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STAFF
Moderación
Kmila92
Traducción
Kmila92
Guga
Paulii~
Carisbel Guaramato
Macaslomb
Hanna Marl
Lorenita_166
Rihano
Serenity953
Elena88
Buty Maddox
Corrección
JessMC
Hanna Marl
Kmila92
Liraz
July CB
Vam ♥
Liss-rose
Itzy Somerhalder
ÍNDICE
Sinopsis Capítulo 22 Capítulo 44
Capítulo 10 Capítulo 32
Capítulo 11 Capítulo 33
Capítulo 12 Capítulo 34
Capítulo 13 Capítulo 35
Capítulo 14 Capítulo 36
Capítulo 15 Capítulo 37
Capítulo 16 Capítulo 38
Capítulo 17 Capítulo 39
Capítulo 18 Capítulo 40
4
Capítulo 19 Capítulo 41
Página
Capítulo 20 Capítulo 42
Capítulo 21 Capítulo 43
SINOPSIS
Problemas de bebida ✔
Problemas de ira ✔
Asuntos de relación ✔
Mujeriego ✔
Mandato judicial ✔
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1
Kieran
Traducido por Kmila92
Corregido por Kmila92
El taquígrafo judicial es quien se encarga de escribir palabra por palabra todo lo que se
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Una vez que el caso fue evocado a los abogados y el juez realizó una
conversación sin mí en el banquillo, me puse nervioso. El capullo del bar
no iba a presentar cargos; la sabía. Pero Joe estaba intrigante.
—Estamos de vuelta con el expediente en el caso numero 14CR1932 —
expresó el juez.
—Su Señoría, el estado está solicitando que el caso sea prolongado por
90 días —dijo Shauna.
— ¿Noventa días? —pregunté, aterrorizado.
—Sr. Scott, usted tiene un abogado. Sin interrupciones —dijo el juez
Joe gravemente, y luché por mantener mi mano abajo donde el ansia por
lanzar el ave estaba presionando3.
Me incliné para hablar con Jason y él se levantó bruscamente.
9
—Si juez. Estamos de acuerdo con los noventa días y con la condición
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en el ínterin4.
***
6 Testículos
sobre un pequeño sofá de dos plazas.
Después de cerrar la puerta, ella se sentó cerca de mí. —Yo no soy un
psiquiatra.
La oficina era pequeña, olía bien... femenina. Las paredes estaban
desnudas y la pequeña librería estaba medio llena de libros de texto.
— ¿Qué eres? —además de caliente como el infierno.
—Soy una psicóloga de nivel máster superior.
Eso le consiguió otro rodado de ojos de mí.
— ¿Mis credenciales no son adecuadas para usted, Sr. Scott?
Me encogí de hombros. —Una maestría, ¿Eh?
—Así es —cruzó sus delgadas piernas, sus ojos nunca se apartaron de
mí. Después de un largo minuto de silencio, ella dijo — ¿De qué te gustaría
hablar hoy?
— ¿Cuántos años tienes?
— Sr. Scott, no estoy segura de por qué mi edad sería relevante.
Sintiéndome cómodo, puse mi bota de cuero marrón sobre el escabel.
—Bueno, pareces joven. Me parece raro decirle mis más profundos,
oscuros secretos a una joven chica. ¿Cuánto tiempo has hecho esto?
Ella escribió en una libreta de papel... Estoy seguro de que se trataba
de mí.
—Te aseguro que si no siento como que puedo satisfacer tus
necesidades, entonces voy a derivarte a un colega.
Esto me hizo gracia por alguna razón. Decidí que era hora de que
conociera al verdadero Kieran. Me deslicé hacia adelante en el asiento lo
cual me puso un poco más cerca de ella, apoyo mis codos sobre las 12
rodillas y luego me inclino un poco más cerca, y dejé que mis ojos patinen
por su cuerpo delgado y vuelvan arriba a aquellos carnosos labios rosados.
—Doc, no me cabe duda que usted podría ocuparse de mis
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Ella asintió con la cabeza. —Creo que es una gran actitud, Sr. Scott.
Yo no usaría esta oportunidad tampoco. ¿Por qué no quieres estar tan
enojado? ¿Por qué quieres superar la pérdida de tus padres? ¿Por qué no
quiere ir a la cárcel? — espetó, volviéndose hacia su escritorio y cerrando
para sacarme. — Creo que es un plan maduro el que tienes allí.
Con aquellas palabras, mi sangre hirvió. Que me jodan si me iba a
manipular, no me importa una mierda lo dura que tenga mi polla. Me
disparo hacia ella, inclinándola a un lado de su escritorio donde su cabello
revoloteó sobre los papeles mientras ella me ignoró completamente
mientras susurré —Pregúntame cuántas folladas le doy a lo que piensa de
mí. Lo mejor para salir de esto sería un revolcón rápido en el mejor de los
casos. Y eso sólo sería si pudiera conseguirlo parado para ti. Pero no te
atrevas a actuar como si me conocieras a causa de algo que se lee en un
maldito archivo. ¿Lo tienes, Doc?
En un destello de rabia, agarré el pomo en mi mano, lo giré y abrí la
puerta justo cuando ella golpeó la puerta cerrada, con los ojos afilados
mirando a través de mí.
Para una pelirroja, tenía muy pocas pecas. Sólo un selecto grupo de
manchas de color marrón claro decoraban su cremosa piel que quería
tocar. Sus malditos labios eran perfectamente redondos y llenos. ¡Que se
joda!
—No soy médico. Puedes llamarme Megan o Srta. Clark.
Giré la perilla de nuevo y ella empujó contra la puerta. ¿Realmente
pensaba que no iba a ganar esta batalla?
—Eres adorable cuando estás enojada —yo bromeé con mi mandíbula
apretada
—No se haga ilusiones, Sr. Scott. Su rostro es sólo un poco demasiado
bonito para mi gusto y para que conste, si no se presenta el viernes, habrá 14
una orden emitida para su arresto por el tribunal. Cumpla o no, no me
importa una mierda tampoco.
Esta vez utilicé más fuerza para abrir la puerta y ella se echó atrás.
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Megan
Traducido por Kmila92
Corregido por Kmila92
era escaso, por decir lo menos. Pero Kieran era por mucho, el cliente más
caliente que había tenido. Infierno, él era el hombre más caliente que
había visto jamás. Por supuesto que era un criminal. Me froté los ojos con
la palma de mis manos.
Y si ese culo arrogante pensó que iba a ponerse en el camino de mi
trabajo... estaba equivocado. Arrojé mi pluma, incapaz de hacer cualquier
tipo de notas.
Lo que me molestó más de Kieran era que yo ni siquiera me había
sentido atraída por un hombre en un largo tiempo. Mientras yo,
literalmente, tiré mis cosas en mi maletín, no pude evitar pensar en Jared.
Jared, el único nombre que todavía enviaba escalofríos a través de mí.
No, yo no me dejaría pensar sobre él ahora. No quiero recordar lo que
comenzó como un romance relámpago y rápidamente terminó conmigo en
el albergue para mujeres maltratadas. Habían pasado dos años desde que
me escapé al lugar donde conocí a Vivian. Tomé una respiración lenta y
profunda al pensar en ella alentándome a no caer en un montón de mierda
de disculpa de nuevo.
A medida que iba hasta mi cacharro de coche, recordé el día en que me
llevó a su casa y me encontré cara a cara con el juez Joe. Sonreí ahora
mientras conducía, pensando en los ojos marrones de Joe, los mismos que
me miraban por encima del banco cuando era más joven. Había tenido mi
caso desde el principio. Ese hombre era nada menos que respetuoso y
amable, permitiéndome vivir en su casa del jardín mientras yo terminé la
universidad.
Cuando crucé las vías en el barrio, dije una oración en silencio
agradeciendo a Dios por el enfoque de Joe con la idea de hacer algo por el
tribunal. Un pago de vuelta por el tipo de cosas que Joe había hecho por 17
mí. Después de graduarme con mi licenciatura, me empujó hacia adelante
y obtuve mi maestría, sufriendo una deuda masiva pero orando para que
esto valiera la pena. Sin dudar, Joe me contrató para ser una consejera
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3
Kieran
***
me paré.
—Hola —saludé.
Ella ofreció una sonrisa forzada, luego la seguí atrás.
—¿Cómo estás hoy? —preguntó ella, deslizándose en su asiento y
agarrando el bloc de notas. Su pollera era corta e incliné mi cabeza para
ver si podía dar un vistazo.
Asentí una vez.
—Bien. ¿Y usted?
—Estoy bien, también. Gracias.
No pude evitar notar que ella tenía las más delicadas manos cuando se
rascó su nariz.
—Sr Scott. ¿Dónde creció?
Supongo que habría poco que decir. Siempre lo profesional.
—Aquí.
—¿Sigue los deportes?
—Algunos. Sí. ¿Usted?
—Algunos. Sí —contestó ella, pero creo que se estaba burlando de mí.
Descansé el tobillo sobre mi pierna y la miré fijo. ¿Ella pensaba que yo
iba a pasar por esta mierda? Sin embargo tenía que admitir que esto era
más intimidante de lo que pensé que sería. Exponiéndome. Hablar con las
chicas era como respirar. Pero abrirme a una increíble mujer era
paralizante.
Ella escribió en su bloc, inquietándome más. Finalmente, me resigné a
descansar mi cabeza hacia atrás y cerrar mis ojos… de esa manera, no
tenía que mirarla o ver lo que estaba escribiendo. Odiaba ser juzgado.
Después de unos buenos veinte minutos de agonizante silencio, mi
teléfono zumbó de nuevo y lo recuperé de mi bolsillo, robándole una
mirada mientras abría mi celular. Ella me estaba mirando fijamente. 23
No reconocí el número en mi teléfono pero reconocí el tatuaje. Deanna.
Me preguntaba cuántos tipos habían visto esa tinta. Recordé trazándolo
con mi lengua. No había visitado a Deanna por un tiempo, pensé con una
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malvada carcajada.
—¿Algo que le gustaría compartir?
Sacudí mi cabeza.
—No creo que le guste ver esto.
—¿Por qué es eso? —preguntó.
Optando por el factor sorpresa, dije:
—A menos que le guste hincarle el diente a las chicas desnudas. —Y
volví la pantalla hacia ella por un corto segundo.
Ella ni siquiera vaciló.
—Puedo ver el cuerpo de una mujer. ¿Qué dice el tatuaje?
Me encogí de hombros.
—No lo sé, para ser honesto. Nunca presté atención a lo que decía.
—¿Alguna vez tuvo una relación seria? —preguntó.
Me preparé para la mierda de psicología barata por la falta de relaciones
serias que estaba por venir.
—¿Defina seria? —pregunté para aclarar, tal vez demorando.
—Actuar de forma seria… sincera…
—No quise decir la versión del diccionario Webster. ¿Quiere decir como
tener citas por una extensión de tiempo?
Ella escribió en el maldito bloc de nuevo.
—No, no creo que el tiempo signifique seriedad tanto como lo que la
chica signifique para ti o lo que tú significas para ella.
—Salí con Lorraine por un año y medio durante la escuela secundaria.
Ella me quitó mi virginidad y yo la de ella. ¿Fue eso serio? —pregunté con
una mueca malhumorada.
—Diría que respondas la pregunta desde que tenías 21 en adelante.
La respuesta a eso sería inequívocamente no. No estaba seguro de haber
tenido siquiera una cita. Y dado que no me había hecho a la idea de tener 24
a esa pelirroja en mi cama, no estaba seguro de querer que ella conociera
esa parte de mí.
—Probablemente no he tenido una relación seria por un tiempo. —No
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Megan
Traducido por Kmila92
Corregido por Kmila92
Sólo tres cortos días más tarde, el clima de Portland estaba más
caliente de lo normal y mi ventana en el apartamento no estaba
manteniéndose. Usiah estaba, por supuesto, sentado fuera cuando salí,
donde inmediatamente me deslicé en el pequeño charco de agua que se
acumuló bajo el aire acondicionado, golpeando mi cabeza contra la unidad
de metal.
— ¿Estás bien? —preguntó el pequeño Andrew. Lo vi conduciendo un
coche Matchbox pequeño en la suciedad.
—Sip. Tal vez eso golpeó algo de sentido en mí —me reí, pero maldita
sea dolió.
— ¿Quieres jugar?
—Oh amigo. Tengo que ir a trabajar. ¿Por qué no estás en la escuela?
—Yo no voy a ir a la escuela más. Mamá está enojada con ellos, así que
estoy cambiando de escuelas. No se puede iniciar hasta el lunes.
Mamá está enojada con ellos porque probablemente fuiste devuelto por
ausentismo escolar. Mi corazón se rompió. Todos los seres humanos
pueden ser CREADOS de la misma manera, pero eso es tan igual como
obtenerlo. No había nada igual sobre la circunstancia en la que uno nace.
Lo sabía mejor que nadie. Me hizo enfermar y ruego que se trate de un
ciclo que Andrew pueda romper.
Me agaché y le palmeé la espalda. —Te diré que amigo, voy a tomar un
cheque de lluvia. 27
Miró hacia el cielo. — ¿Qué es un cheque de lluvia?
No podía dejar de reír. —En realidad no es un cheque de lluvia —le
expliqué, frotándole la cabeza. —Significa que voy a jugar contigo más
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tarde.
—Está bien. Diviértete en el trabajo.
—Lo haré, mequetrefe.
Usiah me miró todo el camino hasta el coche.
El calor dentro del reducido espacio fue aún más intenso, tomando mi
aliento. Y cuando me giré la llave... nada.
— ¡NO! —grité, golpeando el puño contra el manubrio. Realmente iba
tarde. Le di otra vuelta al encendido... el motor se quedó tranquilo.
Tanto Usiah y Andrew me miraron y por mucho que me entraron
ganas de llorar, sonreí.
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Kieran
Traducido por Paulii~
Corregido por July CB
7 Sporting wood: Tener una erección en un lugar público, como una oficina, o un club.
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Expresión de frustración semejante a “drat”: porras.
— ¿Durante la terapia? ¿Tu texteaste? —le pregunté, incapaz de
ocultar mi sorpresa.
—Um. Sí.
Dentro de aproximadamente un segundo, mi mandíbula se cerró y me
di la vuelta. ¿Cómo diablos me he perdido eso? Qué asumido, idiota
arrogante. Todo mi cuerpo se puso rígido. Fue bastante tarde de que yo no
iba a coger la línea amarilla, pero me gustaría probar y llamar a alguien...
¡a cualquiera!
Pero Kieran fue más rápido que yo. Sus manos se envolvieron
totalmente alrededor de mis brazos y los presionó a mis lados.
—Malditamente deja de alejarse, ponte los malditos pantalones cortos
y luego súbete en la maldita moto. Ahora —dijo con los dientes apretados.
Pasé alrededor de él y le di mi mejor mirada maligna. La arrogancia de
él por pensar que habría dicho que sí.
— ¡Súbete! —exigió.
Yo no me moví.
—Lo juro por Dios, Doc. Estoy tomándote a casa con o sin ti diciendo
bien. Ahora, la manera en que yo lo veo, tienes dos opciones. Uno. Deja de
actuar como una inmadura de trece años de edad, ponte los calzoncillos
encima y súbete en la maldita moto. O dos. No. Tu elección.
¡Yo no era inmadura! ¡Que lo jodan! Tiré los calzoncillos de su mano,
exhalé un suspiro de exasperación y deslicé los calzoncillos bajo mi falda.
Cuando terminé, arrebaté el casco de sus manos. Después de que me
sujeté la correa, inclinó mi barbilla y la apretó. Duro, topacio marrón se
asentó en medio del blanco en sus ojos. Eran sorprendentemente hermoso. 37
Marrón claro con manchas de oscuro entremezclados en el color.
Mis labios se abrieron y rápidamente los lamí, luego cerré la boca.
Debió de confiar que me iba a subir porque vi como él lanzó su pierna
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—Cuando quieras.
—Hola Usiah
Este tipo Usiah me estudio con ojos severos, pensé que su tono de voz
con ella parecía sincero. Eso me complació. Me importaba una mierda si él
me gustaba o no.
—Megan —un niño la llamo, y el más lindo niño corrió y tiro sus brazos
alrededor de ella en un abrazo. Su color cremoso de piel parecía iluminar
desde adentro mientras los más oscuros brazos agarraron su cuello,
recordándome a Preston y a mí cuando éramos amigos. Este niño y su
amor en sus ojos, no sabía la diferencia entre ellos. Ah, aquellos buenos
viejos tiempos.
Ella susurro algo al niño y vio cuando él se lanzó por la puerta principal
al apartamento al lado de ella, corrió a la ventana de al frente y le grito un
Página
Una vez adentro, cerró la puerta y con respecto cabeceé al hombre quien
parecía cuidar de ella, luego arranque mi motocicleta.
Los pelos de mi nuca dejaron de erizarse mientras manejaba mi
motocicleta hacia atrás para poder jalarla. Santa madre de Dios, nunca
había querido irme de un lugar tan rápido en mi vida…y tampoco había
querido tanto llevarme a alguien conmigo como ahora.
***
Era totalmente comprensible. Yo solo había estado ahí dos veces en dos
años desde…Vivian me invito y nunca vine. Por Dios santo, ella era la
mejor amiga de mi mama, verla me recordaba lo que había perdido.
—Nada, Vivian. Estoy bien. Es bueno verte. ¿Puedo hablar con Joe?
—Por supuesto. Por favor, entra y dame un abrazo. —Nuestro abrazo fue
más largo de que lo espere pero estuvo bien y encontré confort en su
familiar sonrisa.
Aunque yo era grande, Joe era más grande y más formado que yo, él era
el más grande en sus días. Me encogí mientras Joe se me acerco, baje mi
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cabeza. Él tiene 25 años más que yo. También mantengo en mi mente que
él no toleraba mucho a su hijo Preston.
—Necesito hablarte
—Muchacho, la mujer de allí te ha pedido que vengas aquí por dos años
y tú te has negado cada vez. ¿Sabes cuánto la has herido?
No. No. No. No. Esto de repente se sintió mal. Cerré mis ojos.
—Está bien, está bien, hijo. No firmare nada. Dime lo que necesitas.
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Me pare. Un ataque de ansiedad apareció y mi pulso se aceleró.
—El de ella se dañó, fue tarde a nuestra cita. Vive en un área realmente
fea. Necesita un carro en el que pueda confiar —explique
Vivian lucho con una sonrisa y me pregunte qué fue lo que sonó
gracioso.
43
Página
8
Megan
Las únicas personas que conocía con dinero fueron los Phillipses. Joe
quería vender el auto hace unos meses. Pero Vivian se puso de mi lado,
sabiendo que tenía una conexión con mi padre y que lo haría en mi propio
tiempo. Aunque yo había estado lista hace unos meses, el dinero no estaba
allí en ese mismo momento para hacerlo. La magnífica casa que llamaba
hogar durante un año y medio era todo lo que quería cuando era una niña.
—¡El coche!
Página
—¿En serio?
››¿Fue Joe?
***
—¿Qué pasa?
10
the shotgun seat: Asiento del pasajero o de copiloto.
http://www.urbandictionary.com/define.php?term=shotgun
—¿En serio? ¿Lo harás? —Gritó y tiré el teléfono lejos de mi oído.
—¡Mañana!
Straight Arrow Jerry era como yo llamaba. Y si este tipo era un amigo
con Mr. Clean Cut entonces mi conjetura era que pondría mis pies a
dormir.
—Voy a estar fuera de allí en cinco meses. Nos vemos en mi oficina a las
6.
Ruthie y yo habíamos sido amigas por sólo dos años. Nos conocimos en
una clase de psicología anormal en la que realmente pillé el engaño de mi
papel. Nos reímos de eso ahora, pero todavía pretendemos ser el cerebro
del dúo.
***
Por lo tanto, lo que le permitía empujar mis botones... Hice la única cosa
cualquier terapeuta madura haría, semi-pisando fuerte caminado hacia
él, tiré la revista con distancia, acurrucado mi dedo en un movimiento de
venga-aquí y me di la vuelta. El sonido de sus rodillas que hacen estallar...
me llevó a creer que me estaba siguiendo. Cuando entre por mi puerta, me
senté y esperé a tomar asiento.
Una leve sonrisa apareció en mis labios a su apodo para mí. Mi corazón
dio un vuelco cada vez que lo decía.
Este hombre era exasperante. No era que mis otros clientes fueran
libros abiertos, porque no lo eran. Pero hablaban. Parecían utilizar el
proceso como lo que era aquí. Por mucho que yo no... no debería hablar de
mí, yo sabía que iba a conseguir que se abriera más. Así que lo hice.
—Bueno, para que alguien haga eso, debe significar algo para ellos. O
tal vez sólo eres tan buena en la cama. Supongo que sería un él. ¿Su
novio?
Me apresuré a negar con la cabeza. —Yo no tengo novio —le dije, y luego
hice una mueca, lamentando las palabras que salieron demasiado rápido—
. No sé quién lo hizo.
—Todavía no. Sólo hay unas pocas personas que conozco que sabían
que tenía problemas con el coche. ¿A menos que tú lo hicieras?
48
Al instante frunció los labios y me dio otro giro de ojos infame. Me
pregunté cuántas veces su madre le diría: …Por qué me giras los ojos. Era
obvio que no podía permitirse un coche nuevo más de lo que quisiera. Las
botas de cuero bien hechas y los pantalones vaqueros raídos eran bastante
Página
—He estado bien, Doc. Te veo cada dos días al parecer. No hay mucho
que contar.
