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1.- LA PROCLAMACIÓN DE LA II REPÚBLICA.

EL GOBIERNO
PROVISIONAL. LA CONSTITUCIÓN DE 1931

2.- EL BIENIO REFORMADOR O SOCIAL-AZAÑISTA (10-XII-


1931-19-XI-1933)

EL FIN DEL BIENIO PROGRESISTA

3.- EL BIENIO DE CENTRO-DERECHA O RADICAL-CEDISTA.


(20-XI-1933- 16-II-1936).
LA REVOLUCIÓN DE 1934.

4.- EL FRENTE POPULARII R

INTRODUCCIÓN

La proclamación de la República en Abril de 1931 supone por primera vez el intento de instaurar en España un
sistema democrático moderno. Este paso se da porque el poder político ha pasado por primera vez a las clases medias
ante la hostilidad de los grupos tradicionales y frente a las clases populares orientadas hacia la revolución. La
situación internacional no es favorable para la República, desde el punto de vista económico Europa vive las
repercusiones de la crisis del 29 y desde el punto de vista político es una etapa de debilidad de los sistemas
democráticos ante el ascenso de los totalitarismos tanto de izquierda (comunismo) como de derecha (fascismos).

Alegoría del triunfo de la República Celebraciones en la calle el 14 de Abril

EPÚBLICA. CO Si entre las capas más conservadoras de la sociedad la II República inspiró desde el comienzo todo
tipo de recelos y hostilidades, entre las clases populares su proclamación despertó el entusiasmo y la esperanza de ver
realizadas sus máximas aspiraciones. Así, “la niña bonita”, como llamaron al sistema republicano algunos de sus

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contemporáneos, nació con el apoyo mayoritario de los votantes a los partidos de izquierdas.
Sin embargo, a las grandes expectativas de los comienzos pronto le seguirían las decepciones. Los primeros
gobiernos republicanos se enfrentaron a numerosos obstáculos, tanto de las fuerzas reaccionarias, como de los
sectores populares más radicales e impacientes que dificultaron la puesta en marcha de lo que pretendía ser una
transformación profunda de las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales de una España marcada
por el atraso y la injusticia social.
El desencanto de muchos y el reagrupamiento político de las fuerzas conservadoras en las elecciones de 1933,
posibilitaron el acceso al poder de estas últimas, lo que supuso el fin de las reformas más ambiciosas de la izquierda.
NSTITUCIÓ

DESARROLLO

LA LLEGADA DEL NUEVO RÉGIMEN

El cambio de régimen político originado con la desaparición de la vieja monarquía


borbónica y su sustitución por una República fue saludado con entusiasmo por una gran
parte de los españoles, que, influidos por las ideas regeneracionistas, esperaban del
nuevo sistema la solución de los problemas endémicos del país : los campesinos
pobres confiaban en que los latifundios de los terratenientes serían repartidos entre
ellos; los obreros estaban divididos entre los que creían que era el momento de hacer
una revolución colectivista y los que simplemente reclamaban mejoras laborales y
sociales; los nacionalistas vascos y catalanes pretendían conseguir al menos un estatuto
de autonomía para sus regiones; los grupos republicanos que representaban a la
pequeña burguesía y a los intelectuales aspiraban a implantar un sistema político
plenamente democrático que acabase con el monopolio del poder que había ejercido la tradicional oligarquía
monárquica. En cambio, los sectores sociales más conservadores (la alta burguesía, el clero y la nobleza y una parte
de la clase media y del Ejército) acogieron al nuevo régimen con el natural temor a perder su protagonismo y los
privilegios que hasta entonces habían disfrutado.

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1. EL GOBIERNO PROVISIONAL (ABRIL-JUNIO DE 1931)
La victoria electoral en casi todas las ciudades
importantes de las candidaturas republicanas en las
elecciones municipales del 12 de abril de 1931
demostraba el desprestigio de la oligarquía dominante
y del propio régimen monárquico. Dos días después el
rey Alfonso XIII renunciaba a la corona y partía hacia
el exilio, a la vez que entre la euforia popular era
proclamada la República en diversas ciudades (la
primera fue Eibar, en Guipúzcoa). Inmediatamente se
formó un Gobierno Provisional presidido por Niceto
Alcalá Zamora y formado por republicanos de
izquierda y derecha, socialistas y nacionalistas. El
gobierno debía dirigir el país hasta que unas nuevas
Cortes Constituyentes dieran forma al nuevo régimen.
Este Gobierno provisional fue un Gobierno de
coalición con ministros de los distintos partidos de
centro-izquierda que habían firmado el Pacto de San Sebastián, aunque bajo la presidencia de un político de centro-
derecha: Niceto Alcalá Zamora.

Ell nuevo gobierno tuvo que responder desde un principio al ansia general de reformas. Adoptó las primeras
medidas para la reforma agraria, inició reformas laborales, emprendió la reforma militar, aprobó legislación
educativa y puso en marcha el Estatuto provisional de autonomía de Cataluña.El ambiente social, sin embargo, se
encrespó inmediatamente. A la vez que la CNT anarquista promovía una amplia campaña de huelgas, los
enfrentamientos entre la Iglesia y el nuevo gobierno fueron inmediatos.

Por tanto éste Gobierno muy pronto tuvo que afrontar dos de los problemas que marcarían la trayectoria de la
República: el regionalista (Francesc Macià había proclamado en Barcelona el “Estat Catalá”; las nuevas autoridades
republicanas españolas con gran dificultad consiguieron convencerle de que depusiera su actitud de abierta rebeldía
bajo la promesa de conceder a Cataluña un estatuto de autonomía); y el problema religioso: el sector más
conservador de la Iglesia, encabezado por el Cardenal Segura, puso todo tipo de trabas al nuevo ejecutivo; el
Gobierno decidió la expulsión de España del polémico cardenal Segura, que había manifestado abiertamente su
rechazo hacia el nuevo régimen). El viejo anticlericalismo afloró de nuevo y en mayo de 1931 diversas iglesias y
conventos fueron asaltados y quemados. La opinión pública católica se alejó desde un primer momento del nuevo
régimen republicano.

