur donde se muestra la disposición de las
lilofacies diferenciadas.
50 CAPITÁN. A. el al.

es frecuente la cristalización en los huecos de diferenciar dos variedades de este mineral,


este mineral formando estalactitas de tamaño protohematites e hidrohematites. Hidrohe­
cenlimétrico. Por debajo de dichos niveles es matites y protohematites son dos variedades de
además característica la presencia de hematites que se diferencian composicional­
filoncillos de sulfatos (principalmente mente entre sí por el grado de hidratación res­
beudantita) de espesor entre 0.5-1 cm. pecto a la hematites como fase pura (Wolska &
La denominación "Gossan Jarosftico" Schwertmann, 1989). En realidad, por el grado
hace referencia al predominio de los sulfatos de deshidratación de la goethita original, ya
del grupo de la jarosita. siendo la beudantit3 que ambas son fases transicionales en el proce­
el mineral más abundante. A escala so de deshidroxilación y I o deshidratación de
macroscópica. se observan agregados de ·Ia goethita a baja temperatura. Protohematites
beudantila de color amarillo dentro de una es la fase que se forma en los primeros estadios
matriz terrosa de tamaño de grano grueso, de este proceso, siendo su comportamiento
tonalidades abigarradas y gran densidad. La metaestable respecto a hidrohematites. Este úl­
parte superior presenta una estructura masiva timo se forma a medida que el proceso conti­
debido a l a cementación mientras que la par­ nua y aumenta la proporción de 01. respecto a
te inferior presenta una aspecto terroso. la de OH·. Según Wolska & Schwertmann
(1989) ambas fases pueden diferenciarse en
función de la proporción de ()l' sustituidos por
Mineralogía grupos OH·, ya que tienen espectros de absor­
ción de infrarrojos característicos. Determinan­
Las fases minerales mayoritarias identifi­ do así el grado de sustitución en cada caso,
cadas en el gossan de Filón Sur son: óxi­ establecen la fórmula estructural FeJ_�
hidróxidos de Fe, cuarzo y sulfatos de la fa­ �(OH).OJ.• y determinan el valor de x para
milia de la jarosita. Dentro de estos últimos, cada fase.
el ttrmino identificado en todo el perfil es la Al tratarse de un proceso continuo de des­
beudantita (Figuras 4 y 5), aunque en las fa­ hidratación es prácticamente imposible esta­
cies hematítica coloforme y hematítica blecer diferenciaciones texturales claras entre
brechoide (en el gossan hematítico) tambitn
se ha reconocido corkita (Figura 4), según los so,
criterios de clasificación de Scon ( 1 987) y
Dutrizac & Jambor (2000). La composición
de la beudantita en los distintos tipos de gossan
es, en general, homogénea.


Los análisis de goethita y hematites, obte­
nidos tanto por EPMA como por MEB-EOS,
muestran contenidos en FeUl inferiores a los
que corresponden estequiomttricamente a es­ o>

tos minerales. Este dUicit de FeUlen la goethita Beudantita

se debe a imperfecciones estructurales, mien­


tras que en la hematites se debería a la sustitu­
Klntorelta Segnltita
ción parcial de Ol- por grupos OH", lo que
provoca vacancias en posiciones catiónicas. A PO,
pesar de que mediante DRX se ha identificado
hematites, los datos composicionales obteni­ Figura 4.· Diagrama de Sean ( 1987) para la clasi­
dos por MEB-EDS y EPMA, han permitido ficación de los minerales del grupo alunita-jarosita.
Caracterización textural y mineralógica del gossan de Filón Sur . . . 51

ambas variedades, refiriéndonos a estas fases mismo, donde predomina la protohematites.


como hematites, tal como se ha caracterizado Este hecho seria coherente con estadios más
mediante difracción de Rayos X . Sin embar­ avanzados de oxidación de la parle alta res­
go, sí puede apreciarse una mayor abundancia pecto a la parte baja del perfil de oxidación
de la variedad hidrohematites en la parte su­ estudiado.
perior del perfil respecto a la parte baja del Los análisis realizados (Tabla 1 ) indican,

1.0 ,-------....,.-..,
Grupo
0.8 Lusungita

Grupo
Jarosita

0.4

0.2

o� __�--
__���--____ ��
O 0.2 004 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6 1.8 2.0
(X04)3. (mol)

Figura 5.- Diagrama SO.-PO.-AsO. para la clasificación de los miembros ricos en Pb del supcrgrupo
jarosi la. Modificado deDutrizac & Jambor. (2000).

Tabla 1.- Análisis de elementos mayores y trazas en hematites y goethita obtenidos mediante
EPMA. (G.H. Gossan Hematítico; G.G. Gossan Goethílico¡ GJ. = Gossan Jarosítico).
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52 CAPITÁN, A. el al.

además. la presencia de elementos trazas 5ig· siempre el mineral más abundante. En el


nificativos. tanto en la goelhila como en la gossan hematítico, estn facies es más rica en
hematites. Entre ellos, los más importantes son hematites (15%) que en goethita (5%) y se
As. Sb y Pb. Teniendo en cuenta la dificultad han identificado beudantita y corkita (!!> 5%).
de entrada de estos elementos en la estructura Sin embargo, en el gossan goethítico es más
de los óxi-hidróxidos citados. se considera que abundante la goethita (15%) que la hematites
su presencia estaría asociada a procesos de (5%) y sólo se ha identificado beudantita (!!>
adsorción, siendo estos procesos más eficaces 5%). En la facies coloforme del gossan
en la goelhila que en la hematites. goethítico, el óxi-hidróxido más abundante es
Aunque en todo el gossan los minerales la goethita (50%), mientras que la hematites
mayoritarios son esencialmente los mismos. (!!> 5%) Y la beudantita (!!> 5%) aparecen de
cada facies difiere de las demás en la abun­ forma mayoritaria sólo en la parle superior
dancia relativa de las fases mayoritarias y en del mismo. El cuarzo (40%) está presente en
la presencia de minerales accesorios, como toda esta parte del perfi l de alteración. La
puede verse de forma sistemática en la Tabla mineralogía mayoritaria del gossan jarosítico
2. Asr. en la facies colofarme del gossan se compone también de cuarzo (20%),
hematÍlico el cuarzo « 1%) es minoritario, y beudantita (40%), goethita (15%) y hematites
las fases mayoritarias son la beudantita-corkita (25%), mostrando la beudantita las abundan­
(10%), la goethita (10%) Y la hematites (80%). cias más altas de todo el perfi l.
En la facies brechoide el cuarzo (75%) es En función del origen se han distinguido

Tnbla 2.- Mineralogía de las litofacies diferenciadas en el gossan de Filón Sur.

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Naolormación

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NeolormaciOn

Residuales
Mlneralt$ �

Aesidllll!es

NllformaciOn

Resldualos
Caracterización textural y mineralógica del gossan de Filón SUL .. 53

dos tipos de minerales minoritarios: los mación de beudantita a goethita y I o hemati­


residuales y los de neoformación. La distribu­ tes y la de goethita a hematites.
ción de unos y otros en las diferentes lilOfacies Facies Hematítica Colo/arme. En la que
es heterogénea. Considerando en primer lu­ predomina la textura coloforme, siendo ca­
gar los de origen residual, el rutilo y el circón racterística la presencia de un microbandeado
están presentes a 10 largo de todo el perfil. La como resultado de la transformación progre­
casiterita se ha identificado en todo el gossan siva de goethita a hematites. En los huecos,
excepto en el nivel goethítico. La xenotima cristaliza beudantita subidiomorfa, con evi­
está presente en las facies brechoides y la dencias de reemplazamiento parcial por
monacita en la goethítica colo forme. Como goethita y hematites (Figuras 6a y 6b). De
minerales minoritarios de neoformaci6n más forma general, la secuencia de transforma­
importantes, se han identificado haluros de ción que muestran estas texturas es: beudantita
plata (AgCI, AgI), óxi-hidróxidos de baja � goethita � hematites. A pesar de que la
cristalinidad (Fe-Ti, Fe-Sn, Fe-Sb), cerusita, secuencia de transformación anterior es la más
barita, caolinita, oro y plata. La iodargirita común, existen evidencias de reemplazamiento
está presente en todo el perfil. mienlras que la de beudantila por hematites (Figura 6c). En
clorargirita y la plata sólo se han identificado las dos facies diferenciadas en el gossan
en el gossan goethítico. El oro, como granos hematftico, la matriz de textura masiva está
visibles mediante MES, sólo se ha reconoci­ constituida por hematites y goethita. En ella,
do en la facies goethítica coloforme asociado los cristales subidiomorfos de beudantita se
normalmente a cristales de iodargirita. distribuyen mostrando texturas propias de pro­
cesos de desestabilización y transformación a
6xi-hidróxidos de hierro.
Estudio microtextural Facies Goetflít;ca Coloforme. La textura
colofarme característica de la parte superior
Los patrones texturales de las fases mine­ de este nivel, presenta un microbandeado en
rales formadas durante la oxidación de los el que la goethila ocupa siempre la parle más
sulfuros, son muy homogéneos en todo el interna (Figura 6d). Hacia el borde de esta
gossan de Filón Sur. Predominan las texturas textura alternan goethita y hematites. con pre­
de transformación y reemplazamiento entre dominio de la última en las bandas más exter­
los minerales presentes, aunque cada facies nas y en las zonas más porosas. En algunos
presente además rasgos textura les propios. casos. la última banda la compone beudantita
Facies Breclloide. Los fragmentos de la y en ella se puede observar el reemplazamien­
brecha están cementados por una matriz de to parcial de este mineral por goethita (Figura
cristales de óxi-hidróxidos de Fe inferiores a 7a). Las zonas masivas de la matriz están
I IJ. con textura masiva, o por goethita (facies formadas por agregados de goethita acicular
goethítica brechoide) o hematites (facies de tamaño de grano superior a I ).L, a diferen­
hematítica brechoide) con textura coloforme. cia del resto de las litofacies en las que la
Esta textura sólo se desarrolla en el contorno goethila presenta un tamaño inferior. Al igual
de los fragmentos de cuarzo y presenta a ve­ que en el gossan hemalÍ1ico, el microbandeado
ces evidencias de reemplazamiento de goethita es el resultado de los procesos de transforma­
por hematites, conservando esta última la tex­ ción de beudantita a goethita y de ésta a he­
tura coloforme original de la goethita. Las matites. Los agregados aciculares de óxi­
texturas de reemplazamiento son muy frecuen­ hidróxidos de Fe que componen la matriz,
tes también dentro de la matriz, siendo uno de también se disponen en agregados nodulares
los principales rasgos texturales la transfor- que se asemejan a 105 típicos framboides de
54 CAPlT Á N , A. el a l.

pirita. Aunque estos nódulos son de Fe, de textura masiva, cementa granos de
mayoritariamente goethíticos. en determina­ cuarzo y cristales relictos de rutilo, circón y
das muestras presentan núcleos de beudantita casiterita. La ausencia generalizada de textu­
y bordes hematíticos. ras colo formes caracteriza al gossan jarosítico
Facies Jarosítica. Las relaciones masivo. La beudantita es m u y abundante y se
texturales entre l as fases mayoritarias son muy concentra principalmente como agregados cris­
di ferentes desde la parte superior de esta talinos en los huecos entre los granos de cuar­
l itoracies hacia el contacto con los sulfuros zo mostrando evidencias de reemplazamiento
masivos. En la zona de transición entre el por goethita (Figura 7b), la cllal est<Í a su vez
gossan gocthítico y el jarosílico, las texturas, reemplazada por hematites (Figura 7c). En al­
aunque más simples, son simi lares a [as descri­ gunos casos, la hematites se forma por deses­
las anteriormente. La matriz de óxi-hidróxiclos tabilización de beudalltita (Figura 7d).

Fig ur a 6. a) Gossan hematít i co coloformc: microbandcado coloformc desarrollado por transformación de


goet hi t a (goe) a hematites, con cristalización dc bClIdantita (be) en los huecos. b) Gossan hcmatít i co
coloforme: cristal idiomort"o de beudantita parcialmente reemplazado por goe t h ita y hem at ites Transfor­
.

mación gr ad ua l de l a gocthita a hematites. e) Gossan hcm:Hítica co l o for me : ni v e les de bcud an ti ta


parci al me n te reemplazados por hematites. d) Gossan goe th íti co colot"orme: microbandeado coloforme
por transfotmación de goe th i ta (gac) n hematites (hm) Cll l a p artc más cxtcrna de e st a tcxtura. La última
banda está constituida por bClIdantita (be) parcialmente transformada a goclhi t a .
Caracterización textural y m i neralógica del gossan de Filón Sur. 55

Discusión y conclusiones las asociaciones originadas en la primera fase,


La primera fase comienza con la oxida­
El estudio mineralógico y microtextural ción de los s u l furos, evolucionando el pH
del gossan de Filón Sur ha permitido recono­ progresivamente hasta valores de acidez mo­
cer cinco etapas de cristalización que se inclu­ derados. Inicialmente (Etapa ¡ ) , el pI-! mode­
yen en dos fases principales de alteración de radamente ácido (>3) y la baja concentración
los sulfuros masivos (Tabla 3). La primera fase de SO/o en las soluciones, favoreció que sólo
comprende los procesos de oxidación de se rorlllíua goel h i la por oxidación de la pirita,
sulfuros sellSI/ slricro, consistentes en la trans­ En un estadio más avanzado del proceso, cuan­
formación de s u l furos a óxi-h idróxidos e do la proporción de s u l furos oxidados es su­
hidróxi-sulfalos (Etapas I a 3 ) , mientras que la perior, disminuye el pl-l de las soluciones y
segunda fase (Etapas 4 y 5 ) está relacionada aumenta progres ivamente l a concentración de
con la evolución posterior del gossan tras su SO}, en las m i smas, lo que favorece la estabi­
formación, y consiste en la transformación de li z¡¡ción de la beudantita (Brown, 197 1 ) . Du-

Figura 7, a) Gossan gocthítico colofarme: detalle de la rolo 6-d donde se observa la transformación de
bcudantita a gocthita, b) Gossan jarosítico: textura de reemplazamiento entre bcudantita y gocthita. e)
Gossan jarosíslica: textura de reemplazamiento entre goclhita y hematites. d) Goss::tJl jarosísl ica: cristales
idiomorfos de bcudantita en la matriz parcialmente reemplazados por hematites.
56 CAPITÁN, A. el al.

Tabla 3.- Paragénesis minerales correspondientes a las distintas elapas de alteración


diferenciadas en el gossan de Filón Sur.

Primera Fase l· Segunda Fase


I Etapa 5
Etapa 1
I Etapa 2
I Etapa 3 Etapa 4

GOETHITA 1_
BEUOANTITA ,

IOOARG1RITA
BARITA: "
GOETHITA 2
HEMATITES - - - -

rante un tiempo. se forman simuJláneamenle hematites, son las que predominan en todo el
goethita y beudantita (Etapa 2). aunque en gossan de Filón Sur.
condiciones de pH inferiores o próximas a La segunda fase en el origen y evolución
tres, la goethita deja de ser estable, favore­ del gossan de Filón Sur continúa en la actua­
ciendo la cristalización de beudantita (Elapa lidad, puesto que existen en desequilibrio
3). En esta misma elapa, aunque no necesaria­ beudantita, goethita y hematites. La desesta­
mente de forma simultánea, se formaron otros bilización de la beudantita está controlada por
minerales como iodargirita, clorargirita y el aumento progresivo del pH, ya que este
barita. Esta primera fase finaliza cuando se mineral se forma exclusivamente en condi­
completan los procesos de oxidación de ciones oxidantes y ácidas (Brown, 1971). El
sulfuros por encima del nivel freático. campo de estabilidad de este mineral aparece
A partir de ese momento comienza lo que para condiciones de pH inferiores a tres, mien­
hemos denominado segunda fase, en la que las tras que el de los óxi-hidróxidos de Fe lo hace
soluciones percal antes evolucionan progresi­ por encima de este valor. Sin embargo, dado
vamente a más oxidantes y menos ácidas. Al que la desestabilización de beudantita a pH
no quedar sulfuros que oxidar, se interrumpe el superior a tres es relativamente lenta, la exis­
proceso de generación de acidez y el consumo tencia de beudantita junto con goethita y I o
de oxígeno, y al llegar de nuevo a condiciones hematites es habitual.
de pH superiores a tres (Etapa 4), la beudantita Por otro lado, en condiciones naturales se
deja de ser estable, y comienza a transformarse produce un "envejecimiento" de la goethita y
en goelhita. A su vez, la goethita se comporta su transformación progresiva a hematites por
de forma metaestable, iniciando su deshidrata­ procesos muy lentos de deshidratación (Alpers
ción a baja temperatura y la transformación y Brimhall, 1989). Por esta razón, la goelhila
parcial a hematites. Esta transformación pudo es muy frecuente en sedimentos recientes pero
ser simultánea, durante un tiempo, con la des­ no en rocas sedimentarias más antiguas, en las
estabi lización de beudantita a goethita, o bien que predomina la hematites. La formación de
ocurrir posteriormente, ya que no existen evi­ la hematites en el gossan de Filón Sur se pro­
dencias texturales claras en este sentido. En un duce siempre por deshidratación de la goethita
último estadio de esta segunda fase (Etapa 5), o por la desestabilización de la beudantita. ya
la desestabilización generalizada de beudantita que no se ha identificado hematites como fase
y de goethila da como producto final hemati­ pura, sino dos variedades parcialmente
tes. Las texturas de transformación gradual y hidratadas: protohematites e hidrohematites.
de reemplazamiento de goethita y beudanlita a Por otra parte. el mayor contenido en elemen-
Caracterización texlUraJ y mineralógica del gossan de Filón Sur. . . 57

tos adsorbidos que presenta la goethita frente a Pirítica Sur-Ibérica. In: "Recursos
la hematites. se relaciona con el proceso de Minerales de España", J. Guinea y J.
formación de cada mineral. La goethita se for­ Martínez Frías, eds. CSIC. Madrid, 1309-
ma a partir de soluciones ricas en metales du­ 1324.
rante los procesos de alteración de sulfuros. Alpers. C.N. y Brimhall, G.H. (1989):
adsorbiendo parcialmente dichos elementos en Paleohydrologic evolution and
solución. En cambio. la hematites se forma por geochemical dinamics of cumulative
deshidratación de la goethita. siendo moviliza­ supergene metal enrichment al La
dos en este proceso parte de los elementos Escondida. Atacama Desert. nothern
adsorbidos inicialmente por la goethita. Chile. EcolI. Geology 84, 229-255.
La transformación de goethita a hemati­ Arribas. A. ( 1 998): Los Yacimientos de Oro
tes está también condicionada por otros facto­ asociados con las monteras limonÍlicas de
res. como la temperatura y el tamaño de los la FPI. Bolelfn Geológico y Mil/ero 109.
cristales. De hecho. existen diferencias entre 429·434.
los niveles del perfil de gossan en Filón Sur, Brown, B . (1971): Jarosite - Goethite
que se relacionan con el tamaño original de los stabilities at 25 oC, 1 atm. Mineral.
cristales de goethita. Así, en el gossan Deposita 6, 245-252.
goethftico, con un tamaño medio de los crista­ Dutrizac, lE. y Jambor. J.L. (2000): Jarosites
les de goethita superior a 1 J-l, es donde menos and their application in hydrometallurgy. In:
a progresado la transformación de goethita a "Sulfate Minerals: crystallography,
hematites, siendo muy generalizada en el resto geochemistry & environmental significance",
de niveles definidos, que muestran un tamaño C.N. Alpers, J.L. Jambor y O.K. Nordstrom,
medio de cristales inferior a l J-l. Según eds. Reviews in Mineralogy & Geochemistry,
Langmuir (1971). la transformación de vol. 40, 405-452.
goethita a hematites se favorece con el au­ García Palomero, F., Bedia Fernández, J.L..
mento de temperatura, aunque el límite térmi­ García Magariño. M. y Sides. EJ. (1986):
co de estabilidad entre ambas fases es varia­ Nuevas investigaciones y trabajos de
ble y función directa del tamaño de los crista­ evaluación de reservas de gossan en Minas
les. por lo que a igualdad de temperatura se de Riotinto. Bol. Geol. Mili. T. 97. 622-642.
favorece la transformación a hematites en Gonzáles. F., Moreno, C., Sáez, R. Y Clayton,
aquellos niveles en los que la goethita presen­ G. (2002): Ore genesis age of the Tharsis
ta un tamaño de grano inferior. Mining District (Ibrian Pyrite Bell): a
palynological approach. Geol. Soco
l..o/UJOII 159, 229-232.
Agradecimientos Langmuir. D. ( 1 9 7 1 ) : Panicle size effect on
the reaction: goethite hematite + water.
=

Este trabajo ha sido financiado por el minis­ Am. lour. Sc;. 271. 147-156.
terio de Ciencia y Tecnología a través del pro­ Leistel. J.M Marcoux. E Thiéblemont. D
.• .• .•

yecto REN2000-1003-C03-03 y por la Junta de Quesada. C Sánchez, A., Almodóvar.


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Bolea" de la Sociedad Espmiola de Mineralogía, 26 (2003), 59-67 59

Caracterización mineralógica y técnica de materiales


zeoIíticos naturales de uso comercial.

Antonio FLORES MACiAS', Pedro BOSCH GIRALl , Victor LARA CORONAl, Víctor
ORDAZ CHAPARRO�, José 1. CORTÉS FLORES�, Ferna'ndo DE LEÓN GONZÁLEZ',
'Laboratorio de Fisiología y Tec nología de Cultivos, Universidad Autónoma Metropolitana­
Xochimilco, Calzada del Hueso 1 100, Col. Villa Quietud, 04960 México D.F., México.
lInslituto de Investigaciones en Materiales, Ciudad Universitaria, Circuito Exterior, México D.
F., Méx ico
lDeparlamento de Química, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, Michoacán y
La Purfsima, México D.F., México.
41nsl11uto de Recursos Nalurales. Colegio de Poslgraduados. Km. 35.5 Carr. México-Texcoco.
Montecillo, Edo de México

Abstraet: One of Ihe mosl common limilalions of Ihe research work on zeolites as ionie exchangers
is ¡hat the used natural zeolite (eatures are unknown. This work compares Ihe cryslallographic and
morphological properties as well as Ihe semiquantitative chemical eomposilion of IWO materials. The
used techniques were X-ray diffraction (XRD), scanning electron microscopy (SEM), and energy
dispersive X-ray Speclroscopy (EDXS). The cation exchange capacity (CEC) values obtained through the
saluralion techniques wilh ammonium acctate (SAM). sodium acetate (SAS) and modified ammonium
acetate (SAMM) are also shown. Thc XRD study of both zeolites showed the presenee of clinoplilolite
(Zep) in a percentage of 90% and 45%. The CEC values oblained Ihrough SAM. SAS and SAMM are
substanlially different, the lower values were obtained using Ihe SAM and SAS techniques. Unexpectedly,
Ihe highcr clinoptilolite-zeolite content showed lower CEC values, while the less one registered the
highest values. CEC results suggest that the use of one or the other technique might underestimate or
overestimate the ionk exchange interactions when the zeolite was meant to function as a cation exchanger.
According to the XRD and CEC data. the clinoptilolite canten! of a zeolite material is not always related
lo a high CEC levc!.
Key words: Clinoptilolile. Mordenite, Nalural zeolites, XRD. SEM, Ion exchanger. Cation exchange
capacilY (CEe).

Resumen: Es frecuente que en investigaciones que experiment:m con zeolilas como intereambiadores
iónicos no se conozcan sus características. Este trllbajo compara los resultados mineralógicos. morfológicos
y de composición química de dos materillles zeolfticos car3cterizados mediante difracción de rayos X
(DRX), microscopia electrónica de barrido (MEB) y encrgla dispersiva de rayos X (EDS). Se discuten los
valores de capacidlld de intercambio catiónico (CIC) obtenidos mediante las técnicas de saturación con
acetato de amonio (SAM). lIeetato de sodio (SAS) y acetato de amonio modificado (SAMM). El estudio
mediante DRX de ambos materiales zeoJ[ticos mostró la presencia de clinoptilolita (Zcp) en grados del
90% y del 45%. Los valores de CIC obtenidos son significativamente diferentes, encontrándose los
valores más bajos con las técnicas de SAM y SAS. Contrariamente a lo esperado. la muestra con mayor
contenido en elinoptilolit3 presentó los valores menores de CIC, mientras que la de menor contenido
mostró los valores más 3ltos. Los resultados de ClC sugieren que la utilización de una u otra técnica
60 FLORES MACIAS. A. el al.

podrfa subestimar o sobreestimar [as interacciones de intercambio iónico cuando el material zeolftico
fuera destinado a una aplicación como intcrcambiador catiónico. Los datos de DRX y elc indican que un
elevado contenido mineralógico de dinoptilolit3 no siempre está asociado con una alta CIC.
Palabras clave: Clinoptilolit3, mordcnita, DRX. MEB, zcoH tas naturales. ¡ntercambiador iónico.
capac idad de intercambio catiónico (CIC).

Introducción. determinación de esta última propiedad en


zeolitas, se suele utilizar el método de satura­
Las zeolitas son un grupo de ción con acetato de amonio (SAM) como si se
aluminosilicatos hidratados con estructura cris­ tratara de arcillas (Kitsopoulos, 1999), aun­
talina tridimensional formada por tetraedros que también existen el de saturación con
de SiO/.. en tos que la sustitución de Si'· por acetato de sodio (SAS) y el modificado de
AP· crea un valor de carga negativo que le acetato de amonio (SAMM).
confiere al mineral una aJla capacidad de inter­ En el presente trabajo, se muestran los
cambio catiónico. En las zeolitas naturales. el resultados obtenidos al estudiar muestras de
intercambio catiónico ocurre en la superficie material zeoHtico que, por sus propiedades,
externa e interna del cristal, lo que las coloca están siendo utilizados como intercambiadores
como uno de los mejores intercambiadores ya iónicos en el tratamiento de aguas residuales
que sus capacidades son del orden de 2 a 3 y en aplicaciones agropecuarias. Los objeti­
meq/g (Mumpton, 1983 y 2000). vos del estudio incluyeron: 1 ) Determinar la
A partir de 1950 varias investigaciones composición mineralógica de la fase zeolítica
relacionadas con las zeolitas han aparecido en de los dos materiales estudiados, 2) comparar
la literatura técnica. Se publican datos sobre su la composición de la fase zeolítica con los
aparición en rocas sedimentarias deorigen vol­ valores de CIC determinados mediante tres
técnicas de laboratorio y 3) Conocer, en am­
cánico, sus valiosas propiedades físicas, quf­
bas muestras, algunas propiedades químicas
micas y su potencial presente y futuro en apli­
y físicas de interés en investigación aplicada.
caciones tecnológicas en diversas áreas indus­
triales (Galindo etal 2000; Colela el al., 2001)
.•

o agrícolas (Buondonno el al 2000). Sin em­


.•

Materiales y Métodos.
bargo, uno de los defectos más comunes en la
información recogida es que no se conocen las
Una de las muestras de material zeolítico
caracterfsticas de las zeolitas utilizadas. En
investigadas procede de Cuba (Zcu) y la otra
otras ocasiones, los resultados son de limitado
de México (Zme). La primera, fue proporcio­
valor debido a que las muestras se prepararon nada por la empresa Productos Siderúrgicos
en forma inadecuada, se usaron mueslras dife­ Coper S.A., la segunda provino de un yaci­
rentes considerándolas como idénticas, o bien, miento explotado por Mina Monte Carla S.A.
no hubo un conocimiento del comportamiento de C.V. ubicado en, Sinaloa (México).
químico de las zeolitas, todo lo cual ha contri­ Zme es el producto de actividad volcáni­
buido a dificultar la interpretación y reproduc­ ca de un ambiente geológico esencialmente
ción de los resultados experimentales integrado por rocas volcánicas sin diferenciar
(Sheppard,1983; Seff, 1996). y deformadas del Cenozoico, que se distin­
Métodos como la DRX (Hoof y Roelofsen, guen por estar abiertas y deformes. Principal­
1991), MEB Y el estudio de propiedades espe­ mente, se aprecian andesitas con zeolitas. tobas
cificas, como la capacidad de intercambio y brechas; localmente riolitas. ignimbritas y
catiónico son los más util izados para caracte­ areniscas del Terciario inferior continental
rizar una zeolita (Pe-Piper, 2000). Para la (CRM 1991).
.•
Caracterización de materiales zeolÍlicos comerciales 61

Zcu procede de depósitos de zeolitas vin­ milímetros de diámetro por tres de espesor.
culados a las secuencias de las cuencas de A cada material zeolítico se le determinó
retroarco de edad Cretácico y Paleoceno­ por triplicado su capacidad de intercambio
Eoceno y a las secuencias superiores de la catiónico (CIC) mediante el método de satu­
zona axial del arco Cretácico. Se forman ración con :acetato de amonio (SAM 24 h)
clinoptilolita, mordenita y, en menor medida, (Chapman, 1965), con :acetato de sodio (SAS
montmorilJonita por la transformación del vi­ 24 h) (Chapman, 1965) y con acetato de
drio volcánico contenido en las tobas, de com­ '
:amonio modific:ado (SAMM 240 h)
posición intermedia a ácida, La clinoptilolita (Kitsopoulos, 1999). También. utilizando téc­
sustituye pseudomórficamente los fragmen­ nicas convencion:ales de laboratorio
tos de vidrio volcánico, mientras que la (SEMARNAP, 2001), se estudiaron el pH, la
mordenita se forma posteriormente a ésta conductividad eléctrica, los cationes intercam­
(Orozco y Rizo, 1998). biables, la densidad aparente, la densidad real,
Para su caracterización, se realizaron por la capacidad de campo, el punto de marchita­
triplicado los diferentes análisis, siendo ele­ miento permanente, el punto de salUración y
gidas al azar las muestras obtenidas de los la granulometría.
lotes proporcionados por los proveedores. El
estudio cristalográfico fue realizado por DRX
mediante un difractómetro Siemens D 500 Resultados y discusión.
acoplado a un tubo de rayos X con ánodo de
cobre, y a un monocromador de haz difractado, La composición mineralógica de ambas
utilizando para las identificaciones las fichas muestras presenta un alto contenido de fase
del Joint Committee of Powder Diffraction zeolítica. Ambos difractogramas (Fig. 1 Y 2)
Standards (1CPDS). La velocidad angular para coinciden con la ficha de identificación de la
obtener el difractograma fue de 0.020 gradosl clinoptilolita 25-1349 (JCPDS). Además de
segundo. la clinoptilolita, la muestra Zcu presenta pi­
Se determinó la morfología utilizando un cos que corresponden a la mordenitQ (ficha
microscopio electrónico de barrido Philips 29-1257). Estimaciones cuantitativas a partir
XL30 y la composición química mediante ana­ de la intensidad de los picos de difracción
lizador EDAX con detector de zafiro. Los grá· (Hoof y Roelorsen, 1991; Sands, 1993;
nulos utilizados en el estudio fueron momados Borchardt, 1995) indican que Zcu está forma­
en un portamuestras y sometido a un baño de da por alrededor de un 45% de clinoptilolita
evaporación de oro en frfo (spuuering), en cá­ (Zcp) y de un 55% de mordenita (Zmo).
mara de vació marca Dentan Vacum Desk 2, La composición mineralógica de Zme
con la finalidad de mejorar su conductividad muestra una fase zeolítica constituida de
eléctrica. En cada muestra estudiada se reali­ clinoptilolita en cantidad cercana al 90%,
zaron las determinaciones en un área de barri­ estando constituido el 10% restante por cuar­
do de un milímetro cuadrado, eligiendo al azar zo y otros compuestos amorfos.
tres puntos de observación. Para la determina­ El estudio morfológico mediante MEB de
ción química semicuantitativa se utilizó la téc­ la Zcu (Fig. 3). no mostró las formaciones
nica de energfa dispersiva de rayos X (EDS). típicas de placas de la clinoptilolita y tampo­
Las muestras para las determinaciones ele­ co las formaciones filamentosas característi­
mentales fueron igualmente elegidas al azar cas de mordenita (Mumpton y Ormsby, 1976).
del lote de zeolita, molida en mortero hasta Sin embargo, pudieron apreciarse morfologías
tamaño de malla 120 y compactada en prensa simi lares a lajas, aparentemente cubiertas por
manual hasta obtener una pastilla de cinco partículas más pequeñas de algún otro mate-
62 FLORES MACiAS. A. el al.

rial. seguramente mordenita. La Zme (Fig. 4) con lo indicado por otros autores (Lewis, 1981;
muestra formaciones de placa cuyo tamaño Pirela el al., 1983; Pe-Piper, 2000).
varfa entre 5 y 8 micrones con un espesor de 1 La presencia de una alta relación molar
a 3 micrones. en las que se aprecia la caracte­ Al/Si en la composición química en ambas
rística forma de "ataúd" de la cJinoptilolila muestras zeolílicas. permite esperar una ele­
(Mumpton y Ormsby, 1976). vada estabilidad térmica y resistencia a los
El espectro EOS de composición qufmica agentes ácidos. característica deseable en apli­
semicuaOlitativa de ambas zeolilas (Tabla 1, caciones prácticas.
Fig. 5), muestra la presencia de los cationes Como es característico de las zeolitas
típicos de éstos minerales, sin encontrarse en­ calcico-sódicas. Zcu (Tabla 11) contiene pre­
tre estos formas nitrogenadas, lo que coincide dominanlemente calcio y sodio en las posi-

Figura l. Difraclograma dc la zcolita natural Zcu

'"

I
r
J
,�
,�

i ,�


----,--- .-.--_.-,..

• " " " " " " " " .. 43 �2tet.

Figura 2. Dirractograma dc la zcolila natural Zme


Caracterización de materiales zeolíticos comerciales 63

Figura 3 . M icrografía de ZClt en la que se aprecian Pigura 4. M icrograría de Zme en la que se apre·
algunas formas parecidas a laj as recubiertas por cian placas desarroll:Jdas con la morfología típica
partículas mús pequeñas. de "ataúd" de la especie c l i noptilolita.

ciones intercambiables, lo c u a l coincide con 90% por gránulos comprendidos entre 0.99 y
los valores de los cationes más abundantes 2.0 111111, por lo que el tipo de grano se aseme­
reportados para la especies mordenita y ja al de una arena gruesa (Brad)' )' \Veil, 1999).
c l i nopt i lo l i ta , (Gottard i , 1 97 8 ) . El pl-l de Sin embnrgo. la Zcu muestrn una mayor pro­
alcalin idad med i a, de este material, es i n rlui· porción de granos pequeños que deben favo­
do por l a presencia abundante de los cationes recer valores mayores en su ele (Nus y
mencionados, en forma s i m i l ar al reponado Brauen, 1 99 1 ) .
por otros autores (Ferguson el a l . , 1 986). Se encontraron d i ferencias s i g n i l'icntivas
En comparación con la ZClI, la Zme mues· para los valores de CIC (Tabla 1fI), determi­
tra cantidades considerablemente menores de nados mediante las técnicas S A M , SAS y
cationes, lo que al parecer, est;í más asociado SAMM.
con una baja capacidad de intercambio, que a La Zcu muestra diferencias altamente sig­
l a no presencia de estos en el m i neral. E l n i ficativas entre los valores de Cle obtenidos
a n álisi s gran u l ométrico i ndica que ambas por las tres técnicas. La d i ferenci a
muestras están constituidas a l menos en un significativamente menor d e C I C entre l a téc­
nica de saturación con acetato de amonio y l a
Tabla 1. Composición elemental ('70 peso) q u e util iza acetato de sodio, podría expl icarse
al suponer que el potasio existente en la zeolita
Elemento Zme Zcu no fue reemplazado por el sodio de la solu­
ción de saturación, ya que este últ im o ocupa
MgO 1.8 0.8 una posición más baja en l a secuencia de se­
AI,O, 8.7 7.7 lectividad catiónica de la c l i noptilolita (Huang
SiO, 35.9 39.8 )' Petrovic, 1 994); también, podría no haber
sido suficiente la cantidad de acetato de amonio
K,O 0.6 1 .5
utilizada en SAS para reemplazar el sodio pro­
CaO 3.8 3.4
cedente de la solución de saturación NaOAc y
TiO 0.2 0.21 el contenido en l a zeolita (0.5434 meq/g). El
Fe,O, 1.5 1.9 valor de CI C obtenido mediante SA M es
Na,O 1 .2 significativamente menor al obtenido median­
te SAMM como resultado del menor tiempo
64 FLORES MACiAS. A. el al.

zc.
ZM•

•• ••

• •••
,.•
. ... . . .. . . .. . . .. . . .. . .. . .. .. .. . .. �K •••
. . . C"I
�•
1." • . •• ', " � ... S." . . .. • ... . . .. . . ..

Figura 5. Espectro EDS de composición química semicuanlitativa de Zcu y de Zme.

Tabla 11. Propiedades de la zeolita cubana Zeu y de la mexicana Zme determinadas en


laboratorio (Norma Oficial Mexicana NOM-02 1-RECNAT· 2001). Se presentan dalOs de una
zeolita sódica.
Propiedades Zcu Zme Zcp·

pH en agua (1 :2) 8.02 7.70 6.2


Conductividad eléctrica (dS m" ) 0.940 0.480 0.2
Na' .5434 0.7642 126
Cationes
Ca·· .668 .0665 .020
Intercambiables
(meq/g) MgH .232 .0390 .04
'
K .135 .0046 .46
Densidad aparente (9 cm-l) 0.96 0.96
Densidad real (g cm.) 2.24 2.20 2.10
Capacidad de campo 0.3 bar 19.5 19.34
Punto de marchitamiento permanente 15.0 bar 17.8 12.75
Punto de saluración 42 39.34
>2.00 mm 6.9 2.4
Temallo
1.00 a 1.99 mm 63.2 41.3 64.6
de partlcula
0.425 a 0.999 mm 27.5 53.7 13.9
(%)
< 0.425 mm 2.4 2.7 1.5

·Zeolila dinoptilolita sódica (FerglolSOtl el el, '986)

Tabla III. Promedios y desv iaciones estándar de los valores de CIC (meq/g) analizados
mediante tres técnicas.

Tiempo de
Técnica Zeu Zme
saturación

SAM 24 h 1 .4206 . 0.72 0.1443 . 0.05


SAS 24 h 1.0595 . 0.68 0.1535 . 0.07
SAMM 240 h 1.7600 ± 2.00 0.8666 . 5.68
Caracterización de materiales zeolíticos comerciales 65

utilizado en la saturación con acetato de zeolita que en estado de alta pureza también
amonio. 24 h Y 240 h respectivamente. El presenta valores de CIC tan elevados como
tiempo es una variable importante para que ±2.30 meq/g (Barrer, 1976), no es sorpren­
ocurra el reemplazamiento de los cationes dente enlOnces que aún sin ser una
adsorbidos a la zeolita (Kitsopoulos, 1999). clinoptilolita pura muestre un elevado valor
El valor de ele tan bajo (SAM y SAS) y de cle.
bajo (SAMM) de Zme. coincide con los valo­ Finalmente, los datos de capacidad de
res registrados por otros investigadores' para campo y punto de marchitamiento permanen­
materiales que contienen clinoptilolita, pero te (Tabla 11) muestran que la Zme presenta
que no indican el contenido porcentual de un mayor porcentaje de agua disponible que
ésta (Broschat, 2001). La diferencia altamen­ la Zcu, característica deseable en aplicacio­
te significativa entre los valores de CIC obte­ nes agrícolas.
nidos por SAM y SAS y los encontrados con
SAMM se debe al tiempo de saturación, con­
siderablemente mayor para este último méto­ Conclusiones.
do. Sobresale el hecho de que Zme presente
una alta proporción de clinoptilolita pero, al La determinación mineralógica realizada
contrario de lo esperado, el valor de elc es mediante DRX resultó ser el principal méto­
muy bajo. Este material, cuyo análisis do para reconocer la presencia de zeolita en
difractométrico muestra un contenido de materiales que contenían OIrOS minerales.
clinoptilolita del 90%, presenta valores de CIC La muestra zeolftica que tuvo mayor con­
por debajo del rango de entre 1 .60 y 3.00 tenido en clinoptilolita y la morfología típica
meq/g que caracteriza a la especie de esta especie mineral, presentó un valor
clinoptilolita (Lewis et al., 1983. Ferguson et relativamente bajo de Cle, probablemente
al., 1986); ello. podrfa estar relacionado con como resultado de un bloqueo de los anillos y
el bloqueo de anillos y canales internos de la de los canales internos del material. Materia�
zeolita. Las zeolitas pueden sufrir este fenó­ les que presentan este fenómeno, no cumplen
meno, perdiendo su utilidad como con las características de un intercambiador
intercambiadores cuando iones o moléculas iónico. Por 10 tanto, no debe asumirse que l a
congestionan el espacio interno e impiden la riqueza e n clinoptilolita d e un material
difusión y el intercambio a través de éste (Seff, zeolítico es un indicador correlacionado con
1996). Los datos de densidad aparente y den­ una alta CIC. Lo anterior indica que para la
sidad real, que coinciden con lo reportado por utilización de zeolitas como intercambiadores
otros autores (Tabla 1), indican que ambas iónicos debe de realizarse. además de la co­
zeolitas presentan un espacio poroso similar rrecta caracterización mineralógica, la deter­
(56%), lo que sugiere que la superficie inter­ minación de su CIC.
na de la Zme no es accesible y por lo tanto no Las tres técnicas usadas para determinar
ocurren la difusión y el intercambio antes la elC dan resultados significativamente di�
mencionados. ferentes, lo que indica que las técnicas utili­
Valores mayores de CIC se encontraron zadas para determinar esta propiedad en la
en Zcu (contenido en clinoptilolita 45%), que arcillas (SAM y SAS) y que han sido utiliza­
coinciden con los reportados por diversos in­ das comúnmente en zeolitas, no son igual­
vestigadores (Ferguson el al., 1 986; Allen et mente útiles, ya que estás últimas requieren
aL, 1996). El bajo contenido de clinoptilolita un periodo mayor de saturación.
de este material no disminuyó el valor de ele La presencia abundante de sodio y de cal­
debido a que estaba combinada con mordenita, cio como cationes intercambiables en una de
66 FLORES MACÍAS. A. el al.

los materiales zeolílicos (Zcu) podrfa ser un a new media for turfgrass growth:
factor limitante para utilizarla en aplicacio­ clinoptilolite zeolite-amended sand.
nes en las que la liberaci6n de estos elemen­ Agroll. J. 78,969-980.
tos pudieran ocasionar problemas al sistema Galindo, C., Ming, D. W., Carr, M. J., Morgan,
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Síntesis y caracterización de mono cristales de materiales


zeolíticos

Ester MATEO GONZÁLEZ(I,2), Montserral VILASECA LLOSADA(2), Andrés PANIAGUA


CONDADO( I), Joaqufn CORONAS CERESUELA(2), Jesús SANTAMARfA RAMIRO(2).
(l)Dpto. Ciencias de la Tierra. Área de Cristalografía y Mineralogra
(2)Dpto. Ingenierra Qurmica y Tecnologías del Medio Ambiente.
Facultad de Ciencias. Universidad de Zaragoza. cl Pedro Cerbuna, 12.

Abstraet: Although natural zeolites can occur as Jarge single cryslal, the synthesis of large zeolite
single cryslals requires a special care in the nucleation and crystal growth steps.
In lhis work silicalite, analcime and cancrinite single crystals with a size up to 3, 2 and 0,008 mm
respeclively have been prepared by hydrothermal synthesis and eharacterized using several microscopic
and XRD techniques.
Key words: zeolites. large crystal. hydrothcrmal synthesis. nuclcalion, crystal growth.

Resumen: Aunque en la no.turateza pueden encontrarse cristales de zeolila de grandes dimensiones,


la srntesis de monocristales de zeolllas de unos pocos milfmetros requiere un control preciso de los
procesos de nucleación y crecimiento cristalino. En eSle trabo.jo se han preparado por sfnlesis hldrotermal
y caracterizado usando diferentes técnicas mi croscópicas y difracción de rayos X, monocristales de
siliealita, analeima y cancrinita de ho.sta 3, 2 Y 0,008 mm. respectivamente.
Palabras dave: zeolilas, monocristales de zeolilas. sfntesis hidrotermal. nuclellción, crecimiento
cristalino.

Introducción e hidr:lIados basados en una red cristalina for­


mada por la combinación tridimensional de
El término "zeolita" se ha utilizado para tetraedros TO� (T= Si, Al) unidos por sus
designar a una familia de minerales naturales vértices. formando puentes de oxrgeno no li­
que presentan como propiedades particulares neales. A diferencia de otros tectosilicatos, la
el intercambio de iones y la desorción rever­ estructura de las zeolitas presenta canales y
sible de agua. cavidades de dimensiones, por 10 general,
Hoy en dla, dicho término engloba a un subnanomélricas, en los cuales se encuentran
gran número de minerales y fases sintéticas los denominados cationes de compensación,
que presentan caracterrsticas estructurales co­ moléculas de agua u otros absorbatos y sales.
munes. Existen unas 135 estructuras zeolíticas Este tipo de estructura permite la transferen­
o zeotipos distintos. tal y como se describen cia de materia entre el espacio intercristalino
en el Atlas de las Zeolitas (Meier y Olson, y el medio que lo rodea. La tabla I resume las
1m; www.iza-structure.orgldatabases). De propiedades generales de las zeolitas.
una forma precisa se puede definir a las Impulsado por las clásicas (adsorción. in­
zeolitas como aluminosilicatos microporosos tercambio iónico y catálisis) y por las nuevas
70 MATEO GONZÁLEZ. E. el al.

(membranas zeolititas, sensores y figura 1 se representa un esquema del meca·


microsistemas) aplicaciones de las zeolilas nismo de la síntesis de zeolilas: la estructura
(Auerbach el aL, 2003), en los últimos años del gel se debe a una reacción de
se ha realizado un gran avance en la síntesis polimerización. en la cual se forman molécu­
de nuevas zeolitas (sin contraparte en la natu­ las grandes a partir de otras nuevas tales como
raleza) y de los materiales relacionados aluminatos y silicatos. Los geles utilizados se
(SAPO} . AIPO). titanosilicatos. materiales preparan a panir de aluminato de sodio,
mesoporosos de estruclUra regular. elc.) silicato de sodio e hidróxido de sodio. espe­
(Davis. 2002; Cundy y Cox. 2003). En la cies todas solubles en agua.

