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Unidad 7

El contrato administrativo es todo acuerdo celebrado por el Estado con terceros sobre una
declaración de voluntad común destinada a reglar sus derechos.

Objeto de los contratos: El objeto que debe perseguir el contrato estatal es obtener bienes,
servicios y obras determinadas, con el menor costo y la mayor calidad posible. El objeto debe
ser: a) posible en términos físicos y jurídicos; y b) determinado.

Procedimiento de selección: El decreto 1023/01 dice que la selección del contratista debe
hacerse por regla general mediante licitación pública o concurso público y, en los casos de
excepción, por los trámites de: a) subasta pública; b) licitación o concurso abreviado o privado;
y c) contratación directa.

¿Cuál es la diferencia entre la licitación y el concurso? En el primer caso, el criterio de selección


es básicamente el factor económico; y, en el segundo, la capacidad técnica, científica o artística
de los contratantes. Los procedimientos de licitación pública o concurso público, se podrán
aplicar válidamente a cualquiera fuere el monto presunto del contrato y estarán dirigidos a una
cantidad indeterminada de posibles oferentes. Deberá aplicarse el procedimiento que mejor
contribuya al logro del objeto, y el que por su economicidad, eficiencia y eficacia en la aplicación
de los recursos públicos sea más apropiado para los intereses públicos.

Los contratos de compras (bienes) y servicios (contrataciones) administrativos son regulados por
el decreto 1030/16.

El origen de la licitación es la necesidad, el motivo, el porqué del contratar. El proceso comienza


por el “área requirente”, la cual detalla lo que necesita y realiza un estimativo de lo que puede
llegar a salir en base a el estudio del mercado en relación con la partida presupuestaria asignada
a la cartera. El área requirente, le pregunta al área de presupuesto si hay capital suficiente. Si
esta da el okey, el expediente avanza hasta la Oficina de Contrataciones, creada por el 1030/16,
que es el organismo rector para todas las compras y contrataciones. Esta establece el pliego de
bases y condiciones generales, fija las clausulas exorbitantes, va a dar definiciones generales y
esta será, además, la encargada de proyectar el borrador del acto administrativo.

Los pliegos de bases y condiciones particulares serán elaborados para cada procedimiento de
selección, por las respectivas unidades operativas de contrataciones de las jurisdicciones y
entidades contratantes, sobre la base de los pedidos efectuados por las unidades requirentes, y
deberán ser aprobados por la autoridad que fuera. Deberán contener las especificaciones
técnicas, las cláusulas particulares y los requisitos mínimos que indicará el Pliego Único de Bases
y Condiciones Generales. Las especificaciones técnicas de los pliegos de bases y condiciones
particulares deberán elaborarse de manera tal que permitan el acceso al procedimiento de
selección en condiciones de igualdad de los oferentes. Deberán consignar en forma clara y
precisa:
a) Las cantidades y características de los bienes o servicios a los que se refiera la prestación.
b) Si los elementos deben ser nuevos, usados, reacondicionados o reciclados.
c) Las tolerancias aceptables.
d) La calidad exigida y, en su caso, las normas de calidad y criterios de sustentabilidad que
deberán cumplir los bienes o servicios o satisfacer los proveedores.

Después, el borrador pasa a la Oficina de Asuntos Jurídicos de la Secretaria Legal y Técnica de la


Presidencia de la Nación, la cual realiza el control de legalidad pertinente, pero sin meterse en
la oportunidad, merito o conveniencia. Luego del dictamen no vinculante que realiza la oficina,

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el borrador ira a la autoridad para que de conformidad al primer acto administrativo que llamara
a los oferentes y que aprobara los pliegos. Acá nace el AA1.

El AA1 debe ser publicado en un portal de licitaciones estatales para que se enteren los
oferentes. Luego de la publicación, se fija fecha y horario para ofertar. En las licitaciones o
concursos nacionales solo se podrán presentar como oferentes quienes tengan domicilio en el
país o la sede principal de sus negocios se encuentre en el país, o tengan sucursal en el país,
debidamente registrada en los organismos habilitados a tal efecto.

Las ofertas se deberán presentar en el lugar y hasta el día y hora que determine la jurisdicción o
entidad contratante en la convocatoria. La presentación de la oferta significará de parte del
oferente el pleno conocimiento y aceptación de las normas y cláusulas que rijan el
procedimiento de selección al que se presente. Las ofertas deberán cumplir con los requisitos
que establezca el Pliego Único de Bases y Condiciones Generales y los del pliego de bases y
condiciones particulares. Por medio de los tramites a distancia, los oferentes suben sus
respectivas ofertas, y, a su vez, los oferentes deberán garantizar la licitación por 60 días. El
porcentaje que deben garantizar es el 5% del monto de lo que cada uno oferto. A esto se lo
llama mantenimiento de oferta. A los que no eligen, se lo devuelven.

Luego, la Comisión de evaluación de Ofertas, va a evaluar las mismas. Se entenderá por etapa
de evaluación de las ofertas al período que va desde el momento en que los actuados son
remitidos a la Comisión Evaluadora, hasta la notificación del dictamen de evaluación. Si la
contratación es muy específica, y supera los conocimientos técnicos de la Comisión, esta va a
poder remitir al área requirente. Luego, la comisión redactará un informe técnico, el cual
establecerá cuales de los oferentes cumplen o no, y luego se ordenará por cual es más barato.
Las Comisiones Evaluadoras emitirán su dictamen, el cual no tendrá carácter vinculante, que
proporcionará a la autoridad competente los fundamentos para el posterior dictado del acto
administrativo 2 con el cual concluirá el procedimiento, el dictamen debe ser publicado,
notificado, y puede ser impugnado por los oferentes. Para poder impugnar, el oferente debe de
pagar el 3% de la licitación en razón de la garantía de impugnación.

Luego del dictamen, este va a jurídicos nuevamente, y a posteriori del dictamen, viene el AA2,
el cual establece a quien se le adjudica. La adjudicación será notificada al adjudicatario o
adjudicatarios y al resto de los oferentes, dentro de los TRES (3) días de dictado el acto
respectivo. Si se hubieran formulado impugnaciones contra el dictamen de evaluación de las
ofertas, éstas serán resueltas en el mismo acto que disponga la adjudicación.

