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RESPUESTAS

POR
UNA
ANTROPOLOGÍA
REFLEXIVA

PIERRE BOURDIEU
y LoYc J.D. WACQUANT

griéJbO
SOCIOLOGÍA
rr

Índice

Pn:facio del edito1' . . . . . . . . . 9

Presentación. LOlc J.D. Wacquant 11


Int1'Oducción. Lolc J.D. Wacquant 15

Primera pa1te. Las finalidades de la sociología reflexiva


(Seminario de Chicago) . . . . . . . 39
RESPUESTAS l. La sociología como socioanálisis 41
Por una antropología reflexiva
Notas . . . . . . . . . . 60
Título original en francés: Repo/lses: pour une 2. La lógica de los campos 63
Anthropologie Reflexive Notas . . . . . . . . . . 77
3. Habitus, illusio y racionalidad 79
Traducción: Hélene Levesque Dion Notas . . . . . . . . . 97
© 1995. Pierre Bourdieu y Lolc J.D. Wacquant 4. La violencia simbólica . . . . 101
Notas . . . . . . .- . . . , .. 125
Este libro contó con el apoyo de 5. Para una 1t!alPolitik de la razón 129
la Embajada de Francia en México Notas . . . . . . . . . . . . . . 147
a través del Programa de Ayuda a la Publicación "Alfonso Reyes" G. La objetivación del sujeto objetivaute . 149
D.R. © 1995 por EDITORIAL GRlJALBO. S.A. de C.V. Notas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
Calz. San Bartola Naucalpan núm. 282
Argentina Poniente ! 1230
Miguel Hidalgo, México, D.E Segunda pa1te. La práctica de la antropología reflexiva
(Seminario de París) . . . . . . . . 159
Este libro /lO puede ser reproducido,
total o parcialmente, 1. Transmitir un oficio . . . . . . . 161
sin autori:.ación escrita del editor. 2. Pensar en términos relacionales. 167
3. Una duda radical . . . . . . 177
ISBN 970-05-0480-8 4. Double bind y conversión . . . 185
5. Una objetivación participante 191
IMPRESO EN MÉXICO

... "
2. La lógica de los campos

La noción de campo forma pmte, como las de habitus y capital, de los conceptos
centrales de su obra, la cual incluye estudios acerca de los campos artístico y litern-
río, el campo de las grandes escuelas, los campos científico y religioso, el campo del
poder; el campo jurídico, el campo burocrático, etc. Usted emPlea la noción de campo
en un sentido muy técnico y preciso que, posiblemente, esté en pmte oculto por su
significado común. ¿Pod1ia usted decirnos de dónde proviene esta noción (Pam
algunos estadounidenses, parece evocar la field theory de Kurt Ll?lvin), qué signifi-
cado le asigna y cuáles son sus funciones teóricas?

Puesto que no me agradan mucho las definiciones académicas, qUlSlera


empezar con una breve reseña de su utilización. Podría remitirme aquí a El
oficio de sociólogo. Es un libro un tanto académico que, sin embargo, incluye
principios teóricos y metodológicos que permitirían comprender que los
atajos y elipsis que algunas veces se me critican, son en realidad rechazos
conscientes y elecciones deliberadas. Por ejemplo, el uso de conceptos abie1tos
es una manera de romper con el positivismo; pero ésta es una frase prefabri-
cada. Para ser más precisos, es un modo permanente de recordar que los
conceptos sólo pueden tener una definición sistemática y son creados para
muna forma empúica. Nociones como las de habiLUs,
campo y capital pueden ser definidas, pero sólo dentro del sistema teórico
que ellas constituyen; jamás en forma aislada.
Siguiendo la misma lógica, se me pregunta con frecuencia, en los Estados
Unidos, por qué no propongo una teoría "de mediano alcance" (middle-range
theory). Pienso que ello sería, ante todo, una manera de satisfacer una
expectativa positivista, a la manera del viejo libro de Berelson y Steiner
(1964), que es una recopilación del conjunto de leyes parciales establecidas
por las ciencias sociales. Como lo demostró Duhem, hace mucho tiempo,
para la física, al igual que Quine tiempo después, la ciencia sólo conoce
sistemas de leyes. Y lo que es válido para los conceptos también lo es para

63

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64 RESPUESTAS LA LÓGICA DE LOS CAMPOS 65