Tabla l o Propiedades generales de las zeolitas.

f)ensidad 1,9 a 2,3 g/cc

Durc7.B. 4 a 5 en la escala de Mohs

Diámetro de poro 2 3 12 A . .

. "Diámetro de caVidades- 6 a li A""


·-· -- Sú·Pcrrrcic' iniériiii - -- ¡ .. ., Varios dcñtos de rib¡;
Capacidad de intercambiocatiónToo·- í----
-Óa 650 meq/fOOg-- ---

--.. - ---------.---.
-.Capacidad de adsorción . I---..---.-..<--.- - JIg
0,35 cm .-.----.. .
- Estabilidad téñii"¡C
" i .-- ¡- Desde6o"C haita mIs de IOOOOC-
-��=�--=="'"""....",=====
- ,=-
-====---

-- ---

-
Silicatos y aluminatos solubles

I
- _.
Gel
.
._-_._- I_. _- --

Despolimerización de cadenas
de alumlnoslllcatos
I
Unidades de construcción
primarias

I
Unidades de construcción
secundarias

I
1
__ __

_
Po�ledros __ __

I
Zeollta

Figura l . S rntesi s de una 2colit3; mecanismo de cristalización (Garera. 2000).


Síntesis y caracterización de monocristales de materiales zeolíticos 71

E n condiciones alcalinas s e obtienen cris­ mile comrolar la cinética de cristalización. Un


tales de pequei\o tamaño, varios micrómetros, método similar fue propuesto por Gao et al.
siendo difícil sintetizar cristales de mayores (2001) obteniendo cristales MFI de hasta 2
dimensiones (mil im6tricos). Sin embargo, los mm y usando como fuente de Si una lámina de
cristales zeollticos de grandes dimensiones silicio monocristalino y también ácido
son muy útiles ya que permiten determinar la fluorhídrico.
estructura interna de las distintas zeolitas. su El objetivo de este trabajo es sintetizar
anisotropía el6ctrica, estudiar los mecanismos monocristales de varias zeolitas (silicalit:l.
de crecimiento. adsorción y difusión. as! como analcima y cancrinita) que puedan tener apli­
propiedades ópticas y magn6ticas, ele. caciones en campos diversos, como son la
Han sido varios los autores que han estu­ caracterización de zeolitas, la formación de
diado las condiciones más favorables para con­ membranas o el de los sensores ópticos.
seguir cristales de gran tamai\o. La primera La estructura de la silicalita
esttlltegia fue propuesta por Charnell en 1971. (Nan(HP) 16[ AlnSi96.nO 91J), de simetría
I
quien sintetizó cristales de zeolita A (LTA) Y rómbica. puede describirse como un sistema
zeolita X (FAU) con dimensiones de 65 y 140 tridimensional con dos tipos de canales: unos
11m respectivamente. bajo condiciones lineales con sección elíptica de 0.5 I x 0,55
hidrolermales. Este autor añadió nm en la dirección y. y otros en zigzag. con
trietanolamina (TEA) al gel. que tiene un efec­ sección casi circular de 0.53 x 0.56 nm en el
to estabilizante y amortiguador en el creci­ plano x-z. Por tanto. presentan anisotropía
miento del cristal, ya que inhibe la nucleación. bidimensional en su estructura.
En 1985, Bibbí Y Dale realizan sfntesis de La analcima tiene una simetría cúbica (Na
sodalitll usando disol ventes orgánicos. abrien­ [AISiP.1"HP) y su estructura está represen­
do as! una nueva ruta para la síntesis de tada por canales irregulares de 4,2 x 1,6 nm
zeolitas. especialmente para la formación de en el plano ( 1 10). La cancrinita es hexagonal
cristales grandes. Kuperman et al. (1993) sin­ (Nu,Ca1AI6Si,Ou(CO) 2(HJO)1 y presenta una
tetiza silicatos. aluminosil iC:lIos y estructura caracterizada por contener canales
aluminofosfatos en medios no acuosos con de 5,9 x 5.9 nm.
dimensiones entre 0,4 y 5 mm. En 1993.
Mostowicz et al. desarrollan nuevas síntesis
de zeolitas en presencia de HF. favoreciendo la Experimental
mineralización ya que tiene un poder
mineralizante. comparable al de OH-, a la vez Sílllesis de fas cristafes de zeofitas
que aumenta la velocidad de crecimiento cris­ Se utilizan autoclaves de acero inoxida­
talino. Sun et al. ( 1 995) sintetizaron cristales ble (SS 3 J 6L) con un volumen de 45 cm)
de mordenitll de O, 185 mm a I 500C durante 15 (Figura 2). Principalmente consta de un reci­
dras. utilizando dos tipos de fuentes de sílice piente cilíndrico que contendrá las partes de
(Aerosil y silicato de sodio) y cloruro de sodio. tenón, dos discos metálicos (uno de ruptura y
Shimizu y Hamada (2001) obtuvieron crist:lles airo anticorrosión) y dos piezas que encierran
de silicalita de 4 mm, de analcima con tamaños un muelle que permite soportar al sistema una
alrededor de 3 mm. cancrinita, zeolita JWB y presión mhima de 1200 kPa.
sodalita con tamai\os de 0.6 mm. en medio En este trabajo se han realizado síntesis
acuoso controlando la solubilidad en sistemas hidrotermales de silicalila, analcima y
hidrotermales; utilizando tubos de cuarzo como cancrinita basándose en la metodología de
'
ruente de Si y ácido fluorhídrico; 6ste favorece Shimizu y Hamada (2001). Como fuente de
la disolución lenta de la fuente de Si que per- Si se han utilizado tubos de cuarzo de 26 mm
72 MATEO GONZ Á LEZ, E. et a l .

---.-J I IL
Pieza de
sellado
de longitud y 1 0 Y 8 m m de diámetro externo
e interno, respect ivamente ( 1 ,59 g), y como
Muelle -1 1---::
7r-
Asiento fuente de Al, láminas de alúmina (Rubal it

I
-11-
Tap¡l
708S, 96 % A1203) de dimensiones 25 x 4 x
Tapa de
roscada
liJ tenón 0,5 mm (0,23 g). Respecto a las condici ones
de las síntesis se ha trabajado a temperaturas
de 200 y 220"C (obtenidas al introducir los
autoclaves en el interior de una estura de
convección forzada) y tiempos entre 7 y 46
Cuerpo - días. La tabla 2 resume las condiciones de
,. Cuerpo
cilindrico síntesis util izadas para cada una de las zeolilas
de tcnón
estudiadas en este trabajo.

Caracterización de los cristales zeolíticos


Di fracción de Rayos X
1 Los espectros de dirracción que se mues­
tran en este trabajo se obtuvieron en un
di fractómctro Phi l ips PW I 7 1 0, con
Disco
monocromador de grafito, rendija automática
base
1 y radiación CuKa 1 ,54 1 8 Á. El registro de los
Figura 2. Carcasas metálicas, recubrimientos in­ diagramas se ha realizado mediante el progra­
ternos de tcnón y piezas constituyentes de los ma inform(¡tico POLVO (Martín Ramos, 1990).
autoclaves empIcados en la síntesis de·zeolilas. La difracción de Rayos X se util izó para anali-

Tabla 2. Composiciones mol ares de los geles de síntesis, condiciones de síntesis y tamaños
obtenidos en los distintos experimentos. (*) Gel recogido después una primera síntesis, tras ser
filtrado.

r
CristaJ i;,r.ación
Zcolita Fuente

I Gel Temperatura
("el
Tiempo
( dia s)
Tamano (mm.)

I ·nIAOH/HF/H:O
200 I 34 3,Ox l ,9 x l ,'1

I
24/38/1000
220 34 0,3 - t,O
Silicalita Si: Tubo de euar/.o

I TPAOH/HI:IH2O
10/1611000
200 46 2,9:-.:2,Ox 1,5

Gel slnlcsis <Interior') 200 10 3,Ox2,Ox 1 ,5

NaOH/H¡O
200 7 1 ,2 - 2,0
Si: Tubo de euarLO 24/t OOO
Analeima
Al: Lá mina de alumina
Gel síntesis a nterior\'¡ 200 tO 1 ,2 - 2,0

¡ Si : Tubo d e cuarLO NaOHlH,O


Canerinita 200 7 25x28x75 plll.
Al; 1.ámin¡¡ de ¡¡Iumina 75/1 000
---
Síntesis y caracterización de monocristales de materiales zeolíticos 73

zar el producto obtenido en la síntesis de los viene definida por relaciones molares. las cua­
cristales, comparándolo con los patrones. les tienen una influencia fundamental sobre
Microscopía las características de la cristalización
-Microscopfa óptica (nucleación y crecimiento cristalino).
Las muestras se han estudiado mediante Las emategias que se han seguido para
estereomicroscopfa en un esteromicroscopio producir monocristales zeolfticos conslan de
Leica MZ7j, y microscopía óptica de campo los siguientes elementos: i) sustitución de las
claro. campo oscuro y polarización por re­ fuentes tfpicas solubles de Si (silicatos. sales
flexión en un microscopio Olympus BX41. de sílice. etc.) y de Al (alúmina en polvo,
-Microscopía electrónica de barrido aluminato de sodio. etc.) por otros mucho
(SEM) menos solubles, como tubos de cuarzo para el
Se utilizó un microscopio electrónico de Si y placas de a-alúmina para el Al (Shimizu
barrido lEOL lSM-6400. Las muestras son y Hamada, 2001). Al controlar la disoluciÓn
previamente recubiertas por una delgada capa de las fuentes precursores se controla la
de grafito para mejorar el contraste, utilizan­ sobresaturación y, por tanto, la velocidad de
do para ello una unidad de re'cubrimiento por nucleación; ii) utilización de un medio
evaporación en vacfo marca Balzers modelo fluoruro en el que se consigue una
MEO 010. Se obtuvieron imágenes de elec­ mineralización semejante a la lograda con los
-
trones secundarios, para estudiar aspectos iones OH a la vez que aumenta la velocidad
morfológicos de los cristales y sus modos de de crecimiento y se logran cristales mayores
agregación. (Moslowicz et al.. 1993); iii) subiendo la tem­
-Microscopía de fuerza atómica (AFM) peratura porencima de la habitual ( 1 70-1800C)
Se obtuvieron imágenes de contraste de para aumentar también la cinética del creci­
fase en un equipo AFM modelo Nanoscope miento cristalino.
lIlA de Digital Instruments, en modo de con­
tacto intermitente. para su comparación con Si licalita
imágenes equivalentes sobre nanorases de las Después de 34 días de cristalización a
mismas zeolilas. 2000C (TPAOH/HFlHp=24/3811000) se ob­
Espectrometría de emisión alómica aco­ tienen cristales tanto en la superficie del tubo
plada a plasma (lCP-AES) de cuarzo como en las paredes y el fondo del
Se ha utilizado un espectrógrafo de dis­ autoclave. Todos ellos presentan la típica mor­
persión cruzada Echelle y un detector CID fología en forma de ataúd de la silicalita y se
38. de 16 mm2• Hemos utilizado esta técnica identifican como silicalita (www.iza­
para analizar la composición de los geles tan­ structure.org/databases) por Difracción de
to antes como después de la síntesis y así Rayos X de polvo (Figura 3). Los tamaños de
poder deducir el grado de disolución de las los cristales obtenidos son variables, con va­
fuentes de Si y de Al. lores máximos de 3.0 x 1.9 x 1,4 mm. Algu­
nos de estos cristales se encuentran maclados
y zonados y, en ocasiones. una de las caras
Resullados presenta escalones de crecimiento, debido pro­
bablemente a efectos de anisotropía en el flu­
En general, la síntesis hidrotermal de jo de nutrientes.
zeolitas consta de varios pasos que convierten Al aumentar la temperatura hasta 2200C,
una solución sobresaturada en un compuesto manteniendo las condiciones anteriores, los
cristalino microporoso. La composición de cristales presenlan aristas menos marcadas y
los geles precursores para la sfntesis de zeolilas tamaños menores que oscilan entre 0,3 y 1,0
74 MATEO GONZ Á LEZ, E. et a l .

mm . E s decir, un aumento d e 20°C e n la tem­ serva que el creci m iento no contintla sino que
peratura no ofrece u n mejor resultado, como estos cristales sirven de núcleo para nuevos
se hubiera esperado, lo que podría deberse a cristales e incl uso, en algún caso, se observan
los cambios producidos en l a composición procesos de disolución. Por el contrario, si
del medio de reacción . realizamos esta segunda síntesis con el gel
Si se cambia l a relación molar del gel resultante tras la primera síntesis, el cristal
(TPAOI-IIHF/H ,O= I 0/ 1 6/ 1 000) Y se aumenta sigue crec iendo; se observan nuevos escalo­
el número de días hasta 46, manteniendo l a nes de crecimiento (Figura 4.A y B). Aunque
temperatura a 20Qoe, s e obtienen cristales de en estas condiciones, también se observan
s i l ical ita idiomorfos con tamaños parecidos a nuevos cristales esferoidales de 20 ).1111 que se
los anteriores. desarrol lan sobre el cristal previo, son más
Al realizar una segunda síntesis con el gel escasos que en las síntesis con geles frescos.
y las condiciones descritas anteriormente, y Al analizar mediante lep el gel fresco y
añadiendo nuevos tubos de cuarzo y algunos las disoluciones tras l a primera y l a segunda
de los cristales de las síntesis previas, se ob- síntesis, se ve que el contenido en Si va au-

t:l
«
t:l
....
Ul
Z
w
....
Z
....

o 10 20 30 40 50 60 70 80

20

Figura 3. Difracción de rayos X de los cristales de silicalita obtenidos.

Figura 4.A) Imagen SEM donde se observ.m escalones de lluevo crecimiento. B) Imagen SEM, detalle de
la figura A.
Síntesis y caracterización de monocristales de materiales zeolíticos 75

mentando con las síntesis y que la disolución compararon las estructuras porosas de las par­
va adquiriendo u n carácter menos ácido, aun­ tículas con las de un cristal grande confir­
que s i n l l egar a ser básico (Tabla 3). Esto está mando que corresponde al mismo material.
de acuerdo en l a "observación general de que Las distancias entre centros de poros'
el pl-I para l a síntesis de s i l icalita puede ser diagonales (promedio ele 1 0 medidas) son de'
mucho más bajos en medios F- , ya que estos 0,7 1 ± 0,03 n!TI en el cristal grande y 0,54 ±
iones actúan también como agentes 0,06 nm en las partíc u las de 1 5 0 nm , siendo
mineralizantes (Aiello et a l . , 1 999). 0,68 nm para la estructura MF I. De esta for­
ma, al comprobar que estas partículas son
Microscopía de fl/erza mómictl núcleos zeolílicos, deducimos que en la for­
Los cristales de silicalita se han u t i l i zado mación de capas soportadas es im portante l a
para comparar tamaños de poro de partículas nucleación sobre e l sustrato y los cristales
de 1 5 0 nm y monocristales. Con el propósito formados, no sólo en el seno de la disolución.
de estudiar las et.a pas iniciales del mecanismo
de formación de capas zeo l i t i las, se prepararó Ana/ci/l/a y ctlncril/itn
zeolita tipo MFI sobre soportes de a-al úmina Cuando se u t i l i z a un tubo de cuarzo como
mediante síntesi� hi drotennal in-situ. E n este fuente de S i y una lú m ina de a lúm ina como
caso, con un gel de composición molar: fuente de Al, se obtienen distintas zeolitas
TPAOHrrEOS/H,o= 0,32/ 1 1 1 65 (Wang y Yan, (analcima o cnllcrinita) en función de la rela­
200 1 ) , a 1 65°C durante 2 horas. Las m uestras ción molar del gel .
se lavaron con agua desionizada después de la S i se u t i l i z a l a relación molar NaOH/
síntesis y se calcinaron a 480uC durante 8 ho­ H , o=24/ 1 000 Y se rea l i za la síntesis a 200·C
ras para eli minar el agente estrucluranle, con durante 7 días, se obtienen cristales de analcima
rampas de calentamiento y enfriamiento de 0,5 con simetría 2/m3y morfologías de trapezoedro
y 1 °C/mi n . , respectivamente. (hkk). Estos cristales, pulverizados, han sido
Tras estudios m i croscópicos, se observa anal izados por difracción de Rayos X coinci-
una capa de cristales de silicalita formada
sobre un sustrato de a l ú m i na , con orientación
en la dirección [0 1 0] . Observando la superfi­
cie de estas capas mediante un AFM se detec­
tan partículas esféricas de unos I SO n m sobre
los cristales de s i l icalita (Figura 5 ) . U l i l i zan­
do un monocristal de s il icalita como patrón se

Tabla 3. Determi nación de Si (ICP) y de


pH de los geles precursores de s i l icalita.

r Silicalita Concentración Si
r pH
-

(mglL)
I
fG"'cI fresco 1 I 1,5

I1
Gcl sintcsis
I 659,33
f s.s
Gcll" Sinlcsis
I 692,09
I 5,5
Figura 5. Imagen AFM. fase. rango Z 100 cleg.
76 MATEO GONZ Á LEZ, E. el a l .

el
"
el

VI

Z
w
....
Z

o 10 20 30 40 50 60 70 80
20
Figura 6. Difracción de Rayos X de los cristales de 'lIlalcima obte ni dos .

diendo sus picos con los del patrón de analcima mentando. El medio cada vez se hace menos
(Figura 6). En estas síntesis, el tubo de cuarzo básico (Tabla 4).
se disuelve completamente, debido a que las En cambio, al util izar la relación mo l ar
condiciones son muy b;:í sicas (pl-l= 12,7), mien· NaOHIH ,O=75/l 000, se obtienen agregados
tras que la l ámi na de alúmina sirve de soporte de cristales fibrosos con base hexagonal. Su
para los nuevos cristales, cuyos tamaños osci­ <In.í1isis por d i fracción de Rayos X , permite
lan entre 1 ,2 y 2.0 �lm. concluir que se trata de cancrinita (Figura 8).
Si se real i za una segunda síntesis con el Los tamaños de estos cristales son, aproxima­
gel sobrante de la primera, se forma sobre los d'lmente, de 2S x 28 x 7S ¡..t m.
monocristales anteriores tina segunda genera­
ción de crislales de unos 40 �lIn (Figura 7 ) . Al
analizar los geles de síntesis. antes y después Conclusiones
de las sín t esis de analcima, se observa que el
contenido de Al va dismi nuyendo con las sín­ El ajuste de las condiciones de síntcsis
tesis, mientras que cl contcnido en Si va au- permite controlar las condiciones de
nucleación y crecimiento cristali no, de modo
que se puedan producir nuevos cristales de
zcolitas de d i mensiones m i l i métricas. De este
modo, monocristales idiomorfos de silicalita
con tamaños de 3,0 x 1 ,9 x 1 ,4 m m han sido
si ntetizados, tras una segunda síntesis con el
gel sobrante de l a síntesis anterior, se observa
como predomina el mecanismo de crecimien­
to frente al de Illlcleación. También se han
si ntetizado cristales de analcima de 2 mm y
de cancrinita de 75 )lm controlando l a cinética
de crecimiento.

Figura 7. Imagen SEM de un cristal de analcima


con ulla segunda generación tle cristales.
Sfntesis y caracterización de monocristales de materiales zeolíticos 17

Tabla 4. Determinación de Al y Si (lCP) y de pH de los geles precursores de analcima.

¡-Anaicirñl' - r Contenncl6n Aí(ñ1g1L)� Coneenuwci6nSi (iñ¡/L) ! . pH


..

I G l (rCiCo . ' 1
u - - �... --
. ,•• �

e ;' 12.70 '


, �
fdciT"iIñ,esiJ j 'r 1 1 .49 -
I
6lji 11914'·

r GcÍi"iiñi"csis I T I I.30 -
I
46}6- 15'912
- -_.�-�---..
-

o 10 20 30 40 so 60 70 80
20

Figura 8. Di rracción de Rayos X de los cristales de cancrinita obtenidos.

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a-Pique, suroeste del Cantón Amazónico, Brasil

Genova M. PULZ'; Elzio S. BARBOZN; Francisco E. PINHOl; Luis H . RONCHI4; Andréa R.


JELlNEKI . Lauren da C. DUARTEl
1 . Centro de Estudos em Petrologia e Geoquímica, Instituto de Geociencias. Universidade
Federal do Rio Grande do Sul. Porto Alegre. Rio Grande do Sul. Brasil. Caixa Postal 1500!.
Cep: 9150 1-970 E-mail: genova@portoweb.com.br
2. Programa de P6s-Graduar;ao em Geociéncias. Instituto de Geociencias, Universidade
Federal do Rio Grande do Sul, Porto Alegre, Rio Grande do Sul. Brasil. Caixa Postal 15001.
Cep: 91501-970 E-mail: elziosb@yahoo.com. laurenduarte@bol.com.br
3. Curso de Geologia. Institulo de Ciencias Exatas e da Terra. Universidade Federal do Mato
Grosso. Cuiabá. Estado do Mato Grosso. Brasil. E-mail: aguapei@hotmail.com
4. Programa de P6s-Graduar;3o em Geociencias. Universidade do Vale do Rio dos Sinos. Sao
Leopoldo. RS, Caixa Postal 275, Cep 93022-000 ronchi@euler.unisinos.br

Abslracl: Gold ore from Pau-a-Pique deposit is associaled to quartz veins hosted in Prolerozoic
melaconglomerale (Aguapcf Group) in soulhwcslern of Amazonic eralon (Bralil). Quartz veins fill
fractures (R. R', D and T), which are related to regional ruptil-ductil deformalion. $hear zones crosscul
the metassediments of Aguapeí Group. Four mineralization slages \Vere identified: earl)' (p)'rrholile.
chalcop)'rite and galena), inlermediate (pyrile 1. native gold (1) and native sil ver (1» , late (pyrile 11,
native gold and nalive silver) and weathered (hematite, magnetile, martile). Petrographic and nuid
inclusion sludies were carrying out to aim characteriled Ihe ore solutions trappcd in quartz veins. Threc
populations of Ouid inclusions \Vere recognised: Typc l comprises triphasic aquo-carbonic inclusions.
The salinit)' of majorit)' of inclusions this population is situated betwcen 5 ano 6 % weight eq. NaC!, and
homogenizalion temperature varies betlVeen J90 and 230 oc. T)'pe 2 consisls in biphasic aqueous
inc1usions. wilh salinit)' values concenlrated mainl)' in Ihe interval between 160 and 180 OC. T)'pe 3
inclusions are represcnted b)' monophasic inclusions of di minute sile « I mm). The association of native
gold grains and l)'pe 2 inc1usions suggcsI Ihal Ihe gold deposition is related to pcrcol ation of aqueous
solutions in the late stages of hydrothermul alteration. In aooition. microthermometric data indicate Ihat
golo deposition in the ore struelures is related to boi l i ng as well as decreasing of temperature and pressure
of hydrothermal s)'stem. The results show Ihat Pau-a-Pique deposil is an e;ll;ample of epigenetic gold
mineralization hosleo in Ihe Amazonic Craton.
Key words: Fluid inelusion, gold, mesothermal. metaconglomerate, Brazil.

Resumen: La mineralización del oro en el yacimiento Pau-a-Pique esta asociada con venas de cuarzo
en milonitas de metaconglomerados protero7.0icos en el suroeste del Cratón Amazónico (Brasil). La
orientación de las venas mineralizadas es controlada por fracturas (R, R', D Y T), relacionadas con el
cizallamiento regional frágil-dúctil que corla los metasedimentos del Grupo Aguapef. La orden de
sucesión de los minerales metálicos permite el reconocimienlO de diferentes etapas de mineralización:
temprana (piTTotina, calcopirita y galena). intermediaria (pirila 1. oro nativo (iJ y plata nativa (¿n, tardfa
(pirita 1 1 , oro nativo )' plata nativa) y intempcrica (hemalita. magnetita )' martita). La pelrografía )' la
80 PULZ. G. M. el al.

microtermometrfa de las inclusiones nuidas atrapadas en las venas mineralizadas fueron las técnicas
empleadas para caracterizar los fluidos que acampanaron la precipitación del oro en el yacimiento
eSlUdiado. Tres familias de inclusiones fluidas fueron identificadas. Tipo 1 : inclusiones trifásicas
acuoso-carbónicas; la salinidad de la mayoria de las inclusiones de esta familia es de 5 y 6 % peso eq. de
NaCI y la temperatura de homogenizaci6n varia entre 190 y 230 oc. Tipo 2 : inclusiones bifásicas
acuosas, con salinidad entre 4 y 8 % peso eq. de NaCl y temperatura de homoge.nización entre 160 y 180
OC. La asociación del oro nativo con inclusiones del tipo 2 en fracturas sugiere que la deposición del oro
puede ser asociada a la infiltración de soluciones acuosas en etapas tardras. Tipo 3: inclusiones
monofásicas secundarias de tamano inferior a 1 mm. Los resultados microtermométricos sugieren que la
deposición de oro nativo en las venas de cuarzo está relacionada con la ebullición y disminución de la
temperatura y presión del sistema hidrotermaJ. En conjunto, los dados sugieren que el yacimiento Pau-a·
Pique constituye un ejemplo de mineralización del oro cpigcnélico en el Cralón Amazónico.
Palabras dave: Inclusiones fluidas, oro, metaconglomerado, Cratón Amazónico, Brasil .

Introducción ras del yacimiento Pau-a-Pique, con el objeti­


vo de contribuir en la caracterizaciÓn del flui­
El Cratón Amazónico se distingue en el do hidrotermal relacionado con la
territorio brasilero por su potencial mineralización de oro.
metalogenético representado por importantes
mineralizaciones económicas de oro, hierro y
cobre conforme registrada en la revisión de Contexto geológico
Schobbenhaus y Coelho ( 1 988). Según el
Ministerio de Minas y Energía de Brasil, en El yacimiento Pau-a-Pique se encuentra
el período de 1990 a 1995 fueron extraídas en la zona centro-oeste de lo Brasil a unos
aproximadamente 33 millones de toneladas 440 km de Cuiabá (capital del Estado de Mato
de minério. con tenor de 0.41 ppm de oro en Grosso). Este yacimiento está alojado en el
esta región (Anuário Mineral, 1997). contexto del Grupo Aguapeí en la región su­
En el limite suroeste del Cratón roeste del erutÓn Amazónico. La región
Amazónico se localiza la Provincia Aurífera engloba terrenos proterozoicos de 1.33 a 0.99
Alto Guaporé. la cual aloja innumerables pros­ Oa. conforme n estimaciones U-Pb (SHRIMP)
pectos de oro en metaconglomerados del Gru­ en circón y Pb-Pb en roca total (Santos. 1999;
po Aguapeí, tales como el yacimiento Pau-a­ Tassinari y Macambira, 1999).
Pique. entre otros (Fig. 1). La porción suroeste del Cratón Amazónico
En la década de los 80. varios prospectos fue afectada por la tectÓnica distensiva del
de oro alojadas en metaconglomerados del Gru­ Proterozoico, resultando en ambientes de rilr
po Aguapeí localizados en el limite SW del continental con la formación de aulacógeno
Cratón Amazónico. tales como Mina Sao Vi­ (Carneiro et al., 1992). En el interior del
cente. Ruínas Sao Francisco. Rio Sararé, lncra, aulacógeno fueron depositados sedimentos
Córrego da On�a, Lavrinha, Bananal-Rio Ale· terrígenos y marinos (Litherland et al ., 1985,
gre y Pau-a-Pique (Fig. 1). A pesar de la im­ 1989) de los grupos Aguapeí (en Brasil) y
portancia económica de estos prospectos hay Sunsb (en Bolivia). Datos K·Ar de
pocos estudios detallados sobre cada yacimien­ filosilicatos del Grupo Aguapeí indican que
to. en especial. sobre inclusiones fluidas. la inversión del proceso de abertura del siste­
Este estudio presenta los resultados de ma de rift ocurrió entre 1000 y 900 Ma duran­
los ensayos microtermométricos de las inclu­ te la Orogénesis Sunsás (Geraldes, 2000.
siones fluidas atrapadas en las venas audfe- Litherland et al., 1989).
I n c l u s i ones fluidas e n venas a u ríferas , cr{¡ton a m a z ó n i c o . 81

Región del yacimiento


Pau-a-Pique

60' 1 000 km

10 o �aaal
/I:( S uc I O

I, .j'f.; I H alo h i d rot e nn al y venas de cuarzo

� Fallas inversas
L.é-J
D Grupo Aguapcí

60'
ITIIIIll Rocas vulcano-sedimcntares

l' I
16'
,>S: Granito-gncises Santa
__ '-

Helena

480m

3 km -------+. Y'

Figura 1 Mapa geológico del suroeste del Cratón Amazónico destacando l a localización de los
-

yacimientos de oro en el contexto re giona l del Grupo Aguapeí. A) Mina S50 V i c e n te . B) Ruínas S50
Francisco. C) Río Sararé. O) Inera. E) Córrcgo da 011l; a . F) Lavrinha. G) Bananal-Rio Alegre. 1-1) PalHl­
Pique.
82 PULZ, G. M . et a l.

L a base d el Grupo A gu a pc í eSl;:í forma­ cas proporcionaron valores entre 1 308 ± 1 3


da por mctaconglo merados ol igomícticos M a y 1 3 1 8 ± 24 M a (Menezes et a l . , 1993).
con i n te rc a l aciones de metarenitas Se observa e n el frente de exploración del
orlocuarcíticas d e la Form ación Fortuna yacimiento Pau-a-Pique, que l a Formación
(Saes y Fragoso Cesar, 1 994). Esta unidad Fortuna está cruzada por fajas m i l oníticas, Ins
está sobrepuesta por l a Formación Vale da cuales están relacionadas con la deformación
Pro m i ssao, la c u a l est:í c o n s t i t u i d a por progres iva i mpuesta por l a Zona de
metal i moni tas, pizarras, fi l i las y mctarenitas Cizallam ienlO Corredor (Fernandes el a ! . ,
finas. Estas rocas hac i a para la Formación 1 998). Esta estructura tectónica coloca los
Morro Crista l i n o por i n lcrcli gi taciones de met<lsedimcnlos de la Formación Fortuna en
mcta l i monitas, metarenitas y metacan­ contacto con los granito-gneises Santa Helena.
glornerados o l i gomícticos. Las m i lonitas de la Formación Fortuna tam­
Las rocas del Grupo Aguapeí cabalgaron bién est¡í n en contacto con una roca tonalítica,
sobre los litolip05 del basamento durante la transformada en m i lonita con anfíbol-bioti ta­
Orogénesis SUllsás. El basamento del Grupo clorita (Fig. 2).
Aguapeí esti.Í representado por los granitos­ Fajas irregulares, de espesor centil11etrico,
gneises Santa Helena en el tírea estudiada. De­ de s i l icificación y moscotizaci6n han sido
terminaciones radiométricas Rb-Sr en estas ro- observadas adyacentes a algunas venas de

50 In

I:s:! VenAS de cu:m;o � Curvas de nivcJ


D MCIn.conglomcado
f (Frn. Fonul1:l) o Lugo
O MilonitA con nnfibo\·biotitn.·c!orila

FigUf<l 2 -Esbozo geológico del yacimiento Pau-a-Pique, destacando la locnlización de las venas
estudiadas para el estudio dc inclusioncs nuidas.
Inclusiones fluidas en venas auríferas, cráton amazónico . . . 83

cuarzo. Por otra parte, al rededor de las es­ Jeol Scan Microscope 5800� del Centro de
tructuras mineralizadas predominan Microscopía Electrónica, Universidad Fede­
diseminaciones de sulfuros, óxidos de hierro, ral de lo Rio Grande do Sul (UFRGS). Los
turmalina, biotita. clorita y epidOla. Los análisis semicuantitativos de EDS se han ob­
sulfuros también aparecen diseminados junto tenidas con unas condiciones instrumentales
al contacto del metaconglomerado de 25 keV. I nA de excitación. 1 0 ¡lm de
mi[onitizado y [a milonita con anfíbol-biotita­ ancho del canal y ángulo de 35°.
clorita. Determinaciones K-Ar en mica blan­ Las composiciones de los sulfuros se han
ca y Pb-Pb en galena, de algunos indicios de obtenido con una Microsonda CamecaOl Sx50.
oro en el Grupo Aguapd, sugieren que el Las condiciones experimentales han sido las
evento mineralizante en la región estudiada siguientes: haz de electrones de 5 ]..lm, tensión
ocurrió entre 964 ± 42 a 9 1 8 ± 10 Ma (Geraldes de 3celeración de 20 keV. corriente de 25 nA y
et al., 1997) durante [a Orogénesis Sunsás. tiempo de contaje de 20 a 30 segundos. El
equipamiento fue calibrado con CuFeS? natu­
ral; ZnS sintética; As metálico; Te sintético en
Procedimiento analítico un compuesto de Au. Ag y Te; Ag sintética en
un compuesto de Ag, Bi Y Se. Los análisis del
El estudio microtermométrico se ha efec­ microsonda electrónica y microtermométricos
tuado en inclusiones fluidas atrapadas en cuar­ fueron realizados en el Centro de Estudios en
zo de venas con una platina Chaixmeca� aco­ Petrología y Geoquímica (Instituto de
piada al microscopio petrográfico Zeiss� uti­ Geociencias. UFRGS).
lizando objetivos con aumentos de 25 e 50
veces y oculares de 10 veces. Las muestras
fueron enfriadas a - 1 90 oC con nitrógeno [í­ Características de la mineralización
quido (N1) y calentadas hasta +400 oC contro­
ladas con un sistema digital EurotermOl• El apa­ En el yacimiento Pau-a-Pique aparecen
rato fue calibrado con una inclusión natural principalmente venas rellenando fracturas R
acuoso-carbónica trifásica (-56,6 OC), agua y D (Fig. 3), según la cl3sificación de
desmineralizada (O C) y productos sintéticos
o Tchalenko ( 1968). Además, algunas venas re­
MerckOl• La reproducibilidad de las medidas se llenando fracturas R ' Y T han sido observadas
ha calculado en +0.2 ·C. La salinidad de las en la área del yacimiento estudiado. Adya­
inclusiones acuosas se ha calculado por la tem­ cente a las ven3S, se puede observar. en gene­
peratura de fusión del hielo. conforme el pro­ ral, una estrecha banda micácea paralela a la
cedimiento sugerido por Bodnar y Vitik ( 1994). foliación milonítica. Todos los tipos estructu­
La densidad de las inclusiones acuosas se ha rales de venas se encuentran boudinados 3 lo
determinada según Shepherd et al. ( 1 985). La largo de su dirección y el espesor de las venas
salinidad y la densidad de las inclusiones acuo­ v3TÍ3 desde milímetros hasta 2 metros.
so-carbónicas fueron estimadas por el método Las venas D se posicionan subparalelas
de Brown y Hagemann ( 1994). (O a 5°) a los planos de cizalla según N15-
Las texturas de los minerales metálicos 50W/55-83 SW en los metaconglomerados, y
fueron estudiadas con el microscopio según N lOW/60-66 SW o N42W/80 NE en
petrográfico ZeissOl de luz transmitida. Las las milonitas con anfíbol-biolita-cloTÍta. Es­
observaciones petrográficas fueron comple­ tas venas están rellenas de cuarzo con textu­
mentadas por imágenes de microscopio elec­ ras masiva. ribbOI1 o sacaroideo, conforme la
trónico de barrido y análisis de espectrometría nomenclatura de Dowling y Morrison ( 1989).
de dispersión de energía con el equipamiento Las venas R forman un ángulo que varía
84 PULZ. G. M. el al.

de 5 a 2S· con la foliación milonítica, según mineralización en el yacimiento Pau-a-Pique


N I5·50W/ 66·86 SW. Estas venas están re­ (Tab. 2), los cuales son:
llenas por drusas de cuarzo incoloro. que Etapa temprana: pirrotina, calcopirita y
confieren a la mineralización una textura en galena.
peine. A veces, diferentes tipos Icxlurales Etapa intermediaria: pirita-I, oro nativo
aparecen a lo largo de la extensión de una (1) y plata nativa (1).
misma vena resultando en texturas compues­ Etapa tardía: pirita-JI, oro nativo y plata
tas (tipo ribbon-sacaroideo y masiva­ nativa.
sacaroideo), probablemente, debido a repeli­ Etapa intemperica: hematita. magnetita y
ción de los episodios de apertura y relleno de martita.
las fracturas R. La pirita es el sulfuro predominante en la
Venas R ' seccionan los planos e con un mineralización (Barbaza, 2001), en cual se
ángulo de 6S a 90" con los planos C. Estas presenta en dos variedades texturales. La piri­
venas están orientadas según N20WI 60-75 ta-I es sintectónica, como indica su textura
SW en el anrrbol-biotita-clorila milonita. El cataclástica, mientras la pirita-U se presenta
cuarzo que rellena estas estructuras presenta en cubos perfectos, exentos de textUrllS de
textura masiva. deformación, indicando que su crecimiento
Las venas T son estructuras dilatacionales ocurrió al final del cizallamiento. El oro nati­
que rellenan fracturas de extensión. Estas ve­ vo (Fig. 4) se encuentra asociado a la pirita-!.
nas forman un ángulo de 40 a 60" con la folia­ La plata nativa ocurre incluida o rellenando
ción milonítica. El cuarzo sacaroidal rellena fracturas en la pirita-lI.
parcialmente estas estructuras formando venas La calcopirita y la pirrotina monoclfnica
discontinuas, según N40W/ 80-86 SW. aparecen incluidas en la pirita-J. La galena,
Los minerales del yacimiento están dise­ que se presente en pequeñas cantidades en el
minados en las venas y en el halo de alteración. yacimiento. sobre la forma de inclusiones en
La composición y relación de texturas de los la pirita-J!. Los análisis de Au. Zn y As en los
minerales metálicos (Tab. 1, Fig. 4). en con­ diferentes sul furos analizados se sitúan próxi­
junto con los resultados microlermométricos mos al límite de detección por microsonda.
de las inclusiones fluidas. posibilitaron el re­ La hematites es el óxido más abundante
conocimiento de cuatro etapas de en el yacimiento. Este mineral sustituye los

@ NE sw

Figura 3 A) Modelo teórico de la orientación de las fracturas en "lonas de cizallamiento rúptil-dúctil


-

(Harris (988). B) Croquis del perfil N80E en la región del yacimiento pau-a-Pique destacando las venas
de cuarzo en rracturas R. O Y T.
Inclusiones fluidas en venas auríferas, cráton amazónico. . . 85

Tabla 1- Composición representativa de los sulfuros del yacimiento Pau-a-Pique obteni­


dos por microsonda electrónica. A) pirrotinn (Po). B) calcopirita (Cpy). C) pirita-I (Py). (nd:
no detectado).

A e
Grano P04 Po5 Po6 Po7 Po8 P09 PolO Grano Pl:I Pl:2 Pl:3
Fe 60,S7 S9,76 60,7 1 60,4 1 60,3660,72 61, 1 7 F. 46,S6 47,44 47,01
Cu 0,0\ 0,03 0,03 0,01 0,02 0,21 0,2 Cu 0,03 od od
S 39,5339,43 39,5 40,0139,5739,1539,01 S 54,05 53,9 54,45
Au 0, 1 1 od od od 0,07 od od Au od od Nd
As 0,05 0,03 od od od 0,1 0,12 As 0,1 od 0,07
Zo od 0,01 od od od 0,05 0,1 Zo 0,01 0,03 Nd
Proporción atómica Proporción atómica
Fe 46,77 46,S I 46,86 46,43 46,67 46,9847,2S F. 33,06 33,55 33,13
Cu 0,01 0,03 0,02 0,01 0,02 O,IS 0,14 Cu 0,02 0,03 0,01
S S3,I6 S3,44 S3,I I 53,56 S3,29 52,77 S2,48 S 66,85 66,4 66,83
Au 0,03 od od od 0,02 od od Au od od od
As 0,03 0,02 od od od 0,06 0,07 od 0,04
As 0,06
Zo od 0,01 od od od 0,03 0,07
Zo 0,01 0,02 od

Grano CEl:l l CEl:1 2 Ce:z:1 3 Cel:14Cel:ISCEl:16Ce:z:17Ce:z:18Ce:z:1 9Ce:z:20Ce:z:21 Ce:z:22

Fe 30,04 30,45 30,45 30,34 30,93 30,34 30,93 30,22 30,S I 30,43 30,72 30,45
Cu 34,43 34,48 34,24 34,79 34,OS 34,79 34,05 34,31 34,45 34,68 34,31 34,57
S 35,69 36,09 34,81 35,31 35,45 35,31 35,45 34,75 35,33 35,37 35,47 35,2
Au od 0, 1 1 0,09 od od od od od 0,14 0,04 od 0,05
As od 0,04 od 0,01 0,03 0,01 0,03 0,01 0,02 od od od
Zo od 0,03 od od od od od od 0,01 0,01 od 0,02
Proporción atómica
F. 24,53 24,61 25,12 24,78 25,22 24,78 25,22 24,99 24,93 24,83 25,04 24,92
Cu 24,71 24,49 24,83 24,97 24,4 1 24,97 24,4 1 24,94 24,74 24,87 24,58 24,67
S 50,76 50,81 50,02 50,24 50,35 50,24 50,35 50,06 50,27 50,27 50,37 50,17
Au od 0,03 0,02 od od od od od 0,03 0,01 od 0,01
As od 0,03 od 0,01 0,02 0,01 0,02 0,01 0,02 od od od
Zo "d 0,03 nd nd nd nd nd nd 0,01 0.01 Nd 0,02
86 PULZ, G. M . el a l.

s u l furos c o mo resultado de l a alteración l11ún a lodas las venas es l a concentración de


supergénica y se encuentra también como una las incl usiones fl uidas en agrupaciones
fina película cubriendo los cristales de cuarzo planeares, lo que permite consi derarlas se­
(Fig. 4), a veces formando concreciones cundarias, conforme a la c l a s i ficación de
esferoidales. La magnetita aparece intercrecida Roedder ( 1 979). También, las evidencias de
con la hematita formando martita. que tam­ crepitación y estrangu la miento son comunes
bién sustituye los s u l furos. en bs incl usiones de todas las venas estudia­
das (I?arboza el a l . , 2000). El número de fases
de las inclus iones fluidas en temperatura am­
Características y tipos de inclusiones tlllidas biente y su distribución en cuarzo posibilita­
ron l a identiricación de tres variedades
Solamente las inclusiones nuidas que ocu­ pctrogr{¡ficas de incl usiones (Fig. 5). Una sín­
rren en las venas R , D Y T de la corta princi­ tesis de los resultados de los experimentos
pal del yacimiento Pau-a-Piquc fueron i n ves­ son mostradas en la tabla 3 .
tigadas en este estudio. Una característica co-

Figura 4 - Imágenes electrónica de barrido (BSE) de los minerales Illct{lIicos e n e l yacimiento Pau-a­
Pique. A) Oro nativo en ffrlcturas en la piri ta- ! B) Agregados ovoides de hcmatita sobre drusas de cuarzo
.

en peine. C) Magnetita c u héd ric a O) Microcristalcs de ga l en a incluida en la pirita-!.


.
Inclusiones fluidas en venas aurlferas, cráton amazónico . . . 87

Tabla 2- Características de las etapas de mineralización del yacimiento Pau-a-Pique (Po:


pirrotina; Cpy: calcopirita; Pyl: pirita-l; Py!I: pirita-tI; Au: oro nativo; Ga: galena; Hem:
hematites; Mar: martita).

IDclusioDes MiDerales
Etapa Metálicos VeDas
Fluidas

Po R-R'
Temprana Acuoso-carbónicas ,
Cpy ,
y acuosas Compuestas
_. ..

Pyl R-R'-D
Acuoso-carbónicas Au Ribbon
Intennediaria
y acuosas Ag I Sacaroideo

- __ o ._-. .--
Ga
_. -
I� ._
Compuestas
----
-- .

Au D-T
Tardla Acuosas Ag Masiva
Sacaroideo
Pyll
l
__ �.! !�uestas
'
,
Hem
Intempérica Monofásicas
Mar
II En peine
I
Tabla 3 - Resumen de los resultados microtermométricos obtenidos en las inclusiones
acuoso-carbónicas (Tipo 1) y acuosas (Tipo 2) de las venas de cuarzo del yacimiento Pau-a­
Pique. Th: temperatura de homogeneización total; TMH10: temperatura de fusión del hielo;
TMCO,: temperatura de fusión del COl; ThC01: temperatura de homogeneización del COl;
Tdclat: temperatura de disolución del c1atrato.

TIPO ] TIPO ]
Th (OC) 153 - 343 98,4 - 396
TMH,O (oC) -6,6 - -0,6 -19,0 - -0,3
TMCO, (oC) -58 - -56,6
ThCO, (oC) 15 - 31
Tdclat (oC) 6,4 - 8,4

IiruLl: inclusiones trifásicas compuestas inclusión. Este tipo de inclusión se observa a


por una fase carbónica vapor (V) envuelta por lo largo de hileras. a veces asociada con in­
dos Ifquidos inmiscibles, denominados L I clusiones de tipo 2 y 3. Las inClusiones acuo­
(acuoso) y L2 (carbónico), respectivamente so-carbónicas del tipo 1 son aquí considera­
(Fig. 5). Presentan formas variables desde cris­ das precoces, pues fueron encontradas en las
tal negativo a irregulares, con dimensiones venas R, que son las primeras en formarse
entre 4 e 20 J.lm. La fase carbónica (L2+V) durante la evolución del cizalla miento
ocupa de 15 a 55 % del volumen total de la (Ramsay y Huber. 1983).
88 PULZ, G. M . et al.