Si el adjudicado ya integro el 5%, tiene que entregar un 5% más, para asegurar que va a cumplir
con el pliego. Este AA2, debe publicarse y notificarse. Al establecer el adjudicatario, este está
obligado jurídicamente. El expediente vuelve a la Unidad de compras y contrataciones, la cual
dicta la orden de compras, la cual sería el contrato de la licitación. Los cocontratantes deberán
cumplir la prestación en la forma, plazo o fecha, lugar y demás condiciones establecidas en los
documentos que rijan el llamado, así como en los que integren la orden de compra, venta o
contrato.

Luego, Las Comisiones de Recepción tendrán la responsabilidad de verificar si la prestación


cumple o no las condiciones establecidas en los documentos del llamado, así como en los que
integren el contrato. Si no entrega a término, tendrá penalidades.

El estado se encuentra en una posición de desigualdad frente a quien contrata ya que el primero
posee facultades exorbitantes (prerrogativas). Las cláusulas propias y distintivas (exorbitantes)
de los contratos públicos son, entre otras:

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a) la interpretación unilateral. Así, es el Estado quien decide cómo interpretar el contrato y hace
valer su criterio;
b) la modificación unilateral del contrato por el Estado;
c) la dirección del contrato por el Estado, en el trámite de ejecución del acuerdo;
d) la aplicación de sanciones por el Estado sobre el contratista por sus incumplimientos; y
e) la revocación unilateral por razones de interés público, y sin intervención judicial.

Potestades discrecionales a favor de la administración:


a) Aumentos y Disminuciones: 1. El aumento o la disminución del monto total del contrato será
una facultad unilateral de la jurisdicción o entidad contratante, hasta el límite del VEINTE POR
CIENTO (20%). En los casos en que resulte imprescindible para la jurisdicción o entidad
contratante, el aumento o la disminución podrán exceder el VEINTE POR CIENTO (20%), y se
deberá requerir la conformidad del cocontratante. En ningún caso las ampliaciones o
disminuciones podrán exceder del TREINTA Y CINCO POR CIENTO (35%) del monto total del
contrato, aún con consentimiento del cocontratante. El aumento o la disminución de la
prestación podrá tener lugar en oportunidad de dictarse el acto de adjudicación o durante la
ejecución del contrato, incluida la prórroga en su caso o, como máximo, hasta TRES (3) meses
después de cumplido el plazo del contrato.
2. El Estado puede prorrogar el plazo del contrato cuyo objeto es el suministro de bienes o
prestación de servicios cuando existieran causas debidamente justificadas y las necesidades de
la jurisdicción o entidad contratante admitan la satisfacción de la prestación fuera de término.
3. El Estado contratante dirige y controla la ejecución del contrato mediante órdenes y, en caso
de incumplimiento, por aplicación de sanciones y penalidades.

Extinción de los contratos: El contrato se extingue cuando las partes cumplen con el objeto o,
en su caso, por el vencimiento del plazo. Los modos anormales de extinción son:

a) La revocación, modificación o sustitución de los contratos por razones de oportunidad, mérito


o conveniencia, no generará derecho a indemnización en concepto de lucro cesante, sino
únicamente a la indemnización del daño emergente, que resulte debidamente acreditado, o por
cuestiones de ilegitimidad (vicios del acuerdo);
b) la rescisión es el acto de extinción por culpa de alguna de las partes o por acuerdo entre éstas;
y, por último,
c) la resolución es la extinción por hechos extraños a las partes (esto es, imprevisión, caso
fortuito o hechos del príncipe).

Hecho del príncipe: Es un acto u omisión de las autoridades públicas de carácter imprevisible
que incide en el trámite de ejecución del contrato. Así, el hecho del príncipe puede tratarse de
un acto de alcance general o particular de cualquier órgano o ente no contratante del Estado.
El hecho del príncipe puede tornar más oneroso el cumplimiento de las obligaciones del
contratista particular, o lisa y llanamente trastocar el contrato en un acuerdo de cumplimiento
imposible. En el primer caso, el Estado debe compensar; y, en el segundo indemnizar los daños
y perjuicios causados.

La teoría de la imprevisión: La teoría de la imprevisión consiste en la existencia de hechos


extraordinarios, imprevisibles, sobrevivientes y ajenos a las partes que producen un excesivo
sacrificio para cualquiera de éstas en el marco de la relación contractual. Es decir, hechos
imprevistos e imprevisibles por las partes contratantes al momento de celebrarse el contrato.
Habitualmente el hecho es de carácter económico. El régimen general de las contrataciones
(decreto 1023/01) señala que el contratista tiene "el derecho a la recomposición del contrato,
cuando acontecimientos extraordinarios o imprevisibles de origen natural, tornen
excesivamente onerosas las prestaciones a su cargo". En caso de imprevisión no procede el

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reconocimiento del daño emergente ni el lucro cesante, sino simplemente la compensación de
los perjuicios entre las partes.

La licitación es el modo normal por el cual la administración contrata. Como excepción a estas
encontramos a:

Contratación directa, el máximo de postulantes es 3, y se da: 1) Cuando el monto no supere


aquél que se fije por vía reglamentaria y no sea posible aplicar otro procedimiento de selección.
2) En el caso de realización o adquisición de obras científicas, técnicas o artísticas, cuya
ejecución sólo pueda ser hecha por ciertas empresas, artistas o especialistas.
3) Cuando se trate de la contratación de bienes o servicios "cuya venta fuere exclusiva... o que
sólo posea una determinada persona física o jurídica"
4) Por razones de urgencia o emergencia, según circunstancias objetivas que impidan la
realización de otros procedimientos de contratación.
5) Las contrataciones secretas por razones de seguridad o defensa nacional, cuya declaración
compete con carácter excepcional e intransferible al Poder Ejecutivo.

La licitación o concurso privados: cuando el llamado a participar esté dirigido exclusivamente a


proveedores que se hallaren inscriptos en el Sistema de Información de Proveedores, y serán
aplicables cuando el monto estimado de la contratación no supere al fijado. El procedimiento
de licitación privada se realizará cuando el criterio de selección del cocontratante recaiga
primordialmente en factores económicos.

