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CP Las Voces
POR
AMADO NERVO
116839
M
L I B R E R Í A D E L A V D E C H . B O U R E T
PARÍS I MÉXICO
23, Rué Visconti, 23 I 14, Cinco de Mayo, 14
1904
Propiedad del Editor.
32203
BIBLIOTECA PARTICULAR
O R LA-
PROFESORA DE CANTO.
BIBLIOTECA
•m
Quedan asegurados los derechos de propiedad
conforme á la ley.
Perlas negras
Este libro es el libro de mi^tíaolescencia¿V
Tiene muchos defectos, fiért^ tambíh\ Muchas since-
ridades. ¿fr . y " ^
Si algo vale Ir^^Pncerid^t^ftel tyrte, que ella me
escude. & ^T' at
t/ o"
^ AMADO ÑERVO.
PORTADA
La que con tenues cosas idéales Que pasas como un Buckingham sombrío
A v a n z a ! . . . Yo, recostado
sobre la pajiza yerba
que alfombra el patio ruinoso " Que disfruto, que río,
de mi morada desierta, que se recrea el pensamiento mío
en sueños inefables, que desciende
Te contemplo, y entretanto, la inspiración á mí, como rocío
descienden y me rodean que del manto del alba se d e s p r e n d e
las m u j e r e s de mi vida y da vida á las flores y atavío : "
¡así hundió sus fulgores mi ventura y bien puedo decir con el Bautista :
y palpita el corazón...
*
* *
El rayo es un flagelo
El cometa bohemio, que dilata que fustiga las nubes en el cielo ;
su cauda fulgurante p o r l'altura, cuando siente sus flancos azotados
Y del lago tranquilo qu'en.el llano Y las blancas, las tímidas estrellas,
riza en plácidas ondas su agua p u r a , que brillan en el piélago p r o f u n d o
un biselado espejo veneciano, del éter y lo doran con sus huellas,
donde mira, coqueta, su h e r m o s u r a .
¡ son pupilas de pálidas doncellas
P o r eso pena la muchachila,
que murieron de amores en el mundo 1
p o r eso el goce pueril evita,
odia el bullicio y en un rincón,
*
» * el más sombrío d'estancia aislada,
¡ gime sólita y acurrucada,
como paloma sin su p i c h ó n !
¿ P o r qué tan grave la muchachita?
¿por qué los goces del juego evita?
¿ p o r qué se oculta y en un rincón,
e í más sombrío d'estancia aislada,
'gime s'olita y acurrucada, 1
como paloma sin su pichón ?
¡ La calma !... tan sólo és b u e ñ a
para el débil que la ama :
¿ P e r d i ó su r o r r o grande, que dice :
me gusta el mar, cuando b r a m a
Papá? L'ausencia de Berenice,
y la nube cuando t r u e n a !
su dulce amiga, ¿le causa afán?
La corriente, cuando llena
¿ Sufrió el regaño de adusta abuela
d'espuma, se lanza al plan,
ó pena acaso p o r q u e á la escuela
el monte, cuando en volcán
mañana mismo la llevarán ?
convertido, centellea,
y se estremece y humea
¡ Ay! es que ha muerto su hermosa gata, como fragua de titán.
cuyo bigote — p ú a s de plata —
cien y cien veces acarició ;
11
la de albo pelo, mayar sonoro,
ojos muy verdes, vetados de oro,
La lucha... tan sólo es buena
¡ la Remonona que tanto amó !
para el fuerte que la quiere :
i en que las aves, entre las hojas,
me gusta el mar, cuando muere,
el pico esconden b a j o del ala !
cantando, sobre l ' a r e n a ;
la nube, cuando serena,
me finge crespón muy leve, A mí me gustan esas p e n u m b r a s
el r í o , cuando se mueve indefinibles de la enramada
entre céspedes y cañas, á cuyo amparo corren las fuentes,
y las inmensas montañas surgen los gnomos, las hojas charlan...
si se coronan de nieve !