Durante los ensayos microlermométricos, NaCI (Tab. 3). La homogeneización de l ca,


la mayoría de las inclus iones acuoso-carbóni­ (t a n to en l a fase líquida, como vapor) ocurri Ó
cas del tipo 1 mostraron la fusión del CO") en proporciones equivalentes, predominante­
entre -57,0 y -56,8 oC, indicando que la fas � mente entre 25 y 29 oC. La homogeneización
carbónica no es pura (Fig. 6). No obstante, la total de las inclusiones acuoso-carbónicas ( fase
fusión del CO2 sólido de algunas inclusiones líquida o vapor) eSli:í comprendida, principal­
del tipo 1 ocurrió en -56,6 oC, demostrando la mente, entre 1 90 y 230 "C (Fig. 6).
existencia de fluidos acuoso-carbónicos puros
en las mismas venas. La moda de l a disolución Tipo 2 : inclusiones bifásicas acuosas (lí­
del clatrato en las incl usiones acuoso-carbóni­ quido + vapor), con d i mensiones de 4 a 35
cas fue observada entre 7,2 y 7,4 oC, lo que �lln, presentándose ora como cristales negati­
implica salinidad de 5 a 6 % peso equivalente vos, ora irregul ares O alongadas (Fig. 5). El

. (


f"':Tipo 3 -
15 um

Figura 5 - Inclusiones fluidas en el cuarzo de las venas del yacimiento Pau-a-Pique. A) Representación
esquemática de la clasificación de las inclusiones adoptada en este estudio, considerando el modo de
ocurrencia de las inclusiones cn relación con la orientación de las fracturas. B) FOlomicrografin de una
inclusión trirúsic<1 acuoso-carbónica. (L 1 : H,O líquido, L2: CO� líquido y V: CO� vapor). C) Fotomicrografia
de inclusiones bifásicas acuosas. D) f-olom icrografia de incltisioncs monofási cas vapor.
Incl usiones fluidas en venas auríferas, cr<Íton amazónico . . . 89

grado de relleno de estas incl usiones varía de la roca encajante aprisionados en su interior
1 0 a 90 % con el predom i n i o de aquellas con (Ramsay y Huber, 1 983). A lgunos granos de
10 a 25 % de vapor. Este tipo forma h i lera oro nativo han sido observados adyacentes a
constituidas por i nc l usiones b i fí.Ísicas acuosa. h i leras de incl usiones acuosas del tipo 2.
ESlrls i nc l usiones est<Ín asociadas a turmali­ E n la s incl usiones acuosas del t ipo 2, l a
na, epidota, c l inozoisita y c i rcón. Las inclu­ fusión del hielo tuvo lugar entre - 6 y - 2 oC
siones acuosas del t i p o 2 fueron interpretadas (Fig. 7 ) . La salinidad de la mayoría de esta
corno tardías, pues aparecen tanto en las ve­ fam ilia de inclusiones se sitúa en el i ntervalo
nas R como en las venas D. Su presencia en de 4 a 8 % peso equ i va l ente NaCI y la
las venas R, así como en las demí.Ís, parece homogeneización total fue observada princi­
estar relacionada con m ú l tiples episodios de palmente en la ¡ase líquida entre 1 60 y 1 80 oC.
apertura y relleno durante la rotación de estas
estructuras, como sugieren los fragmentos de Tipo 3 : inclus iones monof<Ísicas (acuosas

"r-------,
" •

"

"

,


., • ., • o .. .,

Vn '"
.1 250
IIn .1
lOO llO
TdClat (OC)

% peso equivalentes de NaCI

Figura 6 - H i stogramas de rrecuencia de los resultados microtermométricos de las inclusiones acuoso­


carbónicas (Tipo 1 ) en las venas de cuarzo del yacimiento Pau-a-Pique. (Th: temperatura de
homogeneización total; TMH,O: temperatura de rusión del hielo; TM CO , : temperatura de fusión del CO,;
ThC02 : temperatura de homogeneiz�lción del ca!: Tdclal: temperatura de disolución del clatrato).
-
90 PULZ, G. M. et a l .

y vapor) o a ú n por l a asociación de monofásicas textural de esta fam i l i a de i n c l u s i ones O u i d a s


y bifásicas acuosas a l o largo de una m i s m a c o n los granos d e o r o nativo.
hilera. L a s i n c l usiones d e e s t a fam i l ia presen­
tan d i á metro i n ferior a I �lJl1 Y a veces se mues­
tran vacías, l o que d i fi c u l t ó l a observación de Consideraciones finales
los cambios de fase durante los ensayos
microtermométricos. Por eso, esta fam i l ia de Las venas d e cuarzo del y a c i m i e n t o Pall­
i n c l u s iones no será c o n s i derada en la discusión a - P i q u e contiene granos d e oro n a t i v o aso­
siguiente. Las i n c l usiones del tipo 3 son mas ciado con p i r i ta e i n c l u s iones aCUOS3S d e baja
jóvenes que aquellas de los tipos 1 y 2, pues s a l i n idad y moderada temperatura ( l s O y 2 1 0
ocurren en h i leras que cortan los l í m i tes de los OC). Basado en estudios experimentales,
granos. No se h a observado ninguna evidencia Seward ( 1 97 3 ) c o n c l u y ó q ue s o l u c i ones d e
baja sal i n i dad c o n tem peratura entre 1 5 0 y
120)
�------, 300 oC favorecen el transporte de oro por
tilia-complejos.
Las caracter í s t i c a s petrográficas y
micro termométricas de l a s i n c l usiones fl u i ­
d a s e n l a s venas e s t u d i a d a s i n d i can q u e en l a
e v o l u c i ó n d e l f l u i d o h i drotermal e n el y a c i ­
20
miento P a u - a - P i q u e tu vicran l u gar fenómc­

·8
n .,., .,
nos de eb u l l i c i ó n (boiling). Las principales
-ID
evidencias de ebul l i c i ó n d e l o estudio d e las
·20 ·18 -16 ·14 ·12
TMII:OI"C)
i n c l u s iones acuoso-carbónicas ( t i p o 1 ) son las
siguientes: 1) l a variación del grado d e relle­
no ( 1 0 a 90 % ) a l o largo d e u n a m i s m a
agrupación de i n c l u s i ones (Cr.:twford, 1 9 8 1 ;
Roedder, 1 9 8 4 ) ; 2 ) e l m a n t e n i m iento d e l a
temperatura de homogeneización I O t a l d c l a s
i n c l u s i o n e s en u n m i s m o i n te r v a l o de tempe­
ratura, lanto s i homogeneizan en l a fase l íq u i ­
d a , como s i l a hacen a fase vapor; 3 ) l a aso�
"" '"
ciación d e las i n c l u s i ones d e los t i pos y 2 en
254 )0-1
ThI'Cl
2().1
I
u n m i s m o grano de cuarzo. Los fe nómenos de
120

'00 e b u l l i c ión pueden haber c o n t r i b u i d o para l a


., i n m i s c i b i l i d a d d e los fl u i d o s .:tcuoso-carbóni­
• cos, pres u m iblemente homogéneos en origen,
'¿ 60
;¡ durante el descenso d e presión provocado por
"
el ascenso crustal d e los mctasedi mentos y de
20
las rocas m i loníticas a l o largo de planos de
cabalgamiento regionales.
"Al
Por otra parte, también se han observado
3.11 921 11.11 1).79 16.Q.l 17.92 19-62 2UO 2260

Y. pC:IO tquivalclltc. de ",CI

evidencias de necking d01V1I en las venas del


Figunl 7 - HislOgrarnas de frecuencia de los resul­
yacim iento Pau-a-Pique. E n eSle caso, a l a
tados microterl11ométricos de las inclusiones ;:ICUO­
sas (Ti po 2) en las venas de cuarzo del yacimiento a m p l i a variación d e l gracia d e relleno s e aso­
Puu-a-Pique. Th: temperatura de homogeneización . cian i m portantes variaciones en la
total ; TMI-I�O: temperatura de fusión del hie l o . homogeneización l o t a l , c o m b i n ad a s c o n l a
Inclusiones fluidas en venas auríferas, cráton amazónico . . . 91

salinidad constanle d e algunas inclusiones Metalogenia. Univ. de La Plata


acuosas, que claramente indican procesos de Publicación 6, 40-46.
neckillg d01Y1I durante la percolación de flui­ Bodnar, RJ. y Vitik. M.O. ( 1 994):
dos en el yacimiento estudiado. Interpretation of microthermometric for
Teniendo en consideración los resultados Hp-NaCI fluid inclusions. in: "Fluid
obtenidos en este estudio se concluye que el Inclusions in minerals: Methods and
yacimiento Pau-a-Pique constituye un ejem­ applications", De Vivo. B. y Frezzotti.
plo en el suroeste del Cratón Amazónico de M.L., eds. Virginia Tech, Blacksburg,
venas epi genéticas de cuarzo y oro nativo l l7-l 30.
relacionados con la deformación proterozoica. Brown, P.E. y Hagemann, S.G. (1994):
Los datos microtermométricos de las inclu­ MacFlinCor: a computer program for fluid
siones fluidas de las venas estudiadas sugie­ inclusion data reduction and manipulation. in:
ren que el transpone y deposición del oro "Fluid inclusions in minerals: methods and
envolvió la percal ación de fluidos acuosos applications", De Vivo, B. y Frezzoui, M.L..
de baja a moderada temperatura y baja eds. Virginia Tech. Blacksburg, 231-250.
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Los autores agradecen a la Oeol. Msc. Precamb. Res. 59, 263-282.
Isabel Medina Yarza, OeoL Msc. Marlene Crawford, M.L. (1981): Fluid inclusions in
Blanco y Msc. Noelia Del Valle Franco metamorphic rocks low and medium
Rondom por la ayuda en la traducción del grade. Mineral. Assoc. Canada Short
manuscrito a la lengua española. Esta inves­ Course 6, 157- 181.
tigación ha sido financiada por los proyectos Dowling, K. y Morrinson, G. ( 1989):
PADCT 03-GTM-OI/97-02/02-7 (FINEP Application of quartz teltlureS to the
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MeU incIusions in quartz from subvoIcanic sills of the


Iberian Pyrite BeU: Implications for magma evolution
and hydrothermal alteration

Fernando TORNOS l . Ylad i mir SIMONoyl and Sergei KOYYAZINl


I Insli lulO Geológico y Minero de España. e/Azafranal 48, 37002 Salamanca (Spain)

f.lornos@igme.es
1 United Instilute of Geology, Geophysies and Mineralog)'. Russian Aeademy of Scienee.
Academic Koplug ave., 3. 630090 Novosibirsk (Russia) simonov@uiggm.nsc.ru

Abstracl: Melt inclusions in qurutz phcnocrysts ofmassive felsic sills of lhe Iberian Pyrite Belt homogenize
to liquid at tempcraturcs betwccn 10250 and > 1 1 50GC. Thcy show a chcmkal compasitlon consistent with that of
their peraluminous and ealc-alkaline host rocks . On the basis of the melt inc1usion compasition two types of
quartz phenocrysts can be distinguishcd. The first g10up is dominant and has inclusions wilh compositions
consistent with (hat of apogranites. They are in!erpreted as reflecting \he me1ting of an arkosic protolith or, more
likely, are inherited f10m a deep leueogranite that could be the source of the tin anomalies wilhin \he lberian
Pyrite Bell. The seeond group has melt inc1usions with a composition consisten! with that ofthe host rocks, wilh
ils trapping synchronously wilh \he prceipitation of feldspars and mafic minerals.
The abnormally high temperature of mell homogenization is interpreted as a primary feature,
renecting the existence of deep superhealcd and dry magmas. Panial melting of a water-poor granulilic
crust by underplating mafic magmas produeed watcr·deficient intcrmediale-acid roeks that rose up 10
(sub)volcanic levels in the crust.
Comparison of the composilion of the mell inc1usions with differcnt chemical alteration vectors
proposed for hydrothermally altered volcanic rocks suggest ¡hat these equations do nOI unequivocally
represent the degree of altcration.
Key words: Melt inclusions, dacite, geochemistry, lherian Pyrite Belt

Resumen: Las inclusiones vítreas en los fenocristales de cuarzo de un sill félsico en el Complejo
Yolcano Sedimemario de la Faja Pirltica Ibérica homogeneizan a Hquido a temperaturas entre 10250 y
>1 150°C. Muestran una composición qufmica consistente con el carácter caJcoalcalino y peralumfnico de
las rocas encajantes. Hay dos tipos dc fenocristalcs dc cuarzo. Los más abundantcs tienen inclusiones
vltrcas con una composición tfpica de apogranitos que puede ser derivadas de la fusión de un prololilo
arcósico o, más probablemente, ser heredados dc un leucogranito profundo. El scgundo grupo de
fenocristales tiene inclusiones con composicioncs similares a las de la roca de caja e indican que la
cristalización del cuarzo fue sincrónica con la precipitación de feldespatos y minerales miificos.
La elevada temperatura de homogeneización/fusión, interpretada como primaria, es indicativa de la
existencia de magmas supercalentados y anhidros en profundidad. La fusión parcial de una coneza
granuHtica deficiente en agua producida por la intrusión de magmas miificos profundos generó magmas
de composición intermedia a ácida que ascendieron hasta niveles (sub)volciinicos de la corteza.
La comparación de la composición de las inclusiones vltreas con diferentes vectores qulmicos de
alteración hidrotermal de rocas volcánicas sugiere que estas ecuaciones pueden no representar distintos
grados de alteración hidrotermal, sino caracteres geoquímicos primarios.
Palabras clave: Inclusiones vftreas, dacita, geoqulmica, Faja Pirítica Ibérica
94 TORNOS, F. el al.

Introduction by a fairly simple slratigraphy, wilh rocks


ranging in age from Ihe Upper Devonian 10
The Iberian Pyrite Beh (lPB) hasts the Lower Cnrboniferous. The lawermost
abundan! massive sulphide orebodies sequence is formed by silicielaslic sedimenls
intimately associated with bimodal (basalt­ (shnles and sandslones) deposiled in nn
rhyolite) ¡gncoos racks and interbedded epicontinenlnl platform (Upper Devonian).
siliciclastic sediments. As in equivalen! ore Above il Ihere is a rnlher Ihin « 1000 m)
disldels, sorne of the orebodies have a direct sequence of volcanic, volcanielnstic rocks and
spatial and perhaps genelic relationship with siliciclastic sedimenlS (mainly shales) wilh
felsic subvolcanic and extrusive magmatic sorne jnsper levels (Volcano Sedimenlary
rocks (e.g Rio Tinto. Aljuslrel, Neves Cor­ Complex - VSC). The sequence ¡ncludes
.•

vo, Aguas Teñidas; Boulter, 1993; Sáez el abundant dark shales and volcanielastic rocks,
011.,1996; Carvalho el aL, 1997; Leistel el al.. typically Ihick. pumice-bearing submarine
1998). These hasl racks have endured a mass flows. Inlerbedded massive ¡gneous
polyphase pervasive hydrothermal alleration rocks inelude subvolcanic sills and
and subsequent Variscan metamorphism Iha! cryplodames of felsic (dacite-rhyolile)
have dramatically modified ils original composilion as well as si lis and locally •

geochemislry, leading 10 pronounced changes pillowed - lavn flows of mafic (basaltic)


in mobile major and Irace elemenls (e.g .•
compasilion. These mafic rocks are continen­
Sánchez Espai'ia el al.. 2000). tal Iholeiitic and wilhin-plate continenlal
In Ihis contexl, melt inelusions are basalts while the felsic rocks are low AIJOJ
unvaluable Iracers of Ihe geochemislry of Ihe high Yb calc-alkaline anes (Munhá, 1983;
magmas since Ihey usually relain Iheir originnl Mitjavila el al.. 1997; Thieblemont el al.,
meh composilion when Ihe enelosing mineral 1998). The andesiles are very scarce. This
cryslallized. Somelimes Ihey are Ihe unique Complex Is chnracterized by abundant changes
source of informalion aboul Ihe condilions of of facies and ranges i n age between the Upper
emplacemenl of Ihe magmatic rocks, Ihe Fammenian and Ihe Lale Visean.
processes ¡nvolved in Ihe magmalic evolulion, All lhese rocks are pervasively altered by
and the exlenl and Iype of hydrothermnl syn- lO post-magmalic hydrolhermal fluids.
alteralion (Audelal el al., 1998). However, melt There was an early submarine hydrolherrnal
inclusion sludies are scarce in areas where alteration (hydrolhermal melamorphism of
volcanic-hosled massive sulphide deposits are
Munhá el al., 1986). In close spatinl
found. There are only some references on sorne
associalion wilh the massive sulphides, there
russian deposits (Babansky el al., 1995; TilOv
is a superimposed alteration, Ihat produced
etal., 1996; Simonovet al..1999) as well in Ihe
hydrothermal hnlos with an exlernal zone of
present day syslem af Ihe Lau basin (Yang and
sericillzation and an internnl chlorilization
SCOlI. 1996; Kamenetsky el al., 1999). In Ihis
relaled wilh Ihe massive sulphide feeder zone.
work we present Ihe firsl microlhermomelric
The deformation in Ihe Iberian Pyrile 8eh
and geochemical results of melt inclusions in
is of Ihe thin skinned Ihrust and fold Iype,
quartz phenocrysls from subvolcanic massive
wilh norlhward dipping majar Ihrusls and
quartz porphyritic felsic sills in Ihe lberian
overturned folds. The melamorphic grade is
Pyrile Bell.
of low 10 very low grnde (Munhá, 1990; Silvn
et aL, 1990; Quesndn, 1998).
Geologic seUlng
Massive bodies of felsic rocks ranging in
composilion belween daciles and rhyolites are
The Iberian Pyrite Beh is characterized very common in the VSC. Perhaps, one of lhe
Melt inclusions Iberian Pyrite Belt 95

more studied ones is that located in Ihe Rio albite?) 1 - 1 .2 mm-sized phenocrysts in a
Tinto-Odiel area (e.g., Boulte.r, 1993; recrystallized and strongly hydrothermally
Valenzuela et aL, 2000. Here, the felsic rocks altered matrix, made up of microcryslalJine
occur in a E-W trending body of more than 30 quartz, feldspars (sericitized) and minor mafic
km long and between 500 m and I km in minerals replaced by chlorile and sericite; no
thickness located on the northern limb of a biotite phenocrysls. eyen replaced. haye been
majar antieline: the sequence ineludes observed. The scarce presence of K-feldspar
yolcaniclastic pumice-rich rocks intruded by phenocrysts seem lO be a Iypical fealure of
sills. It is close to the contact between two felsic rocks in the IPB (Thieblemont et aL,
major tectonic unils, the hosting Valyerde Un ít 1998). Whole-rock analyses of samples
that is thrusled by Ihe Berrocal Unit, consisting belonging lo Ihis unit are shown in the Table
of lurbiditic sediments of Ihe Culm Group l . Aboul 15 km lo the east, Ihe sequence hosts
(Figure 1 ; Quesada, 1998). Ihe massiye sulphides and related slockwork
The studied samples are from one of Ihe of the Rio Tinto mine.
areas where Ihere are massiye rhyodaciles wilh
conspicuous flow banding and columnar
jointing; they haye inlrusiye, locally peperilic. Melt inclusions
contacts with both the oyer and underlying
grey shales. The sample were colJected about The silicale melt inclusions are found
50 m below thal upper intrusiye contacto These ;so[ated in regular interyals within ¡he indivi­
rhyodacites haye unoriented microporphyritic dual magmatic quartz phenocrysts, with sizes
ameboidal quarlz (0.8-1 mm) and some fresh rangiog between 1 0 and 50 microns (Figure
plagioelase (replacement by hydrothermal 2). They usually have rounded shapes, bUI

---
-

flySCn Group

?!.rrple mies
felsIc massIve &
voIconlclos1lc ocks
Molle $/lis

l' '1
PQGroup

""""',

Figure 1. Geological map of the Rio Tinto-Odiel area showing Ihe location of the porphyrytic rocks,
studied samples and of the majar ore deposits. Modified from lOME ( 1 978).
96 TORNOS, F. et a l .

Table 1. Chemieal eomposition of ( 1 994) and Titov et a l . ( 1 996). A key aspeet


rhyo l i tes o f ¡hese runs i s lhe dete r m i n a t i o n o f rhe
homogen isation tCl11perature. Long heating t i ­
Sample mes produce a conta m i n a t í o n o f lhe m e l t
78 79
i n c l u s i o n by l h e h O S l quartz. Inversely, q u i ck
Sia, 73 .99 73.96
heati n g \V i i I ¡cad lo abnofm a l l y high
TiO, 0.20 0. 1 8 homogcnisation tcmperatures. T h e experience
AI,O) 1 2.29 13.16 indicates ¡hat me!! i n c l u s i o n s in quartz can be
Fe,O) 3 .06 2.39 heated slowcr t h a n [hose in pyroxene and

MnO 0.02 0.03 o l i v i ne, b u t lhe heating time must be s m a l ler


¡han about 1 .5 hours in arder lO avoid
MgO 2.82 0.77
contam i n a t i o n . T h e absence 0 1' a n inverse
CaO 0.31 1 .79
correlation between silica and the other
Na,O 0.99 3.89
elements (see below) exclude a significative
K,O 2.66 2.48 i n terchange w i th t h e host rack.
P,O, 0 . 06 0.06 D u r i n g heating, at about 500°C, lhe s a l i d
LO! 3.12 0.90 I'raclion of i n c l u s ions became d a r k . A l aboul
900°C a transparent l i q u i d started 10 be v i s i -
Analysis JGME. LOI: Loss on ignition. Total Fe as
Fe103

sometimes hexagonal edges can be observed.



The i n c l u s i o n s c o n t a i n a dominant se! of fine
brownish amorphous phases (metastable
s i l icate glass), w i t il Dne 01" more shrinkage
bubbles. The presenee o f erystals i n the edge
of Ihe inclusions n o r o t h e r cvidences 0 1'
recrystallization or interaction with t h e h051
mineral could be observed. Loca l l y , thefe are
sorne m i n u t e ( 1 -2 microns) daughter opaque -10 P 111

phases that probably eorrespond 10 sulphides.


rhe characteri s t i c s of lhe incl usions are
indicati ve 01' q u i c k q u e n c h i n g and correspond
lO low or non evolved i n c l u s i o n s i n Ihe sense
of Cloehiatti ( 1 975), typieal of rocks emplaeed
in s h a l l ow conditions ( L i n Q u i X i a and
Cloehiatti, 1 985; Mangas et a l . , 1993). The
distribution and charactcristics of lhe
in clusio n s suggesl ¡hat they are primary _ in
origin (Roedder, 1 984; Lowenstern , 1 995).
The melt inclusions were studied in double
polished thick sections \Vith a h i gh ­
tcmperature heat i n g stage wilh an i nert
med i u m (Sobolev and S l ll t s k y , 1984)
fol l o w i n g lhe procedures described III Figure 2. Aspect 01' a Illclt inclusions in a quartz
Simonov ( 1 993), Sobolev <lnd DanYllshevsky phcnocrysl from the felsic sills .
Melt inclusions Iberian Pyri¡e Belt 97

ble and near 950°C some vapour bubbles could glass mling all the cavily. The samples \Vere
be observed wilhin (he molten fraction. The cut and Ihe previously measured melt inclusions
complete homogenizalion with dissolution of were analysed by electron microprobe
the bubble into the liquid occurred in a range following conventional procedures. The
between 1 02 5 - 1075°C. However, sorne measured contents of Na, Mg, and K can be
inclusions did not homogenize a¡ temperatures low due 10 their 10ss below the beam. In order
near 1 150°C. ¡he highesl measurable 10 minimize this error. the alkalies \Vere
temperature (Table 2). Al this temperalure, analyzed firsl with short integralion limes. The
these inclusions consisted of a transparent mel¡ compasilion of the melt inclusions is shown in
with small and dispersed vapour bubbles. The the Table 2.
measured homogenization temperatures could The melt inclusions are usually
correspond lO Ihe approxirnate liquidus interpreted as represenlative of the
temperature al ¡he time of trapping, composilion of the magma at the time of
represenling ¡he mínimum temperature of trapping along the quartz liquidus. However,
forrnation of these phenocrysls (Roedder, that only holds true for the largest inclusions.
1984). According 10 experimental \Vork with artifi·
cial minerals, only the inclusions larger ¡han
about 10-20 microns have ¡he composition
Geochemistry equivalent to that of the corresponding mag­
ma. Thus, only the inclusions fiuing that
Afler healing, Ihe melt inclusions \Vere criteria were analyzed. Notwilhstanding, they
cooled fasl in order to produce a homogenous do nOI represenl the composilion of the hosl

Table 2. Chemical composilion and homogenization temperalUres of melt inclusions.

Sample 1-1 1-2 1-3 2-5 2-6 2-7 3-8 3-9 4-10 4-11 4-12 4-14 4- I S S-16 S-17 5-18
r"" 11 11 11 1 1 1 1 1 1 1
Si01 70.10 76.68 72.38 68.27 67.82 67.9266.10 68.74 70.42 71.5 73.16 62.32 69.23 72.24 73.47 73.53
TiO¡ 0.52 0.42 0.49 0.01 0.00 0.00 0.01 0.01 0.08 0.1 0.03 0.02 0.00 0.02 0.03 0.01
A110) 13.91 10.09 12.85 19.04 19.45 19.20 19.7\ 11.92 \7.56 \6.8 15.83 22.09 18.80 19.39 18.29 \8.40
F,O 3.92 3.23 3.77 0.54 0.33 0.38 0.69 0.40 0.62 0.62 0.51 0.73 0.61 1.11 1 .02 1.0\
MnO 0.08 0.04 0.08 0.03 0.05 0.05 0.04 0.04 0.02 O 0.02 0.03 0.02 0.05 0.03 0.03
M80 1.33 0.93 1.I7 0.06 0.06 0.06 0.01 0.06 0.09 0.1 0.07 0.45 0.33 0.06 0.05 0.04
e.o 0.38 0.23 0.36 0.94 1 .00 0.97 1 . 1 5 1.02 0.93 0.79 0.67 0.18 0.19 1 . 1 7 1 .00 1 .04
Na�O 2.17 2.34 1.6\ 3.29 3.23 3.3 7 3.52 3.56 2.32 1.73 2.13 221 2.17 2.16 2.15 1.37
K¡O 5.47 4.94 5.38 5.84 5.80 5.88 6.09 5.98 4.74 4.7 4.80 6.62 7.27 3.63 3.72 3.60
TOla! 97.89 98.9098.08 98.0097.73 97.82 97.4 91.72 96.77 96.3 97.21 94.65 98.62 99.83 99.75 99.03
AI-! 72.70 69.53 76.91 58.23 58.12 57.76 56.8956.88 59.79 63.5 63.52 74.7\ 76.34 52.56 54.48 60.2
AI-2 43 38.5 43.8 6.97 4.93 5.35 8.36 5.32 10.2 9.08 8.59 12.8 9.83 18.8 11.1 19.3
T.�L) 'C 1025 1025 1025 1050 1050 1050 1075 1075 1060 1060 1060 1060 1060 n.h. n.h. n.h.

Analysis by X-Ray mi croanalyzcr Cameh3x-micro 31 1he Unitcd Instilule of Gcology, Gcophysics 3nd
Mincralogy Russi3n Academy of Scicnec, Novosibirsk, Russi3. AI·I: Altcralion Index or Ishikawa el al.
( 1976); Al-U: Allcration Index of Sánchez Espai'lael al. (2000). n.h.: nOI homogenizcd al 1 150°C.
98 TORNOS, F. el al.

rack because the bulk compasilion orlhe mag­ thal Ihe high SiO} eontenl of the felsic rocks
ma gradually changes due 10 ffaclional in Ihe Iberian Pyrile SeU is a primary and nOI
crystallization ar mixing processes and the an hydrothermal alteration feature.
inc\usions only represenl instantaneous
("frozen") compositions (Roedder, 1984).
Postmagmatic processes can modify the Fluid inc!usions
original compasilion of the mel! inclusions ir
Ihe has! mineral is altered ar Ihe inclusions The quartz phenocrysts also host abundant
are Iinked with the surface of the crystuts via fluid inclusions wilh a dominant liquid phase
microcracks. Careful examination of ¡he and a subordinale vapor bubble. They are
sections suggesl Iha! Ihe studied quaTlZ small, rangjng in size between 3 and 1 5
phenocrysts huve behaved as closed systems, microns and are grouped io cluSlers aod along
al leasl ror ¡he majar oxides. There is no healed cracks, iodieating a secondary origino
evidence of microcracks in the quartz neaT They are usually irregular but sometimes
Ihe ¡nclusioos; also, ¡he microprobe analyses idiomorphie oear the edge of the crystals.
are internally consisten! and reproducible. Microthermomelric studies were carried
The measured inclusions are characlerized on a heating-freezing equipment of original
by very variable SiOl contenls (62.3-76.7 desigo (Simonov, 1993). The ioclusions yield
wt.%), ranging in composition from daciles 10 firsl melting lemperatures belween -22.5 and
rhyolites. They define a trend eorresponding 10 _22.0oC, indicatiog Ihal Ihe fluid was
Ihat of subalkaline rocks of eale-alkaline dominaled by ¡he Hp-NaCI-(KCl) system.
eomposition (Figure 3c), a fealure Iha! confirms The lasl melling temperalure of ice ranges
that the ealc-alkaline eharacter of Ihese rocks between -3.8 and _2.0°C, suggesting salinities
is magmalic and nol due lO superimposed of 3-6 wl.% NaCI eq. Final homogenization
hydrolhermal modificalions. They have high occurred al temperatures between 1440 and
NalO+Kp (4.97-9.61%) bul low CaO (0.18- 1 7 1 °C. No traces of COl were found.
1.17%) eonlenlS. All lhe mell inclusions have These results are very similar lo Ihose
normative corundum. The only observed Irend found by Sánchez España et a.1. (2000) in (he
is tha! there seems lo be a drop in ¡he alkalies lale, synorogeoic fluids eireulating io (he IPS
and Alp) with the silica conlenl (Figure 3a during Variscan limes, beiog aqueous fluids
and b). These inclusions have compositions with salioities clase lO 2-6 wt%NaCI eq. and
equivalenl lo Ihose of apogranitic syslems, with homogeniza.tion temperalures of 130-1 80°C.
ab-an-or normalive ralios close 10 the cotectie However, they are different from the dominan!
line at 1 kb (Winkler, 1978). fluids related with the massive sulphides, with
The chemical composilion shows Ihat Ihe homogenizalion temperatures io the 130-
melt inclusions can be grouped in IwO distinet 380°C raoge and salinities up 10 23 WI.% NaCI
types. The Type I group mosl ofthe inclusions eq. This suggests tha! hydrothermal fluids
(n=13). They are characlerized by very low leading 10 Ihe formation of the massive
MgO « 0.5%, usually less (han 0.07%), FeO sulphides did nol eireulate wilhin these
« l.1%), and TiOl « 0.08%), bul high Alp, ¡gneous rocks, since probably were focused
(>16%) contenlS (Table 2). The second group along the majar feeder zanes.
ineludes Ihree inelusions in a quartz
phenocryst (S-l) and are eharaclerized by high
MgO (>0.9%), FeO (>3%) and TiOl (>0.4%), Discussion
bul low Alp, contents « 14%); they have
normative enslalile and ferrosilile. The high The sludied quartz phenacrysts are
silica content of the melt inclusions suggesl aplically similar and no ehronalogical nor
Melt inclusions Iberian Pyrite Belt 99

geochemical evolulion could be eSlablished rhyolites of Ehlers & Blal! ( 1982) and
between them. However. lhe chemical dala of Middlemost (1985) as well the regional data
Ihe melt inclusions suggesl ¡hat Ihere are two of the lberian Pyrite Bell (ITGE. 1997). The
independent types of quartz phenocrysts. Ihat inclusions were trapped during the
reflee! ¡he growth in different settings. crystallization of the feldspar and quartz
The Type 1 melt inclusions are phenocrysts, as suggested by the drop of
significantly depleted in MgO. Fea,. CaO. alkalies and AI O) wilh an increase in silica.
l
and Tia! and enriched in AlP3 when This chemical trend is very similar 10 that of
compared wilh average dala of daciles and apogranites and could reflect the mehing of a

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SIO, 510,

Figure 3. Binary geochemieal diagrams of the mel! inelusions. For eomparison, data from regional
volcanie roeks of the Iberian Pyrite 6eh (ITGE. 1997) have been included, The dala are from Table 1 and
2. The alkaline-subalkaline lields or Figure 3c are rrom Irvine and Baragar ( 1 971). The Alteration lndex
1 is rrom lshikawa (1977) and the Alteration lndex 2 is rrom S:l.nehez España el al. (2000).
100 TORNOS, F. el al.

prololith with an arkosic compaslllon. contents « 1 wl% HzO) it can crystallize at


However. such rocks are nO;t known in the lemperalures as high as 980- 1 120°C,
basement oflhe Iberian Pyrite Belt. The quartz respectively (Whitney, 1989). It always
phenocrysls could also be derived from deep posldales plagioclase but at high pressures it
unexposed apogranites. The hypolhetical can also predate ¡he formalion of K feldspar.
presence of deep granites has beco proposed Thus, if Ihe melt inclusions represenl true
by several authors (Relvas, 2000; Sánchez quartz liquidus lemperalures, then Ihe syslem
España el al., 2000; Solomon el al.. 2002) as was a strongly water-depleted one. Equivalent
the source of magmatic fluids and of the high high lemperatures have been locally quoted
So contents of many of the massive sulphide in sorne felsic melis (e.g., Zhaolin, 1994;
deposits in Ihe Iberian Pyrite Belt including Babansky el al., 1995; Titov et al., 1996;
Neves Corvo, ane of the world-class tin Simonov et al.,1999) including ¡he felsic rocks
deposits. Geochemically equivalent inclusions hosting the Kidd Creek gianl massive sulphide
have beco found by Dietrich el al. (2000) in deposit (Barrie, 1995).
Sn-bearing porphyries in Bolivia As quoted aboye. ¡he water-undersalurated
The Type 11 inclusions have brandly character of Ihe melt inclusions can be a post­
equivalen! compositions 10 Ihese average Irapping fealure. There are evidences Ihal high
composilions and reflecl Ihe growlh or sorne temperature melt and fluid inclusions can loose
quarlz phenocrysls in equiJibrium wilh the small quanlilies of waler due to an outwards
host rocks (Table 2; Figure 3). The drop in diffusion through {he hosl rocks (e.g,
K10, AI 10). Fe and Mg synchronously with Mavrovenges and Bodnar, 1 994) and later
the iocrease in silica is here consistent with yielding high homogenization temperalures
the precipitalion orfeldspars and mafic phases. due 10 the relaled raise in the liquidus curve.
very likely biotite. A similar behaviour has However, there is a consislency between Ihe
been observed elsewhere (Zhaolin, 1994). homogenizalion lemperalures and Ihe
The melt inclusions i n volcanic quarlz chemical composilion or the melt inclusions,
phenocrysts usually homogenize in a range wilh Ihe lower homogenizalion lemperatures
belween 800 and 1200°C, bul values higher in Ihe Type 11 inclusions (Table 2). These
Ihal 1000°C are uncommon (Zhaolin, 1994); data slrongly suggest Ihal these lernperatures
in fact, lhese values are commonly interpreted reflect a primary feature and are nOI due 10
as unrealislically high (Audetat et al., 2000) posl-trapping effecls.
and related 10 post-Irapping modifications with The melt inclusions can provide impOrlaOl
waler loss and/or filling of Ihe shrinkage informalion aboul the volalile content or the
bubble at ambient pressure. The lemperalure magmas (Lowenstern, 1995; Kamenilsky el
of homogenization of the studied inclusions al., 1999). The reviews of Clernens ( 1984)
(>JOOooq is significanlly higher Ihan the and Lowenstern ( 1 995) show thal most
solidus of the granodiorile and granile, Ihal is rhyolites have waler conlents between 0.5 and
slrongly dependa ni on the pressure and 7 wt% while Thomas ( 1994) suggests that ¡he
composilion bul almosl independent of Ihe water content in granites is between 2.5 and
X(H10). The solidus of granitic rocks is 9%Hp.
eslimaled lO be around 750-800°C at I kb, Usually, the difference lO 100 wl % oflhe
705°C al 2 kb and 630°C al 8 kb (e.g., melt inelusion analysis is assumed as
Whitney, 1989 and references therein). The indicalive of ¡he volatile conlent of Ihe
crystallizalion of the quartz phenocrysls is inelusion. Total sums of the studied melt
strongly dependant on Ihe XHzO; for example, inclusions are belween 94.65 and 99.83%, wilh
al pressures or 2 and 8 kb bul at low waler an average value of 97.83%. However, Ihese
Melt inclusions Iberian Pyrite Belt 101

values are probably very approximate since. In fact, the late precipitation of biotite after
as quoted aboye. there can be significant quarlz is also typical of low-water systems
analytical errors or a wening effect during « 1.5% al 2 kb; Naney, op.CI.).
trapping plus an unknown post-lrapping loss Emplacement at undersaturated conditions
of water due to diffusion during heating imply Ihal Ihe magma was generated under
(Audetat et aL. 2000). relatively dry granulitic conditions, since
Simple numerical estimations suggesl thal usually they lend 10 approach water saturation
if most of the mafic hydrous minerals formed during the late cryslallization (e.g., Clarke.
earlier than the quartz. then Ihe amount of 1992). These resulls are consistent with the
magmatic fluids that can be exsolved from formation of dry (< I wt% HP) intermediate
the porphyries is volumelrically significant felsic melis from a quartz-feldspathic source
and more than enough than thal needed for in a high-Iemperature low-pressure regime.
forming the supergiant massive sulphide These superheated and dry magmas are able
orebodies. Recently, Relvas (2000) and 10 rise to very shallow crustal levels (Clemens.
Sánchez España et al. (2000) have shown Ihal 1984; Clarke, 1992; Lenlz, 1999). The ultimate
there are isotopic and fluid inclusion data thal source could be the upper crust, wilh anatexis
can be consistent wilh the presence of a or granulitic lower crust generated by
magmalic input in the hydrothermal fluids conductive heating due lo underplated deep
wilhin Ihe Iberian Pyrite Bell. mafic magmas (Mitjavila et al.. 1997;
The studied melt inclusions show no Thieblemont et al., 1998) generated during
evidence of fluid unmixing and Ihere are no Ihe Iranspressional deformalion and
geologic indications of exsolulion of magmatic concomitant deep crustal faulting wilhin Ihe
f1uids from Ihese sills. The absence of aqueous Iberian Pyrite Belt during Variscan times.
fluids is consistent with the melIS being
trapped as a homogeneous magma before rile qlllllltifica/iol! o[ lIle alterario"
significanl water exsolution (Lowenstern, processes
1995). Also, Ihere is no geologic evidence of The degree of hydrothermal alteration of
an early high temperalure, potassic. vo!canic rocks is usually measured using Ihe
hydrolhermal alteralion as is found in Alteration Index (Al) of Ishikawa ( 1976);
porphyry-like or granite-related systems (e.g, recently. Sánchez España et al. (2000) have
Beane and Titley. 198 1 ; Jackson et aL, 1989; proposed a different equation for the felsic
Pollard and Taylor, 1986) nor magmatic igneous rocks of Ihe Iberian Pyrite Bel!. Ifthe
breccia pipes tha! could beexpected in shallow melt inclusions represent pristine portions of
magmatic hydrothermal sySlems (Sillitoe, unaltered magma, then their alteralion index
1985). The secondary fluid inclusions are low should be near O. Recently, Large el al. (2001 )
salinity COl-poor walers, probably of connale have shown thal unaltered vo!canic rocks have
or seawater origin, with variable inleraction Al values lower Ihan 60 while their
with the hosl rocks and very different 10 the hydrothermally altered counterparts have A l
C01-rich or very saline brines of magmatic indexes between 5 0 und 100.
origino The absence of K feldspar phenocrysls The igneous rocks of the IPB ha ve
in the hosl rocks, tha! is abundanI in the matrix, elevated Ishikawa ( 1 976) A l values. ranging
suggesl that the quartz and plagioclase belween 4 and 99 with an average of 50.3.
phenocrysts formed al rnlher high The melt inclusions hu ve also high alteration
temperatures (>IOOO°C for lesS than 2 wt% indexes, belween 52.6 and 76.9. despile Ihe
H¡O) and pressures (>2 kb) at water­ absence of evidence of severe hydrothermal
undersaturated conditions (e.g., Naney, 1983). alteralion. The recent sludy by Sánchez Espa-
102 TORNOS, F. el al.

i'la el al. (2000) suggests a differenl Alteratian were probably able to generate large
Index for the Iberian Pyrite Bell. based on (he convective hydrothermal systems dominaled
geochemistry of altered and unaltered felsic by external connate or marine waters that
rocks (AImajor = (FeZO) '010' + MgO + MnO)! leached metals from the host roeks. A
(Fc10 OI., + MgO + MnO + Nap + K10); this magmatic contribution. i f any. should be
"
index is broadly equivalent 10 that recenlly derived (rom large. deeper and more water­
suggested by Large el al. (200 1). The index rich felsic rocks perhaps parental to these sills.
when applied to the melt inclusions shows an The superheated emplacement of the rhyolites
irregular behaviour. The sludied melt was probably related to the abnormal high
inclusions have low Al values, belween S and heal flow in Ihe IPB and related to the
43. bUI with a marked contrast betwecn Ihe transpressional deformation and concomitan!
Type 1 (5-19) and 11 (38-44) inclusions. igneous activity. Perhaps, the size of the
indicating thal lhere is a significant ¡nfluence massive sulphides in the ¡PB and their cluster
of the original FeO and Mg O contenl of Ihe around spedfic zones can be related with Ihe
magmas in the Altcration Index. These rcsults generalion of large focussed Iherma!
$ugges! that the Alteration Index can give anomalies' related wilh deep intrusions.
systcmatic crrors in rocks charaeterized by The composition of the melt ¡nelusions
high K,0 but low MgO values in which there sugges! Ihal the Alteration Index commonly
seems not to be a drama!ie KP mobility. used in the lilerature for estimaling the degree
of hydrotherma! alteration of voleanie rocks
cannol be applied lo the fe!sie ¡gneous rocks
Conclusions of ¡he Iberian Pyrile Beh.

