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EL PROBLEMA DE LA BASURA

EN LA CIUDAD DE MÉXICO.

Por José Ángel Mora Reyes.


INDICE
Introducción 3
1. La situación de los residuos sólidos en la ciudad de México.
1.1 ¿Qué es la basura? 9
1.2 ¿Cuánta basura se produce en la ciudad de México? 10
1.3 Residuos peligrosos 21

2. Implicaciones económicas de la basura.


2.1 ¿sabes cuánto nos cuesta la basura? 25
2.2 El valor esta en quien se la apropia. 27

3. Historia de la basura en la ciudad de México. 31

4. Métodos de disposición final.


4.1 Tiraderos a cielo abierto. 36
4.2 Relleno sanitario. 39
4.3. Otros métodos: la incineración y la composta. 44

5. Implicaciones sociales y políticas de la basura.


5.1 La pepena ¿un trabajo de subsistencia? 52
5.2. Caciques de la basura. 55
6. Reflexiones finales y alternativas de solución. 58
Glosario. 69
Bibliografía. 79
INTRODUCCIÓN

Quizá todas las sociedades merecen ser


juzgadas por su basura. Vivimos
actualmente en una sociedad permeada
sistemáticamente por la información (a
todos los niveles) y la seducción del
consumo, en donde la lógica del capital,
para obtener lucro o plusvalía, produce
infinidad de productos con una
obsolescencia perfectamente programada
que no solo desecha mercancías (o restos de
ellas) sino también personas.
Héctor Castillo Berthier.

En las ciudades la basura lleva siendo un problema casi desde el origen de


éstas, debido a la alta densidad de población y al hecho de arrojar la basura a las
calles. Esto provoca la proliferación de insectos, roedores y microorganismos
patógenos. Y si a eso le agregamos un mal sistema de gestión de las basuras, el
resultado viene siendo un deterioro y depreciación del entorno debido a la
contaminación del aire, del agua y del suelo.

En las sociedades preindustriales, tanto el volumen relativamente limitado


de generación, como la composición predominantemente orgánica de muchos de
los residuos o la biodegradabilidad de éstos, el manejo de los mismos estuvo
limitado en el mejor de los casos, a llevarlos a un sitio distante de las comunidades
para ser enterrado a los ciclos de la vida. Con la industrialización –incluidas las
actividades agropecuarios, forestales y pesqueras- se aceleraron los procesos de
producción y con ello ocurrieron dos fenómenos: la generación –por un lado- de
mayores volúmenes de residuos y un consumo desmedido –por el otro- de los
bienes producidos, junto con sus envases y embalajes.

La influencia de los medios de comunicación con las distorsiones que causa


la publicidad agudiza el consumismo: subestima productos, sobrevaloriza
mercancías e incrementa la ignorancia e insensibilidad, de manera que tan sólo
resulta importante adquirir cosas en un mundo capitalista donde sale más caro
consumir, que remediar. Prácticamente todos los hogares de la ciudad de México
cuentan con un radio o una televisión por lo que la penetración a través de estos
medios es muy alta, situación que determina gran parte de sus hábitos de consumo
con todos los aspectos negativos que esto implica: la compra de productos que
rápidamente dejan de ser útiles, pasados de moda, inservibles, obsoletos, además
de los “alimentos chatarra” y productos “desechables” que generan una gran
cantidad de basura, la desnutrición en la población y la falta de información para
mejorar sus patrones de consumo.

Consideramos basura todo aquello que ya no nos sirve. Cuando regresamos


de compras, las bolsas y los empaques los tiramos a la basura, porque ya no nos
sirven. También arrojamos al bote de basura la fruta que ya no podemos comer
porque se echó a perder, el vidrio que se rompió y el trapo que ya no utilizamos.
Acostumbramos tirar la basura en cualquier lugar y nos consideramos educados si
tenemos el hábito de depositar la basura en su lugar. Creemos que con esto ya
hemos cumplido. Sin embargo, el problema de la basura no se resuelve con esto.
Cuando la envolvemos en bolsas y la sacamos para que el barrendero la ciudad la
recoja, lo que estamos haciendo es "pasar el paquete" de la basura al servicio de
limpia de la ciudad de México.
Fuera del lugar donde se genera, los residuos ocasionan: i) el bloqueo de
coladeras y drenajes, lo que origina inundaciones urbanas en las épocas de lluvias;
ii) el bloqueo de corrientes de agua, por ejemplo al acumularse debajo de los
puentes provocando que los ríos de desborden; iii) el deterioro de lugares de
recreación. Los paseantes o quienes los visitan dejan tirados su basura que se va
acumulando al grado de desalentar el aprovechamiento de esas áreas, además de
generar problemas sanitarios y ambientales; iv) una pésima imagen urbana al
arrojar residuos al borde de caminos o en botes baldíos y espacios abiertos.; v) la
contaminación de cuerpos de agua o de consumo. Por descargarse directamente en
ellos todo tipo de residuos o ser arrastrados por la lluvia sustancias contaminantes
que se infiltran en el suelo hasta llegar al agua subterránea; vi) el salinamiento de
suelos. Por depósito de ellos en residuos que son o se encuentran compuestos de
sales, como ocurre con los residuos de sal empleados en la preservación de pieles
utilizadas como insumos en la industrial de la curtiduría; vii) la proliferación de
fauna nociva y generación de malos olores. Cuando se vierte materia orgánica por
doquier o en tiraderos a cielo abierto; viii) la emisión de contaminantes al aire libre,
tanto al despenderse sustancias volátiles contenidas en los residuos, como al
generarse gases debido a la fermentación de los residuos orgánicos, o por el
arrastre por el viento de los residuos de distinta índole; a lo cual se suma la
contaminación ocasionada cuando se incendias los basureros y durante semanas se
emiten partículas y de todo tipo de sustancias tóxicas liberadas de procesos de
combustión de distintos tipos de materiales.

Por su parte, el servicio de limpia del GDF no cuenta con programas de


recolección y separación de los residuos actualizados, ni cuenta tecnología aplicada
como la incineración que permite la recuperación de energía, del ambiente y de la
economía del país. Esta administración sigue apostando por el relleno sanitario, un
sitio que ejemplifica claramente la ausencia de autoridad al proliferar la pepena,
los olores desagradables, la fauna nociva y los incendios que dan como resultado
que el suelo quede inutilizado para usos agrícolas; los mantos acuíferos sean
infectados por la migración del lixiviado --líquido que forma la basura en su
contacto con agua-- y finalmente, el deterioro de la imagen urbana.
Consecuentemente, las autoridades locales han llegado a sus límites de capacidad
para atender financiera y técnicamente los gastos y requerimientos de manejo de la
basura. Incluso, el propio servicio de “limpia” al no operar adecuadamente
contribuye a incrementar los niveles de contaminación por las emisiones de los
vehículos en mal estado que transportan la basura y los residuos que ellos mismos
generan y su consumo de combustibles, así como por la liberación de emisiones en
las instalaciones en donde se procesan o depositan los residuos, por citar dos
ejemplos.

El problema de la basura en la ciudad de México puede ser abordado desde


el punto de vista cultural y educativo, y de ahí derivarse a otras áreas de análisis
como el ambiental, el técnico, el legal, el institucional, etc. Empero, el problema de
fondo que permite unirlos a todos es básicamente de tipo social, ligado a la política
y la economía. Para ello, trataremos hacer un análisis integral de la situación y
proponer al final del presente escrito una serie de alternativas para su solución,
que de llevarse a cabo, provocarían una disminución sustanciosa en los volúmenes
de basura en la capital del país.

La primera parte del trabajo muestra la situación actual de los residuos


sólidos en la ciudad de México con la intención de ejemplificar la magnitud del
problema. La segunda parte describe las implicaciones económicas que tienen la
recolección y tratamiento de la basura, ya que al salir de nuestras casas, ésta es
objeto de disputa por las enormes ganancias que conlleva su apropiación. La
tercera parte relata, brevemente, la historia de la basura en la ciudad de México
con el objeto de ver cómo es que ha sido tratado el problema. La cuarta parte
explica las distintas formas en que las autoridades correspondientes “resuelven” el
problema de la basura. Esto es, del tiradero a cielo abierto al relleno sanitario y de
este a la incineración y la composta. La quinta parte muestra el impacto social de la
basura en sociedades como la nuestra, en donde pepenadores y voluntarios
sobreviven de lo que la basura y los caciques les dejan.

Antes de darnos a la tarea antes señalada, es preciso mencionar las


debilidades de algunos de los inventarios de generación y de los sistemas de
información en la materia que aún dejan mucho que desear y cuyos datos deben de
ser manejados con cautela. La dificultad consiste en que no se ha adoptado una
clasificación uniforme de los residuos en el cual todas las investigaciones tomen
como punto de partida. Por ejemplo, algunos investigadores consideran al residuo,
la basura y el desecho como algo distinto e incluso antagónico. Por otro lado, hay
pocas publicaciones acerca del problema de la basura que muestren el volumen de
generación en kilogramos o toneladas y simplemente hacen estimaciones sobre un
muestreo aleatorio ya sea de la basura domiciliaria o de la que ingresa a los centros
de transferencia o depósitos finales de basura tras de pesarla. O en el peor de los
casos, no introducen cuadros en los que no se indique a que periodo o año
corresponde el volumen o la composición de los residuos a los que se hace
referencia y suele suceder que las mismas cifras se reporten para años distintos
como si no hubiera ocurrido cambio alguno.
Desafortunadamente, esta situación no ha podido evitarse en el presente
escrito, por lo que se alerta reiteradamente al lector sobre el manejo cauteloso que
debe hacer de esta información o de la interpretación de la misma, pues los
cuadros sólo son utilizados con fines ilustrativos y para llamar la atención sobre la
urgencia de superar esta deficiencia y desarrollar procedimientos consensuados
que partan del uso de una clasificación armonizada de los residuos y métodos para
estimar volumen y composición. Por lo tanto, el fin último del presente trabajo no
es llegar una conclusión, sino ser un eslabón más de la cadena en la discusión del
tema. Si se logra este objetivo, será un gran avance, pues constantemente aparecen
nuevos residuos que contaminan el ambiente, constantemente las leyes se ven
superadas por la realidad, constantemente las autoridades de limpia se ven
superadas por sus propias ambiciones al coludirse con los caciques e
intermediarios de la basura; constantemente se rompe nuestra conciencia
ciudadana de no crear basura, etc.
1. La situación de los residuos sólidos en la ciudad de México.

1.1. ¿Qué es la basura?

La palabra basura significa para mucha gente algo despectivo, algo que
carece de valor y de lo que hay que deshacerse lo más pronto posible. De esta
manera lo útil, que no siempre necesario, se convierte en un estorbo y es causa del
problema de cómo desentendernos de lo que consumimos o producimos. En el
medio rural, la basura jamás representó un verdadero problema, ya que los
residuos orgánicos continuaban el ciclo de la vida sirviendo de abono o de
alimento para animales, los vertidos a los ríos eran depurados por las propias
aguas. Caso contrario sucede en las ciudades, en las cuales la basura representa un
serio problema casi desde la aparición de éstas, como resultado de la alta densidad
poblacional y al hecho de arrojar la basura en la calle por el consumo exagerado de
objetos innecesarios desechados casi siempre en un periodo corto.

La basura1 está conformada por los desperdicios del ciudadano que a diario
desecha al barrer el frente e interior de su vivienda, donde por lógica se cuelan los
desperdicios de todo género: del baño, envases, papeles y con todos aquellos
desperdicios que salen del hogar, la oficina, la calle y la industria. (geocities.2004)

1 Hay tres tipos de basura: la basura residencia, o basura por individuo o habitante que desecha en
los hogares; basura domiciliaria compuesta por la suma de las basuras que se generan en los
hogares, a la que se agregan los desechos de oficinas, comercios y otros establecimientos y; la
basura urbana, que comprende los dos tipos anteriores más los desechos de origen industrial, al
dividir la basura urbana entre el total de habitantes de la ciudad se obtuvo la generación de “basura
urbana per cápita”. (ver Cortinas, Cristina. Hacía un México sin basura. 2001)
Por ende, la basura sugiere suciedad, falta de higiene, mal olor, desagrado a la
vista, contaminación, fecalismo, turbiedad e impureza. (Deffis;1994:17-39)

Cuadro N. 1
Ejemplos de definiciones de residuos de toda índole.
Tipos de residuos Definiciones
Material, insumo, producto o subproducto, sólido, semisólido, líquido o
gaseoso que esté contenido, generado en los procesos de extracción,
Residuo beneficio, transformación, producción, consumo, utilización, control o
procesamiento, y que se descarta, que pueda ser susceptible de ser
aprovechado o requiera sujetarse a tratamiento o disposición final
conforme a lo dispuesto en las legislaciones en la materia.
Los generados en las casas habitación, que resultan de la eliminación de
Residuos sólidos los materiales que utilizan, de los productos que consumen y de sus
Urbanos envases, embalajes o empaques, que provienen de cualquiera otra
actividad que genere residuos con características domiciliarias y los
resultantes de la limpieza delas vías y lugares públicos, siempre que no
sean considerados en las legislaciones correspondientes como residuo
de manejo especial.
Aquellos que requieren sujetarse a planes de manejo específicos con el
Residuos de manejo propósito de acopiarlos, transportarlos, aprovechar su valor o sujetarlos
especial a tratamiento o disposición final, ambientalmente adecuados,
económicamente factibles y debidamente controlados.
Residuos peligrosos Aquellos que posean alguna de las características intrínsecas de
corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad o
capacidad infecciosa o que, de acuerdo con la legislación en la materia,
sean definidos como tales.
Fuente. Cortinas, Cristina. Manuales para regular los residuos con sentido común. Manual 1:
Introducción y elementos de técnica regulatoria. Página 29.

