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REPORTES BREVES

José Arturo Flores-Espinosa,


Jovita Romero-Flores Fractura de Le Fort I
segmentaria y
nasoorbitoetmoidal
Informe de un caso

Servicio de Cirugía Maxilofacial, Hospital de Especialidades, Comunicación con: José Arturo Flores-Espinosa
Centro Médico Nacional Siglo XXl, Tel: 5761 0731, extensión: 21541
Instituto Mexicano del Seguro Social, México Correo electrónico: flores31_@hotmail.com

Resumen Summary
Las fracturas tipo Le Fort I de maxilar asociadas con fractura del The association of Le Fort fractures and those of the nasoorbito-
complejo nasoorbitoetmoidal son lesiones de gravedad que por etmoidal complex represent severe injuries usually associated to
lo general se presentan debido a accidentes de tránsito o por traffic accidents or physical violence. The occurrence of such combi-
incidentes violentos. Constituyen un reto para el cirujano maxilo- nation of fractures represents a challenge for the maxillofacial sur-
facial debido a la gran conminución y desplazamiento de los frag- geon due to the great index of comminuted and displacement
mentos. Es imperativo tomar la decisión adecuada desde la fragments. The initial evaluation represents the opportunity to identify
evaluación inicial del paciente a fin de identificar complicaciones and treat possible life-threatening complications such as brain dam-
que pongan en peligro la vida (como las hemorragias intracra- age or airway compromise; this first evaluation will also allow the
neales o el compromiso de la vía aérea). Se debe instituir un establishment of diagnosis and a suitable surgical plan in order to
diagnóstico y plan quirúrgico adecuados a fin de restaurar la preserve both the aesthetic and functional aspects.
funcionalidad y la apariencia estética en el mayor grado posible.

Palabras clave Key words


fracturas maxilares maxillary fractures
fracturas orbitales orbital fractures

Una fractura es el resultado de una sobrecarga única o múlti- La clasificación más empleada para las fracturas maxilares
ple sobre un hueso. Las consecuencias mecánicas de una frac- es la del francés René Le Fort (1901), que distingue tres tipos:
tura consisten principalmente en la pérdida de continuidad Le Fort I u horizontal, Le Fort II o piramidal, Le Fort III o
ósea, que provoca movilidad patológica y pérdida de función disyunción craneomaxilar.5 En 1986, Manson adicionó un cuar-
de soporte del hueso.1 to tipo: Le Fort IV, cuando la fractura afecta la región frontal.6
El tipo y la severidad de la fractura están relacionados Las fracturas de maxilar pueden ir acompañadas de fracturas
con el tipo y la velocidad del impacto. Además, existen otros de paladar (en 20.3 %), cuya clasificación más conocida es la de
factores relacionados: la angulación del impacto, la resisten- Hendrikson, que las agrupa en seis tipos; estas fracturas se presen-
cia, la posición y el área del impacto.2 ta con mayor frecuencia asociadas con de Le Fort III.7
Con frecuencia, las fracturas faciales se deben a acciden- Según Markowitz, las fracturas nasoorbitoetmoidales se cla-
tes automovilísticos, deportivos, por caídas, violencia o por sifican en tres tipos de acuerdo con el número de fragmentos y la
otras causas.3-4 desinserción del tendón cantal medial.8
La mayoría de las fracturas faciales se presentan en hom- El diagnóstico temprano en el trauma facial es de vital im-
bres entre los 16 y 40 años de edad, principalmente entre los portancia, por tal motivo debe seguirse el protocolo ABCDE
21 y 25 años.4 propuesto en las guías del ATLS.2
Entre las fracturas faciales, la región más afectada es la Las hemorragias intracraneales son estados que requieren
mandíbula; le siguen las orbitocigomáticas y las fracturas de atención inmediata y pueden asociarse hasta en 10 % con frac-
maxilar.4 turas del tercio medio.9

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ma al reducir la calidad de vida. Por su parte, la disminución


de la sensibilidad facial puede ser permanente o temporal,
parcial o completa, moderada o severa, dependiendo del sitio
anatómico dañado.13

Caso clínico

Hombre de 24 años de edad, con traumatismo facial por golpes


con un tubo de metal, que le ocasionaron pérdida de la concien-
cia de aproximadamente 90 minutos (según lo referido por el
familiar que lo acompañaba) y hemorragia profusa, que cedió
espontáneamente al llegar al área de admisión continua del Hos-
pital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo XXl.
En la valoración inicial por el Servicio de Cirugía Maxilo-
facial se observó edema importante de la región facial (figura 1),
dermoabrasiones en hemicara derecha, depresión y movilidad
de la pirámide nasal, equimosis periorbitaria del lado derecho
(sin compromiso ocular aparente), crepitación en ambos rebor-
des orbitarios, limitación a la apertura bucal y movilidad de
todo el segmento maxilar, con trazo sagital en paladar duro; no
se apreció rinorrea ni otorrea. En la exploración intraoral se
encontró laceración de mucosa del labio superior que llegaba
al plano muscular, y laceración de mucosa de paladar duro que
respetaba paladar blando, sin compromiso de vía aérea.

