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Dialnet TeoriaDelCaosYPracticaEducativa 2554834 PDF
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cuencia una de la otra. El conocimien- entre los niños de las escuelas infanti-
to se extrae de la práctica y la práctica les), impredecible, de alta contingen-
es fuente de conocimiento. cia, continuamente estructurante y por
Creemos que este debe ser el estructurar, dinámico y, en definitiva,
único postulado epistemológico en el caótico. Es lógico que viendo, acaso
que se debe asentar el conocimiento por primera vez, la realidad educativa
acerca de la educación y creemos que tal cual es, se pueda ahora construir el
la teoría del caos nos lo posibilita, conocimiento acerca de la educación,
acaso porque, por primera vez, nos de idéntica forma a cómo debe cons-
descubra verazmente la verdadera rea- truir el conocimiento mediante la prác-
lidad de la educación, una realidad que tica educativa. La teoría del caos nos
no nos viene dada como nos han expli- aporta el nexo de unión entre teoría y
cado hasta ahora los libros, los profe- práctica, independientemente de los
sores y los manuales; una realidad que ámbitos de la ideología6.
no tiene nada de sistemática, que no Además, la teoría del caos, al
evidencia fundamentaciones inamovi- estar comprobada matemáticamente y
bles, que carece de leyes y de contras- al no ofertar diferencias entre la natura-
tación, que no sirve para la generalidad leza y lo social, introduce un nexo de
de los alumnos, en la que los casos unión entre las ciencias de la naturale-
específicos resulta que engloban a za y las ciencias sociales, que, sin
todos los alumnos de una clase, en la duda, aporta a estas últimas mayor
que se rompe la lógica evolutiva de los rigor epistemológico y mayor enverga-
alumnos, en la que surgen problemas e dura teórica, a pesar del imposibilismo
inestabilidades de situaciones aparen- de la contrastación. Aquí el empirismo
temente estables. De hecho, era muy comprobado sustituye a la comproba-
difícil, por no decir imposible, poseer ción empírica.
una adecuada teoría educativa, porque A partir de aquí, se tratará de
no teníamos una radiografía cierta de demostrar como la teoría del caos nos
lo que era la realidad educativa. sirve de nexo de unión entre teoría y
La teoría del caos creo que práctica, y que, por tanto, se alza como
cumple con esta misión, la de mostrar- razón de confluencia entre el pensar y
nos, tal cual es, la realidad de la educa- el obrar. En definitiva, intentaremos
ción: fenómeno irreversible en lo tem- evidenciar como a una teoría caótica de
poral, de alta complejidad, en absoluto la educación le corresponde una prácti-
lineal, con diferencias significativas en ca educativa, asimismo, caótica; o, si
su punto de partida, (la diversidad se quiere, una teoría de la complejidad
genética y social, biológica y psicoló- educativa nos aporta una práctica edu-
gica, cultural y de clase, que ya se da cativa asentada en la complejidad, que
mos, entonces, que tales aportaciones tan ante la Pedagogía como teorí-
deben hacernos reflexionar acerca de la as específicas acerca de la educa-
necesidad de un verdadero corte episte- ción formulada desde sus propios
mológico en el conocimiento educati- ámbitos de procedencia. Es decir,
se impone en los estudios pedagó-
vo, al mismo tiempo que desarrollar
gicos un modelo de racionalidad,
procesos prácticos acordes con estas
de implantación del concepto de
nuevas perspectivas. No hay duda de orden de la modernidad –o anula-
que si estamos en una sociedad cada ción de la incertidumbre– de
vez más compleja, global, cambiante, manos del modelo analítico de la
abierta y contingente, el sistema educa- ciencia, análisis que encontramos
tivo debe propiciar una formación que en la propia esencia del método
deba adecuarse a las nuevas caracterís- experimental y en la disgregación
ticas de esta sociedad. Pues bien, cree- que sufre el cuerpo único de
mos que el enfoque caótico de la edu- conocimiento que representaba la
cación propicia un modelo teórico y pedagogía en aras de la diversi-
una plataforma práctica que nos ilustra dad y pluralidad, asimismo analí-
tica, que viene propiciada por las
respecto al camino a seguir.
diversas ciencias de la educación.
