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por los demás países tales como Alemania y Francia debido a la uniformidad y coherencia de las
normas que estructura sus ordenamientos y el matiz de universalidad lo que lo hace un derecho
superior y de fácil imposición, existiendo en él una gran seguridad, no habiendo disgregación ni
confusión en el mismo. Esta recepción hace resaltar una importancia extraordinaria en el derecho
romano, porque un pueblo abandona su propio derecho para importar otro como era el romano
vertido en lengua diversa y de una vida histórica milenaria.
El derecho romano fue lentamente penetrando durante los siglos XV y XVI, en el suelo germano y
en Francia ocurrió lo mismo en el siglo XVIII en el movimiento de codificación; la publicación
del código civil francés es significativa por su influencia en Europa, América y el Oriente. En
este código civil llamado Napoleónico, promulgado en 1804, se consagran principios genuinamente
romanos.
El Derecho Romano, influye en el derecho venezolano a través del derecho español, durante
la conquista y colonia, a través del derecho francés, nacido del Código Civil Napoleónico y de los
otros grandes códigos europeos, sobre todo el italiano, que sirvieron de inspiración a las
codificaciones nacionales, influidos todos por el Derecho Romano y a la vez por el estudio intensivo
que se hacía en épocas pasadas del Corpus Iuris Civilis.
Con el imperio romano, Roma produjo un derecho de matices universales, apto para satisfacer las
necesidades de aquellos pueblos que convivieron con ella, lo que conllevó además de que sus
normas estaban revestidas de universalidad, a una gran coherencia y uniformidad en las mismas. El
jurista Radbruch ha dicho que el Derecho Romano sirve como esperanto jurídico, o sea como
lengua jurídica internacional de los juristas del mundo entero.
En los trece siglos de vida que estuvo vigente el Derecho Romano, quedaron ajustadas y regladas
todas las relaciones de la vida jurídica del individuo dentro de la familia, y del individuo como
sujeto activo y pasivo de las obligaciones, con los demás hombres y con las cosas de la naturaleza.
De aquí que los tres objetos del derecho privado romano: personas, cosas y acciones, sean también
los tres objetos de nuestro derecho civil. Por último, en el derecho comparado actual están
incluidos los principios del derecho romano en los principios generales del derecho.