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Revista de Bioética y Derecho NÚMERO 20 - S EPTIEMBRE 2 0 1 0 P ÁGINA 35

ROGELI ARMENGOL
Biblioteca de Bioética
Sobre el libro: “Felicidad y dolor: una mirada ética”

h Un comentario de:
Rogeli Armengol, Doctor en Medicina, ha ejercido como psiquiatra y
psicoterapeuta. Hasta su jubilación fue médico del Hospital Universitario Vall
d'Hebron de Barcelona. Es Académico correspondiente de la Real Academia de
Medicina de Cataluña,
h Sobre el libro:
“Felicidad y dolor: una mirada ética”, de su autoría. Barcelona, Ed. Ariel,
2010.

Este fue el título que escogí para este libro hLa felicidad
entendida como
porque recoge, si no todos, la mayoría de los
la ausencia de
ejes que me sirven para proponer lo que entien- dolor
do por felicidad. Argumento que la felicidad es Mi propuesta
la ausencia relativa de dolor. Pienso que el do- se centra en el
lor es el eje mayor sobre el que gira la humani- dolor, más que
dad. Se propone que el mal es el dolor porque en el placer. Por
nadie lo quiere y de ahí que se diga: «Más que dolor entiendo el
el placer, el dolor es el eje sobre el que gira referido al cuerpo y al dolor mental o moral. La
toda la humanidad. El enunciado de este eje vida es feliz o dichosa cuando no hay dolor dado
primordial podría ser: la felicidad es no tener que el placer siempre acaba llegando y no es
dolor ni daño, la moralidad, no causarlos». posible identificar la felicidad con el placer, en
Si lo observamos bien la mayoría de nues- sentido estricto. En primer lugar porque no existe
tras acciones diarias están dirigidas a evitarnos una vida sin algo de dolor y, además, porque el
el dolor: trabajar para no tener hambre ni frío; placer, como el dolor, va y viene, se presenta y
andar bien por la vida para evitar una caída que se extingue. Y, lo que me parece más importan-
nos puede causar dolor o perjuicio; procurar te, se observa frecuentemente que quienes per-
mantener una convivencia tranquila exenta de siguen el placer no suelen ser felices y suponen
pesar y de discordia cuando se pueda; vivir bien con error que el placer les va a arreglar la vida.
sin disputas con nuestros allegados, colegas y Con este proceder la desgracia puede crecer. Lo
vecinos; adaptar nuestra conducta a aquello que que destruye la felicidad o la hace imposible es
está bien establecido para evitar el repudio o el la presencia del dolor cuando es intenso.
castigo. Lo anterior no contradice que también Cuando no hay hambre ni sed es mejor, si se
nos movemos para conseguir lo que origina pla- puede, permanecer tranquilo y no apetecer por el
cer y gozo, pero la evitación de lo que pueda momento un nuevo placer. «Una vida de dolor no
ser doloroso es primordial. es apetecible, pero una vida con escaso placer
Es frecuente que se relacione la felicidad es agradable y puede ser venturosa. Si nos fija-
con el placer, así lo hizo Epicuro al decir que el mos bien, la mayoría de las acciones que persi-
fin de la vida era el placer. Esta idea no la com- guen nuestro bien y el de los nuestros están diri-
parto si se la toma de un modo unívoco. No obs- gidas a librarnos del dolor cuando lo hay o a pre-
tante, Epicuro, a su vez, siguiendo la senda venirnos de él en lo inmediato o en el futuro.»
abierta por Demócrito, propuso que el placer de
reposo, el denominado catastemático, hedoné hLa alegría o el contento consigo mismo.
katastematiké, consistía en la ausencia de dolor El deseo y la amargura
de forma que la noción sobre el placer en lo La alegría, que hago idéntica al contento con-
relativo a la felicidad se abre y se hace más sigo mismo como propuso Spinoza, es un senti-
completa. miento y una manera de ser al acogerla y culti-

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varla. Es un agradable y gozoso sentimiento de hEl humano es acomodaticio y aprovechado.


