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PROPIEDADES DEL POTENCIAL DE ACCION

Mientras en la mitad del siglo XIX Alemania ya tenía una escuela de fisiología
extraordinariamente productiva fundada por Joannes Müller, en Inglaterra no se hacían
trabajos fisiológicos. Sin embargo, a finales del siglo XIX esa situación cambió y la
electrofisiología empezó a ser practicada vigorosamente.
En 1836 se creó la Cátedra de Fisiología y Anatomía en el University College de Londres
y su primer ocupante, William Sharpey (1802-1880) era un anatomista. Sin embargo,
aunque la fisiología se enseñaba por medio de libros y no se hacía investigación, uno de los
estudiantes de Sharpey, Michael Foster (1836-1907), fundó la Escuela de Fisiología de
Cambridge, una de las mas productivas de Europa. Dos de sus estudiantes alcanzaron un
gran reconocimiento por su trabajo en neurofisiología, Sir Charles Scott Sherrington (1857-
1952) y John Newport Langley (1852-1925). Entre los estudiantes de este último se
encontraron, Keith Lucas (1879-1916), quien murió prematuramente el 5 de octubre de 1916
en un accidente de aviación y Edgar Douglas Adrian (1889-1977), posteriormente Lord
Adrian.
El experimento básico con el que se mostraba la existencia de una perturbación
propagada en el nervio producía resultados tan misteriosos para los investigadores de
principio del siglo XX como lo habían sido para Galvani y Matteucci. Cuando se comprime el
extremo de un nervio motor que aún está unido al músculo (como en la preparación ciático-
gastrocnemio) éste se contrae, aparentemente en forma simultánea con el estímulo y el
fisiólogo inglés Sir William Maddock Bayliss escribió en 1915: "No se vé que pase nada en
el nervio y, sin embargo, algo debe pasar a lo largo del nervio desde el punto donde es
pinchado, ya que de otra manera el músculo no se enteraría de que algo ha ocurrido al otro
extremo del nervio. Es común hablar de un 'disturbio propagado' que pasa a lo largo del
nervio o, algunas veces, de un impulso nervioso. Pero ¿cómo vamos a detectar e
investigarlo en el nervio mismo, separado de músculo indicador?"
Los intentos para detectar cambios químicos o metabólicos durante el paso del potencial
de acción fallaron. En 1912 A.V. Hill trató de medir la producción de calor en el nervio, pero
concluyó que una sola perturbación propagada no producía mas de 10(-8) grados
centigrados. Debido a esto, los investigadores se limitaron a estudiar los signos eléctricos
de la actividad del nervio, algo que se podía hacer con cierta precisión con la
instrumentación de aquella época. Las siguientes son algunas de las propiedades del
potencial de acción que se podían seguir.
La mayor parte del trabajo en electrofisiología que se hizo en la década de los 1930
estaba principalmente dirigido a tres objetivos: a) caracterizar mejor las propiedades del
impulso nervioso por medio de una mejor instrumentación; b) entender el significado
fisiológico del potencial de acción, esto es, el papel de las fibras nerviosas como
acarreadoras de información, y; c) elucidar la esencia del impulso nervioso, esto es, la física
y la química de la excitación.
1. Curso temporal
Era bastante claro que un nervio excitado se hacía eléctricamente negativo con respecto
a un punto en reposo y que los cambios eléctricos que producía el estímulo viajaban a lo
largo del nervio, haciendo que cada segmento de éste se volviera electronegativo con
respecto al resto. Esto explicaba el curso temporal del potencial de acción extracelular
registrado con dos electrodos (A y B), ya que primero A se volvía negativo y B positivo, y
después A era positivo y B negativo, dando origen a la típica deflexión difásica. Pero si el
electrodo B se colocaba en un punto del nervio que hubiera sido lastimado, por ejemplo
calentándolo, el único efecto eléctrico que se veía era la negatividad en A. La consecuencia
de esto era que el potencial de acción extracelular se hacía monofásico.
2. Características todo-o-nada
Los experimentos de Keith Lucas en 1909 habían demostrado que al variar la intensidad
del estímulo excitatorio aplicado al nervio ciático se obtenían diferentes grados de
contracción en el músculo y que estos no eran tan numerosos como los grados de
intensidad del estímulo; además, las contracciones ocurrían en escalones menos
numerosos que el número de fibras motoras. Estos resultados fueron considerados como
una indicación de que los diferentes grados de contracción eran debidos solamente al
número de fibras musculares contrayéndose; en otras palabras, cada fibra nerviosa o
muscular podía ser excitada a su máxima capacidad o no serlo.
