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Manual CTO

de Medicina y Cirugía

9. ª edición

• Anestesiología
• • Oncología médica y paciente terminal

Grupo CTO
•• Editorial
NOTA

La medicina es una ciencia sometida a un cambio constante. A medida que la investigación y la experiencia
clínica amplían nuestros conocimientos, son necesarios cambios en los tratamientos y la farmacoterapia.
Los editores de esta obra han contrastado sus resultados con fuentes consideradas de confianza,
en un esfuerzo por proporcionar información completa y general, de acuerdo con los criterios aceptados
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derivados del empleo de dicha información. Por ello, se recomienda a los lectores que contrasten dicha
información con otras fuentes. Por ejemplo, y en particular, se aconseja revisar el prospecto informativo
que acompaña a cada medicamento que deseen administrar, para asegurarse de que la información
contenida en este libro es correcta y de que no se han producido modificaciones en la dosis recomendada
o en las contraindicaciones para la administración. Esta recomendación resulta de particular importancia
en relación con fármacos nuevos o de uso poco frecuente. Los lectores también deben consultar
a su propio laboratorio para conocer los valores normales.

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ISBN Anestesiología: 978-84-16153-01-5


ISBN Oncología médica y paciente terminal: 978-84-16153-54-1
ISBN Obra completa: 978-84-16153-00-8
Depósito legal: M-14652-2014
Manual CTO
de Medicina y Cirugía

9.ª edición

Anestesiología

Autor
Javier Moya Moradas

Grupo (TO
•• Editorial
Q)
·- (.)

-e .. _
e
C')
03. Manejo de la vía aérea....... ........................................................ . 18
o 3.1. Valoración de la vía aérea.

,_
o Predicción de una vía aérea difícil ________ 18
(1) 3.2. Clasificación de Cormack-Lehane... . ......... ............ ................ ...... 19
Q)
+""' 3.3. Dispositivos de manejo de la vía aérea _ _ _ __ 20
(1) 3.4. Manejo de la vía aérea difícil no prevista ... .... . .... . ... . ... ... 24
Q)
e:: 3.5. Manejo de la vía aérea difícil prevista____ 24
<(

04. Fármacos en anestesiología.......................................... 25


4.1. Hipnóticos.............. .. ...... ..... .................. .. . . ...... ....... ............ 25
4.2. Analgésicos· --· · 29
4.3. Relajantes musculares ·········· ···· ····- ············-·· 30
01. Modalidades de anestesia........................................... . .... 1 4.4. Anestésicos locales----------- 32
1.1. Conceptos generales de anestesiología··-·· --·-···--···-·- ..
1.2. Anestesia general_-·-·-· ------·---··---- -· 1
1.3. Anestesia regional...... -·--·--········-·---·-· · -· -·--··· · · ·--··· -· ·-· · · ·-- 3 05. Monitorización en anestesia..... ................................... 35
1.4. Anestesia combinada -·- --···- --------·------··---·-- 6
5.1. Introducción.... .. . ... .... ....... .... ........ . ··· ·······-········-···-·········-· 35
5.2. Monitorización de la oxigenación _ _ _ _ _ -·__ 36

02 • V.1s1ta , . ..... ... .................. ...............................................


. preanestes1ca
5.3. Monitorización de la ventilación................. .. ..... . . ........ ............. .. 36
7 5.4. Monitorización de la circulación 37
2.1. Anamnesis ... ··----··-··- ··-·--··-··----··--··----··-···-···-···-········..··-···--·····-·· · 7 S.S. Monitorización fisiológica discrecional · · · · ·---···-···· ···-· 37
2.2. Exploración física_____________________ 7
2.3. Valoración del riesgo anestésico. · -· - -·· -· --· -····· ·-···-·· ·· · · · · -· s
2.4. Pruebas complementarias_ _______________ __ 9 06. Complicaciones relacionadas
2.5. Valoración del riesgo cardíaco... ---·-·········-··- --·- -------·· 10 con la anestesia...................................................................... . ................... 40
2.6. Valoración del riesgo
de complicaciones pulmonares····· ·····-··································-· ····· ········ · 12 6.1. Hipertermia maligna anestésica... . ... ... .......... .......... .... 40
2.7. Manejo de la medicación habitual 6.2. Reacciones anafilácticas y anafilactoides _ ____ 41
del paciente en la visita preoperatoria..................... 13 6.3. Náuseas y vómitos posoperatorios. .. . ... . .... . .. . 42
2.8. Medicación preanestésica_______ ___ _ 1s 6.4. Despertar intraoperatorio ____ -·----- 43
2.9. Ayuno preanestésico/prequirúrgico 16 6.5. Hipotermia perioperatoria... . ... ......... ... ......... .... ..... .. ..... ......... 43
6.6. Complicaciones pulmonares perioperatorias __ _ 44
6.7. Trastornos del ritmo cardíaco . .......... ............. ... .... ..... ...... 45
6.8. Relajación o bloqueo muscular residual---· ___ 45
6.9. Complicaciones relacionadas
con la postura quirúrgica------------ 45

11
-r

Anestesiología 1 1 n d i Ce

07. Manejo del dolor


agudo posoperatorio ... . .. . ..... .... ........... ...... 49

7.1. Fisiopatología..... .......... ................... .... . . 49


7.2. Estrategia de tratamiento ...................... 49

08. Profilaxis antibiótica quirúrgica........ 52


8.1. Tipos de intervenciones quirúrgicas....... ..... ........ .... .. ...... ...... 52
8.2. Recomendaciones generales
de profilaxis antibiótica perioperatoria .......... 52

Bibliografía. ... ........................................................................... .......... 55

------
Anestesiología

MODALIDADES DE ANESTESIA

ORIENTACIÓN Tema poco importante. Sin embargo, ofrece una visión global de la especialidad y de los distintos tipos de

MIR anestesia. Es conveniente estudiar las características propias de cada modalidad anestésica, sus indicaciones
y las complicaciones más frecuentes.

1.1. Conceptos generales muscular. En función de la combinación utilizada, se pueden distinguir tres
tipos de anestesia general: inhalatoria, intravenosa y balanceada.
de anestesiología
Anestesia inhalatoria
El término general de anestesia incluye la combinación de hipnosis, analgesia
y relajación muscular, necesarios para permitir el desarrollo óptimo de inter­ Se utiliza exclusivamente anestésico inhalatorio; generalmente sevofluo­
venciones quirúrgicas o técnicas intervencionistas. rano, desfluorano o isofluorano (derivados halogenados), a los que puede
añadirse óxido nitroso.
Los anestesiólogos también son responsables del mantenimiento de la ho­
meostasis del paciente durante la intervención quirúrgica. Esto incluye la En la actualidad, esta técnica está reservada exclusivamente para cirugías de
monitorización y el tratamiento de los cambios que puedan producirse a muy corta duración en niños pequeños y lactantes.
nivel de la función cardiovascular, pulmonar, renal o neurológica, restable­
ciendo los parámetros a niveles fisiológicos, minimizando los riesgos asocia­ Anestesia total intravenosa (TIVA)
dos a la intervención quirúrgica y contribuyendo a la rápida recuperación
del paciente. Se utilizan exclusivamente fármacos anestésicos intravenosos. La combinación
consiste en la administración de un hipnótico, un analgésico opiáceo y un rela­
Otros campos relacionados con el desarrollo de la especialidad de anes­ jante muscular (en caso de precisarse).
tesiología y reanimación son el tratamiento de dolor agudo y crónico, así
como las unidades de reanimación y cuidados críticos postquirúrgicos. Tras la administración inicial de una dosis de carga en bolo (inducción anes­
tésica), se procede a la administración continua del fármaco mediante el
uso de bombas de perfusión, consiguiéndose niveles plasmáticos de fár­
1.2. Anestesia general maco constantes. Dichos niveles pueden modificarse en función del grado
de profundidad anestésica necesaria para el desarrollo de la intervención
quirúrgica.
La anestesia general constituye la técnica frecuentemente utilizada para la
realización de intervenciones quirúrgicas complejas. Debido a que produ­ Esta técnica anestésica precisa de fármacos de vida media corta, que permitan
ce grados variables de depresión respiratoria, así como la abolición de los su rápida eliminación una vez finalizada la perfusión del fármaco. La combina­
reflejos de protección de la vía aérea, precisa con frecuencia de un soporte ción más utilizada en la actualidad es:
respiratorio. Hipnótico: propofol.
Analgésico opiáceo: remifentanilo.
Tipos de anestesia general Relajante muscular: cisatracurio o rocuronio.

En la actualidad está extendido el uso de fármacos anestésicos selectivos Anestesia balanceada


en cuanto a su mecanismo de acción. Por ello, para la realización de una
anestesia general se precisa la combinación de un hipnótico (inhalado o in­ En esta modalidad se utiliza la combinación de fármacos inhalados (efecto
travenoso), un analgésico (opiáceo) y, en caso de ser necesario, un relajante hipnótico) y fármacos intravenosos (opiáceos y relajantes musculares).
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

RECUERDA al grado de estímulo quirúrgico, a fin de evitar despertares intraoperatorios


o excesiva profundización anestésica.
Las tres modalidades de anestesia son: la inhalatoria, la intraveno­
sa (TIVA) y la balanceada.
Puede optarse por el uso de agentes volátiles o hipnóticos intravenosos, que
se combinan con perfusión de opiáceos (anestesia balanceada o total intra­
Fases de la anestesia general venosa, respectivamente).

En el desarrollo de una anestesia general pueden distinguirse tres fases: in­ El uso de relajantes musculares, durante el mantenimiento de la anestesia, se
ducción, mantenimiento y despertar. reserva para aquellas situaciones en las que se precisa una relajación muscular
completa para el correcto desarrollo de la técnica quirúrgica (cirugía abdomi­
Inducción nal, traumatológica . . . ) o en aquellas cirugías en las que movimientos involun­
tarios del paciente podrían ser muy peligrosos (neurocirugía, cirugía oftalmo­
La inducción generalmente se realiza mediante la administración de fárma­ lógica en niños . . . ). La presencia de un tubo endotraqueal no es, por sí misma,
cos por vía intravenosa. una indicación de uso continuado de relajantes musculares durante la cirugía,
siendo suficiente una adecuada profundidad anestésica para que el paciente
En ciertas situaciones, especialmente en niños, la inducción puede realizarse tolere el tubo endotraqueal.
por medio de anestésicos inhalados, aprovechando la pérdida de consciencia
del niño para la canalización de vías periféricas. La ventilación del paciente durante una anestesia general puede ser espon­
tánea o controlada (ventilación mecánica), en función, principalmente, de
El fármaco más habitualmente utilizado en la inducción es el propofol. En la profundidad de la hipnosis necesaria para el desarrollo de la intervención
aquellas situaciones de inestabilidad hemodinámica, suele sustituirse por programada.
etomidato.
La administración de oxígeno debe ser ajustada a las características del pa­
Junto a la administración del hipnótico, puede asociarse pequeñas dosis de ciente, optándose por la menor fracción inspiratoria de oxígeno (Fi02) que
opiáceos de acción corta (tipo fentanilo), especialmente en aquellas situa­ permita una adecuada oxigenación. La monitorización de una adecuada
ciones en las que está programada la intubación del paciente. oxigenación del paciente se realiza habitualmente mediante pulsioximetría,
siendo considerados normales valores superiores al 95%.
Durante la inducción anestésica, el control de la permeabilidad de la vía
aérea cobra un papel decisivo. La disminución del nivel de consciencia lle­ En el caso de ventilación controlada, deben ajustarse los parámetros del
va asociado la pérdida del control de la vía aérea y la abolición, en mayor o ventilador para asegurar una adecuada ventilación. La modalidad de ven­
menor grado, de los reflejos protectores de la misma. tilación mecánica más habitual es la volumen control (ventilación contro­
lada por volumen o VCV). En este modo ventilatorio los parámetros que
La vía aérea de los pacientes anestesiados se puede manejar mediante el deben fijarse son el volumen corriente (6-8 ml/kg) y la frecuencia respira­
uso de una mascarilla facial, mascarilla laríngea o un tubo endotraqueal. toria (10-12 rpm), a lo que puede añadirse presión positiva teleespiratoria
(PEEP). La monitorización de una adecuada ventilación, se realiza median­
Si la colocación del tubo endotraqueal es la opción elegida, una vez alcan­ te la valoración de los niveles de (02 al final de la espiración (End tidol C02
zado un grado de hipnosis suficiente, debe comprobarse que el paciente o EtCO¡l.
puede ventilar fácilmente con mascarilla facial y, previamente a la realización
de la laringoscopia, debe administrarse una dosis de relajante muscular. En caso de ser necesaria una valoración más exacta del estado de oxigena­
ción y ventilación del paciente, está indicada la realización de una gasome­
Un tipo de inducción especial lo constituye la llamada inducción de secuen­ tría arterial.
cia rápida (ISR). Esta técnica está indicada en aquellos pacientes con alto
riesgo de broncoaspiración (estómago lleno, embarazadas, obstrucción in­ La administración del líquidos intravenosos (cristaloides o coloides) o, si se
testinal, hematemesis . . . ). Las diferencias principales respecto a la inducción precisa, de hemoderivados, son necesarios para el mantenimiento de la
en pacientes que cumplen ayuno son: homeostasis del paciente. En este sentido se debe evitar la hipotermia, ad­
Administración únicamente de hipnótico (no opiáceos). ministrando dichos fluidos preferentemente calientes, mediante el uso de
No ventilación previa con mascarilla facial (evitar insuflación de aire en calentadores.
estómago).
Uso de relajante muscular de acción corta (succinilcolina). Con la apa­ Despertar
rición del antagonista específico del rocuronio (sugammadex), el uso
de rocuronio en la ISR puede constituir una alternativa en un futuro Consiste en el periodo de tiempo que transcurre durante la transición de un
cercano. estado inconsciente hasta un estado consciente con recuperación de los
La intubación orotraqueal es la única opción de manejo de la vía aérea reflejos de protección intactos.
que minimiza el riesgo de broncoaspiración.
Se inicia con la disminución progresiva de la dosificación del hipnótico y opiá­
Mantenimiento ceo hasta su suspensión.

El mantenimiento se inicia cuando la profundidad de la anestesia es la ade­ El grado de relajación muscular debe ser el adecuado para permitir la respi­
cuada para proporcionar una analgesia, hipnosis y relajación muscular su­ ración espontánea del paciente, pudiendo ser necesario, en algunos casos,
ficientes para la cirugía. El grado de profundidad anestésica debe ajustarse la reversión del bloqueo muscular residual.

01 · Modalidades de anestesia - -
Anestesiología

Debe asegurarse que el paciente esté caliente, mediante el uso de mantas Anestesia intradural
térmicas.
También conocida como raquídea o subaracnoidea. El anestésico local se
En esta fase, se debe suministrar oxígeno a altas concentraciones, cercanas deposita en el espacio subaracnoideo (Figura 1 ).
al 100%. Típicamente la recuperación de la respiración espontánea es más Técnica. El punto de punción en piel corresponde al de intersección
rápida con el uso de agentes volátiles, precediendo incluso a la recupera­ de la línea que une ambos bordes superiores de las crestas ilíacas y la
ción del nivel de consciencia. En cambio, con el uso de la anestesia total línea que une las apófisis espinosas. Dicho punto suele corresponder al
intravenosa, los pacientes suelen recuperar inicialmente la consciencia y espacio L3-L4. En general, para la anestesia raquídea suelen utilizarse los
posteriormente la respiración espontánea y el control de la vía aérea. espacios L2-L3, L3-L4 o L4-LS, por el menor riesgo de punción acciden­
tal de la médula.
La extubación del paciente constituye el momento crítico de la fase del des­ La punción puede realizarse con el paciente en decúbito lateral o, si la
pertar anestésico. Una extubación inadecuada puede provocar situaciones situación clínica lo permite, en sedestación.
graves que comprometan la vida del paciente tales como laringospasmo y Una vez desinfectada una amplia superficie cutánea, se procede a la
broncospasmo. Los pacientes con gran inestabilidad hemodinámica, insu­ punción raquídea. Para ello, la aguja debe atravesar el ligamento in­
ficiencia respiratoria, hipotermia, vía aérea comprometida o que han sido terespinoso, el ligamento amarillo, el espacio epidural, la duramadre
sometidos a cirugías muy prolongadas pueden permanecer intubados tras y la aracnoides.
la cirugía, planeándose su extubación en condiciones óptimas durante su La salida espontánea de LCR claro, confirma la posición adecuada de la
estancia en la unidad de reanimación. aguja, permitiendo la introducción de la dosis de anestésico local de­
seada.
La extubación puede realizarse con el paciente despierto o bien con el pa­
ciente todavía bajo anestesia profunda.
Extubación con paciente despierto. Especialmente indicada en pa­
cientes con alto riesgo de broncoaspiración o pacientes con vía aérea Médula espinal
difícil.
El paciente debe estar despierto, con recuperación de la respiración espon­
tánea, con adecuada ventilación y oxigenación, reflejos de protección de la
vía aérea y sin bloqueo muscular residual. Una vez retirado el tubo endotra­ Nervio espinal
queal, debe vigilarse la posible aparición de complicaciones, hasta confir­
mar la capacidad del paciente de ventilar, oxigenar y proteger la vía aérea.
Extubación con paciente dormido. Su objetivo es intentar evitar los
riesgos de la estimulación de la vía aérea por la presencia del tubo en­
dotraqueal.
Esta técnica está especialmente indicada en niños y pacientes asmáti­
cos. También se prefiere en algunos tipos de cirugías, en los que la apari­
ción de tos o esfuerzos respiratorios del paciente pueden comprometer
el resultado de la cirugía (cirugía oído medio, cirugía ocular, cirugía de
pared abdominal o hernias inguinales . . . ).

R ECUERDA
Las tres fases de la anestesia son la inducción, el mantenimiento
y el despertar.
Vértebra

1.3. Anestesia regional


Figura 1 . Anatomía de la anestesia neuroaxial

A diferencia de la anestesia general, en la anestesia regional únicamente se Factores que influyen en el nivel de anestesia. El punto de punción
bloquea la conducción nerviosa hacia y desde el área quirúrgica. Esto se en la anestesia intradural es fijo (entre L2-L3 y L4-LS). Sin embargo,
consigue mediante el uso de anestésicos locales en la proximidad de la mé­ diversas características de los anestésicos locales o la realización de
dula espinal (anestesia regional neuroaxial) o de troncos/nervios periféricos ciertas maniobras permiten alcanzar niveles más altos de anestesia
(bloqueos nerviosos). Esta técnica consigue una excelente analgesia y rela­ (Tabla 1 ):
jación muscular del área quirúrgica. Baricidad. Se refiere al peso específico del anestésico local respec­
to al LCR. Los anestésicos locales pueden clasificarse en:
Neuroaxial Hiperbóricos: con mayor peso específico que el LCR. Por ello,
una vez depositados en el espacio subaracnoideo, por efec­
El anestésico local se deposita en la proximidad de la médula espinal, a la to de la gravedad, se dirigen hacia regiones declives del ca­
que llega por difusión. Pueden distinguirse los dos tipos que se exponen a nal medular. Se consiguen añadiendo dextrosa al anestésico
continuación. local.

11
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

lsobóricos: con peso específico similar al LCR. Su distribución destación, mejorando con el decúbito supino. Pueden asociarse
será independiente de la posición del paciente. Aunque en otros síntomas como naúseas, vómitos, diplopía, visión borrosa
realidad los anestésicos isobaros son levemente hipoboros. o acúfenos. Su etiología radica en la pérdida continua de LCR
Hipobáricos: con menor peso específico que el LCR. En este a través del orificio de la duramadre, lo que provoca una dis­
caso, los anestésicos locales se dirigen hacia las regiones minución de la presión del LCR y la tracción de nervios y vasos
más elevadas del canal medular, en función de la posición meníngeos.
del paciente. Se consiguen añadiendo agua destilada al Factores que han demostrado relación con una mayor incidencia
anestésico local. de cefalea pospunción son:
Pacientes jóvenes, preferentemente mujeres.
Cambios en la posición del paciente (posición de Trendelenburg Uso de agujas de mayor calibre.
o anti-Trendelenburg), determinarán el nivel de anestesia final. Uso de agujas de punta de tipo bisel más afilada (Quincke),
Dosis del fármaco. El nivel anestésico varía de forma directamente frente a menor incidencia con agujas con punta de lápiz
proporcional a la dosis del anestésico local utilizada. (Sprotte o Withacre).
Número de intentos de punción: a mayor número de intentos,
mayor probabilidad de aparición de cefalea.
Área quirúrgica Nivel sensitivo-dermatoma
Extremidades inferiores 012 El tratamiento inicial consiste en la administración de líquidos (ora­
les o intravenosos), corticoides, cafeína, analgésicos y reposo en
Cadera 010
cama en decúbito supino.
Próstata, vejiga 010 Si la cefalea es muy intensa y/o su duración es mayor de 48 h, pue­
Vagina, útero 010 de optarse por la administración subaracnoidea de suero salino fi­
siológico o por la realización de un parche hemático epidural (para
Extremidades inferiores con isquemia 08
ello, se extraen 10-20 mi de sangre periférica del propio paciente y
Testículos, ovarios 08 se inyecta en el espacio epidural).
l ntraabdominal bajo 08 Bloqueo simpático. Las neuronas del sistema nervioso simpático
se localizan, a nivel medular, entre C8 y L2. Los anestésicos loca­
lntraabdominales altas 04
les bloquean las fibras nerviosas sensitivas, motoras y también las
Tabla 1 . Nivel cutáneo necesario para algunos tipos de cirugías fibras simpáticas. Por ello, si se produce un bloqueo lo suficiente­
mente extenso, la actividad simpática puede disminuir, aparecien­
Volumen del fármaco. Cuanto mayor es el volumen del anesté­ do una clínica característica:
sico local, mayor es la difusión del mismo en el LCR y, por tanto, Bradicardia. Por predominio del tono vagal. Se trata mediante
pueden alcanzarse niveles más altos de anestesia. la administración de atropina intravenosa en bolo (0,5-1 mg). Si
Turbulencia del LCR. La inyección rápida del anestésico local provo­ es grave y se acompaña de hipotensión, puede ser necesario el
cará una mayor turbulencia en el LCR, lo que aumentará la difusión del uso de efedrina o, incluso, adrenalina.
fármaco y el nivel de anestesia alcanzado. Hipotensión. La pérdida del tono simpático a nivel vascular pro­
La realización de barbotaje (aspiración y reinyección repetida de duce una vasodilatación de los vasos sanguíneos por debajo
pequeñas cantidades de LCR a través de la jeringa de inyección del del nivel de bloqueo (típicamente en extremidades inferiores).
anestésico local) también aumenta la turbulencia del LCR. Esta discrepancia entre el contenido (volumen sanguíneo) y el
Opiáceos. La combinación del anestésico local junto a pequeñas continente (caída de las resistencias periféricas) conduce a una
dosis de opiáceos (generalmente 10-20 µg de fentanilo) tiene un situación de hipovolemia relativa, que se traduce en hipoten­
efecto sinérgico, aumentando el efecto del anestésico local. sión, especialmente en aquellos pacientes con hipovolemia o
Aumento de la presión intraabdominal. En aquellas situacio­ deshidratación previas al bloqueo intradural. La administración
nes clínicas en las que se produce un aumento de la presión juiciosa de líquidos parenterales y fármacos vasoconstrictores
intraabdominal (embarazo, obesidad, ascitis . . . ) se produce una (efedrina en bolos intravenosa de 5 a 1 O mg), constituyen el
disminución del espacio subaracnoideo y, por tanto, del volumen tratamiento de elección.
de LCR, lo que permite una mayor difusión del anestésico local,
alcanzando un nivel anestésico más alto. Retención urinaria. El bloqueo de las fibras parasimpáticas del ple­
xo sacro puede conducir a la aparición de retención urinaria que pre­
Fármacos utilizados. Los anestésicos locales más utilizados son bupi­ cise de sondaje vesical descompresivo.
vacaína, levobupivacaína y ropivacaína. Náuseas y vómitos. Secundarios a hipotensión o bien al predomi­
Duración del bloqueo anestésico. La duración del bloqueo anes­ nio del tono vagal. Su tratamiento consiste en la administración de
tésico es característica del tipo de anestésico local utilizado. La com­ atropina intravenosa.
binación con opiáceos o vasoconstrictores (adrenalina o fenilefrina) Punción hemática. La salida de sangre o una mezcla de sangre
prolonga la duración de la anestesia intradural. y LCR, a través de la aguja de punción intradural, puede deberse
Complicaciones relacionadas con la anestesia intradural. a la punción de una vena epidural. Si el líquido no se vuelve claro
Cefalea pospunción dural. Es la complicación más frecuen­ rápidamente, debe retirarse inmediatamente la aguja e intentar
te de la anestesia neuroaxial. Suele aparecer 24 horas después otro punto de punción.
de la técnica anestésica. Consiste en una cefalea occipital o Prurito. Es característico de la administración de opiáceos a nivel
frontoparietal muy intensa que se irradia hacia la región cervi­ neuroaxial. Puede ser útil para su control, el ondansetrón o la pen­
cal posterior. Típicamente empeora con la bipedestación o se- tazocina.

01 · M o d a l i d a d e s de a n e s t e s i a
11
-
Anestesiología IO1
Hematoma epidural. Su incidencia global es baja (0,05-0,1%}, si Una vez colocado el catéter, se administra una dosis de prueba para
bien constituye una urgencia neuroquirúrgica. Es más frecuente en descartar la colocación intradural o intravascular del catéter. Para
pacientes que reciben medicación antiagregante y/o anticoagu­ ello, se administra un bolo de anestésico local junto a 10-20 µg de
lante. adrenalina.
La clínica consiste en la aparición de lumbalgia aguda intensa junto Si el catéter está en el espacio subaracnoideo, se producirá un rá­
a un déficit neurológico tras la recuperación del bloqueo neuroaxial pido bloqueo intradural (5 minutos); sin embargo, si el catéter está
o bien la ausencia de recuperación completa de la anestesia intra­ en posición intravascular, se producirá un aumento de la frecuencia
dural. El diagnóstico se realiza mediante resonancia magnética. El cardíaca e hipertensión, secundaria a la infusión de adrenalina. La
tratamiento consiste en la descompresión quirúrgica inmediata. dosis test se considera positiva si la frecuencia cardíaca aumenta más
Parestesias. Por traumatismo directo o punción de los nervios ra­ del 10%.
quídeos. Fármacos. Los anestésicos locales más utilizados son bupivacaína,
Disnea. Suele aparecer en la anestesia raquídea alta. Se debe al levobupivacaína y ropivacaína. Pueden añadirse pequeñas dosis de
bloqueo de las fibras nerviosas de la musculatura abdominal e in­ opiáceos o adrenalina para disminuir la concentración de anestésico
tercostal. No suele comprometer la ventilación del paciente, ya que local a infundir y/o prolongar su acción.
no afecta la función del nervio frénico (C3-C5), por lo que los movi­ Complicaciones. Son similares a las descritas para la anestesia intra­
mientos del diafragma están preservados. dural:
El ascenso del bloqueo radicular hasta niveles superiores a CS pro­ Cefalea pospunción tras perforación accidental de la dura­
voca compromiso ventilatorio franco e, incluso, apnea, precisando madre.
el uso de ventilación mecánica. Administración errónea del anestésico local: intravascular e intoxi­
Dolor radicular transitorio. Es un tipo de dolor neuropático de dis­ cación por anestésicos locales.
tribución radicular, intenso, que aparece tras la realización de una téc­ Anestesia epidural alta.
nica intradural y cuya duración suele ser inferior a una semana. Sobredosis sistémica del anestésico local.
Infección. Pueden producirse meningitis, aracnoiditis y abscesos epi­ Traumatismo directo de la médula espinal: especialmente en caté­
durales. Sin embargo, su incidencia es muy baja. teres colocados por encima de L2.
Absceso epidural.
Anestesia epidural Hematoma epidural.
Bloqueo subaracnoideo.
Consiste en la colocación de un catéter en el espacio epidural (véase la
Figura 1 ). A través de dicho catéter, se administra el anestésico local en Bloqueo nervioso periférico
bolos o mediante perfusión continua. El objetivo es conseguir un blo­
queo neural selectivo de segmentos dorsales, lumbares o sacros, según La técnica se basa en la administración de anestésico local en la proximi­
la necesidad de anestesia. dad de los plexos nerviosos, troncos nerviosos o nervios aislados. De esta
forma, la anestesia queda limitada al territorio inervado por dicho plexo o
Los anestésicos locales alcanzan las raíces de los nervios espinales por di­ nervio y particularmente al territorio quirúrgico, evitando así muchas de
fusión a través de la duramadre desde el espacio epidural donde son in­ las complicaciones asociadas a la anestesia neuroaxial.
fundidos. Por ello, el inicio de acción es más lento (20-30 minutos) que la
anestesia intradural (5-1 O minutos). La indicación más frecuente de esta técnica anestésica es la cirugía de las e x ­
tremidades. Ejemplos de bloqueos nerviosos son: bloqueo del plexo braquial,
Las dosis de anestésicos locales administradas son mucho más altas que nervio cubital, nervio mediano, nervio femoral, ciático, entre otros.
en la anestesia intradural, ya que parte del fármaco escapa por los aguje­ Técnica. El objetivo consiste en la administración perineural de una
ros de conjunción o es absorbido por el plexo venoso epidural (efectos cantidad suficiente de anestésico local, que difundirá posteriormente
sistémicos). a los nervios.
La localización de los plexos y/o nervios puede realizarse mediante:
Las principales indicaciones de la anestesia epidural son analgesia para el Referencias anatómicas.
trabajo del parto, analgesia posoperatoria y el tratamiento de ciertos tipos Neuroestimulación. Se acopla un neuroestimulador a la aguja de
de dolor crónico. punción. Una vez conseguida la respuesta motora esperable por
Técnica. El punto de punción más utilizado es el lumbar (similar al pun­ el nervio objetivo, al llevar la punta de la aguja a las cercanías de
to de punción en la técnica intradural), si bien pueden colocarse catéte­ dicho nervio (evitándose la punción directa del nervio), se infunde
res epidurales a nivel cervical, dorsal y sacro. la dosis de anestésico local.
Utilizando una aguja epidural, se avanza lentamente a través de las es­ Ultrasonidos. Constituye la mejor opción, pues permite una vi­
tructuras ligamentosas. Al llegar al ligamento amarillo, se percibe un au­ sión directa y a tiempo real del trayecto de la aguja de punción,
mento de resistencia, momento en el que se retira el fiador de la aguja disminuyendo el riesgo de punción accidental de estructuras
y se coloca una jeringa son suero fisiológico o aire. Se aplica entonces nerviosas o vasculares. Además, permite disminuir el volumen
una presión constante al émbolo de la jeringa, al mismo tiempo que de anestésico local a infundir, pues se asegura su depósito en la
se introduce la aguja lentamente. Al introducir el bisel en el espacio zona perineural.
epidural, se produce una marcada pérdida de resistencia que permite
desplazar el émbolo de la jeringa. En ese momento, se retira la jeringa y Fármacos utilizados. Los anestésicos locales más utilizados son lido­
se introduce el catéter epidural a través de la aguja, cuyo bisel se dirige caína y mepivacaína, y si se quiere mayor duración del bloqueo, bupiva­

-·---
en dirección cefálica. El catéter se avanza 3-5 cm más allá de la punta caína y ropivacaína.
de la aguja. Complicaciones.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9 . ª edición

¡•*t"*¡
Toxicidad por anestésicos locales. La anestesia de nervios peri­
féricos permite evitar los riesgos asociados a una anestesia general
o neuroaxial. Sin embargo, las dosis elevadas de anestésico local
necesarias para el bloqueo nervioso pueden provocar toxicidad sis­ General - Combinada - Regional
témica o del SNC si se produce la inyección inadvertida en espacio

t
intravascular. lnhalatoria
Neuroaxial

Punción nerviosa. A pesar de la utilización de agujas atraumáticas,


pueden lesionarse estructuras nerviosas. lntradural

Punción vascular. Tanto venosa como arterial.


Total
intravenosa Epidural
Infección.
Balanceada Bloqueos
periféricos
1 .4. Anestesia combinada
Figura 2. Tipos de anestesia

Esta técnica consiste en la realización de una anestesia general junto a cual­


quier tipo de anestesia regional. PREGUNTAS ./ No hay preguntas MIR representativas.

En la Figura 2 se presenta un algoritmo con los tipos de anestesia que se


MIR
han desarrollado en este capítulo.

" Se distinguen tres modalidades de anestesia: la anestesia general,


I d e a s c l a v e Ji!S la anestesia regional (neuroaxial o periférica) y la anestesia combi­
nada (general y regional simultáneas).
" El término de anestesia incluye los conceptos de amnesia, analgesia
y relajación muscular, necesarios para el correcto desarrollo de una " La anestesia balanceada es un tipo de anestesia general en la que
intervención quirúrgica. se utilizan fármacos inhalados e intravenosos.

" La anestesia neuroaxial incluye las técnicas intradural y epidural.

01 · M o d a l i d a d e s de a n e s t e s i a
·----
Anestesiología

,
VISITA PREANESTESICA

Es el tema más preguntado hasta 2.1 . Anamnesis


la fecha. Se debe estudiar bien la
valoración global del riesgo anestésico,
la valoración del riesgo cardíaco y el Consiste en la elaboración de una historia clínica del paciente con especial
manejo de la medicación habitual del
énfasis en detectar problemas que puedan afectar al acto anestésico.
paciente en el periodo perioperatorio.

Una anamnesis y exploración física correctas constituyen las herramientas


más sensibles para detectar aquellos pacientes con mayor riesgo de desa­
La visita preanestésica basa su necesidad en el diagnóstico preopera­ rrollar complicaciones perioperatorias.
torio de patologías desconocidas por el paciente o de d iversos factores
que puedan aumentar el riesgo del paciente ante el acto a nestésico y La anamnesis debe prestar especial atención a:
la intervención quirúrgica, con objeto de minimizarlos al máximo me­ Alergias medicamentosas.
diante la adopción de medidas preventivas y/o terapéuticas concretas Consumo de tóxicos (alcohol, tabaco u otras drogas).
(MIR 05-06, 1 4 1 -DG). Patología cardiovascular: hipertensión arterial, diabetes mellitus, cardio­
patía isquémica, stent coronarios, arritmias . . .
Los objetivos principales de la visita preanestésica son: Patología respiratoria: asma, EPOC, entre otras.
Inicio de la relación anestesiólogo-paciente. Permite establecer una re­ Patología renal: insuficiencia renal crónica, glomerulonefritis, mono­
lación de confianza entre el paciente y el anestesiólogo, contribuyendo rreno . . .
a disminuir el miedo o la ansiedad que el paciente pueda sentir ante el Patología neurológica: epilepsia, ACV o AIT reciente, retraso mental . . .
acto anestésico. Patología hematológica: coagulopatías . . .
Valoración objetiva, por parte del anestesiólogo, del estado de salud Patología tiroidea: hipertiroidismo o hipotiroidismo.
físico y psíquico del paciente. Para ello, se realizará una anamnesis y ex­ Posibilidad de embarazo en mujeres en edad fértil.
ploración física completa del paciente, además de la valoración de las Antecedentes quirúrgicos y anestésicos previos: tipo de intervención;
pruebas complementarias necesarias. tipo de anestesia realizada; efectos adversos atribuibles al acto anes­
Corrección, en caso necesario, de las alteraciones funcionales reversi­ tésico.
bles de órganos vitales con el objetivo de que en la fecha de la cirugía, Antecedentes familiares médicos, quirúrgicos y anestésicos.
el paciente esté en la mejor situación posible. Tratamiento completo actualizado del paciente, con especial atención
Detección de riesgos específicos relacionados con el acto anestésico: a medicación antiagregante y/o anticoagulante, así como a las posibles
vía aérea difícil, alergias medicamentosas, coagulopatías . . . interacciones medicamentosas con los fármacos anestésicos.
Revisión de la medicación habitual del paciente, con especial aten­
ción a posibles interacciones medicamentosas con los fármacos anes­ En un paciente previamente sano, de todos los datos clínicos extraíbles me­
tésicos. diante la anamnesis, la capacidad o tolerancia al ejercicio físico, es la variable
Elección de la técnica anestésica más adecuada en función de la situa­ que más se correlaciona de forma global con el riesgo perioperatorio.
ción clínica del paciente y la técnica quirúrgica.
Pauta de premedicación anestésica.
Obtención del consentimiento informado para el acto anestésico. 2.2. Exploración física
La visita preanestésica debe realizarse preferentemente por el mismo anes­
tesiólogo que llevará a cabo la anestesia y, como muy tarde, el día antes de La exploración física debe realizarse de forma sistemática por aparatos. De­

----------1·
la intervención quirúrgica, con excepción de las intervenciones quirúrgicas ben recogerse, además, las constantes vitales (especialmente tensión arte­
urgentes. rial y frecuencia cardíaca), la talla y peso del paciente.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

En la valoración preanestésica, cobra especial importancia: riesgo cardiovascular o escalas de riesgo pulmonar), en función del tipo de
Exploración cardiovascular: detección de arritmias, soplos cardíacos, cirugía (riesgo quirúrgico) o bien de resultados analíticos extraíbles de las
edemas en extremidades inferiores. . . pruebas preoperatorias.
Exploración pulmonar: hipoventilación, ruidos respiratorios, espiración
prolongada, acropaquias . . . Sin embargo, la escala más utilizada para la valoración del riesgo anestésico
Exploración de la vía aérea: informa sobre la posible dificultad en la es el sistema de la Sociedad Americana de Anestesiólogos (American Society
ventilación y/o intubación del paciente en caso de que fuera necesario of Anesthesiologists o ASA) (Tabla 2). Este sistema de clasificación sólo valora
(de forma prevista o no) para el desarrollo del acto anestésico. Ninguna el estado físico del paciente previamente a la cirugía, independientemente
exploración de forma aislada es suficiente por sí misma para detectar del tipo de cirugía y del resultado de pruebas complementarias. Por ello,
todos los casos de vía aérea difícil. En cambio, la combinación de varias constituye una valoración cualitativa aproximada del riesgo. Sin embargo,
exploraciones puede ser útil para alertar sobre la posibilidad de dificul­ múltiples estudios han demostrado que la escala ASA presenta una correla­
tad en la intubación, permitiendo establecer un plan de abordaje de la ción estadísticamente significativa con la mortalidad perioperatoria.
vía aérea.
La valoración y el abordaje de la vía aérea difícil se describen más exten­ Las características más importantes a destacar de dicha escala son:
samente en el Capítulo 3. Manejo de la vía aéreo. No tiene en cuenta la edad del paciente, sino las morbilidades que presenta.
Exploración de la región corporal donde previsiblemente se va a realizar No tiene en cuenta el tipo de cirugía a la que va a ser sometido el paciente.
el bloqueo anestésico en el caso de anestesia regional. No tiene en cuenta ningún valor analítico ni de pruebas funcionales
Calidad de los accesos venosos periféricos. que puedan realizarse al paciente en la valoración preoperatoria.
Aporta una valoración cualitativa del riesgo anestésico, no una valora­
ción cuantitativa del riesgo quirúrgico global.
2.3. Valoración del riesgo anestésico
RECU ERDA
Se han desarrollado múltiples escalas de clasificación de riesgo periopera­
torio. Muchas de ellas valoran de forma cuantitativa el riesgo de morbimor­
La escala mós utilizada de riesgo anestésico es la de la ASA, con seis
categorías, que abarcan desde elpaciente sano al donante de órganos.
talidad de forma global, bien refiriéndose a un sistema concreto (escalas de

Grupo
Condición física Situación funcional Ejemplos Mortalidad (%)
de riesgo ASA
Paciente sano, salvo por Puede subir un piso de escaleras o caminar Paciente sano < 0,03
el motivo de la cirugía dos manzanas sin disnea
Sin ansiedad o mínima respecto a la cirugía
11 Enfermedad sistémica leve Puede subir un piso de escaleras o caminar Enfermedades sistémicas bien 0,2
o moderada sin limitaciones dos manzanas pero tendrá que detenerse controladas: hipertensión, diabetes,
funcionales tras finalizar el ejercicio EPOC leve, asma, obesidad, epilepsia,
ASA I con ansiedad importante o miedo anemia moderada, insuficiencia renal
Embarazadas en el tercer trimestre compensada . . .
111 Enfermedad sistémica grave Puede subir un piso de escaleras o caminar Hipertensión arterial mal controlada, 1,2
con limitación funcional dos manzanas, pero deberá detenerse diabetes mellitus mal controlada con
durante la realización del ejercicio complicaciones vasculares, hipertiroidismo
no controlado, episodio de insuficiencia
cardíaca > 6 meses, cardiopatía isquémica
crónica, accidente cerebrovascular > 6
meses, EPOC grave, insuficiencia renal
en diálisis, obesidad mórbida . . .
IV Enfermedad sistémica grave No puede subir un piso de escaleras Angina inestable, infarto de miocardio 8
que constituye una amenaza ni caminar dos manzanas o ACV < 6 meses, insuficiencia cardíaca
constante para la vida La disnea está presente incluso en reposo crónica grave, EPOC con oxígeno crónico
del paciente domiciliario, cetoacidosis o coma
hiperosmolar diabético, crisis tirotóxica,
politraumatizado . . .
V Paciente moribundo que Rotura aneurisma de aorta abdominal, 34
no se espera que sobreviva embolia pulmonar, traumatismo
> 24 h sin intervención craneoencefálico o ACV con aumento
quirúrgica de la presión intracraneal
VI Donante de órganos Paciente declarado en muerte cerebral
pendiente de donación de órganos
E Sufijo que indica cirugía Riesgo
urgente (Emergency) para aumentado
cualquiera de las categorías
anteriores
Tabla 2. Clasificación de la American Society of Anesthesiologists (ASA) (MIR 06-07, 1 3 1 -DG)

02 · Visita preanestésica -11-----


Anestesiología I O2
2.4. Pruebas complementarias Sólo se aplican a la cirugía programada o electiva (no urgente).
NO se aplican a aquellos pacientes que van a ser sometidos a cirugía
mayor.
Múltiples estudios han demostrado la escasa utilidad de la realización in­ NO se aplican a aquellos pacientes que han desarrollado un proceso
discriminada de pruebas preoperatorias de rutina para la detección de pa­ agudo además de, o en relación con, el proceso quirúrgico que requiere
tologías no conocidas previamente, en un paciente previamente sano. Una intervención.
anamnesis y una exploración física correctas constituyen las herramientas
más sensibles para detectar aquellos pacientes con mayor riesgo de desa­ Son múltiples las pruebas complementarias preoperatorias que pueden so­
rrollar complicaciones perioperatorias. licitarse, prácticamente cualquier prueba diagnóstica puede ser necesaria
en la valoración preoperatoria del paciente.
Por ello, la necesidad de pruebas complementarias para una correcta valora­
ción preoperatoria debe establecerse en función de distintas variables: Entre las pruebas preoperatorias básicas se incluyen:
Edad del paciente. Hemograma completo. Incluye cifras de hemoglobina (Hb) y hemato­
Antecedentes patológicos y estado de salud clínico del paciente (clasi­ crito (Hcto), recuento leucocitario y plaquetario. Las cifras de Hb o Hcto
ficación ASA). y plaquetas son útiles en pacientes que van a ser sometidos a cirugías
Tipo y/o magnitud de la intervención quirúrgica. en las que se espera un sangrado importante.
Tipo de anestesia. En el caso de anestesia regional, sobre todo neuroaxial, son necesarias
Urgencia de la intervención quirúrgica. las cifras de plaquetas en la valoración preoperatoria.
Bioquímica. Cifras de glucosa, creatinina, sodio y potasio. Cuando se
No existen guías ni pautas globalmente aceptadas para establecer el tipo y sospecha disfunción hepática pueden ser necesarias la determinación
número de pruebas complementarias necesarias para cada tipo particular de cifras de bilirrubina, GOT, GPT y GGT. Al igual que la determinación de
de paciente y cirugía, especialmente en pacientes distintos a ASA l. Por todo TSH en el caso de sospecha de disfunción tiroidea.
ello, la petición de pruebas complementarias preoperatorias suele estar su­ Coagulación. Indicada en sospecha de coagulopatía, toma de anti­
jeta a protocolos específicos de cada centro, aprobados por las correspon­ coagulantes orales, cirugía con alto riesgo de sangrado, anestesia neu­
dientes comisiones de quirófano. Sin embargo, todos ellos tienen en común roaxial. . .
el aumento del número y complejidad de pruebas complementarias a me­ Electrocardiograma de 1 2 derivaciones. Ciertas alteraciones electro­
dida que aumenta la edad del paciente, el grado de clasificación ASA o la cardiográficas son especialmente importantes desde el punto de vista
complejidad de la cirugía. anestésico:
Alteraciones del segmento ST.
En el caso de pacientes ASA 1 (sanos), la Sociedad española de anestesiolo­ Signos de isquemia, aguda o crónica.

-
gía, reanimación y terapéutica del dolor (SEDAR) recomienda la guía para la Arritmias supraventriculares: fibrilación o flutter auricular.
realización de pruebas preoperatorias de la Tabla 3. Síndromes de preexitación.
Bloqueos AV.
Bloqueos de rama.
Varones Mujeres Hipertrofia ventricular derecha o izquierda.
Niños Hbo Hcto Hb o Hcto Marcapasos implantado.
< 45 años ECG ECG
Algunas indicaciones aceptadas para la realización preoperatoria de un
Test de embarazo*
ECG son:
Hb y Hcto en periodo fértil
Edad superior a 45 años, incluso ASA l.
45-65 años ECG ECG Pacientes con factores de riesgo cardiovascular.
Hb y Hcto Pacientes con hallazgos clínicos o exploratorios sugestivos de pa­
Test de embarazo* tología cardiovascular.
> 65 años Hbo Hcto Hb o Hcto Cirugías de riesgo moderado o alto (véase la Tabla 4).
ECG ECG
Creatinina Creatinina Radiografía de tórax. No está indicada la realización preoperatoria sis­
Glucosa Glucosa temática de una radiografía de tórax en los pacientes ASA 1, salvo en pa­
Radiografía de tórax Radiografía de tórax cientes obesos y/o fumadores de más de 20 cigarrillos/día. Indicaciones
aceptadas para su realización son:
Obesos y fumadores > 20 cig/día de cualquier edad: radiografía de tórax
Edad superior a 65 años en pacientes ASA l.
Bebedores > 500 mi/día de vino o g equivalentes de alcohol: coagulación,
plaquetas y GGT Patología cardiopulmonar conocida o sospechada por la anamne­
sis y/o exploración física.
Hb: hemoglobina; Hcto: hematocrito Cirugías de riesgo moderado o alto. Especialmente cirugía vascular
• Si la paciente no puede descartar embarazo aórtica, cirugía abdominal o cirugía torácica.
Tabla 3. Pruebas preoperatorias para pacientes ASA I
Otras pruebas útiles en la valoración preoperatoria son:
Estas recomendaciones tienen limitaciones añadidas: Pruebas de función respiratoria. En pacientes sanos, no están in­
Únicamente se refiere al tratamiento anestésico del paciente. El trata­ dicadas de forma sistemática, debiendo reservarse para aquellos pa­
miento quirúrgico puede requerir pruebas adicionales aunque frecuen­ cientes que presentan disnea sin causa conocida tras una correcta
temente suelen solaparse. anamnesis y exploración física. Hallazgos clínicos tales como sonidos
M a n u a l CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

respiratorios o alargamiento de la espiración son más útiles que los Exploración física. Debe incluir la toma de la tensión arterial en am­
parámetros espirométricos a la hora de valorar el riesgo de compli­ bos brazos, la exploración de los pulsos carotídeos en búsqueda de
caciones pulmonares posoperatorias. Sin embargo, en pacientes con soplos, la auscultación pulmonar, la palpación abdominal y el exa­
patología pulmonar conocida, que van a ser sometidos a cirugías men de las extremidades en busca de edemas o signos de enferme­
de moderado y/o alto riesgo, puede estar indicada su realización. dad vascular arterial periférica. El hallazgo de signos exploratorios
Una indicación clara la constituye la valoración preoperatoria de pa­ de insuficiencia cardíaca, estenosis aórtica o enfermedad vascular
cientes con carcinoma pulmonar que van a ser sometidos a exéresis periférica se relaciona con un aumento del riesgo cardíaco periope­
quirúrgica. ratorio.
Pruebas de función cardíaca. Deben realizarse en pacientes con Electrocardiograma. Los hallazgos más importantes se relacionan
sospecha de patología cardíaca tras la realización de una anamnesis, con alteraciones del segmento ST (tanto elevaciones como descen­
exploración física completa y valoración electrocardiográfica . . . Asi­ sos), la presencia de onda Q o la detección de arritmias graves (véase la
mismo, pueden ser necesarias para la valoración del riesgo cardíaco Tabla 4).
asociado a una cirugía en paciente con patología cardíaca conoci­
da, especialmente en cirugías de riesgo moderado o alto. Entre ellas Predictores clínicos
destacan: de riesgo cardíaco perioperatorio
Ecocardiografía. Sospecha de disfunción valvular, insuficiencia
cardíaca . . .
Ergometría. Sospecha de cardiopatía isquémica inestable tras los La guía del año 2007 de la ACC/AHA (sin cambios en una revisión posterior
hallazgos de la anamnesis o ECG. Especialmente útil pues valora, del año 2009) resumió aquellas situaciones clínicas con un riesgo periope­
además, la situación funcional del paciente. ratorio aumentado de infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca o
Pruebas farmacológicas de estrés cardíaco. Indicadas en pa­ muerte de causa cardíaca (Tabla 4).
cientes que no pueden realizar la ergometría por mala situa­
ción funcional y/o que presentan alteraciones del ECG basal Dichos predictores, que son extraídos por el clínico a través de la historia
que interfieren en la interpretación correcta del trazado de la clínica, la exploración física y el electrocardiograma en reposo, ayudan al
ergometría. médico a elegir a aquellos pacientes que se beneficiarán de una evalua­
ción cardiológica más completa e, incluso, de la revascularización miocár­
dica.
2.5. Valoración del riesgo cardíaco
Factores de riesgo mayores que requieren manejo intensivo
Las complicaciones cardiovasculares constituyen uno de los riesgos (revascularización coronaria) y pueden precisar el retraso
más importantes de los pacientes sometidos a cirugía no cardíaca. Ade­ o la cancelación de la cirugía, con excepción de la cirugía urgente
más, la prevalencia de pacientes con patología cardíaca que deben ser Angina inestable
sometidos a intervenciones quirúrgicas está aumentando progresiva­
Infarto agudo de miocardio reciente (< 1 mes)
mente. Por ello, la valoración del riesgo cardíaco es especialmente im­
portante dentro de la valoración preoperatoria de este subgrupo de Insuficiencia cardíaca descompensada incluida clase funcional IV de la NYHA,
pacientes. empeoramiento reciente o reciente diagnóstico

Arritmias significativas incluidas bloqueo AV avanzado, arritmias ventriculares


La valoración del riesgo cardíaco en la visita preoperatoria debe integrar sintomáticas, arritmias supraventriculares con frecuencia cardíaca > 100 lpm
la información obtenida mediante la anamnesis, la exploración física y el en reposo, bradicardia sintomática y taquicardia ventricular de reciente
electrocardiograma. Según las recomendaciones de la ACC/AHA (Ameri­ diagnóstico
can College of Cardiology and American Heart Association) del 2007, tres son Enfermedad valvular grave incluida la estenosis aórtica grave o la estenosis
los elementos principales en los que debe basarse el riesgo de eventos mitral sintomática
cardíacos mayores:
Variables clínicas del paciente. Otras situaciones clínicas
que requieren una valoración cuidadosa
Capacidad funcional o tolerancia al ejercicio del paciente.
de la situación clínica actual
Riesgo asociado al tipo de cirugía.
Historia de cardiopatía isquémica
Historia clínica del paciente Historia de accidente cerebrovascular

Anamnesis. Una historia detallada de los síntomas del paciente, cur­ Historia de insuficiencia cardíaca compensada
so clínico y tolerancia al ejercicio constituyen una importante infor­ Diabetes mellitus
mación para la valoración del riesgo cardíaco. Especialmente debe
Insuficiencia renal crónica (creatinina basal > 2 mg/dl)
interrogarse sobre patología coronaria previa, clínica anginosa o in­
suficiencia cardíaca, clínica de estenosis aórtica o enfermedad arterial Tabla 4. Predictores clínicos de aumento de riesgo cardiovascular
periférica. perioperatorio (muerte, infarto de miocardio o insuficiencia cardíaca).
Tolerancia al ejercicio. La valoración del estado funcional cardíaco Guía de la ACC/AHA, 2007

--·!---------
tiene valor pronóstico, ya que los pacientes con buena situación fun­
cional tienen un menor riesgo de desarrollo de complicaciones cardio­ Predictores mayores. Si uno de estos factores está presente, el ma­
vasculares. nejo intensivo del mismo es obligado, siendo necesario el retraso o

02 · Visita preanestésica
Anestesiología I O2
suspensión de la cirugía prevista, salvo urgencia mayor. Entre ellos se Arritmias graves. Se incluyen el bloqueo AV avanzado, la taquicardia
encuentran: ventricular sostenida, episodios de taquicardia ventricular en pre­
Infarto de miocardio reciente o angina inestable. La ACC define sencia de enfermedad cardíaca y arritmias supraventriculares con
como infarto reciente aquel que se ha producido en el último mal control de la frecuencia ventricular.
mes. Es en este periodo cuando el riesgo cardíaco es mayor Insuficiencia cardíaca. Incluida clase funcional IV de la NYHA, insufi­
(MIR 08-09, 1 33-DG), por lo que, si bien no existen ensayos ciencia cardíaca descompensada, empeoramiento de la clase fun­
clínicos que sustenten la recomendación, parece razonable de­ cional o diagnóstico reciente.
morar aquellas cirugías no urgentes al menos cuatro o seis se­ La determinación de los niveles de péptido auricular natriurético
manas tras el infarto de miocardio. (BNP) es útil en el diagnóstico y manejo de diversas enfermedades
La estratificación del riesgo cardíaco en pacientes con angina ines­ cardíacas. Sin embargo, en la actualidad no existe evidencia de que
table que no han sido revascularizados se basa en la realización de su determinación sistemática en la valoración preoperatoria mejo­
pruebas de estrés miocárdico. Si el resultado del test no revela is­ re la evolución de los pacientes.
quemia miocárdica, la posibilidad de infarto tras cirugía no cardía­ Enfermedad valvular grave. Estenosis aórtica grave o estenosis mitral
ca es bajo. Sin embargo, un test de estrés positivo suele constituir sintomática.
indicación de revascularización miocárdica.
La estratificación del riesgo cardíaco o reinfarto en pacientes que
han sido sometidos a revascularización miocárdica con el implante RECUER D A
de stent metálicos, se basa en el riesgo de trombosis del stent aso­
ciado a la necesidad de suspensión del tratamiento antiagregante.
Se considera que el infarto de miocardio en el último mes obliga
a demorar las intervenciones quirúrgicas, salvo las urgentes.
El riesgo de reinfarto o muerte de origen cardíaco está particular­
mente elevado en aquellos pacientes a los que se les ha implanta­
do un stent y que suspenden el tratamiento antiagregante debido Otros predictores clínicos. Definen situaciones clínicas que requieren
a una cirugía electiva. Dicha suspensión es particularmente delica­ una valoración de la situación clínica actual del paciente, generalmente
da en el caso de stent liberadores de fármacos. mediante la realización de pruebas diagnósticas no invasivas (determi­
La decisión de la suspensión de la cirugía o suspensión del tra­ naciones analíticas, ecocardiografía, entre otras).
tamiento antiagregante, deberá realizarse en función de la "ur­ Cardiopatía isquémica crónica: angina estable, infarto agudo de
gencia relativa" de la cirugía, los riesgos asociados al aumento miocardio previo o la presencia de ondas Q patológicas en el elec­
de la probabilidad de sangrado si se mantiene la medicación trocardiograma.
antiagregante y el riesgo de trombosis del stent en función del Insuficiencia cardíaca: episodio previo o insuficiencia cardíaca com­
tipo de stent (metálico o liberador de fármacos) y del tiempo de pensada (estado funcional diferente de grado IV).
implantación del stent. Diabetes mellitus: con especial atención a la búsqueda de posibles
En relación con el tipo y tiempo de implantación del stent, las reco­ complicaciones vasculares.
mendaciones de la guía de 2007 de la ACC/AHA para cirugía pro­ Insuficiencia renal crónica: cifras de creatinina > de 2 mg/dl.
gramada son: Enfermedad cerebrovascular: ACV o AIT previo.
Angioplastia con balón:
< 1 4 días: retrasar cirugía. Predictores menores. Son factores de riesgo conocidos para el de­
> 1 4 días: realizar cirugía con AAS. sarrollo de enfermedades cardiovasculares pero en los que no se ha
podido demostrar de forma definitiva que, de forma independien­
Stent metálico: te, aumenten el riesgo cardíaco perioperatorio. Por ello, no están
< 30-45 días: retrasar cirugía. incluidas en las guías de manejo de la ACC/AHA. Entre ellas se en­
> 30-45 días: realizar cirugía con AAS. cuentran:
Edad superior a 70 años.
Stent liberador de fármacos: Alteraciones en el ECG: hipertrofia ventricular izquierda, bloqueo
< 1 2 meses: retrasar cirugía. de rama izquierda o alteraciones de la onda T.
> 12 meses: realizar cirugía con AAS. Ritmo cardíaco no sinusal (fibrilación o flutter auricular con respues­
ta ventricular controlada).
A pesar de estas recomendaciones, el riesgo cardíaco de los pa­ Hipertensión sistólica no controlada.
cientes está aumentado, si bien se desconoce la estratificación y la Obesidad.
duración de dicho aumento de riesgo.
En el caso de cirugía de urgencia en los periodos de mayor riesgo Riesgo asociado al tipo de cirugía
de trombosis del stent, debe valorarse conjuntamente la proba­
bilidad de trombosis junto al aumento de riesgo vital asociado al El tipo y la duración de la intervención quirúrgica constituyen dos fac­
sangrado quirúrgico. En general, se asume el riesgo de sangrado, tores relevantes del riesgo de aparición de complicaciones cardíacas
manteniendo el tratamiento antiagregante al menos con AAS, perioperatorias. La guía de la ACC/AHA de 2007 estratifica el riesgo
con excepción de cirugías con elevado riesgo vital asociado a la quirúrgico en función de cada procedimiento (Tabla 5). Para ello, se
hemorragia tales como: neurocirugía, cirugía de médula espinal distinguen tres grupos de riesgo: alto, intermedio y bajo. Para cada uno
y de cámara posterior ocular. En estos casos, la antiagregación se de ellos la probabilidad de sufrir un evento cardíaco grave es, respecti­
suspende, reiniciándola lo más precozmente posible tras la inter­ vamente, de > 5%, 1-5% y < 1 %. Dichos porcentajes de riesgo, pueden

·
vención quirúrgica, recomendándose incluso el uso de dosis de aumentar o disminuir en función de las características de cada centro y
carga de AAS (250-300 mg) y clopidogrel (200-300 mg). de la experiencia del equipo quirúrgico. Para el caso de intervenciones
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

urgentes, las tasas de riesgo sufren un aumento en 2-5 veces respecto Las complicaciones pulmonares posoperatorias más graves incluyen: fallo
a cirugías programadas. respiratorio con necesidad de ventilación mecánica prolongada, atelecta­
sias, infección (bronquitis y neumonía). broncospasmo, exacerbación de pa­
tología crónica pulmonar y tromboembolismo pulmonar.
Alto riesgo
(> 5% de probabilidades de muerte de causa cardíaca Durante la anamnesis se debe prestar especial atención a aquellos síntomas
o infarto agudo de miocardio no fatal)
que pueden sugerir la presencia de patología pulmonar desconocida, como
Cirugía de aorta o cualquier otra cirugía mayor vascular mala tolerancia al ejercicio físico, tos crónica o disnea de origen no explica­
Cirugía arterial periférica do. La exploración física debe basarse en la búsqueda de signos sugestivos
Riesgo intermedio de enfermedad pulmonar tales como: ruidos respiratorios anormales, espira­
(1-5% de probabilidades de muerte de causa cardíaca ción prolongada, facies congestiva, acropaquias . . . La obesidad no se consi­
o infarto agudo de miocardio no fatal) dera un factor de riesgo por sí mismo (en ausencia de otras comorbilidades
Fndarterectomía carotídea asociadas frecuentemente a ella) para el desarrollo de complicaciones car­
Cirugía de cabeza y cuello diopulmonares, con excepción del tromboembolismo pulmonar.
Ciruqía intraperitoneal o torácica
Cirugía ortopédica Las pruebas complementarias deben estar dirigidas por la sospecha clínica de­
Cirugía prostática rivada de la anamnesis y exploración física previas o bien por la necesidad de
una evaluación objetiva de una patología pulmonar conocida previamente.
Riesgo bajo
(< 1 % de probabilidades de muerte de causa cardíaca
o infarto agudo de miocardio no fatal) Se debe realizar una radiografía de tórax en pacientes que van a ser someti­
dos a cirugía de moderado o alto riesgo, o si se sospecha patología cardio­
Cirugía ambulatoria pulmonar tras la evaluación clínica del paciente.
Procedimientos endoscópicos
Procedimientos superficiales Las pruebas de función respiratoria deben reservarse para aquellos pacien­
Cirugía de cataratas
tes con disnea de origen no aclarado o con mala tolerancia al ejercicio. En
Cirugía de mama
pacientes con diagnóstico previo de EPOC. se recomiendan en aquellos ca­
Tabla 5. Estratificación del riesgo cardíaco para cirugía no cardíaca. Guía sos en los que no puede determinarse clínicamente si la obstrucción del
de la ACC/AHA. 2007 flujo aéreo ha sido corregida adecuadamente con el uso de la medicación
broncodilatadora.

