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El inglés como lengua dominante en el mundo

Romero Hernández Cristian


Comercio exterior 2° 3
El inglés como lengua dominante en el mundo

¿Es él ingles un idioma que dominante en el mundo capaz de convertirse en un


lenguaje universal?

Objetivo general:

Analizar el inglés como idioma “universal”, y sus perspectivas de uso e importancia


en el mundo de negocios en la actualidad y en el futuro dentro de la comunicación
intercultural.

Objetivo específicos:

Identificar los antecedentes de la definición de un idioma universal, datos


generales del idioma inglés, condiciones bajo las cuales fue o es catalogado como
idioma universal. - Detallar el impacto del idioma inglés en el mundo de los
negocios y perspectivas de la utilización de dicho idioma para el futuro. -Conocer
qué otros idiomas toman fuerza como idiomas internacionales y la importancia del
multilingüismo en las empresas y las ventajas que esta genera.

Justificación:
Esta investigación se realiza con el fin de determinar si el idioma inglés es un
lenguaje capaz de convertirse en la lengua universal que usaremos para distintos
ámbitos.

En lo que a negocios compete averiguar si por la forma en que muchas personas


de negocios recibieron educación es el idioma que más se enseña y por lo tanto el
que más se usa a la hora de serrar algún negocio.

En el área de comunicación será para ver si por la importancia e influencia que


tiene Estados Unidos a nivel mundial y si por el efecto de la globalización el idioma
inglés a tenido que ser aprendido por personas de otro países ya sea para poder
integrarse a ciertos ámbitos sociales o simplemente como una necesidad para
poder estar comunicados.

Antecedentes

Hace quinientos años, entre cinco y siete millones de personas hablaban inglés y
la mayoría de ellos vivían en las islas británicas. Actualmente, unos 1.8 billones de
personas alrededor del mundo hablan inglés.

El auge del inglés no tiene nada que ver con la estructura del idioma, o cualquiera
de sus cualidades inherentes, sino con la política y la historia.

La historia del Inglés puede ser descrita a partir de la llegada de tres tribus
Germánicas a las Islas Británicas en los años 500 A.C. Los Anglos, los Sajones y
los Jutos cruzaron el Mar del Norte desde lo que hoy conocemos como Dinamarca
y el norte de Alemania. Los Anglos recibieron ese nombre debido a su tierra de
origen Engle o Angels. Ellos llamaron a su propia lengua Englisc, palabra que
derivó en English o Inglés.

Antes de la llegada de las tribus germánicas, los habitantes de Gran Bretaña


hablaban un idioma de origen céltico. Estas personas se vieron forzadas a
trasladarse hacia Gales, Cornualles y Escocia, razón por la que el Celta fue
desplazado rápidamente. Un grupo emigró a la costa de la Bretaña Francesa,
donde sus descendientes, aún en nuestros días, hablan el idioma Bretón, de
origen celta.

La muestra escrita más antigua del idioma Inglés es una inscripción Anglo-Sajona
que data entre los años 450 y 480 AC. Durante las siguientes centurias, y a
medida que las tribus germánicas se expandían por el país, se desarrollaron
cuatro dialectos:
Northumbrian en Northumbria, al norte del río Humber, Mercian en el reino de
Mercia en la parte central de la actual Inglaterra West Saxon en el reino de
Wessex, en la parte sudoccidental y Kentish en Kent, en el extremo sureste.

Durante los años 700 y 800, la cultura y el idioma de Northumbria dominó Gran
Bretaña. Las invasiones de los Vikingos en los años 900 pusieron fin a esa
dominación, y también trajeron la destrucción de Mercia. Solo Wessex permaneció
como un reino independiente.

Hacia la décima centuria, el dialecto de los Sajones del Oeste se convirtió en el


idioma oficial de Gran Bretaña. Existen muestras del Inglés Antiguo que datan de
este periodo y están escritas en su mayoría utilizando el alfabeto Rúnico, el cual
tuvo su origen en las lenguas Escandinavas.

El alfabeto Latino fue traído por misioneros cristianos desde Irlanda y es el que
sigue siendo en la actualidad el sistema de escritura del Inglés.

El vocabulario del Antiguo Inglés consistió en una mezcla de palabras Anglo-


Sajonas con palabras prestadas de las lenguas Escandinavas (Danés y Noruego)
y del Latín. Es así que el Latín introdujo al Inglés palabras como calle (street),
cocina (kitchen), queso (cheese), vino (wine), ángel (angel), obispo (bishop), entre
otras. Los Vikingos por su parte agregaron palabras noruegas como: cielo (sky),
huevo (egg), piel (skin), ventana (window), esposo (husband), habilidad (skill),
impar (odd), conseguir (get), dar (give), tomar (take), llamar (call). Las palabras
celtas aún subsisten, principalmente en nombre de lugares y ríos (Devon, Dover,
Kent, Trent, Severn, Avon, Thames).

En 1066 los Normandos conquistaron Gran Bretaña. El Francés se convirtió en el


idioma de la aristocracia normanda y por consiguiente se agregaron más palabras
al Inglés. Más pares de palabras similares surgieron.

En 1066 los Normandos conquistaron Gran Bretaña. El Francés se convirtió en el


idioma de la aristocracia normanda y por consiguiente se agregaron más palabras
al Inglés. Más pares de palabras similares surgieron.

Debido a que la servidumbre inglesa cocinaba para la nobleza Normanda, los


nombres de la mayoría de los animales domésticos son ingleses (ox, cow, calf,
sheep, swine, deer), mientras que los nombres de las carnes que se obtienen de
estos animales son de origen francés (beef, veal, mutton, pork, bacon, venison).

Eventualmente, la forma germánica de los plurales (house, housen; shoe, shoen),


fue desplazada por la forma francesa de crear plurales: añadiendo una "s" al final
de las palabras (house, houses; shoe, shoes). Sólo en algunos casos, se ha
conservado la forma germánica del plural: men, oxen, feet, teeth, children.
La influencia francesa igualmente afectó la escritura, de manera que el sonido
"cw" pasó a ser escrito como "qu" (así, "cween" pasó a escribirse "queen")

No fue sino hasta el siglo XIV que el Inglés volvió a ser la lengua dominante en
Gran Bretaña. En 1399, Henry IV se convirtió en el primer rey de Inglaterra, desde
la conquista normanda, cuya lengua materna era el Inglés. Por aquella época, el
dialecto de Londres había surgido como el dialecto estándar de lo que ahora se
llama Middle English, o Inglés Medieval.