Unidad 8

Procedimiento administrativo: El procedimiento administrativo es el conjunto de principios y


reglas que sigue el Poder Ejecutivo, por medio de actos preparatorios y actuaciones materiales,
con el objeto de expresar sus decisiones.
Así, las decisiones del Estado se llevan a cabo formalmente por medio de procedimientos
reglados y obligatorios impuestos por el legislador.
Es decir, el procedimiento es un modo de elaboración de las decisiones estatales y constituye
—a su vez— un límite al ejercicio del poder estatal.
Así, pues, el sentido y finalidad que persigue el procedimiento administrativo comprende dos
aspectos distintos y sustanciales.
Por un lado, garantizar los derechos de las personas que interactúan con el Estado porque a
través del procedimiento se controvierten y hacen valer los derechos. Por el otro, el
procedimiento persigue asegurar la legitimidad, racionalidad, acierto y eficacia de las conductas
y decisiones estatales mediante el cumplimiento de ciertas reglas.

El procedimiento administrativo de impugnación de las conductas estatales guarda cierta


semejanza con el proceso judicial por medio del cual cuestionamos las actividades del Poder
Ejecutivo, pues ambos tienen por objeto poner en tela de juicio las acciones u omisiones del
Estado. Además, tanto uno como otro, dan cauce y contención a las pretensiones de las personas
contra el Estado y se componen materialmente de una serie de actos concatenados, de modo
ordenado y lógico, según ciertas reglas preestablecidas.

Existen diferencias profundas que debemos marcar, fundamentalmente, cuál es el poder que
resuelve el conflicto y —a su vez— el carácter de sus decisiones. Así, en el procedimiento
administrativo el órgano que resuelve el conflicto es el propio Ejecutivo. Por su parte, en el
proceso judicial el conflicto es resuelto por un tercero imparcial e independiente —el juez—.
Además, la decisión judicial tiene fuerza de verdad legal (es decir, reviste carácter definitivo);

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sin embargo, el decisorio dictado en el marco del procedimiento administrativo no es definitivo,
en el sentido de que puede ser revisado posteriormente por el juez.

La ley de procedimiento administrativo y su decreto reglamentario 1759/72: Ley de


Procedimiento Administrativo (LPA) regla básicamente tres cuestiones: (1) el procedimiento
administrativo (principios y reglas específicas); (2) el acto administrativo; y (3) la impugnación
judicial de las decisiones estatales (cuestiones procesales). Por su parte, el decreto
reglamentario de la ley (decreto 1759/72) regula el procedimiento administrativo y, en
particular, el trámite de impugnación de las decisiones estatales.

Los principios del artículo 1 de la LPA:

1) La impulsión e instrucción de oficio (inciso a). El postulado de impulsión e instrucción de oficio


establece que el Poder Ejecutivo debe instar el trámite por sí mismo, impulsarlo, darle curso y
avanzar hasta su resolución, aun cuando la parte interesada no lo hiciese. Entonces, el Ejecutivo
debe impulsar el procedimiento, por medio de la ordenación y ejecución de las medidas que
considere pertinentes, con el objeto de descubrir la verdad objetiva y concluir el trámite.

2) La celeridad, economía, sencillez y eficacia (inciso b): El art. 1 de la LPA consagra como
requisito general y básico del procedimiento administrativo la "celeridad, economía, sencillez y
eficacia en los trámites...".
El principio de celeridad supone rapidez e inmediatez en el desarrollo y resolución de las
actuaciones y, en tal sentido, las normas establecen dos herramientas. Por un lado, la
incorporación de plazos breves respecto de las actuaciones del Estado. Por el otro, la regulación
del instituto del silencio, de modo que el vencimiento de los plazos debe interpretarse como
rechazo de las pretensiones de las personas.
A su vez, el principio de economía significa lograr los objetivos con el menor costo posible.
La sencillez es la simplificación de los trámites. Es más, el concepto bajo estudio supone que el
procedimiento debe tener tales caracteres que cualquier sujeto pueda seguir y comprender los
pasos de éste y las decisiones estatales consecuentes.
Finalmente, el postulado de la eficacia consiste en el logro de los objetivos propuestos.

3) El principio del informalismo a favor del particular (inciso c): Según este postulado, el
particular está excusado de observar las exigencias formales no esenciales, siempre que puedan
ser salvadas posteriormente. Éstas son: la calificación errónea de los recursos administrativos;
las presentaciones realizadas ante el órgano incompetente por error excusable; y los defectos
formales insustanciales.

4) El debido proceso adjetivo (inciso f): La Constitución Nacional —igual que los tratados
internacionales— garantiza el derecho de defensa de las personas. Este derecho, en el marco
del procedimiento administrativo, es conocido como el debido proceso adjetivo previsto en el
inciso f) del artículo 1 de la LPA:

A) El derecho a ser oído. El titular de un derecho o interés debe tener la posibilidad de exponer
sus pretensiones y explicar sus razones. Además, la expresión debe ser amplia y oportuna; es
decir, sin restricciones y de carácter previo a las decisiones estatales. A su vez, el particular
puede hacerse asesorar y representar profesionalmente y, luego de dictado el acto respectivo,
tiene el derecho de interponer los recursos correspondientes con el objeto de que se revisen las
decisiones estatales por otros órganos.

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B) El derecho a ofrecer y producir prueba, y controlar la prueba producida. El particular puede
ofrecer todos aquellos medios probatorios de que intente valerse y el Estado, en su condición
de instructor del procedimiento, debe resolver sobre la procedencia o no de tales medios.

C) El derecho a una decisión fundada. Una decisión fundada exige que el Estado resuelva los
principales planteos del interesado, previo análisis de sus argumentos —consintiéndolos o
refutándolos— y, a su vez, explicite cuál es su decisión y por qué decide de ese modo.

D) El derecho a una decisión en un tiempo razonable y oportuno.

E) El derecho a recurrir las decisiones estatales. El derecho a recurrir supone el acceso de las
partes ante un órgano imparcial e independiente, en términos sencillos y plazos razonables.

El órgano competente para conocer y, en su caso, resolver el trámite es aquel que indican las
normas respectivas.

Los procedimientos de impugnación de las decisiones estatales: El particular debe cuestionar,


según el marco normativo vigente, las decisiones estatales ante el propio Ejecutivo, y sólo luego,
ir por las vías judiciales.
Además, la impugnación ante el propio Ejecutivo debe hacerse, según el régimen vigente, en
plazos breves y obligatorios. A su vez, en caso de incumplimiento de éstos, ya no es posible
hacerlo después en vías administrativas ni judiciales. El acto está firme y consentido y ya nada
es posible al respecto, salvo su cumplimiento.

