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TALLER DE LECTURA

A UNA NARIZ

(Francisco Quevedo)

Érase un hombre a una nariz pegado,


érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.

1. Oral: ¿Conoces estas palabras?


Vientre, tripa, dentadura, incisivos, fosa nasal, meñique, pestaña, cogote, pómulo, nalgas,
lóbulo, costillas, pescuezo, legañas.
Selecciona una parte del cuerpo y descríbela. Tus compañeros tendrán que adivinar de
qué parte se trata.

2. Lee las definiciones:


Burla: palabras con las que se intenta poner en ridículo a alguien.
Parodia: imitación burlesca
Este texto, ¿Se trata de una burla o de una parodia?

3. El texto de Quevedo crea numerosas hipérboles, ya que exagera el tamaño y cualidades de


la nariz. Sin embargo, utiliza a su vez metáforas y comparaciones. ¿Podrías poner un
ejemplo de cada recurso?

4. Quevedo es un escritor conceptista. El conceptismo es una corriente literaria barroca que


profundiza en el sentido o concepto de las palabras; se puede definir como una agudeza
mental que da preferencia a las ideas con el fin de impresionar la inteligencia o el deseo
de decir mucho con pocas palabras.

Los principales recursos que utiliza esta corriente son:

-Frecuentes metáforas, no con el fin de embellecer, como el culteranismo, sino para


impresionar la inteligencia: Lumbre por pecado
-Estilo breve y conciso, que se logra mediante la elipsis o eliminación de palabras. Aplican
el refrán: «Lo bueno, si breve, dos veces bueno».

- Antítesis de palabras, frases o ideas, con el fin de impresionar y agudizar la mente: «Mi
negra capa, ya blanca por los pecados».

¿Cuáles de estos recursos estilísticos encuentras en el poema? ¿Qué efecto producen?


¿Cuál es el objetivo del autor?

5. ¿Conoces estas expresiones en las que aparecen partes del cuerpo? Conecta cada
expresión con su significado:

1 Tener morro, echarle morro al asunto a. Ocuparse de asuntos que no le corresponde

2 Tener mucha labia b. No esconderse, asumir culpas o errores

3 Plantar cara c. Ser terco, difícil de convencer

4 Meter las narices d. Hablar mucho

5. Ser duro de mollera e. Reírse mucho

6. Ser el ojito derecho de alguien f) Ser atrevido f. Ser atrevido

7. Reírse a mandíbula batiente g. ser la persona preferida de otra

8. Tener mano izquierda h. Saber tratar con tacto y astucia a las personas

6. Lee el siguiente poema

Pavura de los condes de Carrión (Francisco de Quevedo y Villegas)

Medio día era por filo,


que rapar podía la barba,
cuando, después de mascar,
el Cid sosiega la panza.

La gorra sobre los ojos


y floja la martingala,
boquiabierto y cabizbajo,
roncando como una vaca.

Gúardale el sueño Bermudo


y sus dos yernos le guardan,
apartándolo las moscas
del pescuezo y de la cara,

cuando una voces, salidas


por fuerza de la garganta,
no dichas de voluntad
sino de miedo pujadas,

se oyeron en el palacio,
se escucharon en la cuadra,
diciendo, «¡guardá: el león!»,
y en esto entró por la sala.

Apenas Diego y Fernando


le vieron tender la zarpa,
cuando lo hicieron sabidoras
de su temor a sus bragas.

El mal olor de los dos


al pobre león engaña,
y por cuerpos muertos deja

A venir acatarrado
el león, a los dos mata;
pues de miedo del perfume
no les siguió las espaldas.

El menor, Fernán González,


detrás de un escaño a gatas,
por esconderse, abrumó
sus costillas con las tablas.

Diego, más determinado,


por un boquerón se ensarta
a esconderse, donde van
de retorno las viandas.

Bermudo, que vio el león,


revuelta al brazo la capa,
y sacando un asador
que tiene humos de espada,

en la defensa se puso.
Despertó al Cid la borrasca,
y abriendo entrambos los ojos
empedrados de legañas,

tal grito la dio al león


que le aturde y le acobarda,
que hay leones enemigos
de voces y de palabras […]

Trabaja el vocabulario intentando adivinar qué puede significar en el texto:


1. Zarpa • garra • mano • boca
2. Sabidora • culpable • responsable • conocedora
3. Abrumar • aplastar • asombrarse • romper
4. Boquerón • puerta • agujero • mueble
5. Ensartar • pegar • introducir • escapar
6. Vianda • comida • basura • heces

7. En grupo. Comprensión del texto:


a) Estrofas 1-4: ¿Qué momento del día es? ¿Quiénes son los personajes? ¿Cómo son?
b) Estrofas 5-8: ¿Dónde están? ¿Quién aparece? ¿Cómo es? ¿Cómo reacciona?
c) Estrofas 9-11: ¿Dónde intentan esconderse?
d) Estrofas 12-13: ¿Quién interviene? ¿Qué hace? ¿Cómo finaliza la historia?

8. ¿En qué versos se describe al Cid? ¿Cómo aparece descrito? ¿Se corresponde con la visión que
tenías?

9. En el texto hay los siguientes recursos literarios. Intenta localizarlos y explicarlos. Añade otros:
Ironía
Hipérbaton
Hipérbole

10. ¿Sabes lo que significa la expresión “tener humos”?


a) estar muy caliente
b) tener ventaja
c) pretender ser más

11. Empareja ahora estas expresiones:


1. Echar humo a. domar la altivez de alguien
2. ser humo de paja b. estar enfadado o furioso
3. bajarle a alguien los humos c. ser algo sin importancia y pasado

Escribe tres situaciones con estas expresiones:


AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE Francisco de Quevedo

Cerrar podrá mis ojos la postrera


Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de es otra parte en la ribera


Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,


Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;


Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

I. VOCABULARIO

1. Une cada palabra con su definición:


a) Postrero 1. Antiguamente, cualquiera de los líquidos del cuerpo.
b) Desatar 2. Margen, orilla de un río.
c) Afán 3. Sustancia blanda del interior de algunos huesos.
d) Lisonjero 4. Soltar lo que está atado
e) Ribera 5. Último en una lista o serie.
f) Humor 6. Agradable o satisfactorio.
g) Médula 7. Empeño, deseo vehemente.

2. Completa estas frases con las palabras anteriores.


1. El hombre moderno, en su……………………de progreso, suele llevar una vida llena de estrés.
2. El niño se dirigió a sus padres en tono………………..para que le dejasen ir al concierto.
3. El menú…………………….del reo condenado a muerte fue hamburguesa y patatas fritas.
4. A causa del accidente se dañó la…………………………espinal, y ahora tiene que ir en silla de ruedas.
5. Hizo un nudo tan fuerte que fue imposible………………….. las cuerdas y hubo que cortarlas. 6. Tras
la lluvia, las ………………… del Guadalquivir quedaron cubiertas de cañas.

3. ¿A qué sustantivo acompaña el adjetivo “lisonjera”?

4. “Postrera sombra” y “blanco día” son metáforas de:


a) Oscuridad y luz b) Noche y día c) Muerte y vida

5. ¿Cuál es el tema de este primer cuarteto?


a) La muerte cierra los ojos del poeta
b) La hora de la muerte es agradable
c) La muerte separa el alma del cuerpo
6. El yo poético menciona “mi llama”, ¿de qué está hablando realmente?

7. ¿Qué trata de decirnos el poeta en estos versos?