Ese hecho ya había sido observado en 1871 por H.P. Bowditch (1840-1911) estimulando
directamente el corazón y la posibilidad de que el fenómeno también pudiera ser aplicado al
nervio había sido discutida en 1902 por Francis Gotch (1853-1913). Sin embargo, la
demostración del caracter todo-o-nada de la excitación propagada fue obtenida por Adrian
(1914), quien pudo demostrar que después de pasar una regíon anestesiada del nervio
ciático, el potencial de acción recuperaba su máxima amplitud cuando entraba a un área
normal.
3. ¿Existen perturbaciones nerviosas de diferentes tipos?
Esta pregunta atrajo mucho la atención de los investigadores, sin embargo, nunca se
pudo demostrar que estímulos diferentes o con diferentes duraciones o intensidades, dieran
origen a más de un tipo de respuesta en el nervio. Aún cuando ya se había observado que
estímulos de larga duración y cuya amplitud aumentaba lentamente originaban
contracciones anormalmente largas, se demostró que esto era debido al hecho de que el
estímulo producía trenes de potenciales de acción que, en consecuencia, estimulaban
repetitivamente (tetanizan) el músculo.
4. Especificidad de las respuestas producidas por el nervio
Los investigadores del final del siglo XIX también se habían preguntado si los efectos
obtenidos por la estimulación de diferentes nervios, como por ejemplo la excitación o la
inhibición de un músculo, eran debidos a diferencias en los potenciales de acción y un
experimento hecho en 1898 por Langley ayudó a resolver este problema. Langley cortó el
nervio vago y unió el extremo central con el extremo periférico del simpático cervical, que
también había cortado y después de un tiempo adecuado durante el cual el nervio regeneró,
pudo demostrar que la estimulación del vago producía los mismos efectos que
anteriormente había producido la estimulación del simpático. Este elegante experimento fue
la clave para sugerir que los diferentes efectos del vago y el simpático no se debían a las
características de sus potentiales de acción, sino a las propiedades de sus terminales.
5. Período refractario
En 1899 Francis Gotch (1853-1913) y Burchen demostraron que cuando dos estímulos
separados por un intervalo menor de aproximadamente 8 mseg (dependiendo de la
temperatura) eran aplicados al nervio, el segundo estímulo no producía una perturbación
propagada. Esto significaba que inmediatamente después del estado excitado el nervio se
encontraba inexcitable y Adrian y Lucas (1912) estudiaron con cuidado éste fenómeno
usando el músculo como indicador. Ellos demostraron que durante los primeros 25 mseg
después de un estímulo el nervio no puede ser excitado por otro estímulo de cualquier
intensidad (período refractario absoluto), pero que desde ese momento hasta
aproximadamente 12 mseg la excitabilidad del nervio era menor que la normal, pero
aumentaba gradualmente (período refractario relativo) y después, hasta aproximadamente
28 mseg, había un periodo de excitabilidad aumentada (período supernormal).
Posteriormente el nervio regresaba a su estado de excitabilidad antes del primer estímulo.
6. Fatiga
El problema de la fatiga intrigaba tanto a los investigadores de aquel tiempo, que Baylis
(1915) escribió: "Si vemos la fatiga como ese resultado de la actividad por el que es más
difícil excitar una célula hasta que ha pasado cierto tiempo para que se recupere, es claro
que el estado refractario mismo es uno de fatiga. Sin embargo, en condiciones ordinarias la
recuperación es tan rápida, que es imposible demostrar que un nervio es menos excitable al
final de un largo período de actividad que al principio." La preocupación por este problema
estaba relacionada con la imposibilidad de los investigadores para demostrar la existencia
del metabolismo de las fibras nerviosas, que puede verse por medio del consumo de
oxígeno y la producción de calor.
Baylis añade: ". . . ya que debemos suponer que la fibra nerviosa está viva, es difícil
creer que carece absolutamente de actividad respiratoria . . . el hecho de que ésta
perturbación en el nervio normal sea propagada sin disminuir, sugiere un proceso físico . . .
la energía le es proprocionada conforme viaja . . . es concebible que el material
proporcionando la energía requiera reemplazo por un proceso de oxidación, pero de nuevo
encontramos el problema de la ausencia de producción de calor. A.V. Hill sugiere que el
oxígeno actúa para mantener funcional la maquinaria, como si fuera algo semejante a lo
que le hace el aceite al motor. Debe confesarse que ésta parece una función rara para que
la haga el oxígeno."
7. Suma y facilitación
Adrian y Lucas (1912) mostraron que hay una forma de aumeto de la excitabilidad que
ocurre solamente en el punto donde se aplica un estímulo, lo que puede demostrarse
aplicando dos estímulos inadecuados (debemos entender subumbrales) y si el segundo
sigue al primero por aproximadamente 0.8 mseg, se produce una perturbación propagada.
