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Las crisis estructurales en la dinámica histórica del cambio social

García Casanova José Antonio

Sesión 15/12/2017

Duménil inicia haciendo una reflexión de los resultados de insostenibilidad del


capitalismo neoliberal y se cuestiona ¿A dónde va pues, el capitalismo? Define al
neoliberalismo como un conjunto de prácticas violentas contra la sociedad y que
pese que han surgido ciertas resistencias, hasta la mitad de la década de los 2000
este neoliberalismo se caracterizó por cumplir sus objetivos: 1) concentración de
riqueza mundial y 2) la consolidación de le hegemonía de los EEUU. Hace un
calendario de la más reciente crisis para concluir que la salida de esta no va a ser
sencilla o rápida y que una nueva configuración mundial se está formando, pues
ante estos acontecimientos se le presenta a la izquierda una ventana de oportunidad
para actuar, pero el tiempo pasa y estas transformaciones son tímidas en los EEUU,
en Europa se encalla en su derechismo.

Duménil nos presenta tres grandes constataciones a tener en cuenta, antes de


sacar conclusiones referentes a la crisis actual.

La primera constatación es que esta crisis no es la primera, es una de cuatro crisis


que han surgido entre los siglos XIX, XX y XXI. Duménil menciona que la crisis de
finales de XIX y la crisis de los 70’s son crisis de rentabilidad, mientras que la crisis
del 29 y la actual son consecuencia de los acelerones descontrolados por la
búsqueda de altos ingresos. Para Duménil estas crisis son estructurales y afectan
a la mayoría de los países capitalistas desarrollado. A finales del siglo XIX la
rentabilidad del capital caía, las empresas se organizan para volverse trusts y
cárteles, el paro estalla. Para inicios del siglo XX el capitalismo estadounidense
sufre de una reestructuración que origina tres revoluciones: revolución de la
“sociedad por acciones”; revolución financiera y; revolución del gestionariado. Pese
al moderado incremento de la rentabilidad del capital, en 1929 la economía
estadounidense entra en crisis, la cual solo logra superarse con un New Deal y la
segunda guerra mundial, sin embargo, el capitalismo se transforma. Pasan más de
treinta años y las transformaciones que se habían iniciado a inicios del siglo XX
alcanzan plenamente la esfera económica. Aun cuando se implementaros políticas,
traspasos de ingresos por inflación y un apoyo fiscal, la rentabilidad del capital cae
desde inicios de los 60’s, tendencia que continuara a lo largo de los 70’s, la
acumulación disminuye y el azota nuevamente un gran desempleo. Esta crisis da
paso al neoliberalismo, reorientando toda la economía en favor de altos ingresos.
Se generan nuevas condiciones para propiciar altos beneficios, sin embargo, estos
son absorbidos por los altos salarios (e.g. directivos), intereses y dividendos. “La
crisis que surge en el año 2000 procede del encuentro de este acelerón, más
agudizado en Estados Unidos debido a la desregulación, y la trayectoria de
desequilibrio económico insostenible” [Duménil, 2011:2]. Entonces de estas dos
clases de crisis, la primera y tercera responden a la tendencia descendiente de la
tasa de ganancia, mientras que las otras dos “remiten a las conflagraciones que
Marx evoca en El Manifiesto” [Duménil, 2011: 3].

La segunda constatación hace alusión a las configuraciones que se presentan entre


cada crisis. Entre las cuatro crisis se presentan tres espacios para ordenes sociales
diferentes. Tenemos pues que la primera fase se extiende de 1890 a 1929,
superada esta crisis EEUU emprendió, un avance hacia las tres revoluciones que
ya hemos mencionado, estas revoluciones dieron paso a un capitalismo moderno.
“Se van ensanchando las filas de las nuevas clases asalariadas de cuadros y de
empleado abriendo un amplio abanico de funciones y de ingresos. La gestión directa
de las empresas pasa a manos de los cuadros. El dominio de las clases capitalistas
debe acomodarse al compromiso con estas capas tradicionales o nuevas” [Duménil,
fecha: 3] Sin embargo el capitalismo sigue manteniendo las riendas, estableciendo
dos hegemónicas: la financiera y la internacional. El New Deal inicia el segundo
periodo, el cual concluye a finales de los 70’s. Este New Deal se presenta porque la
crisis de 1929 desestabilizo la hegemonía financiera (aunque no la internacional), el
capitalismo perdió poder, la ideología de una organización por parte del Estado tomo
más fuerza y no es hasta el término de la segunda guerra mundial que se hace
presente la revolución keynesiana, este nuevo orden social centro un compromiso
con las clases populares por lo que las ventajas de los capitalistas sufren una
disminución. La última fase es el neoliberalismo el cual surge por las mismas
contradicciones creadas en la década de los 70’s, en este periodo se impone una
nueva hegemonía financiera que termina deshaciendo todo avance que se había
logrado en la fase anterior, alienando a los cuadros a estrategias neoliberales.

Por último, la tercera constatación, es cuando dada las crisis se ponen de manifiesto
los sobresaltos más profundos. “Las trayectorias del cambio histórico se determinan
en el encuentro de estas dinámicas subyacentes y de las luchas sociales” [Duménil,
2011: 4]. A finales del siglo XIX el movimiento obrero estuvo fuertemente presente,
inclusive se había formado la Socialist Party of America como muestra de ello. Sin
embargo, a inicios del siglo XXI las huelgas habían sido fuertemente reprimidas
principalmente durante la Primer Guerra mundial. Después de la crisis del 29 las
clases capitalistas se emplearon en realizar las tres transformaciones que hemos
mencionado, transformaciones que le permitieron superar las tenciones por el
momento. Durante este periodo se vieron dos variantes de fenómenos relacionados:
por una parte, el movimiento leninista y por el otro, la tempestad de la depresión
que alejo a los capitalistas del timón de la economía, de esto surgen las diversas
variantes de los socialdemócratas. De esto proyectos históricos se encontraban: la
revuelta de las clases explotadas y el gran proyecto organizador de los cuadros
inherente de su naturaleza de clase. Se abrió paso a un compromiso de izquierda
de posguerra el cual fue eliminado con la entrada del neoliberalismo.

Duménil cubriendo estas tres constataciones regresa a la crisis actual. Donde el


nuevo orden prevalece y hay una constante tensiones internas en las clases
dominantes. Las crisis no frenan la historia, al contrario, la aceleran. En esta última
crisis actual y las crisis finales del siglo XIX nos deja algunas buenas enseñanzas.
La crisis del siglo antepasado no desestabilizar a la economía. La crisis de los años
70’s dio a las clases capitalista la oportunidad de promover un proceso de
globalización, esto freno el progreso social que las luchas sociales habían logrado.
Desde el punto de vista de las casas, la crisis del 29 es la que más se parece a la
actual, la crisis del 29 acelero la marcha a las transformaciones iniciales que
permitió dar a luz a una cuarta, la revolución keynesiana. En el neoliberalismo un
aspecto retrogrado hacía el interés exclusivo de las clases capitalistas. Frente a los
excesos que de estos resultan, se nos habla a menudo de la necesidad de una
recuperación del control, de la fijación de nuevas reglas. Se trata de rectificar un
itinerario. Es un hecho que las clases capitalistas van a sufrir un retroceso, aunque
no sabemos si para bien o para mal. En ausencia de una lucha social vigorosa, hay
poca posibilidad de desequilibrios que inicie la izquierda.

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