las relaciones, las cuales solamente cobran sentido dentro de sistemas de En efecto, se puede comparar el campo a unjuego (aunque, a diferen-cia de
relaciones. Asimismo, si recurro mucho al análisis de correspondencias -más este último, no se trate del producto de una creación deliberada y obedezca
que, por al análisis de regres6n múltiple-, es porque se trata de a reglas o, mejor dicho, a regularidades2 que no son explicitadas o codificadas).
técni91:rlacional de análisis de datos cuya filosofía corresponde exacta- Así, tenemos apuestas que son, en lo esencial, resultado de la competición entre
mente a 10 que es, en mi opinión, la realidad del mundo social. Es una técnica los jugadon;s; una inlle?'Sión en juego, (de ludus, es decir,juego): los ju-
que "piensa" en térmi!l()s..<.l!: relaciones, gue es precisamente lo quéTritento gadores estan atrapados por e1Juego. Y SI no surgen entre ellos antagonismos,
hacer con la noción de campo. a veces feroces, es porque otorgan al juego y a las apuestas una creencia (doxa) ,
Pensar en términos de campo significa pensa1' en términos de 1'elaciones un reconocimiento que no se pone en tela de juicio (los jugadores aceptan,
(1968b; 1982c, pp. 41-42). El modo de pensamiento relacional (más que el por el hecho de participar en el juego, y no por "contrato", que dicho juego
"estructuralista", el cual resulta más limitado) es, como lo señalara Cassirer es digno de ser jugado, que vale la pena), y esta colusión forma la base de su
en Substanzbegriff und Funktionsbe[!;liff, la marca distintiva de la ciencia moder- competición y conflictos. Disponen de t?iuu!os, esto es, de cartas maestras cuya
na y podría demostrarse su operación detrás de empresas científicas tan fuerza varía según el juego: así como la fuerza relativa de las cartas cambia de
diferentes, en apariencia, como aquéllas del formalista ruso Tynianov,1 del acuerdo con los juegos, la jerarquía de las diferentes formas de capital (econó-
psicosociólogo Kurt Lewin, de Norbert Elias y de los precursores del estruc- mico, cultural, social, simJ:>9JkQ) en Diffio
turalismo en antropología, lingüística e historia; desde Sapiry]akobson hasta cleOtfa manera, existe!:i, en tQ.9gs lQs
Dumézil y Lévi-Strauss. Lewin invoca explícitamente a Cassirer, como yo u,at,:de las espeCies furiaamentales
mismo lo hago, para superar el sustancialismo aristotélico que impregna según lOE e;inC!.ilsC(c1e_acuerd()
espontáneamente el pensamiento del mundo social. Podría, deformando la de un mIsmo campo. n termmos fundamentales, el valor de una espeCIe de
famosa fórmula de Hegel, afirmar que lo Teal es Telacional: lo que existe en el capital -por o/ffiplo, el dominio del griego o del cálculo integral- depende
mundo social son relaciones; no interacciones o vínculos intersubjetivos entre de la existencia de un juego, de un campo en el cual dicho triunfo pueda
agentes, s!no relaciones objetivas' que existen "independientemente de la utilizarse. Un capital o una especie de capital es el factor eficiente en un campo
concienCia yla voluntad dado, como arma y como apuesta; permite a su poseedor ejercer un poder,
puede una red o confi- uIJa influencia, por tanto, existi?' en un determinado campo, en vez de ser una
de relacIOnes entre posIcIOnes: Estas posICIOnes se definen simple "cantidad deleznable". En el trabajo empírico, una sola y misma tarea
objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen a sus es la de determinar qué es el campo, cuáles son sus límites, qué tipos de capital
ocupantes, ya sean agentes o instituciones, por su situación (situs) actual y operan en él, dentro de qué límites se resienten sus efectos, etc. (Se advierte
potencial en la estructura de la distribución de las diferentes especies de que las nociones de capital y de campo son estrechamente interdependíentes.)
poder (o de capital) -cuya posesión implica el aCceso a las ganancias En todo momento, el estado de las relacionese¡:.za-e.Htrclo.s-Juga.do.a:.s
específicas que están en juego dentro del campo- y, de paso, por sus es 10 que define la estructura el campo: podemos imaginar que cada jugador
relaciones objetivas con las demás posiciones (dominación, subordinación, tiene, frente a sí, pihrs de ñchas de diferentes colores, correspondientes a las
. homología, ('te). En las sociedades altamente diff'fcllciadas, el cosmos social rlif("r<"ntes ("species de capital que posee. de manera que en
está constituido por el conjunto de estos microcosmos sociales relativamente el juego, su posición en el espacio de juego y, asimismo, sus pstmtegzas de Juego,
autónomos, espacios de relaciones objetivas que forman la base de una lógica sus jugadas, más o menos arriesgadas, más o menos prudentes, más o menos
y una específicas, que son irreductibles a las que rigen los demás °
subversivas conservadoras, dependen de! volumen global de sus fichas y de
campos. Por ejempio, íos campos artístico, reiigioso o económico obedecen ia estructura oc las de ,,1 ill¡SIl¡O tiempo que del global
a lógicas distintas: el campo económico surgió históricamente como UL de la estructura de su capital. Dos individuos poseedores de un capnal glo-
universo en el cual, según se dice, "los negocios son los negocios" ("business bal aproximadamente equivalente pueden diferir, tanto su como
is business"), y donde las relaciones de parentesco, amistad y amor están, en en sus tomas de posición, por el hecho de que uno ,nene
principio, excluidas; el campo artístico, por el contrario, se constituyó gracias mucho capital económico y poco capital cultural (por ejemplo, el propleta.no
a la negación, o inversión, de la ley de la ganancia material (1971d). de una empresa privada), y el otro, mucho capital cultural y poco capItal
económico (como un profesor). '" "
U¡led emPlea a menudo la imagen de "juego", para ofrece?' una idea preliminar de Mejor dicho, las estrategias del 'Jugador" y todo lo que define su
lo que entiende pO?' campo. dependen, de hecho, no sólo del volumen y de la estructura de su capItal en
66 RESPUESTAS
U\ LÓCICA DE LOS CAJ"fPOS 67
