Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Teoria de La Creatividad de Teresa Marín García
Teoria de La Creatividad de Teresa Marín García
Un factor fundamental para que la creatividad sea valorada como tal es el reconocimiento
del entorno, tanto del ámbito de los profesionales del campo específico como del contexto
sociocultural en general.
Podríamos considerar la creatividad como una forma ver la realidad con un nuevo enfoque
para encontrar posibilidades nuevas y soluciones eficaces que nos ayuden a transformar y
mejorar nuestro entorno, generando un valor para la comunidad.
ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN LOS PROCESOS
CREATIVO
En el diseño de las diferentes estrategias creativas se debe tener en cuenta como se articulan
los siguientes elementos:
ÁMBITO: marco específico que abarca las interrelaciones de los diferentes agentes de un
campo o área de conocimiento. Al ámbito artístico lo llamaremos “Sistema del arte”. Está
compuesto por diferentes agentes (artistas, galeristas, críticos, coleccionistas, curators,
profesores,…) que establecen interacciones entre sí. Estos individuos actúan como los
guardianes del acceso al campo.
ARTISTA: Es el creador y emisor de la obra. Deben tenerse en cuenta los factores que
influyen en él: personalidad, actitud y enfoque. Así como otros factores que pueden hacer
referencia a su biografía personal, o características específicas (equipo, colaboración,
anonimato,…)
b) El conocimiento: que supone saber qué han hecho los demás en nuestro campo de
trabajo, de modo que sepamos qué no han hecho o qué no han pensado todavía hacer.
e) La motivación: no sólo tiene que haber un gusto por actuar y pensar contracorriente,
sino que debe existir un empuje a hacerlo. Para ello, es imprescindible un gusto en lo que
se hace y prestar más atención al disfrute en la labor realizada que a la recompensa final.
Algunos autores llaman a esto persistencia. La motivación puede ser de dos tipos:
Intrínseca: motivación interior, necesidad…
Extrínseca: premio, recompensa exterior
4.3. Curiosidad
Estar despierto ante las cosas en general, y en particular a lo que tenga que ver con un
campo específico es esencial para buscar nuevas oportunidades, asociar ideas y lograr
productos creativos. Sin curiosidad es muy difícil profundizar en algo o atreverse a explorar
terrenos desconocidos. La curiosidad es la antesala de la motivación, sin la cual no llegaría
a materializarse la acción del proceso creativo.
4.7. Perseverancia
Es imprescindible para superar los obstáculos de modo continuado a lo largo de la vida. Sin
esta actitud no es posible conseguir logros creativos. Lo novedoso no surge por casualidad
ni la primera vez que alguien se enfrenta a un tema. Es necesario el dominio de un campo y
la constancia en el trabajo para poder llegar a donde otros no llegaron, para ver más allá.
4.9. Pro-activo
Esta actitud define la motivación y la voluntad de acción para llevarla a cabo. No significa
sólo tener iniciativa sino también la decisión de materializarla. La iniciativa es necesaria
para explorar nuevas oportunidades donde otros no las perciben, para plantear soluciones
no conocidas o para descubrir problemas, pero si no se materializan de algún modo esa
iniciativas no se logrará ningún resultado verdaderamente creativo.
Reglas no dadas: a veces tenemos en nuestra cabeza restricciones que no existen. Nos
auto-imponemos más reglas de las que en realidad hay.
Temor al ridículo: Siempre que el individuo exprese una idea, solución o forma de
conducta novedosa, se expone a severas críticas por parte de los otros.
Facilísimo: Es mucho más fácil seguir haciendo lo mismo que preguntarse: ¿qué otra cosa
hacer? Resulta más cómodo desarrollar al máximo una idea conocida y vieja, que descubrir
o hallar una sola idea o enfoque novedoso.
En este caso es más conveniente el uso del pensamiento lateral o divergente, el cual a
diferencia del anterior va a saltos y en vez de clasificar, reúne información, saca el
conocimiento de sus categorías y clases cotidianas, conectándolas y relacionándolas de
manera inusual.
1.Reserva tiempo para leer y pensar sobre otros temas que no sean el objeto central de tu
interés.
7.Pregúntate una y otra vez cuáles son los límites verdaderos de su problema.
13.Imponte cuotas de ideas. Esto es, proponerse tener más de 3, 4 ó 5 ideas, según sea el
caso sobre un problema.
16.Una vez formulada la idea, deja a un lado el orgullo y prepárate para recibir la crítica
cuando vayas a exponerla.