1.2 ¿Cuánta basura se produce en la ciudad de México?

Históricamente, el primer problema que plantean los residuos ha sido el de


su eliminación, no el de su reciclaje, recuperación y reutilización, como sería lógico
pensar si razonáramos desde el punto de vista ecológico. Hasta hoy, la solución
que la sociedad da al problema de la basura es bastante primitiva: apartarlos de su
vista, arrojándolos o enterrarlos para ocultar el problema. La solución más
“socorrida” fue la de arrojarlos a las afueras
de la ciudad, en tiraderos al aire libre, que
con el crecimiento urbano iban quedando
dentro del perímetro de los mismos para
volverse a desplazar hacía afuera. En el caso
de la ciudad de México, estos tiraderos eran
recubiertos de tierra y lotificados; la colonia Del Valle, al sur del Distrito Federal,
en otras épocas fue un basurero de la ciudad. (Palacios.2004)
De todo el mundo, México con sus más de 30 millones 733 mil toneladas al
año –84 mil 200 toneladas diarias- ocupa en el año 2000, el décimo lugar entre los
países que más basura generan en el mundo.
Estados Unidos ocupa el primero. (Noticieros
Televisa.2003) Si bien esta basura no es ni la
mitad de lo que se genera en Estados Unidos y
Europa, con estos volúmenes no controlados se
podría estar llenando por dos semanas, hasta el
borde, el Estadio Azteca. La basura generada
en el país se distribuye de la siguiente manera:
31%, residuos alimenticios; 14.2%, papeles y
cartón; 9.8%, desechos de jardinería; 6.6%, vidrio; 5.8% plástico y; 32.6%, otros
residuos no especificados. (La Jornada.2001)

Del total de la basura obtenida, sólo el 77% de los residuos se recolecta


oportunamente, y de éstos, únicamente 50% se dispone o recicla de manera segura,
el resto -57 mil toneladas diarias de basura en todo el país- queda abandonada a
cielo abierto en cañadas, caminos, lotes baldíos y cuerpos de agua, así como en
tiraderos clandestinos. El 53% de la basura se dispone en rellenos sanitarios y
tiraderos controlados ya que existe un déficit del 68% en infraestructura moderna y
adecuada para la separación, recolección, transporte, tratamiento, reciclaje y
disposición final segura de residuos municipales. (Semarnat.2004)

Día a día aumenta la generación de desechos, ya sean gaseosos, sólidos y


líquidos. Esto se debe a la explosión demográfica, el desarrollo económico y al
crecimiento de los grandes centros urbanos, aunque esto puede variar de acuerdo
con la zona de la ciudad que se trate, dependiendo tanto de los patrones de
consumo de los habitantes como de las actividades comerciales o industriales que
se realicen. Por regiones, la zona centro con el Distrito Federal genera 62% del total
de los residuos del país. En cuanto al tipo de materiales que componen los
desechos hay un cambio sustancial: hace medio siglo, 5% de la basura era material
no biodegradable, y en la actualidad estos representan 50%.

Datos oficiales afirman que en 1997


la Zona Metropolitana del Valle de
México (ZMVM)2 generaba 20 mil 166
toneladas de residuos sólidos, 11 mil 140
en el Distrito Federal y 9 mil 26 en los
municipios metropolitanos del Estado de
México, que corresponden a 1.04 kilogramos por habitante cada día. Los desechos

2 En la Zona Metropolitana del Valle de México habitan más de 19 millones de habitantes en una
superficie menor a tres mil quinientos kilómetros cuadrados de los cuales 115 km2 corresponden al
área urbana. La Zona Metropolitana del Valle de México se divide en dos principales sectores el
Distrito Federal, con 1 500 km2 y la zona conurbada con 1 728 km2.
estaban divididos de la siguiente manera: 40% era orgánica, 15% papel, 4% cartón,
8% vidrio, el 3% de la basura son pañales desechables y el resto es plástico, lámina,
aluminio, loza, madera, cuero, trapo y chácharas. Para recolectar esa enorme
cantidad de basura se requería de la participación de 20 mil trabajadores entre
barrenderos, choferes y ayudantes que limpian con mil 727 vehículos y 193
tractocamiones los 17 mil kilómetros de vías. (Álvarez.2000)

En ese año, el Distrito Federal generó cerca de 4 millones 222 mil 366
toneladas de residuos, con una producción de basura por persona de 1.3
kilogramos al día. Los desperdicios domiciliarios3 representaban la principal
fuente de generación de basura con el 48.13% del volumen total y los comerciales4,
servicios5, especiales6 y otros7 participaban con el 51.87%. Las más de 11 mil
toneladas eran transportadas a dos sitios de disposición final después de pasar por
13 estaciones de transferencia. (JICA/GDF.1999) Se afirmaba que la ciudad de
México generaba en dos días 22 mil 840 toneladas de basura, equivalentes al peso
total de la torre Latinoamericana. (Álvarez.2000)

3 Los residuos domiciliarios se dividen en dos grandes grupos: los orgánicos y los inorgánicos. Los
orgánicos son todos aquellos de origen biológico, que en algún momento tuvieron vida. Los
inorgánicos son todos aquellos productos (empaques, papel sanitario, muebles, polvo) que nunca
tuvo vida. (JICA.1999)
4 Los residuos comerciales están compuestos por los desperdicios de los mercados y centros
comerciales.
5Los residuos servicios comprenden los sobrantes de los restaurantes y bares, centros de
espectáculos y recreación, servicios públicos, hoteles, oficinas públicas y centros educativos.
6Los residuos especiales están compuestos por los desechos de las unidades medicas, laboratorios,
veterinarias, terminales terrestres, aeropuertos, habilidades y centros de readaptación social.
7 Los residuos otros toman en cuenta las basuras de las áreas verdes, centros de readaptación social,
materiales de construcción y reparación, objetos voluminosos, y menores. (JICA.1999)
Las 13 estaciones de
transferencias tenían un volumen
de operación de 10 mil 060
toneladas por día, por lo que
había un déficit en la capacidad
instalada de transferencia de mil
084 toneladas por día. Las tres
plantas de selección y
aprovechamiento de residuos sólido, la de Bordo Poniente, la de San Juan de
Aragón y la de Santa Catarina, tenían una capacidad instalada de mil 500 toneladas
por día cada una. Su porcentaje de recuperación de subproductos (cartón, papel,
plástico, vidrio, lata, trapo y fierro) fue del 12%. Actualmente -2004-, el único sitio
de disposición final abierto es el Distrito Federal es el relleno de Bordo Poniente,
una vez cerrados los rellenos sanitarios de Prados de la Montaña (julio de 1994) y
el sitio de disposición final de Santa Catarina (segundo semestre de 1995).
(Cortinas;2001:329)

Pero existe una disparidad en las cifras que se manejan en cuanto a la


cantidad de basura que se produce en el Distrito Federal, ya que fuentes no
oficiales señalan que en la ciudad de México produjo 4 millones 767 mil 366
toneladas de residuos al año, o sea 545 mil 363 toneladas más de basura.
(Álvarez.2000), sin contar 500 toneladas diarias de basura que se acumulaban en
basureros clandestinos que no se recolectaban. Tengo la hipótesis que la situación
antes descrita pudiera explicarse por la metodología que cada investigación sigue,
por las fuentes que recurre, por los materiales que clasifica como basura, por la
escasa información que hay en las dependencias de gobierno y sobre todo, porque
el Sindicato de Limpia tiene el control de la infraestructura, recursos humanos,
organización y operación del sistema de recolección y transporte en la capital del
país.

Por ejemplo, en enero de 2004 las Secretarías de Obras y Servicios y del


Medio Ambiente anunciaron que el Distrito Federal produce 12 mil toneladas de
basura al día, un promedio de 1.5 kilogramos por persona de basura cada 24 horas.
Este crecimiento mínimo es poco creíble si tomamos en cuenta el crecimiento
demográfico, la ineficiencia del servicio de limpia y del interés de ocultar un
problema urbano, entre otros. Otras investigaciones indican que la ciudad de
México produce entre 18 y 20 mil toneladas de basura diariamente (ver
Castillo.2002; Rascón.2002)

El 50% de esas 12 mil toneladas provenían de los domicilios particulares y


de estas, 60% son inorgánicos y el resto orgánicos. Las dependencias manifiestan
que parte de la recolección mediante barrido manual -mil toneladas diarias,
aproximadamente, corresponde a cada una de las 16 delegaciones políticas, y de
ahí, cerca de 10 mil toneladas llegan a las 3 estaciones de transferencia y otras 4 mil
toneladas pasan por la planta de selección y finalmente al relleno sanitario Bordo
Poniente. (Secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal.2004), mientras que
la composición de los desechos es de la siguiente manera: 31% son residuos
alimenticios; 14.2%, papel y cartón; 9.8%, desechos de jardinería; 6.6%, vidrio;
5.8%, plástico; 3.1%, metales; 1.2%, textiles y 27.7% son otros desechos sin
clasificar. (Partido Verde Ecologista de México.2004)
Por su parte, la Comisión de Uso y Aprovechamiento de Bienes Públicos,
dependiente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), informó un
mes después, que la cifra de 12 mil toneladas de basura puede resultar engañosa,
ya que sólo se toma en cuenta a la población residente. Es decir, sí se agregara la
basura producida por la población flotante del Distrito Federal, estaríamos
hablando que en la ciudad se sacan a la calle entre 25 y 30 mil toneladas de basura
que necesitan ser confinadas adecuadamente diariamente. (Sandoval.2004)

Cuadro
N. 2
Basura producida al día en México, 2000.
Concepto Cantidad
Generación de basura (ton/día) 84,200
Volumen recolectado 77%
Volumen en rellenos sanitarios 33%
Rellenos Sanitarios 43
Plantas de Reciclamiento 3
Fuente. Semarnat. 2004.

Cuadro N. 3
Composición de basura (%) en México, 2000.
Concepto Cantidad (%)
Residuos de Alimentos 31.0
Papel y Cartón 14.2
Desechos de Jardinería 9.8
Vidrio 6.6
Plástico 5.8
Otros 32.6
Fuente. La Jornada, 2001 en Aguayo, Sergio. Almanaque Mexicano. Editorial Grijalbo.2000.
Cuadro N. 4
Tasa comparativa de desecho sólidos municipales en distintos países, 1998.
País Generación per cápita (kg/km/año)
Estados Unidos de América 1.970
Canadá 1.900
Finlandia 1.690
Holanda 1.300
Suiza 1.200
Japón 1.120
Brasil (Sao Paulo) 1.350
Argentina (Buenos Aires) 0.880
Chile (Santiago) 0.870
México 0.853
Fuente. Sancho y Cervera J. Rosiles GG. Situación del Manejo Integral de los Residuos Sólidos en México.
Sedesol. 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre
residuos. PVEM. 2001. Página 311.

Cuadro N. 5
Generación anual de basura por zona geográfica, 1998
Población Generación per Generación Generación
Zona Proyección cápita (kg/hab/día) diaria (ton) anual (ton)
1998
Centro 51,117,711 0.788 40,281 14,702,565
Distrito Federal 8,683,824 1.329 11,541 4,212,465
Norte 19,501,930 0.891 17,376 6,342,240
Sur 12,615,849 0.679 8,328 3,039,721
Frontera Norte 6,347,055 0.956 6,067 2,214,455
Total Nacional 98,266,369 0.853 83,831 30,598,315
Fuente. Sancho y Cervera J. Rosiles GG. Situación del Manejo Integral de los Residuos Sólidos en México.
Sedesol. 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre
residuos. PVEM. 2001. Página 311.

Cuadro N. 6
Cantidad de Residuos Generados en el Distrito Federal (toneladas por año)
1997 1999 2000* 2001* 2002* 2003* 2004*
Población 8,610,000 8,654,000 8,698,000 8,747,000 8,796,000 8,846,000 8,986,000
Cantidad
Generada
Domicilio 1,925,000 1,946,000 1,956,000 1,967,000 1,976,000 1,989,000 1,999,000
Comerciales 1,210,000 1,217,000 1,221,000 1,225,000 1,230,000 1,234,000 1,238,000
Servicios 636,000 639,000 641,000 645,000 647,000 650,000 657,000
Especiales 133,000 135,000 135,000 135,000 137,000 137,000 137,000
Otros 265,000 267,000 269,000 269,000 272,000 273,000 274,000
Total 4,169,000 4,204,000 4,222,000 4,241,000 4,262,000 4,283,000 4,302,000
Fuente. Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y el Gobierno del Distrito Federal.
*Nota. Estas cifras son estimaciones hechas por JICA ya que su estudio terminó en el año de 1999.

Cuadro N. 7
Comparación de la generación estimada de basura residencial y basura municipal domiciliaria en el
DF y la ZMVM, 1980-1990.
Entidad Promedio de la década de 1980 Promedio de la década de
(ton/año) 1990 (ton/año)
Distrito Federal 3,984,053 3,716,022
Zona Metropolitana 6,024,646 6,631,311
Fuente. Restrepo I. Bernache G y Rathje W. Los demonio del consumo (basura y contaminación), Centro de
Ecodesarrollo, México. 1991, en 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones
de las legislaciones sobre residuos. PVEM. 2001. Página 314.