el momento considerado y de las posibilidades de juego aquéllas le asegUl:an a las exigencias inscritas en la ley fundamental del campo, tal como la
(Huyghens hablaba de lusiones, término igualmente denvado de la voz latina concebimos. Sus esfuerzos por imponer o hacer reconocer talo cual criterio
'1- lud71S, para designar las probabilidades sino tam.bién de la evolució.n de competencia y pertenencia pueden ser más o menos exitosos, según la
en el tiempo del volumen y la estructura de su capItal, es de su coyuntura. Así, las fronteras del campo no pueden determinarse sino median-
social y de las disposiciones (habitus) que son constItUIdas en la relaclOn te una investigación empírica. Rara vez toman la forma de fronteras jurídicas
prolongada con cierta estructura objetiva de posibilidades. (v. gr., nu.rne11JS clauslls), aunque los campos siempre conllevan "barreras de
y esto no es todo: los jugadores pueden jugar para incrementar o conser- ingreso" tácitas o institucionalizadas.
var su capital, sus fichas, conforme a las reglas tácitas del juego y a A riesgo de caer en una redundancia, diré que un campo puede concebirse
necesidades de reproducciórl\.tanto del juego como de las apuestas: SIn cOrn2un donde se ejerce un efecto de campo, de que lo que
embargo, también pueden intentar transformar, en parte o en su totalIdad, le sucede á un objeto que atraviesa este espacio no puede explicarse cabal-
las reglas inmanentes del juego; por cambi.ar el relativo de mente por sus solas propiedades intrínsecas, Los límites del campo se enCUen-
fichas, la paridad entre las diferentes espeCIes de capital, medIante estrategIas tran en el punto en el cual terminan los efectos de campo. Por consiguiente,
encaminadas adesacreditarla subespecie de lª_ cual descansa la debemos intentar medir en cada caso, mediante diversos procedimientos, el
fuerza de sus adversarios (v. gr., el capital económico) y evaluar la especie de punto en que estos efectos estadísticamente detectables disminuyen o se
capital que ellos poseen en abundancia (v. gr., el capitaljurídico). Se vel:ifican
00
anulan. En el de investigación empírica, la construcción de un campo
numerosas luchas de este tipo al interior del campo del poder; en particular, no se lleva a cabo por medio de un acto de decisión. Por (,;jemplo, no creo que
las dirigidas a apropiarse de un poder sobre el Estado, es decir, sobre los el conjunto de las asociaciones culturales (coros, compailías teatrales, clubes
recursos económicos y políticos que confieren al Estado un poder sobre de lectores, etc.) de determinado estado estadounidense o de cierto departa-
todos los juegos y las reglas que los rigen. mento francés constituya un campo, Por el contrario, el trabajo de Jerome
Km'abel (1984) sugiere que las principales universidades de los Estados Unidos
Esta analogía ilust.m muy bien el nexo existent.e ent.1·e los conceptos que 1Ist.ed utiliza son vinculadas por relaciones objet.ivas tales que la estructura de estas relacio-
en su temía. Pem ahom, ha)' qu.e 1.I0l1.le'l; con '!nayor p1'ecisión, a algmws p1'egunt.as. nes (materiales o simbólicas) ejerce efectos dentro de cada una de ellas. Lo
P1i:rnem, ¿cómo se d.etermina la existencia de un campo )' sus fronte1'as? mismo sucede con los periódicos: Michael Schudson (1978) demuestra que
no se puede entender el surgimiento de la idea moderna de "objetividad" en
La cuestión de los límites del campo siemp'l'e se plantea dentro del campo mismo el periodismo, si no se advierte que aparece en periódicos deseosos de afirmar
y, por consiguierne;'no admite ninguna respuesta a p1im7.. Los participantes su respeto a las normas de respetabilidad oponiendo "informaciones" a las
en un campo -por ejemplo, las empresas económicas, los grandes modistas simples "noticias" de los órganos de prensa menos "exigentes". Solamente
o los novelistas- procuran en todo momento diferenciarse de sus rivales más estudiando cada uno de estos universos, podemos determinar cómo son
cercanos, a fin de reducir la competencia y establecer un monopolio sobre un constituidos concretamente, en dónde terminan, quiénes forman parte y
determinado subsector del campo. (Habría que corregir esta frase, la cual incll- quiénes son excluidos de ellos, y si realmente constituyen un campo.
o rre en la "parcialidad" teleoJógica que. con frecuencia. se me atribuve al com-
prender que para mí, la búsqueda de la distinción es el principio de las prácti- ¿Cuáles son los mot01'f!S dd funcionamiento y el cambio del campo?
cas culturales: otro efecto cuyo nombre tiene funestas implicaciones. Existe
una producción de diferencia que en nada obedece a la búsqueda de la diferen- El principio de la dinámica de un campo radica en la configuración particular
cia. Hay muchos individuos -pienso, v. gr., en Fiauuen- pala YUiUH:::' cxi:.Lil de su estructura, en ia distancia o en ios imervalos que separan a las
en un campo es, eo ipso, diferir, ser diferente, recalcar la diferencia. Estas perso- diferentes fuerzas específicas que se enfrentan dentro dellllismo. Las fuerzas
nas están a menudo dotadas de características que hacen que no deberían que son activas en el campo y que, lo analista selecciona
estar ahí, que debieron haber sido eliminadas de entrada. Pero ya es tiempo pertinentes, porque producen las diferenCIas mas IInportantes, son aquellas
de cerrar el paréntesis.) Asimismo, los participantes se esfuerzan por excluir que definen el capital específico. Como dije a propósito del juego y de los
del campo a una parte de los colegas actuales o potenciales, aumentando, por triunfos, un capital sólo existe y funciona en relación con campo: fonfiere
ejemplo, el valor elel derecho de ingreso o imponiendo cierta definición de un poder sobre el campo, sobre los instrumentos o mcorpo-
pertenencia al mismo. Esto es lo que hacemos cuando decimos, por ejemplo, radas de producción o reproducción, cuya dislribuci.ón consutuye la estruc-
que Fulano o Mengano no es un sociólogo, o un 1Ierdadem sociólogo, conforme tura misma del campo, así como sobre las regulandades y las reglas que

