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MANUAL PARA LITIGANTES

DEL PROCEDIMIENTO NACIONAL


ACUSATORIO Y ORAL

EDUARDO MARTÍNEZ- BASTIDA


AUDIENCIA INICIAL

La audiencia inicial es conocida como audiencia combo. Esta nomenclatura


fue tomada del Derecho Comparado y en México, desde el Código Modelo de
la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados
Unidos Mexicanos, se denomina a la audiencia inicial como “audiencia
combo”. La audiencia citada es, por antonomasia, la materialización del
principio de contradicción, ya que en la medida de lo posible en un solo acto
procesal debe informarse al imputado sus derechos constitucionales y
legales, si no se le hubiese informado de los mismos con anterioridad, se
realizará el control de legalidad de la detención si correspondiere, se
formulará la imputación, se dará la oportunidad de declarar al imputado, se
resolverá sobre las solicitudes de vinculación a proceso y medidas cautelares
y se definirá el plazo para el cierre de la investigación, según lo establece el
artículo 307 del Código.

El estudio de esta audiencia acarrea una cuestión esencial ¿se ejercita la


acción penal en la misma? Si damos lectura al dispositivo 211 encontramos
que, en su párrafo segundo, dice: “El ejercicio de la acción inicia con la
solicitud de citatorio a audiencia inicial, puesta a disposición del detenido ante
la autoridad judicial o cuando se solicite la orden de aprehensión o
comparecencia…”

De lo expuesto se colige que el ejercicio de la acción no se da en la audiencia


inicial, sino en las formas de conducción del imputado a juicio: citatorio, orden
de aprehensión o comparecencia o con la mera puesta a disposición del
detenido ante la autoridad judicial.

El problema es que el diverso dispositivo 335 del ordenamiento que


comentamos dice que: “Una vez concluida la fase de investigación
complementaria, si el ministerio público estima que la investigación aporta
elementos para ejercer la acción penal contra el imputado, presentará la
acusación”: Es decir, ¿la acción se ejerce dos veces? o ¿la acción se ejercita
en la investigación inicial o en la etapa intermedia al presentar el ocurso de
acusación? Como puede verse el Código Nacional de Procedimientos
Penales no contempla la unidad del momento en que se ejercita la acción
penal y, por ende, cambia la situación jurídica del imputado.
Ahora, si la acción no se ejercita en la audiencia inicial ¿cuál es su
importancia? La importancia radica en conocer la imputación, ya que en el
Código que se comenta la formalización de la investigación se da en este
momento procesal. Más adelante abundaremos en este punto.

De los actos procesales que se ventilan, en esta audiencia, se deduce la


existencia de un triple discurso imputativo en los momentos siguientes:

a) Control de legalidad de la detención;


b) Formulación de imputación; y
c) Vinculación a proceso.

Lo anterior es contrario al párrafo primero del dispositivo 19 que indica que en


el auto de vinculación a proceso se debe expresar “el delito que se impute al
acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de la ejecución, así como los datos
que establezcan que se ha cometido un hecho que la ley señala como delito y
que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su
comisión.” Como puede verse solo es necesario formular imputación para que
se pronuncie un auto de vinculación a proceso o de no vinculación a proceso.
No obstante, el Código contempla que son necesarios tres discursos
imputativos, que serán soportados bajo el mismo guion o pauta, a efecto de
obtener el pronunciamiento de tres actos procesales muy diferentes.

CONTROL DE LEGALIDAD DE LA DETENCIÓN:


UN PRIMER DISCURSO IMPUTATIVO

El primero de estos discursos imputativos es el control de legalidad de la


detención que tampoco encuentra fundamento constitucional alguno, ya que
la detención del imputado obliga al Juez de Control a señalar día y hora para
que tenga lugar la audiencia inicial y no la audiencia de control de legalidad
de la detención.