Niceto Alcalá Zamora Quema de conventos en mayo de 1931

LA CONSTITUCIÓN DE 1931

Finalmente, en junio de 1931, tuvieron lugar las elecciones a Cortes Constituyentes en un ambiente de relativa
tranquilidad. Las urnas dieron una clara mayoría de la coalición republicano-socialista . El 14 de julio se
constituyeron las Cortes, siendo elegido Presidente Julián Besteiro. El 29 de julio se formó la Comisión

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constitucional, presidida por Jiménez de Asúa. Finalmente se aprobó en diciembre de 1931 (CONSTITUCIÓN
1931). Consta de 9 títulos y 125 artículos, de los cuales hay que destacar :

 Soberanía popular. Se declaraba al nuevo estado español como una "República democrática de
trabajadores de toda clase que se organiza en régimen de libertad y justicia”. con lo que desde el
principio se ponía en evidencia el carácter izquierdista de la constitución.

 Extensa declaración de derechos y libertades. El capítulo dedicado a los derechos y libertades de los
ciudadanos es el más amplio y democrático de todas las constituciones hasta entonces: establece el
sufragio universal (que por primera vez incluye a las mujeres, tras un largo y complejo debate en las
Cortes, incluido el de las diputadas Victoria Kent y Clara Campoamor, las mujeres españolas obtuvieron
el derecho al voto); el art. 44 indica que el derecho de propiedad privada queda subordinado a la
utilidad social (eso facultaría la expropiación de los latifundios mediante la Ley de Reforma Agraria);
Propiedad privada de los medios de producción, pero subordinada a los intereses de la economía nacional, por lo
que era posible la nacionalización de empresas.Libertad de imprenta sin censura previa (art. 34); derechos de
asociación, sindicación, reunión, manifestación y circulación por todo el territorio español. Derecho a la
educación. El estado tenía la obligación de extender la cultura y la enseñanza a toda la población, en
especial a la más desfavorecida. Se establece la enseñanza primaria obligatoria y gratuita. Se contemplan
también derechos civiles como el divorcio.

 Poderes del Estado : División de poderes:

- Poder legislativo quedó en manos de unas Cortes unicamerales, elegidas cada cuatro años. Gran poder
de las Cortes: todo el legislativo y control sobre el gobierno. Eran unicamerales y elegidas por sufragio
universal de hombres y mujeres. Desaparece el Senado (art. 51), con lo que las Cortes de la República serán
unicamerales. El ejecutivo responsable ante las cortes que podían retirarle su confianza mediante mociones
de censura.

- Poder ejecutivo :Presidente de la República con escasos poderes, elegido cada seis años. Jefe de Gobierno,
nombrado por el Presidente pero que debía contar con la aprobación de las Cortes.

- Poder judicial en manos de los tribunales de justicia, es independiente y se establece un Tribunal de


Garantías Constitucionales (art. 121), con unas facultades equivalentes a los del actual Tribunal
Constitucional.

 Por primera vez en nuestra historia, se establece el derecho de las regiones a establecer Estatutos de
Autonomía en un Estado integral. Estado único, pero con posibilidad de admitir autonomías regionales.

 En lo relativo a la "cuestión religiosa" se abordó en los artículos 25 y 26: Separación de la


Iglesia y el Estado , Declaración laica del estado y reconocimiento de la libertad de conciencia y la
práctica de cualquier religión. No obstante a la iglesia católica se le prohibía ejercer la industria, el
comercio y la enseñanza. Varias disposiciones adoptadas se pueden considerar anticlericales: se
establece la disolución de las Congregaciones religiosas de «obediencia a autoridad distinta de la legítima del
Estado» (en el fondo se trataba de la disolución de la Compañía de Jesús), la desaparición del crucifijo de
las escuelas, la prohibición de la enseñanza a las órdenes religiosas, el fin del presupuesto del clero
y, en general, el laicismo del estado. Enseñanza religiosa no obligatoria. Legalización del divorcio, el
matrimonio civil y secularización de los cementerios.

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La aprobación de estos artículos ocasionó una crisis en la que dimitieron Alcalá Zamora y Miguel Maura. El
Gobierno se remodeló asumiendo la Presidencia provisional Manuel Azaña, además del Ministerio de Guerra..

Tras la aprobación de la Constitución, el 10 de diciembre fue elegido Niceto Alcalá Zamora como primer
Presidente de la República y Manuel Azaña, como Jefe del Gobierno.

TEXTO 9. ALGUNOS ARTÍCULOS DE LA CONSTITUCIÓN DE 1931.


Art. 1.- España es una República democrática de trabajadores de toda clase... Los poderes de todos sus órganos
emanan del pueblo... La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
Art. 3.- El Estado español no tiene religión oficial.
Art. 11.- Si una o varias provincias limítrofes, con características históricas, culturales y económicas comunes,
acordaran organizarse en región autónoma... dentro del Estado español, presentarán su Estatuto con arreglo a lo
establecido en el art. 12.
Art. 26.- Una ley especial regulará la total extinción... del presupuesto del clero.
Quedan disueltas aquellas Órdenes religiosas que estatutariamente impongan, además de los tres votos canónicos,
otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado.
Art. 36.- Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales...
Art. 67.- El presidente de la República es el Jefe del Estado y personifica a la Nación...
Art. 68.- El presidente de la República será elegido por las Cortes...

2. BIENIO REFORMISTA O SOCIAL-AZAÑISTA (DICIEMBRE DE 1931-NOV.1933).


Una vez proclamada la Constitución (diciembre de 1931) fue elegido por las Cortes Niceto Alcalá Zamora (de
centro-derecha) Presidente de la República y Manuel Azaña (republicano de izquierdas) Presidente del Gobierno. El
bienio 1931-33 se caracteriza por el intento del Gobierno de izquierdas de profundizar en las reformas ya iniciadas
durante el gobierno provisional. El proceso se vive en un clima permanente de tensión política, propiciada desde la
izquierda a través de huelgas y levantamientos obreros y campesinos, y desde la derecha mediante el boicot, la
resistencia ante las reformas y la provocación al Gobierno.