Figura 1 Se observa edema facial, dermoabrasiones en hemi-


cara derecha y equimosis periorbitaria derecha

La imagenología es una herramienta de gran utilidad. Una


radiografía simple proporciona imágenes fundamentales, si
bien se pueden requerir otros recursos. La tomografía com-
putarizada tiene la ventaja de proporcionar cortes finos del
esqueleto facial; por lo general, los de espesor entre 2 y 4 mm
resultan adecuados para valorar traumatismos faciales. Para
la reconstrucción en tercera dimensión es mejor realizar cor-
tes finos de 1.5 mm.2
El tratamiento debe iniciarse lo más pronto posible to-
mando en cuenta los principios de AO: reducción anatómi-
ca, fijación interna estable, técnica quirúrgica atraumática y
movilización temprana.6
Las miniplacas de titanio han sido de gran beneficio para el
tratamiento de las fracturas faciales, ya que permiten mejores
resultados estéticos y funcionales. Los sistemas biodegradables
se utilizan principalmente en pacientes pediátricos debido a las
demandas biomecánicas.10-11
Las complicaciones pueden dividirse en tempranas y tar-
días: infección por fistula de líquido cefalorraquídeo, defor-
midad facial, dolor crónico, parestesia, sinusitis maxilar,
infección, maloclusión, desviación septal y obstrucción de
la vía aérea.12 Figura 2 Radiografía Watters. Se observa fractura de Le Fort,
Los desórdenes sensoriales postraumáticos periféricos del hemoseno derecho, fractura de órbita bilateral y
nervio trigémino representan una importante secuela del trau- fractura nasal

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Figura 3 La tomografía tridimensional evidencia los trazos de la fractura maxilar y nasoorbitoetmoidal

rocirugía. La puntuación de 15 en la escala de Glasgow descartó


lesión del sistema nervioso central, pero se decidió la hospitali-
zación para vigilar el estado neurológico y la vía aérea.
El paciente fue intervenido quirúrgicamente bajo aneste-
sia general. No hubo complicaciones al momento de realizar
la intubación orotraqueal (figura 4). Se procedió a la fijación
rígida de los trazos de fractura mediante acceso subpalpebral
bilateral para colocar miniplacas de sistema 1.5 con tornillos
monocorticales. También con tornillos monocorticales se rea-
lizó fijación de la fractura del maxilar con miniplacas en L y

Figura 4 Fractura sagital del maxilar durante el acceso


circumvestibular

En la valoración radiográfica se identificaron trazos de


fractura (figura 2).
Se decidió realizar tomografía computarizada con ventana
ósea y reconstrucción del maxilar y rebordes orbitatarios, para
establecer con precisión el grado de lesión (figura 3). Se iden-
tificó fractura nasoorbitoetmoidal grado III conminuta, piso de
órbitas, fractura de Le Fort I y línea media del paladar.
Debido a la gravedad de las lesiones y a la pérdida de la
conciencia del paciente, se interconsultó con el Servicio de Neu- Figura 5 Reducción y osteosíntesis de la fractura maxilar

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Figura 6 Ortopantomografia de control


donde se corrobora la adecua-
da relación de fragmentos y la
colocación de osteosíntesis

rectas de sistema de 1.5; los fragmentos más pequeños fue- Conclusiones


ron fijados con alambre de osteosíntesis (figura 5). Fue nece-
sario realizar colgajo de mucosa labial para restituir la mucosa El manejo del trauma facial debe ser integral debido a que las
del proceso alveolar. Por último, se procedió a taponamiento complicaciones pueden ser fatales de no ser detectadas y tra-
nasal y colocación de férula para estabilizar fractura de hue- tadas a tiempo. El plan quirúrgico debe establecerse antes de
sos nasales. Después de cinco días de hospitalización, el pa- la cirugía a fin de obtener resultados funcionales y estéticos
ciente fue egresado con indicación de control por consulta adecuados.
externa. Posteriormente fue programado para profundización El seguimiento es muy importante dado que puede dar la
de saco con técnica Kasan-jian (figura 6), la cual se realizó pauta para complementar el tratamiento y obtener mejores
satisfactoriamente. resultados o con menor probabilidad de secuelas.

Referencias 8. Herford AS, Ying T, Brown B. Outcomes of severely


comminuted (type III) nasoorbitoethmoid fractures. J Oral
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medigraphic.com/pdfs/cplast/cp-2005/cp053b.pdf 1346.

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