El control de detención tiene por objeto determinar si se actualizan las


hipótesis de detención en flagrancia o caso urgente a que alude el
ordenamiento.

Es importante mencionar que existe flagrancia, en términos de lo dispuesto


por el artículo 146 del Código, cuando:
I. La persona es detenida en el momento de estar cometiendo un
delito, o
II. Inmediatamente después de cometerlo es detenida, en virtud de
que:
a) Es sorprendida cometiendo el delito y es perseguida material e
ininterrumpidamente, o
b) Cuando la persona sea señalada por la víctima u ofendido, algún
testigo presencial de los hechos o quien hubiere intervenido con
ella en la comisión del delito y cuando tenga en su poder
instrumentos, objetos, productos del delito o se cuente con
información o indicios que hagan presumir fundadamente que
intervino en el mismo.

Para los efectos de la fracción II, inciso B se considera que la persona ha sido
detenida en flagrancia por señalamiento, siempre y cuando, inmediatamente
después de cometer el delito no se haya interrumpido su búsqueda o
localización.

Por su parte el dispositivo 150 señala que sólo en casos urgentes el Ministerio
Público podrá, bajo su responsabilidad y fundando y expresando los datos de
prueba que motiven su proceder, ordenar la detención de una persona,
siempre y cuando concurran los siguientes supuestos:

I. Existan datos que establezcan la existencia de un hecho señalado


como delito grave y que exista la probabilidad de que la persona lo
cometió o participó en su comisión. Se califican como graves, para
los efectos de la detención por caso urgente, los delitos señalados
como de prisión preventiva oficiosa en el Código Nacional o en la
legislación aplicable así como aquellos cuyo término medio
aritmético sea mayor de cinco años de prisión, incluso tratándose
de tentativa de los mismos;

II. Exista riesgo fundado de que el imputado pueda sustraerse de la


acción de la justicia, y

III. Por razón de la hora, lugar o cualquier otra circunstancia, no pueda


ocurrir ante la autoridad judicial, o que de hacerlo, el imputado
pueda evadirse.
Cabe señalar que las hipótesis contenidas en el dispositivo 146 fracción II
inciso b) deviene en inconstitucional por exceder los parámetros del párrafo
quinto del artículo 16 constitucional. A su vez es inconvencional por hacer
nugatorio los artículos 7.1 y 7.2 de la Convención Americana de Derechos
Humanos que prevén la posibilidad de privar a una persona de su libertad
cuando se actualicen las causas y condiciones específicamente señaladas en
las Constituciones de los Estados Parte.

FORMULACIÓN DE IMPUTACIÓN COMO


SEGUNDO DISCURSO IMPUTATIVO.

El segundo de los discursos imputativos es el relativo a la formulación de


imputación, a persona detenida o a persona en libertad. El artículo 309 define
a la formulación de imputación como “la comunicación que el Ministerio
Público efectúa al imputado, en presencia del Juez de Control de que
desarrolla una investigación en su contra respecto de uno o más hechos que
la ley señala como delito”. El agente del Ministerio Público al formular
imputación debe indicar el hecho que se atribuye al imputado, la calificación
jurídica preliminar, la fecha, lugar y modo de su comisión, la forma de
intervención que haya tenido en el mismo, así como el nombre de su
acusador, salvo que, a consideración del Juez de Control sea necesario
reservar su identidad en los supuestos autorizados por la Constitución y por la
ley. Es importante indicar, que el artículo 309 toma como base el artículo 229
del Código Procesal de Chile que tiene otros efectos. Lo anterior porque en el
país andino no existe la vinculación a proceso; así el dispositivo 229 chileno
dice: “La formalización de la investigación es la comunicación que el fiscal
efectúa al imputado, en presencia del Juez de Garantía de que desarrolla
actualmente una investigación en su contra respecto de uno o más delitos
determinados”. Como puede verse el Código de Procedimientos Penales de
Chile al formular imputación está formalizando la investigación sin necesidad
de pasar por el discurso de la vinculación a proceso. Lo anterior explica
porque, en el Código Nacional, después de la formulación de imputación, y sin
haberse pronunciado el auto de vinculación de proceso, es factible imponer
medida cautelar de prisión preventiva al imputado (artículo 307). Esta es la
característica que le da la importancia preponderante a la formulación de
imputación, en el modelo del Código Nacional, respecto de otros actos
procesales de la audiencia inicial. No obstante esto, debe prevalecer la
importancia del tercer discurso imputativo o la vinculación a proceso a que
alude el artículo 19 constitucional en sus párrafos primero y quinto. El
problema es que el Código Nacional no construye el concepto de vinculación
a proceso desde la Constitución, sino lo hace desde una copia donde se
confunde con la formulación de imputación.