Cuadro N. 8
Comparación de la generación estimada de basura en el Distrito Federal, 2000-2010.
Fuente Generación 2000 Generación 2010 Incremento (%)
(ton/año) (ton/año)
INE, 1997 5,363,358 7,879,929 46.92
JICA/GDF 1999 4,222,000 4,430,000 4.93
Fuente. Estadísticas e indicadores de la inversión sobre residuos sólidos municipales centros urbanos de
México. Estudio sobre el manejo de los residuos sólidos para la ciudad de México de los Estado Unidos
Mexicanos. Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un
México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre residuos. PVEM. 2001. Página 314.
Cuadro N. 9
Estimación de basura para 2004.

Fuente. JICA/GDF,1999.
Cuadro N. 10
Estimación de basura generada para el 2010.

Fuente. JICA/GDF,1999.
1.3 Los residuos peligrosos.

Los residuos que reclaman mayor atención son los llamados residuos
peligrosos: alimentos y fármacos no aptos para consumo humano, residuos
generados en clínicas, laboratorios y unidades médicas, pilas, pinturas, patógenos
y virus encontrados en la basura y en lodos de aguas negras. Los llamados
residuos peligrosos, por ser corrosivos, reactivos, explosivos, tóxicos, inflamables o
biológico-infecciosos, no han podido ser regulados ni controlados eficientemente, a
pesar de que existe tecnología conocida para ello. La ZMVM produce anualmente
alrededor de 587 mil toneladas
al año de residuos peligrosos, lo
que representa alrededor de 33
kilogramos al año por
habitante. Aproximadamente la
mitad de estos residuos se
generan en el Distrito Federal y
la otra mitad en los municipios
conurbados del Estado de México. De esas 578 mil toneladas, únicamente el 12% se
recicla, reusa, trata o confina, mientras que el resto se dispone en forma
inapropiada, a través de descargas al drenaje o mezclados con residuos
municipales, así como a través de quemas y tiraderos clandestinos, sin mencionar
que la infraestructura existente es insuficiente y/o no cubre todas las necesidades
de un manejo adecuado, situación que se traduce en un detrimento del medio
ambiente y, en ultima instancia, de la salud de la población. (Álvarez.2002)

Los residuos peligrosos se generan principalmente en la industria y


servicios, aunque en los hogares también existe una contribución importante. Su
composición es muy variada, e incluye sustancias orgánicas e inorgánicas. Su
producción esta muy dispersa en el Área Metropolitana, lo cual dificulta su control
y la logística de acopio, recolección y transporte; es común que los residuos se
encuentren mezclados entre sí, o con otros materiales no peligrosos, lo que
incrementa significativamente su volumen, dificulta su transporte y los procesos
de tratamiento y estabilización. (Semarnat.2004)

En el fondo, una importante proporción de la generación de residuos


peligrosos esta asociada con un mal manejo de inventarios, por sobrexistencia de
materia primas y almacenamiento de productos fuera de especificación; persisten
en la industria vicios en la operación de los
procesos industriales, como la deficiente
capacitación del personal, la falta de
estandarización de procesos y la carencia de
programas de mantenimiento preventivo y
correctivo. Con frecuencia, estos residuos se
encuentran almacenados en los patios de las
industrias, lo que representa para estas tanto problemas de operación como una
subutilización de espacios, además de riesgos ambientales. Entre los giros
industriales que producen los mayores volúmenes de residuos peligrosos, destacan
la industria química, fundidora, metalmecánica, textil, artes graficas y
galvanoplastia. (ver Sánchez.1998)

Se calcula que se producen más de 200 mil toneladas de residuos


industriales por día, y que la mayor parte de los industriales, incluyendo a los
dueños pequeños de talleres, los entregan a los servicios municipales de
recolección, donde son mezclados sin ninguna precaución con la basura doméstica
y son transportados a tiraderos a cielo abierto. El empleo de productos
plaguicidas, cuyos residuos y los de sus envases constituyen su serio problema
ambiental y sanitario, en particular cuando estos últimos son empleados para
contener agua de bebida o alimentos. Los residuos de la minería y de las
actividades de extracción del petróleo se encuentran entre los más abundantes y
por la ubicación territorial de estas actividades, representan problemas de
diferentes grados de severidad, dependiendo de la vulnerabilidad de los sitios en
los que se producen, en el caso de los primeros existen ciudades enteras que han
sido constituidas sobre las montañas de residuos dejadas por alrededor de
cuatrocientos años de minería. (Cortinas;2001:31-32)

Cuadro N. 11
Características de su peligrosidad
Sólido o líquido, o mezclas de sustancias o sus desechos que es capaz por sí misma,
Explosivo mediante reacciones químicas, de producir gases a una temperatura, presión y velocidad
tales que pueden causar daños en el área circunvecina.
Sustancia que, aunque no necesariamente sea combustible por sí misma, puede producir
oxígeno, causar la combustión de otros materiales o contribuir a ella. Las sustancias
Oxidante orgánicas que contiene el grupo -0-0- son térmicamente inestables y pueden sufrir una
descomposición exotérmica auto-acelerada.
a. Sustancia líquida, mezcla de líquidos, líquidos con sólidos en suspensión o solución (por
ejemplo, pinturas, barnices, lacas), que desprende vapores inflamables a temperaturas
inferiores a 60.5°C, en prueba en recipiente cerrado, o inferiores a 65.6°C en prueba en
Inflamable recipiente abierto.
b. Sólido o sus desechos no clasificado como explosivo, que bajo condiciones de manejo es
combustible con facilidad o puede causar fuego por fricción o contribuir a él.
Sustancia o preparación no corrosiva que por contacto prolongado, inmediato o repetido
Irritante con la piel o las membranas mucosas, puede causar inflamación.
Nocivo Sustancia o preparación que si se inhala, se ingiere o se absorbe a través de la piel, puede
causar un daño moderado para la salud.
Sustancia o preparación que si se inhala, se ingiere o se absorbe a través de la piel, puede
Tóxico provocar daños graves, agudos o crónicos a la salud, e incluso la muerte.
Sustancia o preparación que si se inhala, se ingiere o se absorbe a través de la piel, puede
Cancerígeno inducir cáncer en los seres humanos o aumentar su incidencia.
Sustancia que por reacción química causará un daño severo cuando esté en contacto con los
Corrosivo tejidos vivos o, en caso de fugas o derrames, causará daños materiales o destruirá a otros
materiales o medios de transporte. Estas sustancias también pueden generar otros riesgos.
Sustancia o material que contiene microorganismos viables o sus toxinas, de los que se sabe
Infeccioso o se sospecha que pueden causar enfermedades en los animales o en los seres humanos.
-Liberan gases inflamables en contacto con el agua(reactivos). Sustancia que por interacción
con el agua puede inflamarse espontáneamente o producir gases inflamables en cantidades
peligrosas.
-Liberan humos corrosivos en contacto con el aire o con el agua.
Reactivos -Liberan gases tóxicos en contacto con el aire o con el agua.
-Capaces, por cualquier causa, después de la disposición final, de producir otras materias
(por ejemplo, lixiviados) que posean cualquiera de las características anteriores.
Sustancia que si se libera causa o puede causar efectos adversos inmediatos o retardados
Ecotóxico sobre el ambiente, por bioacumulación y /o efectos tóxicos sobre los sistemas bióticos.
Fuente: Revista Este País. Tendencias y Opiniones. Marzo 1993.
2. Implicaciones económicas de la basura.

2.1 ¿sabes cuánto nos cuesta la basura?

Como se dijo anteriormente, la información sobre el problema de la basura


de la ciudad de México es escasa y poco accesible al público. No se sabe o no se
quiere decir con exactitud cuánto gastan las dependencias de gobierno en cada una
de las 2 mil unidades recolectoras; ni se dice a cuánto asciende el gasto por
concepto de combustibles, mantenimiento y reparación periódica de las mismas.
Asimismo, resulta prácticamente imposible conocer cuánto ganan las tres personas
(el chofer y sus dos macheteros) que usan y usufructúan el camión de la basura, ni
cuánto obtienen por vender el cartón, papel, latas de refresco y plásticos a las
industrias y depósitos de basura.

Lo que sí sabe es que al gobierno capitalino le costaba hace menos de dos


años -2002- la nada despreciable cantidad de 540 mil pesos por recoger, distribuir,
y seleccionar toda la basura que cada día genera la metrópolis. En consecuencia,
anualmente el GDF destina de nuestros impuestos casi 200 millones de pesos en un
servicio poco eficiente -ya únicamente recolecta el 86%, mientras que el 14% queda
disperso8- y del cual se beneficia muchísima gente sin invertir prácticamente un
sólo peso. De igual manera, el GDF desembolsa 100 millones de pesos cada año
para desazolvar presas y redes de drenaje, pues en época de lluvias los montones

8 A nivel nacional, el servicio de recolección de basura cubre en promedio a 78% de la población.


Aunque en las grandes zonas urbanas el porcentaje de los ciudadanos atendidos se estima en 95%,
en las ciudades medias va de 70 a 85%, y en las pequeñas áreas urbanas está entre 50 y 70%.
(Instituto Nacional de Ecología)
de basura tapan las coladeras y las redes del drenaje. (Comisión de Salud y
Asistencia Social de la ALDF.2002)

El secretario de Seguridad e Higiene de la sección 1 de Limpia y Transporte


del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal manifiesta
que la mitad del parque vehicular de Limpia es obsoleto o ya no circula al cien por
ciento por falta de refacciones y mantenimiento, lo
que propicia una falta de servicio, o un servicio
irregular en las diversas colonias de la capital. La falta
de presupuesto hace que ya no se otorguen overoles,
ni cascos, ni guantes, provocando que los empleados
laboren en condiciones insalubres e ineficientes. El abasto de combustible es
limitado pues se hace por medio de las delegaciones políticas, con lo cual se labora
un solo turno, el de la mañana, y hace que las personas –injustificadamente-
lleguen a sus hogares por las tardes y tiren su basura en las esquinas por las
noches.

Cuadro N. 12
Años Adquisición de los vehículos de recolección por Delegación, 1967-1997.
1967-1977 1978-1987 1988-1997 1967-1997
Álvaro Obregón 60 31 47 138
Azcapotzalco 34 55 51 140
Benito Juárez 62 42 38 142
Coyoacán 51 35 40 126
Cuajimalpa 7 12 26 45
Cuauhtémoc 97 92 62 251
Gustavo A. Madero 138 85 55 278
Iztacalco 14 26 45 85
Iztapalapa 59 36 130 225
Magdalena Contreras 10 9 23 42
Miguel Hidalgo 81 51 35 167
Milpa Alta 0 6 26 32
Tláhuac 8 15 31 54
Tlalpan 21 22 29 72
Venustiano Carranza 36 42 83 161
Xochimilco 14 19 12 45
Total 692 578 733 2002
Fuente. Parque vehicular de recolección asignado a las Delegaciones Políticas, enero, 1998, DGSU, dentro del
Estudio sobre el Manejo de Residuos Sólidos para la Ciudad de México, hecho por JICA/GDF.
La Secretaría del Medio Ambiente reconoce la precariedad de la estructura
del Servicio de Limpia de la ciudad ya que la mayoría de las unidades de
recolección son obsoletas. La dependencia carece de recursos e instrumentos
financieros para hacer frente a éste problema urbano. Simplemente, el cambio de
vehículos con doble compartimiento para orgánicos e inorgánicos costaría a razón
de un millón de pesos por cada uno, sin contar los gastos que genera el abasto
diario de gasolina, la contratación y capacitación de personal nuevo y el
mantenimiento de la infraestructura de los sitios de transferencia. (Secretaría de
Medio Ambiente del Distrito Federal.2004)

2.2 El valor esta en quien se la apropia.

El Gobierno del Distrito Federal de la Ciudad de México a través de su


Dirección General de Servicios Urbanos usa parcialmente las estructuras
informales para cumplir con sus tareas. Los barrenderos no sólo se hacen cargo de
la recolección de la basura, sino también de su manejo y reciclaje, siendo utilizado
por las autoridades muchas veces como sustituto parcial del sector de Limpia que
en realidad debería de hacerlo.
En la mayoría de los estados de la república no se cobra por el servicio de
recolección, pero en la ciudad de México gran parte de la ciudadanía paga
propinas o gratificaciones que en algunos casos sobrepasan la cantidad que
costaría un servicio formal. El GDF paga el sistema (sueldos de los trabajadores y
la infraestructura (camiones y estaciones de transferencia) para la recolección,
tratamiento, clasificación y reciclamiento de la basura, pero toda esta
infraestructura está al servicio de empresas privadas y la ciudad no recibe un solo
centavo. Parte de esta riqueza se queda en manos de unas cuantas mafias
sindicales y territoriales, pero casi en su totalidad en manos de grandes empresas
cerveceras, refresqueras, de empaque y venta de alimentos chatarra. Exportamos
basura a Europa, Japón, Estados Unidos y Canadá de manera secreta y perfecta a
través de productos como la cerveza, orgullo nacional. Nuestra fama, empero es
por el vidrio, cartón y aluminio que la contiene, y luego reciclada se convierte en
cerveza Heineken o Saporo, con materia prima regalada en calles de la Ciudad de
México. Lavar basura es jugoso negocio como lavar dinero de las drogas: grandes
ganancias, oscuros manejos y no pagar impuestos. Esta materia prima, recolectada
por los millones de ciudadanos y las delegaciones o municipios, las empresas la
adquieren a bajo precio, pues utilizan la colaboración ciudadana y cuentan con
camiones, plantas, clasificación, administración; es decir una empresa gratis a su
servicio. (Rascón.2002)

El barrendero9 originalmente tenía la función específica de barrer las calles y


banquetas de las calles secundarias asignadas por la delegación respectiva, pero

9 Existen barrenderos de base (basificados o con nombramiento estable) y eventuales (contratados


temporalmente) dedicados a esta actividad, pagados por el Gobierno del Distrito Federal.
(JICA/GDF.1999)
ante el incremento de la demanda de recolección y la posibilidad de aumentar sus
ingresos, comenzó a recoger de puerta en puerta la basura de las casas. Esto
ocasionó que los señores de los carritos dejaran de barrer las calles, aunque
paradójicamente aparecen con sus botes de basura llenos hasta el tope de residuos
de los comercios de todo tipo, lo que presupone irregularidades en este servicio y
en donde obtienen hasta 2 mil pesos por ruta sin cumplir con sus obligaciones
reales, y convierten al Servicio de Limpia de la capital en una onerosa concesión
oficial subsidiada.