The melt inclusions in quarlz phenocrysts


of felsic subvoleanic si lis indiente (he Aeknowledgements
existence of. al least. !wo !ypes of quartz
phenocrysls that grew a! different stages of The analylical work has becn earried oul
magma evolution. The first group (Type 1) in the Uniled Instituleof Geology, Geophysies
have compositions close to that of apogranites and Mineralogy Russian Academy of Sdence.
and hypothetically could be derived (rom Novosibirsk, Russia. This work has been
deeper apogranites. The seeond group o( founded by Ihe INTAS EC project 1699 and
quartz phenocrysts grew in equilibrium with the Science and Technology Spanish
the hos! roek and synehronously with the Department Project number BTE2000-0161-
crystnllization of biotite and plagioclase. C02 and is a contribution 10 the GEODE
The composition and homogenization project (European Science Foundation). We
temperatures of the melt inclusions are acknowledge Drs. César Casquet. Emilio
consistent with the shallow. water­ Pascual and Dimitry Kamenetsky their
.
undersatured emplaeement of the felsic comments about the problematic aspeets of
magmas in the area. which were probably Ihese rocks and David Lentz for the eareful
derived from the partial melting of a water­ review of the English and the texto
dendent granulitie erust by heat transfer from
underplated manc magmas.
These shallow systems were probably References
unable lo exsolve magmatic fluids ando thus.
seem not to have any chemical affinity with Audetat. A., Gunlher. D. y Heinrich. C.A.
the nearby massive sulphides. However, they ( 1 998): Formation of a magmatic-
Melt inelusions Iberian Pyrite Belt 103

hydrothermal ore deposit: Insights with Ehlers, A.G. Y Blat!. H. ( 1 982): Petrology;
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Sulfosales de Ag-Bi-Pb de Bustarviejo (Sierra de Guadarrama,


Madrid)

Tomás MARTfN CRESPO·, Elena VINDELl & José A. LÓPEZ GARCfAl


• Dpto. Matemáticas y Física apl icadas y Ciencias de la Naturaleza. ESCET, Univ. Rey Juan

Carlos, CI Tulipán sIn, 28933 M6stoles. (Madrid)


1 Dpto. Cristalografía y Mineralogfa. F. C.C. Geol6gicas. Univ. Complutense, Ciudad Univer­

sitaria sIn, 28040 Madrid

Abstracl: Ag-Bi-Pb sulphosahs from Ihe Sierra de Guadarrama (Bustarviejo. Madrid) have been
firslcharacterised in this work. The most abundant Ag-Bi-Pb sulphosalts have been c1assified as
"schirmer1te" in addition to the Ag-Bi sulphosal¡s (matildite) previously reporled. A conlinuous
composition:r.l trend in Ihe Pb-Ag-Bi minerals has been defined: pure galena, Ag-Bi·bearing galena, Ag­
Bi-Pb sulphosalts, Ag-Bi sulphosalts and native bismuth. This trend suggesls a mineralised nuids
evolution characterised by impover ish in Pb and enriehmenl in Ag and Bi .
Key words: Sulphosalt, Sierra de Gu:r.d:r.rr:r.ma, matildite, schirmerite, mincralisation

Resumen: En el presente trabajo se han idcntificado por primera vez en la Sierra de Guadarrama
(Bustarviejo, Madrid) sulfosales de Ag-Bi·Pb. que se pueden clasific:r.r como "schirmerita". Estas
sulfosales son mb frecuentes que otras sulfosales de Ag-Bi pobres en Pb (matilditas) definidas hasta el
momento. Se h:r. delermin:r.do una v:r.riaciÓn composicional eontrnua en los minerales de Pb-Ag-Bi: galena
practicamenle pura, galena con cantidades apreciables de Ag y Bi, sulfosales dc Ag-Bi-Pb. 5ulfosales de
Ag-Bi y bismuto nativo. Este hecho sugiere un empobrecimiento en Pb a la vez que un enriquecimiento
en Ag y ai de los fluidos mineralizadores.
Palabras dave: Sulfosal, Sierra de Guadarrama. matildita. schirmerita. mineralización

Introducción riores (Samper ( 1 977). Vindel ( 1982) y


MarHnez Frras el al. (1984)]. Por otro lado.
Las sulfosales de Ag-Bi de la Sierra de Mayor et al. ( 1 986) tambitn reconoció la pre­
Guadarrama (Sistema Central) fueron citadas sencia de matilditas en las mineralizaciones
por primera vez por Cánepa ( 1968) en la mina argentíferas de la zona de La Acebeda­
Mónica, Buslarviejo (Madrid). En este primer Robregordo (Madrid). al Este de Bustarviejo.
trabajo. fueron definidas como matilditas En estos trabajos, la clasificación de las
(AgBiS1), y su presencia en Bustarviejo fue sulfosales de Ag-Si como matilditas atendió
reiterada por P. Ramdohr en su manual sobre a criterios texturale$ (Cánepa, 1968; Ramdohr.
identificación de minerales opacos al micros­ 1969; Samper. 1977) o, posteriormente. a la
copio y sus intercrecimientos (Ramdohr, interpretación de los análisis de microsonda
1969). La clasificación de estas sulfosales electrónica (Vindel. 1982; Martínez Frfas el
como matilditas (tambitn denominadas al.. 1984; Mayor el al.. 1986).
schapbachitas) se confirmó en trabajos poste- Actualmente, el análisis de fases minera-
108 MARTÍN CRESPO, T. el al.

les utilizando microsonda electrónica con ]f. que encajan de manera discordante en gneisses
mites de detección más bajos, menor tamaño glandulares. y metasedimentos (Mayor et al..
de haz de electrones y la posibilidad de obte­ 1986). Son frecuentes los fenómenos de alte­
ner imágenes con electrones retrodispersados. ración hidrotermal tales como silicificación,
permite una caracterización más exacta de las caolinización y turmalinizaciÓn. La asocia­
mismas. Un estudio de detalle sobre la ción mineral es semejante a la de la
mineralización de Buslarviejo sugiere la po­ mineralización de Bustarviejo, en donde se
sibilidad de que las fases clasificadas ante­ han identificado los mismos estadios
riormente como matildilas correspondan en hidrotermales: estadio (As-Fe), con
su mayoría a otras sulfosales de Ag-Bi. En el arsenopirita. pirita, pirrotina y cuarzo 1; esta­
presente trabajo se han analizado 14 nuevas dio 11 (Cu-Zn), con la presencia de esfalerita,
muestras de la mineralización de As-(Ag) de calcopirita y freibergita. y estadio 111 (Pb-Ag-
Buslarviejo, se han identificado nuevas 8i), caracterizado por galena, pirargirita,
sulfosales de Ag-Bi-(Pb) además de matildita matildita, bismuto nativo y cuarzo 11.
y se han comparado con los datos publicados En ambas mineralizaciones se reconoce
de la mineralización As-(Ag) de La Acebeda­ un último estadio de alteración supergénica.
Robregordo. que provoca la formación de marcasita.
covellina. escorodila y goethita.
Estas mi neralizaciones se caracterizan por
Sulfosales de Ag.Bi-Pb el desarrollo de numerosas texturas e
intercrecimientos entre sulfuros. Destacan en
Min eraIi¡aciones el estadio li la presencia de gotas y laminillas
La mineralización de As·(Ag) de de calcopirita, estannita y pirrotina incluidas
Bustarviejo rellena pequeños filoncillos en esfalerita. así como gotas y estrellas de
« IOcm) y cavidades que siguen una direc­ esfalerita y estannita en calcopirita. El esta­
ción predominante N30-35°E y que encajan dio 111 está caracterizado por la presencia de
en ortogneises bandeados de edad Pre­ sulfosales de Ag-Si siempre asociadas a gale­
ordovícica (Martín Crespo et al., 2003). Tan­ na, en forma de granos subredondeados o de
to la roca de caja como las venas mineralizadas laminillas dispuestas según los planos ( 1 1 1)
presenlan una brechificación característica y se de la galena. Esta textura en enrejado se ha
reconoce una importante sericitización y interpretado tradicionalmente como producto
cloritización como resultado de la interacción de procesos de exsolución (Ramdohr. 1969).
fluido-roca. La mineralización está caracteriza­
da por la circulación y precipitación de tres Caracteriz.ación de las mlfosales
estadios hidrotermales: estadio 1 (As-Fe), cons­ Para la realización de los análisis del pre­
tituido por arsenopirita, pirita J, moscovita y sente trabajo se ha utilizado la microsonda elec­
cuarzo J; estadio 11 (Zn-Cu-Sn), en el que se han trónica de la casa JEOL del Centro de
formado esfalerita, calcopirita. pirrotina, Microscopia Luis Bru (Universidad
estannita, y pirita 11, y estadio III (Pb-Ag-Bi), Complutense de Madrid). Se empleó un voltaje
represenlado por la presencia de galena, de 20 kV. un haz de electrones de 1 mm, y
sulfosales de Ag-Bi. bismuto nativo y cuarzo 11. galena, anglesita. niquelina, AsGa, HR-160(Co­
La zona de La Acebeda-Robregordo está Ni·Cr). calcopirita. Zn. Mo. Ag, Cd, Sb, Bi2Te},
caracterizada por la presencia de varios filo­ cinabrio y hutchinsonita como patrones.
nes mineralizados de escasa potencia (infe­ Los datos de microsonda de las sulfosales
rior a 1 m), direcciones variables (N30-35°E, de Ag·Si llevados a cabo están recogidos en
N80"E y N 1 30"E) Y buzamientos subverticales, la Tabla 1 . A partir de los análisis microsc6-
Sulfosales de Ag-Bi-Pb de Bustarviejo (Sierra de Guadarrama, Madrid) 109

picos y microanalíticos se han reconocido SI/ljosafes de Ag-Bi


sulfosales de Ag-Bi-Pb. sulfosales de Ag-Bi. A diferencia de lo que se ha publicado
galena con cantidades apreciables de Bi y Ag. hasta la fecha. en la mineralización de
Y bismuto nativo. Buslarviejo las su1fosales sin Pb (matildita)
son accesorias en comparación con aquellas
Suljosales de Ag-Bi-Pb ricas en Pb. En las 14 muestras estudiadas en
Las sulfosales de Ag-Bi-Pb más frecuen­ eSle trabajo se han encontrado unicamente 4
tes en la mineralización de Bustarviejo co­ granos que correspondan a verdaderas
rresponden a composiciones ricas en Pb matilditas. Se trata de intercrecimientos de
(23,23-31.50 %peso) y. de acuerdo con Cook pequeñas laminillas de matildita con galena
(1998), se proyectan en el campo de (Fig. 2c,d), que se disponen según las direc­
schirmerita en el diagrama triangular Ag-Bi­ ciones ( 1 1 1) de la misma, y que destacan por
Pb (Fig. l). El contenido en Ag de estas su elevada anisolropía. Su composición (Ta­
sulfosales oscila entre 8.10 y 12.05 %peso. Se bla 1 ; Fig. 1) es relativameante homogénea,
trata de cristales o agregados de cristales con con una proporción de hasta 3,29 %peso de
hábito tabular (Fig. 2a. 2b), siempre asocia­ Pb en las escasa matilditas encontradas en
dos a galena y que se diferencian de ésta por Bustarviejo. En los análisis que se realizaron
su fuerte anisotropfa. Los datos de microsonda en la mineralización de la Acebeda­
muestran una composición más o menos ho­ Robregordo (Mayor et al., 1986) no figura el
mogénea (Tabla 1) que, dentro del campo de contenido en Pb. El contenido en Ag (>20
schirmerita. se proyectan muy cercanas a los %peso) de las fases minerales que se pueden
términos composicionales de tipo eskimoita, considerar verdaderas matilditas en
vikingita y/o gusta'lita (Fig.1). Bustarviejo (Tabla 1, análisis 12 y 13), es

Si .....,kja
..
• SUlh....! "�.IIi."',
1,.....
0 "..
....._..........--...
o �"",....,

.,
.,
.,
.,

..

Figura 1.- Anál isi s de microsonda electrónica de las sulfosalcs de Ag-BHPb) de Bustarviejo y La
Acebeda-Robrcgordo proyectados en el diagrama ternario Ag-Bi-Pb. Términos teóricos segun Foord y
Shawe ( 1 989).
Tabla l . Análisis representativos obtenidos con microsonda electrónica (% peso) y fórmulas minerales calculadas de sulfosales
o
de Ag-Bi-Pb de Bustarviejo y La Acebeda-Robregordo, y galena de Bustarviejo.

Sulrosales Ag-Bi-{Pb) Galena

Aru'ilisis Bust. Bust. Bust. Busl. Bust. Bus!. Bust. S"". Bust. Busl. Busl. Bus!. BuS!. Aceb. Accb. Accb Aceb Bust. Bus!. Bust.

(1) (2) (3) (4) (') (6) (7) (') (9) (10) (11) (12) (13) (14)' (IS)' (16)* (17)' (IS) (19) (20)

F. 0.00 0,05 O,OS 0.01 0,03 0,01 0,01 0,01 0,03 0,02 0.00 0,01 0,0 1 n.a. n.a. n.a. n.a. 0.02 0,05 0,01
Ag '.54 '.90 S,S2 9.76 9.60 S.IO 1 1 .73 10,OS S.5S 10.55 12,05 2 1 .41 22,54 2S,18 26.68 24,90 36.47 1,01 1.11 0.00
Pb 31,50 26,41 29,15 25,61 27,52 25.84 31,41 25,72 29,90 29,66 23,23 3,29 1,14 n.a. n.a. n.a. n.a. 81,88 SI,31 SS,57
Si 44,39 46.73 45,62 4S,I3 4S,81 49,25 39.35 47.39 45,26 43,12 46,26 55,53 56,17 55,13 56,10 S7,3S 42,98 3,10 J." 0,20
:;:
»
S 16,03 16.29 16,06 16,54 16,36 16.66 IS,SO 16,29 16,06 16,26 16,54 17,09 I7,OS 16,6S 17,22 17,75 20,SS 13,53 13,57 13,35 '"
....
-
So 0.00 0.03 0,04 0,03 0,02 0.01 om 0,00 0,02 0.03 0.00 0,02 0.00 n.a. n.a. n.a. n.a. 0.01 0,00 0,00
Z
T. 0.15 0,10 0,16 0.11 0.15 0,19 0,16 0,11 0,14 0,17 0,14 0,12 0,16 n.a. n.a. n.a. u 0,15 0,14 0,11 ()
'"
rn
Total 100,61 9S,51 99,90 100,20 99,48 100,06 98,46 99,60 99,96 99,79 9S,23 97,47 97,10 99,99 lOO lOO 100 1 99,70 99,87 99,24 '"
'O
O

....
Formula: (6) Ar.o.l6Pb,..,B iu,(S,.....Teom) (12) ASo."Pbo.cr,Bio..,S¡ (IS) Pbo."ASo.o!Bio.o,.s 2
(7) Ag,_t!Pb,...B il.ltCS.l.91Teo.Ol) (13) AknPbo.mBi,.II'S¡ (19) Pbo.9)A8o.olBioJl1S "-
(1) AGo."Pb,."B¡uo(S�."Tc,w,)
(2) Feu,A80.91Pb,J08i:.6J(S.l.99Tc,w,) (8) Ag, ..J>b,...aiu�S,.99Te..u,,) (14) Ag,.ooBi,.o,S¡ (20) PbS

(3) Ag.,.9IPb,....Bi¡...o(S.I..SCU,TCo,o,) (9) Fea.o,Al:o.nPb,.nBiutCS.l.99TCo.l1') (IS) A&,9¡Bi,.oaS¡ n.a.: no analizado

(4) Ag,JI1Pb,.•,Biw(S,.",TCo,o,) (lO) Ag,." Pb',69Bi¡,o(S'.9ITCo.ozl (16) ASo,uBia,,,.51 • Según Mayor el al. (1986)

(S) Fe'I.IIIAg,�Pb,,,.Bi!,)l(S,.,,,Tc,w,) ( 1 1 ) Ag'.l'IPb,�i2.!1(S"99Tc,w,) (17) Ag'.olBiu"S¡


S ll l fosales de Ag-Bi-Pb de Bustarviejo (Sierra de Glladarrama, Madrid) 11 ¡

sensiblemente mayor que el de las otras lV/¡nera/es asociados


sulfosales anal izadas « 1 2 %peso), mas ricas A destacar es la presencia de galena con
en Pb (Tabla 1, análisis 1 al 1 1 ) . Las matilditus unos contenidos anormalmente altos en B i y
de l a m i neral i zación de L a Acebeda­ Ag, Y otras casi li bres de estos elementos (Fig.
Robregordo muestran unos contenidos en Ag 1). Las primeras (Tabla 1 , análisis 18 y 1 9)
(>25 %peso) a ü n mayores (Tabla ¡ , "n¡¡lisis muestran unas propiedades ópticas l i geramen­
14 al 17). te d i ferentes a las de las galenas puras, tales

Figura 2.- (n) Cristales tabulares de sul fosalcs de Ag-Bi-Pb (gris claro) incluidos en galena (luz rellejada,
N.C.), (b) Misma i m agen que Ca) con microscopía electrónica en imagen de electroncs rctrodispcrsados
(gris oscuro: sulrosalcs dc Ag·Bi.Pb). (e) Laminillas de matildita (gris claro) en galena (luz renejada,
N.C.), y (el) Misma zona que (e), obtenida con microscopía electrónica en imagen de electrones
retrodispersados (gris oscuro: matildita).
1 12 MARTíN CRESPO, T. el al.

como un color mas azulado, ausencia de figu­ Thesis. Univ. Complutense. 109 p.
ras de exfoliación e inclusiones de bismuto Cook, NJ. ( 1 998): Bismsuth sulphosalts from
nativo. Las sulfosales de Ag-Bi-(Pb) se en­ hydrothermal vein deposits of Neogene
cuentran intcrcrecidas con este tipo de galena. age. N.W. Romania. Mmit.Osterr. Miner.
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Discusión y conclusiones Ag-Cu-(Hg) chemistry of galena and some
associated sulphosalts: a review and some
Las sulfosales de Ag-Bi predominantes new data from Colorado. California and
en la mineralización de Buslarviejo son las Pennsylvania. Call. Mil/eral. 27. 363-382.
(ases ricas en Pb (schirmcrita), mientras que Marlínez Frfas, J Vindel. E., Lunar, R.
.•

las pobres en Pb (mulildita) se encuentran ( 1984): Estudio textural y metalogénico


únicamente como fases minerales accesorias. de la mineralización de Bustarviejo (Sierra
La última etapa mincralizadora (estadio 111: de Guadarrama). Rev. Mar. Proc. Geo!. 2.
Pb-Ag-Bi) muestra una variación 177-192.
composicional conlínua desde galenas Martínez Frias. J. ( 1 986): Mineralogía y
practicamente puras, galenas con cantidudes metalogenia de las mineralizaciones de Ag
apreciables de Ag y Bi, sulfosales de Ag-Bi­ del Sector Oriental del Sistema Cenlral.
Pb. hasta sulfosales de Ag-Si y bismuto nati­ Ph D Thesis. Univ. Complutense. 379 p.
vo (Fig.l ) . Esto sugiere un empobrecimiento Mayor. N VindeJ, E., Lunar, R. ( 1986):
.•

en Pb de los fluidos mineralizadores así como Metalogenia de las mineralizaciones


un enriquecimiento en Ag y Bi de las fases argentiferas del Sistema Central: Zona de
finales del proceso mineralizador, coherente La Acebeda-Robregordo. Bol. Geof. Min .

con el desarrollo de procesos de exsolución 96. 473-485.


de unas fases en otras, como el de las sulfosales Ramdohr, P. (1969): The ore minerals and their
de Ag·Bi-Pb en galena. La ausencia de análi­ intergrowlhs. Pergamon Press. 1 174 p.
sis de Pb en las sulfosales de la mineralización Samper. J. ( 1 977): Estudio metalogénico y
de La Acebeda·Robregordo, debido a las li­ evolución de la minería en la mina Mónica
mitaciones analíticas del momento en que se de Bustarviejo. Teclliterrae 19. 14-22.
realizó el trabajo, probablemente no permitió Yindel. E. ( 1982): Estudio mineralógico y
caracterizar adecuadamente las sulfosales pre­ metalogénico de las mineralizaciones de
sentes. Este hecho, unido a las similitudes la Sierra de Guadarrama (Sistema Cenlral
mineralógicas con la mineralización de Español). Parte 1. Bol. Geol. Min. 93.
Bustarviejo, permite suponer la presencia de 33-58.
una mayor variedad de sulfosales de Ag-Bi­
Pb en La Acebeda-Robregordo y. por tanto. Recibido: Junio 2003
en otras mineralizaciones del mismo tipo de Aceptado: Noviembre 2003
la Sierra de Guadarrama. tales como Tamajón
y Prádena del Rincón (Martínez Frías. 1986).

Bibliografia

Cánepa. C. (1967): Contribución a la


metalogenia de la Sierra de Guadarrama
(Hojas 484 y 509. Prov. Madrid). Ph D
Boletfn de la Sociedad espm-'ola de Mi/lera/ogia, 26 (2003), / J 3-/2/ 1 13

Policromías de la Iglesia del Monasterio de San Jerónimo de


Granada: composición, alteración y técnicas de ejecución.

Polychromy in the Church oC San Jerónimo Monastery in Grana·


da: nature, alteration and painting techniques

Carolina CARDELL-FERNÁ NDEZ' y José RODRfaUEZ-GORDILLOz


l.-Opto. Geología. Á rea Edafol ogra y Química Agrícola, Facultad de Ciencias Ex perimenta­
les. Paraje Las Lagun i l l as sIn. Universidad Jaén, 23071 Jaén.
2.-0pto. Mineralogía y Petrología, Facultad de Ciencias, Av. Fuentenueva sIn. Universidad
Granada, 18004 Granada.

Abstrad: The inleriorof the Chureh ofSan Jerónimo monastery in Granada was complelely eovcred
with mural paintings in the 18'� eemury, as well as polychrome seulptures in the upper altar-piecc.
Massive salt crystaJlization, due to intense infiltration by groundwatcr and precipitation, has lead to
sometimes irreversible alteration of the murals and their supponing materials (calearenites, rendering ... ).
This study examines the state of alteration of the murals and polychromy in sculpture, as well as
composition and painting techniqucs, with an ultimale goal of facilitating eonservalion.
Murals were painted following various /releo UCO techniques, suggesling that yarious pcriads or
artists are rcpresenled. The sometime use of yeUo\V chrOl/lt (a pigment available commercially beginning
only in 1797) supports this theory. The sculptures were polychromed vía the Itlllplt technique. In neilher
murals nor sculplUrcs werc lhe calcarenites protected; rather. gypsum-prcparation and clay primer layers
(minerals that are Yery absorbent of humidity) were directly applied, thus fayouring the weathering of the
paintings. The reaetion between sulphates (from gypsum) and the mineral pigment cations - e.g., clays.
lead carbonates, and iron oxides - led to the formation of Tul1011 So/u and lead chlorides.
Key words: polychromy, seulptures, mural paintings, optical microscope. SEM-EDX. alteration.
salts. painting teehniques.

Resumen: El interior de la Iglesia de San Jerónimo se cubrió totalmente en el siglo XVIII con
pinturas murales, incluidas las esculturas de la zona superior del retablo mayor. Debido a la intensa
infiltración de agua del terreno y de precipitación. cristalizan sales de forma masiva provocando la
alteración (a veces irreversible) de dichas pinturas y sus materiales soporte (ca1earenita, revocos y
enlucidos). Este trabajo aborda el estudio de Ills pinturas mUTlllcs y la policromfa de esculturas, su
composición. técnicas de ejecución y estado de alteración, en aras a su conservación.
La pintura mural fue ejecutada al /reseo seco según distintas técnicas, sugiriendo que fue ejecutada en
direrentes épocas o por diversos artistas. El uso de amarillo de cromo (pigmento comercializado a partir de
1797) apoya esta teorra. Las esculluras fueron policromadas al ll.'mple. En ambos casos la calearenita no se
protegió con mordiente. llplicando directamente preparaciones de yeso e imprimaciones de arcilla (soportes
porosos y absorbentes de humedad). potenciando asr la alteración de IllS pinturas. La reacción entre sulfatos
(del yeso) y los cationes procedentes de los minerales de los pigmentos. e.g. arcillas, carbonato de plomo y
oxi-hidróxidos de hierro. ha originado la formación de Soles de TUI/o/I y cloruros de plomo.
Palabras clave: Policromfa. esculturas. pintura mural, microscopio óptico, SEM-EOX. alteración.
sales, técnicas pictóricas.
1 14 CARDELL FERNÁNDEZ, C. el a l .

Introducción ;íbside y sus dos habitaciones laterales (conse­


cuencia del ascenso c a p i l a r d e humedad del
La construcción d e l a I g l e s i a del Monas­ terreno), y e n l a base de a l g u nas esculturas de
terio de San Jeró n i m o se i n i c i ó e n e l primer l a zona superior del ábside, a linos 15 m de
tercio d e l siglo XVI e n un e s t i l o gótico altura (debido a i n fi l tración de agua de l l u v i a ) .
isabelino sen c i l l o . L a intervención del arqui­ El resultado en ambos c a s o s e s l a arenización
tecto Diego de S i loé convirtió a l templo en y/o desmoro n a m i e n t o (sacarificación) de s i l l a­
una de las más notables obras del renacimien­ res de calcarenita y el desprend i m iento d e
to español. La i g l es i a consta de u n a ú n i c a e n l ucidos y capas pictóricas.
n a v e c o n cabecera semioctogonal (ábside) y La pr:k t i c a ele p o l i c r o m a r esculturas de
cuatro c a p i l l as en ambos brazos del crucero, piedra estuvo m uy d i fu n d i d a entre l o s pue­
estando el retablo mayor rlanq ucaclo a cada blos p r i m i t i vos, las c i v i l i zaciones no euro­
lado por u n a h a b i ta c i ó n (Col i n a M u nguía, peas, el m u n d o a n t i guo preclásico y c l <ísico y
1 986) ( F i g . I ) . El relablo fue comenzado en el la Edad Med i a ro m á n i c a y pregótica. Esta
s i gl o X V I ( 1 570) por Juan d e Aragón, y cons­ práctica cayó en desuso a part i r del s . XVI
t i tuye una de las obras maestras de la (Mallese, 1 9 73). Existen documenlos q u e men-
i m a g i nería española, s i e n d o punto de arran­
que de las esclIelas d e escultura de Sevi l l a y
Granada ( C a m ó n , 1981). El fondo del presbi­
terio y bóvedas central y laterales están cu­
biertos por h o rn a c i n a s ornamentadas con fi­
guras de s a n t o s , héroes, bustos, querubines,
monstruos, etc. En el s i g l o X V I I I todas las
naves se cubrieron con p i n t ur a s murales al
Fesco realizadas por J u a n de M ed i n a ( 1 723-
1 735), i n c l u idas las e s cu l t u r a s de S i loé (Coli­
na M u n g u ía, 1 986).
E l exterior d e l a Iglesia se d i v i d e en dos
cuerpos coronados por un c i m borrio. El pri­
mer cuerpo (de unos 15 m d e a l t ura) está
construido p r i n c i pa l m e n t e con c a l i za de S ie­
rra E l v i r a y travert i n o de A l facar (Gallego y
B urín, 1 982), estando el segundo cuerpo y el
c i m borrio construidos por calcarenita d e las

D
canteras de Santa P u d i a (Rodríguez Navarro
el a l . , 1 99 1 ) . La i g l e s i a CSIi.í cubierta en su
i n terior por revocos d e d i s t i n ta naturaleza
(yeso, yeso y cal, y c a l y arena). ESlUdios
sobre el estado d e conservación de la Iglesia
d e S a n Jerónimo revelan l a e x i s t e nc i a mas i v a
Fig. l . Plallla del Monasterio e Iglesia de San
de sales en el i n terior d e l edificio. afectando
Jerónimo de Granada. Zonas de muestreo: ábside
tanto a m a t e r i a l es decorativos (revocos,
( 1 6) : zoníl superior del retablo con orienlaeión E
e n l u c i d o s , p o l i c r o m í a s y p i nturas murales)
(esculturas A, B Y C) y orientación W (esculturas
como a constructivos (Cardell -Fern;índez y D, E Y F); parte i n ferior del retablo: zona Este y
Rodríguez Gord i l l o , 1 992, 2003). Las sales se Oeste del altar mayor y habitaciones E y W adya­
loca l i z a n p r i n c i p a l m e n t e en la zona baja del centes al mismo.
Policromías de la Iglesia de San Jerónimo de Granada 1 15

cionan la importancia concedida a la versas pinturas murales: siete muestras de las


policromfa de las esculturas durante ciertas paredes de las hornacinas donde se ubican
épocas de la historia del arte. De hecho, el dichas esculturas (PMI. PM2, PM5, PM8 a
trabajo se encargaba a pintores famosos, a PMII) y ocho de las pinturas murales de las
veces mejor pagados que el propio escultor habitaciones laterales del ábside (PM-22, PM-
(Libro de Metiers escrito en 1268, en Aubert. 23, PM-24, PM-27, PM-30, PM-32, PM-33 Y
1964). A pesar de ello, los recetarios y trata­ PM-34) (Fig. l .). La ubicación de las mues­
dos técnicos medievales (y de otros períodos) tras, su color en superficie, el substrato sobre
dicen poco o nada sobre los materiales y los el que se aplicaron y su grado de alteración se
métodos para policromar esculturas pétreas. recoge en la Tabla l . Las seis esculturas
En general. coinciden en que las esculturas muestreadas en el retablo superior (ábside) se
siempre debían policromarse, y la policromía han nombrado con una letra: A, B, Y e para
tenía que aplicarse sobre una capa de impri­ las esculturas situadas en la zona este del
mación (Libro de Mefiers op.cit.; Tratado de retablo, y D, E Y F para aquellas ubicadas en
Erq,cfio del s. XIII, en Merrifield, 1967; El la zona oeste (Fig. 1 . n.16 retablo mayor).
=

libro del arte del s. XVI en Cennini, ed. 1988). El examen preliminar de las muestras pic­
La.información sobre los materiales y las téc­ tóricas se ha realizado mediante lupa binocular
nicas de ejecución empleadas en policromar (Olympus SZHlO) para determinar
esculturas es escasa. particularmente la refe­ globalmente su estructura interna, técnica de
rente a la escultura monumental y a los espa­ ejecución y estado de conservación. A conti­
cios exteriores de monumentos arquitectóni­ nuación se han elaborado láminas delgado
cos. Han sido las restauraciones de finales del pulidas que permiten el estudio de las diver­
siglo XX y los estudios analíticos de sas estratigrafías pictóricas. La composición
policromías (Rossi Manaresi, 1987) similares y microestructura de las estratigrafías pictóri­
a éste que aquí se presenta, los que arrojan luz cas se ha analizado mediante microscopía óp­
sobre dicho tema. tica de luz polarizada (microscopio Carl Zeiss
En este trabajo se aborda el estudio de la modelo Jenapol U con luz transmitida y refle­
pintura mural y de las policromía de las es­ jada) y con microscopía electrónica de bnrri­
culluras de la Iglesia de San Jerónimo en Gra­ do (SEM) (microscopio Zeiss DSM 950 con
nada: su naturaleza, estado de conservación y microanalizador Link QK 2000). La descrip­
técnicas de aplicación. Dichas policromías ción de las capas pictóricas comienza siempre
constituyen una muestra de la calidad anfstica desde la zona más interna hasta la superficie.
del barroco español, lo que justifica la necesi­ Así, la última capa pictórica descrita corres­
dad de su estudio en aras a su preservación. ponde al color en superficie de la muestra.

Muestreo y técnicas analíticas Resultados

En el muestreo se ha considerado la gama Pilltura lIlural y policromía de escultllras


de colores empleada en las policromías y sus el! fa zona superior del ábside
signos de alteración: variaciones cromáticas, En las esculturas policromadas se han
fisuras, hinchamientos, desprendimientos, pre­ identificado una capa de preparación gris, va­
sencia de sales ... Se han tomado 23 muestras rias capas de imprimación coloreadas, y las
de policromía: ocho de las esculturas de la capas pictóricas de color gris, amarillo, rojo,
zona superior del ábside (PE3, PE4, PE6. PE7, azul claro y azul oscuro:
PEI3. PE14, PE15 Y PE17) Y el resto de di- Capa de preparación: elaborada con yeso
1 16 CARDELL FERNÁNDEZ, C. et al.

y algo de celestina (espesor 100·300 ¡.tm) = La/las capas de imprimación son de tonos
mezclados con abundante cola. Los cristales tostados gradando de rojizos a amarillos (es­
de yeso presentan hábito en «punta de necha» pesor = 120-230 ¡.tm). Se hao elaborado con
con tamaños comprendidos eOlre 1 0·65 ¡.too. arcillas ricas en hierro. oxi-hidróxidos de hie­
La disolución del yeso ha favorecido un au­ rro, carbonato cálcico, yeso, cuarzo y carbo­
mento de la porosidad, observándose yeso de nato de plomo (blallco de plomo). También se
recristalizaci6n. Los poros y microfisuras son ha detectado sulfato de hierro (producto de
frecuentes y originan despegues en la propia alteración). El tamaño de los pigmentos es
capa y respeclo a las superiores. grande, alcanzando hasta 230 J.lm (PEI7). El

Tabla 1 : Muestras pictóricas estudiadas en [a Iglesia de San Jerónimo de Granada.

MUESTRA U81CACI N Ó COLOR SUBSTRATO CONSERVACI N Ó


HA8ITACIÓN E

PM-22 Acc;:eso habital;:ión Gris mct&Iico Cta + P de yeso Y caCo, S8: SO: de Fe. QIZOIcta5.,
desp1'aIdimicntO'S
PM-23 "km Verde Revoco cal S8: CI' y COJ- de Pb
Muy alterada
PM-24 Id= Rojo Da + P de yeso Idem + escamas

HABITACiÓN W

PM-27 Pared NW Gris Revoco cal y arena EfloresccncillS y SB


PM-30 P""" E Gris Idem 'dom
PM-)2 P"'" W Qri, Id= Id=
PM-)) Id= on. ld= Id=
PM-)4 Idem Gris Idem ,-

ABSIDE SUPERIOR W

PM·I Hornacina Violeta P de yeso M,y alterada: cazoletas,


desprendimiollOS
PM·2 Hornacina escultura F Do�do Id= 'd<m
PM-S Hornacina escultura F Gris a. 58: so; de Fe
PM-8 Hornacina eseultura O "'� P deycso Idem
PM-9 Hornacina escultura O "'� Idcm Id=
PM·IO Base escultura O "'� Id= Muy a1tcJada: 59: SO; de Fe;
50/ yCo,' de Na
PM-11 8ase escultura O Gris a. Idem
PE-, Vestido escultura F Azul oscuro '<km Alteración moderada
PE-< Pie escultura F Camación 'dom ldem
PE� Pie escultura E Carnación Id= Cta pulverizada
PE·7 Faldón escultura E Azul claro Idem Alteración moderada

ABSIOE SUPERIOR E

PE-13 Manto escultura C Gris Cta + P de yeso Cawletas, 58.


PE-14 Faldón escultura B Gris-uulado 'don SB
PE·IS Faldón escultura B Amarillo Id"" Cawletas, 58.
PE-17 Pie escultura A Carnación Idcm Ctapulvenuda

P.M = Pintura Mural; P.E = Policromía escullur¡¡; Ct¡¡ = calcarcni\¡¡; P = C¡¡P¡¡de prep¡¡radón; S B :> subcfloresccncias;
• cazoletas = gri etas en la capa de pintura en form� de pc:quci'l�s cazoletas cóncavas enn bordes levantados (Diaz
M¡¡f\ns. 1978).
Policromías de la Iglesia de San Jerónimo de Granada 1 17

pigmento elaborado a panir de arcillas ricas en El &W. se elaboró con yeso (cristales con
hierro se denomina Tierra, y presenta tonalida· hábito en «punta de flecha� y tamaños de
des que van del amarillo al rojo. En las escullu· 120x30 J.1m). correspondiendo a la capa de pre­
ras se han empleado principalmente la Tierra de paración (espesor = 140 �m) que se aplicó
Siella /latural y la Tierra de Siena tostada, ade· directamente sobre la calcarenita (PM5 y
más del ocre rojo y ocre amarillo (ambos oxi­ PMII). Además se han identificado oXl­
hidróxidos de hierro). Son frecuentes los poros hidróxidos de hierro, y en las zonos más allera­
de lO-lOO �m, las fisuras y los despegues entre das sulfato de hierro como producto de reac­
estas capas y las capas adyacentes. ción entre el yeso y los oxi-hidróxidos de hie­
El color &r.i.l se ha obtenido aplicando rro. La disolución del yeso ha favorecido el
sobre la imprimación rojiza una capa de yeso desarrollo de microfisuras y despegues.
con abundantes impurezas de cuarzo y oxi· El color � se obtuvo de dos formas: i)
hidróxidos de hierro (PE 13). aplicando sobre la calcarenita una capa (200
Para el color amarillo se aplicaron dos Ilm� compuesta principalmente por yeso y
capas de yeso (200 �m) sobre la imprima. oxi-hidróxidos de hierro; además se ha de­
ciÓn. En la capa superior el yeso se mezcló tectado cal (grumos agrietados) y granos de
con carbonato cálcico. carbonato de plomo, y dolomita, cuarzo, micas y oxi-hidróxidos de
oxi-hidróxidos de hierro, proporcionando éso hierro, responsables estos últimos de la co­
los últimos el color amarillo (PEI5). Se de· loración amarilla. En la muestra PM8 (muy
tectan despegues y poros inducidos por la alterada) se han detectado diversas sales,
disolución del yeso. como sulfato de sodio con morfologías
Los dos tonos de m.i.D. corresponden a aciculares, halila, carbonato sódico. mezclas
carnaciones de los pies de dos esculturas. En de estas sales y cristales de sulfato de hierro;
PE6 la carnación es de tonalidad clara; se ii) aplicando sobre la calcarenita una capa de
obtuvo al aplicar una capa rojiza sobre una yeso y sobre éSla otra capa de yeso con abun­
capa blanca de yeso. En PEI7 la carnación es dantes oxi-hidróxidos de hierro y algo de
oscura; se aplicaron dos capas rojizas sobre la calcita y micas. El espesor total de las dos
imprimación también roja (Fig. 2. A). Ambas capas es de 800 J.1m. presentando el yeso
carnaciones están elaboradas principalmente hábito en �punta de flecha,. y tamanos de
con blanco de plomo al que se ha añadido hasta 45 �m. El aglutinante es abundante y
óxido de plomo (rojo llJi/lio) en PE6 y en los escasos poros aparecen coneclados for­
PE17 rojo de óxido de hierro. además de mando microfisuras. Se han detectado
pigmentos azules y negros, para imitar el co­ sulfatos de hierro y sulfatos de sodio.
lor de la carne (éstos dos últimos no analiza­ Violeta: se observaron las siguientes ca­
dos por su naturaleza orgánica). pas en la estratigraffa pictórica: preparación
El .uu.l. se elaboró con awl de esmalte de yeso, imprimación rojiza de Tierra de Siena
(vidrio silicatado de caballo). El tono claro se loslada. capa de yeso, capa de Tierra de Siena
consiguió aplicando una 'capa de 45 �m de tostada y por último una lámina de estai'o (65
espesor de este pigmento sobre la preparación �m) muy alterada formando cazoletas de tono
de yeso, y el azul oscuro aplicando una capa oscuro por la oxidación del estaño (Fig. 2. B).
azul de esmalte de 90 �m sobre la imprima· Las capas de yeso presentan abundantes po­
ción rojiza. ros originados por la disolución del yeso, dan·
De las pinturas murales que cubren las do lugar a desprendimientos entre capas.
hornacinas y otros elementos decorativos don­ Para el d.aW2. se aplicó sobre la
de se ubican las esculturas se han estudiado el calcarenita una capa de yeso, un bol rojo (ar­
color gris, ocre, violeta y dorado: cillas ricas en hierro), tres capas de espesor
1 18 CARDELL FERNÁ NDEZ. C. el al.

comprendido entre 50 y 200 Ilrn elaboradas han detectado sales de cloruro de plomo como
con una mezcla de yeso y carbonilto cálcico, y producto de alteración.
por último una lámina de 5 Ilrn de oro. En
gran parte el oro se ha perdido y el que per­
manece está muy oscurecido por la suciedad. Discusión y conclusiones

Pilllura$ mllrales de la lOlla inferior del ESC/l/wras policromadas


dbside La ttcnica de ejecución de la policromía
En la habitación W se ha estudiado el empleada en las esculturas de la Iglesia de San
color gris. Se obtuvo aplicando una capa (235 Jerónimo es el temple. A la ca\carenila se
J.1m de espesor) compuesta principalmente por aplicó una preparación de yeso. encima varias
yeso más calcita. cuarzo, y escasos pigmenlos capas de imprimación coloreadas y finalmente
rojos de óxidos de hierro y azul de "bramar las capas pictóricas al óleo. El artista (o artis­
(azul de lapislázuli) sobre un revoco de cal y tas) empleó una paleta de colores muy reduci­
arena. En la habitacjón E se han muestreado da: blanco de yeso para la preparación y blall­
los colores gris oscuro, verde y rojo oscuro: ca de plomo para las carnaciones; Tierra de
El &ri1 se obtuvo aplicando sobre la Siel/a 1I0t/lral y Tierra de Siena tostada para
calcarenila una capa de carbonato cálcico con las imprimaciones; az.¡¡1 de esmalte, ocre ama­
algo de yeso y arcillas. y encima una capa rillo. mil/io. oro y estmio para las capas pictó­
rojiza de arcillas ricas en hierro y carbonato ricas. Dado que se trata de un temple no hay
cálcico. Por último aparecen hasta tres lámi­ capas de barniz. La policromía se ejecutó se­
nas de estaño. desprendidas del sustrato y gún las reglas sugeridas por Cennini (Cennini,
formando cazoletas. En la capa de arcillas se 1988). Respecto a las características de los
han detectado sulfatos de hierro. pigmentos y la ejecución de la policromía, hay
El estudio del color � revela una capa que mencionnr varios hechos:
muy alterada. donde se distinguen grumos i) Las Tierras precisan la máxima pureza
amarillentos y verdosos. aplicada sobre un para pmenciar la intensidad de su tono y re­
revoco de cal (Fig. 2. C). El SEM ha revelado sistencia a la alteración. Este trabajo ha pues­
la existencia en esta capa pictórica de carbo­ to de manifiesto la escasa minuciosidad en la
nato de plomo. grumos verdosos compuestos elaboración de las Tierras empleadas en estas
por Cr. Pb y CI. otros nmnrillentos de Cr. Pb y policromías. como se desprende por la pre­
Ca y cristales aciculares de cloruro de plomo sencia de minerales como el carbonato cálci­
(Fig. 2. O). El avanzndo estado de alteración co. cuarzo y yeso, además de las arcillas (com­
de la capa pictórica dificulta establecer qué ponentes principales de las Tierras) y el gran
pigmento/s fueron los originalmente emplea­ tamaño de los pigmentos (hasta 230 Ilm en
dos. Se ha concluido que el pigmento utiliza­ PEI?).
do fue el amarillo de cromo. un cromato de ii) Las distintas tonalidades de azul se
plomo que se vuelve verdoso con el tiempo. consiguieron jugando con el color de las ca­
La masa de cristalitos compuesta por CI. Cr y pas inferiores y el grosor de la capa pictórica
Pb es producto de la reacción entre el cloro elaborada con awl de esmalte (pigmento ar­
procedente de la halita (muy abundante en la tificial fabricado en el s. XVII y en desuso a
zona baja de la iglesia) y amarillo de cromo. mediados del s. XIX). Así, el azul oscuro se
El color [QjQ oscuro se consiguió aplican­ obtuvo aplicando una capa azul de unos 80-
do dos capas de blallco de plomo con 100 Ilm de espesor sobre una imprimación
pigmentos rojos de óxido de hierro. sobre dos roja. de extendido uso en los s. XVII Y XVIII
capas de yeso con impurezas de arcillas. Se (Draz-Martos. 1978). Para el azul claro se
Pol icromías de la Iglesia de San Jerónimo de Granada 119

Fig. 2 . A , B y C. Microfotografías realizadas con microscopio óptico. Descripción de las estratigrafí<ls


pictóricas de abajo hacia arriba. Barra ;; 0.5 mm. A) Preparación de yeso, imprimación rojiza, capa
pictórica de color carne (luz transmitida y polarizadores 11). B) Preparación de yeso. imprimación rojiza,
preparación de yeso, imprimación rojiza y lámina de estaño (Sil) (luz renejada y polarizadores #). C)
Revoco de cal y capa pictórica amarillenta (luz renejada y polarizadores U). D) Microfotografía de SEM
de la capa pictórica de la muestra C). Cristales aciclllares de cloruro de plomo prodllclO de reacción eIllre
el pigmento amarillo de cromo y sales de halita (NaCI). p ;; capa de preparación: i ;; capa de imprima­
ción, c.p. ;; capa pictórica; r ;; revoco.

apl icó una delgada capa azul (40 11m) sobre de oro se aplicó sobre varias capas de yeso
una preparación blanca. bien pulidas. En grandes superficies se em­
i i i ) Las carnaciones mates se elaboraron picaron l á m i nas de estaño (falso oro) para
con blanco de plomo. Los d i versos tonos de i m itar el oro, ya que era más económico
carne se obtuvieron añadiendo p igmentos de (Matteini y Moles, 1 989). El estaño es muy
d iferente naturaleza y apl icando capas de i m ­ sensible a los procesos de oxidación, por lo
primación d e d i ferentes tonalidades. que debe protegerse con lacas o barnices. La
iv) El método de dorar fue el dorado eOIl ausencia de tal protección en estas pol icromías
aceite también l l amado dorado (l/ lIIixtiólI. E l ha provocado su desprendim iento y oscureci-
procedi m iento habitual consiste en encolar la 111 iento genera I izado.
superficie para conseguir una capa lisa y fina, La presencia de preparaciones de yeso
esperar hasta obtener el grado de sequedad y (en contacto d i recto con la caJcarenita) e
adherencia correcto y aplicar el pan de oro imprimaciones el aboradas con arcillas, ha po­
(Mayer, 1 988). E n el presente caso, la lámina tenciado el estado de degradación de las
120 CARDELL FERNÁ NDEZ. C. el al.

policromías de las esculturas. Los fondos de los pigmentos; ji el seccofresco (fresco seco)
yeso son muy porosos y absorbentes de la en el que la pintura se ejecuta en una superfi­
humedad (por lo que deben eSI:lr totalmente cie de argamasa seca. Los colores se mezclan
secos antes de trabajar con ellos) y las arcillas con agun y una solución de caseínn, cola o
retienen el agua largo tiempo y poseen len­ yema de huevo. El término secco se utiliz3
dencia a meleorizarse (Doerncr, 1921). Me­ para describir cualquier método de pintura
diante microscopía óptica y SEM se ha obser­ mural en seco en oposición al fresco O pintura
vado en todas las estratigrafías pictóricas fe­ sobre argamasa húmeda.
nómenos de disolución del yeso y de altera­ Las fuentes bibliográficas consultadas
ción en las arcillas. Los sulfatos libres en el apuntan que las pinturas que recubren todas
medio (procedentes del yeso) se han combi­ las paredes de la Iglesia de San Jerónimo son
nado con los cationes procedentes de los mi­ pinturas al fresco realizadas por Juan de
nerales que constituyen los pigmentos. más Medina entre 1723 y 1735 (Gómez Moreno­
los aportados por el agua de infiltración. Así, González, 1892; Gallego Burín, 1982; Colina
es frecuente encontrar sales del grupo de los Munguía, 1986). En este trabajo se demuestra
sulfatos. Estas sajes se denominan Sales de que el método de pintura mural empleado en
TI/Uol! y constituyen una extensa serie de la zona baja de la iglesia, y que puede hacerse
sulfatos monoclfnicos isomorfos de composi­ extensivo al resto del Templo, ha sido el fres­
ción general A'2Bl'(SO)1 ' 6H10 donde A*= ca seco, distingui�ndose varias técnicas. Así.
K . NH;, Rb·, Cs', y 81+ = cunlquier catiÓn
. en la habitación E la pintura se ha realizado al
divalente con radio aproximado a 0.7Á. Los temple sobre la pared seca. Los pigmentos
sulfatos de magnesio con 6 y 7 mol�culas de son muy escasos y aparecen englobados en la
agua (hexahidrita y epsomita respectivamen­ capa de yeso. En la habitación W la pintura se
te) son los más abundantes en 13s esculturas. ha ejecutado: i) al temple propiamente dicho.
El Mg puede proceder de 135 arcillas de la aplicando sobre la preparación de yeso las
imprimación, de [a calcarenita (contenido en capas pictóricas al óleo; ii) superponiendo las
MgO entre 0.38 y 5.64 %, Cardel[-Fernández, capas pictóricas sobre varias capas de carbo­
2(03) y/o del agua de infiltr3ción. En 13s ca­ nato cálcico. y iii) pintando directamente so­
pas pictóricas elaboradas con oxi-hidróxidos bre el revestimiento de cal. Esta variedad de
de hierro se han detectado sistemálicamente técnicas al fresco seco sugiere que las pintu­
sulfatos de Fe, evidencia del elevado grado de ras fueron ejecutadas O en épocas distintas o
alleración de las policromías. por diferentes artistas. Por otra parte. la iden­
tificación del pigmento amariflo de cromo ha
Pimura mural permitido establecer que. al menos alH donde
La pintura mural es un elemento inte­ se localiza este pigmento. la ejecución de la
grante de la arquitectura y no puede ser con­ pintura mural es posterior a las fechas arriba
cebida ni comprendida aislándola de la cons­ mencionadas. ya que el amarillo de crOIllO es
trucción de que forma parte (Doerner, 1921; de origen artificial y se comenzó a comercia­
Mayer, 1988; 80ntc�, 1989). Este arte era lizar a partir de 1797 según Mayer (Mayer,
resuelto en la �poca de esplendor de la pintu­ 1988) y a partir de 1 8 1 8 según Matteini y
ra italiana por dos m�todos diferentes: i) el Moles (Matteini y Moles. 1989).
buon fresco (el verdadero fresco) en el que El principal agente de alteración de estas
los pigmentos se aplican sobre una capa de pinturas murales es el. agua del terreno que
cal húmeda. Una vez seco se obtiene una su­ asciende por capilari�ad. En la habitación W.
perficie vítrea y el color se conserva cnsi en la dolomitn presente en el árido del revesti­
forma permanente debido a la estabilidad de miento de cal (sob,� el que se aplicó la pintu-
Policromías de la Iglesia de San Jerónimo de Granada 121

ra) ha reaccionado con el yeso originando Cardell Fernández. C. y Rodríguez Gordillo.


subeflorescencias de sulfato de magnesio. Las J. (2003). Estudio de policromías de la
presiones de cristalización yfo hidratación que Iglesia del Monasterio de San Jerónimo
ejercen estas sales sobre las capas de pintura de Gmnada. Estado de conservación. XXIII
provocan el desprendimiento de la policromía. Reullión de la S.E.M. Puerto de Sama
En la habitación E, el agua rica en sales María. Cádiz, 1 , 1 1 1- 1 12.
cloruradas ha reaccionado con los pigmentos, Cennini, C. (1988): El libro del arte. Akal ed .•

principalmente los elaborados a base de pIo­ Madrid. 264


rno, formándose sales de cloruro de plomo. Colina Munguía, S. (1986): El Monasterio de
Por tanto, en la lOna inferior de la iglesia la San Jerónimo de Granada. El'eresl, S.A.
composición de las pinturas murales y la natu­ ell., Madrid. 61
raleza de los materiales del substrato influyen Diaz Marlos. A. (1978). Restauración y
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Este trabajo ha sido subvencionado por el Gallego y Burín. A. ( 1 982): Granada. guía
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de Espal1a y VIII COllgr. La¡illoamericano Recibido: Julio 2003
de Geol. Salamanca (España) 3, 46-48. Aceptado: Diciembre 2003
Boletí" de la Sociedad EspOIiola de Mi/leralogía, 26 (2003), /23-/36 123

Características metamórficas del Triásico Maláguide en


las unidades intermedias del sector de Diezma (Sierra
Arana, Cordillera Bética)

i1IConcepción LÁZARO, tlIMaría Dolores RUIZ CRUZ y (}ICarlos SANZ DE GALDEANO


i1lDepartamento de Mineralogía y Petrología, Facultad de Ciencias, Campus de Fuentenueva.
Universidad de Granada. 18002 Granada
mOepartamento de Química Inorgánica. Cristalografía y M i nera logfa . Facultad de Ciencias.
Campus de Teatinos. Universidad de M:ílaga. 29071 Málaga
OJlnstituto Andaluz de Ciencias de la Tierra. CSIC. Universidad de Granada, 18002 Granada

Abstraet: The met:lmorphic assemblages characteristic of the triassic rocks from mal:iguide­
alpujárride intermedi:lte units of the central sector of Ihe Betic Cordillera h:lve been studied by X-ray
dirrraction, optieal microscopy and eleetron microprobe. The most ch:lnleteristie mineral assemblages
are: illite + diekite: illite + dickile + pyrophyllite; and illite + dickite + sudoile. These assemblages imply
a series of successive low-grade metamorphic reactions that inelude: a) Ihe kaolinite-to-dickite
transformation; b) Ihe ¡Hitization of dickite; c) the dickite-to-pyrophyllile transrarmation; and d) the
dickite -i sudoile reactian. Both Ihe presence of sudoite and pyrophyl1ite and Ihe erystallochemical
characteristies or the several phyllosilieales indicale ror Ihese unils an alpine metamorphism wilh grade
higher than thal determined in the maláguide unils. Minimum lemperatures in the order or 300 oC and
intermediate pressures were estimateu.
Key words: Alpujárride Complex, Maláguitle Complex, Intermediate unilS, dickite. illite, pyrophyllite,
sudoite. X -ray diffraction, electron microprobe.

