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1.

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Planta césped y arbustos. Las raíces de las plantas mantienen el suelo unido,
mientras que sus hojas disminuyen el daño que ocasiona la lluvia.[1] El tepe, el
césped ornamental y los arbustos bajos son los más adecuados, pues no dejan
ningún área del suelo expuesta.
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Agrega mantillo o rocas. Utiliza estos componentes para cubrir los puntos
restantes del suelo expuesto. El mantillo de materia vegetal, como el hecho con
recortes de césped o virutas de corteza, es especialmente eficaz.[3] Estos tipos de
mantillo también protegerán las semillas y las plantas jóvenes de los animales y
del escurrimiento de agu

a, dándoles tiempo para que crezcan.

 El mantillo se deteriora con el tiempo, pero lo ideal es que, para cuando lo haga, el
suelo no deba necesitar protección. Tal vez quieras volver a aplicarlo de todos
modos en caso de que las variedades de plantas y el clima así lo requieran.
2.

3
Utiliza esteras de fibra de mantillo para mantener a la vegetación en su lugar
en las pendientes. Los materiales hechos de fibra de mantillo o los destinados al
control de la erosión están conformados de una capa de mantillo unido en una
malla de fibra.[4] Esta estructura los mantiene juntos en las áreas donde el mantillo
normal desaparecería a causa del agua o del viento. Después de plantar la
vegetación, colócalos en un suelo inclinado cuyo grado esté entre 3:1 y 2:1.

 En las áreas con una presencia de viento o agua intensa, utiliza un aglutinante
para mantillo líquido que permita mantener al mantillo fijo en el suelo.
3.

4
Construye muros de contención o terrazas para las pendientes empinadas.
Las pendientes erosionadas con un grado de 2:1 o más empinadas rara vez
mantienen la vegetación. Construye un muro de contención para retardar la
erosión mientras crece la vegetación. Construye la pared con una inclinación de
aproximadamente 2 % para dirigir el flujo del agua.[5] Las colinas altas pueden
transformarse en terrazas con varias paredes y clasificación del suelo.
 Puedes construir la pared con bloques de concreto, roca o madera. Si utilizas
madera, procura que sea una tratada con un conservante a fin de evitar que se
pudra.[6]
 Utiliza muros de contención alrededor de los macizos y también de otras áreas de
suelo elevadas.
 Es posible que necesites la aprobación legal para construir estas estructuras.

4.

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Mejora el sistema de drenaje. Todas las construcciones deben tener canaletas o
tuberías que puedan drenar el agua con eficacia de tu jardín y dirigirla hacia los
sistemas de recolección de agua. Sin el drenaje adecuado, las lluvias intensas
podrían erradicar toda una capa de suelo superficial.

 Las áreas con un fuerte escurrimiento de agua podrían requerir la instalación de


una tubería perforada para drenaje colocada en el subsuelo.

5.

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Si es posible, reduce la frecuencia de riego. Un riego excesivo del jardín puede
acelerar la erosión. Considera la posibilidad de regarlo con menos frecuencia o
instala un sistema de riego con la finalidad de reducir la cantidad de escurrimiento
del agua.
6.

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Evita que el suelo se compacte. El tránsito peatonal y de vehículos comprime el
suelo, haciendo que se vuelva menos poroso y más vulnerable al escurrimiento
del agua. Adopta medidas para minimizar este efecto:[7]

 Establece senderos permanentes con adoquines, escalones o caminos libres.


Alienta a las personas a caminar siempre por estas vías.
 No camines sobre el suelo húmedo, pues hacerlo lo compactará aún más.
 Construye una entrada de vehículos hecha de concreto en lugar de conducir sobre
el suelo expuesto.
 Agrega composta, fertilizante descompuesto u otra sustancia orgánica para
fomentar la aparición de lombrices que aireen el suelo.

Método 2 de 2: Prevenir la erosión de la tierra de cultivo

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Mantén el suelo cubierto durante todo el año. El suelo expuesto es mucho más
vulnerable a la erosión que el suelo con cubierta vegetal. Opta por colocar por lo
menos un 30 % de cubierta vegetal en toda la tierra de pastoreo, aunque lo ideal
es colocar 40 % o más.[8] Después de cosechar los cultivos, deja el residuo en el
suelo como un mantillo o planta cultivos de invierno resistentes.

2.

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Planta árboles para prevenir los deslizamientos. Las raíces de los árboles son
herramientas poderosas cuando el suelo está demasiado erosionado o empinado
como para plantar. Planta árboles nativos en las pendientes empinadas y en las
riberas de los ríos para reducir la pérdida del suelo.[9]

 El suelo expuesto alrededor de los árboles aún necesita estar cubierto con mantillo
o césped a fin de otorgar mejores resultados.

3.

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Reduce la labranza. La labranza profunda y frecuente crea una capa de suelo
compacto vulnerable a la erosión del agua, cubierto por un suelo suelto que es
muy propenso a que se lo lleve el viento.[10][11] Considera la posibilidad de emplear
un método de cero labranza utilizando una reja u otro dispositivo de plantación
profunda.[12] Si esto no es posible, intenta utilizar un sistema de labranza en cresta
o con mantillo que deje intactos los niveles más bajos del suelo.[13]

 Estas técnicas de labranza de conservación también reducen la cantidad del


tránsito vehicular y, por lo tanto, la compactación del suelo.

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4
Protege los cultivos débiles con cultivos en franjas. Los cultivos que tienen
raíces débiles o que necesitan plantarse escasamente son más vulnerables a la
erosión. Plántalos en franjas, alternándolos con franjas de un cultivo resistente a la
erosión como césped denso o legumbres.[14]

 Planta los cultivos alrededor de la pendiente.


 Si es posible, planta estos cultivos en perpendicular al viento predominante.

5.
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Permite que los pastos se recuperen durante las estaciones húmedas. Las
tierras de pastizales se mantienen saludables y resistentes a la erosión si se le
permite al ganado pastar durante todo el año. Para obtener mejores resultados,
cerca un prado durante toda la estación húmeda para permitir que los pastos se
restablezcan.[15]

 Esto podría no ser eficaz en caso de que los demás prados no puedan mantener
el pastoreo del ganado.
 Si es posible, mantén al ganado alejado de las riberas de los ríos y del suelo
fuertemente erosionado en todo momento.[16]
6.

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Controla el escurrimiento cuesta abajo a través de canales. El escurrimiento
se concentra en un área más estrecha a medida que se desplaza a lo largo de las
tierras. Los puntos donde el escurrimiento concentrado llega a una pendiente son
particularmente vulnerables a la erosión. Construye un canal pavimentado o uno
revestido para redirigir el agua hacia un sistema de drenaje seguro. También
constrúyelos en zanjas.
 No construyas los canales en las pendientes más empinadas que 1,5:1. [17]

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