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Pensamiento Individuos y sistemas Una campaña de

vacunación infantil
contra la polio, en
Estados Unidos, en 1954
teras explícitas de la biopolítica, hasta la
concepción política de Aristóteles, domi-
nada por la analogía entre la polis y los
organismos vivientes. En tercer lugar,
de nuevo más cerca de Foucault y de su
contexto intelectual, nos ocupamos de
mostrar, a través de la figura de Alexan-
dre Kojève, las raíces de la biopolítica en
la recepción francesa de Hegel.
El segundo desafío nos llevó a anali-
zar y articular, en los trabajos del propio
Foucault, la idea de un gobierno de la vi-
da. Este recorrido por sus escritos mues-
tra cómo esta idea se desarrolla en rela-

BETTMANN / CORBIS
ción con cuatro perspectivas diferentes:
el gobierno de la vida a través de los me-
canismos de la medicina moderna (as-
pecto del que Foucault se ocupa en su
conferencia de 1974 en Río de Janeiro “El

Origen de la biopolítica
nacimiento de la medicina social”), como
dispositivo complementario y compensa-
torio del dispositivo de la soberanía esta-
tal (en La voluntad de saber, 1976), como
transformación estatal y biológica de la
noción de guerra (en Defender la socie-
dad, 1976); y, finalmente, como forma
El autor de Lecturas foucaulteanas, recientemente publicado por Unipe, traza en este del gobierno económico de los hombres
(en Seguridad, territorio, población y Na-
artículo la genealogía de una noción clave en el debate filosófico acerca del poder cimiento de la biopolítica, 1978-1979).
Nos encontramos así, a nuestro modo
de ver, con una matriz conceptual que
POR EDGARDO CASTRO mana. En cuanto al concepto de política, de vaciarse finalmente de todo conteni- podemos denominar, parafraseando una
Para La Nacion puede ser entendido desde un ángulo do específico. expresión del propio Foucault, el cuadri-
primordialmente institucional y jurídico Para conjurar este peligro, una historia látero de la biopolítica: en su centro se

E
n los últimos años del siglo XX –donde entran en juego la soberanía, la conceptual de la biopolítica debe afron- ubica la vida; sus lados están ocupados
la categoría de biopolítica dio ley, los poderes y las formas de organi- tar, al menos, tres grandes desafíos. El por la medicina, la soberanía, la guerra y
origen a una corriente de pensa- zación del Estado– o, en cambio, desde primero es vincular esta categoría con la economía; las líneas que unen o pue-
miento. Aunque no se trata de un nue- una perspectiva social, a partir de las los conceptos y autores clásicos de la den unir cada uno de estos lados con el
vo concepto –había sido introducido en formas no jurídicas y no necesariamen- cultura occidental. Pues no se trata sim- centro, donde se encuentra la vida, defi-
1915 por el sueco Rudolf Kjellén–, fue te estatales del gobierno, de la conduc- plemente de un tema de una moda, sino nen las diferentes formas y figuras de la
sobre todo a partir de Michel Foucault ción o de la administración de los indi- de una cuestión determinante en cuan- constelación biopolítica. Así, por ejem-
y de Giorgio Agamben que esta corrien- viduos y de la población. to concierne al modo en que pensamos plo, los trabajos de Agamben han ex-
te tomó forma. Así, para el Agamben de Homo sacer, la novedad política de la modernidad. El plorado las líneas soberanía-vida y eco-
En esta línea de trabajo se situaron, lue- por ejemplo, la biopolítica hace referen- segundo desafío, más allá de las diferen- nomía-vida; Roberto Esposito, la línea
go, toda una serie de pensadores, prove- cia a los dispositivos mediante los cuales cias existentes entre los autores que he- medicina-vida; y Toni Negri, las líneas
nientes de tradiciones de pensamiento y el ejercicio de la soberanía estatal trans- mos mencionado, consiste en poder es- guerra-vida y economía-vida.
de contextos diferentes. Para citar sólo al- forma la vida humana, individual o co- tablecer un esquema interpretativo o una En relación con esta matriz concep-
gunos nombres entre los más relevantes: lectivamente, en vida desnuda, es de- guía de lectura de las múltiples orienta- tual de la biopolítica, resulta significa-
Roberto Esposito, en Italia; Peter Sloterdijk cir, expuesta a la muerte violenta. Para ciones a las que la corriente o, quizás sea tivo señalar la ascendencia dumezilia-
y Thomas Lemke, en Alemania; Charles Foucault, en cambio, la biopolítica alude más apropiado decir, la constelación bio- na del trabajo de Foucault. En efecto, el
Taylor y Timothy Campbell, en Estados al modo en que la vida biológica de la po- política ha dado lugar. El tercer desafío, paralelo entre el cuadrilátero biopolíti-
Unidos, y Nikolas Rose, en Inglaterra. blación en su conjunto se ha convertido aunque pueda parecer contradictorio, es co y la noción introducida por Georges
La noción de biopolítica refiere, en en objeto de administración y gobierno el de poder pensar la cuestión de la vida Dumézil de trifuncionalidad de la cultu-
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su núcleo conceptual, a la idea de una mediante los mecanismos de normaliza- más allá de la biopolítica. ra indoeuropea es notablemente estre-
política de la vida. El doble valor del ción que, como se ocupó de mostrar, no Estos tres desafíos definen la tarea que cho. Recordemos, en este sentido, que, 13
genitivo introduce desde el inicio una funcionan del mismo modo que los dis- nos propusimos llevar a cabo en nuestro de acuerdo con la tesis de Dumézil, los
ambivalencia: la vida puede ser tanto positivos jurídicos de la ley. Lecturas foucaulteanas. Una historia con- pueblos indoeuropeos organizan la rea-
el sujeto como el objeto de la política. La noción de biopolítica no es, por ceptual de la biopolítica. lidad según tres funciones: la soberana
Esta ambivalencia del genitivo, por otro ello, una categoría fácil de circunscribir, Abordando el primero de estos desa- (que incluye el derecho y la medicina),
Viernes 13 de abril de 2012

lado, ha visto multiplicados sus efectos ni siquiera cuando se la aborda dentro fíos, nos ocupamos del concepto de bio- la guerrera y la económica.
por los diferentes sentidos que se pue- del marco teórico de un mismo autor. Se política “antes” de Foucault. Entre los El tercer desafío, pensar la vida más
den atribuir a cada uno de los términos ha convertido además, según Thomas autores del siglo XX, nos detuvimos, parti- allá de la biopolítica, nos condujo a abor-
que componen el concepto. Lemke, en un buzzword: un término cularmente, en la obra de Rudolf Kjellén; dar el modo en que Foucault se plantea,
Se puede entender por “vida”, en efec- atractivo, pero cada vez más impreciso. a quien, por haber sido el creador del tér- en sus últimos cursos, la relación entre
to, la simple vida biológica, el conjunto Como sucedió con la categoría de pos- mino, mucho se lo menciona, pero poco el sujeto y el lenguaje. Podríamos ha-
de procesos que aseguran el crecimiento modernidad, también el término “bio- o casi nada se lo lee. Luego, en segundo blar, en este sentido, de un retorno de la
y la reproducción, común a todos los se- política”, luego de circular por los más lugar, nos remontamos mucho más le- cuestión del sujeto, después de la biopo-
res vivientes, o la vida propiamente hu- diversos contextos y usos, corre el riesgo jos, desbordando ampliamente las fron- lítica. Pero también a partir de ella.

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