Sol esplendente de p r i m a v e r a ,
ceda tu gloria, declina, pasa,
deja las brumas que me rodean
como rizado crespón de plata 1
Album de Jose/ina Tornel.
de fulgores divinos : j lu r e c u e r d o !
E n la magnífica chimenea
un blando fuego chisporrotea,
afuera el cierzo sus alas mueve
y cual vellones d e s p a r r a m a d o s , Guando despunta la luz p r i m e r a ,
van descendiendo p o r los tejados desciende un r a y o sobre la acera,
innumerables copos de nieve. al niño muerto besa en la frente,
presta matices á sus cabellos
L a tarde muere, la luz fenece, y luego forma p o r cima de ellos
la estancia en honda quietud, parece una corona resplandeciente.
cripta en que el ruido mundano cesa
solo se escuchan en ocasiones,
las compasadas respiraciones Otro rayito de la mañana
del falderillo de la condesa. entra riendo p o r la ventana
del rico alcázar y con traviesa
luz que cascada de oro remeda,
U n rapazuelo, de cuerpo escuálido baña los rizos de blanca seda
de tristes ojos, de r o s t r o pálido, del falderillo de la condesa...
rasca las cuerdas de su violín
frente á los m u r o s de aquella casa:
música inútil! la gente pasa
sin d a r s o c o r r o s al serafín.
Guando me vaya p a r a siempre, entierra al sellar otros labios con tu boca,
con mis despojos tu pasión ferviente ; la huella de aquel beso que me diste !
á mi recuerdo tu memoria c i e r r a ;
es ley común que á quien cubrió la tierra
el olvido lo c u b r a eternamente.
Allegro Vivace,
Valsar, girar, ¡ qué bello es éso !
valsar, girar, p e r d e r el seso,
Oye, neurótica enlutada,
hacia el abismo resbalar,
oye : la orquesta desmayada
en la pendiente darse un beso,
preludia un vals en el salón ;
morir después : valsar, g i r a r . . .
de luz la estancia está inundada,
de luz también el corazón.
¡ R o n d a fantástica iniciemos!
el vals es vértigo : ¡ valsemos !
¡ que viva el vértigo, mujer !
clamo, en medio á Taflicción
que trueca en s o m b r a s mi gozo :
A un Poeta. ¡ más inmenso es el sollozo
de mi p o b r e c o r a z ó n !
Tu inspiración heroica reclama los doseles,
*
el áulico aparato, la pompa y el r ü i d o ; * *
* *
recuerdo de Noemí la desventura.
¡ Ay ! tú puedes también clamar llorosa :
¡ Cállate ! — dijo, p o s a n d o " N o me llaméis Noemí: la más h e r m o s a ;
la diestra sobre mi b o c a ; llamadme Mara, esto es : ¡ mar de a m a r g u r a !"
— olvidarte y o . . . ¡ p r i m e r o
la luz se t r o c a r a en sombras, ¡ Mas qué importa ! En tu lánguida cabeza
perdiera el mar sus r u m o r e s , el nimbo santo del dolor radía,
el rosal no diera r o s a s ! y el dolor es la única nobleza :
Dios u n g e con un óleo de tristeza
P a s a r o n algunos años, á las frentes más altas,t virgen T
mía.
í 6v ti, o ^
y la luz el campo dora,
las ondas gimiendo espiran,
. / /v/V
flores de nácar adornan
.'.VV- #
el rosal... ¡y mi recuerdo Nuestro amor es zenzontle : el p a r a j e
ya no vive en su memoria ! do la beldad á la quietud se aduna,
entona su cantar ; ama el boscaje
cuando tiembla en el claro del ramaje
el rayo macilento de la luna.
Nuestro amor es un mago y un poeta ¡ H o r a de bendición ! Surcan de prisa
reproduce, conforme á su deseo, el espacio los pájaros marinos,
el calado balcón, la estancia quieta y en el palmar qu'enhiesto se divisa,
donde agoniza de pasión Julieta cada palma es laúd, en que la brisa
en los brazos amantes de R o m e o . ejecuta sus trémolos divinos.
