que en la misma tierra de España. cir que, para el logro de tal empresa, Mas también aquí ha sido predicado Colombia ocupará siempre un decisivo el retorno del ejemplar hidalgo. Cuan lugar de vanguardia; Colombia, que por do Guillermo Valencia recababa para obra de su gran poeta supo expresar el Colombia e Hispanoamérica la constante sentido del sacrificio quijotesco; que el residencia de nuestro y vuestro Don claro fanal de la conciencia haga lumi Quijote, Miguel de Unamuno, Santiago noso y propicio el sino. Ramón y Cajal, Ramiro de Maeztu, José Por esto, a la hora de expresar mi Ortega y Gasset y, con su sueño de espa gratitud, voy a ser tan ambicioso que la ñol, el propio Menéndez Pelayo, ¿qué trocaré en petición. Pediré a Colombia hacían, sino proclamar otra vez para Es que siga fiel a sí misma y, por tanto, a paña, como imperativo de una hora to la palabra y al espíritu del cual la pa davía no conclusa, la vigencia de una labra es forma; de tal modo, que, si en existencia quijotesca? A uno y otro lado algún momento tuviese que optar, pre del mar, el llamamiento ha tenido ac firiese siempre “el claro fanal de la con tualidad y eficacia simultáneas. ¿Es po ciencia”, una conciencia fina, hermosa y. sible que eea actualidad y esa eficacia dialécticamente expresada. Esto es lo que trasciendan de las almas a la historia vemos en Colombia, esto lo que de ella real? El embajador de Colombia nos re queremos. Y si por añadidura tiene lo cordaba hace poco el memorial de aquel demás, el cafetal opulento, la mina fe arzobispo que, frente a la demasía de cunda, la empresa siderúrgica y la ener los retóricos, exponía al rey la necesidad gía bien represada, miel sobre hojuelas. de explotar las minas, encauzar las Eso esperamos de la colaboración entre aguas y cultivar las tierras. ¿Será posi Colombia y España, como tan noble y ble, aquí y allí, conjugar de un modo levantadamente acaba de proclamar Gil eficaz la servidumbre a la existencia berto Alzate Avendaño. Así deseábaos quijotesca y el cumplimiento actual de ver siempre a Colombia, allá lejos, “con aquello que el buen arzobispo propo su espuma y su piedra, dulcemente cur nía? El tiempo y nuestras ohras lo irán vada sobre el hombro de América”.
DON ANDRES BELLO Y EL CODIGO CIVIL CHILENO
(Disertación del ministro-consejero de ción del Centenario del Código Civil
la Embajada de Chile, señor Luis Artea Chileno. Especialmente agradezco a los ga Barros, en el Instituto de Cultura dignos representantes de ambas insti Hispánica, con motivo del Centenario del tuciones, señores José Luis Messía y Código civil chileno.) Alfonso García Valdecasas, las amables expresiones que acabam os de escu ( versión extractada) charles. Por mi parte, he deseado contribuir, Excmos. señores embajadores: en mi doble calidad de ministro-conse Señoras y señores: jero de la Embajada de Chile y de abo Deseo, en primer término, agradecer gado. chileno, a esta conmemoración del al Instituto de Cultura Hispánica y a la Centenario del Código, en el cual apren Facultad de Derecho de la Universidad dí en las aulas universitarias las impor de Madrid la valiosa cooperación que tantes disciplinas del Derecho civil; y en han prestado a la Embajada de Chile y cuya diaria aplicación, durante veinte a la Asociación de Estudiantes Chilenos años de ejercicio de la profesión de residentes en Madrid, pata la celebra abogado, pude apreciar sus grandes cua- Iidades de ley bien eslndiada y bien re Pronto llegó a ser el hombre de con dactada. fianza del gobernador Vasconcelos, lo He estimado que la mejor manera de grando imponerse en sus mayores deta unirme a este homenaje es la de recor lles del manejo de la cosa pública. A la dar ante vosotros, con respeto y con ca muerte de Vasconcelos conquista igual riño, la personalidad extraordinaria del confianza del nuevo gobernador, don verdadero autor del Código, el distin Juan de Casas. guido venezolano don Andrés Bello. Avanzado ya el año 1808 llegan a Ca racas noticias del tumulto de Aranjuez; pero si bien la caída del favorito