8. TERCETOS
1. En primer verso del primer terceto se hace mención a un Dios. ¿De qué Dios se trata? Razona
tu respuesta.
a) Apolo b) Dionisos c) Eros d) Eolo

2. Fíjate en los verbos del segundo terceto.


¿Cuáles son los sujetos de estos verbos?
• Dejará:………………
• Serán: ………………
• Serán : ………………

3. CONCLUSIÓN
¿Cuál crees que es el mensaje que da el autor con este poema?

4. FIGURAS RETÓRICAS
Busca en el texto ejemplos de las siguientes figuras retóricas:

Metáfora:
Antítesis:
Paradoja

5. Ahora, lee el siguiente texto y ratifica tus respuestas.


Fuenteovejuna Acto I: “Laurencia habla a los hombres del pueblo” y Acto III: “Escena de las
torturas del juez” (Lope de Vega)

La imagen corresponde al corral de comedias de Almagro, situado en la plaza Mayor de Almagro


(Cáceres) y construido en 1628. El corral está sustentado en las tres partes que rodean el
escenario por 54 pilastras de madera; las inferiores están montadas sobre un tosco basamento de
piedra para protegerlas de la humedad del suelo. Estos puntales reciben los dos cuerpos del
edificio y forman un porche o cobertizo a sus tres lados.
Este corral es un ejemplo perfecto del espacio escénico que surge con la Comedia Nueva. Se trata
de un patio de posada o de vecinos habilitado para representar las obras de teatro del Siglo de
Oro. A medida que las representaciones de las obras de Lope de Vega, Calderón de la Barca o Ruiz
de Alarcón se acercan a su máximo esplendor durante la primera mitad del siglo XVII, los corrales
reforman sus patios incorporando el tablado fijo, las gradas laterales y el espacio reservado a las
mujeres.
Situada a los lados de la entrada del patio, se encontraba la “alojería”, un establecimiento donde
se vendían barquillos, obleas y una bebida llamada “aloja” compuesta de agua, miel, canela y otras
especias. A pesar de la prohibición de vender alcohol, era habitual que los alojeros la mezclaran
con vino. Los otros dos laterales del patio los ocupaban comerciantes, militares, funcionarios...
En el patio asistían a la representación las clases populares, en localidades de pie. Los
mosqueteros metían ruido si la comedia no era de su agrado. De ellos dependía muchas veces el
éxito o fracaso de la representación. Los aposentos privados estaban situados en los laterales del
escenario y se alquilaban temporalmente sólo a familias nobles. Las tupidas celosías permitían ver
sin ser vistos. Tenían accesos independientes del resto del edificio para mantener el anonimato de
sus ocupantes.
Las mujeres se sentaban separadas de los hombres en la cazuela. Así lo exigía la estricta moral de
la época. Estaba situada enfrente del escenario, en la primera planta del edificio, con gradas y
rejas a los lados para incomunicarlo del resto del corral. Las escaleras de acceso también eran
independientes.
El corredor situado encima de la cazuela lo ocupaban habitualmente las instituciones, tanto civiles
como eclesiásticas. Los corredores laterales estaban entre la cazuela y los aposentos privados. Se
dividían en estancias con bancos que se alquilaban a familias. Son los antecedentes del palco.
El escenario, desmontable en sus inicios y fijo posteriormente, está situado en la parte opuesta
dela entrada. Cuenta con uno o dos balcones superiores que formaban parte de la puesta en
escena. Detrás se encontraban los camerinos de las mujeres. Debajo de las tablas del escenario
está el foso, donde se alojaba la compañía con todos sus enseres. El foso servía también de
vestuario para los hombres durante la representación, y era el lugar donde estaba normalmente la
maquinaria.
La temporada teatral comenzaba el domingo de resurrección y terminaba el miércoles de ceniza.
La representación duraba entre cuatro y seis horas. Comenzaba al mediodía y finalizaba antes de
la puesta de sol. En ciudades universitarias estaba prohibido representar entre semana para que
los estudiantes no se distrajeran. No había aseos y las condiciones higiénicas no eran las más
adecuadas. No se dejaba entrar a los niños y para evitar incendios estaba prohibido fumar.
No existía un precio fijo; se pagaban distintas entradas: una a la entrada, otra para la hermandad
o beneficiario y otra para sentarse. Para sentarse en los bancos frente al escenario había que
pagar un suplemento. No existía un aforo determinado. El apretador se encargaba de que todo
aquel que había pagado la entrada se sentase. El mantenedor del orden era el encargado de
templar los ánimos durante la representación.

1 Relaciona los términos del recuadro con las siguientes definiciones del Diccionario de la Real
Academia de la Lengua. Ayúdate del contexto en el texto anterior

celosía – enseres – corredor – cobertizo – patio – camerino – aposento – cazuela – pilastra –


escenario – palco – foso

a)………………. : En los teatros y otros lugares de recreo, espacio con varios asientos y en forma de
balcón.
b)……………… : Columna de sección cuadrangular.
c) ……………..: Aposento individual o colectivo, donde los artistas se visten, maquillan o preparan
para actuar.
d)……………… : Galería alta que en los antiguos teatros estaba reservada a las mujeres.
e)……………… : Espacio cerrado con paredes o galerías, que en las casas y otros edificios se suele
dejar al descubierto.
f)………………. : Parte del teatro construida y dispuesta para que en ella se puedan colocar los
decorados y representar las obras dramáticas o cualquier otro espectáculo teatral.
g) …………….: Enrejado tupido de listones de madera que se pone en las ventanas u otro sitio para
que las personas que están en el interior vean sin ser vistas.
h) ……………..: Utensilios, muebles, instrumentos necesarios o convenientes en una casa o para el
ejercicio de una profesión.
i)……………….. : Cada una de las galerías, abiertas o cerradas, que corren alrededor del patio de
algunas casas.
j)………………… : Tejado que sale fuera de la pared y sirve para guarecerse de la lluvia.
k) ……………..: (Literariamente o refiriéndose a época pasada) Habitación, particularmente
refiriéndose a la ocupada por una persona.
l)………………… : Piso inferior del escenario, cavidad espaciosa a la que el tablado sirve como de
techo.
m)……………….. : Pavimento hecho con tablas ensambladas.

2. El Drama: Fuenteovejuna.
La trama. Fuenteovejuna (1612-1614) es posiblemente el título más popular y representado de
Lope de Vega. Basada en un hecho real acaecido durante el reinado de los Reyes Católicos, la obra
se centra en el conflicto entre el Comendador (gobernador) de la villa de Fuenteovejuna y sus
habitantes, a causa de los continuos abusos a los que somete a las mujeres.

A continuación te proporcionamos la lista de los personajes de la obra y su relación con los


personajes tipo del teatro de Lope. A partir de ella, y de las ilustraciones del dibujante Pablo
Egea Palomares, intenta recomponer el argumento de la obra.

El galán: Frondoso.
La dama: Laurencia.
El poderoso: El Comendador.
El padre: Esteban.
El rey: Los Reyes Católicos
. El gracioso: Mengo.
El villano: varios, entre ellos Pascuala

3. Lectura I: Acto III. Laurencia habla a los hombres del pueblo

Al comienzo del acto III, mientras las autoridades locales deliberan sobre cómo actuar ante las
agresiones del Comendador hacia las mujeres, irrumpe Laurencia –huyendo del acoso y de las
malas intenciones del Comendador- para reprocharles su pasividad. Este parlamento está
considerado como uno de los más impresionantes del teatro clásico español.

Sale LAURENCIA, desmelenada.

LAURENCIA: Dejadme entrar, que bien puedo, en consejo de los hombres; que bien puede una
mujer, si no a dar voto, a dar voces. ¿Conocéisme?
ESTEBAN: ¿Santo cielo! ¿No es mi hija?
JUAN ROJO: ¿No conoces a Laurencia?
LAURENCIA: Vengo tal, que mi diferencia os pone en contingencia quién soy.
ESTEBAN: ¡Hija mía!
LAURENCIA: No me nombres tu hija.
ESTEBAN: ¿Por qué, mis ojos? ¿Por qué?
LAURENCIA: Por muchas razones, y sean las principales: porque dejas que me roben tiranos sin
que me vengues, traidores sin que me cobres.
Aún no era yo de Frondoso, para que digas que tome, como marido, venganza; que aquí por tu
cuenta corre; que en tanto que de las bodas no haya llegado la noche, del padre, y no del marido,
la obligación presupone; que en tanto que no me entregan una joya, aunque la compren, no ha de
correr por mi cuenta las guardas ni los ladrones.
Llevóme de vuestros ojos a su casa Fernán Gómez; la oveja al lobo dejáis como cobardes pastores.
¿Qué dagas no vi en mi pecho? ¿Qué desatinos enormes, qué palabras, qué amenazas, y qué
delitos atroces, por rendir mi castidad a sus apetitos torpes? Mis cabellos ¿no lo dicen? ¿No se ven
aquí los golpes de la sangre y las señales? ¿Vosotros sois hombres nobles? ¿Vosotros padres y
deudos? ¿Vosotros, que no se os rompen las entrañas de dolor, de verme en tantos dolores?
Ovejas sois, bien lo dice de Fuenteovejuna el hombre.
Dadme unas armas a mí pues sois piedras, pues sois tigres... -Tigres no, porque feroces siguen
quien roba sus hijos, matando los cazadores antes que entren por el mar y pos sus ondas se
arrojen.
Liebres cobardes nacisteis; bárbaros sois, no españoles.