Cabe indicar que una vez que se formula imputación, el Juez pregunta al
imputado si la entiende y si es su deseo declarar. Si el imputado decidiera
declarar en relación a los hechos que se le imputan, se le informarán sus
derechos procesales relacionados con este acto y que lo que declare puede
ser utilizado en su contra, se le cuestionará si ha sido asesorado por su
defensor y si su decisión es libre. El Ministerio Público, el Asesor jurídico de la
víctima u ofendido, el acusador privado en su caso y la defensa podrá dirigirle
preguntas sobre lo que declaró, pero no estará obligado a responder las que
puedan ser en su contra. Después de que el imputado haya emitido su
declaración, o manifestado su deseo de no hacerlo, el agente del Ministerio
Público solicitará al Juez de Control la oportunidad para discutir medidas
cautelares, en su caso, y posteriormente solicitar la vinculación a proceso.
Antes de escuchar al agente del Ministerio Público, el Juez de Control se
dirigirá al imputado y le explicará los momentos en los cuales puede
resolverse la solicitud que desea plantear el Ministerio Público.

El Juez de Control cuestionará al imputado si desea que se resuelva sobre su


vinculación a proceso en esa audiencia, dentro del plazo de setenta y dos
horas o si solicita la ampliación de dicho plazo. En caso de que el imputado
no se acoja al plazo constitucional ni solicite la duplicidad del mismo, el
Ministerio Público deberá solicitar y motivar la vinculación del imputado a
proceso, exponiendo en la misma audiencia los datos de prueba con los que
considera que se establece un hecho que la Ley señale como delito y la
probabilidad de que el imputado lo cometió o participó en su comisión. El Juez
de Control otorgará la oportunidad a la defensa para que conteste la solicitud
y si considera necesario permitirá la réplica y contrarréplica. Hecho lo anterior,
resolverá la situación jurídica del imputado. Si el imputado manifiesta su
deseo de que se resuelva sobre su vinculación a proceso dentro del plazo de
setenta y dos horas o solicita la ampliación de dicho plazo, el Juez deberá
señalar fecha para la celebración de la audiencia de vinculación a proceso
dentro de dicho plazo o su prórroga. En el caso de que, como medida
cautelar, el Ministerio Público solicite la prisión preventiva y el imputado se
haya acogido al plazo constitucional, el debate sobre medidas cautelares
sucederá previo a la suspensión de la audiencia.
“Las medidas cautelares son una institución procedimental que a través del
poder coactivo estatal, conllevan la adopción previsoria de actividades
dirigidas al imputado, restringiéndolo de determinados derechos con
propósitos asegurativos de su presencia en diversos actos procesales, con el
fin de favorecer el buen desarrollo del proceso penal, de preservar datos de
prueba, de proteger a la sociedad y garantizar que la víctima u ofendido
pueda obtener protección y restitución de sus derechos; en forma tal que si el
proceso hace necesario dictar una sentencia definitiva, con ello se garantice
su efectiva ejecución.” 1

