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SUELO
SUELO
Los autores denominan indistintamente materia orgánica (Navarro et al., 1995) o humus
(Gros y Domínguez, 1992) a la parte orgánica que cumple un papel esencial en el suelo. No
existe una definición de humus con la que todos los especialistas estén de acuerdo; pero, en
general, el término humus designa a las “sustancias orgánicas variadas, de color pardo y
negruzco, que resultan de la descomposición de materias orgánicas de origen exclusivamente
vegetal”.
La catalasa es una enzima que se encuentra en las células de los tejidos animales y vegetales.
La función de esta enzima en los tejidos es necesaria porque durante el metabolismo celular,
se forma una molécula tóxica que es el peróxido de hidrógeno, H2O2 (agua oxigenada). La
reacción de la catalasa sobre el H2O2, es la siguiente:
El carbonato de calcio es uno de los componentes de los suelos, cuando reacciona con el
ácido acético se produce una reacción química con desprendimiento de dióxido de carbono
gaseoso a través de la siguiente reacción:
Para la realización de nuestra práctica se tomó dos muestras de suelo donde a una de ellas se
le agregó vinagre hasta cubrir por completo la muestra, mientras que la otra se le agregó
cierta cantidad de cal y vinagre donde pudimos determinar una presencia de carbonato
cálcico, ya que se observó una leve efervescencia (lo que indica que hay presencia, pero en
pequeñas cantidades).
ANALISIS DE LA POROSIDAD
(Donoso, 1992). Define la porosidad como el espacio de suelo que no está ocupado por
sólidos y se expresa en porcentajes. Se define también como la porción de suelo que está
ocupada por aire y/o por agua. En suelos secos los poros estarán ocupados por aire y en suelos
inundados, por agua. Los factores que la determinan son principalmente la textura, estructura
y la cantidad de materia orgánica (Donoso, 1992).
Los poros que constituyen el espacio poroso del suelo se encuentran en un rango continuo de
tamaño, sin embargo, se dividen usualmente en dos tipos: los macroporos y los microporos
o poros capilares. La tasa de movimiento del agua y del aire a través del suelo es determinada,
en gran medida, por el tamaño de los poros. Los macroporos facilitan una rápida percolación
del agua y el movimiento del aire, en tanto que los microporos dificultan el movimiento del
aire y retienen gran cantidad de agua por capilaridad; por consiguiente, los microporos son
muy importantes en lo que se refiere a la retención del agua en el suelo, y los macroporos
son de gran valor en lo que se refiere a la aireación v al drenaje interno del suelo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Butcher SJ, Grimes JM, Makeyev EV, Bamford D, Stuart DI (2001) Nature 410:235–240