¡GRRRR!
—Alrededor.
Mis ojos entornados con lo que estaba segura fue una mirada
amenazante. —¿Quieres que pierda mi trabajo, cierto?
preguntarme...
—¡Ja! Cualquier mujer con un pulso estaría encantada por ti —le dije, y
me congelé. Mi boca no se cerró, mis cejas tiraron juntas en la
mortificación pura y un gemido resonó en mi garganta.
Recordé golpear el ciervo una vez. A pesar de que pasó en una fracción
de segundo, los ojos de ciervo y los míos tuvieron un momento de
contacto… y todavía podía imaginarlo si yo cerrara los ojos.
Los ojos del ciervo celebraron el miedo y los míos celebraron la tristeza.
El ciervo sabía que a pesar de que yo no lo quisiera, yo era su depredador
en ese momento y ella era mi presa. Y por primera vez en mi vida, ahora yo
era la presa. Yo no quiero serlo. Me hizo sentir vulnerable y débil. Sin
embargo, a los ojos de Kieran Scott, me vi convertida en su objetivo. Su
cabeza se movió hacia un lado y su lengua salió, humedeciendo sus labios.
La ira reemplazó lo que brillaba en sus ojos y se puso de pie, con las
manos en puños.
—Tienes razón, Sr. Scott. Yo no tengo una cita de negocios. Tengo una
cita.
Ella habló a los clientes durante todo el día. También ella podría haber
tenido relaciones íntimas durante las últimas dos semanas. Pero esto,
viendo un coche con un chico, era un poco difícil de tragar.
Mi escape era más fuerte que la mayoría, así lo maté con fines de
conversación.
52
—Todos ustedes deben comunicarse por guiños —sugerí.
***
—Hey, Stacey. —La mire y regrese mis ojos a la chica en los Converse
blancos.
Página
—Lo siento —le conteste, más firme, con los ojos todavía sobre Megan,
que finalmente me vio a través del cuarto. Stacey y Telisa flanqueados
cada lado de mí.
***
Se rió.
La música se hizo más suave. Miré a Dustin y encontré que Todd estaba
hablando con él. No tenía duda de que tenían algo que ver con eso. Idiotas.
Hice un sonido al hacer clic con la boca, pero no estaba seguro de que lo
pudiera oír sobre la música. 55
—Maldita sea. Lo intenté.
—Yo sé que tú no tienes mucho dinero, así que espero que esto no te
quebrara.
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Mis labios hicieron un gruñido. Heather, una chica a la que había jodido
el mes pasado, traía una bandeja de tragos hacia mí.
Megan dio un paso atrás y me levantó un dedo como una señal de que le
diera un segundo.
—Quiero dejar algo en claro para ti, Heather. El hecho de que mi pene
haya tenido un poco de diversión contigo, no da derecho a tratar a alguien
de esa manera. Y de ninguna manera te da ningún derecho sobre mí.
Ahora aléjate de una puta vez.
Hice una mirada de detrás de la barra y luego miré a Todd, quien asintió
con la cabeza hacia mí para salir de allí. Caray, yo no había salido
temprano del trabajo en dos años. Yo tampoco había rechazado un trío o
los shot’s de Heather. ¿Qué demonios estaba mal conmigo?
***
Cuando apague la Harley, la noche tranquila calmó mis oídos sonando.
Dejando el bar después del anochecer siempre fue pacífico. Pero, en
verdad, lo que estaba haciendo estaba mal. Era inestable. Lo sabía. Su
coche seguía estacionado, vacío en el estacionamiento y yo no sabía si
incluso volverían aquí. Treinta minutos, eso es lo que yo les dar. 56
Mientras miraba las estrellas, pensé en sus palabras arrastrándose. Ella
estaba demasiado borracha para conducir a casa. Si la trajeron de vuelta
aquí, yo estaré muy enojado.
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Cuarenta minutos más tarde, vi las luces sobre los arbustos y luego en
la calle un coche tirado en el aparcamiento. Mis pensamientos rebotaban
entre hablar con Joe sobre cómo solicitar otro terapeuta y pegarme un tiro
por pensar tal cosa. En el fondo, tenía ganas de nuestras reuniones, pero
no estaba seguro de lo mucho que tenía que ver con la terapia.
—¿Segura que estás bien para conducir? —La chica morena le preguntó
por la ventana. Al instante no me gusto esta gente permitiera que alguien
con tragos conduzca a casa.
—Estoy bien.
—¡Tal vez Kieran besaría mejor! —Chica morena gritó, riendo, saliendo
de la cabina.
Se dio la vuelta con los ojos abiertos, y los puños en posición de ataque.
—¿Qué...?
57
Como yo me acercaba, una mueca de reconocimiento se extendió por
su cara. ¿Le hizo daño verme? Se deslizó por el lado del coche, sentándose
en la acera, con los ojos cerrados. ¿Qué significaba eso?
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—Ouch —gimió.
Yo sólo sonreí.
—Lo siento por lo que dijo Heather en el bar. Estaba siendo una perra.
Abrió los labios y los párpados estaban a media asta. Jesús, yo quería
probar esos labios. Su chicle era de canela. Podía olerla. Me encantaba la
canela.
—Te lo dije —dijo ella con los pies todavía colgando.
—Entonces dime.
Ella había muerto con sobre Heather, pero me preocupaba más por su
última pregunta.
—Bájame —jadeó.
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—¿Qué?
Así que lo hice. Permití que sus pies descansaran en el suelo, pero no
ofrecí ninguna distancia. Vi como ella abrió la puerta de su despacho,
encendió una lámpara y sentándose, y señalando en la alfombra junto a
la puerta.
—¿Estás bromeando?
—Estoy dispuesta a hablar ahora —dijo la voz que filtraba hacia fuera
claramente detrás de mí.
—Kieran...
—Háblame de tu mamá.
—¿Y tu padre?
—Era inteligente. Brillante. Serio. —Eso era lo que más me había dicho
acerca de ellos en dos años—. Dime algo sobre la tuya.
Ella se rió desde el otro lado y me sonrió ante la dulzura absoluta del
sonido.
—Te va a asustar.
—Mi mamá nos abandonó cuando yo tenía once. Ella era su saco de
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boxeo por el tiempo que yo podía recordar. Luego se fue. Un profesor llamó
a Servicios de Protección Infantil la primera vez que me vio con un ojo
negro.
Mi estómago se revolvió. Me puse de pie, puños cerrados apretados.
—¿Y hoy?
—Porque me duele.
a casa y acostarme con ella. Mi reloj marcaba las 1:45 am Ella permaneció
en silencio. Después de unos minutos, finalmente abrí la puerta; me
sorprendió que ella no la hubiera cerrado y luego observé como ella cayó
de espaldas al suelo.
—¡Doc! —Grité, tratando de atraparla, pero era demasiado tarde. Se
había estrellado o se desmayó, con lágrimas rayando sus mejillas.
¡Mierda! Yo debería haber abierto la puerta antes.
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Megan
Traducido por Hanna Marl
Corregido por July CB
—Buenos días —dijo con la voz más ronca y sexy que una mujer pueda
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Mis mejillas se acaloraron con su presencia tan cerca y las palabras que
pronunció.
—Esto está más allá de ser apropiado. No puedes estar aquí. Por favor,
dime qué pasó.
Su sonrisa se ensanchó.
—Dime.
—Claro que te da curiosidad, sin embargo, ¿no es así? —Él sonrió y casi
hizo que mis dedos se doblaran.
—Algo más de mi obra. —Abrí la nevera por una botella de agua. No solo
no había cepillado mis dientes sino que también mis glándulas salivales
parecían haberse cerrado completamente.
¿Mis armarios? Abrí uno de los cuatro armarios y estaba lleno con cajas
y latas.
—Sí. Lo harás.
—Infiernos si lo haré. 66
Él comenzó a sacar cosas hacia afuera de las bolsas que yo acababa de
llenar.
El brillante sol hirió mis ojos y él se volteó justo a tiempo para verme a
mí en la ventana de pie. Avergonzada de estar mirándolo, le disparé una
sonrisa nerviosa. Y, por supuesto, él me guiñó un ojo.
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Kieran
Traducido por Guga
Corregido por July CB
—Fácil, K. Justo le estaba diciendo a Wink que esta era la segunda vez
que te ayudaba. Eso es todo. Le dije acerca de traerte el casco. Luego le
conté que te recogí en su casa la última noche y luego te llevé de nuevo a
su oficina así podías recoger tu moto. ¿Qué demonios sucede con el lugar
en donde ella vive?
—No lo sé todavía. Pobre es la única cosa que cosa que puedo deducir.
No tenía comida. Su auto es un pedazo de mierda.
—Nunca diste dos mierdas por una mujer. Ellas se han parado en la
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—Tengo quinientos que dicen que golpearas ese trasero dentro de las
dos semanas.
Me había dejado media cerveza. Eso era tonto. Nunca, nunca dejes
cerveza en tu vaso. Ellos permanecieron en silencio mientras yo hacía mi
camino de regreso al bar, terminaba la densa cerveza y encontraba su
mirada.
—Bueno, diablos. Este va a ser el dinero que más fácil he ganado nunca
—dije y salí.
***
Él asintió.
Joe sonrió.
—Hablé a la junta.
—¿Por qué?
—Kieran. Escúchame. Sé que te gusta trabajar en ese bar pero parte del
problema es estar cerca de todo ese alcohol y las mujeres. Pero Walt…
Joe asintió.
—Gracias por la cena. Se sintió bien estar aquí. —Puse una mano sobre
mi corazón—. Recordaste que la tarta de cereza es mi favorita.
—Lo haré. Lo prometo y siento haberme ido por tanto tiempo. Joe,
pensaré acerca de lo que dijiste.
Página
75
Página
13
Kieran
—Dije que no. ¿Por qué no te chupas mi polla? —escupí, tan insensible
como pude. No había una identidad falsa con esta chica para que hiciera
exactamente lo que iba a hacer.
Ella se rió, ajena, ya poniéndose de rodillas. ¿Cómo te fue con las chicas
que estaban detrás de la barra?
No fue sino hasta ese momento Wink habló con los dientes apretados
—Doc, ¿estás bien? —le pregunté mientras ella se ponía de pie, con la
boca abierta del disgusto.
Wink asintió.
—Ve a través de la puerta. Eso sería más rápido.
—Seguro que podría ser. Y estamos de vuelta con ese Sr. Scott... mierda,
¿eh? ¿Incluso después de que te llevé a casa la otra noche?
—No pasó nada allí, por cierto. ¿Por qué has venido aquí?
—Kieran —susurró.
—Kieran...
Esta vez sonó más como un grito y yo quería darle un beso igual al que
ella me había dicho que le gustaba. Borracho o no, yo lo recordaba.
Pequeños picotazos lentos. Solo un poco de la lengua. Yo no iba a meter la
pata.
—¿Qué?
labio inferior.
—¿Cuatro?
Asentí.
Y juro por Dios que no quería que se fuera. Yo quería que se quedara
conmigo... que fuera a casa conmigo. Todd y Wink tenían razón: yo estaba
jodido.
***
A las 8:30 a.m del miércoles desperté con una erección11 mañanera,
pero no solo la típica erección... fue una Megan erección. Pensé en su
perfecta, boca llena. La manera en que su camiseta mojada hermosamente
ahuecó sus pechos, y la manera en que mi boca se hizo agua imaginando
sus pezones asomando por el algodón húmedo. Sin duda había un rastro
de deseo en esos ojos grises, y a pesar de lo poco ético que sabía era para
ella, yo quería que rompiera y violara cada código que necesitaba para
seguir... y que me violara en el proceso.
—¿Qué demonios? —dije en voz alta mientras hacía clic para leer.
Me reí en voz alta. Yo no estaba muy familiarizado con una bromear con
la Doc. Me gustó.
¿Valió la pena?
Sí.
—¿Sí qué?
Esa misma tarde, decidí dispararle otro texto y lo juro por Dios, escribí
unas quince cosas diferentes hasta que finalmente me decidí por algo
realmente original.
***
A las tres en punto, me senté con mis típicos jeans y camiseta pero no
llevaba la bata de hospital que había pillado de un camarada doctor. No
podía pensar en la última vez que había estado tan emocionado sobre algo.
Estaba a punto de salirme de mi piel.
—Me alegro de que no lo hicieras. Tal vez deberíamos dar por terminado
el día, sin embargo. —Pensar que yo soportaba la terapia con el fin de ver
a una chica era ridículo.
—Lo siento. —Ella habló con voz ronca—. No quería cancelar de nuevo.
¡¡¡¡Gran idea!!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡Eso es mucho!!!!!!!!
¿Terapizado?
Ella se rió una vez en voz alta y luego extendió la mano para tocar su
garganta como si fuera a quitar el dolor que ella sola causó.
Kieran...
Página
Doc… Envié.
No sé qué decir.
Para empezar se podría decir que sí. Pero para ser honesto, no te
sientes bien, así que no lo haría hoy de todos modos. Le di a Enviar.
Sr. Scott. ¿Cuándo fue la última vez que tuvo sexo y fue una
experiencia significativa?
Por qué todo los ??????? ¿Por qué no sólo uno? Una pequeña
sonrisa de mierda cruzó su cara
¡Énfasis! Envié.
No. Envié.
Ingenioso.
Divertido.
Encantador.
Dulce.
Atractivo.
Las cuatro palabras, no las entendía. Yo no era todo eso de dulce. Mis
ojos se posaron en los suyos inocentes y redondeados mirándome.
—Ouch. Estoy herido —bromeé, pero pensé que ella realmente podría
querer saber.
86
Página
14
Megan
Traducido por Guga
Corregido por July CB
Doc…
Reí nerviosa.
Linda.
¿¿Linda?? ¿Qué demonios? Un maldito gatito es lindo. Un bebé
hipopótamo es lindo.
Reí nerviosa.
Eres sexy como el demonio. Tartas tan duro de ser profesional. Pero
muy dentro de ti, sé que quieres al gran P12.
Yo digo que eso es mierda, Doc. Envíame una foto de tus senos.
¡Wow! Esos son calientes. Está bien… pienso que veré los reales
muy pronto.
Doc. Hay pocas cosas que toleraré. Toleraré Sr. Scott. Toleraré tu
juego, jugando cuando ambos sabemos lo que quieres. Toleraré S. S. y
89
no toleraré no tocarte por mucho tiempo más. Touché en lo de
cogible. ¿Qué hay sobre digna de coger?
Página
12
P: hace referencia a pene.
90
Página
Molesto con las malditas chicas que llamaban a esta hora, lentamente
me acerqué para encontrar la pantalla destellando con el nombre de
Doc. ¿Qué demonios?
—¿Doc?
—¿Kieran? —lloró.
Mi estómago se retorció.
***
Página
Al principio ella parecía molesta, pero luego me dio una segunda mirada
y sonrió.
—No lo sé.
—Entiendo que esta es una unidad de trauma y todos quieren ser vistos
y todos están preocupados por alguien —dijo ella más severa.
—Señor. No puede hacer eso. Por favor deme medio segundo para
averiguar.
—¿Megan?
—¿Megan?
—Sí.
—¿Puedo entrar?
—Sí —gimoteó.
—¿Quién?
—Andrew.
—Dime que sucedió… por favor —le pedí mientras tomaba su pequeña
mano en la mía. La suavidad de su piel me hacía querer tocar más de ella.
94
Sus ojos contenían miedo.
—Confía en mí —susurré.
Página
Sabiendo que estaba por tomarla en mis brazos, estaba nervioso como el
demonio. Pero… lo hice.
—¡No! Está bien. Es solo… —Hice una pausa. Estaba tan feliz de que me
hubiera llamado. —Solo estoy sorprendido.
—¿Doc?
—¿Si?
—BIEN. Miremos a esa herida ahora —dijo un calvo pero bien parecido
doctor mientras pasaba zumbando a través de la puerta.
Ella continuó
Permanecí silencioso.
—¿Megan Clark?
Página
¡¡CLARK!!
—No vi nada.
—Srta. Clark, ¿puede decirnos por qué estaba ahí? —preguntó el pesado
oficial, quien no podría rebasar a una babosa
—Vivo ahí.
—¿Usted vive ahí? —preguntó el otro oficial más flaco con sorpresa en
su tono.
Ella asintió y pude decir por la forma en que miró hacia abajo a su
regazo que estaba avergonzada.
—Testigos dicen que usted se arrojó sobre Andrew. ¿Por qué haría eso
por alguien que conoció por solo dos meses?
—¡Es un maldito niño! —disparó ella de regreso y esto hizo mis labios
curvarse hacia arriba—. Oí los disparos y solo corrí —exclamó, y todo lo
que yo podía pensar era: “¡Justo en la línea de fuego!”
—En ese vecindario, ¿alguna vez cruzó por su mente no correr hacia un
tiroteo?
—Nuestra sugerencia sería que no volviera ahí esta noche. ¿Tiene algún
otro sitio donde quedarse? —preguntó el oficial.
—Ella puede quedarse conmigo —dije rápidamente, y sus ojos
frenéticamente se lanzaron a los míos.
98
Página
16
Megan
Sabía que los casi familiares de Ruthie se estaban quedando con ella, y
que sería incómodo dormir en el sofá…
No sabía que tan lejos vivía, así que apoyé mi mejilla en su espalda, y
me llevó con cuidado por las calles de la ciudad.
—No te preocupes —dijo con la voz más sexy del mundo. Caminó hacia
el garaje y usó el tablero para abrirlo.
Él me sonrió.
—¿Esta es tu casa?
Pensé en cómo debía ser vivir en un sitio como este. ¿Cómo podría
pagarlo? Quizás tenía dinero de algún seguro de vida de sus padres.
—Estoy seguro que habrá uno que podrá. —Se rió—. Me pregunto si es
muy tarde para que quieras tomar una cerveza.
Me reí.
Unos minutos después, volvió con una botella de shampoo y una toalla.
—Estoy segura que sus ‘chicas’, adoran lavarse con esto por las
mañanas Sr. Scott —le dije con una sonrisa.
—¿Aquí?
Otra sonrisa
No había pensado nunca que lavarse el cabello pudiera ser tan erótico.
Creo que en ese momento lloré, no solo por Andrew y Jamari, sino también
porque Kieran sabía que no podía ir más allá de lo que yo quería.
—Kieran, no…
—Sr. Scott, por favor póngame en el suelo —le dije formalmente, pero
con una sonrisa.
—¿No voy a qué? —pregunté tratando con todas mis fuerzas de no hacer
contacto visual.
—Mira Doc, has sido muy clara, con que esto no puede ir más adelante.
Estás herida. Estás triste. Por un par de semanas, haz hecho que me abra
a ti. Bueno… yo no hago esto. Yo no… hablo, yo no conforto a las chicas…
103
nunca. Así que cuidarte en este momento, hace que me sienta un poco
más humano.
Finalmente levanté mis ojos hacia él, sus ojos se veían tan profundos,
Página
Hice muecas cuando ella no podía verme porque muy dentro esta
mierda de Sr. Scott me divertía. Ella siempre se las apañaba para
hacerme reír. Froté la toalla a través de todo su cabello luego la lancé al
piso.
hombro.
No podía responder eso. Era o las islas Turks y Caicos o Suiza; pero ella
no podía saber eso. No todavía.
—¡No lo eres!
—¿Por qué?
—He visto fotos. Odio los bichos tipo cascarudos —dijo ella tiritando.
Reí de nuevo.
Ella rió.
—Esta bien. Odio toda la gente rica que he encontrado excepto por dos.
107
¿Mejor?
—Kieran…
En ese momento, supe que nuestra conversación estaba hecha para ser
graciosa. No respondí a mi nombre, sólo apreté mi abrazo en ella.
Cerré fuerte mis ojos mientras ella hablaba porque por alguna razón su
historia me hacía daño. Nunca le diría que ya me lo había contado. De
todas maneras, era como oírlo por primera vez.
—Él nunca me hizo daño. Hasta que ella se fue. Tengo que creer que ella
creía que él nunca me habría levantado una mano o ella nunca me habría
dejado allí. Y ese maldito primer ojo negro cambió todo. Mi profesor llamó
al Servicio de Protección al Niño. Fui sacada de su casa. Por los siguientes
cinco años, estuve dentro y fuera en hogares de acogida más vueltas a su
casa hasta que él me golpeaba de nuevo. Los tontos ricos en el primer
lugar. El hogar de acogida tenía dos chicos. Uno era bueno. Uno no lo era.
Él había venido a mi habitación una noche.
—Nop —dijo ella—. Fui a dos hogares de acogida más pobres los cuales
me trataron al menos justamente. Pero un de las madres estaba enferma
con cáncer y cuando hacía un mes que estaba en el otro hogar de acogida,
mi padre hacía el tratamiento y su manejo de ira. Entonces volví a mi
hogar. Fue mi cuarto hogar de acogida donde encontré tontos ricos por
segunda vez.
108
Era Navidad. Tenía una visita con mi padre donde tuve algunas cosas
lindas pero la Navidad con mi familia de acogida, yo estaba tan
Página
emocionada por eso. Una gran, decorada, casa de piedra con seis
habitaciones por la que yo habría matado con tal de vivir allí. Había
cientos de regalos bajo el árbol. Yo había estad allí por cerca de un año así
que ellos me conocían. Pero fuera de todos esos regalos. —Ella hizo una
pausa.
—Lo siento. Mi suposición es que hay gente rica buena por ahí también.
—¿Qué sucedió?
