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3.

INVERNADEROS DE MATERIALES DE VIDRIO Y PLÁSTICOS Y MALLA


(COMPONENTES Y CARACTERÍSTICAS)
3.1 CRISTAL
El cristal está considerado un excelente material de recubrimiento.
Se comprende fácilmente que su propiedad más importante es su capacidad de
dejarse atravesar por la luz natural: cuanto mayor es la radiación solar que penetra
a través de un material, mayor será su idoneidad para ser usado como
recubrimiento.
Aun considerando las distintas radiaciones que forman el espectro solar, el cristal
se comporta de manera que asegura la radiación global necesaria. Es, además,
necesario que el flujo luminoso alcance todas las hojas de las plantas sin que
éstas se hagan sombras las unas con las otras. Esto se puede lograr impidiendo
que la luz sea directa sino difusa, como se obtiene haciendo pasar la radiación
solar a través de vidrio impreso.
El cristal, desde el punto de vista óptico, tiene, por lo tanto, dos ventajas: elevada
transmisión del espectro visible y no modificar sensiblemente el espectro de
emisión solar. Además, tiene otra característica muy interesanterelativa a la
energía calorífica:
Por regla general, el terreno y las plantas tienden a enfriarse radiando calor
mediante ondas que van a n entre 5.000 y 35.00 mµ, a no ser que haya algo que
impida o disminuya esta pérdida de calor. El cristal resulta ser material excelente
para esto porque no transmite ondas de longitud superiores a las 4.600 mµ; es
decir, posee un buen «efecto-invernadero»,
Otra ventaja que tiene el cristal es la de ser un buen aislante térmico y de
conservar por mucho tiempo sus propiedades, puesto que es insensible a la
irradiación natural, no se altera por efecto de los ácidos y de la humedad y es
incombustible.
En un primer momento se usó y, a veces se sigue usando, el cristal translúcido de
2-3 mm de espesor, sin embargo, esto provoca un efecto de lupa que resulta
perjudicial para las plantas, por lo que se le ha sustituido con cristal tosco de unos
4-6 mm de espesor, que permite una mayor difusión de la luz.
Al cristal sencillo, translúcido, se le llama también «Scartone» y al cristal tosco se
le llama, asimismo «Cristal tipo jardinería». Existen, asimismo, otros tipos de
cristal, el cristal impreso, biselado, rallado; su espesor varia de 2 a 6 mm. Poseen
características parecidas al del cristal-jardinería tan sólo su aislamiento es inferior,
pero de todos modos resulta ser mayor que el de los cristales translúcidos
normales.
3.2. MATERIALES PLÁSTICOS
Entre las ventajas que ofrecen los plásticos como material de invernadero (en
relación al vidrio), cabe resaltar su ligereza, debido a su baja densidad (que
permite, por ejemplo, que 1 m2 de lámina de polietileno de 25 micras de espesor
para cubrir un invernadero pese 100 veces menos que 1 m 2 de vidrio hortícola de
4 mm de espesor), su buena resistencia mecánica (por ejemplo, el granizo
respecto al vidrio), su inalterabilidad (resisten bien la corrosión a los agentes
químicos como los abonos y los biológicos como bacterias y hongos), su inocuidad
(en general para las plantas y animales), su impermeabilidad, en general
adecuada al agua y gases (vapor de agua, oxígeno, CO2) y su transparencia a la
luz.
Entre sus desventajas, se encuentra que en condiciones extremas de temperatura
la estabilidad térmica de algunos plásticos no es idónea. La electricidad estática
en algunas formulaciones (como suelen ser el EVA o el PVC plastificado) induce
acumulación de polvo, que reduce su transparencia a la luz. El mismo efecto
producen las rayaduras de los vientos cargados de arena al impactar en algunos
materiales si no están protegidos adecuadamente. Otros aspectos, como el
envejecimiento de los plásticos (que incide en su vida útil) y su comportamiento
frente al fuego, deben considerarse para una óptima aplicación.
Respecto al cultivo protegido son de especial relevancia las propiedades de
transmitividad (transparencia) a la radiación solar, por ser ésta imprescindible para
la vida vegetal.