Gallinas, ¡vuestras mujeres sufrís que otros hombres gocen! Poneos ruecas en la cinta.
¿Para qué os ceñís estoques? ¡Vive Dios, que he de trazar que solas mujeres cobren la honra de
estos tiranos, la sangre de estos traidores, y que os han de tirar piedras, hilanderas, maricones,
amujerados, cobardes, y que mañana os adornen nuestras tocas y basquiñas, solimanes y colores!
A Frondoso quiere ya, sin sentencia, sin pregones, colgar el Comendador del almena de una torre;
de todos hará lo mismo; y yo me huelgo, medio-hombres, por que quede sin mujeres esta villa
honrada, y torne aquel siglo de amazonas, eterno espanto del orbe.

ESTEBAN: Yo, hija, no soy de aquellos que permiten que los nombres con esos títulos viles. Iré
solo, si se pone todo el mundo contra mí.
JUAN ROJO: Y yo, por más que me asombre la grandeza del contrario.
REGIDOR: ¡Muramos todos!
BARRILDO: Descoge un lienzo al viento en un palo, y mueran estos enormes.
JUAN ROJO: ¿Qué orden pensáis tener?
MENGO: Ir a matarle sin orden. Juntad el pueblo a una voz; que todos están conformes en que los
tiranos mueran.
ESTEBAN: Tomad espadas, lanzones, ballestas, chuzos y palos.
MENGO: ¡Los reyes nuestros señores vivan!
TODOS: ¡Vivan muchos años!
MENGO: ¡Mueran tiranos traidores!
TODOS: ¡Tiranos traidores, mueran!

4. Las palabras de Laurencia son fundamentales a la hora de tratar de entender el dolor del
pueblo de Fuenteovejuna y lo que allí ocurre.

a) ¿Cómo se siente Laurencia al empezar a hablar?


b) ¿Qué le ha hecho el Comendador (Fernán Gómez)?
c) ¿Con qué calificativos se refiere la muchacha a su padre (Esteban) y al resto de los hombres allí
presentes? ¿Por qué?
d) ¿Qué pretende hacer Laurencia cuando termine de hablar con los hombres?
e) ¿Cómo reaccionan los hombres ante las denuncias de Laurencia?
5. . La estructura. En el texto de Lope, aunque sólo sea un fragmento de la obra, marca:
- los versos que nos introducen en la acción,
- los que presentan el nudo de la acción,
- los que nos cuentan el desenlace.

6. La honra. Uno de los tópicos en los que se basa el teatro barroco es la oposición Aldea versus
Corte en que se presupone el honor y la nobleza de los personajes cortesanos, frente a la carencia
de esa herencia noble por parte de los aldeanos. En la obra, ¿quiénes son los personajes con más
honra y nobleza?

Lectura II: Acto III. Escena de las torturas del juez El pueblo reacciona por fin matando al
Comendador. Al enterarse de lo ocurrido, los Reyes envían un juez para aclarar el caso y castigar a
los culpables, pero a pesar del uso de la tortura no logra encontrar a ningún responsable individual.
Dice dentro el JUEZ y responden
JUEZ: Decid la verdad, buen viejo.
FRONDOSO: Un viejo, Laurencia mía, atormentan
. LAURENCIA:¡Qué porfía!
ESTEBAN: Déjenme un poco.
JUEZ: Ya os dejo. Decid: ¿quién mató a Fernando?
ESTEBAN: Fuenteovejuna lo hizo.
LAURENCIA: Tu nombre, padre, eternizo; [a todos vas animando].
FRONDOSO:¡Bravo caso!
JUEZ: Ese muchacho aprieta. Perro, yo sé que lo sabes. Di quién fue. ¿Callas? Aprieta, borracho.
NIÑO: Fuenteovejuna, señor.
JUEZ: ¡Por vida del rey, villanos, que os ahorque con mis manos! ¿Quién mató al Comendador?
FRONDOSO: ¡Que a un niño le den tormento y niegue de aquesta suerte!
LAURENCIA: ¡Bravo pueblo
FRONDOSO: Pensamientos vanos.
LAURENCIA: Pascuala niega, Frondoso.
FRONDOSO: Niegan niños. ¿Qué te espanta?
JUEZ: Parece que los encantas. ¡Aprieta!
PASCUALA:¡Ay, cielo piadoso!
JUEZ: ¡Aprieta, infame! ¿Estás sordo?
PASCUALA: Fuenteovejuna lo hizo.
JUEZ: Traedme aquel más rollizo, ese desnudo, ese gordo.
LAURENCIA:¡Pobre Mengo! Él es, sin duda.
FRONDOSO: Temo que ha de confesar.
MENGO: ¡Ay, ay!
JUEZ: Comienza a apretar.
MENGO: ¡Ay!
JUEZ: ¿Es menester ayuda?
MENGO: ¡Ay, ay!
JUEZ: ¿Quién mató, villano, al señor Comendador?
MENGO: ¡Ay, yo lo diré, señor!
JUEZ: Afloja un poco la mano.
FRONDOSO: Él confiesa.
JUEZ: Al palo aplica la espada.
MENGO: Quedo; que yo lo diré.
JUEZ: ¿Quién lo mató?
MENGO: Señor, ¡Fuenteovejunica!
JUEZ: ¿Hay tan gran bellaquería?

Del dolor se están burlando.


En quien estaba esperando,
niega con mayor porfía.
Dejadlos; que estoy cansado.
FRONDOSO: ¡Oh, Mengo, bien te haga Dios!
Temor que tuve de dos,
el tuyo me le ha quitado.

7. La actitud del juez. Analiza cómo evoluciona la actitud del juez. ¿Cómo trata, al principio, a los
habitantes de Fuenteovejuna?

Fuenteovejuna (Lope de Vega, 1612-1614)

Argumento. Durante la guerra entre los Reyes Católicos y Alfonso V de Portugal, el Comendador
mayor de la orden militar de Calatrava fija su residencia en la villa cordobesa de Fuenteovejuna.
Las mozas del pueblo se quejan del permanente acoso a que las somete el Comendador, que en
ese momento aconseja al Gran Maestre de Calatrava atacar Ciudad Real. Cuando el Comendador
vuelve victorioso a Fuenteovejuna, es homenajeado por el pueblo, pero luego se encuentra a solas
en el campo con la joven Laurencia, a la que intenta seducir. Lo impide Frondoso, el novio de la
muchacha, que llega a apuntar al caballero con su propia ballesta. Las mozas de la villa comentan
la desvergüenza del Comendador; éste se atreve a preguntar al padre de Laurencia por qué no le
entrega a su hija, prometida con Frondoso. Cuando acaba de celebrarse la boda, el Comendador
aparece, se lleva a la muchacha y está a punto de prender al novio.

Los Reyes Católicos recuperan Ciudad Real. Laurencia, que ha sido maltratada por el Comendador,
reprocha a la gente del pueblo su pasividad ante la violencia del tirano, que se dispone también a
colgar a Frondoso. Finalmente, el pueblo reacciona: acuden al castillo y matan al Comendador;
pero uno de sus criados, que logra huir, acude a pedir justicia a los Reyes, que mandan de
inmediato un juez. Cuando éste intenta tomar declaración para saber quién cometió el asesinato,
todos responden: Fuenteovejuna lo hizo. Asombrados por tal solidaridad, los Reyes Católicos
acuden a informarse de lo sucedido. Al conocer la conducta del Comendador, perdonan los hechos
y conceden a Fuenteovejuna el privilegio de convertirse en villa real, dependiente directamente de
la corona.
TALLER LUDICO
FABULAS
TOMAS IRIARTE

La fábula y yo

¿Alguna vez han visto rotos sus sueños, como «La Lechera»? ¿Han asustado a un fanfarrón,
como en «El Cordero y el Lobo»? ¿Una treta les ha ayudado a salvar algún obstáculo o peligro,
como en «El murciélago y la Comadreja»? Expondrán su relato por escrito con todo tipo de
detalles

1. Actividad Pre-lectura..
. Antes de hacer la lectura de algunas de las fábulas de Tomas de Iriarte y Felix de
Samaniego responde: ¿Qué fabulas ha leído? ¿Conoce aluna fabula de Samaniego o
Iriarte?