Durante los últimos años del período medieval y los primeros del período moderno
(siglos XV al XVII), se observó un continuo proceso de estandarización del idioma
Inglés, en el territorio que se extiende al sur de la frontera con Escocia. El lenguaje
hablado y escrito en Londres (The London Standard) continuó evolucionando,
extendiéndose su uso entre los sectores elevados de la sociedad, especialmente
en contextos formales. Las otras variedades regionales fueron desplazadas, bajo
el estigma que indicaban falta de prestigio social y de educación.

En 1476, William Caxton introdujo la primera máquina de imprenta en Inglaterra y


a través de este nuevo medio, el London Standard extendió su influencia por todo
el país. Los libros se hicieron más asequibles para el común de la población y el
alfabetismo se extendió. Las obras en inglés se volvieron más comunes, mientras
sucedía lo contrario con las obras en latín. Se establecieron normas de escritura y
gramática y, en 1604, se publicó el primer diccionario del idioma Inglés.

Es a partir de este período, que el idioma Inglés empieza a tomar forma y a


parecerse algo al idioma hablado en nuestros días. Aunque el orden de las
palabras y la construcción de las sentencias era aún ligeramente diferente, esta
versión temprana del Inglés Moderno hubiera sido comprendida por el hablante del
Inglés Antiguo. Por ejemplo, la frase "To us pleases sailing" del Ingles Antiguo se
convirtió en "We like sailing". Los elementos clásicos, del Griego y el Latín,
influenciaron profundamente la creación y el origen de las nuevas palabras. El
Inglés Moderno temprano tomó del Griego palabras como grammar, logic,
arithmetic, geometry y astronomy.

A partir del siglo XVI, la expansión del imperio británico, conjuntamente con el
Renacimiento, trajo consigo muchas palabras de origen foráneo que se
incorporaron al Inglés, directa o indirectamente. Se crearon nuevas palabras a un
ritmo cada vez más intenso.

El número de palabras de otros idiomas incorporadas al idioma Ingles es enorme,


pero el corazón del idioma está en el núcleo Anglosajón del Inglés Antiguo.
Alrededor de 5000 palabras de esta época se mantienen sin mayores cambios.
Entre estas palabras tenemos las bases sobre las que se construye el lenguaje:
palabras de uso doméstico, las partes del cuerpo, nombres de animales comunes,
nombres de elementos y fenómenos naturales, la mayoría de los pronombres,
preposiciones, conjunciones y los verbos auxiliares.

Hablemos con esto del imperio británico.

Después de desarrollarse durante casi un milenio en las islas británicas, el inglés


fue llevado por todo el mundo por marineros, soldados, peregrinos, comerciantes y
misioneros del Imperio británico. Antes de la introducción de cualquier política
lingüística, el inglés ya había llegado a todos los rincones del planeta.

Los puritanos ingleses no fueron los únicos europeos en llegar a Norteamérica: el


español, el francés, el holandés y el alemán también se hablaban ampliamente. En
los siguientes siglos, todos los idiomas se consolidaron por las oleadas de
inmigrantes europeos.

No obstante, en el proceso de diseñar unos Estados “Unidos”, los fundadores de


la nación eran conscientes de la importancia del idioma para formar una identidad
nacional. El inglés era la lengua mayoritaria y por lo tanto, tenía que ser
fomentada. Hasta principios del siglo XX, muchos estados prohibían la enseñanza
de idiomas extranjeros en las escuelas privadas y los hogares. La Corte Suprema
de EE.UU. anuló tales restricciones a la enseñanza privada de idiomas en 1923.

Incluso hoy en día, el inglés no es el idioma oficial de Estados Unidos, pero sin
duda es el idioma predominante en la práctica.

Y no solo fueron los Estados Unidos los que dijeron “hello” al inglés. A principios
del siglo XX, el Imperio británico se expandió a casi una cuarta parte de la
superficie de la Tierra, sin incluir a Estados Unidos. Según un dicho popular, “el sol
nunca se pone en el Imperio británico”.

Hoy el sol ya se ocultó en el Imperio, pero el inglés sigue siendo un idioma


importante en todas las antiguas colonias.

En la mayor parte del imperio britanico, el principal objetivo era el comercio, por lo
que pocos británicos se instalaban definitivamente en las colonias. Esto explica
por qué el inglés no logró dominar las colonias de Asia y África, donde era la
lengua de los negocios, la administración y la educación, pero no el idioma de la
gente.

Colonias del imperio británico.

Hasta la fecha, el inglés tiene un papel fundamental en los asuntos administrativos


de estas antiguas colonias. Por mucho tiempo, tener acceso al inglés significaba
tener acceso a la educación, por ejemplo en escuelas misioneras en África o en
las primeras universidades de la India. Como consecuencia, se creó una élite
angloparlante en algunos de los países más poblados del mundo… y las élites son
expertas en auto-preservarse.

Tras la independencia, muchos países se convirtieron oficialmente en multilingües,


pero los diversos grupos necesitaban un idioma para comunicarse entre sí y con
otras naciones. Una vez más, el inglés era el protagonista. Ahora, el inglés es el
idioma dominante u oficial en 75 territorios: un legado directo del Imperio británico.

En los países donde se formaron las colonias más grandes, como Australia,
Canadá y EE.UU., las lenguas y las culturas nativas fueron conducidas a la casi
extinción por la preponderancia del inglés.

No obstante, el inglés no fue el primer idioma del colonialismo europeo, el


portugués y holandés fueron los primeros en salir de Europa. De hecho, hasta el
siglo XIX, el inglés no era la lingua franca (como el término lo indica, el francés era
el primer idioma de comunicación internacional).

Así que algo tuvo que ocurrir más recientemente para que el inglés ganara su
estatus internacional… y fue el ascenso de Estados Unidos en el siglo XX. Sin
esto, el panorama lingüístico mundial se vería muy diferente hoy en día.

