¿ES INJUSTA LA SITUACIÓN LABORAL POR LA QUE ATRAVIESAN LOS

VENDEDORES INFORMALES EN LA CIUDAD DE CÚCUTA?

La actual situación por la que atraviesa la ciudad de Cúcuta se complica cada vez más
por el hecho de ser ciudad fronteriza y por las cuestiones tanto políticas como
socioeconómicas que atraviesa nuestro vecino país, esto influye de cierta manera para que
los índices de informalidad y métodos de “rebusque” abunden en nuestra perla del norte.
En razón a lo anteriormente expuesto surge la problemática social por la cual atraviesa
nuestra ciudad que es la desmesurada cantidad de vendedores informales que se encuentran
en las calles de esta capital Norte Santandereana, lo cual implica que de cierta forma exista
una inconformidad por parte de los habitantes de la ciudad, esto por cuanto para nadie es un
secreto que los vendedores ambulantes y/o informales generan de cierta forma una
“incomodidad o malestar” a los habitantes del lugar en donde se encuentran, ello debido al
ruido, basuras, congestión, ocupación del espacio público, entre otras situaciones.
Es así como se piensa con respecto a la problemática descrita de si existe una justicia
o injusticia al respecto. Es decir, partiendo desde el concepto de justicia definido como
“distribuir las cosas como es debido, dando a cada uno lo suyo”, (Sandel, 2010). Se debe
tener en cuenta que el trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus
modalidades, de la especial protección del Estado.
Por otro lado aparece la premisa de que toda persona tiene derecho a un trabajo en
condiciones dignas y justas. (Constitución política de Colombia, 1991), razón por la cual
estas personas (trabajadores informales o ambulantes) tienen derecho a realizar lo que hacen
por cuanto la misma constitución política Colombiana los acobija, es decir, estas personas
están realizando lo “Justo”. Sin embargo, estas personas en ciertas ocasiones, en la
realización de sus labores llegan a perturbar o violar los derechos que tienen los demás
ciudadanos que se encuentran en el sector donde ellos laboran, violentando de esta forma
derechos fundamentales tales como a la libre locomoción, entre otros.
Es así como surge el dilema moral de si es injusto o justo la realización de las
actividades desempeñadas por los vendedores informales, esto puesto que si es tenido en
cuenta desde la perspectiva de ellos (derecho al trabajo) es justo, pero si se tiene en cuenta
desde la perspectiva de los residentes del lugar (derecho a la locomoción, a la no perturbación
del lugar) es injusto.
Por esta razón se debe tener en cuenta los precedentes y cuestiones que hay de fondo
dentro de la misma problemática, es decir, como bien es sabido, en la actualidad se ha
encontrado que muchos de los vendedores informales poseen locales propios o por el
contrario son trabajadores de algún local que se encuentra cerca de donde desempeñan su
labor de venta, de modo que estas personas se encuentran ocupando el espacio público para
la realización de las ventas más productivas u oportunas de sus productos, esto por cuanto en
varias ocasiones se han argumentado a las autoridades competentes que lo realizan “por el
simple hecho de que sus locales se encuentran más lejos o porque a los compradores les da
pereza ir a los sitios específicos del negocio”.
En consecuencia se debe tener un control más estricto y continuo con este tipo de
problemáticas por cuanto si se habla desde la perspectiva de un ciudadano del común,
habitante de la ciudad de Cúcuta, es injusto que ciertas personas realicen este tipo de actos
incomodando a los demás con el ruido, ocupación del espacio público y demás, teniendo en
cuenta que poseen lugares adecuados para tales actividades.
 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Constitución política colombiana (1991). Asamblea Nacional Constituyente, Bogotá,

Colombia, 6 de Julio de 1991. Recuperado de:
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/constitucion_politica_1991.html

Sandel, M. (2010). Justicia. ¿Hacemos lo que debemos?. Eunomía. Revista en Cultura

de la Legalidad. Nº 3, septiembre 2012 – febrero 2013, pp. 282-287