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Argumento
La novela relata una de las costumbres más tradicionales de las comunidades
indígenas del Perú: la “corrida india”, que se celebra todos los años el 28 de julio,
aniversario de la fundación de la República del Perú. La corrida india es un
evento espectacular donde un toro debe enfrentarse, en un pampón, a unos cien
o doscientos indios a manera de toreros o capeadores espontáneos, y del cual
son parte otros elementos como la música de los wakawak`ras, (trompetas de
cuerno de toro), cánticos populares (huaynos), el consumo de aguardiente, el
uso dedinamita para matar al toro, e incluso la muerte de muchos indios,
despanzurrados por el cornúpeta. Esta tradición se ve amenazada por una orden
proveniente de la capital, que la prohíbe pues la considera una práctica
“bárbara”. Ante la negativa de los indios para acatar la orden, las autoridades
buscarán la manera de permitir las corridas pero “decentemente”: contratan un
torero profesional que lidiará a la manera “española”. Con ello quitan la esencia
misma de la fiesta, pero esta finalmente se realiza, imponiendo los indios su
tradición ante los ojos de los principales del pueblo. Cabe señalar que en este
relato de Arguedas no se menciona al cóndor atado al lomo del toro, que
actualmente es la variante más conocida del yawar fiesta.
Temas
El tema principal es la realización de la corrida de toros al estilo andino. Temas
secundarios son: la invasión de los blancos o mistis a Puquio, los abusos y
violencias de los gamonales sobre los indios, la construcción de la carretera de
Puquio a Nazca, la migración de miles de indios a Lima.
Escenarios
La novela está ambientada principalmente en Puquio, capital de la provincia de
Lucanas en el departamento de Ayacucho, en la sierra sur peruana. El pueblo
está conformado por cuatro ayllus indios: Pichk’achuri, K’ayau, K’ollana y Chaupi.
Cada uno de estos ayllus tiene su barrio propio y su plaza. Los mistis o
principales del pueblo (blancos y mestizos) vivían en el jirón Bolívar, en uno de
cuyos extremos se extiende la plaza principal o de armas, en torno al cual se
levantan los principales edificios públicos: la Subprefectura, el puesto de Guardia
Civil, el Juzgado de primera instancia, la Municipalidad, la Escuela Fiscal de
Varones.
Época
Cronológicamente la obra está ambientada en la década de 1930, aunque hace
regresiones a épocas pasadas, como los años 1920, e incluso a siglos antes, en
tiempos de la gestación del pueblo puquiano.
El narrador
Para Vargas Llosa, el principal personaje de la obra es el narrador, que es sutil
y versátil, diferenciándose así del narrador tradicional (como por ejemplo, Ciro
Alegría) que suele ser intruso, egolátrico y que interfiere constantemente en el
relato. Sutil, porque sabe ocultarse y finge invisibilidad, y versátil, porque tiene la
habilidad de desplazarse para mostrarnos cabalmente el mundo complejo que
recrea, dividido en grupos étnicos y culturas enfrentadas entre sí. Según el
criterio de Vargas Llosa, el modo de narrar de Arguedas lo acerca más a los
modernos narradores, siendo este uno de sus mayores logros literarios.2
Contexto literario
La novela es una de las obras representativas del movimiento literario
indigenista, donde su autor utiliza una fusión estilizada de la lengua castellana y
el quechua para tratar de describir de la manera más auténtica posible la realidad
de los pueblos andinos del Perú, en particular los pueblos de la sierra centro y
sur. El autor, aunque reconoce la importancia de los anteriores representantes
del indigenismo (Enrique López Albujar, Ventura García Calderón), se diferencia
de ellos y asegura mostrar más fielmente la realidad del indio, al haberse él
criado y vivido en medio de ese ambiente.
Contexto social
La obra describe una realidad enmarcada durante la primera mitad del siglo XX,
época en que la sierra del Perú se hallaba sumida en un enfrentamiento entre
los terratenientes blancos o mestizos (patrones) y los siervos indios
(campesinos). Los opresores, apoyados por el gobierno central, trataban de
imponer sus costumbres occidentales sobre los pueblos autóctonos del Perú; en
contraparte, los indígenas pugnaban por mantener sus tradiciones, en muchos
casos ya amestizadas. Es también la época en que Lima empieza a inundarse
de inmigrantes andinos, quienes se organizan en asociaciones o centros
regionales para ayudarse mutuamente frente a los abusos y las discriminaciones
que sufren.
Contexto ideológico
La novela surge en medio de una polémica nacional entre las dos posiciones
ideológicas más representativas de la segunda mitad del siglo XX:
el socialismo y el capitalismo. La primera estaba ligada a la valorización de la
figura de José Carlos Mariátegui y a la defensa del indio contra los abusos y la
marginación de las autoridades. El capitalismo, a su vez, estaba vinculado a una
estructura económica basada en capitales americanos que desconocía las
tradiciones autóctonas. Esta tensión desigual fue la causa de que muchas
personas, entre ellas Arguedas, enfrentaran conflictos de identidad y tomaran
conciencia de la importancia de revalorizar el mundo andino, sus derechos y su
idioma. Por ello, las obras de este escritor plasman un mundo en conflicto entre
indios y “principales” a la vez que proponen una visión estética diferente basada
en la perspectiva que tiene el mundo andino de su realidad y de las realidades
ajenas.3
Resumen
Los primeros capítulos ofrecen el trasfondo histórico de los hechos dramáticos
que van a seguir. Se habla de un tiempo en que la ciudad de Puquio y los lugares
aledaños eran propiedad de los ayllus (comunidades indígenas), los mismos que
después fueron invadidos por los mistis (gente blanca y mestiza), quienes se
apoderaron de las tierras de cultivo para convertirlas en pastizales para alimento
del ganado.