—Nada. Unos pocos días más tarde cuando supe que su esposa iba a
salir de la ciudad, se lo dije. Ella me llamó pequeña puta basura y solicitó
ser mudada inmediatamente.
109
—Lo siento —susurré.
—Las únicas dos personas ricas que alguna vez me gustaron, las dos
que me llevaron a sus hogares y me ayudaron a terminar la universidad —
Página
No pregunté nada más y no dije nada más. Ella había tenido un día
emocionalmente traumatizante. Diablos, ella había tenido una vida
emocionalmente traumatizante. Yo no era definitivamente de su mejor
interés y lo sabía.
Traerla aquí fue una mala idea. Tenerla acurrucada cerca de mi cuerpo
era la peor puta idea que yo alguna vez había tenido.
Sus quejidos y agitación abrió mis ojos y me di cuenta que uno de mis
brazos estaba atravesado sobre su cabeza. Cuando me moví ella se
acurrucó más cerca, en realidad enrollándose en una bola con su cabeza
110
descansando sobre mi estómago. Su respiración soplaba sobre mis
abdominales haciendo cosquillas bajo mi ombligo. Mi maldito pene
comenzó a crecer y eso era exactamente el por que ella necesitaba
Página
—¡ANDREW!
Doc estaba sobre sus rodillas en el borde del sillón reclinable, ojos de
loca trabados en los míos. El sudor bordado por su frente. Resolló
mientras sus ojos ansiosamente buscaban mi rostro. Ella se veía como
una pequeña niña asustada sentada ahí con ojos redondeados asustados.
Otro asentimiento.
Esta vez ella sacudió la cabeza. La locuaz hermosa chica quien siempre
tenía algo para decir estaba en silencio.
Mientras ella se recostaba, una de sus piernas descansó entre las mías,
y su mejilla descansó más en mi hombro, en el recodo de mi cuello. Yo era
111
bien consciente que si volteaba mi cabeza su rostro estaría justo ahí. La
razón, yo sabía, es porque podía oler una mezcla de shampoo Axe y la
cerveza en su aliento mientras ella me miraba fijo. ¿Entonces que hice?
Adivinaste…volteé mi puta cabeza.
Página
—¡Scott! —La voz resonó por la casa de nuevo y los ojos de Kieran se
abrieron.
—¡Oh, mierda! Lo siento... —dijo el tipo casi tan caliente como Kieran
desde el arco de la cocina. Creo que su nombre era Todd.
—Lo siento. Todd esta es Doc. Doc. Todd. —Kieran agarró su camisa y la
deslizó sobre su cabeza mientras yo atrapaba un vistazo de sus malditos e
inolvidables abdominales.
Pasé mis dedos sobre mis labios recordando el beso que compartimos.
Tú sabes cuando es ese beso que nunca olvidarás. El que nunca será
mejor. El que vas a comparar con todos los otros besos... ese fue nuestro
beso de anoche. El beso más perfecto que jamás haya tenido. Su lengua
tan dulce pero en plena búsqueda de la mía. La forma en que se quedó
dormido sin intentar nada más. Kieran Scott era un buen tipo.
Excepcional. Extraordinario. De la manera en que se apresuró hacia el
hospital... gritando mi nombre, la forma en que habló con los oficiales de
policía, la forma en que sus dedos masajearon mi cuero cabelludo. Él
sabía que yo necesitaba ser abrazada. Una tormenta de celos rabió a
través de mí, mientras caminaba con él y pensé en todas las innumerables
mujeres que habían hecho esta caminata de la vergüenza al lado de él.
—Será bueno para esto correrlo —dijo él—. ¿Cómo está tu cuello?
114
Toqué el vendaje.
—¿Estás bien? —le pregunté y cerró la puerta casi en mi cara. Hice una
nota mental para nunca cruzar la línea y tener relaciones sexuales con
este tipo. Esta caminata de la vergüenza no era divertida. Creo que
preferiría un taxi.
Asentí y entrecerré los ojos cuando nos detuvimos fuera, en la luz del
sol.
Yo sabía que él era serio porque nunca me llamaba Megan. Sabía que
anoche cuando se ofreció fue sólo por lo de anoche... pero Dios, se sentía
tan segura con él.
—Oh no seas tonto Sr. Scott. Es donde vivo. No puedo quedarme con
Ruthie a causa de la familia de su novio. Estaré bien. Realmente.
—Eso es una locura —le dije mientras mis cejas se alzaban alto en mi
frente—. Simplemente no puedo.
—Sí.
—Dos-veinticinco. Pero tal vez podría pagar más. Sólo sería hasta que
pudiera encontrar algo más —concedí.
—No te preocupes. Tal vez no tendré que ir en auto a tu oficina para mis
necesidades terapéuticas. —Él le guiñó un ojo y otro escalofrío de un tipo
diferente avanzó su camino por mi espina dorsal.
—Tengo algunas cosas que hacer. Pero te escribiré tan pronto como
pueda —le dije.
—Doc. No... —Eso fue todo lo que él dijo antes de que yo me adelantara.
Yo sólo había estado en el apartamento unos dos meses, así que había
muchas cosas que no había desempacado y la verdad del asunto era que
yo no poseía mucho. Pero lo que tenía era mío. Después de una ducha
rápida, bajé las pocas cosas que tenía colgadas y después de tirarlas en
pilas... me di cuenta de que necesitaba cajas. Así que... salí.
¡Sonrisa-comprobada!
—No estoy invadiendo tu casa todavía —me reí también—. Pero aquí
tango una especie de agradecimiento. Ya sabes, un gracias por ayudarme.
¡Helado de menta! —grité finalmente emocionada.
—Gracias.
—¿Kieran?
119
Página
19
Kieran
Traducido por Guga
Corregido por liss-rose
—Sip.
Mi hermana sonrió.
Asentí de nuevo.
—Sí.
Bueno, eso podía ser exactamente. Pero eso me sacaba de quicio. Esto
no podía suceder. Yo no podía enamorarme de esta chica. Mi hermana me
miraba fijo.
—Tu ánimo cambió…para peor desde que ella se detuvo por aquí. ¿Por
qué?
Me encogí de hombros.
—Estoy seguro que sería difícil de creer, dado tu cabello con mechas,
uñas falsas y pechos y culo falsos.
—¡Hey! Pagué buen dinero por estas. —bromeó, palmeándolas como una
pelota de basketball, luego regresó a mirarme fijo.
—No quiero hablar más de eso. —Enlacé mis dedos detrás de mi cabeza,
tratando de aliviar la presión sobre el diafragma para respirar.
—¡Kieran!
—Dime que hay de esta chica. Quiero decir, claramente ella es hermosa.
Pero ha habido una cantidad de hermosas chicas en tu vida.
Respiré profundo.
—No lo sé, Kat. Obviamente pensé que era caliente. Pero me gusta
122
hablar con ella. Me permite ser yo mismo y me gusta que me hacer querer
ser mejor.
—Kieran. Podrías pagar el triple por lo que ella hace por el resto de tu
vida.
—¿Qué? —pregunté.
—Una. Si esta chica está tan herida o dañada como tú dices, tienes una
oportunidad para hacer la diferencia con ella. ¿Se siente ella atraída por
ti?
Rasqué mi cabeza.
—Tengo que irme pero responde mi segunda pregunta. Eso me dirá todo
lo que necesito saber.
—¿Qué? —pregunté.
—¿Dime cuando fue la última vez que tuviste sexo con una mujer?
—Fue hace como 2-3 semanas atrás. Pillé una cabeza roja. ¿Qué tiene
eso que ver con nada?
—La conociste hace 2-3 semanas. Las 2-3 semanas atrás en las que
desde entonces Kieran habría tenido 13 chicas. Has tenido…cero. No ves
que…
—Unas pocas semanas atrás, otra chica estuvo a casi tres segundos de
caer sobre mí y Doc entró y nos vio. Esa es la clase de tipo que soy,
hermanita.
Kat era una mujer. Ella tenía vagina. Ella nunca entendería como
trabajaba la mente de un hombre. Tener esa chica acabaría conmigo,
Página
quiero decir a un don nadie. Todas esas chicas eran un montón de nada.
Esta cosa con Doc era sólo un pequeño algo…pero ese pequeño significaba
más que todas esos “nada” combinadas.
—Estoy pensando en ir a trabajar con la compañía.
—¡Tú. Eres. Una. Loca! Nada está saliendo bien —reí—. Hablé con Joe y
yo justo lo estaba pensando.
—Ahora.
—Dos Millar Lites —ordenó Todd, pagó, luego me alcanzó una botella.
—No, no quiero irme. —rió Todd por lo bajo—. Pero que demonios pasa
por tu mente, porque seguro no es la chica desnuda frente a ti.
Él rió de nuevo y descansó sus pies sobre la silla frente a él. La chica se
movió lentamente hacia nosotros, pellizcando sus pezones que luchaban
por permanecer enhiestos, luego deslizó sus manos hacia abajo,
coqueteando con quitarse su tanga.
alguna razón llena de culpa, me puse de pie y retrocedí lejos de ella. Una
mueca se disparó en su rostro pero yo rápidamente apunté hacia Todd y
ella se giró en la punta de sus pies, chocando las mejillas de él con sus
senos. Esto me hizo reír por lo bajo pero no hizo nada por mi pene sin
vida. Y ahí iba ella impulsada a motor con Todd.
—Kieran Scott —Una rasposa pero aún femenina voz vino desde detrás
de mi y yo roté para ver una bella morocha en algo parecido a un bikini.
Sin embargo ningún reconocimiento llegó a mí.
Una vez fuera, justo antes que arrancara mi motocicleta, Todd dijo:
—¿K?
—¿Sí?
Me encogí de hombros.
—No lo sé.
129
Página
20
Megan
Traducido por rihano
Corregido por Briggitte
—No voy a decir nada, pero estoy contenta de que estés fuera de allí. No
estoy segura de lo que estabas tratando de demostrar mudándote allí pero
era una locura.
No podía discutir con lo que dijo. Mirando hacia atrás ahora, Joe había
tenido razón. Fue una jugada tonta. Tal vez me sentí como si tuviera algo
que demostrar. Dos de mis familias de acogida eran negras, así que pensé
que encajaría... pero no puedo encajar con el peligro.
—Vamos a hablar de Kieran y su sexy culo —sugirió Ruthie.
Rodé los ojos. —Cállate, Ruthie. Ya sabes, cuando empezó era fácil que
no gustara, porque era este arrogante imbécil pomposo. Viniendo a mí,
Página
—Lo digo en serio. Hay estas pequeñas cosas que él hace... y son
grandes cosas para mí. Me dio un aventón a casa cuando mi coche se
averió. Él nos conectó a Winks. Se paró en un charco para conseguir mi
chancleta. Vino al hospital sin dudarlo.
—Nos besamos anoche, Ruthie. —Hice una comida de mi uña del dedo
pulgar—. Tengo que decirle a Joe que no puedo hacer terapia con él nunca
más. Lo digo en serio. Si Joe averigua que estaba viviendo con este cliente
— le dije, usando mis dedos para poner comillas en la última palabra y
cerrando los ojos sin querer pensar en lo que Joe podría hacer —. Es por
lo que no está bien lo que ha pasado. Me desperté de una pesadilla y me
estaba sosteniendo, larga historia —dije, sacudiendo la cabeza—. ¡Ah, y
lavó mi pelo por mí también! De todos modos. Así que después del sueño...
pesadilla, me recosté contra su jodidamente duro como roca, cincelado y
perfectamente esculpido y delicioso cuerpo. Cuando levanté la vista, él
estaba allí. Dentro del territorio perfecto de besos. Viéndose totalmente
folla-blemente-licioso.
—Pero este es el asunto. Esta mañana, fue como si el beso no pasó. Era
Página
Yo no quería hablar de eso nunca más. Era muy consciente de que tenía
problemas. Después de estar dentro y fuera de casas de crianza, aprendí a
no apegarme a casi nadie. Dolía cuando dejaba la mayoría de las casas.
Relaciones se formaban y luego se descartaban. Abandonada... por la
persona que se suponía te amaba de manera inequívoca, mi madre. Y no
sólo irse, sino dejándome con un hombre alcohólico y abusivo.
***
Esa noche en casa de Ruthie fue una de las más divertidas noches de la
historia. Tatuajes, cena y vino. Un poco después de las 10 mi teléfono
vibró. Lo saqué para leer el hombre vivo más sexy y mi corazón se
tambaleó en mi garganta. Me había olvidado de escribirle. Y escribir
cuando estabas mareada siempre se convertía en un arrepentimiento
posterior.
Oye, doc
Un poco preocupado
Me reí. Mi terapeuta...
Necesito terapia
Mi teléfono sonó y este estaba en el centro del sofá entre las dos, y
cuando ella hizo un movimiento, me zambullí más rápido,
Página
arrebatándoselo.
Estaré ahí en 10
Mi boca colgaba y mis ojos estaban vidriosos; no podía concentrarme en
Ruthie.
134
Página
21
Kieran
Traducido por Guga
Corregido por liss-rose
La luz del porche frontal se encendió mientras salía del auto, la puerta
del frente se abrió y Doc salió. Mi maldito pene que había estado escondido
unas pocas horas antes, de pronto salió de hibernación.
—No tienes que hacer esto —dijo ella, con un leve balanceo en su
caminar pero viéndose caliente como el demonio en su chándal y
sudadera.
Dios, ella era adorable. Abrí su puerta y ella se deslizó dentro del
Porsche. Ruthie nos observaba desde la ventana del frente entonces
incómodamente asentí. Ella me lanzó sus dedos en señal de victoria.
La puerta del freezer estaba cerrada así que la abrí y recuperé mi placer
de antes, mostrándole.
—Esperé.
—¿Por mí?
¿En serio? No hay manera que yo me siente en la encimera así que subí
su flaco trasero en su lugar. Ella golpeó mi frente con la cuchara de plata.
136
—Sr. Scott, usted sólo me quita el control —acusó.
—Cierra tus ojos y haz lo que te diga —ella dirigió, claramente sin
entender lo que yo había dicho luego tomó el helado del tazón de mi mano.
—Abre tu boca —dijo ella, su voz acariciando mis oídos. Con mis ojos
cerrados, permití a mi boca abrirse y sentí la helada cuchara descansar
sobre mi lengua entonces cerré mi boca sobre el lechoso, dulce placer.
—Cierra tus ojos —ordené mientras ella reía nerviosa y lo hacía. 137
Hice las cosas un poquito diferentes no queriendo esperar otro minuto.
Puse otro bocado de helado en mi boca y mastiqué sobre los trocitos de
caramelo luego con cuidado cepillé mis labios sobre los suyos tratando de
medir su respuesta y suavemente comencé a besarla en los labios.
Página
—Pedacitos de menta —dijo ella con una sonrisa. Ahí fue cuando
levanté el tazón y le oferté un bocado. Ella de buen grado lo tomó y observó
mientras su boca se cerraba alrededor de la cuchara y lentamente la
deslizaba fuera.
—¿Vino?
Ella asintió. Yo sólo tenía una botella de vino en la casa y era una
botella de $150 que había cogido en Napa…pero no me tomó mucho
tiempo para desprender ese corcho y servirle un vaso. Entonces me moví
de regreso hacia ella con el vino y la cerveza en cada mano.
—Sr. Scott. Le aseguro, no soy ni fácil ni tonta. No soy una cosa segura
tampoco. Toma mucho más conseguir llevar a una chica como yo a la
cama, además de un poco de helado de menta y un buen beso —se burló,
el alcohol claramente jugando un rol en su lengua suelta.
—Sr. Scott…
—Doc. ¡Envuelve tus malditas piernas alrededor de mí!
Dejé su vaso de vino en la mesa auxiliar sin derramar una gota y con la
otra mano la subí por su cintura aunque su trasero habría sido más fácil.
Quería tener sexo con ella así pero sólo porque ella no se resistió al beso
no quería decir que no se resistiría a más de mí.
—¿Por?
—Doc… —susurré.
—Contéstame —dije.
—Sr. Scott —dijo ella y esta vez el apodo me irritó—. Soy una chica
grande. Sé exactamente que es esto. Puedo manejar esto si tú puedes.
Mis ojos se juntaron con confusión. No estoy seguro que significaba eso
pero lo reconocí como luz verde.
—Megan…
Eso fue putamente extraño para mí. Yo no sabía que decir. Nunca había
charlado o hecho preguntas antes. Quería que ella me quisiera también.
Yo ni siquiera sabía por qué le dije su nombre.
—¿Puedo tocarte? —preguntó ella con los ojos más abiertos que había
nunca visto.
Ella trazó sobre el tatuaje del corazón roto con su dedo índice. La
temperatura de sus manos estaba más allá del congelamiento y yo sólo
levemente vacilé mientras se deslizaban desde mi
pecho…deliberadamente…meticulosamente...y cuidadosamente lento
hacia abajo a mi abdomen. Nunca había sido tocado de la forma en que
ella me tocaba. Las suaves puntas de sus dedos trabajaban su camino
sobre cada pico y valle de cada músculo. Y tú sabes que…la dejé
hacer…porque yo tenía toda la intención de hacerle lo mismo a ella.
Sin aviso, ella se inclinó hacia delante, sus labios haciendo contacto con
mi pecho y esto verdaderamente robó el aire de mis pulmones. Era como si
Braille estuviera escrito a través de mi tronco y las puntas de sus dedos
rozaran sobre las palabras; entonces ella saboreó donde sus dedos habían
estado para confirmar el mensaje.
Desde sus rodillas ella levantó la vista fijamente hacia mí con párpados
a media hasta.
—Sr. Scott —dijo a través de una ráfaga de aire—. Dígame que hay en
su mente. —Las esquinas de su boca se crisparon hacia arriba.
Con mi dedo medio, eché un vistazo hacia abajo, entre sus senos…mi
dedo corrió la longitud de su torso, deteniéndose tímidamente en un anillo
de diamantes en el ombligo, el cual debo agregar era sexy como el
demonio.
Sus senos eran perfectos, sin cicatrices, suaves, receptivos y sin dudas
le proporcionaba placer. Nunca había pasado mucho tiempo con el seno de
una mujer antes. Nunca tuve ningún deseo tampoco. En realidad, ellas
típicamente pellizcaban sus propios pezones. Pero Doc, santa mierda, yo
quería hacerla feliz. Quería que me viera digno.
Cuando nuestros ojos se encontraron, nunca había visto sus ojos tan
llenos de deseo. Y sólo me tomó diez segundos subirla de nuevo, sus
piernas envolverlas alrededor de mí y caminé directo a mi habitación.
Durante esos diez segundos, ella descansó su cabeza sobre mi hombro y
yo no estaba seguro de alguna vez dejarla ir.
—No rasuré mis piernas —dejó escapar ella con preocupación grabada
sobre su rostro.
144
Página
22
Megan
Traducido por Guga
Corregido por liss-rose
—¿Kieran?
—¿Sí? —Sus ojos chocolate estaban cerca del negro como carbón y
humeaban de deseo.
—Yo sólo tengo una pregunta —dije apenas más que un susurro.
145
Él desabrochó el primer botón de sus jeans y eso robó mi atención.
Eso sonó raro dado que yo había dejado esto ir tan lejos…pero engañar
no estaba bien para mí. No quería ser esa chica. Tan enfermo como
sonaba…le estaba dando a Kieran Scott mi virginidad. Aunque él nunca
sabría eso. No había forma que alguna vez me arrepintiera de esto. Él era
un hombre tierno…el más tierno con el que alguna vez había estado. Y aún
cuando yo no sería más que una follada para él, quería recordar a Kieran
para siempre.
—Dios, Doc —gruñó y luego anudó mis bragas en su mano y las arrancó
fuera de mis caderas. No importaban las chicas que se interponían en el
objetivo de este hombre.
Oh santo infierno, él era bueno. Estiré mis brazos y corrí mis dedos a
través de mi propio cabello. Eso fue cuando su boca bajó sobre mi seno.
Eso lo hizo…su boca sobre mi seno, su pulgar continuaba su asalto y su
continua penetración. Luego vino mi murmullo donde permití todo.
Desinhibida. Por primera vez en mi vida, permití que un hombre tomara
posesión de mí…para colmar mis necesidades y satisfacer un deseo que yo
apenas sabía que existía.
—Kieran…ohhh…ohhh —suspiré.
¡Eso sería un infierno al no! Esta apestaba a Kieran y pensé que podía
desarrollar un nuevo orgasmo sólo con olerla. Tan dolorida como
estaba…la sangre se disparó al sur de nuevo haciéndome sentir
mareada…lista para una segunda sesión con Kieran.
Él se puso de pie y deslizó su breve bóxer pero sus ojos estaban juntos
pensando. ¿Qué estaba pensando? ¡Esa es una pregunta para nunca hacer
luego de tener sexo! ¿Correcto?.
Debería ser ilegal verse tan bien como él lo hacía. Esta mierda no me
149
sucede a mí…
—¿Qué?
—Aaaah, Kieran.
—Doooc… —él gimió en mi oído usando mi humedad en mi contra y
comenzó a frotar mi dulce punto de nuevo—. ¿Alguien quiere esto de
nuevo, no?
—¿Me quieres?
Asentí.
—¡Me quiero dentro de ti, ahora! —dijo descansando mis pies sobre el
piso frío de piedra.
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Gentilmente me volteó y coloqué mis manos sobre la pared antes que me
lo pidiera mientras él apartaba más mis pies. Cuando oí el rasgado del
envoltorio de aluminio y su silencio al colocarlo, cerré mis ojos. Fue
Página
Abrazándome con un brazo, usó la otra mano para retirar las sábanas.