fondo que comporta confianza y serenidad y que También es crédulo, vanidoso y codicioso
puede atenuar los pesares con los que nos va- Pienso que es importante constatar y tener
mos encontrando. presente que el humano es acomodaticio y apro-
La alegría es similar a la euthymía de Demó- vechado. Entiendo que sólo de este modo es
crito, la tranquilidad, la serenidad, la paz de espí- posible entender el comportamiento interesado,
ritu o el buen ánimo a los que acompaña siempre injusto, a menudo conflictivo, de las personas.
un suave gozo de vivir. Quienes se complican la No se quiere decir que el humano no pueda ser
vida suelen estar de malhumor y sienten disgus- generoso, amable, justo o que no se conduzca
to, amargura o hastío, enfado y arrebato antes pensando en los demás, pero se advierte que
que serenidad. Pero, si se consigue disolver la debemos estar siempre preparados a aceptar, y
desazón y la destemplanza adviene el acierto y la no deba sorprendernos, que frecuentemente nos
serenidad y con ellos la alegría de vivir, el con- comportemos de forma interesada e inadecuada.
tento y la paz de espíritu. Otras características que también deben to-
Quizá deba observarse que la alegría puede marse en consideración es la frecuencia con la
identificarse con la euthymía de Demócrito, pero que se observa la vanidad y la codicia de los
no exactamente con el placer de reposo o consti- humanos. La credulidad sería otra peculiaridad
tutivo de Epicuro. Podría decirse que el hedoné del humano que comparte con los animales.
katastematiké de Epicuro abre las puertas a la Ahora bien, sobre la anterior afirmación debe
alegría, pero no es todavía euthymia, tranquilidad hacerse la siguiente distinción: el animal cree en
acompañada de buen ánimo. lo que ve, pero el humano cree en lo que ve,
La potencia de la alegría reside en que una pero, a su vez, cree con igual convicción lo que
vez se accede a ella cobra fuerza porque quien imagina o lo que adopta de lo imaginado por
está alegre depende poco o nada de algo más, otros. Así se entiende que sea habitual que las
no desea con desmesura, puesto que se contenta personas creen en algo con acierto, pero tam-
con lo que tiene y con lo que ya es y es capaz de bién que creen en algo descabellado y dispara-
disfrutarlo. tado.
Se suele pensar que lo contrario de la alegría Otra característica de la mayoría de los
es la tristeza y muchas veces es así, pero lo que humanos es la necesidad de sentirse agrupados.
más frecuentemente se observa es que en au- Agrupados en iglesias, partidos, clanes, grupos
sencia de alegría lo que aparece con fuerza e diversos, pequeñas o grandes tribus, podría de-
intensidad es amargura y malhumor. La amargura cirse. Parecería que muchos no pueden sentirse
es espantosa, en primer lugar porque es un pade- bien en un relativo grado de soledad y se lanzan
cimiento que arruina todo el posible disfrute de lo a los brazos de grupos a su alcance. Sucede a
que la vida ofrece y, además, comporta que no se menudo que para evitar el repudio del grupo de
pueda renunciar al deseo de ser complacido de pertenencia renunciamos a la propia coherencia
continuo y sin medida. y toleramos los abusos e injusticias perpretados
Desear todo no es malo. Lo que produce ma- por el grupo.
lestar y desasosiego es no saber renunciar a los Muchas personas que funcionan bien, que
deseos cuando no es posible colmarlos. Para viven bien y que no deshacen o malogran el
poder hacerlo sin destruir el bienestar conseguido bienestar de los otros pueden almacenar en sus
es imprescindible estar bien, poseer un cierto cabezas cantidad de ideas disparatadas. Cree-
grado de alegría para poder disfrutar de lo que se mos con convicción aquello que hacemos propio.
tiene. Sólo el acceso a la alegría, aunque sea en Es obvio también que en ocasiones las convic-
escasa proporción, permite renunciar a los de- ciones de algunos acaben con el bienestar de
seos cuando no es adecuado satisfacerlos. los demás.