Si bien existen 8 mil 600 voluntarios que caminan por calles con carritos y
sobreviven de lo que les dan las amas de casa, su “sueldo” es la venta de la pepena
del cartón y fierro. Los trabajadores formales se dan el tiempo, a costa del pésimo
servicio público, para seleccionar y clasificar los residuos, tales como cartón,
periódico, vidrio, aluminio, cobre, plásticos, hueso, colchones, residuos orgánicos y
otros, para comercializados posteriormente y de esta manera incrementar sus
ingresos o bien pagar su acceso al establecimiento de transferencia o al tiradero.

De la misma forma, la distribución de las rutas de los camiones de la basura


resulta problemática ya que se hace en función de su rentabilidad, por lo que no
van a las colonias más pobres, donde abundan los residuos orgánicos, que no son
redituables en su venta. No obstante, los efectos más alarmantes se sitúan en la
zona conurbana, cuyo crecimiento tuvo lugar a partir de las actividades
industriales como Tlalnepantla, Naucalpan, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Coacalco,
Chimalhuacán y Huixquilucan, que es a donde se lleva la basura del Distrito
Federal. (Palacios.2004)
Pese a que la población asume que la recolección domiciliaria de basura es
un servicio gratuito, termina por dar propina al trabajador y al año gasta alrededor
de 600 pesos por este concepto. (Enciso.2001) Datos no oficiales indican que cada
jornalero recolecta entre dos y cuatro toneladas por turno, de ahí selecciona el
material que puede vender --papel, vidrio y plástico-- y el resto lo deja en el
camión para trasladarlo a los rellenos sanitarios; ganando cada chofer alrededor de
12 mil pesos al mes, incluido su sueldo de 2 mil 500 pesos. Así pues, el GDF sólo
recupera para su venta entre 5 y 10% del total de los residuos, el 90 o 95% restante
se va a la “disposición final”, aunque no sabemos si esa disposición final sean las
plantas de tratamiento o a los bolsillos de los caciques de la basura. (Castillo.2002)
3. Historia de la basura en la ciudad de México.

Durante la época prehispánica, el problema de la basura en la Gran


Tenochtitlan, era responsabilidad que los nobles y los monarcas asumían,
prohibiendo vender y comprar fuera de los mercados establecidos, razón por la
cuál nadie tiraba basura en las calles. El sistema de limpia entre los aztecas era
atendido por más de mil hombres, los cuáles desempeñaban su trabajo con orgullo
y la satisfacción de tener una ciudad limpia.

En la época Colonial el virrey Revillagigedo estableció el primer grupo de


carros tirados por caballos, que recogían la basura y la depositaban en los tiraderos
ubicados, según los historiadores, en Santa María la Ribera.

En los inicios del México independiente, se estableció en el Distrito Federal


un sistema de limpia de carretones de tracción animal, que por las mañanas y en
las noches pasaban por las calles tocando una campanilla para que la gente
acudiera a depositar su basura. Para entonces se impusieron multas de 2 pesos a
quienes tiraban la basura en la calle por primera vez; 4 pesos la segunda y 6 pesos
la tercera.

Al final del siglo XIX, la recolección de basura se realizaba con unos 80


carretones. Los ayuntamientos de los pueblos y la policía de salubridad se hacían
cargo de la limpieza de las calles, mercados, plazas públicas, hospitales, cárceles,
casas de beneficencia y de remover todo lo que pudiera alterar la salud pública.
A partir del siglo XX hay un crecimiento desmedido de la Ciudad de México
como consecuencia de una migración constante de las zonas rurales y de un
crecimiento natural. Este aumento de población proporcionó más basura por el
consumo exagerado de objetos innecesarios, desechados casi siempre en un
periodo corto y en la calle. (Geocities.2002)

Para el año de 1936 el servicio de limpia contaba con 2 mil 500 empleados.
Dos años antes se había formado el sindicato de limpia y transportes y el equipo
con el que contaba se componía ya de camiones tubulares; carros de volteo de 7 y
20 toneladas, mientras que los carros tirados por mulas cubrían los servicios de la
periferia de la ciudad.

A partir de 1940 ya se hablaba de dos situaciones: a) reciclar o industrializar


la basura por ser uno de los problemas de contaminación del suelo, aire y agua y;
b) los tiraderos quedaran lo más apartado posible de la ciudad, dando como
resultado que un año más tarde se promulga el primer reglamento de limpia. En
esa década el Distrito Federal contaría con los tiraderos denominados Santa Cruz
Meyehualco y Santa Fe; el primero, en la Delegación de Iztapalapa, el cual tuvo
una recepción de residuos sólidos de 500 toneladas por día en los primeros años de
operación, y 6 mil al término de la misma; y el segundo, con una recepción de 2 mil
300 toneladas diarias de residuos.

A principios de los sesentas se crea la Dirección General de Servicios


Urbanos del Distrito Federal de la que depende la oficina de Recolección de
Desechos Sólidos. Al final de esta década, desapreció la mencionada Dirección
General para surgir nuevamente a principios de los ochentas. De esta Dirección
depende en la actualidad la recolección, el transporte, el tratamiento y la
disposición final de los desechos sólidos de la ciudad de México.

El 1983 el entonces Departamento del Distrito Federal inició el saneamiento


y clausura del tiradero en Santa Cruz Meyehualco, que consistió en espaciar,
conformar y cubrir los residuos sólidos con tepetate, así como la perforación de
pozos para el venteo de biogás o generado por la biodegradación anaeróbica que
sufren los residuos acumulados. Con la clausura de este tiradero se estimuló el
desarrollo y creación de otros; como Santa Catarina, San Lorenzo Tezonco,
Tláhuac, Milpa Alta, Tlalpan y Bordo Xochiaca. De esta forma se agudizó la
problemática para la eliminación de la basura, en la ciudad de México. El inicio de
la clausura de estos tiraderos fue a principios de 1985, incluyendo también al de
Santa Fe.

En 1984 el Distrito Federal seleccionó dos sitios para rellenos sanitarios; uno
en “Bordo Poniente” en lugar de la zona federal del antiguo lago de Texcoco. El
otro relleno se localiza en un sitio denominado “Prados de la Montaña”, en la
Delegación Álvaro Obregón, donde se permite la pepena controlada durante el día
para cubrir los desechos por la noche. En este relleno se reciben 2 mil 300 toneladas
diarias con vida útil de tres años para rellenar después otra barranca, la de
Tlapizahuaya; luego otro, y así sucesivamente. (Deffis;1994:44-45)

Para 1991, la basura generada en el Distrito Federal se disponía en tres


rellenos: el Bordo Poniente, Prados de la Montaña y Santa Catarina, además
existían seis sitios ya clausurados: Milpa Alta, Tlalpan, Tláhuac, San Lorenzo
Tezonco, Santa Fe y Santa Cruz Meyehualco. En ese mismo año, trece incendios
provocados por los gases provenientes del depósito incontrolado de los
desperdicios y la presencia de numerosos damnificados, entre ellos niños que
habitan en la zona aledaña a los tiraderos dieron origen a la creación del Programa
Metropolitano de Gestión de los Residuos Sólidos en el año de 1992.
(Semarnat.2004)

A la fecha –2004- el GDF atiende el servicio de limpia de la capital a través


de dos ámbitos de atención: por un lado las delegaciones políticas son las
responsables de las actividades de barrido manual y mecánico de sus calles y
avenidas, de la recolección domiciliaria y del transporte de los residuos
recolectados a las estaciones de transferencia, además de actuar en éstas de manera
consolidada con la Dirección General de Servicios Urbanos que se encarga de la
operación y mantenimiento de las estaciones de transferencia y de las plantas de
selección y aprovechamiento de residuos sólidos, de la construcción y operación de
los sitios de disposición final, de la limpieza urbana de la red vial primaria de la
ciudad, del mantenimiento de áreas verdes, de la promoción de campañas de
reciclaje y aprovechamiento de los residuos sólidos y de la supervisión y atención
de las incidencias localizadas en la vialidad primaria. (Semarnat.2004)

En este mismo año se espera que por fin entre en marcha la Ley de Residuos
Sólidos, aprobada en diciembre de 2002. Dicha disposición prevé contar con la
participación, supervisión, asesoría y evaluación de las secretarías de Obras y
Servicios y del Medio Ambiente, la Procuraduría del Ambiental, la Dirección de
Servicios Urbanos y la Dirección de Regulación y Gestión Ambiental de Agua,
Suelos y Residuos. Se pretende sancionar a quien la tire en la calle. Las multas
comprenderán desde los 10 hasta los 20 días de salario mínimo. (Secretaría de
Medio Ambiente del Distrito Federal. 2004)
4. Métodos de disposición final.

4.1 Tiraderos a cielo abierto.

De todos es sabido que los tiraderos a cielo abierto son fuentes de


contaminación del aire, el agua y el suelo. La basura arrojada al suelo puede
desplazarse un poco, sin embargo, la tendencia es que se mantenga en donde se
cayó. La basura contiene materiales putrescibles que se descomponen por la acción
de bacterias aerobias o anaerobias, según se encuentre presente el aire o no. Al
descomponerse contamina el aire al producir diferentes gases tóxicos entre los que
destacan el metano y el amoniaco. Al resecarse algunos de los integrantes de la
basura, se pulverizan y son fácilmente desplazables por medio de los vientos, de
tal manera que el aire queda contaminado con polvos, esporas, semillas, heces
fecales, etc. En caso de que la temperatura se eleve, llegan a originarse incendios
“espontáneos” que provocan la presencia de humo (CO2) en grandes cantidades;
esto aunado al polvo y las partículas desprendidas que son arrastradas por el
viento que contamina la atmósfera. La contaminación del agua subterránea se lleva
cabo cuando la lluvia escurre a través de la basura en fermentación y arrastra
sustancias tóxicas y gérmenes patógenos al subsuelo, hasta alcanzar los mantos
freáticos y otros acuíferos por escurrimiento. (Deffis;1994:97)

Como ya se dejo, el problema de la basura radica, por un lado, en la


producción desmedida que engendra el sistema consumista que rige en México. Es
decir, en la sobrevaloración que las personas damos a los productos que se
sustentan en la ignorancia e insensibilidad, de manera tal que sólo resulta
importante adquirir cosas sin tomar en cuenta el impacto que esto implique a
nuestro mundo. Y por el otro, el que sólo el 86% de los residuos sólidos generados
en la capital e recolecten oportunamente, quedando 14% abandonados en cañadas,
caminos, lotes baldíos y cuerpos de agua, así como en tiraderos clandestinos. Esto
quiere decir que cada 24 horas se dejan “tiradas” mil 680 toneladas de basura todos
los días. No obstante, cifras no oficiales revelan que de las 12 mil toneladas de
basura producidas en la ciudad de México, más de 5 mil se tiran en las calles, en
parques, en áreas de reserva ecológica o en la esquina de la casa y que en época de
lluvias van directamente a las coladeras. (PVEM.2002)

Hasta antes del siglo XVI, la ciudad de México estaba perfectamente limpia
y ordenada. Posteriormente, a la llegada de los españoles, la ciudad fue
presentando cada vez mayores muestras de suciedad y en todas las calles se veían
muladares de diferentes proporciones. La recolección domiciliaria se hacía por
disposición del Virrey Revillagigedo y los tiraderos estaban situados en la periferia
de la ciudad; aunque el rápido crecimiento de la mancha urbana, los fue
absorbiendo y se fueron desplazando continuamente hacía las orillas de las zonas
habitadas.

A partir de 1924, el tiradero de Santa Cruz Meyehualco empezó a utilizarse


con tal. Para 1938 había cuatro tiraderos
más, uno por el monumento a la raza, otro
por la parte alta de Tacubaya, el de Dos
Ríos, donde ahora se encuentra la colonia
Del Valle, y otro en la Magdalena Mixuca,
cerca del actual Palacio de los Deportes.
Para la década de los ochenta, en la ciudad
de México existían cerca de 25 mil tiraderos clandestinos y numerosos tiraderos a
cielo abierto: Santa Cruz Meyehualco, San Lorenzo Tezonco, Santa Fe, Tlalpan,
Milpa Alta, Cerro de la Estrella, Tarango, San Mateo Nopala, Vasco de Texcoco y
Santa Catarina.

a) SANTA CRUZ MEYEHUALCO.