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Me levantó, dejando mi cuerpo sintiéndose como un abandonado y vacante
edificio, entonces suavemente me colocó sobre las frías sábanas. Un
escalofrío se propagó a través de mí cuando el levantó metiéndome dentro,
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153
Página
23
Kieran
Traducido por Kmila92
Corregido por Kmila92
157
Página
24
Megan
Traducido por Kmila92
Corregido por Kmila92
mover, se produjo un poco familiar dolor muscular entre mis piernas, y los
recuerdos de la noche anterior inundaron mi mente.
A pesar de que estaba agitada, no culpo de lo que pasó al alcohol. He
querido a Kieran desde el principio pero traté desesperadamente de
mantener mi profesionalismo. E imagínate... tuvimos sexo y él se sincera.
Una tristeza se apoderó de mí cuando pensé en lo que había compartido.
Ambos padres muertos a tiros en un allanamiento de morada. Cuán
horrible... Los pensamientos de Kieran trajeron pensamientos de Andrew.
Decidí dirigirme al hospital a verlo hoy...
Me extendí en la cama durante más tiempo, escuchando por ruidos de
que Kieran estuviera levantado y alrededor. No habíamos llegado a ningún
acuerdo o límites sobre el baño ni nada, realmente; No quiero agotar mi
bienvenida.
15
IV: Intravenosa.
acelerado se estabilizó con los sonidos de su respiración. La ventana
estaba cubierta por el ramo de globos más grande que jamás había visto,
que estaba atado a una cesta de barras de caramelo. Sonreí.
Silenciosamente, me senté en una silla al lado de la cama. El
apabullante aroma a lejía o antiséptico estaba en el aire y quemó mi nariz.
Llegando alrededor de las barras de los lados de la cama, toqué la mano de
Andrew.
Podía contar con una mano el número de veces que había orado en mi
vida... me refiero a realmente haber rogado a Dios por ayuda y dirección.
Esta era una de ellas. Este pobre chico fue víctima de su entorno. Cuando
él despierte, va a encontrar al hermano que idolatraba muerto. Él todavía
estará en la casa de una madre alcohólica que se preocupa más de su
bebida que de su seguridad. Él encontrará la tentación de las calles más
atractivas que el sufrimiento de la vida cotidiana. Sin un padre, él mirará
ahora a los amigos de su hermano, quienes se sienten en la obligación de
tomarlo y mostrarle el camino. Mi corazón se rompió por este pequeño ser.
Inesperadamente, sus dedos se movieron y aunque me asustó, mis
ojos se clavaron en su rostro. El parpadeó pero no pareció reconocerme.
Me incliné hacia adelante y acaricié su frente.
—Oye, amigo —le dije en voz baja.
El parpadeo mientras rápidamente me debatí si debía o no gritar por
una enfermera. Él no se veía adolorido o sufriendo de cualquier manera así
que decidí no hacerlo.
—Te he echado de menos —le dije. —Te necesito mejor muy pronto.
El señaló los globos y las comisuras de su boca apenas se volvieron
hacia arriba.
160
—Son tan bonitos, ¿No es así? —le pregunté —Alguien te ama.
Su boca se extendió un poco más lejos en una semi-sonrisa.
Página
Tal vez él no los había visto todavía. Hice mi camino a la ventana y cogí
la tarjeta así podía decirle en caso de que nadie más pudiera. La carta
marca: Con amor, Megan Clark.
¿Qué? Al instante sonreí por lo que él no podía ver que yo no tenía la
menor idea acerca de esto.
—Wow, amigo. Esto es mucho más grande de lo que pensé que sería —
dije sabiendo que yo no había ordenado nada. Por desgracia, no podía
permitírmelo.
El cerró los ojos de nuevo y yo volví a la cama, sosteniendo su mano.
Me quedé durante otra hora y él no se movió ni una sola vez, pero tuve la
sensación de que iba a estar bien.
Kieran... él tenía que haber enviado los globos/cesta de barras de
caramelo en mi nombre. De hecho, me alcé la camisa de mi pecho cuando
sentí como si mi corazón iba a estallar.
Me incliné sobre Andrew, besando su frente y apretando su mano. Vi
movimiento en el colchón y miré hacia abajo a mis dedos cuando los movía
y el signo de te amo estaba puesto en la cama. Mi pecho está rebosante…
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25
Kieran
Traducido por Hanna Marl
Corregido por Briggitte
Bajé mi ventana.
—Ella es tan hermosa hoy como lo era hace sesenta años, cuando me
162
casé con ella. No había visto que pasara por aquí en mucho tiempo.
—Creo que voy a ver qué tipo de recepción recibo —dije con un guiño.
***
—Gracias.
***
Ella me dio un manotazo. —Lo sé. Todavía puedo tirar a chicos como si
nada.
Página
Sienta tu culo sexy abajo, Kieran, y dime qué te trae por aquí porque yo
garantizo-malditamente ya, que todas las mujeres de aquí mojaron sus
bragas en este momento y yo las necesito trabajando. Cuanto más rápido
consiga que salgas de aquí, la producción del trabajo va a subir más
rápido.
Después de hablar con ella durante más de una hora sobre la vida y mis
planes para comenzar a volver a tiempo parcial, la puerta de la sala de
conferencias se abrió y entró Walt. La larga sonrisa inamovible de mi cara
se desvaneció rápidamente y me puse de pie.
—¿Negocios?
—Kieran, con todo respeto, esto ha sido mío durante dos años. No
164
puedes venir aquí y asumir el control, —dijo Walt.
—A ti también, bebé.
Me giré hacia Walt, palmeé con firmeza su rostro y miré en sus ojos
negros disfrutando que tenía habilidades físicas sobre él. —Walt, eso es
exactamente lo que voy a hacer. Y dile al chico a tu lado que si alguna vez
se burla con respecto a mí, estará en la línea de desempleo.
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Página
26
Megan
Traducido por Guga
Corregido por liss-rose
166
Fui obligada a estacionar a dos cuadras abajo de Winks, lo cual fue lo
más cerca que pude conseguir. Deslicé los tacos de mis pies para hacer el
trayecto a la fila luego los coloqué de nuevo casi al llegar. La fila estaba a
casi veinte de las más hermosas, falsas chicas que había alguna vez visto.
Página
—¿Por qué no dejamos que el Sr. Scott decida a quien llamará primero?
A estas alturas yo estaba más enojada que nada y los malditos tacos
que pensé eran una buena idea estaban asesinando mis pies. ¿Y qué
querían decir las zorras con que él no repetía? Mi corazón no iba a
aguantar con Kieran; tenía un mal presentimiento en el fondo de mi
estómago.
Mientras sus ojos se movían perezosos por mi cuerpo, sentí cada parte
de mí responder a su mirada pero entonces sus cejas se fruncieron y no
estaba segura de su expresión. Con mis pies doliendo, graciosamente fui
rengueando hasta él.
—Hey —saludé.
—¿Por qué tienes esos puestos? —dijo él. La banda no estaba tocando
pero aún así había música suave.
—-Te ves hermosa, Doc. Es que sólo no eres tú, creo. Me gustan tus
Converse.
Detrás del bar, el tipo que le gritaba a Kieran la noche que él estaba
fuera con la otra chica, sonrió mientras me acercaba. Me hizo un guiño, lo
que me tomó fuera de guardia. ¿Estaba flirteando?
Su sonrisa se amplió.
—Wink es el dueño del bar. De ahí el nombre del bar, Winks. Él guiña
todo el tiempo.
—Oh, había dos chicas fuera en la fila quienes sabían mucho de tus
asuntos y estaban ansiando que te inmiscuyeras en los suyos.
—Hola, Kieran —dijo una chica fuera. Tienes que estar jodiéndome.
¿Cuan rápido se movía esa fila? ¿Podía la noche ponerse peor?
—No te vayas —dijo él, y las chicas una vez más me fruncieron el ceño.
170
—Yo…yo sólo voy a conseguir otro vaso —tartamudeé, sintiendo que ese
primer vaso ya se metía con mi mente. Lamentaba no haber comido antes
y una sensación de hormigueo flotó en mis brazos y piernas lo que sólo el
Página
poquito inseguros.
—Dos años Jared. Han sido dos años. No sólo me golpeaste una vez sino
dos. Nunca habrá oportunidad para una tercera.
—Por favor, Meg. Háblame. —Habría reconocido ojos abusivos como los
suyos en cualquier lado. Justo como los de papá y siempre con licor en el
aliento. Sacudí mi brazo del agarre de Jared.
Jared tomó mi brazo una segunda vez y dijo con los dientes apretados:
—No… —susurré y sacudí mi cabeza, luego tan rápido como eso, me fui.
173
Página
16Full Nelson: el acto de agarrar a otra persona metiéndose entre medio y poner sus
manos detrás de su cabeza.
27
Kieran
Traducido por Guga
Corregido por liss-rose
Fuera del bar, miré a ambos lados cuando divisé sus pies descalzos
corriendo calle abajo. Salté a mi motocicleta, la encendí y conduje en
dirección a Doc.
—Sube —ordené.
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—Kieran, no…
Como cualquier dama, subió su vestido y lanzó una pierna como si ella
estuviera altamente acostumbrada.
—Sostente —dije.
—¿Por qué, Sr. Scott? ¿Apostar que usted me llevaría a la cama o por
destruir el rostro de un hombre?
—Sí —dije.
Yo no sabía que demonios quería de ella pero era más de lo que nunca
había querido antes. Diablos, yo nunca había querido una maldita cosa de
una mujer antes. No sabía como hacer esto…tenía veintiséis putos años y
nunca había cortejado una mujer antes. Nunca.
—Créeme, cariño, soy uno de esos tipos sobre los que tu padre te
advirtió —gruñí y me dirigí al borde del agua.
—¿Qué quieres de mí, Kieran? He roto cada posible código de ética como
profesional contigo. ¡Tú. Eres. Mi. Cliente! Nos hemos enviado mensajes.
He llamado cuando no debía. Me he mudado contigo y ahora…he dormido
contigo. Si la corte lo descubre, perderé mi trabajo. No puedo afrontar
pagarte renta todavía. No sé cuando o si podré pagarte por el auto nuevo.
Kieran, antes de ti, podía apenas pagarme la comida. Me avergüenza
decirlo pero es verdad. Y tú has cambiado mi vida en más de una de las
maneras que puedas imaginar.
Escuchar sus palabras me calentaron pero todo lo que tenía para darle
ahora mismo era mi dinero…y mi cuerpo.
—Hiciste eso porque esa es la clase de hombre que eres —dijo ella,
lentamente caminando por las piedras hacia mí.
177
Tomó cada puntada de autocontrol no ir hacia ella y levantarla.
—No miento, Doc. Y aposté con ellos que no tendría sexo contigo en dos
semanas. Perdí.
Asentí.
Tomé dos pasos lentos hacia ella y como si ella supiera que yo estaba
178
levantándola, alzó sus brazos casi como un niño. Una vez que tuve su
cuerpo cerca de mí, ella instintivamente envolvió sus alrededor de mí y
ambos oímos el rasgado de la tela.
Página
Sus ojos se dispararon más abiertos de lo que yo alguna vez había visto
mientras ella alcanzaba su cadera.
—Ooooh —gritó.
—Te quiero, te necesito —la voz de Doc chilló mientras todavía estaba
presionando contra mí.
—Estos van a ser demasiado grandes pero prometo que estarás caliente.
Con mis ojos, exploré toda el área por alguna cosa. Temía que mis
palabras la hiriesen pero no podía hacerlo aquí. Alguien podía avanzar
sobre nosotros en cualquier momento.
¡MIERDA! No podía oírla decir por favor. No haría esto aquí…no con ella.
Algún día…tal vez, pero la quería caliente en mi cama no parada al lado de
mi moto.
—¿Vas a dormirte?
ahora.
Apreté su mano cuando él me ayudó a bajar de la motocicleta. Caminé
directo a la pequeña caja rectangular fijada al garaje y registré el código.
No me di la vuelta, tan duro como fue; yo simplemente miraba la puerta
del garaje abierta y luego hice mi camino hacia la puerta del condominio.
El más fuerte impulso por tomar un vistazo se apoderó de cada parte
de mí. No respetando lo que él pedía, lo hice. La Harley estaba ahora
aparcada en el garaje y él estaba caminando con la arrogancia más sexy
conocida por el hombre, hacia los oficiales que estaban ahora de pie en el
capó del coche patrulla.
De repente, Kieran sostuvo un dedo a los oficiales y se volvió hacia mí.
Extendió su teléfono. Me tropecé sobre las extra largas chaparreras17 que
llevaba para llegar a él. Y no pude evitarlo; tiré mis brazos alrededor de su
cuello.
—Esto es mi culpa —lloré.
Él me apretó y las lágrimas en mis ojos rodaron sobre las orillas de mis
mejillas. Cuando mis pies descansaban en el suelo, él besó mi frente,
limpió mis lágrimas con sus pulgares.
—No, Doc. Este es mi mal rollo. Dame las llaves de tu coche.
—¿Qué?
—Las llaves de tu coche. Dámelas.
Las tomé de mi bolso y se las entrego a él.
—Ahora has lo que te dije.
Asentí, giré alrededor pero luego me volví hacia él.
—Kieran.
Él inclinó su mano, silenciosamente preguntándomelo que quería.
—Por favor ¿Puedo hablar con ellos y explicar lo que pasó? Yo podría
ser un testigo. Yo estaba allí.
Sus ojos se oscurecieron y negó con la cabeza.
183
—Por favor, haz lo que te dije.
Página
en polainas y un cinturón. Se ciñen sobre los pantalones con un cinturón integrado, pero a
diferencia de los pantalones no tienen asiento y no se unen en la entrepierna.
Frustrada, me volví, arrastrando los pies en las chaparreras hacia las
escaleras de la casa y cerré la puerta del garaje detrás de mí;
inmediatamente eché el cerrojo a la ventana frontal. La casa estaba
inusualmente oscura así que pude ver claramente hacia afuera. Ellos
hablaban mientras hacía de mis uñas una comida. Kieran estaba
asintiendo y yo estaba extremadamente esperanzada con que él iba a venir
en breve. Pero luego, sostuvo sus brazos abajo a los lados y ellos
comenzaron a palmearlo hacia abajo. Él se dio la vuelta encarando la casa
y me congelé preguntándome si podía verme. Su barbilla cayó contra su
pecho cuando ellos jalaron sus brazos detrás de él, y silenciosas lágrimas
mancharon mi rostro. Él podría haberse resistido con tanta facilidad. Era
casi del doble del tamaño de los oficiales, pero parecía estar charlando con
ellos. Uno de los oficiales estaba riendo y Kieran sonrió. Todo el asunto
parecía extraño.
Una vez Kieran fue cuidadosamente colocado en el asiento trasero, los
oficiales entraron y arrancaron la unidad.
Sintiéndome vacía y sola, vagabundeé por la desocupada casa con su
teléfono en mi mano. Cuando pasé la habitación de Kieran, decidí
quitarme las chaparreras y su chaqueta de cuero. Me quité el vestido
rasgado y cogí la misma camisa que había doblado sobre su cama esta
mañana después de que dormí con ella la otra noche. Gracias a Dios, su
olor no se perdió.
Arrojé su edredón y sabanas hacia abajo y me subí en la cama king
size. Su ventilador de techo sopló fuerte así que atrapé su chaqueta de
cuero, me deslicé en ella y luego me enterré en sus sabanas -su esencia
ahora en la manta rodeándome. Durante mucho tiempo, me quedé
184
mirando su teléfono, deseando ir a través de él. Pero, luché contra la
urgencia y sabía que iba a respetarme a mí misma en la mañana o...
Página
185
Página
29
Kieran
Traducido por Caribel Guaramato
Corregido por liss-rose
Sabía que nuestra relación empezó de una rara manera. Sabía que ella
trató desesperadamente mantener su profesionalismo. Y mientras su
pequeño cuerpo acurrucado en mi cama comenzó a nadar en mi chaqueta,
sabía que me había completamente enamorado de ella.
Quería despertarla y confesarle que estaba loco por ella. Quería dejarle
saber que ella nunca tendría que preocuparse por dinero de nuevo. Quería
que supiera que si le rompía sus bragas o si ella destruía su vestido, otro
estaría esperando. Quería que ella tuviera un helado cada vez que quisiera
y que nunca, nunca tuviera que preocuparse por comida en su barriga.
Quería más que nada que supiera que yo estaría ahí cuando tuviera una
pesadilla y que nadie volvería a poner un dedo en ella de nuevo. Nunca.
Iría a prisión antes que permitir que eso pasara.
llamadas recientes, Ruthie, Dad, Work, Viv, y otro nombre que no tenia
nombre asociado. Sonreí porque no era una lista de tipos. Después vi los
mensajes. Básicamente los mismos mensajes, excepto que yo estaba en la
lista también, como el hombre más sexy. Dios, necesitaba cambiar eso,
estaba siendo un imbécil cuando lo coloqué en el nombre. Tratando de
hacerla reír.
El honor que sentí, el placer que sentí, ella solo había sido mía, MÍA, no
había compartido su cuerpo nunca con otro hombre.
De repente tuve una idea. Esta semana sería una tortura…pero tendría
188
mi chance de compensárselo y sexualmente atormentarla en el proceso.
Después de dejarla en mi cama, tomé mi posición en el sillón y comencé a
conspirar.
Página
Me paré en la cocina tomando café cuando la oí levantarse. Volví a
colocar ambos teléfonos en la cama con ella. Ella se levantó, arrastrando
los pies, con su cabello despeinado y sus ojos soñolientos y sin idea de lo
hermosa que era.
—Lo estoy.
—Ven aquí —dije, y con sus pies descalzos vino hacia mí. La chaqueta
de cuero era mía pero que ella la vistiera causó que mi corazón sonriera.
—Oh, ¿soy una pequeña mierda testadura? —preguntó, con sus cejas
arriba.
—Si
—Habla
Otro mordisco.
—Si esto es lo que hace falta para hacer que hables, me voy a poner
muy pero muy gorda —dijo y ambos nos reímos.
de sanción.
Me retorcí un poco en mi asiento. No quería hacer 48 horas en la cárcel
pero lo haría. Más importante, no quería que Doc viera esto.
—Eso está bien, su señoría. El estado estará más que feliz, que oírlo de
la Srta. Clark.
—Megan Clark
Ella estaba negándose a verme. A lo mejor era lo mejor, pero odiaba que
ella tuviera que pasar por esto por mi culpa.
Si así lo hicimos. Ahí es donde me quedaba hasta los tobillos con agua
corriendo sobre mis botas y tenía su cuerpo presionado contra su auto.
—Srta. Clark, ¿cree usted que el Sr. Scott está haciendo progresos en la
terapia?
Yo quería que ella me mirara para así poder ofrecerle una sonrisa.
—Eso es todo
Shauna dijo:
—Si, Sr.
—Se reportará a terapia hoy con la Srta. Clark y luego se reportará al
centro de detención por 24 horas de sanción. Debido a que ha hecho lo
que la corte ordenó, no haré la sanción por 48 horas. Sin embargo tengo
un reporte de una nariz rota que fue causada por usted. Claramente
todavía hay trabajo por hacer, será liberado exactamente en 24 horas, la
corte entra en receso.
193
Página
30
Megan
Traducido por rihano
Corregido por Briggitte
Regresar al trabajo era lo último que quería hacer. ¿Qué había hecho?
He puesto en peligro mi carrera, recién comienza y ¿por qué? para dormir
con... vivir con... el más delicioso hombre que jamás había visto. Yo sabía
que era yo para Kieran. Recuerdo sus palabras con claridad cuando le
pregunté sobre una relación monógama, un jugador tiene que jugar.
***
194
De vuelta en el trabajo, fui a la oficina de mi compañero de trabajo y
llamé.
—¿Dale?
Página
—Si. ¿Qué pasa? —preguntó, cruzando las piernas como una mujer.
Odiaba cuando los chicos hacían eso.
***
de la universidad.
—Juro por Dios, no quiero hacerle daño. Sólo quiero ver a Megan. —Su
voz era baja y llevaba precaución.
—Lo siento —le dijo él a Dale, luego agarró mis brazos, agitándome
suavemente—. Doc. Me voy a la cárcel cuando salga de aquí, durante
veinticuatro horas. Necesito que escuches.
—Escúchame. ¿Te acuerdas del código del garaje? Vas a estar allí sola
durante veinticuatro horas. Ruthie es libre de venir y quedarse. Pero yo
estaba pensando que podrías quedarte. Aquí hay $ 200.
—¡Kieran!
—Sí.
Esta vez, sus abatidos y hermosos ojos marrones encontraron mis ojos
desgarrando mi corazón.
Él me hizo callar cuando sus labios cubrieron los míos en el abrazo más
suave. Sus dedos recorrieron mi cabello y nuestro beso se profundizó. Su
lengua persiguió la mía y cuando la encontró, se enredó con esta más
tiempo de lo habitual. Entonces tan rápidamente como el beso vino, él
desaceleró, picoteando mis labios tres o cuatro veces antes de que su
frente descansara en la mía, mientras ambos jadeábamos.
pared.
***
Cuarenta minutos más tarde, mi teléfono sonó. Hombre vivo más sexy.
Sonreí y no pude empujar el cuadro de mensaje lo suficientemente rápido.
Mañana por la noche. Eres mía por 24 horas. Está lista a las 6
¿TE?