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hLa gran importancia de las ideas en rela- ducta en la mayoría de las ocasiones. Las ideas
ción con las pasiones y apetitos mandan más que el apetito, el sentimiento o la
Lo antedicho permite referirse a la importancia pasión aunque a veces nuestro comportamiento
que en este libro se conceden a las ideas y a las ofuscado se deba al predominio de la emoción.
ideologías. La razón crea concepciones verdade- No obstante, la ofuscación de la mente está con
ras y beneficiosas, pero con frecuencia sucede, y frecuencia más determinada por las ideas que por
nos extraña que así ocurra, que esta misma ca- las pasiones, al menos, en lo relativo a los gran-
pacidad razonante cree concepciones erróneas y des números al considerar el dolor y la muerte
perjudiciales. ocasionados.
Somos animales racionales y, por consiguien- Las ideas, más que pasiones como el odio o
te, también somos capaces de irracionalidad. la venganza, son las causantes del mayor daño.
Mantenemos ideas que son racionales y, a su Las calamidades que ha debido sufrir la humani-
vez, ideas y juicios irracionales. Los animales no dad promovidas por la inhumanidad: el someti-
son irracionales, son seres vivos que no son ra- miento de la mujer, guerras de conquista, esclavi-
cionales y al no serlo no tienen acceso a la irra- tud, Cruzadas, Inquisición y en nuestra época
cionalidad a diferencia de los humanos. Así, nazismo y comunismo estaban conducidas por
pues, nuestra racionalidad no siempre supone ideas. Es evidente que, en proporciones diversas
que su ejercicio nos conduzca a ideas acertadas. según los casos, las pasiones como el odio y la
La razón crea ideas e ideologías acertadas y be- venganza no estaban ausentes en tales desas-
nignas, pero, a su vez, las construye disparata- tres, como tampoco lo estaba el interés desmedi-
das y perniciosas. Así se explica que grandes do por lo propio, pero lo que verdaderamente los
pensadores construyan o se adhieran a ideologí- promovió fueron o son ideologías nocivas.
as erradas y dañinas como sucedió con Heideg- Las pasiones, a las que muchas veces se res-
ger y su afiliación al nazismo. La razón y la sinra- ponsabilizan del mal, sólo ponen el combustible
zón van de la mano incluso entre los más dotados para el despliegue de la conducta, pero la guía de
y preclaros. la acción benéfica o nociva la ejerce siempre la
Cuando una idea se clava y se enquista en razón con sus ideas. ¡Tantas veces la pasión es
nuestra mente es muy difícil o imposible destro- encendida por una idea anómala! Es evidente
narla de modo inmediato, puesto que adoptamos también que la pasión en muchas ocasiones de-
como cierto lo que se acostumbra a pensar en rroca el poder de la razón, pero, en lo relativo a la
nuestro medio o grupo de pertenencia. Las ideas conducta humana tomada en su conjunto, en sus
que se instalan con certidumbre, como no podría grandes cifras, hay que convenir que la razón y
ser de otro modo, pasan a ordenar lo que será sus productos, buenos o malos, doblegan el po-
acostumbrado y, a su vez, de lo acostumbrado der de los sentimientos morales y puede promo-
nacen las certidumbres. ver grandes males. Si se dijera que en estos ca-
Estamos muy orgullosos de nuestra razón y sos es la sinrazón la que es operativa, entiendo
no advertimos suficientemente bien que de ella que no puede objetarse que la sinrazón proviene
nace lo mejor y lo peor, lo cierto y lo falso esta- del ejercicio de nuestra capacidad razonante. Por
blecido por costumbre, y parece algo evidente otra parte resulta obvio que sólo el poder de la
que los humanos podemos vivir, y vivir bien, con razón, insuficiente en muchos casos, puede des-
la cabeza llena de falsedades y disparates, quizá tronar el imperio de la sinrazón. Es evidente tam-
porque para nuestro cerebro lo decisivo es la cer- bién que las buenas razones pueden necesitar de
tidumbre de lo acostumbrado antes que la ver- mucho tiempo para ejercer su poderío y ser acep-
dad. tadas.
En lo relativo a la razón de los hombres la
propuesta que se defiende dice que las ideas que hLa moralidad y las éticas del bien. El lega-
el hombre se forja son las que conducen la con- do de Kant y la insuficiencia de su imperati-