Situado al oriente de la ciudad de México, con una extensión de 160
hectáreas y con 60 años de operación, este tiradero llegó a constituirse en un
importante centro de influencia, que condicionó el sistema de manejo de los
desechos sólidos y representó uno de los principales focos de contaminación de la
ciudad. Rodeado de zonas habitacionales, donde hasta hace poco vivían más de 2
mil familias, el tiradero se formó de numerosas montañas de desechos; algunas
hasta de 100 metros de altura, causas que lo convirtieron en el más grande del
mundo.

b) SANTA FE.
El tiradero de Santa Fe ocupa más de 50 hectáreas de barrancas y
hondonadas, con profundidades de hasta 80 metros. Fue creado el 1958 y
clausurado en 1986. Se recubrió con capas compactas de tierra para construir en la
superficie instalaciones deportivas.

c) SAN LORENZO TEZONCO.


Es el tercero en importancia en el Distrito Federal, recibiría 2 mil toneladas
diarias de basura, además de albergar a más de 25 mil pepenadores. Los tiraderos
anteriormente mencionados, excepto el del Vaso de Texcoco, tienen la
característica común de ser barrancas de cierta profundidad.
d) SANTA CATARINA.
Estaba entre los tres tiraderos que recibían 6 mil 600 toneladas diarias de
basura y se auxiliaba de once estaciones de transferencia distribuidas en la ciudad.
(Deffis;1994:97-99)

A pesar de existir en México un gran potencial de reciclado, la mayor parte


de los desechos sólidos siguen teniendo como destino final los tiraderos de basura
a cielo abierto y, en el mejor de los casos, en los pocos rellenos sanitarios
disponibles. En consecuencia, se desaprovecha tanto la oportunidad de crear
negocios y empleos -a partir de la valorización de los materiales que se están
tirando a la basura-, como el valor calorífico de muchos residuos que permitiría
producir energía a los municipios que tienen deudas considerables relacionadas
con el consumo de energía. (Cortinas;2001:326)

El combate a los tiraderos a cielo abierto clandestinos no es tarea fácil pues


prácticamente se “crean” de un día para otro sin control alguno en lotes baldíos,
áreas de reserva ecológica y cultivo, barrancas, presas, etc. De acuerdo a un estudio
realizado por el Partido Verde Ecologista de México en la ALDF, se estima que
existen más de 20 mil tiraderos clandestinos en el Distrito Federal, debido a la
incapacidad de las autoridades para dar solución al problema del manejo y
tratamiento de los residuos que se generan diariamente. (PVEM.2002)

4.2 Relleno sanitario.

Si bien, los tiraderos de basura cielo abierto son totalmente desagradables,


ya que son terrenos extensos donde la basura es depositada después de un largo
proceso, ya no hay lugares o cada vez son menos los sitios donde se pude poner la
basura. Una forma de remedir esta situación, se llevó a cabo a través de la creación
de los rellenos sanitarios, los cuales en su momento significaron un alivio a la
ciudad, al dar cabida a miles de toneladas de basura, dar empleo a cientos de
personas y descentralizar un servicio que era absorbido poco a poco por la mancha
urbana.

En la ciudad, todos sus habitantes consumen algún producto diariamente, y


este consumo origina la formación y acumulación de basura, compuesta
generalmente de restos de comida, cajas, bolsas de plástico, botellas, latas y todos
aquellos artículos que para el ciudadano consumidor no tiene uso alguno. Esta
generación de desperdicios provocó la necesidad de almacenarlos
momentáneamente y para ello se utilizaron diferentes tipos de recipientes, desde el
común bote de la basura hasta cajas de cartón, bolsas de plástico, cubetas, envases
de leche, costales de yute y mil cosas más. Pero el único tratamiento que recibe
actualmente la basura es el entierro sanitario y el trabajo de selección que realizan
los pepenadores.

El relleno sanitario es un método diseñado para la disposición final de la


basura que consiste en depositar en el suelo los desechos sólidos, los cuales se
esparcen y compactan reduciéndolos
al menor volumen posible para que
así ocupen un área pequeña y que
consta de la ingeniería necesaria para
evitar la afectación al medio
ambiente. En otras palabras, estos son
lugares en donde la basura es
compactada (prensada) con maquinaria especial, para que ocupe menos espacio10.
Aunque ya desde 1940 se hablaba de rellenos sanitario, no fue sino hasta 1984
cuando el gobierno de la ciudad de México decidió clausurar los grandes tiraderos
oficiales, combatir los 24 mil clandestinos y establecer la disposición final con
rellenos sanitarios.

Al iniciar la década de los noventa, la basura generada en el Distrito Federal


se disponía en tres rellenos: el Bordo Poniente, Prados de la Montaña y Santa
Catarina, además existían seis sitios ya clausurados: Milpa Alta, Tlalpan, Tlahuac,
San Lorenzo Tezonco, Santa Fe y Santa Cruz Meyehualco. El primero ubicado en el
Bordo Poniente del Vaso de Texcoco, atrás del aeropuerto internacional de la
ciudad de México; el segundo en Prados de la Montaña, al poniente de la ciudad,
muy cerca del tiradero del Santa Fe y; el tercero ubicado en la parte oriente de la
ciudad de México, en el municipio mexiquense de los Reyes La Paz, con una
capacidad de recepción de mil 500 toneladas al día en 5 mil 600 m2 de extensión
con una vida útil de 15 años. (Deffis;1994:97-99)

10 La realización de un relleno sanitario requiere de estudios tales como investigación del subsuelo
para conocer la permeabilidad del terreno, colocación de una central de filtración de aguas para
recibir las filtraciones de los lixiviados y evitar la contaminación de aguas subterráneas. Para ello, es
preciso verificar los mantos acuíferos próximos a los rellenos sanitarios. El terreno donde se
construye unos de estos rellenos está dividido en secciones llamadas celdas. En cada celda se
deposita una capa de basura de 2 m de espesor y se cubre con 20 o 25 cm de tierra, de preferencia,
compuesta por 50% de arcilla, o limo. Cuando una celda esta llena, se deposita en la siguiente. Entre
las celdas debe de haber un espacio de 15 centímetros. Cuando todas las celdas han sido ocupadas,
se cubren con una capa superficial de tierra, de un mínimo de 60 cm de espesor. Si el relleno se lleva
a cabo en una barranca o una zanja, pueden colocarse otras capas de basura sobre las anteriores,
hasta alcanzar el nivel del suelo. (PVEM.2002)
Para 2001, los rellenos de Prados de la Montaña y Santa Catarina entraron
en proceso de saneamiento y ya están cerrados, aunque éste último todavía recibía
320 toneladas diarias de residuos en ese mismo año. Los rellenos sanitarios del
Bordo Poniente y de Santa Catarina recibieron de septiembre de 1999 a agosto de
2000, un total de 3 millones 953 mil 178 toneladas de residuos sólidos lo que
hicieron prácticamente imposible su manejo. De la recepción promedio de 10 mil
500 toneladas diarias de residuos sólidos registradas hasta 1999, se ha pasado a casi
13 mil toneladas diarias, en las que se incluye volúmenes recibidos diariamente de
algunos municipios del Estado de México, así como desechos inherentes de
construcciones del Distrito Federal.

El único relleno sanitario abierto Bordo Poniente ocupa mil hectáreas en la


zona de Texcoco, de las cuales 320 hectáreas son destinadas para la disposición
final, y las 24 horas del día está en actividad. Entran 600 camiones diariamente
para depositar los desperdicios, los cuales llegan primero a la planta de selección
(donde laboran alrededor de 400 personas, quienes comercializan directamente la
basura) para después pasar a la estación de transferencia y de ahí llevarlos al
relleno, para su disposición final, donde 17 mil personas de limpieza y cinco mil
voluntarios -pepenadores- labora. (PVEM.2002)

Ya en 2001 se empezaba a hablar


que al relleno sanitario Bordo Poniente le
quedaban tres años de vida; su cuarta
etapa de ampliación tendría capacidad
para recibir la basura de la ciudad hasta
los primeros meses del 2004, por lo que
autoridades del Distrito Federal estudian dos alternativas: 1) subir tres metros más
las celdas donde se depositan los desechos o iniciar una quinta etapa para que
pueda captar la basura de la ciudad, por lo menos, hasta el 2007 o; 2) entablar
platicas con autoridades de los estados de México, Hidalgo y Tlaxcala para
desincorporar un predio de grandes extensiones que sirva como depósito una vez
que el Bordo Poniente termine su ciclo. (Rascón.2002)

Este método de disposición final tiene la ventaja de evitar malos olores en


las inmediaciones; impide la presencia de roedores, moscas, y otros insectos, y los
terrenos, una vez de llenos, pueden ser utilizados posteriormente como campos de
juego, o parques. (Fundación Senda.2004) Las desventajas de mantener este
sistema de “disposición final” son:

• Produce gas metano que, al escapar del suelo y ser respirado, perjudica la
salud.

• Contamina el agua al penetrar a través de estos rellenos, y así contaminada


se mezcla después con la de las corrientes subterráneas y;
• No deja de ser finalmente el milenario sistema de “enterrar y olvidar”.

Por “desgracia”, esta “disposición final” tiene numerosos defensores entre


los pepenadores, los trabajadores de limpia y los propios funcionarios de gobierno,
que por temor o amafiados con el poder del sindicato y los líderes de las uniones
de pepenadores, prefieren dejar las cosas como están. Por más de 50 años, las
autoridades no han hecho el intento de modernizar el sistema de
reaprovechamiento de los desechos, en virtud de que enfrentarían serios
problemas que no desean afrontar. En un hecho que dentro de los camiones de
limpia y recolección, viajan siempre tres o cuatro “voluntarios”, seleccionan
materiales aprovechables en el interior de la caja que siempre se vende en sitios
clandestinos dedicados a esta actividad antes de llegar a la estación de transbordo
a disposición final. (Deffis;1994:102)

Esquema de un relleno sanitario terminado

4.3 Otros tratamientos.

Algunos países desarrollados europeos (Francia y España, por ejemplo)


invierten grandes sumas de dinero en tecnologías y sistemas modernos para el
tratamiento de basura. Las máquinas que utilizan separan, mediante corrientes de
aire, el papel; después, mediante separadores magnéticos, el metal, el hierro y el
acero; bandas vibradoras separan el vidrio y el aluminio. Lo que queda al final del
proceso se quema y la energía calorífica resultante se aprovecha para generar
electricidad. Pero en países subdesarrollados como el nuestro, estamos en la etapa
del reciclamiento. Si bien es cierto, también se realiza la incineración de basura,
ésta se lleva a cabo de manera clandestina y sin control alguno en tiraderos al cielo
abierto.

La incineración de la basura debe efectuarse en forma científica, ya que el


procedimiento de quemar los desechos acumulados en los tiraderos, además de
peligrosos, produce gran cantidad de cenizas y humos contaminantes de la
atmósfera. La incineración produce, al mismo tiempo, abundantes cenizas que
usualmente son depositadas en rellenos sanitarios o en algunos de los pocos sitios
especiales destinados a residuos peligrosos. Pese a todo, la incineración tiene
innumerables defensores al argumentar que:

• La incineración es un proceso un poco costoso.

• En la incineración no es necesario clasificar, o moler la basura previamente.

• En la incineración el volumen de la basura se reduce a 1/10 del original, y


su peso 30%, por lo tanto, los residuos requieren de un espacio menor.

• La incineración transforma la basura tóxica en un material no peligroso.


Los residuos se vuelven inertes, inodoros y fáciles de manejar y mediante
procedimientos especiales pueden ser convertidos en nuevos productos.

• La celulosa de los residuos orgánicos de la basura puede ser transformada


en aceites ligeros, si se les somete a un proceso de hidrogenación, a
temperaturas de 400° y presiones de 300 atmósferas. (Gutiérrez.2002)
Por otro lado, la composta, es un producto de color negro, rico en calcio, útil
como fertilizante químico. Se obtiene a partir de la fermentación de basura
orgánica y transforma ésta, mediante una acción microbiana controlada, en el
compuesto bioquímicamente inactivo que
llamamos compost o composta.
El composteo requiere de una selección previa
de la basura: debe eliminarse todo material
que no tenga origen orgánico, y de ser posible,
todos los organismos patógenos. La composta
puede utilizarse como un excelente abono en
parques y jardines; como base de semilleros; como fertilizante en campos
agrícolas; para la recuperación de los suelos erosionados por cultivo inadecuado
o destruidos por pastoreo o por corte excesivo de madera. Con la composta:

• Habrá una disminución de las cantidades de estiércol de granja (debido


particularmente a la industrialización de la crianza y la mecanización del
campo) lo que ocasiona un aumento en la demanda de abonos agrícolas.

• Habrá un agotamiento acelerado de los terrenos por cultivos intensivos,


con empleo de grandes cantidades de abonos químicos que desequilibran
el medio fisicoquímico y sobre el biológico.

• Habrá la necesidad de luchar de manera cada vez más eficaz contra la


erosión de suelos, y muy especialmente para los cultivos que dejan el
terreno casi desnudo, como la viticultura y la arboricultura.
• Habrá una evolución favorable de la composición doméstica en las cuales
la disminución relativa de las materias putrescibles está ampliamente
compensada por el aumento considerable de las celulósicas, que proviene
el papel y cartones, fuente esencial de humus.

• Habrá un mejoramiento constante de las técnicas de atención de abono,


que permiten eliminar de la basura el máximo de materias desechables,
guiando la fermentación de una manera cada vez más segura.

• Habrá una toma de conciencia universal de la inconveniencia de destruir


lo que ha sido creado por la naturaleza, por lo cual es indispensable
respetarlo y volver a restaurar el ciclo biológico natural.