¿Cuál es el fundamento de este privilegio o prerrogativa estatal? El argumento es la posibilidad


del Poder Ejecutivo de revisar sus propios actos y rever así sus decisiones. Este privilegio o
prerrogativa estatal conocido técnicamente como el agotamiento de las vías administrativas.

Instrumentos procesales:

1. El reclamo administrativo previo: Se corresponde con las omisiones estatales (objeto). Nace
del artículo 30 de la LPA que dice textualmente que: "el Estado nacional o sus entidades
autárquicas no podrán ser demandados judicialmente sin previo reclamo administrativo dirigido
al Ministro o Secretaría de la Presidencia o autoridad superior de la entidad autárquica, salvo
cuando se tratare de los supuestos de los artículos 23 y 24".
Pues bien, los supuestos que están excluidos del artículo 30, LPA, son los casos de impugnación
de los actos de alcance particular y general; el silencio; los hechos; y las vías de hecho. Y, a su
vez, otros que están regulados en el artículo 32, entre ellos, el reclamo por daños y perjuicios
por responsabilidad estatal extracontractual. Las omisiones suponen la preexistencia del deber
estatal, el derecho del particular y el incumplimiento del Estado respecto de esas obligaciones.
Es una vía de reclamación. Plazo para su interposición: la ley no prevé plazo alguno. Plazo para
su resolución por el Estado: noventa días más pronto. Plazo para impugnar en sede judicial:
noventa días hábiles judiciales.

2. Los recursos administrativos: proceden con los actos administrativos de alcance particular
(objeto) según el artículo 23 de la LPA. Los recursos proceden contra los actos administrativos
definitivos, asimilables a definitivos y de mero trámite que lesionen derechos subjetivos e
intereses legítimos.
Los recursos pueden ser deducidos por los titulares de derechos subjetivos e intereses legítimos.
El recurso administrativo puede fundarse en las siguientes razones: 1) la ilegitimidad; o 2) la
inoportunidad, falta de mérito o inconveniencia del acto impugnado.

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Resumen segundo parcial derecho administrativo
El órgano competente para su resolución es el órgano que dictó el acto o el superior jerárquico.
El órgano competente cuando resuelve el recurso puede: 1) desestimarlo; o 2) aceptarlo. En este
caso, según las circunstancias del caso, es posible sanear el acto, revocarlo, modificarlo o
sustituirlo.

Si el particular no planteó los recursos y no agotó las vías administrativas no puede luego recurrir
ante el juez. Es decir, el acto está firme y consentido.

Plazo para impugnar judicialmente: noventa días hábiles judiciales. La interposición de los
recursos interrumpe el curso de los plazos.

Los recursos son:

a) El recurso de reconsideración: Este recurso tiene por objeto la impugnación de los actos
definitivos, asimilables a definitivos, de mero trámite o, además, contra las decisiones que dicte
el Presidente, el jefe de gabinete, los ministros y los secretarios de la Presidencia con rango
ministerial, en la resolución de los recursos administrativos, que lesionen derechos subjetivos o
intereses legítimos, sea por razones de ilegitimidad o inoportunidad. El recurso de
reconsideración debe interponerse ante el órgano que dictó el acto que es, a su vez, quien debe
resolverlo. El plazo de resolución es de 30 días hábiles administrativos, el vencimiento sin
resolución del órgano debe interpretarse como rechazo del recurso.
Este recurso tiene una peculiaridad y es que, en caso de rechazo, debe interpretarse por
mandato legal que el interesado interpuso el recurso jerárquico de modo subsidiario. Así, el
órgano competente, una vez resuelto el recurso de reconsideración en sentido contrario a los
intereses del particular, debe necesariamente elevarlo al superior jerárquico, en el término de
cinco días con el objeto de que aquél trámite el recurso jerárquico.
El aspecto más relevante del recurso bajo estudio es que no es obligatorio para agotar las vías
administrativas, de modo que el particular puede o no plantearlo y, en su caso, interponer
directamente el recurso jerárquico con el objeto de recorrer las vías administrativas y así
agotarlas.

b) El recurso jerárquico: Este es el recurso típico y más relevante en el procedimiento de


impugnación de los actos administrativos, ya que es el camino que debe seguir necesariamente
el interesado con el objeto de agotar las vías administrativas y, consecuentemente, habilitar el
sendero judicial.
El recurso jerárquico sólo procede contra los actos administrativos definitivos o asimilables a
éstos.
Los sujetos legitimados son los titulares de intereses legítimos, derechos subjetivos y derechos
colectivos. A su vez, el recurso procede por razones de ilegitimidad e inoportunidad.
Debe interponerse ante el órgano que dictó el acto. El plazo que tiene el órgano competente
para resolver es de treinta días hábiles administrativos. El órgano inferior simplemente debe
elevar el recurso interpuesto ante el ministro o secretario de la Presidencia. Si el órgano inferior
no eleva el recurso ante el superior en el plazo que prevé el reglamento, entonces, el particular
puede plantear la queja correspondiente ante este último.
Los ministros y secretarios de la Presidencia son quienes deben resolver el recurso dictado por
cualquier órgano inferior. Si el acto fue dictado por el ministro o secretario de la Presidencia, el
recurso es resuelto directamente por el Presidente; "agotándose en ambos casos la instancia
administrativa".
El recurso jerárquico agota las instancias administrativas y habilita, consecuentemente, el
planteo judicial. Por ello, es obligatorio.

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c) El recurso de alzada: el recurso de alzada es consecuencia del nexo de control o tutela entre
los órganos centrales y los entes estatales.
El recurso de alzada procede entonces contra los actos dictados por los órganos superiores de
los entes descentralizados autárquicos. Los sujetos legitimados son el titular de derechos
subjetivos o intereses legítimos.
El recurso debe interponerse ante el órgano superior del ente descentralizado autárquico, quien
debe elevarlo ante el órgano competente de la administración centralizada, para su resolución.
El órgano que debe resolverlo es el secretario, ministro o secretario de Presidencia, en cuya
jurisdicción actúe el ente descentralizado.
El plazo para su resolución es de treinta días hábiles administrativos.
El recurso de alzada es optativo y no obligatorio para agotar las instancias administrativas. Es
decir, el interesado puede ir directamente a la vía judicial. Si el particular interpuso el recurso
de alzada puede desistir de él y, luego, intentar la vía judicial; aunque si optó por este último
camino, no puede volver sobre las instancias administrativas.