En efecto, el acto educativo tiene
6. BIBLIOGRAFÍA ahora posibilidades de ser anali-
Véase texto original en la ver- zado desde la psicología, la socio-
sión gallega. logía, la filosofía, la antropología,
la biología, la economía, etcétera,
de la educación. Es decir, las
7. NOTAS ciencias de la educación se con-
1 El caso de la educación es, en este senti- vierten en las células del organis-
do, paradigmático: el filosofismo mo pedagógico.
de la pedagogía, o tradición asen- 2 Ante tal situación, la ciencia se encierra
tada, por una parte, en el intelec- en sus seguridades, en las fortale-
tualismo herbartiano y, por otra, zas que le aporta la contrastabili-
en el neokantianismo de la escue- dad experimental, despreciando o
la de Marburgo, sufrió dos duros marginando lo que no se ajusta a
ataques; en primer lugar, por parte sus cánones. No nos extrañe,
del experimentalismo que, a fina- entonces, que se huya de cual-
les del siglo XIX y principios del quier intento de comprensión de
XX, iba conquistando metodoló- lo cambiable, de la innovación o
gicamente las ciencias humano- de otras categorías que forman
sociales, y, en segundo lugar, por parte consolidada de la realidad
la especialización que le aportan social de nuestros días, como
las diversas ciencias de la educa- pueda ser el dinamismo, el movi-
ción, que, no se olvide, se presen- miento o la misma complejidad,
tan fáciles de intuir, todas ellas, en 6 Decimos esto porque el marxismo siem-
las instituciones, en la globalidad pre tuvo como objetivo hacer pra-
de la economía, en la interacción xis de la teoría y de la teoría, pra-
social que los movimientos socia- xis, aunque la realidad es que los
les han propiciado o en los cam- marxismos decodificados en regí-
bios increíbles que la sociedad menes políticos ciertamente no lo
sufre en su configuración a partir consiguieron. No es, en cambio,
de las nuevas tecnologías, que el caso de P. Freire, pues dos de
incluso diseñan nuevas formas de sus títulos más importantes nos
cotidianeidad. obvian de todo comentario, ya
3 En todo caso, la teoría del caos se nos pre- que articulan una razón (ideológi-
senta como un instrumento para ca) que aúna teoría y práctica;
denunciar las limitaciones de la efectivamente, no puede haber
razón de la modernidad, por lo que educación como práctica de
ya consideraríamos suficientes, libertad, si al mismo tiempo no
útiles y necesarios sus servicios. hemos realizado una pedagogía
4 Ante tal situación, la teoría del caos des- del oprimido. La opresión sólo es
teoriza a la educación, al mismo superable en un contexto de liber-
tiempo que, paradójicamente tad y la libertad sólo tiene sentido
–caóticamente–, le ofrece la posi- si se dan situaciones de opresión.
bilidad de reconstruir su propio 7 Hoy, la moralidad en la escuela sólo podrá
conocimiento. La teoría del caos llegar a través del deseo; no existe
critica a la teoría, pero le ofrece en la ética, únicamente la memoria de
paralelo la posibilidad de una la ética, por lo que su logro deberá
nueva teoría, ahora si adaptada a ser siempre recuperación. No sea-
las características propias de la mos ingenuos, la paideia está
realidad educativa; es decir, de olvidada; no hay proyecto moral
una educación entendida desde la en la globalización, sólo excusas
improbabilidad, el desorden, el morales para globalizar, por lo que
azar, la complejidad y la dialécti- el deseo se reconvierte en la virtud
ca continuada orden-desorden. necesaria después de la virtud
5 Increíble pero cierto; en educación, la –parafraseando a Alasdair Macyn-
teoría está separada de la práctica, tire– y, acaso, en el punto de la
de tal manera que tenemos teóri- necesaria inflexión moral que
cos que no practican y prácticos requieren los tiempos.
que no teorizan. No es posible 8 Una vez más, el aprendizaje se procesa
mantener por más tiempo esta desde la deconstrucción del cono-
desvirtuación pedagógica antina- cimiento y de la cultura –desde el
tura que sin embargo se va reite- caos– a fin de que sea el niño o el
rando y reproduciendo en nuestra alumno quien adquiera un orden
mismísima cotidianeidad. que debe servir en su proceso de