*
Mañana, cuando lleno de decoro
s u r j a el sol otra vez, con sus centellas
asaeteando al piélago sonoro,
Se va la luz, hacia el confín violado cuando entornen sus p á r p a d o s de oro
del cielo, el sol agonizante llega, con pudores de virgen las estrellas,
y parece su disco n a r a n j a d o
un escudo de bronce, abandonado Naturaleza que la noche odia,
en el campo sangriento, tras la b r e g a . . ante el ara del cielo enrojecida,
donde fulgura el sol como custodia,
Hoy, mi esperanza que hacia tí corre, Dije al sabio, qu'escruta las estrellas,
que mira el cielo donde tú estés, en espíritu va tras de sus huellas
p o r q u e la gloria se le descorre, y sus misterios insondables lee :
ya no p r e g u n t a desde la t o r r e : ¿ cuál es tu fe ?
Hermana Ana, ¿dime, qué ves?
Místicas
Fleclamus genua.
s Hit. Hom.
r
En tanto, mi dolor se retorcía
en el fondo del alma ¡ y me mordía !
y no lejos (verdad ó devaneo)
un coloso doliente repetía :
¡ Yo soy la Humanidad, soy P r o m e t e o 91
Místicas
Fleclamus genua.
s Hit. Hom.
r
M KM m m m, ffe m m m m ag
P-
INTROITO
/
o-
«y, . J
¡ Oh las r o j a s iniciales C
que ornáis los salmos t r i u n f a l e s
en breviarios y misales !
¡ Oh vitrales policromos
fileteados de plomos,
que brilláis b a j o los domos !
¡ Oh custodias rutilantes,
con topacios y diamantes!
Oh copones r e b o s a n t e s !
¡ Oh Dies irse tenebroso !
¡ Oh Miserere lloroso !
¡ Oh Te Deum glorioso 1
IV
s
GÓTICA
«
RUPTURA TARDIA
T
y con sollozos d e s g a r r a d o r e s
su ritomello feroz seguía :
Vili
V. — " ¡ Ay d é l o s seres que se quisieron
APOCALÍPTICA
y en mala hora nos e n g e n d r a r o n !
¡ Ay de los vientres que concibieron /
¡ Ay de los senos que amamantaron ! "
Y j u r ó p o r el q u e v i v e en l o s s i g l o s
los s i g l o s , que 110 h a b r á m á s t i e m p o . . .
VI. — Y he aquí los a s t r o s — chispas de fraguas
del viejo C o s m o s ! — que descendían
(1626-1700)
que fué verbo : ese verbo que subyuga y flamea !
MATER ALMA
»
XII
T i l A N S M I G I ! ACIÓN
REQUIEM
Y ayer, prior esquivo y austero, los labios
al Dios eucaristico temblando acerqué :
p o r eso conservo piadosos resabios
y busco el retiro siguiendo á los sabios Para José M. Oclioa.
y sufro nostalgias inmensas de fe.
[Oh señor Dios de los ejércitos,
eterno P a d r e , eterno R e y ,
p o r este mundo que creaste
mm con la virtud de tu p o d e r ;
p o r q u e dijiste : la luz sea
y á tu palabra la luz fué;
porque coexistes con el Verbo,
p o r q u e contigo el Verbo es
desde los siglos de los siglos
y sin mañana y sin ayer,
requiem seternam dona eis, Domine,
et lux perpetua luceat éis/
¡ Olí Jesucristo, p o r el frío
de tu pesebre de Bélera,
p o r tus angustias en el H u e r t o ,
p o r el vinagre y p o r la hiél,
p o r las espinas y las varas
con que tus carnes d e s g a r r é ,
y p o r la cruz en que b o r r a s t e
todas las culpas de I s r a e l ;
Hijo del H o m b r e , desolado,
trágico Dios, tremendo Juez : XIV
Divino E s p í r i t u , Paráclito,
aspiración del g r a n Iaveh,
Carne, carne maldita que me apartas del cielo,
que unes al P a d r e con el Hijo,
carne tibia y í'osada que me impeles al vicio :
y siendo el Uno sois los Tres :
ya r a s g u é mis espaldas con cilicio y flagelo
p o r la paloma de alas niveas,
p o r vencer tus impulsos, y es en vano, ¡ te anhelo
p o r la inviolada doncellez
á pesar del flagelo y á pesar del cilicio !
