[ ENTREVISTA ]

Vicente Simón

“Hay que calmar la mente

para ver con claridad”
Cuanto más nos dejamos dominar por sentimientos
como la tristeza, la ira o la envidia, más incapaces
nos sentimos frente a los problemas cotidianos. Sin
embargo, Vicente Simón asegura que la práctica regu-
lar de mindfulness nos ayuda a sosegar nuestras emo-
ciones y, en consecuencia, a dilucidar con claridad

N
Por Marta Bellmont

umerosas investi-
gaciones médicas
y científicas de-
muestran que las técnicas de meditación
basadas en tradiciones orientales, como min-
dfulness, desencadenan cambios en nues-
tro organismo capaces de contrarrestar los
efectos negativos del estrés, contribuyendo
consecuentemente a restablecer el equili-
brio entre nuestro cuerpo y nuestra mente.
De ello habla largo y tendido el psiquiatra
Vicente Simón en su libro Aprende a prac-
ticar mindfulness (Sello Editorial), una guía
sencilla y directa para aprender a desarrollar
la habilidad que todos poseemos en estado
latente de ser conscientes de lo que se está
haciendo, pensando o sintiendo en cada
momento. Le hemos preguntado más cosas
sobre esta interesante disciplina…
Psicología Práctica: ¿Existe diferencia
entre los conceptos de meditación y de
atención plena o mindfulness?
Vicente Simón: En el lenguaje corriente
se habla más frecuentemente de medita-
ción, que engloba prácticas muy diversas, y
cuando queremos ser más precisos o cien-
tíficos, empleamos la palabra mindfulness,
que se refiere a una forma de meditación es-
pecífica, más concreta y sistematizada. Sim-
plificando podríamos decir que mindfulness
es meditación, pero no todas las formas de
meditación son mindfulness, que en sentido
estricto consiste en mantener la atención
centrada en lo que sucede en el presente
con respeto, con aceptación, con ternura y
sin juzgar. En un sentido más amplio designa
el movimiento de asimilación de las tradi-
ciones meditativas orientales (especialmente
la budista) por parte de la cultura occidental
y de la ciencia. Por otro lado, se habla de
meditación formal cuando adoptamos una
postura concreta y reservamos un tiempo
específico para practicarla, mientras que la
informal se puede practicar en cualquier
postura y en cualquier momento.
Inmersos en este ritmo vital desenfre-
nado que llevamos, que nos desorienta
y nos hace sufrir, ¿qué sentido tiene la
práctica de mindfulness?
Precisamente porque alivia la desorientación
y el sufrimiento. Una de mis definiciones de
mindfulness es “calmar la mente para ver con
claridad”. Con ella, calmamos la mente, que
se encuentra habitualmente dispersa y en
zozobra por las preocupaciones, ansiedades
y prisas. Solo cuando la mente está calmada
podemos ver cómo son las cosas en realidad y
comprender y transformar el sufrimiento.
Asegura en su libro que la “mente
caviladora” (caracterizada por la su-
cesión de pensamientos sin orden ni
concierto) no nos deja resolver nuestros
problemas, sino que los acentúa. En-
tonces, en el hecho de calmar nuestra
mente debería residir la clave para dar
solución a todos nuestros problemas
vitales, ¿no?

56 ■ Psicología
“Solo cuando la mente está calmada podemos
ver cómo son las cosas en realidad, y ello es lo
que nos permite transformar el sufrimiento”
Bueno, a todos no. Pero, sin duda, es una
parte importante del proceso de solución.
La “mente caviladora” o “mente de mono”
tiene sentido evolutivo, ya que pretende
la supervivencia. Es la forma de funciona-
miento mental con la que exploramos las di-
versas posibilidades existentes en el futuro y
las cotejamos con los datos de la experiencia
pasada para tratar de solucionar problemas
y sortear las dificultades que se nos presen-
ten. En este sentido, es necesaria, ya que es
una parte del sistema neural que responde
a las amenazas del entorno. El problema es
que, en el estado de conciencia habitual en
este momento histórico de la humanidad,
existe un desequilibrio hacia ese tipo de
funcionamiento mental, descuidando otros
modos de utilizar la mente que nos pueden
aportar tranquilidad, sosiego, seguridad y
satisfacción. Ese otro sistema es el del sosiego,
que se contrapone al de amenaza. La idea es
alcanzar un equilibrio entre diversos sistemas
neurales y desplazarnos más hacia el lado de
la felicidad, de la satisfacción.
Explíqueme cómo podemos llegar a
calmar la mente.
Concentrando la atención en un solo punto
u objeto. Con esto, la “mente caviladora” se
va apaciguando y cambiamos el modo de
funcionamiento mental, pasando del modo
narrativo o modo por defecto a un modo
experiencial, es decir, a centrarnos en lo que
estamos experimentando en el momento
presente. La mente pasa de ir saltando de
una vivencia a otra (mente errante) a fijarse
en lo que estamos viviendo en el momento
presente (foco vivencial o experiencial).
Cuando se practica la meditación formal,
lo habitual es concentrarse en la respiración,
que siempre está presente y ocupa una posi-
ción privilegiada entre el cuerpo y la mente.
Atendiendo a la respiración conseguimos
calmar tanto el cuerpo como la mente.
¿Cómo redunda en nuestra vida diaria?
¿En qué nos beneficia?
Disminuye la ansiedad, la depresión, el
enfado y las preocupaciones y aumenta la
alegría, la inspiración, los sentimientos de
gratitud, la satisfacción y la vitalidad. En el
cerebro, mejora la capacidad de atención
y aumenta la de modular las emociones
negativas y la de experimentar emocio-
nes positivas. Aumenta nuestra intuición y
empatía. En la conducta, nos permite au-
mentar la ecuanimidad y responder mejor
Psicología ■ 57
[ ENTREVISTA ]
“La práctica
de mindfulness
reduce la depre-
sión y aumenta
la alegría”, ase-
gura Simón.

