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“Importancia de la economía”

Curiosamente, a pesar de que pudiera parecer lo contrario, la econo-


mía tiene consideración muy relativa en la vida de las personas. Para
la mayoría de la gente, la economía se reduce a muy pocas cuestiones,
en particular a todo lo que se refiere a su trabajo o empleo, a la propia
manutención y a la de la familia, a lo que se puede ahorrar a través del
trabajo, y no muchas cosas más.

Este desinterés generalizado existente por cuestiones económicas,


proviene de muy diversas fuentes, que de todas ellas la más impor-
tante, a mi juicio, es la debida al prejuicio que la mayoría de los indivi-
duos comunes tienen sobre la economía.

Esto creo, obedece a patrones subjetivos, ya que desde la escuela primaria,


secundaria hasta la Universidad, por lo general, las materias económicas tie-
nen por parte de los profesores, un tratamiento muy deficiente; además, la
poca gente que estudió economía, tiene una visión de esta materia, que se
arrastra desde la década de los setenta del siglo veinte, con su profunda profu-
sión de ecuaciones diferenciales, cálculos, curvas y matrices, que les daría un
doble motivo a la mayoría de las personas, para considerar a la economía
como una especie de ciencia oculta; indescifrable, o como mucha gente me
dice, creyéndolo, una ciencia atinente únicamente al campo de los contadores.
Esta frecuente confusión de las personas comunes entre los contadores y los
economistas, por lo cual cree que son la misma cosa, hace, a las claras, a la
honda confusión existente en torno a la economía, y por lo tanto, al consi-
guiente desinterés, indiferencia e incluso, hostilidad, que la gente común y
corriente siente por ella.

Sin embargo, según explicaron los autores de la escuela austriaca economía,


en especial Ludwig von Mises, la economía no es ninguna otra cosa, que la
ciencia de la acción humana. Es tan simple como decir que economizar es
actuar, elegir, optar, por diferentes cursos de acción. Con éste enfoque aus-
triaco de la economía, la situación cambia abismalmente y se advierte, tanto la
importancia de esta disciplina como que no se trata de ninguna otra cosa que
del propio actuar humano.

En este sentido amplio de la ciencia económica, podemos advertir que esto, no


es nada mas que lo que los seres humanos hacemos cotidianamente. Desde
los actos más triviales y aparentemente insignificantes, hasta los más comple-
jos, donde se encuentran involucradas transacciones por sumas siderales.
Desde comprar una golosina en un quiosco; hasta invertir millones de dólares
en la construcción de una empresa, o una industria, ya sea siderúrgica o una
planta atómica, todos, absolutamente todos los actos de los seres humanos
son actos económicos.
Esto, naturalmente; resultará sumamente extraño a la mayoría de las perso-
nas, las que como, ya hemos explicado anteriormente, no están muy familiari-
zadas con los conceptos básicos de la economía, apenas tienen algunas ideas
erróneas, las que lamentablemente fueron inculcadas en las escuelas, y que se
hallaron profundizadas en el error si es que tales personas tuvieron acceso a la
universidad pública e incluso, a las actuales universidades privadas, que en su
mayoría propagan los mismos errores económicos que solo contribuyen a con-
fundir a la gente más de lo que ya la gente está confundida.

Pero, aunque la mayoría de las personas no tenía idea de ello; y sigue sin
tenerla, existe otra economía; la economía real, la verdadera, la de la acción
humana, lo que no es por cierto, un descubrimiento nada nuevo, sino que data
del año 1871, donde en Viena, Austria, un grupo de estudiosos se lanzó a la
investigación de lo que más tarde sería denominada la Escuela Marginalista de
la Economía o como también se la llama, la Escuela Austriaca de la Economía.

En rigor; deberíamos ser más claros y decir que lo que la gente normalmente
conoce como economía es –en realidad-, una pequeña parte de una ciencia
mucho más general que recibe el nombre de Praxeología, a pesar de lo dificul-
toso que pudiera parecer el término, el mismo no significa otra cosa, traducido
del griego, que lo que venimos explicando arriba, Praxeología es el nombre que
Mises le dio a la ciencia de la acción humana. A los actos estrictamente econó-
micos, –los que se tienen por tales en el conocimiento vulgar– como comprar y
vender, en realidad, reciben el nombre de actos catalácticos. El resto de los
actos, de todos los actos humanos, son Praxeología pura, y son estudiados por
esta ciencia.

En lo político, el acto de votar es un acción de naturaleza praxeológica, aunque


claramente sea una redundancia formularlo de esta manera, porque como bien
decía Mises, toda acción, por su propia naturaleza es praxeológica. Hablar de
una acción praxeológica no es ninguna otra cosa que una tautología.