2. . A cada alumno se le entregara el título de cada una de las fabulas y a partir de este título
tendrán que hacer un dibujo.

3. Actividades durante la lectura:

. Conforme vayamos leyendo en la lectura de la fábula, debes proponer una actividad en la


que tendrán que imaginar que sucederá después de lo que se seta leyendo, luego el que
quiera lo leerá frente a todos.

.. Tras leer los primeros párrafos se propone que los estudiantes contesten las siguientes
preguntas en el cuaderno:

. ¿Cómo definirías a la cigarra y a la hormiga


. ¿Qué relación tiene el molinero y el asno?
. ¿Por qué el ratón decide ayudar al león?
. ¿Qué valores representan la tortuga y el águila
. ¿Qué importancia tiene el oso para los dos amigos?
. ¿Qué moraleja te deja el pastor mentiroso?
. A medida que vamos leyendo nos encontramos con palabras desconocidas, apunta dichas
palabras para luego buscar la definición en el diccionario y apuntarla, también buscar el
sinónimo de aquellas palabras que les resulte más conocidas.

Un cómic de fábula Por parejas, los lectores escogerán una fábula que transformarán en
un cómic. Deberán realizar el guión y los dibujos, aunque la adaptación será totalmente
libre. Quizá nos sorprenda la imaginación de nuestros alumnos.

4. Actividades después de la lectura:

. Los alumnos ordenaran las imágenes de algunas fabulas en orden cronológico y escribir que es lo
que está sucediendo en cada imagen.

. Además se les dará algunas tiras de papel recortadas con el contenido de la fábula. Deberán
ordenar las tiras hasta lograr darle el orden correcto de la historia. Esta actividad lo hará por
parejas. La primera pareja que la ordene de primero será el grupo ganador.

. Como ya han leído la fábula, los alumnos harán dos columnas en su cuaderno en las que pondrán
que es lo que más les gusto y lo que menos de la historia.

. En grupos de tres personas los estudiantes deberán imaginar un final distinto para la fábula y
luego lo escribirán entre todos en una cartulina grande, pueden añadir también dibujos que
representen dicho final.
El asno y el lobo
Un Burro cojo vio que le seguía

un Lobo cazador, y, no pudiendo

huir de su enemigo, le decía:

"Amigo Lobo, yo me estoy muriendo;

me acaban por instantes los dolores

de este maldito pie de que cojeo.

Si yo me valiese de herradores,

no me vería así como me veo.

Y pues fallezco, sé caritativo:

sácame con los dientes este clavo.

Muera yo sin dolor tan excesivo,

y cómeme después de cabo a rabo".

"¡Oh!, dijo el cazador con ironía,

contando con la presa ya en la mano,

¡No solamente sé la anatomía,

sino que soy perfecto cirujano!

El caso es para mí una patarata:

La operación, no es más que de un momento.


¡Alargue bien la pata,

y no se acobarde, buen jumento!".

Con su estuche molar desenvainado,

el nuevo profesor llega doliente;

mas éste le dispara de contado

una coz que le deja sin un diente.

Escapa el cojo; pero el triste herido

Llorando se quedó su desventura.

"¡Ay, infeliz de mí! ¡Bien merecido

el pago tengo de mi gran locura!

¡Yo siempre me llevé el mejor bocado

en mi oficio de Lobo carnicero!

Pues si pude vivir tan regalado,

¡a qué meterme ahora a curandero?".

Moraleja: Hablemos con razón, no tiene juicio quien deja el propio por ajeno oficio.
La tortuga y la liebre

Un día, una tortuga iba pasito a pasito por un camino, cuando se le acercó una liebre
brincando y le dijo:
-¡Hola tortuga! Ya veo que caminas muy despacio, como siempre. ¿Por qué no vas
más deprisa?
Puede que ande despacio, pero cuando se trata de resistencia, nadie me gana -
replicó la tortuga-.
Si quieres, hacemos una carrera hasta lo alto de aquella colina.
La liebre se echó a reir:
-¡Ja, ja! ¡Estupendo! ¡No tienes ninguna posiblidad de ganarme!
La liebre convocó a todos sus amigos. Pensó que pondría en ridículo a la tortuga y
que todos se reirían de ella.
-¡Vamos a ver quién es más veloz, si la pesada tortuda o yo!
A la señal de la zorra ¡Preparados, listos, ya!, la tortuga y la liebre salieron juntas. La
liebre pasó zumbando a la tortuga, y no tardó mucho en llegar a la mitad del
recorrido.
"Me pregunto por dónde irá la tortuga". Se detuvo para mirar atrás y vio que la tortuga
estaba aún a mucha distancia.
Todos los espectadores se reían de la tortuga, diciendo:
-¡Tortuga! ¡Eres la criatura más lenta del mundo!
A pesar de las risas, la tortuga continuó caminando despacio, pero sin pausa, colina
arriba.
La liebre se cansó de contemplar el lento paso de la tortuga.
¿Todavía está ahí? Creo que me voy a echar una siestecita, pensó.
Y dicho y hecho, la liebre se puso a dormir en mitad de la ladera.
Mientras la liebre dormía, la tortuda continuó caminando lentamente pero sin
descansar.
"Tal vez sea lenta, pero siempre gano cuando se trata de resistencia. ¡Vamos!", se
dijo.
Cuando finalmente llegó a la mitad del camino, oyó unos ronquidos y dijo:
-¡Vaya! ¡Ahí está la liebre durmiendo!
Entonces la tortuga se esforzó todo lo que pudo en subir la colina y pasar a la liebre,
que estaba profundamente dormida.
Después de una larga siesta, la liebre se despertó: ¿Cuánto habrá avanzado la
tortuga?
Miró hacia abajo, pero no se veía a la tortuga por ninguna parte.
-¡No puede ser!
Entonces miró hacia la cima de la colina. ¡Allí estaba la tortuga gritando de alegría por
haber ganado la carrera!
Moraleja: Todos tenemos que esforzarnos al máximo para conseguir nuestros
objetivos, y trabajar sin parar, como hizo la tortuga.

La cigarra y la hormiga

HABÍA UNA VEZ UNA CIGARRA QUE SIEMPRE ESTABA CANTANDO. SU VECINA
LA HORMIGA, AL CONTRARIO, SE PASABA TODO EL DÍA BUSCANDO
PROVISIONES PARA EL INVIERNO, PUES SABÍA QUE NECESITARÍA MUCHOS
ALIMENTOS.

EL VERANO PASÓ Y VINO EL OTOÑO. LA CIGARRA SEGUÍA CANTANDO. EN


UNA OCASIÓN LA HORMIGA QUISO AVISARLA:
-SI NO ALMACENAS COMIDA PARA EL INVIERNO, TE MORIRÁS DE HAMBRE.
PERO LA CIGARRA DIJO QUE AÚN QUEDABA TIEMPO DE SOBRA.

LLEGÓ EL INVIERNO Y LA CIGARRA SE QUEDÓ SIN ALIMENTOS. SE ACORDÓ


DE LA HORMIGUITA Y PENSÓ QUE INCLUSO LE SOBRARÍA COMIDA Y DECIDIÓ
IR A VERLA PARA PEDIRLE ALGO. CUANDO LA HORMIGA LE ABRIÓ LA PUERTA
DE SU CASA, LA CIGARRA LE DIJO TIRITANDO DE FRÍO:
-PRÉSTAME ALGO DE COMIDA PARA PASAR ESTE INVIERNO.
LA HORMIGA CONTESTÓ:
-DEBISTE HABER LLENADO TU DESPENSA, COMO HICE YOI.
¡TE LO ADVERTÍ! LA CIGARRA APRENDIÓ ASÍ LA LECCIÓN.

Moraleja: Si pierdes el tiempo jugando todo el día, puede que te arrepientas más
tarde.