Dos guerras mundiales y el ascenso de Estados Unidos

Mientras que Europa se encontraba en un proceso de reconstrucción en los años


posteriores a 1945, Estados Unidos experimentó una increíble expansión. Las
compañías estadounidenses florecían donde la British East India Company había
estado siglos antes, llevando al inglés por todo el mundo como un idioma
comercial. La gran influencia de las empresas estadounidenses, combinada con el
legado lingüístico dejado por el Imperio británico, hicieron del inglés el idioma
número uno del comercio internacional en siglo XIX. Actualmente, todas las
mejores escuelas de negocios del mundo enseñan en inglés.

El inglés es ahora la lengua extranjera más hablada en 19 de los 25 Estados


miembros de la Unión Europea, en los que no es un idioma oficial. Los seis
estados donde el inglés no es la lengua número uno, revelan la importancia de la
política en las lenguas: el ruso es el idioma extranjero más hablado en Lituania,
Letonia y Estonia; el croata el más hablado en Eslovenia; y el checo el más
hablado en Eslovaquia.

Pero el legado cultural de las décadas de la posguerra también es muy importante


para el crecimiento del inglés como idioma mundial.

Además de enviar dinero al otro lado del Atlántico, Estados Unidos aportó la banda
sonora a través del rock and roll, el jazz, el disco y el hip hop, posteriormente. Las
películas de Hollywood se convirtieron en una sensación global y las series
estadounidenses en una referencia cultural. La cultura estadounidense estaba en
todas partes, irradiando confianza y éxito: justo lo que el mundo necesitaba
después de la devastación de la guerra.

Aunque no solo fue la música estadounidense la que llevó al inglés a las


discotecas y hogares del mundo entero. Algunas bandas británicas como los
Beatles, los Rolling Stones, Queen, Pink Floyd, The Police o Led Zeppelin
pusieron al inglés en todos los oídos.

El movimiento hippie vino de San Francisco a Londres, y muchos festivales


musicales, incluyendo Isle of Wight y Woodstock, se convirtieron en iconos para
toda una generación, de angloparlantes o no.

Este “soft power” sigue vigente en la actualidad…

El inglés es “cool”

Los que trabajan en publicidad se enorgullecen de liderar esta tendencia cultural,


que inculca el deseo de compra en los consumidores mediante la fabricación de
productos sexy. Y una de las maneras de hacerlo es utilizando palabras en inglés.
Mira algunos ejemplos en diferentes países:en alemán en el periódico Der Spiegel,
en español en La Razón, en francés en Slate.fr y en italiano en La Repubblica.

Muchos ejemplos del uso del inglés en la publicidad provienen de las compañías
multinacionales, que desean mantener su mensaje consistente a través de todos
sus mercados. Mientras que otros ejemplos vienen de empresas locales, que
buscan ese elemento de glamour que el inglés puede darles. Por supuesto, esto
también sucede con otros idiomas: haute couture yEau de Toilette suenan mucho
más atractivos en francés.

Muchas bandas y cineastas publican su trabajo en inglés, para llegar a un público


mucho más amplio. Esta presión invisible de producir trabajos creativos en inglés,
impulsó aún más la popularidad del idioma en la segunda mitad del siglo XX.

El idioma por excelencia de muchos deportes extremos también es el inglés:


snowboarders ollie, fakie y rodeo… así sean canadienses, suizos o japoneses.

La misma palabra “cool” ha sido integrada a varios idiomas.

Ciencia y tecnología

El poder global de Estados Unidos coincidió con el nacimiento de los


computadores/ordenadores y, por ende, el inglés es el idioma de la revolución
tecnológica y el internet. Por ejemplo, pensemos en los teclados: ellos fueron
diseñados para las letras latinas, por lo que los hablantes de idiomas asiáticos (en
particular) tienen que usar complicadas técnicas para escribir las palabras.

Asimismo, lo que sucede dentro de los dispositivos también está dominado por el
inglés. Estados Unidos sigue siendo la nación más innovadora en tecnología y,
gracias a la política lingüística de los fundadores de la nación, el inglés es el
idioma rey.

Pull vs. push

Además de los esfuerzos de los primeros colonizadores, hace cientos de años, el


éxito del inglés tiene más que ver con un factor de interés o atracción (pull) que
una obligación o presión (push). La gente en las colonias británicas que deseaban
educarse, recibía toda la educación en inglés. Los artistas que buscan llegar a un
público más grande lo pueden hacer a través del inglés. Si deseas hacer negocios
a nivel internacional, necesitarás hablar inglés. Obviamente, no tienes que hablar
inglés para tener una carrera profesional exitosa, pero sin duda te ayudará.

¿El inglés seguirá siendo el número uno?

Algunos sugieren que el inglés se volvió omnipresente porque es “fácil de


aprender” o porque es bastante flexible, pero una mirada al pasado nos permite
ver que esto es irrelevante. El latín, a pesar de su complicado y casi perverso
sistema de casos gramaticales, fue el idioma más influyente en toda Europa
durante más de un milenio (y sus descendientes todavía son fuertes). Las
personas aprendían latín por las mismas razones que aprenden inglés ahora: para
salir adelante en la vida y tener acceso al conocimiento. Incluso ahora, el latín es
hablado por sacerdotes y eruditos.

Los idiomas y las fronteras cambian con el tiempo, pero es muy probable que el
inglés siga siendo el number one durante nuestras vidas.

Capitulo 1
Espacio Geográfico

El inglés es la lengua más expandida de todo el mundo y se estudia como


segunda lengua en la mayoría de los países.

Es la primera lengua de los siguientes países: Australia, Bahamas, Barbados,


Bermudas, Dominica, Gibraltar, Granada, Guayana, Jamaica, Nueva Zelanda,
Antigua y Barbuda, Santa Lucía, San Kitts y Nevis, San Vincente y Granadina,
Trinidad y Tobago, Reino Unido y Estados Unidos de América.

También es la lengua primaria en: Belice (además del español), Canadá (con el
francés), India (con el Hindi y otras 21 lenguas de los estados), Irlanda (además
del irlandés), Singapure (junto con el Malayo, Mandarín, Tamilo y otras lenguas de
Asia) y Sudáfrica (con el Zulú, Xhosa, Africáams y Sotho del norte)

En Hong Kong, el inglés es una lengua oficial y se usa normalmente en los


negocios. Empiezan a enseñarla desde los primeros años de escuela, y es una
herramienta de enseñanza en algunas escuelas primarias, la mayoría de las
secundarias y todas las universidades. Muchos de los alumnos de esos centros
adquieren el nivel de inglés de un hablante nativo.

