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REVOLUCIONES EN LATINOAMERICA

LOS PUEBLOS SE LEVANTAN


Después de años de trágicas
alternativas en América
Latina, los pueblos toman las
riendas del poder.

urante la década del ’40 cuando

D
Latina
la segunda guerra mundial
entraba en su fase final, América
experimento cambios políticos Pueblo Boliviano, Fidel Castro y sus soldados, Allende y su pueblo
significativos ratificando el paso de Con la unión soviética al frente…”, esto Revolucionario (MNR), el carácter no
regímenes dictatoriales a gobiernos con origino la llamada “Guerra Fría”. En este clasista del movimiento facilito su
una esencia democrática. Se produjo una contexto, años después en 1952 ramificación entre Distintos sectores de la
redefinición del conflicto internacional, Aconteció la revolución Boliviana. Este sociedad. En un comienzo la revolución
como indica Ansaldi, “oposición entre el proceso tuvo Cuatro actores principales: estuvo marcada por la hegemonía de la
bloqueo occidental, encabezado por los pobres de las ciudades, campesinos, clase obrera, se produjo la nacionalización
Estados Unidos, y el de los países de indígenas, trabajadores sindicalmente de las minas, se fundó la corporación
las llamadas democracias populares, organizados y el Movimiento Nacionalista minera de Bolivia, se desmantelo las
estructuras del antiguo ejército, y
surgieron las primeras propuestas para los Partidos Ortodoxos y Autentico, con Luego de la llamada “Doctrina de la
una reforma agraria y eliminación del sectores del ejército, con los comunistas, Seguridad Nacional”, A diferencia de cuba,
latifundismo. En la MNR había temores de sindicatos, y campesinos, como indica en chile se produjo un ascenso en 1970,
una intervención Norteamericana. La mies “Extraña combinación de de la UP (Unidad Popular) al poder por vía
táctica de estados unidos, fue sutil, apoyo movimiento social, frente popular y democrática y no por vía armada, con un
determinadas fracciones del MNR cono partido político”. Luego de la toma de fuerte apoyo del proletariado, presidida por
medidas de boicot económico, ya que poder la revolución pasó a tener un abierto Salvador Allende. La UP era una
conocían sus debilidades y carácter nacional entrando en combinación de partidos parlamentarios
contradicciones internas. contradicción con intereses económicos y de izquierda nucleados en torno al eje
Más tarde el, 1 de enero de 1959, se políticos norteamericanos. A diferencia comunista socialista.
produjo una revolución que se convirtió en con la reforma agraria boliviana, La A diferencia de la revolución cubana su
un parte aguas en la historia de América cubana, produjo mucha resistencia de programa económico dejaba afuera a una
Latina, la Revolución Cubana. La misma EEUU porque consistiría en la gran cantidad de sectores sociales
obligaría a Estados Unidos a impulsar un nacionalización de las tierras con subalternos, favoreciendo a los
proyecto de la Alianza para el progreso vinculaciones de dependencia extranjera. minoritarios grupos de trabajadores.
llamada la “revolución en libertad”, como Otras medidas tomadas fueron aplicación Al igual que en Bolivia y en Cuba, Estados
indica Ansaldi “…Como alternativa de la de castigos a los responsables de la Unidos llevaría a cabo una campaña con
revolución socialista (Cuba)”. dictadura, confiscación de bienes, el objetivo de desestabilizar el gobierno.
Fidel Castro, uno de los máximos disolución de viejo ejército y reemplazo Estos 3 alzamientos constituirían un grito
representantes del M26, impulsó la por el ejército rebelde, se establecieron los de lucha de los pueblos Latinoamericanos
constitución del Frente Obrero Nacional derechos de los trabajadores, cesaron los en oposición al imperialismo
Unido (FONU); las alianzas fueron, desalojos de los campesinos, se puso el Norteamericano.
primero dentro del propio M26; luego, con fin al juego, prostitución, contrabando y
el Directorio Estudiantil Revolucionarios y mendicidad.
.
2) la oxidación del centro de la política estadounidense en cuanto a la “amenaza del
comunismo” debido a La desaparición de la Unión Soviética en diciembre del 1991, provoco un
cambio de prioridades en el gobierno de estados unidos. Esta crisis terminal del socialismo
europeo puso fin a la etapa de la lucha amada iniciada con la victoria de la Revolución Cubana
en 1959, a partir de esto cualquier revolución posterior quedaba aislada de apoyo, tal como
indica Regalado en su texto “América entre siglos” “Una revolución triunfante no contaría
con el apoyo político, económico y militar externo imprescindible para sobrevivir el
cerco y la agresión imperialista”1.
En el contexto de este mundo unipolar, el imperialismo norteamericano intentó implantar en
Latinoamérica un modelo de democracia neoliberal, sin necesidad de recurrir a métodos de
injerencia o intervención (como golpes de estado, fraudes, dictaduras militares, entre otros) que
habían logrado un desdén inmensurable en la población estadounidense y mundial. Según
regalado “la idea era ceñirle al estado latinoamericano y caribeño u na camisa de fuerza,
de manera que la dominación imperialista no dependiera principalmente de sus acciones
para evitar, por medios violentos o “pacíficos” el acceso al gobierno de fuerzas políticas
locales que no fuesen de su absoluta confianza […] siempre que todas y cada una de
ellas se comprometieran a respetar las “reglas de juego”, en particular, las reglas de la
transferencia de riqueza al capital financiero transnacional…”2.
La organización de los estados americanos (OEA) fue una de las piezas fundamentales para
intentar llevar a cabo esta política, buscando dotar a esta de facultades para monitorear el
funcionamiento democrático de los países de la región y adoptar medidas punitivas en los
casos en que lo considere, como indica Regalado “en 1993, esa organización se atribuyó
mayores facultades en la “promoción y defensa de la democracia representativa […]
orientada a convertirla en un mecanismo intervencionista directo”3.
Otro intento de estructuración del sistema de dominación continental fue el ALCA (Área de
libre comercio de las Américas), que intentó la expansión del tratado de libre comercio de
américa del note al resto de los estados del continente americano excluyendo a Cuba, con el
motivo de aumentar la injerencia política y económica en Sudamérica.
Este nuevo sistema de dominación basado en la integración transnacional tiene como objetivo
imponer las condiciones políticas, económicas y sociales que garanticen la máxima
transferencia de riqueza de américa latina a los centros de poder imperialista, el resultado de
esto es el agravamiento de la crisis del capitalismo latinoamericano, que intensifica y amplía las
contradicciones sociales. Este capitalismo argumentaba que la reestructuración neoliberal era