EL LEÓN Y EN RATÓN

UN RATONCITO HACÍA SIEMPRE EL MISMO CAMINO, DE CASA A LA ESCUELA


Y VUELTA OTRA VEZ. PERO UN DÍA, CUANDO MÁS CONTENTO IBA CANTANDO
Y SILBANDO, SE ENCONTRÓ JUNTO AL CAMINO AL FIERO LEÓN. ¡VAYA
SUSTO!
ESTABA DORMIDO EL RATONCITO LO DESPERTÓ. MOLESTO, DE UN
ZARPAZO LO ATRAPÓ.
-¡AY, TENGA COMPASIÓN DE MÍ! -SUPLICÓ EL RATONCITO. EL LEÓN SINTIÓ
PENA Y, COMO EN EL FONDO ERA UN BUENAZO, LE DEJÓ MARCHAR.
MUY AGRADECIDO, EL RATONCITO SIGUIO SU CAMINO. AL POCO RATO, EL
LEÓN CAYÓ EN UNA TRAMPA Y QUEDÓ COLGANDO DE UN ÁRBOL.
GRITÓ PIDIENDO AUXILIO Y A LAS VOCES ACUDIÓ EL RATONCITO.
EL RATONCITO PEGÓ UN SALTO HASTA LA RED, EMPEZÓ A ROERLA CON SUS
AFILADOS DIENTES Y EL LEÓN QUEDÓ LIBRE. FELICES Y AMIGOS SE
DESPIDIERON.
Moraleja: En ciertos momentos pueden más la paciencia y el tiempo que la
fuerza y la ira. Y una buena acción, en algún momento tiene su recompensa.

EL MOLINERO Y EL ASNO
En un pueblo, vivía un pobre molinero con su hijo. Un año, hubo una gran sequía en el
lugar y echó a perder todo el trigo de los campos. Al final, nadie tenía trigo que moler,
y el pobre molinero y su hijo ya no podían vivir de su trabajo.
-Padre, no nos queda ni siquiera una barra de pan -se lamentó el muchacho.
-¡Si que es un problema! ¿Qué podemos hacer?
Tengo una buena idea: ¡venderemos nuestro asno! -exclamó el molinero-. Después
de todo, ahora ya no nos sirve de nada.
Así, el molinero y su hijo decidieron ir a la ciudad a vender el asno.
Era un día de verano, y hacía un calor abrasador. Salieron de camino con su asno,
secándose el sudor de la frente mientras caminaban.
Al llegar a un río vieron a unas mujeres que lavaban la ropa a la orilla.
-¡Mira eso! ¡Que tontos, caminar un día tan caluroso teniendo un asno! -dijeron las
mujeres entre risas.
Al oír esto, el molinero respondió enfadado: -¿Qué hay de malo en tener asno?
A lo que una de las mujeres respondío: -Yo creo que un hombre listo llevaría a su hijo
montado en burro, ¿no crees?
Pensando que aquella mujer tenía razón, el molinero montó a su hijo en el asno.
Poco después, se cruzaron con una anciana que caminaba apoyándose en un bastón.

De pronto, la anciana levantó su bastón y golpeó al chico en la cabeza, diciendo:


-¡Que egoísta eres! ¿No te da verguenza ir montado en el asno mientras tu pobre
padre va caminando con este calor?
El hijo, asombrado, pensó que la mujer tenía razón. Se bajo del asno y dejó que su
padre fuese montado, mientras él caminaba y guiaba al animal.
Continuaron su camino cuando, al rato, pasó un caminante que se rió de ellos,
diciendo:
-¡Que tontos son! ¡Con este calor, deberían ir los dos montados en burro!
El molinero y su hijo pensaron que era una gran idea, por lo que se montaron los dos
sobre el pobre burro, que a duras penas podía con tan pesada carga.
Mas adelante, vieron a un labrador arando el campo. Al verles, comentó:
-¡Pero qué estúpidos! ¡Maltratar a un pobre asno haciéndole cargar con dos personas!
El molinero respondió enfadado:
-De todos modos, este asno lo vamos a vender en el mercado.
-Pues peor aún -dijo el labrador-. Nadie querrá comprar un burro tan cansado.
El molinero y su hijo, comprendieron que tenía razón, se bajaron del asno, diciendo:
-Hemos sido tontos y crueles contigo. Ahora te llevaremos sobre nuestros hombros.
Padre e hijo ataron las patas del asno a un palo y lo cargaron sobre sus hombros. El
asno iba tan incómodo que se movió para intentar soltarse. Con el susto, sus dueños
soltaron la carga, y el asno cayó ruidosamente al río.

Moraleja: Si haces siempre lo que te dicen los demás sin pensar las cosas por ti
mismo, fracasarás como el molinero.

EL OSO Y LOS DOS AMIGOS


Dos amigos iban juntos por un camino cuando vieron surgir un oso enorme que
lanzaba terribles rugidos.
-¡Socorro! -gritaron.
El más delgaducho no tardó en hallar refugio en la copa de un árbol pero su amigo,
demasiado gordo, no pudo hacer lo mismo.
-¡Dame la mano y súbeme! -le suplicó.
-¡No puedo! -replicó el más flaco mientras subía cada vez más alto-. Si ayudo a
alguien tan gordo como tú, corro el riesgo de caerme... ¡y no quiero que el oso me
devore!
La temible fiera ganaba terreno. Sus fauces, de las que salían gruñidos terribles, se
acercaban peligrosamente al hombrecillo más gordo. De pronto, éste se dejó caer al
suelo.
"He oído decir que un oso nunca ataca a un cadáver", se dijo el viajero, caído en
tierra. "Voy a hacerme el muerto".
Inmóvil, se hizo el muerto, en tanto que el oso le olfateaba con su enorme hocico.
Después el animal se marchó, convencido de que el hombre estaba realmente
muerto. Cuando el oso se hubo ido, el otro viajero bajó al suelo y dijo a su amigo:
-¡Has tenido suerte! ¡Te has librado por los pelos! Me pregunto por qué se habrá
marchado el oso. Incluso me ha parecido que te susurraba algo al oído -continuó -.
¿Qué te hadicho?
-El oso me ha recomendado que no vuelva a viajar, de ahora en adelante, con alguien
que sólo piensa en sí mismo y que no te presta ayuda cuando tu vida está en peligro.
Es en los momentos difíciles cuando se reconoce a los verdaderos amigos.
Y con estas palabras, el hombre regordete siguió su camino solo.

Moraleja: Aquel que sólo piensa en sí mismo pierde a sus amigos.

EL OSO Y LOS DOS AMIGOS


Dos amigos iban juntos por un camino cuando vieron surgir un oso enorme que
lanzaba terribles rugidos.
-¡Socorro! -gritaron.
El más delgaducho no tardó en hallar refugio en la copa de un árbol pero su amigo,
demasiado gordo, no pudo hacer lo mismo.
-¡Dame la mano y súbeme! -le suplicó.
-¡No puedo! -replicó el más flaco mientras subía cada vez más alto-. Si ayudo a
alguien tan gordo como tú, corro el riesgo de caerme... ¡y no quiero que el oso me
devore!
La temible fiera ganaba terreno. Sus fauces, de las que salían gruñidos terribles, se
acercaban peligrosamente al hombrecillo más gordo. De pronto, éste se dejó caer al
suelo.
"He oído decir que un oso nunca ataca a un cadáver", se dijo el viajero, caído en
tierra. "Voy a hacerme el muerto".
Inmóvil, se hizo el muerto, en tanto que el oso le olfateaba con su enorme hocico.
Después el animal se marchó, convencido de que el hombre estaba realmente
muerto. Cuando el oso se hubo ido, el otro viajero bajó al suelo y dijo a su amigo:
-¡Has tenido suerte! ¡Te has librado por los pelos! Me pregunto por qué se habrá
marchado el oso. Incluso me ha parecido que te susurraba algo al oído -continuó -.
¿Qué te hadicho?
-El oso me ha recomendado que no vuelva a viajar, de ahora en adelante, con alguien
que sólo piensa en sí mismo y que no te presta ayuda cuando tu vida está en peligro.
Es en los momentos difíciles cuando se reconoce a los verdaderos amigos.
Y con estas palabras, el hombre regordete siguió su camino solo.

Moraleja: Aquel que sólo piensa en sí mismo pierde a sus amigos.

El pastor mentiroso

Los aldeanos volvieron a acudir a la llamada con sus hoces, hachas, y demás aperos,
pero el pastor les había mentido de nuevo.
Esta vez, los aldeanos se enfadaron más aún con él, y volvieron a su trabajo.
Cuando el pastor regresó a los prados, se encontró con que los lobos estaban
atacando de verdad su rebaño. Los hambrientos animales comenzaron a comerse a
las ovejas una por una. El sorprendido pastor corrió hacia el pueblo tan desprisa como
pudo:
-¡Socorro! ¡Los lobos están atacando a mi rebaño! ¡Por favor, ayudadme! -imploró
pidiendo la ayuda de los aldeanos uno por uno.
Pero los aldeanos respondieron entre risas.
-¡Cada vez eres mejor actor! ¡Estamos demasiado ocupados para perder el tiempo
con tu actuación!
-¡Oh, no! ¡Esta vez es verdad! Por favor, ayudadme a echar a los lobos -suplicó.
Nadie le hizo el menor caso. Los lobos se comieron a todas las ovejas y el pastor se
quedó sin nada.