Resumen: Las asociaciones metamórficas presentes en rocas triásieils de unidades intermedias


mal:iguide-alpujárride del sector central de la Cordiller:l Bética se han estudiado mediante difracción de
rayos X, microscopia óptica y microsonda electrónica. LilS asociaciones más caracterfsticas son: ilita +
dickita, ilita + dickita + pirofilita e ilita + dickila + sudoita. Estas asociaciones ponen de manifiesto una
serie de reilcciones metamórficas sucesivas de bajo grildo, que incluyen: a) la transición caolinila -i
dickita: b) la ititización de la dickila: c) la transformación d ickita -i pi rofil i t:l: y d) la transformación
dickita 1I sudoita. La presencia de fases tales como pirofilita y sudoita junto con las caracterfsticas
crislaloqurmicas de los filosilicatos indican que estas unidades fueron ilfectadas por un metamorfismo
alpino de mayor grado que el determinado en unidades claramente mal:1guides. Se han estimado tempera­
turas del orden de 300 "C y presiones intermedias.
Palabras clave: Complejo Maldguide, Complejo Alpuj5.rride. unidades intermedias. dickita, ilila,
pirofilila, sudoita, difracción de r:lyos X. microsonda electrónica.

Introducción base de sus características Iitoestratigráficas,


grado metamórfico y posición tectónica.
Los complejos Maláguide y Alpujárride, El complejo Alpujárride está formado por
pertenecientes a las zonas inlernas de la Cor­ una sucesión sedimentaria que abarca del
dillera Bética. suelen diferenciarse sobre la Paleozoico inferior al Triásico, Las secuen-
124 LÁZARO. C. el :11.

das triásicas están generalmente constituidas. identificación de las asociaciones minerales


de abajo hacia arriba. por esquistos. Filitas y de bajo grado y de las caracterfsticas
carbonatos. En este complejoeJ metamorfismo cristaloqufmicas de los filosilicatos en male­
alpino incluye un episodio de alla presiónl riales triásicos de las unidades intermedias y
bnja temperatura, seguido por un episodio de su companción con las asociaciones
bajn presión/alta temperatura (Azañón. 1994). mineralógicas descritas en series IfpicllS
El complejo Maláguide comprende uni­ maláguides y alpujárrides.
dades scdimenl:lrias que incluyen materiales Este estudio se ha iniciado en Sierra Ara­
del Paleozoico al Mioceno. Sus secuencias na, al NEde Granllda, donde Sanz de Galdeano
triásicas están formadas por conglomerados. et af. ( 1 995 a, b, c) han señalado III presencia
areniscas y ¡utilas. Las intercalaciones de estas unidades intermedias.
carbonatadas son también comunes a nivel
del Triásico medio y superior. En este com­
plejo se ha identificado un episodio metnmór­ Características del área estudiada, muestras
rico herciniano. en gran parte enmascarado, y metodología
en los materiales paleozoicos inferiores, por
el metamorfismo alpino (Ruiz Cruz. 1997). En el sector de Diezma, en Sierra Arana
El metamorfismo alpino. que afectó a los ma­ (Fig. I A). las unidades intermedias maláguide­
teriales triásicos. muestra una evolución que alpujárride aparecen como una serie de esca­
abarca de la diagénesis temprana (en los ma­ mas tectónicas superpuestas. Las superiores.
teriales triásicos superiores) a la anquizona situadas más al norte, son similares a las del
(en los materiales triásicos inferiores). complejo Maláguide. en el que sedimentos
La diferenciación entre ambos complejos triásicos rojos recubren discordantemente un
suele ser fácil a nivel de los materiales triásicos basamento Paleozoico. A medida que las es­
y del Palezoico superior pero resulta muy com­ camas se sitúan en posiciones inferiores, las
plicada en materiales del Paleozoico inferior. lutitas rojas y las areniscas típicas del com­
donde los esquistos de ambos complejos son plejo Maláguide evolucionan hacill fililllS púr­
muy similares. Además. incluso a nivel del pura y azules. a la vez que las caracterfsticas
Triásico. se han descrito unidades interme­ texturales indican un mayor grado metamór­
dias entre ambos complejos. en diferentes zo­ fico. En esta zona se han muestreado diez
nas de la Cordillera (Sanz de Galdeano el al., escamas (Fig. 1 B). De éstas. sólo las dos más
2001). Estas unidades intermedias se caracte­ llltas tectónicamenle mueSlran características
rizan por: a) estar situadas tectónica mente en­ litol6gicas tfpicamente maláguides y son el
tre ambos complejos; b) presentar un grado objetivo de este estudio.
metamórfico más bajo que las unidades Las rocas IriásicllS maláguides de las es­
alpujárrides situadas por debajo y más alto camas superiores incluyen varios tipos de llTe­
que las unidades maláguides situadas encima; niscas rojas. conglomerados y lutitlls y pue­
y c) tener rasgos litológicos intermedios entre den adscribirse a los miembros triásicos infe­
las series alpujárrides y maláguides. riores definidos por M:tkel (1985): el miem­
Dado que la evolución metamórfica de bro conglomerático y el miembro de arenis­
ambos complejos muestra cllracterfsticas di­ cas. Se han estudiado dos conglomerados, cua­
ferentes, estas áreas representan enclaves tro niveles de areniscas y tres de lulilas.
geológicos privilegiados para investigar la Las muestras se estudiaron por
evolución de las condiciones metamórficas microscopIa ópticll y d.ifracción de rayos X,
entre ambos complejos, especialmente II nivel con el objetivo de determinar la composición
de las series triásicas. Este estudio requiere la mineralógica y las relaciones texturales. So-
Metamorfismo del Triásico maláguide en u n idades i n termedias 125

o 2km

[] Ncógcno-Cuaternario � Unid;ldc� de ll;lllsicjón entre el


L..:!.::J M;;If;igulcle y el Alpuj;\¡llde
� Cabalgamientos

D Brechas ncógcnas G Unidad de la Plata


� Falla normal

D Unidades de la Do/sal EJ Unidml de los Bla nquizares


- - - - - - - Contacto disco rdante

AA'; Corte de muestreo


O Complejo Malaguidc � Unidad de la Mora-Padules

A
Figura 1 .- A: Esquema geológico de la zona de Diezma (Sierra Arana).

B
Figura 1 .- B : Columna esquemálica de las escamas lcctóni¡;<!s !lHlcstrcadas en el Sector de Diezma (Corte
A-A').
126 LÁZARO. C. el al.

bre la base de este estudio. la composición flexión 060 Y en la relación de intensidades


química de las diferentes fases minerales se basales. especialmente en la intensidad de la
determinó. cuando el tamaño de grono lo per­ reflexión 003 (Eggleston y Sailey. 1967;
mitió. por microsonda electrónica. Bailey y Lister. 1989).
Por difracción de rayos X (DRX) se estu­ El estudio mediante microsonda electró·
diaron lanlO las muestras totales como las nica (EPMA) se realizó en la Universidad de
fracciones de tamaño 2-20 J..lm y <2 J..lffi . Los Granada. con un equipo Carneca SX-50. El
diagramas se obtuvieron en la Universidad de vohaje utilizado fue 20 kV Y la intensidad de
Málaga, con un difraclómetro Siemens 0-5000 la corriente de 20 nA. El aparato había sido
con radiación CuKa y monocromador de gra­ calibrado con los siguientes patrones:
fito. operando a 40 mA y 40 kV. El tamaño de wollastonita (para Si y Ca). AIPJ (para Al).
paso fue de 0.010 y el tiempo de conlaje por ortoclasa (para K), albita (para Na), FeZOJ
p<lSQ de I s. Las diferentes fracciones de ta­ sintético (para Fe). periclasa (para Mg) y
maño se obtuvieron por sedimentación. Se MnTiO) sintttico (para Mn y Ti).
utilizaron muestras desorientadas para la de­
terminación semicuantitativa de la composi­
ción mineralógica y para determinar el Resultados
pnrámetro b de los filosilicntos y [os politipos
presentes. Ln determinación del politipo de Observaciolles petrofógicas )1 resllltados
las micas blancas se basó en la presencia de de microsollda
dos reflexiones características: la reflexión Tanto los conglomerados como las
1 14 (a 3.50 A}.!..exclusiva del politipo 2M ,. Y arenicas se estudiaron al microscopio óptico.
la reflexión 1 1 2 (a 3.66 A). caracterfstica del Los conglomerados. con una pobre selección.
politipo 1M. La identificación de la dickita se aparecen constituidos por granos detríticos de
basó igualmente en la presencia y posición de cuarzo monocristalino y policristalino y una
sus reflexiones caracterfsticas: 1 1 I (a 3.95 pequena proporción de mica blanca. El ce­
A); 002 (a 3.79 A). y especialmente la re­ mento está constituido por cuarzo
flexión 132-204 (a 3.32 A) (Bailey. 1980). microcristalino, dickita y óxidos de hierro. La
Para la identificación y cuantificación de los dickila. cuya identificación se basó en los
filosilicatos se utilizaron agregados orienta­ datos de DRX. aparece como grandes paque·
dos secados al aire. tras la solvatación con tes de láminas paralelas (del orden de 20 mm).
etiltn-glicol y tras el calentamiento a 550 OC. que ocasionalmente reemplazan a los granos
La cristalinidad de la ilita (IC) se midió en de cuarzo (Fig. 2A). Los paquetes de dickita
ambas fracciones. utilizando el método de aparecen recubiertos por una delgada película
KUbler (1968). tanto en los diagramas obteni­ de óxidos de hierro. que permite su fácil iden­
dos a partir de las muestras secadas al aire tificación y la diferenciación del cemento de
como en los obtenidos tras el tratamiento con cuarzo microcristalino. que presenta una
etiltn-glicol. siguiendo las recomendnciones birrefringencia similar. Las relaciones
de Kisch ( 1991). Nuestros valores (y) se trans­ textura les, especialmente el reemplazamiento
formaron en valores standard (C.S.I., Warr y de los recrecimientos de cuarzo. indican que
Rice. 1994) (x) mediante la ecuación y = este mineral creció durante una elapa poste­
1 .23x-0-07. La cristalinidad de In clorita (CC) rior a la diagénesis de enterramiento.
y de la dickita se determinaron a partir de la Las areniscas estudiadas se pueden clasi­
reflexión a 7 A . en las mismas condiciones ficar, de acuerdo con Fuchtbauer (l983). en
que en el caso de la ilita. La identificación de dos grupos principales: areniscas arcillosas.
la sudoita se basó en la posición de la re- con >15% de matriz o cemento arcillosos, y
Metamorfismo d e l Triásico mal{¡guide en u n i dades intermedias 1 27

Figura 2.- A : Microrotografía obtenida con nicoles cruz;¡dos, mostrando el cemento de dickita (Ok) y e l
inicio de la transf'orm,¡ción de este mineral e n ¡lita (11) e n u n conglomerado. 13: Microfotografía obtenida
con nicolcs cruzados, mostrando el desarrollo de sudoit;:¡ (Sud). su transformación avanzada en i l i t a (11) y
l a presencia de escasos restos de dickita (Ok). en una arenisca carbonática,

Tabla 1 .- An¡í l i s i s q u í m i cos represen tativos de i l i t a y sudoita

Óxidos Ms Ms Ms Ms Sud Sud


(% peso)

SiO, 48. 1 1 5 50.87 1 49.941 5 1 .9 1 1 3 3 . 542 3 6 . 828


AI,O, 34.67 1 33.654 33 .642 34.709 34. 1 53 3 3 . 952
TiO, 0.030 0.065 0.042 0. 1 8 1 0.0 1 3 0.000
FeO 1 .286 1 . 573 0.923 1.517 6.873 6 .3 0 1
MnO 0.000 0.0 1 0 0.001 0.071 0.004 0.003
MgO 0.398 0.526 0.754 0.5 1 5 1 0 .895 9.905
CaO 0.228 0.2 1 4 0.070 0 . 1 44 0.084 0.066
BaO 0. 1 02 0. 1 1 4 0.000 0.000 0.021 0.000
Na,O 0.723 0.593 0.000 0.738 0.655 0.008
K,O 8.227 8.038 1 0 .0 1 5 7.891 0.032 0.055
P,O, 0.0 1 9 0.056 0.03 1 0.0 1 4 0.00 1 0.030
Total 93.800 95 . 7 1 7 95.594 95.230 8 5 .649 87. 1 33

Fórm ulas estructurales


Si 3. 1 9 3.30 3.25 3.27 3.14 3.35
1V
AI 0.8 1 0.70 0.75 0.73 0.86 0.65
Al
v1
1 . 90 1 .88 1 .70 1 . 85 2.9 1 2.99
Fe 0.07 0.09 0.15 0.12 0.54 0.50
Mg 0.04 0.05 1 .52 0. 1 1 0.03 1 .34
Ca 0.02 0.0 1 0.0 1 0.02 0.03 0.00
Na 0.09 0.07 0.09 0.08 0.00 0.00
K 0.69 0.66 0.93 0.7 1 0.00 0.0 1
O 11 I 1 I I 1 1 14 14
128 LÁZARO. C. el 0.1.

areniscas calcáreas, con >20% de cemento sudoita se caracteriza por el color de interfe­
carbonatado o de fragmentos de rocas rencia blanco. La sudoita muestra un grado
carbonatadas. Los minerales detrfticos domi­ muy variable de transformación en iJjla y.
nantes en las areniscas arcillosas son cuarzo probablemente. en pirofilila (Fig. 2B).
mono y policristalino y mica blanca. La ma­ En la Tabla 1 se recogen algunos análisis
triz detrítica parece ser escasa pero el contc­ representativos de ilita y sudoita. Las fórmu­
nido en cemento silíceo y arcilloso es a me· las de la mica. calculadas para 1 1 oxígenos.
nudo >25%. Estas areniscas contienen esca­ muestran altos contenidos en Si (3.20-3.30
sos granos de feldespatos. que sugieren. de apfll). contenidos en Fe+Mg del orden de 0.15
acuerdo con las observaciones en otras áreas apfll y un ligero déficit de carga inlerlaminar.
de la Cordillera (Ruiz Cruz. 1996) un impor­ que indican su naturaleza ilítica. El contenido
tante proceso de disolución durante la en Na es del orden de 0.1 apfll. Los análisis de
diagénesis temprana, que proporcionaría el Si sudoita muestran valores muy homogéneos de
y Al necesarios para el desarrollo de caolinita. los contenidos en AI.Fe y Mg Y contenidos más
La presencia de conlactos suturados y de variables en Si. Las fórmulas estructurales se
recrecimientos alrededor de los granos de han calculado para 14 oxígenos y suponiendo
cuarzo detrÍlico indican. por otra parte. que la todo el Fe como ferroso. aunque datos previos
solución por presión fue otro proceso genera­ (p. ej.. Fransolet y Bourguignon. 1978; BilIault
lizado durante la diagéneis de enterramiento. el al., 2(02) indican que el contenido en Fe
El cemento actual está constituido esencial­ férrico puede representar hasta el 60% en
mente por ilita y pirofilita. Aunque algunas sudoilas ricas en Fe. Las fórmulas obtenidas son
de estas areniscas contienen dickita. este mi­ consistentes con una estructura di.trioctaédrica
neral es diffcilmente distinguible por y coinciden con el rango composicional de las
microscopfa óptica. ya que aparece casi tolal­ sudoitas ricas en Fe (p. ej Daniels y Allaner.
.•

mente transformado en mica y pirofilita. 1990; Billault el al., 2002).


En las areniscas calcfireas, de tamaño de
grano fino a medio, los fragmentos de rocas Eswdio por difracciól/ de rayos X
carbonatadas son constituyentes detríticos En la Tabla 2 se recoge la composición
esenciales junto con cuarzo y mica blanca. mineralógica de varias muestras representati­
Estas areniscas presentan además un cemento vas de las diferenles litologías triásicas, de­
calcáreo bien desarrollado. El cemento arci­ ducidas de los datos de DRX. Algunos
lloso aparece formado por sudoita. ilita y diagramas representativos se muestran en las
pirofilita. Con nicoles paralelos. la sudoita figuras 3-6.
aparece como agregados laminares de hasta Los diagramas de DRX de las dos frac­
50 J.Lm de longitud. Con nicoles cruzados la ciones de tamaño de los conglomerados reve·

Tabla 2.- LilOlogla y mineralogía de rocas triásicas representativas.

M
inmIoI
!!deIp fOS! 1011 AK!CQci6n "'narn6ñ
IS' le ce oc
º" FA e Ejl
Coallomc1a4os " " !til> . dickila 0.44 ",
AmliIc:as millosM " " llill . piro/ilil. + dódill 0.1141.'1 0.21-4.].(
ArcniKUu�u " " " Hill + pirofilila • sudoiui O.)I·O.�9 O.2�-O.Jl
Hitl � pirofim• • dickill
L.lIli!!1 ., , • ., l
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!¡I!II!
�� I Il:�� !l,n

Qlz: Cuano: Ed: Feld.,pI'os; C: carbon.lOO: Fil: Fiknillcl1oo; IC: Cri.I.linidld d. la lIil.: ce: C,illllittldad d< la crorill (wdoiuo):
oc: CrÍSIIllnidad do l. dickill
Metamorfismo del Triásico maláguide en unidades intermedias 129

lan que el filosilicato dominante es la dickita 4.72 Á revela que la fase a 7 Á no es dickita
aunque el contenido relativo en ilita aumenta sino sudoita. Sin embargo, el estudio óptico
ligeramente en la fracción <21J.m (Fig. 3). La ha permitido poner de manifiesto la presen­
anchura (a mitad de la altura) de la renexión a cia de una pequeña proporción de dickita en
7 A de la dickita, del orden de 0.22 (6D28), estas muestras. La cristalinidad de la sudoita
indica una alta cristalinidad. El valor del índi· se sitúa entre 0.25 y 0.33, mientras el índice
ce de cristalinidad de la ilita en estas mues­ de Kubler varía entre 0.30 y 0.49. Los
Iras es del orden de 0.50. diagramas de DRX indican de nuevo que el
Los diagramas de DRX de las dos fraccio­ politipo dominante de la ilita es el 2M , .
nes de tamaño de las areniscas arcillosas reve­ Los diagramas de DRX de las diferentes
lan la presencia bien de ilita sola, bien de la fracciones de tamaño de las lotitas (Fig. 6)
asociación ilita + pirofilita + dickita (Fig. 4). indican la presencia de cuarzo, feldespato
La presencia de una renexión bien definida a (plagioclasa y microclina) y un bajo conteni­
4.72 A. pone de manifiesto, además, la presen­ do en carbonatos (calcita y siderita). La ilila
cia de sudoita. El contenido en dickita es bajo es el filosilicato dominante en estas mues­
en estas muestras. La anchura de la reflexión tras, acompañada ocasionalmente por una pe­
002 es mayor que en los conglomerados (del queña proporción de sudo ita. El [ndice de
orden de 0.30) lo que reneja, posiblemente. la cristalinidad de la ilila es del orden de 0.40.
presencia una pequeña proporción de sudoita. La cristalinidad de la sudoila ofrece valores
Los valores del [ndice de cristalinidad de la similares.
ilita varían entre 0.38 y 0.5 1 . El polilipo de ilila dominante en todos
Los diagramas de DRX de las fracciones los litotipos es el 2M l ' Por otra parte. el valor
finas de areniscas calcáreas son muy simila­ del parámetro b de la ¡lita oscila dentro de un
res a los de las areniscas arcillosas (Fig. 5), estrecho margen (8.98-9.00 A) en todos los
aunque la presencia de una intensa reflexión a litotipos estudiados.

nr,j<mr.ó>

""- <l¡m
'lOO
...

J, ..
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I\.. A llI\
A .... '--..
2-3)¡m

o '--
, 10 JO "

Figura 3.- Diagramas de difracción de rayos X obtenidos a panir de ;¡gregados orientados naturales de las
fracciones <21!m y 2-20 I!m, de un conglomerado, mostrando la asocinci6n mineral característica. 11:
Ilita: Dk: Dickita.
130 LÁZARO. C. el al.

Arenisca arcillosa
<000

JOOO <2,..n 003.


OOI ,OOIN

� 002". ... ""- "" "".

.i ,..

'"
2-20 ¡.m

o
s " IS " 2S JO

2e(pIos)

Figura 4.- Diagramas de difracción de rayos X obtenidos a partir de agregados orientados naturales de las
fracciones <2¡.tm y 2-20 ¡.1m. de unta arenisca arcillosa, mostrando la asoci¡¡ción mineral caractcrfslica. 11:
lIita; Ok: Dickita; PrI: Pirofilila.

1100
Arenisca calcárea
'"
1<00

1200

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1
.>1. <2"",
100
.5
.. 001.
<00
00;..
200
2-20 ¡.m
o
s " IS '" JO
20(�)

Figura 5.- Diagrnmas de difracción de rayos X obtenidos a partir de agregados orientados naturales de las
fracciones <2¡.tm y 2-20 ¡.tm, de una arenisca caldrea, que muestra la asociación mineral caracterfSlica.
11: Ilila; PrI: Pirofilita; Sud: Sudoitll.
Metamorfismo del Triásico maláguide en unidades intermedias 131

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2O(¡ja:b¡)

Figura 6.- Diagramas de difracción de rayos X obtenidos a panir de agregados orientados naturales de las
fracciones <2J.lm y 2-20 J.lm, de una lutita, mostrando la asociación mineral caracterfstica . Una renexión
poco i nte nsa a 7 A puede corresponder a dickita (Ok) o sudoitól (Sud). 11: lIitól.

Discusión y conclusiones diagenéticos tempranos fueron también si­


milares.
La asociación metamórfica de bajo grado En las secuencias triásicas maláguides de
y las características cristaloqufmicas de los la Cordillera Bética, la asociación
filosilicatos. determinados en las rocas mineralógica característica es ¡¡ita + clorita
triásicas con litologías maláguides de las uni­ (trioctaédrica) + dickita. La dickita es un mi­
dades intermedias. permiten su comparación neral ampliamente desarrollado en los mate­
con las asociaciones minerales típicas de las riales triásicos inferiores, concretamente en
rOCaS triásicas maláguides en otras zonas de los miembros conglomeráticos y de areniscas
la cordillera y la estimación aproximada de (Ruiz Cruz, 1996; Ruiz Cruz y Andreo, 1996).
las condiciones metamórficas de los materia­ en tanto que en los miembros lutíticos supe­
les triásicos maláguides en la zona de Sierra riores, el politipo presente es caolinita. Ade­
Arana. más, en las rOCas triásicas inferiores. se ob­
serva con frecuencia la transformación dickita
Caracter(sticas diferel/ciales lle los ma­ � ilita y dickita � clorita trioctaédrica. Así
teriales triásicos malágllides del sector de pues, las rocas triásicas de las unidades inter­
Diezma medias tienen en común con otras secuencias
Las rocas triásicas estudiadas presentan maláguides la asociación ilita + dickita.
litologías similares a las que caracterizan al No obstante. este estudio ha puesto de
Triásico maláguide en otras zonas de la cor­ manifiesto varias diferencias significativas
dillera, lo que indica que tanto er áreól fuente entre los materiales triásicos de las escamas
como el medio de depósito y los procesos superiores de las unidades intermedias en la
132 LÁZARO. C. el al.

zona de Sierra Arana y las series triásicas --t dickita tiene lugar más tarde, en relación
mnláguides t[picas: l ) Las cristalinidades de con el metamorfismo alpino. Esta secuencia de
la ilitas y. especialmente de la clorita, son transformaciones tuvo también lugar en las es­
mayores (menores valores numéricos) que en camas superiores de las unidades intermedias
otras zonas de la cordillera (Ruiz Cruz, 1996) y pone de manifiesto un medio sedimentario y
y similares a las determinadas en unidades Un3 historia diagenética común con el resto del
intermedias de Sierra Espuña por Abad et al. maláguide.
(2003). 2) En los materiales triásicos La asociación mineral ilita + pirofilita +
maláguides de la zona de Diezma las cloritas dickita, identificada en areniscas de las unida­
trioctaédricas tienen escaso desarrollo. 3) En des intermedias sugiere que han tenido lugar
las unidades intermedias se da. en cambio. un dos reacciones sucesivas: dickita --t ilita y dickita
mayor desarrollo de sudoita (al igual que en � pirofilita. La primera es común a lo largo de
Sierra Espuña) que, no obstante es un compo­ la cordillera y es una reacción frecuentemente
nente minoritario. 4) En las unidades inter­ descrita en secuencias diagenéticas en las que
medias de Diezma es común la presencia de e:\iste disponibilidad de potasio (Ehrenberg y
pirofilita, rase no observada en secuencias Nadeau, 1989). El desarrollo de esta reacción
maláguides tfpicas ni en Sierra Espui'ia. depende, pues. fundamentalmente de la dispo­
Todos estos hechos revelan que las reac­ nibilidad de K. La segunda reacción. claramen­
ciones metamórficas fueron más avanzadas te metamórfica, aparece en cambio limitada a
en las unidades intermedias y que el grado las unidades intermedias.
metamórfico alcanzado por estas secuencias La transformación dickita --t clorita
es superior al detectado en los materiales trioctaédrica ha sido también descrita en las
triásicos maláguides. unidades maláguides a lo largo de la cordille­
ra (Ruiz Cruz, 1996; Ruiz Cruz y Andreo,
Génesis mil/eral en las ullidades imerme­ 1996). En el sector de Diezma no se ha detec­
dias del sector de Diezma tado ni a partir del estudio microscópico ni a
El amplio desarrollo de dickita en arenis­ partir de los datos de microsonda la presencia
cas y conglomerados de los miemb¡'os inferio­ de clorita trioctaédrica. Se ha observado, en
res del Triásico maláguide parece estar rela­ cambio. la transformación de dickita en
cionado, a lo largo de toda la cordillera, con sudoita. Sobre la base de los datos disponi­
una secuencia de procesos diagenéticos suce­ bles en este momento, la formación de sudoita
sivos (Ruiz Cruz, 1996): 1) La disolución in­ podría ser el resultado de dos procesos dife­
tensa de los feldespatos y. en menor medida, rentes: 1 ) la transformación directa dickita --t
de las micas detríticas, durante la diagénesis sudoita. que podría considerarse equivalente
temprana y el desarrollo de una gran cantidad a la reacción dickita --t clorita trioctaédrica,
de caolinita, que llenaría la abundante porosi­ en un medio especialmente rico en Al; y 2) La
dad y reemplazarla a las láminas de mica. Este transformación dickita --t clorita trioctaédrica
proceso ha sido frecuentemente reconocido en --t sudoita. El estudio previsto mediante
series triásicas con características litológicas microscopía electrónica de transmisión, per­
similares (Lonoy el al., 1986; Bjorlikke, 1983, mitirá, probablemente, realizar una interpre­
1986). 2) Durante los procesos diagenéticos tación más exacta de la génesis de sudoita.
relacionados con el enterramiento de estas se­
cuencias ha tenido lugar el desarrollo de ce­ EstimaciólI In,
cOlldiciolles
mento de cuarzo microcristalino y el metamórficas en el sector de Diezma
recrecimiento de los granos detríticos de cuar­ La dickita aparece especialmente bien de­
zo. 3) Por último. la transformación caolinita sarrollada en dos medios geológicos: Secuen-
Metamorfismo del Triásico maláguide en unidades intermedias 133

cías sedimentarias sometidas a una diagénesis cuencias maláguides típicas. Además, el am­
profunda y alteraciones hidrotermales. En el plio desarrollo de ilita a partir de dickita su­
primer caso, la transición caolinita --+ dickita giere, de acuerdo con los datos de Ehrenberg
se ha utilizado como un importante indicador y Nadeau ( 1989) temperaturas claramente su­
diagenético (p. ej., ShulOv el al., 1970; periores a 140 oC, temperatura que parece
Ehrenberg e1 al., 1993; Lanson el al., 1 995; indicar el inicio del proceso de ¡Iitización en
Ruiz Cruz y Moreno Real, 1993; Beaufort el series con disponibilidad de K. Por otra parte,
al., 1998). Este mineral se desarrolla especial­ y aunque la pirofilita puede formarse a partir
mente en rocas detríticas ricas en Al, asociado de 225 oC en presencia de soluciones ricas en
frecuentemente con cuarzo, carbonatos (dolo­ metano (Juster el al., 1987), la temperatura
mita o ankerita), feldespatos, ¡lita y clorita normalmente aceptada para el comienzo del
trioctaédrica. En el caso de las alteraciones desarrollo de pirofilita a partir de minerales
hidrotermales, la dickita aparece generalmente del grupo del caolín es de 300 oC (Frey, 1987).
asociada con sulfuros y otros polimorfos del Aunque no conocemos con certeza la reac­
caolín (p. ej., Brindley y POrler, 1978; Hanson ción que ha producido sudoita, diversas aso­
el al., 198; Keller, 1988; Marumo, 1989). ciaciones mineralógicas con sudoita, por ejem­
De forma similar, la sudoita aparece tam­ plo las asociaciones sudo ita + dolomita + cuar­
bién en terrenos diagenéticos o metamórficos zo + granate (Livi el at., 2002) y sudoita +
de bajo grado (p. ej., Schultz. 1963; Fransolet pirofilita + caolinita + clorita + cloritoide
y Bourguignon, 1970; Daniels y Altaner, 1990; (Theye el al., 1992), proporcionan temperatu­
Livi el al., 2002) asr como en alteraciones ras de entre 300 y 360 oC. Aunque no se ha
hidrotermales. asociada a menas metálicas (p. detectado cloritoide ni granate en las muestras
ej., Bailey y Tyler, 1960; Hayashi y Qinuma, del Triásico maláguide, el cloritoide aparece
1964; Sudo y Sato, 1966; Alyesheva el al., bien desarrollado en filitas alpujárrides de es­
1977; Percival y Kodama, 1989). La sudoita camas inmediatamente inferiores y apunta, a
es también un mineral típico de rocas ricas en temperaturas del orden de 300 oC para el
Al, donde coexiste con cuarzo, feldespato, metamorfismo alpino que afectó a las escamas
Hita y clorita tri octaédrica. La asociación superiores de las unidades intermedias en la
sudoita + Mg-carfolita + aragonito caracteri­ zona de Sierra Arana. Por otra parte, los valo­
za, en cambio, el metamorfismo de alla pre­ res del parámetro b de la ilita son consistentes
sión/baja temperatura descrito en las cadenas con un metamorfismo de presiones interme­
alpinas perimediterráneas (p. ej., Theye el al., dias, de acuerdo con Guidotti & Sassi (1986).
1992; Azañón, 1994). Las temperaturas eslimadas son claramente
A pesar de que tanto la dickita como la superiores a las determinadas en materiales
sudoita aparecen en condiciones geológicas triásicos maláguides en otras áreas de la cordi­
similares, la asociación dickita + sudoita no llera, que eran del orden de 150-170 oC (Ruiz
había sido previamente descrita. Este hecho Cruz y Andreo, 1996) y sugieren la existencia,
sugiere que determinados factores físicos o en las unidades intermedias, de un metamorfismo
geoquímicos deben controlar la formación bien de más allo gradiente, siempre en condiciones
de dickita bien de sudoita. de presiones relativamente bajas.
La transición caolinita --+ dickita se pro­
duce a partir de 120 oC durante la diagénesis
profunda (Ehrenberg el al., 1993). La ausen­ Agradecimientos
cia de caolinita en estas secuencias señala,
pues, un Hmite mínimo para la temperatura, Los autores agradecen a F. Nieto, I. Abad
alrededor de 120 oC, temperatura que puede y un revisor desconocido la cuidadosa revi­
considerarse como mínima también en las se- sión efectuada así como las sugerencias y co-
134 LÁZARO. C. el al.

rrecciones, que han mejorado notablemente Bjorlikke, ·K. (1983) Diagenetic reactions in
el manuscrito. Este trabajo se ha realizado sandstones. Pp. 169-213 en: Sedilllellt
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Metamorfismo del Triásico maláguide en unid3des intermedias 135

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Alteración de la cristalinidad del grafito por cizalla simple:


comparación entre procesos experimentales y naturales.

Elena CRESPO FEO. Francisco Javier LUQUE DEL VILLAR y Magdalena RODAS
GONZÁLEZ
Opto. Cristalografía y Mi nera logía. Facultad de Geología. Universidad Complutense de Ma­
drid. CI Ciudad Universitaria sIn. 28040 Madrid. Spain.

Abstracl: Ch:mges in Ihe cryslallinily of graphile due 10 grinding have been sludied by X-ray
diffraclion, Raman speelroseopy, high resolution transmission electro" microscopy. and differential
Ihermal analyses and Ihermogravimetry. The data presenled in Ihis paper suggest Ihat Ihe alteration of
graphile intensifies with inereases grinding lime and depends on the kind of Ihe applied stress. To
compare these changes lo those involved in nalural occurrences, a graphite mineralization in which Ihe
cryslallinity has been altered by tectonie shear stress has been studied. 80lh artificial and natural shear
stress, provoke a decreasc of graphile cryslallinity. The results are discussed in relallon 10 Ihe implications
for using graphite as geolhermomeler.
Key words: graphile. eryslallinity, grinding. shear stress. geolhermometry.

Resumen: La variación de la cristalinidad del grafito debido a la inOuencia que la molienda produce
sobre la estructura del mineral se ha estudiado utilizando difracción de rayos-X. especlroscopfa Raman.
HRTEM y análisis térmico diferencial. Se han observado los efectos de alteración estructural que lienen
lugar con el aumento del tiempo de molienda y que dependen del tipo de esfuerzo aplicado. De modo
paralelo. se han relacionado los resultados obtenidos con las muestras pertenecienles a una mineralización
de grafito en la que se han producido esfuerLCs tectónicos que han modificado su cristalinidad. Compa­
rando ambos procesos se llega a la conclusión de que los esfuerzos de cizalla, ya sean generados de un
modo artificial o natural, producen una disminución de los valores de cristalinidad del grafito con las
implicaciones que esto puede tener en la utilización de este mineral en geolermomelrfa.
Palabras clave: grafito, crislalinidad. molienda, cizalla, geolermomelrfa

Introducción y enriquecimiento relativo en carbono. 2) for­


mación de anillos hexagonales de átomos de
La Ifansformación de la materia orgánica carbono. 3) unión de estos anillos para formar
presente en los sedimenlOS por efecto del una estructura laminar con simetría
metamorfismo regional o de contacto es el prin­ bidimensional (crecimiento en el plano a-b),
cipal mecanismo de generación de grafito. A 4) apilamiento de las láminas en una secuencia
esta evolución se la conoce como grafitización regular, a lo largo del eje c, que origina la
y supone una serie de transformaciones físico­ simetrfa tridimensional. De esta forma, el gra­
químicas que se reflejan en los parámetros es­ do de ordenamiento de la estructura del grafito
tructurales y en l a composición química del se usa habitualmente como indicador de las
mineral. Estos cambios se pueden resumir en: condiciones de metamorfismo que lo han
1) pérdida de compuestos volátiles (H. O Y N) producido. La "cristalinidad" o "grado de or-
138 CRESPO FEO. E. el al.

denamiento" del grafito es definido como el grafito, puede constituir el único indicador
grndo de perfección cristalina a 10 largo de geotermométrico disponible. Las estimacio­
los ejes cristalográficos y se puede determi· nes de temperatura basadas en el grafito pue­
nar mediante la utilización de diferentes ¡¿c­ den ser una alternativa a los geotermómetros
nieas analfticas como la difracción de rayos­ de intercambio catiónico o de inclusiones flui­
X. la espectroscopia Raman y la microscopía das o, al menos, un método de comprobación
electrónica de alta resolución. Cada una de fiable (Shengelia et al., 1978; Luque et al.,
ellas nporta información acerca de ti'! estruc­ 1993; Malisa, 1998).
tura cristalina del grafito a diferente escala. Para el estudio específico del grafito se
Mientras que la primera proporciona una ca­ debe separar el mineral de la roca que lo con­
racterización global de la muestra, las otras tiene y, para ello, es necesaria la utilización de
dos reflejan variaciones en partfculas indivi­ métodos ffsicos y/o qufmicos que pueden mo­
duales y son adecuadas para determinar dificar las caracterfsticas cristaloqufmicas del
heterogeneidades estructurales, bien en la di­ mineral, pudiendo introducir un error en el
rección de apilamiento. bien a lo largo del cálculo de la temperatura de formación. Las
plano ¡¡-b (Buseck y Bo-Jun. 1985; Wopenka posibles modificaciones estructurales que se
y Pasteris, 1993). pueden generar durante la preparación de la
En el proceso de grafitización intervienen muestra y su influencia en las determinaciones
distintos factores como la presión, tipo de geotermométricas, no han sido estudiadas de
precursor orgánico, porosidad y permeabili­ forma sistemática hasta ahora. En algunas pu­
dad de la roca de caja, y/o duración del blicaciones se hace notar que un tratamiento
metamorfismo, pero sin duda el más impor­ inadecuado en la preparación de las muestras
tante de todos ellos es la temperatura (Landis, puede provocar cambios en la cristalinidad del
197 1 ; Kwiecinska, 1980; Wada et al., 1994; grafito (Landis, 197 1 ; Pasteris, 1989; Cebulak
entre otros). Shengelia et al. ( 1979) et al., 1999) e incluso en algunos trabajos se
correlacionaron experimentalmente la varia­ han analizado Jos efectos que provoca la mo­
ción en el valor del parámetro e (e 2dool) del
'" lienda mecánica a nivel de estructura y
grafito con la temperatura, observando que microtextura sobre diferentes materiales
estaba controlado por �sta y que la presión no carbonosos, entre ellos grafito cristalino
afectaba, al menos sustancialmente, a los va­ (Nakamizo et al., 1978; Salver-Disma et al.,
lores obtenidos. El valor de e es un marcador 1999 a, b; Wakayama et al., 1999; Ong y Yang,
de las condiciones térmicas de formación del 2000). Con estos estudios se trata de
grafito y, por tanto, una herramienta adecua­ monitorizar cómo se produce el proceso de
da para determinar la temperatura máxima destrucción cristalina, principalmente enfoca­
alcanzada por las rocas que lo contienen, po­ do a la utilización del grafito estructuralmente
sibilitando el uso del grafito como indicador modificado en la industria tecnológica. En to­
geotermom�trico. Además, el gmdo de orde­ dos estos trabajos los tiempos de molienda
namiento estructural del grafito es indepen­ exceden en mucho los normalmente requeri­
diente del retrometamorfismo lo que, junto a dos para análisis en geologfa, y únicamente el
la sencillez de los análisis mediante los que se trabajo de Nakamizo et al. (1978) se realizó
obtienen los parámetros necesarios para la sobre muestras de grafito natural.
estimación de la temperatura de formación, La alteración de la estructura de minera­
hace que se le pueda considerar como un les laminares, principalmente filosilicatos, tan­
geotermómetro monomineral de gran utilidad. to por procesos experimentales como natura­
En algunos casos, como en los depósitos les ha demostrado variaciones en parámetros
epigen�ticos en los que solamente aparece estructurales (espaciado basal, "cristalinidad",
Alteración cristalinidad del grafito por procesos cizalla 139

etc.) y térmicos (Pérez-Rodriguez et aL, 1988; aspas especialmente utilizado para materiales
Fernández-Caliani y Galán, 1992; Sánchez­ de estructura laminar (Culalti MFC CZI3). El
Soto et aL, 2000; Stepkowska et aL. 200 1). tipo de esfuerzo mecánico en el que se basa
Sin embargo. no existen estudios en los que cada uno de ellos es distinto: el primero gene­
se comparen ambos procesos. ra un esfuerzo normal a la superficie de la
El presenle trabajo pretende cubrir la la­ partícula (interacción de choque); en el se­
guna experimental existente mediante la gundo el esfuerzo es tangencial (interacción
modelización de las posibles alteraciones que de corte). Esta es la razón por la que el molino
pueden sufrir las características estructurales de aspas es el más indicado para minerales
y térmicas del grafito debido a los efectos de laminares, ya que la disgregación de los mis­
cizalla provocados por el proceso de molien­ mos se produce a favor de las superficies que
da, bajo tiempos de duración comunes en la presentan una mayor debilidad (planos
preparación de muestras geológicas, estable­ basales).
ciendo los métodos más adecuados en fun­ Para la extrapolación de los resultados
ción de las características mineralógicas y experimentales a los medios naturales se ha
texturales de las muestras. El objetivo de este seleccionado una mineralización de grafito
trabajo es doble. Por una parle, se pretende situada en Horcajuelo de la Sierra (Sistema
establecer la influencia que la metodología de Central, Madrid) donde en una serie de
preparación de las muestras ejerce sobre de­ esquistos con sillimanita y biolita aparece in­
terminadas características estruclUrales y tér­ tercalado un nivel de cuarcitas grafitosas con
micas del grafila y que son utilizadas habi­ un contenido aproximado entre un 1 0 y un
tualmente para estimar su temperatura de for­ 20% en grafito. La mineralización se desarro­
mación. En segundo lugar, se trata de compa­ lla en el contacto de este nivel de cuarcitas
rar las variaciones observadas a nivel experi­ grafitosas con un dique de cuarzo de origen
mental con procesos geológicos análogos (gra­ hidrotermal y está intensamente fracturada y
fito localizado en zonas de cizalla). brechificada, englobando abundantes fragmen­
tos de cuarcita grafitosa en su interior. El
grafito ocupa los planos de fractura generan­
Materiales y técnicas do concentraciones milimétricas. De esta
mineralización se han estudiado, mediante
El estudio de la variación de los XRD, espectroscopia Raman y DTA-TG, lan­
parámetros estructurales y térmicos del grafi. (O el grafito que aparece disperso en las
to se ha realizado sobre una muestra de grafi­ cuarcitas como el que se encuentra en las
to de Sr¡ Lanka, al que se considera como fracturas. A partir de estudios geológicos,
estándar de alta cristalinidad y cuyos mineralógicos e isotópicos previos se ha esta­
parámetros estructurales son los más cerca­ blecido que la concentración del grafila se ha
nos a los del grafito ideal (ficha JCPD 23-64). debido a un proceso de removilización en
Las técnicas utilizadas han sido: difracción estado sólido del grafito contenido en las
de rayos-X (XRD), espectroscopia Raman, cuarcitas a favor de las zonas de fractura (Cres­
microscopía electrónica de alta resolución po el aL. 2002).
(HRTEM) y análisis térmico diferencial y Los análisis de XRD se realizaron en un
termogravimetrfa (DTA-TG). Se prepararon difractómetro Siemens Kristalloflex 810, equi­
5 muestras para cada tiempo de molienda ( l , pado con monocromador de grafito y utili­
3. 5. 10, 30, 60 Y 120 minutos) en dos tipos de zando radiación Cu-Ka a 30 kV y 40 mA. El
molinos mecánicamente diferentes, un morte­ intervalo de exploración fue de 5 a 70 °26, a
ro de ágata (Reitsch RMO) y un molino de una velocidad de 0.03 "26/s y una constante
140 CRESPO FEO. E. el al.

de tiempo de I s. Se utilizó silicio como tOldo más por el tipo de molienda que por la
estándar interno, rodándose consecutivamen­ duración de la misma. Los valores son muy
te cada grupo de cinco muestras, correspon­ semejantes variando dI)(): entre 3.355-3.358 A
dientes a un mismo tiempo de molienda. para para las muestras preparadas con el mortero
minimizar y cuantificar los errores. de ágata, y entre 3.353-3.357 A en las mues­
La espectroscopfa Raman se llevó a cabo tras procedentes del molino de aspas. La evo­
en un equipo Dilor XY, constituido por un lución del resto de los parámetros sí que mues­
monocromador doble, un especlrómetro y un tra una relación clara entre una molienda más
sistema de detección multicanal. usando un prolongada y la generación de alteraciones en
láser de Argón ionizado (A 514,53 nm) de
"" la cristalinidad del grafito. Las muestras pre­
pulso variable. Las condiciones de trabajo fue­ paradas con el mortero de ágata sufren un
ron en micro Raman (objetivo x 100) con una aumento significativo de la anchura a media
polencia láser de 100 mW al inicio del haz. y ahura del pico (002). expresando un descenso
de 3 a 5 mW sobre la muestra. El intervalo de en In cristalinid¡¡d de las mismas, lo que es
exploración fue de 900 a 1700 cm,l para el muy evidente a partir de los 30 minutos de
espectro Raman de primer orden. y de 2400 a molienda. Las muestras provenientes del mo­
3200 cm'· para el de segundo orden. De cada lino de aspas presentan la tendencia contra­
una de las muestras se llevaron a cabo cinco ria: mientras que para los tiempos cortos de
análisis que permitieron calcular. al igual que molienda los valores son mayores que los
en los análisis de difracción, los valores de la equivalentes en el mortero de ágata. con el
media y desviación estándar del conjunto de incremento del tiempo de molienda los valo­
los datos. res disminuyen no sólo frente al molino de
Los estudios mediante HRTEM fueron ágata sino. también. respeclo a los tiempos
efectuados con un microscopio electrónico de cortos del mismo molino. Los valores corres­
transmisión 400Kv JEOL, modelo JEM-4000 pondientes a la relación looP� pertenecien­
EX, del Centro de Microscopía Electrónica tes al mortero de ágata muestran una tenden­
"Luis Sru" de la Universidad Complutense de cia más o menos estable. que sólo a partir de
Madrid. un tiempo de molienda superior a 60 minutos
Los DTA y TG para todas las muestras se muestra un cambio más acentuado. Para el
han efectuado bajo atmósfera de aire dinámi­ molino de aspas también se observa un au­
co a 50 ml/min. en el rango de temperaturas mento en los valores de esta relación. pasan­
de 20 a 1000 oC con una velocidad de calenta­ do de un valor de 1 8 a 2 1 . Lo más significati­
miento de 10 °C/min en un aparato Seiko
.• vo es la diferencia entre ambos molinos. ya
TGrrDA 320V, utilizando alúmina como ma­ que las muestras del molino de aspas tienen
terial de referencia. valores en torno a 2-3 unidades mayores que
los correspondientes al mortero de ágata (fi­
gura 1). El cálculo del tamai'io de cristal ita a
Resultados lo largo del eje c (L.) se realiza a partir de la
medida de la anchura a media ahura de la
En la tabla 1 se muestran los valores obte­ reflexión (002) (Wada et al.. 1994). por lo
nidos para los parámetros estructurales medi­ que la tendencia de ambos parámetros es se­
dos mediante XRD y las relaciones determi­ mejante. La evolución de L,. con el aumento
nadas entre ellos. La variación del espaciado de los tiempos de molienda vuelve a reflejar
dOln y del parámetro e muestra un comporta­ la diferencia que ambos tipos de molinos pro­
miento similar para los dos conjuntos de mues­ ducen sobre la estructura del mineral. Con el
tras estudiadas, aunque parece que se ve afec- mortero de ágata el tamal'io de cristalito se
Alteración cristaJinidad del grafito por procesos cizalla 141

Tabla 1: Parámetros obtenidos mediante difracción de rayos X (XRD). l/O/:!!: espaciado de la


reflexión 002; FWHMO/n: anchura a media altura de la reflexión 002; loo/loo.: relación de
intensidades entre la reflexión 002 y la reflexión 004; L.: tamaño de cristal ita a lo largo del eje
c (cálculo realizado utilizando la modificación de la fórmula de Scherrer propuesta por Wada
et al.. 1994). El dígito entre paréntesis representa la desviación estándar.