Durante los dos años siguientes, el Gobierno de centro-izquierda acometió un amplio programa de reformas .Las
principales reformas que se abordaron fueron:

A. LEYES LABORALES: El encargado de llevar adelante la política laboral fue el Ministro de Trabajo, el
socialista Francisco Largo Caballero. Su política de reformas consistió en: implantación de la jornada laboral de
ocho horas en el campo, prolongación automática de los contratos de arrendamiento y creación de unos jurados
mixtos de trabajadores y empresarios para resolver los conflictos laborales. Estas medidas fueron muy mal acogidas
por los empresarios, pero también decepcionaron (por considerarlas insuficientes) a los anarquistas y al sector más
radical del socialismo español. Las huelgas y desórdenes fueron constantes tanto en las fábricas como en el campo.

Manuel Azaña Largo Caballero

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B. REFORMA AGRARIA: Las arcaicas estructuras del campo y las
consecuencias sociales que se derivaban de ello constituían uno de los
problemas clave de la España de la época: el latifundismo en el centro y sur
de España condenaba al paro crónico y a la miseria a cientos de miles de
campesinos no propietarios. Para remediar esta situación, en los primeros
momentos de la II República el Gobierno elaboró una serie de leyes
favorables a los jornaleros. Largo Caballero, ministro de Trabajo, publicó
durante el gobierno provisional la Ley de Términos Municipales, por la
que obligaba a los patronos a contratar a los jornaleros del término municipal, se prohibía temporalmente el desahucio
de arrendatarios por impago, se estableció la jornada de ocho horas, salarios mínimos y decreto de laboreo forzoso,
que obligaba a los propietarios a poner en cultivo las tierras aptas para ello. Se trataba de fijar unas condiciones
mínimas y garantizar el trabajo ante el paro creciente. Sin embargo estas medidas fueron muy mal recibidas por los
propietarios.
Las reformas laborales agrarias se hicieron extensivas a todos los trabajadores, intentando generalizar los seguros
sociales y reforzar el sindicato socialista UGT. Al iniciar el bienio reformista se dictó la Ley de Contratos de Trabajo
que organizaba la negociación colectiva; la Ley de Jurados Mixtos, que adquirían facultades de arbitraje vinculante en
caso de desacuerdo; la Ley de Asociaciones Profesionales y la creación de Inspectores de Trabajo. Todas ellas
contaron con la oposición de la patronal.

Sin embargo el asunto más polémico fue la aprobación de la LEY DE BASES DE LA REFORMA AGRARIA DE
1932, cuyos objetivos eran redistribuir la tierra y mejorar su rendimiento. Se aprobó el 9 de septiembre de 1932 con
Marcelino Domingo como ministro de Agricultura buscaba el reasentamiento de campesinos sin tierra en latifundios
insuficientemente explotados; afectaba a toda Andalucía, Extremadura, la Mancha y Salamanca. Declaraba la
expropiación de tierras de origen jurisdiccional (es decir, tierras de la nobleza), las incultas o deficientemente
cultivadas, las arrendadas a menos de dos kilómetros de los pueblos y las arrendadas durante los doce últimos años,
siempre que su propietario tuviera más de 1000 pesetas de renta catastral.
Lógicamente contó con el rechazo frontal de los partidos de derecha, que defendían los intereses de los terratenientes.
Esa ley permitía la expropiación de los latifundios (que serían parcelados y repartidos entre los jornaleros),
indemnizando a los propietarios. Pero por culpa de los complejos trámites burocráticos, la lentitud en elaborar el
inventario de las tierras expropiables y del enorme coste de las indemnizaciones, sólo 12.000 familias recibieron
tierras durante los dos años de vigencia de la ley.
Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA), encargado de hacer el Registro de la Propiedad Expropiable, al que se
dotó de 50 millones de pesetas al año para pagar las expropiaciones. La aplicación de la Ley fue un fracaso a causa de
la enorme lentitud con que se fue cumpliendo y la falta de recursos humanos y económicos . Esta insuficiencia explica
la gran decepción que supuso para la gran masa de jornaleros, por lo que la conflictividad en el campo sería constante
durante toda la República.
La lentitud de su aplicación, y la decepción de las masas campesinas hizo que resultase un fracaso y muy pocos
campesinos se beneficiaron de la ley. Esto provocó un decepción generalizada entre el campesinado en un contexto
económico de paro creciente. La reforma agraria se va a desarrollar en medio de la presión campesina, organizada
por la CNT y el PCE en tierras andaluzas y extremeñas, y de una derecha organizada en la Agrupación Nacional de
Propietarios Agrarios.

LEY DE BASES DE LA REFORMA AGRARIA. 1932.


Los efectos de esta ley se extienden a todo el territorio de la República. Su aplicación... tendrá lugar en los términos
municipales de Andalucía, Extremadura, Ciudad Real ,Toledo, Albacete y Salamanca... Las tierras del Estado...
podrán ser objeto de asentamientos, sea cualquiera la provincia donde radiquen...

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La ejecución de esta ley quedará encomendada al Instituto de Reforma Agraria que...promoverá la formación de
organismos de crédito a fin de facilitar a los campesinos asentados el capital necesario para los gastos de
explotación...
Serán susceptibles de explotación las tierras incluidas en los siguientes apartados:
1.- Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños...
5.- Las que, por no ser explotadas directamente..., deba presumirse que fueron compradas con fines de especulación
o con el único objeto de percibir su renta.
7.- Las incultas o manifiestamente mal cultivadas...

Gaceta de Madrid, 21 de septiembre de 1932.