, • Valoración del riesgo La realización de una gasometría arterial no ha demostrado utilidad para la
identificación de pacientes de alto riesgo de complicaciones pulmonares
de complicaciones pulmonares posoperatorias.

Lils complicaciones pulmonares posoperatorias son una causa importante La valoración preoperatoria del riesgo de desarrollo de tromboembolismo
de morbimortalidad. La valoración pulmonar preoperatoria es un elemento pulmonar debe tener en cuenta factores relacionados con el paciente y la
importante en la visita preanestésica del paciente {Tabla 6). cirugía prevista (Tabla 7).

Factores de riesgo probables Bajo riesgo


Factores de riesgo demostrados (sin evidencia significativa
en la actualidad) Cirugía menor en pacientes < 40 años sin factores de riesgo*
Edad > 50 años Obesidad Riesgo moderado

EPOC Anestesia general {en relación Cirugía menor en pacientes con algún factor de riesgo
con anestesia regional) Cirugía en pacientes 40-60 años sin factores de riesgo
Insuficiencia cardíaca Apnea obstructiva del sueño Alto riesgo
Estratificación de riesgo ASA > 11 Hipoventilación (pC02 > 45 mml-lg) Cirugía en pacientes > 60 años
Niveles de albúmina < 3,5 g/dl Radiografía de tórax patológica Cirugía en pacientes de 40-60 años con algún factor de riesgo
Cirugía abdominal, torácica, aórtica, Tabaquismo activo en las 8 semanas Muy alto riesgo
cabeza y cuello. neurocirugía y cirugía previas Cirugía en pacientes > 40 años con múltiples factores de riesgo
de aneurisma de aorta abdominal
Cirugía de cadera o rodilla
Duración de la cirugía > 3 horas Infección activa del tracto
respiratorio superior Politraumatizado grave o lesión de médula espinal
Bloqueo muscular residual * Factores de riesgo para enfermedad tromboembólica venosa (ETEV): edad
avanzada, cáncer. ETEV previa, obesidad, insuficiencia cardíaca, movilidad disminuida
Cirugía de urgencia o presencia de estado de hipercoagulabilidad (déficit de proteína C, factor V Leiden)

-·---
Tabla 6. Factores de riesgo asociado a un aumento de complicaciones Tabla 7. Riesgo de enfermedad tromboembólica en pacientes
pulmonares posoperatorias quirúrgicos

0 2 · V i s i t a prean estésica
Anestesiología I O2
2.7. Manejo de la medicación habitual podría ser catastrófico para el paciente: cirugía de médula espinal, neurociru­
gía y cámara posterior ocular. En el resto, el control de la hemorragia, debería
del paciente en la visita preoperatoria ser quirúrgico y, en caso de ser necesario, mediante el uso de transfusiones de
hemoderivados (fundamentalmente plaquetas). No existe evidencia de que la
Aproximadamente la mitad de los pacientes que van a ser sometidos a una estrategia de sustituir la medicación antiagregante por heparinas (no fracciona­
intervención quirúrgica toman algún tipo de fármaco de forma habitual. das o de bajo peso molecular) sea eficaz en aquellas patologías en las que clara­
Durante la evaluación preanestésica, el anestesiólogo debe decidir si dicha mente está establecido la necesidad de terapia antiagregante (MIR 12-13, 137).
medicación debe ser suspendida o debe continuarse durante el periodo pe­
rioperatorio. Para ello, deben tenerse en cuenta diversos factores:
Patología de base que establece la indicación del uso del fármaco. Fármaco Recomendación
Efectos adversos de los fármacos. AAS Suspender terapia 7-1 O días antes de la cirugía
Posibles interacciones medicamentosas con los fármacos anestésicos. Dipiridamol Suspender terapia 2 días antes de la cirugía
Tipo de cirugía.
Clopidogrel Suspender terapia 7-1 0 días antes de la cirugía
Como regla general, la mayor parte de la medicación que forma parte del Ticlopidina Suspender terapia 7-1 O días antes de la cirugía
tratamiento habitual del paciente, debe mantenerse sin modificaciones has­ Acecumarol/warfarina Suspender terapia 5 días antes de la cirugía
ta el mismo día de la intervención quirúrgica. Sin embargo, dicha indicación Iniciar terapia con HBPM a dosis
no se cumple para un reducido grupo de fármacos. anticoagulantes
Suspender dosis de heparina 24 h antes
de la cirugía, reiniciándose 24 h después
Fármacos del sistema cardiovascular si hay bajo riesgo de sangrado posquirúrgico
Reiniciar anticoagulación oral una vez
confirmado bajo riesgo de sangrado
Fármaco Recomendación posquirúrgico, conjuntamente con HBPM
13-bloqueantes Continuar terapia incluido el día de la cirugía hasta alcanzar cifra de INR en rango
Calcioantagonistas Continuar terapia incluido el día de la cirugía Heparinas de bajo peso Suspender dosis de heparina 24 h antes de la cirugía,
molecular (HBPM) reiniciándose 24 h después si hay bajo riesgo
IECA Continuar terapia incluido el día de la cirugía de sangrado postquirúrgico
si la indicación es como antihipertensivo
Antiinflamatorios Suspender terapia 2-3 días antes de la cirugía
(MIR 08-09, 258-DG)
Suspender el día de la cirugía si la indicación
es para insuficiencia cardíaca y los niveles no esteroideos
basales de tensión arterial son bajos Tabla 9. Fármacos antiagregantes y anticoagulantes
lnhibidores de receptores Continuar terapia incluido el día de la cirugía
de angiotensina 11 si la indicación es como antihipertensivo En el caso de pacientes con tratamiento anticoagulante oral, la opción de su
Suspender el día de la cirugía si la indicación sustitución por heparina de bajo peso, a dosis de anticoagulación, constituye
es para insuficiencia cardíaca y los niveles la mejor opción posible. Debe tenerse en cuenta la necesidad de suspender
basales de tensión arterial son bajos
el anticoagulante oral 5 días antes de la cirugía, iniciándose el tratamiento con
Diuréticos Continuar terapia hasta el día de la cirugía, pero heparina. Asimismo, la heparina debe suspenderse 24 horas antes de la cirugía,
no administrar la dosis de la mañana
(MIR 08-09, 258-DG) pudiéndose reiniciar 24 horas tras la cirugía (retrasar inicio si la cirugía es de alto
Agonistas a2-adrenérgicos Continuar terapia incluido el día de la cirugía riesgo de sangrado posquirúrgico). La anticoagulación oral, debe reiniciarse lo
(clonidina) más precozmente posible (a partir de las 24 horas tras cirugía), manteniéndose
Estatinas Continuar terapia incluido el día de la cirugía la administración de heparina hasta conseguir cifras de INR en el rango terapéu­
Hipolipemiantes no estatinas Suspender un día previo a la cirugía tico deseado. Cualquier tipo de cirugía electiva debería evitarse en el mes pos­
(fibratos; ácido nicotínico. . . ) terior de cualquier fenómeno embólico arterial (embolia arterial periférica, acci­
Tabla 8. Fármacos del sistema cardiovascular dente cerebrovascular agudo, accidente isquémico transitorio) o venoso (ETEV).

Fármacos relacionados con la hemostasia Cirugías de bajo riesgo de sangrado, tales como artrocentesis, cataratas (sin
necesidad de anestesia retrobulbar) o coronariografía, entre otras, pueden
Las recomendaciones expresadas en la Tabla 9, en el caso del ácido acetilsa­ realizarse sin suspensión de la anticoagulación oral, asegurando previamen­
licílico (AAS), dipiridamol y clopidrogel, se refieren al periodo de tiempo nece­ te cifras de INR en rango terapéutico.
sario para que la retirada del fármaco sea eficaz respecto a la corrección de los
efectos sobre la agregación plaquetaria. Sin embargo, se debe recordar que la En el caso de la realización de anestesia regional neuroaxial (intradural o epi­
indicación de la retirada o no de la medicación antiagregante debe tomarse dural) los tiempos de seguridad en relación con los distintos fármacos que
tras valorar minuciosamente la indicación de antiagregación y los riesgos vita­ afectan la hemostasia se describen en la Tabla 1 O. Se debe recordar que,
les derivados de su retirada o del potencial sangrado, si se mantiene el fárma­ de forma general, el mayor riesgo de sangrado se asocia a la colocación del
co, durante la cirugía; optando por la opción de menor riesgo, en su conjunto, catéter epidural y, especialmente, a su retirada.
para el paciente (véase el Apartado2.5. Valoración del riesgo cardíaco).

Sin embargo, en pacientes con alto riesgo de desarrollo de complicaciones RECUERDA


cardiovasculares, la evidencia disponible en la actualidad parece indicar la re­
comendación genérica de mantener la antiagregación con AAS, para la gran
En los pacientes tratados de forma crónica con AAS o c/opidogrel
se recomienda su suspensión, al menos, 7 días antes de la cirugía.
mayoría de las intervenciones quirúrgicas, salvo aquellas en las que el sangrado
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Fármaco Recomendación

Anestesia intradural Anestesia epidural*


HBPM (heparina de bajo peso Suspender HBPM 24 h antes de la técnica Suspender HBPM 24 h antes de la retirada
molecular) dosis anticoagulantes Reiniciar al menos 6 h después de la técnica del catéter epidural
Reiniciar al menos 6 h después de la retirada
del catéter epidural
HBPM dosis profilácticas de enfermedad Suspender HBPM 1 2 h antes de la técnica Suspender HBPM 24 h antes de la técnica
tromboembólica venosa (ETEV) Reiniciar al menos 6 h después de la técnica Reiniciar al menos 6 h después de la técnica
HNF (heparina no fraccionada) Suspender HNF 4 h antes de la técnica (TPTA < 1,5 veces el control) Suspender HBPM 24 h antes de la técnica
Reiniciar al menos 1 h después de la técnica Reiniciar al menos 6 h después de la técnica
Acecumarol Suspender HBPM 3-5 días antes de la técnica + INR < 1,5 Suspender HBPM 24 h antes de la técnica
Reiniciar, al menos, 24 h después de la técnica Reiniciar al menos 6 h después de la técnica
*Las recomendaciones en el momento de la realización de la técnica son las mismas que en el caso de la anestesia intradural. Los tiempos descritos en esta columna se
refieren al tiempo de seguridad necesario para la retirada del catéter epidural
NR: relación normalizada internacional
TPTA: tiempo parcial de tromboplastina activado
Tabla 1 O. Fármacos anticoagulantes ante anestesia regional neuroaxial

Fármacos en endocrinología

Fármaco Recomendación

Hipoglucemiantes orales Continuar terapia hasta el día de la cirugía, pero no administrar dosis de la mañana, sustituyéndolos por insulina
(excepto metformina) rápida parenteral (subcutánea o intravenosa)
(MIR 08-09, 258-DG) Reiniciar dosis habituales cuando esté asegurada la ingesta oral

Metformina En cirugía con riesgo aumentado de hipoperfusión renal, aumento ácido láctico y/o hipoxia, suspender 48 h antes
Sustituir por insulina rápida parenteral
Reiniciar cuando esté asegurada la integridad de la función renal y hemodinámica, así como la ingesta oral
Insulina Continuar terapia a dosis habituales hasta el día de la cirugía. En la mañana de la cirugía, administrar insulina
subcutánea (NPH, glargina o detemir) o intravenosa (rápida) en función de las características del paciente y cirugía,
junto a aporte de glucosa (soluciones glucosadas o nutrición artificial)
Reanudar pauta habitual una vez asegurada la ingesta oral
En caso de perfusión intravenosa de insulina, mantenerla hasta 2 h después de la dosis de insulina subcutánea
Glucocorticoides Tratamientos inferiores a 3 semanas o terapias·a días alternos" tienen bajo riesgo de supresión
del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HHA), y deben continuar con la misma dosis de corticoides
en el periodo perioperatorio
Prednisona > 20 mg/día o dosis equivalentes durante > 3 semanas, debe asumirse inhibición
del eje HHA, siendo necesario el aumento de la dosis de glucocorticoide en el periodo perioperatorio
Pacientes con aspecto cushingoide, debe asumirse inhibición del eje HHA, siendo necesario aumento
de la dosis de glucocorticoide en el periodo perioperatorio
Prednisona 5-20 mg/día o dosis equivalente, durante > 3 semanas, debe realizarse test de ACTH
o asumir inhibición del eje hipotálamo-adrenal
Hormonas tiroideas Continuar terapia hasta el día de la cirugía
Anticonceptivos orales Continuar hasta el día de la cirugía para intervenciones con bajo o moderado riesgo para ETEV.
Sin embargo, debe recomendarse la adopción de otras medidas anticonceptivas por riesgo
de posibles interacciones medicamentosas con fármacos anestésicos
En cirugías de alto riesgo para ETEV, suspender 4-6 semanas antes del día de la intervención
Terapia hormonal sustitutiva En cirugías de alto riesgo para ETEV, suspender 4-6 semanas antes del día de la intervención
Moduladores de receptores Continuar terapia para intervenciones con bajo riesgo para ETEV
estrogénicos En cirugías de moderado-alto riesgo para ETEV, suspender 4-6 semanas antes del día
(tamoxifeno/raloxifeno) de la intervención
En el caso indicación para tratamiento de carcinoma de mama consultar con oncólogo
ETEV: enfermedad tromboembólica venosa
Tabla 1 1 . Fármacos utilizados en endocrinología

02 · V i s i t a p r e a n e s t é s i c a ------
11
Anestesiología I O2
Fármacos del sistema nervioso Fármacos del aparato digestivo

Fármaco Recomendación Fármaco Recomendación


Levodopa/carbidopa Continuar terapia hasta la noche previa lnhibidores de la bomba Continuar terapia incluido el día de la cirugía
a la cirugía y suspenderlo de protones
el día de la cirugía Antagonistas H2 Continuar terapia incluido el día de la cirugía
Agonistas dopaminérgicos Continuar terapia hasta la noche previa
a la cirugía y suspenderlo hasta al menos Tabla 1 5. Fármacos utilizados en patología del aparato digestivo
1 2 h tras la cirugía
Anticomiciales Continuar terapia incluido el día
Fármacos en reumatología
de la cirugía. En pacientes con mal control
de crisis, puede administrarse fenitoína
o fenobarbital parenteral si precisa Fármaco Recomendación
Ácido valproico Continuar terapia incluido el día Fármacos Suspender terapia 1-2 semanas antes
de la cirugía. En pacientes con mal control antirreumáticos de la cirugía
de crisis puede administrarse la solución modificadores Reiniciar terapia 1-2 semanas después
parenteral en perfusión continua de la enfermedad de la cirugía
(etanercept, rituximab,
Selegilina Suspender la terapia la noche previa infliximab . . . )
a la cirugía
Metotrexato Continuar terapia incluido el día de la cirugía
Tabla 12. Fármacos utilizados en patología del sistema nervioso En pacientes con insuficiencia renal,
suspender 2 semanas antes de la cirugía
Fármacos en psiquiatría Sulfasalazina Suspender terapia 1 semana antes de la cirugía
Azatioprina Suspender terapia 1 semana antes de la cirugía

Fármaco Recomendación Leflunomida Suspender terapia 2 semanas antes de la cirugía


lnhibidores de la Suspender la terapia 3 semanas previas Hidroxicloroquina Continuar terapia incluido el día de la cirugía
recaptación de la serotonina a cirugías de riesgo catastrófico de sangrado Colchicina/alopurinol Continuar terapia incluido el día de la cirugía
(MIR 08-09, 258-DG) (SNC), por alteración plaquetaria
IMAO Suspender la terapia 2 semanas previas Tabla 16. Fármacos utilizados en reumatología
a la cirugía (riesgo de hipertensión grave
y síndrome serotoninérgico). En caso Medicación natural/productos
de herbolario
de realizarse anestesia sin periodo
de seguridad, evitar administración
de efedrina, meperidina y dextrometorfano)
Antidepresivos tricíclicos Continuar terapia incluido el día de la cirugía Son múltiples los productos de herbolario y/u homeopáticos que pueden
en pacientes con tratamiento a dosis elevadas
provocar interacciones con fármacos anestésicos. Además, muchos de estos
Suspender terapia 7 días antes de la cirugía
en pacientes en tratamiento con dosis bajas productos tienen efectos que pueden resultar perjudiciales para el paciente
en el periodo perioperatorio, tales como aumento del riesgo de hemorragia,
Litio Continuar terapia incluido el día de la cirugía
hipoglucemia, sedación . . . Por ello, en general se recomienda la suspensión
Antipsicóticos Continuar terapia incluido el día de la cirugía de este tipo de productos, al menos, una semana antes de la fecha de la
en pacientes de alto riesgo de crisis psicóticas intervención quirúrgica.
Benzodiacepinas Continuar terapia incluido el día de la cirugía
Tabla 1 3. Fármacos utilizados en psiquiatría
2.8. Medicación preanestésica
Fármacos del aparato respiratorio
La medicación preanestésica, comúnmente incluida en el término general
Fármaco Recomendación de "premedicación''. tiene como objetivo fundamental la disminución de la
Agonistas 8 -adrenérgicos Continuar terapia incluido el día de la cirugía ansiedad y el miedo del paciente ante el acto anestésico y la intervención
inhalados quirúrgica (ansiólisis).
Anticolinérgicos Continuar terapia incluido el día de la cirugía
inhalados Múltiples estudios han demostrado que el estado psíquico preoperatorio del
paciente, tiene una marcada influencia sobre el sistema cardiovascular duran­
Teofilinas Continuar terapia hasta el día de la cirugía,
te la intervención quirúrgica e, incluso, sobre las necesidades analgésicas po­
pero no administrar dosis de la mañana
soperatorias. Un grado de ansiólisis adecuado, puede contribuir a disminuir
lnhibidores Continuar terapia incluido el día de la cirugía de forma significativa respuestas vegetativas que pueden aparecer durante
de leucotrienos
la inducción anestésica, tales como: hipertensión o hipotensión, reacciones
Tabla 14. Fármacos utilizados en patología del aparato respiratorio vagales o alteraciones del ritmo cardíaco (principalmente taquiarritmias).

-11
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

La medicación habitualmente utilizada para alcanzar este objetivo son las Diversas características pueden retardar el vaciamiento gástrico, aumentan­
benzodiacepinas. Son múltiples las posibilidades de elección, tanto en tipo do el riesgo de broncoaspiración. Algunas de ellas son: embarazo, obesidad,
como en dosis de fármaco, siendo necesario individualizar la elección en diabetes, hernia de hiato, historia de reflujo gastroesofágico, íleo u obstruc­
función de las características del paciente (especialmente en ancianos) y el ción intestinal, alimentación enteral o cirugía de urgencia.
tipo de cirugía prevista.
El tipo de alimento también se relaciona con la rapidez de vaciamiento
Son múltiples las benzodiacepinas útiles como medicación preanestésica; gástrico; de tal forma que se distinguen varias categorías: líquidos claros
sin embargo, generalmente se prefieren aquellas de vida media corta. espe­ (agua. zumo de frutas sin pulpa, té claro o café}, leche materna, fórmulas
cialmente midazolam (el mismo día de la cirugía). Otras posibilidades son: para lactantes. leche no humana y sólidos. La ingesta de carne o fritos
lorazepam, lormetazepam, bromazepam, diazepam y clorazepato dipotási­ también aumenta el tiempo de vaciamiento gástrico. En el caso de leche
co (deben administrarse la noche previa a la cirugía). no humana y sólidos. la cantidad de alimento ingerido también debe
tenerse en cuenta a la hora de estimar el tiempo necesario en ayuno.
Existen diversas situaciones clínicas y/o características de los pacientes en
las debe evitarse el uso de benzodiacepinas como medicación preanestési­ En la Tabla 1 7 se exponen las recomendaciones de ayuno de la ASA (1 999)
ca (es decir, la ansiólisis previa a la cirugía está contraindicada): para pacientes sanos (ASA 1) que van a ser sometidos a cirugía programada
Embarazadas en el tercer trimestre de gestación. bajo anestesia general, regional o sedación/analgesia. En el caso de enfer­
Recién nacidos y lactantes en los primeros 6 meses de vida. medades coexistentes, situaciones que disminuyan el ritmo de vaciamiento
Edad avanzada. gástrico, embarazo o ante la posibilidad de una vía aérea difícil, dichas re­
Reacción paradójica previa a benzodiacepinas (valorar neurolépticos). comendaciones deberían ser reevaluadas, prolongando probablemente el
Coma. tiempo de ayuno y adoptando medidas adicionales para disminuir el riesgo
Shock. de aspiración pulmonar.
Insuficiencia cardíaca congestiva aguda.
Obesidad mórbida.
Síndrome de apnea del sueño o insuficiencia respiratoria global. Recomendaciones de ASA ( 1 999)
Traumatismo craneal o proceso expansivo intracraneal (la hipercapnia Alimento ingerido para pacientes sanos
agrava la lesión cerebral). y cirugía programada
Líquidos claros 2 horas
Otros tipos de fármacos pueden ser utilizados como medicación preanesté­ Leche materna 4 horas
sica con distintos objetivos. Su uso está menos extendido, debiendo indivi­ 6 horas
Fórmula para lactantes
dualizarse su uso en función de las características del paciente.
Profilaxis de naúseas y vómitos posoperatorios (NVPO). Los fármacos de Leche no humana 6 horas
elección son ondansetrón, dexametasona o droperidol (no disponible Comida ligera* 6 horas
actualmente en España). Comida normal 8 horas
Profilaxis de la broncoaspiración. El fármaco más extendido es la raniti­
Premedicación 1 hora antes
dina. Su eficacia aumenta si se inicia su tratamiento la noche antes de la con 1 50 mi de agua (adultos)
cirugía, añadiendo una nueva dosis 2 h antes de la cirugía.
Premedicación 1 hora antes
Profilaxis de reacciones anafilactoides. Uso de antihistamínicos anti-Hl
con 75 mi de agua (niños)
(dexclorfeniramina o dimenhidrato) y anti-H2 (ranitidina).
Uso de antisecretores. Especialmente útil en aquellas situaciones en Chicles, caramelos, tabaco Evitar en las 2 horas antes
las que se va a realizar una exploración fibroscópica de la vía aérea • Comida ligera se define como tostada y líquidos claros
(intubación con fibroscopio o videolaringoscopio). en las que la pre­ Tabla 1 7. Recomendaciones de la American Society ofAnesthesiologists
sencia de secreciones abundantes pueden dificultar e, incluso, impe­ (ASA. 1 999) para el ayuno preoperatorio
dir una correcta visualización. El fármaco más utilizado en España es
la atropina. El uso rutinario de fármacos para disminuir el riesgo de aspiración pulmonar
(antieméticos, antiácidos, estimulantes gastrointestinales. anticolinérgicos o
fármacos que bloquean la secreción ácida) en pacientes sin riesgo aumen­
2.9. Ayuno preanestésico/prequirúrgico tado aparente de aspiración pulmonar no está recomendado.

En cirugía de urgencia, en pacientes con factores de riesgo de aspiración


El ayuno preanestésico tiene como objetivo minimizar el riesgo del aspira­ pulmonar, pueden adoptarse diversas medidas para disminuir dicho riesgo,
ción pulmonar asociado a la pérdida de reflejos protectores de la vía aérea. tales como:
Este riesgo es particularmente elevado si la técnica anestésica elegida es Inducción de secuencia rápida para la intubación orotraqueal en el caso
la anestesia general (especialmente durante la inducción e intubación del de anestesia general.
paciente) o sedación. Presión cricoidea (maniobra de Sellick) durante la inducción de secuen­
cia rápida, que se mantiene hasta confirmar la correcta ubicación del
La aspiración relacionada con el acto anestésico fue inicialmente descri­ tubo endotraqueal.
ta por Mendelson en relación con el parto; en la actualidad se define el Vaciamiento gástrico con el paciente consciente, mediante sonda naso­
síndrome de Mendelson como la aspiración pulmonar de contenido gás­ gástrica y su retirada posterior. previo a la inducción de secuencia rápida.
trico relacionada con cualquier acto anestésico, incluidas las pacientes Posición del paciente en anti-Trendelenburg hasta la correcta coloca­
obstétricas. ción del tubo endotraqueal.

02 · V i s i t a p r e a n e s t é s i c a
Anestesiología I O2
Uso de ranitidina parenteral al menos 60 minutos antes de la inducción PREGUNTAS ./ MIR 1 2-13, 1 37
anestésica, en un intento de disminuir el pH del contenido gástrico.
Uso de procinéticos (metoclopamida, eritromicina, entre otros).
M I R ./ MIR 08-09, 1 33-DG, 258-DG
./ MIR 06-07, 131 -DG
Elección de una técnica regional si es posible. ./ MIR 05-06, 1 4 1 -DG
La embarazada siempre se considera estómago lleno.

" El manejo perioperatorio de la medicación antiagregante de los


I deas clave � pacientes portadores de stent coronarios difiere dependiendo del
tipo de stent: liberador de fármacos o metálico.
" La visita preanestésica es una medida fundamental para minimizar
el riesgo perioperatorio del paciente. " En general, la medicación habitual del paciente debe mantenerse
sin modificaciones hasta el día de la intervención quirúrgica. Sin
" Ninguna prueba diagnóstica ofrece mayor sensibilidad diagnóstica embargo, se deben conocer las excepciones a dicha regla con fár­
que una anamnesis y una exploración física correctas. macos habituales (antiagregantes, antidiabéticos, inhibidores se­
lectivos de la recaptación de serotonina . . . ).
" La clasificación ASA sólo valora el estado físico del paciente previa­
mente a la cirugía, sin incluir características de la cirugía o el resul­ " Las benzodiacepinas son el grupo de fármacos más importante
tado de pruebas complementarias. como medicación preanestésica.

" El periodo de mayor riesgo perioperatorio tras un evento cardiovas­ " El ayuno preanestésico tiene como principal objetivo disminuir el
cular (IAM o ACV) es de un mes, debiendo evitarse las intervencio­ riesgo de broncoaspiración.
nes no urgentes durante dicho periodo.

C a s o s e I í n i e o s :" '/
1 ) Suspender toda la medicación antiagregante 1 0 días antes de la ci­
rugía.
2) Retrasar la cirugía hasta que hayan transcurrido al menos 1 2 meses
Una mujer de 48 años va a ser sometida a una herniorrafia inguinal desde la colocación de los stent.
derecha de forma programada para el mes siguiente, motivo por el 3) Mantener toda su medicación hasta el día de la cirugía.
que acude a la consulta de preanestesia. Tiene antecedentes de hi­ 4) Suspender clopidogrel 1 O días antes de la cirugía, manteniendo as­
pertensión arterial; diabetes mellitus tipo 1 y cardiopatía isquémica pirina durante todo el periodo perioperatorio.
crónica con IAM hace 6 meses, con colocación de dos stent farma­ 5) Suspender la aspirina 7 días antes de la cirugía, manteniendo clopi­
coactivos en dicha fecha. Su tratamiento actual incluye: enalapril, dogrel durante todo el periodo perioperatorio.
insulina, aspirina y clopidogrel. ¿Cuál le parece la actitud más co­
rrecta de las expuestas a continuación? RC: 2

-·----
Anestesiología

, ,
MANEJO DE LA VIA AEREA

O R I ENTA C I Ó N Tema poco preguntado. El reconocimiento de la vía aérea difícil y su manejo son los puntos más importantes

M I R del capítulo. Una lectura comprensiva del resto del capítulo permitirá conocer algunos de los dispositivos más
útiles en el manejo de la vía aérea.

La práctica de una anestesia general implica una disminución del nivel de Macroglosia: síndrome de Down, acromegalia, hipotiroidismo . . .
consciencia, la pérdida del control de la vía aérea por parte del paciente, así Patología de la columna cervical: fractura o inestabilidad cervical,
como la inhibición más o menos marcada de la mecánica ventilatoria pro­ espondilitis, artrosis, artritis reumatoide, entre otras.
pia. Es por ello que deben adoptarse las medidas necesarias para asegurar
un adecuado aporte de oxígeno y ventilación alveolar durante el acto anes­ Clínica sugestiva de obstrucción de la vía aérea: disfonía, disfagia, es­
tésico. La dificultad en el manejo de la vía aérea es la causa más frecuente de tridor, entre otras.
complicaciones graves en anestesia.
Exploración física. Consiste en la valoración de parámetros antropo­
métricos asociados a VAD, que actúan como factores predictivos de
3.1 . Valoración de la vía aérea. intubación difícil y de ventilación difícil con mascarilla facial.
Ninguno de ellos, por sí sólo, es suficiente para detectar una VAD; sin
Predicción de una vía aérea difícil embargo, la combinación de varios de dichos factores es de gran utili­
dad para alertar ante la posibilidad de VAD.
Se define vía aérea difícil (VAD) como aquella situación clínica en la que un La regla mnemotéctnica LEMON' constituye un método de evaluación
médico, entrenado en el manejo de la vía aérea, presenta dificultades para para la detección de VAD. Comprende:
ventilar al paciente con mascarilla facial, para la intubación traqueal o para am­ L: Look externa/y.
bas. La VAD puede clasificarse en prevista, si ha sido detectada previamente, o E: Evaluate.
imprevista, si se presenta en el momento de la intubación traqueal. M: Mallampati score.
O: Obstruction ofairway.
Predicción de ventilación difícil. Características clínicas asociadas a dificultad N: Neck mobility.
de ventilación con mascarilla facial son:
Presencia de barba. L: Look externa/y. Consiste en la búsqueda de las características externas
Ausencia de dientes. de la vía aérea que se saben asociadas a VAD: anormalidades faciales, re­
Obesidad (IMC > 30). trognatia, obesidad, macroglosia, bocio, entre otras.
Síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS). E: Eva/uate. Evalúa la relación entre los ejes de la faringe, la laringe y la
Test de mordida clase 111. boca y, por tanto, la posibilidad de una intubación simple. Se realiza
Edad > 55 años. mediante la regla 3-3-2:
La distancia entre los dientes incisivos del paciente debe ser al me­
La valoración de la vía aérea se realiza mediante: nos de tres dedos de ancho.
Historia clínica: La distancia entre el hueso hioides y el mentón debe ser al menos
Antecedentes personales y/o familiares de dificultad de manejo de de tres dedos de ancho.
la vía aérea. La distancia entre la escotadura tiroidea y el piso de la boca debe
Enfermedades asociadas a presencia de VAD, tales como: ser al menos de dos dedos de ancho.
Patología tiroidea: bocio, tumores tiroideos, entre otras.
Radioterapia cervical previa. M: Mallampati score. El test de Mallampati {Figura 3) es una explora­
Patología maxilofacial: anquilosis temporomandibular, retrog­ ción sencilla y útil en la predicción de VAD. Con el paciente sentado,
natia, micrognatia, entre otras. con la cabeza en posición neutra, se le pide que abra la boca, saque

11
Anestesiología I O3
la lengua y fone. Propor­ Otros test útiles en la valoración de VAD son:
ciona información sobre Test de Patil o distancia tiromentoniana. Con la cabeza en hiperex­
la relación entre la cavi­ tensión máxima y la boca cerrada, se mide la distancia entre la punta
dad oral y la lengua, así de la barbilla y la punta del cartílago tiroideo. Si es menor de 6,5 cm,
como una estimación se considera predictivo de VAD.
del espacio presente Test de la mordida (Figura 4). Valora la capacidad de subluxar la
para la intubación oral mandíbula por delante del maxilar superior. Se pide al paciente que
mediante laringoscopia muerda con su dentadura inferior el labio superior y se distinguen
directa. tres situaciones:
Se valoran cuatro grados
o clases, según la visuali­
Clase 1
zación de las estructuras Paladar blando, úvula,
faríngeas (úvula, pilares fauces y pilares visibles Clase I
y paladar blando): Los incisivos inferiores
Clase 1 : visión de muerden el labio
superior, tapando
p a l a d a r b l a n do, completamente
úvula, fauces y pila­ la mucosa del labio
res amigdalinos.
Clase 2: visión de
p a l a d a r b l a ndo,
Clase II
úvula y fauces. Los incisivos inferiores
Clase 3: visión de muerden el labio
paladar blando y superior, pero permiten
la visión parcial
base de la úvula. Clase 2 de la mucosa
Clase 4: visión sólo Paladar blando, úvula
de paladar duro. y fauces visibles

En general, las clases 1


y 2 se asocian con una ( � Clase lll
intubación orotraqueal � Los incisivos inferiores
no pueden morder
fácil. La clase 3 predice el labio superior
dificultad para la intu­
bación, mientras que la
clase 4 supone elevada
dificultad. Figura 4. Test de la mordida
O: Obstruction ofoirwoy.
Cualquier entidad clíni­ Clase 3 Clase l. Los incisivos inferiores muerden el labio superior, al tapar
Paladar blando y base
ca que provoque obs­ completamente la mucosa del labio superior.
de la úvula visibles
trucción de la vía aérea Clase 11. Los incisivos inferiores muerden el labio superior, pero per­
superior interfiere con miten la visión parcial de la mucosa.
la laringoscopia y la in­ Clase 111. Los incisivos inferiores no pueden morder el labio superior.
tubación traqueal. Son La clase 111 se asocia con una VAD (dificultad especialmente
ejemplos: masas supra­ para la ventilación).
glóticas, infecciones en
territorio ORL y/o maxi­
lofacial, hematomas y 3.2. Clasificación
traumatismos cervica­
les . . .
de Cormack-Lehane
Clase4
N: Neck mobility. La mo­
únicamente A diferencia d e las exploraciones anteriores, l a clasificación d e Cormack-Le­
vilidad cervical consti­ paladar duro visible
tuye un elemento im­ hane precisa de la realización de una laringoscopia directa con la visualiza­
portante para conseguir ción de la glotis.
una rápida intubación. Figura 3. Clasificación de Mallampati
Se explora solicitando (inspección de la cavidad oral) Se distinguen cuatro grados (Figura 5):
al paciente que realice Grado l. Visualización completa de la glotis.
una hiperextensión anterior y posterior, así como movimientos late­ Grado 11. Únicamente visible el tercio posterior de la glotis y la comisura
rales extremos del cuello. Patologías que limitan la movilidad cervical posterior.
(artritis reumatoide, artrosis grave . . . ) o situaciones clínicas que impiden Grado 111. Glotis completamente tapada, sólo se visualiza la epiglotis.
la hiperextensión (inestabilidad de la columna cervical, politraumatiza­ Grado IV. Sólo se visualizan estructuras del suelo de la boca, no se vi­
dos . . . ) se asocian a mayor riesgo de VAD. sualiza, ni siquiera la epiglotis.

11
Manual CTO de Medicina y C i r u g ía , 9 . ª edición

Grado I Grado II

Grado 111 Grado IV

Figura 5. Clasificación de Cormack-Lehane (inspección laríngea directa)

Los grados I y 11 no ofrecen problema para la intubación. Los grados 111 y IV Figura 6. Ventilación manual con bolsa reservorio y mascarilla facial
se asocian con VAD, y en el grado IV la intubación con laringoscopia direc­
ta es prácticamente imposible, por lo que son necesarios dispositivos de
ayuda y/o técnicas fibroendoscópicas para lograr la intubación.

Maniobra BURP. Consiste en el desplazamiento externo manual de la la­


ringe hacia atrás (Back), hacia arriba (Up} y a la derecha (Right), mediante la
presión (Pressure) sobre el cartílago tiroides.

Esta maniobra puede ser útil para lograr la intubación en grados II o 111 de
Cormack-Lehane.

3.3. Dispositivos de manejo


de la vía aérea
Figura 7. Mascarillas faciales
En la actualidad se disponen de múltiples dispositivos de manejo de la vía
aérea: Cánulas orofaríngeas y nasofaríngeas
Mascarilla facial.
Cánulas orofaríngeas y nasofaríngeas. Son dispositivos que facilitan el mantenimiento de la permeabilidad de la vía
Dispositivos extraglóticos. aérea superior durante la ventilación con mascarilla facial. Pueden ser de inser­
Dispositivos transglóticos. ción oral o cánula de Guedel (Figura 8) o de inserción nasal o tubo de Wendl.
Laringoscopios.
Tubos endotraqueales.
Videolaringoscopios.
Fibroendoscopio ílexible.
Vía aérea quirúrgica.

Mascarilla facial (Figuras 6 y Figura 7)

La ventilación mediante mascarilla facial y bolsa autoinílable (ambú'}, es útil


en ciertas situaciones:
Fase de apnea previa a la intubación endotraqueal en el paciente en
ayunas.
Realización de anestesia general exclusivamente mediante el uso de
mascarilla. Reservado a cirugías o técnicas exploratorias de muy corta
duración.
Inducción anestésica en niños. Figura 8. Cánulas orofaríngeas o de Guedel

03 · M a n e j o de l a v í a a é r e a
11
Anestesiología I O3
Dispositivos extraglóticos
son dispositivos que colocados a nivel extraglótico (por encima de las cuer­
das vocales). permiten la ventilación y oxigenación adecuada del paciente. Su
utilidad consiste en que evitan la intubación endotraqueal del paciente. así
como los riesgos asociados a ella. Además. también son útiles en el protocolo
de manejo de VAD. en aquellos casos en los que la intubación orotraqueal no
es posible.

Sin embargo. no proporcionan el aislamiento completo de la vía aérea. por


Jo que su uso debe evitarse (salvo emergencia) en aquellos casos en los que
exista alto riesgo de broncoaspiración (estómago lleno, vómitos. reflujo gas­
troesofágico importante, politraumatizado, entre otros). Figura 1 1 . Mascarilla laríngea Proseal'"

Entre los dispositivos extraglóticos se encuentran:


Mascarilla laríngea (ML). Consiste en un tubo orofaríngeo con un
balón de bloqueo distal que, una vez hinchado, rodea la entrada de
la laringe como si fuera una mascarilla (Figura 9).
Existen múltiples diseños, en un intento de mejorar la capacidad de
sellado de la laringe. facilitar su inserción e, incluso, permitir la intro­
ducción de un tubo endotraqueal a través de la mascarilla (ML tipo
Fastrach") (Figura 1 O, Figura 1 1 , Figura 1 2 y Figura 1 3).

Figura 1 2. Mascarilla laríngea Supreme8

Figura 9. Colocación de mascarilla laríngea

Figura 1 O. Mascarilla laríngea clásica Figura 1 3. Mascarillas laríngeas Fastrach"

---11----
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Combitubo o tubo esofágico multifenestrado. Es un dispositivo de Introductor d e Frova. Guía similar a la de Eschmann, pero con una
VAD que solamente se utiliza para ventilar en situaciones de emergen­ luz interior que contiene un fiador metálico, que confiere mayor rigidez
cia. La inserción es muy fácil, incluso para personal con escasa expe­ al dispositivo y, una vez retirado, permite insuflar oxígeno durante la
riencia. Consta de un tubo de doble luz, esofágica y traqueal, con dos intubación.
balones de sellado, orofaríngeo y traqueoesofágico.
Tubo laríngeo. Es un dispositivo extraglótico de una sola luz con dos Laringoscopios
balones de sellado, faríngeo y esofágico.
Son dispositivos de intubación diseñados para permitir la visualización directa
Dispositivos transglóticos de la glotis y la colocación del tubo endotraqueal a través de las cuerdas voca­
les. Consta de un mango, al que pueden acoplarse distintas hojas o palas, curvas
En esencia son guías semirrígidas que, introducidas en el interior de un o rectas (Figura 16).
tubo endotraqueal, facilitan su paso a través de la glotis. Entre ellos se en­
cuentran:
Fiador o mandril (Figura 1 4) . Dispositivo maleable que introducido
en el interior del tubo endotraqueal permite que mantenga una for­
ma determinada que facilite la intubación.

Figura 16. Laringoscopio

Un tipo especial de laringoscopio, ampliamente utilizado en la actualidad es el


Airtraq· (Figura 1 7), que comparte características con otros dispositivos más
complejos como los laringoscopios (visión mejorada de la glotis).

Figura 1 4. Fiador de tubo endotraqueal

Guía de Eschmann (Figura 1 5) . Es una guía semirrígida de 60 cm


de longitud, con la punta con una ligera curvatura anterior. Su uso
está indicado en aquellos casos en los que la laringoscopia directa
demuestra un grado II o 111 de Cormack-Lehane. Una vez introducida
la punta de la guía a través de la glotis, se desliza el tubo endotra­
queal a través de la misma.

Figura 1 5. Guía de Eschmann Figura 1 7. Laringoscopio tipo Airtraq"

0 3 · M a n e j o de l a v í a aérea
Anestesiología I Ü3
Tubos endotraqueales la posición del tubo endotraqueal en vía aérea. En la actualidad no se
usa de rutina.
son tubos de plástico flexible, generalmente de PVC. en cuya parte distal
se encuentra un balón de neumotaponamiento destinado al aislamiento Una vez se esté seguro de la presencia del tubo ET en la vía aérea, se proce­
de la tráquea (Figura 1 8). derá a la fijación del tubo a la superficie de la cara y la conexión a ventilación
mecánica.
La inserción puede realizarse a través de la boca (intubación orotra­
queal) o de las fosas nasales (intubación nasotraqueal). Existen diversos
tipos de tubos endotraqueales, como el Magill, los anillados, los prefor­ REC U ERDA
mados, entre otros.
El método de elección para determinar que el tubo endotraqueal
está posicionado en vía aérea es la detección de CO1 exhalado me­
Un tipo especial de tubos endotraqueales son los de doble luz, que permi­ diante capnograffa.
ten la intubación selectiva del bronquio principal izquierdo o derecho y, con
ello, la ventilación unipulmonar.
Video laringoscopios
Se define vía aérea segura o aislada como la presencia de un tubo endotra­
queal con el balón hinchado en la luz traqueal. Esta oclusión de la luz tra­ Son dispositivos con un diseño similar al laringoscopio tradicional que per­
queal impide el paso a la vía aérea inferior de secreciones, sangre, contenido miten una visión mejorada de la glotis, similar a la que se obtiene con el
gástrico . . . fibroendoscopio, pero de uso más sencillo.

La inserción de un tubo endotraqueal (ET) es la maniobra de manejo de Pueden ser útiles en la intubación endotraqueal en grado IV de Cormack­
la vía aérea de elección en situaciones de emergencia (estómago lleno). Lehane (Figura 19).
Para minimizar el riesgo de broncoaspiración, la intubación debe realizar­
se utilizándose la técnica de inducción de secuencia rápida.

Figura 1 9. Videolaringoscopio Glidescope"'

Figura 18. Tubo endotraqueal de plástico flexible Fibroendoscopio


Con la ayuda de un laringoscopio, se realiza una laringoscopia directa, visua­ La intubación con fibroscopio flexible tiene su indicación principal en
lizando la glotis, y atravesando las cuerdas vocales con el extremo distal del la intubación de una VAD prevista con paciente despierto. La técnica
tubo ET. Una vez atravesada la glotis, se debe inflar el balón de neumotapo­ consiste en introducir el fibroscopio a través de la glotis hasta situarse
namiento, y comprobar la correcta colocación en del tubo ET en vía la aérea en el interior dé la luz traqueal, momento en el que se utiliza el cordón
mediante: flexible como guía para deslizar el tubo endotraqueal hasta situar el ex­
Auscultación pulmonar bilateral y epigastrio. tremo distal a 3 cm de la carina. La intubación puede realizarse por vía
Visualización de elevación simétrica de ambos hemitórax. oral o nasal.
Detección de (02 exhalado, mediante capnografía, a través del tubo
endotraqueal. Esto confirma la presencia del tubo endotraqueal en vía Vía aérea quirúrgica
aérea, descartando la intubación esofágica. Sin embargo, no descarta la
intubación selectiva de un bronquio principal. Constituye la técnica de rescate de emergencia en aquellos pacientes "no
Radiografía de tórax. Aporta información sobre la distancia entre el intubables"y "no ventilables" con otros dispositivos de manejo de vía aérea
extremo del tubo endotraqueal y la carina, así como de la posible (principalmente la mascarilla laríngea). Entre ellas se encuentran la cricoti­
intubación selectiva bronquial. Sin embargo, no sirve para confirmar roidotomía con aguja y la cricotiroidotomía quirúrgica.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

3.4. Manejo de la vía aérea difícil 3.5. Manejo de la vía aérea difícil
no prevista prevista

Imposibilidad

I
Fibrobroncoscopia

!
para la intubación
Intubación del paciente
Pedir ayuda despierto - Laringoscopia Airtraq•

\
(ventilación espontánea)
Ventilación con mascarilla facial Videolaringoscopio
VAD prevista

Ventilación posible Ventilación imposible

!
cirugía no urgente cirugía urgente
Vía aérea quirúrgica

Laringoscopios especiales
(Airtraq•) Figura 2 1 . Algoritmo de manejo de la vía aérea difícil (VAD) prevista
Combitube•
Fibrobroncoscopia flexible Tubo laríngeo
Mascarilla laríngea Vía aérea quirúrgica
Despertar al paciente
P R E G U N TA S ./ No hay preguntas MIR representativas.

Figura 20. Algoritmo de manejo de la vía aérea difícil no prevista


MIR
" Ningún test antropométrico tiene suficiente sensibilidad, por sí
I d e a s c l a v e ,RS mismo, para detectar a todos los pacientes con riesgo de VAD. Sin
embargo, la combinación de varios de ellos es útil para alertar sobre
" La imposibilidad de un manejo adecuado de la vía aérea es la causa la posibilidad de VAD.
más frecuente de complicaciones graves en anestesia.
" El test de Mallampati es una de las exploraciones más utilizadas en
" Se define vía aérea difícil (VAD) como aquella situación clínica en la el cribado de VAD. Aporta información de la cavidad oral y la lengua.
que un médico con experiencia en el manejo de la vía aérea presen­
ta dificultades para ventilar al paciente con mascarilla facial, para la " La clasificación de Cormack-Lehane precisa de una laringoscopia
intubación endotraqueal o para ambas. directa y proporciona información de la visualización directa de la
glotis.
" La valoración de la vía aérea constituye un apartado fundamental
en la visita preanestésica, permitiendo identificar aquellos pacien­ " La técnica de intubación de elección en un paciente con V/Ji.D cono­
tes con riesgo de VAD. cida es mediante fibroendoscopio con paciente despierto.

1 ) No precisa recomendaciones diferentes de las habituales.


Casos clínicos . 2) Uso de dispositivos extraglóticos para la ventilación durante la in­
tervención quirúrgica.
Un paciente varón de 38 años va a ser sometido a una intervención 3) Intubación orotraqueal tras uso de bloqueantes neuromusculares
quirúrgica programada de una hernia discal L4-LS. Acude a la visi­ de acción prolongada.
ta preanestésica para valoración. Tiene como antecedentes per­ 4) Intubación endotraqueal guiada por fibroendoscopio con paciente
sonales: hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2 y obesidad despierto.
mórbida con IMC de 50. En la exploración de la vía aérea se detecta: 5) Intubación nasotraqueal a ciegas con paciente despierto.
presencia de barba, retrognatia, distancia interincisiva menor de 2
traveses de dedo, grado 3 de Mallampati y limitación a la extensión RC: 4
cervical por cirugía previa a dicho nivel. Ante estas características de
exploración de la vía aérea, usted recomendaría:

0 3 · Manejo de la vía aérea


-11
Anestesiología

, ,
FARMACOS EN ANESTESIOLOG IA

O RIENTACIÓN Tema poco importante hasta la fecha. Algunos de los fármacos se han comentado en otros capítulos del
MIR Manual. Sin embargo, se recomienda una lectura comprensiva de los fármacos específicos de anestesia, tales
como agentes inhalados, relajantes musculares y anestésicos locales.