1
Regalado, R. (2017). América Latina en el Nuevo Orden Mundial. In: R. Regalado,
ed., América Latina entre siglos, 2° ed. p.176.
2
Ib. p.202.
3
Ib. p.183.
imprescindible para saldar deudas anteriores en la redistribución de la riqueza, y que la
concentración de la misma se había convertido en una condición necesaria, ya era imposible
sustituir al capitalismo por una sociedad superior, e incluso mantener un esquema económico
que no estuviese determinado por la desigualdad. El neoliberalismo, tal y como indica Serrano
Mansilla, llevaría a cabo un proceso de privatizaciones de sectores económicos muy estables y
estigmatización de lo público, para así, finalmente crear una aceptación popular que permitiera
privatizarlo, y tal como indica en su texto “Este proceso de privatización condujo en
realidad al vaciamiento de los sectores estratégicos en la mayoría de países de américa
latina que comenzaban a transitar por la larga noche neoliberal.”4 Esta afirmación se
relaciona con los cuatro pilares del Neoliberalismo propuestos por Linera, los cuales son
“fragmentación de los sectores laborales y de trabajadores, de sus organizaciones;
privatización de los recursos públicos, empequeñecimiento del estado, y de exportación
o anulación de la verdadera participación de la gente en la toma de decisiones”5.
La transferencia al exterior de la mayor cantidad de riqueza posible, con independencia de sus
costos económicos, políticos y sociales destruye la estructura social y el sistema sobre la cual
se asentaron los equilibrios mantenidos por las repúblicas latinoamericanas. El fracaso de la
reestructuración del sistema de dominación continental es el resultado de un incremento de la
resistencia y lucha popular en américa latina.
Un ejemplo claro de este contexto es el caso de Venezuela; en el año 1989 ocurrió el caracazo,
un levantamiento popular en respuesta a medidas aplicadas por el gobierno por presión del
FMI, fue brutalmente reprimido pero marco el inicio de inestabilidad. Al finalizar el mandato de
Rafael Caldera (1993-1999), Venezuela se encontraba en una situación de crisis económica,
social y política, con un sistema de partidos totalmente desacreditado y una ciudadanía sumida
en el hartazgo; Chávez aprovecha y toma el poder en 1992, y gana las elecciones en 1998
fortaleciendo los derechos y la participación popular y ampliando el control estatal de la
economía.
Empresarios y otros sectores contrarios, incluyendo parte del ejército y con el aval de estados
unidos impusieron un golpe de estado en abril del 2002, el cual dura poco.
Para destituir a Chávez estados unidos ha ejercido y ejerce presiones sobre otros gobiernos
para que no negocien ni apoyen al venezolano, Según Ansaldi, “El principal problema entre