C. REFORMA MILITAR: Fue uno de los problemas más delicados por la incuestionable lealtad de la mayoría de
los oficiales a la derrocada monarquía. La reforma militar fue abordada en el gobierno provisional por Manuel
Azaña, ministro de la Guerra: exigió a los militares prometer fidelidad a la República y ofreció el retiro, conservando
el sueldo, a los mandos que lo prefirieron.Su objetivo era modernizar un ejército arcaico y macrocéfalo (es decir,
había un número excesivo de mandos en relación al de soldados). Se pretendía ganar la fidelidad de la institución a la
República y aumentar su eficacia. La reforma fue dirigida por Manuel Azaña que retuvo en todo el periodo el
ministerio de la guerra. Situó al frente de las capitanías generales a militares de probada lealtad y ofreció a los jefes y
oficiales la jubilación anticipada voluntaria conservando íntegramente la paga (el 50 % de los afectados se acogieron a
esa situación ventajosa, unos 10.000). Otras medidas adoptadas por la República fueron la disminución de la
jurisdicción militar en beneficio de la civil, y la creación de la Guardia de Asalto (una policía urbana leal a la
República). Se propuso la modernización del ejército. Redujo el número de divisiones, eliminó los grados de capitán
general y teniente general y suprimió el Consejo Supremo de Guerra y Marina y la Academia General Militar de
Zaragoza (dirigida por Franco). También decretó la unificación de los escalafones y suprimió los ascensos irregulares
que se habían producido durante la Dictadura. Se recortó drásticamente el presupuesto de Defensa y se redujeron las
plantillas. La reforma de Azaña fracasó además a la hora de mejorar la capacidad técnica del Ejército, que continuó
estando en situación precaria a lo largo del período republicano.

Estas medidas fueron muy mal recibidas por el ejército en general.La muestra
más significativa de esta actitud del ejército en contra del Gobierno fue el
levantamiento armado del General Sanjurjo , la sanjurjada, ocurrido el 10
de agosto de 1932 en Sevilla, un levantamiento clásico, a la usanza de los del
siglo XIX que fracasó.

D. LA POLÍTICA RELIGIOSA. Se trato básicamente de hacer disminuir, mediante medidas legales, la


influencia de la religión católica en la sociedad. (AZAÑA Y EL PROBLEMA RELIGIOSO)
- Extinción del presupuesto de clero y culto, (compensación por la expropiación de los bienes eclesiásticos en
1836) en el plazo de dos años.
- Expulsión de la Compañía de Jesús de España y confiscación de todos sus bienes inmuebles.
- Prohibición a todas las órdenes religiosas de ejercer la enseñanza.
- Reconocimiento del matrimonio civil y del divorcio.

AZAÑA Y EL PROBLEMA RELIGIOSO DURANTE LA II REPÚBLICA. 1931.


... La premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el
problema político consiguientes es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica
del pueblo español.
Yo no puedo admitir, señores diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no
puede exceder de los límites de la conciencia personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se

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responde la pregunta sobre el misterio de nuestro destino. Este es un problema político, de Constitución del Estado...
porque nuestro Estado, a diferencia del Estado antiguo... excluye toda preocupación ultraterrena...
Se trata simplemente de organizar el Estado español con sujeción a las premisas que acabo de establecer...
Que siga entregado a las órdenes religiosas el servicio de la enseñanza. Eso jamás. Yo lo siento mucho; pero ésta es
la verdadera defensa de la República...
¿Permitiríais vosotros que un catedrático en la universidad explicase la astronomía de Aristóteles y que dijese que el
cielo se compone de varias esferas a las cuales están atornilladas las estrellas? ¿Permitiríais que se propagase en la
cátedra de la universidad española la medicina del siglo XVI? No lo permitiríais...
Pues yo digo que, en el orden de las ciencias morales y políticas, la obligación de las órdenes religiosas católicas, en
virtud de su dogma, es enseñar todo lo que es contrario a los principios en los que se funda el Estado moderno.
AZAÑA, M.: Discurso en el Congreso, 13 de octubre de 1931.

E. ESTATUTOS DE AUTONOMÍA: La reforma autonómica intentó resolverse mediante la aprobación de


proyectos de Estatutos de Autonomía: en Cataluña, el Presidente de la Generalitat, Francesc Maciá, impulsó el
proyecto de Estatuto provisional, que fue sometido a consulta popular el 9 de septiembre y obtuvo el 90% de los votos
emitidos. La aprobación del Estatuto de Cataluña en 1932, que suponía la creación de la Generalitat o gobierno
autónomo catalán, fue defendida también por Manuel Azaña. Francesc Macià fue el primer presidente catalán. Los
partidos de la derecha y algunos centristas se opusieron con vigor contra lo que consideraban el desmembramiento de
España. En el País Vasco, el anteproyecto presentado en Estella el 14 de junio, fue rechazado por el Gobierno, por
considerarlo excesivamente conservador. (sería aprobado durante la Guerra Civil).

F. REFORMA EDUCATIVA: Los nuevos dirigentes del país, algunos de los cuales se habían formado en las aulas
de la Institución Libre de Enseñanza, estaban convencidos de que a través de un sistema educativo moderno y
democrático España podría salir de su atraso (en esa década había un 44 % de analfabetos). La reforma educativa
fue afrontada por el ministro Marcelino Domingo En primer lugar se consideró necesario secularizar la enseñanza,
prohibiendo su ejercicio a las órdenes religiosas, lo cual agravó aún más el problema. También había que crear nuevos
centros docentes (en estos dos primeros años se abrieron 10.000 nuevas escuelas públicas) y se reformaron otros
aspectos: nuevos planes de estudios, mejora en la preparación de los maestros y aumento de su sueldo , etc. La Iglesia
Católica, que tradicionalmente había desempeñado un papel importantísimo en el terreno educativo, mostró una fuerte
resistencia hacia estas reformas. En materia de cultura se crearon las Misiones Pedagógicas (mayo de 1931) para
llevar la educación y la cultura al mundo rural: maestros, intelectuales, artistas y estudiantes universitarios con
carácter voluntario recorrían los pueblos creando bibliotecas o dando sesiones de cine, audiciones musicales, guiñol
para niños, etc. En 1932 el poeta García Lorca creó el grupo de teatro La Barraca que hacia giras por toda España
representando obras clásicas. Tras la aprobación de la Constitución, se adoptó el modelo de escuela única, obligatoria
y gratuita. Se estableció la enseñanza mixta y continuó el ambicioso programa de construcción de escuelas y de
creación de plazas de maestro.