del I rey no produjo conmoción en la ciu dad, la produjeron, y muy grande, las Nació Bello en Caracas, el día 30 de noticias que habían de llegar posterior noviembre de 1780, cuando el mundo oc mente: también caía el rey y subía al cidental se conmovía con las nuevas ideas trono el príncipe de Asturias con el filosóficas, políticas y sociales, cuya pri nombre de Fernando VII. mera repercusión en América había de A principios de julio, Casas recibe un ser la independencia de los Estados Uni ejemplar del diario inglés The Times, dos, y en Europa la Revolución fran cuya traducción encarga a Bello. ¡Cuál cesa. sería la sorpresa de éste al, leer en el Los primeros profesores de Bello fue ron frailes y uno que otro profesor se referido periódico que Fernando VII ya glar, que desde muy joven lo iniciaron no reinaba, pues había sido reempla en las disciplinas del latín, de la filoso zado por José Bonaparte, que la familia fía, de las matemáticas, de la literatura real estaba prisionera y que las tropas y de otras ramas del saber humano. francesas ocupaban la Península! Tuvo profesores de francés, pero el in Días más tarde llega a Caracas un en glés lo empezó a aprender solo, ayu viado francés, que entrega a Casas plie dado de un diccionario y de una gramá gos oficiales, que Bello traduce, por los que se le hace saber la ascensión al tica, impulsado del deseo de leer cier trono de España del hermano de Na tas obras filosóficas inglesas. poleón. Es curioso que ese hombre tan estu dioso no llegara a graduarse en ninguna Casas, anonadado, constata que él nada puede hacer. Carece de fuerzas para profesión. Empezó a estudiar Derecho, ayudar a su rey frente al amo de para llegar a ser jurisconsulto, como su Europa. padre, don Bartolomé Bello, pero aban donó pronto esos estudios en los que Pero si la autoridad española nada llegaría a ser maestro. hace por el momento, el pueblo de Ca La explicación del abandono de tales racas, al igual que el de otras ciudades estudios podría estar, o bien en que es americanas, sí que hizo algo al conocer timó deficientes los medios en que los las dificultades de la Metrópoli. realizaba, o bien en la necesidad de em El cabildo de Caracas, como el de pezar desde muy joven a procurarse los Buenos Aires, de Santiago de Chile y medios de subsistir, que tal vez empe de otras ciudades, era un. reducto de la zaron a escasear en su familia al falleci oligarquía criolla, que alimentaba ya miento de su padre, circunstancia que lo sentimientos libertadores. Con astucia obligó a ayudar a su madre, doña Anto acuerda el cabildo resistir la- designa nia López, que vivió largos años, y a la ción del rey intruso y jura fidelidad cual profesó siempre un gran cariño. a Femando VII. El acuerdo produjo En tertulias literarias conoció a su júbilo y agitación en el pueblo. En res compatriota, algo más joven que él, don guardo de su vida el enviado francés Simón Bolívar, y, entre otros hombres abandona Caracas y por curiosa coinci destacados de Caracas, a don Luis Usta- dencia. se cruza en el camino a la Guai riz, mediante cuya influencia, aunque ra con un enviado inglés que trac la previo concurso, obtuvo en 1802 ser nom nueva de que España organiza la resis brado oficial de Secretaría de la Gober tencia. nación de Venezuela. He querido recordar estos hechos y los que les siguieron no sólo por su ciudad en la cual, cumplida la difícil gran interés, sino que también por la misión diplomática, se dedica al estudio, influencia que habían de tener en la al trabajo y a la lectura. vida, en el ánimo y .en las ideas del Perfecciona sus conocimientos de in joven criollo que sirve a la Corona de glés, aprende el griego, el italiano y el España como secretario del gobernador, portugués. Lee y traduce clásicos latinos pero que es también amigo y admi· y griegos, estudia filosofía, derecho, y rador de los inspiradores y futuros rea ¡cosa curiosa!, en el centro mismo del lizadores de la independencia de Vene mundo de habla inglesa sigue con mayor zuela. Miranda, el precursor, se