Entonces la medida cautelar, como mecanismo instrumental, se impone


mediante resolución judicial, por el tiempo indispensable, para asegurar la
presencia del imputado en el procedimiento (se debe tomar en cuenta: I. El
arraigo que tenga en el lugar donde deba ser juzgado determinado por el
domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y las facilidades para
abandonar el lugar o permanecer oculto. La falsedad sobre el domicilio del
imputado constituye presunción de riesgo de fuga; II. El máximo de la pena
que en su caso pudiera llegar a imponerse de acuerdo al delito de que se
trate y la actitud que voluntariamente adopta el imputado ante éste; III. El
comportamiento del imputado posterior al hecho cometido durante el
procedimiento o en otro anterior, en la medida que indique su voluntad de
someterse o no a la persecución penal; IV. La inobservancia de medidas
cautelares previamente impuestas, o V. El desacato de citaciones para actos
procesales y que, conforme a derecho, le hubieran realizado las autoridades
investigadoras o jurisdiccionales), garantizar la seguridad de la víctima u
ofendido o del testigo (se establecerá a partir de la valoración que haga el
Juez de Control respecto de las circunstancias del hecho y de las condiciones
particulares en que se encuentren dichos sujetos, de las que puedan
derivarse la existencia de un riesgo fundado de que se cometa contra dichas
personas un acto que afecte su integridad personal o ponga en riesgo su
vida), o evitar la obstaculización del procedimiento (el Juez de Control debe
tomar en cuenta la circunstancia del hecho imputado y los elementos
aportados por el Ministerio Público para estimar como probable que, de
recuperar su libertad, el imputado: I. Destruirá, modificará, ocultará o
falsificará elementos de prueba; II. Influirá para que coimputados, testigos o

1
Vázquez Embris, José Luis, Medidas Cautelares, 2ª edición, México, Editorial Porrúa, 2013,
p. 130
peritos informen falsamente o se comporten de manera reticente o inducirá a
otros a realizar tales comportamientos, o III. Intimidará, amenazará u
obstaculizará la labor de los servidores públicos que participan en la
investigación).

Las medidas cautelares se caracterizan por ser instrumentales, temporales,


personales, excepcionales, proporcionales, judiciales, coactivas, finalistas,
necesarias y mutables; su fin principal es asegurar el correcto desarrollo del
procedimiento, sus fines accesorios son: “…hacer efectivo el ius puniendi.
Asegurar la presencia del imputado en juicio. Asegurar los medios de prueba
para el proceso. Favorecer la investigación. Asegurar la condena al pago de
un numerario específico. Protección de la víctima o el ofendido y la
sociedad…” 2; para lograr lo anterior el Juez podrá imponer, a solicitud del
Ministerio Público o de la víctima u ofendido una o varias de las siguientes
medidas cautelares, al imputado:

I. La presentación periódica ante el juez o ante autoridad distinta que


aquél designe;

II. La exhibición de una garantía económica;

III. El embargo de bienes;

IV. La inmovilización de cuentas y demás valores que se encuentren


dentro del sistema financiero;

V. La prohibición de salir sin autorización del país, de la localidad en la


cual reside o del ámbito territorial que fije el juez;

VI. El sometimiento al cuidado o vigilancia de una persona o institución


determinada o internamiento a institución determinada;

VII. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o acercarse o


ciertos lugares;

2
ídem, p. 151.
VIII. La prohibición de convivir, acercarse o comunicarse con determinadas
personas, con las víctimas u ofendidos o testigos, siempre que no se afecte el
derecho de defensa;

IX. La separación inmediata del domicilio;

X. La suspensión temporal en el ejercicio del cargo cuando se le atribuye


un delito cometido por servidores públicos;

XI. La suspensión temporal en el ejercicio de una determinada actividad


profesional o laboral;

XII. La colocación de localizadores electrónicos;

XIII. El resguardo en su propio domicilio con las modalidades que el juez


disponga, o

XIV. La prisión preventiva.

Es importante recordar que en caso de que el Ministerio Público solicite la


prisión preventiva durante el plazo constitucional, dicha cuestión deberá
resolverse antes del dictado del auto de vinculación a proceso.