a los estímulos, nos proporciona una mayor

flexibilidad en las respuestas.También nos
capacita para romper patrones de conducta
dañinos para la salud, como el abuso de
sustancias adictivas, y mejora la calidad del
sueño.Además se está muy cerca de probar
que aumenta la longevidad.

Dice usted que una de las claves para

estar en el presente es la aceptación,
que define como “no oponer resisten-
cia al fluir de la vida o a lo que ya es”.
Pero es difícil aceptar los reveses de
la vida: la muerte, la enfermedad, la
injusticia...
Aceptación no es resignación; es reconocer
que las cosas son tal como son en el mo-
mento presente. Lo que pasa es que cuando
sucede algo que no concuerda con nuestras
expectativas, solemos oponerle resistencia,
negarlo o apartarlo, y eso no soluciona el
problema, sino que lo empeora y produce
más sufrimiento. En la vida hay una parte
del dolor que es inevitable.Todos hemos de
experimentar enfermedades, separaciones,
engaños y, sin duda, la muerte. Pero si ofrece-
mos resistencia a ese dolor, aumenta nuestro
sufrimiento. El dolor es inevitable, pero el
sufrimiento es opcional y aparece cuando
oponemos resistencia al dolor. Además, la
resistencia nos impide ver con claridad y ser
creativos a la hora de encontrar una solución
al problema. Nos nubla el entendimiento,
impidiéndonos actuar con acierto. Por todo
ello, la resistencia es negativa, mientras que la
aceptación resulta positiva para nosotros.
Otra de las claves es abstenerse de
emitir juicios. Pero resulta casi imposi-
ble no juzgar lo que nos está pasando,
sea bueno o malo, ya que desde pe-
queños nos han enseñado a valorar las
cosas, a tener una opinión de todo…
Emitir juicios sobre las cosas es necesario
para sobrevivir. El problema es cómo utili-
58 ■ Psicología
“Aprender a no implicarse en juicios es la
senda que nos conduce a comprender la
realidad de forma más ecuánime y profunda”
zamos esos juicios y cómo comprendemos timas de un espejismo en virtud del cual la
lo que nos transmiten. No podemos evitar hemos fragmentado y la hemos dividido
que nuestra cabeza emita juicios de manera de manera artificial (conceptualmente). A
casi automática. Fuimos educados así y, en medida que nuestro estado de conciencia
su momento, esos juicios nos han ayudado madura, vamos viendo la realidad tal como
a tomar decisiones (certeras o equivocadas). es. En ese sentido, aprender a no implicar-
Cuando los juicios empiezan a hacernos nos en los juicios que hacemos es la senda
daño es cuando seguimos ciegamente sus que nos conduce a una comprensión más
instrucciones. Hay que comprender que la profunda y ecuánime de la realidad y a no
realidad, aunque se nos presenta como dual entrar con ella en luchas inútiles.
(lo bueno y lo malo, lo alto y lo bajo, lo feo
y lo bello) solo es una, y todo en ella es in- También las emociones, sobre todo las
terdependiente. No puede existir lo bueno negativas (ira, odio, envidia, impaciencia,
sin lo malo, lo feo sin lo bello, etc. Cuando etc.) nos pueden jugar malas pasadas.
juzgamos a la realidad, estamos siendo víc- ¿Cómo transformarlas en una ayuda?
Para saber más…
 Apúntate a la “Jornada de Mindfulness”, de acceso libre, que organiza el
Centro Abierto Tomillo el día 25 de mayo a las 18,30 horas. Incluye un taller
práctico de meditación mindfulness, dirigido por Rocío Carretero, y la pre-
sentación del libro Aprende a practicar mindfulness, de Vicente Simón.
 El mismo día, por la mañana (de 12 a 14 horas), se celebra una mesa
redonda sobre el particular, coordinada por el doctor Simón y dirigida a pro-
fesionales del ámbito sanitario y socio-educativo (médicos, psicólogos, tera-
peutas, educadores, etc.). Para acreditarte, solicítalo a centroabierto@tomillo.
org, enviando un resumen de tu perfil profesional y datos de contacto.
+ Info en www. centroabierto.es o Tel.: 91 561 90 07.
  Es catedrático de Psicobiología y médico psiquiatra. Tras muchos años
dedicado a la docencia y la investigación, en la actualidad imparte
EL AUTOR cursos, dirige grupos de meditación, especialmente para profesionales
Vicente de la salud mental, y es miembro fundador y Presidente de la Asocia-
Simón ción de Mindfulness y Salud (AMYS). Su última obra es Vivir con plena
atención (Desclée de Brouwer).