halla entusiasmo sus estudios e investigacio ba a la sazón deportado. Bolívar y sus nes sobre la gramática castellana, que amigos conspiraban. El plan de éstos habían de darle tan justificada fama. En era formar una Junta que se había colaboración con otros americanos edita constituido en España, que “sirviese de algunas publicaciones, como el Reper medio para cortar toda dependencia torio Americano y la Biblioteca Ame con la Metrópoli”. ricana. En 1809 asume el mando de Venezuela Aquéllos habían de ser los años de un nuevo gobernador, don Vicente de prueba del futuro maestro. Las tropas Emparán, cuya primera actuación públi éspañolas han reconquistado Caracas, ca es la de celebrar el triunfo de Bailén, ha dejado de existir el Gobierno que lo que marca el principio del fin para el había enviado a Londres, y por lo mis efímero régimen de José Bonaparte, que mo él ha dejado de percibir el sueldo tan pronto había de convencerse que no del cual depende. Bolívar ha regresado era fácil ceñir sobre las sienes la pres a América para intervenir en las gue tigiosa Corona de España. rras de su independencia. Bello y Ló Pero, a pesar de ese triunfo de la re pez Méndez deben afrontar una difícil sistencia española, continúan en la Pen situación. Mientras este último, agota ínsula las dificultades, alentándose con dos sus recursos, es llevado a la cárcel ello las iniciativas en pro de la emanci por deudas, Bello trabaja intensamente, pación. logrando sobreponerse a las dificulta Y llegamos así al año 1810. Se orga des. Hace clases, traducciones y otros niza en Caracas un complot revoluciona trabajos, con los -cuales gana el susten rio, que es desbaratado por las autori to propio y el del hogar que ha formado dades españolas, ordenándose algunas con la dama inglesa doña Ana María detenciones. Años más .tarde, una voz in Boyland, de quien había de tener pron teresada en denigrar a Bello lo calum to dos hijos. Fallecida prematuramen niará, mostrándolo como culpable del te su esposa, vuelve a casar con doña fracaso de ese complot y como traidor Isabel Dunn, de quien ha de tener nu a la causa de la independencia y a sus merosa descendencia. amigos. Pero se comprobará la injusti cia de esa acusación. Así, entre estudios y trabajos, penas En todo caso, es la mejor defensa de y alegrías, vive Bello dieciocho años en Bello el hecho de que la Junta inde- Europa; años en extremo interesantes de pediente que se constituyó el 18 de abril la historia y muy bien aprovechados por de ese año, no sólo confirmó a Bello en él, que allá llegó a ser maestro, filósofo, su cargo en la Secretaría de la Gober intemacionalista, erudito, y periodista. nación, sino que, aún más; en julio del En Europa pudo ver de cerca la glo mismo año lo envía a Londres, junto con ria y el ocaso de Napoleón, sus intermi Bolívar y López Méndez, a gestionar nables guerras, el bloqueo de' Inglaterra, el-reconocimiento y a pedir ayuda para el Cçngreso de Viena, la restauración de el nuevo régimen. las monarquías de Francia y de España ÿ, desde lejos, la independencia logra II da en América, pero seguida de disen· ciones, dictaduras y luchas sangrientas. En esa forma se inicia para Bello la En Londres, después de numerosas vi segunda etapa de su vida: la de su lar cisitudes, que sería largo describir* en ga y fructífera permanencia en Londres, tró en contacto con la Legación de Chile, que estuvo primero a cargo de hielo la Antártida, el continente del fu Irisarri y después de Mariano Egaña. turo. A ambos debe Chile la suerte inmen Ese extenso y variado país se encuen sa, diré providencial, de haber adqui tra poblado por una raza homogénea en rido a ese maestro incomparable que la que predomina la sangre española. En fué Bello. En efecto, el primero pro efecto., la raza aborigen era escasa a la puso al Gobierno su contratación, y el llegada de los españoles, y la inmigra segundo logró convencerlo de la venta ción de otras nacionalidades europeas ha ja de aceptar la proposición chilena y sido muy pequeña en comparación a la