En este capítulo se detallan los fármacos más importantes necesarios para el Este grupo de gases no tiene efecto analgésico, excepto el sevoflurano. Sí
desarrollo de una anestesia general y/o regional. En la actualidad es habitual tienen cierto efecto miorrelajante.
la combinación de varios fármacos, lo más selectivos posible en su función, Farmacocinética:
a fin de aumentar la eficacia de la técnica y disminuir la incidencia de efectos Absorción y distribución. La mezcla de gases (oxígeno, aire y gas
adversos. Se pueden distinguir cuatro grupos principales de fármacos: anestésico volátil), llega a los alvéolos, mezclándose con el gas al­
Hipnóticos: veolar. La presión parcial del gas a nivel alveolar, determina la pre­
Inhalados (anestesia inhalatoria). sión parcial del gas en sangre y, por último, en el cerebro, que cons­
Intravenosos (anestesia intravenosa). tituye la diana determinante de su efecto clínico.
Diversos factores determinan la acción de los gases anestésicos
Analgésicos {opiáceos). (Tabla 18):
Relajantes musculares. Solubilidad en sangre (coeficiente de partición). Cuanto más
Anestésicos locales. soluble es un gas en la sangre, la captación desde el espacio
alveolar es mayor, con Jo que se produce un aumento más
lento de la presión parcial alveolar y, consecuentemente, el
4. 1 . Hipnóticos inicio de acción del anestésico es más largo (tiempo de induc­
ción mayor). Este efecto sería similar al observado con otros
fármacos en relación con el grado de fijación a proteínas plas­
Son fármacos utilizados para la inducción y el mantenimiento anestésico. Son máticas.
los responsables de la pérdida de consciencia y la amnesia anterógrada durante Gradiente de presión entre el gas alveolar y la sangre venosa.
la anestesia general. Pueden distinguirse dos grupos: inhalados e intravenosos. A mayor diferencia de gradiente, más rápida es la difusión
del gas.
Hipnóticos inhalados Capacidad residual funcional (CRF). A menor CRF, más rápida­
mente aumenta la presión parcial alveolar del gas.
Los agentes de este grupo terapéutico con relevancia en la práctica clínica Ventilación alveolar. A mayor ventilación alveolar, más rápida­
actual son los derivados halogenados (isoflurano, sevoflurano y desflurano) mente aumenta la presión parcial alveolar del gas.
y el óxido nitroso. Concentración inspiratoria del gas anestésico. Al aumentar la
concentración del gas, aumenta la presión parcial del gas al­
Anestésicos halogenados veolar, así como la velocidad de dicho aumento.
Efecto "segundo gas". Se refiere al aumento de la presión parcial
Son hidrocarburos cuya parte de sus moléculas han sido sustituidas por un de un gas halogenado, cuando se administra conjuntamente
átomo halógeno (flúor, bromo y cloro). con óxido nitroso.
Gasto cardíaco. Cuanto mayor es el gasto cardíaco, mayor es
A temperatura ambiente se encuentran en forma líquida, por lo que precisan de la cantidad de anestésico absorbido en sangre por unidad de
la acción de un vaporizador (integrado en la máquina de anestesia) para trans­ tiempo, haciéndose más lento el aumento de la presión parcial
formarse en gas y combinarse con la mezcla de gases administrada al paciente. alveolar, por lo que se retrasa la inducción.

Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Factores determinantes de la acción de los gases anestésicos


Alta concentración inspiratoria del gas
Elevado flujo de gas fresco Cociente 0,42 0,68 1,46 0,47
Aumento de la ventilación alveolar de partición
sangre/gas
Baja CRF
Cociente 1,29 1,70 1,57 1,1
Baja solubilidad en sangre de partición
Gasto cardíaco bajo sangre/
cerebro
Alta solubilidad cerebral
CAM 6% 2% 1 ,2% 105%
Aumento del flujo cerebral
Tabla 20. Comparación farmacocinética de los agentes inhalados
Efecto ·segundo gas· (combinación con óxido nitroso)
Tabla 1 8. Factores que aumentan la velocidad de inducción Toxicidad:
de un anestésico inhalado halogenado Hepática. La incidencia de toxicidad hepática grave es muy baja
con los anestésicos halogenados actuales, habiendo sido relacio­
Eliminación. Los anestésicos inhalados se eliminan en su mayor nada previamente con el uso de halotano como agente anestésico
parte sin metabolizar por vía respiratoria. La mayor parte de los fac­ inhalado. Sin embargo, sí pueden documentarse elevaciones de las
tores que aumentan la velocidad de inducción, también aumentan cifras de transaminasas y bilirrubina.
la eliminación del gas anestésico (aumento de ventilación, flujo Renal. La incidencia de toxicidad renal significativa es excepcional
alto de gases frescos, baja solubilidad del anestésico . . . ). con los anestésicos halogenados actuales.
En un mínimo porcentaje, sufren biotransformación hepática: des­ Vómitos. Todos los agentes halogenados son emetógenos, por lo
flurano (0,05%), sevoflurano (5%) e isoflurano (0,2-0,5%). que es recomendable administrar fármacos antieméticos durante
Concentración alveolar mínima (CAM). Este concepto se re­ la anestesia inhalatoria.
fiere a la concentración alveolar del anestésico inhalado (en fase Cardiovasculares. Pueden producir bradicardia, taquicardia, de­
de equilibrio) que evita el movimiento en respuesta a la incisión presión miocárdica o hipertensión arterial.
quirúrgica, en el 50% de los pacientes. Neurológicos. Cefalea, agitación y delirium. Estudios recientes re­
Este parámetro refleja indirectamente la presión parcial del gas a lacionan el uso de agentes halogenados con el desarrollo de déficit
nivel encefálico y permite una comparación aproximada de la po­ neurológico posoperatorio e incluso demencia en paciente con
tencia entre los distintos agentes. cierta predisposición genética (aumento de la síntesis de amiloide).
Se ha descrito que niveles de 1,3 x CAM previene el movimiento del Hipertermia maligna. Todos los agentes halogenados pueden
95% de los pacientes, y que cifras de 0,3 x CAM se relacionan con el producirla en aquellos pacientes con susceptibilidad genética. El
despertar del paciente. riesgo aumenta con el uso de relajantes musculares despolarizan­
Ni la duración de la anestesia general, ni el peso ni el tamaño del pa­ tes (succinilcolina). Su uso está contraindicado en pacientes con
ciente influyen en los valores de la CAM. Sin embargo, otros factores antecedentes personales y/o familiares de hipertermia maligna.
modifican el nivel de CAM de los anestésicos inhalados (Tabla 1 9). Temblor posoperatorio.

Uso clínico. En la actualidad el sevoflurano y el desflurano son los agen­


Factores tes halogenados más utilizados.
Niños t Por ser un gas poco irritante de la vía aérea y de olor agradable, el se­
Ancianos ,¡, voflurano se utiliza habitualmente para la inducción anestésica en niños
previamente a la canalización de vías periféricas. En adultos, generalmen­
Embarazadas ,¡,
te, la inducción se realiza mediante hipnóticos intravenosos, por lo que
Alcoholismo ,¡,
pueden utilizarse posteriormente los agentes inhalados para el manteni­
Intoxicación etílica t miento anestésico.
Fiebre t Debido a su menor solubilidad, el desflurano es el agente halogenado
Hipotermia ,¡, que más rápidamente induce la pérdida de consciencia y, por el mismo
Hipoxia (p02 < 40 mmHg) .J, motivo, el gas que más rápidamente se elimina al finalizar su adminis­
tración, por lo que el despertar es más precoz que con el uso de otros
Hipercapnia (pC02 > 95 mmHg) ,¡,
halogenados.
Shock ,¡, Dada la escasa solubilidad de los anestésicos volátiles, por regla general,
Anemia ,¡, el despertar es más rápido que con el uso de agentes intravenosos.
Fármacos depresores SNC ,¡, Producen relajación del músculo liso bronquial, por lo que son útiles
para la anestesia en pacientes asmáticos o que sufren episodio de bron­
Fármacos estimulantes SNC t
cospasmo durante el acto anestésico.
Fármacos simpaticomiméticos t En pacientes con inestabilidad hemodinámica se prefiere el uso de los
Tabla 19. Factores que afectan a la concentración alveolar mínima (CAM) agentes halogenados por su menor efecto depresor miocárdico respec­
to a la anestesia total intravenosa.

-·----
La comparativa farmacocinética de los hipnóticos inhalados se muestra en Los agentes halogenados potencian el efecto de los relajantes muscu­
la Tabla 20. lares no despolarizantes.

04 · F á r m a c o s e n a n e s t e sio l o g í a
f

Anestesiología I O4
óxido nitroso (N02 o protóxido de nitrógeno) Tras una dosis de inducción, se produce la pérdida de consciencia en
15-45 segundos, con una duración de acción entre 5-1 O minutos.
Conocido también como "el gas hilarante'; el papel del óxido nitroso en la
práctica clínica actual es muy reducido. La vida media de eliminación (t 11) después de una perfusión intraveno­
sa presenta una curva exponencial, dependiendo principalmente del
Es un gas inorgánico, incoloro e inodoro. A temperatura ambiente se en­ tiempo de duración de la perfusión de propofol (por ejemplo, t 112 de 15
cuentra en estado gaseoso, por lo que se añade directamente a la mezcla de minutos tras una perfusión de 2 h).
gases administrados al paciente mediante la máquina de anestesia. Farmacodinámica:
SNC:
Es el único agen� inhalatorio con propiedades analgésicas, si bien sus efec­ La dosis de inducción produce pérdida de consciencia, mien­
tos hipnóticos son escasos. tras que dosis inferiores son responsables de una sedación
Toxicidad: consciente.
Vitamina B12• Oxida de forma irreversible el átomo de cobalto de la Disminuye la presión intracraneal.
vitamina 8 12, por lo que inhibe las enzimas que dependen de esta Carece de propiedades analgésicas.
vitamina. La exposición prolongada a óxido nitroso se relaciona Tiene propiedades antieméticas.
con el desarrollo de anemia megaloblástica y neuropatía periférica.
Hipoxia por difusión. Se produce al suspender la administración Aparato cardiovascular:
de N02 durante el despertar de la anestesia. Por una acumulación Es un depresor miocárdico (inotrópico negativo). Dependien­
desproporcionada de N02 en el espacio alveolar se provoca el te de la dosis, produce hipotensión y disminución del gasto
descenso de la p02 alveolar y arterial hasta niveles hipóxicos. Este cardíaco.
efecto puede evitarse si tras suspender la administración de N02 , se Produce vasodilatación periférica.
administra una Fi02 del 100% durante algunos minutos.
Difusión hacia espacios cerrados con aire. El N02 difunde ha­ Aparato respiratorio:
cia el oído medio, neumotórax o asas intestinales (íleo paralítico), Produce un descenso de la frecuencia respiratoria y del volu­
lo que provoca un gran aumento del volumen y la presión de men corriente.
dichas cavidades, contraindicando su utilización en dichas situa­ Reduce las resistencias de la vía aérea, por lo que puede ser
ciones. útil en la inducción en pacientes con broncospasmo o as­
Vómitos. máticos.

Uso clínico: en la práctica clínica actual, su uso es muy limitado. Cuando Metabólico:
se utiliza, se suele administrar conjuntamente con un agente halogena­ En infusión prolongada, produce un aumento de los niveles
do. Aprovechando el efecto de "segundo gas·: se consigue disminuir de séricos de triglicéridos, amilasa y lipasa pancreáticas.
forma significativa la CAM de ambos gases.
Al ser inodoro, también puede utilizarse en la inducción anestésica en Uso clínico:
niños, e incluso como agente anestésico único en procesos quirúrgicos Inducción anestésica.
menores, aprovechando sus efectos analgésicos. Mantenimiento anestésico.
Sedación.
Hipnóticos intravenosos
Posología:
Los hipnóticos intravenosos constituyen la opción más frecuentemente uti­ Dosis de inducción anestésica: 2-2,5 mg/kg i.v.
lizada para la inducción anestésica. Posteriormente, puede optarse por el Dosis de mantenimiento: 5-1 O mg/kg/h i.v.
mantenimiento anestésico mediante hipnóticos inhalados (anestesia inha­ Dosis de sedación: 1 -5 mg/kg/h o bolos repetidos de 0,5 mg/kg
latoria) o intravenosos (anestesia total intravenosa o TIVA). cada 3 - 5 minutos, ajustando según respuesta.

Si bien todos los fármacos descritos en este grupo pueden utilizarse duran­ En pacientes ancianos, debilitados o con inestabilidad hemodinámica,
te la inducción anestésica, solamente el propofol es aceptado actualmente las dosis anteriores deben disminuirse. Sin embargo, los niños y pacien­
para el desarrollo de una TIVA. tes jóvenes, habitualmente necesitan dosis superiores para alcanzar el
objetivo deseado.
A excepción de la ketamina, ninguno de estos fármacos tiene propiedades Efectos secundarios. Además de los referidos en el apartado de farma­
analgésicas, por lo que deben asociarse siempre con un analgésico potente codinámica:
(opiáceo) en el mantenimiento anestésico mediante TIVA. Irritación venosa a través del punto de inyección.
Necrosis de tejidos tras extravasación.
Propofol Síndrome por infusión de propofol: es una entidad rara relaciona­
da en la mayoría de los casos con perfusiones prolongadas (> 48 h)
Es un derivado alquifenol presentado en una emulsión hidrooleosa que y a dosis elevadas de propofol en pacientes críticos. Se caracteri­
contiene lecitina de huevo, glicerol y aceite de soja. za por desarrollo de cuadro de disfunción multiorgánica, rabdo­
Mecanismo de acción. Aumenta la actividad en las sinapsis inhibitorias miólisis, acidosis metabólica, hiperpotasemia, arritmias cardíacas
de ácido y -aminobutírico (GABA), produciendo sedación y amnesia. y muerte súbita de origen cardíaco. Es secundario a alteraciones
Farmacocinética. La eliminación se produce principalmente mediante en el metabolismo oxidativo mitocondrial de ácidos grasos de ca­
metabolismo hepático. dena larga.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Etomidato Ketamina
Es un derivado imidazólico que no comparte estructura química con los La ketamina es un agente anestésico disociativo, con estructura similar a la
otros anestésicos intravenosos. fenciclidina.
Mecanismo de acción. Aumenta el tono inhibidor del GABA a nivel
del SNC. De los hipnóticos intravenosos, es el único agente que posee actividad anal­
Farmacocinética. Se metaboliza a nivel hepático y por esterasas circu­ gésica intrínseca.
lantes a metabolitos inactivos. Mecanismo de acción. Si bien su mecanismo de acción no está clara­
Los tiempos de pérdida de consciencia y de recuperación tras una dosis mente definido, la ketamina actúa a nivel de varios receptores, provo­
de induccióh son similares a los del propofol. cando múltiples efectos.
Farmacodinámica: Se cree que estimula el N-metil-D-aspartato (NMDA) a nivel del receptor
SNC: del GABA, provocando inhibición del SNC y amnesia. Además, provoca
El etomidato carece de propiedades analgésicas. estimulación de los receptores opioides a nivel de la corteza insular, pu­
Induce pérdida de consciencia y amnesia anterógrada. tamen y tálamo, responsable de los efectos analgésicos.
También estimula los receptores de catecolaminas y la liberación de
Aparato cardiovascular: catecolaminas, lo que provoca un aumento de la frecuencia cardíaca,
Es el hipnótico intravenoso con mejor tolerancia a nivel contractilidad, presión arterial y flujo sanguíneo cerebral.
del sistema circulatorio. Por ello, es el agente de inducción Farmacocinética. Se metaboliza a nivel hepático a múltiples metaboli­
d e elección en pacientes hemodinámicamente compro­ tos, alguno de los cuales son activos.
metidos. Produce la pérdida de consciencia entre 30 y 60 segundos después de
Produce mínimos cambios sobre la frecuencia cardíaca, ten­ la administración de la dosis de inducción intravenosa, que puede durar
sión arterial y gasto cardíaco. entre 1 5 y 20 minutos. La administración intramuscular retrasa el inicio
de acción hasta los 5 minutos.
Aparato respiratorio: Dosis repetidas o la infusión intravenosa continua, tienen efecto acu­
Produce disminución de la frecuencia cardíaca y volumen mulativo.
corriente. Farmacodinámica:
No tiene efecto broncodilatador e incluso, en ocasiones, pue­ SNC:
de provocar aumentos leves de la resistencia de la vía aérea. Produce un estado disociativo acompañado de amnesia y
efectos sedantes.
Sistema musculoesquelético: Produce analgesia profunda.
Tras la dosis de inducción, produce mioclonías (que no deben Aumenta la presión intracraneal.
confundirse con crisis comiciales).
Aparato cardiovascular:
Corteza suprarrenal: Aumento de la frecuencia cardíaca, inotropismo y tensión arterial
Produce una inhibición reversible y dosisdependiente de la sínte­ sistémica debido a la liberación de catecolaminas endógenas.
sis de cortisol a nivel de la corteza suprarrenal, debido a la inhibi­ Puede ser útil en la inducción anestésica en pacientes hemodiná­
ción enzimática de la 1 1 -�-hidroxilasa, que convierte el 1 1 -deoxi­ micamente inestables (hipovolemia). Sin embargo, está contrain­
cortisol en cortisol. dicado su uso en pacientes con enfermedad coronaria o hiperten­
Debido a este efecto secundario, el etomidato no debe ser sión arterial de mal control.
utilizado en perfusión continua ni en bolos sucesivos como
mantenimiento anestésico tras la inducción e intubación oro­ Aparato respiratorio:
traqueal. Preserva los reflejos laríngeos de la vía aérea.
Puede ser útil para la sedación y analgesia de pacientes en los
Uso clínico: que no se desea actuar sobre la vía aérea o bien como agente
Inducción anestésica. único para intubación con paciente despierto (con predictores
de vía aérea difícil).
Posología: Provoca broncodilatación por medio de sus efectos simpati­
0,3-0,6 mg/kg i.v. comiméticos.

Efectos secundarios. Además de los descritos en el apartado de far­ Uso clínico:


macodinámica: Inducción anestésica. Debido a la posibilidad de su administración
Vómitos. intramuscular, puede ser especialmente útil en pacientes en los
Irritación venosa en el lugar de la inyección. que no es posible el acceso intravenoso.
Mantenimiento anestésico. Mediante bolos sucesivos o perfusión
continua.

RECUERDA
Posología:
El fármaco anestésico intravenoso más utilizado es el propofo/,
Inducción anestésica: 1-2 mg/kg i.v. o 5-1 O mg/kg i.m.
pudiéndose emplear el etomidato para la inducción anestésica en
los pacientes hipotensos. Mantenimiento anestésico: 1,5-4,5 mg/kg/h i.v.

-- 11-
Sedoanalgesia: 0,2-1 mg/kg i.v. o 2,5-5 mg/kg i.m.

04 · F á r m a cos en anestesiol o g í a
Anestesiología I O4
Previa la administración de ketamina, debe administrarse una benzo­ Los opiáceos más utilizados en la práctica anestésica son:
diacepina (midazolam) para evitar las reacciones psicológicas indesea­ Remifentanilo.
bles y un anticolinérgico (atropina) para disminuir las secreciones respi­ Fentanilo.
ratorias y saliva. Alfentanilo.
Efectos secundarios:
Aumento de las secreciones respiratorias y orales. Los distintos opiáceos difieren en potencia, farmacocinética y efectos ad­
Puede provocar agitación psicomotriz durante el despertar, así versos.
como alucinaciones y sueños desagradables durante el posope­ Mecanismo de acción. Los opiáceos se unen a receptores opioides es­
ratorio (con menor repercusión psicológica en los niños). pecíficos (µ) presentes en el cerebro (µ1) y en la médula espinal (µ2), y son
En paci@ntes con antecedentes psiquiátricos deben considerarse los responsables de la potente analgesia que los caracteriza como grupo.
otros agentes alternativos a la ketamina. Farmacocinética. La eliminación es principalmente hepática. La ma­
Aumento del tono muscular y mioclonías, especialmente en res­ yoría de los opiáceos tienen metabolitos inactivos que son eliminados
puesta a estímulos externos. en la orina.
Movimientos oculares, nistagmus, blefarospasmo y aumento de la Remifentanilo. Constituye el opiáceo de efecto más rápido y más
presión intraocular. corto. Es muy poco liposoluble, lo que implica un menor volumen de
redistribución y una mayor aclaración. Su vida media es muy corta,
Benzodiacepinas (midazolam) de 3-4 minutos, independientemente del tiempo de infusión. Por ello,
tiene nulo efecto analgésico posoperatorio, por lo que es necesaria
Si bien las benzodiacepinas se utilizan a menudo para la sedación, la am­ la administración de otro opiáceo de vida media más larga (fentanilo,
nesia o como coadyuvantes de otros agentes anestésicos, en la actualidad, alfentanilo o morfina) previa la suspensión de la perfusión de remifen­
solamente el midazolam tiene algunas indicaciones de uso en la inducción tanilo, para asegurar una correcta analgesia en el posoperatorio inme­
anestésica. diato. El remifentanilo se metaboliza por esterasas plasmáticas y en el
músculo esquelético.
Desde el punto de vista anestésico el interés farmacodinámico se centra Fentanilo. Es un opiáceo muy lipofílico. Presenta una marcada re­
en: distribución a nivel de tejido muscular esquelético y tejido adiposo,
SNC: efecto hipnótico, amnésico, anticonvulsivo y relajante muscular. lo que justifica su vida media relativamente corta (0,5-1 horas). Sin
No tiene propiedades analgésicas. embargo, a diferencia del remifentanilo, sí tiene efecto acumulativo y
Aparato cardiovascular: ligera disminución del gasto cardíaco y vasodi­ proporciona analgesia posoperatoria. Se metaboliza principalmente
latación. a nivel hepático.
Aparato respiratorio: provocan disminución de la frecuencia respirato­ Alfentanilo. Menos lipofílico que el fentanilo. Tiene un inicio de
ria y del volumen corriente. La depresión respiratoria, aumenta con el acción similar al remifentanilo. Tras su administración repetida o en
uso concomitante de opiáceos. infusión continua, tiende a acumularse menos que el fentanilo. Por
Posología: ello, aunque tiene efecto analgésico posoperatorio, éste es menor
Inducción anestésica: O,15-0,3 mg/kg i.v. que el fentanilo.
Sedación: 0,05-0,4 mg/kg/h i.v.
Farmacodinámica:
La perfusión continua de midazolam, como agente sedante, está reserva­ SNC:
da para pacientes de cuidados críticos. Este fármaco no está recomendado Producen sedación y analgesia de forma dosisdependiente.
como hipnótico de mantenimiento durante intervenciones quirúrgicas. Puede aparecer euforia.

Esto se debe, entre otras causas, a su efecto acumulativo, que retrasaría Sistema nervioso autónomo:
el despertar y la extubación del paciente en el periodo posquirúrgico. Simpaticólisis.
Aumento de la actividad vagal.
El midazolam es la única benzodiacepina que puede usarse de forma segura
por vía intramuscular. Aparato cardiovascular:
Producen leve efecto inotrópico negativo. Este efecto puede
El flumazenil antagoniza los efectos del midazolam a nivel del SNC. potenciarse por el uso de otros agentes anestésicos con efec­
tos depresores miocárdicos.
Descenso de la resistencia vascular periférica, tanto arterial
4.2. Analgésicos como venosa.
Bradicardia.

Los opiáceos son los analgésicos de elección durante el mantenimiento de Aparato respiratorio:
la anestesia general (MIR 07-08, 1 40), por lo que se utilizan para comple­ Depresión respiratoria dosisdependiente. Disminución de la fre­
mentar otros fármacos durante la inducción o el mantenimiento de la anes­ cuencia respiratoria y del volumen corriente.
tesia general. Disminución del reflejo tusígeno.

Otros analgésicos como paracetamol, metamizol o AINE, pueden utilizarse Sistema musculoesquelético:
en el periodo posoperatorio, solos o en combinación con derivados opiá­ Rigidez muscular, especialmente en la musculatura de pared
ceos (véase el Capítulo 7. Manejo del dolor agudo posoperatorio). torácica y abdominal, lo que puede comprometer de forma
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

importante la ventilación del paciente. Su aparición está rela­ 4.3. Relajantes musculares
cionada con dosis elevadas de opiáceo, administración intra­
venosa rápida y el uso de óxido nitroso. La rigidez muscular
puede revertirse mediante el uso de antagonistas opiáceos y Los relajantes musculares provocan una parálisis flácida reversible de los
relajantes musculares. músculos esqueléticos.

Aparato digestivo: No tienen propiedades hipnóticas ni analgésicas, por lo que siempre deben
Náuseas y vómitos: los opiáceos tienen un alto poder emetó­ administrarse junto a un fármaco hipnótico y un analgésico. Su uso provoca
geno. la parálisis de la musculatura respiratoria, por lo que es necesaria la ventila­
Cóücos biliares. ción mecánica.
Estreñimiento.
Su utilización facilita la intubación orotraqueal y permite el manteni­
Aparato urinario: miento de la relajación muscular necesaria para el desarrollo de ciertas
Retención urinaria. intervenciones quirúrgicas (por ejemplo, intraabdominales). También son
útiles en aquellas cirugías en las que resulta imprescindible asegurar la
Uso clínico: inmovilidad del paciente durante la intervención, en las que cualquier
En la práctica anestésica se utilizan para: movimiento involuntario resultante de una superficialización inadvertida
Inducción anestésica. Como analgésico e inhibidor de la respuesta de la anestesia, podría tener resultados catastróficos (por ejemplo, neuro­
simpática a la laringoscopia necesaria para la intubación orotraqueal. cirugía).
Mantenimiento anestésico. Mediante perfusión continua (remifen­
tanilo, fentanilo o alfentanilo) o en bolos repetidos (fentanilo o al­ Fisiología de la unión
fentanilo). neuromuscular (Figura 22¡
El remifentanilo es el opiáceo mejor regulable y especialmente
apropiado, en combinación con propofol para la realización de una
TIVA (anestesia total intravenosa). La encrucijada de la transmisión neuromuscular es la placa motora terminal.
En este punto, los impulsos nerviosos son transmitidos al músculo mediante
Posología: un neurotransmisor endógeno, la acetilcolina (Ach).
Remifentanilo:
Bolo: 1 -2 µg/kg.
Perfusión continua: 0,2-0,4 µg/kg/min.
Mitocondria
Fentanilo:
Bolo inducción: 1-2 µg/kg.
Bolos sucesivos para mantenimiento anestésico: 2-3 µg/
kg/h.

Alfentanilo:
Bolo: 1 0-20 µg/kg.
Perfusión continua: 3-5 µg/kg/min. Protuberancia
sináptica
La naloxona es un antagonista opiáceo competitivo en los receptores µ
del cerebro y médula espinal. Su administración es en bolos intravenosos sináptica
de 0,02-0,04, hasta obtener el efecto deseado. Su vida media (aproximada­
mente 30 minutos) es menor que la mayoría de los opiáceos, con excep­
ción del remifentanilo. Músculo
Receptor Ach
Efectos adversos. Además de los descritos en el apartado de farmaco­
dinámica:
Aparato cardiovascular. En general son bien tolerados, salvo en si­ Figura 22. Fisiología de la unión neuromuscular
tuaciones de inestabilidad hemodinámica o hipovolemia, que pre­
cisan del ajuste de su dosificación. La Ach se sintetiza en la terminación nerviosa presináptica, almacenándose
Fenómeno de tolerancia. En pacientes que reciben tratamiento en vesículas.
crónico con opiáceos o usuarios de drogas por vía parenteral, pue­
den ser necesarias dosis superiores de opiáceos para conseguir el Cuando un potencial de acción llega al botón presináptico, se produce una
efecto deseado. despolarización de la membrana con la apertura de canales de Ca++. La en­
Prurito. trada de Ca++ en la motoneurona produce la unión de las vesículas y la libe­
Miosis. ración de Ach a la hendidura sináptica. La Ach se une a los receptores nico­
Dependencia a opiáceos. La posibilidad de provocar dependencia tínicos (colinérgicos) del terminal postsináptico (músculo), lo que origina la
a opiáceos en pacientes no dependientes, tras el uso de opiáceos apertura del canal iónico que genera entrada de Na• al interior de la célula
durante una anestesia general o como tratamiento del dolor agu­ muscular, y salida de K•, permitiendo la propagación del potencial de acción
do posoperatorio, no tiene un papel significativo. y, por tanto, la contracción muscular.

04 · F á r m a c o s e n anest esiología
-
Anestesiología I O4
1
La acetilcolinesterasa, enzima responsable de la metabolización de la Mecanismo
, Metabolización
Ach, es sintetizada por la célula muscular, encontrándose en la membra­ de acción
na del terminal postsináptico, junto a los receptores nicotínicos. La mitad Succinilcolina Despolarizante l O min Colinesterasa sérica
de moléculas de Ach son hidrolizadas antes de llegar a los receptores. Las Mivacurio No despolarizante 1 5 min Colinesterasa sérica
moléculas que alcanzan los receptores son metabolizadas a los pocos
Atracurio No despolarizante 45 min Reacción de Hofmann*
microsegundos. El metabolismo de la Ach genera acetato y colina. La co­
lina se reintegra al terminal presináptico para generar nuevas moléculas Cisatracurio No despolarizante 40min Reacción de Hofmann*
de Ach. Pancuronio No despolarizante lOO min Renal
Rocuronio No despolarizante 30min Hepática y renal
Clasificación de los bloqueantes musculares
Vecuronio No despolarizante 40min Hepática
Los relajantes musculares ejercen su acción, interrumpiendo la transmi­ * Metabolismo plasmático espontáneo no enzimático dependiente de temperatura
sión del potencial de acción a nivel de la placa motora, por un meca­ y pH (,l. su metabolismo en hipotermia y/o acidosis).
nismo competitivo con las moléculas de Ach a nivel de los receptores Tabla 2 1 . Características de los relajantes musculares
nicotínicos.
Uso clínico de los relajantes musculares
Dependiendo del mecanismo de acción, se pueden distinguir dos tipos de re­
lajantes musculares: despolarizantes y no despolarizantes. Succínilcolina

Relajantes musculares despolarizantes En la actualidad, el papel de la succinilcolina está prácticamente reserva­


do para la intubación de emergencia (intubación de secuencia rápida) o en
El representante clásico es la succinilcolina. Es un agonista de la Ach, aquellos casos en los que se prevea una vía aérea difícil y no pueda realizarse
uniéndose también al receptor nicotínico postsináptico. Dicha unión con el paciente despierto (fibroscopia).
provoca una despolarización del músculo que, a diferencia de la Ach,
es más prolongada, provocando una estimulación continua de dichos La dosis es de 1,5 mg/kg, obteniéndose condiciones óptimas de intubación
receptores. La succinilcolina no es metabolizada por la acetilcolineste­ en 45-60 segundos, y con una duración global del efecto de 5-1 O minutos.
rasa, sino por la pseudocolinesterasa o colinesterasa plasmática. Una
mínima parte de la succinilcolina administrada por vía intravenosa al­ Existen ciertas situaciones clínicas en las que el uso de la succinilcolina está
canza la placa motora, pues la mayoría es hidrolizada por la pseudoco­ contraindicado:
linesterasa. Historia personal y/o familiar de hipertermia maligna.
Miopatías*.
Clínicamente, el bloqueo despolarizante se manifiesta por la aparición de Enfermedades neurológicas que cursan con denervación muscular (es­
fasciculaciones y posterior parálisis flácida. Se ha descrito una alteración clerosis lateral amiotrófica; mielopatía transversa, esclerosis múltiple)*.
genética homocigota que provoca una disminución de la actividad de la Accidente cerebrovascular en las 72 h anteriores*.
pseudocolinesterasa plasmática, que provoca un retraso en la metabo­ Rabdomiólisis*.
lización de la succinilcolina y el mivacurio. La expresión clínica de este Hiperpotasemia.
defecto consiste en una parálisis flácida prolongada tras la administración Grandes quemados en las 72 h anteriores*.
de dichos agentes. Politraumatizados en las 72 h anteriores*.
Inmovilización prolongada (pacientes UCI)*.
No despolarizantes Infección productora de exotoxinas (botulismo, tétanos)*.
Sepsis*.
Compiten con la Ach por los receptores nicotínicos, pero no provocan la des­
polarización del músculo cuando se unen al receptor. A diferencia de la succi­ *Riesgo de hiperpotasemia grave
nilcolina, actúan como antagonistas, provocando una parálisis flácida, sin fas­
ciculaciones previas. En estos grupos de pacientes debe optarse por un bloqueante neuromus­
cular no despolarizante para la intubación orotraqueal.
Los relajantes musculares no despolarizantes pueden dividirse en dos
grupos: Dentro de los efectos adversos asociados a la succinilcolina, destacan: fasci­
Derivados bencilisocolínicos: culaciones, rabdomiólisis, hiperpotasemia, trismos, bradicardia, aumento de
Mivacurio. la presión intraocular y reacciones anafilactoides.
Atracurio.
Cisatracurio. Relajantes musculares no despolarizantes

Derivados de estructura esteroidea: En la actualidad, los relajantes musculares no despolarizantes más utilizados
Pancuronio. son rocuronio y cisatracurio.
Rocuronio. Rocuronio. Tiene indicación de uso para la intubación de secuencia
Vecuronio. rápida, siendo el fármaco de elección en aquellos pacientes en los que
el uso de succinilcolina está contraindicado. Además, también puede
En la Tabla 2 1 se describen con detalle las características de los rela­ utilizarse como relajante de intubación en cirugía programada y como
jantes musculares. relajante de mantenimiento en bolos sucesivos durante la cirugía.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

La dosis de intubación de secuencia rápida es 1 mg/kg, lo que consigue diferente al rocuronio y vecuronio (por ejemplo, succinilcolina y/o cisa­
un nivel de relajación suficiente a los 60 segundos. La dosis de intubación tracurio).
"programada" es 0,6 mg/kg, retrasándose la relajación óptima para la in­ La posibilidad de la reversión inmediata del bloqueo muscular provoca­
tubación a los 90 segundos. La dosis de mantenimiento es O,15 mg/kg/h. do por rocuronio mediante el uso de sugammadex hace de este relajante
Se elimina por metabolización hepática (70%) y renal (30%), por lo que muscular una opción de primera línea en la intubación de secuencia rápida
debe ajustarse la dosis en pacientes con insuficiencia hepática y/o renal. en prácticamente todos los casos.
Los efectos adversos más frecuentes son dolor en el lugar de la administra­
ción del fármaco, taquicardia, hipotensión y bloqueo muscular prolongado
(residual). También están descritas reacciones anafilactoides, relacionadas 4.4. Anestésicos locales
con la liberatión de histamina.
Cisatracurio. No tiene indicación de uso en la intubación de secuencia
rápida dado su relativamente prolongado inicio de acción. Habitualmente Los anestésicos locales (AL) son un grupo de fármacos que usados en la prác­
se utiliza como relajante para la intubación en cirugía "programada"y como tica clínica producen un bloqueo temporal y reversible de la conducción ner­
relajante de mantenimiento en bolos sucesivos o en perfusión continua. viosa. Dicho bloqueo inhibe las distintas funciones de los nervios mixtos en el
Es especialmente útil en pacientes con insuficiencia hepática y/o renal, territorio que inervan: sensibilidad, motricidad y funciones vegetativas.
al no depender del hígado para su eliminación (que se realiza mediante
la reacción de Hofmann). Pueden actuar sobre la médula espinal y los ganglios espinales (bloqueo intra­
La dosis de intubación es O, 1 5 mg/kg. La dosis de mantenimiento es 0,03 dural o epidural), sobre los troncos nerviosos (anestesia de plexos). los nervios
mg/kg, que puede repetirse cada 30- 40 minutos. periféricos o sobre las terminaciones nerviosas de los nervios periféricos (anes­
Los efectos secundarios más frecuentes son hipotensión, bradicardia tesia por infiltración o tópica).
y reacciones anafilactoides por liberación de histamina.
Mecanismo de acción
Antagonistas de los relajantes musculares
Los AL difunden a través de la membrana lipofílica de la célula nerviosa en su
En la práctica clínica anestésica, se dispone de dos fármacos que antagonizan forma no ionizada (inactiva). Una vez en la célula nerviosa, el pH intracelular
el efecto de ciertos relajantes musculares: la neostigmina y el sugammadex. (más bajo) disocia el AL y genera la forma ionizada del AL (activa), que es la
Neostigmina. Es un inhibidor de la acetilcolinesterasa. La inhibición de responsable del bloqueo reversible de los canales de Na+, evitando la entrada
la colinesterasa provoca el bloqueo del metabolismo de la Ach, con lo rápida de Na+, lo que provoca el bloqueo de la fase inicial del potencial de
que se produce un aumento de las concentraciones de Ach en la placa acción.
motora, pudiendo competir con la molécula de relajante muscular por
el receptor muscular. El efecto analgésico de los AL se debe al bloqueo de los estímulos nerviosos
La neostigmina revierte el bloqueo muscular provocado por los relajan­ a través de la fibras nerviosas amielínicas y poco mielinizadas, transmisoras
tes musculares no despolarizantes (tanto derivados bencilisocolínicos, de estímulos dolorosos. A medida que aumenta el grosor de las fibras ner­
como de estructura esteroidea, excepto el mivacurio). viosas (fibras mielínicas), se requerirá mayores concentraciones de AL. Esta
La dosis habitual es O,Q3-0,8 mg/kg. Debe administrarse una vez que característica permite que, utilizando bajas concentraciones de AL, se pueda
el paciente ha recuperado parte del bloqueo muscular (inicio de res­ conseguir una analgesia selectiva sin pérdida de la sensibilidad al tacto y
piración espontánea), no siendo útil para la reversión de un bloqueo presión, ni de la fuerza motora, ya que estas últimas se transmiten por fibras
muscular profundo (menor vida media que los relajantes musculares mielinizadas, de mayor grosor (bloqueo diferencial o selectivo).
no despolarizantes).
La neostigmina también actúa a nivel de los receptores nicotínicos de los En la Tabla 22 se describen la clasificación y funciones de las distintas fibras

-•. .....
ganglios autonómicos y los receptores muscarínicos cardíacos, múscu­ nerviosas.
lo liso y glándulas exocrinas. Por ello, siempre debe administrarse junto
a atropina, para evitar los efectos secundarios parasimpaticomiméticos
(bradicardia, broncoconstricción, hipersalivación . . . ) asociados a su uso.
El bloqueo muscular despolarizante no puede ser revertido mediante el . . Función

uso de neostigmina. Incluso, puede provocar una prolongación de la pa­ ++ 1 2-20 + Motora. Sensibilidad
rálisis flácida, debido a que también inhibe la actividad de la pseudoco­ propioceptiva
linesterasa y, por tanto, el metabolismo de la succinilcolina y mivacurio. + 5-12 ++ Presión táctil,
Sugammadex. Antagonista específico del rocuronio y, en menor me­ p vibración
A
dida, del vecuronio. 'Y + 3-6 ++ Tono muscular
El mecanismo de acción consiste en la inactivación de las moléculas
1-4 +++ Dolor/temperatura/
de sugammadex mediante la formación de un complejo sugammadex­
+
o tacto
rocuronio, inactivo a nivel de la placa neuromuscular. No tiene actividad
<3 SN simpático
sobre la acetilcolinesterasa, por lo que no presenta efectos parasimpa­ + ++++
B preganglionar
ticomiméticos.
La dosis necesaria depende de la profundidad de bloqueo muscular 0,3-1,3 ++++ Dolor/temperatura
presente en el momento de su administración, variando desde 2 a 1 6 SN simpático
e posganglionar
mg/kg y consiguiendo una reversión total del bloqueo muscular.
SN parasimpático
La duración del efecto es de 24 h, por lo que en caso de precisar nue­
vamente relajación muscular, debe optarse por un relajante muscular Tabla 22. Clasificación y función de las fibras nerviosas

04 · F á r m a c o s. en anestesio l o g í a
Anestesiología I O4
La sensación dolorosa es transmitida por las fibras tipo Ao y las fibras tipo C. El pKa de un AL es el valor de pH en que la relación entre la forma ionizada
y de la no ionizada del AL es 1 :1. La forma ionizada es la que ejerce el efecto
Las características de las fibras nerviosas explica la cronología del bloqueo anestésico, mientras que la no ionizada es la única que puede atravesar la
producido por los AL: membrana lipídica para penetrar en la célula nerviosa.
Aumento de la temperatura cutánea y vasodilatación (fibras 8).
Pérdida de sensación de temperatura y alivio del dolor (fibras C y Ao). Las principales características que definen a los AL son:
Pérdida de tono muscular (fibras Ay). Potencia anestésica. Viene determinada principalmente por la lipofilia
Pérdida de la sensación del tacto y presión (fibras AP). del AL. Para ejercer su efecto farmacológico, los AL deben atravesar la
Pérdida de la motricidad (fibras Ao.). membrana de la célula nerviosa. Por ello, cuanto más lipofílico es un AL,
j más potente es su acción anestésica.
La recuperación del bloqueo anestésico se producirá en orden inverso a su Duración de acción. Está relacionada con la capacidad del AL de unión
instauración. a las proteínas. Los AL con alta unión a proteínas, con una liberación
más lenta, tendrán una duración mayor.
Estructura química Periodo de latencia. El inicio de acción del AL viene determinado por el
valor del pKa de cada fármaco. La proporción de AL no ionizado cuando se
Todos los AL son unas aminas aromáticas de pequeño peso molecular, bases inyecta en un tejido con un pH de 7,4. es inversamente proporcional al va­
débiles y escasamente solubles en agua. lor del pKa del AL. Por ello, los AL con bajo pKa tendrán un inicio de acción
más rápido, mientras que aquellos con un valor de pKa más alto tendrán
Se clasifican en dos grupos: un inicio más retardado.
Tipo éster: La alcalinización de la solución de AL se utiliza para disminuir el tiempo
Cocaína. de latencia del AL, si bien sus resultados clínicos son controvertidos.
8enzocaína. Otro factor que influye en la latencia de un AL es la concentración del
Tetracaína. AL, de tal forma que a mayor concentración de AL, menor tiempo de
Clorprocaína. latencia.
Bloqueo diferencial. Algunos AL tienen capacidad para producir
Los AL tipo éster son rápidamente hidrolizados por la pseudocolinesterasa un bloqueo preferentemente sensitivo, con menor afectación mo­
plasmática, produciéndose ácido paraaminobenzoico (PA8A), metabolito tora, y se debe a su alto pKa. Pocas moléculas en la forma no ioniza­
característico de este grupo y responsable de las posibles reacciones alér­ da están disponibles para atravesar las membranas lipídicas gruesas
gicas. La cocaína constituye la excepción de este grupo, al ser metaboliza­ de las fibras mielinizadas (Ao. y AP), mientras que sí son suficientes
da en el hígado y no producir PA8A. Los AL tipo éster solamente se utilizan para atravesar las membranas de fibras nerviosas amielínicas. Son
para su aplicación tópica y/o para infiltración de tejidos. ejemplos de este efecto la bupivacaína, la levobupivacaína y la ro­
pivacaína.
Tipo amida:
Lidocaína. Las principales características fisicoquímicas de los AL tipo amida se encuen­
Mepivacaína. tran resumidas en la Tabla 23.
8upivacaína.
Ropivacaína. Toxicidad
Levobupivacaína.
Prilocaína. Se pueden distinguir dos grupos de toxicidades:
Toxicidad local. Todos los AL son neurotóxicos a altas concentraciones
Los AL tipo amida sufren metabolización hepática, no produciéndose y son capaces de producir muerte neuronal. Igualmente, todos los AL
PA8A, por lo que las reacciones alérgicas son muy poco frecuentes. Los tienen un potencial miotóxico.
AL tipo amida son los utilizados en la anestesia regional, pudiendo ad­ Toxicidad sistémica (MIR 1 3- 1 4, 1 72):
ministrarse para infiltración, bloqueo subaracnoideo, bloqueo epidural, Reacciones anafilácticas. Los AL tipo éster producen reacciones
bloqueos de plexos o bloqueos de nervios periféricos. En el caso de la alérgicas debido a la producción de PA8A tras su metabolización
lidocaína, también puede administrarse de forma tópica. por la pseudocolinesterasa plasmática.

Propiedades
Duración
fisicoquímicas del efecto (min)
Lidocaína' 7,9 5-10 64 60-120
Los AL son bases débiles que, en su formación Mepivacaína2 7,6 10-15 78 90-150
acuosa, se encuentran tanto en su forma ionizada Ropivacaína3 8,1 5-10 95 1 60-290 +
(8H+) como en su forma no ionizada o base libre Bupivacaína3 1 80-360 +
8,1 150
(8). Ambas formas se encuentran en un equilibrio
20-30
Levobupivacaína3
que depende del pH del medio y del valor de pKa 8,1 10-15 150 180 - 360 +

del AL. El equilibrio de disociación de un anesté­ ' AL de corta duración


2 AL de duración intermedia
sico local:
3
AL de larga duración
8 + Hp � BW + OH·

Tabla 23. Características fisicoquímicas de los anestésicos locales
Manual CTO de Medicina Y Cirugía, 9.ª edición

Algunos preparados comerciales de AL tipo amida contienen un La adición de adrenalina a la solución del AL es una medida que
conservante, el metilparabeno, de estructura química similar al busca disminuir la absorción sistémica del AL, al producir vaso­
PABA, que es responsable de reacciones alérgicas similares a las in­ constricción en el tejido infiltrado; pudiéndose aumentar la dosis
ducidas por el PABA total de AL administrado con menor riesgo de toxicidad sistémica
SNC y cardiológico. Las reacciones tóxicas sistémicas se deben a (Tabla 24).
la absorción de altas dosis inapropiadas de AL, o bien a la adminis­ Las dosis de AL deben disminuirse cuando se infiltran tejidos muy
tración intravascular accidental de una dosis correcta de AL. Los pa­ vascularizados (mucosas). Sin embargo, la medida profiláctica más
cientes malnut ridos o debilitados, con hipoproteinemia, son más eficaz para evitar la toxicidad sistémica de los AL es aspirar la jeringa
susceptibles de sufrir toxicidad sistémica, debido al aumento de la previamente a la inyección anestésica, a fin de evitar la administra­
fracción-lno unida a proteínas del AL. ción intravascular del AL.
Las manifestaciones clínicas de toxicidad son generalmente neuro­ La bupivacaína es el AL más cardiotóxico y, a diferencia de los otros
lógicas y cardíacas. Los efectos secundarios a nivel del SNC suelen AL, puede provocar clínica cardíaca sin presentar previamente sin­
aparecen de forma más precoz que los cardíacos. Suelen dividirse tomatología neurológica.
en tres fases: Las dosis máximas de utilización de los anestésicos locales se reco­
1. Pródromos: sabor metálico, entumecimiento peribucal, acúfe- gen en la Tabla 24.
nos, alteraciones visuales.
2. Fase de excitación: agitación psicomotriz, temblores, fascicula­
ciones, crisis comiciales. Dosis máxima Dosis máxima con adrenalina
3. Fase de depresión de SNC y alteraciones cardíacas: disminu­ Lidocaína 4 mg/kg 7 mg/kg
ción del nivel de consciencia, coma, arritmias cardíacas (bra­
Mepivacaína 5 mg/kg 7 mg/kg
dicardia-asistolia hasta taquiarritmias-fibrilación ventricular)
y muerte. Ropivacaína 2,5 mg/kg 2,5 mg/kg
Bupivacaína 2 mg/kg 2,5 mg/kg
El tratamiento de la toxicidad sistémica de los AL consiste en medi­
Levobupivacaína 3 mg/kg 4 mg/kg
das de sostén necesarias (02 , sueroterapia}, ordenar hiperventilar al
paciente (disminución de la perfusión cerebral, para reducir el flujo Tabla 24. Dosis máximas de utilización de los anestésicos locales
de AL al cerebro}, benzodiacepinas, antiarrítmicos (las arritmias pue­
den ser refractarias a los tratamientos habituales) y otras medidas de
reanimación cardiopulmonar avanzada si fueran precisas. La infusión P R E G U N TA S ./ MIR 1 3-14, 172
de lípidos (lntralipid') se ha utilizado como parte del tratamiento de
aquellos cuadros graves de intoxicaciones sistémicas.
MIR ./ MIR 07-08, 140

" El propofol, el etomidato, la ketamina y el midazolam son los hipnó­


I d e a s c l ave � ticos intravenosos más utilizados.

" En la práctica actual de la anestesia, se utiliza la combinación de va­ " El remifentanilo, el fentanilo y el alfentanilo son los opiáceos más
rios fármacos, lo más selectivos posible en su mecanismo de acción, utilizados en la práctica anestésica.
con el fin de asegurar la eficacia y minimizar los posibles efectos
adversos. " El uso de propofol asociado a remifentanilo es la combinación ac­
tual más frecuente para la realización de una anestesia total intra­
" Con excepción de la ketamina, todos los fármacos hipnóticos care­ venosa (TIVA).
cen de propiedades analgésicas.
" Las neostigmina es un antagonista de los bloqueantes musculares
" La CAM (concentración alveolar mínima) de los agentes inhalados, no despolarizantes.
se refiere a la concentración alveolar del anestésico inhalado que
evita el movimiento en respuesta a un estímulo doloroso en el 50% " El sugammadex es un antagonista específico del rocuronio y, en
de los pacientes. Este parámetro, permite una comparación aproxi­ menor medida, del vecuronio.
mada de la potencia de los distintos agentes inhalados.
" Las manifestaciones clínicas de la toxicidad sistémica de los anes­
" El sevoflurano y el desflurano son los agentes inhalados más utiliza­ tésicos locales son neurológicas (crisis comiciales) y cardíacas (arrit­
dos en la práctica clínica habitual. mias malignas).

04 . Fármacos e n anestesiología
Anestesiología

,
MONITORIZACION EN ANESTESIA

O R I ENTA C I Ó N Tema no muy importante, aunque en las últimas convocatorias ha salido alguna pregunta. Se debe conocer

MIR la monitorización mínima necesaria para cualquier intervención quirúrgica, así como los cambios en los
parámetros fisiológicos que se producen durante las complicaciones más frecuentes durante el acto anestésico.

5.1 . I ntroducción

Los anestesiólogos son responsables del mantenimiento de la homeos­


tasis del paciente durante la intervención quirúrgica. Esto incluye la mo­
nitorización de las constantes vitales y otros parámetros fisiológicos, que
permitan una rápida detección de los cambios del paciente, así como la
instauración de las medidas de soporte vital necesarias. Los objetivos fina­
les son la seguridad del paciente y la calidad de la anestesia.

La sociedad española de anestesiología, reanimación y terapéutica del dolor


(SEDAR) establece unos mínimos de monitorización en todo paciente so­
metido a anestesia general:
Monitorización de la oxigenación:
Concentración de 02 en la mezcla de gas inspirado. Figura 23. Monitorización de parámetros ventilatorios y concentración
Pulsioximetría. de agentes anestésicos inhalados

Monitorización de la ventilación:
Capnografía.
Volúmenes pulmonares y presiones en la vía aérea.

Monitorización de la circulación:
Trazado continuo de ECG.
Presión arterial.

Otros parámetros fisiológicos útiles que pueden ser monitorizados durante


el acto anestésico son:
Relajación muscular.
Concentración de agentes anestésicos inhalados.
Profundidad de la anestesia.
Temperatura corporal.

En la actualidad, la mayoría de los parámetros de monitorización suelen es­


tar integrados en una o dos pantallas que facilitan una rápida interpretación Figura 24. Monitorización de parámetros de oxigenación,
y control (Figura 23 y Figura 24). hemodinámicos, relajación muscular y entropía
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

5.2. Monitorización de la oxigenación (excluyendo la introducción del tubo en un bronquio principal, generalmente
derecho), mientras que la detección de C01 en el aire espirado permite asegurar
la presencia del tubo endotraqueal en vía aérea (excluyendo la intubación eso­
El objetivo es asegurar una adecuada concentración de oxígeno en el gas fágica).
inspirado y en la sangre durante todo el acto anestésico.
Durante la ventilación mecánica en una anestesia general, niveles elevados de
Métodos de monitorización EtC01 reflejarían hipoventilación alveolar, mientras que cifras bajas de EtC01
corresponden a un exceso de ventilación alveolar.
Monitorización de la concentración inspirada de oxígeno. Se debe
medir con lJ() analizador de oxígeno en el sistema de paciente. Debe El ajuste del grado de ventilación alveolar se realiza a través del volumen
disponer de alarma con límite de baja concentración de 02• minuto (VM), modificando los valores del volumen corriente o tidal (Ve o Vt)
Pulsioximetría. Método cuantitativo continuo de medición de la sa­ y/o la frecuencia respiratoria (FR).
turación de oxígeno de la hemoglobina en sangre periférica. Además,
informa de la frecuencia de pulso. VM =Vcx FR

Este dispositivo consiste en un microprocesador que calcula el porcentaje A mayor VM, mayor ventilación alveolar y descenso en los niveles de EtC01,
de saturación de oxígeno en cada latido de sangre arterial que pasa a través y viceversa.
del sensor. Su funcionamiento se basa en la emisión de un haz de luz de
baja intensidad desde un diodo emisor de luz (LED) hacia un fotodiodo re­ Otras situaciones, diferentes al grado de ventilación alveolar, en las que los
ceptor. La cantidad relativa de luz absorbida por la hemoglobina saturada de niveles de C01 pueden alterarse son:
oxígeno es diferente de la hemoglobina no oxigenada. El microprocesador Elevación de las cifras de EtC02: fiebre, hipertemia maligna, sepsis . . . ,
mide esas diferencias y calcula el porcentaje de hemoglobina saturada de y en general, cualquier situación con un estado catabólico aumentado,
oxígeno. con aumento en la producción de C01.
En la cirugía laparoscópica, a pesar de que el neumoperitoneo se
Existen diferentes tipos de sensores de pulsioximetría, adecuados para dis­ realiza mediante la introducción de C01 en la cavidad peritoneal, pu­
tintos lugares donde aplicar el sensor. La punta de un dedo y el lóbulo de la diendo producirse absorción del gas, la hipercapnia asociada a esta
oreja son los más utilizados. técnica quirúrgica suele estar relacionada principalmente por el com­
promiso de la ventilación por aumentos importantes de la presión in­
La precisión de la pulsioximetría está comprometida en diversas situaciones traabdominal.
que deben tenerse en cuenta a la hora de interpretar sus resultados. Una Descenso de las cifras de EtC02: hipotensión, disminución del gas­
buena perfusión periférica es necesaria para una correcta lectura del sensor; to cardíaco, embolia pulmonar, embolia gaseosa, parada cardíaca . . . ,
por ello, situaciones tales como hipotensión, vasoconstricción periférica, in­ y en general, disminuye las cifras de EtC01 cualquier situación que
flado de manguito de tensión arterial por encima del sensor o hipotermia, aumente el "espacio muerto" alveolar (alvéolos ventilados pero no
son causas frecuentes de un funcionamiento inadecuado de la pulsioxime­ prefundidos).
tría. La anemia grave o niveles elevados de carboxihemoglobina también
pueden interferir en la medición. Espirometría

No debe confundirse la medición de la saturación de oxígeno de la hemoglo­ Consiste en la medida de las presiones, volúmenes y flujo en la vía aérea.
bina (%Sa•02) con la presión parcial arterial de oxígeno (PaO¡l. Ambos paráme­ Presión. Los factores principales que condicionan los valores de presión
tros están relacionados mediante la curva de disociación de la hemoglobina. en la vía aérea son: el volumen de aire insuflado, la resistencia de las vías
La gasometría arterial aporta los valores de la Pa02 y de Sa•o1 aéreas y la distensibilidad pulmonar.
Es imprescindible marcar unos niveles de alarma de presión:
Mínimo. Permite identificar situaciones de fuga de aire del sistema y/o
5.3. Monitorización de la ventilación desconexión accidental de la ventilación mecánica.
Máximo. Permite identificar y prevenir situaciones de riesgo para el
desarrollo de barotrauma.
El objetivo es asegurar una adecuada ventilación alveolar durante todo el
acto anestésico. También permite reconocer la presencia de la intubación selectiva
bronquial (desplazamiento tubo endotraqueal durante la cirugía) o de
Métodos de monitorización un neumotórax.
Volúmenes. Aportan los valores de parámetros relacionados con la
Capnografía ventilación, principalmente VM y Ve.
La comparación de los valores de dichos parámetros en la rama inspira­
La medición de la concentración de C01 al final de la espiración (End tidal toria respecto a la rama espiratoria, permite detectar fugas del circuito
C01 o EtCO} permite valorar una adecuada ventilación durante una anes­ respiratorio.
tesia general. Otro parámetro útil relacionado con la medida de presiones es la complian­
ce o distensibilidad pulmonar. Este parámetro relaciona el volumen de aire
La colocación correcta del tubo endotraqueal debe verificarse mediante la eva­ espirado con la presión inspiratoria alcanzada.
luación clínica y por el análisis del C01 en el aire espirado. La evaluación clíni­ Flujo. La medida del flujo en los ciclos respiratorios aporta información
ca (auscultación) permite valorar la ventilación simétrica de ambos hemitórax de las resistencias de la vía aérea y la distensibilidad pulmonar.