De esto es claro que el primer estímulo no fue efectivo para producir la perturbación
propagada, pero dejó atrás una alteración de cierto tipo que persistió por un tiempo medible
y que se añadió a la producida por el segundo estímulo. Estas observaciones fueron
premonitorias de las respuestas graduadas, subumbrales, no propagadas, que Katz
demostraría en los 1930's siguiendo una técnica semejante y que Hodgkin registraría
directamente poco tiempo después.
8. Umbral
9. Impedancia
Kenneth S. Cole (1900-1984) era un físico que se interesó en las membranas biológicas
muy al inicio de su carrera. En los 1920's trabajó con Hugo Fricke, quien había medido la
impedancia que una suspensión de eritrocitos ofrece a la corriente alterna y calculado la
resistencia y capacitancia de sus membranas, obteniendo un valor de 1 µf/cm2 para esta
última. Posteriormente, Cole usó métodos semejantes y estudió las propiedades de las
membranas de una gran variedad de células y después de la descripción hecha por J.Z.
Young fue uno de los primeros en trabajar con el axón gigante del calamar.

Figura 1. Cambio en impedancia del axón gigante del calamar durante el potencial de
acción (superimpuesto).
Una observación muy importante hecha por Cole y Curtis (1938) fue el hecho de que la
impedancia de la membrana aumenta enormemente durante el paso del potencial de
acción. Para estos registros ellos colocaron un axón entre dos electrodos que formaban
parte de un circuito puente y balancearon el circuito hasta que la señal de a.c. fuera mínima.
Entonces estimularon uno de los nervios y registraron tanto las corrientes de acción como el
cambio en impedancia de la membrana durante el paso del potencial de acción,
encontrando que la resistencia disminuía desde aproximadamente 1000 Ocm2 hasta
solamente 25 Ocm2, mientras que no observaban cambios en la capacitancia. Con esto
quedaba probada una vez más la hipótesis de Bernstein de que el potencial de acción se
debía a un cambio en la selectividad iónica de la membrana.
10. Corrientes locales y Propagación
Uno de los primeros en proporcionar evidencias convincentes de que las corrientes
eléctricas son los agentes causales de la actividad nerviosa fue Alan L. Hodgkin (1914- ),
quien empezó a hacer experimentos en el verano de 1934 bajo la dirección de F.J.W.
Roughton, cuando todavía era estudiante de Preparatoria y no le era claro si seguiría una
carrera en Fisiología o Zoología. La lectura de libros como los de J. Gray (Experimental
Cytology, 1931), A.V. Hill (Chemical Wave Transmission in Nerve, 1932), así como la
revisión de Osterhout (1931), habían dirigido su interés hacia las membranas biológicas, de
manera que los estudios de Blink (1930) le causaron gran impresión. Este había
demostrado un aumento en la conductivdad de la membrana durante el potencial de acción
en el alga Nitella y Hodgkin decidió que la misma evidencia faltaba en nervio. Así, trató de
obtenerla usando un aparato diseñado por K. Lucas veinte años antes y que aún tenían en
las aulas.
Para los experimentos Hodgkin bloqueó por enfriamiento una región del nervio ciático de
rana y lo estimuló en dos puntos, antes y a nivel del bloqueo, con intervalos
cuidadosamente medidos, mientras usaba como indicador de la efectividad del estímulo la
contracción del músculo gastrocnemio, que registró en un quimógrafo. Creía que la
permeabilidad y conductividad de la membrana aumentarían durante la actividad y que la
llegada de un impulso a la zona bloqueada del nervio aumentaría la fracción de corriente
que lo penetraba, disminuyendo el umbral eléctrico en la porción distal del bloqueo. Sin
embargo, los resultados no apoyaron esas hipótesis (esto es, no se podían explicar por un
aumento de la conductividad de la membrana) y, en cambio, podían ser explicados
suponiendo que había circuitos locales que llevaban la corriente más allá del bloqueo,
elevando la excitabilidad de esas zonas.
Esos resultados lo decepcionaron inicialmente, así que los abandonó y continuó sus
estudios, durante los cuales leyó los trabajos del grupo de fisiólogos de St Louis, EUA
(Erlanger, Gasser, Bishop, Graham, Lorente de Nó y Schmidtt), quienes entonces no creían
en la hipótesis de la membrana en general, ni en los circuitos locales en particular. Para esa
época Hodgkin ya había adquirido un osciloscopio y otro equipo eléctrico, y en el otoño de
1935 registró el potencial electrotónico producido por los circuitos eléctricos locales que
difundían más allá de la región bloqueada. Esto demostró que la conducción es posible
debido a que las fibras excitables tienen propiedades similares a las del cable. Así, cuando
una fibra es excitada en un punto la corriente penetra a través de la región activa de la
membrana y ya que se mueve en un circuito cerrado, las cargas eléctricas no pueden
penetrar sin que una carga igual salga de la fibra. La fibra se comporta como un cable y por
tanto la corriente no sale en el mismo punto en el que entró, sino un poco más adelante.