contratarlo para desempeñar el cargo que llegó a nuestras playas desdo esta de oficial mayor del Ministerio de Re tierra a, la que, con razón, llaniamos laciones Exteriores. . la Madre Patria. Junto con su sangre nos Sin duda, influyeron en el ánimo de legó su lengua y su fe cristiana. Bello diversas consideraciones para de A poco de su arribo a Chile presencia cidirlo a viajar a Chile en lugar de re Bello la última escena de las luchas par gresar a su patria o de dirigirse a otro tidistas que ensangrentaron nuestro sue país. Es probable que influyeran a la lo a raíz de la emancipación. Derrotada inestabilidad política que imperaba en en Lircay la fracción pipióla, antecesora Venezuela y, quizá, cierta enemistad del partido liberal, asume con mano fir con sus antiguos amigos. me el poder de la República la fracción Pero todo ello entra en el campo de pelucona, antecesora del partido conser las suposiciones. Lo cierto y positivo es vador. Bajo la sabia y enérgica inspira que influyó en forma determinante el ción del gran ministro Portóles se trans atractivo de Chile. Desde lejos, esa na forma la pobre y apartada Colonia del ciente República, que en sus albores no Reino de Chile en una de las más pro había escapado a la suerte de sus her gresistas Repúblicas hispanoamericanas. manas, de ver ensangrentado su suelo Cuatro decenios son, propiamente, los con disensiones, fué divisada como la que dura ese esfuerzo en el cual colabo que mayores pruebas de estabilidad po ra intensamente don Andrés Bello. día ofrecer, como la que un mejor La primera y más urgente tarea es la campo podía prestar a las ansias de de dotar a la República de una nueva estudio y de realización del eminente Constitución política, pues las anteriores, venezolano. Allá se dirigió, pues, el de vida efímera, han demostrado ser in maestro. eficaces frente.a las necesidades del mo mento. Es necesario reforzar la legítima III autoridad del Gobierno. Bello, extranjero todavía y cuidadoso A fines de julio de 1829 llega Bello de no intervenir en las luchas partidis a Chile, aquel pintoresco y apartado tas, no actúa en el primer plano;' no rincón del mundo hispánico, que extien figura entre los miembros de la Comi de su territorio a lo largo de Los Andes, sión redactora de la nueva ley funda a cuyas cimas parece agarrarse para no mental. Pero al través de su amistad caer a ese mar inmenso y azul que de de toda la vida con don Mariano Ega Pacífico tiene tan sólo el nombre. En ña, su principal redactor, con el presi el Norte, áridos y extensos desiertos, es dente Prieto y con el ministro Portales, casamente poblados, pero activos produc Bello coopera activa y eficazmente, apor tores de riqueza; en el centro, un largo, tando ideas y aun cooperando en la y fértil valle que produce en abundan misma redacción de la Constitución que cia y de buena calidad cuanto pueda ha de ser promulgada el año 1833. Ella esperarse de la tierra; en el Sur, inmen ha de regir los destinos de Chile doran sos y valiosos bosques, extensos campos te más de noventa años. Y aún continúa de cultivo y lagos de maravillosa belle en vigencia si se considera que la llama za. En el extremo austral, frío, y apar da Constitución de 1925 fué promulgada tado, la ovejería y el petróleo son im como reforma de la de 1833. portantes fuentes de recurso. Y más allá, Es para los chilenos motivo de espe envuelta en el misterio de su manto de cial orgullo el recordar la gran estabili dad política que proporcionó a nuestra “Si al estallar cada uno de esos cam Patria aquel Código fundamental. Nin bios de Gobierno hubiesen de examinar gún país hispánico ni latino puede, como se los títulos del nuevo Gobierno, para Chile, exhibir un hecho histórico seme mantener o interrumpir nuestra amistad jante: poventa años de vigencia de una y comercio con el país que les obedece, misma y respetada Constitución política. y si mientras recae en él la sanción del tiempo debiese sometérsele a un entre dicho en sus comunicaciones diplomá IV ticas tan necesarias para el cultivo