d) El recurso de queja: Podrá ocurrirse en queja ante el inmediato superior jerárquico contra los
defectos de tramitación e incumplimiento de los plazos legales o reglamentarios en que se
incurriere durante el procedimiento.
El interesado debe presentar la queja ante el superior jerárquico, quien debe resolverla en el
plazo de cinco días y sin traslado, agregándose el informe del órgano inferior. La resolución del
superior no es recurrible. En ningún caso, debe suspenderse la tramitación del procedimiento
principal. Por último, si el superior hace lugar a la queja, deben iniciarse las actuaciones
tendientes a deslindar la responsabilidad del agente presuntamente responsable por el
incumplimiento de los trámites y plazos y, eventualmente, aplicarle la sanción correspondiente.

e) El recurso de revisión: procede contra los actos firmes. Puede interponerse el recurso de
revisión:
a) cuando resulten contradicciones en la parte dispositiva.
b) cuando después de dictado el acto se recobrare o descubrieren documentos decisivos cuya
existencia se ignoraba o no se pudieron presentar como medios probatorios por fuerza mayor o
por terceros; de modo que el interesado obró con diligencia, pero no pudo presentar
oportunamente documentos relevantes para resolver el caso.
c) cuando el acto hubiese sido dictado basándose en documentos cuya declaración de falsedad
se desconocía o se hubiere declarado después de dictado el acto.
d) cuando el acto hubiese sido dictado mediando violencia o cualquier otra maquinación
fraudulenta o grave irregularidad.
El recurso de revisión sólo comprende los casos de ilegitimidad. El recurso debe interponerse
ante el órgano que dictó el acto, pero debe ser resuelto por el órgano superior. El plazo de
resolución es de 10 días.

3. El reclamo Impropio del art. 24 a de la LPA: Es el camino de impugnación de los actos


administrativos de alcance general (objeto). Cualquier sujeto titular de un derecho subjetivo o
interés legítimo puede plantear el reclamo impropio, el cual debe interponerse ante el órgano
que dictó el reglamento, agotándose así las vías administrativas. Plazo para su interposición: la
ley no prevé plazo alguno. Plazo para su resolución: sesenta días. Plazo para su impugnación en
sede judicial: noventa días hábiles judiciales.

Proceso contencioso administrativo

El proceso contencioso administrativo es el trámite judicial que tiene por objeto impugnar las
conductas estatales (acciones u omisiones) ante el juez —órgano independiente e imparcial

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respecto de las partes—, con el propósito de que revise su legitimidad y, en su caso, declare su
invalidez o le obligue al Estado a reparar los daños causados.

Una de las partes en este proceso (actor o demandado) es necesariamente el propio Estado. El
principio que debe guiar y seguirse en el proceso contencioso es básicamente el derecho de
defensa y control judicial en términos amplios, rápidos y sencillos, con el objeto de reconocer
los derechos.

El artículo 30 (LPA) dice que "el reclamo versará sobre los mismos hechos y derechos que se
invocarán en la eventual demanda judicial y será resuelto por las autoridades citadas".

Legitimación: Los sujetos legitimados en el marco del proceso contencioso administrativo son
los titulares de los derechos subjetivos e incidencia colectiva.

El juez contencioso administrativo federal entiende en todos los casos regidos por el Derecho
Administrativo federal, salvo ciertas excepciones.

La habilitación de la instancia se da por la concurrencia de dos requisitos:


(1) el agotamiento de las vías administrativas; y (2) la interposición de la acción judicial dentro
de un plazo perentorio (plazo de caducidad). Además, el silencio de la Administración frente a
pretensiones que requieran de ella un pronunciamiento concreto, se interpretarán como
negativa, por lo cual se agota la vía y se habilita la instancia.

El texto de la ley 25.344 exige claramente que los jueces controlen de oficio, en el marco del
proceso judicial, si las partes cumplieron con los presupuestos de habilitación. Veamos
puntualmente cómo es el trámite:
1. el juez debe remitir copia de la demanda y de la prueba documental que se hubiere
acompañado por el actor —por oficio— a la Procuración del Tesoro;
2. el juez debe, luego, correr vista al fiscal para que se expida sobre la competencia del tribunal
y la procedencia de la acción;
3. luego de contestada la vista por el fiscal, el juez debe expedirse sobre su competencia y, en
particular, si la instancia judicial está o no habilitada;
4. si el juez cree que es competente, pero no se cumplieron los presupuestos de habilitación de
la instancia judicial, debe rechazar la acción;
5. por el contrario, si el juez entiende que el proceso está debidamente habilitado, entonces
debe correr traslado al Estado —Poder Ejecutivo— "por el plazo de treinta días o el mayor que
corresponda, para que se opongan todas las defensas y excepciones dentro del plazo para
contestar la demanda".

Plazo de caducidad: La acción contra el Estado o sus entes autárquicos deberá deducirse dentro
del plazo perentorio de noventa días hábiles judiciales.

El trámite de ejecución de sentencias contra el Estado: Las sentencias condenatorias contra el


Estado pueden tener por objeto obligaciones de dar, hacer o no hacer. En tal caso, el juez debe
fijar el plazo razonable en que el Estado debe cumplir con las sentencias.

Las acciones especiales: El camino básico del trámite judicial contra el Estado nacional es la
acción ordinaria ante el juez de primera instancia con competencia en lo Contencioso
Administrativo Federal. Es, entonces, una acción común y ordinaria. Sin embargo, el
ordenamiento jurídico también prevé otras acciones que podríamos llamar especiales ya que
constituyen excepciones respecto del principio antes mencionado:

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a) La acción de amparo: El amparo básicamente es un proceso judicial mucho más breve y rápido
que los procesos ordinarios ya que, entre otras cuestiones, su régimen prohíbe ciertos trámites
con el propósito de darle mayor celeridad y, además, establece plazos más cortos.

Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro
medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares,
que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidas por la Constitución, un tratado o una ley.
En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u
omisión lesiva.
Amparo colectivo: Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en
lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al
consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor
del pueblo y las asociaciones que propenden a esos fines, registradas conforme a la ley, la que
determinará los requisitos y formas de su organización.