0 5 · Monitorización en anestesia
11
Anestesiología I O5
concentrac ión de agentes anestésicos inhalados La presión en la aurícula derecha se puede equiparar a la presión tele­
diastólica del ventrículo derecho, siempre que no exista estenosis tri­
En el caso de uso de agentes anestésicos inhalados, debe monitorizarse su cuspídea significativa. Con ello, puede estimarse el llenado ventricular
concentración en el circuito respiratorio (Figura 25). derecho y, por tanto, la precarga del ventrículo derecho, es decir, una
medición aproximada del estado de volemia del paciente. Pueden reali­
zarse medidas puntuales de la PVC (preferentemente al final de la espi­
ración) e, incluso su monitorización continua.
Los valores normales de PVC son de 3-6 mmHg, medidos en un paciente
sin patología cardiopulmonar previa, en decúbito supino y con respiración
espontánea. Sin embargo, dichas condiciones no suelen producirse duran­
te una intervención quirúrgica. Por ello, la interpretación de los valores de
PVC debería hacerse más como "tendencia" durante la intervención qui­
rúrgica que como el análisis estricto respecto a unos valores de referencia
considerados como normales. Se debe recordar que en pacientes some­
tidos a ventilación mecánica con uso de PEEP, debe restarse su valor a la
medida de presión de PVC obtenida, para obtener el valor"real" de la PVC.
La monitorización de la PVC es útil especialmente en diversos escenarios:
Situaciones clínicas graves: shock, sepsis, síndrome de distrés respi­
ratorio del adulto . . .
Pacientes cardiópatas con disfunción ventricular: miocardiopatía
dilatada, cardiopatía isquémica grave, valvulopatía grave . . .
Figura 25. Monitorización de concentración de sevoflurano Cirugía cardíaca: valvular, revascularización miocárdica . . .
Cirugía aórtica: aneurisma aorta torácica y/o abdominal.

5.4. Monitorización Asimismo, la presencia de una vía venosa central también permite, en­
tre otras, la administración de fármacos vasoactivos, nutrición paren­
de la circulación (MIR n-14, 23; Mm 1 3- 1 4, 24¡ teral, soluciones electrolíticas irritantes a nivel periférico (por ejemplo,
diluciones con alto contenido en potasio) e, incluso, servir como guía
El objetivo es asegurar una adecuada situación hemodinámica del paciente. para la colocación de un marcapasos endocavitario si fuera preciso.
Otros parámetros hemodinámicos:
Métodos de monitorización Presión de la arteria pulmonar. Mediante la colocación de un catéter
de Swan-Ganz. La medida de la PCP (presión capilar pulmonar de en­
Electrocardiograma continuo. Mediante el registro continuo del ECG, clavamiento) se correlaciona con la presión telediastólica del ventrículo
permite detectar y tratarse arritmias que pueden aparecer durante el izquierdo. Este tipo de catéter también permite la medición de la PVC.
acto anestésico (bradicardia, taquiarritmias, entre otras). Medición del gasto cardíaco. Mediante diversos métodos tales
Tensión arterial. Puede realizarse mediante método no invasivo o in­ como la termodilución (a través de catéter Swan-Ganz), el Doppler
vasivo. (a través de una sonda esofágica) y la pletismografía de impedan­
No invasivo. Manguito de tensión arterial que puede colocarse en cia, o bien mediante la visualización en tiempo real del llenado de
miembro superior o inferior. Permite una monitorización disconti­ las cavidades cardíacas y cuantificación de la fracción de eyección,
nua de los valores de tensión arterial, según periodos de tiempo con la ecocardiografía transesofágica.
prefijados (generalmente, cada 5 o 1 O minutos). Saturación venosa mixta de oxígeno (SvmO/ Obtenida a partir
Invasivo. Mediante la canalización de una vía arterial. Es un méto­ de una muestra sanguínea de la arteria pulmonar. Refleja la relación
do de monitorización continua de la tensión arterial. Es más eficaz entre el aporte y el consumo de oxígeno. Valores inferiores al 70%
y rápida en la detección de los cambios agudos de la situación he­ son considerados patológicos.
modinámica del paciente. Es necesaria su utilización en aquellas
intervenciones en las que se prevén situaciones de inestabilidad
hemodinámica (como sangrado abundante, arritmias graves), in­ S.S. Monitorización fisiológica
tervenciones quirúrgicas mayores o pacientes ASA 111-iV.
discrecional
Débito urinario. Dentro de ciertos límites, y en pacientes con función
renal previa conservada, la diuresis es un marcador muy útil para valorar En este apartado se incluyen parámetros fisiológicos que no están incluidos
el flujo sanguíneo renal e, indirectamente, la situación hemodinámica en los mínimos imprescindibles de monitorización, pero que pueden resul­
global del paciente. tar muy útiles en cierto tipo de situaciones concretas.
La monitorización de la diuresis es horaria. En un paciente adulto, ritmos
de diuresis entre 0,5-1 ml/kg/hora, reflejan una adecuada reposición de Relajación muscular
fluidos durante el periodo intraoperatorio.
Presión venosa central (PVC). Mediante la colocación de un catéter La monitorización del bloqueo neuromuscular tiene como objetivos principales:
venoso a nivel de la desembocadura de la vena cava superior en la au­ Valorar la velocidad de instauración y la profundidad de la curarización,
rícula derecha. Los puntos de acceso venoso más utilizados son la vena permitiendo un mejor ajuste de la dosificación de los bloqueantes neu­
yugular interna o la vena subclavia. romusculares.

11
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Mantener el grado adecuado de bloqueo neuromuscular intraoperato­ Esta técnica de monitorización es útil para valorar la profundidad anes­
rio en función de las necesidades quirúrgicas. tésica, así como para la detección precoz de sufrimiento cortical por
Elegir el momento más apropiado para la extubación. isquemia en anestesias de alto riesgo (cirugía de carótida). Sin embar­
Elegir el momento más apropiado para la antagonización del bloqueo go, presenta dos inconvenientes importantes que limitan su utilización
neuromuscular si fuera necesario. en la práctica clínica habitual: la complejidad de la interpretación del
Detectar un posible bloqueo neuromuscular residual. trazado del EEG y la presencia de interferencias con otros dispositivos
utilizados en quirófano (bisturí eléctrico).
La valoración clínica de la profundidad del bloqueo neuromuscular BIS (análisis biespectral). Consiste en un análisis complejo del EEG y
(apertura ocular, elevar la cabeza, sacar la lengua . . . ) es muy imprecisa y su procesamiento en un valor numérico (de O a 100), que refleja el gra­
no es suficienté para descartar la presencia de bloqueo neuromuscular do de profundidad anestésica. Valores de BIS comprendidos entre 40 y
residual. 60, son los adecuados durante la anestesia general (Figura 26).

Por todo ello, en aquellas cirugías en las que se precise mantener el bloqueo
neuromuscular intraoperatorio, es recomendable la monitorización del blo­
queo neuromuscular. Ciertas patologías, tales como la miastenia gravis o
síndromes miasténicos y las miopatías, también son subsidiarias de monito­
rización. Sin embargo, en aquellas cirugías que tan sólo precisan la dosis de
relajación necesaria para facilitar la intubación endotraqueal, dicha monito­
rización no es necesaria.

La valoración objetiva de la profundidad del bloqueo neuromuscular se


basa en un neuroestimulador que produce un estímulo eléctrico periódico
sobre un nervio motor periférico, registrándose la respuesta contráctil del
músculo inervado. El nervio más utilizado es el nervio cubital, midiéndose la
respuesta contráctil del músculo aductor del pulgar.

El método de monitorización más extendido en la actualidad consiste en


aplicar cuatro estímulos consecutivos (TOF o train offour) y evaluar la res­
puesta. En un paciente no relajado, todas las respuestas contráctiles tienen Figura 26. Monitor de análisis biespectral (BIS)
la misma amplitud, y el cociente respuesta número 4 (T4)/número 1 ( T l ) es
del 100%. Sin embargo, en un paciente que sufre bloqueo neuromuscular, Entropía. Consiste en un análisis matemático de varios segmentos su­
la respuesta al primer estímulo es siempre mayor que al último estímulo, cesivos del EEG. El resultado es otro valor numérico que expresa el gra­
por lo que el cociente T4/Tl es < 100%. Actualmente se acepta que el mo­ do de profundidad anestésica. Cifras de entropía entre 40 y 60 son los
mento más apropiado para la extubación endotraqueal coincide con una adecuados durante la anestesia general (Figura 27).
relación T4/Tl > 90%.

Profundidad de la anestesia
La monitorización de la profundidad de la anestesia general tiene como ob­
jetivo asegurar un adecuado nivel de hipnosis durante todo el acto anesté­
sico. Permite prevenir los despertares intraoperatorios y administrar la dosis
necesarias de hipnóticos, evitando los efectos secundarios por sobredosifi­
cación.

La vigilancia clínica (mediante control de constantes vitales como frecuen­ -


activada .
5 111i n
cia cardíaca, tensión arterial. . . ) es útil, pero insuficiente para asegurar una
correcta profundidad anestésica, especialmente en el paciente al que se le
- RE
SE
40 10 : : : : : : : : : : : : .
40 . .
han administrado bloqueantes neuromusculares.

Todos los agentes anestésicos deprimen, en diversos grados, la actividad


eléctrica y metabólica de las neuronas. Dicha inhibición es directamente
proporcional a la profundidad de la anestesia. Por ello, la vigilancia neu­ Figura 27. Monitorización de entropía
rofisiológica constituye el método más empleado en la actualidad para
monitorizar la profundidad anestésica. El BIS y la entropía son los métodos de monitorización de la profundidad
anestésica más utilizados en la práctica clínica habitual.
Existen varias técnicas neurofisiológicas que permiten dicha monitorización:
Interpretación continua del electroencefalograma (EEG). Los fárma­ Temperatura corporal
cos anestésicos provocan una depresión dosis dependiente de la activi­
dad cerebral, que se expresa por el desarrollo de un trazado de EEG con La monitorización de la temperatura permite identificar de forma precoz cam­
mayor amplitud y menor frecuencia. bios que pueden afectar a la homeostasis del paciente:

05 · M o n i t o r i z a c i ó n en a n es t e s i a - - lle------
>
Anestesiología I O5
Hipertermia. Sepsis, crisis tirotóxica, hipertermia maligna, reacción La medida de la temperatura corporal debe realizarse mediante la coloca­
alérgica a hemoderivados. . . ción de una sonda de temperatura en: esófago, vejiga, recto o nasofaringe
Hipotermia (más frecuente). Intervenciones prolongadas, hemorra­ (temperatura central). La localización más habitual es a nivel del esófago.
gias con infusión de grandes volúmenes de fluidos y/o hemoderivados,
campo quirúrgico extenso. . .
PREGUNTAS ./ MIR 1 3- 1 4, 23, 24
La temperatura de la piel no se considera apropiada para su monitorización
durante el acto anestésico.
M I R
" La ventilación alveolar es valorada mediante capnografía, atendien­
Ideas clave � do a los niveles de C02 en el aire espirado.

" Los mínimos de monitorización en todo paciente sometido a una " La monitorización de la relajación muscular mediante la técnica
anestesia general incluyen monitorización de: TOF es la medida más eficaz para detectar la relajación muscular re­
Oxigenación. sidual. Se considera que el momento apropiado para la extubación
Ventilación. es aquel en el que la relación T4/T1 es > 90%.
Circulación.
" La vigilancia neurofisiológica (BIS o entropía) constituye el méto­
" Otros parámetros recomendables de monitorización son: tempera­ do más empleado en la actualidad para monitorizar la profundidad
tura corporal, concentración de gases anestésicos, relajación mus­ anestésica.
cular y profundidad anestésica.
" La monitorización de la temperatura en el periodo intraoperatorio
" La pulsioximetría nos informa del porcentaje de saturación de oxí­ debe ser central.
geno de la hemoglobina en sangre periférica. Este concepto no
debe confundirse con la presión parcial arterial de oxígeno.

1 ) Intolerancia del paciente a la posición de prono.


C a s o s c l í n i c o s V/ 2) Desplazamiento del tubo endotraqueal hacia bronquio principal
derecho.
Un varón de 28 años está siendo sometido a una cirugía de hernia 3) Fallo del equipo de monitorización.
discal L3-L4, bajo anestesia general. A los 5 minutos de su colocación 4) Crisis de broncospasmo.
en posición de decúbito prono, las alarmas de monitorización ventila­ 5) Obstrucción del tubo endotraqueal.
toria reflejan un aumento importante de las presiones en la vía aérea.
La auscultación pulmonar demuestra la ausencia de ruidos respirato­ RC: 2
rios en hemitórax izquierdo, con ventilación normal en el hemitórax
derecho. La causa más probable de dichas alteraciones es:
Anestesiología

COMPLICACIONES RELACIONADAS
CON LA ANESTESIA

O R IENTACIÓN Tema poco importante. Es un capítulo con una orientación muy clínica, por lo que una lectura comprensiva

M I R debería ser suficiente para identificar las características más importantes de las complicaciones
perioperatorias descritas.

6.1 . H ipertermia maligna anestésica La presencia de un episodio de HM en un paciente obliga al estudio familiar
para detectar otros miembros familiares con predisposición para HM.

La hipertermia maligna (HM) es el resultado de la combinación de un pa­ Fármacos desencadenantes


ciente susceptible y la administración de un fármaco desencadenante
(anestésico halogenado y/o succinilcolina). Prácticamente la totalidad de los casos de HM se ha relacionado con la ad­
ministración de agentes halogenados (halotano, sevoílurano, desílurano,
Consiste en una enfermedad del músculo estriado esquelético relaciona­ isoílurano . . . ) con o sin la administración previa de succinilcolina.
do con un trastorno de la homeostasis del calcio en el interior de la cé­
lula muscular, que condiciona un estado hipermetabólico y un síndrome También se han descrito casos de HM tras la administración únicamente de
muscular, y que puede provocar un fallo multiorgánico y la muerte del succinilcolina, pero la frecuencia es mucho menor.
paciente.
Sin embargo, casi la mitad de los pacientes que desarrollan HM tienen histo­
Fisiopatología ria previa de exposición asintomática a dichos fármacos. Esta característica
se explica por la variable penetrancia genética, así como expresiones clínicas
La susceptibilidad a la HM es genética. Está provocada por la mutación de leves y/o atípicas, que condicionan la infraestimación de la incidencia real
genes relacionados con la síntesis de proteínas implicadas en el control de los de la HM.
niveles de calcio citosólico, en las células musculares estriadas.
Es, por ello, que la exposición previa a fármacos precipitantes y/o historia
Aproximadamente la mitad de los casos está provocada por mutaciones lo­ familiar negativa para HM no exime de riesgo de presentación de HM.
calizadas en el cromosoma 1 9q, relacionados con la síntesis de las proteínas
del receptor de la rianodina (RYRl ). La mutación de otros genes, localizados Presentación clínica
en distintos cromosomas, también se han relacionado con la HM (1 7q; 7q;
3q; 1 q; Sp, entre otros). La transmisión, en aproximadamente la mitad de los La presentación típica de la HM consiste en la aparición de (MIR 1 2-1 3, 1 38):
casos, es autosómica dominante. Signos precoces:
Hipercapnia: es el signo más precoz, y se detecta por la elevación
En presencia de un anestésico halogenado y/o un bloqueante neuromuscu­ de las cifras de EtC02 (niveles de C02 al final de la espiración).
lar despolarizante (succinilcolina), se produce una elevación de los niveles de Taquicardia, hipertensión, vasodilatación y sudoración; signos rela­
calcio libre citoplasmático. Este aumento provocará el inicio de una cascada cionados con la elevación de los niveles de C02 y la necesidad de
bioquímica que finalizará en la destrucción de la célula muscular: contrac­ eliminar calor.
ción permanente, liberación de calor, aumento del consumo de 02 y de pro­ Rigidez muscular a nivel de los músculos maseteros (trismus).
ducción de C02 (acidosis respiratoria). Rigidez muscular generalizada: su presencia en un paciente que
ha recibido bloqueantes neuromusculares, se considera patogno­
Si no se trata con dantroleno, se produce un aumento del metabolismo mónico de HM, en presencia de otros signos de hipermetabolismo
anaerobio (acidosis mixta), rabdomiólisis, hiperpotasemia tóxica y trastornos muscular.
del ritmo cardíaco. Alteraciones equilibrio ácido-base: acidosis respiratoria.

11-
Anestesiología I O6
Signos tardíos: El diagnóstico puede establecerse mediante:
Hipertemia: la contracción mantenida de la musculatura estriada ge­ Prueba de contractura con halotano. Se realiza una biopsia de mús­
nera más calor del que el cuerpo es capaz de disipar. La elevación de culo estriado (vasto interno o externo del muslo), exponiendo poste­
la temperatura puede oscilar desde minutos hasta horas después del riormente los fragmentos musculares a halotano, que provoca la con­
inicio de la sintomatología. tractura muscular.
Rabdomiólisis. Estudio genético. Buscando específicamente las mutaciones genéti­
Hiperpotasemia. cas relacionadas con susceptibilidad para HM. Puede realizarse tras una
Arritmias: en relación con la aparición de hiperpotasemia, que pue­ prueba de contractura con halotano positiva o buscando directamente
den precipitar el desarrollo de taquicardia ventricular y/o fibrilación la presencia de la mutación genética, si ésta se conoce.
ventricular.
Alteraciones del equilibrio ácido-base: acidosis mixta (respiratoria Anestesia general en pacientes
y metabólica). con susceptibilidad genética
Tratamiento conocida a hipertermia maligna

La HM debe sospecharse ante la aparición de una elevación inexplicada de Debe optarse por la realización de anestesia total intravenosa, y elegir un
los niveles de EtC02 en un paciente que es sometido a una anestesia general bloqueante neuromuscular no despolarizante (cisatracurio o rocuronio)
y que ha sido expuesto a anestésicos halogenados y/o succinilcolina. La pre­ para la intubación orotraqueal.
sencia de trismus, rigidez muscular generalizada y acidosis metabólica apoya
la sospecha diagnóstica. Los anestésicos halogenados y la succinilcolina están contraindicados.

El tratamiento de la hipertermia maligna se basa en: No está indicada la administración profiláctica de dantroleno. Debe asegurar­
1. Suspensión del agente halogenado. Si la intervención puede ser sus­ se la disponibilidad de provisión suficiente de dantroleno.
pendida, se hará; si no es posible, debe realizarse lo más rápidamente po­
sible, continuando la anestesia general con la administración de fármacos Monitorización completa, incluida capnografía y temperatura central.
anestésicos intravenosos (propofol).
2. Asegurar una adecuada oxigenación y ventilación: Evitar la hipotermia perioperatoria, responsable de los escalofríos en el des­
Intubación endotraqueal del paciente (si no lo estaba). pertar del paciente.
Administrar oxígeno al 1 00%.
Ajustar la ventilación alveolar (frecuencia respiratoria y volumen co­
rriente) para intentar disminuir los niveles de EtC02• 6.2. Reacciones anafilácticas
3. Dantroleno. Es el único antídoto conocido para la HM. Actúa detenien­ y anafilactoides
do la acumulación de calcio intracelular, revirtiendo el estado hiperme­
tabólico muscular. Múltiples fármacos administrados durante la realización de una anestesia
Se administra un bolo inicial de 2,5 mg/kg intravenoso, pudiendo repe­ general pueden producir una reacción alérgica.
tirse en bolos sucesivos hasta dosis de 30 mg/kg.
El descenso de los niveles de C02 y el control del resto de la sintoma­ Fisiopatología
tología, suele conseguirse a los pocos minutos de la administración del
antídoto. Una vez resuelto el episodio agudo, deben administrarse bo­ Si bien la presentación clínica no permite distinguirlos, se distinguen dos
los sucesivos de 1 mg/kg/4 h durante, al menos, las primeras 24 h. mecanismos responsables de reacciones alérgicas en el contexto de una
4. Tratamiento de la hiperpotasemia tóxica. Según medidas habituales anestesia general:
(bicarbonato sódico, cloruro cálcico, perfusión de insulina-glucosa . . . ). Inmunológico. Constituyen las reacciones anafilácticas reales. Media­
S. Tratamiento de la acidosis mixta. Mediante la optimización de la venti­ do por inmunoglobulinas específicas tipo lgE. Precisan de exposición
lación-oxigenación y la administración de bicarbonato. previa al alérgeno responsable. Se trata de una reacción de hipersen­
6. Tratamiento de las arritmias. Habitualmente responden al tratamien­ sibilidad inmediata tipo l. Un ejemplo típico es la alergia al látex o a
to de la acidosis y la hiperpotasemia. En el resto de los casos deben derivados sanguíneos. Sin embargo, prácticamente cualquier fármaco
aplicarse los protocolos habituales. utilizado en anestesia está descrito como causa potencial de reaccio­
7. Tratamiento de la hipertermia. Mediante la administración de suero nes anafilácticas.
salino frío intravenoso, hielo sobre la superficie corporal, lavado de cavi­ Histaminoliberación no específica. Constituyen las reacciones
dades con suero frío . . . anafilactoides. En este mecanismo, el agente implicado produce
una liberación de histamina por acción directa, no específica, so­
Diagnóstico de l a predisposición genética bre los basófilos y los mastocitos. No está mediada inmunológica­
para hipertermia maligna mente ni precisa de una exposición previa al agente para inducir la
salida de histamina.

Tras la presentación de un cuadro clínico sugestivo de HM (la clínica es su­ Son múltiples los fármacos utilizados en anestesia que pueden provocar
gestiva, pero no diagnóstica), los pacientes deben ser sometidos a pruebas reacciones anafilactoides:
diagnósticas específicas encaminadas a establecer el diagnóstico de sus­ Morfina, meperidina.
ceptibilidad para HM. Propofol.

-- 11,----
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Bloqueantes neuromusculares bencilisocolínicos: atracurio y mivacurio. 6.3. Náuseas y vómitos posoperatorio s


Sin embargo, el cisatracurio, se ha relacionado con una incidencia mu­
cho menor de histaminoli�ración.
Antibióticos: vancomicina. Las náuseas y los vómitos posoperatorios (NVPO) constituyen una compli­
cación frecuente (20-30%) asociada a la anestesia general. Son responsables
Presentación clínica de la necesidad de un aumento de cuidados en el posoperatorio inmediato,
así como de fuente de incomodidades e insatisfacción por parte del pacien­
La presentación clínica es indistinguible entre los dos mecanismos fisiopato­ te. Además, su aparición puede ser responsable de complicaciones graves
lógicos, si bien las reacciones anafilactoides suelen tener una presentación en el paciente posquirúrgico (hemorragia digestiva, dehiscencia de suturas,
menos grave. alteraciones del equilibrio ácido-base entre otras).

Los signos y síntomas pueden clasificarse en: Fisiopatología


Cardiovasculares: hipotensión, shock, arritmias, paro cardíaco . . .
Respiratorios: tos, laringospasmo, broncospasmo. El SNC juega un papel determinante en la fisiología de la náusea y el vómito.
Cutáneos: eritema, urticaria, edema . . . Recibe los impulsos eméticos aferentes desde distintos puntos y genera las
señales eferentes responsables del vómito. Los impulsos aferentes pueden
En las reacciones anafilácticas (más graves) son más frecuentes los síntomas provenir del tubo digestivo, orofaringe, peritoneo, pelvis renal y en el SNC,
cardiovasculares y respiratorios. Sin embargo, en las reacciones anafilactoi­ de la corteza cerebral, laberinto u otros componentes del oído.
des (más leves) son más frecuentes los síntomas cutáneos.
Se han identificado múltiples receptores relacionados con el reflejo eméti­
Diagnóstico co; entre ellos destacan los receptores histamínicos H1, dopaminérgicos 02,
opiodes, muscarínicos M l y serotoninérgicos 5-HT 3.
El diagnóstico inicial es clínico, por lo que es imposible la distinción entre
ambos mecanismos patogénicos. Por ello, se debe establecer el diagnós­ Factores de riesgo
tico de una reacción anafilactoide hasta que se demuestre mecanismo
inmunológico. La etiología de las NVPO es multifactorial, habiéndose identificado una serie
de factores predictores independientes de riesgo de presentar NVPO. Di­
Todo paciente que sufre una reacción anafilactoide debe someterse a es­ chos factores se clasifican en:
tudios de laboratorio para descartar mecanismo inmunológico e identifica­ Factores relacionados con la anestesia:
ción del agente casual. Dichos estudios son: Uso de anestésicos volátiles.
Estudios inmediatos. Deben realizarse una vez controlada la situación Uso de opioides intraquirúrgicos o posquirúrgicos.
clínica del paciente, idealmente en la hora posterior del inicio de la sin­ Óxido nitroso.
tomatología. Incluye la determinación de los niveles de histamina, trip­ Administración de neostigmina.
tasa y la búsqueda de lgE específicas que permitan identificar el agente H ipotensión y/o hipercapnia durante la intervención.
responsable.
Estudios diferidos. Recogida d e todos los fármacos utilizados du­ Factores dependientes del paciente:
rante la anestesia, su relación temporal con los síntomas . . . Ade­ Niños y adolescentes.
más, deben realizarse pruebas cutáneas (prick test) a los fármacos Mujeres.
anestésicos más habituales, incluidos los bloqueantes neuromus­ No fumadores.
culares. Historia previa de NVPO.
Ayuno demasiado corto (< 4 horas) o prolongado (> 12 horas).
Tratamiento Ansiedad preoperatoria.

Ante el inicio de clínica sugestiva, debe suspenderse la administración del Factores relacionados con la cirugía:
fármaco sospechoso. Tipo de cirugía: laparotomía, tiroides, mama, estrabismo, maxilofa­
cial, urológica, ORL . . .
El fármaco de elección en el tratamiento de las reacciones anafilactoides es Duración de la cirugía: a mayor duración, mayor riesgo de NVPO.
la adrenalina. Su administración puede realizarse subcutánea, intravenosa o,
incluso, a través del tubo endotraqueal. Tratamiento
La adrenalina también es el tratamiento de elección del broncospasmo El manejo actual del tratamiento de NVPO incluye su profilaxis y el trata­
asociado a la reacción anafilactoide. Sin embargo, también pueden utili­ miento del cuadro agudo. Los fármacos utilizados son para ambos casos
zarse �2-adrenérgicos inhalados, en aquellos casos en los que el broncos­ similares e incluyen los siguientes grupos:
pasmo persiste tras la administración de adrenalina, o bien si el cuadro 1. Antagonistas de los receptores de serotonina 5-HT3: ondansetrón, gra-
inicialmente no se presenta con signos cardiocirculatorios (hipotensión nisetrón, tropisetrón y palonosetrón.
o shock). � 2. Corticoesteroides: dexametasona.
3. Antagonistas de los receptores dopaminérgicos 02: droperidol y haloperidol.
Además, deben reali arse medidas de soporte tales como: asegurar per­ 4. Antagonistas de los receptores histamina H 1: dexclorfeniramina y la
meabilidad de la vía érea, oxígeno a alto flujo e infusión de volumen intra­ prometazina.
vascular. S. Hipnóticos: propofol y midazolam.
Anestesiología I O6
Los fármacos de los grupos 1 ,2 y 3 son considerados de "primera línea" en la Probablemente la necesidad de mantener estable el estado hemodinámico
profilaxis y el tratamiento de las NVPO. de este tipo de pacientes se relacione con una infradosificación de fármacos,
.,.. a fin de evitar la hipotensión inducida por los agentes anestésicos.
Profilaxis
Estrategias de prevención
Indicada en aquellos pacientes de riesgo para NVPO. Incluye:
Administración de fármacos antieméticos en monoterapia o combina­ Administración suficiente de agentes anestésicos. Tanto intraveno­
ción, en función del riesgo global de NVPO: ondasetrón, dexametasona sos como inhalados, ajustando su dosificación a las características indi­
o droperidol. viduales de cada paciente.
Evitar anestesia general, realizando técnica regional si es posible. Los fármacos inhalados permiten una monitorización, a tiempo real, de
En caso de anestesia general, evitar uso de agentes inhalados, eligiendo su dosificación a través de la CAM (concentración alveolar mínima). Sin
TIVA con propofol en la inducción y el mantenimiento anestésico. embargo, se debe conocer que la CAM es diferente dependiendo de
cada agente halogenado y que, dentro del mismo agente, es diferente
Evitar hipotensión, hipercapnia, hipoxia, hipoglucemia y dolor posoperatorio. dependiendo de las características del paciente, tales como la edad.
En la práctica clínica actual, no existe posibilidad de determinar con­
Tratamiento centraciones séricas continuas de fármacos intravenosos, por lo que su
dosificación se basa en dosis que han demostrado eficacia en ensayos
Debe evitarse el uso del mismo fármaco utilizado como profilaxis, optándo­ clínicos previos. El ajuste de dosificación de los fármacos intravenosos,
se por un fármaco de primera línea diferente. En caso necesario, pueden ser se realiza en función de los datos que aportan los dispositivos de moni­
útiles fármacos"de segunda línea"tales como propofol, midazolam o antihis­ torización de la profundidad anestésica.
tamínicos H l . Monitorización de profundidad anestésica. Los signos clínicos clá­
sicos que aportan información sobre una profundidad anestésica in­
El tratamiento d e elección d e las náuseas inducidas por la administración de adecuada (hipertensión, taquicardia . . . ) no son suficientes para una co­
opiáceos son los antagonistas de los receptores dopaminérgicos 02 (drope­ rrecta monitorización de la profundidad anestésica. Dichas respuestas
ridol y haloperidol). pueden aparecer en ciertos pacientes en situación de una profundidad
anestésica suficiente o bien estar ausentes en pacientes que toman fár­
macos que anulan la respuesta simpática (�-bloqueantes).
6.4. Despertar intraoperatorio En la actualidad, la monitorización de la profundidad anestésica se rea­
liza mediante dispositivos que cuantifican el grado de inhibición de la
actividad cerebral. Entre ellos destacan:
El concepto de despertar intraoperatorio (DIO) se refiere a la recuperación Electroencefalograma procesado. Mediante un ordenador, se pro­
de la consciencia durante el periodo intraoperatorio y el recuerdo explícito cesa la información obtenida a partir de un EEG.
de detalles ocurridos durante la intervención quirúrgica. Índice biespectral (BIS). Realiza un análisis de las ondas cerebrales,
con el cálculo posterior de un índice que informa de la profundidad
Es una complicación grave por el riesgo potencial de desarrollo de secuelas anestésica.
psiquiátricas (trastornos de ansiedad, estrés postraumático . . . ). Entropía: similar a BIS.
Potenciales evocados auditivos.
Factores de riesgo
Dosificación insuficiente de los agentes anestésicos. Constituye el factor 6.5. H ipotermia perioperatoria
más importante.
Técnica de TIVA. Tiene una incidencia mayor de DIO comparado con la
anestesia inhalatoria. El desarrollo de hipotermia perioperatoria, en la mayoría de los casos, es mo­
Uso de bloqueantes neuromusculares. El movimiento involuntario del derada (> 34-35,5 "C) y es habitual si no se adoptan medidas preventivas.
paciente durante la intervención quirúrgica es un signo de infradosifica­
ción de la anestesia, que puede preceder al despertar intraoperatorio. Sin La presencia de hipotermia condiciona un aumento de la mortalidad y mor­
embargo, con el uso de bloqueantes neuromusculares los movimientos bilidad perioperatoria: escalofríos, coagulopatía, trastornos del ritmo car­
están abolidos, perdiendo dicho signo de alarma. Además, la relajación díaco, isquemia miocárdica, aumento de riesgo de infección y retraso en la
muscular completa puede provocar un retraso en el reconocimiento del cicatrización de la herida quirúrgica.
DIO, con aparición posterior de secuelas más graves.
Resistencia indi,/dual a los agentes anestésicos. La presencia de facto­ Los factores relacionados con la aparición de hipotermia son:
res genéticos o me bólicos (inducción enzimática por fármacos, alco­ Alteración de la capacidad reguladora de la temperatura debido a los
hol, consumo crónic de benzodiacepinas u opiodes . . . ) pueden con­ agentes anestésicos. La vasodilatación inducida por muchos fármacos
dicionar la necesidad e aumentar la dosificación de los fármacos para anestésicos o mediante la anestesia neuroaxial (bloqueo simpático),
conseguir un efecto hipnótico y analgésico adecuado. condiciona un aumento de la pérdida de calor corporal que no puede
Tipo de cirugía. Algunos tipos de intervenciones quirúrgicas se han re­ ser controlado mediante los mecanismos reguladores habituales (vaso­
lacionado con una mayor incidencia de DIO: constricción).
Cirugía del paciente politraumatizado. Administración de soluciones intravenosas o hemoderivados fríos. So­
Cirugía cardíaca. bre todo en aquellas situaciones que requieren la infusión rápida de
Cesárea. fluidos (sangrado abundante intraoperatorio).
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Exposición del campo quirúrgico. Especialmente en cirugía abdominal, Factores de riesgo


con un amplio campo quirúrgico expuesto a la temperatura ambiente.
Se describen dos grupos de factores de riesgo:
Las medidas preventivas más eficaces para evitar la hipotermia son:
;

Factores dependientes del paciente:


Calentamiento cutáneo con mantas térmicas durante la cirugía. Deben Edad.
cubrir la mayor parte de superficie corporal posible. Presencia de EPOC.
Calentamiento de las soluciones intravenosas o de los derivados san­ Tabaquismo activo.
guíneos, previamente a su infusión. Alcoholismo crónico.
Control eficaz y rápido de las hemorragias. Insuficiencia ventricular izquierda.
Clasificación ASA > 11.
Dichas medidas profilácticas están indicadas de manera universal para to­
dos los tipos de cirugías con el objetivo de mantener la normotermia. La úni­ Factores dependientes del acto anestésico y quirúrgico:
ca excepción la constituyen las situaciones en las que se busca la hipotermia Cirugía aórtica, vascular, torácica, abdominal, neurocirugía u otorri­
para minimizar los efectos deletéreos de la isquemia cerebral. nolaringológica.
Tiempo de cirugía > 3 horas.
Cirugía urgente.
6.6. Complicaciones pulmonares Anestesia general versus locorregional: claramente se objetiva un
aumento de riesgo en la anestesia general.
perioperatorias
Complicaciones perioperatorias
Las complicaciones respiratorias son las complicaciones posoperatorias más
frecuentes, contribuyendo de forma importante a la morbimortalidad aso­ Entres ellas destacan las siguientes:
ciada al acto quirúrgico y anestésico. Broncoaspiración relacionada con la inducción/intubación endotra­
queal (síndrome de Mendelson), o bien en el periodo del despertar.
Fisiopatología Episodios de broncospasmo: pueden aparecer tras la intubación endo­
traqueal, durante el mantenimiento anestésico y durante el despertar
Para entender la fisiopatología de las complicaciones pulmonares periope­ anestésico (extubación).
ratorias resulta útil diferenciar tres periodos de riesgo en el acto anestésico: Hipoxemia del despertar.
1) Inducción anestésica. La pérdida de los reflejos faringolaríngeos pro­ Atelectasias posoperatorias.
tectores de la vía aérea, secundaria a la pérdida de consciencia inducida Neumonías en el posoperatorio.
por los fármacos hipnóticos y la relajación muscular, aumenta el ries­ Insuficiencia respiratoria posoperatoria. De origen multifactorial, apare­
go de broncoaspiración, especialmente en aquellas situaciones que se ce frecuentemente en pacientes con patología pulmonar previa. Puede
conocen como "estómago lleno" (ausencia de ayuno, cirugía urgente, precisar del inicio de modos artificiales de ventilación invasiva (intuba­
obstrucción intestinal, embarazadas . . . ). ción endotraqueal) o ventilación mecánica no invasiva.
2) Despertar anestésico. Complicaciones relacionadas con los efectos
residuales de los agentes anestésicos, tanto hipnóticos como relajantes Manejo de las complicaciones
musculares y con la técnica quirúrgica realizada: perioperatorias
Riesgo de broncoaspiración.
Hipoxemia del despertar: en relación con varios factores:
Atelectasias intraoperatorias: secundarias a los cambios en la re­ Se pueden distinguir diferentes etapas en el manejo de las complicaciones
lación ventilación/perfusión (V/Q) pulmonar asociadas a la venti­ pulmonares perioperatorias:
lación mecánica; uso de una Fi02 elevada durante la ventilación Preventivas:
mecánica; obesidad mórbida, entre otras. El uso de niveles bajos Identificación de los factores de riesgo asociados al paciente en
de presión positiva al final de la espiración (PEEP) durante la ven­ la visita preanestésica y su corrección en la medida de lo posible
tilación, disminuye su incidencia. (abandono de consumo de tabaco y alcohol, mejoría del estado
Hipoventilación alveolar secundaria a los efectos residuales de nutricional . . . ).
los agentes anestésicos. Estrategias de ventilación pulmonar "protectoras" durante la ciru­
Aparición de apnea obstructiva secundaria a la depresión de gía: elección de volumen corriente bajo (6 ml/kg), con presiones
los músculos faringolaríngeos. valle < 30 cm Hp y asociado a una PEEP baja (5-1 O cm Hp).
Elección de Fi02 lo más baja posible para asegurar una adecuada
Alteración de la función muscular respiratoria inducida por la ci­ oxigenación (Sat02 > 95%).
rugía, con reducción de los volúmenes pulmonares (capacidad Elección de la técnica quirúrgica: si bien no existen estudios com­
residual funcional, capacidad vital, VEMS . . . ). parativos de técnicas abiertas frente a laparoscópicas para cada
Dolor relacionado con los movimientos respiratorios. Condiciona una tipo de intervención de cirugía abdominal, los datos fisiopatológi­
disminución de la ventilación alveolar, marcada por un aumento de cos espirométricos están a favor del abordaje laparoscópico.
la frecuencia respiratoria y una disminución del volumen corriente. El uso de la sonda nasogástrica tras la cirugía abdominal, duran­
te un corto periodo de tiempo se ha demostrado eficaz en una
3) Periodo posoperatorio tardío. Caracterizado por la alteración se­ recuperación más rápida de la motilidad intestinal y una reduc­
cundaria a la cirugía de los volúmenes ventilatorios, que se prolonga ción significativa de las complicaciones pulmonares posopera­
hasta varias semanas tras el acto quirúrgico. torias.

06 · C o m p l i c a c i o n e s r e l a c i o n a d a s c o n l a a n e s t e s i a
11
Anestesiología I O6
Posoperatorias: hipoxemia, obstrucción de la vía aérea superior y disminución de los reflejos
Oxigenoterapia. protectores de la vía aérea.
Ejercicios con incentiviidor respiratorio (kinesiterapia).
Tratamiento del bloqueo muscular residual. La monitorización de la relajación muscular es la medida más eficaz para
Analgesia posoperatoria. De forma global, una correcta analge­ evitar el bloqueo muscular residual. Esta situación se correlaciona con una
sia disminuye la incidencia de complicaciones pulmonares en relación de T4/Tl en el TOF inferior a 0,9 en el aductor del pulgar.
el posoperatorio. Sin embargo, el uso de la vía epidural ha de­
mostrado ampliamente su superioridad, respecto a la analgesia El tratamiento consiste en la reversión del bloqueo muscular, mediante la admi­
intravenosa, tanto a nivel de eficacia como de menor inciden­ nistración de antagonistas de los bloqueantes neuromusculares: neostigmina
cia de complicaciones pulmonares posoperatorias. Además, las en el caso de haber utilizado bloqueantes neuromusculares no despolarizantes
modalidades de analgesia a demanda del paciente (PCA), tanto o sugammadex como antagonista específico del rocuronio y del vecuronio.
intravenosa como epidural, también han demostrado una me­
nor incidencia de complicaciones pulmonares.
Antibioterapia. Indicada en aquellos casos en los que se demuestra 6.9. Complicaciones relacionadas
infección pulmonar.
Ventilación mecánica invasiva o no invasiva. En aquellos casos con la postura quirúrgica
graves de insuficiencia respiratoria posoperatoria.
La posición del paciente en la mesa de operaciones es imprescindible para
un correcto desarrollo de la intervención quirúrgica, permitiendo al cirujano
6.7. Trastornos del ritmo cardíaco un fácil acceso a las estructuras que va a operar.

Sin embargo, la posición del paciente provoca alteraciones fisiopatológicas,


Los trastornos del ritmo cardíaco son una complicación frecuente en el pe­ sobre todo en la mecánica cardiopulmonar del paciente, que deben tenerse
riodo perioperatorio. Sin embargo, la mayoría de las ocasiones son de carác­ en cuenta durante el periodo intraoperatorio.
ter leve.
Además, también pueden aparecer lesiones irreversibles de estructuras ana-
Muchos de los agentes anestésicos utilizados producen alteraciones de la tómicas.
conducción cardíaca. Además, el periodo perioperatorio se caracteriza,
� , , , , ,
un aumento del nivel de catecolaminas circulantes. Pos1c1ones quirurg1cas
\
Factores relacionados Las principales posiciones quirúrgicas son:
Decúbito supino (Figura 28).
Varios factores se han relacionado con la aparición de trastornos del ritmo
perioperatorio:
Cardiopatía previa, conocida o no. Los pies no cuelgan del borde Faja de sujección
Estímulos simpáticos durante la cirugía y/o acto anestésico: laringosco­
pia, intubación endotraqueal, dolor. . .
Alteraciones del intercambio gaseoso: hipoxia o hipercapnia.
Alteraciones hidroelectrolíticas o del equilibrio ácido-base: hiperpota­
semia, hipopotasemia, acidosis . . .
Hipotermia.

Un tratamiento adecuado de los factores favorecedores (dolor, hipoxia, acido­


sis . . . ) resulta esencial en el tratamiento de los trastornos del ritmo cardíaco.
Figura 28. Posición de decúbito supino
Tratamiento farmacológico
Posición de Trendelenburg (Figura 29).
El tratamiento de la arritmia en el periodo perioperatorio no difiere del trata­
miento indicado fuera de dicho periodo.

6.8. Relajación
o bloqueo muscular residual

Constituye el bloqueo producido por una recuperación incompleta del


efecto de los bloqueantes musculares en el periodo perioperatorio.
a nivel de las rodillas

Su presencia se relaciona con un aumento de la incidencia de complica­

- 1---
ciones pulmonares posoperatorias, lo que puede provocar: hipoventilación, Figura 29. Posición de Trendelenburg
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Posición de litotomía (Figura 30). Posición genupectoral (Figura 33).

Soporte acolchado Acolchado

Rodillas flexionadas
cómodamente

Abrazadera
Almohada para proteger de seguridad
los pies y las rodillas

Figura 33. Posición genupectoral

Posición sentada (Figura 34).

Figura 30. Posición de litotomía


Cuello
alineado
Posición en decúbito prono (Figura 3 1 ). Faja de sujección con el tronco

Faja de sujección

Acolchado

Los pies no cuelgan


del borde
Figura 34. Posición sentada

Figura 3 1 . Posición en decúbito prono Complicaciones mecánicas pulmonares


Posición en decúbito lateral (Figura 32). La posición del paciente altera los volúmenes pulmonares y la relación entre
la ventilación y la perfusión pulmonar.

Cinta adhesiva de 1 O cm ancho Los efectos principales dependiendo de la posición quirúrgica son:
Toalla enrollada Decúbito supino. Disminución de la capacidad residual funcional
protegiendo
Faja de sujección plexo braquial (CRF), aparición de atelectasias en las zonas declives de ambos pul­
mones.
Almohada Trendelenburg/litotomía. Disminución del volumen corriente, de la
entre las piernas
CRF (mayor que el decúbito supino) y de la distensibilidad pulmonar.
Aumento del volumen sanguíneo pulmonar.
Decúbito prono y posición genupectoral. Hipoventilación por compre­
sión abdominal.
Decúbito lateral. Alteración de la relación ventilación/perfusión, con
predominio del efecto espacio muerto en el pulmón superior y apari­
ción de atelectasias y efecto shunt en el pulmón inferior.

Complicaciones cardiovasculares
La pierna
de abajo Las alteraciones hemodinámicas relacionadas con la posición del paciente
flexionada Flanco elevado y acolchado
están relacionadas con la fuerza de la gravedad y con los cambios que ésta
Figura 32. Posición en decúbito lateral produce en la distribución del volumen sanguíneo a nivel del compartimento
Anestesiología I O6
venoso. Los efectos hemodinámicos desaparecen al recuperar el paciente la Entre ellas se inclu. en:
posición de decúbito supino. Obstrucción de a arteria central de la retina. Producida por meca­
nismo de compres1 · n directa del globo ocular. Produce ceguera unila­
La anestesia general o regional neuroaxial disminuye los mecanismos de com­ teral del ojo afectad
pensación fisiológica de las alteraciones provocadas por los cambios posturales. Neuropatía isqué ica. Secundaria a anemia aguda, hipotensión, posi­
ción de Trendelenburg . . . Produce generalmente ceguera bilateral.
El uso juicioso de líquidos intravenosos y/o fármacos vasopresores es útil Edema cornea!. En situaciones de hipervolemia relativa a nivel craneal
en el manejo de las complicaciones hemodinámicas relacionadas con las (posición de Trendelenburg).
posturas quirúrgicas. Erosiones corneales. Resultado de una inadecuada oclusión parpebral
durante la intervención quirúrgica.
Lesiones nerviosas
Lesiones articulares
Las neuropatías periféricas son las complicaciones nerviosas más frecuentes
asociadas a la posición quirúrgica. Las lesiones articulares son muy infrecuentes. Las artralgias es la sintomato­
logía más frecuente asociada a la posición quirúrgica.
Los mecanismos de lesión más habituales son la compresión directa o el
estiramiento del nervio periférico. La medida preventiva más eficaz es adecuar la posición quirúrgica lo más
posible a la anatómica en reposo articular. Respetar las curvaturas fisiológi­
En el miembro superior, las lesiones más frecuentes son las del plexo bra­ cas de la columna vertebral es esencial para prevenir los dolores raquídeos.
quial (estiramiento) y las del nervio cubital (compresión directa). En el miem­
bro inferior, el nervio peroneo común es la lesión más habitual (compresión Lesiones musculocutáneas
directa).
Las lesiones cutáneas y musculares se producen principalmente median­
El uso de apoyos flexibles (almohadillados) y evitar las posiciones de hi­ te un mecanismo de compresión directa. Las zonas anatómicas que se en­
perextensión son medidas eficaces para disminuir la incidencia de estas cuentran junto a las prominencias óseas son las más susceptibles. La inesta­
lesiones. bilidad hemodinámica, responsable de hipoperfusión tisular, es otro factor
relacionado con dichas lesiones.
Lesiones oculares
La medida profiláctica más eficaz es el uso de dispositivos flexibles y almo­
Son lesiones que pueden producirse mediante la compresión directa del hadillados en las zonas de apoyo.
globo ocular, o bien secundariamente a otros factores como hipovolemia,
hipervolemia, hipoxia, hipertensión, entre otros.
P R E G UNTA S ./ MIR 1 2-13, 1 38
Incluyen desde lesiones leves (erosiones corneales) hasta lesiones graves
por la gran incapacidad que generan (ceguera definitiva).
M I R
" El despertar intraoperatorio (DIO) es una complicación grave por el
I deas clave / riesgo potencial de desarrollo de secuelas psiquiátricas.

" Las complicaciones respiratorias son las complicaciones posopera­ " El factor de riesgo más importante para el desarrollo de DIO es la
torias más frecuentes. dosificación insuficiente de los agentes anestésicos.

" La hipertermia maligna es una enfermedad genética del músculo " Se define el síndrome de Mendelson como la broncoaspiración de
estriado esquelético que aparece tras la exposición a un agente contenido gástrico durante la inducción anestésica y/o intubación
desencadenante: succinilcolina y/o anestésico halogenado. endotraqueal.

" La elevación en las cifras de C02 espirado, taquicardia, hipertensión, " La relajación muscular residual se relaciona con un aumento de la
sudoración, trismus y rigidez muscular generalizada son signos pre­ incidencia de complicaciones pulmonares posoperatorias.
coces de hipertermia maligna.
" La monitorización del bloqueo neuromuscular es la medida más
" La hipertermia es un signo tardío de la hipertermia maligna. eficaz para evitar el bloqueo muscular residual. Esta situación se re­
laciona con una relación T4/Tl menor del 90%.
" El dantroleno es el tratamiento de elección de la hipertermia maligna.
" El tratamiento del bloqueo neuromuscular residual son los antago­
" Los fármacos considerados de primera línea para la profilaxis y tra­ nistas de los bloqueantes neuromusculares.
tamiento de las náuseas/vómitos posoperatorios son los antago­
nistas de los receptores de serotonina 5-H\, la dexametasona y el
droperidol.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9 . ª edición

A la exploración la paciente está sudorosa y rígida. La causa más


Casos clínicos .· , probable de dicha clínica es:
,,.
Una mujer de 32 años va a ser sometida a una cirugía reparadora 1 ) Reacción alérgica a desflurano.
de mama derecha. Es asmática en tratamiento crónico con combi­ 2) Episodio de hipertermia maligna.
nación de corticoides y j32-inhalados, con buen control y sin agu­ 3) Dosificación insuficiente de agentes anestésicos, especialmente
dizaciones recientes. Tras la inducción anestésica, con propofol, del opiáceo.
fentanilo y succinilcolina, se intuba sin incidencias. Se opta por 4) Episodio de despertar intraoperatorio.
una técnica anestésica balanceada con desflurano y remifentanilo 5) Reacción alérgica a propofol.
como mantenimiento. A los 10 minutos del inicio de la interven-
ción, las alarmas de los sistemas de monitorización reflejan un RC: 2
aumento importante de los niveles de C02 espirado y taquicardia.

06 · C o m p l i c a c i o n e s re l a c i o n a d a s c o n l a a n e s t e s i a -----111----------------- --------
jiiP

Anestesiología

MANEJO DEL DOLOR AG UDO


POSOPERATORIO

ORI E NTACIÓN
MIR
Tema poco importante. Comparte conceptos con el tratamiento del dolor, que se estudia en el Apartado 6.3.
de Oncología médica y Paciente terminal. Una lectura comprensiva del capítulo es suficiente.

La importancia del dolor agudo posoperatorio radica en su alta incidencia ceptivos. El impulso doloroso se transmite posteriormente al asta dorsal de
y en las repercusiones que tiene en la evolución y recuperación del pacien­ la médula espinal, donde se realiza la sinapsis con la segunda neurona, que
te. Un manejo adecuado del dolor posoperatorio minimiza el sufrimiento cruza al lado opuesto de la médula y asciende a través del haz espinotalá­
del paciente, contribuye a una movilización precoz, disminuye la estancia y mico hasta el sistema reticular ascendente y el tálamo. El procesamiento del
los costes hospitalarios e incrementa la satisfacción de los pacientes. estímulo doloroso, respecto a su significado y localización se realiza poste­
riormente a nivel de la corteza somatosensorial.
Se estima que el 40% de los pacientes sometidos a una intervención
quirúrgica, presentan dolor posoperatorio grave y que más del 50% de Las estrategias de manejo del dolor agudo se basan en la utilización de
los pacientes presentan un inadecuado control de dolor en el periodo diferentes fármacos que actúan a distintos niveles de la vía aferente de la
posoperatorio. El dolor posoperatorio es más frecuente y más grave tras transmisión del dolor. La búsqueda del sinergismo entre distintos fár­
cirugía torácica, abdominal, lumbar, cirugía extensa de columna y orto­ macos, con distintos mecanismos de acción, permite reducir las dosis
pédica de huesos largos. necesarias para conseguir el efecto deseado y, con ello, la incidencia de
efectos adversos asociados al uso de dosis altas de un único agente anal­
El tratamiento del dolor posoperatorio debe ser individualizado en función gésico.
de múltiples factores: procedimiento quirúrgico, edad, antecedentes médi­
cos, nivel de ansiedad . . . El dolor agudo posoperatorio tiene una duración limitada, resolviéndose
progresivamente tras un periodo variable de días a semanas. Repuntes
El objetivo principal del tratamiento es conseguir una adecuada analgesia con en la intensidad del dolor o dolor que persiste varios meses tras la agre­
las mínimas dosis de fármacos posibles, minimizando la aparición de efectos sión quirúrgica obliga a descartar complicaciones inmediatas (infección,
adversos. Para ello, es habitual la combinación de varios tipos de fármacos e, dehiscencia de suturas, entre otras) o crónicas (neurinoma a nivel de la
incluso, la combinación de distintas vías de administración de analgésicos. incisión, entre otras).