MOLIENDA
dooJ(Á) FWHMoo1(t.29) /OOJ/OfU L" A)
(miD)

1 3,357 (0,002) 0):26 (0,026) 13,86 (2,39) 463,78 (49,81)




3 3,358 (0.002) 0):22 (0.01l) 13,12 (1):4) 467,98 (23,91)
:t 14,34 (IJH) 482,67 (28,60)

5 3,356 (0,002) 0,216 (0,014)

10 3,356 (0,001) 0,222 (0.009) 13,37 (0.53) 469,87 (18.58)
e

� 30 3,357 (0.001) 0,233 (0.007) 13,25 (1,48) 445,86 (14.04)
o
;¡; 60 3,357 (0,012) 0,263 (0,01l) 15,10 (0,63) 394,91 (19,22)

120 3,355 (0,003) 0,280 (0.006) 18,80 (2,74) 372,84 ( 1 1 ,57)

1 3,3S6 (0,002) 0,244 (0,015) 18,06 (2):2) 428,14 (ll,77)

3 19,45 ( 1 ,64) 423,46 ( 12):2)


a 3,355 (0,004) 0):47 (0,008)

.. 5 3,357 (0,004) 0):65 (0.0tJ9) 21,07 (2,44) 391,52 (14,79)




o
10 3,3�3 (0.002) 0,23� (0.006) 20.87 (3):9) 448):0 ( 1 0,64)
.!! 30 3,356 (0,004) 0,253 (0,017) 17.,86 (3,29) 4 1 1 ,91 (27.64)
..
;¡; 6O 3,355 (0,003) 0,237 (0,014) 21,01 (1,12) 441,16 (25.10)

120 J,35� (0,002) 0,238 ,0,010) '0,21 ,1,50) "41,19 (20,64)

mantiene estable hasta los 10 minutos de mo· cen en la tabla 2. Los valores de la frecuencia
lienda en que comienza una disminución muy del pico de orden (6uo) para el mortero de
marcada de estos valores. de hasta 1 10 A. El ágala no muestran una variación sistemática
molino de aspas, sin embargo, muestra una con la duración de la molienda. mientras que
variación poco significativa de apenas 50 A para el molino de aspas se observa una ligera
(figura 1). Kwiecinska (1980) estimó que la tendencia a la disminución de los valores a
relación dW! vs. Lr era útil para determinar el partir de los 3 minutos de molienda. Hay que
grado de evolución de la materia carbonosa. hacer notar los altos valores de desviación
La figura 2 representa esta comparación. ob· estándar que definen las muestras. Éstos re·
servándose que los valores pertenecientes al nejan un bajo nivel de representatividad de
molino de aspas se concentran en un área los análisis. de modo que se necesila realizar
restringida reflejando cristalinidades muy se· varias repeticiones de las medidas para con·
mejantes. Los valores del mortero de ágata seguir unos valores fiables. La frecuencia de
también aparecen agrupados, pero destaca que la banda de desorden (Duo) no es un parámelro
los puntos correspondientes a las moliendas muy representativo por si sólo. Es mucho
de 60 y 120 minutos están muy desplazados más determinante la altura y anchura de la
hacia zonas de menor cristalinidad. misma, por lo que la relación de inlensidades
Los parámetros y relaciones obtenidas de o áreas entre los picos de desorden y orden
los especlros Raman de primer orden apare· aportan más información acerca de la
142 CRESPO FEO. E. el al.

1.11_ (Monero Ágata)


..•-- .�") L. (Mortero de Ágata)
looP (Molino Aspas)
.... • ... .. '*' L. (Molino Aspas)
� �--��--�---r----��-----, �
500
"

"

300

,O+-
-- __ --
__ -- __
__ �--
� --
____
____ __" 2�
3 • ,o
� 60 ,..

Tiempo de moliendo. (min)

Figura 1: Variación de los valores de IwJl.. y de L. con cl liempo de molienda. 1",,/1...: relación de
intcnsidtldes entre la renexión 002 y la 004; L.: tamaño de cr151..li10 a lo largo del eje c. Las barras
verticales representan la desviación está.ndar.

3.'" .. Mortero de ÁgafO


g Moli"" de Aspu

' '''
60' r ilO'

,.'"

Figura 2: Comparación de los valores de L, VS. d",,¡ para los distintos tiempos de moliendtl. L.: tamaño de
crislalilo ti lo largo del eje e; dOO1: cspaci:ldo de la rcnexión 002. Los valores para tiempos de molienda de
60 y 120 minutos en molino de aspas son casi iguales y por ello están representados por un único punlO.
Alteración cristalinidad del grafito por procesos cizalla 143

cristalinidad del grafito (Wopenka y Pasteris, entre la banda de orden y la de desorden. una
1993; Yui el al., 1996). Realmente, la evolu­ disminución en su valor indicada un mayor
ción de la posición de la banda O respecto a grado de cristalinidad del grafito, y, además,
los cambios en la cristalinidad del grafito no las variaciones en la segunda se correlacionan
está muy clara, pero en los espectros se obser­ con cambios en el tamaño de cristalito en el
va que estas bandas aparecen cada vez más plano a-b (L) (Wopenka y Pasteris. 1993).
definidas y con mayor intensidad. Pese a lo En el especlro Raman de segundo orden
que se podría esperar viendo el comporta­ no se observa ninguna variación significativa
miento de la posición de la banda O, su an­ entre muestras de diferentes tiempos de mo­
chura experimenta un ligero aumento para lienda, ni con molinos distintos. En lodos ellos
ambos tipos de molinos. Los valores varían aparece bien reflejada la banda formada por
de 16 a 23 cm·1 en el mortero de ágata, y de 16 las frecuencias 2695 y 2735 cm·1 (pico S). El
a 20 cm·1 en el molino de aspas (tabla 2), y, máximo de la banda S se sitúa entre 2720 y
aunque la variación es muy pequeña, confir­ 2718 cm· 1 y no experimenta variaciones de
ma los efectos de la molienda prolongada so­ anchura ni intensidad importantes.
bre la cristalinidad del grofito. El valor de Las imágenes HRTEM de las tres mues­
FWHM", como ocurría con los valores de tras que se seleccionaron para su estudio me­
FWHMoo1 en XRD, tiende a disminuir con el diante esta t�cnica ap,necen en la figura 3.
aumento de la cristalinidad (Pasleris y Los resultados confirman las variaciones es­
Wopenka. 1991; Wopenka y Pasteris, 1993; tructurales observadas con la XRD y la
Yui el al.. 1996). Para las relaciones de inten­ espectroscopia Raman. Aunque los valores
sidades (lff/O) y de áreas (Ao/(Ao+Ao)x 100) del espaciado (dOO1 == 3.35 - 3,36 A) y del

Tabla 2: Valores de los padmelros medidos mediante espectroscopia Raman. óu O:


frecuencia de la banda de orden, 6.u D: frecuencia de la banda de desorden; FWHMo: anchura
a media altura de la banda de orden; 10"/0= relación de inlensidades entre la banda de desorden
y [a de orden; AJ(Ao+Aolx 100: relación de áreas entre la banda de desorden y la de orden. El
dígito entre pOlr�ntesis representa la desviación estándar.

MOLlE�DA
(lnla)
by o (�m" ) by D (�m" ) folla

1 1577,1 (J,2) IlS],J (1,4) 16,5-1 (J,U) 0,14 (o.oJ) 0,13(1,J5)

• f-_"'_--1I-:::
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ro 5 1516.1 (2,J) lJSI,J (O) 19,J7 (2,OS) 0,16 (0,01) 4,ZII U,U)

1.
10 15n,s{l,O) IJ44,6(1,2) 20,01 (1,57) 0,16 (0,03) 4,64(2,71)
JO 1577,2 fU) IJSt,O(1,J) 19,0] tl,J') 0,17 (0.05) a,&6 (6,01)
60 1570,\ (5.3) Il�7,4 (l.5) 1 9.01 (1,J1) 0,12 (11.01) 1,57(2.11)
!la 1572,8 (4,J) 1l49,3 ($,J) U,14 (4,0�) 0,10 (0.05) 10,17 O,9J)
J 1510,1 (0,5) IJS5,9(0) 16.53(4,41) 0,11 (0.01) 1,61 (],4S)

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0,12 (0)
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1,01(0)
10 157J,9 U,9) 1)48,9 (O) 10,41 U.aS) 0,14 (O) 4,00 (O)

JO 1577,1 (I,J) 1148.S (l,6) 17,59 (I,14) 0,13 (0.06) JM (1,03)

60 1574,6 (1,6) 1348.'(1,.1) 1 1.31 (Z,94) 0,16 (0,1)-1) 5.60(3,7))


UO 1$7I,l t7.31 1J46,4 (J.I) 19,73(4,04) 0,15 (0,01) 5,65(4.34)
144 CRESPO FEO. E. el al.

tamaño de cristalito a lo largo del eje e (L.) favor del plano a-b conservando toda la lon­
indican una alta cristalinidad (Iodos [os .....10- gitud de la laminación en esa dirección (equi­
res medidos son mayores de 300 A. en las tres valente al tamaño de cristalito en el plano,
muestras estudiadas), las alteraciones que se L ). Debido a las tensiones provocndns, estos
"
producen en la superficie de las parlkulas fragmentos se pueden doblar formando codos
evidencian ciertas transformaciones. En la fi­ como el señalado en el punto 6 (figura 3d).
gura 3a vemos el aspecto que presentan las Las zonas más superficiales pueden alterarse
parlrculas de grafito tras una molienda de 30 algo más. pero en ningún momento llegan a
minutos en el molino de ágata. El p3ralelismo originar morfologías de aspecto turbostrático
entre las láminas de átomos de carbono nún se como las apreciadas en las figura 3a y c.
conserva pero la superficie ha dejado de ser Respecto a los análisis térmicos, los re­
un plano horizont:ll. Los efectos de la molien­ gistros de DTA y TG de las muestras de am­
da sobre las partículas de grafito provocan bos molinos presentan una bandn exotérmicn
una curvatura que comienza a dtar un aspecto muy marcada, acompañada por una fuerte pér­
de estructura lurbostrática aunque s610 en su­ dida en peso. que comienza en torno a los 600
perficie (punto 1 ; figura 3a). En las imágenes oc. Este efecto exotérmico está ligado a la
de In figura 3b y c. correspondientes n la reacción de oxidación (combustión) del grafi­
muestrn tratadn durante 120 minutos con el to y su mhimo se encuentra entre 750 y 820
molino de ágata. se observan características oC, según la muestra. En los resultados obte­
similares a la muestra anterior: un paralelis­ nidos por DTA (Fig. 4a), se observó que los
mo entre capas con una gran continuidad a lo valores de temperatura de inicio y fin de In
largo del eje de apilamiento (eje c) que indi­ combustión y la temperatura del mhimo
carran una alta cristalinidad. pero. también, exotérmico se mantenían constantes hasta los
una modificación del borde ex:terno de la mis­ 10 minutos de molienda. Para intentar
ma que va destruyendo esa disposición hori­ monitorizar de manera más precisa esta evo­
zontaL La figura 3b revela cómo se produce lución, se estudió una nueva muestra con 20
la deslaminnción del grafila en el borde de la minutos de molienda. cuyo comportamiento
partícula. Comienza con la generación de una térmico resultó semejanle a las anteriores. A
ondulación que se trnsmite hacia el interior partir de los 30 minutos. todos los valores de
englobando un espesor de 3 nm aproximnda­ las diferentes temperaturas se reducen sensi­
mente (punto 2; figura 3b). En el límite con la blemente.
superficie continua. esa ondulación se tradu­ En el caso del molino de nspns, el descen­
ce en un espacio que continúa abriéndose has­ so en la lempernturn es más evidente a partir
ta que se produce la separación de un frag­ de los 60 minutos de molienda. excepto en el
mento (punto 3; figura 3b). Estas láminas in­ caso de la temperatura de inicio de combus­
dependientes oponen menos resistencia al es­ tión que ya se ve afectada a [os 30 minutos.
fuerzo provocado por la molienda que las par­ Pnfa comprobar si estos resultados estaban
ticulas de mayor tamaño, por lo que su dispo­ relacionndos con el tamnño de partfcula obte­
sición laminar se destruye. formando una ma­ nido tras cada periodo de molienda. se realizó
deja de pequeños dominios con estructura or­ una serie de análisis que quedan renejados en
denada (punto 4; figura 3c). La muestra pre­ la figura 4b. La vnriaeión es más evidente en
paradn en el molino de aspas correspondiente la temperatura del máximo exotérmico. don­
a dos horas de molienda (figura 3d) presenta de se observa un salto claro desde el tamaño
una estructura más cristalina que su homóloga <53 llm al de <20 llm. El crecimiento que se
del mortero de ágata. La disgregación de las produce en el valor de temperatura para tama­
partfculas (punto 5; figura 3d) se produce a ños <5 �m puede deberse a que con tamaños
A l teración cristalini dad del grafito por procesos c i z a l l a 145

tan pequeños, las fuerzas electroestáticas pro­ térmico del grafila procedente de la
vocan que se aglomeren las partículas, y estos m i neralización d e Horcajo. e n la t a b l a 3 apa­
conjuntos actúan como partículas i nd i v i d u a ­ recen los valores de los panímetros medidos.
les de m a y o r tamaño q u e d i fi c u ltan l a c o m ­ E n los resultados de XRD son evidentes las
b u s t i ó n . A partir de l a i n fo rmación aportada d i ferencias entre l as m u e s t ras e n l as q ue e l
por el TG se obtienen datos del contenido en grafito esuí d i s e m i n a d o en las c u a r c i t a s y las
carbono del grafito. Todas las muestras con­ muestras en l a s que e l grafito se concentra en
tienen en torno a l 95-98% de e , sin que l a las zonas de fractura (la m i ne r a l i z a c i ó n pro­
m o l i e n d a produzca , como e r a de esperar, va­ piamente d i c h a ) . Los v a l o res de por
dOO2 ( y ,
riaciones e n este v a l o r . tanto, del parámetro e) son menores e n e l
E n l o referente a l e s t u d i o estructural y primer conjunto de muestras i n d icando u n a

, -
20 mIl
,,

Figura 3: Imágenes HRTEM . •1. Conjunto de panículas con aspecto turbostrático de l a muestra de 30
minutos de molienda con mortero de ágata. b. Puralelismo en las láminas de la muestra de 1 20 minutos de
molienda en mortero de ágata. c. Curvatura de láminas por efectos de l a molienda en la muestra anterior.
d. Aspecto general de una partícula de grafito tras 1 20 minulOs de molienda en molino de aspas. (Para l a
explicación de los puntos señalados, ver texto).
146 CRESPO FEO. E. el al.

... Mortero de Ágata


1000
--0-- Molino d e Aspas
final combustión
1=--=f ::::: �1-"'_A...... __ 1I

900
�...:::: :
11 --11____..
� 800 l:'::=l
=': �.D.--A-"'--- '-'.

� máximo exotérmico �&...-:-



� 700 - --
---
- - - - ---



� ·-- 1 �.� ini?O corrburt:n ......
�"--
� 600 ...---= �""::'- Á 11
e.

� 500 ---
inicio combustión
. ...�...

3 5 10 20 30 60 120
b
Tiempo de molienda (min)
a
Figura 4: a. Temperaturas de inicio, linal y máximo Cl(otérmico en
la curva de ATO. b. Temperaturas de
inicio y del máximo exotérmico en funciÓn del tamailo de partfcula para la muestra de 10 minutos de
molienda en el mortero de ágata.

Tabla 3: Valores obtenidos para las muestras de la mineralización de Horcajuelo de la


Sierra mediante XRD, especlrosCOpra Raman y DT A. T....: temperatura del máximo exotérmico.
El significado de las abreviaturas para los diferentes parámetros estudiados se da en las tablas
1 y 2_

CrOnlO en Cuardlll Grllnlo en Mineralizad n


MUESTRA!
HORC-I HORC-6 HORC-5 HORC-1 HORC-JO "ORe-1J
PAR METROS

d.,IA) 3,354 3.355 3,356 3,360 3,358 3.356

� FWHM., (.6."l1t) 0,225 0,198 0,236 0,268 0,210 0,242


e
I..,flto• 2518 22,36 23 1 0 2080 1532 2359

L,(A) 466,26 530,43 439,61 383,14 384,25 386,84

llv O (cm·') 15619 1561 7 1567 O 1568 J


Z llv O (cm·') 1349 O 1310,7 1336.5 1343 9
<
� FWJlM,,(cm·', 1 1 .74
< 10,75 1 1.38 20,26

lo/In 0,05 0,01 0,01 0 ,1 0

A An+An xlOO 1 1 94 1.85 2" 1404


e
� T..... (I('C) 77l 6" 766 741 67]
<
AlIeración criSlalinidad del grafilo por procesos cizalla 147

mayor cristalinidad de las mismas. Los resul­ se confirma que los esfuerzos de cizalla apli­
tados de FWHMtxJ1 reflejan el mismo compor­ cados sobre materiales carbonosos poco orde­
tamiento, traduciéndose en unas variaciones nados favorecen el aumento de su
del tamaño de cristalito L desde ",,25 Á hasta cristalinidad. En cambio. parece claro que el
= 1 50 Á entre ambos grupos de muestras. En efecto de la cizalla sobre grafitos de elevada
cambio, la relación de intensidades ItxJ/fOO4 no cristalinidad no es el mismo. Mediante el aná­
presenta ninguna tendencia clara. Según lisis experimental se ha puesto de manifiesto
Landis (1971), el aumento del grado meta­ que existe una modificación de la cristalinidad
mórfico produce sobre el grafito una evolu­ del grafito debido a los efectos de una molien­
ción en su estruclUra que se manifiesta en la da prolongada. Cada una de las técnicas utili­
agudeza y simelrfa de la reflexión (002) y en zadas muestra una sensibilidad distinta frente
la aparición de otras reflexiones en los a esta alteración por lo que se puede elaborar
diagramas de difracción de rayos X que se un intervalo de uso recomendado. dentro del
refleja en e[ aumento del valor de ItxJ/fro.. El cual los valores calculados son fiables.
mayor valor de esta relación, que por lo tanto Los resultados obtenidos permiten que las
se correspondería con una mayor cristalinidad, muestras sean definidas como grafitos de 01.1101.
pertenece a una de las muestras de grafito cristalinidad. independientemente del tiempo
diseminado en las cuarcitas y el menor valor de molienda empleado. Sin embargo. la XRO
(menor cristalinidad) a una de las muestras de demuestra tener una gran capacidad para cap­
grafito de la mineralización, pero el resto de tar las transformaciones producidas en la es­
valores se distribuyen de un modo aleatorio tructura del mineral. La rotura de la estructu­
en [os dos grupos de muestras. ra Iriperiódica y de la microtextura laminar
La espectroscopía Raman no permite apre­ del mineral se conseguiría con tiempos de
ciar ningún comportamiento representativo, molienda mucho mayores de los que se han
excepto el visible aumento de la relación lilo aplicado en este trabajo (Salver-Dis.ma et 01.1..
en la muestra HORC-7. El resto de los 199901. y b), y de los que se utilizan habitual­
parámetros no proporcionan una tendencia de­ mente en la preparación de muestras
finida por 10 que, probablemente, sería necesa­ geológicas. Parece que el dw' (y, por tanlo. el
·
rio el estudio de un mayor número de mueSlras parámetro e) se ve afectado ligeramente por
para conseguir un patrón más fiable. Respecto el tipo de esfuerzo que ejerce el mortero so­
a los análisis térmicos, nuevamente el grafito bre las mue·stras. provocando un aumento de
de las cuarcitas presenta el máximo exotérmico este valor con respecto al espaciado original
a mayor temperatura. pero las variaciones res­ del grafito. Esta alteración artificial se debe
pecto al grafito de la mineralización no son tener en consideración yaque supone una fuente
muy grandes. Solamente en una de las mues­ de error a la hora de estimar la temperatura del
tras la variación es más evidente llegando a metamorfismo sufrido por las rocas. El inter­
una diferencia de casi 100 oC. valo de variación es pequeño. pero su reflejo
en las estim"aciones geotermométricas es bas­
tante significativo. El resto de los parámetros
Discusión (anchura a media altura para la reflexión (002).
FWHMO()!; relación de intensidades, IO()!I_; y
Los efectos que la presión ejerce sobre el tamaño de cristalito. L<) parecen más sensibles
proceso de grafitización se han estudiado en que el anterior a las variaciones en la
diversos trabajos, tanto experimentalmente cristalinidad. Se observa una clara diferencia
(Bonijoli et 01.1.. 1982; Bustin et 01.1., 1995 a.b), entre los resultados obtenidos para los dos mo­
como en materiales naturales (Barrenechea et linos utilizados. surgiendo la pregunta. de por
01.1., 1992; Arkai et aL, 2002). En todos ellos qué los datos correspondientes al molino de
148 CRESPO FEO. E. el al.

aspas reflejan una menor cristalinidad frente a miden los cambios en el grado de orden del
sus equivalentes del mortero de ágata. Este plano a-b (tamaño de cristalito L). Observan­
fenómeno se explicaría debido a los diferentes do los resultados, es evidente que con el mor­
tipos de esfuerzos que intervienen en la disgre­ tero de ágata la transformación de la estructura
gación del material en cada uno de los moli· es mayor, aunque con ambos molinos se pro­
nos. La deslaminaci6n de la rnueSlra es más duce. El aumento de los valores de FWHMo'
efectiva en el mortero de ágata por lo que a 1110' y de la relación entre áreas se deben a la
tiempos menores muestra de forma más evi­ ondulación provocada en la superficie de la
dente el grado de cristalinidad real del mate­ partfcula. como se ha comprobado mediante
rial, pero su agresividad provoca abrasión so­ HRTEM. También afeclaría a FWHMoo2 (Klug
bre el plano de las láminas (plano a.b) como se y Alexander, 1974) y podría ser responsable de
observa en la disminución de los valores de la la aparente disminución de L�.
relación de áreas de los picos D y O de Raman Comparando los resullados obtenidos en
y en las imágenes de HRTEM 0, incluso. la este estudio con los determinados por Wopenka
destrucción parcial de la estruclUra en la direc­ y Pasteris (1993) para partículas de grafito de
ción de apilamiento como ocurre en los tiem­ Sri Lanka sin tratamiento vemos que la posi­
pos largos de molienda y que se correlaciona ción de la banda O coincide con los 1578 cm·1
con el descenso en los valores de L,. calculados para el mortero de ágata. Sólo a
Las modificaciones a lo largo de la direc­ partir de 120 minutos de molienda con el mor­
ción de apilamiento (eje e) quedan muy bien tero de ágata. el valor obtenido es mayor que el
definidas al relacionar los parámetros L� vs. que aportan estos autores. interpretándosecomo
dOOl• Se produce un salto evidente en las mues­ variaciones importantes en LQ'
tras de 60 y 120 minutos del mortero de ágata Con la ayuda del HRTEM se han confir­
debido a la disminución del tamaño de mado todas las interpretaciones realizadas a
cristalito L, asi que este parámetro parece ser partir de las técnicas anteriores. El mortero de
.
un marcador extremadamente sensible a las ágata es mucho más agresivo para la estructu­
variaciones de cristalinidad del grafito. ra del grafito que el molino de aspas. Con
En los parámetros medidos a partir de la media hora de molienda, las partículas más
espectroscopia Raman las variaciones son muy delgadas se flexionan y aunque en su interior
ligeras y no tienen apenas repercusión al uti­ siguen estando ordenadas. la pérdida de
lizarlas para determinar las condiciones de cristalinidad es obvia. Tras 120 minutos, el as­
temperatura. Solamente se produce un error pecto se asemeja a una estructura turbostrática,
significativo en el rango metamórfico al que se pierde continuidad en el plano a-b y. por
corresponde la muestra con tiempo de mo­ tanto, el tamaño de L. disminuye. Los dominios
lienda de 120 minutos en mortero de ágata. paralelos que se desorientan son de espesores
La homogeneidad de estos valores defini­ cercanos a los 7.5 nm, y eSlán mucho más
ría al Raman como una buena herramienta para curvados que los previos. En este sentido. Sal ver­
realizar estimaciones geotermométricas. En Disma el al. ( l999b) describen la tendencia de
ninguna de las muestras de ambos grupos se la materia orgánica grafitizable a formar agre­
modifica el pico de orden que aparece en el gados de morfología redondeada, en torno a 10
espectro de segundo orden ya que las altera­ nm de diámetro. con un desarrollo de
ciones estructurales no afectan al ordenamien- microtextura concéntrica por encima de las 300
10 tridimensional (Lespade et al., 1982). Estas horas de molienda. En el caso del molino de
se producen a un nivel más superficial quedan­ aspas la alteración sobre la superficie del plano
do reflejadas únicamente en el espectro de pri­ a·b de las partfculas es mínima, debido a que la
mer orden. En este rango de frecuencias se desagregación de la muestra se realiza a favor
Alteración cristalinidad del grafito por procesos cizalla 149

de esos planos. Los fragmentos separados man­ ciones del mineral están formadas por partí­
tienen su paralelismo y su continuidad horizon­ culas de tamaño menor (entre 60 y 25 J.Lm) a
tal, por eso se conservan los valores de L y L . las que aparecen en las muestras pertenecien­
Con respecto a las propiedades tér;;' ica� . tes a las cuarcitas con grafito disperso (tama­
las modificaciones producidas en 1;1 ños medios de 100 J.Lm). De nuevo 1<1
cristalinidad del grafito no son lo suficiente­ espectroscopía Raman parece no reflejar las
mente importantes como para variar. de for­ modificaciones que se efectúan en la estruc­
ma evidente. la temperatura de la reacción tura. indicando que éstas se producen princi­
exotérmica. Los valores aportados por el DTA palmente a lo largo del eje c. Únicamente la
se mantienen muy estables y además son muy muestra Horc-7 refleja modificaciones en la
similares para ambos tipos de molinos. La continuidad de los plano a-b (disminución del
fiabilidad de los datos obtenidos a partir de tamaño de cristal ita L) representadas por un
ella queda limitada a las muestras con menos aumento de la relación 1,)10 con respecto al
de 20 minutos en el mortero de ágata, y dc resto de las muestras estudiadas. El aumento
menos de 60 minutos en el molino de aspas. de este valor se relnciona con un incremento
debido a la reducción de tamano de partícula del desorden del grafito debido a [a disminu­
de la muestra, más que por la pérdida de ción en la continuidad de los planos a-b. Se­
cristalinidad. La temperatura del máximo gún Tu¡nstTa y Koenig (1970), la aparición de
exotérmico en DTA es muy próxima a la dada la banda de desorden se debe a un efecto del
por diversos autores (Dissanayake, 198 1 . tamaño de partícula. Cuando el análisis Raman
1994; Katz. 1987) para el grafito de Sri Lanka se realiza sobre un monocristal de grafito (lon­
considerando evidencias geológicas y gitud en el plano a-b suficientemente grande
geotermometrfa de intercambio (T::750-800 para que se le considere como un cristal infi­
oC). Los datos termogravimétricos no sufren nito bajo los rangos de resolución de esta
ninguna modificación ya que describen el con· técnica). el único modo vibracional activo es
tenido en carbono de las muestras. Esta carac­ el E,-. cuyo reflejo es la banda de orden del
terística química, lógicamente. no varia por espectro Raman. en cambio. cuando la mues-
los efectos de esfuerzos mecánicos. tra es policristalina, la presencia de pequeños
En las muestras naturales estudiadas tam­ cristalitos generan un nuevo modo activo, el
-
bién se reflejan modificaciones en la A,.. cuyo reflejo es la banda de desorden.
cristalinidad debidas a los efectos de la ciza­ Esta banda será más intensa cuanta mayor
lla. Como ha ocurrido en el caso experimen­ cantidad de contactOS entre partículas haya, O
tal. la XRD se revela como la técnica más sea. cuanto menor sea el tamaño de cristalito
sensible a las variaciones estructurales del Lo' Parece evidente, por lo tanto, que cuando
mineral. La diferencia en los valores entre los el grafito ha logrado alcanznr un elevado gra­
grafitos dispersos en las cuarcitas y los que do de ordenamiento estructural. la presión de
aparecen en la mineralización resulta eviden­ cizalla ejercida sobre él provoca una disminu­
te y se puede correlacionar con los efectos de ción en su cristalinidad (Salver-Disma et al.
los esfuerzos tectónicos sufridos. El valor de 1999a; Wnkayama et ni, 1999; Ong y Yang.
L. sufre una importante reducción y si se ana­ 2000)_
liza junto con la variación en las temperaturas
del máximo exotérmico obtenidas por DTA.
que también disminuyen. se puede interpretar Implicaciones geotermométricas
como un proceso de disminución del tamaño
de partícula debido a la cizalla. En el estudio Una de las ventajas del grafito como in­
petrográfico de las muestras de la dicador geotermométrico es que este mineml
mineralización se aprecia que las concentra- aparece en muchos tipos de rocas: en rocas
150 CRESPO FEO. E. et al.

sedimentarias como mineral autigénico Cuando se analiza la proyección del valor


(Kucha y Wieczorek, 1988), en rocas ígneas del parámetro e de las muestras Horc-2 (gra­
desde ácidas a ultrabásicas (Luque el al., fito diseminado en las cuarcitas) y Horc-7
1998), pero sobre todo en rocas metamórficas (grafito concentrado en la zona de fractura)
silleeas y carbonatadas (Kwiecinska, 1980; en el diagrama de Shengelia et al. ( 1 979) se
entre otros). aprecia una diferencia de temperatura de unos
La disgregación mecánica producida de 150 oC (figura 5). Esto supone una gran varia­
forma natural o durante la preparación de las ción para un grafito que genéticamente es el
muestras puede modificar sensiblemente los mismo y cuya única diferencia radica en los
resultados del cálculo geotermométrico. En la esfuerzos de cizalla sufridos para su concentra­
figura 5, se han representado los valores de e ción. Es evidenle la necesidad del conocimiento
correspondientes a Hore-2. Horc-7, I y 120 de la geología de la zona de la que proviene el
minutos para el molino de aspas, y de 1 y 60 grafito para la posterior interpretación de los
minutos para el mortero de ágata. Estos valo­ resultados geotermométricos obtenidos mediante
res son los que mejor reflejan la tendencia de esta técnica, los cuales podrán ser considerados
evolución de este parámetro y los que permi­ como temperaturas mínimas en zonas en las que
tirán establecer las limitaciones del el grafito ha sido sometido a esfuerzos tectónicos
geotermómetro. Los datos experimentales apa­ posteriores a su formación.
recen concentrados en un pequeño área, cer­ La estimación de las condiciones de tem­
canos al valor de e determinado para el grafi­ peratura a partir del grafito por medio de otras
to de Sri Lanka (e = 6,714 Á) correspondién­ técnicas se presenta como una alternativa al
dose con unos grafitos de elevada cristalinidad. uso del parámetro e obtenido por XRD. La
tal y como demuestran los valores de FWHMOO! espectroscopfa Raman ha demostrado ser me­
y L•. Con 1 minuto de molienda los valores nos sensible a las variaciones en la
para el mortero de ágata y el molino de aspas cristalinidad del grafito provocadas por la
son semejantes, indicando que la estructura molienda. En el gráfico de Wopenka y Pasteris
no se ve modificada y, por tanto, los valores (1993) correspondiente a la figura 6, se han
de temperatura estimados pueden ser fiables.
.. 11....1..
• 11....1 ..
Al aumentar el tiempo de molienda, el morte­
tJ. ' ·M o....... ". ,Il",.
ro de ágata produce alteraciones en la estruc­
tura reflejadas en un mayor valor del m 60' MorI.... d. ';p'.

'.H
parámetro c, que en el caso de los 60 minutos ñ I · M.liu olt o"""
O IlU·MoI¡... " po. •••

se traduce en una variación de temperatura de


aproximadamente 30 oC con respecto al de I
minuto. El molino de aspas provoca el efecto •.11

contrario, el parámetro e disminuye con el


tiempo de molienda y la variación de tempe­ '!: "
••70
ratura llega a los 50 oc. Por tanto, la utiliza­
ción del parámetro e como geotermómetro
quedaría limitada a tiempos de molienda infe­
riores a 5 minutos. Para tiempos mayores las
100 lOO �OO �OD 400 100 100 900
temperaturas estimadas se pueden considerar
como temperaturas mfnimas cuando la prepa­ Trq
ración de la muestra se ha efectuado con un Figura 5: Estimaciones geotermométricas a 'partir
mortero de ágata, y por encima de la real de las muestras estudiadas, de acuerdo a la calibra­
cuando se realice con un molino de aspas. ción de Shengelia el al. ( 1 979).
Alteración cristalinidad del grafito por procesos cizalla 151

representado los datos correspondientes a I con una mayor aproximación que mediante
y 120 minutos de molienda en ambos moli­ el uso exclusivo de la espectroscopfa Raman.
nos y los de Horc-2 y Horc-7. El valor de L. Las temperaturas estimadas mediante
obtenido, coincide perfectamente con la fa­ DTÁ pueden considerarse muy fiables para
cies metamórfica estimada para las rocas muestras con menos de 30 minutos de molien­
(granulitas) en las que encajnn las d:l. A partir de este tiempo se asume que se
mineralizaciones de grafito de Sri Lanka introduce un error metodológico debido a la
(Dissanayake. 1994), y para las rocas disminución del tamaño de las partfculas. obte­
(esquistos con sillimanita) del gr:lfito de niendo temperaturas inferiores a las reales. En
Horcajuelo (Crespo el al.. 2002). Sólo a p:lr­ el caso de muestras nuturales en zonas de cizalla
tir de 120 minutos de molienda con el morte­ ocurre lo mismo. por lo que la temperaturu ob­
ro de ágata. las condiciones de metamorfismo tenida también debe de considerarse como mí­
estimadas son inferiores a las reales. Este nima. aunque es mucho más cercana a la real
gráfico permite delimitar el rango de valores que la estimada mediante el parámetro c.
al que pertenece la roca. aunque no propor­
ciona un valor de temperatura cuantitativo.
Este valor podría obtenerse a partir del DTA. Recomendaciones para la preparación de
ya que la temperatura del máximo exotérmico las muestras
se considera muy cercana a la de formación
y siempre está dentro del rango de tempera­ Durante la separación del grafito de la
tura de la facies metamórfica correspondien­ roca que lo contiene. la cristalinidad de éste
te (Kwiecinska, 1980). De esta forma. se puede ser modificada por la presencia de
puede precisar el intervalo de temperatura otras fases minerales que suelen ser más

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SIW_ O 120' Molino Aspas


3- 20
'b e l ' Molino Aspas
...,
GranuHIa * 120'Mortcro Ágata
;;;,... O l ' Mortero Ág.
1tll
O
O 1000 2000 • I lore-7
• l'lore':!
L, (Ál
Figora 6: Relación de :\reas de l a banda de desorden (D) frenle a la banda de orden (O) y el tamai'lo de
eristalito L. (Wopenka y Pasteris. 1993). y proyeeeión de los resultados de las muestras estudiadas.
152 CRESPO FEO. E. el al.

resistentes y no licnen morrología laminar. y tectónico en medios geológicos. provocan al­


que producen mayor abrasión sobre ¡,]S partfcu­ leraciones en la cristalinidad del grafito que
las de grafilo durante el proceso de molienda. se reflejan duranle la caracterización estruc­
Además. los ataques ácidos neceSiJTios para ais­ lural y térmica del mineral.
lar al grafilo del resto de minerales de la roca La XRD es la técnica más sensible a eSlos
también pueden modificar su estructura (Gaweda cambios por lo que. en los estudios de carac­
y Ccbulllk, 1999; Cebulak el al.. 1999), así que terización eslructural con esta técnica. se debe
parece evidente que hay que reducir en lo posi­ reducir en lo posible el proceso de molienda
ble el efecto de estos tratamientos. La evitando que sea superior a los 10 minutos.
espectroscopia Raman permite la realización de Para moliendas más prolongadas o para mues­
análisis sobre láminas delgadas o probetas de la tras naturales procedentes de zonas de cizalla.
roca global (Wopenka y Pasteris, 1993). Con la modificación del parámetro c supone la
esta técnica, no hace falta ni separar ni concen­ introducción de un error en las estimaciones
Irar el grafito, de modo que parece ser la mejor geotermométricas realizadas a partir de él, y
opción para las estimaciones geolermomélricas, los valores calculados se deben de considerar
teniendo en cuenta las consideraciones sobre el como temperaturas mínimas.
pulido indicadas por Pasteris (1989). La combinación de la espectroscopra
Las recomendaciones que se pueden hacer Raman y del DTA resulta ser una allernativa
tras este eslUdio para el tratamiento de materia­ muy fiable para el cálculo geolermomélrico.
les níllur.l.les con grafito en las estimaciones Los parámetros delerminados por Raman no
geotermomélricas. se dirigen a la ulilización de reflejan variaciones significativas ni en las
la especlroscopía Raman como método analíti­ muestras naturales ni en las preparadas ex­
co.junto con DTA con el fin de obtener un dato perimentalmente. La posibilidad de realizar
cuantitativo. Si esto no es posible o se quieren los análisis directamente sobre las láminas
efectuar medidas de comprobación medianle delgadas elimina la introducción de modifi­
XRD. sería preferible realizar una molienda con­ caciones en la crislalinidad del grafito debi­
trolada. Deberla realizarse en intervalos de I o
das a la molienda. En esta combinación de
1.5 minutos e ir tamizando enlre cada uno de técnicas únicamenle deberá tenerse en cuen­
ellos. De este modo el grafila separado no per­
ta que moliendas superiores a 30 minUIOS
manece en el molino. evitando la aplicación
generan. en los análisis de DTA. temperatu­
durante mayor tiempo de esfuerzos que alteren
ras inferiores a las reales debido a la dismi­
su cristalinidad. En cualquier caso. debe procu­
nución del tamaño de partícula. al igual que
rarse que la molienda no produzca parlículas
ocurre en las muestras nalurales que han su­
con un lamaño inferior al original. por lo que es
frido esfuerzos de cizalla.
indispensable un estudio previo mediante
microscopía óptica. De este modo. se puede
eslablecer el liempo de molienda necesario para
Agradecimientos
individualizar los granos minerales. reduciendo
al máximo la posibilidad de provocar alteracio­
nes en la estructura del grafito y su utiliUlción El presente trabajo ha sido financiado por
geotermométrica será más fiable. el proyecto DGICYT PB98-0836. Los aUlores
quieren agradecer a la Dra. Rosa Rojas (lns­
lituto de Ciencia de Materiales de Madrid).
Conclusiones Dr. J-P. Boudou (Université Pierre el Marie
Curie. Parfs, Francia) y Dr. J.L. 8aldonedo
Los procesos de cizalla. ya sean genera­ (Centro Microscopfa Electrónica "Luis Bru".
dos mediante molienda mecánica o de origen Univ. Complutense de Madrid) su colabora-
Alteración cristalinidad del grafito por procesos cizalla 153

ción en las técnicas térmicas. espectroscopra for vein-type mineralizalion. Proeeetlillgs


Raman y HRTEM respectivamente. Al Dr. 18'� Imema/iolla/ Millera/ogieal
José Fernández Barrenechea y al Dr. Fernan­ AssociatiOll 830-4, 269.
do Nieto por sus sugerencias y comentarios Dissanayake. C. B. ( 1 9 8 1 ) : The origin of
que han contribuido a la mejora sustancial del graphite of Sri Lanka. Orgallje Ceoehem.
presente trabajo. 3, 1-7.
__ ( 1994): Origin of vein graphite in high­
grade metamorphic terrains. Millera/.
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Efectos de la molienda en la caracterización mineralógica


de materiales sepiolíticos y esmectíticos

David RUIZ DE LEÓN, Jaime CUEVAS, Raúl FERNÁNOEZ. Laura S Á NCHEZ y S antiago
LEGUEY
Opto. Química Agrícola, Geología y Geoq u ímica, Universidad Autónoma de Madrid Campus
de Cantoblanco . 28049 Madrid

Abstraet: Grinding eonditions can af{eel the minenllogical characterization o{ day minerals due to
Ihe different hardness of layer silicates and acccssory minerals, inducing different effects depending on
the lime. To evaluale the grinding erfects in these materials, a group ofsamples {rom the Neogen Basin of
Madrid, containing high levels of Mg-smectites and sepiolite have been selccted. The accessory minerals
found werc dolomite. quartz and feldspars. An agnte bnll-micromill hns been used with a frequency of 1/
25 Hz, chnnging the time {rom 5 10 60 minutes. The products have been studied by X-Ray dirfraetion in
random powder and N adsorption.
1
The delamination of smectite nnd illile minerals is observed when grinding time i5 above 10 minutes.
This fael produces a slight underestimalion in the phyllosilieate eontent. Sepiolile bceame only modiried
al longer times. In thi5 case, the ehange5 delermined in its quanlifieation are of greater signil"icance than
in smeetitic-illitic samples.
Keywords: Grinding, Sepiolite, Smectite

Resumen: Las condiciones de molienda innuyen en la caracterización mineralógica de los materia­


les arcillosos debido a la diferencia de dureza enlre los filosilicatos y los minerales accesorios, pudiendo
provocar distintos efectos en función del liempo. Con el fin de valorar los efectos de la molienda en eSIOs
materiales se han estudiado muestras de la Cuenca Neógena de Madrid con un alto contenido en
esmeetitas magnésicas y sepiolita ademb de minerales accesorios tales como dolomita, cuarzo y
feldespatos. Se ha usado un micromolino de bolas de ágata a un:1 frecuencia de 1/25 S" , variando el
tiempo ente 5 y 60 minutos. Los productos obtenidos se han estudiado mediante difracción de rayos X en
polvo policrislalino y análisis de la porosidad y la superficie especffica por adsorción de N,.
Hemos comprobado que 11 tiempos próximos a 1 0 minutos de molienda empieza a roducirse lap
delaminaeión de los filosiliclltos esmeclita e ilita, hecho que innuye en una ligera subestimación en la
semieuantificaeión de los filosilicatos. La scpiolita no sufre modificaciones importantes en el mismo
periodo. Sin embargo, la molienda prolongada de eSle material provoca una disminución imponante del
porcentaje cuantificado.
Palabras clave: Molienda, Sepiolita. Esmeetita

Introducción y Objetivos accesorios, pudiendo provocar diSlintos efec­


tos en función del tiempo. Los minerales
Las condiciones de molienda pueden in­ detríticos, de mayor tamaño cristalino que las
flui r en la caracterización mineralógica de los esmectilas o la sepiolita, pueden quedar en
materiales arcillosos debido a la diferencia de tamaños relalivamente grandes despu�s de una
dureza en tre los filosilicalOS y los minerales molienda manual. Esto hace que los patrones
156 RUlZ DE LEÓN, D. el al.

de difracción muestren una escasa cuentra ampl ¡amente representado en España y


reproducibilidad. hecho que se ha observado países de la Cuenca Mediterránea (Torres Ruiz
en experimentos de difracción con cuarzo el al., 1994, Callen, 1984). Estos hechos hacen
(Klug y Alexander. 1974). Los mélOdos de que la investigación de estos m:lteriales natu­
molienda automáticos aunque solventan en rales en cuanto a sus propiedades y usos sea de
parte este problema homogeneizando el ta­ gran interés en nuestro entorno.
maño de partkula. pueden provocar la pérdi­ Nuestro objetivo en este trabajo es deter­
da p3rcial de información al dañar, en cierta minar las condiciones de molienda más ade­
medida, las estructuras laminares (Bish. 1994). cuadas para la preparación de muestras :lrci­
Un exceso de molienda puede presentar llosas de cara a su caracterización mediante
otra serie de problemas. especialmente en difracción de rayos-X en polvo policristalino.
aquellos minerales que son blandos en direc­ Para ello se ha usado un micromolino de bo­
ciones preferentes. como por ejemplo los las automático variando los tiempos de mo­
filosilicatos. Las renexiones de difracción de lienda. Las muestras estudiadas contienen ilita,
rayos-X se ensanchan ya que se destruyen [os esmectitas magnésicas, sepiolita y dolomita
apilamientos coherentes. De este modo. la junto a otros minerales accesorios. La dife­
molienda en silic:l.los laminares da lugar a la rencia estructural y morfológica enlre la
delaminación de partlculas, disminuyendo su sepiolita y el resto de los filosil icatos hace
espesor y ocasionando cristales separados de que tengamos que buscar condiciones de mo­
mayor superficie específica (Mingelgrin et al., lienda que, manteniendo una correcta
1978). Por contra, las moliendas muy prolon­ homogeneización, no alteren las característi­
gadas (24-48 horas) dan lugar al colapso de cas de los perfiles de difracción de rayos-X.
las unidades laminares y a su aglomeración, Este trabajo forma parte de la puesta a punto
disminuyendo la superficie específica. En es­ de un protocolo de caracterización de mues­
tos casos también se h:l descrito la transferen­ tras arcillosas asociadas a sepiolita y mate­
cia de protones ligados al agua interlaminar riales sepiolíticos situados al SE de Madrid
hacia posiciones de borde y, finalmente, la en la zona de Barajas.
amorfización de la estructura (Cornejo y
Hermosín, 1988, Stepkowska et 0.1., 2000).
Estudios similares en caolines revel:ln que Materiales y métodos
la utilización de técnicas como la sonicación
causan efectos análogos de reducción del ta­ Las muestras proceden de una serie de
maño de partícula y del ami nación de capas de sondeos realizados en el Sudeste de Madrid
filosilicatos, provoc:lndo un aumento de la (área de Barajas) a unas profundidades com­
superficie especffica de las muestras (Franco prendidas entre los 32 y los 6 1 m. El muestreo
el 0.1., 2003). inicial reunió un total de 1005 muestras en las
La. sepiolita es un mineral industrial de que se realizó un análisis cualitativo por adi­
especial importancia en nuestro país. La. zona ción de Hel para determinar la existencia de
este de Madrid concentra alrededor de 100 Mt carbonatos y realizar una estimación de su
de mineral, lo que constituye las mayores re­ contenido. Por otra parte, se caracterizó la
servas mundiales conocidas (Murray, 2002). mineralogía de las capas de sepiolita por
Los depósitos de la Cuenca Neógena de Ma­ difracci6n de rayos X en polvo policristalino.
drid han sido descritos entre otros por Huertas De estos sondeos se ha escogido una secuen­
et aL, (1971), Galán y Castillo (1984), Martín cia de 7.35 m. de espesor situada a una
de Vidaleset al., (1988) y Leguey et al., (1995). profundidad de 32.55 m. En ella, la sepiolita
Aun siendo un mineral poco común, se en- (58 %) coexiste con dolomita (34 %) y está
Efectos de la molienda en la caractcrización m i neralógica . . . 157

nanqueada a muro y a techo por sedimentos Siemens D-5000 (Cu-Ka). Las rendijas de d i ­
arcillosos ricos en esmectita e i lita. Adcm.ís, vergencia-anti-scattering y de recepción fue­
presenta una intercalación decimélJ'ica de cuar­ ron de 2 m m . y 0.6 m m . respectivamentc. El
zo criptocristalino (Figura 1 ) . registró se obtuvo a una vclocid.íd de 2 s por
Para e l estudio de los efecLOs de las condi­ paso, siendo éste de 0.04°, con unos valores
ciones de molienda sobre estos materiales se de lensión y corrienle de 40 K V Y 40 m A .
han seleccionado dos muestras del tramo. La
primera (4273) corresponde al lecho de la capa Tabla l . Mi neralogía d c las muestras (mues­
y no contiene sepiolita (muestra eSl11cctítica). tras molidas 10 minutos). Porcentaje en peso.
La segunda muestra seteccionada (4282) est.í
4273 4282
compuesta por sepiolita y dolomita en su ma­
yoría (mueslra sepiolílica) (tabla 1 ) .
Esmetítica Scpiolítica
La preparación de muestras para cstos cn­
sayos consistió en el secado a 90nC en estufa Filosil icatos 73' 58
y la posterior mol ienda « 1 m m . ) mediante
un molino de mart i llos con t.¡ m i z incorpora­ Scpiolila - 58
do. Después se tomaron 2 g. Y se molieron cn
un micromolino de bolas de ágata. La fre­ Dolomita 11 34
cuencia fue de 1 /25 s·, y los liempos de
molienda fueron de 5 , 7, 1 0 , 1 5 , 20, 25, 30 Y C uaílo 6 2

60 m i nutos respectivamente. Con el fin de


Albila 7 5
eSludiar l a reproduci b i lidad del mélodo, para
cada tiempo se realizaron 2 moliendas.
Microclin<l 3 I
Los patrones de d i fracción en polvo de la
*38,Yo 35 ,Yo
muestra se realizaron en un cl i fractómetro
Esmeellla, lIila

SO:IOEO SEcuEIICIA

'" '" 539

'" 538

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4273

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Figura l . Pc r ril li t oJógico del sondeo. La columnrl de la derecha corre spo n de al tramo estudiado (COlaS en
met ros ).
158 RUIZ DE LEÓN, D. el al.