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FUERZAS POLÍTICAS Y SOCIALES DE OPOSICIÓN
Desde la izquierda política y social, el gobierno de izquierdas contó con la abierta oposición de los
anarquistas, opuestos a la República como forma de estado. Además, la lentitud de las reformas, en especial la agraria,
impulsó las agitaciones anarquistas, tanto urbanas como rurales.
Las conspiraciones militares promonárquicas fueron continuas. De todas ellas la que llegó más lejos fue la
del general Sanjurjo, en Sevilla, en el verano de 1932. La derecha política estaba dividida en dos grandes grupos. La
posibilista, encarnada por la CEDA de Gil Robles que buscaba conquistar el poder con los votos y reconvertir la
República en un estado conservador (era mayoritaria y contaba con el apoyo de la Iglesia, clases medias católicas, alta
burguesía, terratenientes, campesinos pequeños y medianos) y la monárquica, representada por el Partido Carlista y
Renovación Española de Calvo Sotelo que pretendía acabar con la república mediante una conspiración militar. En
su extremo estaba la Falange Española con un ideario cercano a los totalitarismos italiano y alemán y dirigida por
José Antonio Primo de Rivera. Utilizaron el pistolerismo contra líderes de sindicatos y partidos de izquierdas.
Durante el bienio fueron poco significativos.

La oposición conservadora quedó restringida a las Asociaciones Patronales como la Unión Económica Nacional y el
Partido Radical de Lerroux. Este grupo de centro-derecha dirigió la oposición al gobierno en las Cortes.

Por otro lado, la izquierda revolucionaria no dio tregua al nuevo gobierno. La Confederación Nacional del Trabajo
(CNT), con más de un millón de afiliados, siguió la línea extremista marcada por los militantes de la Federación
Anarquistas Ibérica (FAI). El minoritario Partido Comunista de España (PCE) se hallaba también instalado en
una línea radical, defendida en aquel momento por la Komintern y Stalin.

Las tensiones sociales y políticas: Los problemas económicos marcaron la trayectoria de la II República (una enorme
crisis a escala internacional había comenzado en 1929, prolongándose durante la década de los treinta ). La crisis
económica provocó la disminución de las exportaciones de productos españoles a Europa, de ahí que hubiera que
frenar también las importaciones de maquinaria, que tan necesarias eran para la modernización de nuestra obsoleta
industria. A ello se unió la fuga de capitales (la burguesía y la nobleza recelaban de la política de reformas del
gobierno republicano, por lo que no sólo no invierten, sino incluso llegan a cerrar empresas). El consiguiente
crecimiento del paro se agravó por el retorno en masa de españoles que en las décadas anteriores habían emigrado a
Hispanoamérica, puesto que allí la crisis había tenido gran repercusión arruinando a muchos de ellos.

La crisis económica, la línea radical propiciada por la CNT y la negativa de la patronal a las reformas llevaron a un
marco de fuertes tensiones sociales . Los enfrentamientos entre huelguistas y la Guardia Civil fueron frecuentes y a
menudo violentos (Castilblanco, Arnedo, Baix Llobregat).

El debate en Cortes del Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria provocaron un oposición cerrada en las
fuerzas de derecha. De nuevo, las fuerzas conservadoras recurrieron al tradicional método de la insurrección militar.
El general Sanjurjo intentó un golpe de estado militar en Sevilla agosto de 1932. La "Sanjurjada", mal preparada y
con desigual apoyo en el ejército, fracasó.

La reacción de las fuerzas que apoyaban al gobierno fue inmediata. Las Cortes aprobaron la Ley de Reforma
Agraria y del Estatuto de Autonomía de Cataluña. En este territorio, la Esquerra Republicana de Catalunya ,
dirigida por Francesc Maciá, triunfó en las primeras elecciones autonómicas.

Pese al fracaso de Sanjurjo, el gobierno republicano-socialista daba


muestras de claro desgaste.

En este contexto se producen los graves incidentes de Casas Viejas,


(actual Benalup) el 11 de enero de 1933, en los que campesinos
sublevados atacaron a la Guardia Civil y la Guardia civil y de Asalto
tuvo que intervenir para sofocarlos , mandadas por el Capitán Manuel
Rojas sitió y mató a un grupo de campesinos anarquistas, entre ellos

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Francisco Cruz “seis dedos”. El escándalo consiguiente llevó al gobierno a la decisión de convocar nuevas
elecciones en noviembre de 1933.

Para estas elecciones, la derecha se había reorganizado. Tres nuevos grupos se presentaron a los comicios:

 La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), dirigida por Gil Robles, grupo mayoritario
auspiciado por la Iglesia Católica.
 Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, en la que se agruparon los monárquicos.

 Falange Española, la versión española del fascismo, dirigida por Jose Antonio Primo de Rivera, hijo del
dictador.

Mientras la izquierda se presentó fragmentada en múltiples grupos y los anarquistas llamaron a la abstención.

Las elecciones dieron la victoria de los grupos conservadores : Partido Republicano Radical y la CEDA. El triunfo
conservador fue contestado por una insurrección anarquista. El 8 de diciembre la CNT desencadenó una
insurrección armada que se extendió principalmente por Aragón y Rioja y en numerosos pueblos del Sur, produciendo
89 muertos (75 de ellos anarquistas) y 163 heridos. La represión llevó a 700 insurgentes a la cárcel, y se cerraron
locales y periódicos anarquistas.

3. EL BIENIO DE CENTRO-DERECHA O RADICAL CEDISTA(NOV. 1933-FEBRERO 1936).

Las elecciones se celebraron en noviembre de 1933 y fueron ganadas rotundamente por las
fuerzas de derecha y de centro. El fracaso de la izquierda se debió a un cúmulo de factores:
el voto femenino (que se inclinó mayoritariamente hacia la derecha debido a la mayor
influencia del clero sobre las mujeres), la abstención electoral de los anarquistas, los
desórdenes públicos, el descrédito del gobierno anterior y la desunión de la izquierda (cuyos
partidos se presentaron por separado). El Presidente de la República (Alcalá Zamora), para
evitar una posible reacción de la izquierda si llamaba a gobernar al líder de la CEDA (José
María Gil Robles) encargó la formación de gobierno a un político centrista, el líder del
Partido Radical Alejandro Lerroux, quien estaría apoyado desde fuera por la CEDA y otros grupos de derechas.