7 . 1 . Fisiopatología 7 .2. Estrategia de tratamiento

El dolor posoperatorio está provocado por la inflamación secundaria a la le­ La base del tratamiento del dolor agudo posoperatorio es el tratamiento
sión del tejido (incisión quirúrgica, disección de tejidos, lesión visceral, que­ farmacológico. Sin embargo, a diferencia del manejo del dolor crónico, en el
madura . . . ) o por lesión directa de fibras nerviosas. dolor agudo posoperatorio las vías más adecuadas para la administración de
los fármacos son la vía intravenosa y la epidural.
El dolor agudo posoperatorio más frecuente es el dolor nociceptivo (somáti­
co y/o visceral). En algunos tipos concretos de cirugías puede añadirse cier­ Los fármacos más utilizados son los opiáceos y los AINE para la administra­
to componente de dolor neuropático, pero su incidencia en la fase aguda ción por vía intravenosa (MIR 1 0-1 1 , 1 27). La vía epidural se utiliza para la
es mucho menor. administración de anestésicos locales, con o sin opiáceos.

La liberación de mediadores inflamatorios (sustancia P, prostaglandinas, se­ Fármacos adyuvantes, tales como corticoides, antidepresivos, anticonvulsi­
rotonina y acetilcolina) provoca una estimulación de los receptores noci- vos, antiespasmódicos o miorrelajantes, también pueden ser útiles.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Modalidades de analgesia Vía intravenosa

Independientemente de la vía.,.de administración, los fármacos pueden ad­ Los fármacos utilizados son:
ministrarse de diversas formas: Opiáceos. Proporcionan un efecto analgésico rápido y potente
Bolos. Consiste en la administración de pequeñas dosis de analgesia, cuando se administran por vía intravenosa. Los opiáceos más utili­
a intervalos preestablecidos y ajustados a la vida media de los fárma­ zados en el tratamiento del dolor posoperatorio son la morfina y el
cos utilizados. fentanilo.
Perfusión continua. Consiste en la administración continua del fárma­ El fentanilo es 100 veces más potente que la morfina, tiene un inicio
co analgésico. Con esta técnica se logra un efecto analgésico continuo. de acción más rápido, siendo excepcional la aparición de sintomato­
Analgesia controlada por el paciente o PCA. Permite la autoadmi­ logía relacionada con la liberación de histamina.
nistración de pequeñas dosis de analgésico a demanda del paciente. La meperidina no se recomienda para el tratamiento de dolor posqui­
Esta técnica permite ajustar la dosis de analgésico a la intensidad del rúrgico.
dolor y a las necesidades del paciente, consiguiéndose la reducción La administración de opiáceos en bolos se utiliza habitualmente en los
de la dosis global de analgésico y un mejor alivio del dolor. Requieren casos de dolor moderado posoperatorio.
colaboración por parte del paciente (nivel de consciencia, nivel cog­ La PCA con infusión continua de opiáceos es la modalidad más adecua­
nitivo. . . ) (Figura 35). da en los casos de dolor posquirúrgico moderado y grave. Debe pro­
Infusión continua con PCA. Esta técnica asocia una perfusión basal gramarse el ritmo de infusión basal del opiáceo (por ejemplo, 1 mg/h
de analgésico junto a la posibilidad de la administración de bolos del de morfina), la dosis del bolo (1 mg), el tiempo de bloqueo hasta el si­
fármaco en función de las necesidades del paciente. Ofrece ventajas guiente bolo (1 O minutos) y una dosis máxima por intervalo de tiempo
respecto a la PCA en cuanto al control analgésico durante las horas (30 mg morfina/4 h).
de sueño y una disminución del número de bolos. Sin embargo, se AINE. Su administración aislada se reserva para los casos de dolor po­
asocia a un mayor consumo total de analgésico y a un mayor riesgo soperatorio leve. Sin embargo, en casos de dolor moderado o grave
de depresión respiratoria en el caso de la utilización de opiáceos pueden administrarse junto a opiáceos, permitiendo un mejor control
(Figura 35). analgésico y una disminución de las necesidades de opiáceos.

Vía epidural

Requiere la colocación de un catéter epidural para la administración conti­


nua o en bolos de los fármacos analgésicos. Habitualmente el catéter epi­
dural se posiciona antes de la cirugía, pudiendo utilizarse durante la inter­
vención quirúrgica, posibilitando así una disminución de los requerimientos
analgésicos incluso durante la propia intervención.

La inserción habitual de los catéteres suele realizarse a nivel lumbar o dorsal


bajo. Cuanto más cercana sea la inserción respecto al dermatoma donde se
realiza la incisión quirúrgica, más probable es que se produzca un control
analgésico eficaz.

Se ha demostrado un máximo beneficio de esta técnica analgésica en el


tratamiento del dolor posoperatorio de: cirugía torácica, cirugía abdominal
alta, cirugía ortopédica de miembros inferiores (prótesis de rodilla), pacien­
tes obesos o con enfermedad pulmonar previa.

Las modalidades de administración de los fármacos por vía epidural son en


bolos, perfusión continua o PCA con infusión continua.

Los fármacos utilizados son:


Anestésicos locales. Se prefiere fármacos con capacidad de blo­
queo diferencial (bloqueo sensitivo con escaso bloqueo motor), que
no interfieren en la posibilidad de movilización precoz del paciente.
Los anestésicos locales más utilizados son la bupivacaina, la levobu­
pivacaína y la ropivacaína.
Pueden añadirse dosis bajas de opiáceos (morfina o fentanilo) a la dilu­
ción de anestésicos locales para potenciar su efecto y disminuir las dosis
necesarias.
En ocasiones, si el bloqueo analgésico es incompleto y/o parcheado,
debido a la lateralización del catéter epidural (alternancia de derma­
tomas anestesiados con dermatomas que mantienen sensibilidad),
puede ser útil combinar la vía epidural con una PCA de opiáceo in­
Figura 35. Bombas de perfusión PCA travenosa.

0 7 · M a nejo d e l d o l o r a g u d o p o s o p e r a t o r i o - - --- -
--11
Anestesiología I O7
La utilización de la vía epidural para el control analgésico posoperatorio Bloqueos nerviosos periféricos y de plexos nerviosos
requiere de una monitorización cuidadosa de los pacientes en búsque­
da de la aparición de efec¡os adversos y/o complicaciones de la técnica: Pueden ser útiles para el control analgésico posoperatorio de cirugías de
excesivo bloqueo motor, control analgésico adecuado, presencia de náu­ extremidades, especialmente cuando se coloca un catéter a nivel del ple­
seas o vómitos, signos de infección a nivel de la inserción del catéter. . . xo nervioso, que permite la infusión continua o en bolos de anestésicos
Opiáceos. Pueden administrarse conjuntamente con los anestésicos locales.
locales (PCA con infusión continua) o bien de forma aislada (general­
mente en bolos). Vía oral
Los más utilizados son la morfina y el fentanilo.
Un efecto adverso típico de la administración neuroaxial (intradural o Están especialmente indicados en el dolor leve-moderado. Se pueden utilizar
epidural) y más frecuente que con la administración parenteral del opiá­ fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), analgésicos opiáceos, como
ceo es el prurito. la codeína o el tramado!, o analgésicos convencionales como el paracetamol
Tras la administración neuroaxial de un opiáceo, puede producirse una de­ o el metamizol.
presión respiratoria diferida respecto a la infusión del fármaco. Es debido a
la difusión rostral del opiáceo, alcanzándose altas concentraciones a nivel
del centro respiratorio, y puede aparecer hasta 12-24 horas tras la inyección. P RE G U N T A S ./ MIR 10-1 1, 1 27
Otros fármacos. Son múltiples los fármacos administrados por vía epi­
dural: ketamina, meperidina, alfentanilo, hidromorfona, clonidina . . .
M I R
" La base del tratamiento del dolor posoperatorio es el tratamien­
I d e a s c l a v e faS to farmacológico. Sin embargo, a diferencia del manejo del dolor
crónico, en el dolor agudo posoperatorio las vías más adecuadas
" El manejo adecuado del dolor posoperatorio es un factor importan­ para la administración de los fármacos son la vía intravenosa y la
te para disminuir la morbilidad en el periodo perioperatorio. epidural.

" El objetivo principal del tratamiento del dolor posoperatorio es con­ " La analgesia controlada por el paciente (PCA), tanto por vía intrave­
seguir una adecuada analgesia con las mínimas dosis de fármacos nosa como por vía epidural, es la modalidad de analgesia posopera­
posibles, minimizando la aparición de efectos adversos. Para ello, toria más adecuada en los casos de dolor posquirúrgico moderado
es habitual la combinación de varios tipos de fármacos e, incluso, la y grave.
combinación de distintas vías de administración.
Anestesiología

PROFILAXIS ANTIBIÓTICA QUIRÚ RGICA

Tema poco importante relacionado En general, la profilaxis antibiótica perioperatoria no está indicada en la ciru­
con el capítulo de antibióticos gía contaminada ni en la cirugía sucia, ya que en estos casos debe tratarse
de enfermedades infecciosas, donde específicamente la infección presente.
se encontrará de forma más extensa
el espectro de los distintos antibióticos En la cirugía limpia-contaminada, la profilaxis está claramente indicada. Sin
embargo, en la cirugía limpia, la profilaxis antibiótica debe evitarse en aque­
y el de complicaciones posoperatorias
de la cirugía general.
llos casos en los que se cumplan los siguientes factores de forma comple­
ta (todos ellos):
Edad menor de 65 años.
La profilaxis antibiótica quirúrgica perioperatoria se utiliza para evitar la Duración prevista de la cirugía inferior a dos horas.
proliferación de los microorganismos que, inevitablemente, contaminarán No está prevista la colocación de material protésico.
la herida quirúrgica, disminuyendo la morbimortalidad de las infecciones No se prevé la necesidad de transfusión.
asociadas a los procesos quirúrgicos. No existen factores de riesgo adicionales en el paciente, tales como:
obesidad, diabetes. desnutrición, inmunodepresión, cirrosis hepática,
insuficiencia renal . . .
8.1 . Tipos de intervenciones No existe infección activa en otro lugar distante d e la incisión quirúrgica.
De producirse infección de la herida quirúrgica, ésta no será potencial­
quirúrgicas mente grave.

En función del grado de contaminación bacteriana y, por tanto, con el riesgo


de infección de herida quirúrgica posterior, los distintos tipos de cirugía se 8.2. Recomendaciones generales
clasifican en:
Cirugía limpia (riesgo de infección de la herida quirúrgica entre
de profilaxis antibiótica perioperatoria
1 -5%, sin profilaxis antibiótica). Cirugía programada sin pérdida
de asepsia quirúrgica, sin evidencia de inflamación activa y en au­ 1. La administración del antibiótico debe realizarse siempre dentro de las
sencia de sección del tracto gastrointestinal, biliar, urinario o de la dos horas antes del inicio de la intervención quirúrgica. La inducción
vía aérea. anestésica es el momento más recomendable (MIR 08-09, 1 2 1 -DG).
Cirugía limpia-contaminada (riesgo de infección del 5-1 5%, sin 2. La vía intravenosa es la vía de elección de administración del anti­
profilaxis antibiótica). Cirugía urgente considerada limpia; trauma­ biótico.
tismos cerrados; reintervenciones en la primera semana o cirugías con 3. La dosis de antibiótico administrada debe ser alta, próxima al rango su­
sección de la vía aérea, tracto genitourinario o gastrointestinal (salvo perior de la dosis terapéutica.
colon y recto), con escasa liberación de su contenido. 4. El antibiótico elegido debe mantener el efecto antibiótico durante toda
Cirugía contaminada (riesgo de infección entre el 1 5-40%, sin pro­ la intervención. Por ello, se elegirán los de vida media-larga. Si la inter­
filaxis antibiótica). Cirugía colorrectal; cirugía limpia-contaminada en vención se prolonga o se produjeran pérdidas sanguíneas abundantes
la que existe un proceso inflamatorio agudo no purulento; traumatis­ (> 1-1,5 litros), debe considerarse la administración de una nueva dosis
mos abiertos en las primeras cuatro horas; cirugías con sección de trac­ de antibiótico durante la intervención.
to gastrointestinal, biliar o urológico con abundante liberación de su 5. El antibiótico elegido debe ser activo frente a la mayoría de los microorga­
contenido. nismos contaminantes en función del tipo de intervención. Para la mayo­
Cirugía sucia (riesgo de infección superior al 40%, sin profilaxis an­ ría de las intervenciones quirúrgicas en las que está indicada la profilaxis
tibiótica). Cirugías con abscesos, pus o tejido necrótico; perforación del antibiótica, existe consenso sobre la utilización de una cefalosporina de
tracto gastrointestinal, biliar o urológico; traumatismo abierto pasadas 1.• o 2.ª generación. En caso de alergia a �-lactámicos, puede emplearse
cuatro horas. vancomina.
jiiiiP

Anestesiología I O8
6. En aquellos centros en los que las tasas de infección por Staphylococcus Antimicrobiano Dosis Inicio de administración
aureus resistente a meticilina (SARM) son muy prevalentes (> 30%) está Amoxicilína-ácido 2 g i.v. Inducción anestésica
indicado el uso de vancoll).icina en la pauta de profilaxis antibiótica. Los clavulánico
portadores nasales de 5. aureus deben descontaminarse previamente a Ampicilina 1 g i.v. Inducción anestésica
la cirugía. Aztreonam 1 g i.v. Inducción anestésica
7. La duración óptima de la profilaxis antibiótica no está claramente defi­ Cefazolina 2 g i.v. Inducción anestésica
nida. En función de la duración de la cirugía, siempre que sea posible, Cefonicida 2 g i.v. Inducción anestésica
la profilaxis debe limitarse a una única dosis elevada del antibiótico. En Cefotaxima/ceftriaxona 1 g i.v. Inducción anestésica
todo caso, no está recomendada una duración superior a 24 horas tras
Cefoxitina 2 g i.v. Inducción anestésica
la finalización del acto quirúrgico.
Cefuroxima 1,5 g i.v. Inducción anestésica
8. En pacientes con patología valvular cardíaca y riesgo de endocardi­
tis infecciosa, no está indicada la profilaxis perioperatoria de la herida Clindamicina 600 mg i.v. 30 min antes
quirúrgica, sino que deben aplicarse los protocolos específicos para la de la inducción anestésica
prevención de endocarditis bacteriana. Gentamicina 3-5 mg/kg i.v. 30 min antes
de la inducción anestésica
En la Tabla 25 y Tabla 26 se recogen las recomendaciones de profilaxis anti­ Levofloxacino SOO mg i.v. Inducción anestésica
biótica perioperatoria en función del tipo de cirugía planteada y las dosis de Metronidazol 1 g i.v. 60 min antes
antibióticos recomendadas en las citadas profilaxis. de la inducción anestésica
Teicoplanina 600 mg i.v. 60 min antes
de la inducción anestésica
PREGUNTAS ./ MIR 08-09, 1 21 -DG Vancomicina 1 g i.v. 60 min antes

MIR de la inducción anestésica


Tabla 25. Dosis de antibióticos recomendadas en la profilaxis perioperatoria

Tipo de cirugía Antibiótico de elección Alergia a fl-lactámicos


Cirugía cardíaca Cefazolina o cefuroxima Vancomicina +/- gentamicina
Cirugía vascular Cefazolina o cefuroxima Vancomicina +/- gentamicina
Cirugía torácica Cefazolina o cefuroxima Vancomicina +/- gentamicina
Neurocirugía Colocación shunt Teicoplanina/vancomicina + cefotaxima Vancomicina +/-gentamicina
Craneotomía
Trauma penetrante Cefotaxima + metronidazol Clindamicina + cotrimoxazol
Cirugía a través de senos paranasales Amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina + gentamicina
o mucosas
Cirugía maxilofacial y otorrinolaringológica Amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina + gentamicina
Cirugía general Apendicectomía Cefoxitina o amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina + gentamicina
y digestiva Cirugía colorrectal o ileal
Colecistectomía abierta o laparoscópica Cefazolina o amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina + gentamicina
Mastectomía Cefazolina Vancomicina o teicoplanina
Herniorrafia
Implantes mamarios
Trasplante hepático Ampicilina + cefotaxima Vancomicina + aztreonam
Cirugía ginecológica Cesárea (urgente o tras > 6 h de rotura Cefazolina o amoxicilina-ácido clavulánico Clindamicina o metronidazol +
y obstétrica de bolsa) gentamicina
Histerectomía
Aborto en 1 !' o 2. trimestre
0

Cirugía urológica Prostatectomía Ceftriaxona Levofloxacino


Biopsia prostática transrectal
Plastias vesicales Amoxicilina-ácido clavulánico Levofloxacino
Trasplante renal Cefazolina o cefonicida Vancomicina + gentamicina
Nefrectomía
Implantación material protésico
(pene, esfínter vesical. . . )
Cirugía ortopédica y traumatológica Cefazolina o cefonicida Vancomicina + gentamicina
o amoxicilina-ácido clavulánico
Cirugía oftalmológica Cefuroxima 1 mg en cámara anterior Linezolid i.v.
Tabla 26. Características fisicoquímicas de los anestésicos locales
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

" El antibiótico elegido se administra en dosis altas y debe ser acti­


Ideas clave fa!!: vo a los contaminantes habituales según la intervención quirúr­
gica.
" Las intervenciones quirúrgicas se clasifican según el riesgo de infec­
ción de la herida sin la utilización de antibióticos en cirugía limpia " En la mayoría de los casos el antibiótico elegido es una cefalospori­
( 1 - 5%), cirugía limpia-contaminada (5-1 5%), cirugía contaminada na de 1 .• o 2.• generación, siendo de elección la vancomicina en los
(1 5-40%) y cirugía sucia (> 40%). pacientes alérgicos a ¡3-lactámicos.

" La administración de antibióticos para la profilaxis perioperatoria se


realiza de preferencia en la inducción anestésica.
>
Anestesiología I Bibliografía

Bibliografía
Aneste s i o l o g ía ,

¡j1 Bready L, et al. Toma de decisiones en anestesiologfa, 4.• ed. Elsevier, 2008. � Heitmiller E, Schwengel D. Manual Johns Hopkins de anestesiologfa.
Elsevier, 201 1 .
¡j1 Chestnut D, Abram SE, et al. Year Book ofAnesthesiology and pain mana­
gement 2010. Mosby, 2010. ¡j1 Miller R. Anestesia, 7.• ed. 2 vol s. Elsevier, 201 O.
¡j1 Grupo CTO. Manual de Anestesiologfa. 8.• ed. Madrid. CTO Editorial, ¡j1 Uptodate in Anesthesia and analgesia. http://www.uptodate.com/home/
2012. clinicians/specialties/surgery.html

11---
.,..

M a n u a l CTO
de Medicina y Cirugía

9.ª edición

• Oacología médica y pacieate termiaal

Autores
Luis Cabezón G utiérrez
Lourdes Rexach Cano

Grupo (TO
•• Editorial
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04. Tratamiento farmacológico
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en oncolo g ía ............................................. 10
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C') e: 4.1. Introducción...... . . ............................... ........ .... 10


o Q) 4.2. Principios básicos de la quimioterapia ...... · -· 10
o t.) 4.3. Tipos de quimioterapia..... 11
t.) ro 4.4. Tratamiento endocrino. .. .. .. .. ......... .. ..... .... .......... ... .. 14
e: c.. 4. 5 . Tratamiento biológico. ........... 1s
C) >,...

05. Urgencias oncológicas .................................................... 18


5.1. Síndrome de compresión medular 18
5.2. Síndrome de vena cava superior (SVCS)....... ..... 19
5.3. Neutropenia febril ..... ... . ... . . .. ... ...... ... .. .. . .... .. . .. ........... ... .. ... .. ... .. .. .. 19
01 . Generalidades 1
5.4. Hipercalcemia maligna . ......... .... 21
l .l. Introducción. s.s. Síndrome de lisis tumoral 21
1.2. Escalas en oncología 5. 6 . Obstrucciones oncológicas .. ... ......... .... . . .... . ... 22
1.3. Marcadores tumorales.... 2 5.7. Dolor ............ .... ............ .. .. .......... . .. . ... .... 23
1. 4 . Criterios de respuesta 2 5.8. Mucositis .. . . ................... . .... .... 23
1.5. Factores pronósticos y predictivos 2
1.6. Evaluación de resultados en oncología........ ...... ..... .... _ 2
1. 7. Tipos de tratamiento en oncología. .. ...... ........... ........ . 3
06. Trata miento del paciente terminal.
1.8. Fundamentos de la radioterapia...... . . ...... .. ..... .. .. .. .. ..... 4
Cu idados paliativos ........................... 26
6.1. Concepto de paciente terminal 26

02. Genética del cáncer ........................ ............. 5 6.2. Agonía. Cuidados de la agonía...... 27
6.3. Tratamiento de las complicaciones
2. 1 . El cáncer como enfermedad genética s más frecuentes... 27
2.2. Características de las células malignas.... ... s
2.3. Oncogenes y transformación celular.. . .. . .. .... .... .. .. .. .. 6
2.4. Herencia del cáncer ........... ... ....... ..... ............ 6
Bibliografía.. .... ... ............................ 41

03. Epidemiología de las neoplasias ... .. s


3.1. Generalidades . ...... .. ....... ... ... 8
3. 2 . Factores de riesgo........... .... 8

--- -- --
p

Oncología médica y paciente terminal

GENERALIDADES

tratamiento con quimioterapia (en general, un paciente con enfermedad me­


Tema poco importante en el MIR
pero fundamental para la comprensión tastásica y un PS o ECOG � 3, suele ser indicación de tratamiento paliativo).
de los capítulos posteriores, sobre todo
determinadas escalas como Otra escala que determina la reserva fisiológica del paciente es el índice de
el performance status. Karnofsky. Los pacientes que obtienen una puntuación menor de 70 tienen
peor pronóstico (Tabla 2).

1 . 1 . Introducción Indice de Karnofsky


Estado funcional % Nivel de actividad
Capaz de desarrollar 100 Normal. Asintomático
La oncología en el MIR es un tema muy preguntado. Hasta ahora se había una vida normal
enfocado de forma desglosada dentro de cada asignatura. Con la realiza­ 90 Normal. Síntomas mínimos
ción de este Manual se pretende ofrecer una idea global, profundizando en 80 Normal con esfuerzo. Síntomas presentes
aquellos temas más importantes y dotándolos de la visión del oncólogo.
Incapacidad para 70 Imposibilidad de trabajo y actividad
una vida laboral normal. Realiza cuidados personales
normal
60 Necesita ayuda esporádica para realizar
1 .2. Escalas en oncología Capaz de realizar el cuidado personal
los cuidados
personales so Requiere cuidados médicos y mucha
ayuda
Existen múltiples escalas en oncología que valoran diferentes aspectos, des­
de el estado general/funcional, toxicidad de la quimioterapia (hematológi­ Incapaz de realizar 40 Incapacidad. Requiere cuidados especiales
ca, digestiva, neurológica . . . ), criterios de respuesta, entre otros. Las escalas los cuidados
30 Hospitalización. Incapacidad severa
personales, requiere
importantes en este Manual para comprender determinados aspectos del asistencia 20 Hospitalización necesaria. Cuidados
mismo, son aquellas que miden el estado funcional, siendo la más utilizada personales y de soporte
en la práctica clínica el performance status (PS) o Eastern Cooperative Onco/o­
10 Exitus inminente
gyGroup (ECOG) (Tabla 1).
o Exitus
Tabla 2. Escalas de medición del estado funcional. Índice de Karnofsky

.. . . ..
ECOG-Performance status
. . .. . La correcta estadificación de la enfermedad es fundamental para establecer
o Actividad normal el tratamiento correcto y determinar el pronóstico del paciente. En oncología,
lo más utilizado para esta labor es la clasificación TNM, que valora el tamaño
Sintomático. Ambulatorio la mayor parte del tiempo tumoral, la afectación linfática y la presencia de metástasis (MIR 09-1 0, 1 25).
2 Sintomático. En cama < 50% del tiempo
3 Permanece en cama > 50% tiempo Se tipifica el tumor en función del tamaño de la lesión primaria (T 1 -T4,
donde un valor mayor identifica un tumor de más tamaño), la afectación
4 Encamado permanentemente
ganglionar (generalmente NO y N 1 para la ausencia o presencia de gan­
Tabla 1 . Escalas de medición del estado funcional. ECOG-Performance status glios afectados) y la existencia de enfermedad metastásica (MO, ausencia
y M 1, presencia de metástasis). Para algunos tumores se utilizan estos sis­
Es fundamental, ya que se trata de uno de los factores pronósticos más im­ temas de estadificación anatómica, como la clasificación de Dukes para el
portantes en oncología, y establece, en muchos casos, la indicación o no de cáncer colorrectal.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

1 .3. M arcadores tumorales Es muy importante valorar la existencia o no de mejoría clínica, ya que una indi­
cación de continuar con el tratamiento sería en el caso de enfermedad estable
a nivel radiológico pero mejoría de la clínica (por ejemplo, dolor). Otra posible
Se consideran marcadores tumorales todas las sustancias producidas o forma de valorar la respuesta al tratamiento sería con la determinación de los
inducidas por la célula neoplásica (generalmente proteínas) que reflejan su marcadores tumorales, siempre que se encontrasen elevados al diagnóstico.
crecimiento y/o actividad y que permitan conocer la presencia, la evolución
o la respuesta terapéutica de un tumor maligno. La mayoría de los marcado­ Hay que recordar que aunque existen múltiples técnicas de imagen para
res tumorales no son específicos de un tumor. estadificar y diagnosticar enfermedades tumorales, tales como la TC, RM,
PET/TC, endoscopia, ecoendoscopia, entre otras, el diagnóstico de certeza
Por sí solos no son diagnósticos, por lo que es necesaria la confirmación his­ únicamente lo proporciona el análisis anatomopatológico del tumor, con­
tológica. La sensibilidad de los marcadores tumorales varía en relación con siguiéndose la muestra bien mediante punción-aspiración con aguja fina
el estadio tumoral: suele ser baja en los estadios iniciales, y elevada en los (PAAF) (MIR 1 0- 1 1 , 1 2 1 ), biopsia o resección quirúrgica.
estadios más avanzados. Estos datos sugieren que la mayoría de los marca­
dores tumorales no son excesivamente útiles en el diagnóstico, pero sí en el
pronóstico, diagnóstico precoz de recidiva y control evolutivo de un tumor 1 .5. Factores pronósticos
(monitorización de la respuesta al tratamiento) (Tabla 3).
y predictivos
Desaparición de todas las lesiones Un factor pronóstico aporta información sobre la evolución clínica de la
enfermedad en el momento del diagnóstico, independientemente del tra­
Disminución de, por lo menos, 30% en la suma tamiento aplicado. En oncología suelen ser variables relacionadas con el cre­
de los diámetros de las lesiones, tomando como cimiento, la invasión o el potencial metastásico del tumor. Los marcadores
referencia la suma del diámetro basal pronósticos sirven para conocer la enfermedad, predecir la evolución de la
Al menos 20% de aumento en la suma misma, definir grupos de riesgo, orientar los tratamientos y planificar la es­
de los diámetros de las lesiones, tomando como trategia terapéutica.
referencia la suma más pequeña en el estudio
Además del aumento relativo del 20%, la suma Un factor predictivo aporta información relacionada con la probabilidad
también debe demostrar un aumento absoluto de respuesta a un tratamiento determinado, son variables relacionadas en
de, al menos, 5 mm (la aparición de una
o más lesiones nuevas también es considerada distinta medida con las dianas de los tratamientos.
progresión)
Existen factores como la expresión del oncogén HER2/neu, que son tanto
Ni la disminución es suficiente para calificar para RP
factores pronósticos como predictivos (en este caso de respuesta al trata­
ni el incremento es suficiente para calificar para EP
miento con trastuzumab), pero no necesariamente los factores pronósticos
Suma de las respuestas objetivas (completas de supervivencia han de ser también predictivos ni viceversa.
y parciales) y las estabilizaciones cuando éstas duran
al menos 6 meses
Tabla 3. Criterios RECIST 1 .6. Eva luación de resultados
Hay que destacar, por su especial utilidad en la práctica clínica habitual, en oncología
los siguientes marcadores de secreción: PSA, a-fetoproteína, LDH, tirog­
lobulina, p-HCG, CEA y CA 1 9.9, CA 1 25 y CA 15.3. En los estudios clínicos oncológicos existe una gran variedad de resultados
finales que son susceptibles de ser medidos y expresados, siendo los más
importantes los siguientes:
1 .4. Criterios de respuesta Supervivencia libre de enfermedad (SLE). También llamado intervalo li­
bre de enfermedad; es el espacio de tiempo que media entre la erradicación
clínica de un tumor por cualquier método terapéutico y su reaparición.
Los criterios más utilizados en oncología para valorar la respuesta antitumoral a Supervivencia libre de progresión o intervalo libre de progresión.
una determinada actuación terapéutica (principalmente a citostáticos, anticuer­ Es el espacio de tiempo transcurrido desde que se obtiene una respuesta
pos monoclonales, inhibidores de la tirosina-cinasa, radioterapia . . . ) son radioló­ antitumoral hasta la progresión de la enfermedad. Se utiliza principalmen­
gicos. Los más utilizados son los criterios RECIST (Response Evaluation Criterio In te en la evaluación de fármacos en la fase metastásica de la enfermedad.
So/id Tumors), fundamentados en la evaluación de lesiones medibles {Tabla 4). Supervivencia global. Tiempo que transcurre desde que un individuo
contrae la enfermedad hasta que fallece (por cualquier causa) o se de­
Con la aparición de los nuevos agentes antitumorales (anticuerpos monoclo­ muestra su curación.
nales e inhibidores de la tirosina-cinasa) se ha comprobado que estos criterios Supervivencia cáncer específica. Periodo que transcurre desde que
pueden no ser los óptimos para valorar determinadas respuestas (como, por un individuo contrae la neoplasia hasta que fallece por dicha causa o se
ejemplo, el tratamiento con imatinib en el del tumor de GIST), ya que los cri­ demuestra su curación.
terios RECIST no tienen en cuenta la alteración en la densidad de las lesiones Tasa de respuestas. Porcentaje de pacientes cuyo tumor disminuye de
(puede traducir un aumento de la necrosis en el seno del tumor como con­ tamaño o desaparece con el tratamiento.
secuencia del efecto del fármaco), pudiéndose utilizar en estos casos otros Duración de la respuesta. Tiempo en el que se mantiene la respuesta
criterios de respuesta, como son los criterios Choi. antitumoral.
Oncología médica y paciente terminal I

Marcador Tumor Falsos positivos


Proteínas oncofetales
CEA ,. Tubo digestivo Fumadores, EPOC
Otros: mama, pulmón, páncreas, estómago, ovario Enfermedad hepática
Enfermedad crónica intestinal
Cirugía inmediata
AFP Hepatocarcinoma. Tumores germinales Enfermedad hepática
Otros: páncreas, gástrico, colon, pulmón Ataxia-telangiectasia
Tirosinosis hereditaria
Antígenos tumorales
CA 125 Cáncer de ovario no mucinoso Embarazo. Endometriosis. Menstruación. Enfermedad hepática
Otros: endometrio, páncreas, pulmón, mama, colon Enfermedad de las serosas
CA 1 9.9 Cáncer de páncreas Enfermedades pancreáticas
Otros: gástrico, mucinoso de ovario, colorrectal, Enfermedades hepáticas
adenocarcinoma de pulmón
CA 1 5.3 Carcinoma de mama Cáncer de ovario. Cáncer de pulmón. Cáncer de próstata
Enzimas
PSA Carcinoma de próstata t Sensibilidad. .J.. Especificidad. Elevación en toda la patología prostática
LDH · Tumor germinal no seminomatoso
· Linfoma, sarcoma de Ewing
Enolasa neuronal específica Neuroblastoma (pronóstico), CPCP Tumores neuroendocrinos
Hormonas
Calcitonina Cáncer medular de tiroides Otros tumores. Enfermedades benignas
Cribado MEN-2
P-HCG Tumores trofoblásticos Embarazo
Tumores germinales
Otras hormonas (tumores endocrinos pancreáticos yTGI)
Gastrina Gastri noma Síndromes paraneoplásicos
Insulina lnsulinoma
PIV VI poma
Glucagonoma Glucagón
Somatostatinoma Somatostatina
Miscelánea
P2- microglobulina Mieloma. Linfomas Insuficiencia renal
Paraproteínas Mieloma. Linfomas
Tiroglobulina · Cáncer de tiroides Cáncer de mama. Cáncer de pulmón
· Seguimiento de MTS funcionantes
5-HIA orina Carcinoide
Catecolaminas y metanefrinas Feocromocitomas
Ferritina Correlación con la extensión del hepatocarcinoma
Tabla 4. Marcadores tumorales

1 .7. Tipos de tratamiento un factor pronóstico el conseguir una respuesta completa patológica
en oncología (es decir, ausencia de tumor microscópico en la pieza quirúrgica).
Suele emplearse en los tumores de cabeza y cuello, mama, pulmón,
sarcomas y cáncer colorrectal.
En función del objetivo del tratamiento oncológico, los tratamientos se pue­ De inducción. Clásicamente se denominaba así también a la quimiote­
den dividir en los siguientes tipos: rapia neoadyuvante (en muchos artículos y manuales sigue siendo asO,
Neoadyuvante. Es aquel tratamiento que se administra previo a una te­ reservándose este término, en la actualidad, al tratamiento administrado
rapia locorregional definitiva (generalmente, la cirugía) en aquellas situa­ antes de realizar una terapia locorregional definitiva por ser en ese mo­
ciones en las que la enfermedad es reseca ble de entrada, con la intención mento imposible su realización (por ejemplo, metástasis hepáticas masi­
de mejorar los resultados del tratamiento en términos de eficacia (márge­ vas en cáncer colorrectal).
nes negativos) y efectos secundarios (por ejemplo, evitar una amputación La meta principal de la quimioterapia de inducción es reducir al máxi­
o disminuir el riesgo de sangrado), sin comprometer la supervivencia. mo posible un tumor avanzado, consiguiendo su resección quirúrgica
A su vez aporta una información adicional muy valiosa, que es la sensi­ y/o su tratamiento definitivo con radioterapia a dosis radicales.
bilidad de la enfermedad al tratamiento oncológico específico, siendo Suele emplearse en cáncer colorrectal y en tumores de cabeza y cuello.
Manual CTO de Medici na y Cirugía, 9.ª edición

Adyuvante. Aquel que se administra después de un tratamiento loco­ men planificado, ya que están ensamblados e n e l mismo gantry
rregional definitivo, con la intención de disminuir el riesgo de recaída y (carcasa de la TC) de rotación un acelerador lineal y un sistema de
de muerte por la enferme9ad. Un claro ejemplo es el cáncer colorrectal, detectores de radiación, que permiten adquirir una imagen TC del
el de mama y el de ovario. paciente en la posición del tratamiento. Permite corregir las modi­
Concomitante o concurrente. El administrado en combinación con la ficaciones en cuanto a la forma del tumor, la posición del pacien­
radioterapia. Suelen utilizarse fármacos radiosensibilizantes (potencian el te, movimientos fisiológicos . . . El objetivo es alcanzar una máxima
efecto de la misma) como el cisplatino o el 5-fluorouracilo o sus derivados. precisión en el volumen a tratar, realizando una escalada de dosis
Se emplea principalmente en el cáncer de cabeza y cuello, en el de y disminuyendo la dosis en los tejidos circundantes.
pulmón y en los ginecológicos. Radiocirugía estereotáxica (RTE). Consiste en la administración de
Paliativo. Equel que se utiliza en situaciones en las que no es posible una dosis única de irradiación, sobre un volumen tumoral definido y lo­
la curación de la enfermedad, con la intención de mejorar la calidad de calizado en los tres ejes del espacio mediante un marco de estereotáxi­
vida (retrasar la aparición de síntomas y/o reducir su intensidad) y pro­ ca. Su principal indicación son las metástasis cerebrales (menos de tres
longar la supervivencia, todo ello con una toxicidad razonable. lesiones y menores de 20 mm de diámetro) y los astrocitomas de bajo
grado mayores de 35 mm residuales tras cirugía o RT convencional.

1 .8. Fundamentos de la radioterapia Braquiterapia. Técnica de tratamiento con radiaciones ionizantes don­
de la fuente radiactiva se sitúa dentro o en la proximidad del volumen
a tratar. Su principal ventaja es la rápida caída de dosis que emiten las
La radioterapia (RT) es una modalidad terapéutica cuya acción biológi­ fuentes radiactivas en la zona que se quiere tratar, lo que permite ad­
ca se basa en las radiaciones ionizantes que presentan la capacidad de ministrar una gran dosis al volumen de tratamiento con una disminu­
producir radicales libres al interaccionar con la materia y ceder la energía ción de dosis en los tejidos de alrededor. Según la dosis, se clasifican
que vehiculizan, produciendo roturas de enlaces en moléculas biológi­ en baja, media o alta tasa de dosis (esta última no requiere ingresos,
cas, siendo la más sensible el ADN. es más rápida y con una dosimetría más fiable). Su colocación puede
ser endocavitaria, superficial, intersticial o endoluminal en función del
Si ocasionan inactivación celular se denomina daño letal, y si producen le­ tejido a tratar. Suele utilizarse en los tumores genitourinarios (cérvix, en­
siones más o menos reparables se denomina daño subletal. La unidad de dometrio, próstata . . . ).
medida empleada es el Gray, que equivale a 100 rads (antigua medida). El Radioterapia intraoperatoria (RIO). Técnica de radioterapia externa
objetivo es liberar una dosis de radiación a un volumen de tumor definido, que se realiza en el mismo acto quirúrgico, administrándose la dosis
con el mínimo daño posible a los tejidos circundantes. de radiación directamente sobre el lecho tumoral, aumentando de esa
forma la precisión, pudiendo concentrar la dosis y disminuir los efectos
Tipos de radioterapia colaterales en órganos adyacentes. En la actualidad tiene su principal
aplicación en sarcomas, aunque también es posible realizarla en tumo­
Los tipos de radioterapia son los siguientes: res de páncreas, de recto y de mama.
Radiación externa. Administrada mediante un acelerador lineal externo.
Convencional. Antiguamente la planificación de la misma se rea­ Efectos secundarios
lizaba con radiología convencional (2D), en la actualidad se puede
realizar con TC (3D), PET/TC o incluso en 40, en el que se tiene en Los efectos secundarios de la radioterapia se clasifican en:
cuenta el tiempo (por ejemplo, se planifica el cambio de posición Precoces. Debidos a reacciones inflamatorias agudas de los órganos
del volumen a irradiar que se genera con el movimiento de la res­ irradiados (epitelitis, mucositis, neumonitis . . . ) y cursan con la sintoma­
piración). tología característica (disfagia, disnea, diarrea).
Con intensidad modulada (IMRT). Modalidad de alta precisión Tardíos. Son más graves (por ser irreversibles) e infrecuentes, como la
donde la dosis de radiación está diseñada para conformarse a la xerostomía, fibrosis pulmonar, estenosis intestinal, rectitis y cistitis cróni­
estructura tridimensional del tumor, con el objetivo de adminis­ ca, segundas neoplasias . . .
trar una dosis más alta de radiación sobre la lesión y disminuir la
misma a los tejidos sanos.
Guiada por la imagen (IGRT). Dentro de la que se encuentra la P R E G U N TA S ./ MIR 10-1 1, 1 2 1
tomoterapia, que permite realizar un estudio de imagen antes de
dar cada sesión de radioterapia, adecuando diariamente el volu-
MIR ./ MIR 09-1 O, 125

" Un factor predictivo aporta información relacionada con la proba­


I d e a s c l a v e J6 bilidad de respuesta a un tratamiento determinado y es distinto a
u n factor pronóstico.
" El performance status o escala ECOG constituye uno de los factores
pronósticos fundamentales en oncología y de vital i mportancia a la " La radioterapia es un arma fundamental en oncología, ya que con­
hora de planificar o no un tratamiento. sigue dirigir su acción sobre el tumor con escasa toxicidad a nivel
sistémico, por lo que es posible su combinación con agentes citos­
" Los marcadores tumorales no son diagnósticos de cáncer. Son útiles táticos para mejorar los resultados.
para monitorizar la respuesta al tratamiento y descartar recidivas. Los
más usados en la práctica clínica habitual son: PSA, a.-fetoproteína,
LDH, tiroglobulina, p-HCG, CEA y CA 1 9.9, CA 1 25 y CA 15.3.

01 · G e n e r a l i d a d e s
Oncología médica y paciente terminal

, ,
GENETICA DEL CANCER

de crecimiento extracelular, de la transducción transcelular de la señal


Es uno de los temas más preguntados
ORIE N TA C IÓN o alteraciones a nivel de los circuitos intracelulares. Un claro ejemplo
M I R dentro de la asignatura de genética
y quizá el más importante. es la mutación de K-RAS que conlleva la generación de estímulos pro­
liferativos intracelulares con independencia de la unión del receptor al
ligando.

2.1 . El cáncer
como enfermedad genética

La totalidad de las células malignas presentan algún tipo de alteración gené­


tica que transmiten a sus células hijas y que, en definitiva, es la responsable
del fenotipo maligno. Esta alteración puede ser tan sutil como una simple
mutación en una base en un único gen (por ejemplo, K-RAS), o ser tan evi­
dente como una poliploidía (células con 90 cromosomas).

Existen múltiples investigaciones y teorías que avalan la existencia, en mu­


chos tipos de tumores, de células madre malignas debido a procesos de
pérdida de la división asimétrica, de transferencia genética horizontal, de
fusión celular, de factores microambientales o de agentes carcinógenos
ya descritos para las células diferenciadas, siendo en esos casos el origen
de la neoplasia y presentando, a su vez, una sensibilidad al tratamiento
antitumoral diferente al de sus células hijas. Conocer mejor cómo se pro­
duce esta transformación permitirá diseñar abordajes de terapia celular
más seguros y nuevos tratamientos específicos contra estas células madre
tumorales. Figura 1 . Capacidades adquiridas por una célula tumoral

Ejemplos terapéuticos de los tres mecanismos son: el bevacizumab blo­


2.2. Características de las células quea el VEGF (factor de crecimiento del endotelio vascular) que circula a
nivel sérico, impidiendo la unión con su receptor; el cetuximab bloquea
malignas el receptor del EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico);
y el erlotinib bloquea el dominio tirosina-cinasa del EGFR que transmite
Las características biológicas de estas células que las diferencian de las célu­ la señal a nivel intracelular (es una cascada de señalización).
las normales son (Figura 1 ): Insensibilidad de las señales inhibitorias del crecimiento. En los
Autosuficiencia en las señales de crecimiento. Las células normales tejidos normales existen múltiples señales antiproliferativas que man­
requieren señales mitogénicas de crecimiento para pasar de un estado tienen quiescente a la célula para mantener la homeostasis tisular. Estas
de reposo a un estado proliferativo. Estas señales se transmiten a la cé­ señales pueden bloquear la proliferación por dos mecanismos: indu­
lula mediante los receptores transmembrana de diferente clase que se ciendo a la célula a mantenerse en la fase GO del ciclo celular (a la espera
unen a distintas moléculas de señalización: factores difusibles de creci­ de nuevos estímulos que reinicien su ciclo celular) o bien pueden ser
miento, componentes de matriz extracelular, adhesión celular, molécu­ inducidas a renunciar de manera permanente a su potencial proliferati­
las de interacción. Para adquirir la autonomía de estas señales, existen vo por entrar en estados posmitóticos (generalmente asociados con la
tres estrategias moleculares que implican la alteración de las señales adquisición de determinados rasgos de diferenciación).
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Las células tumorales pueden evitar las diferentes señalizaciones anti­ humano). Entre sus mecanismos d e acción s e incluyen la promoció n de
proliferativas, siendo un claro ejemplo la pérdida del gen supresor de la proliferación o la inhibición de productos oncosupresores. Por ejem­
tumores del retinoblastoma. plo, las proteínas E6 y E7 de VPH se ligan e inactivan los oncosupresores
Evasión de la apoptosi( La capacidad del tumor para expandirse no celulares P53 y PRB.
sólo depende de su tasa de proliferación sino también de su tasa de eli­ Control de la muerte celular programada (apoptosis). La célula se
minación o destrucción. Evadir las señales proapoptóticas es otro de los negaría a suicidarse, cuando fuera instada a ello, por haberse detectado
mecanismos fundamentales para supervivencia de las células tumora­ cualquier mutación en la misma. Son genes de este tipo BCL -2 y FAS.
les. Un ejemplo es la producción de factores de supervivencia como el Sistema de reparación de lesiones en el ADN. Si se alteran los me­
IGF (factor de crecimiento de insulina). canismos de reparación, es fácil que surjan mutaciones en cualquiera
Potencial de replicación ilimitado. Es necesario no sólo conseguir de los genes de los tres grupos estudiados anteriormente que, al no ser
que la célula se divida sin control y se inhiban los mecanismos de muer­ reparadas, favorecen la génesis tumoral.
te celular sino conseguir eliminar el límite replicativo celular"impuesto"
por la pérdida en el tamaño de los telomeros. La sobreexpresión de la Es posible que los oncogenes se comporten de modo dominante o recesivo:
enzima telomerasa impide que se acorten los telómeros de los cromo­ Oncogenes dominantes. Producen transformación, aunque la otra co­
somas permitiendo así un número indefinido de divisiones celulares. pia del gen esté normal. Suelen codificar formas anómalas (hiperfuncio­
Angiogénesis. Las células tumorales y las transformadas son capaces nantes) de proteínas que inician el ciclo celular.
de producir el VEGF (factor de crecimiento del endotelio vascular). Di­ Factores supresores (oncogenes recesivos). Para que induzcan la
cho factor induce a la formación de vasos sanguíneos, lo que permite transformación celular es preciso que las dos copias del gen estén al­
que el tumor esté bien vascularizado y sus células no se necrosen por teradas. Si existe una copia sana, se comporta como dominante y la
falta de nutrientes (MIR 04-05, 231 -GT), siendo un proceso vital en el enfermedad no se desarrolla. Suelen codificar proteínas cuya misión es
desarrollo tumoral, ya que sería imposible su crecimiento más allá de sacar a la célula del ciclo celular y pasarla a GO.
los 2-3 mm de diámetro. En los últimos años se han creado múltiples
fármacos contra dicho mecanismo, bien actuando a nivel del factor so­ Los genes de factores supresores son genes implicados en el control de sa­
luble VEGF (bevacizumab) o bien contra el receptor VEGFR (pazopanib). lida del ciclo celular. Hay que recordar que también se les conoce como an­
Invasión tisular y metástasis. Son necesarias múltiples alteraciones tioncogenes.
para conseguir vencer la adhesión celular, eliminar la matriz extrace­
lular, penetrar en los vasos y ser capaces de asentarse sobre un órgano Cuando no se expresan o lo hacen de forma ineficiente, dejan de ejercer
diferente al inicial. Entre esas alteraciones se encuentran las de molécu­ el control sobre dicho ciclo, impidiendo que la célula abandone el ciclo
las de adhesión (cadherinas, cateninas . . . }, génesis de metaloproteasas de división y vuelva a GO. Entonces, el ciclo celular se vuelve incontrolado.
que degraden la matriz extracelular, integrinas, entre otros. Es probable­ Cuando existen lesiones en el ADN, P53 detiene la maquinaria del ciclo ce­
mente uno de los campos menos investigado a nivel terapéutico en el lular el tiempo necesario para que el sistema de reparación del ADN repare
momento actual. los defectos. Si el daño de las moléculas es tan intenso que el sistema es
incapaz de repararlo, P53 se encarga de enlazar con la maquinaria de auto­
destrucción celular (apoptosis). La pérdida de función de P53 impedirá que
2.3. Oncogenes una célula pueda reparar su ADN, con lo que irá acumulando mutaciones,
es decir, se irá haciendo más anaplásica y agresiva; además, será incapaz de
y transformación celular autodestruirse.

Se denomina oncogén a un gen que, como consecuencia de una alteración


en su código, o en su regulación, codifica una proteína capaz de desencade­ 2.4. Herencia del cáncer
nar la transformación maligna en la célula portadora del mismo. Una célula
normal no tiene oncogenes, posee genes de control del ciclo celular; cuando
uno de estos se altera o se desregula, pasa a denominarse oncogén. El cáncer no se hereda en el sentido clásico (mendeliano). La patología on­
cológica que se va a encontrar en la práctica médica es de origen adquirido,
Atendiendo al mecanismo de acción de las proteínas por ellos codificadas, aunque pueden existir situaciones con una predisposición genética. Se es­
se puede clasificar a estos genes en cuatro grupos: tima que, de forma global, el 5-10% de los tumores son hereditarios. El caso
Control de la entrada en ciclo celular. La existencia de una proteína mejor estudiado de herencia de cáncer es el del cáncer de colon, donde se
codificada por un oncogén haría que la célula entrase en ciclo, sin que ha comprobado que, además del gen predisponente, son necesarias una
nadie le hubiese dado la orden para ello, y una vez originadas dos célu­ serie de mutaciones en otros genes que tienen lugar a lo largo de la vida,
las hijas, volverían ambas a entrar en ciclo. Es el mecanismo por el que siguiendo las leyes del azar. La única diferencia entre un sujeto que hereda el
malignizan las proteínas de los primeros oncogenes descritos, como el gen predisponente y otro normal es que, en el primero, el camino que tiene
SRC; por ejemplo, SRC, RAS, HER2 y MYC (MIR 04-05, 1 77-GC). que realizar una célula para llegar a ser maligna es más corto.
Control de la salida del ciclo celular. A los genes normales (no altera­
dos) que codifican moléculas encargadas de desmontar la maquinaria La pérdida de función de los factores supresores precisa la alteración de los
de división celular, cuando fueron descubiertos se les llamó antionco­ dos genes situados en ambos cromosomas homólogos. Existen sujetos he­
genes (oncogenes recesivos). Las proteínas que codifican son los facto­ terocigotos que heredan de sus progenitores un cromosoma con una copia
res supresores (p. ej., pRB y p53). Las formas patológicas de los factores alterada (oncogén recesivo) y otro con una copia sana. Este último se com­
supresores son incapaces de inducir la salida del ciclo celular. Algunos porta de modo dominante, por lo que no manifestarán la enfermedad. En
tipos de cáncer humano guardan relación con virus como el linfoma estos sujetos es probable que, según avanzan los años, alguna de sus células
de Burkitt (Epstein-Barr}, el cáncer cervicouterino (virus del papiloma pierda o mute la copia del gen sano y pase a tener, por tanto, dos onco-

02 · Genética del cáncer


Oncología médica y paciente terminal I O2
genes. Este tipo de mecanismo de oncogénesis aparece, generalmente, en tino y las radiaciones ionizantes, se encargan de romper dichos enlaces). En
personas de más de 50 años (MIR 03-04, 1 6 1 -GT). aquellos pacientes con mutación en alguno de estos genes, la probabilidad
.,.. de acumular errores en el ADN es mayor, y con ello la incidencia de tumores,
La situación de heterocigoto se producirá en familias que presentan una alta siendo los más frecuentes el de mama y el de ovario (mayor si la mutación es
incidencia de tumores. El mecanismo de herencia, aunque aparentemente en BRCA 1). A su vez presentan diferencias clínico-epidemiológicas compa­
dominante, en realidad es recesivo, pero modificado por la influencia del rado con pacientes con cáncer de mama sin la mutación de BRCA: edad de
ambiente (mutágenos químicos, radiaciones . . . ). El síndrome de Li-Fraumeni presentación más temprana, tendencia a la bilateralidad, mayor sensibilidad
es el cáncer familiar mejor conocido y se debe a la herencia, en heterocigo­ de la enfermedad a los platinos, entre otras.
sis, de una copia alterada del gen P53 (el más frecuentemente alterado en
patología tumoral humana) situado en el cromosoma 17. Se trata de fami­ Existen múltiples estudios en marcha sobre el papel de fármacos inhibidores
lias donde son muy frecuentes los tumores, pudiendo padecer un mismo de la PARP (poliadenosina-difosfato ribosa polimerasa) como el iniparib en el
individuo varios tumores diferentes a lo largo de la vida. Los tumores que cáncer de mama, habiéndose demostrado altamente efectivos en aquellos
padecen con mayor frecuencia son los de colon, los de mama y los de piel casos con mutaciones en los genes BRCA 1 o BRCA 2.
(MIR 03-04, 237-GT).

Otro ejemplo clásico de cáncer hereditario son las mutaciones en los genes PREGUNTAS ,/ MIR 04-05, 1 77-GC, 231 -GT
BRCA 1 y BRCA 2. Dichos genes se encargan de la reparación de la doble
hélice del ADN (hay que recordar que agentes citostáticos, como el cispla-
M I R ,/ MIR 03-04, 1 61 -GT, 237-GT

defectos en el genoma celular. Si la reparación se torna imposible,


Ideas clave fa:!: p53 media la apoptosis celular.

" Las células malignas surgen de alteraciones genéticas. " RB y P53 son genes que codifican la salida del ciclo celular (oncoge­
nes recesivos).
" Se denomina oncogén al gen que, alterado o desregulado, codifica
una proteína capaz de malignizar la célula. Puede haber oncogenes " SRC, RAS, HER2 y MYC son genes que codifican la entrada al ciclo
dominantes (malignizan, aunque la copia de su alelo sea normal) y celular.
recesivos o factores supresores (no malignizan, funcionan con una
copia sana). " HER2 (también llamado C-ERB-82), EGFR, VEGFR, son dianas de di­
versos fármacos utilizados en múltiples tumores.
" La base genética de la mayoría de síndromes de cáncer familiar es
la mutación en la línea germinal de un alelo de un gen supresor " BCL-2, FAS son genes que controlan la apoptosis; su alteración tam­
de tumores e inactivación somática del segundo alelo por agentes bién puede generar una neoplasia.
ambientales.
" Las células malignas tienen un fenotipo especial: no se inhiben
" El gen diana que más frecuentemente se altera en las neoplasias hu­ por contacto, poseen una relación núcleo-citoplasma a favor del
manas es el P53 (el síndrome de cáncer familiar que origina se deno­ núcleo, no envejecen, se desdiferencian y expresan sustancias que
mina Li-Fraumeni). La proteína p53 es un sistema de reparación de sirven para seguimiento.
Oncología médica y paciente terminal

,
E PIDEMIOLOGIA DE LAS NEOPLASIAS

O R I ENTAC IÓN Aunque dentro de la medicina preventiva constituye uno de los temas más importantes, en oncología no lo

MIR es tanto. Se desarrollarán únicamente aspectos de la epidemiología. Especial importancia del tabaco como
carcinogénico (preguntado en múltiples ocasiones).

3.1. Generalidades 3.2. Factores de riesgo

El cáncer es una de las causas de muerte con mayor relevancia en los países Los factores de riesgo del cáncer son los que se desarrollan en los apartados
desarrollados y constituye la segunda causa de muerte en España. siguientes.

