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A L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.

Resp:. Log:. “ESTRELLA BOLÍVAR” 118


S:. F:. U:.

Or:. de Caracas, 12 de Mayo de 2004(e:.v:.)

Ven:. Maest:. y QQ:. HH:. todos.

“LA RUTA INTERIOR”


El viaje vertical del Esoterismo Masónico

“La meta de la existencia es alcanzar el estatus de Nadie. Es difícil ser “nadie”…”


Daniel Medvedov

Hemos dicho en alguna otra oportunidad, que la Masonería tiene un método propio
pero no exclusivo. Es en la esencia de la Francmasonería, donde puede encontrarse lo que
es transmisible y como consecuencia, aprehensible. Pero, ¿qué es la esencia? Para Kant, la
esencia es el principio interno y primario de todo lo que pertenece al ser de una cosa. Locke
decía que la esencia era el ser por lo que una cosa es lo que es y contiene lo que es,
independiente a la existencia o no existencia de un objeto. Podemos entonces concluir, que
esencia es algo determinado por tales o cuales notas distintivas. Es un ideal. No puede ser
alterada porque se destruye o es cambiada en otra cosa. La esencia de la Masonería debe ser
aprehendida por intuición y con un método que se desenvuelve en el proceso de la
Iniciación, enmarcada en los rituales, y utilizando el simbolismo como lenguaje La
Masonería esencial, es aquella que tiene el poder de mutar de manera ontológica, en su Ser,
al hombre. La que tiene la fuerza de transformar metales viles o pasiones en metales nobles
o virtudes, la que geometriza el carácter.

Si esencia es lo que las cosas son; existencia es estar en la realidad; estar con el
mundo, no ya de las ideas sino en el mundo con las cosas. Esta categoría existencial, hace
que la Masonería no esté aislada, por el contrario, participa de la historia con su marcada
vocación humanista, exaltando la dignidad del hombre; conquistando nuevas libertades y
custodiando sus derechos fundamentales.

No obstante, sería incompleta la esencia y la existencia, si no apreciamos lo que es


la Francmasonería, en términos de necesidad o valor; para qué es útil, qué aporta a la
sociedad. Examinar qué es como creación humana; su sitio en la sociedad; su real
influencia en el medio profano; su calidad como asociación docente en el más alto sentido.

El Libre Pensamiento; la Educación Laica; la Inmortalidad del Alma; el Libre


albedrío; la constante práctica de las Virtudes y del Bien; la Filantropía; la Solidaridad
Humana; la Razón que le da su carácter eminentemente Universal y que demuestra que:
"...no existe otra Verdad que aquella que la Razón enseña"; la Libertad Absoluta de
Conciencia o la Tolerancia de Cultos, porque: "...quien persigue a sus semejantes por
opiniones religiosas opuestas, se erige en su tirano y verdugo"; la Libertad de Palabra y el
Progreso Moral e Intelectual del Hombre entre otros, constituye su Base Doctrinaria y sus
Principios inalterables. Combate la Superstición; el abuso de Poder; la Ignorancia y cuanto
se oponga a estos Principios Doctrinales, no son sólo palabras. Son formas de medir la
existencia, de estar en la vida de una manera y no de otra.

Por esta razón, los principios éticos, filosóficos y humanistas de la Masonería,


deben corresponderse con las expresiones axiológicas y con las experiencias vitales.

El extraordinario desarrollo de la inteligencia, ha ensoberbecido al Hombre. Está


orgulloso de su intelecto. Ha descubierto una Ciencia y una Tecnología que lo ha llevada a
límites increíbles, capaz de afectar el orden natural de las cosas y ponerlos a su servicio;
pero los valores morales, axiológicos, no han crecido en forma paralela a su desarrollo
intelectual. Hacemos votos porque este lenguaje simbólico no sea jamás reemplazado por el
lenguaje directo de la Tecnología y de la Ciencia.

Podríamos resumir todo lo anterior, que la existencia de la Masonería depende del


pensar, del sentir, del accionar del Masón; y adquiere altura espiritual, solvencia social, si
podemos acertar con una coherente estructura de valores.

El colofón luego de intuir su Esencia, justificar su Existencia y su capacidad


axiológica en términos de necesidad o Valor y antes de abordar el Método masónico para
transmitir el conocimiento, lo constituye esta excelente definición del quehacer masónico:

“La francmasonería es un espacio espiritual, definido por ritos y símbolos, que se


llena de contenidos por obra de sus miembros. Este espacio acoge, sin limitar; es adaptable
y flexible, pero sin traicionar a su esencia. En él pueden caber infinitas respuestas, casi
tantas como masones. Cada uno trabaja en jerarquizar, ordenar, dar perspectiva”.1

Concentremos ahora nuestra atención, en el método masónico para la transmisión


del Conocimiento.

La Iniciación nos entrega en la interpretación de sus Símbolos, sus enseñanzas,


filosóficas, esotéricas, sociales y axiológicas. Con la Iniciación se purifica nuestro espíritu.
Se pone más énfasis en las virtudes que en los conocimientos. Estos, podemos adquirirlos
fuera de los templos, aquellas son propias de los iniciados. Pero la Masonería es centro
inmanente del Conocimiento Espiritual. Aquel que se adquiere con el ejercicio de lo que
percibe la intuición.

El método simbólico posee tres etapas claramente diferenciadas:

1
¿Qué es la Francmasonería y qué espera la Orden de sus miembros? Víctor Veloso Henríquez
En una primera etapa, la imagen, símbolo, figura u objeto, produce un fuerte
estímulo en nuestros órganos sensoriales. Sabemos que algo nos dice, pero necesitamos
acudir a la reflexión, meditación y así valoramos el símbolo según nuestra experiencia o
cultura.