TET
198
Página
31
Kieran
Traducido por Serenity953
Corregido por liss-rose
—¿Estás bien?
—Sí.
Asentí. 199
—Gracias. ¿Le enviaste un mensaje a ella?
—Bien.
—K. Te conozco desde hace mucho tiempo. Hemos pasado por todo
juntos, hombre. Ya sabes que siempre te he cubierto la espalda. Pero no
hay vuelta atrás si haces esto. Si le gustas, ella se quedará. ¿Estás listo
para eso?
—¿K?
Sonreí.
—¿Doc?
Mi sonrisa se ensanchó.
—¡Kieran! —exclamó.
—Sí. Lo es.
Ver las cosas a través de sus ojos era como verlo por primera vez.
—Mi madre solía decir que vendríamos aquí algún día.
—Apuesto a que ella le hubiera encantado estar aquí si pudiera —le dije
mientras cruzábamos el puente. Ella me apretó la mano; esto por supuesto
me hizo endurecer en mis pantalones cortos. Yo no podía distraerme...
todavía no.
Por alguna razón, tan adorables y amable como eran sus palabras... yo
esperaba y rezaba porque todavía fuera feliz cuando le dijera la verdad.
Me encogí de hombros.
203
—Bueno, no en él, pero frente a la playa —le dije con un guiño.
—¡Kieran!
Página
Y esa fue la tercera vez que ella gritaba mi nombre. No podía recordar
un momento más feliz.
Una vez dentro, abrió las puertas francesas y la brisa soplaba en la
casa. Me puse de pie atrás y la vi como ella se lo llevó todo. El olor del mar
llenó la casa.
—Ven aquí —preguntó ella. Así que, me acerqué a ella por detrás.
—¿Por qué haces esto? Ya me acosté contigo. Así que está claro, soy una
cosa segura —Ella me dio un codazo—. Entonces ¿Por qué?
Estando detrás de ella, cerré los ojos. ¿Cómo se le dice a una chica que
quieres salir con ella? Sólo ella. Esta era una cita. Un enorme gracias,
supongo. Sabía que testificar por mí fue muy duro para ella. Y fue mi
204
abogado quien la citó.
Ella entrelazó sus dedos con los míos en todo el frente de ella.
Página
—Sí. Eso es lo que todos dicen —dijo con una risita, y pensé que esto
era lindo ya que sabía que no había otros.
—¿Es eso lo que dicen? —Le pregunté descansando mi barbilla en la
parte superior de la cabeza.
—Te diré algo Doc, ¿por qué no te relajas y dejas que suceda lo que
tenga que suceder?
Estaba maravillado con ella, como ella descubría cosas por primera vez.
Una realización barrió a través de mí de que le habían robado su infancia,
la inocencia y la alegría que viene con eso. Este viaje para ella, que llegué a
ser parte de esto, era emocionante. Por primera vez en mucho tiempo, yo
205
estaba viendo esto, el loco mundo injusto a través de ella... sus ojos felices,
y le di las gracias por eso.
Página
206
Página
32
Megan
Traducido por Kmila92
Corregido por Kmila92
—El arma de mi padre fue usada —él dijo, estirando su cuello hacia
atrás y mirando fijamente hacia la noche negra. —Al principio, pensaron
que se trataba de un asesinato-suicidio. Pero dada la forma en que mi
padre estaba tumbado y cómo fue disparada mi madre, ellos eliminaron
esa... teoría.
Fue él quien se tragó su vino de un trago y luego se sirvió otra copa. Lo
detuve de beberla tocando ligeramente su mano, manteniéndola de su
boca.
—¿Qué pasó?
Él lentamente agita la cabeza. —Megan... —susurró, agonía rasgando a
través de mi nombre mientras él lo dijo.
—Estoy aquí —le susurré, y repentinamente todo miedo desapareció.
—Yo estaba en Winks la noche que sucedió. Yo había conseguido
apagarme antes de tiempo. Quedé con una chica. Ni siquiera se su nombre
—él cierra sus ojos. —Tenia 24. Viviendo con mamá y papá. Cuando llegué
a casa, me encontré con ellos... —sus palabras cayeron y se apagó.
Sin pensarlo, cubrí mi boca con mi mano. Cuán terriblemente
traumático.
—Kieran —susurré ahuecando sus mejillas con mis palmas.
El rostro que había llegado a amar... su mandíbula cincelada, sonrisa
perezosa, abrazadora, ojos sexys... derrumbado ante mí. Su barbilla
temblando. Ojos apretadamente cerrados. No importa qué tipo de
educación tuve -nada me había preparado para ver al fuerte, hermoso
hombre adulto colapsar frente a mí. Y antes de darme cuenta, lágrimas
inundaron y rompieron las barreras de mis propios ojos. Dios, ¡Apestaba
como terapeuta!
—Lo siento mucho —lloré.
—Nunca los lastimaría, Doc. Los amaba demasiado.
Sólo había tres lágrimas manchando su rostro antes de que sus ojos se
208
secaran y las emociones estaban de vuelta bajo control. Él pasó sus manos
a lo largo de su cara como si quisiera borrar el dolor; el dolor en sus ojos
Página
que él los había matado, yo estaba obligada por ley a informar de ello.
¿Podría hacerle eso a Kieran? Mi respiración comenzó a acelerarse
mientras la ansiedad se envolvía alrededor de mí. Una oleada de náuseas
incluso se apoderó de mí. Estaba en pánico ante la idea de él siendo un
asesino, la idea de nunca estar con él de nuevo y la idea de perderlo. Hice
lo único que un terapeuta de primera categoría haría: me abalancé sobre
él, destrozando mi boca con la suya.
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Página
33
Kieran
Traducido por Rihano
Corregido por liss-rose
La boca de Doc golpea la mía con tal fuerza que me tiró hacia atrás.
Pero, el sabor del vino en su boca y la presión de sus labios rápidamente
me sacan de la niebla bajo la que estaba. Su lengua, por lo general tan
tímida y vergonzosa, buscó frenéticamente la mía. Cuando la encontró, un
suave gemido resonó desde su garganta y mis brazos se apretaron
fuertemente a su alrededor. Parecía que mientras más fuerte la apretaba,
más su cuerpo se fundía en el mío, y su beso se suavizó hasta que
nuestras bocas eran una.
Dejé la manta, el vino y las gafas. Podía volver por eso... Yo sólo estaba
tomándola, en más de un sentido. Alivio, de que yo sería capaz de estar
con ella otra vez, se instaló a través de mí.
Cuando mis ojos buscaron los de ella, rocé mis nudillos por su mejilla y
sus ojos se cerraron. Fue entonces que la acuné en mis brazos y me dirigí
hacia el dormitorio.
Cuando doblamos la esquina, esto era aún más de lo que esperaba. Las
velas ardían en casi todas las superficies y el sonido de las olas rompiendo
hizo eco a través de la pantalla de la ventana.
212
—¿Quién hizo esto? —Preguntó ella, sorprendida y sin aliento.
Me encogí de hombros.
—¿Por qué?
—Porque te lo mereces.
Ella bajó la mirada, pero levanté su barbilla con mi dedo. Necesitaba sus
ojos grises en ese momento. Cuando comenzó a negar con la cabeza, me
preparé para las palabras que yo tenía miedo de oír.
—No. Es por eso que te estoy entregando a Dale. No puedo tratarte más.
Mi sangre hervía y desde mis rodillas la fulminé con la mirada por esas
palabras.
—Así que. ¿Lo que pasó entre nosotros no significa nada? —Le pregunté,
sabiendo, esperando a que ella mintiera.
—No voy a decir que no significó nada. Pero estás haciendo de esto una
gran cosa. Tú mismo dijiste que un jugador consigue jugar. Dime, te
acuestas con chicas todo el tiempo. Tú lo haces y luego te alejas. ¿Eso no
significaba nada?
Asentí inmediatamente.
Sus cejas se elevaron más altas de lo que yo alguna vez había visto.
— ¡Perfecto! ¡Está bien! Yo soy la chica con la que has tenido una
conversación. Los sentimientos que tú tienes están basados en nosotros
siendo obligados a estar juntos por una orden de la corte —dijo ella, y me
puso de pie y me alejé por un minuto.
Tomé tres pasos medidos hacia ella, pasando mis manos por mi cabello.
Sus ojos grises parpadearon hasta los míos y pude ver que lo hacía...
pero ella no estaba dispuesta a decirlo.
Rocé besos sobre sus mejillas, párpados, nariz y frente, luego permanecí
Página
sobre su boca.
—Dime que tengo razón —le dije, nuestros labios a centímetros el uno
del otro.
—¿Acerca de qué? —ella jadeó y yo podía oler el vino de más temprano.
Sus ojos vacilantes se movían atrás y adelante entre mis ojos, mi boca y
luego de vuelta a mis ojos.
—¿Qué?
— La otra noche, que te hice venir. ¿Fue esa una primera vez, también?
Dulce Jesús. Iba a tomar hasta la última gota de fuerza de voluntad que
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podía reunir no inclinarla y follarla en estos momentos. Pero con esas
palabras, supe que un tipo nunca se había acostado con ella y la hizo
venirse. ¡Yo iba a ser ESE hombre también!
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34
Megan
Traducido por Kmila92
Corregido por Kmila92
All-in: expresión que se utiliza cuando se está completamente comprometido con algo
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o alguien.
rompió la barrera de mis bragas, mi respiración se volvió irregular. Su
mano se movió más abajo hasta que su dedo encontró su camino a mi
entrada. Su boca todavía atacando deliciosamente mi pecho. Luego, él
empujó dentro de mí con un dedo.
—Aaah —gemí. La carne una vez herida parecía haber sanado y le di la
bienvenida a su contacto.
—Jesús, Doc.
No podía responder.
—Voy a probarte y voy a hacer que te vengas —advirtió, y yo pensé que
tal vez lo haría con sólo sus palabras.
Su dedo se movía fácilmente dentro y fuera de mí y eso es todo lo que
me importaba. No era importante para mí que con su otra mano él trabajó
mis bragas fuera. Una vez que dejaron mis pies, yo conscientemente
permití que mis piernas caigan abiertas esperando que él me tomara. Pero
primero, él se posicionó entre mis piernas, besando cerca de mi ombligo y
luego descendiendo lentamente hacia el sur, trazando una línea con su
lengua -estableciendo su frontera de algún modo. Bienvenido a
Kieranlandia.
Sabiendo que teníamos estos planes, me había afeitado todo excepto
un poco de cabello y rezaba que fuera todo lo que él esperaba que fuera.
Su lengua suavemente profundizó en mí luego se deslizó hacia arriba
hasta que encontró mi dulce punto, donde él comenzó un asalto de un tipo
diferente, mientras su dedo fijaba un ritmo propio dentro de mí.
—Kieran. Eso es demasiado. No voy a durar —lloré mientras una
calidez se agrupaba en la boca de mi estómago. El dolor estaba
construyéndose más allá de lo que podía soportar. Con su otra mano, él
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rodó mi pezón entre el índice y el pulgar y yo grite. Oh Dios. El placer que
él trajo era inequívocamente la sensación más gratificante que había
Página
experimentado jamás.
—Por favor, Kieran... —rogué.
Entonces se detuvo y jadeé por aliento ante la ausencia agonizante de
su lengua. —Megan. Voy a darte esto justo ahora pero la próxima vez, tú
vas a rogar —su lengua me tocó. —Y vas a suplicar —su lengua
tiernamente dibujó círculos de nuevo. —Y entonces, si yo lo determino,
haré que te vengas.
Mi cuerpo se retorció por los pensamientos de sus eróticas palabras y
nunca me había dolido tan mal en donde me duele.
—Por favor... —gemí.
Fue entonces que su lengua me tocó de nuevo y sus dedos, un dentro
de mí y dos en mi pecho, comenzaron su tormento otra vez. El calor dentro
de mí construyéndose y robando mis respiraciones a donde ellas sólo
venían en cortas ráfagas hasta que de pronto, yo estaba allí. Y cuando él
gimió, la vibración de su garganta junto con cada sitio donde él tocaba...
me envió por encima del borde. Grité mientras mis caderas se arquearon a
su encuentro, dejando oleadas de placer completamente a través de mí.
Entonces, abrí mis ojos hacia sus labios dando pequeños picotazos en mis
huesos de las caderas mientras yo exhaustamente me derretía en el
colchón.
Él descansó en sus rodillas simplemente mirando hacia mí. Sus
ardientes ojos marrones encontraron los míos grises y el deseo en los
suyos me trajo de vuelta a donde empezamos.
—Quiero probarte —trabaje el coraje para decirlo, sangre corriendo por
mi cara. Nunca había probado a un chico. Nunca había hecho nada,
realmente. Y ciertamente nunca lo había dicho en voz alta.
Sus ojos se cayeron aún más y su boca se separó. Su manzana de
Adam se movió lentamente luego de vuelta mientras él se puso de pie y
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comenzó a desabrochar sus pantalones cortos.
—No esta noche —dijo —Quiero estar dentro de ti.
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221
Página
35
Kieran.
Traducido por Elena88
Corregido por JessMC
Ella quería probarme. Nunca he tenido a una chica diciendo cosas como
esa antes. Infiernos, ellas normalmente solo caían sobre sus rodillas. Pero
no iba a dejar que ella me mamara… no esta noche. Quería mostrarle que
podía entregarme a ella con ternura en lugar de sacarle la mierda.
Seguía acostada en la cama… completamente desnuda para mí y
excepcionalmente hermosa a la luz de las velas. La forma en la que me
miraba mientras trepaba de vuelta a la cama me hacía preguntarme si ella
había hecho esto antes. Mientras me arrodillaba en la cama, su boca se
abrió como un pájaro bebé queriendo ser alimentado.
—Solo un segundo, —le digo, como si no fuera a permitirle más por su
bien. Era cien por ciento para mí… tenía miedo de poder volarle la cabeza
con el poder de lo que estaba creciendo dentro de mí en cuestión de cinco
segundos.
Ella asintió y con mi pulgar, empujé abajo hacia su boca. La calidez de
su boca y su lengua triunfaron fácilmente sobre cualquier sentimiento que
pude haber llegado a experimentar. Y mientras levantaba la cabeza de la
almohada para tomarme, yo sostenía la parte de atrás de su cabeza.
Todo un silbido escapo de mis labios mientras su lengua se movía hacia
la cima, entonces ella trato de tomarme más profundamente. Aunque no lo
demostraba, sentía como se atragantaba y tiraba para afuera.
—Está bien, —susurraba, acariciándole su mejilla—. En otro momento.
—Dios, lo esperaba.
Asintió y me acosté a su lado… besándola.
—Megan, —susurré—. Esto es poco familiar para mí. Nunca he ido
despacio. Nunca me ha importado.
Sus dedos acariciaban la longitud de mi cara.
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—Está bien.
No queriendo esperar un segundo más, gentilmente me posicione entre
sus piernas y ella las abrió para que pudiera acomodarme. La posición del
misionero nunca ha sido mi favorita… principalmente porque no me
Página
gustaba estar a la vista de los ojos de otra persona. Pero podía controlar
mis movimientos mejor de esta manera.
—Kieran. No estoy tomando anticonceptivos, —dijo quedamente y con
una expresión ansiosa.
¡¡SANTA MIERDA!! En 26 años, NUNCA me he olvidado el impermeable
para el pequeño amigo. Nunca. Nunca. Nunca. ¿Qué estaba mal conmigo?
Me agaché y saque un condón de la billetera en mis pantalones cortos.
Cuando lo saqué del envoltorio, miré rápidamente hacia ella y ella miraba
cada movimiento que hacía.
Me reposicioné sobre ella y podía decir que estaba un poco nerviosa solo
por el temblor. Simplemente desde su entrada, irradiaba calor. Y mientras
me metía poco a poco dentro de uno de los lugares más apretados en los
que he estado alguna vez, cerró sus ojos.
—Por favor mírame, —le susurré, y sus ojos perezosamente se abrieron.
Fue entonces cuando gradualmente y con mucho cuidado empujé dentro
de ella, deslizándome perfectamente. Sus ojos rodaron hacia atrás
mientras jadeaba por aire. El momento con el que fantaseaba.
Cubrí mi boca con la de ella. Hubiera respirado por ella si lo hubiera
necesitado. Mi cuerpo rindiéndose al de ella como un capullo y nadie había
encajado conmigo tan perfectamente. El placer que sentía mientras crecía
en mi interior ahora esparcía un calor en mi pecho, y mientras mis lentos,
deliberados movimientos continuaban, era mi respiración la que era
robada.
—Megan, —gemí, cerrando mis ojos, apoyé mi frente sobre la de ella.
—Abre tus ojos —dijo.
No pude evitar sonreír ante sus palabras. Mirando su cara… sus
expresiones… wow. Saber que yo le daba tanto placer me dio una completa
satisfacción. Me preguntaba si ella sentía lo mismo.
Quería ese condón fuera. Sabiendo que ella no había estado con ningún
otro hombre. Sabiendo que yo nunca había dejado de usar látex. Quería
sentir todo de ella.
—Aaaah, —gritó, y mis ojos se abrieron. Sin querer, mis embestidas se
habían acelerado.
—Lo siento, —le dije, besando sus labios, aunque no totalmente.
—No… no te disculpes. Yo quiero. —Hipo una respiración—. Todo de ti.
Ajuste mi posición donde estaba entrando a otro ángulo diferente.
—Megan. No quiero lastimarte. —Dios, ella se sentía tan bien.
Sus caderas se arquearon hacia mí y nunca he visto una cara tan bella
llena de deseo… de necesidad.
—Señor Scott, —dijo con un tono profesional y le di una media sonrisa—
. Lastímeme.
Nunca podría lastimarla.
223
—Megan.
—No. No pienses. Solamente hazlo.
Ella ganó. Me empujé completamente fuera y la hice rodar sobre su
estómago.
Página
viera tan sexy como él con sus vaqueros descansando bajo sus caderas...
descalzo... sin camisa y ahora mojado.
—No puedo creer que no lo viera. Lo escondiste bien.
—Sí, bueno, también asumiste muchas cosas. —Se metió las manos en
los bolsillos y sí, verse más sexy era posible.
—¿Así que esta casa es tuya?
—Sí.
—¿Y el Porsche?
—Sí.
—¿Y el alquiler que me ibas a cobrar?
Sonrió mientras la llovizna se convertía en una lluvia constante.
—Hubiera ido a una cuenta para ti.
—Sí... pero ¿por qué me dijiste que tenía que pagar?
—Debido a que no te habrías quedado de otra manera.
Eso era cierto. No lo habría hecho. Su perspicacia me sorprendió.
—Eres un portero en el bar. ¿Por qué?
Se encogió de hombros parpadeando para quitarse el agua.
—Wink. Todd. Todos los chicos me cubrieron la espalda cuando mis
padres murieron. Ellos me apoyaron. Cuando otros trataron y lograron
condenarme sin dudarlo. Ellos estuvieron allí. Son mis chicos.
A mí siempre me encantaron esos “chicos” también. Esos amigos, que yo
no tengo (a excepción de Ruthie), fueron de gran valor.
—Entiendo. Así que dime, parece que estamos de acuerdo en la parte
gilipollas... pero ¿qué tan rico que eres?
Me miró con los ojos entrecerrados mientras la lluvia se acumulada en
sus pestañas.
—Mucho.
Mi corazón se detuvo. Era el epítome de lo que había llegado a odiar.
Pero yo no lo odiaba... ni siquiera un poco. Sabía de las lágrimas se
formaban en mis ojos y recé por que no lo notara. Tenía una última
pregunta.
—¿Me compraste el coche?
—Sí.
Esa palabra... una respuesta que trajo más lágrimas y enterré la cara
entre las palmas de mis manos.
De repente, él estaba allí con sus brazos a mi alrededor. Mis dientes
empezaron a castañear y lloré. Cuando un trueno resonó a nuestro
alrededor, se giró de espaldas a mí.
—Súbete, —ordenó y salté sobre su espalda. Corrió a través de la arena
mojada, más fácilmente de lo que yo lo habría hecho, sobre todo con mi
peso añadido. Mi mejilla descansaba en su hombro.
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Cuando llegamos a su patio, una boquilla de ducha estaba junto a este.
Jaló una cadena y el agua cayó, lavándonos; él prestó atención
especialmente a nuestros pies. Luego, una vez en el patio, me bajó y
envolvió sus brazos alrededor de mí otra vez.
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Every day that ends in Y. Tomado textualmente, los días de la semana terminan
Página
en “Y” en inglés, entonces en español terminan en “s” y “o”. Hace relación a pensar en ella
todos los días de la semana.
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Kieran
Traducido por Macaslomb
Corregido por JessMC
La siguiente vez que me desperté, seguía abrazada a mí, pero la luz del
día había irrumpido a través de la oscuridad. Me miraba muy cerca desde
229
mi axila en donde yacía.
—Buenos días, —dijo.
—Hola, Doc.
Su brazo se apoyaba en mi estómago y me gustaba eso. Permaneció en
Página
de hombros.
—No estoy seguro. Sé que quiero pasar tiempo contigo. ¿Estás hablando
de matrimonio... niños? —pregunté, mi corazón latía salvajemente. Por
supuesto que lo querría eventualmente, creo.
—No puedo tener hijos, Kieran, —dijo mirando más allá de mí.
Inmediatamente, me senté más erguido y tiré de ella hacia mí,
aplastándola contra mi pecho.
—¿Por qué, Doc? ¿Qué te ha pasado?
—¿Qué quieres decir? —me preguntó en voz baja, su aliento soplando
contra mi piel.