En estos países, el más frecuente es el de pulmón, seguido del colorrectal, Factores genéticos
mientras que en los países en vías de desarrollo el más habitual es el de
cérvix. El cáncer de pulmón es el de mayor incidencia a nivel mundial (en El riesgo de cáncer en la familia de un paciente que lo padece es bajo, si bien
España se estima que en unos años el colorrectal llegue a ser más frecuente existe agregación familiar para algunos tipos de cáncer, como los síndromes
que el de pulmón). de neoplasia endocrina múltiple 1, lla y llb o el tumor de Wilms, que se here­
dan de forma autosómica dominante, aunque con una penetrancia variable,
En las mujeres está ocurriendo un hecho importante en relación con el y el neuroblastoma, que se hereda de forma recesiva. Se estima que, de for­
consumo de tabaco. En algunos países como Estados Unidos, el cáncer ma global, entre un 5-10% de todos los tumores son hereditarios.
de pulmón está sobrepasando al de mama como el más frecuente. En
España, no obstante, el más habitual entre las mujeres sigue siendo el de Existen también enfermedades genéticas y alteraciones cromosómicas que
mama. predisponen al cáncer, como los síndromes de inmunodeficiencia o las fa­
comatosis, y en algunos tumores se han encontrado alteraciones genéticas
En los hombres, la incidencia de cáncer es el doble que en mujeres, sien­ como el tumor de Wilms y el cáncer vesical (cromosoma 11), el cáncer de
do los más frecuentes por orden (en España) el de pulmón y el colorrec­ riñón y pulmón (cromosoma 3), el cáncer colorrectal (cromosoma 5), el cán­
tal. En el hombre, el primero supone un 25% de todas las muertes por cer de mama (cromosoma 13) y el retinoblastoma (cromosoma 1 ).
cáncer, mientras que en la mujer, el cáncer de mama supone un 20% de
todas las muertes por cáncer, siendo la primera causa de años potencia­ Radiaciones
les de vida perdidos en la mujer. La tendencia de ambos cánceres está
en aumento, de forma que la mortalidad en España ha aumentado en los La proporción de tumores debidos a exposición a radiaciones es menor del
últimos años, fundamentalmente debido al aumento de la mortalidad 3%. Casi todos los tejidos son sensibles a la inducción tumoral por radiacio­
en varones. nes ionizantes, siendo especialmente vulnerables la médula ósea, la mama y
el tiroides. La radiación solar es el principal factor de riesgo para el cáncer de
Aunque las técnicas de cribado se comentan específicamente dentro piel, por lo que es también un factor de riesgo para el melanoma. La fracción
de cada tipo de tumor, es necesario recordar de forma global que las ultravioleta tipo B es la que puede alterar el ADN y, por tanto, la que tiene
citadas técnicas que han demostrado su eficacia en la reducción de la capacidad oncogénica. Debe tenerse en cuenta la posibilidad, que si bien
mortalidad son la citología para el cáncer de cérvix y la mamografía es baja no es despreciable, de segundas neoplasias tras el tratamiento con
para el cáncer de mama. Los únicos programas aprobados de cribado radioterapia (sobre todo en aquellos casos de manejo adyuvante en los que
de tumores por encima de los 65 años son los de próstata, de colon y la probabilidad de largas supervivencias es alta, como en el caso del cáncer
de mama. de mama, recto y próstata).
p

Oncología médica y paciente terminal I O3


Tabaco Exposición ocupacional
El principal carcinógeno amb�ntal es la inhalación del humo del tabaco, Cloruro de vinilo: angiosarcoma hepático.
que es la primera causa de muerte, en números absolutos, en España. Es Aminas aromáticas: vejiga.
responsable de un tercio de todos los tumores en varones y de un 10% Benceno: LMA (leucemia mielocítica aguda).
de los que aparecen en mujeres. Se ha demostrado relación con el taba­ Asbesto: pulmón, mesotelioma.
co y el cáncer de cavidad oral, de labio, de faringe, de laringe, de esófago, Polvo de madera: fosas nasales.
de pulmón, de páncreas, de hígado, de estómago, de riñón, de vejiga y Hidrocarburos aromáticos: escroto.
de cérvix. Se considera que la forma de consumo menos peligrosa del
tabaco es fumar en pipa, mientras que la más peligrosa son los cigarrillos Factores hormonales
(el cáncer de labio es, sin embargo, más frecuente en los que fuman en
pipa). Dietilestilbestrol (embarazo): cáncer de células claras vaginal (hijas).
Embarazo: disminuye el riesgo de cáncer de ovario y si se produce en
La relación entre el tabaco y el cáncer sigue una relación lineal, de forma edades tempranas, también el de mama.
que a mayor consumo, mayor frecuencia de cáncer. Los fumadores pasivos Menopausia tardía y menarquia precoz: cáncer de mama, endome­
muestran también un riesgo mayor de cáncer que los no convivientes con trio y ovario.
fumadores (un 25% más en el cáncer de pulmón respecto a los sujetos no Multiparidad y relaciones sexuales promiscuas: cáncer de cérvix.
fumadores). Cuando se produce el abandono del hábito tabáquico, se redu­ Andrógenos: cáncer de próstata.
ce el riesgo de forma importante después de 10-15 años. Es tema de con­ Estrógenos posmenopáusicos (terapia sustitutiva sin progestágenos):
troversia si llega a igualarse el riesgo de contraer cáncer de pulmón de un cáncer de útero.
no fumador.
Fármacos
Alcohol
Agentes alquilantes: LMA y cáncer de vegiga.
El alcohol actúa como cocarcinógeno del tabaco en los casos de cáncer de lnmunosupresores como la ciclosporina o los corticoides: LNH (linfo­
boca, faringe, laringe y esófago. También se asocia a hepatocarcinoma y a ma no Hodgkin).
cáncer de mama. Aspirina: parece disminuir el riesgo de cáncer de colon y mama.

Dieta Agentes biológicos


Los factores que influyen en la dieta son los siguientes: VEB: linfoma de Burkitt, cáncer de cavum.
Grasas. Las grasas saturadas se han relacionado fundamentalmente VHB y VHC: hepatocarcinoma.
con el cáncer colorrectal y con el cáncer de mama. Papilomavirus: cáncer de cérvix (MIR 06-07, 1 75-GC), vulva, ano y tu­
Vitaminas. Las vitaminas A, C, y E se han mostrado como protectoras mores de cabeza y cuello. Principalmente los tipos 16 y 1 8 (ocasionan el
frente a las neoplasias. Se ha encontrado que el efecto del tabaco so­ 70-75% de los tumores de cérvix).
bre el desarrollo de cáncer de pulmón es antagonizado por la vitamina HTLV-1: leucemia de células T del adulto.
A. Parece también que los retinoides podrían disminuir el número de VIH: LNH, sarcoma de Kaposi.
segundas neoplasias después de haber tratado un cáncer de cabeza H. pylori: cáncer de estómago (MIR 09-1 O, 226-DG).
o de cuello. No obstante, no existe una evidencia científica sólida que Schistosoma haematobium: adenocarcinoma vesical.
demuestre el efecto protector de dichas vitaminas. Clonorchis sinensis: colangiocarcinoma.
Ahumados. Se han relacionado con el cáncer de estómago.
Dieta rica en calcio. Podría disminuir el riesgo de cáncer de colon.
Obesidad. Se ha relacionado con un aumento en el número de cánce­ P R E G UNTAS ./ MIR 09-1 O, 226-DG
res de vesícula biliar, colon, endometrio y con los posmenopáusicos de
mama.
M I R ./ MIR 06-07, 1 75-CG

ta en varones de más 55 años, mediante examen rectal y determina­


I deas clave � ción de antígeno prostático específico (PSA), periódicamente. Otros
métodos, como la autopalpación mamaria para el cáncer de mama
" La causa más frecuente de muerte por cáncer en nuestro medio es o la placa de tórax para el de pulmón, no han demostrado reducir la
el cáncer de pulmón en el varón y el cáncer de mama en la mujer. mortalidad.

" En cuanto a las técnicas de cribado, han demostrado su eficacia en " En España son frecuentes los cánceres de colon, próstata y mama,
la reducción de la mortalidad la citología para el cáncer de cérvix por lo que se aconsejan técnicas de cribado en sujetos de edad
y la mamografía para el cáncer de mama. avanzada.

" Aunque no con la misma evidencia que la mamografía o la citología, " El tabaco es el principal carcinógeno ambiental y está relacionado, entre
se aconseja realizar una búsqueda del cáncer de colon en sujetos otros, con las neoplasias del ámbito ORL, cáncer de esófago y estómago,
mayores de 50 años, mediante determinación anual de sangre ocul­ cáncer de páncreas, cáncer de pulmón y mesotelioma, cáncer de riñón
ta en heces y sigmoidoscopia cada 3 a 5 años, y del cáncer de prósta- y vías urinarias y cáncer de colon (tras exposición muy prolongada).
Oncología médica y paciente termina l

,
TRATAMIENTO FARMACOLOGICO
,
EN ONCOLOGIA

Tema poco preguntado. Se ha de señalar celular crece (es decir, presenta un crecimiento inicial elevado para ir dis­
la importancia de los nuevos agentes minuyendo según aumenta su tamaño).
antitumorales ya que, desde hace unos
años, se ha empezado a preguntar sobre El objetivo principal de la quimioterapia es la destrucción de las células rápi­
ellos. La herramienta fundamental deben
damente proliferativas mediante diferentes mecanismos como la alteración
ser los Desgloses.
de procesos metabólicos, del ADN, del ARN y de la síntesis proteica. Debi­
do a esta acción general poco específica, se ocasiona la muerte de aquellas
células sanas con un alto índice de proliferación (epitelios, folículos pilosos,
4.1 . Introducción células hematopoyéticas . . . ).

A causa de los diferentes mecanismos de acción de los citostáticos, existen múl­


En la última década, el arsenal terapéutico en oncología ha experimentado un tiples esquemas de poliquimioterapia que incluyen varias fases del ciclo celu­
importante avance debido, en gran medida, al mejor conocimiento de la biolo­ lar, con la intención de abarcar el mayor número posible de células tumorales,
gía molecular y de las vías de señalización celular encargadas de la proliferación, puesto que la destrucción celular por parte de dichos agentes sigue una ciné­
apoptosis, neoangiogénesis y otros procesos vitales en el desarrollo neoplásico. tica de primer orden, es decir, destruye un porcentaje fijo de células, pero no
todas. La mayor parte de los agentes antineoplásicos son más eficaces sobre las
Se cuenta con más armas terapéuticas con diferente perfil de toxicidad y células que se están dividiendo que sobre las que están en reposo. Existe una re­
distinto mecanismo, lo que ha permitido su combinación, alterando en un lación inversa entre el número inicial de células (masa tumoral) y la curabilidad.
número no despreciable de neoplasias su curso natural, incluso llegando a
convertir a algunas de ellas en enfermedades crónicas (un claro ejemplo es la Fases del ciclo celular
leucemia mieloide crónica [LMCJ Philadelphia positiva y el uso de imatinib).
Las fases del ciclo celular son las siguientes (Figura 2):
A lo largo de todo este capítulo se van a desarrollar brevemente los fárma­ Fase G l . Periodo posmitótico en el que cada célula comienza su creci­
cos más importantes de cada grupo farmacológico, de forma que permitan miento. Tiene lugar la síntesis de ARN y de proteínas. Se encuentra en
tener una idea global de los elementos con los que cuenta el oncólogo en equilibrio con la fase de reposo GO.
su práctica clínica habitual. Fase S. Se sintetiza el ADN.
Fase G2. Periodo premitótico en el que continúa la síntesis de ARN
Estos fármacos se pueden dividir de la siguiente manera: y de proteínas.
Quimioterápicos o citostáticos. Fase M. Fase de la mitosis en la que al final tiene lugar la división celular.
Terapias hormonales.
Terapias biológicas. La duración del ciclo celular varía, de un tipo celular a otro, en un amplio
rango que oscila entre 1 6 y 260 horas.
No se debe olvidar que un pilar fundamental en la terapia oncológica es
la radioterapia, comentada de forma somera en el Capítulo 7, Apartado 1.8. Los fármacos quimioterápicos se pueden dividir, según sea su actividad so­
Fundamentos de la radioterapia, centrándose ahora exclusivamente en el bre la cinética celular, en los siguientes tipos: fase-específicos (actúan úni­
tratamiento farmacológico. camente sobre una fase determinada) o no específicos de fase (actúan, por
tanto, sobre un mayor número de células).

4.2. Principios básicos de la quimioterapia La principal limitación de la dosis y del intervalo de administración de la
quimioterapia es la toxicidad sistémica. Existen esquemas de dosis densas
(acortan el intervalo entre dosis) y altas en determinados tumores y pa­
Las células tumorales no siguen un crecimiento exponencial sino gom­ cientes (en general jóvenes, con una buena situación basal, sin comorbili­
pertziano, en el que la razón de crecimiento declina tanto como la masa dades) que han demostrado ser más eficaces que los esquemas tradicio-
p

Oncología médica y paciente terminal I O4


Nitrosureas: carmustina, lomustina, estrep­
tozocina.
Hidrazinas y triazinas: temozolomida.

Mostazas nitrogenadas
Mitosis Comienzo del ciclo
(La célula se divide) Ciclofosfamida. Antineoplásico de muy am­
plio espectro, siendo utilizado en el tratamien­
La célula se agranda to de: neoplasias hematológicas (tanto leuce­
y fabrica nuevas proteínas mias como linfomas), cáncer de mama, cáncer
microcítico de pulmón, sarcomas, neuroblas­
Gl toma y retinoblastoma, así como en el acondi­
cionamiento de determinados trasplantes de
La célula
se prepara
para dividirse
La célula GO médula ósea. Como agente inmunosupresor,
se detiene es de elección en el lupus, en las vasculitis ne­
crotizantes, en el rechazo de trasplantes, en la
artritis reumatoide y en las citopenias inmuni­
tarias.
Punto de restricción
La célula decide si debe
La célula o no seguir el ciclo
replica celular RECUERDA
suADN La cic/ofosfamida se utiliza muy fre­
Figura 2. Fases del ciclo celular
cuentemente para la granulomatosis
de Wegener.

nales. Es importante, a su vez, entender el concepto (en tumores sólidos)


de las altas dosis de quimioterapia con posterior trasplante autólogo de Su efecto secundario más característico es la cistitis hemorrágica (5-
médula ósea (utilizado principalmente en tumores de células germinales 1 0%) que se previene con hiperhidratación y con la administración de
y sarcomas refractarios a varias líneas de tratamiento), en los que la reali­ MESNA; además de la mielosupresión, otros efectos son la pigmenta­
zación del trasplante no es por un defecto en la médula, sino para superar ción cutánea y de uñas, la alopecia y la estomatitis, la insuficiencia go­
antes la fase de aplasia mantenida que generarían unas dosis tan altas de nadal y el síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética.
citostáticos. Se puede administrar por vía oral (biodisponibilidad del 90%) y por vía
venosa.
lfosfamida. Es un análogo del fármaco anterior que se emplea en
4.3. Tipos de quimioterapia neoplasias testiculares (germinales) y sarcomas. Es neurotóxico (de
forma reversible) y más urotóxico (cistitis hemorrágica) que la ciclo­
fosfamida.
Los diferentes tipos de quimioterapia están estructurados en función del Mecloretamina. Indicada en la enfermedad de Hodgkin (forma parte del
agente quimioterápico que se paute en cada ocasión. A continuación se MOPP), en la micosis fungoide (de uso tópico) y como agente esclero­
describen estos agentes. sante intrapleural. Está contraindicada en el embarazo. Es un fármaco que
provoca la aparición de vesículas si se extravasa y es mielosupresor. En des­
Agentes alquilantes uso en la actualidad.
Clorambucilo. Posee biodisponibilidad oral del 100%. Se emplea en el
Constituyen el grupo de antineoplásicos más utilizados. Se unen mediante tratamiento de síndromes linfoproliferativos como la leucemia linfática
enlace covalente al nitrógeno de la guanina del ADN, alterando la transcrip­ crónica o la macroglobulinemia de Waldenstrom. Puede producir: erup­
ción y la replicación del mismo. Por este mecanismo son citotóxicos, carci­ ción cutánea, neumonitis intersticial, neuropatía periférica y hepatoxici­
nogénicos y mutagénicos. Afectan a células que se encuentran en cualquier dad, además del resto de efectos secundarios de los agentes alquilantes.
fase del ciclo celular. Es hepatotóxico.

A largo plazo pueden producir azoospermia y amenorrea por atrofia ovárica


en las mujeres, asimismo, inducen la aparición de leucemias mieloblásticas RECUERDA
en el 2% de los casos, cifra que aumenta si se añade radioterapia al trata­
miento. El principal efecto adverso es la mielosupresión, dosis-dependiente.
Tanto la LLC como la macroglobulinemia de Wa/denstrom produ­
cen adenopatías, a diferencia del mieloma múltiple.
Son muy emetógenos.

Los agentes alquilantes se dividen en cinco familias, que son: Melfalán. Utilizado en el tratamiento del mieloma múltiple, y en el
Mostazas nitrogenadas: ciclofosfamida, ifosfamida, mecloretamina, acondicionamiento de trasplantes de médula para neoplasias sólidas.
clorambucilo y melfalán. Tiene toxicidad acumulada en las células pluripotenciales (stem) y es el
Etilaminas: tiotepa. que con mayor frecuencia produce leucemias secundarias y síndromes
Alquilsulfonatos: busulfán. mielodisplásicos.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

RECUERDA macos, como el dolasetrón (bloqueador de l a serotonina), se utiliza en la


profilaxis de la emesis inducida por esquemas altamente emetógenos,
En el mieloma múltiple, suele combinarse melfalán + prednisona.
mejorando sensiblemente el control de la misma.
El carboplatino es menos nefrotóxico, pero más hepatotóxico y mielo.
Etilaminas tóxico (toxicidad limitante de dosis).
El oxaliplatino tiene un poder nefrotóxico menor, pero con mayor
Tiotepa. Se utiliza en el cáncer superficial de vejiga en instilaciones vesi­ efecto neurotóxico (es una de sus principales toxicidades limitantes de
cales, y en derrames pericárdicos y pleurales malignos de forma local. dosis, pudiendo aparecer de manera aguda o crónica, empeorando con
los ciclos sucesivos del fármaco).
Alquilsulfonatos
Todos los compuestos de platino son mielosupresores.
Busulfán. Su uso principal son los síndromes mieloproliferativos cróni­
cos y el acondicionamiento para el trasplante medular en la leucemia Antimetabolitos
y el mieloma. En su toxicidad destaca la aplasia medular (por daño a la
célula madre), la fibrosis pulmonar progresiva, el síndrome pseudoaddi­ Los antimetabolitos son sustancias que, debido a su similitud con compues­
son, las cataratas y las convulsiones. tos naturales, actúan como falsos sustratos, interfiriendo en el metabolismo
celular. Son activas en la fase S (síntesis de ADN) del ciclo celular.
N itrosureas
Metotrexato
Las nitrosureas (carmustina, semustina y lomustina) son muy liposolubles y
atraviesan muy bien la barrera hematoencefálica, por lo que son muy útiles El metotrexato es un análogo del ácido fólico que inhibe la dihidrofolato
en tumores cerebrales. Otras indicaciones son las siguientes: linfomas Hod­ reductasa.
gkin, no Hodgkin, melanomas y tumores del SNC. Poseen hepatotoxicidad
(20%), y pueden provocar neuritis óptica y fallo renal progresivo. Es un medicamento que se elimina sólo por vía renal y no lo hace por diálisis,
por lo que no se debe administrar si existe insuficiencia renal. Se acumula
La estreptozocina es una nitrosurea que se emplea en el tratamiento de tu­ en el líquido pleural y peritoneal, liberándose posteriormente y causando
mores endocrinos (tumores de los islotes pancreáticos y en el tumor carci­ toxicidad. No pasa al LCR, por lo que hay que administrarlo intratecalmente.
noide).
Está indicado en leucemias linfoblásticas agudas, linfomas, profilaxis y trata­
H idrazinas y triazinas miento de la afectación meníngea por leucemias o carcinomatosis, coriocar­
cinoma y sarcomas. Es fundamental medir sus niveles en sangre por si fuese
Temozolomida. Este fármaco se administra por vía oral. Presenta necesario reducirlos con el uso de ácido folínico.
gran liposolubilidad por lo que atraviesa la barrera hematoencefáli­
ca, siendo, por ello, utilizado en tumores y metástasis del SNC (puede En cuanto a su toxicidad, presenta mielosupresión importante (se rescata
combinarse con la radioterapia holocraneal). También se emplea en con ácido folínico); es muy emético, y provoca fibrosis hepática crónica, ne- .
el tratamiento del melanoma. Como toxicidades más frecuentes hay frotoxicidad y mucositis grave. En la administración intratecal produce arac­
que destacar la hematológica, además de provocar náuseas, vómitos, noiditis, alteraciones de los pares craneales y encefalopatía desmielinizante.
diarrea y astenia. La toxicidad hematológica y digestiva son limitantes de dosis.

Compuestos de platino Como inmunosupresor, se utiliza en la artritis reumatoide deformante.


(cisplatino, carboplatino y oxaliplatino)
Análogos de las pirimidinas (citara bina,
5-fluorouracilo, capecitabina, gemcitabina)
Los compuestos de platino son los únicos metales pesados que se utilizan como
antitumorales. Se unen mediante enlace covalente al ADN y a las proteínas nu­
cleares. Sus indicaciones son múltiples (cáncer testicular, pulmonar, de mama, Citarabina (ARA-C). Su indicación principal son las leucemias mieloi­
digestivos, genitourinarios, linfomas . . . ), empleándose en casi todos los tipos tu­ des agudas. También se utiliza en las leucemias linfoblásticas agudas y
morales en alguna de sus líneas. Dentro de sus efectos secundarios se puede como segunda línea en linfomas. La mielosupresión, los vómitos y la
destacar: estomatitis son importantes. Además es neurotóxico (cerebelo y neuro­
El cisplatino se acumula en las células tubulares renales produciendo patía periférica) y hepatotóxico (ictericia colestásica).
un fracaso renal agudo. Para evitarlo, se hidrata abundantemente al pa­ 5-fluorouracilo (5-FU). Interfiere la síntesis de timidilato. Su principal
ciente y se le administra manito! para forzar la diuresis. También puede indicación es el cáncer colorrectal. En el gástrico, esofágico y en el de
provocar insuficiencia renal crónica (por lo que es fundamental medir mama, también se utiliza. El ácido folínico aumenta su actividad.
el aclaramiento de creatina antes de su uso). Además, produce sorde­ Capecitabina. Existe comercializado un profármaco oral llamado capeci­
ra, neuropatía periférica y tubulopatía renal. Es el antineoplásico más tabina, de amplio uso en la práctica clínica por la mayor comodidad en su
emetógeno, siendo característica la emesis retardada que puede durar administración. En cuanto a su toxicidad, produce mielosupresión y toxi­
hasta cinco o seis días desde su administración. Desde hace unos años, cidad gastrointestinal, con estomatitis y diarrea. Se ha descrito un síndro­
se dispone de un nuevo fármaco antagonista de los receptores de la me de isquemia miocárdica y ataxia cerebelosa. La capecitabina presenta
neurocinina 1 (involucrados en la patogenia de la emesis inducida por como efecto característico el síndrome mano-pie (dolor, hinchazón, ador­
quimioterapia) como el aprepitant que, en combinación con otros fár- mecimiento, cosquilleo o enrojecimiento, e incluso lesiones ampollosas).

04 · Tra t a m i e n t o f a r m a c o l ó g i c o e n o n c o l o g í a
jiiiP

Oncología médica y paciente terminal I O4


Gemcitabina. Hay que destacar su toxicidad hematológica (princi­ Taxanos (docetaxel y paclitaxel)
palmente en forma de trombopenia). Muy utilizada en combinación
o en monoterapia en cánr;._er de pulmón, páncreas, ovario, vía biliar y Los taxanos alteran los microtúbulos (los fijan). Ampliamente utilizados en
linfomas. oncología, destacando su uso en el cáncer de pulmón, de ovario y de mama.
Entre sus efectos adversos destacan las reacciones de hipersensibilidad, la
Análogos de las purinas neuropatía periférica (sobre todo con el paclitaxel), las arritmias cardíacas
(fludarabina, pentostatina, cladribina, (bloqueo A - V y taquicardia ventricular), la mielotoxicidad, los edemas en
6-mercaptopurina, tioguanina) miembros inferiores (docetaxel) y el síndrome de fuga capilar (docetaxel).
Recientemente se ha comercializado una forma de paclitaxel unido a la al­
Fludarabina. Análogo de la adenosina, derivado del antiviral vidarabina búmina (nab-paclitaxel) que muestra mayor efectividad y presenta menor
(ARA-A). Se emplea en síndromes linfoproliferativos crónicos (leucemia toxicidad.
linfática crónica, linfoma no Hodgkin de bajo grado) y la macroglobuli­
nemia de Waldenstrom. Es neurotóxico (20%), mielotóxico e inmunosu­ lnhibidores de la topoisomerasa
presor, aumentando el riesgo de infecciones oportunistas. Puede pro­
vocar anemia hemolítica autoinmunitaria. Epipodofilotoxinas (etopósido, tenopósido)
Pentostatina (2-desoxicoformicina). Análogo de la adenosina. Es in­
hibidor de la adenosindesaminasa. Sus principales indicaciones son la Estos fármacos inhiben la topoisomerasa 11, enzima que repara el ADN.
tricoleucemia y los síndromes linfoproliferativos crónicos T (linfomas y
leucemias). Es un potente inmunosupresor. Es hepatotóxico y provoca El etopósido (VP-16) se emplea en linfomas no Hodgkin, en el cáncer testi­
toxicidad gastrointestinal. cular, de ovario, de pulmón y en las leucemias mieloides. El tenopósido se
Cladribina (2-clorodesoxiadenosina, 2-CDA). Se emplea en el trata­ utiliza en el tratamiento de leucemias linfoblásticas. Producen intensa leuco­
miento de la tricoleucemia. penia y reacciones de fiebre, hipotensión y broncospasmo.
6-mercaptopurina. Interfiere en la formación de ácidos guanílico y
adenílico. Se utiliza en las fases de mantenimiento del tratamiento de Antracíclinas (doxorrubicina, daunorrubicina,
la leucemia linfoblástica aguda y de la leucemia promielocítica. Produce idarrubicina, epirrubicina)
hepatotoxicidad (necrosis celular y colestasis intrahepática), eosinofilia
y pancreatitis.
6 -tioguanina. Se utiliza en el tratamiento de las leucemias agudas. Tie­ Se clasifican también como antibióticos antitumorales. Actúan inhibien­
ne la misma toxicidad que la 6-mercaptopurina. do la topoisomerasa 11. Se emplean en neoplasias hematológicas y en
otros muchos tumores (por ejemplo, cáncer de mama, sarcoma, cáncer
Pemetrexed de ovario).

Se comporta como una antifolato multidiana que ejerce su acción mediante Su principal efecto adverso es la cardiotoxicidad, que puede ser aguda
la inhibición de múltiples enzimas, entre las que se encuentra la timidila­ (arritmias, pericarditis, miositis) o crónica irreversible (dependiente de la
to-sintetasa. Su vía de administración es la endovenosa. Se emplea princi­ dosis acumulada) con insuficiencia cardíaca refractaria, que se potencia .
palmente en combinación con platino o en monoterapia en el cáncer de con la ciclofosfamida, la radioterapia y el trastuzumab. Además produ­
pulmón. Como toxicidades más frecuentes destacan las siguientes: la hemo­ cen mielosupresión, estomatitis y alopecia intensa. Son fármacos muy
tológica, la digestiva y la astenia. Es necesario administrar, durante su utiliza­ vesicantes; con la extravasación pueden producir necrosis cutáneas.
ción, tratamiento con ácido fólico y vitamina 8 1 2. Existen formas liposomales que disminuyen en parte la toxicidad del
fármaco.
Alcaloides de origen vegetal
lrinotecán (CPT-1 1 ) y topotecán
Alcaloides de la vinca
(vincristina, vinblastina, vinorrelbina y vinflunina) Ambos fármacos actúan sobre la topoisomerasa l. Se administran de f o r ­
m a intravenosa, existiendo a s u vez una formulación oral para el topo­
tecán. La toxicidad más frecuente del irinotecán es digestiva (principal­
Los alcaloides de la vinca impiden la formación de microtúbulos, uniéndose mente diarrea, debido a un síndrome colinérgico agudo) y hematológica,
a la tubulina e inhibiendo su polimerización; con ello alteran la metafase en siendo la más destacable del topotecán la hematológica. El irinotecán se
el proceso de división celular. Además impiden la síntesis de ARN. Se utilizan utiliza en el cáncer colorrectal, gástrico, glioblastoma multiforme (segun­
en leucemias linfoblásticas agudas, en los linfomas no Hodgkin y Hodgkin da línea) y en el cáncer de pulmón, mientras que el topotecán se emplea
y en el mieloma múltiple. La vincristina se emplea como inmunosupresor en el tratamiento del cáncer de pulmón microcítico (segunda línea), de
en citopenias inmunitarias y en el tumor de Wilms. La vinblastina se usa, cérvix y de ovario.
además, en el cáncer de testículo y de mama. La vinorrelbina se utiliza en el
cáncer de mama, de pulmón y de ovario. La vinflunina es el alcaloide de la Antibióticos antitumorales
vinca más moderno, empleándose en la actualidad en el cáncer de vejiga.
Mitoxantrona
La principal toxicidad de la vincristina es la neuropatía periférica y autonó­
mica. Además puede provocar síndrome de secreción inadecuada de ADH y Impide la síntesis de ADN y de ARN. Es un fármaco de segunda línea en la
mielotoxicidad. La vinblastina ocasiona hepatotoxicidad y fotosensibilidad, leucemia aguda mieloblástica, en los linfomas Y en el cáncer de próstata.
aunque es menos neurotóxica. Causa cardiotoxicidad y neutropenia grave.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Dactinomicina L-asparaginasa

Inhibe la síntesis de ARN. Se utiliza en el rabdomiosarcoma, en el tumor de Es la única enzima que se utiliza como fármaco antitumoral. Depleciona los
Ewing y en el carcinoma trofoblástico. niveles extracelulares de asparagina, de la que dependen los linfocitos. Su
indicación es la leucemia linfoblástica aguda.
Bleomicina
Es un fármaco muy tóxico: presenta reacciones de hipersensibilidad (anafi­
Rompe el ADN. Se emplea en el tratamiento de linfomas no Hodgkin y Hod­ laxia), hemorragias (por disminución de factores de coagulación, por lo que
gkin, del cáncer de cabeza y de cuello y en el de testículo. Se utiliza para hay que medir los niveles de fibrinógeno), necrosis hepática, hiperlipemia,
pleurodesis en derrames pleurales malignos. Su toxicidad principal es la fracaso renal agudo y pancreatitis (5%).
neumonitis intersticial (10%), relacionada con la edad y con la dosis, aunque
también pueden aparecer reacciones alérgicas y toxicidad mucocutánea. Amsacrina

Mitomicina e Es un fármaco de segunda línea en las leucemias mieloblásticas.

El uso de este fármaco ha quedado relegado a los tumores del canal anal. Mitotano
Como efecto secundario, presenta síndrome hemolítico urémico (con fraca­
so renal y anemia microangiopática). Agente tóxico para las mitocondrias, que se emplea en la suprarrenalecto­
mía médica en el carcinoma suprarrenal y en el síndrome de Cushing ectó­
pico.
RECUERDA
Tretinoína (ácido alo-transretinoico-ATRA)
En las anemias microangiopóticas es de esperar la presencia de
esquistocitos en el frotis.
Este fármaco induce a la diferenciación y maduración de células tumora­
les. Provoca remisiones cortas en leucemia promielocítica aguda (LAM M3).
Mitramicina (plicamicina) Como efecto secundario más llamativo presenta el llamado síndrome de
fuga capilar (fiebre, infiltrados pulmonares y edema cutáneo).
Se ha empleado en la hipercalcemia tumoral porque bloquea la acción de la
PTH sobre los osteoclastos. Es muy tóxica (medular, renal, hepática . . . ).
RECUERDA
Otros agentes
La traslocación típica de la LAM M3 es t(15; 17).
H idroxiurea

Inhibe al enzima nucleótido reductasa y, por tanto, la síntesis de ADN. Se


utiliza en el tratamiento de los síndromes mieloproliferativos crónicos, don­ 4.4. Tratamiento endocrino
de es el fármaco de elección. El principal efecto tóxico es la mielosupresión,
que limita la dosis, pero se recupera rápidamente al suspenderla. Inhibe la
enzima nucleótido reductasa y, por tanto, la síntesis de ADN. Glucocorticoides (prednisona,
metilprednisolona y dexametasona)
RECUERDA
Los glucocorticoides se utilizan en casi todos los tratamientos de linfomas
La hidroxiurea aumenta el volumen corpuscular medio. y de leucemias linfoides (puesto que son fármacos linfocitolíticos). Poseen
un uso extendido (principalmente, la dexametasona por su potencia y bajo
efecto mineralocorticoide) para el manejo de múltiples complicaciones en
Procarbacina oncología, tales como lesiones cerebrales con edema vasogénico, astenia
tumoral, síndrome de vena cava superior, compresión medular, carcinoma­
Es un medicamento usado principalmente en la enfermedad de Hodgkin tosis peritoneal, entre otras.
(MOPP) y en menos ocasiones en los linfomas no Hodgkin y en los tumores
cerebrales. Es un inhibidor de la monoaminooxidasa (IMAO) y puede preci­ Entre sus efectos secundarios más frecuentes se encuentran el síndrome
pitar crisis hipertensivas con alimentos ricos en tiramina o con fármacos sim­ de Cushing, inmunosupresión, osteoporosis, y retención hidrosalina.
paticomiméticos (antidepresivos tricíclicos). Con el etanol, produce efecto
disulfirám. Es carcinogénico y neurotóxico (neuropatía periférica). Antiandrógenos
(bicalutamida, flutamida)
Dacarbacina

Es un agente alquilante que sustituye a la procarbacina en el tratamiento de Estos fármacos bloquean los receptores de los andrógenos en tejidos pe­
la enfermedad de Hodgkin. También se emplea en el tratamiento del mela­ riféricos. Están indicados en el tratamiento del cáncer de próstata metas­
noma. Produce toxicidad hematológica tardía y mantenida. tásico, junto con análogos de las gonadotropinas.

04 · Tra t a m i e n t o f a r m a c o l ó g i c o e n o n c o l o g ía
11----
jiCS

Oncología médica y paciente terminal I O4


Estrógenos ( dietilestilbestrol y etinilestradiol) rios más frecuentes se distinguen los sofocos, la impotencia, la sudoración,
la cefalea y la depresión.
Se utilizan como antiandróge�os en el cáncer de próstata diseminado y
como tratamiento paliativo en el de mama. Pueden favorecer la aparición
de cardiopatía isquémica y de tromboembolismo venoso. RECUERDA
En el cóncer de próstata deben asociarse con antiandrógenos,
Antiestrógenos (tamoxifeno y toremifeno) porque inicialmente elevan los andrógenos.

Se emplean como adyuvantes en mujeres premenopáusicas con cáncer


de mama, y como tratamiento paliativo de la enfermedad metastásica en Análogos de la somatostatina (octreótida)
mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas.
Se emplean en el tratamiento sintomático de los pacientes con tumor car­
El principio activo se une al receptor de los estrógenos y trabaja como cinoide metastásico o con tumores secretores de péptido intestinal va­
un agonista/antagonista débil en función del tejido en el que se en­ soactivo, y en los tumores neuroendocrinos con captación positiva en el
cuentren (antagonista en mama y hueso y agonista a nivel endome­ octreoscan (técnica de medicina nuclear que detecta aquellas zonas con
trial). Debido a que la forma activa del tamoxifeno es su metabolito, gran cantidad de receptores de somatostatina). Suprimen la liberación de
el endoxifeno, y que se requiere para ello un metabolismo hepático, péptidos gástricos y pancreáticos. Puede aparecer hiperglucemia como
se ha demostrado que los fármacos inhibidores de la recaptación de la efecto indeseable.
serotonina (sobre todo, la paroxetina) alteran su metabolismo, disminu­
yendo su eficacia. Ketoconazol
Puede causar amenorrea, aumenta el riesgo de tromboembolismos y de Es un derivado imidazólico no estrogénico con actividad antifúngica. Se em­
padecer carcinoma de endometrio. Reduce el riesgo de muerte de causa plea en oncología por la propiedad que tiene de bloquear la actividad de
cardiovascular y evita la osteoporosis. varias enzimas dependientes del citocromo P-450, tanto a nivel testicular
como suprarrenal, disminuyendo de un modo rápido (en menos de 24 ho­
Progestágenos (acetato de megestrol ras) la síntesis de testosterona. Se utiliza como segunda o sucesivas líneas
y medroxiprogesterona) hormonales en el cáncer de próstata avanzado hormonosensible, solo o en
combinación con antiandrógenos.

Se utilizan en el tratamiento del cáncer de mama, de endometrio y, sobre Como toxicidades destacan las náuseas, los vómitos, la ginecomastia, la diarrea,
todo, como agentes estimulantes del apetito. la hepatotoxicidad y la insuficiencia suprarrenal (es necesario administrar corti­
coides sustitutivos durante el tratamiento).
lnhibidores de la aromatasa
(anastrozol, letrozol y exemestano) Acetato de abiraterona
Es una pequeña molécula que inhibe de forma irreversible el citocromo
Existen tres generaciones de este grupo de fármacos, siendo los de tercera CYPl 7 (incluida la 17,20-liasa y la 17 a-hidroxilasa) que bloquea la síntesis
generación los utilizados realmente en la clínica; a su vez se dividen en este­ de esteroides a nivel suprarrenal. Todavía no ha sido aprobado su uso (se en­
roideos (exemestano) y no esteroideos (anastrozol y letrozol). cuentra pendiente de resultados de estudios fase 111) pero parece tener una
importante actividad en pacientes con cáncer de próstata avanzado que
Inhiben la vía enzimática, que convierte los andrógenos en estrógenos han progresado a múltiples maniobras hormonales.
en los tejidos periféricos, principal fuente de estrógenos en la mujer pos­
menopáusica. Están indicados en la adyuvancia y en la fase metastásica
del cáncer de mama hormonosensible en mujeres posmenopáusicas, 4.5. Tratamiento biológico
habiéndose demostrado más eficaces que el tamoxifeno. Como princi­
pales efectos secundarios hay que destacar que provocan osteoporosis
(al contrario del tamoxifeno que protege el hueso), artralgias, mialgias y Citocinas inmunorreguladoras (interferón a)
sofocos.
El interferón a recombinante está aprobado para el tratamiento de la leu­
Agonistas de la hormona liberadora cemia mieloide crónica, la tricoleucemia y el sarcoma de Kaposi asociado a
de gonadotropinas (goserelina, leuprorelina) SIDA, la hepatitis crónica B y C. Constituye un tratamiento adyuvante eficaz
en el melanoma de alto riesgo y posee actividad en el linfoma no Hodgkin
de bajo grado, el mieloma múltiple y el carcinoma de células renales. Ac­
Se utilizan en el tratamiento del cáncer de próstata metastásico, ya que dis­ tualmente, se encuentra en desuso debido a la aparición de fármacos que
minuyen los niveles de andrógenos con o sin antiandrógenos (es necesario actúan contra nuevas dianas terapéuticas más efectivas que limitan su uso.
asociarlos, al menos, una semana para evitar el efecto estimulante que pue­
de tener sobre la secreción de testosterona durante los primeros días). Tam­ Produce un síndrome pseudogripal, leucopenia, labilidad emocional y reac­
bién se emplean en la adyuvancia del cáncer de mama hormonosensible, ciones autoinmunitarias.
junto con el tamoxifeno, en mujeres premenopáusicas que no se quedan
amenorreicas tras el tratamiento con quimioterapia. Como efectos secunda- Los interferones � y y no se emplean en la clínica como antitumorales.

11 -
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

lnterleucina-2 recombinante merización del receptor. Este fenómeno impide la autofosforilación del
receptor y el inicio de la cascada de señalización intracelular de EGFR.
Estimula la citotoxicidad celular y a las células NK, y la proliferación de diver­ Como toxicidad característica presenta rash acneiforme (efecto secun­
sas subclases de linfocitos CD4. Se utiliza en el carcinoma de células renales dario más frecuente. hasta el 90% de los pacientes lo desarrolla). que se
y en el melanoma metastásico. resuelve tras suspender el tratamiento, así como toxicidad ungueal. hi­
pomagnesemia, entre otras (MIR 1 1 -1 2, 1 23). El desarrollo de toxicidad
Anticuerpos monoclonales parece ser un marcador de actividad antitumoral.
Rituximab. Anticuerpo monoclonal quimérico humano-murino lgGl
Junto con los inhibidores multicinasa (IMK). los anticuerpos monoclonales han dirigido contra el antígeno de membrana CD20. que se expresa en más
revolucionado la terapéutica en oncología en la última década. Su mecanismo del 95% de los linfomas no Hogdkin B. Dentro de la toxicidad más fre­
de acción se basa en bloquear bien el ligando circulante mediante la unión cuente se encuentran las reacciones infusionales (aunque pueden pro­
del mismo con el anticuerpo (por ejemplo, el bevacizumab con el VEGF), o ducirla todos) con fiebre, escalofríos, urticaria, hipotensión, cefalea, an­
bien mediante la unión directa con el receptor. impidiendo la unión con su gioedema. entre otras. el síndrome de liberación de citocinas (paso
ligando. evitando la señal de transmisión intranuclear (como en el caso del de múltiples citocinas intracelulares al torrente sanguíneo tras la des­
cetuximab y del EGFR). La Figura 3 resume las diferentes vías de señalización trucción masiva de linfocitos (020+ por rituximab). el síndrome de lisis
intracelular y sus receptores transmembrana sobre los que pueden actuar di­ tumoral y la linfopenia (50% de los pacientes).
ferentes fármacos (tanto anticuerpos monoclonales como los ITK). Trastuzumab. Anticuerpo monoclonal recombinante humanizado lgGl
dirigido contra el dominio extracelular de HER-2/NEU. La sobreexpresión
de HER- 2/NEU se observa en el 20-30% de los cánceres de mama y se
asocia a neoplasias más agresivas. Su toxicidad característica es la car­
díaca, que es el efecto secundario más grave (aparece en el 5-7% de los
Cetuximab
Receptor pacientes tratados con trastuzumab en monoterapia. 12% asociado a pa­
clitaxel y hasta el 30% si se asocia a antraciclinas). Es preciso monitorizar la
__- de membrana
Rituximab

función cardíaca durante el tratamiento (MIR 09-1 O, 1 27), ya que puede


presentar disfunción sistólica con insuficiencia cardíaca congestiva aso­
ciada. Suele ser reversible tras suspender el tratamiento y responde a las
medidas terapéuticas habituales. También produce diarrea leve y autoli­
mitada (25%).
�-� - 1 RAS
t lnhibidores de la cinasa
RAF
AKT _,
PTEN__.l --1.____
t Actúan inhibiendo la cascada de transmisión a nivel intracelular, en diferentes
puntos. en función de los fármacos. Muchos de ellos actúan sobre múltiples
'--�__ _ _ MEK

Everolimus
t
dianas. impidiendo la proliferación celular y la angiogénesis. Algunos de ellos
se combinan con anticuerpos monoclonales para conseguir una inhibición
Temsirolimus
MAPK
� / t
Proliferación completa de la vía (por ejemplo, trastuzumab con lapatinib). Los más impor­
tantes son los siguientes:
Supervivencia angiogénesis

Sunitinib. lnhibidor multicinasa (IMK) del VEGFR 1-3, PDGFR (receptor


Figura 3. Mecanismo de acción de los nuevos fármacos en oncología del factor de crecimiento derivado de las plaquetas), e-kit. FLT3 y RET.
Indicado para el tratamiento de tumores malignos no resecables y/o
A continuación se resumen los más importantes: metastásicos del estroma gastrointestinal (GIST) después del fracaso del
Bevacizumab. Anticuerpo monoclonal recombinante humanizado tratamiento con mesilato de imatinib. y en primera línea de cáncer renal
lgG1 dirigido contra el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF). metastásico en pacientes de buen e intermedio pronóstico. Toxicidad
Se une a todas las isoformas del VEGF-A e impide su asociación con el más importante: hipotiroidismo, HTA. diarrea. náuseas, astenia, mu­
receptor del VEGF 1 y 2 (VEGFR) en la superficie de células endoteliales, cositis. cardiopatía isquémica, despigmentación cutánea, mielotoxi­
produciendo la inhibición de la angiogénesis tumoral. Hay que desta­ cidad. hemorragias . . .
car como efectos secundarios más característicos los siguientes: HTA lmatinib. IMK d e las proteínas BCR-ABL. e-kit y PDGFR. Utilizado en
(20-50%, siendo grave en el 10-15%), alteraciones en el proceso de cica­ la leucemia mieloide crónica (LMC). leucemia linfática aguda (LLA).
trización de las heridas (se recomienda suspenderlo y reintroducirlo al síndromes mielodisplásicos y en los GIST. Toxicidad más frecuente:
menos cuatro semanas antes o después de una intervención quirúrgica náuseas. diarrea, edemas (son típicas las "ojeras"), mielotoxicidad y he­
o procedimiento invasivo). perforación gastrointestinal. hemorragias patotoxicidad.
(la más frecuente es la epistaxis). fenómenos tromboembólicos arteria­ Sorafenib. IMK de VEGFR 2 y 3, PDGFR, e-kit, FTL3 y Raf. Indicado en el
les. proteinuria (5%). entre otros. Como se puede observar son efectos hepatocarcinoma y en el carcinoma renal metastásico. Toxicidad: eri­
secundarios muy distintos a los de la quimioterapia clásica (mielotoxici­ trodisestesia palmoplantar (síndrome mano-pie). HTA. isquemia car­
dad. alopecia, emesis y mucositis). díaca. hemorragias . . .
Cetuximab. Anticuerpo monoclonal recombinante humanizado lgGl Lapatinib. lnhibidor de la tirosina-cinasa (ITK) acoplada a los receptores
dirigido contra el dominio extracelular del receptor del factor de cre­ del factor de crecimiento epidérmico EGFR (ErbB1) y HER2 (Erb8 2). Apro­
cimiento epidérmico (EGFR). EGFR se sobreexpresa en una amplia va­ bado su uso en combinación con capecitabina en cáncer de mama me­
riedad de tumores sólidos (colon. pulmón, cabeza y cuello y páncreas. tastásico HER2 positivo. Toxicidad: astenia. náuseas. diarrea. alteraciones
entre otros). Se une a EGFR evitando la homodimerización o la heterodi- cutáneas y cardiotoxicidad.

04 · Tratamiento farmacológico en oncología


11
- Oncología médica y paciente terminal I O4
Erlotinib. ITK del EGFR que bloquea la transducción de señales del mis­ de la traducción de ciertas proteínas reguladoras del ciclo celular. Existen
mo. Indicado en primera línea de cáncer de pulmón metastásico con los dos tipos que se citan a continuación:
mutación del EGFR positiv"', en otras fallo de una línea de tratamiento Temsirolimus. Es un inhibidor selectivo de mTOR. Está aprobado su
anterior, y en cáncer de páncreas metastásico en combinación con ge­ uso en primera línea de cáncer renal metastásico de pobre o mal pro­
mcitabina. Toxicidad: cutánea (rash acneiforme, sequedad), ocular, dia­ nóstico. Toxicidad más frecuente: anemia, náuseas, exantema, edema
rrea, vómitos, neumonitis intersticial, tos. . . y astenia e hiperglucemia, hiperlipidemia . . .
Gefitinib. Igual que el erlotinib pero sin la aprobación para el cáncer de Everolimus. Otro inhibidor de mTOR con similar mecanismo de acción
páncreas. y toxicidad. Aprobado su uso en el tratamiento del cáncer renal metas­
tásico tras fallo de un inhibidor del VEGF (bevacizumab o un ITK).
lnhibidores de mTOR
Actúan inhibiendo mTOR (diana de la rapamicina en mamíferos que con­ P R E G U N TA S ../ MIR 1 1 -1 2, 123
trola la división celular), provocando la detención del ciclo de división ce­
lular de las células tumorales tratadas en Gl por la interrupción selectiva
M I R ../ MIR 09-10, 1 27

" La indicación más importante del 5 - fluoruracilo es el cáncer colo­


Ideas clave PS rrectal.

" Los alquilantes actúan en cualquier parte del ciclo celular. Pueden " La bleomicina produce neumonitis intersticial.
producir segundas neoplasias, esterilidad y mielosupresión.
" La vincristina, el oxaliplatino y el paclitaxel, característicamente
" La ciclofosfamida es un tóxico urotelial, que puede producir cistitis producen neurotoxicidad.
hemorrágica y carcinomas uroteliales.
" Las antraciclinas y el trastuzumab son cardiotóxicos.
" El melfalán es el alquilante más leucemógeno. Se utiliza en el mielo­
ma múltiple asociado a prednisona. " Los nuevos tratamientos biológicos pueden utilizarse en combina­
ción con la quimioterapia por presentar un perfil de toxicidad dife­
" El cisplatino es el alquilante más nefrotóxico y emetógeno. rente. Están revolucionando el mundo de la oncología.

" El metotrexato es mielosupresor, ya que inhibe una enzima implica­


da en el metabolismo del ácido fólico.

-11-
Oncología médica y paciente terminal

U RGENCIAS ONCOLÓGICAS

El diagnóstico clínico es de sospecha:


Dolor persistente y localizado, por lo general, a nivel del segmento afecta­
Es un tema secundario dentro de la
sección de Oncología médica y paciente
terminal. Lo más preguntado es la etiología do, que aumenta con la maniobra de Valsalva (primer síntoma).
del síndrome de vena cava superior. Hay Pérdida progresiva de fuerza en miembros inferiores.
que leer las Ideas clave y no emplear más Parestesias e hipoestesia en territorio afectado.
tiempo del debido. Pérdida de control esfinteriano cuando el cuadro está muy avanzado,
con el consiguiente mal pronóstico.
La RM es el método diagnóstico de elección.

Existen varias urgencias médicas en pacientes terminales (véase la Figura 4) Es esencial hacer un diagnóstico clínico precoz (Figura 5), ya que la evolu­
que se exponen a continuación. ción futura depende del tiempo transcurrido entre el inicio del cuadro y la
actuación.

5.1 . Síndrome
de compresión medular

Se trata de una verdadera emergencia médica en


cualquier fase evolutiva de la enfermedad. Consti­
tuye la tercera complicación neurológica más fre­
cuente tras las metástasis cerebrales y las encefa­
lopatías toxicometabólicas, siendo una de las más Compromiso medular
limitantes, afectando a un 5-10% de los pacientes
oncológicos.

Se estima que podría afectar al 3-5% de los pacien­


tes con cáncer, y que el 10% de los pacientes con
metástasis óseas pueden desarrollarla. La tendencia
a producir metástasis óseas y compresión medular
depende del tipo de tumor. El más frecuente es el
mieloma, seguido del cáncer de próstata, de mama
y de pulmón. La afectación más frecuente es en tó­
rax (60-70%), lumbosacra (13 -66%) y cervical (4-15%).
La compresión medular puede ser múltiple en un
4-16% de los casos.
t ca2+ -- . � .
La causa más frecuente son las metástasis óseas
con afectación vertebral. El tumor primitivo que
la presenta con mayor incidencia es el de pulmón
Citólisis

(15% de los casos), siendo el segmento dorsal Hipercalcemia maligna


donde con más frecuencia asienta la compresión
(70%). Figura 4. Urgencias oncológicas
Oncología médica y paciente terminal I O5
Sospecha de compresión medular El diagnóstico es clínico. objetivándose en la radiografía de tórax una masa
t en el mediastino superior derecho (85% de los casos) y en un 25% derrame

Normal
------- ---------
Explora<!lón neurológica

Alterada
pleural derecho. Entre el 2-4% de los pacientes con carcinoma broncogé­
nico presentan una obstrucción de la vena cava superior a lo largo de su
evolución. La principal prueba diagnóstica es la TC torácica.

Rx
t
Dexametasona
de columna en altas dosis
� t
Normal Anormal -- - - - - -+-
- RM

Tratamiento Metástasis Ausencia


sintomático epidurales de metástasis

RT con dexametasona
t
TTO sintomático

MTX óseas sin afectación


del espacio epidural

t
RT

Figura 5. Manejo clínico-terapéutico de la compresión medular

Tratamiento
De la rapidez de instauración del tratamiento va a depender, en gran medi­
da. que el cuadro sea o no irreversible. Ante la más mínima sospecha clínica,
se iniciará tratamiento con corticoides (dexametasona [DXMJ) a dosis altas.