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vo categórico. Sobre la falacia naturalista día hacerlo, sólo estaban preparados para ello
En este libro se examina con alguna extensión quienes estuvieran especialmente preparados,
la moralidad. Debe ser así cuando se habla de la una minoría, pero en nombre de Dios o del bien
felicidad puesto que si bien la moralidad no pue- se podían cometer injusticias, atropellos y desma-
de promover directamente la felicidad la inmorali- nes. A partir del Renacimiento se inició y se ex-
dad la daña. La felicidad es un asunto personal, tendió la idea de que los humanos no debían que-
unos serán felices y otros con lo mismo serán dar sojuzgados por las ideas y esta ideología
infelices, pero la inmoralidad socava, menoscaba benigna condujo a lo que la primera constitución
la felicidad adquirida por los congéneres. que promulgó la Revolución Francesa sancionó
De modo general las filosofías morales suelen jurídicamente: todos los humanos son libres e
partir de la idea sobre el bien. Proceder de este iguales. En nombre de la igualdad y de la libertad
modo supone un serio inconveniente dado que es ya no se podían imponer ideas que no fueran
muy difícil que todos o la mayoría de humanos aceptadas por los individuos humanos.
coincidan acerca de lo es el bien. Sin embargo, La idea sobre la igualdad creció durante la
sobre el mal, entendido como lo que reporta dolor Ilustración europea durante el siglo XVIII. Kant,
y daño, puede haber un general acuerdo dado muy influido por el pensamiento de Rousseau,
que nadie quiere el dolor. Por consiguiente, pare- tomando como base la igualdad civil estableció lo
ce más conveniente para todos que la filosofía que a mi entender supuso un cambio epocal en la
moral se erija sobre la exención del mal antes filosofía moral. Hasta la modernidad la sociedad
que sobre el bien que suele formularse de mane- se organizaba alrededor de los Mandamientos y
ra abstracta y frecuentemente entendido como la recomendación virtuosa, pero los que no eran
algo que puede ser bueno para la comunidad, considerados iguales, la mayoría, no podía exigir
pero que acaba beneficiando a unos pocos en que los demás se comportaran con ellos de ma-
detrimento del bienestar de la mayoría. Así suce- nera virtuosa.
dió con el esclavismo, con el poder de los nobles Kant cambió la dirección de la mirada de la
y clérigos en la Edad Media, con el de los terrate- moralidad: se miraba a la virtud, ahora se mirará
nientes después. Lo que pueda ser bueno para al deber. La virtud se pondrá al servicio del de-
una comunidad no siempre lo es para sus miem- ber. Si todos somos libre e iguales todos deberán
bros. respetar nuestro derecho a seguir siéndolo. De
Con anterioridad a la bienvenida modernidad, ahí que la aceptación de derechos supone el de-
las ideas del bien solían ser perjudiciales para la ber de respetarlos. Con anterioridad se recomen-
mayoría. Hasta el Renacimiento las ideas e ideo- daba el ejercicio de la virtud y si un poderoso no
logías pasaban por encima de los intereses de la lo era nada se le podía exigir. El señor o el noble
gente. A parir del siglo XV sucedió algo funda- podía ser virtuoso, pero si no lo era podía abusar
mental: las personas y sus intereses fueron co- de la mujer o de un niño sin que hubiera sanción
brando más importancia. Adquirieron mayor im- o castigo. Después de la filosofía moral de Kant,
portancia las personas que las ideas que sobre acorde con la época, si no se es virtuoso se tie-
ellas se podían formular. ne, no obstante, el deber de respetar a la mujer,
Según se mire Protágoras venció a Platón al al niño, a todos los congéneres. La virtud deja de
decir que el hombre, entendido como el conjunto tener la primacía en la fundamentación de la mo-
de la humanidad, era la medida de todas las co- ralidad, ahora la tiene el deber. Ahora bien, el
sas. Platón, siempre indignado con él, en ocasio- simple anuncio del deber es débil, a penas tiene
nes con razón, en Leyes le contradijo con dureza fuerza, para su consecución el derecho positivo
diciendo que la medida de todas las cosas debe- es fundamental.
ría ser Dios, pero ante esta seguridad platónica, Pero este cambio fundamental en la filosofía
¿quién establecía cómo era Dios y qué quería moral no supone que toda la ética de Kant sea
Dios? Según Platón el común de la gente no po- aceptable. En el libro se argumenta extensamen-

