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LA FIGURA DEL MAESTRO ENTRE LOS REQUERIMIENTOS ACTUALES DE LA

EDUCACIÓN

“La educación es uno de los instrumento que las sociedades utilizan para
promover el desarrollo y socialización de sus miembros ya que existe el
convencimiento de que los más jóvenes requieres ayuda sistemática y planificada,
a fin de facilitarles el acceso a un conjunto de saberes y formas culturales que se
consideran esenciales para integrarse de manera activa a la sociedad en la que se
encuentran inmersos”1. Considerando esto, no podemos valorar el ámbito
educativo como ajeno a las dinámicas y transformaciones que acontecen en una
sociedad; particularmente cuando esta se encuentra permeada por avances
científicos, tecnológicos y fenómenos como la globalización, cambios económicos,
sociales e ideológicos como ha sucedido.

Considerar que la educación es una herramienta que permite la apropiación de


estas características de la sociedad, que inciertamente pueden catalogarse como
positivas o negativas, ha implicado para los sujetos participes en el proceso
educativo grandes retos, ya sea por sus diversos requerimientos o por lo opuesto
que resulta con respecto al pasado. Dado que los cambios de la sociedad se
hacen evidentes en el ámbito educativo, éste se ha complejizado al constituirse
por la diversidad de ideologías, habilidades, prácticas, entre otros. Teniendo en
cuenta esta complejidad es de mi interés considerar la manera en que ellas han
significado nuevas propuestas en el aula de clase que comprenden en gran
manera nuestra labor como educadores, de cierta forma responsables de los
procesos dados en el aula, fijando la atención en el interés que podemos lograr en

1
SERRANO, José Manuel y PONS, Rosa María. El Constructivismo hoy: enfoques
constructivistas en educación, Revista electrónica de investigación educativa
REDIE vol.13 No 1, 2011, p. 12.
En internet:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1607-40412011000100001&script=sci_arttext
Consultado el 20 de noviembre de 2015
los estudiantes para su participación en el proceso de aprendizaje y la manera en
que lo sucedido en el aula puede significarle algo y no resulta abstracto el
conocimiento.

Para la realización de un adecuado proceso educativo, factores como la


motivación que los estudiantes disponen para el mismo, resulta fundamental. Para
lograrla se han planteado elementos como los incentivos, la precisión de la utilidad
del proceso y con este, la determinación de metas2. Los incentivos son otorgados
por una fuente externa, en este caso la más inmediata resulta ser el docente,
quien a través del elogio y la apreciación del trabajo realizado por el estudiante lo
estimula y suscita un avance. Establecer de manera clara y específica qué hacer y
la manera más adecuada de hacerlo, llevar un seguimiento de las actividades
dadas en el aula y plantear diversas actividades en clase con el mismo objetivo 3,
lo que permite la inclusión del sinnúmero de habilidades que hacen presencia en
un salón de clase, se consideran aspectos importantes para lograr la motivación,
por ende centrales proceso de aprendizaje. Naturalmente llevarlos a cabo ha sido
una responsabilidad otorgada a los maestros quienes, como lo mencionan Alonso
y Montero “son los motivadores por excelencia”4. De igual manera, y como se
menciono anteriormente, el aprendizaje para los estudiantes debe implicar cierto
nivel de utilidad para que realmente se le atribuya un sentido, por tanto el
conocimiento resulta condicional, en la medida que se le otorgue alguna
aplicabilidad5, no plantearla puede implicar la disminución del interés y el esfuerzo
que se dispone para el proceso6. Si bien las temáticas, competencias y
habilidades a desarrollar ya están dispuestas en el currículo educativo y de cierta

2
ALONSO, Jesús y MONTERO, Ignacio. Orientación motivacional y estrategias
motivadoras en el aprendizaje escolar. En: PALACIOS Jesús y MARCHESI, Álvaro.
Desarrollo psicológico y educación. Alianza Editorial, Madrid, 2014, pp. 262-264.
3
Ibíd., 271.
4
Ibíd., 281.
5
SERRANO, José Manuel y PONS, Rosa María. El Constructivismo hoy: enfoques
constructivistas en educación, Revista electrónica de investigación educativa
REDIE vol.13 No 1, 2011, p. 14.
6
TAPIA, J Alonso. Motivación para el aprendizaje: la perspectiva de los alumnos. En:
Ministerio de Educación y Ciencia. La orientación escolar en centros educativos. Madrid,
2005, pp. 3-4.
manera limitan lo que puede llegar a darse en el aula de clase, en diversas
discusiones se ha llegado a la conclusión de que es el maestro quien dispone los
mecanismos, herramientas y en general, las maneras de ejecutarlos, es el
encargado de contextualizar lo abstracto.