1 <
68 RESPUESTAS LA LÓGICA DE LOS CAMPOS 69

definen el funcionamiento ordinario del campo y, de ahí, sobre las ganancias En a la teoría sistemas, es ciert.o que contiene algunas semejanzas
que se generan en el mismo. superfiClales con la teona de los campos. Los conceptos de "autorreferencia-
En tanto que campo de fuenas actuales y potenciales, el campo es igualmente lidad" o "autoorganización" fáci!!'1ente sustituirse por mi noción de
campo de luchas PO?' la conservación o la transformación de la configuración de ambos a deCir verdad, e! ptócesÓ y
dichas fuerzas. Además, como estructura de relaciones objetivas entre posicio- autonomlzaClOn desempena un papel central. Pero las diferencias entre las
nes de fuerza, el campo subyace y orienta las estrategias mediante las cuales dos teorías no dejan de ser radicales. En primer lugar, el concepto de campo
los ocupantes de dichas posiciones intentan, individual o colectivamente, y el organ!cismo: los productos un campo dade
salvaguardar o mejorar su posición e imponer el principio de jerarquización pueden ser sistemáticos
más favorable a sus propios productos. Dicho de otra manera, las car,acterizacl(> Pf>.!: funciones co!llunes, \lna cohesión interna y una
de su posici6n en el autorregulación; postulados éstos de la teoría de sistemas que deben ser recha-
distribución del capital específico, así como de la·percepcion que tienen del zados. Si bien es cierto que, en los campos literario o artístico, por ejemplo,
estoes,-de su punto de vista sob1'e e! campo como vista tomada a pueden considerarse como sistema las tomas de posición constitutivas de un
partir de un punto dentm del campo. espacio de posibilidades, permanece el hecho de que estas posibles tomas de
posición constituyen un sistema de diferencias, de propiedades distintivas y
¿Cuál es la diferencia entre un campo y un "aparato", como lo entiende antagónicas que no se desarrollan conforme a su propio movimiento interno
o ent1'e un campo y un sistema, tal como lo concibe Luhmann? (como lo implica el principio de autodiferencialiclad), sino a través de los con-
(flictos internos del campo de producción. El campo es escenario de relaciones
E>..;ste una diferencia esencial: en un campo, hay luchas; por tanto, hay i de fuerza)' de luchas encaminadas a transformarlas y, por consiguiente, el
hi,storia. Me opongo abiertamente a-la-noción de aparato que es, para mí, e! de un cambio permanente. La coherencia que puede observarse en un
caballo de Troya del peor funcionalismo: un aparato es una máquina infernal, estado dado del campo, su aparente orientación hacia una función única (por
programada para alcanzar ciertas metas. 3 (Esta visión del complot, la idea de ejemplo, en el caso de las Grandes Escuelas en Francia, la reproducción de la
que una voluntad demoniaca es responsable de todo lo que acontece en el estructura del campo de! poder), es resultado del conflicto y la competencia,
mundo social, medra en el pensamiento "crítico".) El sistema escolar, el mas no de una suerte de autodesarrollo inmanente de la estructura. 6
Estado, la Iglesia, los partidos políticos y los sindicatos no son aparatos, sino Una segunda diferencia importante estriba en que un campo no está
campos. En un campo, los agentes y las institucibnes luchan, con apego a las integrado por partes o componentes. Cada subcampo posee su propia lógica,
regularidades y reglas constitutivas de este espacio de juego (y, en'ciertas reglas y regularidades específicas, y cada etapa de la división de un campo
coyunturas, a propósito de estas mismas reglas), con grados diversos de conlleva un auténtico salto cualitativo (por ejemplo, cuando pasamos del
fuerza y, de ahí, con diversas posibilidades de éxito, para apropiarse de las nivel del campo literario en su conjunto a aquél del subcampo de la novela
ganancias específicas que están en juego en el juego. Quienes dominan en o de! teatro ).7 Todo campo constituye un espacio de juego potencialmente
,un determinado campo están en posición de hacerlo funcionar en su bene- cuyos líniites son jró'ntems diná'llliciLs, las cuales son objeto de luchas
ficio, pero sicmprc deben tener en cuenta la resistencia, las protestas, las dentro cid mismo rampo. Un campo es lIn juego que nadie inventó, pero

I
reivindicaciones y las pretensiones, "políticas" o no, de los dominados. que resulta mucho más fluido y complejo que todos los juegos que se puedan
Es verdad que dentro de ciertas condiciones históricas, las cuales deben es- imaginar. Dicho esto, para entender a cabalidad todo lo que separa a los
tudiarse empíricamente, un campo puede comenzar a funcionar como apara- conceptos de campo y sistema, es necesario aplicarlos y compararlos a través
to. 4 Cuando el dominante logra aplastar o anular la resistencia y las reaCCIOnes de íos objetos empíricos que pIOduceii. 8
del dominado, cuando todos los movimientos ocurren exclusivamente de
arriba hacia la lucha y la dialéctica constitutivas del campo tienden a En pocas palabras, üómo debe llevane a cabo el estu.dio de un campo, y cuáles son
desaparecer. Sólo puede haber historia mientras los individuos se rebelen, las etapas necesarias en este tipo de análisü?
resistan y reaccionen. Las instituciones totalitarias -asilos, prisiones, campos
de concentracÍón- y las dictaduras son intentos de acabar con la historia. Así, Un análisis en términos de campo implica tres momentos necesarios e
los aparatos representan un caso extremo, algo que se puede considerar un interrelacionados (1971a). Primero, hay que analizar la posición del
estado patológico de los campos. Pero, se trata de un extremo que nunca se en relación con el campo derp6deL Así se descubre que el campo literano,
alcanza del todo, aun en los regímenes "totalitarios" más represivos. 5 por ejemplo, está incluido en el campo del poder (l983c), donde ocupa una
70 RESPUESTAS LA LÓGICA DE LOS CAMPOS 71