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te que una filosofía moral que desatiende a la razonamientos sino del sentir. Estamos dotados
experiencia es insuficiente para nuestra época y de un sentimiento moral y la razón debe obedecer
también se debate sobre la conocida y celebrada al sentimiento. Así, lo que deba ser está dado por
segunda formulación del imperativo kantiano: el sentimiento.
«obra de tal modo que uses a la humanidad, tan- Lo que sucede frecuentemente es confundir la
to en tu persona como en la persona de cualquier falacia naturalista con el relativismo moral: lo que
otro, siempre al mismo tiempo como fin y nunca es de modo general es bueno y no debe hacerse
simplemente como medio». Se explica que tal otra cosa. Así, si la mutilación genital femenina
formulación imperativa está escrita expresamente se da, es, está extendida en una determinada
de este modo para recortar la libertad y la igual- comunidad, está legitimada y debe o puede
dad civil. Kant pudo decir “nunca se utilizará a hacerse. Lo mismo hizo Aristóteles con la esclavi-
nadie como medio”, de acuerdo a su propuesta tud: era aceptada por todos, –aunque no por los
de lo que es “medio” o “instrumento”, pero no lo esclavos–, por consiguiente, según él, debía ser
dice. Lo que dice es: “si utilizas a la humanidad aceptada. Hume hubiera dicho: no debe ser acep-
como fin la puedes utilizar como medio”. Lo pro- tada en nombre de razones, la esclavitud nos
puso de este modo porque no pudo o no quiso produce aversión y rechazo, no simpatizamos con
ser igualitario. La mujer y el trabajador manual, ella, luego no puede ser aceptada como legítima
según él, no eran iguales a los hombres y a los aunque Aristóteles dedujera de sus razones lo
hombres con propiedades. La mujer y el obrero que podía o debía ser.
no «están cualificados para ser ciudadanos», dice
Kant, pueden ser, pues, tomados como medios, hEl progreso
es decir, se les puede tratar contra su voluntad si Se propone que el progreso es la disminución
al mismo tiempo se considera que son fines en sí del dolor de la humanidad. Se trata del progreso
mismos. Se les va a respetar como personas, en material y del progreso de las costumbres. No
algunos aspectos, pero no en todos, pues no se- hay duda ninguna de que el progreso material
rán considerados ciudadanos con plenos dere- nos hace más agradable la vida. Basta pensar en
chos aunque ellos, en uso legítimo de su autono- el beneficio debido a la invención de la lavadora
mía moral y su libertad, estén en desacuerdo con automática o en la penicilina que nos ha librado
ello y se duelan por ello. del miedo y del enorme perjuicio causado por la
No es infrecuente que se diga que Hume esta- sífilis.
bleció lo que se conoce como falacia naturalista, En lo relativo al progreso de las costumbres
pero no fue así. Fue Moore en 1903 quien deno- fue un avance colosal que la humanidad apren-
minó naturalista a la supuesta falacia que consis- diera y aceptara que todos somos dignos por
tiría en decir que el bien y lo bueno puede predi- igual e iguales en derecho. Aunque este progreso
carse o desprenderse de algo: felicidad, placer, lo se inició en Europa parece que, aunque con re-
deseado, el Reino de fines de Kant, la utilidad o sistencias, se va extendiendo progresivamente en
el Cielo. Para él lo bueno no tenía definición, el la mayoría de países.
bien y lo bueno es bueno como lo amarillo es No siempre se toma en consideración que la
amarillo y es algo evidente sin más, sin referirlo a vida en democracia es una delicia para todos. La
nada, bueno en sí mismo. Hume había propuesto democracia es el único sistema político en el que
que deducir lo que deba ser de lo que es, de lo puede prosperar la felicidad de la mayoría de
que se supone que es, no es correcto, pero Hume congéneres. Des de este punto de vista se en-
se refería a que muchos filósofos morales deducí- tiende que el comunismo ha fracasado para siem-
an el deber de lo que ellos pensaban o especula- pre y se argumenta que la filosofía política de
ban acerca de lo que es el deber: una idea, una Marx que admite la violencia en la acción política
concepción sobre el bien. Para el filósofo escocés debe repudiarse. Se dice que para bien de todos
el deber no se puede deducir de la razón o de los la Revolución Francesa hubiera podido ser la

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última revolución. se inicia en los reptiles, progresa entre las aves y