La determinación de los filosilicatos se es necesaria, dado que existe una contribu­


realizó mediante agregados orientados ci6n de cuarzo a 4.26 Á.
solvatados con etilenglicol. Para ello se ex­ Con el fin de conocer como afecta el in­
trajo la fracción menor de 2 ¡J.m y se cremento en el tiempo de molienda a la textu­
homoionizó en Ca2+, Posteriormente se exten­ ra de los minerales que componen la muestra
dió la suspensión en un portaobjetos de 5 cm! se realizaron medidas de superficie BET y
y. después de dejar secar, se solvaló con distribución de diámetro de poros por
etilenglicoJ. Las condiciones de difracción adsorción de Nz con un porosímetro
fueron las mismas que en el caso de la Micromeritics" ASAP 2010. Las muestras se
difracción en polvo policrislalino y el juego tuvieron en una estufa a 90"C durante 24 ho­
de rendijas de focalizaci6n fue de 1 mm tanto ras y posteriormente se desgasificaron a 90"C
para la rendija de abertura como para la de durante otras 24 h. Este análisis se ha realiza­
anli-scatlering. do sobre muestras molidas durante 10 y 60
La semicuantificación de estos materiales minutos. tomándose como referencia la mues­
se ha realizado según la norma europea UNE tra sin moler y tamizada a 1 mm. Los cálculos
22-161-92, utilizando la relación de inlensida­ de distribución de volúmenes de poro se han
des entre Jos picos 4.45 A de los filosilicatos y realizado según el método BJH (Barreu­
4.30 A de la sepiolita para la cuantificaci6n de Joyner-Halenda; Webb y Orr, 1997).
este mineral. Se ha utilizado la relaci6n de áreas.
considerando que la medida del área es más
indicativa de la intensidad que la altura del pico. Resultados y discusión
La determinación del cuarzo se ha reali­
zado en la reflexión 3.34 A. ya que la corres­ SemiCUOl/lificaci611 y reprodllcibilidad
pondiente a 1 . 8 1 7 A (norma UNE 22- 161-92) En las Figuras 3 y 4 puede verse el valor
es muy poco intensa en nuestros medio y el error absoluto del contenido en
difractogramas. Para utilizar la reflexi6n a filosilicatos y dolomita determinado en fun­
3.34 A se ha seguido un método de ción del tiempo de molienda, para cada una de
deconvo1ución implementado en el programa las muestras estudiadas. El error absoluto para
DRXWIN 2.2.56 @ (Primo. 2002). Esta re­ los filosilicatos es menor de ± 5 % cuando el
flexión está afectada principalmente por la tiempo de molienda es menor de 20 minutos.
contribución de la ilita (d (003» y de la
sepiolita (d (080», aunque esta última es poco
intensa (30 %), y en general, muy ancha. Es­
tas dos contribuciones se han tenido en cuen­
ta mediante la localización de dos picos muy
próximos. Sin embargo, existe gran dificultad 4.49
en su asignación por lo que la cuantificación
de cuarzo está sujeta a una incertidumbre im­
portante. No obstante, la proporción de cuar­
zo en la muestra es pequeña en comparación
con el conjunto de los filosilicatos.
La medida del área de los picos donde se
"
cuantifican los filosilicatos (4.49 A) y la
lO'(CII I Ka,)
sepiolita (4.30 Á) se ha realizado también
mediante una deconvolución en la región de Figura 2 . DeconvoluciÓn de la región donde se
18.5 - 22.0 °28 (Figura 2). Esta deconvolución cuantilica la scpiolila.
Efectos de la molienda en la caracterización mineralógica . . . 159

La reproducibilidad es mejor entre 10 y 15 tra constituida por ilita y esmectita presenta


minutos para la muestra esmectftica, mientras variaciones mfnimas en su cuantificación a
que para la muestra sepiolftica el error absolu­ tiempos prolongados de molienda. La dismi­
to entre réplicas aumenta con el tiempo. No nución en la semicuantificación del contenido
obstante, el tiempo a partir del cual se empie­ de filosilicatos comienza a partir de los 7 mi­
zan a observar cambios importantes oscila nutos en la muestra esmectftica y a partir de los
entre 20 y 30 minutos. En ambos casos, los 20 minutos en la muestra sepiolftica. Esto está
filosilicatos tienden a disminuir con el tiempo, de acuerdo con el carácter más lábil del enlace
y por tanto el otro mineral mayoritario (dolo­ en la superficie basal de los filosilicatos
mita) aumenta. Este efecto es mucho más acu· laminares y lo atribuimos a que, en el caso de
sado en la muestra sepiolftica, ya que la mues- la muestra esmectftica, se produce una rápida

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Figura 3. Variación del contenido medio y de la reprodueibilidad eon el tiempo de filosilieatos y dolomita
en la muestra esmectftiea (4273)

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Figura 4. Variación del contenido medio y de 13 reproducibilidad con el tiempo de scpiolita y dolomita en
la muestra sepioHliea (4282)
160 RUIZ DE LEÓN, D . el al.

delaminación de los filosilicatos sin que se la señal de fondo en el perfil de difracción al


produzcan efectos posteriores de amorfiZilci6n. aument::lr el tiempo de molienda ::1 tiempos
En la Tabla 1 se muestra el resultado de la mayores de l a minutos y la marc::lda asime­
cuantificación para un tiempo de molienda de tría del pico hacia ángulos más altos (7-9 o
10 minutos. 26) a 60 minutos. Este hecho puede corres­
ponderse con la existencia de láminas de tipo
EfeclOS de la Molienda (DRX y talco, si bien el efecto tiene que estudiarse
porosimelrfa de N1) con más detalle.
Las Figuras 5 y 6 muestran la variación Para estudiar los cambios texturales que
que experimentan los difraclogramíls cuando se han producido en las dos muestras conside­
la molienda se alarga en el tiempo (5 mino y radas se realizaron medidas de superficie BET
60 min.). y distribución del tamaño de poros. El com­
En la muestra esmectíticn, un tiempo de portamiento fue distinto para cada una de las
molienda de 60 minutos provoca la desapari­ muestras.
ción del pico correspondiente al espaciado En la muestra esmectítica, las isotermas
basal a 1 5 Á Y la disminución en intensidad son de tipo rv con ciclos de histéresis que
del pico de ilila. La reflexión a 15 Á empieza varían entre H2 y H3 (Sing et al.. 1985) (Fi­
a verse afectada de forma notable a los JO gura 7). En cualquier caso, el tipo de isoterma
minutos. No obstante. el resto del perfil per­ se corresponde con un sólido mesoporoso.
manece virtualmente inallerado por encima Los ciclos correspondientes a la muestra de
de este tiempo. Esto implic3 que 13 referencia y la molida a 10 minutos se encua­
semicu3ntific::lción ::1 tiempos más I.trgos es dran dentro del tipo H2. Este ciclo de histéresis
muy similar. es típico de las esmectitas (Ej. Huang et al..
En el caso de la muestra sepioHtica se 2002, Pernyeszi y Dékány, 2003). La rama de
produce una disminución del tam3ño de cris­ adsorción se caracteriza por un llenado paula­
tal (renexión ( 1 10» , pasando de una anchura tino de poros cada vez más grandes a medida
a mitad de la altura de 0.58 "26 a 5 minutos de que aumenta PIPO. Sin embargo. la desorción
molienda a 1.03 "26 3 60 minutos de molien­ está relativamente impedida para PIPO < 0.9 Y
da (Figura 6). También destaca el aumento de aumenta bruscamente a PIpO < 0.5. Este hecho

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Figura S. Muestra 4273 (csmectftica). Patrones de Figura 6. Muestra 4282 (sepiolflica). Patrones de
difracción de rayos-X. a: S minutos de molienda, dirracción de rayos-X. Gris claro: 5 minutos de
b: 60 minutos de molienda. molienda. gris oscuro: 60 minutos de molienda.
Efectos de la molienda en la caracterización mineralógica . . . 161

se puede interpretar por l a dificultad que se le presentan Un3 distribución continua y decre·
presenta al N1 para encontrar caminos conec­ ciente desde el rango de microporos « 20 A).
tados en la red de mesoporos (Huang el al.. El incremento del tiempo de molienda aumen­
2002). Es evidente que en la muestra molida a ta la cantidad de mesoporos entre 20 y 1000 A.
60 minutos se transforma la estructura poro­ Esto refuerza la idea de que se produce un
sa. El ciclo de histéresis se hace más estrecho cambio de textura. y de que existen aglomera­
y pasa a ser de tipo H3. Este ciclo es caracte· dos estables de mayor tamaño que al inicio. los
rístico de poros de tipo rendija con alta cuales dejan entre sI poros más grandes.
conectividad. lo que estaría de acuerdo con la La mayor verticalidad de las ramas de
delaminaci6n observada y el consiguiente au­ adsorción-desorción a partir de PIpO 0.9 en =

mento en la superficie BET (Tabla 2). la muestra molida a 60 minutos renejaría una
La distribución de meso y m¡¡croporos cal­ tendencia hacia ciclos de histéresis de tipo
culada a partir de las isotermas de la Figura 7 H J . los cuales son característicos de la exis­
se muestra en la Figura 8. A 60 minutos. la tencia de aglomerados de tamaño uniforme .
distribución presenta un máximo entre 20 y 40 lo que hace que la distribución de tamaños
A. mientras que las muestras menos alteradas presente máximos discretos (Daza el al. •

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Figura 7. Isotermas de adsorción de NI para la muestra 4273 (esmectftica).

Tabla 2. Variación de la superficie BET con el tiempo.

Tiempo molienda (min) BET (m Ig) (esmectltica) BET (m Ig) (sepiolltica)

O 66 91

10 52 133

60 82 11
162 RUIZ DE LEÓN, D. el al.

1989). Estos aglomerados han de ser porosos dos de mayor tamaño cuando la muestra se ha
en la muestra esmeclílica dado el aumento de molido prolongadamente (60 minutos).
la superficie SET. Este caso podrfa ser un paso incipiente
En el caso de la muestra sepiolftica los hacia la amorfización y aglomeración de la
ciclos de histéresis son todos del tipo H3 y la estructura de la sepiolita observada por Cor­
forma es similar en los tres casos (Figura 9). nejo y Hermosfn (1988}) cuando los tiempos
En todos los casos el material se compone de de molienda de la sepiolita son hasta de 48
poros rend�ja interconectados. De nuevo In horas. Estos autores, justifican con este pro·
verticalidad de las ramas de 3dsorción­ ceso el descenso detecl.:ldo en la superficie
desoreión indicaría la presencia de aglomera- BET (tabla 2). La secuencia de variación de

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a,ODla

0,00111

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Figura 8. Di stribución BJH de lamallo de poro p,ara la muestra 427) (esmecllticil). DV/dD: dcrivildil del
volumen respeclo ill di6metro de poro.

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Figura 9. Isotermas de adsorción de N¡ para la muestra 4282 (scpioHtica).
Efectos de la moliend:l en la c:lr:lcteriZ:lción minemI6gic:l ... 163

la superficie SET es diferente :11 caso ante­ Conc l us iones.


rior, ya que en la' primer:l molienda ( 1 0 minu­
tos) aumenta la superficie específica para lue­ La moliend::a influye de forma importante
go disminuir considerablemente cuando la en la caracterización de muestras arcillosas
molienda se prolonga. El primer efecto es la heterogéneas debido a la diferencia de dureza
desagregación de los haces de fibras y, por y texturas entre los distintos materiales. Un
tanlo, el aumento de la superficie externa. exceso de molienda genera la delaminación y
Las condiciones de molienda que se han fragmentación de los filosilicatos. asr como
empleado en este trabajo son de una agresivi­ la formación de aglomerados.
dad moderada comp:lrada con los de otros Hemos comprobado que a tiempos próxi­
autores ya que las modificaciones producidas mos a l O minutos de molienda empieza a
afectan más a cambios texturales que estruc­ producirse la delaminación de los filosilicatos
turales. En el caso de la muestra esmectHica esmectita e ilita. hecho que influye en una
sus propiedades adsorbentes mejoran con esta ligera subestimación en la semicuantificación
molienda, ya que aumenta su superficie espe­ de los filosilicatos. La sepiolita no sufre mo­
crfic:l y la interconectividad en el sistema po­ dificaciones importantes en el mismo perio­
roso. No es este el caso si consideramos una do. Sin embargo. la molienda prolongada de
molienda prolongada en la muestra sepiolítica, este material provoca una disminución im­
donde los fenómenos de aglomeración de par­ portante del porcentaje cuantificado
tículas conducen a una disminución drástica Estos datos llevan a recomendar que se
de la superficie específica. Este hecho, ha evite el uso de moliendas prolongadas a la hora
sido relacionado con la amorfización parcial de preparar muestras arcillosas para su carac­
de la estructura y la existencia de terización mediante difracción de rayos-X.
recubrimientos amorras en la superficie de La continuación de este trabajo pasa por
las partrculas (Cornejo y Hermosfn, 1988). estudiar. mediante t�cnicas microscópicas. los

0.0018

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Figura10, Distribución BJH dc tamafto de poro para la muestra 4282 (sepiOlftica), DV/dD: derivada del
volumen respecto al diámetro de poro.
164 RUIZ DE LEÓN, D. el al.

cambios Icxlurales producidos y determinar y Juang, L.C. (2002): Effects of exchange


su posible interés. tanto para la caracteriza­ titanium catlons on Ihe pore struclure and
ción de los materiales como para la evolución adsorplion characterislics of
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Caracterización mediante microscopía electrónica de ba­


rrido de partículas atmosféricas del área industrial de
Huelva (SW de España)

Characterization of atmospheric particles by scanning electron


microscopy (Huelva industrial area, SW Spain)

Jost M. BERNABÉ Y M. Isabel CARRETERO


Opto. Cristalografía y M i neralogía Facultad de Química. Universidad de Sevilla. Apdo. 553.
.

41071 Sevilla

Abstrael: The study of :umospherie: partie:1cs from liuelva industrial arca (SW Srain) by me::lns of
seanning e:lectron microscopy wilh EOX analysis have: bee:n done:. Results point out. hcside:s new
morphologie:al and e:hemical data, the seasonal variability and probable origín of partides. Moreover.
when possible ¡he: mineralogy has been establishcd. Partieles sampling are located al the Odid and Tinto
rivers junction, within the industrial area of Huelva and jusI bdore Iheir oUllet in the Atlantic Oe:ean.
According 10 their morphologies four groups ofpartieles have been differentiate:d: sphericals. irregulars,
cristal1izalions and biologicals. Spherieal parlieles exhibit spongy, smooth and rough surfaces and are
m3ioly e:omposed of S 3nd Si. They are of :lOlropie: origin aUribuled lO fonil fud combustion (ehemiul
industries, vehides and thermic power plant). Irregular partic1es are maioly eompased of S, Si or Ca
allhough Imees of other elements have been delected (Fe, Cu and Zn). The proposed origio is both natural
(soils) and antropie (metallurgie and fertilizer industries). Partieles named crystalli1.ations are made up of
S, Cl and P with minor eonlent in other elements (Na. Ca. Mg. etc.). BOlh, nalural (seo. water) and
3ntropie (SO,eminions. fertilizer and eh[orine industries) sources have been established.
The most abund3nt particles are antropie in origin and inelude: a) Spherieal particles (spongy
surface) from fonil fud combustion are predominant. b) Irregular parlicles eomposed of S, Fe. Cu or Zn,
sourced in melallurgieal industries. e) Cryslalli1.ations eomposed of P and Mg (fertili1.er industries) and S
and Ca (SOl emissions). Natural parlicles are subordinated showing dirrerent sources: mineral (soils).
biological (pollen) and marine (sallS).
V;lriation in the atmospheric particle content along the year is negligible beeause the conlinuous
antropie emission$, only biological panicles (pollen) show a nOleworthy increase during spring season.
Key words: atmospheric panicles. scanning eleClron mieroseopy, polluting sources, Huclva (SW Spain)

Resumen: El empleo de la microscopia electrÓnica de barrido con sistema de análisis qulmico por
dispersiÓn de energla de rayos X, para e[ estudio de I;lS partlculas atmosféricas del área industrial de
Huelva, ha aponlldo nuevos datos morfológicos y qufmicos. asl como su posible variabilidad estacional y
origen. deduciendo su mineralogra en los casos en [05 que ha sido posible. La captaciÓn de partlculas se
ha realizado en la eonnuencia de los rfos Tinto y Odie!. dentro del área industrializada de Huelva y cerca
del Oehno Atl:\ntico.
De acuerdo con su morfo[ogfa. las partlcu[as encontradas se han clasificado en cuatro grupos:
esféricas. irregulares. cristalizaciones y biológicas. Las partlculas esrérieas presentan texturas
1 68 BERNABÉ. J. M. Y CARRETERO. M. 1.

espongiformes, lisas y rugosas. y están compuestas en su mayorla por S y Si . Estas partfculas son de
origen 3n1rópico, y proceden de la combustión de combustibles fósiles utiliz:.dos principalmente en 13
eentral l�nnica, industrias pelroqufmi cas y vehfculos de mOlor. US partlculas irregul:lrcs están compues­
las principalmente por S, Si o Ca, junIo a otros elementos en menor proporción (Fe, Cu y Zn). Su origen
es natural (polvo del tcrreno). y anlr6pico (industrias mct¡¡lúrgicils y de fertilizantes). Las cristalizaciones
están compuestas predominantemente por S, el o P, junIo con aIras elementos (Na, Ca. Mg, etc ), y .

presentan tanto origen antrópico (industrias de fertiliznnlcs y de producción de cloro y derivados. y


emisiones de 501) como natural (agua del mar).
Las partículas m:!.s abundantes son de origen antrópico, destacando: a) las partrculas esféricas
espongiformes procedentes de gases de combustión de combustibles fósiles; b) las partículas irregulares
formadas por S, Fe, Cu o Zn, procedentes de la industria metalúrgica; y e) las cristalizaciones compuestas
por P y Mg, Y S Y Ca, procedentes de la industria de ferlilizantes y de las emisiones de SO,. Las partículas
P
de origen natural son menos abundantes, con una procedencia principalmente mineral ( ol vo del terre­
no), biológica (polen) y marina (sales).
Debido a la continuidad a lo largo del año tle las emisiones antrópicas. no se detectan variaciones en
la cantidad de partículas atmosféricas encontradas. exceptuando las partículas biológicas (polcn) que
abundan en primavera.
Palabras clave: partículas atmosftricas. microscopia electrónica de barrido. origen de contaminan­
les, Huelva.

Inlroducción Considerando su morfologfa, las partículas se


clasifican en esféricas (espongiformes, lisas o
Dentro del ámbito de la contaminación rugosas), irregulares, biológicas, amorfas y
atmosférica se definen como partfcuhls at­ cristalizaciones (Umbria el al., 1999). En fun­
mosféricas a todas aquellas sustancias en es­ ción de su composición qulmica, las partícu­
tado sólido o Ifquido. excepto el agua no com­ las pueden agruparse en carbonáceas,
binada, dispersas en un gas, con tamaño entre aluminico-silicatadas, cálcicns, metálicas, elc.
6xlO"Jlm y 500 Jlm (Umbría et al., 1999). (Delaieux et al., 2001 ; Sabbioni, 2002). La
Aunque las particulas no suponen un porcen­ caracterización quimica de las partículas apor­
taje muy elevado sobre el total de contami­ ta una información adicional muy útil a la
nantes atmosféricos. su riesgo potencial es hora de diferenciar y deducir el origen.
muy grande, causando importantes daños en Los m6todos empleados para la toma de
el patrimonio arquitectónico (Ausset et al., muestras de las partículas atmosféricas y sus
1992; Sabbioni, 2002) y en los seres vivos t6cnicas de estudio son muy diversos (Van
(Bignon, 1990; Guthrie y Mossman, 1993). Grieken tI al, 1998). El muestreo puede reali­
Las partfculas atmosféricas pueden zarse por gravedad, precipitación electrostática,
clasificarse según su origen, morfología o filtración, impaclación, etc., siendo los dos úl­
composición química. En función del origen, timos los más utilizados. Asimismo, las dife­
se clasifican en parHculas antropogénicas y rentes técnicas analíticas que pueden emplear­
partfculas na!orales. A escala global. entre el se son espectTOscopía de emisión y de absor­
15 y 20 % del total de las partículas presentan ción atómica, cromatografía iónica, nuores­
un origen antrópico, siendo el porcentaje res­ cencia de rayos X (FRX) (Chabas y Lefevre;
tante d e origen natural (Amoroso y Fassina, 2000, Torfs y Van Grieken, 1997),
1983). A escala local. los porcentajes antes espectroscopia de masas y emisión atómica
descritos pueden variar para ZOn:lS muy con plasma acoplado inductivo (Brewer y
industrializadas, como seda el caso del área Belzer, 2001; Queral el al., 2002), o emisión
de Huelva (Querol el al., 2002) o de la pro­ de rayos X inducida por protones (PIXE)
vincia de Castellón (Á lvarez Mota, 2001). (Bernabé tI al., 2003; Bogo et al., 2003). To-
Caracterización de partículas atmosféricas del área de Huelva 169

das estas téc nicas están enfocadas a la carac­ al punto de muestreo, destacan el polo quími­
terización química de la muestra global, sien­ co induslrial "Punra del Sebo" y e l polo quí­
do l a mayoría de e l l as destructivas (excepto mico industri a l "Nuevo Puerto", exist iendo
FRX y P I X E). Para el eSludio de las panícu­ u n tercer polo i n d u s t r i a l deno m i nado
las desde el punto de v i sta morfológico, el "Tanesas", localizado a 1 2 K m en dirección
método óptimo es la m icroscopía electrónica Noreste. También hay q u e destacar la presen­
de barrido. Cuando esta técnica lleva acopIa­ cia de una r;íbrica de cemento en l a localidad
do un sistema de a n á l i s i s químico por disper­ de Niebla situada a 30 K m en esa misma
sión de energía de rayos X (EDX) se pueden d i rección (Fig. 1 ) .
analizar las partículas desde un punto de viSla E l Polo Químico I ndustrial "Punta del
químico además de morfológico, pudiéndose Sebo" concentra l a mayor parte de las i ndus­
deduci r en muchos casos su origen (Chabas y trias dedicadas a l a fabri cación de ferti l izan­
Lefévre. 2000; Esberl el a/., 1 996; Umbría el tes (Ferriberia Hue/va, F/WC Forel y Rhodia
a/., 1 999).
El área i ndustrial de Huelva, situada próxi­
ma a la ciudad y cercana al Océano AtUntico,
alberga un gran n(¡mero de actividades indus­
triales conta m i n antes, por l o que es una zona
muy interesante para el estudio de partículas

�1(� HU�.�A. .: �t
atmosféricas. Los estudios previos sobre par­
tículas atmosféricas rea l i zados en el entorno
de Huelva han estado enfocados a la caracte­
.
D Mo,.o,

�\t/Gt... .
rización química, aponando i n formación so­
bre su composición y posible origen (Querol a)
el a/ , 2002; Bernabé el a/., 2003). El presenle
.
trabajo se ha centrado en el estudio de las .

�.�W'
partículas atmosféricas de este (¡rea indus­
trial , aponando nuevos datos morfológicos y
químicos, su pos i b l e vari abil idad estacional y
origen, y deduciendo su m i n eralogía en los
casos en los que ha sido posible.

OCEANO AT ANTI I ��I I
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Área d e estudio
Leyenda
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P...nlo do m...ollreo

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Pobl:.clonol
El muestreo se ha realizado en la con­

de r•• ld ...o.
W
fluencia de los Ríos T i nto y Odiel. lugar co­ Polos Ind ....lrl.'los: �
'
.

1)
� ...

nocido como la "Punta del Sebo" (SW Espa­ Punl:' dol Sobo '.

' '
'

2)
.

...
:"' ,
Nuovo PuOrlO
ña). Este punto se encuentra s i tuado entre la J) Tarlolol I 1'1• • '

ciudad de I-Iuelva (al Norle) y el Océano AI­ s b)


lántico (al Sur), distando aproximadamente 5
Figura l . a) Localización del punto de muestreo y
Km de ambos (Fig. 1 ) . El área prese"Ia desde
de las actividades industri.tles en el área dc Huelva.
1 960 una fuerte industrialización, época du­
b) Representación de la dirección y frecuencia del
rante la cual un gran número de industrias viento en el Jño 2000 (datos fac ilitados por l a
químicas básicas y petroquímicas comenza­ Consejería de Medio Ambiente de la Junta d e An­
ron a desarrollar s u actividad. Por su cercanía dalucía).
170 BERNABÉ. J. M. Y CARRETERO. M. 1.

Iberia S.A), y a las actividades metalúrgicas duce pasta de papel mediante el método pasta
(Alfollfic Copper). Las primeras basan su ac­ de sulFato. emitiendo principalmente H1S y
tividad en la generación de ácido fosfórico. SO!, Como último foco de emisión importan­
fosfato sódico y amónico. ácido sulfúrico y te en la zona está la fábrica de cemento de l a
silicato sódico. Durante estas actividndes in­ cercana localidad d e Niebla. que emite prin­
dustriales pueden emitirse a la atmósfera Fun­ cipnlmente S0l y partículas.
damentalmente PO/, F', SO/o y NH;. A su los vientos predominantes del área de
vez, estas actividades generan una gran canti· Huelva son de componente NE y NW. circu­
dad de residuos sólidos y líquidos (ricos en lando a través de los vnlles del Río Tinto y
PO/o F', SO/o Fe'· y CuJo) que son acumula­ Río Odiel, y de componente SW, de proce­
dos en grandes balsas (aproximadamente de 3 dencia Atlántica (Fig. l ) .
Kml) situadas muy cercanas del Ifmilc Este
del núcleo urbano de Huelva (Balivar. 1995).
Las induSlrias metalúrgicas, muy importantes Metodología
entre los años 60 y 70 debido al apogeo de la
minería en l a Faja Pirftica (Norte de Huelva), El muestreo de las partlculas atmosféri­
en la nctualidad se han reducido n las activi­ CólS se hól renlizndo medinnte un caplador de
dades desarrolladas por Atfamic Copper, de­ partículns en suspensión, que constól de una
dicnda a la producción de cobre a partir de unidad de filtmdo formada por un soporte de
sulfuros importados. Las principales emisio­ filtro, cnudalímetro y bomba de vacío de bajo
nes son S02' H1S04' As, Sb, Pb, Zn, Sn y volumen (Fig. 2). El equipo estaba diseñado
otros metales. Además de estas dos principa­ de formól que se evitaba la recogida de partí­
les actividades, existe una planta de genera­ culas por gravedad o la acción directa del
ción de energra eléctrica (Celllral Térmica agua de lluvia. Se utilizaron filtros de mem­
Co1611, ENDESA). que utiliza gns o fuel-oil brnna de policarbonato (Nucleopore) con un
como combustible. diámetro de 47 mm y tamaño de poro de 0,4
El Polo Químico Industrial "Nuevo Puer­ J-lm. los muestreos se realizaron durante una
to" agrupa a las industrias pelroqufmicas del semana completa, con una Frecuencia bimen­
área (CEPSA Pefroqll/",ica y CEPSA ERTISA) sual. n lo largo del año 2000.
en las cuales se generan productos derivados los filtros obtenidos se han estudiado
del petróleo como fuel-oil. gas-oil. gasolina, al microscopio electrónico de barrido utili­
acetonas. etc. las principales emisiones que zando un equipo lEOl lSM-5410 con siste­
pueden generarse de estas actividades indus­ ma de análisis químico punlUal por disper­
triales son hidrocarburos, SO ' NO,. Ni Y V. si6n de energra de rayos X. La metalizaci6n
l
Otras actividades desarrolladas en esta zona de las muestras se ha realizado con carbo­
son la generación de hidróxido sódico. cloro no. Para establecer el posible origen de las
y derivados (hipoclorito sódico. ácido clorhí­ partrculas se ha tenido en cuenta la locali­
drico. clorometano. etc.) por Aragollesas; In zación de las industrias dentro del Polo In­
producción de pigmentos de TiO! por dustrial, los datos aportados por Querol et
Hlllltsmall Tioxide. y In obtención de nmoninco al., (2002), la clasificación que establece
y urea por Ferliberia-Palos. Estns tres últi­ Umbrfn el af ( 1999) Y los datos meteoroló­
.•

mns actividndes pueden emitir principalmen­ gicos fncilitados por la Consejería de Me­
te a la atmósFera cloro. titanio y amoniaco dio Ambiente de la Junta de Andalucía, co­
(Bolivar. 1995). rrespondientes a la época en la que se reali­
En el Polo Qu{mico Industrial "Tartesos" zó el muestreo.
se encuenlTa ubicnda ENCE Celtllosa, que pro-
Caracterización de p;'lrtículas atlllosféricas del .írea de I Iuel va - 171

Resultados y discusión bría el al. 1 999). En el caso del á rea de I-Iuel va.
estas partículas pueden p ro v en i r de la ut i l i z a­
Las partículas atmosféricas encontradas ción de combustibles fós i les para la genera­
se pueden c l as i ricar en cuatro grupos: pan í­ ción de energía en la Central Térmica Colón,
c u l as es féricas , p ar t íc u l as i rregu l ares, a escasas decenas de metros del punto de
cristalizaciones y panículas biológicas. Estas Ill uestreo, donde se u t i l i z a fuel-oil y/o fllel­
últi mas aparecen allamenre estructuradas y gas para su funcionamiento, así como las pro­
con texturas complejas. Se han el1conrrado pias emisiones de los vehículos de motor,
granos de polen de d i ferentcs m orfología s , destacando el transporte de gran tonelaje por
con diámetro medio de 1 5 �lIn. carretera y vía férrea. Otras posibles fuentes
de emisión serían las industrias pctroquímicas
Parttcu/as e.\féricas de "Nuevo Puerto", pero teniendo en cuenta
En función de la textura que presentan. las direcciones preferenc ia les de viento (SE,
las partículas esféricas pueden d i fcrenciarse N W y SW). el aporle dircclO desde estas fuen­
en partículas espollgiformes, l i sas y rugo sa s . tes de emisión hac ia el punto de m u est reo no
Las parttcu/as e!Jféricas espollgi/o/'lIles (F i g . es po s i bl e (Fig. 1 ) . aunque no hay que desc ar ­
3 ) presentan diámetros comprendidos entre 7 tar un aporlc i n d i recto por procesos de
y 35 �l1l1, est a ndo compueslas princi pa l m en te recirculación elel vienLo.
por S y S i , Y en menor propo rc ió n por A l . Ca. Las pal'ttcu/as e.\!érica.\· lisa.') presentan
p. Na. K. e l . V e Fe. Las partículas esféricas di.ímctros comprendidos entre 2,5 y 6,5 � m .
espongi ronnes p roced e n genera l m e nt e de la Tienen com po si c ió n a l u m i n ico-s i l i catada, pre­
combustión i nco m pl eta de los componentes sentando también en al gunos casos T i (Fig.
orgánicos del fuel -o i l y/o fuel-gas. dando lu ­ 4). A l igual que las anteriores, l a s p artíc u l as
gar a l a formación de panículas de gran s u­ esféricas lisas se generan por procesos ele com­
perficie espec í fi c a y baja densidad. La textura bu st ión . En este caso, s u o ri gen radica en l a
porosa se generar ía por la e l i m i nación de vo­ fusión d e l a s i mpurezas q u e presenta el mate­
I.hiles durante el proceso de combustión (UI11- rial combust ible, que a l fundirse da l u gar a

PARTicULAS ATMOSFERICAS

CAPTADOR
OE
PARTicULAS

BOMBA DE VACIO CAUDALiMETRO

Fi g ura 2. Equipo de captación de panículas atJllosféric�s.


172 BERNABÉ, 1 . M. Y C A R RETERO, M. 1 .

Figura 3 . Panícula esférica cs pon g i fonnc com­ F i gura 4. Partíc u l a esférica l i s a compuesta por S i .
puesta principalmenLe por S. Al Y Ti.

gotas l í q u i d a s de for m a esférica debido a s u l a s compuestas principal mente por T i , y partí­


tensión superfi c i a l . Esto suele ocurrir e n los c u l a s compuestas por S, Fe y S i . Las partículas
procesos de c o m b u s t i ó n del carbón m i neral esféricas rugosas compuestas principalmente
que pueden presentar i m p urezas m i nerales por T i son de pequeño tamaño con 1 ,5 )lm de
( U m bría el (/ 1 . , 1 999). Si el proceso de enfria­ cli¡í metro. Observadas a grandes aumentos, es­
miento es rápido, las part íc u l as pueden rete­ tas partíc u l a s aparecen como agregados de par­
ner elementos mel:í l icos como T i , V, Fe, N i , t ículas m¡ís pequeñas, s i n q u e s e aprecien pro­
ClI, Z n y P b (Fass i n a , 1 992). S i n embargo l a cesos de fusión en su generación. Su origen
u t i l i zación d e l carbón m i neral e n e l caso del puede estar l i gado a la industria de p i gmentos
[¡fea i nd u s t r i a l ele I-Iue l v a es escasa, debido a ubicada en e l entorno del Polo Químico "Nue­
l a i m p lantación ele refinerías petrol íferas q u e vo Puerto", basada en l a generación de Ti0l'
abastecen a las i n d u s t r i a s c o n fucl-oil y otros El segundo tipo de partículas esféricas rugo­
combustibles. A l ser partículas de pequeño sas, compuestas por S, Fe y Si la J11 pOCO pre­
tamaño, pueden provenir de fuentes remotas sentan signos evidentes de fusión. En general
del punto de muestreo, por ej emplo de l a l a s partículas esféricas rugosas proceden prin­
cementera u b i cada a 30 K m en l a localidad de c i p a [ mente de hornos de fundición de metales
N i e b [ a , donde durante el proceso de fabrica­ y estún compuestas principal mente por meta­
ciÓn del cemento se produce [ a c a l c i n a c i ó n de les en forma de óxidos ( U m bría el al. 1 999).
materiales c a l i zo s con s i l i catos y otros com­ Por tanto las partículas encontradas pueden
ponentes (óxidos) a temperaturas de 1 500 oC. tener su origen en los procesos metalúrgicos
Durante este proceso de c a l c i nación se produ­ q u e se [levan a cabo en el Polo Químico ·'Punta
ciría la fusión parcial de. los m a teriales y l a del Sebo", basados en l a transformación de la
formación de l a s partículas s ó l i d a s esféricas. piri t a y otros s u l furos metálicos.
Estas partículas podrían l l egar a l ¡írea de Todas las partículas esféricas encontra­
muestreo en los periodos donde el viento pre­ d a s son de origen f/Ilfrópico, siendo las partí­
senta u n a d i rección preferencial Noreste. c u l a s esféricas espongiformes, procedentes de
Las partícl/las esféricas ntgosns presen­ l a central térmica, vehículos de motor de com­
tan d i á m etros comprendidos entre 1 ,5 a 2 �1 1l1 . bustión e i n d u s t r i a s petro q u í m i c a s . [as q u e
Dentro d e e l l a s s e pueden d i ferenciar partícu- aparecen en m a y o r c a n t i d a d .
Caracterización de partículas ,1Imosféricas del área de 1-luel v<1 173

Partíc/llas irregulares Las panlcl/las irregulares compuestas


Las partíc ulas irregulares pueden d i feren­ pr;ncipalmellfe por Si pueden presentarse for­
ciarse en tres tipos, en función de su composi­ mando partículas monoelementales (Si), o par­
ción química: partículas irregulares compues­ tículiJS de S i y Olros elementos. Entre los ele­
tas principalmente por S, partículas irregula­ mentos más comunes con los que suele apare­
res compuestas principalmente por S i , y par­ cer asociado el S i estún A l , Ca y Na (Fig. 6), Y
tículas irregulares compuestas por Ca y otros Al, K, Fe y Mg. Por su morfología y composi­
elementos como P o Mg. ción química, este tipo de partículas se han
Las partículas irregulares COlllpIlCS/aS prill­ considerado partículas m i nerales ( s i l i catos),
cipalmellte por S, contienen en menor propor­ probablemente cuarzo (Si), plagioclasas ( S i ,
ción Fe-Cu-Zn o Ba. Las partículas compuestas A l , Ca. N a ) y filosilicatos ( S i , A l , K , Fe y Mg).
por S , Fe, Cu o Zn, presentan un tamaño varia­ Las panículas irregulares compuestas
ble, oscilando entre los 3 y 30 ,tm de diúmetro por Ca y P, con 20 �l1n de d i á metro medio
medio. Pueden presentarse como partículas de (Fig. 7), pueden tener su origen en las indus­
contornos redondeados (Fig. 5), o en forma de trias de ferti l izantes ubicadas en el Polo Quí­
partículas irregulares con contornos definidos. mico "Punta del Sebo", basadas en la trans­
Las primeras partículas podrían ser sulfatos y formación de rocas fosfatadas. para generar
pueden tener un origen secundario por reacción fosfatos cálcicos, sódicos y amónicos, entre
del Fe, Cl! o Zn con en S. El segundo tipo de otros. Las pan{elllas ¡rregl/lares compuestas
partículas podrían ser sulfuros, tratándose pro­ por Ca y Mg presentan d i á m etros medios de
bablemente de pirita (S, Fe), calcopirita (S, Fe y 1 0 pm. Estas partículas podrían ser c�lrbona­
Cu) y caleosina-covellina (S y Culo Todas estas tos (probablemente dolomita) por su compo­
partículas (sulfatos y sulfuros) pueden generarse sición química y morfología, y provenir del
por las industrias metalúrgicas ubicadas en el sustrato carbonatado existente en el entorno
Polo Químico "Punta del Sebo". Las partículas del punto de muestreo.
i rregulares compuestas por S y Ba presentan un Dentro de todo el conjunto de partículas
d iámetro medio entre 2-2,5 �lm y morfología irregulares, las partículas de origen al/trópico
poco den nida, pudiendo tratarse de sul rato b,írico son aquellas compuestas por S (sulfuros me­
(barita). t¡ílicos tipo piri ta, calcopirita , calcosina y

Figura 5. Partícula irregular compuesta por S. Fe y Figura 6. Partícula irregular compuesta por S i . A l .
Cu. Ca y N u (posiblcmcnte pl;¡gioclas�l).
174 BERNABÉ, J. M. Y CARRETERO, M . ! .

cove l l ina, entre otros, y sulfatos d e origen CI; c) compuesl<ls por P y Mg, d) compuestas
secundario) y por C a y P (posiblemente por S y Ca; e) compuestas por CI y Na; )' f)
fosfatos cálcicos procedentes de la transfor­ compuestas por S, M g Y K .
mación de rocas ricas en fosfatos). El resto de Las cristalizaciones compuestas por Cl, S
las partículas irregulares. compuestas por Si y y Pb son de h{tbito prismático y poseen un
otros elementos, así como por Ca y M g, son tamaño de cristal i n ferior a los 5 )lIll. Las
de origen natural, c l as i ficándose de forma cristalizaciones cOlI/pl/estas principalll/ente
general como partículas m i nerales. A las par­ por CI aparecen tapizando di versas zonas del
tículas compuestas por S y Ba (que puede filtro (Fig. 8), l legando a abarcar superficies
tratarse de barita) no se le puede atribuir UIl cercanas a los 200 pm2• Estos dos tipos de
origen determ inado (natural o anlrópico), ya cristalizac iones pueden tener su origen en las
que podría presentarse como impureza de las reacciones secundarias de emisi ones indus­
materias primas de las industrias, o bien pro­ triales ricas en S y Pb, con emisiones de CI,
ceder del sustrato C0l110 polvo mineral. generadas por acti v idades industriales basa·
Considerando los d i ferentes grupos de das en la producción de cloro y derivados
partículas irregulares encontrados, las paní­ (hipoclorito sódico, ácido clorhídrico, cte.), o
culas irregulares formaclas por S , Fe, el! o Zn, en la cristalización d i recta (en forma de cia·
procedentes de I�I industria metalúrgica, son ruro amónico) de aerosoles ricos en cloro so­
las más abundantes. bre la superficie del filtro. Las criswli:aciones
eOll/pl/estas por p 'y Mg, cristalizan en forma
Cristal i:aciofles de eflorescencias, dando lugar a agregados
Las cristalizaciones son panículas debidas cristalinos de gran tamaño (20-30 �l!n de di¡í·
a la cristalización de sales que previamente metro medio) (Fig. 9). Las cristalizaciones
estaban disueltas en un medio acuoso. Estas cOlI/pllestas por S y Ca (po.�·iblelllel1le yeso),
partículas pueden l legar al filtro como partícu­ cristalizan también en forma de eflorescencias,
las ya formadas O cristalizar directamente so· dando lugar agregados cristalinos de 1 5 �lm
bre el propio filtro. Las cristalizaciones encon­ de di ámetro medio. Estas crista l i zaciones en
tradas pueden clasificarse en seis tipos, según algunas ocasioncs contienen además P. Estos
su composición química: a) compuestas por dos últimos tipos de crista l izaciones encon­
CI, S y Pb; b) compuestas principalmente por tradas pued � n tener su origen en las cmisio-

Figura 7. Partícula irregular compuesta por Ca y P. f-igura 8 . Cristalizaciones compuestas por Cl.
Caracterización de panículas atmosféricas del área de Huelva 1 75

nes de industrias de fer t i l izantes. En el caso composición q u í m i c a , origen natural o


de las cristalizaciones de yeso, también es antrópico, posible procedencia y abundancia
muy probable que se generen por reacción del se recogen en l a tabla l .
S02 <Itmosférico (emitido por todas las indus­ Las partículas y compuestos preci pitados
trias del úrea en cantidades i m portantes) con de origen antrópico no presentan muchas dife­
partículas cúlcicas sobre el propio filtro. Las rencias eSlflciollales, ya que las fuentes emiso­
cristalizaciones eOll/puestas por el y Na apa­ ras actúan prácticamente del mismo modo du­
recen C0l11 0 crista l i zaciones formadas sobre rante lodo el año. En el caso d e las panículas
el propio filtro formando agregados cristali­ de origen natural, su presenc i a se hace l11�ís
nos con morfología c llb ica característica (pro­ evidente en la época estival (primavera-vera­
bablemente h a l i ta) (Fig. 1 0) , llegando al filtro no). Esto es debido al aumento de la actividad
en forma de aerosoles marinos. Por último, biológica de las plantas (polen) y a l a mayor
las crisrali:aciones cOlI/puesra.\· por S. Mg y K concentración de partículas por una menor
están formadas por crista les que llegan al fil­ abundancia de precipitaciones atmosféricas y
tro en forma de partículas, presentando cierto mayor resuspensión de panículas del terreno.
habito prismático.
Dentro del grupo de las cristali zaciones,
aquellas compuestas por a) CL S y Pb, b) C I , Conclusiones
e ) P y Mg, Y d ) S Y C a son cristalizaciones de
origen al/lrópico, m ientras que las Las partículas encontradas en el úrea in­
cristalizac i ones compuestas por a) e l y Na, y dustrial de I-Iuelva se han clasificado en cuatro
b) S , Mg Y K poseen un origen natural y grupos: esféricas, i rregulares, cristal izaciones y
proceden de la cristalización de sales que pro­ biológicas. Las partículas esféricas, todas ellas
vienen del agua del mar. Las cristal izaciones de origen antrópico, muestran texturas
más abundantes son aquellas formadas por P espongiformes, lisas y rugosas, presentando di­
y Mg, Y S Y Ca, procedentes de la industria de ferencias en su composición química, aunque
fertil izantes y de las e m i s i ones de SOr predomina la presencia de S y S i . Las partículas
En reSfll1/el/, los tipos de partículas en­ irregulares y cristalizaciones son de origen
contrados en el área industrial de l-Iuelva, su antrópico y natural. Las primeras se clas i fican

Fi g u ra 9. Cristalizaciones compuestas por P y Mg. Figura 1 0. Cristalizaciones compuestas por el y


Na (posiblcmcnte halita).
176 BERNAB É. J. M. Y CARRETERO. M. 1.