Moraleja: Si siempre dices mentiras, los demás no confiaran en tí.

El asno y el lobo
Un Burro cojo vio que le seguía

un Lobo cazador, y, no pudiendo

huir de su enemigo, le decía:

"Amigo Lobo, yo me estoy muriendo;

me acaban por instantes los dolores

de este maldito pie de que cojeo.

Si yo me valiese de herradores,
no me vería así como me veo.

Y pues fallezco, sé caritativo:

sácame con los dientes este clavo.

Muera yo sin dolor tan excesivo,

y cómeme después de cabo a rabo".

"¡Oh!, dijo el cazador con ironía,

contando con la presa ya en la mano,

¡No solamente sé la anatomía,

sino que soy perfecto cirujano!

El caso es para mí una patarata:

La operación, no es más que de un momento.

¡Alargue bien la pata,

y no se acobarde, buen jumento!".

Con su estuche molar desenvainado,

el nuevo profesor llega doliente;

mas éste le dispara de contado

una coz que le deja sin un diente.

Escapa el cojo; pero el triste herido

Llorando se quedó su desventura.

"¡Ay, infeliz de mí! ¡Bien merecido

el pago tengo de mi gran locura!

¡Yo siempre me llevé el mejor bocado

en mi oficio de Lobo carnicero!

Pues si pude vivir tan regalado,

¡a qué meterme ahora a curandero?".


LA ZORRA Y LAS UVAS
Formatted: Font: (Default) Arial, 11.5 pt, Font color: Black

Un día, una zorra hambrienta se acercó a una parra. De ella colgaban unos apetitosos
racimos de uvas, que hicieron que a la zorra se le hiciera la boca agua.
-¡Qué buenas deben de estar! Tengo que conseguir unas cuantas -pensó la zorra.
Dio un salto. Volvió a saltar intentando alcanzar las uvas, pero no pudo llegar hasta
ellas. La parra estaba demasiado alta.
-¡Caray! -exclamó.
De nuevo volvió a tratar de alcanzar las uvas, y una vez más volvió a fallar.
Por mucho que lo intentaba, no lograba alcanzar las uvas. Unas liebres y unas
ardillas, que estaban contemplando la escena escondidas entre los matorrales,
gritaron:
-¡Le está bien empleado a esa zorra antipática! -y se rieron de ella.
Cansanda de su inútil esfuerzo, la zorra se marchó muy enfadada, diciendo:
-Ya no me apetecen estas uvas. Seguro que estarán verdes y ácidas.
Los animales del bosque se rieron de la zorra durante mucho rato.

Moraleja: No tengas mal perder. Hay que aprender a aceptar las contrariedades
y los fracasos de la vida con buen humor.

EL ZORRO Y EL CUERVO
Formatted: Font: (Default) Arial, 11.5 pt, Font color: Black

Un granjero trataba de dar alcance a un travieso cuervo que acababa de robar un


trozo de queso de su cocina, mientras gritaba:
-¡Eh, cuervo ladrón!
El cuervo huyó volando hacia el bosque y se posó en un árbol para recuperar el
aliento.
"Aquí estoy a salvo del granjero", pensó. "Ahora me comeré el trozo de queso".
Justo entonces, pasó por allí debajo un zorro hambriento.
¡Mmmm! ¡Ese queso tiene buen aspecto!
"Engañaré al cuervo y se lo quitaré", pensó el zorro, y luego dijo al cuervo:
-Cuervo, qué apuesto eres. -El cuervo cerró los ojos en actitud vanidosa-. Ni siquiera
las plumas del pavo real son tan bonitas como las tuyas.
El cuervo extendió sus alas con orgullo, sin darse cuenta de que lo estaban
engañando.
-¡Que maravilla! Siendo tan bello, seguro que también tienes una voz tan bonita como
la de un canario -dijo el zorro en tono adulador.
El cuervo estaba tan emocionado que abrió mucho el pico para que el zorro pudiese
oír su voz.
-¡Croa! -graznó, mientras el queso caía al suelo, que era lo que el zorro estaba
esperando para comérselo de un bocado.

Moraleja: No te dejes engañar con halagos, pues te puede costar caro.

EL LEÓN Y EN RATÓN
UN RATONCITO HACÍA SIEMPRE EL MISMO CAMINO, DE CASA A LA ESCUELA
Y VUELTA OTRA VEZ. PERO UN DÍA, CUANDO MÁS CONTENTO IBA CANTANDO
Y SILBANDO, SE ENCONTRÓ JUNTO AL CAMINO AL FIERO LEÓN. ¡VAYA
SUSTO!
ESTABA DORMIDO EL RATONCITO LO DESPERTÓ. MOLESTO, DE UN
ZARPAZO LO ATRAPÓ.
-¡AY, TENGA COMPASIÓN DE MÍ! -SUPLICÓ EL RATONCITO. EL LEÓN SINTIÓ
PENA Y, COMO EN EL FONDO ERA UN BUENAZO, LE DEJÓ MARCHAR.

MUY AGRADECIDO, EL RATONCITO SIGUIO SU CAMINO. AL POCO RATO, EL


LEÓN CAYÓ EN UNA TRAMPA Y QUEDÓ COLGANDO DE UN ÁRBOL.
GRITÓ PIDIENDO AUXILIO Y A LAS VOCES ACUDIÓ EL RATONCITO.

EL RATONCITO PEGÓ UN SALTO HASTA LA RED, EMPEZÓ A ROERLA CON SUS


AFILADOS DIENTES Y EL LEÓN QUEDÓ LIBRE. FELICES Y AMIGOS SE
DESPIDIERON.

Moraleja: En ciertos momentos pueden más la paciencia y el tiempo que la


fuerza y la ira. Y una buena acción, en algún momento tiene su recompensa.

La lechera
La hija de un granjero llevaba un recipiente lleno de leche a vender al pueblo, y empezó a
hacer planes futuros:

- Cuando venda esta leche, compraré trescientos huevos. Los huevos, descartando los que
no nazcan, me darán al menos doscientos pollos.

Los pollos estarán listos para mercadearlos cuando los precios de ellos estén en lo más alto,
de modo que para fin de año tendré suficiente dinero para comprarme el mejor vestido para
asistir a las fiestas.

Cuando esté en el baile todos los muchachos me pretenderán, y yo los valoraré uno a uno.

Pero en ese momento tropezó con una piedra, cayendo junto con la vasija de leche al suelo,
regando su contenido.

Y así todos sus planes acabaron en un instante.

Moraleja:
No seas ambiciosa de mejor y más próspera fortuna,

que vivirás ansiosa sin que pueda saciarte cosa alguna.


No anheles impaciente el bien futuro,

mira que ni el presente está seguro.

La gallina de los huevos de oro, fábula para educar a los


niños
Érase un labrador tan pobre, tan pobre, que ni siquiera poseía una vaca.
Era el más pobre de la aldea. Y resulta que un día, trabajando en el campo y lamentándose de su suerte,
apareció un enanito que le dijo:
-Buen hombre, he oído tus lamentaciones y voy a hacer que tu fortuna cambie. Toma esta gallina; es tan
maravillosa que todos los días pone un huevo de oro.

El enanito desapareció sin más ni más y el labrador llevó la gallina a su corral.

Al día siguiente, ¡oh sorpresa!, encontró un huevo de oro. Lo puso en una cestita y se fue con ella a la ciudad,
donde vendió el huevo por un alto precio. Al día siguiente, loco de alegría, encontró otro huevo de oro.

¡Por fin la fortuna había entrado a su casa! Todos los días tenía un nuevo huevo.
Fue así que poco a poco, con el producto de la venta de los huevos, fue convirtiéndose en el hombre más rico
de la comarca.

Sin embargo, una insensata avaricia hizo presa su corazón y pensó:“¿Por qué esperar a que cada día la gallina
ponga un huevo? Mejor la mato y descubriré la mina de oro que lleva dentro”.

Y así lo hizo, pero en el interior de la gallina no encontró ninguna mina.