4
Serrano Mansilla, A. El pensamiento económico de Hugo Chávez. Ed. Ediciones del CCC.
Buenos Aires. 2015.
5
Linera Garcia, Á. (2017). Los movimientos sociales, el Neoliberalismo y el Socialismo del siglo
XXI. p.80.
el chavismo y el “imperio” deriva de la riqueza petrolífera de Venezuela – país proveedor
de Estados Unidos, un dato no menor- un campo estratégico a nivel mundial…”6.
En Bolivia tras una época marcada por una crisis política, económica y social, como indica
Ansaldi “En Bolivia, como se ha dicho, el colapso estuvo dado por el fracaso militar en la
gestión económica y política y por su estrecha vinculación con el narcotráfico.”7, Se
encuentra otro ejemplo importante sobre el contexto estudiado; en diciembre del año 2005, Evo
Morales fue electo presidente de Bolivia, a pesar de la intromisión del imperialismo
norteamericano para evitarlo. Bolivia se encontraba en una crisis desatada en octubre del
2003, momento en el cual fue derrocado el presidente Lozada. Morales llevo a cabo las
demandas del movimiento popular; la nacionalización de los hidrocarburos y la elección de una
asamblea constituyente. A la par de esto también tuvo que cargar la tarea de derrotar la
campaña de desestabilización con la que el imperialismo intentaba debilitarlo.

3) George Sorel plantea la idea de que la burguesía ha utilizado la violencia para imponer la
organización de un orden social en el cual gobernar desde los comienzos de la modernidad,
esto se ve reflejado en las políticas llevadas a cabo por Estados Unidos en Latinoamérica
durante las décadas del 60’, 70’ y principios de los 80’, afirmando como indica Waldo Ansaldi “
… En las décadas de 1960 y 1970, la acción política se valió tanto de la guerra como de la
lógica de la política, articulando así un tipo de acción que a falta de otro concepto
denominamos violencia política. En esas dos décadas, América Latina vivió un momento
muy importante aunque no original –pues ya lo habían experimentado estados europeos-
, en el cual los estados terroristas de seguridad nacional […] utilizaron la violencia
ilegítima e ilegal.”8.
Siguiendo los escritos de Daniel Firstein, coordinador del libro “Terrorismo de estado y
genocidio en américa latina”, Latinoamérica, durante la segunda mitad del siglo XX (década del
60), experimento las políticas inscriptas en el marco de la “Doctrina de la seguridad nacional”
llevada a cabo principalmente por los Estados Unidos, en la cual, se sobredimensionaba la idea
de “Guerra contra el comunismo”, adjudicando que “La región latinoamericana era uno de