Tabla 1.- Tipo. composición química, origen, posible procedencia y abundancia de las
partículas atmosféricas del área industrial de Huelva.
TIpo do P&IIlcvlu eom_ltlOn Q�rmlc. Or""" PoIII>IfI 1',,,.....
. ,,<1. Abundo"."

�""ell6rmic.o

• bpo"flllormol S. Si. Al. Ca. P. Na, K.O. V. Fa -- Vehiculoo do molO!' oSe oomo<.<ollOn +
• 1...
:" .eI
';"pe!roQ�

• U_ Si. AI {f� -- c. .......wu"



n --
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_ ... <lo .,.... _
S. F •• Si -- Induslti& molw�

S. F•• Cu. ZtI AA_ InOUSI:ia ....IalUrgQ +



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• • NII.... SiIi<aIoo (cuatlO¡
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, • 51. ..... Ca. NI
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Silicato. (fKe;glod.....)

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BlOI..ÓGICAS ��, PIanl•• (pelan)

en función de su composición química en partí­ han detectado importantes variaciones en el tipo


culas compuestas principalmente por S, Si o Ca. y composición de las partículas en las diferenles
junto a otros elememos en menor proporción. épocas del año, exceptuando las partículas bioló­
Las cristalizaciones presentan diferentes gicas (polen) que abundan en primavera.
morfologías y composiciones químicas. predo­
minando la presencia de S, CI o P.
Las partículas de origen antrópico apare­ Bibliografía
cen en mayor cantidad que las de origen natu­
ral, debido a la gran influencia las actividades Álvarez Mota. C. (2001): Caracterización y
industriales en el entorno. Las más abundantes modelización estadística de contaminantes
son las partículas esféricas espongiformes pro­ atmosféricos en un área industrial. Tesis
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zante$ y de las emisiones de SOr Ausset, P., Lefevre, R., Philippon. J Venel, .•

Las partfculas de origen natural son princi­ C. (1992): Large scale distribution of fly­
palmente de procedencia mineral (polvo del te­ ash particles inside weathering crusts on
rreno). biológico (polen) y marino (sales). No se calciurn carbonate substrates. Sorne
Caracterización de partículas atmosféricas del área de Huelva 177

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Congress on Deterioration ,nd
Boletín de la Sociedad Espa¡iola de Mineralogía, 26 (2003), 179-/86 179

NEW MINERALS APPROVED IN 2002


NOM ENCLATURE MODIFICATIONS APPROVED 1998-2002
BYTHE
COMMISSION ON NEW MINERALS AND MINERAL NAMES
INTERNATIONAl. MINERALOGICAL ASSOCIATION

Joel D. ORICE' (Chairman- Emeritus, CNMMN)

Giovanni FERRARIS" (Vice-Chainnan, CNMMN)

, Canadian Museum ofNature, P. Q. Box 3443, Slalion 'O', OUawa. Cnlario,


Canada KIP 6P4 jgriee@mus-nalure.ca
-

" Dipanimento di Scienze Mineralogiehe c Pctrologichc, Univcrsili di Torino, Via Valpcrga Caluso 35,
1-10125 Torino. Ital)' fcrrnris@dsmp.unilo.il

NOTE: ncw mineral proposals should be senl to Ihc nc\\' Chairman:


Ernst A, J. Burke
Facllfly ofúwth (//Id Ufo Sciellces
I fij/! U"iversi!/!;I, Ik lloeMlIlIn 1085
f081 111' ,I/IIsten/am. nI/! 1\·ethl!"'tlll(I.�

e-mail addreu: cmst.burkc@falw.vu.nl

The ¡nfonnation gíven hcrc is provídcd by the Commission en Ncw Mincrals and Mineral Namcs, I.M.A.
for comparative purposa and as a scrvice 10 mincralogiSlS working on new species.

Ench mineral is describcd in the following ronnal:


IMA No.
Chemica! Formula (any relationship to olher minerals; struc::ture analysis)
Crys.lal syslem space group
,

unít eetl pamnetcrs


Colour; lustre; diophaneit)'
Oplical propcrties
Strongest lines in !hc X-ra)' powdcr difTractíon pattem

Thc names of these approved spccies are considcrcd confidential ¡nformalion until the authors havc
publishcd Ihcir dcscriptiolls or relcascd informalion themsclvcs.
NO OnlER lNFORMAT10N WILI. UE REI.EASED BY TUE COMMISSION

2002 PROPOSALS

lMA No. 2002-00 I IMA No. 2002-002


(Ce, La,Nd.Ba)(Pel'.AIM(As,Al)O.h<ml)6 Fe· (O.KJ.(Mg. Fe1'j¡Fcl'lISiuOJOI Milarilc
dominanl analogue ofarscnoOon:ncitc-(Cc) group: structun: dctcrmincd
Tligooal: R3 ni Hexagonal: P6Imcc
a 1.260. e 16.11 A a 10.OSO, e 14.338 A
Light-green 10 brownish; resinous; Iransparenl Dccp bluc 10 yeJlowish-green; vilrtous; translucent
Uniaxial(-), mean refractive index 1.91 D Uniaxial (-), CIl 1.589, t 1.586
!I.906(25), 3.636(40), 3.0!l2(100), 2,192(30), 8.70(97), 7.11(100), 5.535(96), 5.026(61),
2.239(35), 1.811(35) 4.352(53), 3.207(85)
180 GRICE. J. D. Y FERRARIS. G.

11\1/\ No. 2001-003 IMA No. 1001-008


N:!.SrKZn(Ti.NbMSi�OllMO.ml)�·nllO NalH(PO�)· 81-110 Ncw Slructure Iypc
Labu1llsovilc group: 5truclUrc tktcnnincd Onhorhombic: loca
Monoclinic: Cm 0 1 1.488. b 1 1.647. e 16,435 A
0 14.495. b 13.945. e 1.838 A. II 1 17.150 C!lloudess: \'ilrCtlIlS lo resinolls: Iransparcnl
WhilC. p.1lc-brown: \'itrcous; InUlslUCCnl lO lrunsparenl l3iax ial (-). CJ. 1 .'1-13. fJ 1.457. Y IA5K. 2V(mCIlS.)
Bia.xial (+). a 1.680. j1 1.6H7. Y 1.787. 2V(mC¡lS.) 25·, 29". 2V(cnlc.) 30"
2V(Cillc.) 31· 5.78(40). 4.90(43). 4.73(62). 3.75(81). 2.K76(77).
6.96( 100), 3.21(80). 3. 1 1(90), 2.6O(lS), 2.50(40), 2.782(100), 2.744(74)
1.74(30). 1.10(40)
IMA No. 1001-010
IMA No. 1002-004 NnNaJ(AI1Mg,)(Si,AI)On(F.OB)1 Amphibolc
CoSO�+hO Kicscritc group group; slruclure detcrmined
Monoclinic: C21c Monoclinic: C2Jm
a 6.980. b 7.588, e 7.639 A. 1l 1 18.6S· 0 9.666, b 17.799, c 5.3 1 1 A,p 104.100
Pink; powdcl}'; transportnl D1uish-grey; luSlrc 001 givcn; transluccnt
Bi nxinl (+), n - 1.65 (CIlJe.) I3inxilll (+), Q 1.633. fJ 1.624, Y 1.626, 2V mcdium;
4.83(33), 3.405(100), 3.339(34), 3.291 (32), calculaled from chemical compos ilion
3.062(56), 2.561(30), 2.51 3(49) 8.3 1 (64),4.45(26), 3.38(42), 3.079(58), 2.69 1 ( 1 00),
2.571(32), 2.532(47)
IMA No. 2002--005
(K.On.Na)iTi,Nb)I(Si�On){OH.Oh']B10 IMA No. 2001-01 1
Labunlsoyite group: struclurc dctermincd GaO(OJ-1) lsostructural wilh gocthilc
Monoclinic: CIII Onhorhombic: I'bl/III
o 14.327. b 13.802. e 7.783 A. 11 1 16.95· (1 4.512. b 9.772. e 2.967 A
l.ight brown. while. amI colourlc$l: \'ilrcOIIS: Palc gn."\:lIish )'ellol\' 111 beige: Jk!"rly; lrilllslucenl
lr.II1Spllrenl Bia-.:i,,1. ¡rlcnle.) 1 .96.
lliu.-.:illl (+). a
1.689. Jl 1.700. '( 1.775, 2V(mC¡L�.)35°. 4.09( 1 00). 2.632(33). 2.530(22), 2A04{ 100),
2V(cnlc.) 43° 1.690(26). U3K(21)
6.87( 100), 4.85(50), 3.95(50), 3.20(60), 3.05(80),
).00(60). 2.SO(90) IMA No. 1001·012
Na!(Na,Ca)�Ca..(Mn,CahZr2TitCS ilO,MO,F)� F4
IMA No. 2001-006 Roscnbuschile group; slructure- detcnnincd
(lla.Na,Kh",Cn,Nbh<Si.0Il)(OH,Oh·4H10 Triclinic: P I
Labllnlsovilc group: slruclure dClcrmiocd
o 10.032, b 1 1.333, e 7.202 A, a 90.19. �
Monoclinic: C2Jm
100.33, Y 1 1 1.55°
a 14.551, b 14.001, e 15.702 A, fJ 1 17.58°
Colourtess lo pate shadc of brown; vilrcous;
[)rown; vilrcous; Imnsparent
transparenl
Ilia:�ial (+), a 1.667, p 1.674, Y 1.770, 2V(mcas.) 30", ·
Biaxial (+), a 1.684, p 1.695, y 1.718, 2V(mcas.)
2V(calc.) 31°
73°, 2V{calc.) 70"
7 . 1 1 ( 1 00), 4.08(80), 3.95(1 00), 3.24(90), 3.1 1(80),
3.951 (30), 3.028(60), 2.908(100), 2.600(80),
2.403(80), 1.914(90)
1.868(60), 1.670(50)
IMA No. 1001·007
IMA Nu. 1001-01 3
1IIat\J¡:c(Ti.Nb).(Si�Onh(O.OI I),'61'120
Uil,N"C�'{\'O�,,(F.CI) Ha·dominnnt :mal oguc of
Lnbllntsovile gmllp: SlnlClun: detcnnilk!d
belovite-(Cc); slnlclurc dClcnnined
Monoclinic: Cm
a 14.450, b 13.910. d.836 A. P 1 17.42° Trigonal: l' 3
1'lIlc·bro\\'n: vitrcous: Iransluccnt 10 Imnsplll\:nl a 9.909. e 7.402 A

Uinxial (+), a 1.677, p 1.684, Y 1.790, 2V(rneas.) 25°, Lighl rose; vitr�'()us: Imnsluccnl
2V(calc.) 30° Uninxial H ro 1.694. e 1.669
6.93( 1 00), 4.93(80), 3.21 ( 1 00), 3 . 1 1(90), 2.62(60), 4.078(40), 3.693(40), 2.969(100), 2.867(60),
2.49(50), 1.687(40) 1.965(80), 10863(60)
New minerals approved in 2002 181

IMA No. 1001-014 3.61(60), 2.96( 1 00), 1.174(60), 1.728(70),


Pbl( UO�>.O.<OH)2J(�hO)�; x - 3 New 1 .'62(90), 1 . 1 96(60), 1 . 1 05(60)
Slructurc type
Monodinic: C21e IMA No. 1001-019
a 28.355, b 1 1.990, e 13.998A. P 104.248° l3a:¡{La,Th,Ce)(COJ)JF La-dominant analogue
Brighl orangc; vitreous; Imnsparcnl orkukharcnkoitc-(Cc); structurc delcnnined
Biaxial.lI_ 1.807, "mu 1.891 Monotlinic: P21/m
6.92(60). 6.02(30), 3.46(80), 3.10( 100). 2.74(30). /1 1 3.396, b 5. I I I . c 6.672 A, p 106.6Jo
2.01(30). 1.918(6O) Pale l«k-green. colourlcss. white; vilreous:
lrunsparent 10 Irnn sl\lccnt
IMA No. 2002·015 Uin.xial H u 1.581. P 1.715. Y 1.715. 2V(mcns.) S°,
IJalk¡ShOJ DilllOll'hllUS wilh lV(cnlc.)OO
bal)·lit..:: struclur..: d":lcnllincd 4.01( 1001. J.27( 100). 2.5<1(50). 2.3K(20), 2.14(80).
Monoclinic: I'm 1.99K(80). 1.636(20)
ti 1 1.637. b 4.918. c 4.668 A. P 89.800
Colourless: vilrcous: InUlspan.:n l IMA No. 2.002-010
Iliaxial (+). a 1.698. 11 1.700. Y 1.705, 2V(mcas.) 70", (Cn.K,Nnh.•("n,NbMSi�O¡!XOI-l,Oh·4H!O
2V(calc.) 650 Lnbunlsovi!c group: struclurc dclcrmincd
3.39(84). 3.25(45), 3.04(40), 2.926(55), 2.458(100), Monotlinic: C21nr
2.335(48). 2.076(38) (1 14.484, b 14.191,c7.907Á, P 1 1 7.26°
White, pale brownish; vitrcous; Iransparcnt
IMA No. 1001-016 l3iaxial (+), a 1.666, p 1.676, Y 1.780, 2V(mcns.) 300,
CaFcl·P'c'·(Mn,Fc1')(ShOl)O(OI·I) Mn- 2V(calc.) 36°
dominnnl analogue orilvailc 1.02(60), 6.38('0), 3.SJ(45), 3.16(1 00), 2.62(45),
Monoclinic: P2¡/a 2.51(85), 1.718(50)
(1 13.0246, b 8.851 1, e 5.8485 A. P 90.11"
Block; vilrcous; opaque IMA No. 2002-021
In reneclcd ¡¡ghl (in air): grey to bluish grey; (Nn,K,Ca)�,SiW\I}601.w[(SO�hCIJI"JH10
intemal rcncctions: red: anisolropy: slrong in bluc­ Cancrinitc-sodalilc group; structurc discusscd
gTl:yish. R.... Ilnd R....,: 8.3-10% (460 nm). 7.5-9.8%
(540 nm). 7.9.7%{580 nm), 6.1·9.5% (640 11m) I'kxagolllll or trigonal: P 6 2e or 1'3 le
2.875(85). 2.848(90). 2.718(100). 2.61:7(70). (1 12.880. b J 1.761 A
2.1 80(48). 2. 1 1 1 (47). 1 .475(48) Colourless: \"ilreul1s: transparcnl
Uniaxinl{ +). t: 1 .497. 1') 1 .495
IMA No. 2002-0 17 '1.20(42). 3.72S( I (0). 3.513(8U). 3.296(35). J.OK9{<lO).
MnV¡O.·41·hO New SlructUfC Iype 2.555(35). 2.1 50(40)
Munoclinic: ale
a 13.171. b 10.1 28, e 6.983 A. P I I UJO [MA No 2002-022
.
Carmine red: adaman tine; Iransparent Hgl 'Hg�'OI Rclatcd 10 Icrl inguailc;
Uiaxial, "_ 1.797, "m.. 1.856
new structurc t)'pe
7.82(100), 5.69(20). 5.06(20), 4.51(30), 3.91(JO), Monoclinic: ClIe
3.029(10) a 17.580, b 6.979, e 6.693 A. P 101.71°
D:u-k grey-block: mClnllic; opaquc
IMA No. 1001-018 Calculalcd index or rcrrnct ion: 2.35-2.38

{Mg.Fe)(Ta,Nbh06 Columbilc-Ialllalile 8.55(70), 3.275(1 00), 2.993(80), 2.873(80),


group
2.404(50), 1.878(50)
Onhorhombic: Pbc"
IMA No. 2001-013
(1 14.355, b 5.735. e 5.058 A
Ce1Si101 lsoslructural with Ln1Si10J
Black: scmi-mctallic to melallic: opaque
Tctrngonnl: P41
Lighl-gn:)� inlcmal renections (in oir): brownish-rcd:
. (I 6.781. c 24.689 A
nnisotropism: wCllk: bircncctancc: ver)' weak. R.....
Whilc to colourlcss: resinous: Imnsp;¡rcnt
aud It...,: \3.97-12.82% (460 n01). IJ.33-\3.20% Unia,xial (+). (1) 1.840. e UI46
(540 nm). 14.25·1].94% (S8n nrn). 15.61·15.31% 3.27(31). 3 . 1 4(27). ).12(2-1), 3.0K( I OO). ).01 1 ( 1 8).
(640 11m) 2.846(22). 2.034( 19)
182 GRICE, 1, D. Y FERRARIS, G.

1!IoIA No. 2002·024 Dark-grccn. bmwnish-grc..:n: \'iln:ou�. lfllllsluccnl.


{CU� lAg1 1h::.GCS6 J\r�c1ll i:m \'ariel)' 01" 13ia...ial ( ) a 1 .<I<lH (calc.), 1I 1.6<1 1 . 'f 1.6<12:
- .

Q-CUIGCS� 2V(mcas.) So, 2V(calc.) 7.So.


-
7.37(90), <1.72(90), 3.80(80), 3.03(1 00), 2.S8S(90),
Cubic: F4 3m 2.429(90), I.S49(90)
a 10.201 A
lron-black; vilreous lo mcla11ic; opaque IMA No. 2002-029
In rcncclcd lighl (¡¡ir): pale rose-brownish; inlemal N�MnTi�Si.OD·4H10 Mn-dominant
rcnctlions: no; R... and R....: 29.4% (460 nml,
analoguc of kukisY\Jmitc
2J.6% (560 oml, 26.0% (580 nm), 25.3% (640 nm) Orthorhombie: PCCII
Q
5.90(30),3.07(60), 2.94l( 100), 1.962(50), 1.805(70) 29.0S, b 8.612, e S.220 Á
Colourlcss; vitrcous; lransparcnt
IMA No. 2002·025 l3iaxiaJ (.l,a (e:llc.) \.6S7, p 1.744, Y 1.792,2V(mctlS.)
CcJCaMg¡AllSi¡OI9l:0Hhf Rclatcd lo 700,2V(cnlc.)70"
cpidolc group: struclun: dClcrnlincd 14.4 7( 100), 6.43(20). 4.83( 1 O), 3.02S(40). 2.881 (20)
MonDe!inic: 1>'2,/m
(J 8.939, b 5.706. e 15.1155 A. fl 94.S8 IM/\ No, 2002-030
Dark brown: vilrcous Mg�(UOJW ISOSlmclural wjlh M¡h(BO¡)f:
Bmsial (+). a I .1R I . 1I 1 .192(c¡,Ic.). " 1.810. Slruelur..: d":lcrmincd
2V{mcas.1 7S0, 2V(calc.) 7!1° Orthorhornbic: 1'11//2.
4.64( 10), 3.50(20). 2.979( 100). 2.IIH( 10). " 20.490, h <I.S71. ,. I I.IIIJO A
2.682( I J), 2.622( 1 9}. 2. 1 85( I S) Colourlcss: \'ilrcouS: lransparcnl
Bia...ial (+), a 1.609. 1"1 1.620, y 1.642. 2V(mcas.) 6So.

1M" No. 2002-026


2V(ealc.) 71-
2.743(77), 2.474(49), 2A 14(46), 2.241 ( 1 00),
(Na,CaMCa,Na)JSiI60ll(f,OHh'31'hO Rcycritc
2,234(49), 1.708(92), 1 .705(44)
_ group: slructure dctcrmined
Triclinic: p I
IM/\ No. 2001-031
Q9.613, b 1 2 . I IS, e 9.S89 A, a 92.9S,
N:llK(V,R��} ¡Si60'SJ K and REE analoguc of
fJ 1 1 9.81, Y 96.6� Na, Y (Si60 nJ; struelurc dctcrmincd
Colourlc5s; pearly Orthorhombie: Ibml/l
Dia...illl (-),
a I.S22. p 1.528, Y I.S29. 2V{mcas.) 48°, Q 10.623, b 14.970, e 8.5S2 A
2V{c:alc.) 44° "'hile; vitrcous; transparenl
1 1 .99(100), S.97{8S), 3.97(40), 2.967{SO), Ili:utial (+), C1 USS. P I.5S8, y 1 .566, 2V (mcas.)
2.888( 100), 1.820(SO) 64°. 2V (c:llc.) 63-
S.32(3S), 4.98(100), 3.4S(SO), 3.26(8S), 3.0S(7S),
IM/\ No. 2002-027 2.7S3(42). 2.490(4S)
Ila01Si!O. Ua-dominanl analogue of
rJnnburitc: Slruclur� d�lamined
1M" No. 2002-0l3
Na •.l{TLFc ·}.¡(Si,AI)On(OI·IMI-l20j
¡
Rd¡lIcd 10
Onhorhombic:: 1'/11110
\'inllgrild()I'itc: slrUClUrc dClcrmincd
a 8. 1 4 1 . 8.176.c 9.0311 A
"'hile: vitreQus: lronsparcnl
Triclinic:l't
(, l.2S33. b 8.741 1 . e 12.9480 A. Q 70.47.
tliaxial ( ). a 1.649. p 1 .6S6. y 1.6S6. 2V(mc:a.'I.) So.
-
P 78.47, y 89.93·
2V(calc.) O"
Whilej Yilrcous; transluccnl lo Iransparenl
6.07(60), 4.86(30), 3.62(100), 3.39(60). 2.83(SO),
Di:utial (-), a 1 .707, p 1.741. Y 1.7SS, 2V(mcas.)
2.481(40). 2.021(70)
64°, 2V(calc.) 64°
1 1 .9{S8), S.98(3S), S.88(6S), 4.3S(38), 3.182(100),
IMA No. 2002-028 3.08S(29), 2.73S(2\)
Cau(f'cl+,Mg,Fc'+MSi,AI)40.o(O¡·lh·4Hl0
Smc:c:tilc group IM/\ No. 2002-034
MOlloclinic: probably C-cel! CdS04'4H10 Rozenitc group
a S.363, b 9.306, e 1 4.64 A, fJ 94.98° Monoclinie: P2,/n
Q 6.S8S9, b 14.329, e 8.S7I2 A, P 9 1 . 5 1 °
New minerals approved in 2002 183

Colour1css lO I¡ght bloc: \'i¡rcous, lransparcnt (1 17.022, b 9.014, e 7.015 A, fl 1 0 1 .20"


Unio..'I:ial H ti 1.4]0. P 1.454. Y 1.470. 2V(ml!iIS.) - Colorlcss lO white; vitreous: transparcnt 10
700. 2V(ca1c.} 77.3° transluecnt
5.98(85), 4,84(10). ].1 46(8,5). 2.967(85). 2.70S(75). Uiaxial (+). I"calc.) 1.94
2.6$4(100) 8.3](100). 4.74(50). 2.979(80). 2.952(50).
2.784(80). 2.660(75)
IMA No. 1001-0]5
(O.Cu!'.VI'), Al. (1)O�). I:, (1'110hl Ncll' IMA No. 2002-041
SlrUClurc I)'pc Kl'bL ,ZnCu.O�ScO) lCl IO Ncw structure I)'pe
Onhorhombic: Pmlllll Orthorhombic: P"'"II
Q 12.I23.b 18.999, c 4.%1 A, o: 9.132, b 19.41 S, e 13.213 A
Pale grttn 10 turquoise; vitrcous; transluccnt Olive grtt:n; vitrcous, lransparcnl
Siaxial H. Q 1.S40. P 1.548. Y L553. 2V(mclIs.) Biaxial (-l, no rcfrnctivc indices given ,
76°. 2V(calc.l 76° 8.26(70), 7.63(60), 4.1 1 (90), 3.660(100), 2.996(40),
9.54(80), 6.08(100), '.62(90), 3.430(40), 2.983(60), 2.887(50), 2.642(40)
2.661(40)
IMA No. 2002-04]
I¡\IA No. 2002-0]6 Naz(Ba,K),CezFcl'ri)Sill0l6(0,"I)I(OH,H10)o
(l3l1.Co.)lAh(Si,I\I).¡OloCCO)(OH),¡-nH10 New structure typc
Suntc series
Trigonal: R 3
Monodinic: CU/ll. C2 or CII/
a
a
10.7 1 3 . c 60.67 A
.1.176, b 8.989. e 16.166 A, 1l 96.44°
Yellowish orange: vitrcous: transparcnl
White wilh light-gl'l:l!nish linl; �nr1)� translucent
Unia:.;ial (+), 01 1 . 705, e 1 .708
Uinxial (-). o 1 . 580. P 1.625, Y 1.62S, 2 V(mcas.1
10.12(27). 3.236( 100), 3.094(21). 2.6S/I(38).
0-1 0". 2V(cnlc.) O"
2.642(44). 2.2J.1( 19). 2.026(6 1 )
4.49(90). 3.68(60). 2.S8S( 100). 2.230<90). 2J)69(80}.
1.692(6Ol
IMA No. 2{]02-Q47
lMA No. 2002-0]7 lnife)O. Relaled to spiroffitc
(Ca.NII)(BlI.K)(fc1',Mn)�Til(Si4014)Ol(f,OH,Oh Monoclinic: C21c
Bafcrtisite series; slrUClure detennined o 12.676, b 5.198, e 1 1.781 A. 11 99.6( 1 t
Monodinic: C2 Gre)'; vilreous; trunslucent.
Q 10.723, b 13.826, e 20.791 A , 1l 95.00" In rcnecled light (air): gre)'; inlernal rcncetions nOI
l3rownish red; vitrcous; transparent 10 lranslueelll obscrved. anisolrop)' wcak. R.... and R_.: 6.7 -
Bia.xilll (-). a 1.790(calc.), p 1.8.18, Y 1.888, 2V(meas.) 7.3% (460 nm). 7.4·7.80.4 (540 nm)
65" 4.76(w), ].240(11'), 2.928(m), 2.820(w), 2.IS5(w),
.
10.39(20), 3.4S4( 100), 3 . 1 86( 1 S). 2.862( 1 5), 1.985(1'0'), 1.599(11')
2..192(70), 2.074(40), l .728( I S)
IMA No. 2002-048
IMA No. 2001-0]8 K(O,Nah(Mn,fc,Mgh(Bc,AIMSilz0lOl
M&l(A11.l.Mg�Sn.)(l30l)Ol Hulsile group; Milarite group; slrueturc detcnnincd
structurc detennincd Hexagonal: P6Imcc
Monoclinie: J'2Jm o 9.997. e 14.090 11.
II .1.3344. b 3.0300, e 10 ..106) A. O 94.'16° Yellow lO ornngc: vitrcous; transparent
Ilrown to bluc-gn.-cn in trnnsmincd light; lusll'l: not Uniaxial (-). 6) 1.560. e 1.5S9
obso.:rved: trnnspal'l:nt. 7.0.1(40). 5.00("0). ,1.08(80). 3 . 1 87(901. 2.882{ 100).
I3in.',inl (+), o' 1.78. y' 1 .805. 2V(ml!ilS.) 33°. 2.732(SO). 1 .826(40)
2V(enlc.} 39D.
10.47(29), 5.24(49). 4.90(32), 2.61 8(.10). IMA No. 2002-049
2.532( 100). 2.3 18(30), 2.001(54), I . S I 5(28) (Mnl' ,Ca)(Cc,REl::)AIMnl'Mnl'SizOJ SiO� 0(01-1)
Epidote group; struclurc delennined
IMA No. 1001-0]9 Monoclinic: nI/m
I lgI'4AI(P04), 14(OH)tn New SlruCluTC t)'pc 08.901, b5.738, e 10.068 A, P 1 1 3.42S·
Monoclinic: C21c Dark brolVn; vitreous 10 adamanline; transpnrent
184 GRICE, J. D. Y FERRARIS. G.

Biaxial (+), a > 1.74, 2V(meas.) 8 \o Pale pinkish purple lO whitc; vitrcous; diaphaneity
3.S1(17), 2.896(100), 2.71 3(34), 2.707(43), nOI given
2.622('8), 2.'91 (32), 2. 18'(3 1 ) No optical data
4.31{ 100), 3.69(72), 2.93(57), 2.64(30), 2.49(29),
IMA No. 2002·050 2.33(�0), 2.06(48), 1.994(3')
Ca.A1Si(S04)Fu' I 21-hO Rclnlcd lO
chukhrovite-(Cc:l IMA No. 2002·055
NtlllSrIC",r-cIZr,NbSiJSOJI(O,OH,¡'¡�O)ICI1
Cubic: Fd3
Eudialyte group: 51fUClurt delennincd
a 16.722 A
Trigonal: R3m
tI 14.286. (" 29.99 A
Whill! 10 y.:llowish: vilrcous: trnnspnrcnt
lsolropic; lI(calc.) 1.430
Clove brown to )'ellowi511 brown: \'jlreOIlS:
9.63(100), S.91(46). S.04(27), 4.17( 1 9). 3.219(32).
transpllrenl
Uniaxial (.); fIl 1 .649, & 1.638
2.235(28), 2 . 1 78()3)

1 1 .49(:50), 9.51(90), 3.43(90), 3 . 1 9(80), 2.98(1 00),


IMA No. 1002·051 2.86(100)
(Na,K)Co1(MSlAh)SisAI10U(OI'I)1 Amphibolc
group; slruclurc dClcrmincd
IMA No. 2002·056
Monoclinic: e Um
a 9.905. b I S.OO, c S.J22 A. P 10S.47"
(Na,\.I)ll(Na,CehCa.Mnlü¡Nb(SiuOu)(OHMCOI)
'H10 Eudialyle group; struelore delermined
Brownish bJack; vitrcous; transluccnt
Trigonal: R3m
Biuial (+), a 1 .674, � (cale.) 1.683. 1 1.694,
a 1-4.239, e 30.039 A
2V(mcas.) 8S·
Yellow; vilreous; transparenl
8.47(70), 3.38(60), 3.1 3(70), 2.70(100), 2.19(70),
Uniaxial (-1; ro 1.645. t 1.635
2.!i7(100), 2.1 6(60), 1.447(60)
6.39(25), 4.30(24), 3.204(38), 3.1 :55(35), 3.01 9(34),
2.970(83), 2.849( 100), 2. 134(23)
IMA No. 2002·051
K\(AI.Znh(As.Si hOaI Fddspnr group;
slruclurc dClcrmincd
IMA No. 2002-057
(Na,' :)ll(Ce,Nn)ICi16MnIZrINb(SiJs071)(0¡'Ij¡(CO¡)
Monoc:linic: elJc
-1-110 Eudialytc group: slnu:lurc determined
a 1J.416.h 13.370, c 8.772 A, p 100.067"
Trigonal : R3111
Colorlcss: vitrcous: Imn$p.1renl
a 1 4.248. c 30.076 A
Biaxial ( ) o. 1.532, P 1.535, '1 1 .537, 2V(meas.)
- _
Crcllm: \'itreous: transparcnl
60": 2V(caJc.) 78"
Uniaxilll(-): (al 1 .648. e 1 .637
4.33(70), 3.90(70). 1.164( 100). 3.300(50).
4.32(�1), 3.975(37). 3.:536(33). 3.220(1 00).
3.066(40), 2.981(60), 2.646(40)
3. 1 66(56), 2.979(95), 2.857(88)

IMA No. 2002-053


IMA No. 2002-058
T1.A&lCu.As.¡SJI Related 10 imhofitc;
Cu�AgPbll3itSl' Related lo makoviekyite;
slructurc delennined
struClurt detennincd
Triclinic: pI Moneel;nie: e2/m
Q 1 2 . 1 38, b 12.196, e 15.944 A. a 78.537, a 13.396, b 4.013, e 29.93 A, JI 100.07"

ji 84.715, Y 60.470" Grey; melallie; opaque


l3Iack; melallic; lranslucenl In renected ligllt (air): grcyish white; ¡nlemal
In rtOeeted ¡¡gIll (air): while; inlemal rcO«lion5 reneelions not observed, ani50tropy moderate. R...
rreqlJCnl, anisolropy weak. R: 30.7% (460 nm), and R.o.: 42.3 - 48.5% (460 nm), 4 1 . 1 - 47.1%
29.4% (540 nml. 28.2% (580 nml, 26.8% (640 nm) (�40 nm), 40.0 - 46.0"/0 (580 nm). 39.8 - 45.2%
15.63(100), 3.53 1(80), 3.263(50), 3.143(90), (640 nm)
2.978(60), 2.911 (70), 2.520(60) 3.645(56), 3.486(40), 3.478(100), 3.345(32).
2.964(33), 2.885(29), 2.842(95), 2.282(3 \ )
IMA No. 2002-054
\.a(C03)(OI-I) Ancylile gruup lMA No. 2002·059
Unhorhomhic: I'IIICII (Ni,Co.Cu)� AslO,)U Ncl\' struclurc Iypc
n 4.986. b 8.:513. C 7.227 A Moneelinic: e2
New m i nerals approved in 2002 185

a 33.256. b 8.<182 A. e 14.191 A. P 104. 145° 8.89( I 00), 7.83( 1 00), 3.266(50). 1 .970(80),
[)"rk violel-red lo dark brownish red: vilrcous; 1 .904(70), 1.605(50), 1.481 (80)
lranslucenl
In reOeeled lighl (nir): dark grey; internal rcneelions IMA No. 2002-064
amnge, anisolropy nol obvious. R: 9.63% (460 nm), (K,Na,CJ) (MnZ+,fel+,Li)l (AI, Si). Si4 011(01'1).
9.33% (540 nm), 9.27% (580 nm), 9.33% (640 nm) (F,OH)� Carpholilegroup
4.23(30), 3 . 1 18( 1 00), 3.005(60), 2.567(50), Orthorhombie: Ceca
1.637(50), 1.507(30) a 13.715, b 20.302, e S. 138 A
White lo slraw-ycllow; si lky; diaphaneity nOI
IMA No. 1001-060 givcn
Cu2Pd¡ Se� Chrisstanleyite series; J)i�ial (-), a. 1 .578, 13 1.592 Y 1.598, 2V(meas.) 57°,
strueture detennined 2V(eale.) 66°
Monoclinie: P2¡/c S.70(100). 3.819(80), 3.43(80). 3.048(90),
e
a 5.672. b 9.910. 6.264 A. P 1 15.40(2)° 2.744(80). 2.613( I 00). 2.050(80). 1 .467(80)
Silvery grey: mclallie: opaque
In renceled lighl (air): bulr w grC)'-l!reen: inlernal IMA No. 2002-065
relleelions 1101 obscr"ed. anisolrop)' moderole. It",;� (Na,K.Sr)nC¡lllFcJZroTiSi,IOIH{O.OI I.I I!O}�CI¡
and R....,: 40.'1 - 48.4% t460 nm). 44.2 - 50.7% Emlinlylc group: Slruclure delcrmincd

(540 nm), 44.7 - 50.6% (580 nm). 45.1 - 50.6% Trigonal: In


(1 14.239. e 60.733 A
(640 nm)
2.776(22), 2.759(23). 2.676(1 00), 2.630(64). Pink; vilreous: lransparent
2.508(3 1), 2.269(27) Uniaxial (+). ro 1 .597. t 1.601
6.45(33), 5.70(34). 4.32(68), 3.55(39), 3.230(44),
IMA NO. lOOl-06. 3.049(36), 2.977( 100), 2.853(88)
Na(UIO){UO!)¡(SeOJ)lOl·4¡'hO Relaled 10
haynesile; slruelure detennined IMA No. 1002-066
Monoclinie: PI I m (H¡O}¡(Na,K,Sr)sC%Zr¡Si16066(OI'I)9CI

a 6.9806, b 17.249, e 7.6460 A. � 90.039° Eudialyte group; struelure detennincd

Yellow; vilreOlJs; transparcnl


Trigonnl: R3
a 14.078, e 3 1 .24 A
Bia.xial (-). Cl 1.597, � 1.770, Y 1 .775, 2V(meas.)
Pink; vilreous; translueenl
20"; 2V(ealc.) 18°
Uni�¡al (+), 00 1.569, t 1 . 5 7 1
8.63(43), 7.67( 100), 7.02(33), 3.85(40), 3 . 1 07(77),
2.874(53). 1 . 4 1 1(30) 1 1 .43 (39), 10.50(44), 7.06(42). 6.63(43), 4.39( 100),
3.624(4 1 " 2.987( 100), 2.850(79)
IMA No. 2002-062
CUlHgPbllSbllS�S s New slruelure Iypc IMA No. 2002-067
NalSCn¡Fc¡{Nn.7.r)¡Zr¡{SLNb)(Si!,\07JXOJ·I.H!O}¡
Monoclinic: C2 or C2/m
(CI.OII) Eud ialYle group:slruclu rc dctermined
a 43.1 13. b 4.059. e 37.1174 A. P 1 1 7.35° Trigonal: RJ
Hlack: melallic, opaque
(/ 14.229. (' 30.019 A
In rcneeled ligh! (air): while: inlernnl reOcelions
Red: vilrcous: transparcnl
Unia;t.;inl (+), 00 1 .608, t 1.61 1
red, nnisotro py distinel. R: 39.0% (460 nm). 36.4%
(540 nm), 35.2% (580 nm), 33.4% (640 nm)
1 1 .48(33), 5.72{35). 4.31(66). 4.09{37), 3.209{58).
3.114(31 l, 3.402( I 00), 3.369(74), 2.81 5(70),
3.023(40), 2.974(86), 2.853{1 00)
2.756(36), 2.251 (JI " 2.1 16(31 " 1.955(30)
PROPOSALS FROM PREVIOUS YEARS
IMA No. 2002-063
APPROVED IN 2002
(Ni,Zn)AI.(V01)z(OH)ll(H10hJ Ni-dominnn!
analogue of nl vanitc ; slruelure delermined
lMA No. 2000-010
Monoelinic: n l/II
(Na,H¡O)1 s(Ca,Mn,REEk,Fc" ¡Zr)(: .,Zr)(i_ ',S i)Sil�066
a 17.8098,b 5.1228,c 8.86651\, � 92. 1 4 1 °
(O.OHl6CI·oH10 Eudia lYle group;
Colorless lO white, lighl green 10 lighl blue;
slruelure determined
I'ilrcous: diaphaneity 001 given
Trigonal: R3m
lliaxial (-), Cl 1 .653, P 1.680. Y 1.106, 2V(mcas.) 86°,
a J4.167, c 30.081 A
2V(enle.) 88° Yel low; vilrcous; lranslueent
186 GRICE. J. D. Y FERRARIS, G.

Unin.xial (+), ro 1.612, e 1.615 (19S5) labuntsovite-Mn; labuntsovite of Millon el


el

6.41(41), 4.30(91),3.521 (57), 3.205(44), 2.963(92), al. (I9S8) · paralabunlsovite-Mg.


2.84 1(100), 2.588(37) IMA Code 00-13 - Kurgllnlaite revlllidllted.

IMA No. 2000·018 IMA Code OO·C - Baiyutlcboitc-(Cc) d iseredited CE


Nal1K,Ca,:FclZr¡,Sis!O,H(OI·I.04Ch Elldial)'...! eordylilc-(Ce).
group: SlmClun: dctcnn;ncd
Trigunal: lB", IMA Codc OO-D - Nomo.:nclalurc of jnaquinilc
(1 14.249, C' 60.969 A
grollp r rddinetl 10 etlnfllrm wilh lhe Lcvin�H1
s)'stcm. Tito.: memhcl'll 01' tho.: g.roup are:
Pink; V;II'I:OUS: Irnnsparcnl
Uniaxial (+), el) 1.598, e 1.600
onhojoaquinilc-(I.a): jO!1<luinilt.iCc). onho-
joaquinitc-{Ce), onhojoaquiniIC-(La), slronlio-
6.48(47), 4.34(81), 3,565(41), 3.249(57),
joaquinite, strontio-onhojoaquinite, bario-
2.987(100), 2.861(73), 2.695(40)
orthojoaquin ite, byclorussite-(Ce).

as
1M" No. 2001·069
IMA Code OO·E. Oestinezite redefined trielinic
Na(Nal .o.l ,LilU.1.oh(Fc )·1 Mg z Li)SJ .Ol1(OHh Fel(P04)(S04)(OH).6H20.
Amphibolc graup; slructure dctcrmincd
Monoclinic: el/m IMA COOc OO-F. - Redefinition (the new name is
0 9.712, b 17.851, c S.297 A, P Ihe seeond one): hellandile hellandite-(Y) ;
=

103.6](21 tadzhikile - tadzhikite-(Ce).


Bluish black; yjtrtous; transluccnt
No oplical dala could be givcn IMA Code 00-0 - Neotypc approved and
3.392(3]), 3.098(37). 2.701(100), 2.576(14), magnesium - zippcite ndefined as monocJinie
2.S24( 100). 2.1 57(20), 1.646(20), ¡.S81( I 5) Mg (U01h (S04) (OI·lk 1.5 H20

1M" No. lOOI·070 IMA Code O I _A - Redefinition (Ihe new namo.: is


CO)(1'04) Rclmcd lo whillockilc Ihe sccond one): htsgl.xnnitl!-Rlf
Trigonal: U3m magnesi(lhüg.h(lmile-2:\'2S: hUghomill!- I 01'
n S.2SII. e 18.727 A mngncsiohiíg.bomitc-2:\·lS·; hllgomn ile-24 U
While to )'ello\\;sh grey: vill\:ous: dinplmncilY not nmgnl!siohl't¡;homill!-6.\'6S; zincohilg.bomill!-811 ...
given zin cohOgoomitl!-2N2.\': zincohügbornill!- 1611
7.incohügbomile-2:\'6S: n igcrito.:-61' '" Icrronigl!rile-
Uniaxial (�), ro 1.706 1.701
2.891(80), 2.628( 1 00), 2.21 4(20), 2.078( 12), 2NIS; nigerile-24R fcrron igeritc-6N6S:
pcngzhizhongitc-6 7' ... lllagncsionigerilc-2NI.S�
2.047( 16), 1 .945(47), 1.730(2S)
pcnv . hizhongite-24R .. magncsionigerite-6N6S:
tufTe;te '" magnesiot8affeitc-2N'2S; musgmvile -
Nomentlature modifications 1998-2002 magnesiolaafTeitc-6N' 3S; pchrmanile -
ferrolaaffe1te·6N'3S;
IMA Code 98-0 - Monsrnedite discredited ...
\'ollailc. IMA Code 01-13 • Duhamelilc disereditcd -
mottramite.
IMA Cooc 98-E - Arsenobismite diseredilrd -
mixture of preisingerite, minor atc1estitc and minor IMA COOe 02-A - Tripuh)'itc is redefined as
bcudantitc/scgnite FeSbO� and squawereekile or Ford el al. (1991) is
disereditrd.
IMA COOe 99-A - Plalynile discredited - mixture
or laitllkarite Ilnd sdcnian galena. IMA Code 02-11 - Arhb.1rite is retlefinrtl as trielinic
Cu:Mg(A�O�)(OI-I)I.
IMA Cadc 99-0 - Peprossiitl!-(Cc) retlelincd as
(Ce.IJl)(AIJOh·Jn�OIn- IMA Codo.: 02-1) - 'IlII! minl!r.l1 rmml! nmhlr\loodilc
is correcled in nl¡llhmuodile.
IMA Codc OO-A - Retlefinhion (lhl! ne\\' name is
Ihe sceond one): vuoriyarvill! - vuori)'llrvilc-K: Name ehan¡;c npprovcd - "magnocolumbilc" is 1l0W
kuzmcnkoile - kuzlllcnkoilc-Mn; IcmmlcinilC - magnesio<:olumbilc
Icmmlcinilc-K; l!lbuntsovite or Semeno\' & Burova

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