Polietileno (LDPE)
Las propiedades físico-mecánicas específicas del polietileno son, de hecho,
tantas, que hay que considerarlo, en el estado actual, insustituible para la
realización de materiales de recubrimiento adaptados sobre todo para unos
determinados tipos de instalaciones protegidas. El polietileno asegura una
resistencia y una «indeformabilidad» mayores al artículo manufacturado en
relación con las obtenidas con otros polímeros, y permite un recubrimiento
eficiente de invernaderos y túneles incluso considerablemente largos; los filmes de
grandes dimensiones permanecen sobre las estructuras, incluso en presencia de
condiciones climáticas adversas.
Con la estabilización del polímero ha sido posible obtener un film cuya duración ,
en determinadas condiciones ambientales de exposición, resulta variable,
dependiendo del porcentaje y de la formulación de los aditivos presentes en el
polímero, pero que a pesar de todo es siempre superior (incluso hasta 45 meses)
a la duración estacional de los filmes no aditivos. La degradación del polímero
(producida por la acción conjunta de luz, temperatura y oxígeno) se obstaculiza en
este caso al añadir al polietileno diferentes compuestos químicos, distintos en
«antioxidantes» y en «antiactínicos». En realidad son las radiaciones UV quienes
dan origen al proceso de degradación del polímero, provocando la ruptura de los
lazos químicos y haciendo que sea más susceptible a la acción del oxígeno
(proceso termooxidativo). Las sustancias para acción antiactíníca, reagrupadas en
tres grupos químicos diferentes, «UV-adsorbers» (a base de benzofenonio),
«Quenchers» (a base de níquel), «Flals» (a base de aminas unidas
estéricamente), actúan según mecanismos diversos y se emplean individualmente
o mezcladas entre sí. Mientras algunas de ellas interfieren en las características
ópticas del film, confiriéndole una coloración particular (verde-amarillo, por
ejemplo) que empeoran la transparencia en la visión del interior de la instalación y
que incluyen negativamente sobre numerosos cultivos, otras permiten la
preparación de materiales perfectamente incoloros.
Una reducida permeabilidad a las radiaciones infrarrojas emitidas desde el suelo
tiene, como es sabido, una importancia fundamental para el «efecto invernadero»,
necesario en un material de recubrimiento, y está estrechamente relacionada con
la naturaleza química del mismo material. El polietileno, para este propósito, es
muy transparente a las referidas radiaciones. Aun con todo es posible obtener, por
medio de algunas innovaciones tecnológicas, laminados dotados de especiales
propiedades térmicas.
Las capas de LDPE, en general, de mayor espesor, confieren al film las
características adecuadas de resistencia mecánica; el de EVA más fino, mejora el
rendimiento térmico.

Polimetacrilato de metilo (PMMA)


Es el polímero más importante para la preparación de láminas rígidas de alta
calidad y larga duración. Algunas características ópticas y físico-mecánicas
relativas al polimetacrilato de metilo, como la elevada transparencia a la radiación
solar incidente (superior a la del cristal, tanto en las bandas del visible como en las
del UV) incluso después de numerosos años de exposición, la reducidísima
conductibilidad térmica, la fuerte inercia hacia la acción de los agentes
atmosféricos, la importante ligereza, todo esto hace que aparezca como
particularmente idóneo para emplearlo como material de recubrimiento,
De todos modos presenta una dureza inferior a la del cristal (que, por lo tanto, lo
hace bastan te susceptible a las abrasiones superficiales) y un coeficiente de
dilatación lineal más bien elevado, de tal modo que presupone una habilidad
especial para la fijación de las láminas a la estructura del invernadero (incluso
onduladas). Las láminas tienen generalmente un espesor entre 1 y 2 mm y un
peso comprendido entre 1,5 y 3.0 kg/m2.
Resina poliéster
Las láminas se preparan, englobando en la resina de base, bien con materiales de
refuerzo (fibras de cristal, poliamídicas, etc.) bien con materiales acrílicos. Sobre
algunos artículos manufacturados se aplican además, soldándolos en superficie,
filmes o barniz de diferente naturaleza polímera.
Las características fisicomecánicas y ópticas varían, por tanto, según el tipo de
artículo manufacturado, en relación con la cantidad y la calidad de las resinas
empleadas, la naturaleza de los materiales de refuerzo, las modalidades de
polimerización y la presencia del revestimiento superficial (barnices o filmes). Con
todo, las características relevantes de estas láminas, por lo general planas u
onduladas, tienen una elevada resistencia mecánica, una notable elasticidad y
ligereza, una baja conductibilidad térmica (por lo tanto, una buena retención del
calor) y una considerable duración.
La adición a la resina en poliéster de polimetacrilato de metilo (PMMA) en un
porcentaje del 5-6 %, tiene como fin mejorar la transparencia de la lámina a la
radiación solar — transparencia generalmente no muy elevada en las de tipo
normal en correspondencia con las bandas del visible.
Las láminas en poliéster de tipo tradicional son muy sensibles a los denominados
fenómenos de «envejecimiento», sobre todo en relación con la facilidad con que
se erosionan en superficie y, consecuentemente, con la degradación de la fibra de
refuerzo, que tiende a asomar. De aquí se deriva, a la vuelta de unos años, una
disminución extremadamente rápida de la transparencia a la radiación solar
incidente.