posición dominada. (O, en un lenguaje mucho menos adecuado: los artistas social: cada uno de ellos tiene sus dominantes y dominados, sus luchas por
y los escritores, o los intelectuales en un sentido más general, son una la conservación o la subversión, sus mecanismos de reproducción, etc. Pero
"fracción dominada de la clase dominante".) Segund_o, es menester establecer cada una de estas características reviste, en cada campo, una forma específica,
la estructura objetiva de las relaciones entre las ocupadas por los irreductible (una homología podría definirse como una semejanza dentro de
agentes o las íristítuciones que compiten dentro del campo en cuestión. la diferencia). Así, las luchas al interior del campo filosófico, por ejemplo,
Tercero, se deben analizar los habitus de los agentes, los diferentes sistemas siempre están sobredeterminadas y tienden a funcionar de acuerdo con una
que éstos adquirieron mediante la interiorización de un tipo lógica doble. Tienen implicaciones políticas, en de la homología de
determinado de condiciolles sociales y económicas y que encuentran, en una posiciones que se establece entre talo cual escuela filosofica y.tal o cual grupo
trayéctoria definida dentro del campo considerado, una oportunidad más o político o social dentro del espacio social tomado en su conJunto.9 .
menos favorable de actualizarse. Una tercera propiedad general de los es el hecho de que. son SIste-
Desde el punto de vista metodológico, eIcampo de las posIcIOnes es mas de relacionesindependierítes de las poblaCIOnes que definen dichas rela-
ins_eparable del campo de las tomas de posición, entendido como el sistema cionés. Cuando hablo del campo intelectual, sé muy bien que, en este campo,
estructurado de las prácticas y expresiones de los agentes. Ambos espacios, "partículas" (supongamos, por un m.o,mento, que tratara de un
es decir, el de las posiciones objetivas y el de las tomas de posición, deben campo físico) que obedecen a fuerzas de atracClOn, de etc,.' como
analizarse juntos y tratarse como "dos traducciones de una misma frase", sucede en un campo magnético. ele campo es a este
según la fórmula de Spinoza. Dicho esto, dada una situación de equilibrio, sobre las Po-
el espacio de las posiciones tiende a regir el espacio de las tomas de posición. dríamos afirmar, retomando la fórmula de un flSICO aleman, que el mdlVlcluo,
Las revoluciones artísLicas son el resultado de la transformación ele las como e! electrón, es una AlIs(relm:rl des Felds, es decir, una emanación del cam-
relaciones ele poder constiLutivas del espacio de las posiciones artísticas, la po. Talo cual intelectual en/:> particular, talo cual artista sólo existe como tal
cual es posible en virtuel del encuentro ele la intención subversiva de una porque hay un camp? intelectual o (Así, podemos la eterna
fracción de los productores con las expectativas de una fracción de su pregunta, tan socorrida entre los histOriadores del art?, e.n saber
público; es decir, debido a una transformación de las relaciones entre el cam- en qué momento se deja de ser artesano para convertirse en.artlsta; II1terro-
po intelectual y el campo del poder (1987g). Lo que es verdad para el campo gante que, planteado en estos términos, no mucho que
artístico también se aplica a los demás campos. Así, podemos observar la esta transición se verifica de manera progresiva, durante constItuClOn de un
misma correspondencia entre las posiciones elentro del campo universitario campo artístico, donde puede aparecer algo como un artista. )10 .
en de mayo del 68 y las posiciones tomadas en ocasión de aquel La noción de campo está ahí para recordar que el verdadero objeto de una
aconteCimiento, C0ll10 lo demuestro en Homo acade'lllicus, o bien entre las ciencia social no es el individuo, es decir, el "autor", aunque sólo pueda
posiciones objetivas de los bancos en el campo económico y las estrategias construirse un campo a partir de individuos, puesto I.a
que éstos aplican en materia de publicidad, administración del personal, etc. necesaria para el análisis estadíst.ico suele .estar liga?a a o II1Stl.tu-
ciones singulares. El centro de las operacIOnes de debe sel el
THrl!n ('1/ ntros l¡o{o/II'(H. ;e/ ((fll!/JII !O'I<litu)'" 1/1/(/ I/IPr/i(/(ión m/Jila! Plllrl' !os • 1;'5'U 'lO 1·"1\,1;"'1 ,le 11 i l\rrllr''>
Ll1 .J...... l. 1 ¡ 11 ..... < '-o ., ']1,111('1";\ (111f'
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_. •
los Illc]¡\"Ic!1l0S se;m puras
condiciones socioeconólIlicas y las prácticas di! quümes fonnan parle de él? "ilusiones", que no existan, sino que la ciencia los construye como af{entes, y
no como individuos biológicos, actores o estos son sOClahnefr
pesan sobre los agentes situados en un campo te constituidos como activos y actuantes en el campo, debido a que poseen
Oetermmaclo artistas, pOÍíllcos o Ímiustnas de la construcCIón) características necesarias para ser eficientes en dichu Gln 'f'ü, para prodUCir
nunca se ejercen directamente sobre ellos, sino sólo a través de la mediación efectos en él. Más aún, es a través del conocimiento del campo donde ellos
específica constituida por las formas y las fÍlerzas del campo, es decir, después están inmersos que podemos captar mejor lo que define su su
de haber sufrido una reestructuracióll (o, si se prefiere, una refracción), la originalidad, su pu.nto dI! vista CO"lltO posición (en un a partir de la cual
cual es tanto más imponallle cuanto más autónomo sea el campo, esl.O es, se conforma su visión particular delmunclo y del mismo campo.
cuanto ll\;ís capaz sea de imponer su lógica específica, que es el producto
acumulado de ulla historia particular. Dicho esto, podemos observar toda Lo cual se exPlica. po!" el hecho de qu.e existe, en todo -¡¡¿omento, algo así 11.11
una gama de homologías estructurales y fimcionales entre el call1po de la derecho de entrada que todo campo imponr )' que define el derecho de partzczpm;
filosofía, el campo político, el campo literario, etc., y la estructura de! espacio seleccionando así cie1tos agentes con respecto a otms.
I
1
72 RESPUESTAS LA LÓGICA DE LOS CAMPOS 73

Lo e1derecho de ingresar a un campo es la posesión de una En buena lógica, no debería responder a esta pregunta, porque es demasiado
configuraclOn particular de características. Una de las metas· de--la-investi- difícil y corro el riesgo de decir cosas demasiado sencillas, esto es, de hacer
gació!l.es identificar estas propiedades activas, estas características eficientes, que se piense en términos de "instancias" (todavía p.resente en un segundo
es estasJormas de capital espe!3!!;p.:. ASÍ, nos encontramos ante una plano), de "articulación", ete., lo cual ha permitido a aportar
espeCIe CÍ!culo hermenétiiíco;-para construir un -campÓ>-.bay_ qtiEidentifi- soluciones verbales a cuestiones que solamente el anahsls empmco puede
car aquellas formas de-capital -específico que habrán de ser eficientes en él resolver en cada caso. En efecto, creo que no existe ninguna ley transhistórica
y, pabicoristruir estas formas de capital específico, se debe conocer la lógica de las relaciones entre los campos. Desde luego, es difícil no admitir que, en
específica del campo. En el proceso de la investigación este incesante vaivén las sociedades industriales, el campo económico ejerce efectos particularmen-
resulta tedioso y difícil. JI te poderosos. Pero, ¿significa esto que debamos admitir el postulado de la
Afirmar que del campo -usted observará que construí, de determinación (universal), "en última instancia", por la economía? Ofreceré
manera progresiva, una definiciÓn dél concepto- se define con base en la un ejemplo que, creo yo, hará entender hasta qué punto esto es
c;struct.ura de la distribución de las f,?rmas activasen el del campo artístico, que estudié bastante a fondo. Al térmmo de un
el, equivale a sostener que cuando mi conOCimiento de las formas de capital proceso que se inicia en el Quattrocento, el artístico accede, a finales
puedo diferenciar_todo 16 que haya que distinguir en ellas. Por del siglo XIX, a la autonomía: está por. completo del encargo y de la
ejemplo (y es de los pnncipios que orientó mi acerca de los sociedad comanditaria, produce él mismo propIO merca(.lo (Jue, por otra
no nos podemos conformar con un modelo expli- parte, es un mercado diferido. Por fin está libre de ::omandltanos,
cativo que sea ll1capaz de diferenciar a los individuos o, mejor dicho, las y academias. Ahora bien, hoy en día,. vemos res\lI"glr al m.ect:nas,. o
posiciones que ,la intuición ordinaria del universo en cuestión opone fuerte- público, la dependencia directa, y la Idea de un proceso lIneal e mfimto de
SI, y cabe preguntarse qué variables olvidadas permitirían autonomización es puesta en tela de juicio. Pienso en un pi.ntor
(Un paréntesis: la intuición ordinaria es de lo más respetable; ráneo, Hans Haacke, quien cuestiona desde el punto de vista. artlstlco los
sm embargo, hay que asegurarse de no hacerla intervenir en el análisis sino logros de la creación artística en de Por eJemplo.' para
sobre una rr,tanera y razonada, así como de cQntrolar empírica- una exposición en el Museo GuggenhellTI, presento un cuadro 11:lstratlvo
validez, a diferenCia de aquellos sociólogos que la emplean de modo los orígenes los recursos financieros ?:
la el admI-
mconsClente.' ::omo esas especies de tipologías dualistas nistrador del museo no tenía otra opclOn SIllO renunCiar, en el caso de
a las que cntlco al pnnCIplO de Homo academicus, tales como "intelectual exhibirlo, o ponerse en ridículo ante los demás artistas, en caso de no
uniyersal" en oposición a "intelectual local".) hacerlo. ASÍ, basta con que un artista devuelva al arte una funClon para que,
Ultimo punto: lo.s agentes sociales no son mecánicamente inmediatamente, sUljan problemas. Y así descubrimos que la que
arrastradas y empUjadas por fuerzas externas. 12 Son, m'ás bien, portadores los artistas, en un principio dependientes con respecto. al y
d.e capital y, su trayectoria y la posición que ocupan en el campo en forma de sus obras, habían ganado, implicaba una supedltaclOn.a necesI-
su dot<t,:lón de (volumen y estructura), propenden a orien- dad' los artistas habían hecho de la necesidad una virtud al adjudicarse el
tarse y;¡ sea haria 11 rons(T\-aciÓllde la distribución del capital, absolnl() (le la forma, pero al costo ele una rennncia igualmente

