FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS ESCUELA DE DERECHO
ENSAYO
Integrante: Roselvis Pastran
C.I.: V.- 27.199.221 Docente: Abog. Sección:
BARQUISIMETO, FEBRERO 2019
Primeramente debo traer a colación el artículo publicado en mi primera entrega donde les explicaba por qué el Presidente Guaidó no se podía juramentar sin el aval del pueblo y les explicaba que no podía hacerlo por la sencilla razón de que no se podían cometer los mismos errores del pasado con el Sr. Carmona Estanga al autoproclamarse de manera apresurada. En el caso de Juan Guaidó se tenía que buscar una salida legal frente al vacío de poder existente en Venezuela ya que a Maduro se le había vencido el mandato en razón de que hasta la presente no se había convocado a unas elecciones legítimas y transparente, ya que las realizadas el 20 de mayo de 2018 eran nulas de nulidad absoluta por cuanto que fueron convocadas por una ANC que no tenía competencia para ello y menos aún este era un órgano que tuviera la legitimidad del poder originario por no haber sido elegido por el voto directo del pueblo, sino, como todos sabemos fue elegido por las base del PSUV “Árbol que nace torcido jamás su tronco endereza, lo que nace nulo, será nulo para toda la vida”.
¿Ahora bien cuál era la salida Constitucional?
Se explicó en esa primera entrega que no existe una norma expresa que diera solución al caso ocurrido y que de acuerdo con la Doctrina y la Jurisprudencia esa situación se denomina lagunas de la ley o el hecho no previsto. Para los estudiosos del Derecho saben que el Maestro Procesalista Eduardo Couture siempre estableció que las lagunas de la Ley se dan en razón de que el legislador estuvo corto de imaginación y que muchas veces los fenómenos son imprevisibles para la imaginación del legislador con relación al tiempo, sin embargo también nos enseñó que la actitud del intérprete, frente al caso no previsto, está dada por el mismo derecho, cuando dispone que tales situaciones se resuelven por aplicación de las ley análogas, de la doctrina más recibidas o a los principios generales del derecho. Así las cosas aun cuando existía discusión de que en nuestro caso no se podía solucionar el asunto aplicando el Art. 233 Constitucional, ya que no se encontraba en el supuesto allí señalados como de falta absoluta del Presidente: La muerte, su renuncia, destitución, incapacidad física o mental, abandono al cargo o su revocatoria popular; sin embargo, la doctrina nacional e internacional, así como nuestro artículo 4 del Código Civil, siempre ha procurado solucionar los asuntos de casos no previstos en la Ley mediante la figura de la Analogía. De manera pues que así como el constituyentista para el caso en que existiera faltas absolutas del Presidente, se encargará de la Presidencia de la República el Presidente de la Asamblea Nacional, pues frente al Vacío de Poder no previsto por el legislador debe recurrirse a la analogía para solucionar el asunto y es lógico pensar que debe aplicarse la misma solución que la constitución le dio a la falta absoluta del presidente, por tal razón era perfectamente aplicable por vía de analogía el art. 233 frente al Vacío de Poder.
Ahora bien, como se podía juramentar el Presidente de la Asamblea
Nacional si tampoco el artículo 233 mencionó la figura de la Juramentación para este caso, ya que no se podía ver como que el Presidente de la Asamblea Nacional se estuviera autoproclamando como de manera falsa han pretendido aseverar algunas personas, frente a esta pregunta debo aseverar que el Ingeniero Guaidó atendiendo los requerimientos de los estudiosos del derecho y de quienes formamos parte del elenco académico de las aulas Universitarias consideró la vía certera constitucional de hacerlo mediante la figura del Cabildo Abierto que son formas de participación directa del pueblo, el cual se encuentra previsto en el Art. 70 de nuestra Constitución, siendo así como la juramentación no sería la voluntad de una persona, sino la voluntad de todo un país. Llegado el 23 de Enero de 2019 el cual constituyó un hecho notorio y comunicacional frente a la vista de una multitud impresionante que desbordó las calles en todo el país, el cual sin duda alguna representaban un 90% de la población; el Ingeniero Guaidó se juramenta frente a la Junta Directiva de la AN órgano legítimo y originario del pueblo y frente a esa inmensa multitud de ciudadanos quienes aclamaban su juramento de manera inmediata. ¿Ahora bien, era necesario el Juramento? El Juramento, es una formalidad no esencial para la constitución de los Actos Administrativos, y cuando decimos no esencial es que el mismo en modo alguno puede producir la nulidad de los actos administrativos que se originen a consecuencia de ello, les voy a poner un caso grafico para que lo entiendan los que no son Abogados. Si un Juez Penal que fue designado regularmente por las autoridades para desempeñar su cargo, por alguna razón haya tomado el cargo sin juramentarse y después de 10 años de actividad jurisdiccional, alguien se da cuenta que no fue juramentado, entonces tendríamos que anular los actos dictados por él? Imagínese a cuantas personas condenó a pena de prisión y a cuantas personas absolvió y les dio su libertad?, eso produciría un descalabro de magnitudes impresionantes y la caída de un sistema judicial. Por ese motivo existen principios en el derecho administrativo denominados razones de oportunidad o conveniencia en donde la administración en el ejercicio de su potestad pervive actos que no son esenciales para declarar la nulidad de los mismos cuando hay razones de oportunidad o conveniencia.
En consecuencia son actos administrativos válidos y eficaces generadores
de derechos e intereses, de hecho el artículo 257 de nuestra constitución establece que no se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales. Así que para los que están pensando que el Juramento realizado por Guaidó es legal o no, el mismo no es un elemento de forma para su legalidad, pues constituye una formalidad no esencial, lo importante es que se cumpliera por vía de analogía la solución al hecho no previsto en la norma.