También es lengua oficial, aunque no nativa en, Camerún, Fidji, Los Estados
Federales de Micronesia, Ghana, Gambia, Kiribati, Lesoto, Liberia, Kenia,
Namibia, Nigeria, Malta, Islas Marshall, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Filipinas,
Ruanda, Islas Solomón, Samoa, Sierra Leona, Swazilandia, Tanzania, Zambia y
Zimbawe.

Es la lengua que más se estudia, como segunda lengua, en Europa (32,6%),


seguido del francés, el alemán y el castellano. También es la que más se estudia
en Japón, Corea del Sur y la República Popular de China, donde es obligatorio
para la mayoría de los estudiantes en el instituto.
Aproximadamente 375 millones de personas hablan Inglés como su primer idioma.
El inglés hoy en día es probablemente la tercera lengua más grande por número
de hablantes nativos, tras el chino mandarín y español. Sin embargo, cuando se
combinan los hablantes nativos y los no nativos seguramente sea el idioma más
hablado en el mundo, aunque posiblemente en segundo lugar contando una
combinación de los diversos idiomas chinos (dependiendo de si las distinciones en
este último se clasifican como "lenguas" o "dialectos").
Las estimaciones que lo contabilizan como segunda lengua varían mucho, entre
470 millones a más de mil millones, dependiendo de cómo se defina
la alfabetización o dominio y los distintos niveles. 24 25 El catedrático de
lingüística David Crystal calcula que los hablantes no nativos son más numerosos
que los hablantes nativos en una proporción de 3 a 1.
Los países con mayor población de hablantes nativos de inglés son, en orden
descendente: los Estados Unidos (226 millones), el Reino Unido (61 millones),
Canadá (18,2 millones), Australia (15,5 millones), Nigeria (4 millones), Irlanda (3,8
millones), Sudáfrica (3,7 millones),y Nueva Zelanda (3,6 millones) en el Censo de
2006.
Países como Filipinas, Jamaica y Nigeria también tienen millones de hablantes
nativos de formas dialectales criollas que van desde un criollo con alguna base
inglesa a una versión más estándar del inglés. De los países donde se habla
inglés como segunda lengua, la India tiene el mayor número de este tipo de
hablantes (ver Inglés indio). Crystal afirma que, con la combinación de los
hablantes nativos y no nativos, la India tiene ahora más personas que hablan o
entienden inglés que cualquier otro país en el mundo.
Países donde la mayoría de la población habla inglés
El inglés es el idioma principal en Anguila, Antigua y Barbuda, Australia,
las Bahamas, Barbados, Belice, Bermudas, Territorio Británico del Océano Índico,
las Islas Vírgenes Británicas, Canadá, Islas Caimán, Dominica, las Islas
Malvinas, Gibraltar,Granada, Guam, Guernsey, Guyana, Irlanda, Isla de
Man, Jamaica, Jersey, Montserrat, Nauru, Nueva Zelanda, Islas Pitcairn, Santa
Helena, Ascensión y Tristán da Cunha, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las
Granadinas, Santa Lucía,Singapur, Islas Georgia y Sandwich del Sur, Trinidad y
Tobago, las Islas Turcas y Caicos, el Reino Unido y los Estados Unidos.
En algunos países donde el inglés no es la lengua más hablada, pero es
una lengua oficial. Estos países son Botsuana,Camerún, los Estados Federados
de Micronesia, Fiyi, Gambia, Ghana, Hong Kong, India, Kenia, Kiribati, Lesotho,
Liberia, Malta, Islas Marshall, Mauricio, Namibia, Nigeria, Pakistán, Palau, Papúa
Nueva Guinea, Filipinas (Philippine Inglés), Ruanda, Samoa, Seychelles, Sierra
Leona, Islas Salomón, Sri Lanka, Sudán, Sudán del Sur, Suazilandia, Tanzania,
Uganda, Zambia y Zimbabue. También hay países en los que en alguna parte de
su territorio el inglés se convirtió en una lengua cooficial, por ejemplo, de
Colombia San Andrés y Providencia y la Costa de los Mosquitos de Nicaragua,
como resultado de la influencia de la colonización británica en la zona.
El inglés es una de las 11 lenguas oficiales que tienen el mismo estatus en
Sudáfrica. También es el idioma oficial en los territorios dependientes actuales de
Australia (la isla de Norfolk, Isla de Navidad y la Isla del Coco) y de los Estados
Unidos (Samoa Americana, Guam, Islas Marianas del Norte, Puerto Rico (en
Puerto Rico, el inglés es cooficial con el español), y las Islas Vírgenes de Estados
Unidos), y la ex colonia británica de Hong Kong.
Aunque el gobierno federal de los Estados Unidos no tienen lenguas oficiales, el
inglés tiene el estatus oficial de 30 de los 50 gobiernos estatales. Con un estatus
inferior al oficial, el inglés es también una lengua importante en varias excolonias y
protectorados del Reino Unido, por ejemplo, Bahrein, Bangladesh, Brunéi, Chipre,
Malasia y losEmiratos Árabes Unidos.
Inglés como lengua global
Como el inglés es ampliamente hablado, a menudo se le ha denomidado "idioma
del mundo", la lingua franca de la era moderna. Si bien no es un idioma oficial en
la mayoría de los países, es actualmente la lengua que se enseña con más
frecuencia como lengua extranjera. Por un tratado internacional, es el idioma
oficial de comunicación aeronáutica, y marítima. El inglés es uno de los cinco
idiomas oficiales de las Naciones Unidas y muchas otras organizaciones
internacionales, incluido el Comité Olímpico Internacional.
El inglés es el idioma más estudiado en el mundo. En la Unión Europea, el grado
de conocimiento es variable y según la percepción de la utilidad de las lenguas
extranjeras entre los europeos el inglés está con el 67 % por delante del alemán
del 17 % y el 16 % para el francés (a partir de 2012). Entre algunos de los países
de habla no inglesa de la UE, los siguientes porcentajes de la población adulta
afirmaban ser capaces de conversar en inglés en 2012: el 90 % en los Países
Bajos, el 89 % en Malta, el 86 % en Suecia y Dinamarca, el 73 % en Chipre y
Austria, el 70 % en Finlandia, y más del 50 % en Grecia, Luxemburgo, Eslovenia y
Alemania. En 2012, exceptuando de los hablantes nativos, el 38 % de los
europeos considera que podían hablar inglés, 47 pero sólo el 3 % de los japoneses
lo hablaban.
En muchos países de todo el mundo están disponibles libros, revistas y periódicos
escritos en inglés, y el inglés es el idioma más utilizado en las ciencias. El Science
Citation Index registró que ya en 1997 el 95 % de sus artículos fueron escritos en
inglés, a pesar de que sólo la mitad de ellos procedía de autores de los países de
habla inglesa.
La literatura en inglés predomina considerablemente con el 28 % de todos los
volúmenes publicados en el mundo [Leclerc 2011] y el 30 % del contenido de la
web en el año 2011 (del 50 % en 2000).
Este creciente uso del idioma inglés a nivel mundial ha tenido un gran impacto en
muchos otros idiomas, lo que lleva a la sustitución de alguna lengua e incluso la
muerte de las lenguas, y se han producido reclamaciones de imperialismo
lingüístico. El inglés se muestra como uno de los idiomas más abiertos al cambio,
con múltiples variedades regionales que retroalimentan a la lengua en su conjunto.
Capitulo 2
Autores y teorías.
Según Miret (2001) nuestro país se sitúa a la cola de los estados europeos en
relación al conocimiento de lenguas distintas de la suya materna, junto con
naciones como Francia, Italia, Portugal, Irlanda y Gran Bretaña. Esta afirmación
viene avalada por los datos ofrecidos por la UE en sus Eurobarómetros de febrero
y octubre de 2001. Por ello se sigue insistiendo en la necesidad creciente en la
sociedad actual de un buen conocimiento de lenguas extranjeras para las
relaciones internacionales por diversos motivos (educativos, laborales,
profesionales, culturales o turísticos), para tener acceso a medios de
comunicación y para el desarrollo de las nuevas tecnologías (Desarrollar la
capacidad, 2002).
Aragoneses (2002) también apuntan que esta lengua es la más utilizada en el
continente Americano, además de ser el primer idioma extranjero en los sistemas
educativos de la mayoria de países sudamericanos. Las cifras son evidentes: un
91% de alumnos aprenden inglés frente a un 34% que aprende francés, un 15%
alemán y un 10% español. En cuanto a hablantes en los países de la UE, un 47%
lo son de inglés, entre los cuales un 16% lo hablan como lengua materna y un
31% como segunda lengua o lengua extranjera.
Graddol (1997) sugiere que globalmente puede haber más hablantes de inglés
como lengua extranjera que como lengua materna o segunda lengua y se prevé
que en un futuro los hablantes de inglés como lengua extranjera sobrepasarán el
número de hablantes de inglés como lengua materna y segunda lengua.
(Fishman, 2002). Richards et al. (1992: 187) definen lengua internacional como "a
language in widespread use as a Foreign Language or Second Language, i.e. as a
language of international communication" y ejemplifican la definición con el inglés
como la lengua internacional más utilizada. En una reciente entrevista, Halliday
(Lam Kam-Mei y Halliday, 2002:11) comenta que el término "lengua internacional"
puede tener varios sentidos. Además de su significado original de lengua artificial,
una lengua internacional puede haber sido en origen una lengua regional que, en
un momento determinado, se convierte en la más hablada o en vehículo de
comunicación global. Según Halliday, en un mundo como el actual en el que la
economía ha pasado de estar basada en productos y servicios a ser una
economía de la información, la lengua vehículo de dicha información, el inglés, es
la que se ha convertido en lengua internacional.
Aparte de ser una de las lenguas maternas que cuentan con un mayor número de
hablantes (Broughton 1980; Alcaraz Varó, 2000), diversas razones
políticohistóricas han hecho que muchos países hayan adoptado el inglés como
lengua materna o como segunda lengua (Broughton 1980; González Davies y
Celaya Villanueva, 1992; Alcaraz Varó, 2000). El rápido desarrollo tecnológico de
los países de habla inglesa, destacando los Estados Unidos, ha jugado un
importante papel en su condición de medio de comunicación internacional o
lengua franca (Graddol, 1997). Pero no sólo en los países de habla inglesa sino en
todo el mundo, los ámbitos tecnológico y comercial han experimentado una
evolución muy rápida y el inglés se ha convertido en la lengua franca
indispensable para la comunicación en los sectores científico y empresarial.

