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LA CIVILIZACION DEL OCIO Y EL TURISMO 1.

LA CIVILIZACION DEL OCIO Con marcada reiteración, dada su existencia


y realidad y los profundos efectos que produce en la sociedad actual, se analiza cada día más, el problema que los sociólogos
modernos han denominado La civilización del Ocio (los franceses casi han impuesto el término, usado indistintamente en cualquier
idioma, de "Civilization des loisirs", donde destacan por el ahinco de sus estudios, JOFFRE DUMAZEDIER y JEAN FOURASTIE,
sin descartar otros estudiosos del problema como los belgas Paul Feldheim, Paul Silvadon, Marcel Hiester, Jean Laloup, y otros). En
la "Carta del Ocio" elaborada en 1966 en el Centro Internacional de Estudios de Ocio, en la ciudad francesa de Colmar, se expresa
que: "... El ocio, es el tiempo del que el hombre puede disponer fuera de sus horas de trabajo; es un elemento compensador de las
condiciones del trabajo y de la vida moderna. El ocio permite, mediante la evasión y la distracción, reparar los desgastes
psicofisiológicos, que puede provocar una técnica insuficientemente humanizada. El ocio-continúa el documento-es un tiempo libre
que puede permitir al hombre mantener su valor humano y profesional. El ocio posibilita el establecer contactos profesionales que
frecuentemente no les permite la sensación del trabajo. Le permite poner en acción facultades esenciales que no siempre pueden
usar plenamente en sus actividades profesionales..." Los anteriores conceptos y conclusiones han provocado polémicas sobre la
"Carta", como el sustentado por algunos (Ortiz de Mendivil, Jané Solá, etc.) acerca del pesimismo, desafección emotiva, horfandad
de sentimiento, ideas sombrías u otros pareceres; en el sentido de que partiendo del hecho, en apariencia inmodificable, de la
perdurabilidad de la sociedad de consumo, reconoce la idea de que el hombre se encuentra desafectado emotivamente del trabajo en
sociedad o que es portador de facultades o potencias que la mayor parte de las ocasiones no puede realizar plenamente y se
encuentra ayuno de contactos fraternales de hombre a hombre en la libre capacidad de elección. Personalmente creemos, que se
extraen conclusiones extremas de lo que se plantea en forma polarizada. Nuestro recorrido por el tema, no constituye un estudio en
profundidad sobre el Ocio y la Civilización del Ocio, sino la incidencia que tiene tan importante cuestión sobre el turismo y en ésta
forma canalizaremos estas anotaciones.
Según define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua: Ocio (otium) está constituido por "las cesación de trabajo, inacción
o total omisión de la actividad". Pero señala Jané Solá que: "... ocurre sin embargo, que frente a la pura actividad contemplativa de
tipo estético o filosófico, el ocio generalizado de los tiempos actuales, es el ocio que empieza a ser "practicado" por grandes masas
de personas, es más de "diversión u ocupación reposada", que se realiza como descanso de las tareas de trabajo o negocio
obligatorio. La economía del ocio abarca entonces, una multitud de servicios e industrias de diversión, arte, viajes, deportes y otras
por el estilo verdaderamente impresionante... Pues con 147 días laborales y 218 días de descanso al año, creemos que no solamente
se está en condición de reactivar el concepto de ocio en forma verdaderamente epistemológica, sino que habría que enfrentarse con
el problema real y permanente de como utilizar la libertad, de como ocupar el ocio, de como vivir agradable, adecuada y
sabiamente...(1) O sea, que esto no lleva a considerar el ocio (otium) con tiempo libre, lo contrario negocio (negotium), o sea, tiempo
laboral. A. TIEMPO LIBRE Partiendo de la dicotomía anteriormente señalada, habría que expresar que la Sociología ha depurado el
concepto de OCIO, a punto tal, que para su comprensión sobre todo en ciertos medios donde existe un sentido peyorativo del
término, sería necesario realizar una aproxi-mación a su conceptuación, para tratar de arribar a conclusiones definitivas. En efecto,
la literalidad del término, aún recordando a la Real Academia, ha llevado a derivados, como "ociosidad" para indicar una actitud
negativa. O sea que "... mientras aquel (Ocio) es "cesación del trabajo y ocupación reposada en obras de ingenio", la otra (ociosidad)
"es vicio de no trabajar y de perder el tiempo". Son pues dos cosas distintas..." (2)Todo esto da como resultado cuantitativamente
considerado, algunas cifras que hablan por sí solas y procesadas y respaldadas por centros de investigación de primera línea. Por
ejemplo, un dato ya señalado: de los 365 del año, hay 147 laborales y 218 no laborales. En algunos países desarrollados la jornada
semanal es de unas 40 horas de trabajo, lo que da como resultado, con otras reducciones, o semanas de vacaciones al año, las cuales
unidas a días no laborales, indican nueve meses de trabajo anual, o sea 1.152 horas de trabajo al año. Otros estiman (se recalca que
son investigaciones serias) que si la vida del trabajador entre los 20 y los 65 años (40 años de vida activa) totalizan 46.080 horas de
trabajo, se acerca el tiempo en el cual trabajaríamos menos. Si se considera la actividad del ocio entre los 15 y los 75 años (60 años)
hay una cantidad global de 525.600 horas de existencia que deduciendo las horas laborales, quedan libres menos de 485.000 horas.
Algunos sintetizan: el hombre venía trabajando 70.000 horas en su vida, la tendencia es que progresivamente se está llegando a las
40.000 horas, o sea, una reducción de 30.000 horas. Todo ello viene constituyendo preocupación de estadistas, sociólogos,
psicólogos, economistas, etc. ¿Qué hacer con tantas horas libres?. ¿Cómo hacer el tiempo libre activo?. B. TIEMPO LIBRE
ACTIVO Y LIBERADO Concretando el concepto de OCIO, con el tiempo del cual el hombre dispone una vez finalizado el trabajo
y cubiertas las necesidades "biológicas (tiempo libre), existe la obligación de

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