El tratamiento específico es con cirugía descompresiva (en aquellos casos


que sea posible) y/o radioterapia (en la mayoría de las ocasiones). Figura 6. Paciente con edema en esclavina

Tratamiento
5.2. Síndrome de vena cava superior
El tratamiento consiste en:
(SVCS) Medidas generales:
Reposo en cama con cabecera elevada y oxigenoterapia, para re­
Es la expresión clínica de la obstrucción total o parcial al flujo sanguíneo a nivel de ducir la presión venosa.
la cava superior en su trayecto hacia la aurícula derecha. Diuréticos y dieta hiposódica para reducir el edema. La respuesta es
inmediata, aunque puede precipitar una trombosis.
La obstrucción al flujo de la vena cava puede ser consecuencia de la invasión o Corticoides: dexametasona en dosis altas.
de la compresión externa de enfermedades neoplásicas. de fibrosis secundaria a Heparina de bajo peso molecular: a dosis terapéuticas en caso de
inflamación o de trombosis. Actualmente. la causa más frecuente es la neoplasia trombo intracava o asociado a catéter y a dosis profilácticas en su
de pulmón (cáncer microcítico el más habitual. cáncer epidermoide y adeno­ ausencia. a no ser que existan contraindicaciones para su uso.
carcinoma) siendo la responsable del 70% de los casos y los linfomas del 5-15%.
Tratamiento específico:
Radioterapia. En la actualidad, el SVCS rara vez constituye una u r ­
RECUER D A gencia radioterápica. sólo en determinados casos, como en aquellos
en los que exista deterioro clínico grave del paciente con alteracio­
nes de consciencia o compromiso respiratorio, es preciso administrar
Las cuatro T del mediastino anterior son: Tiroides, Timoma, Teratoma
y el Terrible /infama.
radioterapia de forma urgente sin un diagnóstico histológico previo.
Quimioterapia. Es el tratamiento de elección en tumores quimio­
La clínica suele ser progresiva y gradual. siendo el síntoma más frecuente sensibles (linfomas, cáncer microcítico de pulmón, tumor de células
y precoz la disnea seguida de hinchazón facial y de miembros superiores; y germinales. entre otros). Se debe instaurar en función del tipo histo­
como signos clínicos más habituales se encuentran la ingurgitación venosa lógico.
yugular y la presencia de circulación colateral en tórax. La tríada clásica se
define como edema en esclavina (cara, cuello y ambas regiones supraclavi­
culares) (Figura 6), circulación colateral toracobraquial y cianosis en cara y 5.3. Neutropenia febril
extremidades superiores. Otros síntomas habituales son somnolencia, ce­
falea. vértigo. acúfenos, alucinaciones y convulsiones. Suele aparecer em­
peoramiento de la clínica cuando el paciente se inclina hace delante. en La neutropenia febril es un evento frecuente en los pacientes oncológi­
decúbito o con la maniobra de Valsalva. cos en tratamiento quimioterápico. que se asocia a una morbimortalidad
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

elevada que requiere una actuación tanto diagnóstica como terapéutica manas y en función de la clínica, se ha de valorar la realización de una TC para
precoz que, en la mayoría de los casos, es empírica (Tabla 5). descartar abscesos o un proceso fúngico sistémico (aspergilosis o candidiasis
.,.. hepatoesplénica). Se debe evaluar la conveniencia de solicitar otros cultivos
en función de la clínica (esputo, exudado de herida, líquido ascítico . . . ).
Gravedad
Grado 1: entre 1 .500-1 .999 Leve: entre 500-1 .000 Tratamiento
Grado 11: entre 1 .000-1 .499 Moderada: entre 1 00-499
La neutropenia febril es una situación de gravedad que conlleva una ele­
Grado 111: entre 500-999 Grave: < 100
vada mortalidad. Por ese motivo, se debe iniciar un tratamiento antibiótico
Grado IV: menor de 500 empírico de amplio espectro. Actualmente se recomienda el tratamiento en
Tabla 5. Clasificación de la neutropenia monoterapia con un antibiótico de amplio espectro con actividad antipseu­
domona (de elección un carbapenem, pero podría utilizarse ceftazidima o
Los pacientes neutropénicos tienen un riesgo elevado de sufrir infecciones cefepime). En aquellos casos que cursan con shock séptico, sería recomen­
graves junto con alteraciones en la respuesta inflamatoria que puede di­ dable la asociación de un p-lactámico junto con un aminoglucósido.
ficultar la detección de la infección. La causa de la neutropenia suele ser
múltiple: corticoterapia, quimioterapia, radioterapia y alteración de los me­ Existe un grupo de pacientes de bajo riesgo que pueden tratarse de forma
canismos de defensa, tanto humorales como celulares, inherentes al propio ambulatoria (P·lactámico asociado a quinolona) si cumplen una serie de requi­
tumor (sobre todo en linfomas, leucemias y mielomas). sitos (ausencia de foco infeccioso salvo si procede de un catéter o de las vías
urinarias, carencia de criterios de sepsis grave, condiciones sociales del pacien­
Etiología te que permitan realizar el tratamiento ambulatorio y una buena evolución tras
llevar a cabo tratamiento antibiótico intravenoso tras 24 horas en observación).
Es importante destacar que hasta en el 20-50% de los casos de neutropenia
febril la etiología es desconocida. La causa más frecuente son los gérmenes La Figura 7 resume el procedimiento de actuación ante la neutropenia febril.
grampositivos (destacando el Staphylococcus epi-
dermidis, Staphylococcus aureus, Streptococcus viri-
dans), aunque en los últimos años se está objeti-
Tratamiento

vando un rebrote de los gérmenes gramnegativos


(los más habituales son: Pseudomona aeruginosa y

•l •
Profilaxis
Escherichia coli). Presentan una incidencia aumen- previa
tada de microorganismos multirresistentes y de
con quinolona

etiología fúngica respecto a otros subgrupos de pa-


cientes (debida al uso de antibióticos profilácticos,
corticoides, catéteres, nutrición parenteral. . . ).
sr sr
Tratamiento 1' Incidencia gram +
empírico ajustado multirresistentes
J, Incidencia gram •
Diagnóstico al foco infeccioso

Es importante destacar que en el paciente neu­


Criterios de
bajo riesgo
tropénico son frecuentes las manifestaciones
atípicas como la falta de pus y, en ocasiones, una
extensa necrosis tisular. Es fundamental tener en sr. Amoxicillna-ácldo clavulánico No. Tratamiento combinado
cuenta la existencia de un posible foco infeccioso
+/· ciprofloxaclno o monoterapia de amplio espectro

(tos, síndrome miccional, celulitis, diarrea, entre t


otros) y la presencia o no de un proceso neoplási­ Reevaluación a las 72 h

co con ruptura de barreras fisiológicas.

Las infecciones más frecuentes son la septicemia,


Afebril Febril

la infección pulmonar, la relacionada con catéteres


y la que afecta a boca y orofaringe. Por tanto, apar­ Cuantificar Reevaluar clínica, realizar nuevos cultivos
te de una anamnesis y de una exploración física neutrófilos y añadir un glucopéptido
+/- ciprofloxacino
rigurosa, se debe solicitar una analítica de sangre
completa con gasometría venosa (para conocer el
pH y el lactato), pedir si es posible la PCR y la procal·
Si > 500, mantener Si < 500, dejar
el antibiótico hasta el antibiótico hasta
citonina (marcadores de una posible bacteriemia y

.,,,,
completar 7 días que superen esa cifra
de la evolución posterior de la misma), hemocul·
tivos diferenciales (extracción de vía periférica y
del catéter para intentar dilucidar si el origen de la M@:ftil
bacteriemia es del catéter), urocultivo, coprocultivo
(si existe diarrea) y radiografía de tórax. En caso de
Reevaluar clínica, realizar nuevos cultivos
y añadir un antlfúnglco
mala evolución en 48-72 h, se deberán repetir los
cultivos. Si la evolución es tórpida en una o dos se- Figura 7. Urgencias oncológicas

0 5 · Urgencias oncológicas
11--
p

Oncología médica y paciente terminal I O5


uso de factores estimulantes de colonias R E C U E RDA
(G-CSF o GM-CSF) La tríada "somnolencia-sed-poliuria" obliga a descartar una hiper­
Profilaxis primaria. Siempre que el esquema quimioterapéutico utili­
ca/cemia.

zado tenga un riesgo de producir neutropenia superior al 20%.


Profilaxis secundaria. Indicada en pacientes que experimentan com­ Tratamiento
plicaciones neutropénicas después del primer ciclo de quimioterapia
(que no recibieron profilaxis primaria con factores estimulantes) en los La intensidad del tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y del
que disminuir la dosis de quimioterapia comprometería la evolución de estadio de la enfermedad. No siempre hay que tratar a todos los pacientes
la supervivencia. con hipercalcemia moderada-intensa (calcio corregido mayor de 12 mg/dl).
Tratamiento de la neutropenia febril. Se encuentra indicado en los Es improbable que el tratamiento aumente la supervivencia en hipercalce­
siguientes casos: mias graves; en estos casos, algunos autores defienden únicamente el sin­
Hipotensión, shock o fracaso multiorgánico. tomático.
Neutropenia > 100/mm 3.
Neutropenia prolongada (> 1 O días). El procedimiento de actuación comienza con la administración de suero
Infección fúngica. salino fisiológico (es la medida más importante) junto con furosemida
Neumonía. tras corregir el déficit de volumen existente. Los bifosfonatos (pamidronato,
Debut febril estando hospitalizado. zolendronato) asociados reducen de forma eficaz y rápida el calcio sérico
sin apenas efectos secundarios (es necesario vigilar la función renal). Los
Neutropenia afebril: en este caso NO está indicado. corticoides pueden ser útiles (sobre todo, en tumores como los linfomas y
mielomas) pero su mecanismo de acción es lento (entre 5 y 7 días) por lo
que no son eficaces en la fase aguda. La calcitonina es el hipocalcemiante
5.4. H ipercalcemia maligna más rápido que existe, siendo útil cuando hay que reducir de forma rápida
los niveles de calcio, o cuando la hidratación enérgica y los diuréticos están
contraindicados (insuficiencia renal o cardíacas graves).
La hipercalcemia maligna es la urgencia metabólica más frecuente en onco­
logía, con una incidencia global del 1 5-20%, pudiendo aparecer hasta en un
tercio de los pacientes con cáncer, mostrándose con mayor incidencia en el S.S. Síndrome de lisis tumoral
mieloma, en el cáncer de mama y en el carcinoma epidermoide de pulmón.

Aunque la causa más habitual de hipercalcemia es el hiperparatiroidismo El tratamiento quimioterápico eficaz d e los tumores puede precipitar l a libe­
primario, en los pacientes hospitalizados la causa más frecuente es el cáncer. ración de potasio, fosfato, ácido úrico y otros productos de degradación de
las células.

R E C U E RDA Las manifestaciones clínicas se derivan de los trastornos electrolíticos pro­


ducidos. Estas manifestaciones son las siguientes:
Hiperpotasemia, hiperfosfatemia, hiperuricemia y acidosis láctica.
La causa más frecuente de hipercalcemia en un paciente ambula­
torio es el hiperparatiroidismo primario. En un paciente ingresado,
e/ cáncer. Hipocalcemia secundaria a la hiperfosfatemia, produciendo tetania
e irritabilidad muscular intensa.

Los mecanismos por los que un tumor puede provocar hipercalcemia son El síndrome de lisis tumoral se produce con frecuencia en el linfoma de Bur­
los siguientes: kitt, en la leucemia linfoblástica aguda y en otros linfomas de alta maligni­
Humoral. 80% de casos. Por secreción del péptido relacionado con la dad, como el carcinoma de pulmón de células pequeñas. Aparece entre el
hormona paratiroidea (PTHrP). primer y quinto día después de concluida la quimioterapia.
Osteólisis. 15-20%. Por reabsorción ósea por parte de osteoclastos.
Producción de vitamina D. Sobre todo, en linfomas.
Producción de PTH. Raro en tumores distintos a los adenomas parati­ R E C U E RDA
roideos.
Alcalinizar la orina es útil para disolver los cálculos de ácido úrico.
Factores potenciadores son la inmovilidad, la deshidratación y la insuficiencia
renal prerrenal. Asimismo, los tratamientos hormonales (estrógenos, antiestró­
genos, andrógenos), diuréticostiacídicos y el tratamiento con vitamina D o cal­ Tratamiento
cio. La clínica depende más de la velocidad del aumento de la calcemia que de
la cifra final. Los síntomas son con frecuencia de inicio insidioso, inespecíficos y Es fundamental la prevención de dicho síndrome, sobre todo en aquellas
difíciles de distinguir de los debidos a la enfermedad de base, su tratamiento o neoplasias altamente replicativas muy sensibles al tratamiento, y en aque­
morbilidad asociada, por lo que es necesario un alto grado de sospecha. llas situaciones con elevada carga tumoral. Esto se consigue con hidratación
abundante con suero salino, alopurinol y alcalinización de la orina con
La somnolencia ocurre en el 50% de los pacientes. Otros síntomas incluyen: bicarbonato (para mantener un pH urinario superior a 7). La rasburicasa es
sed, poliuria, vómitos, anorexia, estreñimiento, dolor abdominal y cuadro una enzima urato-oxidasa recombinante que transforma el ácido úrico en
confusional. alantoína, que a su vez es hidrosoluble y se elimina fácilmente por la orina,
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

disminuyendo los niveles de ácido úrico en 3 - 4 horas. Se suele reservar para Intestino delgado Intestino grueso
los casos en los que no es suficiente con las medidas anteriores. Válvula ileocecal Válvula ileocecal
Completa Incompleta
.,. competente incompetente
Distensión Menor Distensión del Distensión
5.6. Obstrucciones oncológicas de asas distensión colon anterior de colon
e intestino
con niveles Presencia a la obstrucción
hidroaéreos de gas distal Ausencia delgado con
que se de gas ausencia
Obstrucción intestinal Difícil
agrupan distal, si la de gas
de diferenciar
en patrón obstrucción distal, si la
con íleo
Se define como la interrupción del tránsito intestinal secundaria a una cau­ de escalera es completa obstrucción
adinámico
sa mecánica o bien funcional. Entre un 3-5% de los pacientes con una neo­ Disminución es completa
(en éste, el
plasia avanzada desarrollan esta complicación, presentándose con mayor o ausencia colon aumenta
de gas distal de tamaño) y la
frecuencia en los casos de cáncer de colon (1 0-25%) y de ovario (5-40%).
OIG con válvula
Conviene recordar que también existen otras causas no tumorales de obs­
ileoceal
trucción (entre el 20-35%) en el paciente oncológico (neuropatía, uso de incompetente
fármacos ([opiáceos, antidepresivos, espasmolíticos]. adherencias posrra­ (no gas distal)
diación, impactación fecal . . . ). Por orden de frecuencia, son las siguientes: Tabla 6. Diagnóstico de la obstrucción intestinal
Obstrucción de intestino delgado. Adherencias en mayor proporción
que hernias externas (70-80% del total).
Obstrucción de intestino grueso. Carcinoma más frecuente que di­
verticulitis del sigma, y ésta, a su vez, más que vólvulo (mayor del 90%
del total).

La fisiopatología de la obstrucción intestinal se resume en la Figura 8.

.. ..
Liberación


Estasis
sustancias
circulatorio
hipotensoras, Activación del
+ proteólisis
y de endotoxinas, complemento
pared
flora bacteriana
intestinal
intestinal

Acumulación de líquidos
en asas intestinales
(Tercer espacio)

• Deshidratación

--
• 1' Catecolaminas
• Acidosis metabólicas
• Hipoventilación
• Alteraciones hidroelectrolíticas
• Compresión vena cava Figura 9. Radiografía de un paciente con obstrucción intestinal completa
· í Catecolaminas
El tratamiento se basa en dos pilares:
Cirugía. En general, se recomienda intervenir si la esperanza de vida del
paciente es superior a dos meses, y si ha existido cirugía desobstructiva
Figura 8. Fisiopatología de la obstrucción intestinal previa y ésta ha sido efectiva durante más de seis meses.
El tratamiento quirúrgico de la obstrucción intestinal en el paciente
terminal presenta una alta mortalidad (1 5-30%), alto riesgo de fístulas,
malos resultados y supervivencia corta.
RECUER D A
Tratamiento farmacológico. Basado en dieta absoluta, reposición
En general, hay que pensar en obstrucción intestinal ante la presen­ hidroelectrolítica, SNG con aspiración (en función de la clínica del pa­
cia de: dolor tipo cólico + vómitos + estreñimiento con ausencia o
disminución en la expulsión de gases + distensión abdominal. ciente), nutrición parenteral, analgésicos, antieméticos (de elección, los
setrones), corticoides, antisecretores y espasmolíticos.

Puede faltar alguno de estos síntomas, sobre todo si es un cuadro suboclusi­ Si la causa es un fecaloma, es preciso intentar la extracción manual del mis­
vo, situación más habitual en pacientes oncológicos terminales. mo. Se debe tener precaución con el empleo de laxantes por vía rectal, debi­
do al riesgo de complicaciones que presentan. El tratamiento se realiza con
El diagnóstico se basa en la clínica y en la radiografía de abdomen (si es (MIR 1 2-13, 1 29; MIR 1 1 - 1 2, 127):
posible en bipedestación) (Tabla 6 y Figura 9). Otras pruebas útiles son el Espasmolíticos (hioscina, buscapina).
tránsito baritado, el enema opaco y la TC abdominal (es la técnica más preci­ Haloperidol.
sa ya que se localiza el punto y la causa de la obstrucción). Esteroides: dexametasona.

05 · Urgencias oncológicas
ti-
Oncofogía médica y paciente terminal I O5
Si no ceden los vómitos, se debería valorar el sondaje nasogástrico conec­ dicha maniobra, el problema obstructivo tendrá su origen en el tracto
tado a una bolsa para vaciamiento gástrico por gravedad, e indicar dieta urinario inferior. Es preciso evitar el uso de agentes nefrotóxicos o que
absoluta. El tratamiento antiemético de elección en la obstrucción intestinal disminuyan la tasa de filtrado glomerular (los más usados son los AINE y
maligna completa refractaria es el octreótido (MIR 1 1 -12, 127; MIR 05-06, los IECA). La radioterapia y la quimioterapia se podrán plantear una vez
1 37). resuelto el cuadro en función de la tumoración primaria. La hormono­
terapia puede ser de utilidad en el cáncer de próstata.
Obstrucción biliar Técnicas de derivación urinaria:
Quirúrgicas. Están indicadas en los casos de tratarse de la manifes­
La causa de obstrucción biliar más frecuente en pacientes oncológicos es tación inicial de la enfermedad en un tumor resecable.
mecánica, secundaria a cáncer de páncreas, de vía biliar, ampulomas, he­ No quirúrgicas. Son el tratamiento de elección en los casos de
páticos y por metástasis ganglionares. Clínicamente, lo más habitual es la obstrucciones completas en las que la integridad funcional de los
presencia de ictericia con o sin coluria, con o sin acolia. Si el cuadro evolu­ riñones se ve amenazada por la hidronefrosis secundaria con el
ciona o si los niveles de bilirrubina son altos, no es infrecuente que aparezca consecutivo daño renal irreversible. Si la obstrucción es baja, puede
prurito, pérdida de peso y diarrea por malabsorción secundaria a déficit de realizarse una cistostomía suprapúbica o catéter uretral, mientras
sales biliares. que si es alta, se llevará a cabo una nefrostomía percutánea o colo­
cación de endoprótesis ureterales internas.
El diagnóstico se basa en la clínica: analítica (destacar el aumento de la fos­
fatasa alcalina y GGT, aunque también pueden elevarse la bilirrubina directa
y las transaminasas), técnicas radiológicas (ecografía [es la técnica de elec­ 5.7. Dolor
ción). TC con contraste y RM) y técnicas radiológicas-terapéuticas: colangio­
pancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) y colangiografía transparie­
to-hepática (CTPH). E s una d e las urgencias oncológicas más frecuentes. Véase el apartado de
Dolor del epígrafe 6.3. Tratamiento de las complicaciones mós frecuentes.
El tratamiento se fundamenta en dos bases:
Médico. Si hay prurito, se pautan antihistamínicos; es necesario valorar
los desaturantes de la bilis como el ácido ursodesoxicólico. Si aparece S.S. M ucositis
fiebre, se debe iniciar antibioterapia empírica con piperacilina-tazobac­
tam. Hay que emplear analgésicos si el paciente refiere dolor. La qui­
mioterapia puede plantearse una vez resuelta la obstrucción en caso de En oncología, el término mucositis engloba todas las alteraciones que se
buen estado general, y si el tumor es quimiosensible. producen sobre las mucosas corporales (desde la orolabial hasta la anoge­
Técnicas de derivación biliar: nital) como consecuencia del tratamiento quimioterápico y radioterápico.
Quirúrgica. Es la técnica de elección en aquellos casos (los míni­
mos) en los que la cirugía tenga fines curativos. La mucositis que aparece en los labios, lengua, encías, paladar y faringe se
Endoprótesis.Técnica de elección debido a su carácter mínimamen­ denomina estomatitis (es la que se va a tratar en este capítulo). Se produce
te invasivo y resolutivo. Pueden colocarse mediante CPRE o CTPH. en un 30-50% de los pacientes en tratamiento con quimioterapia (los más
tóxicos serían el metotrexato, 5-fluorouracilo, citarabina y doxorrubicina) y
Obstrucción urinaria hasta en el 90-100% de los que reciben radioterapia sobre la cavidad oral.
Disminuye la calidad de vida del paciente oncológico debido al dolor, la
La causa más habitual de obstrucción de la vía urinaria en pacientes onco­ malnutrición, el retraso en la administración del tratamiento, la estancia hos­
lógicos es debida a la compresión tumoral, bien a nivel ureteral (tumores pitalaria más prolongada y, en algunos pacientes, el riesgo de una infección
ginecológicos, vías urinarias, renal, vesical, entre otros), bien a nivel uretral potencialmente mortal. En función de su gravedad, se clasifica en diferentes
(tumor de próstata, vejiga, cérvix, endometrio . . . ). grados (Tabla 7).

Las manifestaciones clínicas dependen de la localización de la obs­


trucción: - No mucositis
Tracto urinario inferior. Retraso para iniciar la micción, disminución - Irritación o eritema indoloro
de la fuerza y del tamaño del chorro, goteo terminal, escozor al orinar, Eritema, edema y/o úlceras dolorosas que permiten
retención aguda de orina con presencia de globo vesical. la ingesta oral
Tracto urinario superior. Dolor en flanco y fosa lumbar unilateral o bi­
Eritema, edema y/o úlceras dolorosas que no permiten
lateral según sea la obstrucción, con irradiación a genitales o síndrome la ingesta de sólidos
miccional.
Necesidad de soporte enteral o parenteral (no tolerancia
de líquidos)
El diagnóstico se basa en la anamnesis: exploración física, analítica (especial
atención al perfil renal y excreción fracciona! de sodio) y radiológico (la téc­
- Exitus

nica de elección es la ecografía, siendo la TC una prueba más sensible para (NationalCancer lnstitute Common Toxicity Criterio, versión 3.0, 2003)
detectar la etiología de la obstrucción). Tabla 7. Grados de mucositis según su gravedad

El tratamiento se fundamenta en dos bases: Supone la atrofia del epitelio junto con eritema y edema, y suele cursar
Médico. Lo primero que hay que hacer es colocar un sondaje urina­ clínicamente con sensación de sequedad de boca Y de quemazón, odi­
rio, obligado en caso de anuria. Si el paciente comienza a orinar tras nofagia, sensación de lengua "algodonosa", que evolucionan desde el
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9 . ª edición

eritema hasta las vesículas o úlceras hemorrá­


Medidas generales
gicas, y como complicaciones indirectas puede Higiene oral / prótesis - enjuagues SS I HCo3-
sobreinfectarse e, incluso, ser � foco de entrada Lidocaína 2% si dolor - +/- antifúngicos
de una septicemia (muchos de los pacientes se
encuentran neutropénicos). Mucosltls G 1/11 Mucositis G 111/IV

El diagnóstico se realiza mediante una clíni­


Otra clínica Analítica (HG, BQ, coagulación),
ca sugestiva, exploración de la cavidad oral,
toma de muestras de las lesiones en caso de t t sueroterapia, analgesia sistémica,
antlfúngicos sistémicos

J
sospecha de sobreinfección (Candida, virus her­ No SI OBSERVACIÓN 24 HORAS Analítica control

j
pes, anaerobios . . . ) y una analítica si se supone
neutropenia (Figura 1 O). Estado
nutricional

El tratamiento se basa en medidas higiénico-die­


Fiebre Posibilidad
14%i·M
..! ! ..!!
téticas (correcta hidratación, higiene oral. . . ) y en Desnutrición lngesta
enjuagues antisépticos, pudiéndose usar prepa­
+ Control dolor

i i
rados con anestésicos tópicos para el control del
Alta Complementos
dolor. En caso de sobreinfección, hay que tratarla Dieta suave, PIC Nutrición
según sea la sospecha o el diagnóstico. Es funda­
mental controlar el dolor, siendo preciso en deter­
hidratación Alta
1111 ..

j1
minadas ocasiones el tratamiento con opiáceos Fluconazol v.o. HC, fluconazol i.v.
parenterales, dieta absoluta y nutrición parenteral Alta Descartar otro foco
hasta que se soluciona el cuadro.

NlrHlhN
./ MIR 12-13, 1 29
Nl:HlhM
°'" '°';d j" 111/IV
./ MIR 1 1 -12, 1 27
./ MIR 05-06, 1 37 j '
� - 111 1111 __J
Figura 1 O. Algoritmo diagnóstico-terapéutico de la mucositis

" La urgencia metabólica más frecuente en oncología es la hipercalcemia.


Ideas clave ff!!:
" El síndrome de lisis tumoral es más frecuente en neoplasias hemato­
" El tumor primario que más metástasis vertebrales produce es el lógicas de alta replicación (Burkitt, leucemias linfoblásticas agudas . . . ).
cáncer de pulmón.
" Para prevenir el síndrome de lisis tumoral es útil el suero salino,
" Ante la menor sospecha de síndrome de compresión medular hay el alopurinol y la alcalinización de la orina.
que administrar de inmediato dexametasona.
" Hay que pensar en un cuadro de obstrucción intestinal ante la pre­
" Un dolor en la columna vertebral torácica que empeora a pesar de sencia de dolor abdominal tipo cólico, vómitos, estreñimiento con au­
medidas conservadoras y con decúbito supino, debe hacer sospe­ sencia o disminución de expulsión de gases y distensión abdominal.
char de la existencia de una compresión medular.
" La mucositis es un efecto secundario muy frecuente de los agentes
" El síndrome de vena cava superior suele ser debido al cáncer de citostáticos, que a veces incluso requiere analgesia con mórficos
pulmón (microcítico) y, en segundo lugar, a linfomas torácicos. y nutrición parenteral.

1) Le ajustaría el tratamiento analgésico y solicitaría una cita ambulan­


C a s o s c l í n i c o s VJ te con el traumatólogo.
2) Realizaría unos marcadores tumorales ante la sospecha de progre­
Paciente de 57 años diagnosticada de cáncer de mama metastá­ sión de la enfermedad.
sico, en tratamiento con hormonoterapia que acude a Urgencias 3) Ante la sospecha de compresión medular/radicular solicitaria un
por cuadro de dolor en cara anterior del muslo derecho con dismi­ rastreo óseo e iniciaría tratamiento con dexametasona.
nución de fuerza para la flexión del muslo derecho (3/5) de unas 4) Administraría un bolo de dexametasona y solicitaría una radiografía
24-48 h de evolución. Se realiza analítica de sangre en la que se dorso-lumbar urgente para descartar afectación metastásica ósea.
objetiva un calcio corregido de 1 2,3 mg/dl y una fosfatasa alcalina 5) Solicitaría una radiografía dorso-lumbar urgente para descartar
(rango normal de 45-145 Ul/1) de 240 Ul/1. ¿Cuál sería la actitud a afectación metastásica ósea.
seguir?
RC: 4

05 · Urgencias oncol ó g i cas


11------- -
...
Oncología médica y paciente terminal I O5
Una paciente, intervenida hace 2 años de un tumor epidermoide 3) Es probable que tenga un cáncer de pulmón o de próstata.
del pulmón derecho y diagnosticada de metástasis óseas y hepáti­ 4) El paciente corre riesgo de sufrir una fractura patológica.
cas hace 2 meses, acude a Urgencias por notar hinchazón de la cara 5) Todas son ciertas.
y el cuello, tos seca y disnea progresiva hasta hacerse de mínimos
esfuerzos. En la exploración se evidencia edema en esclavina y en RC: 5
la radiografía de tórax, ensanchamiento mediastínico. Indique, de
entre las siguientes, cuál es la conducta más adecuada: La lesión de la imagen:

1) Se debería realizar una resonancia magnética y biopsia de la lesión


antes de tomar cualquier decisión.
2) Se debería realizar una resonancia magnética para complementar
el estudio e iniciar tratamiento radioterápico urgente.
3) Se debería realizar una tomografía axial computarizada del tórax e
iniciar tratamiento con esteroides a altas dosis y radioterapia urgente.
4) Se debería realizar una prueba diagnóstica radiológica para com­
pletar el estudio (resonancia magnética o tomografía axial compu­
tarizada).
5) El estudio (excepto el anatomopatológico) se puede dar por con­
cluido y se debería comenzar con quimioterapia urgente y biopsiar
la lesión lo antes posible.

RC: 3
1) Es una úlcera tumoral.
Paciente de 56 años, diagnosticado de carcinoma epidermoide de 2) El objetivo del tratamiento es conseguir que la úlcera se cierre.
pulmón con metástasis óseas, hepáticas y pulmonares. Basalmente, 3) El objetivo del tratamiento es mantener limpia la úlcera.
su índice de Karnofsky es de 20, y está encamado el 100% del día. Si­ 4) Todas son ciertas.
gue tratamiento con cloruro mórfico 1 0 mg/4 h s.c., dexametasona 5) 1 y 3 son ciertas.
4 mg/8 h s.c., haloperidol 2,5 mg/8 h s.c. y midalozam 7,5 mg s.c. por
la noche. El paciente comienza con agitación psicomotriz progresi­ RC: 5
va. Se realiza analítica que evidencia calcemia de 1 3 mg/dl. No se
produce mejoría tras administrar 2 dosis de 5 mg vía s.c. de halope­ Varón de 29 años diagnosticado de
ridol. ¿Qué actuación propondría? osteosarcoma de 1 .• costilla que
refiere pérdida de fuerza en miem­
1 ) Sedación con midazolam por vía subcutánea por agitación como bros inferiores con historia reciente
evento terminal. de caídas y disestesias en MSI. En
2) Administración de clodronato para corregir hipercalcemia. la analítica que se realiza presenta
3) Administración de calcitonina para corregir hipercalcemia. una elevación de la calcemia y de la
4) Continuar con la administración de 5 mg de haloperidol cada 4 h, fosfatasa alcalina. Se realizó una ra­
hasta alcanzar 30 mg. diografía en la que se aprecian los
5) Administración de sueroterapia, monitorización de diuresis, y si la hallazgos que pueden verse en l a
respuesta no es idónea, administración de furosemida intravenosa. imagen:

RC: 1 1) Debe averiguarse si el paciente tie­


ne dolor dorsal.
Paciente de 62 años al que recientemente se le ha realizado una 2) Sería conveniente realizar una resonancia magnética.
gammagrafía ósea en la que se precia captación en vértebras dor­ 3) Se debe iniciar tratamiento con corticoides (dexametasona) de for­
sales, 3.• y 4.ª costillas izquierdas, sacro y ambas ramas ileopubianas ma urgente.
sugerentes de metástasis óseas. En los últimos días ha comenzado a 4) Se debe avisar a radioterapia para que valoren un inicio precoz de tra­
presentar alucinaciones y discreta agitación psicomotriz. tamiento.
5) Todas son correctas.
1 ) Se puede sospechar que los síntomas que presenta el paciente pue­
dan ser secundarios a una hipercalcemia. RC: 5
2) Es probable que el paciente requiera analgesia por presentar dolor
óseo.

11
Oncología médica y paciente termina l

TRATAMIENTO DEL PACIENTE TERMINAL.


CUIDADOS PALIATIVOS

Gran parte se dedica a farmacología (A/NE y opiáceos). Como en el anterior, basta con conocer muy bien las Ideas
clave. Pero lo más importante, con diferencia, es dominar perfectamente las preguntas de los Desgloses. Por ello,
entre la selección de preguntas importantes, en este capítulo se han seleccionado TODAS.
Es fácil de estudiar ya que en muchos casos es aplicar el sentido común.

6.1 . Concepto de paciente terminal La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió, en 1 990, los cuida­
dos paliativos como el cuidado total de los pacientes cuya enfermedad no
responde a tratamiento con intención curativa. Siendo de especial relevancia
El paciente terminal es aquel que cumple los siguientes criterios: el control del dolor y otros síntomas físicos, así como la atención de los proble­
Presencia de una enfermedad avanzada, progresiva o incurable. mas psicológicos, sociales y espirituales. Por tanto, los cuidados paliativos
Escasa o nula posibilidad de respuesta al tratamiento activo específico {MIR 1 0-1 1 , 1 26):
para la patología subyacente. Aseguran la vida, pero aceptan la muerte como algo inevitable.
Presencia de sintomatología intensa, múltiple, multifactorial y cambiante. Ni aceleran ni posponen la muerte.
Impacto emocional en el paciente, en su familia y/o equipo terapéutico. Proporcionan alivio del dolor y de otros síntomas indeseables.
Pronóstico de vida limitado a semanas o meses. Ofrecen un sistema de apoyo para ayudar a los pacientes a vivir tan
activamente como sea posible.
Se considera paciente oncológico en fase terminal a aquel en el que exis­ Ofrecen un sistema de apoyo a la familia para afrontar la enfermedad
te un diagnóstico histológico exacto y probado de cáncer, con posibilidades y el duelo.
limitadas de respuesta al tratamiento específico, y un pronóstico limitado de Realizan una atención integral e individualizada, cubriendo los aspectos
vida (MIR 05-06, 1 38). físicos, psicológicos, sociales y espirituales.
El paciente y la familia son la unidad a tratar y constituyen el núcleo
En la decisión terapéutica de un paciente afectado por una enfermedad neo­ fundamental.
plásica es fundamental determinar el estadio tumoral. Los elementos clave
para definir el estadio de diseminación de un tumor son la determinación del El objetivo principal de los cuidados paliativos es cuidar y no abandonar
tamaño tumoral, afección de los ganglios linfáticos y de la presencia de metás­ al paciente ni a su familia, en cualquier situación o circunstancia sociosa­
tasis (TNM) (MIR 09-1 O, 125). nitaria, en el contexto de la presencia de cáncer, SIDA u otra enfermedad
crónica (enfermedad de Alzheimer. . . ). Para ello, se utilizarán los siguientes
Existen mayores problemas a la hora de definir al paciente no oncológico en principios:
fase terminal, dada la evolución más variable de éste. Anticiparse a los síntomas siempre que sea posible.
Efectuar una valoración clínica exhaustiva antes de iniciar un tratamien­
Partiendo de los criterios antes expuestos, el paciente no oncológico ter­ to (véanse Tabla 1 y Tabla 2 del Capítulo 1).
minal se caracteriza por el diferente manejo del tratamiento específico: el Explicar al paciente "lo que está ocurriendo" y, utilizando para ello un
tratamiento específico para la patología de base ha sido optimizado al máxi­ lenguaje adecuado y comprensible.
mo posible para el paciente. En general, cuando existe, debe mantenerse Acordar con el paciente (hasta donde sea posible) las diferentes opcio­
en la fase final de la enfermedad. Así, por ejemplo, la mejor manera de tratar nes terapéuticas.
la disnea de la insuficiencia cardíaca es optimizar el tratamiento de esta úl­ Proporcionar información amplia a los familiares, dado que se trata de
tima. La sustitución del tratamiento específico por el tratamiento paliativo agentes fundamentales de cuidados básicos.
puro es una excepción justificada sólo en situaciones de proximidad de la Buscar opiniones de expertos, si los resultados iniciales no son los es­
muerte. Asimismo, en estos pacientes se habla de pronóstico vital limitado perados.
sin especificar tiempo. Supervisar muy estrechamente los tratamientos.

11
Oncología médica y paciente terminal I O6
Ante la noticia de que un paciente padece una dolencia terminal, el mé­ 6.3. Tratamiento de las complicaciones
dico ha de dar respuestas aproximadas y nunca exactas sobre su pro­
nóstico. a partir de las estadísticas y de las experiencias del facultativo, ya más frecuentes
que en medicina no hay nada "exacto" (MIR 1 0- 1 1 , 1 1 8).
Las complicaciones más frecuentes que suelen aparecer en pacientes termi­
nales son: dolor, disnea. estreñimiento, astenia/anorexia/caquexia, ansiedad,
6.2. Agonía. Cuidados de la agonía síndrome confusional o delirium.

Dolor
Se define la agonía (o situación de últimos días) como el estado que precede
a la muerte en las enfermedades en las que la vida se extingue gradualmente o, Generalidades
periodo de transición entre la vida y la muerte, que aparece en la fase final de
muchas enfermedades. Entre un 50-75% de pacientes con cáncer tendrán dolor a lo largo de su
enfermedad, aumentando estas cifras según avanza el estadio y en el pa­
El paciente se encuentra próximo a la muerte (horas o días), siendo la si­ ciente terminal. Además, constituye un motivo frecuente de consulta en las
tuación general del paciente muy mala, estando encamado, estuporoso y/o urgencias oncológicas.
desorientado, y suele haber una imposibilidad para ingerir líquidos y/o me­
dicación. La causa más común es la invasión tumoral, destacando la ósea. La obs­
trucción de vísceras huecas, la compresión nerviosa y la vascular y la al­
El objetivo en esta fase es mantener al paciente en las condiciones más con­ teración de mucosas son otras causas frecuentes de dolor por invasión
fortables posibles. prevenir las crisis de síntomas (dolor, disnea . . . ), así como tumoral. Cabe destacar que hasta en un 20% de los casos. el dolor onco­
el recuerdo doloroso. La intervención con la familia se centra en disminuir la lógico es causado por el tratamiento antitumoral (cirugía, quimioterapia
ansiedad y la angustia ante la inminencia de la muerte, y enseñar qué hacer o radioterapia).
ante las situaciones previsibles que se puedan producir.
Tipos de dolor
En esta fase, los síntomas más frecuentes son los siguientes: dolor, agitación,
disnea. náuseas y vómitos. respiración ruidosa y deshidratación (Tabla 8). En El dolor se puede clasificar según su mecanismo fisiopatológico, su secuen­
general, la hidratación y/o la nutrición parenterales no aportan beneficio al cia temporal, su intensidad y según los síndromes dolorosos específicos.
paciente agonizante.
La clasificación más útil es la fisiopatológica por sus implicaciones farma­
Si el paciente está tratado con opiáceos potentes y aparece dolor, se ajus­ coterapéuticas en dos tipos fundamentales de dolor: el neuropático y el
tará la dosis subiendo un 50%. No se debe interrumpir bruscamente un tra­ nociceptivo. Las fibras nerviosas que llevan ambos tipos de dolor, al llegar
tamiento con opiáceos (MIR 03-04, 21 5), requiriéndose, en general, el au­ a la médula espinal procedentes de las raíces dorsales. atraviesan la línea
mento de su dosis. La morfina y la oxicodona se pueden administrar por vía media, alcanzando el cordón lateral opuesto, y ascienden por el fascículo
subcutánea cada cuatro horas. La metadona se puede administrar también por espinotalámico lateral. En este momento, se distinguen dos vías de ascenso
vía subcutánea cada 12 horas, pero tiene una vida media muy larga y diferente (Figura 1 1 ):
de unos pacientes a otros, lo que hace complicada su dosificación, a no ser que Haz neoespinotalámico. que termina en la corteza parietal y se encarga
se disponga de amplia experiencia en el manejo de este fármaco. de los aspectos sensitivo-discriminativos del dolor (localización e inten­
sidad).
En el tratamiento de los "estertores de la agonía" está indicada la adminis­ Haz paleoespinotalámico, cuyos axones terminan de manera difusa por
tración de anticolinérgicos para disminuir el volumen de las secreciones la corteza cerebral, especialmente en la zona orbital frontal, y que provo­
(MIR 04-05, 1 39). ca el componente afectivo del dolor.

Síntoma Cáncer SIDA Insuficiencia cardíaca EPOC Enfermedad renal


Dolor 35-96% 63-80% 41-77% 34-70% 47-50%
Depresión 3-77% 10-82% 9-36% 37-71% 5-60%
Ansiedad 13-79% 8-34% 49% 51-75% 39-70%
Confusión 6-93% 30-65% 18-32% 18-33%
Astenia 32-90% 54-85% 69-82% 68-80% 73-87%
Disnea 10-70% 11-62% 60-88% 90-95% 11-62%
Insomnio 9 -69% 74% 36-48% 55-65% 31-71%
Náuseas 6-68% 43-49% 17-48% 30-43%
Estreñimiento 23-65% 34-35% 38-42% 27-44% 29-70%
Diarrea 3-29% 30-90% 12% 21%
Anorexia 30-92% 51% 21-41% 35-67% 25-64%
Tabla 8. Síntomas más frecuentes del paciente terminal
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Generalmente, el dolor se manifiesta en forma de dos patrones: dolor basal,


que es el que hace disminuir la calidad de vida del paciente día a día; y dolor
irruptivo, una reagudización del basal, más intenso.

Dentro de este dolor irruptivo se distinguen:


Mesencéfalo Incidental. Relacionado con una actividad conocida (por ejemplo, al
moverse en la cama, al toser. . . ).
ldiopático. Sin desencadenante conocido.

Valoración del dolor

El dolor es siempre una experiencia subjetiva y, por tanto, el dolor que re­
fiere el paciente es el que tiene (no se debe utilizar placebo para valorar el
componente psicológico del dolor). Todo dolor crónico debe ser concreta­
do según su localización (Figura 12), su intensidad, el tiempo de evolución,
el tipo temporal, los factores exacerbadores y mitigadores, las alteraciones
Haz neoespinotalámico
(comp. sensitivo-discriminativo)
funcionales que produce en las actividades diarias (sueño, aseo personal,
deambulación, socialización . . . ). el impacto en el estado de ánimo del pa­
ciente y la respuesta a analgésicos previos y actuales.

Figura 1 1 . Vías de transmisión del dolor

La OMS divide el dolor en dos grandes grupos:


Nociceptivo. Se produce por la estimulación de receptores nociceptivos
a nivel cutáneo o visceral, a través de las vías aferentes (fibras A-o y C). Se
puede subclasificar en somático y visceral.
Somático. El más frecuente, producido por estimulación de noci­
ceptores cutáneos, óseos (la causa más habitual de dolor oncológico
es la invasión ósea) o de partes blandas. El paciente lo describe como
sordo, continuo y bien localizado (por ejemplo, metástasis óseas).
Visceral. Por estimulación de nociceptores de vísceras. El paciente
lo explica como profundo, mal localizado, siendo frecuente el dolor Hígado

referido (por ejemplo, metástasis hepáticas). El dolor referido es ,_ � \ )


\ J
Aparato

el que aparece en áreas alejadas pero que están inervadas por el ""'I genitourinario

mismo segmento medular que inerva el órgano enfermo.

El dolor nociceptivo responde generalmente a los analgésicos, opiáceos


y AINE convencionales. Es característico el buen control analgésico con
antiinflamatorios en el caso de lesiones tumorales óseas.
Neuropático. Ocasionado por alteración de nervios periféricos o de la Figura 1 2. Localizaciones del dolor
médula espinal o bien por toxicidad de tratamientos quimioterápicos
(oxaliplatino, alcaloides de la vinca, taxanos . . . ). El paciente lo refiere Las actividades básicas de la vida diaria (AVD básicas) son las siguien­
como quemante, con reagudizaciones en forma de calambres o descar­ tes: 1) comer; 2) vestirse; 3) asearse; 4) continencia de esfínteres; 5) ir al
gas (por ejemplo, tumor de Pancoast que afecta al plexo braquial). El do­ servicio; 6) levantarse de la cama y de una silla (MIR 09-1 0, 1 32). Las
lor neuropático es de difícil manejo, por lo que es necesario, en muchas actividades instrumentales son uso del teléfono, compras, preparación
ocasiones, asociar múltiples fármacos, con especial beneficio de los an­ de la comida, cuidado de la casa, lavado de la ropa, uso de medios de
ticonvulsivos (los más usados son la pregabalina, gabapentina y carba­ transporte, manejo de su medicación y manejo de sus asuntos econó­
macepina) o los antidepresivos (amitriptilina, venlafaxina y duloxetina). micos (Tabla 9).

La medida de la intensidad del dolor tiene utilidad para el seguimiento y


RECUERDA la valoración de la respuesta al tratamiento analgésico, y se puede hacer
mediante una escala validada. Se puede utilizar una escala categoricoverbal
con adjetivos sencillos (leve-moderado-grave-muy grave), escalas numéri­
El dolor neuropático responde mejor a los fármacos anticomicia/es
o antidepresivos.
cas (por ejemplo, escala de O a 10) o escalas visuales analógicas que permi-

0 6 · Tratamiento del paciente termina 1 . -·


C uidados paliativos
­
-ti-
-
Oncología médica y paciente terminal I O6
tan evaluar la respuesta al tratamiento analgésico. El cuestionario específico Los principios básicos del tratamiento del dolor son los siguientes (MIR 03-04,
Brief Pain lnventory (BPI) o cuestionario breve del dolor (CBD) en pacientes 21 6):
con dolor de causa neoplásica S.fi? encuentra validado en castellano. El tratamiento debe ser pautado. Se recomienda utilizar la escalera
analgésica, al tratarse de un método sencillo, eficaz y validado. El con­
cepto es muy simple: en el primer escalón, se recomienda el uso de un
Actividades básicas AINE (al paracetamol se le saca de este grupo, pudiéndolo combinar con
1. Comer cualquier AINE), y cuando éste falle en el control del dolor, se añade un
2. Vestirse opiáceo débil (segundo escalón). Cuando esta combinación deja de ser
efectiva, el opiáceo débil es reemplazado por uno potente (tercer esca­
3. Asearse
lón), manteniendo el tratamiento del primer escalón (MIR 10-1 1, 1 25;
4. Continencia de esfínteres MIR 09-10, 1 23; MIR 08-09, 141; MIR 06-07, 1 34; MIR 03-04, 216).
5. Ir al servicio No deben utilizarse dos analgésicos del mismo grupo simultáneamen­
6. Levantarse de la cama y de una silla te. No necesariamente hay que empezar en el primer escalón; según
sea la intensidad del dolor y el estado físico del paciente, se puede ini­
Actividades instrumentales
ciar el tratamiento por el segundo o el tercer escalón.
Uso del teléfono Los analgésicos coadyuvantes, definidos como fármacos que alivian el
Compras dolor en situaciones específicas, sin ser considerados analgésicos estan­
darizados, pueden ser útiles en cualquier escalón si el tipo de dolor lo
Preparación de la comida
precisa. Se incluyen los antidepresivos, los anticomiciales, los anestésicos
Cuidado de la casa locales, las benzodiacepinas, los corticoides, los antagonistas de los recep­
Lavado de la ropa tores glutamatérgicos (NMDA), los bifosfonatos y los psicoestimulantes.
Uso de medios de transporte La administración debe ser"reloj en mano": la dosis siguiente tiene que
administrarse antes de que desaparezca el efecto de la anterior, evitan­
Manejo de su medicación
do el uso de analgésicos a demanda.
Manejo de sus asuntos económicos Se ha de utilizar, preferentemente, la vía oral.
Tabla 9. Actividades de la vida diaria básicas (AVD básicas)
e instrumentales (MIR 09-1 O, 1 32) Antiinflamatorios no esteroideos (Tabla 1 O)

En nuestro medio, la más utilizada es la escala visual analógica (EVA), gra­


duada del O (no le duele nada) al 1 O (el peor dolor que pueda imaginarse), Principio activo Dosis y vía Intervalo
permitiendo además evaluar la respuesta al tratamiento analgésico, aunque Paracetamol 500-1 .000 mg V.O. 4-6 h
existen otras muchas escalas también válidas.
ASS 500-1.000 mg V.O. 4-6 h
Tratamiento farmacológico del dolor lbuprofeno 200-400 mg v.o. o rectal 4-8 h
Naproxeno 500-550 mg V.O. 6-8 h
El tratamiento farmacológico del dolor descansa en dos pilares fundamen­ o 250-275 mg vía rectal
tales: a) el empleo de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y b) el Ketorolaco 10 mg v.o. o 30 mg i.v. 6h
de opiáceos. Se basa principalmente en la escalera analgésica de la OMS Metamizol 575 mg v.o. o 2.000 mg 6-8-12 h
(Figura 1 3). i.v. o 1 .000 mg vía rectal
Diclofenaco 100-1 50 mg o 100 mg 8-12 h
vía rectal o 75 mg i.m.
Piroxicam 20 mg v.o. 24 h
·iihH::ihMM Celecoxib 100-200 mg V.O. 12-24 h
4.0 escalón
M·fflifrii@M Tabla 1 O. Prioridad de los AINE de uso habitual

3.•r escalón
··8Hi::i+M5 Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se diferencian en su eficacia y en
su toxicidad relativas; es decir, un AINE en concreto puede tener una acción
· Opiáceo potente
2.0 escalón
antiinflamatoria mayor o ser más tóxico que otro del mismo grupo, por lo
· No opiáceo
· Fármaco adyuvante
que se considera que su utilidad terapéutica depende tanto de su eficacia
· Opiáceo débil como de su toxicidad relativa. Su analgesia es limitada debido a la presencia
de techo terapéutico, esto es, el aumento de las dosis no mejora el control
· Noopiáceo 1 .•r escalón

del dolor, y sí eleva el riesgo de efectos adversos. No producen ni tolerancia ni


· Fármaco adyuvante
· Noopiáceo
· Fármaco adyuvante
dependencia física (Tabla 1 1 ).
Morfina Codeína, tramado! Paracetamol, AINE AINE sin actividad antiinflamatoria. El paracetamol posee actividad
analgésica y antipirética similar a otros AINE, pero tiene escasa actividad
antiinflamatoria. Presenta una buena biodisponibilidad, tanto por vía
Si es necesario,
terapia "en ascensor"

- --
�HiM+NfMi oral como rectal, y tiene una baja incidencia de efectos adversos. Por
su seguridad, sigue siendo el fármaco de elección en este grupo. Puede
Figura 13. Escala analgésica de la OMS (modificada) (MIR 03-04, 2 1 6) combinarse con cualquier otro AINE.

�--111
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

RECUERDA mucho menor y parecen tener un efecto menor sobre la función plaquetaria
que los AINE tradicionales. Han demostrado utilidad en el tratamiento del
dolor, debido a su perfil tóxico más favorable (aunque tienen efectos adver­
El paracetamol sigue siendo el fórmaco de elección del grupo del
primer escalón por su seguridafl.
sos cardiocirculatorios y renales). El rofecoxib y el celecoxib son inhibidores
selectivos de la COX-2. Nabumetona y meloxicam tienen cierto grado de
AINE con actividad antiinflamatoria. Son un grupo heterogéneo de selectividad COX-2. El AAS inactiva (acetila) irreversiblemente las dos COX. El
fármacos que comparten propiedades farmacológicas y, en general, resto de los AINE lo hacen de manera reversible.
reacciones adversas. Poseen actividad antiinflamatoria, analgésica y an­
tipirética. No se deben combinar. Dentro de este grupo, el metamizol es
el que menor poder antiinflamatorio posee, pero es uno de los mejores
antipiréticos (buen control del dolor visceral). El naproxeno es de elec­
ción en la fiebre de origen tumoral.

Fármaco
Grupo farmacológico
prototipo
Salicílico Ácido
acetilsalicílico COX-1 COX-2

t t
(constitutiva de tejidos) (inducida por monocitos y macrófagos)
Enólicos Pirazolonas Metamizol
Pirazolidindionas Fenilbutazona
Oxicams Piroxicam, PG PG
meloxicam
Ácidos Acético lndolacético lndometacina
Pirrolacético Ketolorolaco Regulación del flujo sanguíneo renal Efectos inflamatorios
Fenilacético Diclofenaco Excreción de sodio
Protección de la mucosa gástrica
Propiónico Naproxeno
Antranílico Ácido mefenámico Figura 14. lnhibidores de la COX-2
Nicotínico Clonixina
Sulfoanilidas Nimesulida Acciones farmacológicas
No Acción analgésica. Actúan en los tejidos inflamados impidiendo la sín­
Alcalonas Nabumetona
ácidos tesis de prostaglandinas y el papel sensibilizador de las mismas; tam­
Paraaminofenoles Paracetamol bién en el sistema nervioso central, inhibiendo las respuestas mediadas
Tabla 1 1 . Clasificación de los AINE por aminoácidos excitadores.
Son eficaces en dolores leves y moderados.
Mecanismo de acción En la actualidad, los AINE se usan principalmente:
La mayoría de sus acciones terapéuticas y de sus efectos secundarios es­ Como tratamiento de base del dolor crónico, solos o asociados a
tán relacionados con la inhibición de la actividad de las ciclooxigenasas analgésicos opiáceos.
y la consiguiente inhibición de la síntesis de prostaglandinas (PG) y trom­ Como tratamiento específico del dolor provocado por las metás­
boxanos, que participan en grado diferente en la patogenia de la inflama­ tasis óseas.
ción, el dolor y la fiebre, así como en otros muchos procesos fisiológicos Como tratamiento ocasional en el manejo de episodios de dolor
(Figura 1 4). agudo incidental.

Se sabe que existen, al menos, dos ciclooxigenasas con acciones dife­ Acción antipirética. Se utiliza el AAS, el paracetamol, el metimazol y
rentes (COX-1 y COX-2). La COX-1, la isoforma constitutiva, está presente la indometacina (fiebre tumoral). La fiebre se produce cuando los piró­
en concentraciones estables en muchos tejidos y es responsable de la genos (citocinas, toxinas . . . ) provocan la síntesis de prostaglandinas en
producción continua de PG para funciones fisiológicas, como la regu­ regiones hipotalámicas específicas. El efecto antipirético se debe a la
lación del flujo sanguíneo renal, la excreción de sodio o la protección inhibición de estas prostaglandinas.
de la mucosa gástrica. La isoforma COX-2 es inducida en células migra­ Acción antiinflamatoria. No se conoce bien el mecanismo. Podrían
torias (monocitos y macrófagos), células sinoviales y condrocitos por actuar sobre diversos mediadores.
citocinas y otros estímulos inflamatorios; se expresa en las inflamacio­ Acción antiagregante plaquetaria. Únicamente es significativa en
nes y predomina en el sistema nervioso central y mucosa gástrica. Todo el caso del AAS, que acetila irreversiblemente la COX-1 plaquetaria e
esto sugiere que las acciones terapéuticas de los AINE se podrían deber impide la formación del TXA2, que es un mediador importante de la
a la inhibición de COX-2 y que los efectos indeseables se relacionarían agregación plaquetaria.
con la inhibición de COX- 1 . Acción u ricosúrica. Es consecuencia de la inhibición competitiva
(comparten un mismo sistema) del transporte de ácido úrico desde la
En general, los AINE inhiben ambas enzimas o bien la COX-1, en mayor luz del túbulo renal al espacio intersticial. Sólo ocurre con determina­
medida. Existe una nueva generación de AINE que inhiben de forma "pre­ dos AINE (dosis elevadas de salicilatos, fenilbutazona y diclofenaco)
ferente" la COX-2, por lo que no presentan los efectos relacionados con la que, por ello, son útiles para favorecer la excreción urinaria de ácido
inhibición de la COX-1, se asocian con una irritación y sangrado digestivo úrico.

06 · Tra t a m i e n t o d e l p a c i e n t e t e r m i n a l .
Cuidados paliativos 11
Oncología médica y paciente terminal J O6
Farmacocinética En pacientes de alto riesgo (edad superior a 60 años, antecedentes
Se absorben casi completamente por vía oral. de úlcera péptica, uso concomitante de anticoagulantes o corti­
Son escasamente afectado¡; por el primer paso hepático, aunque poste­ coides) en los que la utilización de un AINE sea imprescindible, se
riormente son intensamente metabolizados. recomienda la utilización profiláctica de misoprostol (análogo de la
Se lijan en proporción elevada a las proteínas y presentan bajos volú­ PGE 2) o inhibidores de la bomba de protones (omeprazol) durante
menes de distribución. el tiempo que dure la administración del AINE.
Su eliminación es fundamentalmente renal.

Reacciones adversas REC U ERDA


Los AINE se asocian con diferentes efectos adversos, cuya prevalencia au­
menta con la edad.
El efecto secundario mós frecuente del misoprostol es la diarrea.