Cloruro de polivinilo (PVC)


Es uno de los polímeros que se utilizan desde hace mucho tiempo para la
preparación de materiales de recubrimiento. Con el PVC se preparan tanto filmes
(mediante la adición de plastificante que permite la extrusión de un laminado
flexible) como planchas onduladas rígidas.
-Laminados flexibles. Los filmes preparados con este polímero presentan óptimas
características ópticas, sobre todo en lo que respecta al rendimiento térmico
siempre elevado.
En estos filmes, gracias a la adición en fase de preparación de sustancias
idóneas, las diminutas gotas de agua que se forman en la condensación, se
deslizan a lo largo de la superficie del artículo manufacturado, sin dar origen a
gotas más gruesas, las cuales habrían goteado con efectos negativos sobre el
cultivo. Los filmes antigota presentan, por lo tanto, una capacidad más elevada de
transmisión de las radiaciones luminosas y caloríficas, de tal modo que las plantas
cultivadas bajo éstas resultan más altas y precoces, especialmente en condiciones
climáticas desfavorables.
-Planchas rígidas. Para la fabricación de planchas, al polímero se le añaden
sustancias antioxidantes y absorbentes a la radiación UV; de esta manera se
limitan los fenómenos degradativos.

Policarbonato (PC)
Estas láminas se preparan en espesores variables y si la distancia entre las dos
paredes es más bien reducida, presentan la característica de ser flexibles, al
menos entre determinados límites. En este caso se pueden llevar también a cabo
sobre elementos curvilíneos de algunas estructuras de túneles. En lo que respecta
a las características ópticas, la transparencia total a la radiación solar incidente es,
en las bandas de la visible, bastante buena en las láminas nuevas. Sin embargo,
ésta sufre, durante la exposición y como consecuencia de fenómenos de
«envejecimiento», disminuciones sensibles incluso después de pocos años.

Etilenvinilacetato (EVA)
El etilenvinilacetato se obtiene mediante polimerización del etileno con el
monómero acetato de vinilo. Las propiedades de los artículos manufacturados
dependen en mayor medida del contenido porcentual de este último que, según el
tipo de film que se quiera obtener, puede oscilar entre el 11 % y 18% (límite
máximo para un correcto proceso de fabricación). Al aumentar la tasa de acetato
de vinilo, efectivamente crece la impermeabilidad a la radiación IR lejana, la
transparencia en el visible, la resistencia a la ruptura y a la perforación. Por el
contrario, el film se vuelve mucho más elástico y sensible a los fenómenos de
dilatación por acción de la temperatura, con los consiguientes inconvenientes para
su puesta en funcionamiento.
En cuanto al nivel de termicidad, se tiene que poner en evidencia que éste varia
no sólo en relación con el contenido de vinilo acetato, sino también de acuerdo
con el espesor de! articulo manufacturado.

3.3, RECUBRIMIENTOS CON MALLA


En algunas regiones resulta más importante el “efecto sombreo”, en época de alta
radiación, o el “efecto cortavientos”, al menos en ciertas épocas del año. El
cerramiento de los invernaderos con malla en vez de con lámina plástica, de
reciente introducción en latitudes bajas, limita la radiación y viento exteriores sin
aumentar las temperaturas.

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