—¿Te lastimaste? ¿Ocurre algo? —le imploré. Tal vez no era de mi
incumbencia, pero si podía pagar por un procedimiento o algo para
ayudarla, lo haría. Pensé en ella llevando a mi hijo y una actitud
protectora viciosa abarcó todo, comenzando a pulular por mis venas.
Nunca la dejaría fuera de mi vista.
Dejando sus palmas a ras de mi pecho, me empujó hacia atrás un poco.
—Creo que entendiste mal. No es que no pueda tener un bebé. No…
puedo...
Mis ojos se movían de lado a lado y se cubrió el rostro.
—¡Megan! explícame lo que estás diciendo, —exigí frustrado.
El gris que había llegado a amar en sus ojos se hizo turbio con lágrimas,
y un seguro de banco se cerró alrededor de mi corazón.
—Se llama el ciclo generacional de abuso, —susurró mientras una
lágrima caía por su mejilla, que limpié con mi pulgar—. Mi padre era... es
un abusador. Eso se transmite a los niños. —Hizo una pausa mientras
otra lágrima se escapaba—. No puedo arriesgarme nunca a la posibilidad
de lastimar a un niño, —exclamó.
Envolviendo mi mano alrededor de su cabeza y sosteniéndola contra mi
pecho, luché por no reírme... Jesucristo, era malditamente adorable. Ella
nunca golpearía a nadie... por no hablar de un niño.
Se apartó de mí, secándose los ojos y la cara con el dorso de sus manos.
—¿Por qué te ríes? —me preguntó, con su voz mezclada con dolor.
Creo que lastimé sus sentimientos pero no pude contenerme.
—Megan. Cariño. Nunca jamás dañarías a un niño. Te vi con Andrew.
Tienes un corazón puro. Nunca lo harías... —le dije besando su frente.
Después de tomar una respiración profunda asintió.
—Kieran. No sé si pueda concederte esto. Solo digo.
Empujé su sexy y delicioso culo en la cama y la monté a horcajadas,
empujando los brazos sobre su cabeza.
—Lo bueno es que yo no te estoy pidiendo tener un bebé. Sólo quiero
utilizar tu cuerpo... y comer contigo... y emborracharme contigo... e ir en
paseos en bicicleta... y cocinar... y comprar cosas...
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—Kieran. ¿Sabes lo mucho que quería golpearte la primera vez que te
conocí... y la segunda... y...
Molienda mis caderas contra su pequeño cuerpo, le dije: —Patrañas.
Querías un papá grande todo el tiempo.
Página
Tres días habían pasado desde nuestro viaje hacia el océano y era
consciente de que me había enamorado de Kieran Scott. A pesar que no
estaba segura de que era el tipo de persona que se comprometía con una
chica, confiaba en sus palabras y las cosas que medio-prometió. Por
primera vez en mi vida, tenía la esperanza de que el amor y una vida feliz
fuera posible.
Andrew estaba mejorando, pero cuando fui hacia el viejo apartamento
para verlo, Usiah dijo que había sido enviado a un hogar de crianza
temporal. Al principio me dolió el corazón, pero todo lo que podía esperar
era que estuviera cuidándolo, y la verdad, no estaba siendo cuidado en
casa. Si pudiera hablar con él ahora, le contaría mi historia y que sabía lo
que asustaba el no saber lo que vendría después. Pero mejoraría... con el
tiempo, y manteniéndose fuerte.
Cuando me fui de la casa de Usiah, conduje directamente hacia donde
Joe y Vivian. Nunca había pedido su ayuda, pero al menos podía
comprobar a Andrew... Tenía que preguntar.
La casa olía a panadería cada vez que entraba por la puerta. Vivian
siempre estaba haciendo algo fresco. Después de nuestros abrazos, nos
sentamos de nuevo en la luz del sol y veíamos Joe detener la máquina y
apagarla.
—Bueno, hola, chica guapa. ¿Qué te trae por acá? —preguntó Joe.
Vivian palmeó casualmente mi rodilla y entró a la casa, dándonos un
poco de privacidad.
—Necesito tu ayuda, Joe.
Se sentó en una silla frente a mí y tomó un largo trago de su té helado.
234
—Bueno señorita, en casi tres años, esta es la primera vez. Voy a
escuchar lo que tienes que decir.
Me deslicé hasta el borde de mi asiento.
—¿Sabes del tiroteo en el apartamento?
Página
—Sí.
—Un muchacho vecino, Andrew, le dispararon.
Con una toalla, se secó el sudor de la frente.
—Vivian me habló de él y de lo que hiciste. Que tuviste mucho coraje,
pero no fue una idea terriblemente brillante, —dijo con los ojos muy
abiertos al final.
—Lo sé. Andrew y yo nos volvimos cercanos. Lo cuidé. Usiah me dijo que
lo enviaron al cuidado de crianza después del tiroteo y, bueno, quiero
contarle mi historia, y que así tenga esperanza.
Joe sacudió el vaso, moviendo el hielo en la parte inferior.
—Bueno. Ya no tengo más casos de menores, pero puedo
conseguir algo. Vivian te escribirá.
—¡Oh Joe! Gracias, —exclamé y me paré.
—Ahora tú dime algo, —dijo rápidamente.
—OK.
—¿Cómo lo está haciendo Kieran Scott en realidad?
Mi corazón casi estalló en mi pecho. No sabía si Joe sabía algo de lo que
yo no era consciente. Además, a pesar de que yo acababa transferir a
Kieran, todavía tenía pautas de confidencialidad para seguir. Volví a
sentarme.
—Lo que dije en el tribunal es cierto. No había mentido. —Recé para que
no escuchara el temblor en mi voz.
Levantó la mano para que dejara de hablar.
—Te estoy haciendo este favor con Andrew. No te estoy pidiendo...
romper ninguna confidencialidad, pero sólo respóndeme un par de
preguntas.
Una oleada de náuseas pululaba dentro de mí y me senté de nuevo.
—OK. —Si Joe tenía algo sobre Kieran... me sentí enferma.
—¿Te contó sobre sus padres?
—Sí.
—¿Te dijo algo sobre los asesinatos?
—Sí.
¡OH DIOS! ¡Piensa que Kieran mató a sus padres! En silencio, comencé
a temblar.
—¿Hay algo que te haya hecho creer que es culpable?
Negué con la cabeza pero me di cuenta de que no me estaba mirando.
—No. Todo lo contrario. ¿Crees que él lo hizo?
Negó con la cabeza.
—Yo no. Sé que él no lo hizo. Pero mucha gente lo cree. Amaba a sus
padres.
Exhalé la respiración que estaba conteniendo.
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—Ese muchacho ha estado albergando una gran cantidad de ira. Tiene
algunos problemas de confianza graves porque las personas se volvieron
contra él. Quédate con él.
¡Cobarde! Me dije a mí misma por no encontrar el valor para decirle a
Página
Joe sobre la mayor indiscreción poco ética de mi vida. Oye, por cierto, Joe,
¡estoy follando con él y vivimos juntos!
—Como he dicho, Vivian te avisará. Fue bueno verte.
Esa fue mi señal de que la conversación había terminado. No sabía qué
pensar de su interrogatorio... pero sonreí cuando me fui.
jeans.
Me mordí el labio inferior mientras me movía en torno a la parte de atrás
de él. Ese fue el momento de la verdad. Después quité las tiras de mi
sujetador, las envolví alrededor de la bufanda para que no pudiera
sentirlas y las apreté rápidamente, asegurándolo sin lugar a dudas a la
silla.
Al instante se sacudió.
—Doc. Déjame ir, —exigió.
Me senté a horcajadas sobre su regazo.
—Recuerda el otro día. Te rogué y supliqué para que me dejaras venirme
y todo lo que tenía que decir era que yo te quise desde el primer día. ¿Lo
recuerda, señor Scott?
—Déjame ir.
Me empujé hacia abajo contra su creciente mitad inferior y sonreí.
—Parece que lo está disfrutando un poco.
—Creo que eres sexy como la mierda. Ahora déjame ir, Doc.
—Sr. Scott. Es lo justo.
—¿Qué quieres que diga? —preguntó, con humor en su tono.
Bajé un lado de mi sujetador y con mi dedo índice, dibujé alrededor del
pezón.
—Mmm, —gemí.
—Doc. No estoy jugando. ¿Qué quieres que te diga?
Ahora, bajaba el otro lado de mi sujetador usando ambas manos.
—No es tanto como decir, es más... hacer. —Cerré los ojos por un
segundo mientras masajeaba mis pechos.
—¡Dime! —ordenó.
Me reí.
—Bueno, ese dinero que perdiste a mi costa... Fue porque te acostaste
conmigo y porque hiciste una cosa tan infantil como apostar con tus
amigos que te ibas echar un polvo, quiero unos $1.000. Siento que me lo
he ganado...
—¡Hecho! Desátame de una puta vez.
Le hice un puchero.
—Ahora. ESO, Sr. Scott fue demasiado fácil. —Me moví de su regazo y
me puse de rodillas, y cuando empecé a desabrochar su pantalón, el más
feroz, gruñido animal salió de su pecho.
—Tranquilo, Tigre, —dije mientras le desabrochaba la cremallera—.
Vamos a poner esta bestia libre, —le dije con una risita. Entonces empecé
a cantar—. Sopla el dragón mágico... que vive junto al mar.
Las comisuras de sus labios subieron y eso me hizo sonreír más amplio.
—¿Cuál es el libro del que hiciste referencia el otro día? —dijo, con tanta
calma.
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Toqué la punta de él con mi lengua.
—Cincuenta Sombras.
—Uh-huh. ¿Y cuál era el nombre del tipo loco?
—Christian Grey.
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20
Juego de palabras: “Don’t be silly, wrap that willy.”
Seductoramente se deslizó entre mis piernas y luego me levantó de la
mesa... me llevaba a la sala de estar. No estaba segura de por qué el
cambio de escenario, pero él se sentó en el sofá.
—El piso de madera habría lastimado tus rodillas, es mejor la alfombra,
—explicó mientras me deslizaba de su regazo a mis rodillas.
Después de sacar sus bóxers, me di cuenta de que estaba depilado ahí
abajo también. Por alguna razón, una punzada de celos se apoderó de mí y
pensamientos de otras chicas invadieron mi cabeza. De repente, sentí que
estaba compitiendo contra un centenar de otras niñas por la mejor
mamada y yo tenía la menor experiencia en mi currículum.
Me dio un silbido tranquilizador cuando empecé y cuando su cabeza
cayó hacia atrás en el sofá con un gemido gutural, sentí como si quizá
pudiera sostener la mía.
Sus manos recorrieron mi pelo y tiró de él hacia atrás para evitar que
estuviera en el camino. Cuando lo movió a un lado y masajeó mi cuero
cabelludo, yo gemía y le gustó eso... Me di cuenta por la forma en que
arqueó sus caderas. Entonces me ahogué y tuve que parar por un
segundo.
—Meg... —se calló y mis ojos se encontraron con sus ojos marrones
entreabiertos—. Estoy cerca. Cuando te toque, es porque debes estar
lista o te quitas y simplemente lo terminas con la mano. Dios, bebé, —
susurró al final.
Eso me hizo feliz. Lo tenía allí más rápido de lo que pensé que iba a
suceder. Pero ahora estaba nerviosa. No sabía si me iba a ahogar o cómo
sería su sabor... pero estaba lista. Y cuando sentí su toque y escuché el
“bebé”, me seguí moviendo pero traté de prepararme y la verdad, no lo
saboreé mucho. Simplemente lo tragué, para no tener que hacerlo.
—Jesús, Megan, —gimió con ojos vacíos de energía, pero llenos de
afecto... ternura... ¿amor?
Un estremecimiento me atravesó sabiendo que había hecho las cosas
bien, y sabía que lo haría de nuevo.
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Página
39
Kieran
Traducido SOS por Guga
Corregido por JessMC
—Querría que ella fuera feliz. No querría que estuviera sola, —dijo y giró
sobre sus talones y se dirigió hacia la habitación trasera. Ni Tom ni yo
dijimos otra palabra mientras él cerraba la puerta.
—¿De dónde salió eso? —preguntó Todd.
Me encogí de hombros.
—No estoy seguro que la quisiera teniendo sexo con alguien más, —gritó
Wink desde la habitación trasera y Todd y yo reímos a viva voz.
—¿Cómo es tu chica?
Le ofrecí a él un asentimiento.
—¿Tu chica? —repitió él—. Quién pensaría que Kieran Scott tendría solo
una.
Terminé mi propia cerveza.
—Sí. ¿Quién pensaría?
—Entonces dime. Te he conocido por un largo tiempo. ¿Cómo es eso?
Corrí mis dedos a través de mi cabello. No quería hablar de esa mierda.
–—No lo sé, hombre. En lo que me concierne, ella tiene alas.
Todd rió suavemente.
—Wow. ¿Entonces realmente la quieres?
—Como un niño gordo quiere pastel.
Ambos reímos a carcajadas.
—Sucedió de repente, ¿no crees?
Me encogí de hombros.
—Supongo que un poco. Pero cerca de un mes en realidad. Ella no sabía
quién era yo, Todd. No sabía nada de mí. No sabía nada acerca del dinero.
Si hubiera sabido algo de eso, habría sido un problema. Pero, confío en
ella. Por completo.
Todd asintió.
—Bueno. Estoy feliz. Lo mereces, K.
Chocamos los cuellos de nuestras botellas, aunque la mía estaba vacía.
un miércoles, pero la banda era de los 80’s y eso siempre atraía gente.
Doc trabajaba hasta tarde y me mantuve observando mi teléfono
esperando un texto de que ella había llegado a casa, y no había llegado
aún. Un malestar se instaló sobre mí y comencé a agitarme.
—Hey, ¿Kieran?
Di una mirada sobre mi hombro y dos bonitas chicas estaban paradas
allí.
—Señoritas.
Una chica rió nerviosa.
—Me estaba preguntando, si podría comprarte una bebida.
Sostuve en alto mi botella medio llena.
—Gracias, chicas. Estoy bien por ahora.
—¿Podría al menos robarte un beso? —preguntó la de cabello castaño.
—Ven aquí. No hay beso pero ¿qué tal un abrazo? —la chica apenas
podía tener 21 y temblaba mientras yo la abrazaba—. Pórtense bien esta
noche.
Mientras se escabullían, reían nerviosas—dejándome sentado ahí sin
entender de qué iba esa cosa conmigo.
—¿K? —dijo Todd en mi auricular.
—Estoy aquí, —dije en el cable.
—Tenemos un problema.
Me puse de pie escaneando la habitación.
—Dime.
—Es tu chica. Algo está mal.
Mientras mi mandíbula se apretaba, subí al escenario para poder ver.
—¿Dónde? —dije entre dientes.
—Está yendo hacia ti. Llorando. El rostro hinchado. K, estate tranquilo.
Está molesta.
La divisé y mi corazón tocó fondo… cayó en picada, y no podía respirar.
Salté de mi plataforma y no estaba seguro como me moví hasta ella; pero
oía algunos “cuidado” y algunos “heys” mientras atropellaba personas al
caminar hacia ella, sin importarme una mierda a quién golpearía.
Mis manos rastrillaron su cabello y ahuecaron su rostro.
—¿Qué sucedió? ¿Qué está mal? —grité sobe la música.
Sus ojos estaban apretados y lágrimas frescas rayaban su rostro. Apreté
su mano en la mía y la guie hasta la habitación trasera de Wink y azoté la
puerta.
—¿Alguien te hirió? ¿Quién? —casi gritaba.
Ella hipaba bocanadas de aire y agarraba fuerte mi camisa. Juro por
Dios, envíame a la cárcel ahora porque heriría o posiblemente mataría a
quien sea que le hubiera hecho esto.
—¡Megan!
244
—Mi madre, —lloró y por un breve momento, el alivio se instaló sobre
mí.
—¿Tu madre? ¿Qué sucedió?
Su boca se abrió, pero nada.
Página
Apuntó a su rostro.
—¿De verdad? Uh, no. Me iré a casa y… esperaré por ti. —Su guiño era
adorable.
Cuando llegué a casa eran bien pasadas las 2, y ella dormía
pacíficamente enrollada en una pequeña bola en mi cama. Habíamos
compartido la misma cama desde que volvimos de Cannon Beach hace
una semana. Esa era mi parte favorita del día. O tal vez era la mañana y
ver su cabello desordenado y ojos somnolientos al mirarme. Luego de
desvestirme, levanté las mantas y vi que no tenía ropa puesta. Aunque
instantáneamente me coloqué, esta noche, la dejaría dormir. Había sido
un día emocional para ella. Aunque se agitó cuando me acurruqué a su
lado, no se despertó y yo estaba feliz.
247
Página
40
Megan
Traducido por Guga
Corregido por JessMC
—He bebido dos vasos de vino, puede que necesite alguien en quien
recostarme.
Agarró mi mano y me condujo a la pista de baile.
—Soy ese tipo.
Luego de unas pocas canciones tenía calor por bailar, y hacerlo con
Kieran hizo poco para matar mi ráfaga de hormonas… si acaso esto sólo
causó que se agravara. Me guió a través de la multitud y atrapó una
botella de agua detrás del bar pero también ordenó para mí otro vaso de
vino.
—Estoy acalorada.
—Sí lo estás, —dijo con una sonrisa.
—Y todavía ardiendo por lo de más temprano, —le admití cuando me dio
el agua y el vino—. ¡Muy pocas gracias por eso!
—¡Tal vez deberíamos detenernos! ¡Tirarnos al suelo! ¡Y rodar!
—Un verdadero bombero sexy usó esa frase en mí una vez, —dije,
frunciendo mis labios hacia él.
Torció su cuello; su rostro cargaba una tensa expresión.
—Oh, ¿sí? No juegue con fuego, señorita.
—¿Me quemaré, Sr. Scott?
Tomó un trago largo de su cerveza.
—¿Tú? No. Algún sexy bombero, sí. —Hizo una sonrisita.
—Bueno, estaba bromeando. Él no era del todo tan sexy.
—¿Oyes eso, Doc? —preguntó, luego exageradamente rió con ganas—.
Me gusta reírme. Me haces reír y me haces sonreír. Hay ciertas cosas que
no me hacen sonreír ni siquiera si una broma es planeada.
Tomé un trago de mi vino y quise aplastar mi boca en la suya. Mi
posesivo Kieran.
—¿Qué otras cosas no te hacen sonreír? —pregunté.
—Un chico con hambre. Desastres naturales. La crueldad con los
animales. El pensar en otro hombre tocándote.
Mi corazón se expandió. Los celos eran buenos, ¿correcto? Me quería
toda para él. Yo lo quería todo para mí.
—Kieran… —Susurré y no estaba segura si él siquiera había
escuchado—. No quiero a nadie más.
Sus ojos marrones me estudiaron y me sentí expuesta después de decir
eso.
—Bueno, —dijo.
—Feliz cumpleaños a ti, —alguien comenzó cantando detrás de mí, y
cuando me giré rápidamente, un gran pastel estaba siendo arrastrado
fuera. Todos comenzamos a cantar.
Wink se sentó como un proxeneta en el medio de su harem de mujeres.
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Todas ellas bramando la canción juntas. Él tenía una genuina sonrisa que
me hacía sonreír. Se levantó y se acercó al pastel donde sesenta velitas
enviaban humo al aire cuando él finalmente las sopló apagándolas. Luego
repentinamente, una joven, hermosa, de cuerpo firme, revestida en una
Página
—Sí. La mayor parte, —susurré, mirando hacia abajo porque por alguna
razón, las cosas se sentían apagadas desde la nudista.
—Megan, —dijo Josh, subiendo mi mejilla con su dedo pulgar e índice, y
casi vacilando—. ¿Estás bien?
—Josh. Retrocede ahora, —dijo Todd, respirando con dificultad y
volando a mi lado. Repentinamente Wink apareció a mi lado con su bate
en mano.
—Josh. Ven aquí, —exhortó. Todd en cierto modo detuvo a Josh,
manteniéndolo a un brazo de distancia.
Los ojos de Josh miraron fijo hacia mí por una fracción de segundo,
luego volvieron rápidamente hacia ellos.
—¿Eres la chica de Kieran?
Kieran se paró detrás de Josh, y Todd ahora se interpuso entre los dos.
—¿Tienes un problema con que ella sea mi novia? —Kieran gruñó y
Josh giró alrededor de sí mismo, mirando más allá de Todd.
—Ningún problema para nada. Pero seriamente, Kieran. Ella no es tu
tipo normal. Déjala ir antes que despedaces su corazón.
Mis ojos parpadearon hacia los pesarosos de Kieran.
—¿Te estaba molestando? —preguntó Kieran sinceramente.
—No, —dije haciendo señas a Kieran para que viniera hacia mí. No lo
hizo. Su rostro estoico era ilegible.
—Vamos, Josh. Sal de aquí, —dijo Todd.
Josh elevó sus manos en el aire.
—Está bien. Pero ella es una hermosa chica, Kieran. No estaba seguro si
ella era consciente que estaba viendo a un tipo que mató a sus padres.
Aún en la oscuridad, el rostro de Kieran se encendió de rojo y Malcolm
estaba repentinamente ahí flanqueando el otro costado de Kieran. Kieran
me miraba fijo, tomando un largo, lento suspiro.
—Chicos, —dijo Kieran—. Esta es la noche de Wink. No voy a arruinarla.
—Su mandíbula hizo un tick hacia atrás y adelante mientras la apretaba.