de esa amistad y comercio, para la protec Múltiples, como era su personalidad, ción de los intereses privados, nunca fueron las tareas de Bello en su Patria más expuestos a peligros que en épocas de adopción, que pronto había de con de conmociones civiles, es excusado de ferirle el honor de la nacionalidad otor cir los inconvenientes que esa conducta gada por gracia. Fué así como Bello, traería consigo.” nacido en Caracas, vino a ser un verda dero chileno y a ocupar importantes car La Cancillería chilena proclamó, pues, gos públicos, incluyendo el de senador hace más de cien años, ese laudable de la República, cargo que ocupó largos principio, que siempre ha mantenido y años, cooperando en la discusión de im respetado. portantes leyes. Bello prestó, al mismo tiempo que V pertenecía ál Senado, importantes ser vicios al país en diversos ministerios, Bello fué el' fundador y primer rector pero sobre todo en el de Relaciones de la Universidad de Chile, que abrió Exteriores, que tanto le debe. Puede sus puertas el año 1843 y cuyos regla decirse que el manejo de los asuntos mentos redactó con prolijidad, infun importantes de la cancillería chilena diéndole un sello de seriedad y de efi estuvieron en sus manos hasta el tiem ciencia que siempre ha mantenido. po de su muerte, sirviendo sus sabios Al mismo tiempo que desempeña tan dictámenes, como base .de su jurispru variadas e importantes labores, Bello dencia. continúa sus estudios e investigaciones y Decidido partidario de las buenas re escribe, entre otras obras, su famosa laciones entre las nuevas Repúblicas Gramática castellana. Y sigue escribien americanas y la Madre Patria fué el ver do versos, pues su musa jamás lo aban dadero autor del Tratado de Paz y dona aun cuando tiene tan prosaicas de Amistad suscrito entre Chile y Espa preocupaciones. ña el año 1844 y que había de sellar la En Peñalolén, bello rincón montañoso amistad entre ambos pueblos. vecino a Santiago, compone su famosa En su Tratado de Derecho internacio Oración por Todos, inspirada en la de nal, cuya primera edición salió con el Víctor Hugo, ya que no puede decirse nombre de Derecho de gentes—lo que que sea tan sólo una traducción de la muestra la influencia del Derecho ro que compuso el poeta francés. mano—expone Bello modernos y previ sores conceptos acerca de la igualdad jurídica de todos los Estados y. de la no VI intervención en los asuntos internos de otro país. Pero es hora ya de que nos ocupemos Respecto de esta última doctrina po de la que puede considerarse la obra demos leer, en la Memoria del Ministe maestra del insigne estudioso. La que rio de Relaciones Exteriores de Chile, le había de dar merecida fama de sa correspondiente al año 1836, el siguien bio legislador: el proyecto de Código te trozo, que llegó a tener palpitante civil, objeto de la conmemoración que actualidad precisamente cien años más nos reúne. tarde, a propósito de la guerra civil es Estimo que el proyecto del Código pañola: civil es la obra maestra de Bello, por- que es la que un mayor esfuerzo le cierto es que éste inició silenciosamente costó, la que mayor caudal de conoci su labor de reunir y estudiar anteceden mientos requería y la de más duraderos tes y a redactar concienzudamente, como efectos. Un verso mal escrito o un libro él hacía sus cosas, su Proyecto de Códi de escaso valor puede caer en el olvido go civil. Se sabe que en 1835 había con- o ser objeto de acerba crítica, pero un cuido una tercera parte del trabajo y proyecto de Código civil mal concebido que en 1840 estaba él casi concluido, por o mal redactado no habría recibido el lo que se designó en esa fecha una Co honor de ser aprobado y promulgado misión de dos senadores y tres diputados como ley de la República de Chile. De para revisarlo. Las discusiones de la Co la acertada concepción y redacción de misión fueron publicadas y se solicitó y sus artículos" habían de depender el re obtuvo la opinión de hombres entendi conocimiento y la legitimación de hi dos. Juristas, profesores y magistrados jos, la