Esta corriente de salida atraviesa la membrana en reposo retirando carga del capacitor de la
membrana y despolarizando ese punto a un nivel más allá del umbral, iniciando la
excitación de esa nueva región. Este proceso se repite y la región activa se mueve a la zona
que previamente se encontraba en reposo.
A mediados de 1936 Hodgkin había terminado los experimentos principales y escribió los
resultados en una Tésis para el Trinity College. Después recibió una beca con la que
completó el trabajo y lo publicó casi exactamente tres años después de haber empezado los
experimentos (Hodgkin, 1937a,b).
Para su siguiente trabajo Hodgkin ya estaba interesado en la teoría del cable y siguiendo
un consejo de E.D. Adrian empezó a trabajar con el nervio de la pata del cangrejo,
esperando probar que la acomodación podía deberse a la polarización de alguna estructura
en serie con la fibra nerviosa. En este nervio encontró fácil aislar un solo axón, notando que
un estímulo ligeramente subumbral producía un cambio parecido a un potencial de acción
graduado, pero que crecía rápidamente cuando el estímulo se aproximaba al umbral
(Hodgkin, 1937c). Lo sorprendente de este resultado, con el que se pudieron explicar
resultados previos e inesperados obtenidos por Katz (1937), era el hecho de que esas
respuestas graduadas se encontraran en un axón aislado, ya que hasta entonces todos los
datos apuntalaban la característica todo-o-nada del potencial de acción.
En 1937 Hodgkin viajó a New York y después a St Louis, donde J. Erlanger le sugirió un
experimento importante para apoyar la hipótesis de los circuitos locales, en el que la
ateración del medio extracelular debería modificar la velocidad de propagación del potencial
de acción. Este experimento fue llevado a cabo en New York sumergiendo un axón de la
pata del cangrejo en aceite y obteniendo un gran cambio en la velocidad de conducción.
Hodgkin hizo también otro experimento, cortocircuitando una fibra con pequeñas tiras de
platino y obteniendo un claro aumento en la velocidad de conducción del potencial de
acción. Estos experimentos proporcionaron aún más evidencias para apoyar la hipótesis de
los circuitos locales y fueron publicados en 1939.
Después Hodgkin viajó a Woods Hole, Massachusetts, donde presenció una
demostración del cambio en impedancia de la membrana del axón gigante del calamar
durante el paso del potencial de acción. Fue también en esta ocasión cuando junto con H.
Curtis hizo los primeros intentos para introducir un electrodo en el interior del axón con el fin
de registrar el potencial de acción, experimentos que iban a tener éxito posteriormente.
De regreso en Inglaterra en el otoño de 1938 Hodgkin conoció a Andrew F. Huxley
(1917- ), quien estaba tomando el curso de Fisiología y se le unió para unos experimentos.
En estos midieron los potenciales extracelulares originados durante el paso del potencial de
acción en axones de cangrejo sumergidos en aceite, usando como potencial de reposo la
diferencia de potencial entre una región despolarizada por lesión y otra intacta, que era de
aproximadamente 7 mV. Este valor contrastaba enormemente con los 73 mV del potencial
de acción y a pesar que el mismo resultado había sido obtenido en axones de langosta, el
estudio de las implicaciones tuvo que ser pospuesto hasta 1945, cuando ya casi había
terminado la Segunda Guerra Mundial.
11. Potencial de acción compuesto
Usando por primera vez el osciloscopio de rayos catódicos como un aparato indicador,
Gasser y Erlanger (1922) pudieron registrar varios picos en el potencial de acción registrado
del nervio ciático de rana. Ellos correlacionaron esos componentes con las fibras de
diámetros diferentes que forman el nervio y correctamente supusieron que los potenciales
de acción generados por las fibras individuales se suman para dar el potencial de acción
compuesto, cuya forma es regular si la distancia entre los electrodos de estimulación y de
registro es corta. En cambio, si la distancia es grande, el potencial de acción se separa en
los diferentes componentes que corresponden a las fibras con diferentes velocidades de
conducción. Podríamos comparar este potencial de acción con los corredores en una
carrera, que forman un grupo compacto inmediatamente después del inicio y, debido a sus
diferentes velocidades, se separan en grupos conforme aumenta la distancia.

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