I
ya sea haCia subversió? de dicha distribución. Desde luego, las cosas no absoluta a la función. Tan pronto como pretenden ejercer nuevamente una
son tan se.ncIllas, per? que se u·.ata de una propuesta muy general, función, sobre todo crítica, redescubren los límites de su autonomía. ,
se aph,ca al SOCIal_ _aunque no implica que todos Como lo demuestra este ejemplo, las relaciones entre los campos -el arUs-
lOS pos.eeClOl."es ulla callUdad re(lllcI(la de capital sean forzosamente tlco y el económico en eSle ca!>u pal í.icülJ.¡- ,hiiíGi se definen de una ve: por
11I que todos los poseedores de un gran capital sean auto- todas, ni siquiera en las tendencias generales de su evolución. Y la mayor Vlr:ud
maUcamente conservadores. de la noción es la de obligar a preguntarse, con respecto a cada cuales
son sus límites, cómo se articula con otros campos, ele. Esto no slgl1lfica que
El al 'ltwnos en las sociedades avanzadas, se compone de vmios nos encontremos en el vacío teórico de un empirismo positivista.
difm!nezados que al mismo tiempo, p1'OPiedades inlla?iantes (qUg de un sistema de preguntas reiterativas, que podemos formular a la realIdad.
J11Stif!ca el u.na teona gene'mi d.e ios campos) y p1'OPiedades vmiables,
anmgada: en su, logzca e hist01ia específicas (lo c1Iallequiere 1In análisis genético y En nn nú:rne1'O reciente de ACles de la recherche en sciences sociales, dedicado
compamtmo de cada uno de ellos). ¿Cómo se a7ticl.llan entn! sí estos difel'entes campos? a la "economía doméstica. ", es decil; al conjunto de los espacios sociales qu.e deben

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74 RESPUESTAS u,. LÓGICA DE LOS CAMPOS 75