de aquella virgen que en su vientre
llevó al Mesías E m m a n u e l ;
Crucifico mi cuerpo con sagrados enojos
p o r las ardientes lenguas r o j a s
y se abraza á mis plantas Afrodita la i m p u r a ;
con que inspiraste ciencia y fe
me s u m e r j o en la n i e v e ; mas la templan sus o j o s ;
á los discípulos amados
me revuelco en un tálamo de punzantes abrojos
de Jesucristo nuestro bien,
y sus labios lo truecan en deleite y ventura.
requiem eeternam dona eis, Domine,
et lux perpetua luceat eis !
Y no encuentro esperanza ni refugio ni asilo
y en mis noches pobladas de febriles quimeras.
me p e r s i g u e la imagen de la Venus de Milo,
con sus lácteos muñones, con su r o s t r o tranquilo
y las combas triunfales de sus amplias caderas.
XV
¡Oh Señor Jesucristo, guíame p o r los rectos
d e r r o t e r o s del j u s t o ; ya no t u r b e n con locas
A NEMESIS
avideces la calma de mis p u r o s afectos
ni el caliente alabastro de los senos erectos
ni el marfil de los h o m b r o s ni el coral de las bocas !
Tu brazo en el pesar me precipita,
me robas cuanto el alma me recrea
y casi nada tengo : flor que oréa
tu aliento de simún se me marchita.
xvi
ANTIFONA
Auima loqucns.
II
Yo te dedico
el ímpetu orgulloso con que en las cimas
de todos los calvarios, me crucifico,
iluso ! pretendiendo que te redimas 1
XVII
Yo te consagro
un cuerpo que martirio solo atesora
Á son QUIMERA
y un alma siempre obscura, que p o r milagro,
del cáliz de ese cuerpo no se evapora...
XIX
XVI i i
A FELIPE II
ÉL l ¡ l í S ( i - 1"ANTASSíA
III
Para Jesús Urueta.
B a r d o s de frente sombría
Ama esas caras de cristos,
y de perfil desprendido
ama esos ojos inmensos,
de alguna vieja medalla ;
ama esas grandes melenas I
Los de la g r a n señoría,
los de mirar distraído,
los de la voz que avasalla.
XXIV
Para Rubén Daño.
ESQUIVA
P a d r e viejo y triste, rey de las divinas canciones,
son en mi camino focos de una luz enigmática,
tus pupilas mustias, vagas de pesar y abstracciones
y el límpido y noble marfil de tu testa socrática. Para Mi Larrañaga y Portugal.
f o r j a b a el silogismo en la Sorbona.
Y no sé de pasión, y me contrista
v i b r a r la lira del amor precario. Bien sé, devota mujer,
Sólo brotan mis versos de amatista cuando te contemplo en tus
al beso de Daniel, el simbolista, fervores y celo arder,
y al ósculo de Juan, el visionario ! que no me puedes querer
como quieres á J e s ú s .
Y c o m p r e n d o , no te a s o m b r e ,
que hay en tu espíritu dos
cultos con un solo n o m b r e ,
que rezas al hombre-Dios
XXVI
y sueñas con el D i o s - h o m b r e ;
PARÁBOLA
y el a r d o r de que me llenas
acabará p o r quemar
Jam fetet.
todo el j u g o de mis venas,
Y p o r no quererme amar
tú te vas á condenar Para Ezeqiliel A. Cha,
y á mi también me condenas.
106 MISTICAS
« E s t a n d o Tú conmigo viviría...
AL CHISTO
mas tu verbo inmortal todo lo puede
dila que surja en la conciencia mía,
resucítala, ¡ oh Dios! ¡ era mi guía ! »
Señor, entre la sombra voy sin tino,
Y Jesucristo respondió : — Ya hiede. la fe de mis mayores ya no vierte
su apacible fulgor en mi c a m i n o ;
¡ mi espíritu está triste hasta la muerte !
