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ENERGÍA EÓLICA.

INTEGRACIÓN A LA RED ELÉCTRICA


Entre 2013 y 2015, las energías de recursos renovables continuaron desarrollándose, a pesar del
aumento en la demanda energética mundial. En 2014, las renovables extendieron
significativamente su capacidad instalada y energía producida alcanzando el 58 % de las adiciones
netas, mientras que las inversiones en energía renovable en el sector energético superaron las
inversiones netas para plantas de energía de combustibles fósiles, en América Latina (REN21, 2015).

Este acelerado crecimiento requiere de estudios que permitan su rápida agregación al sistema de
potencia, pero con la mayor seguridad de que el sistema siga dentro de unos márgenes de
estabilidad adecuados, es decir, que ante pequeñas perturbaciones el sistema opere en un punto
de equilibrio o se traslade a un nuevo punto de operación estable. Es así como el modelado
matemático y la simulación acertada de los diversos modelos de generadores y demás elementos
del sistema de potencia, son necesarios antes de realizar cualquier instalación, debido a plantas de
generación eólica, que poseen un recurso altamente intermitente.

En el caso particular de estudios profundos para diferentes niveles de penetración eólica, se utilizan
los modelos de los aerogeneradores más usados por la industria eólica. Para turbinas de velocidad
constante, son construidos y comercializados los generadores de inducción Jaula de Ardilla Squirrel
Cage Induction Generators - SCIG, y para velocidad variable se construyen generadores de inducción
doblemente alimentados Variable Speed Doubly Fed Induction Generators - DFIG.

Sin embargo, algunas turbinas de velocidad variable usan maquinas síncronas. En esta investigación
se consideran estos dos tipos de turbinas eólicas y se realiza su análisis dinámico incluyendo
máquinas para velocidad de viento constante y variable.

Para el análisis, metodológicamente se aplica la estabilidad de potencia basándose en la


fundamentación teórica planteada por el reconocido profesor Kundur y las sugerencias de
investigaciones recientes, aplicadas a energía eólica, con el fin de estudiar la estabilidad de pequeña
señal en sistemas de potencia con alta generación eólica. Estas investigaciones se centran, al
principio, en los modelos de las máquinas generadoras, pasando por la técnica de los escenarios,
para finalizar con propuestas de estabilizadores de potencia para aerogeneradores. Lo anterior,
analiza los distintos tipos de aerogeneradores mediante la herramienta Matlab/PSAT, y se validan a
través de distintos escenarios, donde la velocidad del viento, el voltaje generado y la demanda son
variados. Una vez validados los modelos, se analiza el efecto de aumento de penetración eólica en
varias redes eléctricas, aumentando la penetración hasta que se logre una estabilidad en las redes.
Es importante aclarar que en ciertos momentos puede demostrarse cierta inestabilidad de tipo
local, en las redes, permitiendo un análisis detallado de estas.

Finalmente, para mejorar el amortiguamiento del sistema debido a esas inestabilidades de pequeña
señal, se propone la sintonización de un estabilizador de potencia PSS, que tiene la particularidad
de utilizar una única entrada de velocidad, como señal de consigna que simplifica su aplicación en
aerogeneradores y se presenta la metodología de sintonización de dicho PSS. Para su validación se
aplica en las redes inestables (debido a la ausencia de alta penetración eólica), que se han
encontrado previamente, demostrando los resultados obtenidos, los cuales arrojan que las redes
con PSS son estables.

