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SEDIN • Servicio Evangélico de Documentación e Información
LA EVIDENCIA DE LA RESURRECCIÓN
por J. N. D. Anderson
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a Pascua no es primariamente un consue- examinar la evidencia histórica para determinar Marcos, en su evangelio, precede su relato de
lo, sino un reto. El mensaje de la Pascua si es coetánea, honesta, convincente y susceptible las apariciones de la resurrección con la historia
es o bien el hecho supremo de la historia de cualquier interpretación naturalista. La del sepulcro vacío. Generalmente, se acepta que
o bien un fraude colosal. En los días de la iglesia experiencia se pone a prueba verificando el el evangelio de Marcos representa la enseñanza
primitiva parece que la gente se daba cuenta de efecto de las demandas y de la resurrección de de Pedro, y que fue escrito en una época muy
esta antítesis. Por un lado había un pequeño Cristo en nuestras propias vidas y en las de otros. cercana a los acontecimientos. Algunos eruditos
grupo de hombres y mujeres que trastornaron el En este artículo nos atañe primariamente el modernos creen que existía una versión aramea
mundo con su apasionada proclamación del primero de estos métodos. con una fecha tan temprana como el 44 d.C.
milagro que había transformado sus vidas; por Lucas es nuestro tercer testigo. Su evangelio
otro lado, había los que denunciaban toda esta EL TESTIMONIO ESCRITO añade información sustancial a nuestro conoci-
historia como una consumada blasfemia. miento de la visita a la tumba, y de las aparicio-
Hoy día esta cuestión no es vista tanto como ¿Qué documentos nos ofrecen la historia de la nes posteriores, y da el relato más pleno de la
un todo o nada: la nuestra es una edad tolerante, Pascua? Los documentos primarios son los testi- primera predicación de los apóstoles. El tercer
y sospecha de todos los fanatismos. La mayoría monios escritos de seis testigos: Mateo, Marcos, evangelio y los Hechos de los Apóstoles han es-
de la gente no tiene ningún deseo de atacar el Lucas, Juan, Pablo y Pedro, apoyados por los tado ampliamente aceptados como una redac-
mensaje de la Pascua; pero sólo se lo creen a testimonios de la iglesia primitiva. ción genuina de Lucas, el «médico amado». Ade-
medias. Para ellos es una historia bonita, llena de Con frecuencia no nos percatamos de los más, Sir William Ramsay y otros han mostrado
significado espiritual, pero, concluyen: ¿por qué grandes avances que la investigación moderna ha que, como historiador, Lucas era minuciosamen-
preocuparse de su importancia literal? realizado en la determinación de la fecha y pater- te detallista.
Esta actitud se aparta de la realidad: o bien nidad de estos registros escritos. En el siglo XIX, Estos tres documentos fueron seleccionados
la resurrección es algo infinitamente más grande un número de incrédulos, dotados de una con- porque los críticos sin prejuicios no podían ex-
que una bonita historia, o bien es infinitamente siderable erudición, hicieron grandes esfuerzos cluir estos relatos apostólicos desde el punto de
menos. Si es verdad, entonces se trata del hecho para demostrar que los evangelios habían estado vista bien de la paternidad, bien de la antigüedad
supremo de la historia; y dejar de ajustar la pro- escritos a mediados del siglo II d.C. (alrededor de fecha. Pero no hemos de olvidar los relatos
pia vida a sus implicaciones significa una pérdida de cien años después de los acontecimientos), escritos de Mateo, Juan y Pedro, porque estos
irreparable. Si no es verdad, si Cristo no ha re- cuando la leyenda y la imaginación habrían po- hombres también escribieron documentos auto-
sucitado, entonces el cristianismo es del todo un dido distorsionar los hechos. Pero este intento ha rizados.
fraude lanzado sobre el mundo por unos embus- fracasado. Ha quedado aplastado bajo el peso de ¿Qué hay, pues, de esta evidencia? Es extre-
teros consumados o, en el mejor de los casos, por la evidencia histórica positiva que crece más y madamente cercana a los hechos, y mucha se
unos estúpidos engañados. Pablo se daba cuenta más con el paso del tiempo. remonta a la primera década de la era cristiana.
de ellos cuando escribió: «Y si Cristo no resucitó, Así la evidencia es coetánea y ha de ser, al menos,
vana es entonces nuestra predicación, vana es Los relatos escritos de la vida de Cristo fue- aceptada4 como un registro sustancial de testigos
también vuestra fe. Y somos hallados falsos tes- ron registrados en una fecha extraordinariamente oculares. ¿Cómo podemos esquivar las impli-
tigos de Dios; porque hemos testificado de Dios cercana a los hechos. He aquí tres ejemplos: caciones? Se han hecho diversos intentos. Consi-
que Él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en Pablo, en su carta a los Corintios,2 da una deraremos los ejemplos principales, que son exa-
verdad los muertos no resucitan.»1 lista detallada de diversas apariciones de la Resu- minados brevemente a continuación.
Por tanto, la cuestión es: ¿Es cierta o falsa la rrección. Apenas si se encuentra un erudito que
resurrección de Jesucristo? Nos es vital decidirnos haya puesto en duda la genuinidad de Primera TEORÍAS SOBRE LA RESURRECCIÓN
por una respuesta a esta pregunta. Pero ¿cómo Corintios; su fecha de redacción está establecida
podemos hacerlo? ¿cómo podemos examinar la sobre el 56 d.C. El apóstol escribe a los La teoría más radical consiste en dejar de lado
evidencia de un acontecimiento que sucedió Corintios mencionando que él ya les había dado toda la historia como una invención deliberada.
hace más de mil novecientos años? oralmente a sus lectores aquella información (o Pero pocos críticos inteligentes podrán ir tan
Encontrar los datos relevantes no es una sea, el 49 d.C.), y que él también la había «reci- lejos. Pensemos en el número de testigos. Pablo
tarea tan dura como pudiera parecer. Tenemos al bido», se supone que de aquellos que eran após- nos dice en el 56 d.C. que la mayoría de unos
menos dos métodos disponibles: (1) Podemos toles antes que él.3 Esto nos puede situar en el quinientos testigos originales aún estaban vivos.
examinar la evidencia histórica, y (2) podemos 40 d.C., dentro de los diez años posteriores a la Hemos de recordar que la mayoría de los pri-
aplicar la prueba de la experiencia. Se podría crucifixión. meros registros fueron dados, por decirlo así,