El Juez de Control en el ámbito de su competencia, ordenará la prisión


preventiva oficiosamente en los casos de delincuencia organizada, homicidio
doloso, violación, secuestro, trata de personas, delitos cometidos con medios
violentos como armas y explosivos, así como delitos graves que determine la
ley contra la seguridad de la Nación, el libre desarrollo de la personalidad y de
la salud.

Así mismo, el Juez no impondrá la prisión preventiva oficiosa y la sustituirá


por otra medida cautelar, únicamente cuando lo solicite el Ministerio Público
por no resultar proporcional para garantizar la comparecencia del imputado en
el proceso, el desarrollo de la investigación, la protección de la víctima y de
los testigos o de la comunidad. Dicha solicitud deberá contar con la
autorización del titular de la Procuraduría o el funcionario que en él delegue
esta facultad.
No debemos confundir medidas cautelares con medidas de protección y
providencias precautorias para la restitución de derechos de la víctima.

Las providencias precautorias son una institución


procedimental que a través del poder coactivo estatal
que ejercer el juez de control, el ministerio público o
gobernado en casos excepcionales, conllevan la
adopción previsoria de actividades dirigidas al imputado
previo a que se formule imputación, restringiéndolo de
determinados derechos con propósitos asegurativos de
su presencia en diversos actos procesales, con el fin de
favorecer el buen desarrollo del proceso penal, de
preservar datos de prueba, de proteger a la sociedad y
garantizar que la víctima u ofendido pueda obtener
protección y restitución de sus derechos; en forma tal,
que si el proceso hace necesario dictar una sentencia
definitiva, con ello se garantice su efectiva ejecución. 3

De lo expuesto se colige que las providencias precautorias se imponen antes


de la formulación de imputación, las puede autorizar el Juez, el Ministerio
Público o ejecutar la policía o un gobernado, y sus fines son la protección de
la investigación, de bienes y personas para evitar la destrucción, alteración,
ocultamiento, así como la amenaza o intimidación. El problema es que el
Código Nacional indica que las providencias precautorias son instrumentos
para garantizar la reparación del daño y, pasando por alto las características y
fines de la figura, indica que la víctima, ofendido o el Ministerio Público,
solicitan al Juez las siguientes providencias precautorias:

I. El embargo de bienes, y
II. La inmovilización de cuentas y demás valores que se encuentren
dentro del sistema financiero.

El Juez decretará estas providencias cuando de los datos de prueba


expuestos por el Ministerio público y la víctima u ofendido, se desprenda la
posible reparación del daño y la probabilidad de que el imputado será
responsable de repararlo.

3
Ibídem, p.442
Las providencias precautorias serán canceladas si el imputado garantiza o
paga la reparación del daño; si fueron decretadas antes de la audiencia inicial
y el Ministerio Público no las promueve, o no solicita orden de aprehensión en
el término que señala el Código; si se declara fundada la solicitud de
cancelación de embargo planteada por la persona en contra de la cual se
decretó o de un tercero, o si se dicta sentencia absolutoria, se decreta el
sobreseimiento o se absuelve de la reparación del daño.

Como puede verse, el código omitió providencias precautorias, aceptadas por


algunos doctrinarios, tales como:

1) Detención, 2) Flagrancia, 3) Caso Urgente, 4) Orden de aprehensión, 5)


Orden de comparecencia, 6) Citación, 7) Prohibición de acercarse a alguien,
8) Limitación de frecuentar determinados lugares, 9) Prohibición de
abandonar una circunscripción geográfica determinada, 10) Obligación de
comunicar previamente cualquier cambio de domicilio o empleo, 11) Vigilancia
policiaca, 12) Aseguramiento de bienes, 13) Restitución del ofendido en el
goce de sus derechos.4

Ahora, algunas de estas figuras fueron contempladas como medidas de


protección o instrumentos que ordena el Ministerio Público, bajo su más
estricta responsabilidad, de manera fundada y motivada cuando estime que el
imputado representa un riesgo inminente en contra de la seguridad de la
víctima u ofendido.

