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ARGENTINA-KIRCHNER (Perfil) - POL

14:55 / 27/10/2010

Kirchner, un político de raza que supo


mantenerse en primera línea
Buenos Aires, 27 oct (EFE).- El ex presidente Néstor Kirchner, uno de los políticos
argentinos más polémicos, supo mantenerse en la primera línea tras abandonar su cargo,
aceptando un escaño como diputado primero, confirmando su liderazgo en el justicialismo
y, más recientemente, como secretario general de la Unasur.

La muerte de Kirchner, de 60 años, un político de raza, combativo y controvertido, deja un


vacío en la política argentina que se será muy difícil llenar.

Desde los primeros años de su carrera política, en Río Gallegos, en el sur del país, supo
escalar posiciones hasta llegar a la Presidencia (2003-2007) y no tuvo problema en
convertirse después en diputado, el pasado año, mientras se afianzaba en la dirección del
peronismo.

Pese a las insistentes recomendaciones médicas para que rebajara su nivel de tensión,
después de las dos intervenciones coronarias a las que fue sometido en los últimos
meses, Kirchner mantuvo el ritmo de su actividad y rechazó siempre los rumores que
hablaban de su precario estado de salud.

Los argentinos le recordarán como el primer presidente que cumplió su mandato después
de la crisis de 2001 -cuando cinco mandatarios se sucedieron en menos de dos semanas-,
y el político que supo armar alianzas para superar el bache en el que estaba sumido el
Partido Justicialista (PJ), después de tres años de intervención judicial a raíz de severas
disputas internas.

Sus esfuerzos, sin embargo, no fueron suficientes y las alianzas anudadas por Kirchner
comenzaron a disolverse a finales de 2008, cuando se hizo evidente el desgaste del
Gobierno de su esposa y sucesora, Cristina Fernández, por su confrontación con las
patronales agropecuarias, en pie de guerra por la presión y el intervencionismo del Fisco.

De ahí, el varapalo electoral que sufrió en las legislativas de 2009 frente al candidato del
llamado peronismo disidente, el empresario Francisco de Narváez, que, sin embargo, no le
amilanó y que no rebajó sus expectativas para competir de nuevo por el sillón presidencial
en los comicios del 2011.

Kirchner, que junto a su esposa militó en la izquierdista ala juvenil del peronismo de los
años 70, abrazó la figura de Juan Domingo Perón y se envolvió en la bandera nacionalista
en su carrera por mantener el poder, con un discurso contra el "nefasto modelo neoliberal".

Criticado por muchos de sus antiguos compañeros, acusado de corrupción por la oposición
y cuestionado por sus poco ortodoxos métodos, incluso sus detractores reconocieron hoy
que su muerte deja un hueco difícil de llenar en la política argentina contemporánea y
cambia radicalmente el panorama electoral para las presidenciales del próximo año. EFE
mar/nk/cmm

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