• tenene en cuenta para entender la producción y circulación de este bien económico de estas relaciones oljetivas entre posiciones de poder (de diferentes tipos)
pmticulm' que es la vivienda individual, u.sted analizó la génesis de las políticas susceptibles de formar parte de redes (netwo?'ks) más o menos estables (de
estatales que, por lo menos en este caso (y, sin duda, de manem más geneml), coalición, de clientela, etc.) y de manifestarse en interacciones fenomenoló-
detenninan en una f01ma muy dÍ7'ecta el funcionamiento del mercado, Y también gicamente muy distintas, que incluyen desde el conflicto abierto hasta una
esbozó una teoría del Estado como una especie de metacampo.13 colusión más o menos disimulada.
Desde el momento en que miramos de cerca el en que ag'entes u
En efecto, me parece que, desde el momento en que se examina de cerca lo organismos "privados", ellos mismos en competenCIa (como los bancos
que acontece en aquello que se ha dado en llamar "Estado", desaparece la interesados en la promulgación de reglamentos favorecedores de la venta de
mayor parte de los problemas escolásticos que los scholan ("estudiosos"), a1'lII- nuevas formas de crédito inmobiliario), colaboran mutuamente para orientar
chainnarxists ("marxistas de café") y otros sociólogos especulativos se plantean o determinar la política del "Estado" en cada una de las áreas de actividad
en relación con el Estado, noción casi metafísica que es preciso pulverizar para económica o cultural (observaríamos lo mismo al estudiar una reforma del
poder "volver a las cosas mismas", como dijera Husserl en un contexto contenido de los programas escolares), cómo constituyen coaliciones y redes
enteramente distinto, Pienso, por ejemplo, en la alternativa teórica consagra- de influencia con otros agentes u organi.smos con ,l?s cuales c?mpal:ten los
da de la "correspondencia" (o de la dependencia) y la "autonomía". Se hace intereses y la preferencia hacia detenmnada pohnca o medIda, como se
como si el Estado fuera una realidad bien definida, perfectamente delimitada enfrentan a agentes u organismos 9ue tienen sus
y unitaria, que estableciera lIna relación de exterioridad con fuerzas externas, intereses y recursos (por ejemplo, el capital propiamente burocratlco de
las cuales estarían tamhién claramente definidas (por ejemplo, en el caso de gestión de los reglamentos), nos alejal:'os de las
Alemania, que hizo correr mucha tinta, a causa del famoso SondR17ueg, la gran laciones en torno a la correspondenCIa y la autonOlma. Y, expresando mI
aristocracia terrateniente de los junhe'J'S o la gran burguesía industrial; en el punto de vista, simpatizo mucho e.n este sentido, con el netwol'k anal)'sis
caso de Inglaterra, la burguesía urbana de los grandes empresarios y la aristo- de Edward O. Laumann (con qUIen dIscrepo en otros respectos) que con
cracia provincial), En realidad, lo que encontramos concretamente es un con- Nicos Poulantzas o Theda Skocpol (para citar dos nombres de
junto de campos burocráticos o administrativos (los cuales a menudo adoptan las posiciones tradicionales con respecto a la correspondenCia y la autono-
la forma concreta de comisiones), donde los agentes y grupos de agentes mía). Esto, a fin de seii.alar de paso que, en estos asuntos como en otros, los
gubernamentales o no gubernamentales luchan en persona o por procuración al'nl-chair 'IIt(L1xists, materialistas sin material, a quienes no me cansé de
por esta forma particular de poder que es el pode,¡ de reri:1' una esfera particular oponerme cuando estaban en su apogeo -durante la década de s:senta-,
de prácticas (v, gr., la producción de viviendas indIviduales o habitacionales han contribuido en mucho a la perpetuación de problemas escolasucos.
colectivas) mediante leyes, reglamentos, medidas administrativas (subsidios, Esto es lo que, en términos generales, dificulta mi posición en el camp.o so-
autorizaciones, etc.), en fin, todo aquello que corresponda a una política ciológico: por una parte, coincido en apariencia con los "grandes
(policy). Así, el Estado, si se insiste en conservar esta designación, sería un (los estructuralistas, en particular, porque insisto los grandes
conjunto de campos de fuerzas en donde se llevan a cabo luchas cuyo objetivo estructurales, irreductibles a las interacciones y prácticas en las cuales se mal1l-
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simbólica legitima: 14 es decir, el poder de constituir e imponer como univenal más de cerca (pienso, por ejemplo, en los interaccionistas, en Goffman, así co-
y univenal'l/¿ente aplicable en el marco de una nación, estrJ es, dentro de los mo en todos aquellos que, a través de la observación directa o del est?,-
límites fronterizos de un país, un conjullto común de normas coercitivas, dístico, descubren realidades empíricas ignoradas por los "grandes leOrICOS, ;
Estos campos, como lo demostré en el caso de la política ele vivienda en estos últimos observan la reaiiciad desde una elevada). Sm
Francia durante 1970-1980, son escenario del enfrentamiento entre fuerzas embargo, no puedo aceptar la filosofía de} l:lUndo. socia! que a menudo
pertenecientes tanto al sector privado (banqueros y bancos, empresas cons- subyace a su interés por los detalles de la practica SOCial y que, en todo caso,
tructoras y constructores, etc.) como al sector público (ministerios, sen'Ícios les es impuesta por la visión cercana y la "miopía" teórica que ella favorece.
dentro de dichos ministerios, "cuerpos" como, en este caso particular, los
inspecrores de finanzas)' los ingenieros de minas), es decir, subuniversos, ¿Pod1Ía usted precism' en qué se distingu.e su concepción del Eítado como
organizados ellos mismos en campos y, almislllo tiempo, unidos y divididos de campos lm7'Ocráticos parciallllente desglosados de la noción de Estado orgamzaclO-
por luchas internas y oposiciones de fuera, La noción de Estado sólo tiene nal, desa1'J'ollacla por Eclw(fn! Lau'TIlann y David Knoke (1988), )' del network
sentido como designación estenog'láfica (pero, por lo mismo, muy peligrosa) analysis?

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76 RESPUESTAS
LA LÓGICA DE LOS CAMPOS 77
Podría retomar aquí la distinción que planteé, contra Max Weber sobre todo,
entre estructura e interacción, entre relación estructural, permanente y Notas
visible, y relación efectiva, actualizada en un intercambio particular (1971c, 1 ]urii Tynianov (1894-1943) fue, con Roman ]ako?son y Propp, uno de los
1971f, 1980f, 1987f). De hecho, la estructura de un campo, como espacio de .embros más influyentes de la escuela de los formalIstas rusos, qUienes pregonaban un
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relaciones objetivas entre posiciones definidas por su rango en la distribución foque estructuralista para el estudio de la lengua y la Iteratura.
de los poderes o de las especies de capital, difiere de las redes más o menos en 2 A propósito de la diferencia entre regla y regularidad, y de los equÍvocos del estructura-
duraderas donde puede manifest.arse por un tiempo más o menos prolonga- r mo con respecto a ambos términos, véase 1980f, pp. 51-70, Y 1987b. .
IS , Véase 1990b, p. 88; para una breve crítica del concepto althussenano de "aparato
do. Ella es la que determina la posibilidad o imposibilidad (o, más precisa- jurídico", 1986c, pp. 210-212. .,' .
mente, la probabilidad más o menos grande) de que se instauren los i Se encontrarán ejemplos históricos de evoh!clOn en Inverso -del aparat,;> al