A causa de la avaricia tan desmedida que tuvo, este tonto aldeano malogro la fortuna que tenia.

La gallina de los huevos de oro, fábula para educar a los


niños
Érase un labrador tan pobre, tan pobre, que ni siquiera poseía una vaca.
Era el más pobre de la aldea. Y resulta que un día, trabajando en el campo y lamentándose de su suerte,
apareció un enanito que le dijo:
-Buen hombre, he oído tus lamentaciones y voy a hacer que tu fortuna cambie. Toma esta gallina; es tan
maravillosa que todos los días pone un huevo de oro.

El enanito desapareció sin más ni más y el labrador llevó la gallina a su corral.

Al día siguiente, ¡oh sorpresa!, encontró un huevo de oro. Lo puso en una cestita y se fue con ella a la ciudad,
donde vendió el huevo por un alto precio. Al día siguiente, loco de alegría, encontró otro huevo de oro.

¡Por fin la fortuna había entrado a su casa! Todos los días tenía un nuevo huevo.
Fue así que poco a poco, con el producto de la venta de los huevos, fue convirtiéndose en el hombre más rico
de la comarca.

Sin embargo, una insensata avaricia hizo presa su corazón y pensó:“¿Por qué esperar a que cada día la gallina
ponga un huevo? Mejor la mato y descubriré la mina de oro que lleva dentro”.

Y así lo hizo, pero en el interior de la gallina no encontró ninguna mina.

A causa de la avaricia tan desmedida que tuvo, este tonto aldeano malogro la fortuna que tenia.

Los dos conejos, una fábula sobre la distinción entre lo importante


y lo superfluo
Por entre unas matas,

seguido de perros

-no diré corría-

volaba un conejo.

De su madriguera

salió un compañero,

y le dijo: 'detente,

amigo, ¿qué es esto?'.

'¿Qué ha de ser? -responde el conejo-;

sin aliento llego...

Dos pícaros galgos


me vienen siguiendo'.

'Sí -replica el otro-,

por allí los veo...


Pero no son galgos'.

'¿Pues qué son?'.

'Podencos'.

'¿Qué? ¿Podencos dices?'

Sí, como mi abuelo.

Galgos y muy galgos;

bien vistos los tengo'.

'Son podencos, vaya,

que no entiendes de eso'.

'Son galgos, te digo'.

'Digo que podencos'.

En esta disputa

llegando los perros,

pillan descuidados

a mis dos conejos.

Los que por cuestiones

de poco momento

dejan lo que importa,

llévense este ejemplo.

Moraleja: la importancia de valorar lo más importante en cada momento, de no perderse en detalles


sin importancia. Ante un problema o un conflicto, es esencial no perder el foco de atención en lo
importante para hallar una solución adecuada y rápida.
EL BURRO FLAUTISTA

En una soleada tarde un burro caminaba lentamente por un verde


prado, viendo por casualidad una flauta que un pastor había dejado
olvidado en el campo hace mucho tiempo. En ese momento el burro
se acercó para olerla, pero resopló tan fuerte sobre ella que el aire se
tuvo que colar para hacer un suave sonido con la flauta.

-¡Oh! - dijo sorprendido el burro al escuchar el sonido de la flauta-;


¡Qué bien sé tocar! y dirán que es mala la música asnal.

Es luego de esto que el burro feliz de lo que había escuchado, se


alejó dejando a la flauta en el camino, sin comprender lo que en
realidad había pasado.

Moraleja de la fábula del Borrico Flautista:

A veces la emoción al realizar ciertas actividades en nuestra vida diaria sin


conocerla, nos puede cegar por no saber lo que en realidad ha pasado. Vivir
sin reglas ó sin el conocimiento necesario para comprender por que suceden
las cosas, nos puede llevar a vivir en la ignorancia.

EL LEÓN Y EN RATÓN
UN RATONCITO HACÍA SIEMPRE EL MISMO CAMINO, DE CASA A LA ESCUELA
Y VUELTA OTRA VEZ. PERO UN DÍA, CUANDO MÁS CONTENTO IBA CANTANDO
Y SILBANDO, SE ENCONTRÓ JUNTO AL CAMINO AL FIERO LEÓN. ¡VAYA
SUSTO!

ESTABA DORMIDO EL RATONCITO LO DESPERTÓ. MOLESTO, DE UN


ZARPAZO LO ATRAPÓ.
-¡AY, TENGA COMPASIÓN DE MÍ! -SUPLICÓ EL RATONCITO. EL LEÓN SINTIÓ
PENA Y, COMO EN EL FONDO ERA UN BUENAZO, LE DEJÓ MARCHAR.

MUY AGRADECIDO, EL RATONCITO SIGUIO SU CAMINO. AL POCO RATO, EL


LEÓN CAYÓ EN UNA TRAMPA Y QUEDÓ COLGANDO DE UN ÁRBOL.
GRITÓ PIDIENDO AUXILIO Y A LAS VOCES ACUDIÓ EL RATONCITO.

EL RATONCITO PEGÓ UN SALTO HASTA LA RED, EMPEZÓ A ROERLA CON SUS


AFILADOS DIENTES Y EL LEÓN QUEDÓ LIBRE. FELICES Y AMIGOS SE
DESPIDIERON.

Moraleja: En ciertos momentos pueden más la paciencia y el tiempo que la


fuerza y la ira. Y una buena acción, en algún momento tiene su recompensa.

El lobo y el perro
Un lobo que se encontraba hambriento, se encontró a un mastín gordo y sano que andaba
recorriendo el bosque. Atacarlo y comerlo hubiera sido lo correcto para el lobo, pero la
realidad es que hubiera sido también, una pelea feroz, con un enemigo bien dotado.
El lobo se le acerca para dialogar y alagar lo bien que se lo veía, a lo que el mastín
respondió: -No estas tan bien como yo, porque no quieres, deja el bosque y a tus amigos.
Sígueme y tendrás una vida excelente. Y el lobo preguntó:

- ¿Y qué tendré que hacer?

- Casi nada, dijo el Perro: atacar a quien ponga en peligro al amo; querer a los dueños de
casa, y siempre complacerlos. Con algo tan simple como eso que te digo, tendrás las sobras
de todas las comidas, huesos de pollos, carne fresca, frutas y verduras; y también cariño,
como un elemento extra.
El lobo se sintió feliz y lleno de gozo. Mientras caminaban hacia la casa del amo del
mastín, el lobo se dio cuenta que el perro tenía el cuello pelado.

- ¿Qué es eso? - preguntó.

- Nada.

- ¡Cómo nada!.

- Una tontería.

- Pero algo es, esa peladura en el cuello.

- Será la señal del collar con el que aveces estoy atado.

- ¡Atado! - exclamó el lobo

- ¿Tú no vas a donde quieres?

- No siempre, pero eso, ¿qué importa?

- Importa tanto, que no quiero ni el mas grande de los tesoros por renunciar a mi libertad -
Terminó de decir el lobo, y se alejó corriendo, sin mirar atrás.

Moraleja: A veces por tener más, hay que renunciar a lo que mas se ama.
Si conoces alguna otra fábula para niños y quieres compartirla con nosotros y los demás
padres, estaremos encantados de recibirla.

El lobo y el perro
Un lobo que se encontraba hambriento, se encontró a un mastín gordo y sano que andaba
recorriendo el bosque. Atacarlo y comerlo hubiera sido lo correcto para el lobo, pero la
realidad es que hubiera sido también, una pelea feroz, con un enemigo bien dotado.
El lobo se le acerca para dialogar y alagar lo bien que se lo veía, a lo que el mastín
respondió: -No estas tan bien como yo, porque no quieres, deja el bosque y a tus amigos.
Sígueme y tendrás una vida excelente. Y el lobo preguntó:

- ¿Y qué tendré que hacer?

- Casi nada, dijo el Perro: atacar a quien ponga en peligro al amo; querer a los dueños de
casa, y siempre complacerlos. Con algo tan simple como eso que te digo, tendrás las sobras
de todas las comidas, huesos de pollos, carne fresca, frutas y verduras; y también cariño,
como un elemento extra.
El lobo se sintió feliz y lleno de gozo. Mientras caminaban hacia la casa del amo del
mastín, el lobo se dio cuenta que el perro tenía el cuello pelado.

- ¿Qué es eso? - preguntó.

- Nada.

- ¡Cómo nada!.

- Una tontería.