No es necesario agotar las vías administrativas para interponer la acción judicial de amparo, y
que el juez puede declarar la inconstitucionalidad de las normas cuestionadas en el marco de
este proceso. El plazo de caducidad es de 15 días.

b) La acción de amparo por mora: El amparo por mora es un proceso que tiene por objeto que
el juez se expida sobre la demora del Poder Ejecutivo en responder a las pretensiones del
reclamante y, en su caso, ordenarle que resuelva en un plazo perentorio. Es importante aclarar
que este proceso no tiene por objeto revisar decisiones del Ejecutivo o resolver el fondo del
planteo sino, simplemente, obligarle a que "despache las actuaciones".
Aquél que es parte en el expediente administrativo puede solicitar judicialmente que se libre
una orden de pronto despacho con el objeto de que se obligue al Ejecutivo a resolver las
actuaciones. En efecto, el actor del amparo por mora debe ser el titular de un derecho subjetivo,
interés legítimo o interés colectivo, en el marco del expediente administrativo.

El amparo por mora procede cuando: a) venció el plazo específico y el Poder Ejecutivo no
contestó; o b) el Ejecutivo no contestó y no existe plazo especial.

En caso de incumplimiento, el juez debe comunicarlo a la autoridad superior del agente


responsable, a los efectos de la aplicación de las sanciones disciplinarias.

El objeto del proceso, de carácter contradictorio como ya hemos visto, debe circunscribirse al
control del retardo estatal y, en su caso, el decisorio judicial sólo comprende la orden de que el
Ejecutivo resuelva en el plazo que fije el juez a ese efecto.

c) La acción de lesividad: Hemos dicho que el Poder Ejecutivo debe revocar sus decisiones
ilegítimas, por sí y ante sí; sin embargo, cuando ello no fuese posible porque el acto fue
notificado o se estén cumpliendo derechos subjetivos que nacieron de él, debe iniciar las
acciones judiciales con el propósito de que el juez sea quien declare su invalidez. Este proceso y
la acción respectiva llevan el nombre de lesividad. Así, la acción de lesividad procede cuando el
Estado es parte actora y pretende la invalidez de sus propios actos.

d) Los recursos directos: son acciones judiciales que tramitan y se resuelven directamente por
el tribunal de alzada (Cámara de Apelaciones), y no por los jueces de primera instancia. Estos
recursos proceden contra las decisiones estatales (comúnmente actos administrativos), en los
casos en que esté previsto expresamente en la ley y tienen un régimen especial distinto del
proceso ordinario.

10
Resumen segundo parcial derecho administrativo
Halabi, Ernesto c/ PEN ley 25.873 y decreto 1563/04 s/ amparo

En este precedente del año 2009, la Corte modificó el criterio clásico de amparo y agrego la
siguiente categoría en términos de legitimación:

El derecho de incidencia colectiva sobre intereses individuales homogéneos: "Tal sería el caso
de los derechos personales o patrimoniales derivados de afectaciones al ambiente y a la
competencia, de los derechos de los usuarios y consumidores como de los derechos de sujetos
discriminados. En estos casos no hay un bien colectivo, ya que se afectan derechos individuales
enteramente divisibles. Sin embargo, hay un hecho único o continuado, que provoca la lesión
de todos ellos y por lo tanto es identificable una causa fáctica homogénea". Así, "la demostración
de los presupuestos de la pretensión es común a todos esos intereses, excepto en lo que
concierne al daño". En este caso, deben estar presentes los siguientes presupuestos:

1) la existencia de un hecho único o complejo que causa una lesión a una pluralidad relevante
de derechos individuales;
2) la pretensión debe concentrarse en los efectos comunes, y no en lo que cada individuo puede
peticionar; y, además,
3) el interés individual no logra justificar, en el caso y por sí solo, el inicio de acciones judiciales,
con lo cual podría verse afectado el acceso a la justicia.

Técnicas de participación ciudadana:


Existe un nuevo paradigma en materia de AA. Balbín dice que lo mas importante es la
incorporación de los derechos sociales, culturales y económicos.
Los instrumentos para operativizar los derechos sociales, culturales y económicos son: a) las
nuevas garantías judiciales, como por ejemplo los amparos colectivos, y b) los mecanismos de
participación por audiencia pública.

Audiencias públicas:
a) es un canal de participación en la toma de decisiones para expresar opiniones no vinculantes,
b) el ámbito de aplicación es el Poder Ejecutivo; e intervienen la autoridad de implementación
—asistida por un organismo coordinador— y la autoridad competente que es quien convoca,
preside y decide;
c) los principios igualdad, publicidad, oralidad, informalidad y gratuidad;
d) la legitimación: toda persona puede solicitarla de modo fundado y —a su vez— son parte en
el trámite de las audiencias los titulares de derechos e intereses simples, difusos o de incidencia
colectiva;
e) el trámite: ante el pedido fundado de audiencia, la Administración debe contestar en el
término de 30 días y notificar su decisión de modo fehaciente;
f) la convocatoria: en caso de aceptación, debe dictarse el acto de convocatoria y dársele
publicidad al menos con 20 días de antelación a la celebración de la audiencia;
g) la inscripción: ésta es libre y gratuita y debe hacerse en el respectivo registro. Asimismo, el
interesado debe presentar un informe escrito de su presentación;
h) el carácter de la audiencia: ésta es pública y debe quedar registrada;
i) el inicio y desarrollo: el Presidente debe dar inicio y explicar los hechos, el derecho y el motivo
de la audiencia. Los inscriptos tienen una participación oral de por lo menos cinco minutos y
debe unificarse la representación de aquellos que tuviesen intereses comunes;
j) la etapa final: el Presidente es quien cierra la audiencia y, luego, el área de implementación
debe hacer un informe y publicarlo. Por último, la autoridad convocante debe dictar la
resolución final y explicar cómo tomó en cuenta las opiniones o, en su caso, por qué las rechazó.

11
Resumen segundo parcial derecho administrativo
Otras técnicas de participación:

a) El presupuesto participativo es una técnica que permite garantizar la intervención de las


personas en la elaboración y ejecución del presupuesto estatal, o b) Las reuniones abiertas de
los entes reguladores de los servicios públicos.

Unidad 9

Responsabilidad del estado: En un principio el Estado no era responsable patrimonialmente.


Sin embargo, con el tiempo y según los principios propios del Estado de Derecho, el Estado se
hizo responsable por los daños causados por sus actividades ilícitas y, más adelante, por sus
conductas lícitas.