Es importante mencionar que para algunos el papel que cumple el maestro en el


proceso de aprendizaje, no resulta tan importante, sino que el alumno propiamente
es quien se plantea las expectativas, intereses y asume los retos implicados en el
proceso educativo7, incluso que el mismo se abastece de los mecanismos para un
adecuado proceso y determina las metas del mismo8. Sin duda la disposición y
apropiación que el estudiante evidencia en el proceso resulta fundamental, sin
embargo estos requisitos son difíciles de encontrar en un ambiente educativo que
evidencia la actual falta de interés de la sociedad por la formación escolarizada,
cuyas medidas para subsanar esta problemática han implicado mayores
exigencias para los agentes educativos.

Como se mencionó anteriormente, la educación es la encargada de otorgar los


elementos para la integración de los individuos a la sociedad, por tanto el aspecto
cultural no está apartado de ella y el maestro más que transmitir conocimiento
tiene la labor de aterrizarlos a la realidad para que tengan algún sentido y pueda
darse un verdadero proceso de aprendizaje.

Según Vygotsky el aprendizaje significativo proviene del medio y se elabora a


través de la interacción e internalización de lo que este ofrece y aunque el alumno
es activo en el proceso, no solo responde al estímulo sino que actúa sobre él, su
aporte del concepto de andamiaje permite resaltar la figura del maestro, ya que en
esta construcción del conocimiento el docente es quien crea las situaciones de
enseñanza que facilitan la internalización de los contenidos9. Por tanto no se

7
MIRAS, Mariana. Afectos, emociones, atribuciones y expectativas: el sentido del
aprendizaje escolar. En: PALACIOS Jesús y MARCHESI, Álvaro. Desarrollo psicológico y
educación. Alianza Editorial, Madrid, 2014, p. 328.
8
POZO Ignacio, MONEREO Carles y CASTELLÓ, Montserrat. El uso estratégico del
conocimiento. En: PALACIOS Jesús y MARCHESI, Álvaro. Desarrollo psicológico y
educación. Alianza Editorial, Madrid, 2014, p 219.
9
POZO, J.I. Teorías cognitivas del aprendizaje. Ediciones Morata, 1997, p. 195.
desconoce que el aprendizaje se da a partir de la interacción, pero esta tarea no
puede realizarse sin una dirección u orientación, y esta la da el maestro.

De igual manera se plantea que para lograr un conocimiento activo y comprensivo


es necesario determinar, los temas de manera precisa, al igual que las metas a las
que se quiere llegar con el proceso, la forma en que el conocimiento puede ser
aplicado y un mecanismo continuo que dé cuenta de los anteriores elementos y
permita la realimentación10. Estos elementos se proponen como una orientación
para los procesos en el aula de clase, que implican además una reflexión por parte
del docente acerca de su práctica; si bien, son los estudiantes los que se apropian
de aquellos elementos, los resaltan y aplican en su proceso de aprendizaje, es el
maestro quien plantea el proceso y determina según sus preceptos si están o no
llevándose a cabo los propósitos de enseñanza.

Estas consideraciones si bien establecen el aprendizaje como una labor conjunta


entre estudiante-maestro, se resaltan en la medida que se ha planteado
actualmente que el aprendizaje es un proceso de enculturación que exige la
existencia de un contexto pertinente, que debe generar la aplicación de los
contenidos educativos y la experimentación en la realidad11 cuando, por una lado
no existe tal contexto adecuado, ya que actualmente se presentan un sinnúmero
de problemáticas sociales que afectan directamente a los jóvenes en edad
educativa y en general al ámbito escolar. Por otro lado, y como se ha venido
planteando a lo largo de este texto se le han otorgado a los docentes grandes
responsabilidades para tratar de subsanar las problemáticas mencionadas,
cuando éste no cuenta con un respaldo social y gubernamental para llevar a cabo
esta labor y en cambio, su quehacer se ha visto restringida por una cantidad de
requerimientos ajenos a su labor. Sin embargo ello no nos absuelve de la
responsabilidad de contribuir a la formación de individuos con habilidades críticas
10
LOMBARDI, Graciela. Enseñanza para la comprensión.
En internet:
http://cefe.net/sites/default/files/ensenanza-para-comprension.pdf
Consultado el 27 de noviembre de 2015
11
DÍAZ, Frida. Cognición situada y estrategias para el aprendizaje significativo. Revista
electrónica de investigación educativa REDIE vol.5 No 2, 2003, pp. 6-10.
y argumentativas que puedan evaluar su entorno y su proceso de formación les
otorgue los elementos necesarios para tomar una postura frente a la realidad.

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