La victoria electoral de la derecha destapó todas las alarmas entre la izquierda al considerar que harían lo mismo que
en Alemania o Italia, es decir, utilizar el poder para implantar un régimen autoritario. El hecho de que la derecha
llevara como puntos principales de su programa electoral desmontar todas las reformas del bienio anterior y remodelar
la Constitución, no ayudó al clima de confianza. Esto forzó a que el primer gobierno no fuera del partido más votado
(CEDA) sino del segundo (Partido Radical de centro derecha)
El llamado bienio derechista o
bienio negro, puede dividirse en
dos etapas: los primeros nueve
meses y medio, hasta octubre de
1934, de gobierno radical; y
desde entonces hasta febrero de
1936, de gobierno radical-
cedista. La revolución socialista
de octubre de 1934 marca un
período de inflexión clave en el
desarrollo de la II República.
Lerroux formó un gabinete
conformado exclusivamente por

10
miembros de su partido. La CEDA apoyó al gobierno desde el Parlamento. Lerroux se vio así obligado a iniciar lo
que los grupos de derecha reclamaban, una política de rectificación de las reformas del bienio anterior. Se aprobó
una ley de amnistía que afectaba a los participantes en el golpe del 10 de agosto de 1932, civiles y militares, pero de
la que se excluyó a los detenidos anarquistas por la insurrección de diciembre. La principal labor del nuevo Gobierno
será anular o paralizar las reformas emprendidas durante el bienio anterior. Así, hubo una clara regresión en el
terreno laboral, mientras que el Ejército y la Iglesia consiguieron aumentar su influencia. También se resintieron las
relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat (que seguía gobernada por la izquierda), al tiempo que se paralizó
la tramitación de nuevos estatutos de autonomía.

Esta nueva política se concretó en la paralización de las reformas iniciadas:

Paralización de la reforma agraria, con la consiguiente expulsión de las tierras que habían ocupado de
miles de jornaleros. Detuvo el proceso de entrega de tierras e hizo derogar la ley de términos municipales y el
decreto de intensificación de cultivos. También se decretó la libertad de contratación y de fijación de salarios
en el campo. Proliferaron los abusos patronales: los terratenientes se negaron a contratar a los jornaleros que
hubieran manifestado una actitud reivindicativa (bajo el lema ¡Comed República!) Y comenzaron a pagar
salarios de miseria.
Paralización de la reforma militar y designación para puestos clave de militares claramente
antirrepublicanos como Franco, Goded o Mola. Esta nueva política fue completada con un amnistía para los
participantes en el golpe de Sanjurjo en 1932.

Conciliación con la Iglesia Católica.Las Cortes fijaron derechos pasivos para el clero (lo que iba en
contra de la Constitución) y se paralizó el proceso de secularización de la enseñanza.

Paralización de las reformas educativas. Parón en el programa de construcciones escolares y anulación de


la enseñanza mixta.

El Gobierno se enfrentó a los movimientos nacionalistas : el proyecto de Estatuto vasco fue paralizado
indefinidamente. Con Cataluña el conflicto surgió cuando el Parlament aprobó una ley que convertía a los
arrendatarios de tierras en propietarios al cabo de doce años (La Ley de Contratos de Cultivo fue una ley
aprobada por el Parlamento de Cataluña el 21 de marzo de 1934 y promulgada en la simbólica fecha
del 14 de abril de 1934. La finalidad básica de la ley era proteger a los campesinos arrendatarios de
la rabasa morta y propiciar su acceso a la propiedad de la tierra que cultivaban. La ley no llegó a
aplicarse porque fue anulada por el Tribunal de Garantías Constitucionales y la negociación posterior
entre los gobiernos español y catalán se vio interrumpida por la Revolución de Octubre de 1934 que
incluyó la proclamación del Estado Catalán, ambas fracasadas.) La respuesta de Lluis Companys,
dirigente de ERC, (elegido presidente de la Generalitat el 1 de enero de 1934, a la muerte de Maciá) fue
volver a hacer votar una ley prácticamente idéntica.

La respuesta de las organizaciones obreras a la orientación claramente derechista del nuevo Gobierno fue la
radicalización, acompañada de graves disturbios tanto en el campo como en las ciudades.

Radicalización del enfrentamiento político

En un contexto de crisis económica internacional y de triunfo de los extremismos en Europa con el triunfo de
Hitler en 1933 y la consolidación de la dictadura de Stalin en la URSS, la lucha política se radicalizó en nuestro país.
España se polarizó entre las "derechas" y las "izquierdas".

Derechas:

 La CEDA de Gil Robles agrupaba a las clases medias y populares católicas.


Las Juventudes de Acción Popular (JAP), organización juvenil del partido,
tenían ya en aquel momento rasgos claramente fascistas.

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 En Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, se agrupaban los monárquicos con posturas cada vez
más extremistas y antidemocráticas.

 Finalmente, la Falange Española de Jose Antonio Primo de Rivera se


fusionó en 1934 con las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista
(JONS) de Ledesma. Quedaba así constituido el núcleo político de
ideología fascista en España.

Izquierdas:

 La Izquierda Republicana de Manuel Azaña agrupaba el centro-izquierda que había optado por una política
de reformas y de alianzas con el movimiento obrero.
 El PSOE, el mayor partido obrero, estaba dirigido por un grupo de líderes a menudo enfrentados. Indalecio
Prieto y Largo Caballero, el “Lenin español” , representaban el ala más moderada y más radical del
partido. En general, el PSOE vivió un claro proceso de radicalización.

Largo Caballero Indalecio Prieto Lluis Companys

 El PCE seguía las nuevas directrices de la Komintern y buscaba una alianza de la izquierda contra el
fascismo. La experiencia alemana y el ascenso de Hitler en enero de 1933 habían hecho rectificar a Stalin y
buscar alianzas con todas las fuerzas de centro-izquierda.
 La CNT seguía ligada a la acción revolucionaria, aunque había quedado muy mermada tras el fracaso de la
insurrección de diciembre de 1933.