Las medidas de protección, contempladas en el Código Nacional de


Procedimientos Penales, son las siguientes:

I. Prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima u ofendido;


II. Limitación para asistir o acercarse al domicilio de la víctima u
ofendido o al lugar donde se encuentre;
III. Separación inmediata del domicilio;
IV. La prohibición de realizar conductas de intimidación o molestia a la
víctima u ofendido o a personas relacionados con ellos;
V. Vigilancia en el domicilio de la víctima u ofendido;
VI. Protección policial de la víctima u ofendido;
VII. Auxilio inmediato por integrantes de instituciones policiales, al
domicilio en donde se localice o se encuentre la víctima u ofendido
en el momento de solicitarlo;
4
ídem, p. 449
VIII. Traslado de la víctima u ofendido a refugios o albergues
temporales, así como de sus descendientes, y
IX. El reingreso de la víctima u ofendido a su domicilio, una vez que se
salvaguarde su seguridad.

Es importante indicar que dentro de los cinco días siguientes a la imposición


de las medidas de protección previstas en los apartados I, II y III citados con
antelación, deberá celebrarse audiencia en la que el Juez podrá cancelarlas,
o bien, ratificarlas o modificarlas mediante la imposición de las medidas
cautelares correspondientes. Sin embargo, la suerte de las restantes medidas
de protección carecen de control judicial.

La imposición de las medidas de protección y de las providencias precautorias


tendrá una duración máxima de sesenta días naturales, prorrogables hasta
por treinta días.

EL TERCER DISCURSO IMPUTATIVO EN LA


VINCULACIÓN A PROCESO

Determinar la naturaleza jurídica de la vinculación a proceso es complicado.


Existen opiniones que indican que vinculación a proceso es sinónimo de la
formulación de imputación, otros indican que hay que distinguirlas pues son
instituciones diferentes, finalmente algunos precisan que la formulación de
imputación es propia de la etapa de investigación y la vinculación a proceso
se asemeja al auto de apertura a juicio oral.

Derivado de la Constitución, el objeto de vincular a proceso es fijar la litis u


objeto del proceso (que no necesariamente debe coincidir con el objeto del
debate), lo que nos permitirá avanzar hacia la etapa intermedia para preparar
el juicio.

Además de lo anterior, se fija el término para el cierre de la investigación


complementaria y determinar si tiene aplicación una forma anticipada de
terminación del proceso, la apertura a juicio o el sobreseimiento. Como puede
verse, fue un equívoco del legislador equiparar, en el Código Nacional de
Procedimientos Penales, a la formulación de imputación con formalización de
la investigación, pues sobre la vinculación a proceso debía girar el
procedimiento nacional acusatorio y oral.

El artículo 316 contempla como requisitos para dictar el auto de vinculación a


proceso los siguientes:

I. Se haya formulado la imputación;


II. Se haya otorgado al imputado la oportunidad para declarar;

III. De los antecedentes de la investigación expuestos por el Ministerio


Público, se desprendan datos de prueba que establezcan que se ha cometido
un hecho que la ley señala como delito y que exista la probabilidad de que el
imputado lo cometió o participó en su comisión. Se entenderá que obran
datos que establecen que se ha cometido un hecho que la ley señale como
delito cuando existan indicios razonables que así permitan suponerlo, y

IV. Que no se actualice una causa de extinción de la acción penal o


excluyente del delito.

La fracción III de este excurso imputativo, contempla las dos piedras


angulares de todo el procedimiento acusatorio y oral: datos de prueba y hecho
que la ley señala como delito.