6
Ansaldi, W. y Giordano, V. ed., (2012). El orden en sociedades en procesos de
reestructuración. In: América Latina, la construcción del orden: de las sociedades de masas a
las sociedades en proceso de reestructuración, 1st ed. Buenos Aires: Paidos, p.591.
7
Ib. p.529.
8
Ansaldi, W. y Giordano, V. (2012). El orden en sociedades de violencia. In: A. Waldo and G.
Verónica, ed., América Latina, la construcción del orden: de las sociedades de masas a las
sociedades en proceso de reestructuración., 1st ed. Buenos Aires: Paidos, p.292.
los ámbitos privilegiados de la lucha contra el comunismo”9. Esta excusa valió para
intervenir de una manera politica-economica en los países latinoamericanos.
Dicha doctrina surgió en el contexto del conflicto entre EE-UU (Estados Unidos) y la URSS
(Unión Soviética) denominado “Guerra Fría” y fue fuertemente influenciada por los aprendizajes
obtenidos de las potencias occidentales sobre las luchas contrainsurgentes, según Firstein
particularmente la “Escuela Francesa” de Argelia e Indochina y A su vez de las enseñanzas
apropiadas por los Estadounidenses durante la guerra de Vietnam. Estos conocimientos
aprehendidos fueron reproducidos en Latinoamérica, Según Firstein, “A través de numerosos
ámbitos de entrenamiento militar e ideológico, entre los cuales el más conocido fue la
Escuela de las Américas, En Panamá”10, expandiendo así, un nuevo enfoque
estadounidense sobe el conflicto en Latinoamérica. No solo utilizando el lema “Guerra contra el
comunismo”, sino también “Guerra contrainsurgente”, “Guerra Sucia”, “Guerra Antisubversiva”,
considerando enemigo no solo a los movimientos revolucionarios, sino “a todo movimiento
populista, religioso o indígena que tuviera como objetivo una transformación igualitaria
del orden social”11.
De esta manera se constituyó un “Marco de justificación de la transformación de las
fuerzas armadas latinoamericanas en verdaderos ejércitos de ocupación de sus propios
territorios y sociedades”12 utilizando a su conveniencia una constante violencia física y
psicológica que se vio reflejada en los campos de concentración; el exhaustivo uso de la
tortura; asesinatos sistemáticos de grupos de población y la violación de mujeres como arma
de destrucción psíquica y física, tal y como indica, el autor Brieger pedro “…El imperialismo
no renuncia a ningún pedazo de tierra del continente y está dispuesto a todo para
recobrarlo. La financiación de golpes de estado, el asesinato de líderes políticos,
sindicales, incluso presidentes, la utilización de las armas bacteriológicas, el bloqueo
económico y por qué no, las invasiones directas si es necesario.”13.
Esta institucionalización del terror fue articulada a través de regímenes militares que operaban
en conjunción con las propias fuerzas armadas de cada uno de los países Latinoamericanos.
Estas operaciones también se dieron en un ámbito de cooperación entre las fuerzas militares
del Cono sur, un ejemplo de esto fue el llamado “Plan Cóndor” (1974 – 1975) que articuló

