El ministerio tiene la función principal de defender la legalidad, de los derechos
ciudadanos e intereses públicos, pero ¿qué es lo que pasa cuando este ente no puede cumplir estas funciones?, por el contrario, solo se encarga de castigar el delito sin tener presente un marco legal acorde a la modernidad de su estado democrático, y como medio de respuesta próxima, adopta medidas más punitivas, en el cual se espera que índices de actos delictivos disminuya y aumente la percepción de seguridad y bienestar de la población. Por el contrario, sea una paradoja, ya que si se adopta mayores castigos, se espera que tenga una relación inversa directa con el índice de delitos, tal como pasa en nuestro país. Por tal motivo es importante no tan solo generar una política que solo sancione al delincuente, o aumente los años de pena efectiva cuando no funcionen estas medidas que se adoptan. Al hablar de medidas acorde a la realidad, se debe tener en cuenta elementos más objetivos, como sociodemográficos, índice económico entre otros, propios de la población, así tener mayor probabilidad de éxito al aplicarlas. Propuestas referidas a la persecución y prevención del delito como el potenciamiento y actualización de medidas de seguridad, intensificación de campañas en la prevención del delito, entre otros. Cabe resaltar que nuestra población tiene mayor impacto social cuando un caso delictivo se vuelve mediático, por tal motivo se debe tener mucho cuidado en el tratamiento de dichos casos porque puede jugar a favor o en contra de la entidad y aumentar la percepción de incapacidad y corrupción en la retina de los cuídanos. Como ya se ha señalado, la influencia de una política de persecución criminal como prevención del delito, son subjetivos, ya que no se establecen indicadores fiables a la hora de cumplir con la meta trazada, por el contrario, se corre con el peligro de distorsionar el juicio, al atribuirse logros, como la relación del descenso de la tasas de delitos debido o suponer que dichos índices elevados se deba a factores sociales o personales. Por último, cabe mencionar, que toda medidas, en este caso políticas criminales, tiene que tener un sustento en sus logros y capacidad de gasto económico, así como también, la intachable labor de sus funcionarios, en el cual se pueda proyectar una imagen eficaz y confiable a la sociedad, y no ser espectadores de casos de corrupción, el cual se vuelve un sistema que solo hace generar mayor caos y desconfianza.