Personajes
Los personajes de la obra se pueden dividir en tres grandes grupos:
Los indios de Puquio, divididos en cuatro ayllus: K’ayau, Pichk’achuri,
Chaupi, K’ollana. Sus autoridades son los varayoks, cuatro por ayllu,
dieciséis en total. Cada uno de los cuatro grupos de varayok’s está
encabezado por un varayok alcalde.
Los mistis (blancos y mestizos), son los vecinos notables o principales del
pueblo, que viven en el jirón Bolívar. Conforman la clase dominante:
terratenientes, negociantes, letrados, autoridades municipales. Junto con
ellos están las autoridades enviadas desde Lima como representantes del
gobierno central (subprefecto, jueces), generalmente blancos y costeños.
Los chalos o mestizos pobres, al servicio de los mistis.
Pero por una cuestión didáctica es necesario individualizar a los personajes en
principales y secundarios.
Principales
El Misitu, es el toro elegido para la “corrida india”. Vive solo en la puna,
abrigado por los queñuales de Negromayo, en K’oñani, adonde los indios
temían entrar. Posiblemente había huido de algún criadero cercano, pero los
indios imaginaban que había salido de las aguas de una laguna y le atribuían
cualidades sobrenaturales.
Los varayok’s o autoridades indígenas de Puquio, cuatro por cada uno de los
cuatro ayllus, dieciséis en total. Encabeza cada ayllu un varayo’k alcalde.
Don Julián Arangüena, misti o vecino notable de Puquio, es un terrateniente
dueño del territorio donde vive el toro Misitu. Es detestado por los indios por
sus violencias y abusos. No se opone a la “corrida india”, aunque no
simpatiza para nada con los indios, a quienes considera seres inferiores.
Don Pancho Jiménez, es otro misti o vecino principal de Puquio, dedicado a
la venta de aguardiente y abarrotes. Es unos de los principales defensores
de la “corrida india”. Por su constante oposición a la autoridad y por azuzar a
la gente del pueblo es apresado y tenido incluso como un peligro necesario
de eliminar.
El Subprefecto, es la autoridad que representa al gobierno central. Es
costeño y detesta las costumbres de los indios, por lo que está dispuesto a
hacer cumplir la prohibición de las corridas indias.
Secundarios
El alcalde don Antenor y sus concejales.
El Juez.amigo del alcalde
Don Demetrio Cáceres, vecino principal de Puquio, que se pone a favor de
la abolición de la corrida india, pero se deja entrever que solo lo hace para
adular a las autoridades.
Don Jesús Gutiérrez, otro vecino principal de Puquio, quien también está
contra las costumbres de los indios que considera bárbaras.
El Sargento, natural de Arequipa, encargado de resguardar el orden en el
pueblo.
Los capeadores o toreros indios: Wallpa, K’encho, el “Honrao” Rojas, el
Tobías.
El Vicario, representante de la Iglesia Católica en Puquio. Es quien dirige la
construcción de la carretera de Puquio a Nazca y quien convence a los indios
a aceptar la realización de una corrida a la española.
El layka o brujo de Chipau, quien se ofrece a acompañar a los indios k’ayaus
durante la captura del Misitu, pues decía hablar de parte del auki K’arwarasu,
deidad tutelar de la montaña de dicha nombre a quien los indios invocan su
favor. Muere destripado por el toro.
Ibarito II, torero español, radicado en el Perú desde hacía diez años. Es
contratado en Lima por la comunidad de Lucanas, a fin de que toree
“civilizadamente” en una plaza construida para tal fin en Puquio. Al final,
rehuye enfrentarse al Misitu, ante las pifias del público.
El Estudiante Escobar o Escorbacha, mestizo de Puquio residente en Lima,
es el presidente del Centro Unión Lucanas, asociación de hijos o naturales
de la provincia de Lucanas residentes en la capital. Ideológicamente está
influenciado por la prédica indigenista y el pensamiento mariateguista.
El chofer Martínez, indio de Puquio residente en Lima, es fiscal del Centro
Unión Lucanas. Aprendió a hablar castellano y de vuelta a Puquio, se atreve
a insultar al gamonal Julián Arangüena, llamándolo “ladrón”.
Guzmán, apodado el “Obispo”, es otro lucanino residente en Lima. Es
empleado y ejerce como vocal del Centro Unión Lucanas. Destaca como
orador.
Estructura
La novela está dividida en 11 capítulos, titulados y numerados con dígitos
romanos; cada capítulo trata temas aislados pero secuenciales, aunque algunos
capítulos refieren hechos sucedidos tiempo atrás con respecto al relato central,
como el capítulo II donde se relata del despojo que cometieron los invasores
mistis, y el capítulo VII, donde se narra la construcción de la carretera de Puquio
a Nazca y la migración de los lucaninos a Lima.