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Según lo aprendido en clase, Erikson, psicoanalista estadounidense, propuso ocho etapas del desarrollo

psicosocial en el ser humano. A continuación, se brindará ejemplos de hechos sucedidos en la película


relacionados a cada una de las etapas antes mencionadas.

Durante la infancia, la cual se da durante el primer año de vida, el protagonista experimentó situaciones
decisivas, la confianza frente a la desconfianza, lo cual consiguió con relativo éxito. Al ser abandonado a
temprana edad (recién nacido) se esperaría que no pudiera desarrollar correctamente esta etapa a falta de los
progenitores, pero esto no fue así gracias a la gran bondad e inmenso amor y comprensión que su madre
adoptiva, Queeny, una mujer de color dueña de un asilo, supo darle junto con el cariño y protección que sus
verdaderos padres no pudieron darle.

La niñez temprana se da entre el primer y tercer año, aquí Button se enfrentó a la problemática de la autonomía
frente a la duda. Por ejemplo, por el mismo hecho de su nacimiento en extrañas circunstancias con una infancia
relativamente truncada debido a su apariencia externa, el menciona en una de sus memorias: “Ni siquiera yo
sabía que era un niño en ese entonces…”, al ver jugar a otros niños él también añoraba ese tipo de tratamiento:
“Siempre sentía una sana curiosidad, por lo que había en la calle o a la vuelta de la esquina”; sin embargo,
esto tal vez se veía truncado por la sobreprotección necesaria de su madre. A pesar de esto, Benjamin logro
superarlo gracias a su gran capacidad de valorar lo que tenía al frente suyo y no dejar que pequeñas cosas,
interrumpan sus aspiraciones e iniciativas. Como él dijo en una de las ocasiones en que le tocaba dormir fuera
de la habitación de sus padres: “No le importaba dormir solo, el solo hecho de sentir la respiración de las
personas vivientes en ese lugar, lo hacían sentir seguro”. Esto refleja que no había lugar para la duda en sus
pensamientos.

Durante los 3 y 6 años, los infantes entran a la etapa conocida como niñez, y es aquí donde el protagonista,
nos dice que comenzó a leer a la edad de 5 años, esto se demuestra con sus ansias de aprender cada vez más,
y con la ayuda de sus padres adoptivos, emprende el desafío de poder aprender a caminar y conocer más de lo
que rodea su pequeño mundo.

Durante la etapa de la niñez tardía la cual va de 6 a 12 años, comienza a caminar (7 años), indicio de su ya
lograda autonomía empieza a socializar mucho más con las personas de su entorno y a tener salidas sin el
consentimiento de su madre, pero siempre reportándose ante ella luego de cualquier travesura. Además, a la
edad de los 12 años conoce a la que sería inicialmente su mejor amiga, Daisy, así esto marca el inicio de una
vida social independiente.

Llegado los 12 a 19, se enfrenta a una nueva etapa: la adolescencia. Aquí es donde comienza a darse cuenta
que es diferente a los demás, que el también añora poder jugar con los de su misma edad, Daisy, pero sin ser
despreciado, aquí es donde el inicia la búsqueda de su identidad, ¿un anciano o un niño?, eso lo tiene bien
claro, pero, ¿qué hay de las demás personas, ¿por qué distorsionan la identidad de la que él se siente tan
seguro? También durante esta etapa, aprende a tocar el piano, el cual tiene mucha significancia en su vida,
como medio de proyectar sus sentimientos a través de la música.
Durante la etapa de la juventud, desde los 19 a 40, se presenta un nuevo debate: la intimidad vs. aislamiento.
Es aquí cuando él decide salir de casa y aventurarse en el mundo real. Obtiene un trabajo a tiempo completo
en un remolque, tiene un enredo amoroso con una mujer casada, pero no logra desarrollar por completo ese
‘amor’ debido a las obvias circunstancias que rodean a esa persona, luego de ello se enlista en la guerra, pero
a nivel marítimo en la que termina perdiendo a la mayoría de sus compañeros de tripulación (los cuales
también habían sido sus colegas de trabajo), esto lo lleva a experimentar una gran soledad y decide no aislarse
y regresar a casa. “…y entiendes que lo que cambió, eres tú”, estas palabras ilustran el sentimiento de
intimidad que le brinda su hogar y una profunda reflexión sobre los acontecimientos por los que había pasado,
desde la euforia y decepción (enamorarse por primera vez) hasta la tristeza y congoja (muertes en la guerra).

Llegado a la adultez, la cual inicia y culmina a los 40 y 65 respectivamente. Vuelve a enamorarse y vive una
vida plena en su reciente vida de pareja junto con Daisy, la amiga de la infancia. Revive los negocios de su
verdadero padre, el cual, se presenta como tal en esta etapa de su vida, ya anciano y con una herencia que
darle. Esto demuestra que sigue activo en sus labores como esposo y heredero de un negocio familiar. También
durante esta etapa, tiene una hija, y es con ella cuando su madurez como padre se demuestra en gran medida
al decidir marcharse y vender todas sus propiedades con el fin que su hija viva una vida relativamente normal
sin un padre extraño que en apariencia va en contra del reloj y sin tener que preocuparse en el futuro por el
dinero. Incluso el hecho de haber escrito tarjetas para cada etapa de su vida imaginándosela como se vería en
ese momento, es un ejemplo de planificación y demuestra el gran significado que tiene para él la familia.

Finalmente, la etapa de madurez (65 años a más), en esta etapa luego de marcharse decide vivir plenamente
los últimos años de su vida viajando, conociendo otras culturas, y al parecer redactando un diario a modo de
legado para sus familiares o quizá para el mismo, lamentando tal vez no haber podido disfrutar por mucho
tiempo la vida junto con Daisy y su hija, pero satisfecho porque ese corto periodo fue de los mejores que tuvo.
Resuelve el último conflicto que quedaba: aun a pesar de haberlo hecho por su bienestar, el abandono no
estaba del todo justificado. Así que decide visitarlas a ambas y darles una despedida indirecta. Escribe en una
de las cartas dirigidas a su hija: “Si te sirve de algo, nunca es muy tarde o en mi caso, precoz, para ser quien
tú quieras ser, no hay límite de tiempo, empieza cuando sea…Sácale provecho (a la vida) o desperdíciala,
espero que la aproveches, espero que veas cosas que te sorprendan, espero que sientas cosas que jamás hayas
sentido, espero que estés orgullosa de tu vida y si descubres que no, espero que tengas la fuerza y empieces
otra vez...”

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