 Los continuos enfrentamientos del gobierno de la Generalitat catalana con el gobierno de derechas de Madrid
habían propiciado que la Esquerra Republicana de Catalunya dirigida por Lluis Companys girara a la
izquierda en sus posiciones políticas.

LA REVOLUCION DE OCTUBRE DE 1934

El hecho de mayor gravedad sucedido en esta etapa fue


la fracasada revolución de octubre de 1934.Algunos
historiadores la consideran el primer episodio de la
Guerra Civil Española La creciente tensión entre los dos
polos políticos culminó con la entrada de tres ministros de
la CEDA en el gobierno en octubre de 1934. Esta
remodelación del gobierno fue interpretada por la
izquierda como el anuncio del triunfo inminente del
fascismo en nuestro país. La cada vez más r adicalizada
izquierda, PSOE, UGT, CNT, PCE, llamó a la huelga

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general revolucionaria en toda España, que fue seguida masivamente en Asturias, el País Vasco y Cataluña.
Gobierno presidido por Lerroux con ministros de la CEDA, 1934

El movimiento fracasó en Madrid. El gobierno acuarteló a las tropas y detuvo a los principales dirigentes socialistas
y comunistas.

En Barcelona, Companys, desde la presidencia de la Generalitat, dirigió una insurrección con claro matiz
independentista, proclamó el Estado Catalán dentro de una República Federal Española. El Gobierno declaró el
estado de guerra y, tras violentos combates callejeros, el Ejército consiguió dominar la situación en Cataluña. En
represalia por lo sucedido, el Gobierno central suspendió el estatuto de autonomía catalán.

Sin embargo fue en Asturias donde tuvieron lugar los sucesos más graves. Allí la huelga general triunfó y
degeneró en una verdadera revolución organizada por la UGT y la CNT..Las fuerzas obreras, en especial los
mineros, con gran violencia, asaltaron cuarteles e iglesias, ocuparon fábricas de armas y proclamaron el
comunismo. La represión corrió a cargo del Ejército, enviado desde Marruecos por el Gobierno, en una
operación dirigida por el general Francisco Franco. La rebelión se saldó con cerca de 1.500 muertos y más
de 30.000 encarcelados, entre ellos Companys, Azaña, que no había apoyado el levantamiento, y los
principales dirigentes del PSOE como Prieto o Largo Caballero . El Gobierno aprovechó su victoria para
establecer la censura previa y limitar las actividades de los partidos de izquierda y los sindicatos. La reacción
del gobierno de derechas fue el endurecimiento de su política: se suspendió el estatuto de autonomía de Cataluña y se
redactó una nueva Ley de Reforma Agraria, que en la práctica era una verdadera contrarreforma. La ruptura entre
las “dos Españas” se manifestaba cada vez de forma más visible.

Revolución de Asturias en 1934 Companys y el gobierno de la Generalitat

Al año siguiente, 1935, la radicalización de derechas e izquierdas iba en aumento. José Calvo Sotelo funda el Bloque
Nacional, con un programa totalitario que imita al fascismo italiano, en tanto que el PSOE está cada vez más
decantado hacia las posiciones izquierdistas de Largo Caballero. También el PCE, a su izquierda, ganaba influencia.
Fue precisamente la Internacional Comunista la que propuso la política de crear Frentes Populares en aquellos países
donde la democracia estuviera en peligro por el ascenso del fascismo.
Además las disensiones en el seno del gobierno eran crecientes. Las diferencias entre el Partido Radical y
la cada vez más extremista CEDA eran evidentes. Un ejemplo de la orientación de la CEDA fueron los
nombramientos que hizo Gil Robles, como nuevo ministro de Defensa. Militares claramente contrarios a la
república y la democracia fueron designados para puestos clave en la estructura del Ejército. Franco, por
ejemplo, fue nombrado jefe del Estado Mayor. La crisis definitiva vino con un escándalo de corrupción,
el escándalo del Estraperlo, que afectó a altos cargos gubernamentales. Lerroux y el Partido Radical
cayeron en un descrédito total por el desprestigio del gobierno de centro-derecha .La aparición de nuevos
escándalos financieros precipitó el fin de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones a Cortes en
febrero de 1936.
,

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EL FRENTE POPULAR (FEBRERO 1936 - JULIO 1936)

En un ambiente de creciente radicalización, se presentaron las siguientes candidaturas a las elecciones de febrero de
1936:

Frente Popular: pacto electoral firmado en enero de 1936 por Izquierda Republicana, PSOE, PCE, POUM
(Partido Obrero de Unificación Marxista) y Esquerra Republicana de Catalunya. Este pacto agrupaba a todas las
izquierdas. La CNT, con muchos presos en la cárcel, no pidió la abstención y apoyó de forma tácita a la coalición de
izquierdas.

La coalición de los grupos de derecha, formada por la CEDA y Renovación Española, acudió con un programa
basado en el miedo a la revolución social. La Falange y el PNV se presentaron por su cuenta.

Todas las fuerzas progresistas (de centro-izquierda e izquierda) acabaron firmando la alianza electoral
propuesta por los comunistas, de manera que el 16 de febrero concurrieron en unas listas conjuntas bajo la
denominación de Frente Popular. En su PROGRAMA llevaban dos puntos principales: la amnistía para los
represaliados por la revolución de 1934 y el restablecimiento de la política reformista del primer bienio republicano .
En cambio las fuerzas de derecha, muy desgastadas después de más de
dos años de gobierno, acudieron desunidas en gran parte de las
provincias, de ahí que salieran perjudicadas por el sistema electoral. La
victoria del Frente Popular fue indiscutible.

PROGRAMA DEL FRENTE POPULAR. 1936.