Venid, adoremos
el arcano Ideal, compañeros.
Adoremos los ojos dilatados
cual piélagos de s o m b r a s , impregnados
de claridades diáfanas y astrales,
los ojos que abrillanta el histerismo,
los ojos que en el día son abismo,
los ojos que en-la noche son fanales.
Venid, adoremos
el arcano Ideal, compañeros.
En el lago tiritan las ondas, Padre nuestro que estás en los cielos,
en el p a r q u e se mueren las f r o n d a s santificado sea el tu nombre,
y ya muertas abaten sus vuelos: venga á nos el tu reino...
Qué tristezas tan hondas... tan h o n d a s . . .
¡ P o b r e rey de los r a r o s a m o r e s !
Como nadie sintió sus dolores,
como nadie sufrió sus desvelos,
t
le inventaron un mal los doctores.
«
A la luz del dolor que ya me m u e s t r a
mi mundo de fantasmas vuelto e s c o m b r o s ,
de tu místico monte iré á la falda,
EN CAMINO
Para'Leopoldo Lugones.
II
III
T o r n a r é como el P r ó d i g o doliente
¡ Oh sí! yo t o r n a r é ; tu amor estruja
á tu heredad tranquila ; ya no puedo
con invencible afán al pensamiento,
la p i a r a cultivar y al inclemente
que tiene hambre de paz y de aislamiento
r e s p l a n d o r de los soles tengo miedo.
en la mansa quietud de la cartuja.
HYMNUS
EL ALMA Y CRISTO
Para Francisco de P.
EL ALMA
L A S V O C E S (1)
Esquívate, no dejes que tu vaivén se aquiete. Me has hecho mal y escondes tu esencia :
ÁNGEL
VARIAS VOCES á la rosa :
Remanso, algunas gotas p a r a mi calentura.
Pica! Pica!
EL REMANSO
ÁNGEL
No q u i e r o !
H o y como ayer sin ruta ni brújula en la vida :
VOCES me asusta mi futuro, me apena mi p a s a d o . . .
LAS VOCES
¡ Ladrón ! se están secando las u b r e s de mi roca,
r e t ó r n a m e las aguas a m a r g a s de tu lloro.
¡ Ladrón!
ÁNGEL
soberbia, me hace falta p a r a aumentar mi brillo.
Me d e s p e r t é y la angustia se despertó c o n m i g o ;
dormí, p e r o á mi lado velaba lá inquietud...
que absortas en el vago ritual de sus ensueños, la vida sin deseos, sin amores
sonámbulas y frías, y ama tus paraísos interiores
caminan p o r los limbos de góticas mansiones, sobre todas las cosas de la t i e r r a .
sin imprimir su huella, como hechas de abstracciones, — Perfuma
sin proyectar su sombra s o b r e las galerías... con los lirios, revuela
como las mariposas,
VARÍAS VOCES
rízate con la espuma...
— Yo vuelo. — Medita
— Yo p e r f u m o . con las tardes, funde tu alma con ellas,
— Yo calmólas congojas florece con la primavera y con las estrellas.
de la sed. — Suspira con la h o n d a
— Yo ilumino las nubes de oro y gualda. voz de la noche, amasa
— Yo arrullo á mis polluelos. con ella tus misterios, palpita con la o n d a
— Y yo hago de las hojas y pasa con el viento que p a s a . . .
p a r a cantar á Mayo, mil l e n g u a s de esmeralda. — Ruge con los ignotos
mares;
LOS ASTROS
busca un santo capullo p a r a tus avalares,
Florecimientos del vacío a r r u l l a ' c o n las tórtolas, olvida con los l o t o s . . .
somos nosotros, alabastros
liliales,
almas del éter, a s t r o s
inmortales.
VARIAS VOCES
PROFESORA DE CANTO.
III
LAS V O C E S 147
ÁNGE L
Portada 3
Allegro Vivace
A un p o e t a ' 3g
A n t e el s e p u l c r o de M. G u t i é r r e z N á j e r a . . . . . . . . . 48
Dedicada _ " &3
Místicas, . . . . . . . .
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