Inmediatamente me lancé entre Todd y Malcolm, envolviendo mis
brazos alrededor del torso de Kieran, y él envolvió sus brazos alrededor de
mí también.
—Josh. Kieran no mató a sus padres, —dijo Wink detrás de mí—. Pero
pienso que deberías irte. Queremos que esta noche sea disfrutada por
todos.
Josh asintió.
—Lo siento, Wink. Feliz cumpleaños. —Comenzó a salir, luego se volvió:
el cuerpo de Kieran se apretó bajo mis brazos—. Megan. Ten cuidado. Te
herirá de alguna manera. Él hirió a mi hermana. Diablos, él
probablemente ha herido a la mitad de las chicas de aquí.
—¡Josh! —advirtió Wink y en ese momento, Todd y Malcolm
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comenzaron a sacarlo.
Kieran no me dejó ir por un ratito y no fue hasta que lo empujé contra
su pecho que vi fuego en sus ojos.
—¿Estás enfadado?
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254
Página
41
Kieran
Traducido por Rihano
Corregido por JessMC
Control de daños. Eso es todo lo que pasó por mi mente mientras abría
la puerta y la dejaba en el Porsche. Me acordé de cuando era pequeño y mi
madre cerraba de golpe una puerta o un armario, sabía que ella estaba
molesta. Cuando íbamos en coche y mamá me miraba por el espejo
retrovisor, sabía que ella estaba enojada. Cuando ella gritaba una
pregunta retórica que yo sabía que tenía una respuesta fácil, pero que ella
no quería que respondiera, yo sabía que estaba jodidamente cabreada. Y si
las lágrimas siquiera tocaban su cara, esto me ponía triste y odiaba
cuando ella lloraba. Bueno, todo eso... así es como me sentía con Doc.
Al no tener experiencia entendiendo mujeres aparte de mi madre, yo
apestaba en esto. No sabía qué decir o qué hacer. Por lo tanto, me senté en
silencio. El ambiente era fuerte por todo el camino a casa porque ella
estaba molesta o algo, desde ella mirando por la ventana hasta no hablar
en absoluto. Pero por el amor de mierda, no sabía si era por mí, por lo que
Josh había dicho o si era porque Ruthie estaba saliendo con Todd.
Diablos, pensé que si quería hablar, ella lo haría. Así que, me quedé
tranquilo. Además, sabía que ella estaba un poco bebida y tal vez eso era
todo.
En el momento en que nos detuvimos en el garaje y después de
escuchar su tercera respiración profunda, finalmente pregunté, —¿Estás
bien?
—Bien, —dijo ella saliendo del coche.
Una vez dentro, ella se quitó los zapatos de tacón, los recogió y se fue
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directamente a la habitación. ¡Su dormitorio! Ella no pasó por la salida. No
cobró los 200 dólares.
—¿Doc? ¿Quieres hablar de algo?
La puerta se cerró de golpe.
Página
estaban lastimados.
Una pequeña risa surgió de mi garganta. Me levanté, mirándola
fijamente. Una mezcla de deseo y dolor en sus ojos.
—Penny quería saber si yo estaba libre esta noche. Le dije que no. Que
estaba comprometido ahora. —Mi corazón latía tan fuertemente contra mi
pecho que me sentí mareado—. Le dije que estaba parada detrás de mí y
que estaba loco por ti.
Sólo nos separaban casi diez centímetros ahora y su pequeña boca
entreabierta. Sus ojos grises parpadearon con necesidad... anhelo.
—Ese es probablemente el por qué ella te miraba divertida, —continué, y
solo asintió.
—Kieran. Lo siento. Estaba insegura y lo siento.
—¿Qué quieres, Doc?
Sus ojos se cerraron mientras mi aliento soplaba sobre su rostro.
—¿Quiero que me toques? —dijo en voz baja.
Apoyé mi mano en su cintura.
—¿Qué quieres?
—Quiero que le escribas a Todd y le digas que no tenga sexo con Ruthie
esta noche. Pueden hacer cualquier otra cosa, pero...
Abrió los ojos.
—Ruthie es una chica grande.
—Por Favor. Haz esto por mí.
Dejó escapar un suspiro de exasperación.
—No te muevas, —la instruí, fui por mi teléfono, le escribí a Todd y
regresé—. Listo, ahora, ¿qué quieres, Megan?
—No sé qué quieres decir.
—Sí. Lo sabes, —dije, bajando mi cabeza y besando su cuello. Su cabeza
cayó hacia atrás y metí mis dedos en su pelo para sostener su cabeza, así
su cuello no dolería.
—Te quiero, Kieran.
Enojado, tomé su mano y agarré mi polla hinchada. Eso es lo que todas
las chicas querían de mí. Eso o mi maldito dinero. Pero yo sabía que
Megan era diferente.
—¿Es eso lo que quieres? ¿Mi polla?
Sus ojos se abrieron y estaban medio llenos de deseo y medio llenos de
confusión.
—¿Justo ahora? Sí. Eso es lo que quiero, —jadeó—. Mucho. Pero más
allá de este momento... quiero más, Kieran. Y sé que te asusta y no quiero
asustarte. Pero quiero cenas y paseos en moto y caminatas en la playa
también.
Mi boca cubrió la de ella, el calor, el vino, el sabor de ella. Quería todo lo
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que ella acababa de decir. La amaba por no escuchar lo que dijo Josh. La
amaba por confiar en mí con su seguridad y su corazón.
Sus diminutas manitas yacían al ras en mi pecho y frené el beso. Sus
pequeñas respiraciones saliendo de su boca tan inocentemente, pero al
Página
mismo tiempo tan necesitadas. Caminé hacia atrás hasta que mis piernas
golpearon la cama.
—Quítate la camisa... mi camisa, —le dije con un guiño.
No había ninguna duda en sus acciones. Tenía la ropa interior que yo le
había comprado para reemplazar las que yo había rasgado. Su sujetador
ya se había ido así que sus pechos eran libres y ya duros como guijarros.
Mi boca se hizo agua justo como esos malditos perros a los que ella hace
referencia. Tal vez yo era capaz de ser entrenado.
Una vez que su camisa fue descartada en el suelo, comenzó con sus
bragas.
—¡Detente! Simon no dijo que te quitaras tus bragas, —sonreí—. Voy a
quitarlas. Ven aquí, —le exigí.
Una vez frente a mí, soplé sobre sus pechos e incluso esto pareció
robarle el aliento. Me encantaba el control que tenía sobre ella
sexualmente. Había un viejo dicho: Tengo al gatito así que yo hago las
reglas... y aunque en el fondo sabía que esto era cierto, sobre todo con ella,
mi polla mantenía un poco de control también.
Envolví mis pulgares en el elástico de sus bragas y empecé a bajarlas
poco a poco. Dios, ella era hermosa. Con un brazo, la acerqué más, su
pecho tal vez a unos centímetros de mi boca. Pasé mi lengua hacia arriba,
capturando su pezón, y se quedó sin aliento y luego clavó sus dedos en mi
cabello. Resistí el ligero tirón hacia adelante y le sonreí.
—Kieran, —rogó con una sonrisa, aunque sus ojos rogaron más.
Ahí fue cuando tomé su pecho en mi boca como si fuera un suave
helado servido, y probé la punta. Después de unos minutos, sus rodillas
comenzaron a ceder.
—Monta mi regazo, —le ordené.
—Quítate tu ropa interior primero, —replicó ella.
Cuando me puse de pie, sus ojos resbalaron sobre todo mi cuerpo y en
ese momento, yo sabía para lo que había trabajado tan duro. Sus ojos. Las
horas en el gimnasio. El trote. Todo era por ella. Una vez que había
liberado mi polla, mis calzoncillos cayeron al suelo.
Volví a mi posición y la levanté, así sus piernas se sobreponían a las
mías. Cuando miré su cara, la vacilación se apoderó de ella.
—¿Qué pasa, nena? —le pregunté.
—Esto va a doler. Esta posición.
—No voy a hacerte daño, Megan.
—No estoy segura de que puedas evitarlo, señor Scott, —sonrió ella.
Mordisquee su labio, chupándolo en mi boca y luego tomando su boca
en un beso lleno. Nuestras lenguas se encontraron la una a la otra y
descubrieron su propio ritmo.
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—No voy a hacerte daño, —repetí entre besos.
Se mordió el labio inferior mientras mi dedo medio se sumergía en ella,
mojando mi dedo lo suficiente para frotar su dulce y exacto lugar por
encima de su apertura.
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Megan
Traducido por Guga
Corregido por JessMC
—Los doctores nunca son rápidos, pienso que tenemos tiempo por un
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rapidito sobre esa camilla, —dijo él.
—¿Un rapidito?
Se puso de pie y caminó hacia mí con una mirada cachonda en sus ojos.
—Cuida tu trasero. No estamos haciendo un rapidito. Nada acerca de ti
Página
algunas ahí.
Leí cosas como: Scott Software LLC. 240 millones de dólares. Dueño.
Pequeño castillo en la Columbia. Heredero.
La cajera parecía enojada.
—¿Va a pagar por eso?
—Sí, por favor.
La arrancó de mi mano y la escaneó, luego rápidamente pagué. Qué
perra.
Luego de hacer mi camino hacia mi auto en una niebla, Googleé Scott
Software en mi teléfono. Justo aquí en Pórtland. No podía controlar lo que
mi mente estaba enrollando. No sé lo que era esto… una vibra, un
sentimiento, una señal… pero creciendo cada vez más y más molesta,
conduje directamente ahí.
Dejarla ir fue la cosa más dura en mi vida que jamás había hecho
aparte de enterrar a mis padres. Cuando ella abrió la puerta, se sintió
como si estuviera arrancando el corazón de mi pecho. Era el dinero, por el
amor de Dios. La observé mientras ella rodeó el escritorio de Bert, lágrimas
corriendo por su rostro, embistiendo directamente en Walt, que la derribó
por completo en su culo. El gruñido que surgió de mi pecho alarmó a Bert
porque sus grandes ojos me encontraron. Me tomó tres pasos largos para
llegar a Doc y ayudarla a levantarse. Una vez en pie, se limpió la cara.
—Lo siento —ella gimoteó y levantó la vista hacia Walt. Entonces su
rostro se desmoronó y su pecho pareció hundirse. —¿Sr. Brown? —ella
preguntó con las cejas en alto... reconocimiento de algún tipo se apoderó
de su rostro.
Walt no dijo nada. Ni siquiera lo siento. ¿Cómo diablos ella conocía a
Walt? Ella parecía una pequeña niña derrotada... un acongojado cachorro
en ese momento.
—¿Megan? —pregunto.
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Enormes lágrimas crecieron en sus ojos de nuevo y se derramaron por
encima como presas.
Página
—Me tengo que ir —dije ella en voz baja y empujó el botón del
ascensor, el cual claramente no había bajado desde que ella había bajado
porque se abrió inmediatamente.
—Querida, ¿Estas bien? —preguntó Bert mientras ella daba un paso.
—Lo estaré —dijo Megan y mientras las puertas se cerraban, la oí decir
—Gracias.
Enseguida, me giré hacia Walt tan rápido, agarrando puñados de su
camisa de trabajo.
—¿Qué mierda fue eso?
—¡No tengo idea! —él gruñó.
—Kieran —Bert advirtió detrás de mí.
Yo estaba como un entrenado, feroz pitbull en ese momento, listo para
matar. —Walt. Eres un hombre de 45 años de edad. No me digas que no
sabes de donde la conoces.
—No lo sé, Kieran. Obtén tus manos fuera de mí.
—¡Kieran! —Duane gritó desde el pasillo, corriendo hacia nosotros. —
No.
Empujé a Walt hacia atrás. —Me enseñaron respetuosamente a
respetar a mis mayores, pero contigo... yo simplemente no puedo hacerlo.
No me gustabas cuando era joven. No me gustas ahora. Tienes
veinticuatro horas para averiguar cómo la conoces o estas acabado.
—Kieran —dijo Duane.
—Ya te dije que no lo sé —repitió Walt.
Hice un sonido de clic con mi boca. —Bueno, será mejor que lo
averigües, hijo de puta.
Golpeé el botón del ascensor con tanta fuerza que se quebró en el
centro.
—Kieran, cariño. Necesitas tus llaves y tu billetera —Bert me recuerda.
Asentí, mi respiración viniendo en cortos jadeos y mis manos
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temblorosas por la adrenalina. Arrollador vuelvo a mi oficina, pateé la
jodida silla, golpeándola contra la pared.
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44
Megan
Traducido por Kmila92
Corregido por Kmila92
—¿Hola?
Apenas podía respirar, mucho menos hablar, y navegar por las céntricas
calles de Portland con los ojos borrosos era una pesadilla.
—Bueno. Ni siquiera sé dónde vive —le dije, sorprendida de que ella estaba
allí.
*** 271
Después de conseguir la dirección, conduzco directamente hasta Todd, de
todos los lugares, luchando contra el impulso de dar la vuelta. Kieran
había transformado demasiado rápido mi vida. No era el momento para
mirar atrás o lamentarse...nunca me arrepentiría de Kieran... sólo del
Página
dolor. Había sido entrenada para esto toda mi vida. Empacando y partir
son emoción...
El brutalmente largo viaje de 15 minutos fue insoportable mientras
parpadeaba las lágrimas de mi visión -principalmente porque mi celular
sonó desde el asiento de la escopeta de mi coche. El Hombre más sexy vivo
no podía detenerse. Después de doce llamadas consecutivas, lo apago,
incapaz de luchar contra la tentación.
—¿Qué diablos pasó? ¿Por favor no me digas que ustedes dos rompieron?
Una vez dentro, ella inmediatamente abrió una botella de vino que
encontró en la cocina de Todd y compartimos una copa mientras le
contaba todo... dejando nada fuera. Quiero decir literalmente, comencé
desde que entró en mi oficina por primera vez.
—¿Así que realmente piensas que esto es una cosa planeada? ¿Cuál sería
el propósito? —preguntó.
Ataqué. Eso no está tan BIEN. Y, no puedes decirme que todas son
coincidencias. No hay manera.
Ruthie fuerza mi cabeza en su hombro. —Estoy segura de que no le has
hecho daño, Megs. Y tal vez él se lo merecía.
—¿Alguna vez pensaste que tal vez él estaba luchando alrededor tratando
de averiguar su vida también? ¿O pensaste alguna vez que quizás tú sólo
ganaste la lotería?
—Por favor explícame qué estás haciendo aquí. Si eso no es más de una
cosa anormal, que mi mejor amiga este viéndose con su mejor amigo...
¿Qué demonios pasó la otra noche? —cambié de tema.
—Han sido como tres o cuatro días. ¿Te has estado quedando aquí? —No
pude esconder mi shock... mi sorpresa.
—¡Ruthie! ¿Por qué estás aquí? —casi grité porque ella estaba siendo
273
evasiva
—Le dije a Jerry que necesitaba tiempo para averiguar algunas cosas. Dijo
que si después de cinco años no me había dado cuenta entonces nunca
Página
—Lo sé. Creo que a pesar de que Todd sólo será un buen amigo, quizás yo
necesitaba esto para seguir adelante. Al ver la manera en la que Kieran
mira hacia ti... me hizo querer eso también.
El tono de llamado trajo a mis ojos abiertos y miro fijamente hacia la parte
trasera del sofá pero no fue hasta oír la voz de Todd que me congelé y no
me moví, más al darme cuenta de donde estaba.
—Hey, ¿Qué pasa? —escuché a Todd decir. —Ruthie está aquí, ¿Por qué?
—K. Megan está aquí —silencio mientras me mordía el labio —No lo sé.
Acabo de llegar a casa y ella está durmiendo en mi sofá —silencio de
nuevo. —No, idiota. Ruthie está aquí, también. Ella está durmiendo en mi
silla. ¿Qué demonios pasó? —silencio —¿Vas a venir aquí?
—Si.
—Lo haré.
—Dile que se mantenga fuerte —le dije mientras abría la puerta principal.
Pero al mismo tiempo, sabía qué esperar de mi padre. Sus reacciones, sus
estados de ánimo eran familiares para mí. Cuando cumplí 18, había
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puesto un candado en la puerta de mi habitación y él no me había
golpeado desde entonces. Metí la tarjeta de nuevo en mi bolso y me dirigí
al este.
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45
Kieran
—¿Por qué se está quedando allí? ¿Qué pasa con eso? —le pregunté,
completamente molesto y preocupado porque esto no haría feliz a Doc.
Le oí soltar un suspiro exasperado.
—Ella rompió con como sea que se llame y él la echó. Supongo que sus
padres se quedan allí y ella no quería hacer esta gran escena.
—¿La follaste? Te pedí que no lo hicieras. Megan no quería...
—No, K. Jesús. Ha sido duro pero he respetado lo que me pediste.
¿Cuánto tiempo más? Ella ha rogado, literalmente —susurró Todd.
Me froté los ojos con el dedo índice y el pulgar. Nunca hubiera tolerado
que alguien me dijera que no podía hacerlo con alguna chica. Todd estaba
siendo más tolerante con mi solicitud con Megan.
—No lo sé. Pero, solo necesito saber que está bien.
—Espera —dijo.
Cuando me rasqué la cabeza, le oí hablar. Juro por Dios que si me
entero de que Megan estaba allí...
—Ruthie dijo que envió un mensaje temprano y dijo que se alojaba con
su papá, K.
—¿Su PAPA? —Casi grité cuando él dijo algo a Ruthie.
—Sí. Supongo que él vive en Hood River.
Me tomó cerca de cinco segundos para colgar, cerrar el fondo de mi
sillón reclinable y agarrar la llave de la caja fuerte del arma. En la oficina,
abrí la caja fuerte, cogí la pistola calibre 40, junto con la munición. Cargué
sin dudarlo. Tan rápido como pude, me puse mis jeans, botas y una
camiseta, y luego me dirigí al garaje. Después de sacar mis chaparreras y
mi chaqueta, envolví la pistola en un par de paliacates y la metí con
seguridad en la alforja. Finalmente listo, encendí mi moto, cerré el garaje y
me dirigí a Doc.
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Página
46
Megan
—Él está bien, nena, pero pienso que deberíamos llamar una
ambulancia para estar seguros.
Mis dedos cavaron en la espalda de Kieran.
—¡No! ¡Él estará bien! —decía yo frenéticamente.
Kieran se puso de pie, sacando su celular y marcó.
—¡Kieran! —gimoteé.
—Sí, necesitamos una ambulancia en el 312 de la calle Elm —dijo
calmadamente al receptor mientras las lágrimas se arrastraban por mis
mejillas. Alcanzándome, su brazo se enrolló alrededor de mi cintura y me
estrelló contra su pecho.
—Un hombre está inconsciente —continuó, presionando sus labios en la
parte superior de mi cabeza.
—No. Él ha estado bebiendo y cayó sobre su rostro al piso. —Silencio—.
Sí, tiene pulso y está respirando.
Las sirenas estaban ululando en la distancia y gradualmente haciéndose
más fuertes. Me arrodillé al lado de mi padre y Kieran caminó a mi lado.
—Sí. Ellos casi están aquí —dijo Kieran al teléfono—. Gracias. —Deslizó
el teléfono de regreso a su bolsillo.
—Cariño. Juro por Dios, no tuve la intención de herirlo —dijo él.
Asentí, limpiando con mi mano mi rostro, tratando de borrar las
lágrimas que estaban comenzando a secar. Y fue en ese momento que me
encontré en el trance de supervivencia de nuevo en el que había estado
tantas veces antes. Toda emoción puesta en segundo plano. No podía
sentir. No sentiría. Necesitaba de alguna manera mezclarme hasta el punto
donde las preguntas tal vez no fueran hechas. Más importante, necesitaba
a Kieran fuera de aquí. Esto solo le haría más daño y posiblemente lo
pondría en la tapa de alguna revista de chimentos.
—Vete —dije apenas en algo más que un suspiro.
Shockeado, ojos furiosos destellaron hacia mí.
287
—¿Qué?
—Vete. ¡Vete ahora! —Apunté a su motocicleta.
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288
Página
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Kieran
¿Cómo podía ella pensar por un segundo siquiera que yo la dejaría? Sin
intención, yo había herido a su padre. ¿Ella estaba enfadada? Su
expresión vacía me preocupaba. Su hermoso rostro típicamente me
permitía saber exactamente cómo se sentía y ahora mismo… nada.
En minutos, luces azules y rojas destellaron a través de su cabello y a
través de sus ojos mientras los de primeros auxilios atendían a su padre.
—¿Qué sucedió? —preguntó un tipo en uniforme.
—Mi padre estaba borracho. Estaba tratando de golpearme… y a él con
el bate —dijo ella, inclinando su cabeza hacia mí—. Cayó de bruces al piso.
Las palabras de Doc no contenían ninguna emoción mientras hablaba y
de alguna manera mintió. Eran simplemente palabras saliendo de su boca.
Monótonas. Luego de mis últimos años tratando con detectives y fuerzas
policiales, no negué su historia porque solo nos heriría.
—¿Cuánto ha bebido? —preguntó el encuestador, tomando su presión
arterial.
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Ella se encogió de hombros.
—No lo sé. Yo estuve en mi habitación la mayor parte de la noche.
Dos patrullas de policía de Hood River aceleraron y se detuvieron,
Página
—Vamos a cambiar estas camas —dijo él, y Doc se paró cerca de mí; la
calidez de su cuerpo me hacía querer envolver mis brazos alrededor suyo.
Pero me contuve mientras ellos maniobraban una cama fuera y movían
a su todavía inconsciente padre dentro de la habitación.