Los partidos coaligados se comprometen:
A conceder por ley una amplia amnistía de los delitos político-sociales
cometidos posteriormente a noviembre de 1933...
Se promulgará una ley concediéndose a las familias de las víctimas
producidas por hechos revolucionarios... la adecuada reparación del
daño inferido a las personas...
Se restablecerá el imperio de la Constitución.
Los republicanos no aceptan el principio de nacionalización de la tierra
y su entrega gratuita a los campesinos, solicitada por los delegados del
Partido Socialista...
No aceptan los partidos republicanos el control obrero solicitado por la
representación socialista. Convienen en: restablecer la legislación
social en la pureza de sus principios... rectificar el proceso de
derrumbamiento de los salarios del campo, verdaderos salarios de
hambre, fijando salarios mínimos...
Impulsarán, con el ritmo de los primeros años de la República, la
creación de escuelas de primera enseñanza, estableciendo cantinas,
roperos, colonias escolares y demás instituciones complementarias...
Programa del Frente Popular, 15 de enero de 1936.
En mayo Manuel Azaña se convierte en Presidente de la República , sustituyendo al dimitido
Alcalá Zamora. El objetivo era que Indalecio Prieto, hombre fuerte del ala más moderada del PSOE,
ocupara la jefatura del gobierno. Sin embargo, la negativa del Partido Socialista, dividido en diversas
tendencias, llevó a que se formara un gobierno presidido por Casares Quiroga y formado exclusivamente
por republicanos de izquierda, sin la participación del PSOE. Así, el nuevo gobierno nacía debilitado. Este
reanudó todas las reformas del bienio progresista pero con ritmo acelerado. El mismo ritmo que desde la
extrema izquierda se trabajaba por la revolución social y desde la derecha se preparaba un golpe militar.

El nuevo gabinete inició rápidamente la acción reformista:

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 Amplia amnistía para todos los represaliados tras octubre de 1934.
 Restablecimiento del Estatuto catalán.

 Alejamiento de Madrid de los generales más sospechosos de golpismo. Franco, Mola y Goded fueron
destinados a Canarias, Navarra y Baleares.

 Reanudación de la reforma agraria. Esta medida fue rápidamente desbordada por la acción de los jornaleros
que se lanzaron a la ocupación de fincas.

Tramitación de nuevos estatutos de autonomía. El Estatuto de Galicia, fue aprobado en plebiscito en junio de 1936,
y el del País Vasco estaba prácticamente terminado en julio de 1936.

El progresivo deterioro del orden público (huelgas, manifestaciones violentas, ocupaciones de fincas
agrarias por parte de jornaleros, atentados políticos, quema de iglesias y conventos) marca los meses que
van de febrero a julio de 1936,en la que se ha denominado Primavera Trágica a pesar de los infructuosos
intentos del Gobierno por frenar los excesos de las organizaciones obreras y de las bandas fascistas y
porque, en definitiva, se respetara la legalidad. Desde el mes de abril se sucedieron los enfrentamientos
violentos callejeros entre grupos falangistas y milicias socialistas, comunistas y anarquistas. El clima de
tensión y de violencia generalizada se agrava por los intensos rumores de preparativos de golpe de estado
por parte del sector derechista del Ejército. Por un lado, había una trama política conformada por los
principales líderes de los partidos: Gil Robles, Calvo Sotelo, Jose Antonio Primo de Rivera. Por otro lado,
crecía el número de generales implicados: Franco, Sanjurjo, Goded, Fanjul, Varela... Emilio Mola,
destinado en Pamplona, se convirtió en el jefe de la conspiración, el "director" del golpe. Diversos generales
de ideas conservadoras conspirando contra el régimen republicano desde la victoria electoral del izquierdista
Frente Popular en las elecciones de febrero, sin que el Gobierno, a pesar de las evidencias denunciadas por la prensa
de izquierdas, tomase medidas eficaces para evitarlo.

En los días 12 y 13 de julio se produjeron dos atentados de signo opuesto que conmocionaron al país. En ellos fueron
asesinados un oficial de la Guardia de asalto, el teniente Castillo , a manos de un grupo falangista; y también el
dirigente derechista y diputado José Calvo Sotelo , crimen cometido por guardias de asalto que querían vengar la
muerte de su compañero el día anterior.

Finalmente se produjo la rebelión militar, en coordinación con los grupos políticos derechistas. Comenzó en
Marruecos el 17 de julio, aunque en los días siguientes, ante la pasividad del Gobierno presidido por Casares
Quiroga, el alzamiento militar se extendió por gran parte de España. Así comenzó la Guerra Civil.

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CONCLUSIÓN

Los primeros años de la II República española fue un periodo de gran optimismo social, impulsado por el
carácter progresista de la nueva Constitución y por las iniciativa gubernamentales que pretendían reformar las
instituciones y superar las injusticias. Sin embargo los tiempos de la política eran más lentos que las ansias de
cambios de las masas urbanas y rurales empobrecidas y explotadas, por lo que el distanciamiento entre los
agentes sociales (anarquismo sobre todo) y el gobierno de izquierdas no hicieron sino crecer en pocos meses. Además,
la disminución de la influencia de la Iglesia Católica en la sociedad, hizo que el gobierno se granjeara la oposición
férrea del voto católico. La falta de tacto político del gobierno en algunos aspectos, junto a la radicalización de ciertos
sectores de izquierda y derecha marcaría el destino de la II República El antagonismo y la bipolarización de la vida
política española a lo largo del bienio radical-cedista, se intensifica a partir del triunfo del Frente Popular en las
elecciones de febrero.

Entre 1931 y 1936 emergieron todos los problemas profundos del país: el ejército, la relación del Estado con
la Iglesia, la secularización de la vida civil, el problema cultural y educativo, la cuestión agraria, el problema social, el
regional…..Todos irrumpieron en el peor momento, cuando la crisis del 29 azotaba las economías de todo el mundo y
los totalitarismos (fascismo y comunismo) se aprestaban a dar la batalla definitiva. En nuestro país, la república, con
su sincera vocación democrática, no supo o no pudo canalizar las tensiones sociales ni desterrar los fantasmas que
cada ideología veía en la contraria. Se convirtió en el campo de batalla de todos los extremismos y estos dirimirían sus
diferencias en la guerra civil.

La Segunda República es uno de los momentos clave de la historia contemporánea española. El


proyecto de democratización y modernización que se abre en 1931, y que tantas esperanzas despertó
en amplias capas de la población española, concluyó con una cruenta guerra civil. El debate sobre las
razones de ese fracaso histórico sigue siendo uno de los elementos clave de la historiografía española.

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