Alteraciones gastrointestinales. Las más frecuentes (30-40%) son


efectos menores: pirosis, dispepsia, gastritis, epigastralgia y alteración En los pacientes de bajo riesgo (los demás pacientes no incluidos en el
del ritmo intestinal. Aunque la dispepsia es un factor limitante para el apartado de"alto riesgo") no está indicada la utilización de misoprostol,
uso de AINE, se sabe que su presencia no predice la existencia de lesión ya que su uso se asocia a un bajo beneficio potencial y, sin embargo,
en la mucosa gástrica, visualizada endoscópicamente. Sin duda, el efec­ a un alto coste. En estos pacientes en los que la dispepsia es el efecto
to adverso que más preocupa y el que limita más el empleo de los AINE secundario más frecuente, su aparición puede prevenirse y/o tratarse
es su capacidad para lesionar la mucosa gástrica (15%) y duodenal (5%), con un antiácido o un fármaco anti-H2 tipo ranitidina o famotidina.
causando erosiones y úlceras. Existen dos mecanismos lesionales:
Un efecto local, dependiente del pH y del preparado que se utili­ Renales. Toxicidad aguda: en situaciones de compromiso de la perfu­
ce, que produce una lesión superficial aguda que suele ser asinto­ sión renal, aumenta la síntesis de prostaglandinas, cuyo papel es esen­
mática y puede resolverse aún con la toma crónica de AINE, y que cial para asegurar una velocidad de filtración y un flujo renal adecuados.
puede minimizarse usando preparaciones con cubierta entérica, Los AINE pueden desencadenar diversas nefropatías de carácter agudo,
profármacos, o reduciendo la acidez del medio con antagonistas por disminución del flujo renal (síndrome nefrótico, nefritis intersticial,
de los receptores H2 o inhibidores de la bomba de protones. vasculitis, hipoperfusión renal). Además, los AINE favorecen la retención
Un efecto sistémico, que se produce por medio de la inhibición de sodio y potasio, por lo que pueden provocar edemas, agravar una
de la síntesis de PG, la cual se encarga de proteger la mucosa gas­ insuficiencia cardíaca o una hipertensión. Toxicidad crónica: el consumo
troduodenal estimulando la liberación de moco y bicarbonato y prolongado de AINE puede producir una nefropatía intersticial cróni­
que son vasodilatadoras, lo que genera una disminución del flujo ca, que desemboca en una necrosis papilar e insuficiencia renal crónica
sanguíneo mucoso y puede producir úlceras gastroduodenales (nefropatía por analgésicos), observándose, sobre todo, con la asocia­
profundas y crónicas, que pueden, a su vez, sangrar y perforarse. ción prolongada de paracetamol más AAS. Los AINE más nefrotóxicos
Esto quiere decir que, aunque un AINE se administre por vía pa­ son la indometacina y el fenoprofeno.
renteral, también puede producir úlceras gastroduodenales y sus Por hipersensibilidad (1-2%). Rinitis alérgica, edema angioneurótico,
complicaciones, especialmente cuando se administra de forma erupciones maculopapulosas, urticaria, síndrome de Stevens-Johnson,
crónica. púrpura, síndrome de Lyell, asma bronquial o shock anafiláctico.
Hematológicas. Anemia aplásica, trombopenia, agranulocitosis, ane­
El ibuprofeno, el diclofenaco y el meloxicam son los menos gastrolesi­ mia hemolítica. Son raras e idiosincrásicas. Los medicamentos que más
vos; el AAS, el sulindac, el naproxeno y la indometacina se sitúan en un lo producen son: fenilbutazona y metamizol.
nivel intermedio; el ketorolaco, el ketoprofeno y el piroxicam son los Neurológicas. Tinnitus, sordera, vértigo, cefalea.
más gastrolesivos. Hepáticas. Aumento transitorio de las transaminasas, citólisis, colesta­
sis, hepatitis.
En los pacientes que toman AINE, el riesgo de desarrollar reacciones
adversas graves (sangrado o perforación) asociadas a estos medica­ Algunas de las reacciones adversas mencionadas son no dosis-dependientes.
mentos es, aproximadamente, tres veces mayor que para los que no Son reacciones idiosincrásicas que se producen a nivel cutáneo, hematológico,
toman AINE, estimándose que su frecuencia es del 1-5%. Asimismo, sistema nervioso central (SNC), hígado y del sistema inmunitario.
hay varios subgrupos de pacientes para los que existe un riesgo adi­
cional, que son los que tienen antecedentes personales de úlcera, Respecto a la frecuencia relativa de aparición de los efectos adversos, el más
hemorragia digestiva o perforación relacionada con el consumo de habitual es el gastrointestinal y, en segundo lugar, los del SNC.
AINE, los mayores de 60 años, los que consumen AINE en dosis altas o
de acción prolongada, y los que consumen simultáneamente anticoa­ Las recomendaciones generales en la utilización de AINE podrían resumirse
gulantes orales o corticoides. de la siguiente forma:
Utilizar prioritariamente AINE de vida media corta; tardan menos en al­
De acuerdo a todo lo indicado anteriormente, las recomendaciones ac­ canzar niveles estables y la probabilidad de acumularse produciendo
tuales son: toxicidad es menor que en el caso de AINE de vida media larga.
Siempre que sea posible, se evitará la utilización de AINE. El para­ Aunque la eficacia analgésica de los AINE es similar, existe una variabi­
cetamol es el tratamiento de elección en el dolor leve-moderado lidad individual que hace que unos pacientes respondan mejor a un
sin componente inflamatorio importante. El ibuprofeno en dosis determinado AINE que otros; por ello, si un paciente presenta intoleran­
analgésica y administrado durante el menor tiempo posible, es el cia o es refractario a un determinado AINE es razonable suspenderlo y
AINE menos gastrolesivo y, por ese motivo, es una buena alternati­ cambiarlo por otro de distinta familia (mantener durante una semana el
va al paracetamol. tratamiento antes de cambiarlo).
Manual CTO de Medicina y Ci rugía, 9 . ª edición

Es aconsejable utilizar los más conocidos. Es mejor emplear los que lle­ Opiáceos débiles. Son útiles en el dolor moderado y cuando el dolor
van más años en el mercado, ya que se conocerá mejor su perfil de leve-moderado no se puede controlar únicamente con AINE. Los más
seguridad. � usados son la codeína, la dihidrocodeína y el tramado! (Tabla 13). A
Producen su efecto analgésico actuando a nivel periférico y, por tanto, diferencia de los opiáceos potentes, tienen techo analgésico, por lo que
ejercen efecto aditivo con los opiáceos que actúan a nivel central. no deben combinarse con éstos. Sus efectos secundarios son comunes
No deben utilizarse dos AINE simultáneamente; no se consigue mayor a los opiáceos potentes, por ello se describirán más adelante.
eficacia analgésica y, sin embargo, la probabilidad de producir efectos Codeína. Ejerce su efecto analgésico al unirse a los receptores opiá­
secundarios es mayor. ceos µ, aunque lo hace con baja afinidad. Existen preparados de
codeína y de paracetamol o aspirina, reconocidos como asociación
Interacciones útil. Comparte efectos adversos con otros opiáceos. En altas dosis
Las más importantes son: es mal tolerada, debido a la producción de importantes náuseas. La
El uso conjunto con diuréticos y aminoglucósidos aumenta el riesgo de dihidrocodeína aporta un preparado de liberación retardada que
insuficiencia renal. permite una dosificación cada 1 2 horas.
Aumentan los efectos de las sulfonilureas y el riesgo de hipoglucemia Dextropropoxifeno. No aporta ninguna ventaja, y se transforma
secundaria. en un metabolito activo que puede acumularse. Su uso está indi­
Incrementan el riesgo de hemorragias secundarias a los anticoagulan­ cado únicamente como alternativa a la codeína, cuando esta no se
tes orales. tolera bien.
Disminuyen el efecto de los diureticos, IECA y �-bloqueantes en la hi­ Tramado!. Es el opiáceo de segundo escalón de elección. Su po­
pertensión arterial, con un peor control. tencia es similar a la codeína, pero menos astringente. Amplia ex­
Favorecen la intoxicación por litio, al elevar los niveles de este fármaco. periencia, disponible en vía parenteral. Tiene cierto efecto sobre el
Favorecen la ototoxicidad de vancomicina. aminoglucósidos y eritro­ dolor neuropático debido a su característica inhibición en la recap­
micina. tación de la serotonina y de la noradrenalina. Dada su baja afinidad
Potencian el ahorro de potasio por los diuréticos ahorradores, por lo por los receptores opiáceos, no produce de manera significativa
que pueden provocar hiperpotasemia. dependencia o depresión respiratoria.

Analgésicos opiáceos
Principio activo Dosis y vía Intervalo
Los opiáceos son agonistas (algunos agonistas parciales o antagonistas) de Codeína 60 mg v.o. 4h
receptores opiáceos µ, K y cr localizados principalmente en el sistema ner­ Tramado! 50-100 mg V. O. O 100 6-1 2 h
vioso central y en el músculo liso digestivo, pupilar y vascular (en el músculo mg i.vJi.m.
liso produce relajación), con las siguientes funciones (Tabla 12): o 1 2-24 mg en infusión
Receptores mu (µ), cuya estimulación determina analgesia supraespinal i.v. continua
potente, euforia, miosis y depresión respiratoria. Tabla 1 3. Principales opiáceos débiles
Receptores kappa (K), responsables de una acción analgésica menos
potente, miosis y sedación. El principal uso de estos fármacos es el tratamiento del dolor modera­
Receptores sigma (cr), cuya estimulación produce alucinaciones, disforia y do. Se incluyen dentro del segundo escalón analgésico de la OMS.
estimulación psicomotora (para algunos autores no son verdaderos recep­ Opiáceos potentes (Tabla 14). Son los analgésicos más potentes co­
torPs opiáceos, dado que sus acciones no son revertidas por la naloxona). nocidos. Su acción farmacológica va a depender de la estimulación de
receptores específicos situados fundamentalmente en el SNC; dicha es­
El más importante de estos receptores es el µ. timulación está relacionada con la capacidad del fármaco para unirse
al receptor (afinidad) y con la capacidad de generar acciones farma­
cológicas (actividad intrínseca). Otras indicaciones terapéuticas de los
Receptor Características opiáceos son como antitusígenos y para el control de la disnea.
Analgesia supraespinal
Depresión respiratoria
Euforia Principio activo Dosis y vía Intervalo
µ
Sedación moderada Sulfato 1 0-30 mg V.O. 4 h en liberación
Miosis de morfina rápida/1 2 h
en liberación retardada
Analgesia espinal
Cloruro mórfico 5 mg i.v. o s.c. 4h
K Sedación intensa
Fentanilo 1 2-25 µg/h 72 h
Miosis
Buprenorfina 0,2-0,4 mg s.l. o 0,3-0,6 6·8 h
Alucinaciones mg i.vJi.rn.
Disforia
Pentazocina 30 mg i.mJi.vJs.c. 3-4-6 h
Estirnulación psicomotora o 60 mg vía rectal
Tabla 1 2. Receptores opiáceos Meperidina 100 mg i.vJi.m. 6-8 h
Oxicodona 5·15 mg V.O. 4 h en liberación
Desde el punto de vista analgésico, los opiáceos se dividen en opiáceos dé­ rápida/1 2 h
biles y opiáceos potentes. El antagonista de estos receptores más usado en liberación retardada

�-
para revertir los efectos de los opiáceos es la naloxona. Tabla 14. Principales opiáceos potentes

0 6 · Tra t a m i e n t o d e l p a c i e n t e t e r m i n a l .
Cuidados paliativos
Oncología médica y paciente terminal I O6
Los opiáceos se clasifican en cuatro grupos, según su acción sobre los de liberación más rápido. Es más segura en ancianos y en insuficiencia
receptores (µ, K y cr). renal y hepática, por no tener metabolitos tóxicos como la morfina. Pa­
Agonistas puros. Morfina, oxicodona, fentanilo, metadona y rece que es más efectiva en el dolor neuropático que la morfina. No
meperidina (o petidina). Tienen gran potencia analgésica por su debe partirse ni machacarse (puede absorberse demasiado rápido, con
alta afinidad y por su actividad sobre los receptores µ (aunque consecuencias peligrosas). Existen formulaciones orales, subcutáneas e
algunos pueden actuar sobre otros receptores). Prácticamente sin intravenosas.
techo analgésico. Su escasa afinidad y actividad sobre los recep­ Meperidina. Opiáceo agonista con efectos similares, pero con el gran
tores cr hace excepcionales los efectos debidos a ellos; todo lo inconveniente de tener un metabolito (normeperidina) con la mitad de
anterior los hace ser medicamentos de elección en el tratamiento potencia analgésica y una vida media de 1 5-20 horas, que tras adminis­
del dolor. traciones repetidas puede acumularse provocando hiperexcitabilidad
del SNC con alteraciones del humor, temblor, mioclonías e incluso con­
vulsiones. Todo lo anterior lo hace ser un fármaco no recomendado en
R E CU E RDA el tratamiento del dolor crónico de cualquier etiología.
Meta dona. Es un opiáceo agonista con potente acción analgésica en
dosis equivalentes con la morfina. Disponible por vía oral y parente­
La morfina, la metadona y la oxicodona son los medicamentos
de elección en el tratamiento del dolor grave en cuidados palia­
tivos. ral con un ratio de potencia de 1 :2. La vida media plasmática puede
llegar a 48 horas, mientras que su efecto analgésico dura entre 4 y 8
horas, lo que puede hacer que se acumule tras administraciones re­
Agonistas parciales. Buprenorfina. Tiene una baja actividad intrín­ petidas y producir mayor frecuencia de efectos adversos. Es metabo­
seca y una alta afinidad por los receptores µ, lo que implica me­ lizada en el hígado y eliminada por vía renal. Los efectos secundarios
nor potencia analgésica que los anteriores y la existencia de techo son los de cualquier agonista, considerando su efecto acumulativo.
analgésico, al no conseguir mayor analgesia subiendo la dosis por Suele reservarse para los casos de mal control del dolor tras rotación
encima de un nivel. a diferentes opiáceos (es una de las maniobras para intentar controlar
Agonistas-antagonistas. Pentazocina. Su baja actividad intrínse­ el dolor cuando persiste a pesar de aumentar la dosis del mismo), ya
ca en receptores µ y alta sobre los cr implica gran riesgo de provo­ que la equivalencia de dosis es complicada, y al ser muy lipófilo se
car disforia, cuadros psicomotores y alucinaciones. No se usa en la acumula en tejidos grasos, con una farmacocinética a veces impre­
práctica habitual. decible.
Antagonistas puros. Naloxona, naltrexona. Su gran afinidad por
los receptores los hace capaces de desplazar al resto de los opiá­ Agonistas parciales
ceos y, al tener una actividad intrínseca nula, son el tratamiento de Buprenorfina. Opiáceo agonista parcial. La vía de administración más
elección en la intoxicación por opiáceos. utilizada es transdérmica (generalmente se cambia cada 3 días y medio,
unos 2 parches a la semana). Teniendo en cuenta que en el tratamiento
Otras acciones de los opiáceos son: supresión de la tos, náuseas, vómitos, crónico del dolor se precisan dosis progresivas, este fármaco podría lle­
estreñimiento, disminución de la secreción gástrica, biliar y pancreática, in­ gar a antagonizar su propia actividad agonista, lo que obliga a utilizarlo
cremento del tono del esfínter vesical, aumento de la presión intracraneal . . . con precaución en pacientes dependientes de los opiáceos por la posi­
bilidad de desencadenar un síndrome de abstinencia.
Agonistas puros
Morfina. Es el opiáceo de referencia para todos los demás, con acción Agonistas/antagonistas
fundamentalmente sobre el receptor µ. Se encuentra disponible en dis­ Pentazocina. Agonista sobre todo en receptores cr y K, y antagonista
tintas formas, como la vía oral, rectal y parenteral. La vía oral existe en en los µ, lo que puede precipitar un síndrome de abstinencia en pacien­
forma de solución o comprimidos tanto de liberación rápida como de tes dependientes de los opiáceos. Por su acción sobre los receptores cr,
liberación sostenida. La duración de la analgesia es de 4 y 12 horas, res­ produce disforia. En desuso en la actualidad.
pectivamente. Tiene un primer paso hepático, donde se metabolizan
2/3 partes.de la dosis. La relación de la potencia por vía oral frente a la Antagonistas puros
subcutánea y la intravenosa es de de 1 :2:3 (MIR 04-05, 1 38). Hasta un
So/o de los individuos son acetiladores rápidos. En ellos, la duración de Naloxona y naltrexona. Poseen gran afinidad con los receptores, pero
acción de los comprimidos de liberación sostenida es de 8 horas. Esto sin actividad intrínseca; desplazan al resto de los opiáceos de los recep­
supone en la práctica que estos pacientes van a estar controlados las tores. Se utilizan en el tratamiento de la intoxicación aguda por opiá­
primeras 8-9 horas, empezando posteriormente con dolor; así se bene­ ceos (naloxona) y en la deshabituación de pacientes dependientes de
ficiarán de un intervalo de dosificación de 8 horas. La eliminación de la opiáceos. Cabe destacar la aparición de compuestos vía oral que com­
morfina es por vía renal. binan un opiáceo mayor (oxicodona) y la naloxona (prácticamente no
Fentanilo. Disponible en uso intravenoso, como parche transdérmico, se absorbe a nivel digestivo) para evitar o disminuir el estreñimiento
y en preparación oral transmucosa. Es 20-30 veces más potente que secundario a opiáceo.
la morfina, con una vida media variable entre 6 y 20 horas. Una de sus
principales ventajas es la administración transdérmica, lo que permite Vías de administración de los opiáceos
un intervalo de 72 horas entre parches. Es útil en pacientes que han per­ Oral. Es la vía preferible, siempre que se pueda.
dido la vía oral. Sin embargo, en pacientes con dolor no estable dificulta lntranasal, sublingual, bucal, rectal y transdérmica. Son una buena
el ajuste de dosis. alternativa en los pacientes que no toleran la vía oral. Ofrecen la ventaja
Oxicodona. Presenta doble potencia que la morfina. Su ventaja prin­ de eliminar el primer paso hepático y ser rápidamente conducidos a la
cipal es su vida media más larga (12 horas), teniendo además un pico circulación sistémica.

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Manual CTO d e Medicina y Cirugía, 9.ª edición

Intravenosa o en infusión. La frecuente utilización de catéteres esfínter de Oddi, aunque no existen estudios que confirmen dicho de­
para facilitar el acceso intravenoso de la quimioterapia ha hecho que fecto. La retención urinaria se ocasiona con más frecuencia en ancianos,
esta vía de administracióD- se haya extendido para el tratamiento del pudiendo ser necesario, en algún caso, el sondaje vesical (aunque no es
dolor crónico. Los bolos intravenosos proporcionan la más rápida demasiado frecuente).
pero corta duración de la analgesia. La infusión continua es una vía Somnolencia, sedación. Aparece en la quinta parte de los pacientes,
de administración adecuada en pacientes con dolor y sufrimiento es dosis-dependiente y presenta tolerancia después de 3-5 días de uti­
continuo. lizar la misma dosis. Este efecto puede ser incluso deseable en algunos
Infusión intermitente o continua subcutánea. Está indicada en pa­ pacientes, por lo que su prevención y manejo son controvertidos. Pue­
cientes que presentan intolerancia oral u obstrucción, y en aquellos que de ser útil la cafeína o el metilfenidato los primeros días del tratamiento
tienen malos accesos venosos. si la sedación es excesiva.
Infusión epidural o intratecal. Aunque la mayoría de los pacientes Encefalopatía por opiáceos. Efecto infrecuente que conlleva confu­
consiguen un control adecuado del dolor con la vía oral, en aquellos sión, agitación y delirium. Siempre hay que buscar un desencadenante
que presenten efectos adversos intolerables o que sean incapaces de médico, que deberá ser tratado. Es útil el haloperidol y la disminu­
tomar la medicación durante meses, la infusión intratecal o epidural ción o rotación de opiáceo. La presencia de confusión y alucinaciones
consigue un adecuado control de la sintomatología. Su uso junto con debe hacer sospechar un exceso de dosis y pueden desaparecer al
bajas dosis de analgésico local ha demostrado eficacia en el control del reducirla. Al no producir tolerancia y no ser posible tratarlas, obligan a
dolor neuropático. cambiar el opiáceo, dado que parecen no existir reacciones cruzadas
entre ellos.
Efectos adversos de los opiáceos Dependencia. Con un uso correcto, es un efecto muy raro. Se evita
En general, los efectos secundarios de los opiáceos en dosis equianalgésicas retirando los opiáceos (una vez controlado el dolor basal) de forma len­
no difieren de modo importante entre ellos (véase la Tabla 1 5). Destacan ta. La tolerancia no debe ser considerada un efecto secundario en pa­
los siguientes: cientes con dolor crónico maligno; se soluciona elevando la dosis hasta
Estreñimiento. Se produce por relajación del músculo liso. Es el alcanzar nuevamente la analgesia deseada. La dependencia psíquica
efecto secundario más frecuente de los opiáceos, afectando a casi no debería considerarse en pacientes que sufren dolores importantes
el 100% de pacientes. La fisiopatología del estreñimiento en trata­ y con una esperanza de vida limitada.
mientos con opiáceos parece estar ocasionada por aumento del Otros efectos secundarios. Sudoración, prurito (responde a antihis­
tono segmentario y por disminución de los movimientos peristálti­ tamínicos, aunque no es una reacción alérgica), astenia, xerostomía (se
cos del intestino. No tiene habituación, por tanto, lo más importante previene con buena hidratación y buena higiene oral), confusión y alu­
es la prevención. Todo paciente que vaya a recibir un tratamiento cinaciones. Las mioclonías son más frecuentes en la insuficiencia renal
prolongado con opiáceos, debe recibir profilaxis contra el estreñi­ y con morfina.
miento que consiste en buena hidratación, evitar la inmovilización si Intolerancia a la morfina. Es un cuadro poco frecuente, que consiste
es posible, dieta rica en fibra (MIR 1 2-13, 1 30) y añadir algún laxan­ en náuseas peristentes, íleo paralítico, vértigo, inestabilidad, diaforesis,
te, preferiblemente osmóticos o estimulantes del peristaltismo tipo sedación exagerada, alodinia (dolor secundario), mioclonías, alucinacio­
senósidos. nes e incluso delirium. Ante este cuadro, hay que suspender la morfina
Depresión del centro respiratorio. Es potencialmente el efecto se­ y cambiarla por otro opiáceo.
cundario más grave, aunque no existen casos descritos de la misma Situaciones especiales. En pacientes ancianos o muy debilitados, con
en pacientes que toman correctamente opiáceos como analgésicos; insuficiencia renal y hepática es conveniente empezar con dosis de un
es menos frecuente de lo que se cree. Parece que esto se debe a: 50% menos de la dosis habitual. Las benzodiacepinas y las fenotiacinas
El propio dolor ejerce un efecto estimulante sobre el centro respira­ potencian la depresión respiratoria.
torio, que contrarrestaría el efecto sedante.
La estimulación que produce el acúmulo de C02 y la tolerancia Analgésicos adyuvantes
que presenta dicho centro al tratar el dolor con dosis repetidas
de opiáceos. Existe una serie de fármacos adyuvantes que se usan en los pacientes con
dolor (Tabla 1 6). Están indicados en las siguientes situaciones:
No obstante, se deberá estar pendiente de si un paciente que recibe Para aumentar la eficacia analgésica de los opiáceos.
opiáceos presenta un cuadro brusco de deterioro del estado de cons­ En el manejo de síntomas concurrentes que exacerban el dolor (náu­
ciencia, con bradipnea, respiración superficial y miosis que progresa a seas, vómitos, ansiedad, depresión, entre otros).
midriasis. El tratamiento de elección será naloxona intravenosa o intra­ Para tipos específicos de dolor (por ejemplo, dolor neuropático).
muscular (MIR 07-08, 1 36).
Náuseas y vómitos. Se producen por acti­ Efecto Dosis Profilaxis
. FrecuenC1a Tolerancia
vación de la zona gatillo del SNC. Aparecen secundano dependiente
en un tercio de los pacientes, son dosis-de­ Estreñimiento 1 00% Sí No Siempre
pendientes y se desarrolla tolerancia en 3-5
días. Generalmente no es necesaria la profi­ Náuseas, vómitos 40-50% Sí Sí 5-1 O días primeros
laxis, siendo suficiente el tratamiento puntual Sedación 20% Sí Sí No
cuando aparecen (como fármaco de elección
se elige el haloperidol) (MIR 1 1 -12, 1 26). Síndrome confusional 2% No No No
Espasmos de las vías biliar y urinaria. Alucinaciones 1% No No No
Debe evitarse el uso de opiáceos en el cólico
biliar (salvo la meperidina), por espasmo del Tabla 1 5. Efectos secundarios de los opiáceos
Oncología médica y paciente terminal I O6
Además, tienen indicación específica para el tratamiento de las cefaleas por SIDA: infecciones de vías respiratorias, sarcoma de Kaposi . . .
hipertensión intracraneal por metástasis (corticoides) (MIR 1 1 -12, 235), Insuficiencia de órgano: insuficiencia respiratoria, insuficiencia cardía­
del dolor abdominal por qistensión hepática en el hígado metastásico ca, insuficiencia renal.
(dexametasona) y del dolor asociado a las metástasis óseas (corticoide Demencia: infecciones de las vías respiratorias.
asociado a AINE; bifosfonatos). Secundaria a tratamiento: neumectomía, quimioterapia (bleomicina
por toxicidad pulmonar, adriamicina por toxicidad cardíaca}, debilidad,
Cuarto escalón anemia.
Causas concurrentes: atelectasia, embolismo pulmonar, EPOC, asma,
Constituido por técnicas intervencionistas cuando con fármacos del tercer edema agudo de pulmón (EAP), insuficiencia cardíaca, neumonitis (rá­
escalón, junto con un coadyuvante, no es posible controlar adecuadamente dica o farmacológica), entre otras.
el dolor. Existen múltiples técnicas como la neuromodulación, la neurólisis
(dañar los nervios, principalmente utilizado en el plexo celíaco en el cáncer Por supuesto, si la causa de la disnea se puede revertir, no hay ninguna razón
de páncreas o el plexo braquial en el tumor de Pancoast), catéteres epidura­ para no hacerlo. Los pacientes terminales no están excluidos de padecer dis­
les para la administración de opiáceos o anestésicos. nea por causas reversibles (cardiológicas, broncospasmos, anemia, TEP. . . ).

Disnea Si la disnea está en relación con la progresión de la enfermedad cancerosa


(obstrucción tumoral, linfangitis carcinomatosa . . . ) y no existe tratamiento
Síntoma frecuente en el cáncer de pulmón (50-60%), aunque con menor inci­ antitumoral específico, el procedimiento va encaminado a disminuir la sen­
dencia también se presenta en pacientes con neoplasias en otras localizaciones sación subjetiva de la misma.
(alrededor del 20%). La incidencia aumenta a medida que la enfermedad pro­
gresa. Es el síntoma fundamental en la insuficiencia respiratoria y la insuficiencia Tratamiento
cardíaca avanzadas. En caso de insuficiencia renal que da lugar a anasarca es
también un síntoma muy frecuente. Los pacientes con demencia muy grave En causas irreversibles, el fármaco de elección son los opiáceos. Si cursa
pueden presentar disnea como consecuencia de las frecuentes infecciones res­ con gran componente de ansiedad, es necesario utilizar, de entrada, ben­
piratorias que sufren. zodiacepinas. Es habitual que haya que emplear medicamentos de ambos
grupos conjuntamente.
Etiología Opiáceos: la morfina es el fármaco de elección por ser un vasodilata­
dor venoso y arterial al bloquear el sistema nervioso simpático. Al tener
Neoplasias: obstrucción bronquial, síndrome de vena cava superior, efecto vasodilatador venoso reduce el retorno venoso, baja la presión
ascitis con distensión abdominal, derrame pleural, linfangitis carcino­ sobre la aurícula izquierda y el gasto cardíaco mientras que su efecto
matosa, metástasis pulmonares, caquexia . . . vasodilatador arterial disminuye la poscarga.

Tipo y fármaco Indicación Características


Antidepresivos Amitriptilina Dolor neuropático El efecto anticolinérgico
Clorimipramina Depresión subyacente y la sedación limitan las dosis
Insomnio asociado Administración nocturna en dosis bajas
lmipramina
Venlafaxina
Duloxetina
Neurolépticos Clorpromacina Dolor somático y visceral Antieméticos y sedantes
Levomepromacina Obstrucción intestinal
Anticomiciales Carbamacepina Dolor neuropático paroxístico Dosis bajas nocturnas
Clonazepam Mioclonías por opiáceos Mielosupresión por carbamacepina
Fenitoína
Gabapentina
Pregabalina
Benzodiacepinas Lorazepam Dolor crónico Ansiolíticos, hipnóticos, anticonvulsivos, miorrelajantes
Midazolam Espasmos musculares
Agitación en fase
de agonía
Estero ides Prednisona Metástasis óseas
Dexametasona Hígado metastásico
Cefaleas por metástasis
Antihistamínicos Hidroxicina Dolor somático y visceral · Antiemético y sedante
· Potencia la acción de los opiáceos
Bifosfonatos Zolendronato y pamidronato Dolor secundario a metástasis óseas Controlar posible hipocalcemia y osteonecrosis mandibular
Tabla 1 6. Principales fármacos adyuvantes
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9 . ª edición

Se debe usar en pacientes sólo si presentan una PAS mayor a 100 mmHg, da dexametasona o metil-prednisolona. En general, no se aconseja aportar su­
y debe usarse con precaución en pacientes obnubilados debiéndo­ plementos nutricionales ni forzar la alimentación (en el paciente terminal), pero
se retirar si el paciente pr�senta acidosis severa o una PC02 superior sí son muy utilizados en el paciente con cáncer no terminal y con desnutrición.
a 55 mmHg (MIR 1 3-14, 1 62, 1 68; MIR 06-07, 1 33; MIR 03-04, 2 1 5).
Benzodiacepinas: diazepam, midazolam. El acetato de megestrol tampoco está especialmente indicado. Aunque la
No está demostrado qué papel desempeñan los corticoides en el tra­ ganancia de peso es mayor que con los corticoides, se desconoce cuál es
tamiento de la disnea terminal. Parece que podrían mejorar algunos pa­ la dosis terapéutica adecuada, cuánto tiempo se mantiene la respuesta y
rámetros respiratorios, al disminuir el componente inflamatorio asocia­ cuáles son sus efectos secundarios. En principio, su acción sería mayor que
do al desarrollo tumoral. Son vasodilatadores que mejoran la precarga con la dexametasona.
en el EAP. Se suelen utilizar en dosis altas en obstrucción de vía aérea,
linfangitis carcinomatosa o sarcoma de Kaposi. Diarrea
Igualmente discutido es el uso del oxígeno. Ha demostrado su eficacia
en caso de hipoxemia. Cuando ésta no existe, habitualmente no se usa, No es un síntoma frecuente ni relevante en el paciente oncológico termi­
ya que disminuye la calidad de vida del paciente (dependencia, ansie­ nal. Suele confundirse con la llamada "pseudodiarrea por rebosamiento': que
dad, sequedad de mucosas, peor comunicación y movilidad). Única­ cursa con deposiciones líquidas en pacientes con obstrucción parcial por
mente se recomienda en esos casos cuando ya se utilizaba previamente impactación fecal.
y presenta dependencia psicológica.
Es obligatorio descartar la existencia de un fecaloma.
Disnea terminal
Tratamiento
El paciente muestra crisis de pánico o disnea irreversible, con sensación de
morir asfixiado con situación de agonía. Es una urgencia en cuidados palia­ Específico según la causa que lo produzca: consiste en la extracción ma­
tivos. El tratamiento de elección se realiza con cloruro mórfico asociado a nual del fecaloma.
midazolam intravenoso. Farmacológico: en general, se puede utilizar loperamida.

Estreñimiento Obstrucción intestinal


El estreñimiento no es una enfermedad, es un síntoma que puede ser el resul­ El diagnóstico se basa en la presencia de los siguientes signos/síntomas:
tado de diversas causas subyacentes, por lo que representa uno de los proble­ ausencia de emisión de gases/heces, dolor abdominal, náuseas y/o vómi­
mas más frecuentes en pacientes con patologías terminales (encarnamiento, tos (fecaloideos). Puede faltar alguno de estos síntomas, sobre todo, si es
opiáceos, obstrucción intestinal, escasa ingesta hídrica, hipercalcemia, fárma­ un cuadro suboclusivo, situación más frecuente en pacientes oncológicos
cos . . . ). La disminución de la ingesta de alimentos disminuye la masa fecal; terminales (para obtener más información, veáse Capítulo 5, Apartado 5.6.
muchos de los fármacos que se utilizan en esta fase, como la amitriptilina, Obstrucciones oncológicas. Obstrucción intestinal).
los opiáceos . . . , contribuyen al estreñimiento; también influye en su empeora­
miento la disminución de la actividad física (MIR 09-1 O, 1 29). Ansiedad
Es una respuesta ante la incertidumbre, que surge cuando se ve amenazada
RECUERDA la propia sensación de integridad, de coherencia, de continuidad o la sen­
sación de ser agente activo. Esta respuesta suele provocar un estado emo­
cional en el que el paciente se siente tenso, nervioso, preocupado o atemo­
El efecto secundario mós frecuente de los opióceos es el estreñi­
miento.
rizado. Esta puede ser adaptativa o funcional (proporcional a la amenaza
que supone el diagnóstico de cáncer) o desadaptativa o disfuncional (des­
Tratamiento proporcional). Su prevalencia en pacientes oncológicos se estima en torno
al 25%, presentando un 20% de ellos trastornos adaptativos con ansiedad.
Cuando se puede identificar una causa específica debe ser tratada, mientras El diagnóstico se establece según los criterios de la clasificación DSM-IV-TR.
que cuando se utilizan laxantes se está actuando únicamente sobre el sínto­
ma. Los fármacos más utilizados son los osmóticos (lactitol y lactulosa) y los En cuanto a su tratamiento, hay que destacar la utilidad de la psicoterapia
estimulantes del tránsito (senósidos). En caso de no deposición en 48-72 h, y de medidas farmacológicas, siendo los fármacos más usados las benzo­
deberá administrarse un enema siempre que no esté contraindicado. diacepinas (principalmente lorazepam y alprazolam). Si se asocia un com­
ponente depresivo, se puede utilizar antidepresivos (de elección ISRS) y si se
Astenia/anorexia/caquexia asocia con delirium, haloperidol o clorpromazina.

Aunque hay tumores especialmente anorexígenos (cáncer de estómago o Síndrome confusional o delirium
cáncer de páncreas), prácticamente todos los pacientes terminales van a
presentar síntomas constitucionales en mayor o menor medida. Se define como un estado confusional agudo que está ocasionado por una
disfunción orgánica cerebral difusa y se caracteriza por alteraciones en el nivel
Tratamiento de consciencia y en la atención, asociándose alteraciones cognitivas y de la
percepción. Su frecuencia en pacientes oncológicos varía entre un 30-50% en
El uso de corticoides se asocia con un aumento del apetito (no necesariamente el momento del ingreso, siendo aproximadamente del 90% en los últimos días
con ganancia de peso), sobre todo el primer mes de tratamiento. Se recomien- de vida. En cuanto a su etiología, no suele existir una causa única responsable,

0 6 · Tra t a m i e n t o d e l p a c i e n t e t e r mi n a l .
Cuidados paliativos 11
>
Oncología médica y paciente terminal I O6
sino que el origen suele ser multifactorial, al estar implicados tanto factores nas expuestas a humedad o zonas con lesiones cutáneas como erite­
predisponentes (edad, déficit cognitivo, deshidratación, alteraciones metabó­ mas o excoriación.
licas, enfermedad orgánica cereq¡:al, polifarmacia, opiáceos, benzodiacepi nas, Maniobras preventivas:
aislam iento social, déficit sensorial, cambio de entorno, entre otros) como fac­ Cambios posturales: esta medida es la maniobra preventiva y te­
tores desencadenantes (lesiones cerebrales, insuficiencia cardíaca, renal, he­ rapéutica principal (MIR 1 3-14, 163). Se deben realizar cambios
pática, respiratoria, psicotropos, AINE, entre otros). posturales cada 2-3 horas, intentando si fuera posible enseñar a
movilizarse al paciente cada 15 min.
Clínicamente puede cursar de varias formas: Superficies especiales de apoyo (colchones adaptados, colchones
Hiperactivo. El paciente se encuentra agitado, hipervigilante y con ac­ de aire alternante, colchonetas, entre otras).
tivación psicomotriz. Protección local contra la presión (apósitos).
Hipoactivo. El paciente se muestra apático, somnoliento, enlentecido y
con marcada disminución de la atención y del nivel de alerta. Clasificación úlceras por presión
Su diagnóstico es exclusivamente clínico (siguiendo los criterios DSM-IV):
Alteración de la consciencia y de la atención. Estadio 1: eritema cutáneo que no palidece al presionar. Piel íntegra.
Alteraciones cognitivas o perceptivas no asociadas a un síndrome Estadio 11: pérdida parcial del grosor de la piel que afecta a la epidermis,
demencial establecido. Estas alteraciones se instauran en un perio­ dermis o ambas.
do corto de tiempo (horas-días) y tiende a fluctuar a lo largo del día. Estadio 111: pérdida total del grosor de la piel que implica lesión o necro­
Existe una causa orgánica subyacente, trastorno médico general, sis del tejido subcutáneo, que puede extenderse hacia abajo pero no
medicamentos o combinaciones de varios factores. por la fascia subyacente.
Estadio IV: pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa,
El tratamiento consta de medidas no farmacológicas (proporcionar un am­ necrosis del tejido o lesión en el músculo, hueso o estructuras de sostén
biente tranquilo, evitar excesivos estímulos, eludir restricciones físicas . . . ) y como tendones, cápsula articular. . .
farmacológicas. Dentro de éstas, es importante intentar identificar factores
potencialmente causantes del cuadro y corregirlos. Tratamiento

Los fármacos de elección son los neurolépticos, siendo el patrón de referen­ Aliviar la presión sobre los tejidos con cambios posturales y superficies
cia el haloperidol, por lo que se permite utilizar los atípicos una vez contro­ adecuadas de apoyo.
lada la fase aguda (como tratamiento de mantenimiento). En caso de refrac­ Cuidados de la úlcera:
tariedad a varias dosis de haloperidol, se puede emplear clorpromazina y, si Estadio 1: medidas locales de alivio de la presión (apósitos) y ácidos
no cede, midazolam (existen preparados parenterales de estos tres fármacos) grasos hiperoxigenados.
(MIR 08-09, 1 37). Estadio 11, 111 y IV:
Desbridamiento.
Es importante valorar al paciente para descartar que presente un globo vesi­ Limpieza de la herida.
cal y/o un fecaloma (los opiáceos favorecen ambos procesos), ya que es una Prevención y abordaje de la infección bacteriana.
de las causas de agitación con una solución específica. Apósitos que mantengan el lecho de la úlcera húmedo y a la
temperatura corporal.
Úlceras por presión Reparación quirúrgica en úlceras 111 o IV que no respondan al
tratamiento.
Las úlceras por presión son lesiones cutáneas producidas como resultado de
una presión prolongada generalmente sobre prominencias óseas o cartila­
ginosas. Estas lesiones se producen a causa de una alteración en la irrigación ./ MIR 1 3-14, 162, 163, 168
sanguínea y la nutrición tisular. ./ MIR 12-13, 1 30
./ MIR 1 1 -12, 1 26, 235
Habrá pacientes con más riesgo de presentar úlceras como serán los pa­ ./ MIR 10-11, 1 1 8, 125, 126
cientes con inmovilidad, incontinencia, alteraciones nutricionales, bajo nivel ./ MIR 09-1O, 1 23, 125, 129, 132
de conciencia o edad avanzada; sin embargo, se debe considerar paciente de ./ MIR 08-09, 1 37, 141
riesgo a cualquier paciente ingresado en un centro sanitario o encamado. ./ MIR 07-08, 1 36
./ MIR 06-07, 133, 134
./ MIR 05-06, 1 38
Se deben realizar cuidados preventivos para estas lesiones: ./ MIR 04-05, 138, 139
Exploración física: cuidado y adecuado examen físico de las zonas de ./ MIR 03-04, 215, 216
riesgo como las prominencias óseas (sacro, talones, tobillos, codos). zo-

11
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

" La escalera analgésica de la OMS tiene tres escalones: 1 -A INE o pa­

1
I d e a s c l a v e Y: racetamol, 2-0piáceo menor, 3-0piáceo mayor. Se habla de un 4.º
.,. escalón: 4-Medidas intervencionistas.
" Lo que verdaderamente define al paciente terminal es el agota­
miento de los tratamientos específicos para su enfermedad. " No deben combinarse dos analgésicos del mismo escalón ni tam­
poco un opiáceo menor con un opiáceo mayor.
" Los cuidados paliativos pretenden aliviar el dolor y otras molestias
indeseables, pero no curar la enfermedad. " Los AINE y los opiáceos menores tienen techo terapéutico, los opiá­
ceos mayores no.
" Estos cuidados no sólo se centran en aspectos somáticos, sino tam­
bién emocionales (apoyo a la familia durante el duelo, entre otros). " Para el manejo del dolor por metástasis óseas son útiles los AINE,
los corticoides y los bifosfonatos.
" Los cuidados paliativos no aceleran la muerte. Los cuidados palia­
tivos no son solamente para el paciente, sino también para sus fa­ " Peculiaridades importantes de algunos opiáceos: pentazocina
miliares. (agonista-antagonista), buprenorfina (agonista parcial), meperidi­
na (no es aconsejable para el dolor crónico).
" Los síntomas más frecuentes en el paciente terminal son la debili­
dad, el dolor, la ansiedad, el estreñimiento y la anorexia. " El efecto secundario más frecuente de los opiáceos y frente al que
no se genera tolerancia es el estreñimiento.
" El dolor es el síntoma más frecuente en la evolución del paciente
oncológico. El dolor nociceptivo responde a los opiáceos y a los " La disnea del paciente terminal se trata con opiáceos, salvo si existe
AINE. El dolor neuropático mejora con antidepresivos y anticonvul­ un gran componente ansioso (benzodiacepinas).
sivos.
" Los bifosfonatos (el más usado es el zolendronato) se utilizan para
" El tratamiento del dolor debe ser pautado, evitándose los analgési­ el control del dolor óseo por metástasis, para evitar fracturas pato­
cos a demanda, y por vía oral siempre que sea posible. lógicas y para la hipercalcemia tumoral.

vasodilatadores, diuréticos y fármacos inotrópicos positivos pa­


C asos clínicos . renterales, el paciente se encuentra en situación de fracaso mul­
tiorgánico, y presenta una disnea muy intensa secundaria a un
edema agudo d e pulmón. ¿Cuál sería la conducta más adecuada
Respecto a los síntomas que presentan los pacientes en la fase final a seguir?
de la vida:
1 ) Balón de contrapulsación-aórtico.
1) El dolor es muy preva lente en los pacientes con cáncer pero no lo es 2) Cateterismo cardíaco con angiografía coronaria y ventriculografía
en pacientes con insuficiencia cardíaca. izquierda.
2) La astenia es un síntoma de poca importancia. 3) Catéter de Swan-Ganz para valorar mejor el tratamiento diurético.
3) La evaluación de los síntomas tiene que realizarse de una forma 4) Morfina intravenosa.
global y teniendo en cuenta sus repercusiones en la persona. 5) Envío a su domicilio, en su pueblo, para que fallezca allí.
4) La mejor forma de valorar la presencia de los síntomas es esperar
a que el paciente los relate de manera espontánea. RC: 4; MIR 03-04, 2 1 5
5) Todas son ciertas. Fecha
La siguiente tabla: Síntomas
RC: 3
Dolor
1) Es un mini-ESAS.
Los principios de un control de síntomas efectivo incluyen: 2) Es un método útil para realizar un Disnea
repaso diario de los síntomas del Náuseas
1) Historia clínica detallada. paciente.
2) Es más importante conocer la intensidad y frecuencia de los sínto­ 3) Los huecos en blanco de la primera
mas que realizar un diagnóstico del mecanismo o causa subyacente columna se complementarán con otros síntomas importantes para
de cada síntoma. el paciente.
3) La exploración física que puede incomodar a estos pacientes no 4) Para evaluar la intensidad de los síntomas se debe utilizar siempre
siempre es necesaria. la misma herramienta de medida.
4) El paciente necesita que le traten el síntoma y no necesita que le 5) Todas son ciertas.
informen sobre el mismo.
5) Todas son ciertas. RC: 5

RC: 1 Varón de 83 años que presenta una cardiopatía isquémica no re­


vascularizable a consecuencia de la cual presenta una fracción de
Anciano de 95 años de edad con pluripatología senil, diagnosti­ eyección inferior al 20%. Lleva implantado un desfibrilador. Ingre­
cado de insuficiencia cardíaca congestiva en fase terminal, por sa por disnea severa de reposo, dolor en el pecho y intranquilidad
lo que ha precisado de múltiples ingresos hospitalarios, habién­ severa. Se ha hecho una optimización del tratamiento cardiológico
dose demostrado en uno de ellos, mediante ecocardiografía, una pese a lo cual la situación del paciente ha empeorado, presentando
fracción de eyección ventricular inferior a l 20%. Tras una semana una disminución del nivel de consciencia y un aumento de la disnea.
de ingreso hospitalario con tratamiento adecuado con oxígeno, ¿Qué actitud propondría?

06 · Tratamiento del paciente term inal.


C u idados pal iativos 11 ----
Oncología médica y paciente terminal I O6
1 ) Iniciaría tratamiento con dosis bajas de morfina como tratamiento Mujer de 62 años diagnosticada hace 1 O de cáncer de mama, tra­
de la disnea y del dolor precordial. tada con cirugía y quimioterapia con recidiva en la mama, que
2) Desactivaría el DAI dado que es previsible que se active durante la requirió mastectomía radical, en seguimiento por el servicio de
agonía del paciente. ' oncología. Hasta hace un mes era independiente para todas las
3) Añadiría al tratamiento midazolam para intentar que estuviera tran­ AVD básicas e instrumentales, aunque últimamente le pedía a su
quilo. marido que fuera él el que hiciera la compra, porque le dolía la
4) 1 y 3 son ciertas. pierna izquierda y el cargar con peso empeoraba el dolor. Durante
5) Todas son ciertas. la última semana ya no puede ocuparse de las tareas de la casa
y prácticamente ha dejado de salir a la calle para evitar los tres
RC: 5 escalones que tiene el portal. No
se atreve a entrar y salir sola de la
Paciente de 64 años que ingresa por disnea. Pese a haberse opti­ bañera por el dolor que tiene en la
mizado el tratamiento para su patología pulmonar de base (fibro­ zona de la rodilla izquierda. Desde
sis pulmonar) la paciente continúa presentando una disnea que le hace 2 días apenas puede caminar,
impide realizar cualquier actividad y además persiste en reposo. no puede ir sola al WC y necesita
¿Cuál sería la actitud a seguir? ayuda para levantarse de la cama
o de un sofá, así como para asear­
1) Como la paciente no tiene un cáncer, lo indicado es continuar con se y vestirse. Sigue controlando los
el tratamiento de su enfermedad de base, siendo peligroso iniciar esfínteres y come sola. Es capaz
un tratamiento sintomático con morfina. de hablar por teléfono y controla
2) Dado que la paciente no tiene cáncer, no están indicados los cui­ su medicación. Cuando el dolor
dados paliativos. se hace insoportable se toma un
3) Dado que la disnea de la paciente es muy grave será necesario se­ ibuprofeno de 600 mg. Hoy acude
darla. a Urgencias porque ya no puede
4) La paciente tiene una fibrosis pulmonar, por lo que lo adecuado se­ sujetarse de pie y el dolor se ha
ría mantener optimizado el tratamiento específico para su enferme­ hecho insoportable con cualquier
dad y añadirle morfina para disminuir la disnea. mínima movilización.
5) Todas son falsas.
Una de las siguientes funciones NO se incluye dentro de las activida­
RC: 4 des básicas de la vida diaria:

Paciente que sufre un cáncer de colon con metástasis hepáticas, 1) Comer.


ascitis y carcinomatosis peritoneal, ycuando vamos a verle pre­ 2) Vestirse.
senta muy mal estado general. Está encamado, estuporoso y no 3) Asearse.
es capaz de tomar nada por boca. Presenta además frialdad y 4) Manejar su medicación.
cianosis en los dedos de las manos y los pies, así como oliguria. 5) Continencia de esfínteres.
Pese a su bajo nivel de consciencia no tiene un gesto relajado y a
la palpación del abdomen hace un gesto que sugiere que le esta­ RC: 4; MIR 09-1 O, 1 32
mos provocando dolor. Has-
ta ahora el paciente estaba Nuestra paciente:
en tratamiento con sulfato
de morfina por vía oral, que 1) Es independiente para 2 AVD básicas y 2 instrumentales.
parecía tener bien controla­ 2) Es dependiente para todas las AVD instrumentales.
do el dolor derivado de su 3) Es dependiente para 2 AVD básicas y tres instrumentales.
hepatomegalia, pero hoy 4) Como no puede levantarse de la cama es dependiente para todas
no se lo han dado al no ser las AVD.
capaz de tragar. ¿Qué acti­ 5) Es dependiente para 5 AVD básicas.
tud debemos tomar?
RC: 1
1 ) El paciente parece que va a fallecer en pocas horas y ya no necesita
tratamiento con morfina. El dolor que presenta nuestra paciente:
2) Se debe mantener el tratamiento con morfina administrándolo por
una vía subcutánea, como la que se muestra en la imagen, en una 1 ) Es de origen óseo, por lo que no responderá al tratamiento con
dosis equivalente a la que se le estaba dando por vía oral. opioides.
3) Como el paciente está estuporoso y la morfina puede disminuir aún 2) Es debido a metástasis óseas de su cáncer de mama, por lo que po­
más su nivel de consciencia, se deberá calcular la dosis de morfina dría responder, al menos en parte, al tratamiento con AINE.
subcutánea con una reducción respecto a la dosis oral que tomaba 3) Presenta una fractura patológica que como está sobre una metásta­
previamente. sis no se podrá operar.
4) Se debe mantener el tratamiento con morfina administrándolo 4) 1 y 2 son ciertas.
por una vía subcutánea como la que se muestra en la imagen en 5) Todas son ciertas.
una dosis que se calcula como 1/2 de la dosis que se estaba admi­
nistrando por vía oral a la que se realizará un incremento de 1 /3 de RC: 2
la dosis total diaria ya que el control del dolor no era bueno.
5) Se debe administrar la morfina por vía subcutánea, calculando una Pese a la analgesia pautada, la paciente sigue con dolor. La estrate­
subida de dosis superior al 50%, para conseguir que el paciente gia a seguir será:
esté sedado.
1 ) Tratamiento quirúrgico de la fractura.
RC: 4
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 9.ª edición

2) La radioterapia de la zona afectada por metástasis óseas puede ¿Cuál de los siguientes no es un efecto secundario de los opiáceos?
contribuir a aliviar el dolor.
3) Como analgésicos se pueden asociar AINE y morfina pautados 1) Depresión respiratoria.
con horario fijo. ,.
2) Retención urinaria.
4) Los corticoides son fármacos adyuvantes que pueden contribuir 3) Prurito.
a la analgesia. 4) H ipersudoración.
5) Todas son ciertas. 5) Diarrea.

RC: 5 RC: 5

En el tratamiento del dolor: ¿Cuál de los siguientes fármacos no es de utilidad para el tratamien­
to del dolor neuropático?
1) Se debe pautar a demanda.
2) La «escalera analgésica» es un método complicado de utilizar. 1) Duloxetina.
3) No deben utilizarse dos analgésicos del mismo grupo simultánea­ 2) Morfina.
mente. 3) Pregabalina.
4) Siempre hay que empezar en el primer escalón. 4) Ketorolaco.
5) Los analgésicos adyuvantes sólo se deben utilizar cuando se ha lle­ 5) Oxcarbacepina.
gado al tercer escalón.
RC: 4
RC: 3
U n paciente de 73 años, hipertenso y con antecedentes de en­
Uno de los siguientes efectos adversos de los opiáceos es el más fre­ darterectomía carotídea derecha hace 2 años, es diagnosticado
cuente, dosis-dependiente y no presenta tolerancia (no desaparece al de carcinoma de páncreas con metástasis peritoneales, hepáticas
mantener la dosis un tiempo); por tanto, obliga a pautar tratamiento y pulmonares. El paciente rechaza el tratamiento con quimiote­
para prevenirlo al mismo tiempo que se inicia el tratamiento opiáceo: rapia, aceptando únicamente manejo sintomático. Recibe trata­
miento con morfina de liberación prolongada (llegando hasta
1) Estreñimiento. 300 mg/día), lorazepam y metoclopramida, consiguiéndose un
2) Sedación. control adecuado de los síntomas. En la última semana reaparece
3) Nauseas. dolor abdominal y náuseas y se añade dificultad para la deglu­
4) Confusión. ción y periodos de agitación. El paciente está caquéctico, pos­
S) Prurito. trado, confuso, ictérico y con sequedad de mucosas. ¿Cuál de las
siguientes afirmaciones, sobre el manejo del paciente, considera
RC: 1 correcta?

Señale la correcta: 1 ) La dosis de morfina que recibe es la máxima aconsejada para evitar
depresión respiratoria, por lo que se debería asociar otro tipo de
1) En cuidados paliativos la vía de elección para la administración de analgésico para controlar el dolor.
fármacos es la vía subcutánea. 2) Haloperidol, clorpromacina y midazolam son fármacos útiles para
2) En el control de síntomas es esencial monitorizar la respuesta al tra­ controlar la agitación del paciente terminal.
tamiento pautado. 3) La hidratación intravenosa alivia el sufrimiento causado por la des­
3) Los síntomas se mantienen estables en el tiempo. hidratación terminal sin prolongar la agonía.
4) La escala ESAS de valoración de síntomas ha caído en desuso por 4) Se debe forzar la ingesta por vía oral, entera! o parenteral, para me­
existir en la actualidad escalas más adecuadas para realizar esta va­ jorar los síntomas.
loración. 5) La confusión no es frecuente en pacientes oncológicos terminales,
5) Todas son correctas. por lo que se debe realizar un TC craneal para descartar complica­
ciones de su enfermedad vascular cerebral.
RC: 2
RC: 2; MIR 08-09, 1 37
Respecto a la escalera analgésica de la OMS es cierto que:
El delirium se caracteriza por:
1) El paracetamol no puede incluirse en ningún escalón.
2) Algunos autores proponen un cuarto escalón que comprende técnicas 1) Inicio progresivo y curso permanente.
instrumentales. 2) El paciente está atento.
3) Los AINE no son nunca la primera opción en el tratamiento del dolor. 3) No existe una alteración del nivel de consciencia.
4) El tramado! pertenece al tercer escalón. 4) Tiene siempre una base orgánica que lo origina.
5) La dosificación de la metadona es la más sencilla de los fármacos del 5) Su tratamiento fundamental es el tratamiento sintomático con neu­
tercer escalón. rolépticos.

RC: 2 RC: 4

06 · Tratamiento del pac iente terminal. ___ _


C u idados p a l i a t i vos
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Oncología médica y paciente terminal I Bibliografía

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