Pero no sigamos por el camino del efecto, sino por la causa. Lo ideal es que
no se produzca basura. Para ello se necesita reducir (minimizar) el consumo de
productos, reúsar los residuos generados y reciclar aquellos materiales desechados
para su venta.

Cuadro N. 13
Municipio o delegaciones con rellenos sanitarios.
Localidad Estado
Bordo Poniente Distrito Federal
Querétaro Querétaro
Cancún (Benito Juárez) Quintana Roo
Puebla Puebla
Mérida Yucatán
Tequisquiapan Querétaro
Tlalnepantla Estado de México
Área Metropolitana de Monterrey Nuevo León
Ciudad Juárez Chihuahua
Nuevo Laredo Tamaulipas
Fuente. Sancho y Cervera J. Rosiles GG. Situación del Manejo Integral de los Residuos Sólidos en México.
Sedesol. 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre
residuos. PVEM. 2001. Página 327.
Cuadro N.14
Depósitos de basura en el Distrito Federal
Bordo Poniente San Juan de Aragón Santa Catarina
Establecimiento Julio de 1994 Julio de 1994 Marzo de 1996
Área del sitio 9,500 m2 8,000 m2 5,600 m2
Duración 15 años 15 años 15 años
Sistema de Básculas Báscula Número de vehículos
pesaje (no hay básculas)
Capacidad 2,000 ton/día 2,000 ton/día 1,500 ton/día
Número de 4 líneas 4 líneas 3 líneas
líneas de
selección
Capacidad 500 toneladas por día 500 toneladas por día 500 toneladas por día
por línea
Horas de 24 horas en 3 turnos 24 horas en 3 turnos 24 horas en 3 turnos
trabajo lunes a viernes lunes a sábado lunes a viernes
Número de 400 personas (ex 500 personas (ex 400 personas (ex
trabajadores pepenadores de Prados pepenadores de Prados de pepenadores de Prados
de la Montaña) la Montaña) de la Montaña)
Organización “Frente Único de “Asociación de Selectores “Unión de Pepenadores
laboral Pepenadores A.C.” de Desechos Sólidos de la del Distrito Federal
Metrópoli A.C.” Rafael Gutiérrez
Moreno A.C.”
Trabajadores 42 personas por línea 42 personas por línea 62 personas por línea
para selección
Papel, cartón, plástico, Papel, cartón, plástico, Papel, cartón, plástico,
vidrio, lámina de acero, vidrio, lámina de acero, vidrio, lámina de acero,
Materiales aluminio, cobre, hierro, aluminio, cobre, hierro, aluminio, cobre, hierro,
Recuperados tortilla, ropa, llantas, tortilla, ropa, llantas, tortilla, ropa, llantas,
hojalata, colchones. hojalata, colchones. hojalata, colchones.
Fuente. JICA/GDF 1999.

Cuadro N.15
Cantidad recuperada anual y proporciones en 1997
Bordo San Juan de Santa Total
Poniente Aragón Catarina

Cantidad anual que ingresa 609,973.77 700,470.05 455,438.30 1,765,882.12


Cantidad recuperada anual 32,040.05 30,646.21 30,169.24 98,855.50
Tasa de recuperación (%) 5.3 4.4 6.6 5.3
Fuente. JICA-GDF.1999
Cuadro N.16
Costo de operación y mantenimiento en 1997.
Bordo San Juan de Santa Promedio
Poniente Aragón Catarina

Costo unitario por Pesos/ton 1,061 1.083 1,237 1,126


reciclaje recobrar
Pesos/ton 50.40 53.69 50.49 51.45
entrada
Fuente. Costos de los Servicios Urbanos 1997, DGSU.

Cuadro N. 17
Infraestructura para el manejo de residuos sólidos en el Distrito Federal y entidades vecinas.
Entidad Federativa
Infraestructura Distrito Estado Hidalgo Morelos* Puebla Tlaxcala
Federal de (b)
(a) México
Plantas de 3
selección
Segregación de 92,855 118,800 219,000 95
Productos para
reciclaje
(ton/año)
Tratamiento de 3,450
productos (ton)
(Compostaje)
Sitios de 2 1(a) 1 1(a), (b) 1(a) 5(a)
disposición (regionales)
final (relleno
sanitario)
Disposición 17,860 1,440 210 240 1,800
final relleno
sanitario
(ton/día)
Empresas 8 centros de 13 centros de 14 centros de
recicladoras y acopio con acopio (plástico, acopio de fierro y
acopiadoras de participación metales, fierro, desperdicios
municipal papel, plomo, industriales (área
subproductos
(vidrio, metal, vidrio) urbana)2
plástico, 6 empresas
cartón, papel) recicladoras
(plástico, metales,
papel, plomo)*
Fuente. (a) (JICA, 1998-1999); (b) (INE,1999); 1(SEDESOL,2000); 2 (Comisión de Ecología, Agua y Medio
Ambiente, Gobierno del estado de Morelos, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y
aplicaciones de las legislaciones sobre residuos. PVEM. 2001. Página 328.

Cuadro N. 18
Tendencias mundiales de diferentes formas de manejo de los desechos sólidos (%)
País Relleno Sanitario Incineración Composteo Reciclaje
Estados Unidos 73 14 1 12
Japón 27 25 2 46
Alemania 52 30 3 15
Francia 48 40 10 2
Suecia 40 52 15 3
México* 94* --- --- 6 al 10
*En el caso de México, la mayor parte de la basura se deposita en tiraderos a cielo abierto.
Fuente. Sancho y Cervera J. Rosiles GG. Situación del Manejo Integral de los Residuos Sólidos en México.
Sedesol. 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre
residuos. PVEM. 2001. Página 326.
5. Implicaciones sociales y políticas de la basura.

5.1 La pepena ¿un trabajo de subsistencia?

El proceso de deposición de los desechos no acaba cuando el ciudadano


elimina algo, cuando esto sucede apenas es el inicio de una gran cantidad de
relaciones. Entre las formas en las que las personas eliminan lo que ya no les es útil
está la de darle la basura al barrendero11 que limpia su zona y una vez que este
haya llenado su carrito de basura, se dirige a donde se encuentra un camión
recolector para vaciar en él, el contenido de su carrito. El camión recolectará la
basura de los carritos para luego depositarla en una de las estaciones de
transferencia, donde se llenará un trailer con capacidad de 20 a 25 toneladas de
basura, los cuales finalmente llevarán los desechos a los tiraderos que se dividen
en tramos operados por un cabo.

Una vez que la basura llegó al tiradero y fue llevada al tramo


correspondiente, el cabo del tramo tendrá el control de un número de familias de
pepenadores, él decide a que familia le corresponderá que zona y también que
familia no le corresponderá trabajar. La familia de pepenadores clasificará los
desechos dentro de bultos, pacas y costales que después de ser amarrados serán
llevados al “pesadero”. En el “pesadero” serán pesados los desechos clasificados y
se les pagará por cuantos desechos lleven a un precio menor al del exterior. El
pesador almacenará durante algunos días los productos y luego los venderá a

11Estos grupos de trabajadores reciben diferentes nombres dependiendo del país en que se
encuentren: pepenadores y burreros (México), catadores y triadores (Brasil), cirujas (Argentina),
scavenger (países de habla inglesa). (Ine. 1994)
empresas o a intermediarios. Así pues, la basura es un proceso que le da trabajo y
alimento a grandes grupos de familias y proporciona una gran suma de dinero a
quienes los explotan. (Castillo; 1990:25)
Estos grupos conforman sociedades cerradas con sus propios hábitos y
costumbres, con sus creencias y sus valores en donde la gente de afuera no puede
entrar. Además, los pepenadores han adquirido derechos sobre la basura en virtud
de que nadie los ha controlado. Ésta es una de las múltiples dificultades para
entrar libremente a los tiraderos y obtener datos fidedignos sobre el manejo de los
residuos, de la misma manera que resulta casi imposible obtener datos, planes,
estadísticas o cualquier información sobre basura en las dependencias encargadas
del servicio de limpia en la ciudad de México. Esto significa que tanto pepenadores
como autoridades menores, temen decir la verdad cuando se abre la posibilidad de
una intervención directa de autoridades superiores,
de grupos ecologistas o de la sociedad civil que
tratarán de regular la actividad, regulación que
seguramente no estará de acuerdo a su forma de vida
y que no estarían dispuestos a cambiar. Quitarles de
golpe los derechos que por la falta de energía,
ignorancia, desidia o corrupción de las autoridades, tienen los pepenadores aliados
con los choferes de limpia y recolección, puede causar un desastre de muy alto
costo social en todos los niveles de la población en la ciudad de México.

La represalia inmediata consistiría en suspender el servicio de limpia y


recolección, por lo que sí llegara a realizarse, inundarían de basura el Distrito
Federal en menos de tres días. Esta posibilidad constituye una amenaza de la que
los pepenadores, el Sindicato de Limpia y las autoridades tienen plena conciencia;
de tal forma que cuando se tratan de cambiar las reglas del juego y se intenta
entrar a un proceso de reciclaje de la basura, la resistencia y el rechazo son
evidentes e inmediatos. El GDF tiene que soportar amenazas y presiones de un
servicio caro e ineficiente porque no cuenta con un plan de contingencia para
solucionar la suspensión del servicio de limpia y recolección.

Si bien, vale la pena reflexionar qué tiramos, cuánto tiramos, dónde lo


tiramos, quiénes ganan, quiénes pierden, su respuesta –en la mayor parte de las
veces- resulta superficial e incompleta para entender el verdadero trasfondo del
problema, que es sin duda contiene tintes sociales y culturales, pero sobre todo,
políticos y económico. Es imposible saber cuánto ganan pepenadores, líderes de los
pepenadores, personal del Limpia del Distrito Federal, barrenderos, choferes,
ingenieros y licenciados la pepena quienes generalmente realizan su trabajo en el
interior de los camiones, en las banquetas en los patios de las estaciones de
transbordo y en los tiraderos clandestinos y rellenos sanitarios. (Deffis;1994:117-
118)

Es importante tener en cuenta que la pepena no es ni mucho menos una


actividad transitoria o complementaria, sino que se ha venido transformado con el
paso del tiempo, en una forma de sobrevivencia, llena de sacrifico individual y
lucha colectiva, pero al mismo tiempo envuelta en la corruptela y en el manejo
político, robustecida con las crisis económicas y con las relaciones clientelares y
corporativas establecidas entre amplios contingentes reclutados del desempleo.
Tanto líderes de pepenadores como autoridades entran en un sistema de
intermediación e intercambio político y económico, donde los primeros ganan
dinero y protección, mientras los segundos reciben favores y apoyo que se hacen
sentir en las marchas y mítines políticos. Esto desencadena una serie de procesos
que resultan costosísimos para la ciudad, pues todos obtienen beneficios que
retroalimentan su poder y extienden una red de corrupción, que hacen ver a esta
actividad como una patología social que alienta la impunidad y envenena la
conciencia cívica.

5.2. Caciques de la basura.

Se estima que existen entre 25 y 30 mil pepenadores en los tiraderos de la


ZMVM. Entre ellos hay niños, ancianos, campesinos emigrados, ex-convictos y
principalmente familias que no desean trabajar en empresas debido a que
consiguen un ingreso mayor en la pepena del que podrían ganar en el sector
formal. La organización de los pepenadores en México data de hace tiempo, y el
agente principal de esta organización recae en el denominado líder cuya figura
histórica es el fallecido Rafael Gutiérrez Moreno.
El líder controla el proceso de
comercialización y también mantiene la forma
de distribución de los rendimientos económicos
y del funcionamiento de la disposición final. En
esta distribución, el líder y sus ayudantes,
nombrados, concentran para sí una parte
importante de los beneficios. En el relleno
sanitario Bordo Poniente trabaja el Frente Único de Pepenadores A.C., aunque se
reconoce la existencia de la Asociación de Selectores de Desechos Sólidos de la
Metrópoli A.C. y la Unión de Pepenadores del Distrito Federal Rafael Gutiérrez
Moreno A.C. El Frente Único de Pepenadores A.C. es la única organización que
continúa trabajando una vez que los tiraderos de San Juan de Aragón y Santa
Catarina cerraron. Esta organización, que
aparentemente opera como cooperativa, no es
tal, ya que los pepenadores no son socios y los
beneficios no se distribuyen como en una
cooperativa. Se trata de una empresa privada
informal que prácticamente es propiedad del
líder y en su entorno, no paga impuestos, ni cotiza para el pago de beneficios
sociales de su personal.
Los grupos de pepenadores están bien organizados en los grandes tiraderos
y pueden llegar a tener una fuerza significativa. Un ejemplo de ello se dio hace
algunos años en el relleno sanitario Santa Catarina, en donde las autoridades
municipales no tenían derecho a disponer su basura. En este lugar, las autoridades
recibían solamente un permiso temporal, o en el mejor de los casos, si pagaban una
determinada cantidad en efectivo o en especie (maquinas de lavar ropa,
refrigeradores, juguetes para los niños) a la
Unión de Pepenadores la Unión de Pepenadores
del Distrito Federal Rafael Gutiérrez Moreno
A.C. En el relleno sanitario Bordo Poniente, los
trabajadores formales de limpia -aquellos
empleados por la Dirección General de
Desarrollo Urbano que constituyen la Sección 1 del Sindicato Único de
Trabajadores del DF- recuperan subproductos reciclables de los residuos y
obtienen ciertos ingresos con la venta de los mismos. (Wamsler.2000)
6. Reflexiones finales y alternativas de solución.