9
Daniel, F. (2009). Guerra, genocidio, violencia política y sistema concentracionario en América
Latina. In: D. Firstein, ed., Terrorismo de estado y genocidio en América Latina, 1st ed. Buenos
Aires, p.9.
10
Ib. p.9.
11
Daniel, F. (2009). Guerra, genocidio, violencia política y sistema concentracionario en
América Latina. In: D. Firstein, ed., Terrorismo de estado y genocidio en América Latina, 1st ed.
Buenos Aires, p.12
12
Ib. p.9.
13
Brieger, P. (2017). La democracia en la revolución. In: P. Brieger, ed., ¿A dónde va
Nicaragua? Buenos Aires. p.124.
distintas dictaduras como las de, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay,
articulando así, según el autor Waldo Ansaldi “…Intercambio de prisioneros, transferencia
de información de inteligencia y la colaboración de acciones represivas en cada uno de
dichos territorios incluyendo acciones conjuntas.”
De esta manera el territorio de Latinoamérica fue víctima de un “Aniquilamiento sistemático
de poblaciones”14, que tuvo como antecedentes la destitución de Jacobo Arbenz en
Guatemala en 1954; la asunción de Alfredo Stroessner en Paraguay durante el mismo año, La
dictadura de Duvalier en Haití en 1957 y las consecuencias de la revolución cubana en 1959.
Las consecuencias directas de este accionar se vieron reflejadas en distintos casos, siguiendo
la idea de Firstein, en américa latina, hubo distintas situaciones resultantes; Países en los que
movimientos guerrilleros habían logrado establecer una guerra civil contra los regímenes
(Colombia, El Salvador o Nicaragua); Donde apenas existían grupos de oposición, y no tenían
capacidad para sobrellevar una guerra civil (Guatemala o Perú); y aquellos que no poseían
siquiera ejércitos profesionalizados insurgentes (Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay o Uruguay,
entre otros), donde el autor afirma que “el concepto de guerra era exageradamente
forzado”15
Un ejemplo claro de estas políticas fue la implementada por Estados Unidos en Nicaragua
luego de que la revolución Sandinista derrocara a la dictadura de Somoza en el año 1979, la
cual buscaría, como indica Brieger “Un somocismo sin Somoza. De esta manera se
buscaba frenar los movimientos que combatían y movilizaban amplias capas
populares…”16.
El gobierno estadounidense plantea que la revolución nicaragüense debe volver a su proyecto
original democrático, debe volver la democracia y la libertad, no el totalitarismo. Para este afán
se fortalecen las fuerzas militares de los países centroamericanos y comienzan a apoyar militar
y económicamente a los grupos contrarrevolucionarios.
Debido a las secuelas dejadas por la guerra de Vietnam, el caso “Watergate”, y las políticas
coercitivas hacia algunos países latinoamericanos, el pueblo estadounidense sufrió un
descreimiento en las políticas de su gobierno, debido a esto, los altos mandos buscarían
elaborar una nueva política que “…Sin desechar la invasión directa pudiera derrocar al
gobierno sandinista surgido en 1979.”17 Debido a esto plantearon la llamada “Guerra de baja
intensidad” cuyo objetivo fue desgastar la revolución desde todos los puntos posibles, a través

14
Daniel, F. (2009). Guerra, genocidio, violencia política y sistema concentracionario en
América Latina. In: D. Firstein, ed., Terrorismo de estado y genocidio en América Latina, 1st ed.
Buenos Aires, p.12
15
Ib. p.12.
16
Brieger, P. (2017). La democracia en la revolución. In: P. Brieger, ed., ¿A dónde va
Nicaragua? Buenos Aires. p.127.
17
Ib. p.129.
de bloqueos económicos, reforzando el armamento de los países vecinos, acrecentar las
tensiones sociales internas, y financiando a los ex guardias somocistas integrándolos a un
movimiento, con el objetivo de erradicar al gobierno Sandinista, que se denominarían
“Contras”. Estas acciones llevarían (Según Estados Unidos) a erradicar la revolución sin
necesidad de invadir directamente. Este intento por parte de Estados Unidos no daría sus
frutos, como afirma Brieger “… La derrota de los “contras” es doble. Nunca lograron
victorias militares de importancia […] Tampoco lograron estructurar un frente interno a
pesar de contar con sectores de la oposición que los apoyaroAbiertamente, incluido uno
de los tres matutinos que aparecen en Nicaragua –La Prensa-, políticos de importancia y
el apoyo crucial de Estados Unidos.”18
En febrero de 1990 se llevarían a cabo elecciones en Nicaragua, y la Revolución Popular
Sandinista sufriría una derrota electoral, cuyo resultado fue, según Roberto Regalado “De la
política de doble carril ejecutada por la administración Reagan, la presión ejercida desde
1985 por el gobierno de Gorbachov para que aceptase una -Solución negociada- a
cualquier precio y los errores del propio FSLN…”19.

18
Ib. p.134.
19
Regalado, R. (2006). América Latina en el Nuevo Orden Mundial. In: R. Regalado, ed.,
América Latina entre siglos, 2nd ed. p.170.

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