De modo tal, que hay una continua y permanente interacción entre las accio-
nes catalácticas y praxeológicas. Cuando decimos acciones: naturalmente,
estamos aludiendo a decisiones, ya que toda acción, está precedida de una
decisión, y esto lo aclaramos porque hay “acciones” a las que incorrectamente
le damos ese nombre, cuando no son más que reacciones conforme explica la
Praxeología de Mises, la acción siempre es deliberada y todo acto que no
resulte de una previa deliberación no deberá reputarse acción, sino que será
una mera reacción.
Las decisiones que las personas adoptan permanentemente están todas vincu-
ladas entre sí, no hay compartimientos estancos en el marco de la acción. Por
ejemplo; habitualmente la gente cree que el acto de votar es solamente adop-
tar decisiones en materia política, esto es un error porque las personas a las
que se están votando, en el caso de ser electas, asumirán cargos directivos y
tomarán decisiones con respecto a los asuntos económicos del país, es decir,
que afectarán a la gente que conforma ese país. Entonces, vemos con claridad,
el error generalizado de creer que al votar, sólo se están adoptando decisiones
políticas. Por el contrario, se están tomando decisiones de un doble carácter,
es decir, tanto políticas como económicas.

Desde otro ángulo, cuando realizamos transacciones comerciales, y en un


marco de una economía con una fuerte intervención estatal como la gran
mayoría de las economías contemporáneas, también nos encontramos abra-
zando decisiones de tipo político, aunque creamos que únicamente son de
naturaleza económica. Pongamos un ejemplo; sabemos que la mayoría de los
artículos que consumimos están gravados con impuestos y, más que la mayo-
ría, podríamos decir que todos los artículos que compramos están afectados
por diferentes tipos de impuestos y en diferentes proporciones.

Al consumir unos artículos y descartar otros, abonamos unos impuestos y


dejamos de abonar otros. Si retenemos la idea cierta que todo impuesto tiene
como destino final las arcas del estado, o mejor dicho, del gobierno de turno,
el ejemplo permite visualizar con claridad, que lo que creíamos un acto mera-
mente económico, no deja de ser económico sin duda, pero también tiene con-
secuencias en lo político. Claro que, en los consumos pequeños esta incidencia
puede parecer mínima, vista desde lo exclusivamente particular. Esto en lo
individual; pero si se generaliza hasta los millones de personas que consumen
en un país en forma diaria; podemos comprender la magnitud de los enormes
ingresos que genera en materia de impuestos como renta, cualquier gobierno,
recordando que prácticamente todos los artículos de consumo están gravados
por algún impuesto; el más popular y más conocido, pero no el único, es el
famoso IVA.

Para la gran mayoría las personas; como decíamos al principio, la economía no


tiene ninguna importancia ni ninguna trascendencia y la consideran una mera
disciplina ajena a sus inquietudes personales de sus problemas particulares,
mayormente no tienen conciencia de la forma que través de sus acciones; es
decir, elecciones económicas, afectan al mundo político, y más concretamente,
a los políticos que detentan el gobierno de turno, para los cuales los ingentes
recursos económicos son, por sobre todas las cosas, el objetivo prioritario que
tienen in mente, y por el cual –normalmente– se movilizan, más en un con-
texto como el nuestro. Estas conclusiones son de profundo interés, sobre todo
para el caso argentino, pero tienen validez universal, y no deberán considerár-
selas únicamente para aquel caso. Al lector interesado que desee profundizar
en éstos temas, podrá hallar un mayor desarrollo sobre los mismos en mi libro
La democracia, de reciente aparición y que en una nota de pie de página indico
donde puede ser adquirido.
“La importancia de la economía en la actualidad”
La economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación
entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos y se encuentra
presente en los actos económicos que realizamos las personas cotidianamente.

La economía se encarga de los medios materiales que crean un bien o servicio


y que hacen posible la satisfacción de nosotros las personas, y esta la
practicamos a diario en nuestra vida cotidiana, pues desde que vamos a la
tienda a comprar el mandado, a traer las tortillas, a comprar un pantalón, una
playera o simplemente cuando le ponemos gasolina al coche para ir al trabajo
en estos momentos ya se está haciendo presente esta. Su estudio se divide en
dos campos que son:

La microeconomía, que es la que explica como la oferta y demanda en


mercados competitivos determina los precios de cada bien. Aquí es donde las
personas gastan su dinero para obtener el producto y con esto su satisfacción.

Y el otro que es la macroeconomía, la cual comprende los problemas relativos


al nivel de empleo y al índice de ingresos o renta de un país (nivel de renta
nacional, el consumo, el ahorro, la inversión, la inflación, el tipo de cambio,
etc.).

En lo personal el tema de la economía es un tema muy extenso e interesante


pues como pudimos ver es algo con lo que convivimos a diario y por esto es de
suma importancia que nosotros como personas estemos al tanto de este tipo
de información la cual en un futuro nos pudiera ser de suma importancia pues
el buen uso de nuestros ingresos nos lleva a tener mayores ahorros y con esto
vivir mejor y hacernos la vida un poquito menos complicada.

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