unión de las familias, la esta respondieron al llamado, y muchas de bilidad de los patrimonios, la justa dis sus observaciones fueron acogidas. tribución de las herencias, la acertada Pero como siempre ocurre con el tra interpretación y el cumplimiento de los bajo de las Comisiones, sobre todo contratos. Por ello es que puede afir cuando él requiere un esfuerzo continua marse que el Código civil es la ley fun do, la revisión fué muy lenta y, a veces, damental del Derecho privado para toda suspendida por inasistencia de sus miem sociedad bien organizada. bros. Al tiempo de la llegada de Bello a En 1852 se nombra una nueva Comi Chile se hacía sentir ya en forma ur sión que trabajó presidida, muchas ve gente la necesidad de codificar las leyes ces, por el Presidente de la República, que regían la vida. civil, y así lo hizo don Manuel Motott. A mediados del año ver el maestro en diversos artículos de 1855 terminó la revisión, y el Gobierno prensa. pudo enviar al Congreso Nacional el Para mejor apreciar esa urgencia es proyecto, que fué aprobado sin nueva útil recordar que, a la sazón, los Tribu discusión. nales chilenos debían aplicar las le ΕΓ día 14 de diciembre de 1855 el pro yes dictadas por la Corona de España yecto aprobado fué promulgado como para su antigua Colonia, entre las que ley de la República de Chile. podemos récordar: las Leyes de Indias, Veinticinco años había, pues, traba la Novíssima Recopilación, las Ordenan jado Bello en esta que llamo su obra zas de Bilbao, de los Intendentes, el maestra y que tuvo en el continente Fuero Real, el Fuero Juzgo y las Siete americano una influencia comparable a Partidas de don Alfonso el Sabio. Bien la que tuvo en Europa el Código Napo comprenderéis que por muy sabio que león. Ecuador y Colombia lo han adop haya sido ese rey, y lo fué, sus disposi tado íntegramente. ciones resultaban anacrónicas ,de fondo y forma en pleno siglo xix. El nuevo Código, çn materia de suce Era, pues, necesaria una. moderniza sión hereditaria, siguió de cerca la le ción y codificación de las variadas dis gislación española vigente en Chile; en posiciones legales. materia de régimen legal de los bienes siguió a diversos tratadistas, incluyendo algunos americanos; en lo relacionado VII con el régimen de la propiedad r^iíz ins crita se inspiró en la legislación alema En julio de 1831 el Gobierno envía al na; y en materia de obligaciones y con Senado un proyecto de acuerdo, redac tratos siguió el Código civil francés, tado por Bello, proponiendo la desig pero, sobre todo, a su jurisprudencia nación de una persona que redactase un posterior. En muchas instituciones y as proyecto de Código civil que, posterior pectos—que no analizaré, pues lo harán mente, sería revisado por una Comisión próximamente en esta misma tribuna parlamentaria. otros abogados chilenos—fué enteramen Aun cuando no sabemos si tal trabajo te original. se encomendó oficialmente a Bello, lo Con criterio reposado y erudito, Bello concilio con la realidad chilena teorías poética de mayor vuelo: su Oda a Amé y legislaciones extrañas. Nada de innova rica, desgraciadamente inconclusa. ciones violentas, sentimentalismos exa La Real Academia Española de la Len- gerados o frialdades jurídicas igual gua, apreciando sus méritos y su es mente peligrosas. Nada de fiar en la fuerzo, honró a Bello, primero, con la costumbre, que es inestable y que deja designación de académico honorario y, de ser constitutiva de derecho. Nada después, con la de académico de nú de fiar demasiado en los jueces, a los mero. que obliga a ajustar su fallo al texto Chile se precia de que sus gobernan de la ley, que ella misma les indica tes no sólo ofrecieron a Bello un ancho cómo deben entender. campo para desarrollar sus numerosas y útiles, actividades, sino que lo alenta ron eficazmente en su labor. VIII El prestigioso escritor chileno, acadé mico de la Lengua y de la Historia, don Pedro Lira Urquieta, en su libro sobre Aun prescindiendo de otros motivos, Bello, después de recordar lo ■mucho que que también