López Castrillón, Yuri Ulianov


INGENIERIA DE LA ENERGÍA EÓLICA (Revista)
La mayor parte de nuestras necesidades básicas energéticas se satisfacen mediante energía
eléctrica que no es más fue una forma de energía secundaria apta para el uso producida a
partir de fuentes de energía. En nuestras casas o en las industrias que la usan, consumimos
esta forma de energía para hacer funcionar la mayor parte de los aparatos que nos facilitan
nuestra vida diaria
Para hacer uso de esa electricidad, antes hay que transformar las fuentes de energía
primaria en electricidad. Eso ocurre las centrales eléctricas. Luego hay que transportar esa
electricidad hasta nuestros hogares o hacia las industrias mediante una red de alta tensión.
Para satisfacer las necesidades de la población las empresas eléctricas prevén las
necesidades de la población e intentan satisfacerlas.
¿Cómo se produce y obtiene?
La energía del viento está relacionada con el movimiento de las masas de aire que se
desplazan de áreas de alta presión atmosférica hacia áreas adyacentes de baja presión, con
velocidades proporcionales al gradiente de presión. Los vientos son generados a causa del
calentamiento no uniforme de la superficie terrestre por parte de la radiación solar, entre
el 1 y 2% de la energía proveniente del sol se convierte en viento. De día, las masas de aire
sobre los océanos, los mares y los lagos se mantienen frías con relación a las áreas vecinas
situadas sobre las masas continentales. Los continentes absorben una menor cantidad de
luz solar, por lo tanto el aire que se encuentra sobre la tierra se expande, y se hace por lo
tanto más liviana y se eleva. El aire más frío y más pesado que proviene de los mares,
océanos y grandes lagos se pone en movimiento para ocupar el lugar dejado por el aire
caliente. La energía del viento es utilizada mediante el uso de máquinas eólicas (o
aeromotores) capaces de transformar la energía eólica en energía mecánica de rotación
utilizable, ya sea para accionar directamente las máquinas operatrices, como para la
producción de energía eléctrica. En este último caso, el sistema de conversión, (que
comprende un generador eléctrico con sus sistemas de control y de conexión a la red) es
conocido como aerogenerador. En la actualidad se utiliza, sobre todo, para mover
aerogeneradores. En estos la energía eólica mueve una hélice y mediante un sistema
mecánico se hace girar el rotor de un generador, normalmente un alternador, que produce
energía eléctrica. Para que su instalación resulte rentable, suelen agruparse en
concentraciones denominadas parques eólicos.
José Carlos Miño

CALENTAMIENTO GLOBAL (Libro)


A principios de 1980, la programación de la televisión occidental se nutría principalmente
de series norteamericanas hoy consideradas de culto. La simpatía de la gente se repartía
entre las diferentes propuestas: las aventuras de una dupla de policías simpáticos, la
dinámica inverosímil de un hombre cibernético o la lacrimógena saga de una familia en la
pradera.
Aunque resultaba inaudito para esa época, una serie científica de trece capítulos logró
hacerse lugar y se quedó en la mente de los padres y de los niños de entonces, que hoy son
padres. Se trata de Cosmos, un viaje personal, del divulgador científico Carl Sagan.
En medio de la Guerra Fría, Sagan fue el primer pensador en hablar de una “guerra caliente”.
Por primera vez alguien advirtió en un medio masivo de comunicación, de una forma
sugestiva y fascinante, que un fenómeno podía acelerar el ocaso del planeta. Más de tres
décadas después, resulta sorprendente la vigencia de aquel asunto.
Algunos capítulos de la serie Cosmos incluían alusiones a desastres nucleares cuya
probabilidad se ha modificado. Sin embargo, también presentó a escala masiva el primer
testimonio sobre el peligro de una alteración climática provocada por los seres humanos.
Entre sus múltiples enseñanzas, Carl Sagan sostenía que si tuviéramos un globo con una
capa de barniz, el grosor del barniz en relación con el globo sería comparable al grosor de
la atmósfera en relación con la Tierra. Es decir, la atmósfera es lo suficientemente delgada
como para que los humanos podamos cambiar su composición.
Esta comparación sigue siendo válida y sirve como punto de partida para abordar el
problema del calentamiento global.
El efecto invernadero
Sabemos que la radiación del Sol llega en ondas de luz a la Tierra. Parte de esa radiación es
absorbida y calienta el planeta, y parte es reflectada para proyectarse al espacio en forma
de radiación infrarroja. Pero a su vez, parte de la radiación infrarroja saliente es atrapada
por la atmósfera y retenida dentro de ella.
Este fenómeno –conocido como efecto invernadero– conserva la temperatura ambiente
dentro de ciertos límites, y la mantiene constante y apta para la vida.
Si la capa atmosférica fuera demasiado fina escaparía más radiación infrarroja y el planeta
se enfriaría. Si la capa atmosférica fuera demasiado gruesa retendría más radiación
infrarroja y el planeta se calentaría.
Los gases que provocan el aumento de densidad de la capa atmosférica se llaman gases de
invernadero, entre ellos está el dióxido de carbono cuya producción desmedida provoca el
aumento progresivo del calor ambiental.
Timothy Wilde

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