El problema aparece, una vez más, al indagar el concepto de hecho que la ley
señala como delito en la norma que comentamos y, sorpresa, no existe. El
legislador olvido indicar en que consiste este importante concepto. Debemos
decir que el hecho que la ley señala como delito implica la suma de los
elementos objetivos y normativos que requiere la descripción típica. Por su
parte la probable intervención queda constituida con el estudio de la teoría del
dominio del hecho y con el elemento subjetivo del tipo.

Por su parte los datos de prueba son cualquier medio de convicción aún no
sujeto a los principios de publicidad y contradicción en audiencia de juicio. Así
el dato de prueba, que aún no se produce ante Juez de Juicio Oral, en la
etapa intermedia se conoce como medio de prueba (aunque el Código
Nacional indique que los medios de prueba son los que permiten reconstruir
un hecho) e implica “la disminución del estándar probatorio del hecho delictivo
que pretende la reforma para justificar una detención o el enjuiciamiento del
probable responsable, y que será menor en comparación con el sistema
procesal inmediato anterior; con la finalidad de amoldarlo al régimen
acusatorio, ya que el desahogo de las pruebas será ante el juez o tribunal oral
y no ante agente del ministerio público, como acontecía en el sistema
preconcebido.”5

En caso de que se dicte auto de no vinculación a proceso, en términos del


artículo 319, se ordenará la libertad inmediata del imputado, para lo cual se
revocarán las providencias precautorias y las medidas cautelares anticipadas
que se hubiesen decretado, sin que esto impida que el Ministerio público
continúe con la investigación y posteriormente formule nueva imputación.
5
Urosa Ramírez, Gerardo Armando, Introducción a los Juicios Orales en Materia Penal, 2ª
Edición, México, Editorial Porrúa, 2014, pp. 81-82.
El Juez de Control, antes de finalizar la audiencia inicial determinará previa
propuesta de las partes el plazo para el cierre de investigación
complementaria, mismo que no podrá ser mayor a dos meses si se tratare de
delitos cuya pena máxima no exceda los dos años de prisión, ni de seis
meses si la pena máxima excediera ese tiempo o el Ministerio Público podrá
agotar dicha investigación antes de su vencimiento.

El objeto de la investigación complementaria es recabar todos aquellos


medios de prueba para el efecto de formular la acusación. Transcurrido el
plazo para el cierre de la investigación, ésta se dará por cerrada, salvo que el
Ministerio Público, la víctima u ofendido o el imputado soliciten
justificadamente la prórroga del mismo antes de finalizar el plazo.

Si el Ministerio Público no declarara cerrada la investigación en el plazo fijado,


o no solicita su prórroga, el imputado o la víctima u ofendido podrán solicitar al
Juez de Control que lo aperciba para que proceda a tal cierre.

Precisa el dispositivo 324 que una vez cerrada la investigación


complementaria, el Ministerio Público dentro de los quince días siguientes
deberá:

I. Solicitar el sobreseimiento parcial o total;


II. Solicitar la suspensión del proceso, o
III. Formular acusación.

El sobreseimiento tiene efectos de sentencia absolutoria y es total, cuando se


refiere a todos los delitos y a todos los imputados, o parcial, cuando se refiere
a algún delito o algún imputado objeto de la vinculación a proceso.

La suspensión del proceso es la paralización de la secuela procesal por


razones de naturaleza temporal (sustracción del imputado, falta de requisitos
de procedibilidad, sufrimiento de un trastorno mental transitorio) que una vez
superados permiten la reapertura del mismo.

El escrito de acusación es la expresión de la teoría del caso del Ministerio


Público (hechos con sus circunstancias de modo, tiempo y lugar, su
clasificación jurídica, así como los medios de prueba idóneos, pertinentes y
suficientes para obtener una sentencia conforme a sus intereses procesales.)

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