hacen grata a los chilenos que Chile le debía, se expresa como la memoria de Bello, su esfuerzo por sigue: legarnos un Código civil nos obliga so bre manera. Mi propósito ha sido rendir le, desde esta prestigiosa tribuna, un “Su obra se habría desvanecido si no sincero homenaje, procurando esbozar hubiera tenido de una manera continua sn personalidad sólo a grandes pincela el apoyo de log gobernantes chilenos de das, cual lo haría frente a una tela un la época. No fueron mezquinos con Be pintor impresionista. llo; no le robaron sus ideas ni le arrin Si mis palabras han sido incapaces conaron en la oscuridad. Le dieron altos para referirse en forma adecuada a la y honrosos cargos y, con ellos,· los me personalidad ilustre y múltiples de Bello, dios para realizar sus proyectos.” permitidme que os cite las que, sobre él, escribió el distinguido historiador La fama de hombre íntegro y experto hondureno don Rafael Eleodoro Valle: en Derecho internacional le valió a Bello el honor de ser designado, en dos “Para hablar dignamente de Bello—di ocasiones, como árbitro para resolver ce—habría que usar el idioma de los Conflictos entre países. En 1864 lo hon ríos y de los árboles; de los árboles y de raron con tal designación Estados Uni los ríos de América, a los qiie tanto se dos y Ecuador, y en 1865, Colombia y parece por sus dimensiones. El es uno Perú. de los fundadores de nuestra América. Vivió para ella, seguro de que sólo por IX la cultura su América, nuestra América, llegará a cumplir el gran destino que tristes. Siete de sus hijos murieron an le reserva su denominación de Nuevo tes que él, y casi todos en la flor de Mundo.” la edad. Graves dolencias lo tuvieron postrado, pero no le impidieron hacer Es acertado Valle al expresarse con se llevar hasta su mesa de trabajo, jun gratitud, como lo hace, en nombre de to a la cual pasaba las horas leyendo, América, pues Bello fué principal y escribiendo y enseñando, ni le impidie esencialmente un americano. Sus crea ron, tampoco, hacerse llevar diariamen ciones estaban orientadas al bien y a la te a la vecina iglesia de Santo Domin paz de América, cuyo destino le pre go, donde oía misa y oraba por los ocupaba continuamente. Su famosa Gra seres queridos. mática castellana está dedicada a sus Ya octogenario y enfermo escribió su “hermanos de América”, y procura uni libro Filosofía del entendimiento, que formar su idioma, evitando al mismo lo acreditó como uno de los más insig tiempo su diversificación y su degenera nes filósofos americanos. Uno de los ción. A América dedica sn composición últimos libros que se dice tuvo en sus manos fné el de las Partidas, de don conmemora con diversos actos el Cente Alfonso el Sabio. nario del Código civil, siendo la pre Sólo en sus últimos instantes su cabe sente reunión un eco de dichos actos que za, tan equilibrada, perdió el control. resuena en el corazón mismo del mun Enamorado de los clásicos, se empeñó do hispánico. Y al recordar su Centena en recitar trozos de la llíada, que creía rio Código, los chilenos tenemos que re leer en las paredes de su habitación. cordar al ilustre venezolano que fué su Serenamente entregó su alma a Dios autor. en la madrugada del 15 de octubre de Pocos hombres como Bello han lle 1865. Pronto habría cumplido los ochen gado a conocer y a dominar tantas ra ta y cuatro años de edad. mas del saber humano y desempeñado Para Chile, su muerte fué motivo de tantos y tan importantes cargos, desta duelo nacional, así decretado por el Go cándose siempre por el acierto junto a bierno, que se hizo cargo de los fune la modestia, por el esfuerzo junto n la rales. El mismo Gobierno, el Senado, la serenidad y por la erudición junto a la Universidad, la Iglesia y numerosas ins sencillez. tituciones públicas y privadas rivaliza Con razón se ha dicho de él que es ron en sentidas demostraciones de pesar uno de los creadores de la tradición his por la pérdida del maestro trabajador e panoamericana. inolvidable. He dicho. En estos mismos días, Chile entero Luis A kxeaca B arros