intercambios que expresan y mantienen la existencia de redes. La tarea de campo- en el libro de Fabiani (1988, cap. 3), refendo.a I.a filosofla. france.sa?e fines del Siglo
la ciencia es sacar a relucir la estructura de la distribución de los recursos (o XIX o en el artículo de Bourdieu (1987g) sobre el
; La noción de aparato permite también eludir la de la producclOn de,aw: ntes
de las especies de capital) que, a través de los intereses y disposiciones que . l s susceptibles de funcionar en él y de hacerlos funCionar, asunto que un anahsls en
condiciona, tiende a determinar la estructura de las tomas de posición soctae '1 d f' .
términos de campo no puede puesto que "un campo so o pue e unclonar SI
individuales o colectivas. En el net7llol'k analysis, el análisis de estas estructuras encuentra individuos socialmente predispuestos a como responsables, a
(que requiere un modo de pensamiento estructural, más difícil de expresar arriesgar su dinero, su tiempo y, a veces, honra o su Vida, y
obtener las ganancias que el campo ofrece (1982c, p. 47! .. BoUldleu una
mediante datos cuantificados y formalizados, salvo que se recurra al análisis más en el carácter ficticio de la noción de aparato en su cnnca de la noclon de ,
de las correspondencias), ha sido sacrificado en favor del análisis de los nexos tal la desarrollaron, después de Hannah Arendt, teóricos franc.eses de lo
pmtic11.lams (entre agentes o instituciones) y de los flujos (de información, como Lefort y Castoriadis. Para Bourdieu, el concepto de totahtarlsmo 110 es mas 111
recursos, servicios, ete.) en los cuales aquéllos se manifiestan. menos que aquello a lo que Kenneth Burke llamara (e¡'/IIl1/zsl¡c screen enmascaradora, en las
De hecho, cabría extenderme en este punto sobre las investigaciones que sociedades de tipo soviético, de la realidad de una protesta que, aunque
nunca dejó de existir (1980d, p. 7). Almislllo tiempo, (l981b) en eVidenCia
estoy llevando a cabo, desde hace varios aúos, acerca de la génesis del Estado tendencias opuestas en el funcionamiento del campo polItlco, donde un. d.e factores
moderno. Podría afirmar, simplificando mucho las cosas, que la construcción li ados a la pobreza del capital cultural en las clases dommadas .tlende .a fa.,.orecer
del Estado dinástico y, luego, del Estado burocrático, adoptó la forma de un del capital político y, por tanto, a hacer derivar a los parudos de IzqUierda haCia
proceso de concentración de diferentes especies de poder, o de capital, y que un funcionamiento de tipo "aparato". . ., .,. ,
6 Se encontrará en Bourdieu (1986c) una breve dlscuslon de la concepclon
desembocó, en un primer momento, en la moqopolización privada -por el
del derecho como sistema. Para una comparación metódica (aunque un tanto "parCial ) entre
rey- de un poder público, a la vez externo y superior a todos los poderes Bourdiell y Lllhman, véase Comelia Bohn (1991).. . " , " ". ._
privados (los seúores, los burgueses urbanos, ete.). La concentración de estas 7 El concepto de campo puede emplear.se .en diferentes niveles de, aglegaclOn . en. la U11l
diferentes especies de capital -económico (gracias a la tributación), militar, versidad (1984b), el conjunto de las dlsclphnas o la de CienCias humanas, en la
cultural, jurídico y, más generalmente, simbólico-, que corrió pareja con la economía (1990g), el mercado constituido por las socle.dades de casas
particulares, o la empresa "considerada como una IIll1c.lad relallvamente .
construcción de los diferentes campos correspondientes, originó el surgi- , Comparar, pOI' ejemplo, la que BOllrdlell ..1990f, 1990g, y
miento de un capital propiamente estatal y nacido de la aClInl1l- Christin, 1990) conceptual iza la chnamICa Interna del sector de proclllcclOn de
¡ación, que permite al Estado ejercer un poder sobre los diferentes campos particulares en Francia como campo econonuco en ,IIS relauulle,. LUII, ull'" L,HllI'U' \l:ll
y sobre las diferentes especies particulares de capital. Esta especie de meta-
capital capaz de ejercer un poder sobre las otras especies de capital y, en
.,......",...t;,....,.l ................. 1.......... 1..... ,. .......
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relaciones de fuerza entre sus detentadores), define el poder propiamente


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I particular el campo burocrático, es decir, el Estado), con la teonzaclOn abstracta de las
fronteras 'entre la economía y otros subsistemas formales, tal como la proponen Luhman
(1982) y Parsons (Parsons y Smelser, 1956).
o '!' , '- .,_. I
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de la.s clases se a cabo a


estatal. De ahí se desprende que la construcción del Estado sea simultánea a través de una cOlTesponclencia que sólo puede efectuarse entre Pal a ello, no
la construcción de! campo del poder, entendido como el espacio de juego necesario que los productores de cultura se apliquen de manera dehberada a
servir los intereses de los dominantes. Sólo med.iante una persecuc!on de
dentro del cual los poseedores de capital (de diferentes especies) luchan,sobre intereses específicos, los intelectuales también legittman una poslClon de clase (vease ,
todo, por e! poder sobre e! Estado, es decir, sobre el capital estatal que otorga p. 409). Se encontrarán ejemplus de análisis de la homología la estructura de las
poder sobre las diferentes especies de capital y sobre su rcproduccién (en de clase en campos tan variados como la alta costura (Bourdleu y Delsaut, 1975),105 gu
particular, a través de la institución escolar). en materia de teatro y arte (1979a),la filosofía (1988d) y las grandes escuelas 1 "
10 Sobre la formación del campo artístico a finales eleI SIglo XIX el1 FranCia y la COlle aU\a

"invención" del artista moderno, véase 1966a, 1971 el, 1987j, 1988b.

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78 RESPUESTAS

11 Para una ilustración detallada de este "círculo hermenéutico" donde la población de

individuos o insl'''4Liones pertinentes y las formas eficientes de capital se especifican mutua-


mente, véase el estudio sobre la producción de la política de vivienda (Bourdieu y Christin,
1990; en particular, pp. 70-81).
12 Sobre la discontinuidad entre "campo social" y "campo magnético" y, por consiguiente,
entre sociología y "física social", véase 1982c, p. 46.
13 El análisis del papel estructurador del Estado en la economía doméstica se encontrará
en Bourdieu (1990b) y Bourdieu y Christin (1990). Bourdieu se vio por primera vez conducido
a plantear la cuestión del Estado en La noblesse d 'Etat, donde llegó a la conclusión de que "los
tecnócratas" son "los herederos estructurales (y. a veces, los descendientes)" de la nobleza de
toga, como "cuerpo que se creó al crearse el Estado", y donde formuló la hipótesis de que "la
nobleza de Estado r... ]
y el título escolar [... ] nacieron de invenciones correlativas y comple-
mentarias" (1989d, pp. 535-55?; en particular, pp. 540 Y544).
H Para mayores detalles, vease 1989d, quinta parte.

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