Es cierto que las emociones difíciles se vuel-
ven a veces contra nosotros. Mindfulness
nos enseña a transformarlas y convertirlas
en energía positiva mediante dos vías: por
una parte, al incrementar la conciencia de
la emoción, ésta se modula y se va haciendo
más controlable y menos dolorosa, lo que
nos permite integrar la información que la
emoción contiene en nuestro proceso de
toma de decisiones, contribuyendo a que
actuemos con mayor sabiduría.Y la otra vía
es la de la autocompasión, que es como el
bálsamo que nos cura las heridas emocio-
nales que ya se han producido.
¿Por qué es tan perjudicial recordar el
pasado? ¿Cómo podemos transformar
en positivos nuestros recuerdos?
Recordar el pasado no es en sí mismo perju-
dicial. El problema es ciertos usos que hace-
mos de los recuerdos. La memoria nos sirve
para aprender de las experiencias pasadas y
no caer en los mimos errores en el futuro.
En definitiva, para sobrevivir. Pero se vuelve
en contra cuando las huellas que dejadan las
experiencias dolorosas interfieren en nuestro
presente, como en el caso extremo del es-
trés postraumático, en el que las experiencia
traumáticas sufridas hace mucho tiempo
producen una sintomatología grave en el
presente que impide a quien lo sufre llevar
una vida normal. O cuando nos sirve para
guardar resentimiento y abrigar odio hacia
otras personas, que es una de las maneras más
efectivas de hacernos daño. Otro ejemplo de
memoria perjudicial es la culpa, que exige el
perdón a uno mismo. En general, hay que
reconocer que el pasado ya no existe y que,
por tanto, no hay que preocuparse mucho
por él, sino que hay que aprender de lo que
sucedió para planificar correctamente las
acciones que tenemos que llevar a cabo.
¿Y pensar en el futuro o planificarlo,
por qué no nos beneficia?
Sucede algo similar. En este caso, la facultad
relevante es la imaginación, que nos permite
planificar nuestras acciones para crear un fu-
turo favorable. Lo que ocurre en la práctica
es que pasamos una gran cantidad de tiempo
dándole vueltas a las cosas. Es lo que se llama
cavilación o rumiación, que no soluciona
nada y nos hace caer en la ansiedad o en
la depresión.También solemos conceder
al futuro demasiada importancia, porque
confiamos en que nos traiga la felicidad, cosa
que resulta imposible, ya que nunca podre-
mos vivir en el futuro. Siempre se vive en
el presente y solo en él podemos ser felices.
Pero el resultado es que dejamos de disfrutar
del presente fantaseando sobre un futuro
que desconocemos y que es incierto.
¿Qué papel juega la compasión prac-
ticada hacia los demás y hacia uno
mismo en el estar presente?
La compasión no significa lástima, sino
amor a una persona que sufre y deseo de
que quede libre de sufrimiento. Como dice
el Dalai Lama: “Si quieres que otros sean
felices, practica la compasión; y si quieres
ser feliz tú mismo, practica la compasión”.
En todas las culturas el ejemplo a seguir
para la práctica del amor hacia los demás ha
sido el amor a uno mismo. Pero en nuestra
civilización la gente no se suele querer mu-
cho a sí misma. Muchas personas muestran
conductas que les perjudican, como comer
en exceso, o que son autoagresivas, como el
caso de la anorexia, las drogodependencias
o el trastorno límite de personalidad. Por
eso, es muy necesaria la autocompasión, la
bondad y el amor con uno mismo, tratarse
bien y con cariño.
¿Cree usted que el mundo sería mejor
si todos practicásemos mindfulness?
La práctica de mindfulness es un ejercicio
para utilizar mejor ciertas capacidades del
cerebro que nos hacen más humanos. Con
ella se producen cambios en la corteza pre-
frontal, la parte del cerebro que nos diferen-
cia del resto de especies; vamos sacando el
potencial cerebral que tenemos sin aprove-
char. La humanidad está experimentando
un cambio en su estado de conciencia en
virtud del cual va a hacerse más no-dual y
más transpersonal.Y este cambio es, pro-
bablemente, la única alternativa que existe
a que la humanidad se destruya a sí misma
por una u otra vía. Los avances tecnológi-
cos, manejados por conciencias primitivas
o no evolucionadas, resultan peligrosos.Yo
creo que solo una evolución paralela de la
conciencia, un salto cualitativo de la misma,
puede hacer que la humanidad aprenda a
emplear para su bien las enormes capaci-
dades técnicas que su inteligencia ha hecho
aflorar y que están comenzando a ser utiliza-
das de forma masiva en todo el planeta.
EL LIBRO
Aprende a practicar
mindfulness.
Vicente Simón
(con la colaboración de
Christopher Germer).
Editorial: Sello Editorial.
Páginas: 220.
Páginas: 14,90 €.

Psicología ■ 59