El hombre contemporáneo fabrica infinidad de artículos para satisfacer una


creciente capacidad de consumo que genera, por consiguiente, una gran cantidad
de residuos. Si bien, este consumismo se relaciona directamente con el nivel de
vida de la comunidad a la que pertenece y con el grado de industrialización del
lugar donde proviene, probablemente nunca una civilización identificó tanto la
calidad y el nivel de vida con la posesión de bienes materiales, ni les confirió un
valor tan fugaz, que al poco tiempo de poseerlos sintiera la ineludible necesidad de
cambiarlos por otros nuevos.

Esta transformación de las modalidades tanto del consumo, como del


manejo de los residuos en las grandes urbes, involucra dos aspectos: el primero
tiene que ver con arrojar los productos que se consumen a la calle, lo cual habla de
la falta educación, de la falta de cultura o conciencia ciudadana; el segundo tiene
que ver con la excesiva demanda de servicios para el manejo y disposición de los
distintos tipos de residuos, pues supera con mucho la capacidad de los gobiernos
de brindarlos, aunado a que el presupuesto que requiere para proporcionarlos
alcanza cada vez más niveles incosteables.

Para revertir estos procesos requiere de una masa crítica de especialistas


altamente calificados para:

• Rediseñar los procesos productivos y los productos de consumo en envases,


embalajes y empaques.
• Identificar nuevos materiales que puedan sustituir a los insumos que más
contribuyen a generar residuos o a la peligrosidad de éstos.

• Alentar y hacer posible el reúso o reciclado de los materiales antes de


desecharlos, o en su caso, aprovecharlos como fuente alternativa de energía.

• Capacitar a todos los que intervienen en las cadenas productivas para


inducir el cambio de conductas y la adopción de procesos más limpios de
producción.

• Educar a los consumidores para enseñarlos a elegir productos más seguros


y amigables con el ambiente con el desarrollo y difusión de campañas de
comunicación para alentar el cambio.

• Identificar, desarrollar y aplicar instrumentos de gestión regulatorios,


económicos y de otra índole que sustenten las nuevas políticas.
• Establecer y operar sistemas para el manejo integral, costo-efectivo, así
como ambiental y socialmente aceptable, de los residuos.

• Implantar instrumentos legales para acabar con una economía ilegal o


subterránea, ya que en la cantidad de reciclaje de los subproductos hay
enormes sumas de impuestos que se evaden.

• Constituir mecanismos para acabar el absurdo que significa estar pagando


un altísimo precio de la limpieza, recolección y disposición final de lo que se
considera un servicio público.
• Adoptar una postura firme e institucional para desmembrar las mafias
existentes puesto que no se puede recuperar una mayor cantidad de
subproductos inorgánicos, que son los que más fácilmente se comercializan.

En consecuencia, es necesario contar con buenos sistemas de información


que permitan dimensionar los problemas asociados con los residuos, empezando
por aquellos que permitan conocer cuántos se generan, de qué tipo, con qué
frecuencia y dónde, pues sin esta información es difícil prever la infraestructura
necesaria para darles un manejo integral y ambiental adecuado. Más importante
aún, es que las leyes no carezcan del conocimiento científico, técnico, económico y
social, pues por lo visto su integración responde más al contexto político, ya que
quienes ven afectados sus intereses suelen ejercer presiones para eliminar aspectos
que no les convengan y, entre más poderosos sean económicamente o más
capacidad tengan de negociación, más logran desvirtuar el propósito de las leyes,
que es el bien común o el bien político.

Es indispensable definir el tipo de modelo de desarrollo a seguir, pues a


pesar de que se insiste en los discursos en citar el desarrollo sustentable como la
vía alternativa, no se cuenta todavía con propuestas satisfactorias y viables para
reemplazar los modelos consumistas por otro que, sin eliminar las fuentes de
ingresos y de empleos, logren frenar el deterioro ambiental, el agotamiento de los
recursos, la credibilidad de las instituciones y la generación de residuos.
(Cortinas;2001:28-38)

Como sociedad es incomprensible que sigamos esperando que el gobierno


en turno y/o las autoridades encargadas del servicio de limpia resuelvan el
problema de la basura en la ciudad de México. Si bien es cierto las demandas
sociales presionan para que el Gobierno de la ciudad de México se hagan cargo de
los servicios correspondientes, a cambio de los impuestos sobre la renta o de otra
índole que los ciudadanos habrá de cubrir, hoy más que nunca es errónea esta
política.

Los generadores de residuos somos todos nosotros, no hemos interiorizado


los costos ambientales, sanitario, políticos, económicos y sociales que involucra tal
generación y no tenemos un incentivo para disminuirla. Estamos acostumbrados a
que nos quitan de las manos la basura cuando pasa el barrendero o el camión de la
basura a la puerta de nuestro hogar. Nos decimos educados por el simple hecho de
depositar la basura en el bote, cuando lo único que estamos haciendo es “pasarle el
paquete” a las autoridades encargadas del servicio de limpia de la ciudad, sin
medir las consecuencias para el ser humano y el ambiente.

La cuestión está en que hemos ido por el efecto y no por la causa. Los
problemas se resuelven por las causas no por los efectos. La solución es no crear
más basura y para ello es preciso centrar nuestra atención en una estructura con
tres aspectos fundamentales que deben ser tomados en consideración en las tareas
de planeación:

*Minimización. Desde la perspectiva de reducción de los residuos en los procesos


industriales, así como a través de cambios en el diseño de productos de consumo.

*Reúso. Como una manera práctica de reducir los costos tanto mediante el reúso
directo en los materiales como de su empleo como combustibles alternos.
*Reciclaje. Implica no sólo contar con plantas recicladoras, sino con un mercado
para los productos reciclados o materiales secundarios obtenidos. Asimismo, se
asume el hecho de que no siempre el reciclaje es una actividad rentable, por lo que
debe consideraciones como una parte de las cadenas productivas con costos
operativos y una alternativa para reducir el impacto total de los residuos sobre el
medio ambiente.

Para llegar a esto, es indispensable establecer objetivos y metas alcanzables,


pudiendo marcar las siguientes:

• Disminuir la cantidad de residuos que se depositan en rellenos sanitarios o


en confinamientos y prohibir su abandono en sitios no controlados. Esto
podrá llevarse a cabo –por un lado- al establecer programas de gestión
integral de residuos que alienten y faciliten el desarrollo de alternativas de
manejo distintas al relleno sanitario y confinamiento, y –por el otro- al
establecer y aplicar sanciones a quienes abandonen residuos en lugares no
autorizados.

• Fomentar la valorización de los materiales reusables o reciclados contenidos


en los residuos al promover el desarrollo de mercado para los residuos
reciclables, al implantar políticas de adquisiciones gubernamentales que den
preferencia al consumo de productos reciclables y fomentar la formulación e
instrumentación de planes de manejo para el acopio y envío a reciclado de
corrientes de residuos prioritarios.
• Prevenir o reducir la emisión de contaminantes durante el transporte y en
las instalaciones en las que se manejan los residuos. Por ende, es necesario
implantar disposiciones regulatorias y de otra índole para limitar la
liberación de contaminantes en las distintas fases del ciclo de vida de los
residuos.

• Reducir la cantidad de materia orgánica que se confina para evitar o reducir


la generación y liberación de lixiviados y de gases con efecto invernadero.

• Establecer mecanismos para aprovechar los gases que se generan en los


rellenos sanitarios, para producir energía.

• Reducir el consumo de energía en los procesos que involucran el manejo de


residuos por medio del establecimiento de programas de ahorro de energía
en las instalaciones en las que se manejan los residuos y planes para
disminuir el consumo de combustibles empleados en el transporte de los
residuos.

• Reducir el consumo de agua en los procesos que involucran el manejo de


residuos al poner en marcha programas de ahorro de agua.
(Cortinas;2002:21-22)

No obstante, lograr esos objeto o esas metas es urgente eliminar prácticas


políticas enraizadas, difundir programas de conciencia ecológica, actualizar leyes y
normas, entre otras. Consecuentemente:
• El GDF debe convertir la gestión de la basura en una industria que traiga
grandes beneficios, entre ellos la disminución y correcta separación de los
deshechos, el cuidado de los mantos freáticos, fauna y flora de la ciudad, la
generación de fuentes de trabajo (donde se insertaría la mano de obra de los
pepenadores), y la creación de empresas locales y nacionales.

• Los pepenadores tienen que dejar de ser vistos como un grupo social
marginado y emplearlos como fuerza de trabajo para la recuperación de una
gran cantidad de subproductos de la basura y transformarlos –
posteriormente- para su reuso en la sociedad misma.

• El GDF tiene que establecer requisitos claros de salud y seguridad


ocupacional para el personal del servicio de limpia del GDF, y para los
contratistas o concesionarios, un permanente control y supervisión.

• El GDF tiene que acabar con los nichos de corrupción e ilegalidad de los
caciques e intermediarios que se benefician de la comprar-venta de
residuos. El PRI, continua con las viejas políticas clientelares y
corporativistas de los gremios sindicalizados y de pepenadores, mientras
que los otros partidos han tratado de impulsar reuniones abiertas con una
alta participación popular, pero sin resultados concretos.

• El GDF se tiene que preocupar por detener la práctica habitual y riesgosa


del abandono incontrolado de residuos en sitios vulnerables y acabar con un
servicio riesgoso y costoso.
• Las instituciones de salud pública tienen que implementar programas de
separación de residuos sólidos en la fuente que redundará en beneficio de la
salud pública y mejoramiento del ambiente, incluyendo el manejo sanitario
intradomiciliario y evitar así, la proliferación de fauna nociva en el origen.

• Las instituciones correspondientes, tienen que aplicar la ley y hacer cumplir


las normas, reglamentos y dispositivos regulatorios sobre minimización de
la generación de envases, envolturas y otros residuos sólidos en el Distrito
Federal.

• Los legisladores tienen que legislar en cuanto a la generación y manejo de


los residuos de manera más firme para desarrollar la infraestructura de
servicios para el manejo de los residuos. Porque a la echa –2004- sólo hay
normas para ubicación y construcción de rellenos sanitarios, pero no existen
reglas para el manejo adecuado de los desechos y que representa una
impunidad ambiental.

• Las agencias internacionales -Banco Mundial y BID- deben de incorporar la


variable social en sus proyectos. Empero, las asignaciones monetarias de los
mismos y la estructura burocrática federal en donde deben encontrar la
contraparte nacional, ha hecho que el peso de los mismos continué con la
lógica de ingeniería ambiental, los acuerdos "por abajo de la mesa", y un
manejo no siempre claro de los recursos.

• Los empresarios deben de dejar de ver al problema de la basura como un


negocio millonario. Compran barato, evaden al fisco, venden a precio de
mercado y prácticamente no invierten un solo peso Y dado que existe ya la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, su contaminación esta
legalizada. O sea: si contamina paga; y puede así seguir deteriorando.

• Las universidades y centros de investigación tienen que “poner” las


condiciones óptimas para que los proyectos de universitarios aterricen lo
suficiente en espacios más amplios de la población, porque hasta ahora se
avocan a la especialización de áreas especificas, como el reciclaje o los
programas ecológicos de los "Campus".

• Los consultores privados –las llamadas empresas ecológicas- tienen que


dejar de ver al problema de la basura como una prospera industria de venta
de proyectos (con acuerdos avalados por las autoridades), de ganancias
fáciles y con una enorme plusvalía muchas veces disfrazada como
"capacitación".

• La población tiene que cambiar esa mentalidad de indiferencia frente a un


problema que cobra tintes alarmantes, ya que la población continua sin
sentir una responsabilidad especial sobre el manejo y destino de sus
desechos. Es más, el problema es entendido como parte de la vida cotidiana.

Y faltan muchas áreas más. Hay problemas de distintos tipos: ambientales,


técnicos, metropolitanos, locales, federales, legales, de corrupción, de costumbres y
tradiciones, de incompetencia, de falta de planeación urbana, etc. Sin embargo, el
problema de fondo que permite unirlos a todos es básicamente de tipo social,
ligado a la política y la economía. Por ello las propuestas de solución deben
contemplar integralmente estos procesos.

Esto implica un cuidadoso análisis de las relaciones sociales, económicas y


políticas que existen en cada uno de los grupos que participan en el proceso de
manejo de la basura. Por ejemplo, medir el peso real (económico, social y político)
del sindicato de trabajadores de limpia; cuantificar los volúmenes de los productos
reciclables y su impacto económico en el empleo; exhibir públicamente las
practicas y costumbres nocivas que existen en el manejo actual de los desechos;
mostrar a la ciudadanía el nivel de inconciencia y malos hábitos ciudadanos que
existen sobre la basura, etcétera.

Cuadro N. 19
Ejemplos de alternativas para la prevención de residuos.
Alternativa Reducción de la Reducción de la Tras Sin
peligrosidad cantidad reacondicionamiento reacondicionamiento
Eliminación del Eliminación de
uso de la envoltura
sustancias que excesiva de
Evitar deterioran la productos o
estrictamente capa de ozono, sustitución del
la generación los bifenilos colado continuo
policlorados y para el moldea-
los plaguicidas do de lingotes
organoclorados. en la
fabricación de
acero.
Reducción de A través de la
uso de miniaturización
Reducir en la sustancias de
fuente peligrosas como componentes
los solventes electrónicos y el
clorados en rellenado de
productos de envases.
limpieza
Utilización de Utilización más de
contenedores vacíos una vez de bolsas de
Reusar los de adhesivos como mercado.
productos barriles de petróleo,
tras
reacondicionamiento
Fuente: OCDE. Waste Minimisation in OCDE Member Countries. Paris. 1998, en Cortinas, Cristina. Hacia un
México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre residuos. PVEM. 2001. Página 55.
GLOSARIO

Acopio. La acción tendiente a reunir residuos sólidos en un lugar determinado y


apropiado para su recolección, tratamiento o disposición final.

