Está en la página 1de 1

¿Cómo es el rezo para el mal de ojo?

Descubre en qué consiste la oración más tradicional para curar el mal


de ojo.
El denominado como mal de ojo es una creencia popular según la cual cualquier persona tiene y presenta la
capacidad de producir el mal a otra persona, simplemente con mirarla. Sobre la persona afectada se dice
que “le echaron mal de ojo”. Se trata, por tanto, de una creencia extendida universalmente, a través de una
grandísima diversidad de pueblos y culturas.

Por ejemplo, en algunas culturas orientales se cree que las personas con ojos claros tienen un mayor poder
para hacer mal de ojo; suponen que éstas tienen mucha más envidia, acumulando tanta maldad dentro de sí
mismas que tan sólo con fijar su mirada en la persona que envidian, pueden “hechizarla” con el mal de ojo.
Según la creencia popular, este mal de ojo puede ser voluntario o involuntario; sea como fuere, la tradición
dice que es producto o efecto de la envidia, o incluso de la propia admiración que siente la persona emisora.

¿Cómo quitar el mal de ojo?


La tradición popular afirma que una forma de quitar el mal de ojo es a través de un rezo, el cual debe
realizarse siempre después de haberse persignado con la señal de la cruz.
Evidentemente, este rezo se trata de una creencia totalmente popular, que puede no ser cierta. No
obstante, ha pasado de generación en generación hasta llegar a nuestros días, probablemente porque la
intención con la que las personas lo repetían les ayudaba a cumplirse y a auto protegerse.
Además de quitar el mal de ojo, existen diferentes formas de protección contra el mal de ojo:
Colocar en la persona afectada una cinta roja.
Colgar en la estancia donde la persona trabaja o descansa diferentes amuletos. El más conocido es el ojo
turco.

Rezo contra el mal de ojo
Primero de todo hay que persignarse con la señal de la santa cruz.
Jesús dulce nombre de Jesús, donde Jesús se nombró todo el mal se quitó, donde Jesús se ha nombrado
todo el mal se ha quitado.
Santa Ana parió a maría, nuestra señora santa Isabel y san juan bautista, así como estas palabras son santas
y verdaderas, permíteme señor quitar mal quebranto y espanto que en el cuerpo de (y nombras a la
persona) se encuentre.

Credo: creo en dios padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, creo en Jesucristo su único hijo
nuestro señor, que fue concebido por obra y gracia del espíritu santo, nació de santa maría virgen, padeció
bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la diestra de dios padre todopoderoso,
desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el espíritu santo, la santa iglesia católica, la
comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén
(repetir por 3 veces).
Se despide diciendo: gloria al padre y al hijo y al espíritu santo, como era en un principio ahora y siempre por
los siglos de los siglos. Amén (repetir por 3 veces).
Por último hay que volver persignarse para terminar.

También podría gustarte