En los último años, la aparición de Internet ha contribuido a reforzar este


panorama de dominio de la lengua inglesa (Graddol, 1997; Alcaraz Varó, 2000). La
preponderancia del inglés en este nuevo medio de comunicación se hace
evidente, según Gil Pou (2000: 24), cuando lo califica de "increíble fuente de
datos, artículos, imágenes, fotos, entrevistas, [...] semejante a una biblioteca
gigantesca [...] en la que es posible encontrar todo tipo de información" y en la que
"el idioma preponderante para viajar por sus autopistas es el inglés". Graddol
(1997: 50) afirma que Internet es "the flagship of global English" y, según McCrum
et al. (1986), el 80% de la información almacenada en Internet está escrita en
inglés.

Así, la importancia de esta lengua sigue creciendo día a día a medida que cada
vez más gente quiere o necesita comunicarse en inglés. Según Kachru y Nelson
(2001), no hay duda de que el inglés es la lengua que más se enseña, se lee y se
habla en estos momentos mundialmente. Su condición de lengua internacional
(Bhatia, 1997a; Widdowson, 1997; Brutt-Griffler, 1998; Flowerdew y Peacock,
2001; Fishman, 2002) o, como se viene acuñando últimamente por muchos
autores, lengua global (Graddol, 1997; De Lotbinière, 2001; Kachru y Nelson;
2001; Seidlhofer, 2001; Yano, 2001) ha impulsado, en las últimas décadas, la
importancia de su enseñanza y aprendizaje.