Una segunda etapa, nos indica que el estímulo del símbolo, despierta una reacción
en el nosotros. Reacción que obedece a una serie de procesos funcionales de interconexión
cerebral que relaciona nuestro mundo interno con el exterior.

En la tercera o última etapa, el símbolo comprendido se ha incorporado a nuestra


vida interior. El Iniciado ha asimilado las enseñanzas ocultas o parcialmente reveladas y le
ha impreso el sello, la huella, de su personalidad.

No obstante, el proceso de aprendizaje simbólico es lento y progresivo. Como


resultado, tendremos en nuestras Logias, hombres reflexivos, inteligentes, emocionalmente
estables y con amplio desarrollo espiritual, ha resuelto el conflicto existente entre egoísmo
y amor propio. Posee la capacidad de identificar a su otro yo, el “yo soy”; desvestido de
personalismos, individualismos, pierde identidad personal y finalmente se deshace de lo
que no es de él y se presenta para la continuidad del viaje vertical, como diría Tony de
Mellor: “ligero de equipaje”.

El lenguaje simbólico es universal. Es una verdad parcialmente revelada que


estimula el trabajo activo de cada Hermano en la búsqueda constante de la otra mitad del
símbolo. Ello lo decimos porque antiguamente, el término “símbolo” designaba al contrato
que se establecía entre dos individuos, representado por una suerte de objeto que se dividía
o rompía en dos partes; cada uno de los dos fragmentos del contrato era “símbolo” de lo
que faltaba, es decir, del vacío que tenía que ser llenado para construirse de nuevo el objeto
inicial del acuerdo. De allí que “dos cosas” (sym), se “arrojen” (ballein), separándose, para
“simbolizar”, cada una, a la parte que corresponde al lugar vacío con la cual formara,
alguna vez, el “todo”. Para descubrir la realidad que se esconde detrás del símbolo, es
necesario efectuar la operación de “completar” la parte que falta. Allí está lo interesante de
la naturaleza del símbolo: evocar lo íntegro de la plenitud y la totalidad de lo plenario. Sólo
el símbolo posee la curiosa cualidad de expresar por medio de un elemento, la integridad a
la cual tal elemento pertenece. El símbolo puede materializarse en formas simples y adopta
apariencias desapercibidas, íntimas, casi imperceptibles. 2

El Masón necesitará siempre de un esfuerzo personal, perseverante y eficaz para


descifrar las nuevas enseñanzas esotéricas de los símbolos. A medida que aumenta nuestra
cultura esotérica, aumenta nuestra confianza en la Masonería y su sabia enseñanza
simbólica progresiva.

Al respecto, sobre el método simbólico, han opinado connotados autores masónicos


que por su importancia, estoy tentado a citar. Luis Umbert Santos 3 nos transmite unos
conceptos de Darere: “La simbología es una lengua universal, por ella se conservan la
mitad de la fe, la pureza de su doctrina, la ortodoxia de su ley. Privar a la Masonería de su
2
Zoognosis: El sentido secreto de los animales en la Mitología. Daniel Medvedov
3
Manual Ortodoxo del Aprendiz Masón. Luis Umbert Santos
lengua sagrada, sería despojarla de su fuerza directora y del soplo vivificador de su
animación universal. Hay misterios en esta Institución (sic) que el espíritu debe saber
comprender sin tratar de definirlos. Lo que es creencia y luz puede representarse por el
símbolo, pero no explicarse por la lógica de las palabras”. R.W. Mackey ha dicho:
“arrebatar a la Francmasonería su simbolismo, sería retirar el cuerpo del alma y dejar tan
sólo una masa muerta de materia estéril, propensa a decaer rápidamente”.

La experiencia iniciática de la Masonería se expresa y entiende intelectualmente


mediante la Filosofía Esotérica. Esta es la organización de símbolos, alegorías, emblemas,
mitos, leyendas que explican vivencias adquiridas en las ceremonias y rituales. Nada hay en
las ceremonias y rituales, en los Usos y Costumbres de la Masonería que no sea un símbolo
y cuya velada significación no constituya una lección de moral o un llamado a la
responsabilidad del masón frente a sus semejantes y consigo mismo.

La actividad de la interpretación simbólica, le exigirá al Masón, una participación


integral de su personalidad. No sólo será necesario llevar el pensamiento al límite, para
descifrar la idea que contiene el símbolo, se requiere además, la participación del
sentimiento y de la voluntad en un esfuerzo de integración de la experiencia personal para
llegar a la identificación plena del Ser con el contenido simbólico. El símbolo así
conquistado y descubierto se internaliza, se instala en el substratum de la personalidad y
desde allí irradia sus luces y guía los pasos del Iniciado

Para finalizar deseo expresar en unas cortas líneas, algunas ideas entorno a la
enseñanza esotérica de la Masonería. El Conocimiento Secreto es diferente del
conocimiento profano. El esoterismo es para personas con captación intuitiva. La
transformación del ser humano por medio del proceso Iniciático no sólo persigue su
perfeccionamiento intelectual y moral, sino que, y fundamentalmente, su elevación
espiritual. El rito y su expresión en ritual conserva, tras sus palabras y conceptos, los
cimientos de la doctrina esotérica, que en otras horas y edades oportunas, llaman con voces
claras y distintas al masón.

Para comprender las verdades esotéricas, se requiere la sublimación del proceso


iniciático, sentir la necesidad de la realización espiritual y experimentar la vivencia de la
transformación interna. Lo esotérico, en consecuencia, conlleva una actitud frente al saber
iniciático e implica a una realidad llamada espíritu que inspira todos nuestros actos de
superación intelectual y moral.

Otto Medina Villegas


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