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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

Departamento de Sociología
Estudios de población
Docente: Ángela Jaramillo
Alejandra Hernández Mora
19 de Agosto de 2015

COMENTARIO PERSONAL
“Primer ensayo sobre la población” – Robert Malthus
El libro de Robert Malthus “Primer ensayo sobre la población”, se presenta como un texto
interesante por la lectura que hace el autor sobre la población y la forma en que aborda el estudio
de la estructura y la dinámica de la sociedad europea, ya que sus postulados y argumentos se
componen de múltiples aspectos que llaman la atención y son controversiales, prestándose a un
muy rico análisis tanto desde las teorías demográficas como desde las teorías del progreso, dos
aspectos que presentan retos en el momento de establecer acuerdos.
Debido a la riqueza y multiplicidad de abordajes del texto, y a los requerimientos del presente
escrito, sólo serán abordados dos aspectos que llamaron la atención personal y que hacen
referencia al enfoque malthusiano del desarrollo y a la naturalización de la pobreza y sus causas.
Respecto al primer punto, el hecho de que Malthus manifieste estar en desacuerdo con los
autores del progreso de la época tales como Condorcet o Godwin quienes, aunque tienen
planteamientos distintos, se orientan en pro de la defensa y la argumentación del
perfeccionamiento humano y social, no implica que su postura al respecto se base en la creencia
del retroceso de la sociedad a partir de un estado primigenio ideal. Se hace evidente una
proyección por su parte respecto al mejoramiento de las condiciones de mantenimiento de la
población y de estructuración social en cuanto a lo económico y lo político principalmente. El
matiz se presenta en la forma en que este concibe dichas mejoras y los instrumentos o
mecanismos que considera necesarios.
Su postura respecto al progreso se ve bien ilustrada en la definición que de él aparece en el
artículo “Robert Malthus: un economista político convertido en demógrafo por aclamación
popular” de Fernando Collantes cuando afirma, haciendo referencia a sus premisas básicas, que
“la no aceptación de la premisa no debería conducir a una descontextualizada caracterización de
Malthus como enemigo acérrimo de la humanidad (…), obviando así algunas de sus posiciones
como reformista moderado.” (Collantes, 2003, pág. 153). Posiciones que se ven evidentes en la
constante mención que hace a la necesidad de la felicidad, cuyos componentes son la
independencia y la libertad de acción, conceptos propios de la Revolución Francesa y el despertar
de la razón y la conciencia sobre el individuo, lo cual indica que si existe en él la noción de un
progreso que se enmarca en un mayor bienestar emocional de las personas, su capacidad de
autogestión económica, la capacidad de la sociedad para equilibrarse a sí misma según sus
particularidades, mayor productividad y crecimiento de los territorios, mejores condiciones
sanitarias, etc. logrados desde la institucionalidad y el control.
En cuanto al segundo punto, que es el que más genera desacuerdo en lo personal y que se expone
de manera clara, concisa y fuerte en los primeros capítulos, es necesario tener presente, en
relación con el aspecto desarrollado anteriormente, que la postura conservadora influyo en su
principio sobre la población, la resistencia al cambio, y la percepción de este y de las ideas que lo
impulsan como un error, hace que se plantee en una posición en la que la miseria, la pobreza, y en
general el crecimiento poblacional, son aspectos perjudiciales que siempre se van a constituir
como obstáculos a la perfectibilidad del hombre que plantean autores contemporáneos. Así
mismo, es un texto que tiene gran impacto y acogida por parte de las instituciones y los
gobernantes, para quienes una teoría que responsabiliza a las personas de pocos recursos de su
desgracia, es muy conveniente como sustento para las políticas de pobres que se manejaban a
nivel nacional y los mecanismos de administración de recursos y legislaciones que se
implementaban en las colonias inglesas que tenían lugar en la India. (Para lo cual el capítulo en
que habla sobre las colonias y los beneficios de la expansión territorial y el ejercicio del poder en
pro de la maximización de la productividad, es de gran utilidad.)
Respecto a dichas leyes, en un contexto de auge de las ideas liberales y primeros postulados del
capitalismo, no sólo R. Malthus, sino también economistas clásicos como David Ricardo o Adam
Smith muestran rechazo y se pronuncian de manera crítica ante las leyes de pobres y sus
mecanismos de subsidio a las clases poco favorecidas de Inglaterra. Argumentaban, en general,
que al intervenir en el libre flujo de las ganancias, estancaban la economía, producían más
miseria y afectaban a la sociedad en general. Cada uno desde puntos de vista diferentes concibe a
la pobreza como necesaria, y, en el marco de la libertad individual y la capacidad productiva de
cada uno, argumentan que todo hace parte de una cadena de trabajo que genera la riqueza de la
nación vista en el panorama global. Es decir, que la riqueza en contraste con la pobreza, deben
coexistir y ser aceptadas como garantes del bienestar general. “El mantenimiento de las leyes, no
servía nada más que para dificultar los ajustes naturales de la economía y para frenar el
crecimiento haciendo más cercano el estado estacionario.” (Rodíguez, 2003, pág. 127)
La convicción malthusiana a este respecto se hace problemática en la medida en que se toma a la
pobreza como un mal necesario, que no debe ser combatido ni transformado pues sobre ella, los
bajos costos de trabajo y la escasez del alimento para unos y la abundancia para otros, se asientan
las bases del progreso de los países, el cual se mide de manera general con indicadores que
obvian la repartición injusta del valor y las oportunidades de una sociedad. Por lo tanto, no se
hace una crítica al nivel de vida que algunos llevan y que, gracias al derroche y la distribución
desigual de los recursos escasos de los que parte la ciencia de la economía, produce la existencia
de personas pobres que cargan con el peso de las minorías y del equilibrio que concibe Malthus
en cuanto a la relación crecimiento poblacional – medios de subsistencia.
En conclusión, es importante siempre tener en cuenta que, aunque controvertido, antes de iniciar
juzgamientos hacia sus aseveraciones, las cuales, a mi juicio, se hacen sin tener en cuenta a los
avances que se estaban dando y que permitían a los países una mayor producción, o sin
preocuparse por hacer una revisión crítica de la forma de organización de la estructura social en
cuanto a clases y formas de poder, es importante siempre mantener presente que aunque la
lectura genere choques y desacuerdos, cuando se toma al autor en toda su complejidad y
contexto, se entiende que es necesario tener claridad sobre su postura ideológica, la cual marca el
tinte de su producción intelectual.
BIBLIOGRAFIA

Canales, A. (2001). Discurso demográfico y posmodernidad. Una revisión crítica del pensamiento
malthusiano. Estudios Sociológicos, XIX, 381 - 417.
Collantes, F. (Enero - Marzo de 2003). Robert Malthus: un economista político convertido en
demógrafo por aclamación popular. Reis: Revista Española de Investigaciones
Sociológicas(101), 149 - 173.
Lorda, P. (1955). Entre Malthus, Godwin y El Cairo. Acontecimiento, 34 - 40.
Malthus, R. (1966). Primer ensayo sobre la población. Madrid: Alianza Editorial.
Rodíguez, J. C. (2003). Las leyes de pobres. En J. C. Rodríguez, La economía laboral en el
periodo clásico de la historia del pensamiento económico (págs. 118 - 135). Vlladolid:
Universidad de Valladolid.

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