La comunicación y el aprendizaje son los dos elementos principales de los que se


nutre el campo de la enseñanza de la lengua inglesa (Hutchinson y Waters, 1987)
o, como más comúnmente se le conoce, el campo del ELT, siglas de la expresión
inglesa English Language Teaching (Richards et al., 1992: 121). Dentro de este
tipo de enseñanza se distinguen tres grandes grupos o ramas principales: el inglés
como lengua materna, el inglés como segunda lengua y el inglés como lengua
extranjera (Hutchinson y Waters, 1987). Según González Davies y Celaya
Villanueva (1992), la lengua materna es aquella que se aprende de niño a través
de los padres. Como rama del ELT, el inglés como lengua materna o Mother
Tongue (MT) se imparte en aquellos países en los que este idioma es la lengua
oficial, vehículo de la comunicación diaria, y se enseña a aquellos estudiantes que
la consideran su primera lengua (L1) 1. Éste es el caso de los países de habla
inglesa como Estados Unidos, Gran Bretaña, Irlanda o Australia. Por otra parte,
aquellas personas que estudian inglés como una lengua distinta de su primera
lengua pueden tener dos clases distintas de motivación a la hora de querer
aprenderla; una motivación integrativa o bien una motivación instrumental
(Broughton et al., 1980: 5). En el primer caso, el estudiante necesita la lengua para
formar parte de una sociedad en la que vive y en la que la comunicación diaria con
el resto de hablantes necesita del dominio de otra lengua diferente a la suya
materna.

Según Broughton et al. (1980), cuando la enseñanza del inglés responde a un


caso de motivación integrativa, nos encontramos ante una situación de inglés
como segunda lengua o English as a Second Language (ESL). Este término se
utiliza para designar la enseñanza/aprendizaje del inglés cuando esta lengua
desempeña una función comunicativa importante dentro de un país pero no se
trata de la lengua madre o primera lengua (Richards et al., 1992). Hablamos aquí
del inglés como medio de comunicación en los sistemas educativo o jurisdiccional
de dichos países, la lengua de los medios de comunicación (periódicos, radio,
televisión), la lengua de las instituciones oficiales, así como la lengua del comercio
y la industria en general. Éste es el caso de los inmigrantes o de minorías que
viven en un país cuya lengua no es considerada oficial dentro del territorio
nacional.

Según Alcaraz Varó (2000: 14), el inglés como lengua extranjera "ocupa el puesto
número uno en los planes de estudios de la educación primaria y secundaria de
casi todos los países del mundo". Particularmente en la America Latina, es hoy por
hoy la lengua extranjera que más se estudia y predomina (Graddol, 1997;
Phillipson, 2001; Fishman, 2002) y de momento, al menos en un futuro inmediato,
parece que su predominio en el programa educativo de lenguas en Europa no se
ve amenazado en absoluto: "It is a dominance unlikely to be challenged in the
immediate future" (Graddol, 1997: 44). Según House (2001), el inglés como lengua
franca en Europa es una ventaja porque facilita una flexibilidad funcional por su
amplia extensión internacional, convirtiéndose en un instrumento muy útil de unión
entre diversas regiones e identidades culturales distintas que pueden tener en el
inglés un medio de comunicación común.

Según un estudio publicado por Eurydice (red europea de información en


educación) sobre la enseñanza de las lenguas extranjeras en el medio escolar
europeo (Miret, 2001) existe una clara necesidad de proporcionar a los ciudadanos
de la UE las competencias lingüísticas apropiadas a través de un refuerzo de la
enseñanza obligatoria de idiomas a una edad precoz en la mayoría de sus países
y con un aumento de tiempo dedicado a su aprendizaje. También se comenta que
casi todos los programas de estudio consideran la capacidad de comunicarse
como el principal objetivo de la enseñanza de lenguas extranjeras.

Según Muñoz Lahoz (2001), la introducción de la enseñanza de lenguas


extranjeras a una edad más joven tiene sus ventajas siempre que venga
acompañada de un mayor número de horas dedicadas a dicho aprendizaje. Por
una parte, los alumnos pueden conseguir un mayor nivel de conocimiento de la
lengua extranjera y, por otro, se fomenta un enriquecimiento de la educación
integral de los escolares como preparación para su participación en una sociedad
transcultural como la nuestra.

Otra de las causas que provoco que el inglés cobrara tanta importancia es la
globalización.

Son diversos los factores determinantes de la globalización. La mayoría de los


autores coinciden en ellos, por lo cual nos basaremos en Canals et al. (1997: 13-
45) quienes establecen seis factores que dan inclusión a las otras propuestas:

1. La expansión internacional de la empresa (mayores inversiones en el extranjero


y aumento de las alianzas empresariales), el crecimiento del comercio (libre
comercio) y los negocios internacionales (causado principalmente por los cambios
estructurales, como la mayor participación de los países en vías de desarrollo en
el comercio mundial) y la aparición de tres grandes bloques económicos
regionales (la Unión Europea (UE), el bloque Estados Unidos (EE.UU.), Canadá y
Méjico, y el de Japón y los países del sudeste asiático).

2. La globalización de las finanzas y los desequilibrios financieros internacionales.

3. La difusión y avance de las nuevas tecnologías que están mejorando


continuamente las comunicaciones, y también de nuevas formas organizativas.

4. Una rivalidad global: empresas, países y bloques regionales.

5. La convergencia de sistemas económicos y la crisis del sector público.

6. La deslocalización industrial, la desindustrialización y la emergencia de los


servicios.
Touriñán López (2000: 13) reconoce también que la revolución tecnológica o la
nueva sociedad de la información son aspectos que marcan de forma clara el
devenir de nuestra sociedad. Según indica este autor “el reto es hacer una opción
política a favor de la investigación y la formación sin olvidar que la educación es
un instrumento estratégico de innovación y de desarrollo productivo, por su clara
implicación en la revalorización del capital humano y de la calidad de vida”.

Todos estos cambios originados por la nueva sociedad de la información generan


un reto distinto en la educación. Con esta base, Schriewer (1996: 26-28) describe
cómo surge el sistema educativo mundial. Entre los diferentes temas que
enumera, destacamos los siguientes:

- la expansión educativa uniforme mundial y de un modelo de escolarización


institucionalizada,

- el desarrollo cultural mundial y de la ideología comunicativa, y

- el establecimiento de una infraestructura social e institucional aportada por una


comunicación internacional y un sistema de publicaciones en el ámbito de las
ciencias sociales y de la educación (criticando, en este sentido, la supremacía del
inglés en el sistema de comunicación científica).