La Corte reconoció la responsabilidad del Estado, de modo claro y concluyente, a partir del año
1933 en el precedente "Devoto".
En este largo proceso que partió del extremo de la irresponsabilidad y avanzó hacia el
reconocimiento de la responsabilidad estatal, influyeron básicamente dos hechos jurídicos que
entendemos relevantes.
Por un lado, la personificación estatal por medio del CCV las personas jurídicas son públicas o
privadas" y "son personas jurídicas públicas: a) El Estado nacional...".
Por el otro, la imputación o traslado de las conductas de los agentes al propio Estado (teoría
del órgano). La teoría del órgano permitió ligar al Estado (persona jurídica) con sus agentes
públicos (personas físicas), en términos de traslado e imputación de conductas desde éstos hacia
aquél de un modo específico y propio del Derecho Público (teoría del órgano y responsabilidad
directa).

Los presupuestos de la responsabilidad del estado por sus actividades ilícitas:

El Estado es responsable por sus actividades ilícitas siempre que estén presentes los siguientes
factores, conforme el art. 3 de la ley 26.944:

1. La falta de servicio, la cual consistente en una actuación u omisión irregular de parte del
Estado. A su vez, la omisión sólo genera responsabilidad cuando se verifica la inobservancia de
un deber normativo de actuación expreso y determinado. En el marco de las acciones, la falta
de servicio consiste simplemente en una actuación irregular (el incumplimiento de un deber de
no hacer);
2. la imputabilidad material de la actividad o inactividad a un órgano estatal;
3. el daño cierto, debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero;
4. la relación de causalidad directa entre la conducta estatal —falta de servicio— y el daño cierto
cuya reparación se persigue.

Los presupuestos de la responsabilidad del estado por sus actividades licitas:

El Estado es responsable por sus actividades lícitas siempre que estén presentes los siguientes
Factores, conforme el artículo 4 de la ley 26.944:
a) Daño cierto y actual, debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero;
b) Imputabilidad material de la actividad a un órgano estatal;
c) Relación de causalidad directa, inmediata y exclusiva entre la actividad estatal y el daño;
d) Ausencia de deber jurídico de soportar el daño;
e) Sacrificio especial en la persona dañada, diferenciado del que sufre el resto de la comunidad,
configurado por la afectación de un derecho adquirido" (art. 4).

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Resumen segundo parcial derecho administrativo
Los presupuestos de los lícitos e ilícitos son los siguientes: 1) el factor de imputación, 2) el daño,
3) el nexo causal y 4) el factor de atribución.

1)El factor de imputación de las conductas dañosas:

a) La teoría del órgano: El Estado es una persona jurídica y, por tanto, para responsabilizarlo no
es suficiente con constatar las conductas de sus agentes, sino que es necesario además
imputarle tales acciones u omisiones. Las conductas bajo análisis son siempre de los propios
agentes —personas físicas—, pero la responsabilidad es del Estado —persona jurídica—.
En este marco, la responsabilidad del Estado es directa.
Las conductas de los agentes públicos —personas físicas— son las conductas del propio Estado
y, por tanto, aquéllos expresan lisa y llanamente la voluntad estatal.

b) la titularidad o guarda de la cosa: otro factor de imputación es la condición del Estado como
dueño o guardián de las cosas y, en particular, de las cosas y actividades riesgosas. El estado
responde por el daño causado por el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean
riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de
su realización.

2) El daño: El daño o perjuicio debe ser cierto —actual o futuro—, pero en ningún caso hipotético
o meramente conjetural.

3) El nexo causal: Es el vínculo entre las conductas y el daño causado. Hay tres teorías:

a) En primer lugar, se ha sostenido que las causas del resultado dañoso son el antecedente más
próximo en términos temporales.

b) En segundo lugar, los criterios de las causas eficientes, es decir, aquellas que según el curso
normal de las cosas producen el daño, y sin cuya presencia éste no se hubiese producido.

c) Finalmente y, en tercer lugar, la tesis de la causalidad adecuada o idónea que es la que adopta
la ley. La causa es el antecedente que, según el curso natural y ordinario de las cosas, resulte
idóneo para producir el resultado dañoso. A su vez, el resto de los antecedentes sólo constituyen
factores concurrentes. La causa es idónea si nos lleva de modo irreversible y autónomo, en
términos de causalidad al daño. El responsable debe responder por las consecuencias.

4) Factor de atribución: Existen dos factores de atribución de responsabilidad: el factor objetivo


y el subjetivo.
En el primer caso —criterio objetivo—, partimos del daño en sí mismo prescindiendo de cuál es
o ha sido la voluntad de las personas responsables.
En el otro —criterio subjetivo—, la culpa o negligencia de las personas es el factor jurídicamente
relevante. El factor de atribución subjetivo debe expresarse por los conceptos de culpa o dolo.

El alcance de las indemnizaciones: En los casos de responsabilidad estatal por actividades ilícitas
el alcance de la indemnización es pleno (es decir, comprende el daño emergente y el lucro
cesante). Sólo debe indemnizar el daño —no así el lucro— en caso de responsabilidad
contractual por conductas lícitas.

Prescripción para demandar:


a) El plazo para demandar al Estado en los supuestos de responsabilidad extracontractual es de
tres (3) años computados a partir de la verificación del daño o desde que la acción de daños esté
expedita.

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Resumen segundo parcial derecho administrativo
b) El plazo contra funcionarios y agentes públicos prescribe a los tres (3) años.
c) El plazo del Estado contra los funcionarios o agentes causantes del daño prescribe a los tres
(3) años.

La Ley de Responsabilidad establece que "la responsabilidad del Estado es objetiva y directa"
(art. 1).

La Ley de Responsabilidad establece que "se exime de responsabilidad al Estado en los siguientes
casos: a) Por los daños y perjuicios que se deriven de casos fortuitos o fuerza mayor; b) Cuando
el daño se produjo por el hecho de la víctima o de un tercero por quien el Estado no debe
responder" (art. 2).

Competencia originaria de la corte suprema de justicia: el artículo 117 de la CN establece que,


en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los
que alguna provincia fuese parte, la competencia de la corte será originaria y exclusiva.

Responsabilidad por la actividad judicial: se distingue entre la responsabilidad estatal por los
actos judiciales a) in procedendo el cual está apoyado en el funcionamiento defectuoso del
servicio de justicia durante la sustanciación del proceso y por los actos judiciales in iudicando,
que ocurre cuando el fallo judicial es injusto —error judicial—. Los daños causados por la
actividad judicial legítima no generan derecho a indemnización.