- Pero algo es, esa peladura en el cuello.

- Será la señal del collar con el que aveces estoy atado.


- ¡Atado! - exclamó el lobo

- ¿Tú no vas a donde quieres?

- No siempre, pero eso, ¿qué importa?

- Importa tanto, que no quiero ni el mas grande de los tesoros por renunciar a mi libertad -
Terminó de decir el lobo, y se alejó corriendo, sin mirar atrás.

Moraleja: A veces por tener más, hay que renunciar a lo que mas se ama.
Si conoces alguna otra fábula para niños y quieres compartirla con nosotros y los demás
padres, estaremos encantados de recibirla.
EL LEÓN Y EN RATÓN
UN RATONCITO HACÍA SIEMPRE EL MISMO CAMINO, DE CASA A LA ESCUELA
Y VUELTA OTRA VEZ. PERO UN DÍA, CUANDO MÁS CONTENTO IBA CANTANDO
Y SILBANDO, SE ENCONTRÓ JUNTO AL CAMINO AL FIERO LEÓN. ¡VAYA
SUSTO!

ESTABA DORMIDO EL RATONCITO LO DESPERTÓ. MOLESTO, DE UN


ZARPAZO LO ATRAPÓ.
-¡AY, TENGA COMPASIÓN DE MÍ! -SUPLICÓ EL RATONCITO. EL LEÓN SINTIÓ
PENA Y, COMO EN EL FONDO ERA UN BUENAZO, LE DEJÓ MARCHAR.

MUY AGRADECIDO, EL RATONCITO SIGUIO SU CAMINO. AL POCO RATO, EL


LEÓN CAYÓ EN UNA TRAMPA Y QUEDÓ COLGANDO DE UN ÁRBOL.
GRITÓ PIDIENDO AUXILIO Y A LAS VOCES ACUDIÓ EL RATONCITO.

EL RATONCITO PEGÓ UN SALTO HASTA LA RED, EMPEZÓ A ROERLA CON SUS


AFILADOS DIENTES Y EL LEÓN QUEDÓ LIBRE. FELICES Y AMIGOS SE
DESPIDIERON.

Moraleja: En ciertos momentos pueden más la paciencia y el tiempo que la


fuerza y la ira. Y una buena acción, en algún momento tiene su recompensa.

El hacha y el mango
En medio de un bosque había un hombreque estaba fabricando un hacha, este hizo
un mango con trozo de madera que se encontró tirado pero cuando iba a probarlo el mangose
partió por la mitad el hombre triste le pidió al bosque que le concediera buena madera y el
bosque se lo concedió.

Cuando el hombre consiguió la madera hizo un mango y se lo puso a el hacha, el hombre


empezó a cortar los arboles más bonitos y los más grandes, entonces una encina le dijo a todos
los arboles: bien merecido lo tenemos porque dimos a un hombre una madera fuerte para
ponérselo a su hacha y con eso él nos destruye.
Moraleja de: el hacha y el mango
La moraleja de esta bonita fábula el hacha y el mango nos dice que: no debemos ayudar a
nuestros enemigos con armas y objetos con los que después puedan hacernos daño.

El hacha y el mango
25 Octubre, 2013
En medio de un bosque había un hombreque estaba fabricando un hacha, este hizo
un mango con trozo de madera que se encontró tirado pero cuando iba a probarlo el mangose
partió por la mitad el hombre triste le pidió al bosque que le concediera buena madera y el
bosque se lo concedió.

Cuando el hombre consiguió la madera hizo un mango y se lo puso a el hacha, el hombre


empezó a cortar los arboles más bonitos y los más grandes, entonces una encina le dijo a todos
los arboles: bien merecido lo tenemos porque dimos a un hombre una madera fuerte para
ponérselo a su hacha y con eso él nos destruye.

Moraleja de: el hacha y el mango


La moraleja de esta bonita fábula el hacha y el mango nos dice que: no debemos ayudar a
nuestros enemigos con armas y objetos con los que después puedan hacernos daño.
La tortuga y la liebre

Un día, una tortuga iba pasito a pasito por un camino, cuando se le acercó una liebre
brincando y le dijo:
-¡Hola tortuga! Ya veo que caminas muy despacio, como siempre. ¿Por qué no vas
más deprisa?
Puede que ande despacio, pero cuando se trata de resistencia, nadie me gana -
replicó la tortuga-.
Si quieres, hacemos una carrera hasta lo alto de aquella colina.
La liebre se echó a reir:
-¡Ja, ja! ¡Estupendo! ¡No tienes ninguna posiblidad de ganarme!
La liebre convocó a todos sus amigos. Pensó que pondría en ridículo a la tortuga y
que todos se reirían de ella.
-¡Vamos a ver quién es más veloz, si la pesada tortuda o yo!
A la señal de la zorra ¡Preparados, listos, ya!, la tortuga y la liebre salieron juntas. La
liebre pasó zumbando a la tortuga, y no tardó mucho en llegar a la mitad del
recorrido.
"Me pregunto por dónde irá la tortuga". Se detuvo para mirar atrás y vio que la tortuga
estaba aún a mucha distancia.
Todos los espectadores se reían de la tortuga, diciendo:
-¡Tortuga! ¡Eres la criatura más lenta del mundo!
A pesar de las risas, la tortuga continuó caminando despacio, pero sin pausa, colina
arriba.
La liebre se cansó de contemplar el lento paso de la tortuga.
¿Todavía está ahí? Creo que me voy a echar una siestecita, pensó.
Y dicho y hecho, la liebre se puso a dormir en mitad de la ladera.
Mientras la liebre dormía, la tortuda continuó caminando lentamente pero sin
descansar.
"Tal vez sea lenta, pero siempre gano cuando se trata de resistencia. ¡Vamos!", se
dijo.
Cuando finalmente llegó a la mitad del camino, oyó unos ronquidos y dijo:
-¡Vaya! ¡Ahí está la liebre durmiendo!
Entonces la tortuga se esforzó todo lo que pudo en subir la colina y pasar a la liebre,
que estaba profundamente dormida.
Después de una larga siesta, la liebre se despertó: ¿Cuánto habrá avanzado la
tortuga?
Miró hacia abajo, pero no se veía a la tortuga por ninguna parte.
-¡No puede ser!
Entonces miró hacia la cima de la colina. ¡Allí estaba la tortuga gritando de alegría por
haber ganado la carrera!

Moraleja: Todos tenemos que esforzarnos al máximo para conseguir nuestros


objetivos, y trabajar sin parar, como hizo la tortuga.
La tortuga y el águila

Una Tortuga a una Águila rogaba


La enseñase a volar; así la hablaba:
«Con sólo que me des cuatro lecciones,
Ligera volaré por las regiones;
Ya remontando el vuelo
Por medio de los aires hasta el cielo,
Veré cercano al sol y las estrellas,
Y otras cien cosas bellas;
Ya rápida bajando,
De ciudad en ciudad iré pasando;
Y de este fácil, delicioso modo,
Lograré en pocos días verlo todo.»
La Águila se rió del desatino;
La aconseja que siga su destino,
Cazando torpemente con paciencia,
Pues lo dispuso así la Providencia.
Ella insiste en su antojo ciegamente.
La reina de las aves prontamente
La arrebata, la lleva por las nubes.
«Mira, la dice, mira cómo subes.»
Y al preguntarla, digo, «¿vas contenta?»
Se la deja caer y se revienta.

Para que así escarmiente


Quien desprecia el consejo del prudente.
La tortuga y el águila

Una Tortuga a una Águila rogaba


La enseñase a volar; así la hablaba:
«Con sólo que me des cuatro lecciones,
Ligera volaré por las regiones;
Ya remontando el vuelo
Por medio de los aires hasta el cielo,
Veré cercano al sol y las estrellas,
Y otras cien cosas bellas;
Ya rápida bajando,
De ciudad en ciudad iré pasando;
Y de este fácil, delicioso modo,
Lograré en pocos días verlo todo.»
La Águila se rió del desatino;
La aconseja que siga su destino,
Cazando torpemente con paciencia,
Pues lo dispuso así la Providencia.
Ella insiste en su antojo ciegamente.
La reina de las aves prontamente
La arrebata, la lleva por las nubes.
«Mira, la dice, mira cómo subes.»
Y al preguntarla, digo, «¿vas contenta?»
Se la deja caer y se revienta.

Para que así escarmiente


Quien desprecia el consejo del prudente.

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