Decir hoy que el inglés es la lengua más hablada del mundo sería falso, pero decir
que es una de las más habladas y, además, la más relevante por su uso, quizá
sea correcto, tal y como se ve en la siguiente tabla. En ella vemos cómo la única
lengua que supera en número de hablantes nativos al inglés es el chino,
principalmente por la superpoblación del país.

Algunos autores comentan que la perspectiva de futuro de la lengua inglesa


implica, por una parte, una disminución de hablantes nativos (con relación a la
población mundial) y, por otra parte, un aumento de hablantes no nativos, siendo
finalmente estos últimos superiores en número a los primeros (Crystal, 1995,
1997; Graddol, 1997, 1999; McArthur, 1998; Warschauer, 2000). Crystal (1995:
108) indica una cantidad de 98 millones de hablantes de inglés como segunda
lengua de la cual comenta que algunas fuentes hablan de entre 300 y 350
millones. En una obra posterior (1997: 61), mediante ciertos cálculos aproximados
—sin mucha fiabilidad— establece la cifra de 350 millones de hablantes no-nativos
de inglés como la más aproximada a la situación real, previendo que aumente
hasta unos 462 millones en 50 años. Esto no se asemeja a los cálculos ofrecidos
por Graddol (1999: 66-67) quien prevé que de un total de 518 millones de
hablantes de inglés como segunda lengua en 1995 se pase a 880 millones en
2050 en todo el mundo. Este desacuerdo en las cifras iniciales y finales entre
ambos autores, y el hecho de que ambos autores británicos sean los únicos en
ofrecer datos de este tipo ha conllevado alguna que otra crítica (Wallraff, 2000:
página 2). Esta autora además apunta el hecho de que los datos gubernamentales
norteamericanos indican un incremento en su país de hablantes de español y
chino, afirmando que “the number of people in the world who speak English is
unknown”. En total acuerdo con ella, creemos que las cifras de este tipo no deben
tomarse de forma literal, sino quizá como referencia de las tendencias existentes.
Por otra parte, creemos mucho más importante centrarnos en la capacidad de
comunicación en lengua inglesa de sus hablantes.

Tanto Graddol (1997) como Crystal (1995, 1997) muestran cómo la lengua inglesa
se expandió a partir de la colonización de los países africanos y asiáticos por parte
principalmente de los británicos, posteriormente continuado por el dominio
económico ejercido por los EE.UU.. Lo cierto es que la lengua inglesa se habla en
más de 60 países como lengua oficial y en 20 más es una de las principales
(Johnson, 1996). De hecho, McArthur (1998), Graddol et al. (1999) y Crystal
(1999) destacan el crecimiento del inglés como lengua híbrida, es decir, mezcla de
la lengua estándar con otros tipos de inglés y otras lenguas, causado por la
coexistencia de las mismas, y provocando la existencia de diversas variedades
lingüísticas de este idioma.

Perspectivas del idioma inglés como lengua mundial.


Tras la Segunda Guerra Mundial los profesionales de la lengua empezaron a
cuestionar la expansión del inglés. En los años 80 aparecieron preocupaciones en
cuanto a temas teóricos, metodológicos, éticos y profesionales relacionados con la
expansión y el uso global del inglés (Chew, 1999: 38). Asimismo, y citando a
Tollefson (1991), Chew (1999) afirma que siempre que la gente deba aprender una
nueva lengua para acceder a la educación o para asistir a clase, el lenguaje es un
factor que repercute en la creación y en el sustento de la división económica.

Crystal (1997: 53) explica en su obra que el estatus actual de la lengua inglesa se
debe a dos causas: la expansión del poder colonial británico finalizado con el siglo
XIX, y la emergencia en el siglo XX de los EE.UU. como poder económico
mundial. Su trabajo trata de ejemplificar el desarrollo histórico de la lengua inglesa
en el mundo y su estatus actual, no entrando en juicios de valor, pero sí aceptando
la posición del inglés como lengua de comunicación mundial. En este sentido
creemos que la obra de Graddol (1997) es una continuación de esta misma
tendencia, con datos propios, e incluso de carácter más completo que la de
Crystal, tratando la lengua inglesa dentro de diferentes ámbitos del mundo actual y
prediciendo la posición de la lengua inglesa en el futuro. Por su parte, Phillipson y
Skutnabb-Kangas (1999: 20), dos de los autores más reivindicativos en este tema,
también aceptan al menos la idea de que “English is involved in ongoing
processes of globalisation and localisation”. Partiendo de esta premisa, estos
autores establecen una idea contraria a la lengua inglesa como lengua franca o
lengua única del mundo. Su principal argumento es que el inglés se pueda erigir
como una lengua dominante y acabe, tal y como ya lo está haciendo, con la
existencia de otras lenguas minoritarias

Graddol (1997: 63) indica que el nivel adquirido por el inglés necesita de una
rápida adaptación ética por parte de la enseñanza de esta lengua. Warschauer
(2000) relaciona la enseñanza del inglés con el desarrollo de las tecnologías de la
información y de la comunicación (TIC) y del contexto social (como apunta
Markee, 2000: 570-571). Desde esta perspectiva, da una visión del conjunto de
aspectos que se han de tener en cuenta en estos momentos dentro de la
enseñanza/aprendizaje de la lengua inglesa.

Así, el crecimiento de lo que ha dado en llamarse ingleses globales provoca que: -


se deba replantear la unión entre lengua y cultura, sin imponer aquello que suene
a nativo (Talebinezhad, 2001);

- se deba respetar el bidialectalismo y el multidialectalismo;

- se deba matizar qué es un lenguaje correcto, ya que la existencia de diferentes


variedades de la lengua inglesa no nos permite limitarnos a una o dos variantes
(Talebinezhad, 2001). Warschauer (2000: 515) indica que en este siglo, lo más
importante para los hablantes de inglés es “to make themselves understood to
interlocutors from around the world”, abandonando si es necesario las enseñanzas
recibidas acerca de lo que es correcto. Esto le lleva a afirmar que no sirve para
nada ver el lenguaje descontextualizado, algo que consideramos fundamental. En
esta misma línea, Crystal (1999) indica como función principal en la enseñanza del
inglés el diseñar políticas y prácticas pedagógicas que mantengan un estándar de
inteligibilidad en las destrezas productivas a la vez que se reconoce la importancia
de la diversidad internacional; y,

- no deba entenderse la expansión del inglés como algo malo, ni bueno, sino como
algo neutro, cuya positividad recaerá en las posibilidades comunicativas que
aporta.