Este hombre que había sido abusivo con su pequeña hija, no me
gustaba. Pero Doc, bueno, era todavía su padre. Su padre. Ella lo quería y
lo necesitaba para estar bien. Esto era importante para ella.
—Aquí está él… —susurró una chica y ambos, Megan y yo, atrapamos a
tres chicas husmeando por las cortinas, atrapando un vistazo de mí.
Megan volteó su cabeza mientras yo frotaba mis sienes, solo necesitando
tener el más pequeño de los respiros.
Cualquiera fuere la razón, ella emocionalmente me había suprimido y
estaba cortándome en seco.
Yo no sabía si esto era debido a lo que ella había descubierto de mí, que
yo había herido a su padre, el arma, su convicción de que ella me había
golpeado o si ella tenía miedo que los medios se agarraran de quién era y
de su pasado. Independientemente, yo necesitaba terminar con esto. Pero
era obvio que ahora mismo, ella necesitaba espacio. Por cualquier razón,
ella quería que me fuera.
—Lo siento —susurré en su oído, le di un imperceptible beso cerca de su
sien y comencé a caminar fuera de la habitación.
—¿Kieran?
Instantáneamente, giré hacia ella.
—¿Sí, nena?
—Siento haber traído esto a tu vida. —Ninguna lágrima cayó pero su voz
se rompió mientras ella hablaba.
Mi corazón dolía como nuca antes. No sabía si debería ir hacia ella o no
pero no pude… no hacerlo. Entonces, tomé dos cautelosos pasos hacia ella
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hasta que levantó su mano.
—Por favor no. No ahora mismo. Debes salir de aquí.
Página
Con mis ojos diciendo las palabras que no podía, me volteé de nuevo y
partí. Ella no intentó detenerme pero caminé lentamente en caso que lo
hiciera. Cuando casualmente pasé por la estación de enfermeras y oí
algunas risitas, me giré, mirado a las mujeres.
—La mujer que amo está en esa habitación. Si por un segundo la hacen
sentir a la menos un poco incómoda, tendrán que lidiar conmigo y mi
equipo completo de abogados. No quiero que siquiera miren en su
dirección. ¿Soy claro?
Cada cabeza asintió lentamente, boquiabierta. Me fui…
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48
Megan
Traducido por Guga
Corregido por Briggitte
—Lo sé.
Él sacudió su cabeza y la puerta se abrió. Un joven doctor, diferente al
de la noche anterior, apareció en la entrada después del guardia quien, sin
saberlo nosotros, había sido instalado allí cuando nos trasladaron a la
habitación.
padre.
—No trabajo en este hospital o en esta área. He sido traído como un
favor a un amigo. Usted, Sr. Clark, tenía un nivel de alcohol de .29 —El
doctor miraba fijo a mi padre, quien miraba fijo detrás.
No había forma de que mi padre hiciera eso. Él nunca había hecho más
de 30 días.
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Había perdido a mi madre y estaba queriendo perderme a mí también.
—La casa será cuidada como lo será tus ropas —dijo el doctor.
—¿Kieran?
Los ojos del Dr. se suavizaron. —Sí, Megan. Kieran me contrató para
encargarme del caso de tu padre. Llamé a las instalaciones y la plaza fue
aprobada esta mañana. Su vuelo parte a las 11:30. Kieran querría que tú
estuvieras de acuerdo con esto.
En una caja de zapatos justo a la derecha de las fotos estaba una caja
de tarjetas de felicitación. Mientras estaba repasándolas, comencé a
reconocer cada una de ellas. Tarjetas que había hecho para mi padre… él
había conservado cada una. Incluso cartas de cuando yo estaba en
hogares de acogida… Él me amaba; él sólo necesitaba ayuda. Yo
silenciosamente rezaba para que esto fuera la ayuda que él necesitaba.
—Hey, Ruthie.
—¿Qué está mal? —ella elevó su voz—. ¿Sabes cuánto ese hombre ha
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hecho por ti? ¿Lo haces? Han sido cuatro días desde que te vio. Es un
desastre, Megs. Si tú no quieres verlo al menos díselo. Él merece eso.
Una lucha era evidente al otro lado de la línea cuando quedó muerta.
Miré hacia el rostro de mi celular y la llamada había finalizado. ¿Kieran
estaba con ella? De celosa, lancé mi teléfono y este inmediatamente
comenzó a sonar. En vez de responder, me hice un ovillo y lloré.
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Página
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MIA: Missing In Action: perdida en acción.
49
Kieran
Traducido por guga
Corregido por Briggitte
Y esa jodida creencia que me había golpeado. Cristo, su puño rozó sobre
mi pecho; sí eso había sido de rabia o frustración pero no me produjo
ningún daño. Eso sólo alimentó sus miedos de ser una abusadora.
Descansé mi frente entre mi pulgar y los demás dedos mientras mi codo
descansaba sobre el escritorio.
Yo apenas llevé mi cabeza hacia arriba y mis ojos fue todo lo que moví
Página
—Ella te ama. Vi el amor en sus ojos el día que vino aquí incluso si ella
estaba enfadada.
—Sé que lo hace. Espera hasta que estés casado con ella por cincuenta
años luego ella muere antes que tú. Entonces eres abandonado sólo con
sus recuerdos y la esperanza que hay otra vida más allá, entonces hay una
oportunidad de verla de nuevo.
—Samuel solía decir, “ella tiene la vagina, ella hace las reglas,” y Samuel
era un maldito trasero listo.
Reí con ganas ante esa opinión, mejor, si bien momentáneamente. —
Diablos, ¿no es esa la verdad?
—Ese golpe fue para mi satisfacción. Este es por Megan —apreté mis
dientes, y aterricé otro golpe en su rostro.
22
Golpe en boxeo: gancho adelantado.
—Vamos, K —Bert dijo y me sentí mal por no honrar mi promesa hacia
ella.
***
—¿Walt?
—No. ¿Dónde está Wink? —La cerveza bajó más suave de lo que
debería.
—Diablos, no. Él está fuera del estado por seis meses. Después de eso,
voy a negociar una casa a mitad de camino por otros seis.
—¿Puedes al menos irte por la puerta trasera, así ellas aún entran?
Reímos mientras regresábamos fuera al silencioso bar y miré en torno
al lugar que se sentía como el hogar. Cambios eran buenos… ¿no?
—¿Lindo?
Wow… sólo lancemos esa mierda fuera. Pausé sólo por un momento
antes de responder. —Sí.
—Sí.
—Esto era imparable. No hay nada que podrías haber hecho. —Mi cuello
estaba tenso y lo hice sonar a ambos lados.
—Podría haber intervenido más pronto. Tal vez no dejarte verla el día
que tú lo pedías.
Él asintió, elevando sus cejas. —Bueno, creo que es genial que estés
diciéndome algo así amigo, pero realmente yo no tengo nada para
ofrecerte. Piensa en grande, chico listo. Piensa más allá de tus puños que
estás apretando mientras me mides. Seguro, podrías patear mi trasero.
¿Qué va a hacer eso? ¿Va eso a conseguirte a tu chica? —Él sacudió su
cabeza como si yo fuera la persona más tonta alrededor—. No. Lo sabes y
lo sé. Entonces sólo hierve a fuego lento tu trasero y escúchame.
››¿Kieran?
—Puedes ir. Nuestras sesiones han sido interrumpidas por algo más
importante. —Inclinó su cabeza hacia la puerta y una lenta sonrisa se
arrastró por todo mi rostro. Treinta minutos es lo que podría tomar llegar
hasta ella. Cuando pasé disparado ante Dale, él sostuvo su mano para
chocar los cinco. Tan juvenil como eso pareciera, abofeteé esa mano y
corrí.
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50
Megan
Traducido por Guga
Corregido por Briggitte
No estoy segura de con quien estaba yo enojada acerca de toda esta cosa
de Kieran, Joe y Vivian. ¿Cómo podía haber vivido con ellos por dos años y
no saber que Kieran existía? Nunca lo conocí. Nunca hablé con él. Nunca
lo vi.
—Hola.
—Sí.
—Vivian. Eres lo más cercano a una madre que tengo. ¿Necesito saber si
me apoyarías y aprobarías que yo salga con tu ahijado?
—La segunda cosa es. —Ella pausó—. Kieran podría ofrecerte el mundo,
Megan. Sé que hacer frente al hecho de quien es él podría ser difícil. El
hombre nunca ha encontrado nada que pudiera resistir o rechazar. Hasta
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vos.
***
—Hola, Joe.
—¡Megan! —gritó, tan fuerte que lo hice callar sólo un poco. Pero la
sonrisa en su rostro y su limpio aroma a algodón empujaron todas las
preocupaciones de mi cabeza mientras él corría a mi lado y me estrellaba
contra suyo.
—Lo sé. Estoy muy feliz que estés bien. Y nunca, jamás queremos que te
suceda de nuevo. Tienes que prometerme que darás lo mejor de ti, ¿está
bien?
—Lo sé, cariño. Y él te cuidará por siempre. Te ves como un chico mayor
en tus pantalones de vestir y camisa. 311
Él se estiró un poco más. —Lo sé.
Él asintió.
Página
—Sé que ahora mismo no estás viviendo con tu madre. Pero sé de hecho
que ella está trabajando realmente duro al intentar recuperarte. —Sabía
de corazón que eso era una mierda pero él no necesitaba saber nada
distinto—. Mi padre, Andrew. Él hizo algunas cosas que no estaban bien. Y
yo encontré algunas familias realmente geniales mientras no estaba con él.
Y no sé dónde estás ahora mismo pero te apuesto que ellos te amarán.
Cuando volví a mi auto, miré a la pila de ropas que había arrojado sólo
en caso que las necesitara. Mis Converse sobre la pila me hicieron sonreír
y decidí… que era la hora.
312
Página
51
Kieran
Traducido por guga
Corregido por Briggitte
La casa de su padre era el único lugar que yo conocía para ver y ella no
estaba allí. O estaba en lo de Tom, lo cual de sólo pensar en ella estando
ahí sacaba la ira fuera de mí.
—¿Hola?
Impactado, giré y ahí estaba Doc. Con un pequeño par de shorts hechos
de un pantalón, una camiseta y esas malditas zapatillas Converse. Sus
ojos estaban bien abiertos y contenían preguntas innecesarias.
Bajé la vista hacia mis sucios jeans con manchas de aceite, y mis
malditas botas eran mi par más viejo. Mi pecho estaba jadeando mientras
la miraba fijo. Los vacilantes ojos grises que yo amaba tomaron todo de mí
y se lo permití. Yo estaba haciendo lo mismo. Si ella me aceptaba de
nuevo… si ella estaba aquí para quedarse… ella iba a comer
inmediatamente justo después de acostarla y tomar hasta la última
pulgada de ella.
Había sólo una manera de asegurarme que ella en realidad estaba aquí,
y eso era tocarla. Pero le había dado esa distancia para resolver las cosas…
esperaría por su señal. La paciencia nunca había sido una cualidad que
desarrollé.
Exactamente siete pasos son los que tomé para llegar a ella, ahuecando
su hermoso rostro en mis palmas y estampando mi boca en la suya. Sabía
y nunca olvidaría el tipo de beso que le gustaba, pero esto era recuperar lo
que una vez fue mío, y que ella no olvidara que mi boca le pertenecía a ella
también. Su beso me resucitó después de los últimos siete días sin ella.
—Kieran —susurró.
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—Megan. Escúchame. Toda mi vida he sido capaz de alejarme de
cualquiera que alguna vez conocí. Pero Doc, juro por Dios, esta semana
podía apenas arrastrarme sin ti. Te quiero. Te necesito. Haces que mi
mundo gire.
Página
—No uses esos shorts si no estás conmigo, nunca más. —Ordené con
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una mueca torcida.
—No pienses que ese gran pensamiento no entró en mi ropa cuando vine
aquí.
Página
Sonreí más grande. —Me tienes con las Converse blancas desde hace
tres meses.
—Tuve mi período —dijo ella, como si eso me detendría de estar con ella.
Poniéndome derecho, la miré fijo. —No me importa, Megan. Quiero estar
contigo independientemente de eso.
Ella cubrió su rostro con una expresión arrugada. —¡No hay modo en el
infierno!
—¿Es así? —rió nerviosa mientras yo trabajaba sus sexis shorts sobre
sus caderas, exponiendo un par de negra, ropa interior de encaje que yo
había comprado para ella.
—No soy un hombre egoísta, Megan. Pero esto va a ser por mí. Te
necesito ahora. Te necesito rápido y voy a acabar dentro de ti. Cuando
termine, prometo, me encargaré de ti. Y cuando me haya encargado de ti
sexualmente, prometo me encargaré de ti en cualquier otra forma que
necesites. 316
Mi dulce chica estaba jadeando y yo ni siquiera la había tocado,
realmente. Aún de pie, comencé a pujar dentro de ella… lentamente y
deliberadamente. Podía sentir todos y cada mueca, marca y cresta de su
suave, caliente, húmeda piel. Y cuando no pude ir más allá, sólo tan
Página
Cuando halo su cabello y luego estiró sus brazos sobre ella. Supe que yo
nunca había visto una criatura más hermosa en toda mi vida. Teniéndola
reviviendo contra mi toque era un subidón que lo consumía todo, y no
había intención de bajar.
Luché duro por aguantar en dejarme ir… pero cuando la sentí comenzar
a apretarse alrededor de cada pulgada de mí, mientras observaba su rostro
completamente deshaciéndose, y cuando una lenta mueca rasgó su
garganta y escapó de su boca apenas abierta, yo, por primera vez, me
aflojé completamente dentro de ella… disfrutando cada pulsación.
—¿Kieran?
—¿Bebé?
—No. Amaba tenerte cerca de mí. Sólo necesito hacer pis no podía
respirar.
Ambos nos carcajeamos y ella se alejó de mi lado, dejándome ahí solo
mientras corría al baño. Enganché mi teléfono del bolsillo de mis jeans y
marqué.
Ella sacudió su cabeza. —Estás loco. ¡Tú tienes trabajo también! ¡En un
maldito y caliente traje y corbata que yo no quiero, toneladas de chicas
mirándote, pero ahora estás pegado en las revistas!
—Cariño. Hablé con la revista hace tres días. Vamos a hacer unas fotos
en dos días… para hacerles saber que estoy fuera de mercado y
completamente ocupado.
también, quiero ser sólo tuya y quiero que tú seas sólo mío. Pero el mundo
ni tiene que saberlo. Sólo tú y yo. Soy tan, tan, tan, el opuesto de lo que tú
has sido toda tu vida. Yo siempre quise mezclarme. No sobresalir, y tú
estás pidiéndome que salga de esa zona de confort.
Arrastré mi dedo abajo de su sien, a lo largo de su mandíbula, y lo
presioné en sus labios para acallarla. —Sí. Es hora de que brilles. Te
protegeré. Se puede hacer en tus términos o los de ellos. Lo haremos en los
tuyos.
Cuando miré hacia abajo al rostro más hermoso que había visto, no
pude evitar preguntarme quién demonios habría pensado que siendo
ordenado por la corte a terapia me tendría aquí hoy.
Sus hermosos ojos grises dieron de repente con los míos y esperé no
haberla enfadado.
—Lo prometo. ¿Hay alguna otra rotura de acuerdo que debería tener en
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cuenta, Sr. Scott? —rió nerviosa.
23
The Cliff´s Notes: Guías de estudios [...] y notas.
—Doc. Eso no sería romper acuerdo, cariño. Sólo puedo aguantar una
oportunidad de tenerte herida. Nunca quiero herir a tu padre y si él te
hiere a ti eso sería… muy duro. —Hice sonar mi cuello de lado a lado—.
¿Qué quieres decir con rompe-acuerdos? Necesito conocer los tuyos.
Ella cerró sus ojos y su pecho lentamente subió y bajó. —Si alguna vez
amas a alguien más.
—Podría engordar.
—No puedo pensar en nada fuera de amar a alguien más. Dime los
tuyos.
—Kieran…
Salté hacia atrás para ver su rostro. Ella diciendo mi nombre como lo
dijo requería mi total atención.
—Sabes bebé… tengo algo más grande que puedo meter en tu boca si
vas a seguir hablando y enfadándome. No tengo dudas que cerrará tu
boca.
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Epílogo
Cuatro años después.
Kieran
Traducido por Kmila92
Corregido por Kmila92
—Kieran.
—Bebé, es el momento.
Me paso ambas manos a través del pelo. —¿Cómo lo sabes? ¿Te duele?
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¿Estás bien? ¿Has roto aguas?
—¡TRES MINUTOS!
Instantáneamente, me precipite con ella en mis brazos y me dirigí al coche.
—¡Para! —ella rió. —Cálmate. Tengo que vestirme y quiero lavar mis
dientes. Necesitamos nuestra maleta. Por favor... estoy un poco asustada y
necesito que respires conmigo.
Una vez que ella estuvo fuera de mi vista, corro hacia la silla para bebes
del coche que estaba completamente segura. La atornillo de nuevo y
casualmente camino por delante de ella para conseguir una ducha como si
fuera cualquier otro día y no el día en que nuestras vidas estarán
cambiando para siempre.
Ella asintió y liberó una profunda respiración. —Creo que tal vez
deberíamos irnos.
—Ok, bebé. Déjame tirar algo de ropa encima —¡mierda! Me lanzo sobre
mis vaqueros y una camiseta, corro mis manos a través de mi cabello
mojado y me reúno con ella en la puerta.
Ella llega por mi mano y le ofrezco una sólida sonrisa justo antes de besar
sus nudillos. Una doctora entra como si nada a través de las cortinas
chasqueando sus guantes de látex. Liberé una respiración agradecido.
—Hola, Sra. Scott. Voy a hacer una rápida examinación para ver si
debemos mantenerte o enviarte a casa. ¿Bien?
Los ojos de Doc parpadean hacia los míos. ¿Eso es una buena cosa,
verdad?
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Al cabo de una hora, Doc estaba luciendo adorable en una bata con
puntos pero note que su expresión no era una de comodidad. Mi bebe
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Triage: proceso con el que se selecciona a partir de sus necesidades de recibir tratamiento médico.
Me incliné y beso la concha de su oreja —En toda mi vida, tú eres el mejor
regalo que me hayan dado nunca. Y no importa si es un niño o una niña,
seremos el mejor regalo para este bebé y él o ella será el mejor regalo para
nosotros. Te amo, Doc.
Ella cierra sus ojos, asintiendo con una leve sonrisa pero sopla lentas
respiraciones.
—Megan. Vamos a darte algo de oxígeno, cariño. Estás sólo un poco bajo.
25
Hot on the tails: expresión que significa que alguien sigue a alguien o algo de cerca.
—Megan. Voy a chequearte de nuevo —la doctora dijo mientras dos
enfermeras la ayudan a rodarla a su espalda y poner sus piernas en las
estribos.
Mi novia asintió con vigor y atrajo la más profunda y larga respiración que
podía.
Pero tan rápido como los cerró ellos se dispararon abiertos y un gemido
doloroso viene desde su garganta mientras su cuerpo entero se puso
rígido. Su mirada se centró más allá de mí mientras su rostro comenzó a
enrojecer como si ella no pudiera respirar.
—Te amo, Doc —le susurro y sentí cada onza de felicidad y vida fugarse de
mi cuerpo.
Para el momento que había llegado a la sala, ellos estaban corriendo con
mi esposa y el bebé no nacido abajo por el pasillo. Apoyo la espalda contra
la pared y me deslizo hacia abajo.
Mi vida podría ser alterada para siempre -podría perder la única cosa que
más amo en mi vida entera y todavía la gente camina pasando la sala de
espera como si todo estuviera bien.
—¿K? ¿Lo estás haciendo bien? ¿Puedo hacer algo? —Todd preguntó.
—T. ¿Por qué no puedo ser yo? —lloro cubriendo mi rostro. —¡Llévame!
—¿Si?
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Cuando rodeé la esquina y entré por la puerta, Doc estaba acurrucada
sobre su lado, mirando un bebé como ella misma. Los grises en los que
confié sobre decirme sus emociones estaban cerrados. Sus respiraciones
Página
—Ahora escucha Samuel. Tu mami quería sostenerte primero así que esto
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va a ser muestro pequeño secreto. Y tu aprenderás muy rápido, que mami
siempre tiene la razón incluso si tú y yo somos sensatos, nosotros
pretendemos que ella lo es.
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Stop dead in tracks: expresión que significa detenerse completamente y de forma repentina por temor.
—Tienes a muchas personas esperando para conocerte pequeñín —cepillo
un beso en su frente. —Tu tía Kat y Todd y Ruthie y Wink y tu primo,
Andrew. Él es súper especial para tu mami.
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Rock the boat: causar problemas o un gran revuelo.
KRISTI PELTON
Soy Kristi Pelton… autor aspirante de
libros divertidos, sexys y románticos.
Estoy casada con un hombre que me
tolera llevar mi equipo a todas partes
conmigo y tengo dos de los mejores hijos
en el mundo. Tienen 18 y 15 y ellos y sus
amigos proporcionan material de
escritura interesante... Me encanta la
comida mexicana... las patatas fritas y la
salsa son un elemento básico en mi vida,
así como el Dr. P! Va a encontrar a cabo
que lee mis libros que soy una gran fan
de Kansas Jayhawk, Oregon Duck y
Cubs. Por lo general escribo sobre cosas
que me encanta. Por favor, siéntete libre
de ponerte en contacto conmigo en mi
página de Facebook, ahora...
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CORREGIDO Y
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