Almacenamiento. El depósito temporal de los residuos sólidos en contenedores


previos a su recolección, tratamiento o disposición final.

Aprovechamiento del valor o valorización. El conjunto de acciones cuyo objetivo


es mantener a los materiales que los constituyen en los ciclos económicos o
comerciales, mediante su reutilización, remanufactura, rediseño, reprocesamiento,
reciclado y recuperación de materiales secundarios con lo cual no se pierde su
valor económico.

Barrenderos. Existen barrenderos de base (basificados o con nombramiento


estable) y eventuales (contratados temporalmente). Además hay barrenderos
voluntarios informales que compran o rentan sus carritos y tambos para realizar el
trabajo de recolección en determinadas zonas de la ciudad, además del barrido que
es su trabajo principal. A partir de las 06:00 horas comienzan a recoger los
desechos de las casas, separando los subproductos más cotizados en el mercado
para su posterior venta. Una vez llenos sus tambos, se dirigen a puntos acordados
con los camiones de recolección oficial, pagando entre 5 y 20 pesos para permitir la
descarga al camión.

Basura. Desechos de cualquier naturaleza: desperdicios domésticos, cenizas, papel,


cartón, vidrio, latas, envases desechables, restos de flores y plantas; desperdicios
de comida, polvo, y todo aquello que queremos desaparecer de nuestra vista
porque ensucia o da la impresión de suciedad, de impurezas, manchas o
turbiedad. Se dice que los objetos inútiles son basura, y esto presupone el deseo de
eliminarlos, ya que no se les atribuye suficiente valor para conservarlos. Suciedad
y especialmente la que se recoge barriendo. Excremento o estiércol de los animales.

Biodegradable. Degradación biológica. Susceptible de pudrirse o descomponerse


como materia orgánica. En el caso de la basura, la que tiene esta característica es la
de origen biológico u orgánico, la que en algún momento ha tenido vida, como
todo aquello que nace, vive, se reproduce y muere.

Biogás. El conjunto de gases generados por la descomposición microbiológica de la


materia orgánica.

Burreros. Grupo que participa en la recolección de basura especialmente en las


zonas de bajo estrato económico de los municipios de la zona conurbada de la
Ciudad de México, son los burreros. Ellos disponen de un burro o caballo que tira
de un carretón con una capacidad de aproximadamente un 1 m³. Después de la
colecta, llevan la basura a una rampa de transferencia o directamente al tiradero
(lugar de disposición final a cielo abierto, generalmente ilegal y no controlado). Sus
ingresos son los que en general alcanzan a través de las propinas, y su área de
acción es más grande que las de los barrenderos.

Carretoneros. Grupo de personas trabaja igual que los burreros, con la única
diferencia que ellos mismos tiran de sus carretones y no disponen de tracción
animal.
Composta. El producto resultante del proceso de composteo.

Composteo. El proceso de descomposición aeróbia de la materia orgánica


mediante la acción de microorganismos específicos.

Contaminación. Conforme a la Ley General del Equilibro Ecológico y Protección al


Ambiente es: la presencia en el ambiente de uno o más contaminantes, o de
cualquier combinación de ellos que cause desequilibrio ecológico.

Contaminante. Es toda materia o energía en cualesquiera de sus estratos físicos y


formas, que al incorporarse o actuar en la atmósfera, agua, suelo, flora, fauna o
cualquier elemento natural, altere o modifique su composición y condición natural.
Contaminación también es envenenar, alterar, viciar, siempre con características
negativas para la vida.

Contenedor. El recipiente destinado al depósito temporal de los residuos sólidos.

Disposición final. La acción de depositar o confinar permanentemente residuos


sólidos en sitios o instalaciones cuyas características prevean afectaciones a la
salud de la población y a los ecosistemas y sus elementos.

Entierro Sanitario. Acción d sepultar la basura, de colocar tierra sobre ella. En la


ciudad de México, un ejemplo de entierro sanitario fue el tiradero de Santa Fe,
donde encima de las montañas de basura es colocó una gruesa capa de tierra
compacta. Esto soluciona el problema de la contaminación ambiental pero no evita
la del subsuelo y la de la de los mantos acuíferos subterráneos. En la superficie
deben dejarse ventilaciones protegidas para la expulsión del gas metano de olor
desagradable e inflamable.

Estaciones de transferencia. Las instalaciones para el trasbordo de los residuos


sólidos de los vehículos de recolección a los vehículos de transferencia.

Incineración. Combustión controlada de cualquier sustancia o material, cuyas


emisiones se descargan a través de una chimenea.
Lixiviados. Los líquidos que se forman por la reacción, arrastre o filtrado de los
materiales que constituyen los residuos sólidos y que contienen sustancias en
forma disuelta o en suspensión que pueden infiltrarse en los suelos o escurrirse
fuera de los sitios en los que se depositen residuos sólidos y que puede dar lugar a
la contaminación del suelo y de cuerpos de agua.

Manejo. El conjunto de acciones que involucren la identificación caracterización,


clasificación, etiquetado, marcado, envasado, empacado, selección, acopio,
almacenamiento, transporte, transferencia, tratamiento y, en su caso, disposición
final de los residuos sólidos.

Minimización. El conjunto de medidas tendientes a evitar la generación de los


residuos sólidos y aprovechar, tanto sea posible, el valor de aquellos cuya
generación no sea posible evitar.

Plan de manejo. El instrumento de gestión integral de los residuos sólidos, que


contiene el conjunto de acciones, procedimientos y medios dispuestos para facilitar
el acopio y la devolución de productos de consumo que al desecharse se conviertan
en residuos sólidos, cuyo objetivo es lograr la minimización de la generación de los
residuos sólidos y la máxima valorización posible de materiales y subproductos
contenidos en los mismos, bajo criterios de eficiencia ambiental, económica y
social, así como para realizar un manejo adecuado de los residuos sólidos que se
generen.

Planta de selección y tratamiento. La instalación donde se lleva a cabo cualquier


proceso de selección y tratamiento de los residuos sólidos para su valorización o,
en su caso, disposición final.

Pepena. La acción de recoger entre los residuos sólidos aquellos que tengan valor
en cualquier etapa del sistema de manejo.
Pre-penadores. Grupo de personas que durante la recolección hacen directamente
una separación anticipada de los materiales reciclables como papel, cartón, latas y
vidrio, que es acomodado en sacos y pacas colocadas en los costados y toldo del
camión. Los ingresos del personal que labora en los camiones recolectores tienen
varias fuentes: generalmente reciben una propina de los usuarios del servicio de
recolección, además de los ingresos por la venta del material separado a los centros
de acopio, antes de llegar a la planta de transferencia o al sitio de disposición final.

Recolección. La acción de recibir los residuos sólidos de sus generadores y


trasladarlos a las instalaciones para su transferencia, tratamiento o disposición
final.
Recolección selectiva o separada. La acción de recolectar los residuos sólidos de
manera separada en orgánicos, inorgánicos y de manejo especial.

Reciclaje. La transformación de los materiales o subproductos contenidos en los


residuos sólidos a través de distintos procesos que permiten restituir su valor
económico; método de tratamiento que consiste en la transformación de los
residuos con fines productivos y de reutilización.

Relleno sanitario. Es un sistema de conversión o estabilización de la basura en el


que existe la generación de biogás y lixiviados durante el proceso de conversión;
este biogás y los lixiviados deben capturarse y controlarse para evitar la
contaminación del suelo, del agua y del aire. En decir, un relleno sanitario es la
obra de infraestructura que aplica métodos de ingeniería para la disposición final
de los residuos sólidos ubicados en sitios adecuados al ordenamiento ecológico,
mediante el cual los residuos sólidos se depositan y compactan al menor volumen
práctico posible y se cubren con material natural o sintético para prevenir y
minimizar la generación de contaminantes al ambiente y reducir los riesgos a la
salud.

Residuo. Cualquier material generado en los procesos de extracción, beneficio,


transformación, producción, consumo, utilización, control o tratamiento cuya
calidad no permita usarlo nuevamente en el proceso que lo generó.

Residuo combustible. Son residuos que aún cuando no se inflaman por sí solos,
pueden incendiarse al entrar en contacto con una llama.
Residuo corrosivo. Son residuos que peligrosos por lo que su manejo debe
realizarse con precaución y con las medidas de protección adecuadas para no
sufrir lesiones y dañar materiales, y su envasado debe realizarse en contenedores
que no sean atacados y deteriorados por los residuos; lo cual implica que también
se requieren condiciones adecuadas de almacenamiento y disposición final previa
neutralización.

Residuo explosivo. Son aquellos que demandan condiciones apropiadas de


manejo a todo lo largo de su ciclo de vida para prevenir accidentes y requieren de
programas para responder en caso de que tales accidentes ocurran a fin de
maximizar las consecuencias de los mismos.

Residuo Fermentable. Son los residuos de alimentos, de jardinería, de actividades


agropecuarios, forestales o pesqueras, que por un lado tienen la ventaja de que son
biodegradables y constituyen fuentes de nutrientes, o bien son capaces de generar
gases que pueden permitir la generación de energía; pero por otro lado, de no ser
controlados dichos gases pueden dar lugar a la combustión de la basura y a
incendios en los tiraderos o bien dichos residuos pueden generar lixiviados con el
consecuente riego de contaminación de cuerpos de agua.
Residuo inerte. Son residuos que son capaces de reacciona con otros materiales o
residuos, por lo que a primera vista no deberían presentar problemas en cuanto al
manejo, pero cuando son generados en grandes volúmenes como es el caso de los
residuos de las demoliciones de construcciones, constituyen un verdadero desafío
para quienes brindan los servicios de limpia y depositados en lugares inadecuados
puede ocasionar severos deterioros.
Residuo infeccioso. Son aquellos que en cuya composición entran agentes u
organismos (patógenos o gérmenes) capaces de ocasionar enfermedades
contagiosas, si encuentran una vida de ingreso al cuerpo de quienes los manipulen,
ingresan en superficie cantidad y la persona carece de las defensas naturales para
contrarrestar la infección.

Residuo inflamable. Son aquellos que tienen la propiedad de incendiarse en


ciertas circunstancias, por lo que las medidas de seguridad deben de evitar que se
reúnan las condiciones en las que esto puede ocurrir, así como incluir los
elementos necesarios para contender con posibles incendios durante su manejo.

Residuo inorgánico. Todo residuo que no tenga características de residuo orgánico


y que pueda ser susceptible a un proceso de valorización para su reutilización y
reciclaje, tales como vidrio, papel, cartón, plásticos, laminados de materiales
reciclables, aluminio y metales no peligrosos y demás no considerados como de
manejo especial.

Residuo orgánico. Todo residuo sólido biodegradable.

Residuo reactivo. Estos son capaces de provocar explosiones, incendios, e incluso


nubes venenosas, cuando se les mezcla con agua o con otros materiales o residuos
incompatibles, por lo que su manejo, envase, almacenamiento, transporte,
tratamiento y disposición final requieren tomar en cuenta esta propiedad.

Residuo salino. Residuos que por su propiedad pueden ser aprovechados, pero
que dispuestos en lugares adecuados y en grandes cantidades pueden ocasionar
un grave deterioro de los medios ambientales (particularmente en suelos, pero
también en agua).

Residuo sólido. El material, producto o subproducto que sin ser considerado como
peligroso, se descarte o deseche y que sea susceptible de ser aprovechado o
requiera sujetarse a métodos de tratamiento o disposición final;

Residuo tóxico. Son residuos que difieren por el tipo de afectación que pueden
ocasionar a la salud humana o a los organismos acuáticos y terrestres que se
expongan a ellos, la cual varía en función de la forma en que tiene lugar tal
exposición (por ejemplo por inhalación, ingestión o absorción por las superficies de
recubrimiento), la cantidad a la que se exponen y la duración de la exposición.

Residuo urbano. Los generados en casa habitación, unidad habitacional o


similares que resultan de la eliminación de los materiales que utilizan en sus
actividades domésticas, de los productos que consumen y de sus envases,
embalajes o empaques, los provenientes de cualquier otra actividad que genere
residuos sólidos con características domiciliarias y los resultantes de la limpieza de
las vías públicas y áreas comunes, siempre que no estén considerados por esta Ley
como residuos de manejo especial.

Reutilización. El empleo de un residuo sólido sin que medie un proceso de


transformación.

Tiradero. Lugar donde se va a tirar la basura, generalmente en la periferia de la


ciudad, en barrancas o depresiones que se rellenan, sin técnica o control alguno,
por residuos sólidos de todo tipo. Ahí mismo, vive la gente que trabaja separando
los materiales, ya clasificados tienen un valor en el mercado.

Tiradero al aire libre. El depósito más primitivo de desechos es el tiradero al aire


libre. La basura es recolectada y transportada en camiones al tiradero, allí los
pepenadores separan y clasifican la basura. La materia orgánica se pudre y
consumida por insectos y por ratas principalmente. La materia inorgánica es
separada para su recuperación: botellas, trapos, fierro viejo, cartón, papel, latas,
plástico rígido, envases.

Tratamiento. El procedimiento mecánico, físico, químico, biológico o térmico,


mediante el cual se cambian las características de los residuos sólidos y se reduce
su volumen o peligrosidad.
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