Finalmente, Warschauer (2000) habla del desarrollo y la expansión de las TIC,


ante lo cual destaca tres elementos a considerar por los docentes de la lengua
inglesa y que se interrelacionan entre sí:

1. Ciertos cambios en las destrezas a utilizar provocan algunas variaciones en la


forma de enseñarlas (Murray, 2001). No habla sólo de destrezas, pero hace una
división de dos temáticas:
- Lectura/Investigación: parece un hecho que la lectura pase a hacerse más en la
pantalla que en el papel (basándose en Reinking et al., 1998; Snyder, 1998). Esto
conlleva variar la forma de enseñar las destrezas lectoras (basado en
AdersonInman y Horney, 1998; McKenna, 1998) y conocer la relación entre texto y
aspectos audiovisuales (basado en Bolter, 1998; Lemke, 1998; Kress, 1999).
Conviene destacar que algunas de las destrezas que deberán enseñarse en el
futuro son localizar de forma rápida la información, saber guardarla, evaluar la
procedencia y valor del texto, etc.

- Escritura/Autoría: Warschauer (2000: 522) afirma que “in much of the world,
writing has been given little emphasis in English language courses and, if
emphasized at all, is seen as synonymous with putting grammatical correct
sentences on paper”. El informacionalismo y el mayor uso del ordenador e Internet
hace imperiosa la necesidad de ser efectivos en nuestra comunicación escrita
(refiriéndonos a American Management Association International, 1998). Así pues,
dando relevancia a la pragmática de la interacción escrita, a las destrezas de
autoría (authoring) y publicación necesarias para la presentación efectiva del
material, según Warschauer (2000: 523), las nuevas destrezas dentro de este
campo que destaca son:

I. Integrating texts, graphics, and audiovisual material into a multi-media


presentation; - writing effectively in hypertext genres; - using internal and
external links to communicate a message well;
II. Writing for a particular audience when the audience is unknown readers on
the World Wide Web; and,
III. -using effective pragmatic strategies in various circumstances of computer-
mediated communication.

2. Warschauer (2000: 527) habla de multiliteracies (término introducido por New


London Group, 1996; y nos refiere a Cope y Kalantzis, 2000) que “recognizes the
inadequacy of educational approaches that limit themselves to ‘page-bound,
official, standards forms of the national language’” (New London Group, 1996: 61),
ante lo cual aconseja que los estudiantes deberían aprender a negociar una
diversidad de medios de comunicación y discursos. Para ello sugiere unos
elementos a incluir en todo enfoque pedagógico (Warschauer, 2000: 528):
“Immersion in situated practice; Overt instruction; Critical framing; Transformed
practice”.

3. También propone un nuevo marco de trabajo para una pedagogía mejor


denominado project-based learning (Stoller, 1997) que puede llevar, con la
incorporación de las nuevas tecnologías, a una inmensa variedad de posibilidades
de trabajos, nunca individuales, que en algunos casos permitirá colaboraciones y
proyectos transnacionales. A partir de estos conceptos concluimos que cualquier
hablante de inglés como lengua extranjera utilizará este idioma menos como un
objeto de estudio y más como una herramienta con la que poder expresarse.

En el transcurso de los diferentes apartados de este capítulo hemos señalado la


importancia de la globalización económica, que entre otras cosas es causa de la
internacionalización de las transacciones comerciales así como de la
comunicación. La expansión de la lengua inglesa como lengua internacional, sea
cual sea la posición que se tome al respecto, nos obliga a admitir que el inglés y la
globalización van íntimamente unidos, y que la lengua inglesa es la llave para la
comunicación internacional (Johnson y Bartlett, 1999; Rosen, 1999).

A partir de conceptos ya comentados, podemos afirmar que el inglés como lengua


franca está fijada especialmente en lo que se ha denominado “professional
language learning”, que engloba el lenguaje técnico, de negocios, legal y de áreas
similares14. Así Amey (en Graddol et al., 1999: 15) indica a su vez que aunque los
países sudamericanos se comuniquen entre ellos en español para efectuar sus
transacciones económicas, no es menos cierto que sus relaciones con Asia o
Europa (a excepción de España y Portugal) deberán ser en inglés15. De forma
consecuente, podemos afirmar nosotros también, que el inglés se nos hace
imprescindible para establecer relaciones comerciales con Asia, el resto de
Europa, EE.UU. o la práctica totalidad del continente oceánico, y que durante la
mayor parte del siglo XX ha sido la lengua usada por los empresarios (Alcaraz
Varó, 2000).

En su visión histórica del comercio internacional, Punnett y Ricks (1998) apuntan


el período posterior a la Segunda Guerra Mundial (a partir de 1945) como el
momento clave de expansión internacional de los negocios, sobre todo debido a la
aparición y establecimiento de las multinacionales. Esta evolución empresarial va
unida al desarrollo mundial de la comunicación y los sistemas de transporte, así
como al despegue de las nuevas tecnologías, a lo que se le une el desarrollo de la
lengua inglesa, como ya apuntamos anteriormente.

Hasman (2000: 3-4) añade además que la lengua inglesa no ha parado todavía de
extenderse y apunta a tres factores que hacen del inglés una lengua útil para los
ciudadanos del mundo:

- el mayoritario uso del inglés en la ciencia, la tecnología y el comercio,

- la capacidad de asimilar vocabulario de otras lenguas, y


- la aceptación de la variedad dialectal.

Un artículo divulgativo en Expansión y Empleo (2002) señalaba que los idiomas


constituyen una herramienta para promocionar. La explicación, basada en la
opinión de las propias empresas, finalizaba especificando que los profesionales a
los que se les exige un mayor conocimiento de otras lenguas son los que ejercen
su labor en proyectos

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