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Impacto social negativo

Numerosas revisiones de la literatura existente se han escrito y no hay un claro consenso


científico de los efectos que los videojuegos violentos pueden tener.

Sin embargo, entre los posibles efectos negativos del juego, la más comúnmente
planteado por los medios de comunicación y el público en general tiene que ver con la
violencia en los videojuegos. Los posibles efectos que los videojuegos jugados, en
particular los que cuentan con elementos agresivos o violentos, podrían tener en los niños
y jóvenes son la estimulación del comportamiento agresivo en los jugadores, según la
teoría del aprendizaje social,] ya que estos se convierten en un participante activo (en
oposición a un observador pasivo como el caso de la agresión en el cine y la televisión).
Por otra parte, la teoría de la catarsis implica que los videojuegos agresivos tendrían un
efecto contrario al canalizar la agresividad latente, lo que resulta en un efecto positivo en
los jugadores.
La violencia hoy en día ya es parte de los videojuegos, en una investigación de se
descubrió que el 79 por ciento de los videojuegos su tema central es sobre violencia de
algún tipo, este porcentaje nos dice que más de la mitad de los videojuegos tienen
violencia de algún tipo, lo cual lo vuelve preocupante si sabemos que nuestra sociedad
está siendo bombardeada con violencia en los videojuegos y lo que lo hace más alarmante
es que los niños y adolescentes están jugando este tipo de videojuegos. Algunos
videojuegos en la actualidad han sido más que cínicos en el uso de la violencia dentro del
juego.

Estudios hechos por Institute of Psychology, University of Innsbruck, Innsbruck & Austria
comprueban que, al jugar videojuegos con un grado de violencia, ya sea en línea o
partidas locales, los individuos reaccionan a estímulos y emociones de agresividad y
violencia por periodos de corto tiempo. Cabe mencionar que aquellos que jugaron en
línea mostraban más niveles de agresividad, lo que nos da una prueba clara de que los
videojuegos son violentos, sacan a relucir este tipo de actitudes agresivas y violentas. La
violencia en los videojuegos, provoca que los individuos que se exponen a este tipo de
juegos tengan actitudes violentas afectando su sistema de cognición primario, por lo cual
es un punto clave para decir que, los videojuegos violentos, sí llegan a provocar este
cambio de emociones y de percepción de la violencia como tal en el mundo real, lo cual
no es favorable para el individuo tanto para él como para sus emociones.
En contra de los videojuegos

Por otro lado, Sonsoles Vidal afirma que los videojuegos son uno de los agentes que
separan a los niños de la familia, en una etapa tan determinante para su educación.
Además, «los videojuegos, como cualquier otro tipo de juego, crean adicción. No se trata
únicamente del juego en sí o de los contenidos, sino del tiempo dedicado, que se deja de
invertir en otras cosas. Esto tiene consecuencias negativas, sobre todo en personas que
están aún en desarrollo», explica Sonsoles. Aun así, la experta indica que el principal
problema radica en la falta de control parental y que muchos de estos juegos pueden
aumentar diferentes capacidades y habilidades en los niños.
— Los videojuegos van en detrimento de los deberes escolares y, en muchos casos,
influyen en el fracaso escolar, ya que se produce un rechazo al colegio por parte del
adolescente.
— Son adictivos y pueden provocar evasión en el niño e, incluso, favorecer la irritabilidad,
la ansiedad y reacciones agresivas por la dependencia que estos juegos generan.
— Inciden en que los niños salgan menos de sus habitaciones o que, directamente, se
encierren. Pueden acabar perdiendo el interés por otro tipo de actividades, lo que
implica una descompensación en sus prioridades, costumbres y relaciones.
— Generan una mala comunicación con los padres y hacen que el menor se acostumbre a
no dar explicaciones y a no expresar sus emociones en familia.
— Pueden provocar un ambiente hostil y subidas del tono de voz en casa.
— También, afectan a las amistades, que pueden quedar descuidadas o deterioradas.
— El menor puede sufrir cansancio diurno y somnolencia. Durante el día, es posible que
no pueda afrontar tareas productivas por la falta de concentración y atención.
— Además, se acentúan las inhibiciones y los rasgos de personalidades inseguras, y se
generan dificultades en competencia social.
— Los videojuegos crean problemas para acatar las normas y límites establecidos por los
padres, precisamente por la inmersión en el juego y la adicción que generan.
— Actualmente, estos juegos se presentan en formato online. Cada vez, los padres tienen
menos información sobre cómo se entretienen sus hijos porque ya no son ellos los que los
compran.

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