Fallo mosca: Mosca llevó a varios periodistas de Clarín hasta el estadio y aguardó junto al
automóvil en las inmediaciones del lugar, hasta que finalizara el encuentro. Uno de los
proyectiles salió del estadio e impactó en el ojo izquierdo de Mosca, El máximo tribunal del país
condenó al club y a la AFA, en forma solidaria, en concepto de daño físico y moral, pero eximio
al estado, ya que el daño no fue consecuencia directa del accionar de los agentes policiales. El
mero hecho de que el Estado ejerza el poder de policía no resulta suficiente para atribuirle
responsabilidad si el agente policial no participó del hecho dañoso. La policía es responsable por
su acción negligente, no por su omisión. La corte en este caso expresa 4 categorías en caso de
omisiones estatales ilícitas, para determinar la imputación directa:
1) la naturaleza de la actividad.
2) los medios que dispone el estado.
3) el lazo que une a la víctima con el servicio (estado).
4) el grado de previsibilidad del daño.
Concluyo que sería irrazonable que el Estado sea obligado a que ningún habitante sufra daños
de ningún tipo, porque ello requeriría una previsión extrema que sería no sólo
insoportablemente costosa para la comunidad, sino que haría que se lesionaran severamente
las libertades de los mismos ciudadanos a proteger. Por todo esto no condeno a la provincia.

Karsdorf: una empresa llamada mil millas transporta leche Kasdorf junto con venenos, y mueren
17 personas. La provincia de Jujuy con su poder de policía le prohibió la comercialización por 4
meses a Kasdorf. Este último planteo el daño moral, y al respecto la Corte estableció que no
cabe una reparación de esa índole en favor de una sociedad comercial, dado que solo procede
ante personas físicas.

Fallo pose: Pose salto de una plataforma instalada por la municipalidad de Puerto Madryn al
agua y se hizo cagar, quedo cuadripléjico y demás. Reclamo la responsabilidad estatal por la
titularidad o guarda de la cosa en razón de la cosa riesgosa.

Unidad 10

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Resumen segundo parcial derecho administrativo
F. A. L. s/medida autosatisfactiva

La Corte Suprema precisó el alcance del aborto no punible y dijo que estos casos no deben ser
judicializados. Interpretó el Código Penal diciendo que no resulta punible la interrupción del
embarazo proveniente de toda clase de violación y que cualquier caso de aborto no punible no
está supeditado a trámite judicial. Finalmente, con el objeto de hacer efectivo lo decidido y
asegurar los derechos de las víctimas de violencia sexual, se exhorto a las autoridades
nacionales, provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a implementar y hacer
operativos, mediante normas del más alto nivel, protocolos hospitalarios para la concreta
atención de los abortos no punibles a los efectos de remover todas las barreras administrativas
o fácticas al acceso a los servicios médicos y a disponer un adecuado sistema que permita al
personal sanitario ejercer su derecho de objeción de conciencia sin que ello se traduzca en
derivaciones o demoras que comprometan la atención de la requirente del servicio.
La Corte aclaró que, no obstante que el aborto ya se había realizado, se configuraba uno de los
supuestos de excepción que, según su jurisprudencia, la autoriza a pronunciarse. Esto teniendo
en cuenta: a) que el tiempo que implica el trámite judicial de cuestiones de esta naturaleza
excede el que lleva su decurso natural, b) que era necesario el dictado de un pronunciamiento
que pudiera servir de guía para la solución de futuros casos análogos y c) estaba comprometida
la responsabilidad internacional del Estado Argentino.

Q. C., S. Y. c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ amparo CSJN

Derecho a la vivienda: la Corte ordenó a la Ciudad poner fin a la situación de calle de una madre
y su hijo discapacitado. El Máximo Tribunal dispuso que el Gobierno porteño debe garantizar
una solución habitacional. Señaló que, si bien no hay un derecho a pedir una vivienda, existe
una garantía mínima para las personas que afrontan situaciones de extrema vulnerabilidad.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la causa “Q. C., S. Y. c/ Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires s/ amparo”, revocó la sentencia del Superior Tribunal de Justicia de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, en consecuencia, ordenó al gobierno local que garantice
a una madre y su hijo discapacitado, que se encontraban en “situación de calle”, un alojamiento
con condiciones edilicias adecuadas, sin perjuicio de contemplar su inclusión en algún programa
de vivienda en curso o futuro para la solución permanente de la situación de excepcional
necesidad planteada.

El Alto Tribunal dispuso también que el gobierno porteño deberá asegurar la atención y el
cuidado del niño y proveer a la madre el asesoramiento y la orientación necesaria para la
solución de su problemática habitacional.

La Corte resolvió además mantener una medida cautelar que exige otorgar al grupo familiar un
subsidio que le permita abonar en forma íntegra un alojamiento en condiciones dignas de
habitabilidad.

Con especial consideración de las manifestaciones expuestas por la ministra de Desarrollo Social
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la audiencia pública celebrada en la Corte Suprema
el 15 de septiembre de 2011, se concluyó que la respuesta habitacional brindada por el gobierno
local para atender una situación extrema, como era la que afectaba a la madre y su hijo, aparecía
como insuficiente y desconocía sus derechos económicos, sociales y culturales. Asimismo, la
Corte precisó que aún cuando el esfuerzo económico estatal era considerable, no parecía ser el
resultado de un análisis integral para encontrar la solución más eficiente y de “bajo costo”, dado
que la inversión realizada por la autoridad local no aparecía como adecuada para garantizar la

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Resumen segundo parcial derecho administrativo
protección y asistencia integral al niño discapacitado que, conforme compromisos
internacionales asumidos por el Estado Nacional, constituye una política pública del país.

El Alto Tribunal señaló que los derechos fundamentales que consagran obligaciones de hacer, a
cargo del Estado, con operatividad derivada, están sujetos al control de razonabilidad por parte
del Poder Judicial. Ello significa que, sin perjuicio de las decisiones políticas discrecionales, los
poderes deben atender las garantías mínimas indispensables para que una persona sea
considerada como tal en situaciones de extrema vulnerabilidad. Hay una garantía mínima del
derecho fundamental que constituye una frontera a la discrecionalidad de los poderes públicos.

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Resumen segundo parcial derecho administrativo

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