Se argumenta contra los adversarios de la se desarrolla con los mamíferos. El altruismo ani-
Ilustración y contra quienes piensan que no pue- mal siempre se refiere a las crías y, como es evi-
de hablarse de progreso. Empezando por la críti- dente, al amor o altruismo humano va mucho más
ca a Horkheimer y Adorno, pero también con los allá que el del animal al ser beneficiente no sólo
denominados “maestros de la sospecha”: Marx, con las crías sino con aquellos miembros de la
Nietzsche y Freud. Estos maestros, y otros como comunidad que son débiles o se encuentran debi-
ellos, o no creen en el progreso y arrematen co- litados.
ntra él o proponen caminos muy discutibles para
alcanzar una mayor felicidad para todos. De mo- hLa muerte
do general piensan que podemos esperar el ad- Se propone que la muerte es la extinción irre-
venimiento de un hombre nuevo, pero se argu- versible de la memoria individual. Aunque no se
menta contra esta suposición y se antepone la debate sobre las creencias u opiniones acerca de
noción que el progreso evidente e ininterrumpido una pervivencia después de la muerte se puede
de las costumbres es suficiente para conseguir observar que la mayoría de humanos, incluidos
un mayor grado de bienestar. Al respecto se pro- los creyentes, no desea morir.
pone que lo que puede cambiar son las ideas y Puesto que cuando estamos bien o relativa-
las ideologías, pero que es ilusorio esperar un mente bien no deseamos morir se expone que
progreso moral si por tal se entiende un cambio nos acostumbramos a la vida, nos apegamos a
de la intimidad de las conciencias individuales. ella. Las dificultades para poder morir bien se
La ideología es tan poderosa que barre o deben, más que a ideas metafísicas sobre la
anestesia los sentimientos morales: respeto, pie- existencia, a la fuerte sensación física del apego.
dad o compasión, sentimiento de vergüenza y Para aceptar bien la muerte ineludible debe reali-
sentimiento de culpa y las mejores razones que zarse una reflexión y revalorización personal so-
amparan estos sentimientos. Como ilustración de bre el apego. Sólo la consecución de un cierto
lo antedicho se escribe que si la ideología domi- desapego nos permite aceptar la muerte sin gran
nante tolerara de nuevo la tortura o el esclavismo conmoción.
aparecerían verdugos y esclavistas. La aceptación de que sólo somos memoria; la
consideración de que a penas somos algo ante la
hEl amor vastedad del Universo; lo que se expone como
Se distingue lo que es amor por si mismo, la esperanza en el pasado y el transito por el per-
obtención de lo necesario o agradable para uno dón nos permiten que pueda germinar un saluda-
mismo, lo que los griegos denominaron como ble desapego en la hora de cerrar los ojos.
éros, del amor a los demás, denominado por ellos La esperanza en el pasado se considera algo
como philía o agápe. Aquellos que para saber del fundamental, se refiere a que podemos querernos
amor acuden a Platón no aciertan del todo dado a nosotros mismos al hacer memoria de que
que este filósofo siempre se refiera al amor como hemos hecho lo debido y al respecto se propone
éros mientras que su discípulo Aristóteles exami- que el trabajo realizado durante la vida, por sen-
nó el amor como philía, el amor de beneficencia cillo que haya sido, permite esperar que lo traba-
que da algo de lo propio para el bien de los de- jado para el propio bien y el de nuestros allega-
más. Sólo si se entiende que philía, tal como ex- dos nos permite sentir la esperanza de que quie-
pone Aristóteles, es amor antes que amistad se nes se quedan en el mundo se arreglarán bien
pueden entender bien los dos capítulos general- como nosotros hicimos. En lo relativo al perdón,
mente titulados como amistad en su obra Ética el poder perdonarnos las propias culpas y, en la
nicomáquea. hora de la muerte, las de los demás, nos abre la
El amor humano tiene una raigambre biológi- puerta del sosiego. Se recomienda tener presente
ca. Se fundamentaría en el altruismo animal que lo dicho por Demócrito, el filósofo materialista: «la

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salvación de la vida es arrepentirse de las malas con cierta serenidad y paz con uno mismo es
acciones». Lo dicho por Jesús, siempre atento al necesario la presencia, al menos, de dos valores
dolor de los humanos y haciendo suyo lo escrito aunque se tengan en escasa medida: la modes-
en Eclesiastés, merece la misma atención: tia imprescindible, el escaso narcisismo para
«perdónales, que no saben lo que hacen». poder reconocer que apenas somos nada dentro
Cuando estamos bien, cuando los días por de la vastedad del Universo, y un cierto grado de
venir son buenos o lo podemos esperar no que- conciencia de tranquilidad e independencia de
remos morir. A la inversa, cuando sólo pueden espíritu, las doradas y esquivas ataraxía y autár-
esperarse días llenos de dolor deseamos morir. keia de los antiguos, nacidas del acuerdo y la
Esto último es lo que sucede con los enfermos armonía del alma cuando hemos sido capaces
terminales al acceder a una conciencia clara de de perdonar y perdonarnos las culpas y cuando
que la vida se acaba. En este estado se desea la nos sentimos acompañados por la esperanza al
muerte. El cansancio de vivir con un dolor que haber cumplido con el propio deber. Entonces, y
ya no tiene remedio origina el deseo de descan- sólo entonces, los plazos, las virtudes, los place-
sar. Poder descansar suele ser el último de res y los deberes se habrán consumado y podre-
nuestros deseos. mos partir tranquilos. Como dijo el poeta Beatus
Para poder aceptar la llegada de la muerte ille.

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